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LA SESION
PROLONGADA
EN LA ASOCIACIÓN
MEXICANA DE PSICOTERAPIA
ANALITICA DE GRUPO, A.C.

ESTUDIO EXPLORATORIO

Olga Magdalena Nieto Zermeño


Trabajo recepcional para obtener
el grado de Analista de Grupo

A.M.P.A.G.
México, D.F.
Octubre 1992
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I N T R O D U C C I O N

Desde hace veinticinco años la Asociación Mexicana de psicoterapia analítica de Grupo


(A.M.P.A.G.) trabaja e investiga a los grupos, especialmente a los grupos psicoterapéuticos. Al
principio utilizó el modelo del psicoanálisis aplicado al grupo con importantes resultados;
posteriormente, conforme se avanzó en ese campo, se consideró que ese modelo, por sí solo, era
insuficiente para comprender y explicar la totalidad de los fenómenos grupales. Actualmente la
A.M.P.A.G., ha desarrollado un modelo propio, -sujeto aún a discusión- el análisis grupal, que si
bien mantiene al psicoanálisis como su eje organizador, ha integrado conceptos, métodos y
procedimientos de otras corrientes psicoanalíticas y de diversas disciplinas científicosociales.

La sesión prolongada (SP) es uno de esos procedimientos cuya incorporación a la práctica


analítica grupal es motivo de amplias controversias de orden teórico, metodológico y técnico.

Este trajo pretende definir la noción y el hecho de la sesión prolongada en la A.M.P.A.G.,


establecer la metodología que aplica y la teoría en la que se sustenta y dar cuenta de los
procedimientos técnicos que se utilizan.

La investigación se basa principalmente en la vasta práctica clínica desarrollada en el seno


de nuestra Asociación, y toma en cuenta las experiencias sobre la sesión prolongada en otros
países, reseñadas en los textos sobre la materia.

Mi interés en el tema parte de dos experiencias: la primera se remonta a los años setenta
en el Centro de Orientación Psicológica de la Universidad Iberoamericana, donde desde los roles
de coordinadora y participante, tuve oportunidad de tomar parte en diversas experiencias
intensivas de grupo: terapia gestalt, grupos de encuentro, bioenergético y sensibilización sensorial
entre otras y en las que fui testigo y protagonista tanto de cambios notables como de fracasos
evidentes. Esto es, logré a través de una experiencia intensiva comprender y modificar una
relación importante, pero también observé situaciones en las que algunas personas, después de
un cambio fugaz, erigían sólidas barreras defensivas que dificultaban todavía más el acceso a su
conflicto y quedaban, por así decirlo, «vacunadas» para abordajes similares o para cualquier tipo
de psicoterapia.

La segunda experiencia tuvo lugar en un grupo de la clínica de la A.M.P.A.G., durante mi


entrenamiento en el Instituto de la Asociación, en donde participé desde el rol de coterapeuta con
el Dr. Jorge García Barrientos como coterapeuta docente. En ese contexto, llevamos a cabo una
sesión prolongada en donde observé que los métodos y técnicas aplicados permitieron la
profundización del trabajo, una intensa movilización emocional y la aparición de contenidos que
apenas se habían esbozado en las sesiones regulares. Pero lo más significativo consistió en que
el material ahí obtenido fue motivo de análisis, interpretación y elaboración no solo en esa sesión,
sino que se continuó e integró a las sesiones regulares. A través del proceso de este grupo me
percaté de los beneficios de una experiencia intensiva enmarcada dentro de un tratamiento
analítico grupal.

Elegir este tema para mi trabajo recepcional responde así, por un lado, al deseo de integrar
mi experiencia anterior a mi formación actual como analista de grupo y por el otro, al interés en
colaborar a la definición y conceptualización de la sesión prolongada y participar de esta manera
en el enriquecimiento del campo del análisis grupal.

Confío que esta obra contribuya a estos fines y estimule investigaciones más amplias y
profundas sobre un instrumento tan característico de la A.M.P.A.G.


Para una ampliación sobre este tema consultar: Carrillo, J.A. «Evolución teórico-ténica del análisis grupal en
AMPAG. ¿Es suficiente el psicoanálisis en nuestra práctica real?». Rev. de Análisis Grupal, Vol. V (3) México, 1988.
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METODOLOGIA

A. OBJETIVO

Este trabajo tiene como propósito definir y conceptualizar a la sesión prolongada, estudiar sus
aspectos teóricos, metodológicos y técnicos y ubicarlas en el campo del análisis grupal.

Para estos fines realicé un estudio exploratorio sobre la sesión prolongada de la A.M.P.A.G. y
revisé la bibliografía pertinente tratando de responder a preguntas tales como: cuándo se realiza,
por qué razones, con qué objetivos, cómo se planea, qué técnicas se emplean, qué tipos de
sesión prolongada existen, qué resultados se obtienen, cómo se logran, qué riesgos tiene, qué
mecanismos terapéuticos inciden, etc., con el objeto de definir los factores que determinan la
utilidad de la sesión prolongada al proceso analítico del grupo.

He partido de una definición operacional mínima:

Sesión prolongada es una sesión que se realiza en el contexto de un proceso analítico grupal
regular, que tiene una duración de seis o más horas, en la que aplican técnicas distintas de las
habituales y a donde puede concurrir un terapeuta invitado; incluye por lo menos una comida pero
omite el pernoctar.

B. PROCEDIMIENTO
Esquemáticamente, el procedimiento siguió los siguientes pasos:

a) Revisar la bibliografía atinente al objeto de estudio.


b) Recopilar información acerca de la sesión prolongada en una muestra de analistas
de la A.M.P.A.G.
c) Sintetizar y analizar el material obtenido.
d) Discutir y exponer conclusiones.

B. ENCUESTAS Y ENTREVISTAS.

Paso a explicar las formas en que se obtuvo la información de los analistas, ya que constituye
la parte esencial del trabajo. En el universo de asociados de la A.M.P.A.G. se llevaron a cabo tres
procedimientos que a continuación se describen.

Puesto que se trata de un estudio exploratorio de sondeo y debido al tamaño de la muestra, no


realicé manejo estadístico alguno; solo señalo las tendencias principales a partir de la frecuencia
con que se presentaron (Anexos A y B).

a) Encuesta telefónica:
Se interrogó a 55 analistas de la Asociación acerca de sí practicaban o no la sesión
prolongada.
De ellos, 33 respondieron afirmativamente y 22 negativamente. Los resultados se
encuentran en el Anexo A.

b) Entrevistas a analistas que practican la sesión prolongada:


De los miembros plenos que respondieron afirmativamente se seleccionaron catorce al
azar. Con ellos realicé una entrevista abierta que tuvo como base una guía de
preguntas cruzadas que abarcaban cuatro rubros principales:
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 Los aspectos formales de la sesión prolongada


 la SP y los pacientes
 la SP y los analistas
 concepciones teóricas acerca de la sesión prolongada

Los resultados de las entrevistas aparecen en el anexo B.

c) Entrevista a analistas que no practican la sesión prolongada:

A los miembros plenos que respondieron negativamente se les interrogó acerca de los
motivos de ello; cinco adujeron razones de orden teórico y de éstos entrevisté
personalmente a tres elegidos al azar.

La síntesis de estas entrevistas aparecen en el Anexo C.


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LA SESION PROLONGADA EN LA LITERATURA


Las referencias acerca de las experiencias grupales intensivas son abundantes:
laboratorios, grupos de encuentro, maratones, etc.; no obstante, para los propósitos de este
estudio tomé únicamente el material ubicado en el contexto de un tratamiento psicoanalítico
grupal.

A. ANTECEDENTES

Yalom, (1986pp. 468-493) considera al primer grupo T, creado y dirigido en Estados Unidos
por Kurt Lewin en 1946, el antecesor de los grupos de experiencias intensivas. El propósito de
esa experiencia era adiestrar a dirigentes comunitarios en el manejo de conflictos interracionales.

Lewin, Benne y Lippit, coordinaron grupos de diez participantes que se reunían durante varios
días a la manera tradicional de la época, esto es, para crear grupos de discusión, representar
papeles y aplicar técnicas de diagnóstico y de resolución de problemas. Los coordinadores y
observadores solían reunirse por la noche a intercambiar las observaciones y resultados de las
experiencias.

Algunos participantes mostraron interés en asistir a estas reuniones y los coordinadores


aceptaron. El efecto de ello fue impactante, se descubrió que el enfrentarse a la observación y a
la opinión sobre el propio comportamiento y percatarse de los efectos de éste en los otros,
proporcionaba beneficios significativos: se aprendía acerca del estilo de relación interpersonal y
del proceso del grupo. El equipo comprendió que de manera accidental había descubierto una
nueva técnica para la educación en las relaciones humanas: el aprendizaje en la experiencia y la
retroalimentación.

A partir de esa experiencia ocurrida en Connecticu, los grupos T proliferaron y el National


Training Laboratory (NTL) que había financiado la investigación se consolidó y abrió sucursales en
varias regiones de los Estados Unidos, especialmente en la costa occidental.

Es significativo señalar que se distinguieron dos tipos de modelos de grupo T: los integrados
por participantes miembros de una misma unidad de trabajo interesados en formar mejores
equipos y aquellos conformados por participantes extraños unos a otros y que se interesaban en
el conocimiento y la conciencia de sí mismos.

Al principio, los coordinadores y promotores de los grupos T fueron principalmente sociólogos


y psicólogos sociales: luego, a partir de los años cincuenta, se incorporaron psicólogos clínicos;
éstos introdujeron lecturas e interpretaciones rogerianas y psicoanalíticas, de tal forma que sin
abandonar el referente lewiniano original, lo enriquecieron con esas nuevas nociones. El modelo
de desarrollo personal creció vigorosamente en California; se le seguía considerando un modelo
educativo pero adquirió una definición más amplia y humanista: dejó de ser un mero proceso de
adquisición de habilidades, de aprendizaje interpersonal y de comprensión del funcionamiento
grupal para devenir en un proceso de descubrimiento de sí mismo, de exploración de recursos y
de desarrollo del propio potencial a plenitud.

Alrededor de esa época se desarrollaron otras prácticas grupales tales como la terapia gestalt,
el psicodrama moreniano y la bioenergética; algunos aspectos de estos referentes se
incorporaron, luego, al modelo el grupo T.

Por otro lado, a partir del grupo T se desarrollaron otras técnicas (sensibilización sensorial, de
relajación, terapias corporales, grupos de encuentro), mismas que se emplearon en los grupos
intensivos en las décadas de los sesenta y setenta.

Se estima que durante quince años más de cinco millones de personas participaron de esas
experiencias en los Estados Unidos. Yalom (1986) sugiere que se trató de una respuesta a la
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necesidad y demanda cultural propia de una sociedad altamente competitiva como la


estadounidense, carente de espacios para el comportamiento auténtico y las relaciones sinceras;
a estas experiencias se las consideró como «terapias para normales».

La psicoterapia grupal psicoanalítica y sus practicantes no quedaron al margen de aquel


movimiento. Los terapeutas grupales, dice Yalom, aprendieron mucho de metodología de
investigación y de técnicas a partir del modelo de grupo T; el énfasis en el aquí y e ahora, la
noción de retroalimentación, el uso de ejercicios estructurados de grupo y las sesiones
prolongadas, son legados del grupo T a la psicoterapia de grupo; además, es común que los
grupos T se utilicen ahora en el entrenamiento de los terapeutas de grupo.

El modelo del grupo T trascendió las fronteras de los Estados Unidos; en 1956 expertos de
éste país coordinaron por primera vez en Francia una experiencia de ese tipo y ya en 1961 la
Société de Psochotérapie des Groupes incluía en sus jornadas anuales temas como la
representación de roles, la relación entre fantasía y rol, la vivencia en el aquí y el ahora.

En razón de esa influencia, Lebovici y Dreygus (Basquin et al. 1977 pp.13-23) diseñaron el
psicodrama psicoanalítico infantil integrando el psicodrama moreniano a la dinámica de los grupos
y sujetándolos a la escucha e interpretación psicoanalíticas. Por otro lado, Anzieu y otros
(1978ab) practicaron los grupos T, primero con el enfoque psicosociológico original y luego,
merced a una profunda reflexión psicoanalítica, como grupos de diagnóstico y seminarios de
formación. Además, la significatividad del modelo de grupo T también se dejó sentir en los
desarrollos socioanalíticos de Loureau y Lapassade.

En Argentina, el grupo T fue un referente de los grupos operativos de Pichon-Riviäre (1960, p.


108) y los analistas se interesaron en integrar el psicodrama psicoanalítico a la terapia grupal
(Campuzano 1987, p. 12), al mismo tiempo que psicoterapeutas de otros países sudamericanos
incorporaron a su práctica las experiencias intensivas grupales.

En México los grupos intensivos comenzaron a practicarse a finales de los años sesenta; cabe
a la A.M.P.A.G., en los años setenta, el privilegio de introducir técnicas psicodramáticas en los
grupos psicoanalíticos bajo la significativa supervisión de analistas argentinos.

B. ASPECTOS FORMALES DE LA SESION PROLONGADA

Doy cuenta a continuación de siete referencias que describen los aspectos y condiciones
formales de la sesión prolongada.

1. Fontana y Loschi (1982, pp. 1-16) definen la sesión prolongada como una técnica terapéutica
y de investigación que empleamos periódicamente –de una a tres veces al año-
intercalada en la psicoterapia analítica individual y grupal (p. 1).

Plantea la sesión prolongada sin límite de tiempo determinado; cuando se trata de pacientes
atendidos individualmente suele durar entre ocho y doce horas; en cambio, en los grupos puede
variar entre veinticuatro y cuarenta y ocho horas.

Utilizan en la sesión diversas técnicas auxiliares (música, contacto corporal, imágenes fotos y
cinematográficas, cine psicodrama, test proyectivos) e interpretan los resultados de las mismas.

Invariablemente incluyen a otro terapeuta y a un observador tras la cámara de Gessel.

Como suelen realizar las sesiones prolongadas en el contexto de una institución asistencial,
suspenden las actividades de la misma, acondicionan sitios para el trabajo y el descanso y
disponen que el personal de servicio provea los alimentos y bebidas a fin de que los pacientes no
tengan necesidad de salir.
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2. O’Donell (1974 pp. 218-220) considera que los grupos psicoterapéuticos deben tener
sesiones de cuatro a ocho horas de duración cuando menos una vez por mes, y sesiones
de uno a dos días de duración cada seis meses.

Recomienda la inclusión de colaboradores «intrusos» expertos en alguna técnica específica –


como coterapeutas o como observadores. Aplica técnicas psicodramáticas y juegos y no le da
importancia al espacio físico donde ocurra la sesión; ésta puede darse lo mismo en la casa del
terapeuta o de algún paciente, como al aire libre en una plaza.

3. Para Mullan (1978) la sesión prolongada es parte indispensable del tratamiento


psicoanalítico grupal que comprende tres formas: sesión regular, sesión alterna y sesión
prolongada.

Las sesiones prolongadas deben realizarse cada tres o cuatro meses y durar un mínimo de
siete horas; también pueden ser experiencias de dieciséis horas o más, divididas en sesiones
consecutivas diarias de ocho horas.

Recomienda incluir en la sesión a un coterapeuta de sexo distinto al del analista original.


Ambos deben contar con experiencias y con un amplio repertorio de fantasías, analogías y
metáforas a fin de proveer al grupo e diversas experiencias no intelectuales.

A la utilización de ejercicios y a la práctica del rol playing, amén de superfluos, los considera
contraindicados; los terapeutas deben trabajar con el grupo armados con su fuerza y recursos
personales y responder con éstos a los eventos que ahí ocurran. Subraya que el involucramiento
personal y la autenticidad de analista son los elementos más importantes de este tipo de sesiones
y contribuyen a crear una forma especial de presencia terapéutica.

Por otro lado, la comida debe de ser informal, sencilla generosa y provista totalmente por el
analista. Las mejores fechas para realizar estas sesiones son las vacaciones o los fines de
semana largos. El costo es el producto de multiplicar la mitad de la cuota de la sesión regular por
el número de horas de la sesión prolongada.

4. Radosh y Laborde (1987 pp. 22-23) definen a la sesión prolongada como aquella que
se realiza en el mismo espacio de la sesión regular pero en distinto día y con un tiempo
de trabajo mayor que el habitual, esto es, de tres a ocho horas. Suelen utilizar técnicas
psicodramáticas y pueden invitar a otro terapeuta. En la experiencia tiene lugar una
comida; los alimentos y bebidas son provistos por los pacientes.

5. Campuzano e Izaurieta (1987) al enunciar el encuadre, establecen que una o dos


veces al año el grupo realizará sesiones prolongadas de seis a ocho horas de duración,
en el mismo sitio o en otro; aplican técnicas de acción, psicodrama y ejercicios diversos
y pueden incluir otro analista, sea como coterapeuta o como experto en alguna técnica
particular.

6. González Ch. y Socorro (1991) plantean la sesión prolongada desde el contrato y como
parte del tratamiento analítico grupal; se trata de una sesión de fin de semana realizada
anualmente por el terapeuta del grupo, a la que puede invitar o no a otro terapeuta y
donde el analista original puede asumir el rol de coterapeuta o de observador.
Eventualmente incluyen en la experiencia algún paciente ajeno al grupo. Utilizan
técnicas de movilización corporal y ejercicios psicodramáticos.

7. González de Gutiérrez (1991) utiliza la sesión prolongada para introducir la movilización


corporal en sus grupos analíticos. Invita para la ocasión a un terapeuta especialista en
el manejo de técnicas corporales, pero mantiene su rol original, llevando a cabo la labor
interpretativa principal. La experiencia es anual, dura un día, incluye una comida y se
realiza en un lugar fuera de la ciudad.
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C. CONSIDERACIONES TEORICAS

1. Fontana y Loschi (1982) atribuyen gran relevancia a la ruptura de las coordenadas


habituales de tiempo y espacio y al empleo de las técnicas auxiliares. En ese contexto,
las ansiedades y defensas se movilizan más intensamente, se facilita y profundiza la
relación con el analista y coadyuva a que el paciente sienta, imagine y exprese sus
conflictos de manera distinta a la habitual. Dicen: El objetivo es intensificar y
desplegar más claramente la regresión transferencial con el objeto de acceder a
los núcleos más primitivos de la personalidad vinculados con el cuerpo, núcleos
que tienden a ser excluídos de la relación terapéutica (pp. 1-2).

Opinan que, por sí misma, la modificación del tiempo es un factor de movilización en tanto
que las técnicas, adquieren éstas cuando se incorporan a ese contexto del tiempo prolongado,
regresivo, ligado al cuerpo y a las estructuras e historias más básicas. Confieren a la sesión
prolongada una cualidad distinta a la de la sesión regular aunque se asemeja a ella en cuanto a
que, en ambas, todo se resuelve merced a la lectura e interpretación transferencial psicoanalítica.

El propósito de la sesión prolongada, dicen, no es acortar el tratamiento; más bien,


desplegar e intensificar el proceso analítico. Para estos fines, los participantes de la sesión
prolongada son invitados a «soñar» en presencia de sus analistas; este nuevo ámbito estimula la
aparición de sensaciones e imágenes que devendrán luego en pensamientos y palabras.

La sesión prolongada provee tiempos y espacios, y aplica técnicas y procedimientos


distintos a los habituales; se instaura como una pantalla onírica y proyectiva, como un campo
franco al despliegue transferencial y a la interpretación que le corresponde.

Estos autores toman en consideración las nociones de Meltzer (1968) respecto a las fases
del proceso psicoanalítico individual y las extrapolan al proceso psicoanalítico grupal; así,
prescriben que la sesión prolongada puede indicarse para esas fases precisas ocurrentes en el
grupo y con los objetivos ahí descritos, o sea,

a) En la etapa de la «recolección de la transferencia» y de las historias personales. Esta


corresponde al inicio del proceso.
b) Cuando ocurre una intensa depositación transferencial y se configura el «superyo
auxiliar analítico».
c) Cuando se configura la posición depresiva y sucede sesiones más profundas y
creativas.

Ambas, b y c, corresponden a las fases intermedias del tratamiento.

d) Durante la terminación, denominada fase del «destete» se resuelven las transferencias


y ciertos problemas, no necesariamente patológicos.

2. O’Donell (1974) opina que toda SP configura una experiencia ‘violentadora’ del curso
habitual equilibrado e la interacción grupal (…) que se propone luchar contra la
tendencia homeostática de toda conducta, homeostasis virada hacia lo endopsíquico
pero también hacia lo endopsíquico pero también hacia lo externo o ambiental (pp.18-
20).

Subraya el aspecto lúdico: Los juegos ocupan una posición privilegiada dentro de mi
encuadre, se relacionan con la exploración desarrollo e instrumentación de la capacidad lúdica de
todo ser humano, la imaginación creativa como eje de la transformación de conductas (pp.18-20).

Opina que la ampliación del tiempo de sesión redunda en una mayor posibilidad de
investigación y profundización y que uno de los elementos claves de la alienación social
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encarnada en el individuo reside en el aplacamiento y oxidación de la posibilidad de imaginar.


(pp.18-20).

3. Mullan (1978), influenciado por Rogers, piensa que el valor de la sesión prolongada
reside en que se trata de un «slice of life», o sea, un evento que se ofrece a los
pacientes en el conjunto de su tratamiento psicoanalítico grupal, esto es, una «nueva
experiencia» estimulada por la presencia del coterapeuta.

Los propósitos de la sesión prolongada, dice, son evaluar, diagnosticar y, luego, movilizar a
los pacientes más allá de lo que permite la sesión regular. La sesión prolongada es inmensa,
posibilita la reducción de resistencias y defensas y coadyuva a consolidar logros.

Apunta que lo que confiere su singularidad a la sesión prolongada es el aumento en el


tiempo de interacción, la fatiga y el contagio emocional entre los integrantes del grupo: se rompen
las inhibiciones, aparecen emociones ocultas y emergen recuerdos infantiles, cosa que anima a
los otros participantes y establece la dinámica de «sacar todo».

Las transferencias con el analista y con los otros pacientes se expresan y trabajan a través
de la confrontación directa y de la fantasía. Las vicisitudes de las relaciones en el grupo, señala,
constituyen uno de los focos centrales de la sesión prolongada; ésta es un método que permite a
los pacientes modificar sus sentimientos transferenciales, cosa especialmente cierta cuando el
terapeuta invitado es del sexo opuesto al analista original. Este aspecto cobra importancia en
tanto que, afirma «desde el principio la presencia del coterapeuta cambia la forma de la sesión
prolongada en relación con la sesión semanal», ya que esta nueva presencia «intrusa» rompe las
formas habituales, factuales y fantaseadas de interacción y ocurren fenómenos diversos en el aquí
y el ahora procesual. El analista original y los pacientes habrán de acomodarse a esa nueva
situación y persona, hacerse cargo de una realidad distinta y de esa suerte de conciencia fresca a
la que adviene el grupo. En suma, en la sesión prolongada ocurre un reacomodo transferencial.

4. Para Radosh y Laborde (1987) la sesión prolongada rompe la experiencia cotidiana y


permite la emergencia de numerosos fenómenos grupales. Se preguntan:

¿Qué se instaura y/o produce al introducir en un grupo terapéutico una ruptura del
encuadre cotidiano por alteración del tiempo? (p.16).

Citando a Bachelard (1979) responden que la SP: derriba los obstáculos amontonados por
la vida cotidiana, (…) reemplaza el saber cerrado y estático por un conocimiento abierto y
dinámico, da a la razón motivos para evolucionar (p.17).

Para ellos, las dos variables principales de la SP son la ampliación del tiempo y la inclusión
de alimentos.

El aumento del tiempo, además de extender el periodo de trabajo incrementa


significativamente la regresión y aminora la censura y la defensa y permite así una mayor
exploración de los pensamientos inconscientes. Desde Glocer (1973) afirman que la acumulación
de horas de interacción potencial las vivencias y acelera los procesos psíquicos; se pierde la
noción del tiempo y pasado y el presente coexisten en forma singular.
La comida es un evento que estimula las fantasías de cohesión grupal que, piensan, puede
tener como sustentante el mito del«banquete totémico» descrito por Freud (1913): comer y beber
con otro es al mismo tiempo un símbolo y una corroboración de la comunidad social, así como la
aceptación de obligaciones recíprocas (…) toda comida en común, la participación en la misma
sustancia que penetra en el cuerpo, establece un lazo sagrado entre los comensales. (17).

También implica fantasías de incorporar al otro mediante el alimento y surge el deseo de


ser igual al padre y/o madre-analista idealizado mediante la incorporación de sus partes.
Siguiendo con Freud (1913): el animal totémico, el dios primitivo, a través de cuya matanza y
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devoración los miembros del clan refrescaban y reafirmaban su semejanza divina (…): uno es una
parte de la sustancia de su madre que lo ha parido y de cuya leche se nutrió. (p.17)

Apuntan que el análisis e interpretación de lo anterior conduce a descubrir del deseo


propio, a distinguir las semejanzas y las diferencias, a romper la ilusión grupal y a desidealizar el
lugar del padre-madre-analista.

5. Campuzano e Izaurieta (1987) consideran a la SP como un instrumento movilizador, y


piensan que en la concepción de este dispositivo a partir de la sesión regular se dieron
cambios de orden teórico y metodológico análogos a aquellos requeridos en el pasaje
de la relación diádica psicoanalítica a la grupal.

Comparten con Bleger (1968) el supuesto de que en el encuadre se depositan ansiedades


psicóticas y que, luego entonces, la ruptura de aquel, connatural de la SP, moviliza esas
ansiedades y permiten su abordaje en una situación de privilegiada profundidad.

No obstante reconocen la insuficiencia de los desarrollos teóricos acerca de las


experiencias intensivas grupales, señalan ciertos factores que explican los fenómenos que se
presentan en la SP: el tiempo prolongado y la fatiga que abaten resistencias; la posibilidad de
trabajar sin interrupción; la concentración exclusiva en el quehacer psicoterapéutico; el cambio de
contexto témporo-espacial; la presión grupal estimulante de la apertura; la afectividad intensa y la
honestidad en la comunicación.

Consideran que las técnicas de acción están al servicio del tratamiento de las resistencias
y ayudan a superar éstas movilizando al paciente y acelerando e intensificando el proceso. Las
analogan, citando a Kesselman (1970), a los catalizadores, capaces de acelerar un proceso sin
cambiar su naturaleza.

Piensan que el grado de movilización que ocurre en una SP cambia en razón directa a la
cantidad de variables modificadas del encuadre.

6. González Ch. Y Socorro (1991) conciben a la sesión prolongada como un auxiliar


necesario para el proceso analítico grupal ya que al incluir técnicas psicodramáticas y
de movilización corporal, colaborar a explícitar las fantasías inconscientes por caminos
diferentes a la verbalización, permite llegar a los sustratos psicóticos de la mente y
posibilita cambios verdaderos en la estructura neurótica de la personalidad.

La sesión prolongada es útil para elaborar las salidas de compañeros, desidealizar al


terapeuta, resolver un proceso grupal estático o trabajar más intensamente.

7. González de Gutiérrez (1991) concibe a la sesión prolongada como un rompimiento del


encuadre que provoca una alteración tal, que unida a la utilización de técnicas de
movilización corporal, posibilita la inmersión en el caos del inconsciente grupal y como
consecuencia, su análisis e interpretación. Su objetivo primordial es la mivilización de
las partes anquilosadas de los pacientes-grupo.

D. RESUMEN
El material revisado en este capítulo permite establecer ciertas generalizaciones y algunas
particularidades acerca de la sesión prolongada.

1. Es un procedimiento empírico, instituido en el tratamiento psicoanalítico grupal por la


influencia de experiencias grupales intensivas diversas, (grupo T, grupos de encuentro,
psicodrama, etc) lo que explica la variedad de formas de realizarla y entenderla teórica,
metodológica y técnicamente.
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2. Se aplica en la clínica grupal y su utilidad se expresa en términos de movilización de los


pacientes e intensificación y aceleración del proceso.

3. La descripción formal de la sesión prolongada dentro de un tratamiento psicoanalítico


grupal tiene las siguientes características:

a) La duración que se le asigna varía de tres (el doble de la sesión regular) a cuarenta y
ocho horas; lo más común es que realicen la sesión a lo largo de ocho horas.

b) Todos, si no tienen como parte del equipo terapéutico original, incluyen para esa
ocasión un terapeuta invitado que puede jugar los roles de coterapeuta, de experto en
ciertas técnicas auxiliares o de mero observador.

c) El uso de técnicas auxiliares no psicoanalíticas, a excepción de Mullan, es


generalizado y variado; sujetas, no obstante a la lectura e interpretación
psicoanalíticas.

d) En relación con la inclusión de alimentos, a la que Radosh y Laborde conceden gran


importancia como analizador de los fenómenos que se presentan en la sesión
prologada, las modalidades son dos:

 Los terapeutas proveen tanto la alimentación requerida como los servicios


necesarios creando un ambiente de «maternaje»
 Los pacientes son los proveedores de los mismos.

4. La sesión prolongada necesita ser investigada sistemáticamente a fin de conocer los


efectos de las diversas condiciones y cualidades así como definir sus significados
imaginarios y simbólicos.
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LA SESIÓN PROLONAGADA EN LA A.M.P.A.G.


SINTESIS Y ANALISIS DE RESULTADOS.

A. ANTECEDENTES (*)
En los años setenta como consecuencia del ambiente cuestionador histórico-político
prevalente en el mundo occidental, ocurrió en la A.M.P.A.G. una intensa y amplia movilización
aunada al crecimiento de la institución. Surgió la necesidad de diferenciarse y lograr una
identidad propia; por otro lado la experiencia de trabajo con grupos, evidenció las limitaciones del
marco conceptual exclusivamente psicoanalítico que se utilizaba en ese entonces, provocando en
consecuencia profundas reflexiones teórico, técnicas y metodológicas.

Carrillo J. A., González, J.L., Jinich A. y Radosh, S. Participaron y promovieron tal


movimiento. Ellos se abocaron al estudio de diversos temas tales como, psicodrama
psicoanalítico argentino y francés, antipsiquiatría, marxismo, teoría de la comunicación, grupo T,
los seminarios de formación de la escuela francesa, entre otros. Los mismos participaron en
forma personal en diversas experiencias grupales en México en el extranjero tales como grupos
operativos, terapia gestalt, laboratorios de relaciones humanas, terapia corporal, etc. Y vieron la
pertinencia de investigar su aplicación al grupo dentro de un marco conceptual referencial
psicoanalítico. De esta manera, se introdujeron las técnicas dramáticas al trabajo grupal.

Paralelamente, la Asociación y sus miembros gestionaron y participaron en experiencias


intensivas orientadas a lo institucional, coordinadas por Rodrigué, Martínez Bouquet, Ulloa y
Troya. Estos últimos entrenaron y supervisaron los primeros trabajos intensivos con grupos
terapéuticos.

Estas experiencias y la demanda clínica de contar con mayor tiempo en el grupo para la
realización de dramatizaciones, dieron origen a la sesión prolongada.

Las sesiones prolongadas se realizaban, al principio, en los consultorios de los analistas;


luego, a partir de 1977, al fundarse la Clínica de la A.M.P.A.G., empezaron a practicarse en ésta.

En la sesión prolongada concurren tres referentes originarios: el movimiento de grupos


norteamericanos, los desarrollos del grupo T en Francia en términos de seminario de formación y
el psicodrama psicoanalítico argentino. Por otra parte, se puede decir que la sesión prolongada
es un modelo que diferencia de manera singular al análisis grupal del psicoanálisis de grupo.

¿Qué ha pasado a quince años de este movimiento? ¿Cómo trabajar y conceptualizar


actualmente a la sesión prolongada los analistas de la A.M.P.A.G.?

En este capítulo expongo la síntesis y el análisis de los resultados de las entrevistas


realizadas con el objeto de definir lo que es la sesión prolongada en la Asociación en la presente.

C. SONDEO INICIAL
(Anexo A)

Esta primera aproximación exploratoria, realizada por la vía telefónica a cincuenta y cinco
asociados reporta los siguientes datos:

1. Treinta y tres (60%) analistas de la A.M.P.A.G. utilizan la sesión prolongada; de éstos,


la mayoría, veintinueve, la realiza tanto en sus consultorios privados como en la clínica

(*)
Síntesis tomada de las entrevistas realizadas con Carrillo, J. A., González , J.L., Jinich, A. y Radosh, S. Y su artículo
«Introducción de técnicas dramáticas en psicoterapia analítica de grupo» (1975).
13

de la Asociación; el resto, cuatro, la hace sólo en la clínica pues no la consideran


necesaria en los grupos a tiempo indefinido.

2. Veintidós (40%) entrevistados por la vía telefónica no hacen sesiones prolongadas. La


mitad de estos aduce razones de orden personal, una cuarta parte las considera
innecesarias y el resto, cinco, no la practica por razones de orden teórico.

3. De lo anterior se concluye:

a) La sesión prolongada es una práctica común de los analistas de la A.M.P.A.G.

b) La llevan a cabo, principalmente, en los consultorios privados y/o en la clínica;


cuando atienden grupos en la clínica la practican invariablemente.

c) Un porcentaje significativo de entrevistados no practica la sesión prolongada.

C) LA SESION PROLONGADA EN LA A.M.P.A.G.


CARACTERISTICAS PRINCIPALES
(Anexo B)

Describo la sesión prolongada de acuerdo a las respuestas más frecuentes de los analistas
que la practican:

1. LOS ASPECTOS CONTRACTUALES

a) Se realiza semestral o anualmente y en el mismo lugar de trabajo. Se eligen


para tal evento los días sábados, domingo u otros festivos pero se evita
practicarla inmediatamente antes del tiempo de vacaciones para no interrumpir
la elaboración ulterior. Se acostumbra acordarla con un mes o mes y medio de
antelación,

b) El costo por hora de trabajo es el mismo que el de la sesión regular.

c) Analista(s) y pacientes comparten una comida y la provisión de ésta es


responsabilidad de ambas partes; salvo algunas excepciones, no se utilizan
bebidas alcohólicas.

d) Las condiciones antes señaladas son adoptadas por consenso.

2. LA INDICACION. EFECTOS DE ANUNCIARLA

a) Se concibe a la SP como indicada para el tratamiento de las vicisitudes de las


fases medias del tratamiento analítico grupal y, también para la elaboración de
la terminación, condiciones que suponen un grupo bien consolidado. Solo un
entrevistado la considera útil al inicio del proceso con el propósito de trabajar al
grupo como instrumento y lograr desde ese momento una buena integración y
cultura grupales.

b) Se la considera útil para movilizar al grupo; para romper intelectualizaciones y


estereotipos – de roles y de supuestos básicos- y lograr mayor profundización e
intensidad emocional; para trabajar la interacción grupal en el aquí y en el ahora
y resolver conflictos grupales y para trabajar más la problemática individual.
14

c) Los pacientes reciben con ambivalencia el anuncio de la sesión prolongada y


durante la discusión previa que fija los términos de la misma, oscilan entre el
deseo y la resistencia. Cuando se trata de una primera experiencia la
ambivalencia es más intensa y se acompaña de fantasías orgiásticas y de
expectativas de cambio y cura maravillosas asociadas a ansiedades
persecutorias superlativas, fantasías de atrapamiento y miedo a la pérdida del
control, a lo desconocido y a la locura.

Cuando el grupo ya ha tenido experiencia en sesiones prolongadas, al anuncio de otra


experiencia se atenúa la ambivalencia y prevalece el entusiasmo por el próximo «gran evento».

3. LAS ETAPAS DE LA SESION PROLONGADA. SU PLANEACION.

a) A la sesión prolongada le consideran cinco etapas o fases principales:

 fase inicial de calentamiento


 fase de trabajo intensivo individual y grupal
 comida
 fase de trabajo individual y grupal
 cierre

b) Respecto a la planeación del contenido de la sesión prolongada predomina el


criterio de: respetar al grupo y a los individuos, definir objetivos, contenidos y
técnicas, y utilizar la planeación de una manera flexible, dando prioridad al
proceso del grupo.

4. LOS RECURSOS DEL ANALISTA

a) La mayoría conoció a la sesión prolongada en la A.M.P.A.G. o fuera de ella


desde el lugar de pacientes. Obtuvieron el entrenamiento necesario en el
Instituto de la misma a través de seminarios y a atender grupos como parte de
su formación. Algunos han ampliado su experiencia tomando cursos sobe
técnicas de acción y asistiendo como participantes a grupos intensivos y
laboratorios diversos.

Se supone que un analista dispuesto a realizar sesiones prolongadas debe


tener pleno dominio de las técnicas de acción; contar con experiencias
vivenciales grupales intensivas; no temer a la regresión y saber manejarla,
además de ser una persona flexible y creativa.

b) A la coterapia se le considera, primero, como un recurso para aliviar la intensa


carga propia de las sesiones prolongadas; luego porque brinda la posibilidad de
que alguno de los coterapeutas se haga cargo de atender a un paciente del
grupo que así lo requiera, sin interrumpir la continuidad de la SP. También se
considera útil en tanto permite la supervisión cruzada.

En los grupos de la clínica de la A.M.P.A.G. invariablemente se recurre a ella;


en los grupos privados suele no utilizarse por razones económicas, salvo
cuando un grupo es capaz de asumir los honorarios de ambos analistas o
cuando éstos últimos están dispuestos a dividirse los ingresos.
15

c) A las técnicas de acción se las considera recursos develadores del inconsciente


y se las interpreta psicoanalíticamente; es criterio común que no hay limitación
en la utilización de ellas siempre y cuando se manejen en la forma señalada
antes.

Las técnicas de acción utilizadas con más frecuencia son: las psicodramáticas,
las consignas, los ejercicios de imaginación, relajación y gestalt, así como los
ejercicios físicos de «calentamiento», la lectura y la expresión corporal además
de ejercicios de creatividad, bioenergéticos y la grabación de videotapes.

5. LOS EFECTOS EN LOS PACIENTES Y EN EL PROCESO GRUPAL

a) La sesión prolongada origina en los pacientes mayor regresión, desequilibra el


sistemas defensivos bien consolidados; en estos términos se manifiestan
aspectos muy arcaicos de la personalidad, emergen recuerdos reprimidos y
aflora el deseo; se tiene así la oportunidad de interpretar y fomentar la
adquisición de nuevos insights.

Los pacientes de un grupo se interesan en participar en una sesión prolongada


por todo lo anterior; además, en ella tienen la posibilidad de convivir y acercarse
más al resto de los participantes y al analista y salir de la cotidianidad.

b) En el grupo y el proceso ocurre también una intensa movilización afectiva; se


incrementan la interacción, la solidaridad y la cohesión; se inician procesos
elaborativos que, luego, son continuados en las sesiones regulares
subsecuentes. Por otro lado, también se gestan y ocurren deserciones o se
plantean terminaciones.

6. LO QUE APORTA LA SESION PROLONGADA AL ANALISTA

a) Al atender y repensar al grupo en este contexto, el analista comprende más de


los procesos grupal e individuales, más aún cuando trabaja con un grupo
cohesionado y bien motivado.

b) Proporciona un ingreso económico extra o despreciable y las satisfacciones


personales correspondientes.

c) Aún cuando supone gran esfuerzo, tiempo y desgaste, los analistas que la
practican consideran a la sesión prolongada como indispensable o muy
recomendable en el tratamiento analítico.

7. OTRAS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA SESION PROLONGADA

a) En la definición de la sesión prolongada invariablemente se consideran dos


aspectos: el tiempo prolongado y la aplicación de técnicas de acción.

b) El significado de la sesión prolongada respecto a la sesión regular sigue dos


criterios:

 es diferente a la sesión regular ya que implica modificaciones al encuadre


de ésta y adquiere así el carácter de corte, de un paréntesis, de un espacio
transicional.
16

 es similar a la sesión regular, es una continuidad de la misma. Los que así


la consideran, suelen usar permanentemente técnicas de acción en las
sesiones regulares.

c) La utilidad terapéutica de la sesión prolongada se sustenta en la profundización


lograda individual y grupalmente, en la ausencia del límite de tiempo de la
sesión regular; en el intenso trabajo a nivel emocional y en el manejo de la
regresión óptima; también contribuyen a su cualidad terapéutica el desempeño
de los pacientes en términos tanto verbales como no verbales y el ejercicio de
otros roles. Todo los anterior, por supuestos, mediante el análisis, la
interpretación y la elaboración.

A la prolongación del tiempo y a las técnicas de acción se les atribuye, pues, el


acentuar la regresión, incrementar la intensidad emocional y la cohesión grupal.

d) La falta de experiencia en el manejo de las técnicas de acción y en el


tratamiento y regulación de la regresión pueden contribuir a producir quiebres
psicóticos y actuaciones impulsivas, agresivas, sexuales y autodestructivas.
Por el contrario, cuando se cuenta con esa experiencia, los riesgos son
menores.

Existen dos criterios acerca de los fenómenos anteriormente descritos:

 Regular la regresión y prevenir con eso los actings y quiebres.


 No incidir en la regresión ni en las actuaciones en tanto se les considera
como una parte del proceso imposible de controlar o porque su aparición
brinda mayores elementos de análisis y permite un cambio más
profundo.

8. RESUMEN.

El análisis de los resultados de estas entrevistas permiten apreciar acuerdos, desacuerdos,


divergencias y convergencias.

Así en lo que se refiere a los aspectos formales de la sesión prolongada, al uso de técnicas
de acción, efectos y utilidad terapéutica hay un amplio acuerdo.

Los principales desacuerdos y divergencias ocurren en la definición conceptual y en la


fundamentación teórica; en estos aspectos se detectaron mayores controversias y una amplia
dispersión de respuestas. Tal parece que esto evidencia, por una parte, el origen y naturaleza
empírica de la sesión prolongada y por la otra, la falta de investigación sistemática al respecto.

D. OBJECIONES A LA PRACTICA DE LA SESION PROLONGADA


(Anexo C)

Los analistas que no utilizan la sesión prolongada en su trabajo clínico aducen


desacuerdos de orden teórico psicoanalítico y preocupaciones en cuanto a la forma de realizarla.

1. DESACUERDOS TEORICOS

a) No existe una elaboración teórica suficiente que garantice que la sesión


prolongada no interfiere con el proceso regular.
17

b) El trabajo de cura psicoanalítica se sustenta en el análisis de la resistencia, del


vínculo y del proceso. El insight no basta como recurso de la cura y, en tanto
todo se reedita en la transferencia, no importa obtener recuerdos.

c) Si bien los insights se pueden promover, esto no acelera el proceso ni abrevia la


elaboración.

d) Los efecto de la sesión prolongada son efímeros, por tanto, no tienen utilidad
para la mutación reestructurativa.

e) Las técnicas dramáticas ponen a funcionar otra estructura o forma de pensar,


en imágenes, que finalmente tiene que ser retraducida a términos verbales.

f) Hacer modificaciones el encuadre tienen un precio muy alto; se tiene que saber
desde dónde y para qué se hace.

g) La inclusión de otro terapeuta provoca la escisión de la transferencia.

h) El analista debe esta callado y abstinente; si habla sin interpretar, usa técnicas
de acción o camparte los alimentos, encubre la fantasía inconsciente y obtura el
proceso analítico. Si no se trabaja con el deseo, no se trabaja
psicoanalíticamente.

i) En los grupos de tiempo limitado y objetivos focalizados la sesión prolongada es


útil si se plantea desde el encuadre y se planean objetivos; no obstante, carece
de funciones reestructurativas.

2. DESACUERDOS EN LA FORMA DE PRACTICARLA

a) La convivencia que se da en la SP favorece la ruptura de la abstinencia,


fomenta las ilusiones grupales y narcisistas y propicia actings.

b) El analista puede poner el acento más en el contenido del inconsciente que en


el proceso.

c) Puede ser traumática para el individuo o para el grupo.

d) La sesión prolongada puede devenir en una actuación de la contratransferencia,


en la expresión contratransferencial de una urgencia terapéutica. En cambio, si
se logra reconocer y entender ese elemento contratransferencial, puede servir
de punto de partida para la interpretación.

3. RESUMEN

a) El análisis de los argumentos de orden teórico señalados no son lo


suficientemente sólidos como para privar a la sesión prolongada de su carácter
de recurso técnico del análisis grupal.

Parece que los analistas que la objetan la suponen una experiencia intensiva
practicada fuera del contexto de un proceso psicoanalítico; en ese sentido sus
reparos serían más sólidos. En cambio, si se considera que la sesión
prolongada se realiza dentro de un proceso y encuadre analíticos y se trabaja
como tal, los argumentos opuestos a practicarla pierden validez.
18

b) Las objeciones respecto a la modificación del encuadre, la abstinencia, la


inclusión de un coterapeuta y la práctica de técnicas de acción serán discutidas
en el siguiente capítulo.

c) Las advertencias acera de la forma de practicar la sesión prolongada son


pertinentes e induce a reflexionar con cuidado la decisión, la planeación y la
relación de la sesión.

d) Al cotejar los datos aportados por ambos grupos de entrevistados, encuentro


como puntos centrales de coincidencias.

1. Es insuficiente la elaboración teórica de la sesión prolongada.


2. La sesión prolongada es un procedimiento que implica riesgos.
3. Es útil en los grupos de tiempo limitado.
19

D I S C U S I O N

De la información acerca de la sesión prolongada descrita en los capítulos anteriores


concluyo las siguientes necesidades:

A) Definirla formalmente y diferenciarla de otras alternativas similares

B) Intentar precisar su concepto desde el punto de vista teórico y


metodológico y validar su utilización en el análisis grupal.

A)
Al principio de este trabajo anuncié una definición operacional mínima de la sesión
prolongada (pág. 4) que a la luz de la información recopilada reformulo y preciso, al mismo tiempo
que, para distinguirla, defino otros procedimientos análogos practicados por los analistas de la
A.M.P.A.G.

SESION DOBLE ELABORATIVA

Es una sesión de tres a seis horas de duración que se realiza generalmente al mismo día y
lugar de la sesión regular ampliado el tiempo de ésta. Se propone cuando se requiere contar con
un mayor espacio para elaborar un evento traumático, una emergencia, o un problema grupal,
cuya naturaleza, significado o intensidad desbordan el tiempo regular. Utiliza fundamentalmente
técnicas verbales y no incluye comida, ni terapeuta invitado.

SESION PROLONGADA

Es una sesión de seis a doce horas de duración, que se realiza con un grupo terapéutico
constituido, en sábado, domingo o día festivo. Su objetivo es la movilización del grupo y de los
individuos para lograr mayor intensidad y profundización en el proceso terapéutico. Aplica tanto
técnicas verbales como de acción, puede incluir un terapeuta invitado y se suele compartir una
comida. Generalmente se realizan en el mismo lugar de trabajo, pero no se pernocta.

SESION MARATON (Gottschalk y Houser, 1979)

Es una sesión de doce a cuarenta y ocho horas de duración continua (solo se interrumpe
para descansar y tomar alimentos), en el lapso de dos o tres días, que ocurre en el mismo lugar
de la sesión regular o en otro, incluso fuera de la ciudad. Implica una mayor convivencia ya que
se participa de varias comidas en común y se puede pernoctar en el mismo lugar. Se realizan con
un grupo terapéutico constituido o con pacientes atendidos individualmente que se agrupan sólo
para la ocasión. Usa siempre técnicas de acción y cuenta con la presencia de un terapeuta
invitado. Su objetivo es incrementar el impacto de la movilización y profundización en el proceso
terapéutico mediante el trabajo grupal intensivo contínuo.

B)
La dificultad teórica y metodológica más importante en relación con la sesión prolongada
se refiere a cómo integrarla dentro del modelo del análisis grupal tal como lo define Carrillo (1988):
marco teórico multi e interdisciplinario organizado por el eje teórico metodológico psicoanalítico.
(p.43).

Como salvar, entonces, las contradicciones aparentes que implica su práctica desde lo
psicoanalítico. Qué hacer, pues, con las modificaciones al encuadre espacio-temporal; con el uso
de técnicas de acción; la inclusión de otro terapeuta; y con la comida compartida y la convivencia
concomitante.
20

1. Es válido incluir la sesión prolongada en el campo del análisis grupal? ¿Qué


requerimientos teóricos y metodológicos supone?

Primeramente, Freud (1923) definió los pilares básicos de la teoría psicoanalítica:

El supuesto de que existen procesos anímicos inconscientes; la admisión de la doctrina


de la resistencia y de la represión; la apreciación de la sexualidad y del complejo de
Edipo; he ahí los principales contenidos del psicoanálisis y las bases de su teoría (pag.
243) … la pieza esencial del trabajo terapéutico consiste en el vencimiento de estas
resistencias, (…) sin esta operación, no puede alcanzarse una transformación anímica
duradera del paciente. (pag. 245).

Anzieu (1978ª p.14), por su parte define al psicoanálisis aplicado como al conjunto abierto
y siempre en desarrollo de las prácticas concretas del método del psicoanálisis general y afirma
que no hay ningún campo de manifestación de los efectos del inconsciente en que el método
psicoanalítico sea inaplicable y que la tarea consiste en descubrir los efectos específicos del
inconsciente en una esfera particular y determinar las transposiciones requeridas del método
general en función de los sujetos analizados y de la naturaleza del objetivo.

En nuestro medio González Ch., citado por Díaz Portillo (1988 p.14), considera que una
terapia es psicoanalítica en cualquier contexto si reconoce la existencia de la represión; hace
consciente lo inconsciente mediante la interpretación de las defensas y de las resistencias; toma
en consideración la transferencia y la contratransferencia en la comprensión del material
psicológico y acepta que el conflicto intrapsíquico tiene un referente evolutivo genético.

Campuzano e Izaurieta (1987 p.40) señalan que un método psicoterapéutico es


psicoanalítico si se basa en la investigación de los procesos inconscientes a través de la
interpretación de la resistencia, la transferencia y el deseo.

Las citas anteriores indican los requerimientos teóricos y metodológicos para que un
instrumento psicoterapéutico, en este caso la sesión prolongada, pueda ser considerado dentro
del marco conceptual psicoanalítico.

2. ¿Cómo definir teóricamente a la sesión prolongada dentro del análisis grupal?

Propongo la siguiente: es un recurso técnico que consiste en una modificación al


encuadre dentro del encuadre psicoanalítico?

Sigo el concepto de Bleger (1975p. 243) de «ruptura que forman parte del encuadre».
Prefiero utilizar el término modificación («cambio que no altera la esencia», Pequeño
Larousse Ilustrado, 1989) a ruptura; por modificación entiendo el uso de un recurso
técnico del analista en el respeto al encuadre.

¿Qué importancia tiene el encuadre en el tratamiento psicoanalítico?

Meltzer (1976) refiere que: no obstante lo importante que la interpretación pueda ser para
la «curación» y el insight, no constituye la tarea principal del analista en lo que hace al
establecimiento y mantenimiento del proceso analítico. Esto último se efectúa mediante la
creación del «encuadre» en el cual los procesos transferenciales de la mente del paciente pueden
encontrar expresión. (pp.20-21).

Para él, creación del encuadre modula la ansiedad: se da a través de la reiterada vivencia
que tiene el paciente en análisis de que hay un lugar donde la expresión de sus procesos
transferenciales no será satisfecha mediante la actividad contratransferencial, sino solamente
mediante la actividad analítica, es decir, una búsqueda de verdad. (Para esto) es necesario que el
21

encuadre reduzca al mínimo las interferencias en el desarrollo de su transferencia, tales como las
que podrían ser causadas por la intrusión de realidades externas en el encuadre. (p.21).

Las aportaciones de Bleger (1975) a la noción de encuadre son importantes; define en


primer término a la situación analítica como «la totalidad de los fenómenos incluidos en la relación
terapéutica entre el analista y el paciente» (p.237). La situación analítica, dice, abarca el proceso
que incluye al conjunto de variables –mismo que estudia, analiza e interpreta el analista- y al
encuadre; a éste lo define como un:

«no proceso» en el sentido de que son las constantes dentro de cuyo marco se da el
proceso y corresponde más a una estrategia que a la técnica (…) un proceso sólo
puede ser investigado cuando se mantienen las mismas constantes: dentro del
encuadre psicoanalítico incluimos el rol del analista, el conjunto de factores
(espacio)ambiente temporales y parte de la técnica (e la que se incluye el
establecimiento y mantenimiento de horarios, honorarios, interrupciones regladas,
etc.). (p..236)

Anzieu (1978a p. 22) considera al encuadre como el referente simbólico instituyente en los
grupos y en relación al cual se realiza toda la labor terapéutica. Así, el analista asume su función
en referencia al sistema de reglas que el encuadre impone, en tanto que permite a paciente
abandonarse a la angustiante experiencia del proceso primario y desplegar sus transferencias
bajo la protección de ese mismo sistema simbólico.

Para Etchegoyen (1986pp. 472-478) el encuadre hace posible el tratamiento analítico y


desde sus constantes instaura y da marco a la situación y al proceso analíticos; gracias a ellos –
encuadre, situación y procesos analíticos- es que la cura tiene lugar. El encuadre, además de ser
una posición técnica es, también, una posición ética del psicoanalista: quienes critican la «rigidez
del encuadre» no han accedido a un conocimiento claro de lo que es el encuadre
verdaderamente.

Las citas anotadas dan cuenta del sentido, importancia y significado del encuadre y
subrayan su carácter de constante, esto es, de su invariabilidad como requisito fundamental que
sostiene su inclusión en la práctica psicoanalítica.

¿Cómo, entonces, conciliar la modificación del encuadre que ocurre al instaurar la sesión
prolongada en un grupo analítico regular, con las características descritas del encuadre?

Bleger (1975 p. 242 y sigs.) dice que el encuadre es «la más perfecta compulsión de
repetición», que «en realidad hay dos encuadres: uno, el que propone y mantiene el psicoanalista,
aceptado conscientemente por el paciente y otro el ‘mundo fantasma’ «producto de las
proyecciones y vínculos simbióticos del paciente. Al igual que en las instituciones, en el encuadre
se depositan, resguardan y ocultan las partes más primitivas, indiferenciadas y psicóticas de la
personalidad, y así pueden pasa inadvertidas, pues sólo se evidencian cuando aquel se rompe o
amenaza romperse.

El mismo autor plantea que cuando el analista rompe el encuadre, por ejemplo, por alguna
cancelación de sesión, ruptura que forma pare del encuadre mismo, se abre una «grieta»,
aparecen los contenidos del «mundo fantasma», se ponen de manifiesto y se abre la posibilidad
de trabajarlos.

El mantenimiento absoluto del encuadre puede llevar a omisiones importantes en el


proceso analítico; Rodrigué (1966 p.27) opina que «un encuadre inmaculadamente limpio no
existe y de poder lograrse sería indeseable». Si el encuadre permanece inalterado siempre, lo
depositado en él, jamás será susceptible de ser analizado.

Lo anterior no significa que debamos romper el encuadre en el sentido que lo definí líneas
arriba –como una falla el analista en el respeto al mismo- pero sí su modificación dentro del
22

encuadre, ya que nos ofrece la perspectiva de considerar a la sesión prolongada como una
estrategia analítica de gran utilidad.

También permite entender los procesos regresivos que se provocan en la sesión


prolongada y la movilización de aspectos arcaicos y explica lo encontrado en la literatura revisada
ay en las opiniones de los analistas entrevistados, en canto a que en la sesión prolongada se
presentan fenómenos que difícilmente parecerían en el tratamiento regular.

La sesión prolongada además de ser una modificación al encuadre dentro del encuadre,
supone la creación de un nuevo encuadre. Se estaría hablando entonces, de dos encuadres: un
encuadre habitual y un encuadre transitorio o más bien de un subencuadre dentro del encuadre
original que lo abarca y lo contiene. Una vez cumplido su cometido, ese subencuadre se repliega
al original, lo que en él ocurrió se continúa elaborando y queda solamente como referente, y como
un recurso del que se puede hechar mano en cualquier momento.

En el análisis de las entrevistas a los analistas que utilizan la sesión prolongada se vio que
existen dos criterios en relación a considerar a la sesión prolongada igual o diferente de las
sesiones regulares. Vista la sesión prolongada como una modificación al encuadre dentro del
encuadre, que tiene su propio encuadre, no puede ser considerada como una continuidad
indiferenciada en el tratamiento analítico grupal. Es pertinente concebir a la sesión prolongada
como un evento extraordinario, como un paréntesis dentro del tratamiento, como un espacio
transicional entre una sesión regular y otra, con cierta calidad distinta a la sesión regular y que,
como reportan Radosh y Laborde (1987p. 28), tiene su propia continuidad. Se podría incluso decir
que se trata de dos procesos que aunque se entrecruzan y se continúan, pueden ser
diferenciados.

3. ¿Qué modificaciones se pueden hacer al encuadre que no signifiquen una ruptura del
mismo?

Esquemáticamente le considero tres aspectos principales:

a) El aspecto contractual.
Este, en términos de Del Cueto y Fernández (1985 pp.50 y sigs.) «condensa las formas
que un grupo adopta para su funcionamiento». Comprende acuerdos acerca de la
fecha y lugar, intercambio tiempo-dinero: duración y frecuencia de las sesiones y
honorarios.

b) El aspecto de la técnica
Esta, tradicionalmente, privilegia lo verbal e incluye por parte de los pacientes: la libre
comunicación y la no omisión y por parte del analista: la atención flotante y la labor
interpretativa.

c) El aspecto normativo.
Sus elementos conforman la esencia del sistema simbólico de reglas: aquellas que en
primer término lo fundan, la abstinencia(*) y la reserva analítica (**) y sus derivadas, la
discreción(***) y la restitución(****).
Etchegoyen (1988 p. 27-29) señala que Freud tipificó la actitud mental del analista en dos
normas necesarias para establecer y mantener la situación analítica: la abstinencia y la reserva

La definición de estos términos en el análisis grupal pueden ser las siguientes:


(*)
abstinencia: (para los pacientes evitar otras formas de relación, tanto con el analista como con los compañeros del
grupo. (para el analista) además, renunciar a los beneficios narcisistas que puede obtener del grupo usado como objeto
de gratificación libidinal. (De la Aldea, E. 1985 «La ley y la transgresión en los grupos terapéuticos» pag.34)
(**)
Resera analítica: evitar dar información al grupo sobre la persona del analista.
(***)
Discreción: lo que ocurre en el grupo, concierne únicamente al grupo y no debe ser relatado en el exterior.
(Basquin, M. Et al. 1977 «El psicodrama, un acercamiento psicoanalítico» pag. 185).
(****)
Restitución: todo lo que ocurre entre los miembros del grupo fuera de los tiempos y lugares de la sesión, debe ser
relatado al grupo en el marco de la sesión.
23

analítica; de no cumplirse éstas, los fenómenos transferenciales se hacen tan inaprehensibles e


incomprensibles y la situación analítica se resiente de raíz.

La discreción y la restitución inciden en el terreno de la confianza necesaria para abrir y


trabajar el inconsciente al tiempo que protegen la integridad de los individuos dentro y fuera del
espacio analítico.

El mantenimiento de estas normas es indispensable para conservar íntegro el sistema


simbólico que funda y sostiene a la situación analítica.

Entonces, el aspecto normativo es inamovible: hacer cambios en ese ámbito supone


lesionar el tratamiento analítico en su esencia. Lo inalterable del encuadre se encuentra ahí, si se
transgrede la ley se destruye la situación analítica. La función primordial del analista es cumplir y
cuidar que se conserven las reglas básicas en todo momento de la sesión regular y más aún
durante la sesión prolongada.

Por lo que toca a los aspectos técnicos , la posición del analista permanece invariable en lo
que se refiere al uso de la palabra mediante la interpretación. Esta posición del analista
corresponde, en primer término, a las propias verbalizaciones de los pacientes y, luego, a la
lectura psicoanalítica de sus actitudes y conductas, esto es, de lo preverbal. La introducción de
técnicas que van más allá de lo verbal, -técnicas de acción susceptibles de un tratamiento y
traducción psicoanalíticas-, al campo del análisis grupal significan una modificación aceptable a la
técnica, pues su función es ampliar las formas de comunicación de los pacientes, para ser
analizadas en interpretadas en la misma forma.

Lo que tiene que ver con el aspecto contractual es susceptible de modificaciones y el


hacerlas no altera la esencia del proceso siempre y cuando hayan quedado incluidas y
enunciadas desde el principio. Esto es, supone que la sesión prolongada debe de ser planteada
desde el encuadre inicial para que forme parte del mismo.

4. Son varias las repercusiones que tienen lugar al instaurar las modificaciones en la
sesión prolongada.

En primer lugar en la sesión prolongada se subraya y amplifica algo que se observa en las
sesiones regulares: la creación de un espacio figurado utópico y ucrónico dentro del cual se
despliega el inconsciente. Es posible que esto suceda porque la sesión prolongada adquiere una
connotación que se asemeja a los «ejercicios espirituales de encierro»; implica un aislamiento de
la vida cotidiana para dedicarse de lleno al trabajo analítico, significa «un alto en el camino» para
meterse en uno mismo y cambiar.

Kaâs citado por Anzieu (1978a pp.37-39), señala en relación con el grupo T, que el grupo
se presenta como un «paréntesis»; los pacientes «se retiran», el grupo toma un carácter
simbólico, ocupa el lugar del fantasma, el espacio imaginario en el que el inconsciente dispone las
representantes-representativas de los deseos reprimidos, desrealizados, simbolizados; el grupo
ayuda a los participantes a apartarse del lugar al que su deseo inconsciente lo ha fijado, acosado
por el entorno social y les permite encontrar su puesto como sujetos.

En el grupo T, agrega Kaâs, el tiempo y el espacio se combinan y construyen una


organización propia. El tiempo no transcurre como en la vida normal, en algunos momentos
parece fijarse, ser tiempo de inmovilidad, luego se pierde su noción, y en otros, en cambio, la
densidad del tiempo está llena.

En la sesión prolongada es posible observar ambos fenómenos: el aislamientos y el tiempo


abierto, la ruptura del límite de tiempo de la sesión habitual, parecen acentuar la intensidad y
profundización y permiten distinguirla, una vez más, de la sesión regular.
24

Otra repercusión de concebir a la sesión prolongada como un corte, o como un paréntesis


en el tratamiento grupal que implica otro día, otro tiempo, un inicio y un final es, en términos de
Carrillo (Comunicación personal), la oportunidad de elaborar el duelo por la terminación de la
propia sesión prolongada, y al igual que en el grupo T, puede lograr una mayor integración y
optimizar los resultados terapéuticos.

Una tercera repercusión derivada de la instauración de la sesión prolongada, -con la


ampliación del tiempo y con la inclusión del cuerpo mediante las técnicas de acción y de
concebirla distinta de las sesiones regulares-, es que permite observar que se desarrolla una
transferencia específica hacia la sesión prolongada que no es necesariamente la misma que
existe hacia las sesiones regulares. Me refiero a que se podría considerar a la sesión prolongada
y a su correspondiente representación psíquica como un quinto objeto transferencial grupal en
relación con los planteados por Bejarano. (1978, pp.124 y sigs.).

5. Otras modificaciones importantes en la sesión prolongada.

a) Las técnicas de acción.

Bajo este rubro se incluyen una gama de procedimientos no analíticos que han sido
incorporados a la práctica de la SP.

Esto obedece, según Fontana y Loschi (1982 pp. 43-63) a una omisión que hace la técnica
psicoanalítica: ésta, en sus fundamentos teóricos, subraya la importancia del primer periodo de la
vida, previo a la aparición de la palabra, donde el cuerpo es hegemónico y significativo en la
constitución de la personalidad; sin embargo, señalan, la técnica poco se ocupa de ese referente
original y privilegiada al lenguaje. En ese sentido, introducir las técnicas preverbales, el registro
del cuerpo, a la técnica, según estos autores, complementa la visión del proceso psíquico y
mejora la aplicación terapéutica.

González J.L. y Döring, R. (1988) afirman que las técnicas de acción posibilitan la inclusión
del cuerpo y que el psicodrama y otras técnicas movilizadoras restituyen al ser humano su
integridad psicosomática: dar espacio a lo sensorio-corporal hace que la elaboración terapéutica
sea más profunda y completa.

En sus términos:

Las técnicas dramáticas no solo movilizan sino que recuperan el sentido de las
palabras especialmente en aquellos pacientes que llevan muchos años en
tratamiento y han creado un alto grado de psicologismo. (p.201).

Por su parte, Campuzano e Izaurieta (1987 p.43) advierten del cuidado que cabe tener
operativa y epistemológicamente en la integración de técnicas de acción de origen no
psicoanalítico al tratamiento analítico grupal.

En el nivel epistemológico, difiero con algunas prácticas como la de Mullan (1978 pp.142-
143) ya que rompe una regla fundamental del método psicoanalítico. Mullan hace la SP desde la
influencia de los grupos de encuentro de Rogers por lo que considera a la «autenticidad» como el
logro de ese objetivo iniciar la sesión con un sueño de terapeuta, con lo que transgrede la norma
de la reserva del analista. El mismo caso sucede con las técnicas de masaje que utilizan Fontana
y Loschi pues implican una ruptura de la regla de la abstinencia.

Hay otro riesgo en relación con las técnicas de acción: que se presten a la dilución del
trabajo terapéutico, no contribuyan al proceso y más bien se signifiquen como técnicas
espectaculares o divertidas pero irrelevantes.

Para algunos entrevistados la aplicación de las técnicas de acción es motivo suficiente


para no realizar la práctica de la sesión prolongada; de acuerdo con ello, esas técnicas hacen
25

pensar en imágenes, mismas que luego tienen que ser traducidas a lo verbal lo que implica una
tarea más vasta. Tal oposición a la aplicación de las técnicas de acción y correlativamente a las
sesiones prolongadas en donde ser realizan, se fundamenta menos cuando reconocemos que,
entre otras cosas, el método psicoanalítico tiene como parte fundamental lograr que la
representaciones oníricas, las escenas fantaseadas y las sensaciones oníricas, las escenas
fantaseadas y las sensaciones corporales, devengan en imágenes para se luego simbolizadas y
verbalizadas.

Si suponemos que las técnicas de acción dan cuenta del registro corporal e insinúan los
respectivos registros resal, imaginario y simbólico del mismo, este solo efecto les confiere utilidad
y relevancia para incluirlas en la práctica clínica.

Reitero que las técnicas de acción deben ser sometidas a la lectura analítica en tanto
develan el conflicto inconsciente y posibilitan su análisis y elaboración.

b) La inclusión de otro terapeuta.

Es frecuente que el grupo analítico regular sea atendido por dos analistas que trabajan
bajo el acuerdo de una coterapia, ya sea de pares o docente-alumnos con fines de entrenamiento
en la Clínica de la A.M.P.A.G. La experiencia y literatura desarrollada en la Asociación sobre el
tema es amplia (Díaz de Mathmann, C., Döring R., Guerra, T., Márquez, O. «La Coterapia»
(1978); Díaz Portillo, I., Guadarrama, J., Ramos, V., Socorro, H., Vives, J. «Dinámica de la
relación experto candidato» (1983); Aurón, F., García Barrientos, J. «Análisis de espacio
interterapéutico» (1987) y da cuenta de múltiples y diversos aspectos de la relación coterapéutica,
sin embargo es pertinente hacer algunos señalamientos sobre la coterapia en la sesión
prolongada.

En el caso que nos ocupa y sea cual fuere el número de terapeutas del grupo regular, la
mayoría de los entrevistados suelen invitar a otro terapeuta para esa sola ocasión.

Es importante subrayar algunos lineamientos para esta particular forma transitoria de


coterapia. Al igual que la sesión prolongada, tal invitación debe enunciarse desde el encuadre;
por otro lado deberá ponerse particular cuidado en la selección de ese invitado e interrogarse
acerca de la pertenencia o no de hacerlo, así como de los propósitos y roles que se espera
desempeñe. Es conveniente que analista original mantenga el rol que ostenta y que el invitado
tenga claro el suyo propio, así como los objetivos. La modalidad utilizada por algunos analistas de
la A.M.P.A.G. parece pertinente: el invitado desempeña el rol de especialista en alguna técnica
específica pero la labor interpretativa recae primordialmente en el analista del grupo.

De cualquier manera es indispensable que exista pleno acuerdo entre los coterapeutas, se
respete el sistema de reglas y establezcan un diálogo abierto y sincero. De la Aldea (1985 p.34)
confiere categoría de norma al diálogo intertransferencial y lo pone como la condición que
posibilita el trabajo coterapéutico en un grupo.

Se ha señalado el riesgo de que la introducción en el grupo de un tercero, el terapeuta


invitado, provoque una escisión de la transferencia central; tal riesgo es cierto, no obstante es
analizable y en cualquier caso debe ser analizada la reacción del grupo ante la nueva presencia.
Más aún tendrá que ser considerado en el análisis intertransferencial.

c) La comida compartida.

Dado el largo tiempo que dura experiencia, la comida es en principio una necesidad
operativa de la misma. Sea compartida o no por analistas y participantes, tiene un profundo
sentido simbólico.
26

Algunos de los entrevistados objetan la práctica de la comida compartida en tanto


consideran que rompen el rol del analista. Otros por su parte reconocen que durante la comida
compartida se tiene la posibilidad de observar a los pacientes desempeñando roles diferentes a
los usuales en el grupo regular y que ahí, en ese acto, emergen contenidos posibles de ser
trabajados como material analítico.

Para Radosh y Laborde (1987) la comida compartida con el grupo está indicada, es
analizable y provee de un rico material simbólico y fantaseado; previenen, no obstante, que el
analista no sea el que aporte los alimentos para no instaurarse como una imago de madre nutricia.
La comida compartida –en el contexto de una sesión prolongada que contienen un sentido de
retiro y aislamiento de la vida cotidiana- establece entre los comensales una especie de lazo
sagrado, fantasías de unidad del grupo y cohesión que asemejan a aquellas atribuidas al mítico
banquete totémico.

d) La planeación

La práctica y resultados óptimos de una sesión prolongada corre pareja con una
planeación cuidadosa que comprende, en primer lugar, la inclusión de su enunciado y
futura realización desde el encuadre; en segundo lugar, repensar al grupo y a los
individuos, detectar y atender conflictos y resistencias; luego, definir los objetivos, las
técnicas a utilizar y la forma de participación del analista invitado. La planeación no debe
invalidar la plena prioridad que tiene el proceso del grupo en la sesión prologada. Una
planeación bien realizada previene riesgos.

6. Los riesgos de la sesión prolongada.

Como todo procedimiento técnico psicoanalítico, la sesión prolongada conlleva riesgos. Se


pretende, por supuesto, que no tengan lugar y para ello se recurre aciertas medidas preventivas.

Si la experiencia es demasiado intensa para la unidad de tiempo en que transcurre la


sesión prolongada, y para la capacidad del aparato psíquico para restablecer la estabilidad
perturbada, se puede provocar una neurosis(*) o una psicosis traumática (Campuzano,
comunicación personal). Existen otros ya referidos en este trabajo como son la deserción o la
gestación de la deserción, el incremento de resistencias, los actings de diferente orden y l a
consolidación del grupo en la ilusión grupal.

La planeación cuidadosa es una primera medida preventiva de enorme utilidad; conviene


tener bien claro desde ese momento y para cada paciente, la medida de su fuerza yoica y de su
tolerancia a la regresión. A este respecto, tratándose de grupos de duración limitada que llevan a
cabo sesiones prolongadas, importa considerar la opinión de Carrillo (1987 pp.64-65) de regular
la profundidad de la regresión y evitar llegar a niveles inapropiados para este tipo de tratamiento.
La mayoría de los entrevistados están de acuerdo en que el manejo adecuado de la regresión es
una pieza fundamental para prevenir riesgos.

Yalom (1986) luego de investigar los resultados de experiencias grupales intensivas,


plantea que la evitación de la iatrogenia depende de la capacidad y conducta del terapeuta
durante la experiencia; los resultados son mejores y ocasionan un mínimo de daño psicológico
cuando el terapeuta es cuidadoso y respetuoso de los pacientes, no inquisitivo ni violentador en su
actuación y proporciona, a al vez, un marco cognoscitivo para la experiencia. Se subraya así, la
importancia de la contención y de la elaboración subsecuente y no diferida de las experiencias
vividas en la sesión prolongada.

(*)
Basado en el concepto de Fenichel, O. «Teoría psicoanalítica de la neurosis», Editorial Paidos, México 1987. (pag.
141).
27

En todo caso, de acuerdo con Anzieu (1978a) la prevención de actings, quiebres psicóticos
y perversiones obtiene del sistema de reglas su fundamento teórico y práctico. Advierte, citando a
Missenard, que cuando el terapeuta no percibe esta organización simbólica o no la respeta,
alienta el desencantamiento de efectos inconscientes fuera de las condiciones que posibilitan su
comprensión y tratamiento, el delirio, la tentativa de suicidio, el accidente, el delito, acaban por
constituir las únicas salidas prácticas cuando los mecanismos de defensa habituales han sido
desmantelados y los impulsos circulan sin ser ni reconocidos ni verbalizados (pp.22).

Agrega que la observación clínica confirma que estas eventualidades se producen cuando
los coterapeutas están separados por divergencias profundas o cuando el analiza espera del
grupo la satisfacción real de una instancia pulsional, mientras que estas eventualidades no
ocurren o lo hacen de forma fácilmente reversible si los analistas trabajan coherentemente con el
sistema el simbólico de reglas y, en su caso, recurren al análisis intertransferencial.

7. Diferentes tipos de sesión prolongada.

De acuerdo al momento del proceso que curse un grupo regular (inicio, parte media o
cerca de la terminación) existen diferencias en las respectivas sesiones prolongadas. La mayoría
de los analistas de la A.M.P.A.G. no aplican el procedimiento al inicio, más bien lo hacen en la
parte media o cerca de la terminación arguyendo la necesidad de trabajar con un grupo bien
cohesionado.

Sería interesante saber de las características y efectos de la sesión prolongada al inicio del
proceso, sobre todo en los grupos a tiempo limitado con objetivos específicos. Carrillo
(comunicación personal) sugiere que esta práctica realizada en esa etapa permitiría enunciar y
proponer los mecanismos de funcionamiento y lograría la integración del grupo y el
establecimiento de la cultura grupal.

Es posible distinguir, también, sesiones prolongas enfocadas prioritariamente al grupo


como puede ser al inicio del tratamiento o en un momento de conflicto grupal; de sesiones
prolongadas en las que se busca la profundización y movilización de los pacientes en lo individual,
como sería en la fase media del proceso.

Es conclusión, para que la sesión prolongada pueda ser considerada como un instrumento
terapéutico del análisis grupal, además de basarse en la teoría y técnica psicoanalíticas, habrá de
cuidar que su encuadre se encuentre institucionalizado en el encuadre inicial de la sesión regular,
que se plantee de una manera clara y definida; que no haya modificaciones en la relación analista-
grupo-paciente; que no se transgredan las reglas de abstinencia, reserva analítica, la discreción y
la restitución y que la inclusión de otro terapeuta y la técnicas de acción discurran dentro de los
límites señalados.
28

C O N C L U S I O N E S

 La sesión prolongada en la A.M.P.A.G. reconoce como referentes originarios al movimiento


de grupos T norteamericano, al psicodrama psicoanalítico argentino y a los seminarios de
formación de la escuela francesa de grupos. Es un modelo que diferencia al análisis
grupal del psicoanálisis de grupo.

 Su naturaleza empírica explica la amplia gama de referencias anecdóticas en contraste


con las relativamente limitadas referencias bibliográficas.

 La sesión prolongada es una práctica utilizada con frecuencia por los analistas de la
A.M.P.A.G. tanto en su ejercicio privado como en el institucional.

 Se define como una práctica que implica la ampliación del tiempo y la introducción de
técnicas de acción, entre sus principales elementos.

 Teóricamente se puede entender a la sesión prolongada como un recurso técnico que


consiste en una modificación al encuadre dentro del encuadre; o bien en la instauración de
un subencuadre dentro del encuadre general.

 Su utilidad analítica y terapéutica radica en que pone de manifiesto aspectos que pueden
permanecer ocultos dentro del encuadre de la sesión regular verbal, posibilita su análisis y
elaboración y facilita la movilización de las defensas y resistencias individuales y grupales
consta que permite trabajar a mayor profundidad e intensidad.

 Para que la sesión prolongada pueda considerarse dentro de la teoría y la técnica


psicoanalíticas debe llenar las siguientes condiciones:

1) Ser planteada desde el encuadre inicial para que forme parte del referente simbólico y
de esta manera quede institucionalizada dentro del tratamiento analítico grupal.

2) Ser organizada de acuerdo a la definición formal propuesta antes de sesión


prolongada.

3) Que tanto las características del encuadre de la sesión prolongada como el proceso de
la misma no lesionen la situación y la relación analítica.

4) Respetar en todo momento el sistema simbólico de reglas, en especial las normas de


abstinencia, reserva, discreción y restitución.

5) Utilizar únicamente técnicas de acción que puedan ser integradas dentro de la teoría y
la técnica psicoanalítica y que no impliquen la ruptura de las reglas.

6) Que no haya modificaciones en el lugar y rol del analista cuando haya un terapeuta
invitado, definiendo y explicitando el rol del segundo.

En este trabajo realizo una exploración de la sesión prolongada en la A.M.P.A.G.;


expongo una descripción formal de la misma y de la manera como los analistas la trabajan y la
conceptualizan. La diferencia de otras prácticas intensivas e intento definirla teóricamente y
justificarla como un instrumento válido y útil en el tratamiento analítico grupal.

La sesión prolongada es una práctica, se podría decir, característica de la A.M.P.A.G., que


requiere mayor investigación no sólo de sus condiciones y conceptualizaciones sino también de su
significado simbólico dentro del campo que nos atañe.
29

Si este estudio logra despertar interés e indicar algunas de las líneas a seguir
profundizando habrá cumplido ampliamente su propósito.
30

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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Yalom, Irvin D. (1975) Teoría y práctica de la psicoterapia de grupo. Fondo de Cultura


Económica, México. 1986.
32

A N E X O “A”

RESULTADOS DE LA ENCUESTA TELEFONICA

Se llamó a todos los miembros de la Asociación y se logró establecer contacto con 55 los
resultados fueron como sigue:

33 analistas respondieron que sí acostumbran hacer sesión prolongada:

21 Solamente en el consultorio.

4 Solamente en la clínica de A.M.P.A.G. porque no las consideran necesarias en el


consultorio.

7 En el consultorio y en la clínica de la A.M.P.A.G.

1 En el consultorio y en la unidad de psiquiatría donde trabaja.

5 de ellos suelen asistir, además, como coterapeutas a sesiones prolongadas con grupos
de otros colegas.

22 analistas respendieron que no hacen sesiones prolongadas porque:

5 de ellos suelen asistir, además, como coterapeutas a sesiones prolongadas con grupos
de otros colegas.

22 analistas respondieron que no hacen sesiones prolongadas porque:

5 No están de acuerdo en hacer sesiones prolongadas por razones teóricas.

6 Las consideran innecesarias.

2 Les falta entrenamiento.

2 Las consideran riesgosas.

2 Falta de tiempo.

1 Son muy cansadas.

1 No trabaja con grupos.

3 No dieron razones.
33

A N E X O “B”

RESULTADOS DE LAS ENTREVISTAS A LOS ANALISTAS QUE


ACOSTUMBRAN HACER SESIONES PROLONGADAS

Las respuestas de los analistas a la entrevista sobre la sesión prolongada se clasificaron


en cuatro áreas (pág. 5) y se cuantificaron. No se realizó un manejo estadístico de los datos sino
solamente se señalan las tendencias por índices de frecuencias.

Estas se indican en la siguiente forma:

 respuesta de 1 a 3 personas
 “ “ 4 a 7 “
 “ “ 8 a 11 “
 “ “ 12 a 14 “

I. DESCRIPCION FORMAL DE LA SESION


PROLONGADA EN A.M.P.A.G.

1.- FECHA

 La sesión prolongada se realiza en sábado, domingo o día festivo.


 El mismo día de la sesión.

2.- DURACION

 Se fija la hora de inicio y la hora de terminación queda abierta o aproximada.

En un solo día:
 De 8 a 12 horas.
 De 4 a 6 horas.
 14 horas.

En dos o tres días:


 16 a 48 horas.

3.- LUGAR

En la ciudad:
 En el consultorio privado o en otro más amplio.
 En las instalaciones de la de A.M.P.A.G.
34

Fuera de la ciudad:
 En una casa prestada.
 En un hotel o casa rentada.

4.- FRECUENCIA

 Cuando el grupo la pide y hay razón para ello.


 Semestral o anualmente.
 Cada tres o seis meses.
 Cada dos años.

5.- COSTO

 El costo por hora de trabajo en la sesión prolongada es el mismo que el de la


sesión regular.
 El costo por hora de la sesión prolongada es 20% menos del costo por hora
de la sesión regular. Pueden pagarlo en partes.
 El costo por hora de la sesión prolongada es el mismo que el de la sesión
regular y se reparte entre los terapeutas.
 Cada paciente paga $450.000 para cada terapeuta por dos días más gastos
de casa y comidas.

6.- ORGANIZACION DE LA COMIDA

 Pacientes y analistas comparten una comida que organizan distribuyendo


entre ellos la responsabilidad de su provisión.
 Cada quien lleva su comida y comparten
 Los pacientes organizan y pagan las comidas que comparten.
 Salen a comer fuera y cada quien paga su comida; los pacientes y los
terapeutas comen aparte.

Bebidas Alcohólicas
 No se usan bebidas alcohólicas
 Incluye sólo vino de mesa con moderación como parte del ambiente de
relajación
 Hay bebidas alcohólicas con medida.

7.- TECNICAS QUE SE UTILIZAN EN LA SESION PROLONGADA

 Técnicas psicodramáticas, rol playing, escenas, cambio de roles, doblajes etc
 Consignas, terapia de acción.
 Ejercicios de imaginación, ensueño dirigido
 Relajación.
 Gestalt «silla caliente»
 Ejercicios físicos de «calentamiento».
 Lectura y expresión de la imagen corporal.
 Ejercicios de creatividad: instrumentos musicales, papel y colores, plastilina,
barro, máscaras, etc.
 Bioenergético.
 Filmar videotape y pasarlo luego a los pacientes.
35

Forma de utilizar las técnicas de acción.


 Las herramientas técnicas se utilizan como develadoras del conflicto y de
situaciones inconscientes.
 Todas las técnicas se pueden usar si ayudan a develar el inconsciente y a
lograr los objetivos.

Utilización de estas técnicas en la sesión regular.


 Nunca o excepcionalmente.
 Siempre.

8. PLANEACION DE LA SESION PROLONGADA

 Planean con el grupo aspectos formales tales como fecha, lugar, comida
y convienen en que no quede cerca de vacaciones y avisan con un mes o
mes y medio de anticipación.
 Piensan en el grupo y en los pacientes, definen objetivos para la sesión
prolongada y hacen una cierta planeación pero siempre dan prioridad al
proceso en la sesión prolongada.
 Planean el tiempo aproximado de duración de la sesión prolongada
calculando hora y media por cada paciente.
 No hacen ninguna planeación del contenido ni del proceso de la sesión
prolongada.
 Solo planea cuando se trata de un tema específico.

9. DESARROLLO DE LA SP.

 1) Etapa inicial de «calentamiento» con ejercicios fisicos, relajación, ronda


de expectativas, ejercicios grupales, sueños sobre la sesión prolongada,
o se comienza con una sesión regular.
2) Etapa de trabajo intensivo individual y grupal con técnicas de acción y un
trabajo elaborativo individual y grupal sobre cada experiencia.
3) Comida en la que se sigue trabajando o se habla de otras cosas que
luego pueden ser retomadas en el trabajo formal.
4) Se retoma el trabajo intensivo individual y grupal.
5) Cierre a través de un ejercicio de evaluación de la sesión prolongada,
síntesis, devolución interpretativa de lo que sucedió individual y
grupalmente.
 Igual que una sesión regular

10. MODIFICACIONES AL ENCUADRE

 Estas comprenden: Día y horario diferente de la sesión regular, tiempo m´s


largo y costo, el uso de técnicas de acción, movilidad de los pacientes, el
terapeuta es más activo, se mueve de su lugar.
 Además de las anteriores, incluyen otro terapeuta, el cambio del espacio y el
uso de ropa cómoda.
 Ninguna.
36

II. LOS PACIENTES Y LA SESION PROLONGADA

1. REACCIONES DE LOS PACIENTES EN LAS SESIONES


PREVIAS A LA SESION PROLONGADA

 Ambivalencia: deseos de la sesión prolongada y resistencias manifestadas


como dificultad para ponerse de acuerdo en la planeación, faltas de
asistencia, impuntualidad
 Cuando es la primera vez se manifiestan con mayor intensidad expectativas
de cambios maravillosos, de cura total, fantasías orgiásticas y miedo a los
desconocido, ansiedades persecutorias intensas, fantasías de atrapamiento,
miedo a perder el control y enloquecer.
 Cuando ya se ha tenido la experiencia prevalece el gusto y el entusiasmo, un
cierto clima de esperanza, se vive como un gran evento, como fiesta.
 Miedo a perder las «fachadas» que tienen para preservar su autoestima.
 Como supuesto básico de apareamiento.
 Se manifiestan las transferencias hacia ese espacio tiempo que es la sesión
prolongada como objeto idealizado, fantaseado, erotizado, como ilusión
grupal que cura todo, como boca, persecusión oral, temor a ser devorado, a
quedar atrapado en el grupo, miedo a la regresión, a que emerja lo
preedípico, al retorno de o reprimido, a la pérdida de defensas y de control, a
la actuación y a la locura, a que predominen las pulsiones destructivas, a
devorar y a destruir.
 Temor a la movilización y a perder la estabilidad que ha logrado.

2. QUE EFECTOS PRODUCE EN LOS PACIENTES LA SP.

 Se rompen las defensas intelectuales y las resistencias y aflora el deseo; se


movilizan aspectos arcaicos, aparecen recuerdos reprimidos, se descubre
inhibiciones y hay nuevos insights.
 Se moviliza y se expresa la parte afectiva de los pacientes, hay una gran
intensidad emocional.
 Hay mayor interacción, solidaridad y cohesión grupal.
 Promueve despedidas como terminaciones o deserciones.
 Permite focalizar ciertos conflictos para seguirlos trabajando.
 Logran una mayor integración entre lo racional y lo corporal
 Descubren qué tan alejados están de las cosas que les gustan.
 Afloran situaciones que no aparecen en las sesiones regulares.
 Ayuda a mejorar la integración y la cohesión grupal, a resolver problemas y
adquirir a una mayor autonomía. Al final hay un duelo por la terminación de
la sesión prolongada que logra, como en el grupo T, una integración

3. QUE PASA EN LAS SESIONES POSTERIORES A LA SESION PROLONGADA

 Hay una gran movilización, se trabaja intensivamente y se sigue elaborando


al material por varios meses.
 Algunos que sintieron muy fuerte la experiencia, faltan o se van del grupo,
otros aceleran su proceso y lo termina.
 Si no fue buena la sesión prolongada se presentan más resistencias.
 Son más importantes las sesiones posteriores que la sesión prolongada
porque lo que se abrió ante el grupo ya no se puede negar y porque se
trabaja elaborativamente.
 No hay necesidad de reelaborar. El trabajo queda terminado; más bien
hablan de sus cambios.
 Se comenta sobre lo que pasó, el regreso, la llegada a su casa y los nuevos
37

insights y logros que van teniendo.

4. POR QUE LOS PACIENTES PIDEN LA SESION PROLONGADA.

 Porque saben que van a llegar más profundamente en su problemática


personal; porque van a poder trabajar más individualmente; porque van a
obtener nuevos insights; por las modificaciones que logran; por la esperanza
curativa.
 Porque hay mayor solidaridad y cercanía incluso física; porque hay una
mayor convivencia con el grupo y con el analista de una manera más
informal y real; porque se sienten atendidos, queridos y contenidos.
 Porque los saca de la cotidianidad; por lo divertido; porque se sienten libres y
relajados; por lo lúdico y lo creativo; porque vuelven a disfrutan su parte
infantil.
 Por la intensidad emocional de la experiencia.

III. LOS ANALISTAS Y LA SP.

1. DONDE Y CUANDO CONOCIO LA SESION PROLONGADA

 En A.M.P.A.G., como parte de mi formación, en los grupos a tiempo limitado.


 En mi grupo de terapia.
 En mi generación de A.M.P.A.G. tuvimos un laboratorio.
 En A.M.P.A.G. durante las primeras intervenciones institucionales.
 En Buenas Aires, iba a todo tipo de experiencias grupales.
 En el año sesenta y seis, iba a todo tipo de experiencias de fin de semana
estando al mismo tiempo en análisis de grupo.
 Como coterapeuta de un grupo.

2. QUE ENTRENAMIENTO TIENE PARA HACER SESION PROLONGADA

 Seminario de técnicas de acción como parte de la formación en A.M.P.A.G.


 Cursos de psicodrama psicoanalítico con los psicoanalistas argentinos en
A.M.P.A.G.
 Participación en diversos tipos de grupos intensivos, psicodrama, gestalt,
relaciones humanas, laboratorios de sensibilización, terapias corporales, etc.
 Cursos de psicodrama moreniano, gestalt, terapias psicocorporales,
 Lecturas sobre esos temas.
 Experiencias en teatro.

3. QUE CARACTERISTICAS DEBE TENER EL ANALISTA


QUE HACE SESIONES PROLONGADA

 Que tenga entrenamiento y maneje bien las técnicas de acción.


 Que haya tenido experiencias vivenciales en laboratorios.
 Que no le tenga miedo a la regresión, que la haya vivido y sepa manejarla.
 Que sea una persona flexible, que pueda «soltarse» y «meterse» al grupo;
que sea creativa.
 Que no sienta que «traiciona» al psicoanálisis y que considere que las
técnicas de acción son una herramienta útil.
 Ninguna, una persona muy estructurada puede hacer sesiones prolongadas
bien planeadas y estructuradas.
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4. QUE PIENSA DE LA COTERAPIA EN LA SESION PROLONGADA.

 Es indispensable.
 Muy importante porque el trabajo s agotador; es primordial el diálogo
interclínico y lo que significa como supervisión del trabajo; si un paciente se
pone mal el otro puede atenderlo; el compañero sirve como continente para
las angustias del otro. El problema en el consultorio es el económico en
A.M.P.A.G. se deben hacer siempre en coterapia.
 Importante; enriquece pero lo complica, lo principal importante es que no
haya rivalidades, narcisismos suceptibles, ni problemas personales.
 Muy útil, pero tiene que ser una persona muy amiga con quien haya una
identificación conceptual; si el otro actúa diferente a uno, no pensar que «la
regó» sin tratar de ver lo que el oro está viendo y complementarlo.
 Tiene que ser alguien lo más aséptico posible, alguien de fuera que sea
respetuoso del grupo y de uno y no llegue como el Mesías; alguien con quien
se pueda entablar un diálogo no persecutorio.

5. QUE VENTAJAS TIENE PARA EL ANALISTA LA SP.

 Permite repensar al grupo, entender más a los individuos y al grupo; es una
forma de autosupervisión; es más fácil trabajar con un grupo con mayor
cohesión y motivación; se obtiene más información sobre los pacientes.
 Económicamente conviene, es una manera de no perder ingresos si el
analista se va a ausentar unas semanas.
 Da una gratificación narcisista, da mucha satisfacción.
 Es agradable trabajar en un ambiente más suave, gusto por convivir con los
pacientes, es muy divertido.

6. QUE DESVENTAJAS TIENE PARA EL ANALISTA.

 Requiere un enorme esfuerzo, es agotador; implica un gran desgaste


emocional y tiempo adicional.
 Ninguna.

7. QUE RECOMENDACIONES HARIA AL ANALISTA QUE HACE SP.

 Que planee con cuidado y fije sus objetivos con precisión.


 Que siga al grupo y cuide el timing de los pacientes aunque no sean
«espectaculares»
 Que no abuse de las sesiones prolongadas; lo más importante es el trabajo
cotidiano.
 Que vea los límites del grupo, que respete las fobias y contrafobias de los
pacientes.
 Que estén descansados y lúcidos.
 Que elijan un día que no suponga trabajar al día siguiente.
 Que cuente con un repertorio de ejercicios.
 Que no perviertan la indicación por motivos económicos.
 Que se ponga activo, es la única manera que los pacientes participen en las
técnicas de acción.
 Que no pierda el hilo de lo que esta pasando, pueden suceder muchas cosas
pero si el analista puede explicarlas, el grupo sigue trabajando.
 Que supervisen al principio, que busque trabajar con un coterapeuta experto
en sesiones prolongadas.
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 Que no se salga de las normas del grupo ni rompa la abstinencia.


 Que la haga con un grupo bien consolidado.
 Que piense en el momento socio-histórico.
 Que analice la demanda clínica; que tenga como objetivo el grupo aquí y
ahora; que defina focos de urgencias; que regule la regresión a través de
regular la frustración: a mayo regresión; que evite la transferencia central y
analice la contratransferencia; que analicen y elaboren las defensas grupales
e individuales, las ansiedades paranoides, los fantasmas y las transferencias
a la sesión prolongada como objeto.

8. QUE INQUIETUDES TIENES SOBRE LA SESION PROLONGADA.

 Saber cómo la manejan otros colegas.


 Tener un marco teórico desarrollado sobre ella.
 Que se hiciera un estudio con testes para ver los resultados, antes y después
de la sesión prolongada.
 Dedicarme únicamente a hacer sesiones prolongadas y laboratorios los fines
de semana y tener la semana libre
 Hacer una con los egresados del grupo «si te quedo algo pendiente ven a
una sesión prolongada».
 Hacer un maratón de trescientas o cuatrocientas gentes de diferentes
estratos sociales.
 Hacer más sesiones prolongadas, investigarla y seguirla pensando.
 Hacerla en coterapia.
 Implementar nuevas técnicas.
 Que en las intalaciones de AMPAG hubiera un espacio para trabajar lo
psicocorporal.
 Ninguna

IV. CONCEPTOS TEORICOS SOBRE LA SP.

DEFINICION

 Es una sesión de mayor duración en la que se usan técnicas de acción.


 Es igual que una sesión regular pero más larga e intensiva
 Es diferente calidad que las regulares, otro horario, otro ritmo, otro día,
incluye comida, implica modificaciones al encuadre habitual.
 Es una táctica para movilizar al grupo en la que se usan técnicas de acción y
se dispone de todo el tiempo para poder trabajarlas. Es un instrumento muy
útil para tratamientos breves.
 Es un espacio que permite la movilización de situaciones «atoradas», se
trabaja con intensidad emocional y permite modificaciones rápidas de
conflictos que han perdido su frescura de tanto intnerpretarlos.
 Es una sesión extraordinaria que se caracteriza por el aumento del tiempo,
modificaciones al encuadre habitual, el uso de técnicas de acción que
incluyen al cuerpo, y donde se da una mayor cercanía con el analista y con el
grupo. Todos estos son factores de intesificación; en A.M.P.A.G. se utilizan
todos.
 Es una síntesis institucional que surge como influencia del psicodrama, el
grupo T y otras experiencias intensivas de grupo.
 Es una sesión que se encuentra entre el campo del análisis y el campo de la
movilización intensiva y tiene los dos aspectos proporcionalmente.
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2. QUE IMPORTANCIA TIENE PARA EL TRATAMIENTO ANALITICO GRUPAL

 Indispensable.
 Altamente recomendable.
 Util.
 Muy útil para tratamientos breves.

3. POR QUE RAZONES SE HACE UNA SESION PROLONGADA.

 Para movilizar al grupo, romper intelectualizaciones y «entrarle» al afecto,


para lograr una mayor profundización e intensidad emocional.
 Para trabajar más las resistencias.
 Para trabajar más en lo individual.
 Para trabajar en la interacción grupal en el aquí y ahora, para resolver
conflictos grupales que no han sido tan claros o que no se han podido
resolver en las sesiones regulares.
 Para «desatorar» un grupo que se ha estereotipado en sus roles, o en su
supuesto básico.
 Para obtener materiales nuevos, en la sesión prolongada aparecen conflictos
que no se presentan en las sesiones regulares.
 Para acelerar y profundizar el proceso analítico.
 Para ayudar a mejorar la cohesión y la integración grupal.
 Para que los pacientes relaten sus historias.
 Para elaborar un evento traumático o un acting.
 Para optimizar las terapias de grupo a tiempo limitado.
 Cuando se van a incluir nuevos miembros.
 Para elaborar la terminación de un grupo o cuando algunos miembros del
grupo se van.
 Cuando se necesita un mayor espacio elaborativo.
 En A.M.P.A.G., para hacer un balance y dar recomendaciones personales
antes de la terminación de los grupos a tiempo limitado.
 Cuando se va a interrumpir el trabajo terapéutico por unas semanas de
ausencia del analista.

4. QUE FENOMENOS SE PRESENTAN EN UNA SP.

 Mayor regresión, mayor intensidad emocional y mayor cohesión e integración


grupal.
 Mayor cercanía afectiva y solidaridad entre los pacientes, descubren la
amistad (no ilusión grupal, ésta se presenta más bien en laboratorios de fin
de semana e gente que o se conoce).
 Explicación dramática de los niveles preestructurales donde los núcleos
psicóticos afloran de una manera natural y espontánea sin posibilidad de ser
tapados.
 Se evidencian los mecanismos de defensa.
 Los pacientes pierden la noción del tiempo; es como si entraran a un sueño o
a un viaje.
 Aparecen recuerdos infantiles y situaciones que es difícil suponer que
hubieran aparecido en sesiones regulares.
 Aparecen reacciones contratransferenciales intensas.
 Se consiguen regresiones rápidas y profundas; se da un desequilibrio y
desintegración del sistema de resistencias del grupo y del individuo para
develar el inconsciente profundo con sus metáforas erótico-agresivas.
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5. ¿QUE FACTORES DETERMINAN LO QUE SE SUCEDE EN LA SP?

 El tiempo prolongado y las técnicas de acción.


 Las modificaciones al encuadre.
 La acumulación del tiempo que rompe las defensas por fatiga.
 La ruptura del tiempo de la sesión regular.
 La suspensión de la vida cotidiana para dedicarlo a la SP.
 El contacto con el grupo tanto tiempo y la presión grupal que no deja que
nadie se quede sin participar.
 El que sea un evento inusual.
 El ambiente informal y de mayor cercanía con el analista y con los
compañeros lo que da mayor seguridad.
 La suspensión de la realidad externa, es una especie de retiro.
 La prolongación del tiempo y las técnicas de acción dan una dinámica que no
ocurre en lo meramente verbal; en cuanto entra el cuerpo bajan las defensas
y esos permite descubrir la latente.
 Las modificaciones al encuadre habitual los factores de intensificación y
profundización determinan lo que suceden en una sesión prolongada.

6. ¿QUE MECANISMOS DE CURACION ACTUAN EN UNA SP?

 El que después de cada experiencia se analice y por lo menos se inicie el


trabajo elaborativo.
 El que no hay límite de tiempo permite profundizar más en los aspectos
individuales y también en las situaciones grupales.
 La disminución de la intelectualización y el trabajar a nivel emocional y de
regresión optima.
 El poder observar a los pacientes participando a niveles distintos del
meramente verbal y desempeñando otros roles.
 La catarsis.

7. ¿QUE RIESGOS IMPLICA UNA SP?

 Si no se saben manejar las técnicas de acción se puede llevar a una paciente
a un quiebre psicótico.
 Actuaciones impulsivas sexuales, agresivas o autodestructivas.
 Si se sabe lo que se esta haciendo, no implica riesgo alguno.
 Deserciones.
 No hay riesgo, si un paciente tiene un momento psicótico éste es una
posibilidad de resolver el conflicto. Si se sabe contener y manejra, se trabaja
y se resuelve.
 Si hay riesgos por la regresión, no creo en la regresión óptima. Aparece un
material: lo dejas ser o lo tapas; puede haber acting in, acting out o quiebre,
pero puede ser una avance.
 Puede haber mayores resistencias como consecuencias de una sesión
prolongada mal llevada.
 Que la experiencia sea traumática porque no se regule la intensidad que el
paciente pueda soportar. La sesión prolongada tiene una mayor capacidad
de penetración e impacto que la sesión regular.
 Si el terapeuta es autoritario e incisivo puede provocar un quiebre.
 No hay riesgos; los pacientes que se quiebran son muy narcisistas y quieren
llamar la atención.
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A N E X O “C”

ENTREVISTAS A LOS ANALISTAS


QUE NO HACEN SISIONES PROLONGADAS

Ya que solamente entrevisté a tres personas, no clasifiqué los resultados por frecuencia
de respuestas, más bien presento una síntesis de sus comentarios.

ENTREVISTA 1

Considero a los grupos a tiempo limitado y a la sesión prolongada como respuestas a las
necesidades de entrenamiento, pero no como formas de tratamiento psicoanalítico que permitan
conseguir mutaciones reestructurativas.

La sesión prolongada es muy dramática, pero sus resultados son efímeros. Las técnicas
de acción ponen a funcionar otra estructura de pensar, esto es, pensar en imágenes en vez de
hacerlo verbalmente y finalmente tiene que ser retraducido a términos verbales. Pienso que el
uso de técnicas no verbales dentro de un proceso analítico es como regresar a la psicología de
1895, y ya sabemos que el insight no basta. Hacer dramatizaciones tiene que ver con la urgencia
terapéutica, con la actuación de la contratransferencia. No obstante, si el analista entiende por
qué quiere dramatizar, puede devolverlo como interpretación.

La sesión prolongada lleva al analista a poner el énfasis en el contenido del inconsciente,


que es fascinante, más que en el proceso; el proceso no se puede acelerar, hay insights que se
puede acelerar, hay insights que se pueden promover, pero la elaboración no se abrevia. El
trabajo psicoanalítico supone e análisis de la resistencia, privilegia el vínculo y el proceso, no
importa obtener recuerdos, todo se reedita en la transferencia.

Modificar el encuadre tiene un precio muy alto; cambiar parámetros implica saber cómo y
para qué. Se tiene que entender de dónde viene la demanda de una sesión prolongada. Romper
la abstinencia por satisfacer el deseo de mayor tiempo y atención del analista es obturar el
análisis.

La sesión prolongada y las técnicas de acción, manejadas por un terapeuta hábil, pueden
ayudar a romper resistencias en un paciente con un Yo fuerte y puede ser una experiencia
enriquecedora desde lo individual, pero en grupo tiene el riesgo de que la experiencia sea
traumática, lo que puede ayudar a uno, puede quebrar a otro, no hay necesidad de eso. Existen
otras maneras de trabajar las resistencias, con un paciente difícil, por ejemplo, un colega, se
puede trabajar con el superyo, con las resistencias del ello, con la viscocidad de la libido con las
ganancias secundarias. Para emergencias se tiene otras alternativas, se puede hacer una sesión
extra individual o grupal.

En los grupos a tiempo limitado y objetivos focalizados, sí es útil una sesión prolongada; si
se planea de acuerdo a objetivos focalizados y si está planeada desde el encuadre. Es más útil
que el psicoanálisis clásico y de mayor beneficio social pero no si se pretende hacer una
modificación estructural.

ENTREVISTA 2

El problema de la sesión prolongada es con que parámetro y desde que teoría se hace.
Utilizar técnicas de acción, comer con los pacientes, darles más tiempo, no creo que ayude al
proceso. Además, propicia actings y el pasaje al acto no es elaborable.
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El analista de grupo debe estar callado, abstinente, al hablar sin interpretar tapa la fantasía
inconsciente, si no se trabaja con el deseo, todo lo que se hace no tiene nada que ver con
psicoanálisis. El analista debe darse tiempo para pensar, saber, escuchar, tolerar la ansiedad y
tener claro un referente teórico desde donde interpretar. Muchos analistas no interpretan, más
bien explican, aconseja, apoyan y trabajan desde la ilusión grupal; han dejado el psicoanálisis, en
sus publicaciones no aparece nunca Freud.

ENTREVISTA 3

No hago sesión prolongada porque no existe una elaboración teórica que garantice que el
cambiar el encuadre no interfiere el proceso regular; además, no trabajo con coterapeuta por lo
que sería muy difícil y fatigosa. No incluiría un coterapeuta para la sesión prolongada porque se
provocaría una disociación de la transferencia, significaría introducir al grupo un factor extragrupal
y no tendría sentido, lo considero un elemento disruptivo.

Mi línea puede ser compatible con la sesión prolongada, pero el problema es como
encontrar una elaboración teórica que permita estar seguro y cómo de que lo que se hace en la
sesión prolongada no perturba lo que se hace en las sesiones regulares.

La convivencia propia de la sesión prolongada favorece que se rompa la abstinencia;


fomenta la ilusión grupal, satisfacciones narcisistas y propicia actings.

Una sesión prolongada es importante por la intensidad del trabajo, por el mayor espacio de
elaboración y por la movilización, pero lo que sucede en una sesión prolongada de todas maneras
surge en el trabajo cotidiano. No entiendo a la movilización tiene que ver con la intensidad del
trabajo que no se da en la sesión regular.

Una sesión prolongada puede ser trabajada psicoanalíticamente si se plantea desde el


encuadre y se respetan las normas del dispositivo analítico, si no se dan cambios en el estilo de
relación y si se trabaja a nivel de la fantasía inconsciente. Estoy de acuerdo con las técnicas
psicodramáticas como recursos elaborativos y la comida misma puede ser parte del material.
analítico, pero lo más importante es que se sepa teóricamente desde dónde se hace y cómo se
hace.

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