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GRASSI TRES ENSAYOS Ficha - 1act PDF
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1
Introducción
Prof. Titular
Con estas puntuaciones pretendemos abrir perspectivas que el texto posibilita, al mismo
tiempo que dar lugar a nuevos desarrollos que luego de mas de 100 años de su escritura,
y con los avances producidos en Psicoanálisis , en otras ciencias y en la cultura en
general, se tornan necesarios.
Realizada en forma colectiva por integrantes una Cátedra que se propone ella misma
como un colectivo de trabajo (que tiene su Programa para que durante la cursada Uds.
se sumen a una modalidad de funcionamiento). Un colectivo es una grupalidad que no
borra las diferencias de sus integrantes, promoviendo la creatividad individual y grupal.
Un grupo que no hace masa, que no se uniforma tras el dogmatismo de lo UNO, que
tiene sus principios epistemológicos en un Psicoanálisis vivo, que conserva sus
fundamentos y se renueva y una ética de su transmisión basada no en la repetición
estandarizada y monocorde, sino en la producción y polifonía de sus conceptos.
2
Capitulo 1 Lic. Daniel J. Duek
Prof: Adjunto
3
diferimiento, son imperativas de manera muy diversa y tienen una relación enteramente
distinta tanto con la represión como con la angustia”iii.
Habría en las pulsiones autoconservativas, una meta prefijada, ciclo
consumatorio, y un objeto bien preciso, concepción, a nuestro entender, más ligada al
concepto de instinto (“Instinkt”) que al de pulsión (“Trieb”). Manteniéndose, en esta
primer teorización, en un polo del conflicto el grupo de las pulsiones de
autoconservación y las pulsiones yoicas, y el otro polo, del conflicto, las pulsiones
sexuales.
Plantea que, originariamente, las pulsiones sexuales se
apoyan en las necesidades humanasiv.Apuntalamiento de la libido sexual en las
necesidades de un cuerpo no-sexual: La erótica se apuntala en la necesidad.
Imbricación que, pensamos, es multidireccional.
En el esquema freudiano, el amor se apuntala en el
hambre: a partir del acto de succionar, al alimentarse y saciar esa necesidad, se crea la
zona erógena oral. Plantea, Freud, que las pulsiones sexuales se autonomizan, poco a
poco, del precoz y mítico origen autoconservativo. Pero, hoy sabemos que, la pulsión y
la necesidad se hallan en interacción dinámica y dialéctica, se complementan y
suplementan. Podemos, así, pensar una experiencia originaria del bebe en vínculo con
su madre en la cual la teta-leche materna siendo ya erógena, es al mismo tiempo, para el
infans, objeto y fuente pulsional. La fuente de la pulsión apuntala la búsqueda del objeto
de la libido, el trascendental hallazgo y encuentro con el objeto de la pulsión marca y
transforma, al interactuar, a la misma fuente erógena. La zona erógena oral procura el
pecho materno para su satisfacción, este a su vez denota la erogeneidad oral que, ahora,
es reescrita por su madre.
El acaecer pulsional del sujeto es fragmentario y la
sexualidad pregenital infantil polimorfa. Cada zona erógena y quehacer pulsional
conforma cierta organización libidinal relativamente predominante pudiendo delinear
zonas erógenas pregenitales: oral, anal, fálica, y luego en la pubertad, apuntalada en las
pulsiones pregenitales, se erigirá la supremacía de la pulsión genital. Es recién aquí, en
la pubertad, que las pulsiones pregenitales se reorientan y subordinan en favor de la
poderosa pulsión genital
4
autoconservación, la nueva dualidad pulsional se halla dentro del grupo de las pulsiones
sexuales: libido yoica (sexual) y la libido de objeto (sexual), problematizando la
primera teoría pulsional.
5
Bibliografía
i
S. Freud, Pulsiones y destinos de pulsión. OC. XIV Amorrortu Ed. 1914
ii
S. Freud, La perturbación psicógena de la visión según el psicoanálisis. OC. XI. Amorrortu Ed. 1910
iii
S. Freud, Nuevas conferencias de introducción al psicoanálisis. 32ª conferencia. OC. XXII .Amorrortu
Ed. 1933 (1932)
iv
S. Freud, Tres ensayos para una teoría sexual. OC. VII. Amorrortu Ed. 1905- “El quehacer sexual se
apuntala primero en una de las funciones que sirven a la conservación de la vida, y solo más tarde se independiza de
ella”.
v
S. Freud, Introducción del narcisismo. Cáp. 1 -OC. XIV Amorrortu Ed.1914
vi
S. Freud, Un recuerdo Infantil de Leonardo da Vinci. OC. XI. Amorrortu Ed. 1910
(En este trabajo, Freud, nos enseña como Leonardo amaba a sus discípulos como su madre lo amo a si
mismo. Sobre la base de una elección narcisista de objeto)
vii
Ídem 5, Cáp. 2 Pág. 80: “ El hipocondríaco retira interés y libido -esta última de manera nítida- de los
objetos del mundo exterior y los concentra sobre el órgano que le atarea”
viii
Ídem 5, pág. 74
ix
S. Freud, Duelo y melancolía, OC. XIV. Amorrortu Ed.1917
x
S. Freud, Más allá del principio del placer, OC: XVIII. Amorrortu Ed. 1920
xi
Ídem 1
xii
Ídem 10
xiii
Ídem, 10
6
Capítulo 2
Lic. Rubén Slipak
Prof. Adjunto
1) Faltaría en la infancia.
7
entre los 2 y 5 años) donde la excitación sexual no se suprime sino que se emplea para
otros fines diferentes de los sexuales:
8
Es preciso señalar también las diferencias entre
placer previo y placer final. El placer previo es lo mismo que ya podía ofrecer
aunque en escala reducida, la pulsión sexual infantil y el placer final es ya
plenamente el placer de satisfacción de la actividad sexual genital.
9
Capítulo 3
Lic. Adrián Grassi
Prof. Titular
10
general renuncia a la satisfacción (3). Esta corriente se pone al servicio del
mantenimiento y desarrollo de las relaciones afectivas donde no interviene el erotismo,
lo que Freud denomina “inhibición del fin de las pulsiones” en el momento agudo en
que justamente el objeto es susceptible de posibilitar su alcance (a partir de la
adolescencia). Reúne y guarda los afectos no genitalizados, (no genitalizables ó
desgenitalizados) de la historia de los vínculos del niño con sus padres, hermanos/as y
todos aquellos objetos de afecto que formaron parte de sus relaciones significativas en
la infancia. Al lado de las pulsiones libidinales de pleno efecto y de las pulsiones de
autoconservación, se instalan las pulsiones libidinales inhibidas en su fin o de carácter
sublimado, derivadas de las pulsiones libidinales (4). Hasta aquí un cierto recorrido
relativo a la corriente tierna de la pulsión.
11
expectativa de que la impotencia psíquica fuese una afección universal de la cultura y
no la enfermedad de algunos individuos”. “…Creo que por extraño que suene, habría
que ocuparse de la posibilidad de que haya algo en la naturaleza de la pulsión sexual
misma, desfavorable al logro de la satisfacción plena. Dicha insatisfacción no se reduce
a la impotencia y la frigidez (psíquicas), mas aún si se toma el término impotencia
psíquica en un sentido lato, tal como sugiere Freud en dichos textos, ya que no se trata
de que eso se traduzca necesariamente en conductas sexuales sintomáticas. Si
reparamos en dichos textos, comenzando por el título que los reúne, veremos que la
insatisfacción no es del orden del coito, sino del amor (des-articulación de las dos
corrientes de la pulsión).
Una de las direcciones que el texto de Freud marca es la que trata la desarmonía
fundamente de la sexualidad producto de su disfacismo. Ya vemos que las dos
corrientes de la pulsión, además de traducirse en términos de tierna y sensual, hacen
referencia directa a la diferencia entre la sexualidad propia de la niñez (su polimorfismo,
C. de Edipo, pulsiones parciales) y la adulta (integración en la genitalidad, hallazgo de
objeto). La relación entre lo pasado, lo vivido, en este caso, la historia de las marcas de
la sexualidad infantil, el cuerpo erógeno, ese primer tiempo de la sexualidad y su
articulación con lo que se añade en el a posteriori, como su segundo momento. Habría
en ello una des-armonía fundante de la sexuación. “… En primer lugar a consecuencia
de la acometida de la elección de objeto en dos tiempos separados por la interposición
de la barrera del incesto, el objeto definitivo de la pulsión sexual ya no es nunca el
originario sino un subrogado de este” (a).
Puede lo nuevo, para el caso el objeto propio del erotismo marcado por la genitalidad, lo
que se suma, lo que no estaba y requiere de inscripciones nuevas, originales, el cuerpo
erótico, tener peso específico propio y adicionarse o suplementarse a ese fragmento de
sexualidad que ya estaba constituído y que es la sexualidad infantil?
“…Ahora bien, toda vez que el objeto originario de una moción de deseo se ha perdido
por obra de la represión suele ser subrogado por una serie interminable de objetos
sustitutos, de los cuales empero ninguno satisface plenamente. Acaso esto nos explique
la falta de permanencia en la elección de objeto, “el hambre de estímulo” que tan a
menudo caracteriza la vida amorosa de los adultos.
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(a) Estos desarrollos sobre el amor tomarán en la obra de J. Lacan una inflexión
particular cuando plantee, no ya la (im)posibilidad de re-unión de las dos corrientes de
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la pulsión, la ternura infantil hacia los objetos incestuosos y el acople de la sensualidad,
sino la desarmonía o discordancia fundamental entre los sexos: la mujer no es para el
hombre lo que la aguja es para el hilo.
como ser genuino o deberá conformarse con ser sustituto de otro que conserva el título
original? Se plantea una relación entre ambos momentos de la sexualidad en la cual lo
novedoso de la sexualidad genital, puede sin embargo perder su valor acontecial como
elementos neo y quedar a la sombra de lo viejo, de lo pasado, de lo ya inscripto.
2) En otro sentido, lo cual retomaremos en escritos posteriores, pero que queremos dejar
puntualizado, es sobre el trabajo de articulación que se plantea entre estos dos
momentos o fases en la historia y la historia de la sexualidad. Lo puberal-adolescente
aparece como momento de rehistorización de lo infantil ligándose con las inscripciones
de lo nuevo. Lo puberal-adolescente, momento bisagra de ligadura, trabajo de Eros que
en sus cursos saludables, establece unidades cada vez mayores y las conserva. Eros liga
y junto a la conservación de lo ya inscripto promueve la inscripción de lo nuevo.
la pulsión y el altruismo
“…La pulsión sexual se pone ahora al servico de la reproducción, se hace por decirlo así
altruista” (9). Aquí la reflexión se abre en tres direcciones:
13
2) Si la pulsión se pone al servicio de la reproducción y esto entonces abre a la cuestión
de la relación del sujeto con un interés que no es (exclusivamente) “individual” sino
(mas amplio) de la “humanidad” (la humanidad para su subsistencia requiere de nuevos
integrantes) también aquí asistimos a la transformación de la pulsión hacia el altruismo:
la consideración por lo altero es el acoplarse a un interés colectivo.
Bibliografía
(2) Sobre la mas generalizada degradación de la vida erótica. Freud S. (1912) O.C.
T. XI Amorrortu 1979 Buenos Aires.
(4) El yo y el ello. (1923) Freud S. T.XIX O.C. Amorrortu 1986 Buenos Aires.
(5) La organización genital infantil. (1923) Freud S T.XIX O.C. Amorrortu 1985
Buenos
Aires.
(7) Los tres artículos de Freud que se reúnen bajo el subtítulo de Contribuición a la
psicología del amor T.XI O.C. Amorrortu 1985 Buenos Aires son:
Sobre un tipo de particular de elección de objeto en el hombre (1910).
Sobre la mas generalizada degradación de la vida erótica (1912).
El Tabú de la virginidad (1917).
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Capitulo 4
15
renegación de la castración como fundamento del fetichismo en particular y las
perversiones en general surgirán en su obra a posteriori.
Freud subvirtió la tajante y tranquilizadora frontera normalidad-perversión al afirmar
que el perverso actúa lo que el neurótico fantasea, en tanto que los síntomas neuróticos
son una forma de satisfacción sustitutiva, correlato de la represión de deseos sexuales
inadmisibles para la conciencia del sujeto y las normas epocales. En Tres Ensayos
expresará también que la neurosis es un negativo de la perversión y que la disposición a
las perversiones es la disposición originaria de la pulsión sexual humana. En este
sentido advierte:” En ningún hombre normal falta una agregación de carácter perverso
al fin sexual normal, y esta generalidad es suficiente para hacer notar la impropiedad de
emplear el término «perversión» en un sentido peyorativo”
Para Freud las experiencias de placer-displacer son factores constitutivos de la
subjetividad, el objeto de la pulsión es contingente, y por tanto la elección del objeto
sexual y las formas de distribución del goce que definen el erotismo y la sexuación
(posicionamiento sexual) de cada sujeto, serán el resultado de un recorrido pulsional
cuyo corolario dependerá, entre otros factores, del modo de atravesamiento del
Complejo de Edipo.
2- Después de Freud nos preguntamos qué sucedió con los estudios sobre la sexualidad
enlazada con las diversas modalidades de la vida erótica y las perversiones en los
desarrollos psicoanalíticos posteriores.
André Green plantea, desde una lectura historizante, que a continuación de Freud se ha
ido gestando en el psicoanálisis y sus diferentes producciones teóricas, un borramiento
del valor de la sexualidad y su expresión libidinal como representantes de Eros.
Significativamente, coincidiendo desde el campo lacaniano, Jean Allouch también
afirma: “nos hemos alejado de esa vivacidad en lo erótico que caracterizó al
psicoanálisis en tiempos de Freud”.
Aportes importantes relacionados con la sexuación surgieron a partir de los conceptos
diferenciales de sexo (biológico-anatómico) y género (construcción socio-cultural), y la
noción de identidad de género aportados desde el psicoanálisis por R. Stoller.
Contemporáneamente los denominados “Estudios de género” han instalado un espacio
de debate brindando nuevas contribuciones y abriendo múltiples interrogantes en torno
a cuestiones nodales como la construcción de la identidad de género.
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Concluyendo, el psicoanálisis actual, transcurridos algo más de 100 años de la
publicación de Tres Ensayos, no puede soslayar la diversidad sexual de la
posmodernidad expresada por las neosexualidades, el transgénero y las familias
homoparentales entre otros nuevos significantes que cuestionan la lógica “natural” de
las polaridades masculino/femenino, heterosexualidad/perversión,
paternidad/maternidad. Nos encontramos ante profundos cambios sociales y culturales,
y nuevos paradigmas interdisciplinarios abiertos a lo complejo, que problematizan los
modos de pensar la sexualidad, las múltiples formas de expresión del erotismo, la lógica
de la sexuación, y consecuentemente también los criterios de salud y procesos
saludables.
17
modo de soluciones aportan la chance de crear algún tipo de encuentro sexual con un
otro (la alteridad para ciertos sujetos es altamente desestabilizante). Las
neosexualidades como solución “cumplen la finalidad de mantener no sólo la
homeostasis libidinal, sino también la homeostasis narcisista…”. En base a estas
conceptualizaciones surgidas de su experiencia clínica establece las coordenadas para
una ética del analista y su práctica.
Estos son algunas puntuaciones para un recorrido de Freud a Joyce McDougall, a modo
de introducción a la lectura de la obra de esta autora.
Bibliografía
Freud, S Tres ensayos de teoría sexual Caps 1, 2 y 3. Vol. VII Ed. Amorrortu
18
Capítulo 5
A partir de este texto (1) es interesante realizar una nueva elaboración de “Tres
ensayos” de Freud, a quien la autora cita y retoma en sus párrafos. Fundamentalmente la
idea desarrollada en el primer ensayo de Freud titulado “Las aberraciones sexuales”,
donde él se dedica a estudiar los “desvíos de la pulsión”: desviaciones del objeto sexual
(por ejemplo en los “invertidos”) y del fin sexual (en fetichistas, exibicionistas,
sadomasoquismo)
Joyce MacDougall propone otros criterios para definir a la perversión.
2)- Tampoco la define según la práctica sexual, ya que aunque resulten insólitos,
complicados o de naturaleza heterodoxa los guiones sexuales que un sujeto presente, si
no implican sufrimiento para sí mismo o para el otro, no los considera perversos.
Incluso ubica una posición ética del analista , en tanto señala:
“Nosotros no tenemos ninguna razón para desearles a estos pacientes otras metas
eróticas; si esa es nuestra ambición ,¡el problema es nuestro y no de ellos!”
3)- El criterio que ella propone en este capítulo implica diferenciar al sujeto de las
formaciones clínicas.
Podemos entender que cuando parte del concepto de síntoma es para definir a la
perversión y formaciones neosexuales, dando cuenta de las formaciones psíquicas
que están en juego en estas problemáticas. Es decir, dando cuenta de la categoría
psíquica que se ha podido constituir (en forma fallida o no) en cada organización
psíquica.
La autora ubicará a lo largo del capítulo, la categoría psíquica de la alteridad como
aquella que se encuentra fallida en la formación psíquica de la perversión.
Luego la autora plantea que ella hace años que busca definir lo que , “desde el punto de
vista psicoanalítico podría constituir un síntoma en las actividades o elecciones de
objetos sexuales de los adultos.” Precisa que a su criterio, “ las preferencias sexuales
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sólo son un problema para analizar, cuando el sujeto vive su forma de sexualidad como
fuente de sufrimiento, y por lo tanto no totalmente conforme a su sí-mismo.” Es decir
que sólo se constituye en un síntoma que requiere de una búsqueda de solución si es
“yodistónico” , si su predilección sexual le provoca sufrimiento.
La autora aquí ubica otra problemática que concierne a la ética y responsabilidad del
analista.
“Desearía reservar esta palabra para ciertas formas de relación: las relaciones
sexuales impuestas por un individuo a otro no consintiente (voyeurismo, violación,
abusos sexuales, violencia) o no responsable (niño, adulto mentalmente
perturbado)”
Importa subrayar que casi siempre estos actos son acciones sexuales además
condenadas por la ley”.
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Esta categoría psíquica empieza a constituirse en los primeros tiempos de la infancia, y
es en la adolescencia y con el hallazgo de objeto que se vuelve a poner en cuestión.
Cerrando en este punto, señala que dada la variedad de las formaciones psicosexuales
es necesario nombrarlas en plural: las heterosexualidades; las homosexualidades y
agrega las “sexualidades autoeróticas a las cuales se entregan en soledad
sadomasoquistas, fetichistas y travestis... prácticas que pueden considerarse como
formas desviadas de la masturbación.”
Bibliografía:
(1) Las mil y una caras de Eros. Cap. 10. Las soluciones neosexuales Joyce
MacDougall.
Paidós. 1988 Buenos Aires.
21
Capitulo 6 Lic. Graciela Saladino
Jefa de Trabajos Prácticos
La palabra pubertad procede del latín “pubes”( que quiere decir pelos) y, en efecto, la
aparición del vello en el pubis, en las extremidades y en las mejillas (en el caso de los
varones) es uno de sus signos. Los cambios se suceden a lo largo de unos años e
implican una enorme transformación en el sujeto.
A partir de los 10 años y hasta los 12 o 13 años (con variaciones individuales), éstos
cambios se traducen en un mayor crecimiento y maduración destinados ambos a crear
nuevas funciones. Los cambios se dan en ambos sexos aunque con algunas diferencias;
éste proceso se pone en marcha por la acción de determinadas glándulas (hipófisis,
testículos, ovarios) que, ya maduras, segregan las hormonas que modifican los órganos
para los cuales están destinadas. A partir de estos cambios los/las jóvenes ya están en
condiciones de procrear.
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Genitales: En el varón se produce un aumento en el tamaño del pene, primero en
longitud y luego en diámetro. Se da un aumento de tamaño en bolsas y testículos. Las
erecciones se hacen mas frecuentes y aparecen las primeras poluciones nocturnas
(pérdidas involuntarias de líquido seminal durante el sueño alrededor de los 12-13
años).
Al final del proceso puberal el/la jóven es núbil, con un cuerpo fisiológicamente apto
para la práctica genital y la procreación, pero, la fisiología no alcanza para explicar el
cuerpo erógeno ni la exquisita complejidad de la sexualidad humana que, desde el inicio
de la vida, está atravesada por vicisitudes vinculares.
Freud nos enseñó en sus Tres Ensayos para una Teoría Sexual como la sexualidad
humana “nace” apoyada en funciones vitales y en relación con el encuentro con la
madre. Es ésta quien, con sus cuidados, es distribuidora de libido en el hijo; aporta el
“plus” de placer necesario para el nacimiento de la vida psíquica, de la pulsión, de la
sexualidad..(1) Freud postula ésta relación como paradigmática para todo vínculo de
amor; relación fundante del cuerpo erógeno y matriz vincular.
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de investigación que concluyó con la publicación de su libro. Fue a investigar si las
dificultades que angustiaban a los adolescentes norteamericanos -respecto de la
sexualidad- eran debido a …”la adolescencia o a la civilización y si en diferentes
culturas la adolescencia es diferente”…Entrevistó con la ayuda de un intérprete a
mujeres samoanos entre 10 y 20 años y comprobó que en ésa cultura la aparición de las
reglas era tomado muy naturalmente, las jóvenes no tenían dolores menstruales. El paso
de la infancia a la adolescencia no estaba marcado por las angustias que se observaban
en los jóvenes americanos. Las samoanas postergaban el matrimonio mientras
disfrutaban del sexo casual y, una vez casadas podían criar a sus hijos sin
inconvenientes. Aparentemente la posterior conversión de los samoanos al catolicismo
cambió sus costumbres (esto fue publicado en trabajos posteriores a la muerte de M.
Mead y por otros antropólogos). No podemos dejar de mencionar a las histéricas de
Freud tan condicionadas por la moral victoriana y como influyeron los usos y
costumbres de la época en las teorizaciones Freudianas respecto de su concepción sobre
la sexualidad femenina.
Quizás los ritos de pasaje (ritos iniciáticos) que nuestras sociedades ya no conocen
ayudaban a los jóvenes en el paso de la infancia a la edad adulta; en estos rituales la
promoción era validada por todo el grupo social que participaba emocionalmente
haciendo un trabajo de acompañamiento…
En nuestro país, recientemente, se presentaron los resultados de una encuesta llevada a
cabo entre los años 2005 y 2006, en el marco del Programa de Salud Sexual y
Reproductiva . La encuesta se realizó a nivel nacional, fue dirigida a mujeres entre 10 y
49 años y, los resultados obtenidos, se utilizarán para encaminar y priorizar las acciones
a seguir en dicho programa. Se testearon 7713 mujeres en edad fértil.
Algunas de las conclusiones de la encuesta: El 50% de las mujeres se inició
sexualmente entre los 15 y los 19 años; casi 8 de cada 10 mujeres activas sexualmente
utiliza algún método anticonceptivo. El método de anticoncepción mas utilizado es el
preservativo, seguido por la píldora y el D.I.U.
El promedio de hijos por mujer, a nivel nacional, es de dos hijos por cada una; ahora
bién, el estudio muestra las grandes diferencias, tanto en la información sobre
anticoncepción, como en la cantidad de hijos según las zonas del país. El relevamiento
encontró que, a medida que aumenta el nivel sociocultural de la mujer, disminuye el
número de hijos que tiene. La educación y la pobreza condicionan también el uso de los
métodos anticonceptivos. En el NOA, las mujeres no solo utilizan con menos frecuencia
la anticoncepción , sino que recurren con mas frecuencia a métodos menos eficaces
como, por ejemplo, el método promovido por la Iglesia Católica (el método del ritmo
ovulatorio); es en ésta zona del país en donde se registra el mayor número de hijos por
mujer.
Metamorfosis de la Pubertad
24
En la pubertad reemerge la masturbación (mas ostensible en el varón y generalmente
mas encubierta en la jóven), primero como descarga de tensión, luego como prueba,
como ensayo (con efecto de ligadura) , ésta precede lo que será el “trabajo
adolescente”: la salida a la búsqueda- creación del objeto por fuera del cuerpo propio, y
por fuera del cuerpo familiar, trabajo que se inscribe como “creación propia”(3), puesta
en escena de una sexualidad que, incluyendo el pasado historizado, satisfaga también las
necesidades de ternura. Es en este sentido que nos dice Ricardo Rodulfo que “la
iniciación sexual en la adolescencia es el verdadero pasaje de lo fálico a lo genital; la
función del orgasmo en la adolescencia (no como descarga de tipo económico sino en
una experiencia erótica, en una verdadera intersubjetividad) es un acontecimiento
estructurante. Algo se termina de escribir y algo se resignifica en cuanto a la vivencia de
satisfacción…(4)
Fuente:
Ficha del Dr. Carlos Teselman, médico coordinador del área Adolescencia del Hospital
“José Ramos Mejía”de la Ciudad de Buenos Aires.
Diario Página 12, (fecha 26 de febrero del 2007 ) artículo “Habrá orgasmos para
todos”.
Diario Página 12, (fecha 8 de marzo del 2007) artículo “ Radiografía de la Salud
Sexual en Argentina.
(1) A la luz de nuevos aportes psicoanalíticos, surgidos del abordaje de patologías
tempranas graves como el autismo, y rastreados en la obra de Piera Aulagnier y
D. Winnicott entre otros autores, se reformulará el concepto de apoyatura
introducido por Freud . Este tema lo encontrarán desarrollado en el trabajo del
Profesor Adrián Grassi “Lo Originario”
(4) Diarios Clínicos “La Pubertad :Un Traumatismo?” Maria Cristina Rother.
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