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RESUMEN POR CAPÍTULOS DE “EL TUNEL” De Ernesto Sábato

Capítulo 1:

En este capítulo se introduce al personaje en torno al cual gira ésta obra literaria: Juan Pablo
Castell, un pintor quien es el responsable de haber matado a María Iribarne. Dice que la frase:
“Todo pasado fue mejor”, no era cierta, y menos en su caso, ya que cuando pensaba en su
pasado siempre recordaba las cosas malas. El piensa que los criminales en cierta forma son
inofensivos, pues ayudan a limpiar la sociedad de individuos perniciosos. Juan Pablo expresa
que el mundo es horrible y que lo demostraría con el caso de un pianista, pero en tono de duda
hablaría de ello si le queda tiempo.

Capítulo 2:

Juan Pablo, anuncia que relatará la historia del crimen que cometió. La contará (según él) no
por vanidad, no le importa que las demás personas crean lo que quieran, se presenta a sí
mismo como un ser humano de carne y hueso como cualquier otro. Recuerda a su mamá y que
cuando era niño creía que su madre no tenía defectos, pero después de que ella murió, se dio
cuenta de algún modo de su falibilidad, descrita por él como vanidad. El protagonista expresa
su deseo de ser entendido al menos por alguien, él piensa que es muy difícil y que la única
persona que lo entendió fue precisamente a quien asesinó. En conclusión, en este capítulo
Juan Pablo dice que “todos tienen un poco de vanidad”.

Capítulo 3:

El protagonista declara en este capítulo que todos saben que él asesinó a María, pero que
nadie sabe como fue la relación entre ellos y como planeó su muerte. Describe la presentación
de un cuadro titulado “Maternidad”, en el Salón de Primavera de 1946, en Buenos Aires,
Argentina, las personas que pasaban miraban el cuadro pero no se fijaban en una ventanita
que había en la parte superior izquierda del cuadro, en la cual había pintada una mujer que
miraba hacia el mar, todos miraban sólo la imagen de primer plano, porque creían que ese
pequeño detalle era únicamente un adorno; pero una mujer paso y miró el cuadro fijándose en
esa escena de la ventanita, la cual después de un rato desapareció entre la multitud. Juan
Pablo sintió miedo, pero sin saber el por qué de esa sensación. De allí en adelante, todos los
días se dirigía al salón para ver si reconocía a la mujer, pero no volvió a verla y desde ese
momento, él sólo pensaba en ella, en volver a verla, y también de algún modo sólo pintaba
para ella.

Capítulo 4.

El protagonista relata el día que encontró a dicha mujer en el salón y de su incapacidad para
poner en práctica lo que había pensado hacer en caso de un encuentro. También se relata la
lucha mental del mismo por tratar de acercarse a dicha mujer. En este capítulo, Pablo
menciona a un amigo suyo: El Doctor Prato, a quien describe como algo vanidoso desde su
perspectiva artística.

Capítulo 5:

En este capítulo se puede ver a Juan Pablo como alguien tímido, tiene una lucha mental ya que
piensa en la imposibilidad de encontrar a María y de iniciar él mismo una conversación con ella,
así como también su miedo de no poder entrar en contacto con el interior de ella como
persona.

Capítulo 6:

Se relata nuevamente un encuentro informal entre Juan Pablo y María en la compañía T, el


cual culmina cuando él se retira por haber creído estar equivocado en cuanto a ella. Al poco
tiempo ella lo alcanza y le habla acerca del detalle por el cual él se había interesado en ella: La
ventanita del cuadro y le dijo también que ella recordaba esa escena constantemente, después
de decir esto, salió corriendo nuevamente a la Compañía T. Sobresale la alegría del
protagonista por sentir cercanía emocional y algo de comprensión por parte de María. Él ya
sabe donde ubicarla.

Capítulo 7:

Juan busca y espera a María infructuosamente en la compañía T, pensando y descartando


estas tres posibilidades: 1. Que ella estaba realizando una diligencia muy larga y aun no había
salido, en ese caso debía esperar. 2. Que antes de hacer la diligencia había salido a dar una
vuelta, entonces también convenía esperar. 3. Que ella tuviera un empleo allí, entonces debía
esperarla hasta la hora de la salida del personal.

Capítulo 8:

Se puede palpar la tristeza del protagonista por su búsqueda fallida; el mismo analiza, se hace
conjeturas acerca de la situación, pero decide tener confianza y volver a intentarlo. La frase
que María había dicho: “La recuerdo constantemente” había dejado a Juan pensativo, entonces
decide que era necesario volver a verla.

Capítulo 9:

Al día siguiente, la búsqueda del protagonista tiene éxito al ir a la compañía T, la ve salir del
subterráneo, la toma del brazo y la lleva al parque de San Martín, donde se despoja de su
timidez al ya sentirse más identificado con ella y le dice que la necesita, que son iguales, a lo
que ella responde que siempre lastima a todos los que se le acercan. Se observa la necesidad
de Juan Pablo de ser comprendido, de ser aceptado, de que exista la posibilidad de no ser el
único y de no estar sólo en la vida. María por otra parte se muestra insegura, con miedos y
melancólica.
Capítulo 10:

Se relata una despedida con promesa un pronto encuentro, así como un temprano y
desesperado encuentro telefónico por parte del protagonista. Hay reservas aún, también hay
una extraña atracción mutua y algo de intriga. Se empieza a percibir la obsesión del
protagonista por María.

Capítulo 11:

Esa misma noche se observa un cambio emocional en Juan Pablo, quien sale a caminar
después de no poder pintar por su exaltación anímica, pero ya no mira a la gente con desprecio
sino con simpatía. En esa noche su desprecio por la humanidad parecía haber desaparecido
por completo y decidió ir al café Marzotto a escuchar tangos.

Capítulo 12:

En la mañana Juan Pablo llama a María pero no está, pero se entera que le dejó una carta;
éste va apresuradamente hasta la casa de ella para averiguar de qué se trata, es atendido por
un criado, quien lo hace pasar hasta la sala y conoce muy sorpresivamente a un ciego llamado
Allende, el cual se identifica como el esposo de María y le dice que María hablaba mucho de él
y de su pintura. Luego el ciego sacó la carta que María había dejado para él de su bolsillo,
Pablo la abrió, la leyó y decía: “Yo también pienso en usted” -MaríaCuando Allende sintió
doblar el papel le preguntó a Pablo si la carta decía algo urgente, pero pablo le respondió que
no. Allende le dijo a Pablo que María se había ido a la finca de su familia (la estancia), pero que
en estos momentos estaba en manos de su primo Hunter. Pablo le dijo a Allende que ya se
tenía que ir y se retiro. Tremendo impacto emocional se observa en este capítulo debido a que
se empiezan ya a develar algunas intrigas.

Capítulo 13:

Intrigas e incógnitas hay en la mente de Juan Pablo después de su conversación con Allende,
comienza a desconfiar de María (se comunica igual con él que con otros hombres, ¿Quién es
Hunter? ¿Por qué debe estar con Hunter? ¿Por qué razón se encierra para hablar por teléfono
con él? Entre otras), pero se esfuerza por enfocarse en el amor que siente por ella y en cómo
su rostro le recuerda algo de su pasado que hace que brote todo su amor acumulado por años.
En fin, Pablo trató de dejar atrás sus tontas deducciones acerca de Hunter, la estancia, el
teléfono, etc. Se percibe una lucha mental, pero por el momento gana lo bueno y el amor que él
siente por ella.

Capítulo 14:

Durante los días siguientes casi se puede palpar la agitación de Juan Pablo, quien llamó a casa
de María y le pidió a la sirvienta la dirección de la estancia, escribiéndole a María una carta en
la que le pedía que lo llamara. Esa noche, Pablo soñó con una casa que conocía desde su
infancia, y por eso algunos recuerdos le decían el camino que debía seguir, pero sentía que
habían enemigos y gente que se burlaba de él, también sentía que en él renacían los amores
de infancia que había tenido así como las sensaciones que estos le hacían sentir, pero cuando
despertó se dio cuenta que esa casa era María. Es un momento de incertidumbre, de miedos
internos que salen a flor de piel, lleno de simbolismos que expresan un deseo inquieto por estar
junto a ella.

Capítulo 15:

Los días siguientes, según los describe el protagonista, se caracterizan porque sus
pensamientos son como un sueño, ve cosas, peligros y describe a María como nocturna, no se
ve con claridad. Luego Pablo relata la carta que María le envió, y decía que los paisajes que
veía le traían recuerdos, que cuando se paraba en frente del mar veía como Juan Pablo se
interponía entre el mar y ella. Luego de que Pablo terminó de leer la carta, tuvo la extraña
certeza de que María era de él, sólo de él y que sin embargo la había matado, afirmando que
era un egoísta y cruel. Un sentimiento insano de posesión sobre la otra persona así como de
deformidad emocional y mental se empieza a adueñar de Juan Pablo.

Capítulo 16:

En este capítulo el protagonista declara que ama a María y desea su pronto regreso; hay
también un intercambio de cartas entre las cuales él le dice que la quiere y ella que no quiere
hacerle daño, a lo que él responde que no le importa. Cuando María llegó, llamó a Pablo y
acordaron encontrarse en la recoleta. En este encuentro ambos se dicen que se quieren, pero
Juan Pablo duda, no sabe cual querer siente ella hacia él; ella no quiere hablar de eso, pero él
quiere que hablen de los dos, cosa que resulta incomodo para María quien se levanta y le dice
que tiene miedo de que él no la entienda así como de herirlo mucho, a lo que él responde que
si eso pasa será por su propia culpa. En este encuentro también se revela que el protagonista
tiene 38 años de edad y al parecer María es mayor que él.

Capítulo 17:

Después de ese encuentro se siguieron viendo varias veces todos los días. A veces María iba
al taller de Juan Pablo; para él la única garantía de amor era la unión física. En algunos
encuentros con María, Pablo la agarraba por los brazos y la apretaba fuertemente lastimándola,
pero otros días su aptitud con ella era totalmente amorosa y positiva. En uno de sus encuentros
violentos Pablo llego a tal extremo de llegar a gritarle “PUTA”, por lo cual ella se pasmó y se
puso a llorar; él, arrepentido, corrió a pedirle perdón, lloró suplicándole y exclamando ser un
monstruo cruel. Apenas María se calmo comenzó a sonreír, cosa que a Pablo le pareció
sospechoso ya que cualquier mujer a la que le digan eso no se pondría contenta aun después
de que le pidieran perdón. Estas escenas se repetían varias veces y entonces ellos decidían
salir a dar una vuelta.

Capítulo 18:

Juan Pablo hace más intensos sus interrogatorios hacia María, cada vez la duda lo consume
más: ¿Por qué usa el apellido de soltera? ¿Por qué es común que la llamen hombres? ¿Por
qué es normal que la dejen sola cuando se encierra a hablar por teléfono? ¿Quién es ese
Richard del cual ella le habló? ¿Lo ama? ¿Por qué dice que se parece a él? A lo que María
responde con evasiones y risas. Luego de todo este interrogatorio María quedo deprimida y él
no pregunto nada más.

Capítulo 19:

A Pablo le llegaron muchas dudas a la cabeza sobre María y Allende. El tenía dos incógnitas:
¿Lo había querido? ¿Lo quería aún?; estas preguntas daban vueltas en la cabeza de Pablo y
decidió aclararlas. Un día le pregunto que por que se había casado con él, a lo que ella
respondió que por que lo quería, él le pregunto entonces por qué en el muelle ella le había
dicho que él era el único hombre que había querido, ella se quedó callada. Luego le pregunto
que si ella aún se acostaba con Allende, ella le respondió que sí, entonces él le preguntó si ella
aun deseaba a Allende, ella le respondió que el hecho de que se acostara con él no quería
decir que lo deseara; entonces Pablo le dijo que ella lo hacía sin desearlo, y que si así lo hacía
era porque lo engañaba, no sólo en sus sentimientos si no también en sus sensaciones. María
lloraba silenciosamente mirando hacia el suelo. Por un instante Pablo quiso llevar la crueldad
de sus preguntas hasta el máximo y dijo: Engañando a un ciego. Se puede observar como
sentimientos negativos y enfermizos se empiezan a apoderar de este personaje.

Capítulo 20:

Después de Pablo haber dicho esa frase sintió que tenía dos personalidades: Una cruel y
mezquina, y la otra pura y tierna; la cual se disponía a humillarse y arrodillarse para pedirle
perdón, pero de todas formas ya era tarde para cerrar la gran herida que sus palabras habían
creado en el alma de María. Después de esto Pablo no dudo en arrodillarse y besar sus pies
mientras le pedía perdón, pero lo único que logro fue una mirada de compasión por parte de
María. Luego de que ella salió del taller, Pablo sintió que debía hacer algo y salió corriendo
afuera pero ya María no se veía; entonces decidió tomar un taxi que lo llevara a la casa de
María, allí se sentó a esperarla. Luego llamó a su casa desde un teléfono público pero le
dijeron que aún no había llegado, entonces Pablo decidió salir a dar una vuelta por los lados
que frecuentaban juntos, pero no la vio; luego cayó en cuenta que después de ese episodio ella
no querría recordarlo y que por lo tanto no iría a esos lugares que frecuentaban. Luego de un
tiempo Pablo decidió llamar de nuevo pero le dijeron que estaba dormida y que no podía pasar
al teléfono. Pablo sintió que algo se había dañado entre María y él.

Capítulo 21:

Cuando Pablo vuelve a la casa siente que esta solo por culpa de sus acciones. Siempre que él
siente esas sensaciones, lo provoca la tentación del suicidio y también siente ganas de
emborracharse, así que decide ir a un cafetín cerca al muelle, allí con prostitutas y algunos
marineros se emborracha; luego de un rato ya cansado de estar con esas mujeres sucias
decide salir y se sienta junto al mar, allí se pone a pensar, pero decide ir a casa y sin darse
cuanta se encuentra en frente de la casa de Allende mirando hacia el quinto piso. Decide
llamar; mientras va a un teléfono piensa en cómo justificar una llamada a esas horas y luego de
que le contestan el teléfono él se queda mudo decidiendo colgar. Sin darse cuenta se
encuentra de nuevo en el cafetín, pero decide volver a casa, cuando llega al taller se acuesta
en su cama con ropa y se duerme.
Capítulo 22:

En este capítulo Pablo despierta y relata el sueño que tuvo: Lo habían citado junto a unos
amigos a una casa. Luego de que llegó, observó la casa por fuera y le parecía común e igual a
las otras así que decidió entrar, pero una vez adentro vio que esa casa era diferente a todas las
otras, el dueño de esa casa le dijo que lo estaba esperando; fue allí cuando Pablo comprendió
que eso había sido una trampa, e intento huir pero su cuerpo no respondía; entonces se
resigno a ver lo que sucedía. Luego el sujeto convirtió a Pablo en un pájaro, llegaron sus
amigos y él notó que ellos no se habían dado cuenta de que él estaba convertido en pájaro y
que lo veían normal, entonces decidió gritarles para advertirles del peligro pero sólo salía un
chillido, además de eso sus amigos no lo escucharon; entonces Pablo se dio cuenta que
estaba perdido y que ese secreto se iría con él a la tumba.

Capítulo 23:

Luego de despertar miró el reloj y corrió a llamar a María, pero no estaba, entonces decidió
escribirle una carta en la que le decía que él era una basura y que no merecía su amor.
Pasaron días y no llego respuesta, entonces escribió mas cartas, en la última le dijo lo que le
había pasado en la noche en que pelearon, también le dijo que había pensado en el suicidio.
En el correo llego una carta de María, ella quería que él fuera a la estancia en donde se
encontraba ella, entonces Juan Pablo inmediatamente salió hacia la estación Constitución a
tomar el tren.

Capítulo 24:

Juan Pablo llega a la estación, allí lo estaba esperando un chofer que le dice que María no
había ido por que estaba enferma. El chofer lo llevo a la estancia, donde se encontraba María,
allí lo recibieron Hunter y Mimi Hunter que le hicieron una serie de preguntas. Luego Hunter le
dijo que María estaba indispuesta y que bajaría luego, entonces decidió llevarlo a enseñarle la
casa, le dijo que el cuarto en el que él dormía era el del difunto abuelo, luego llevo a Pablo a su
dormitorio. Cuando Pablo entro en su cuarto, dio un golpe en la pared, con la esperanza de que
fuera María quien estuviera ahí y le respondiera el golpe, pero nadie respondió. Pablo decidió
salir al corredor, allí quiso tocar la puerta pero fue incapaz y salió corriendo de nuevo a su
dormitorio. Luego se dirigió al jardín y estaba muy desorientado. Se puede notar que están tan
cerca pero tan lejos a la vez, que se empieza a desmoronar en sufrimiento la conciencia de
Juan Pablo.

Capítulo 25:

Luego en la mesa Mimi le preguntó a Pablo acerca de los pintores que él prefería, cuya
respuesta fue los nombres de algunos muy importantes, inmediatamente Mimi dijo que a ella no
le gustaban esa clase de artistas y que si ella fuera una artista no haría cosas que llamaran la
atención. Luego pregunto a Juan Pablo si era capaz de leer una novela rusa, sin dejarlo
responder le dijo que era muy difícil, ya que a cada instante de la novela cambian el nombre de
los personajes. Pablo entendió que esa clase de gente producía en María tristeza y que
además no podían ser rivales para él. Luego empezaron a hablar de novelas policiales, Mimi le
dice a Hunter que él sería incapaz de escribir una novela policial, pero Hunter inmediatamente
le demuestra que si puede y empieza a hablar de una. Luego de un rato Pablo dedujo que
María no había bajado solo porque no quería escuchar las idioteces de sus primos y que lo de
la indisposición era solo un pretexto para no tener que aguantárselos.

Capítulo 26:

Luego de que se pararon de la mesa, Pablo vio bajar a María, lo cual confirmaba su teoría, e
inmediatamente volvieron las sensaciones de culpa que había sentido cuando él le había dicho
a María que engañaba a un ciego. María saludo a Pablo, pero ya no era como antes, como un
saludo de amigo y luego le preguntó que si se había llevado las manchas, pero Pablo no sabía
a qué manchas se refería María y le pregunto que cuales manchas, a lo que ella respondió que
las manchas que él había prometido mostrarle, él entendió lo que María quería lograr con esas
preguntas, a lo que respondió que sí, que si había traído las manchas, ella le dijo que las
quería ver, les dijo a sus primos que volvieran pronto y subieron al cuarto de Pablo.

Capítulo 27:

Cuando llegaron al cuarto, Pablo cogió sus dibujos para simular que esas eran las manchas
pero cuando bajaron ya no estaban los primos de María. Ella se sentía como feliz y decidieron
caminar por el parque. Pablo no se sentía tan bien como ella, ya que creía que esa actitud no
le correspondía porque ella no se comportaba nunca así con él. Luego de caminar en el
bosque fueron a unas rocas que había en la playa y se sentaron allí, pasó un largo rato hasta
que María pronunciara la primera palabra y dijo que siempre había deseado estar con él en ese
lugar, luego dijo que le parecía que esa escena ya la habían vivido juntos, también le dijo que
cuando había visto esa ventanita del cuadro ella se había dado cuenta que él era como ella.
Luego María empezó a contarle como era ella antes, hablándole de otro primo, también le dijo
que esos tiempos habían sido tormentosos.

Capítulo 28:

Cuando llegaron a la casa y se sentaron en la mesa a comer, todo era muy silencioso, solo
María dijo que estaba leyendo una novela, pero luego de eso se quedaron de nuevo en
silencio. Pablo pensó que Hunter estaba celoso, dedujo que si estaba celoso era porque entre
María y el había sucedido algo, entonces concluyó que María y Hunter eran amantes. Luego de
esto Pablo dijo que estaba muy cansado, se paró de la mesa y se fue a su cuarto, simuló que
entraba en el pero se quedó en el corredor para ver si lograba escuchar algo. Al poco tiempo
sintió que Hunter le decía algo a María, pero ella no le respondió. Luego Hunter volvió y dijo
una frase aun más larga, Juan Pablo sintió que María le respondía y luego sintió que alguien se
paraba de la mesa y subía al cuarto, entonces Pablo salió corriendo a su cuarto. Al día
siguiente Pablo se fue de la casa, fue a pie hasta la estación, allí tuvo que esperar a que
llegara el tren, durante ese tiempo tuvo la esperanza de que María apareciera, pero no fue así.
Luego subió al tren y partió hacia Buenos Aires.
Capítulo 29:

Después de la muerte de María, Pablo recordó muchos acontecimientos que se le aparecieron


como sueños. Recuerda que durante días estuvo borracho y seguía tomando hasta que alguien
lo llevo a su casa. Cuando despertó, metiéndose a la bañera, empezó a ver y recordar cosas
como cuando María le preguntaba por las manchas, lo de las novelas policiales, y otras. Luego,
a medida que se enfriaba, todo concordaba y encajaba bien. Después salió del baño, se vistió y
decidió escribirle otra carta a María. En ella le dijo por qué se había ido de la casa, y también
que no se explicaba cómo podía estar con Allende, Hunter y él al mismo tiempo. Después de
todo envió la carta por correo.

Capítulo 30:

Luego, cuando Pablo salió del correo, pensó que no debía herir de esa manera a María y
decidió retractarse de enviar la carta, así que buscó el recibo para ir a reclamar la carta pero no
lo encontró. Decidió volver al correo y le dijo a la que atendía que había perdido el recibo pero
que quería sacar una carta que hace poco había enviado porque ya no la quería enviar, pero la
mujer le dijo que eso era imposible ya que el reglamento no se lo permitía. Él insistió diciendo
que podía demostrar que la carta era de él, pero ella le dijo que esos documentos no servían.
Al final la mujer accedió a buscar la carta y comprobar que era de él, para ello le hizo una serie
de preguntas. Pablo le dijo que le podría mostrar la cédula, pero ella dijo que eso tampoco
servía, entonces él estalló en ira diciéndole que la mandara si así lo quería y decidió esperar
afuera hasta la salida del personal para insultar a esa mujer.

Capítulo 31:

Luego de esperar un rato pensó que insultar a la mujer no serviría de nada y que era mejor
que esa carta llegara a María. Después de eso, decidió ir a dar una vuelta, fue a la recoleta y
allí se puso a pensar en lo que realmente quería, llegando a la conclusión de que debía llamar
a María por teléfono y se fue a su casa. Cuando llegó inmediatamente llamó a María pero le
dijeron que ella no estaba, pero le dijeron que ella lo llamaría en una hora. La espera se le hizo
infinita. Al fin Juan Pablo habló con María y le preguntó varias cosas, pero María no respondía
a ninguna de esas preguntas, lo cual generó ira en él, amenazando con suicidarse si ella no
viajaba a Buenos Aires para hablar con él. María le dijo que así lo único que lograría sería
herirse más pero Pablo estaba decidido y colgó el teléfono.

Capítulo 32:

A pesar de que Pablo vería a María al otro día, estaba triste. Esa tarde salió a beber a un bar
donde contrato a una prostituta y peleó con un marinero. Luego llevó la prostituta a su taller,
ella se rió de uno de los cuadros que allí había. Después la llevo a su cama, en ese momento
vio una expresión en ella que ya había visto antes en María. Pablo encendido en ira la insultó
alejándose de ella, la prostituta ofendida le mordió el brazo a Pablo y le hizo salir sangre de
este. Éste sacó a la prostituta violentamente de su casa y le dijo que si no se iba la mataría.
Luego de esto Pablo se metió en la bañera, allí se puso a pensar y terminó diciendo que María
era una prostituta. Furioso salto de la bañera gritando. Para Pablo todo encajaba, María lo
había engañado.

Capítulo 33:

Todas las conclusiones que había sacado, para él eran ciertas, pero le había faltado algo
importante, ¿Qué opinaban las demás personas? Así que llamó a Lartigue, un escritor, y dijo
que lo iría a visitar. Ya estando en casa de Lartigue empezaron a hablar de uno de sus libros,
pero luego Pablo le pregunto secamente: ¿Desde hace cuando son amantes Hunter y María?
Lartigue le dijo que no sabía nada y siguió hablando de su libro. Acabada la conversación,
María ya debía haber llegado a Buenos Aires; entonces Pablo la llamó desde un café,
quedaron de encontrarse en la recoleta. María le dijo que sólo había ido por que él se lo pidió,
pero que ella no debería estar ahí porque Hunter estaba enfermo a lo que Juan Pablo le
respondió con agradecimiento.

Capítulo 34:

Pablo llegó a la recoleta y allí se puso a pensar mientras esperaba a María. Veía los árboles y
caminos que antes eran testigos del amor entre María y él, recordaba como antes salían y
andaban por el parque. Antes todo era hermoso, pero ahora todo era helado y oscuro. Pensó
que era posible dejar de lado todo lo sucedido con María, que no importaba lo que pasara
alrededor, sólo lo que pasara entre ellos dos, o al menos eso era lo que pensaba Pablo. A
medida que pensaba más en eso, más seguro estaba de darse otra oportunidad con María,
pero a las 05:30 pm María aún no había llegado. Llamó desde un teléfono público, preguntó por
María y le respondieron que hacía poco tiempo había partido hacia la Estancia. Indignado,
Pablo volvió a su taller y pensaba que María prefería estar con Hunter que con él. Al llegar al
taller llamó de nuevo a María y pregunto que si antes de que ella partiera había recibido una
llamada de la Estancia y le dijeron que si. Mientras lloraba, fue por un cuchillo y con este
destrozo el cuadro de la escena de la playa y luego fue donde Mapelli, su amigo, y le pidió
prestadas las llaves de su carro, éste le preguntó para qué las necesitaba, y Pablo le respondió
que su padre estaba enfermo y debía ir a verlo, al final Mapelli le prestó el carro.

Capítulo 35:

Luego de coger el auto, Juan Pablo calculó que llegaría más o menos a las 10:00 pm a la
Estancia y esta le parecía una buena hora, mientras viajaba pensaba en que María y el
parecían separados por un muro de vidrio, por el cual se podían ver pero nunca hablar, oír ni
tocar. También sentía una voluptuosidad que le hacía pensar en el desprecio que él sentía por
ella. Se acordaba de la cita a la que ella no fue, para que la citaría si se volverían a decir esas
cosas oscuras y ásperas, una vez más parecerían separados por esa pared de vidrio. Pablo
llegó a la Estancia como a las 10:15 pm, se acercó a la casa y vio que aun había gente en la
planta baja. Luego se hizo en un lugar desde el que podía ver la entrada y la salida de la casa
para ver si alguien salía.
Capítulo 36:

Su espera fue casi interminable, le parecía que había vivido en un túnel oscuro al igual que
María, en una especie de pasadizos, pero la hora del encuentro finalmente había llegado.
Pablo se pregunto ¿Realmente sus pasadizos se habían unido con los de María? Esto sólo era
una ilusión tonta. Ahora Pablo se había dado cuenta que sólo era él quien vivía en el túnel, y
que María sólo vivía en un mundo libre fuera del suyo, y en uno de los pedazos de muro de si
túnel había una ventana, por lo cual María se asomaba y mientras Pablo avanzaba en su
pasadizo, ella vivía normalmente. Pablo sentía que su destino era aun más solitario de lo que él
había creído.

Capítulo 37:

Después de esos túneles y calabozos, Juan Pablo vio que María y Hunter bajaban por la
escalas y que salían a dar una vuelta. Pablo pensaba en qué podía sentir María sabiendo que
él la había estado esperando en su cita y que cada minuto que pasaba sin que ella fuera era un
minuto más de desespero para él. También se preguntaba ¿Qué podía hablar María con
Hunter? Y se imaginaba que se podían estar burlando de él. Ellos caminaban por el parque
cuando empezó a llover y decidieron volver a su casa, allí subieron las escaleras, Pablo
observó que la luz del dormitorio de Hunter fue la primera en encenderse y eso le pareció
lógico, ya que era la alcoba principal y estaba junto a las escaleras, pero luego esperó a que se
prendiera la luz de la alcoba de María, pero eso no sucedió, inmediatamente dedujo que ella
dormía con Hunter y sentía que su cuerpo se derrumbaba.

Capítulo 38:

Juan Pablo empapado por la lluvia y sus lágrimas vio que se encendía la luz del otro
dormitorio. Inmediatamente corrió hacia allá, trepó hasta llegar a ese cuarto y entro por la
ventana. Ahí estaba María, ella al verlo le preguntó ¿Qué hacía? Él le dijo que la debía matar,
le acaricio el cabello y le clavó el cuchillo en el pecho. Luego sintió que una rara sensación se
apoderaba de él y la siguió apuñalando en el pecho y el vientre. Después de esto salió tomó el
auto y partió hacia Buenos Aires. Cuando llego allí llamo a Allende y le dijo que debía verlo.
Cuando estuvo en la casa de Allende, le dijo a éste que María era su amante y de Hunter, que
los había estado engañando a todos. Allende intento cogerlo para golpearlo pero no fue capaz.
Luego de esto se entregó a las autoridades. Sentía que dentro de él había una caverna, una
caverna que se apoderaba de él y era oscura.

Capítulo 39:

En su encierro, el personaje trata de pensar sobre la última palabra de Allende: “Insensato”


pero no puede. Quizás cuando pueda entenderá por que se suicido Allende. Mientras tanto
Pablo sigue pintando entre las cuatro paredes de su celda, sintiendo que cada vez son más
herméticas. Así termina éste enfermizo cuadro tan parecido al amor pero que a la final se pintó
con sangre que dejó a su autor encerrado en el túnel frío y oscuro donde por una pequeña
ventana pudo tener algo de contacto con otro ser humano, pero en el cual siempre permaneció
y permanecerá aislado de toda compresión así como de toda emoción y contacto humano.

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