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Lo que nunca un profesional debe olvidar

Karime Alexandra Herrera Florez


Humanidades. Cód. 693696
Iniciare asegurando que las humanidades darán a mi vida la posibilidad no solo de

cambiar como persona, sino de poder algún día influir en la vida de algunos más para mostrar

por medio de mis actos el poder del humanismo, ese poder de ilustrar y fomentar el uso de la

razón; como lo dijo François al descubrir que todos tenemos más oportunidades de aprender

cuando buscamos respuestas y por medio de ellas encontrar la satisfacción propia de razonar,

¡Pues quien no ha sentido emoción de descubrir algo por sus propios medios!.

Ahora bien, el ser humano en el mundo actual no es nada fácil y para completar la

formación de hoy día quiere ser mecánica y poco creativa casi sin despertar o despertando poca

curiosidad en el ser humano, como lo dijo François de Closet “poco importa en último extremo

lo que se enseña, con tal de que se despierte la curiosidad y el gusto por aprender” (François pág.

52 ) Como humanos y profesionales nos seria la perdición que se extinguieran las humanidades

en las universidades, que se perdiera la única forma de encontrar una clase en la que el maestro

sienta más gusto por ayudar al estudiante a encontrarse a sí mismo que satisfacer su propio ego

como maestro dictador, ¡es más! no solo las necesitamos en la universidad o en la escuela, las

humanidades son el complemento de nuestro diario vivir cada vez que nos encontramos en una

situación difícil o polémica con otras personas que quizá ni sepan que esta magia de las
humanidades tan hermosa existe; Así que para mí como estudiante y pronto como abogada, las

humanidades son el principio que todos como personas debemos descubrir para comprender lo

que sentimos y sienten los demás de una forma razonable, para poder mirar y analizar con

sentido propio, con la delicadeza que merece y que hoy día se está agotando.

Para continuar debo aceptar que me fue muy curioso que mi profesor decidiera dar

inicio con este capítulo, que da látigo a los docentes, pero me deja como reflexión que mi

maestro es firme en lo que sabe pero dispuesto a debatirlo e incluso a modificarlo al aprender de

nosotros y tiene claro cuánto podemos aprender de esta actitud humana pero también tengo

claro que como humano lleno de humanidades puede fallar. Estoy segura que si fue idea de mi

profesor que para iniciar estudiáramos este capítulo 5 de “hacia una humanidad sin

humanidades” es porque esta lectura marco su facultad para ser docente y no cualquier docente

sino el que tiene claro que necesitamos los humanos para mejorar, para ser como profesionales

(abogada en mi caso) para ilustrar el uso de nuestra razón, para descubrir la capacidad de

observar, abstraer, deducir, argumentar y hacer una conclusión lógica; Como lo dijo Passmore,

apoyado en Bruner “hacernos finalmente respetar los poderes de nuestra propia mente y confiar

en ellos, que se amplié ese respeto y la confianza a su capacidad de pensar acerca de la condición

humana, de las situaciones conflictivas y de la vida social” todo esto para al final como

Abogados en nuestro caso pero sobre todo como personas lograr no solo un análisis personal

sino también como actuar, comprender y aportar algo bueno a la sociedad. (Passmore pág. 58)

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