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Renacimiento
Fue un periodo en el que se revalorizo la antigüedad clásica y se inicio un ciclo muy activo en el que la critica
jugaba un papel importantísimo.
Es uno de los grandes momentos de la historia universal que marco el paso de mundo medieval al mundo
moderno. Es un fenómeno muy complejo que impregno todos los ámbitos yendo por tanto, mas allá de lo
puramente artístico como ha querido verse.
Según otros es un periodo que surge desde el descubrimiento de la imprenta, e incluso se considera que no se
produce hasta que Copérnico descubre el sistema heliocéntrico.
Es ante todo un espíritu que transforma no solo las artes, sino también las ciencias, las letras y formas de
pensamiento.
En líneas generales se puede considerar el arte renacentista como una exaltación del hombre y del mundo, los
dos ejes guiaban el pensamiento humanista de la época.
Su ubicación en el tiempo y lugar.
Este movimiento surge en Italia a fines del Siglo XIV y principios del Siglo XV, expandiéndose con fuerza a Europa
a mediados del Siglo XV, y desde mediados del Siglo XVI al mundo hispanoamericano. Que su origen sea Italiano
es porque Italia es fundamental por su pasado histórico que ahora se quiere recuperar e impulsar. Además hay
otro factor relevante y es que en Italia nunca hubo un arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en
Europa, precisamente porque aun estaba latente el espíritu clásico.
Ya hemos dicho antes que el renacimiento surgió en Italia, pero además, el renacimiento del Siglo XV se da solo
en este país. Se puede decir que Francia, España y Alemania hacia el 1450/1500 ya se conoce este movimiento,
pero no se desarrolla plenamente hasta el Siglo XVI. El renacer de Italia estuvo ligado a la idea de la recuperación
de la grandeza de Roma, que tras la caída del imperio Romano, y un periodo de anarquía y confucionismo, se
trata de romper con esa etapa bárbara para volver a la idea de grandeza latina.
Las Principales características de esta época fueron las siguientes:
La Reforma protestante
Iniciada por Lutero con su desafío a los legados y a la excomunión papal,
la Reforma protestante no fluyó por un cauce único; fueron varios los
grupos que discurrieron por caminos paralelos, pero también
irreconciliables, aunque unidos por su oposición a la doctrina y a la
disciplina de la iglesia romana y por su lucha política y militar contra el
papa o el emperador.
Martín Lutero, monje agustino, sintió como experiencia personal, basada en un texto de la epístola de san Pablo
a los romanos, que la salvación de Dios se comunicaba mediante la fe, no mediante las obras, que provienen de
la naturaleza humana corrompida por el pecado original. De esta concepción fundamental "sólo la fe"- fue
deduciendo, según las controversias o las circunstancias políticas, el conjunto de su pensamiento. La
excomunión por parte de Roma y la protección que le dispensaron algunos príncipes alemanes empujaron a
Lutero a la ruptura. La descalificación de la autoridad del papa quedó avalado por otro gran principio de la
Reforma, "sólo la Escritura", que proclamaba a la Biblia, interpretada individualmente a la luz del Espíritu Santo,
como la única fuente de autoridad en la comunidad cristiana. No obstante, pronto tuvo que defender Lutero la
necesidad de una ortodoxia, de una iglesia y de una disciplina, pues Thomas Münzer, reformista de ideas
revolucionarias y radicales que aspiraba a crear comunidades sin culto ni sacerdotes, instigó la sublevación de
los campesinos alemanes (1524-1525). Ante la amenaza de su expansión, la revuelta fue sangrientamente
reprimida con la aprobación de Lutero.
En 1525, el reformador suizo Huldrych Zwingli (o Ulrico Zwinglio) fundó en Zurich una teocracia que se extendió
a Berna, Basilea y Estrasburgo. Su doctrina teológica se radicalizó más que la de Lutero, especialmente al negar
la presencia de Cristo en la eucaristía. Su iglesia fue excluida de la alianza evangélica de Gotha en 1526 y no fue
admitida hasta después de su muerte en la concordia de Wittenberg (1536). Vinculados a las doctrinas de
Zwingli, aunque más revolucionarios que éste, los anabaptistas, así llamados por preconizar un nuevo bautismo
para los adultos, pues los niños no podían recibir la gracia que sólo se comunicaba por medio de la fe, exigieron
un cumplimiento más radical de la Sagrada Escritura. En su actitud social rechazaron la violencia, proclamaron
la separación de la iglesia y del estado y crearon comunidades libres. Las repercusiones políticas de estos nuevos
grupos, que empezaron a prevalecer en algunas ciudades, provocaron la unión coyuntural de los romanos y los
reformados, quienes tomaron por asalto su centro en la ciudad de Münster y castigaron severísimamente a sus
dirigentes.
Juan Calvino, teólogo francés, se refugió en Basilea y luego en Ginebra por sus ideas reformistas, y publicó sus
Instituciones de la religión cristiana, que constituyó el primer catecismo de la Reforma. Al tratar de unificar a los
diversos grupos protestantes atrajo a importantes seguidores de Zwingli, pero consumó la separación con los
luteranos. Su doctrina sobre la doble predestinación (a la salvación y a la condenación), la exigente disciplina
impuesta en su concepción teocrática de la ciudad-iglesia y el gobierno presbiterial de las iglesias constituyeron
de hecho lo que se ha denominado como una segunda Reforma.
En Inglaterra, la reforma de la iglesia tuvo un origen fundamentalmente político, que luego fue aprovechado
para una reforma religiosa. Enrique VIII, irritado por la negativa del papa Clemente VII a concederle el divorcio,
logró en 1531 que el Parlamento votara la subordinación de la iglesia a la corona, política que continuó hasta
culminar con el cisma anglicano en 1534. A la separación política siguió una reforma doctrinal y litúrgica
impuesta mediante la persecución y la pena de muerte. Su obra más destacada fue el Libro común de oraciones.
En Escocia predominó el presbiterianismo introducido por John Knox, que había vivido venturosamente la
Reforma junto a Calvino en Ginebra.
La contrarreforma
La reacción oficial de la Iglesia Católica romana fue lenta y, en sus comienzos, desarticulada. Carlos V, emperador
de Alemania y rey de España y Nápoles, estuvo especialmente implicado en las consecuencias políticas de la
Reforma protestante. Su tradicional rivalidad con la corona francesa impidió la alianza entre los reinos que se
mantenían más cercanos a la iglesia romana. No obstante, y a pesar de las presiones ejercidas por los principios
de la iglesia y las enormes dificultades que rodearon la celebración del Concilio de Trento, como refleja la
cronología de sus tres etapas (1545-1549,1551-1552,1562-1563), el tesón de los teólogos y de los papas logró,
aunque tardíamente, el resultado esperado de atajar la propagación de la Reforma protestante y encauzar, de
una manera orgánica y oficial, una reforma católica.
La primera convocatoria del concilio, hecha por el papa Paulo III (1534-
1549), reunió grupos de teólogos expertos, nombró cardenales dignos,
impulsó las nuevas órdenes religiosas de los teatinos (fundada en 1524 por
Gian Pietro Carafa, futuro Paulo IV, y san Cayetano de Triana), las ursulinas
y la Compañía de Jesús (creada en 1534 por San Ignacio de Loyola), y
restableció el tribunal de la Inquisición (1542), que se convirtió en uno de
los instrumentos más valiosos de la Reforma católica. Julio III (1550-1555)
prosiguió con prudencia la labor de su antecesor y logró reanudar, en 1551,
el interrumpido concilio.
Paulo IV (1555-1559) fue un asceta que logró desterrar el espíritu mundano de la corte pontificia, obligando a
los obispos a renunciar a sus múltiples prebendas y a regresar a sus diócesis; no obstante, su carácter lo llevó a
una total intransigencia con los mismos príncipes que podrían ayudarlo en la pacificación de la cristiandad y en
la implantación de las reformas. Pío IV (1559-1565), por el contrario, fue moderado y conciliador y logró poner
paz entre las potencias cristianas y concluir el Concilio de Trento.
El concilio se ocupó de los dos grandes problemas del momento, los doctrinales y los disciplinares. Los primeros
estuvieron marcados por la necesidad de dar respuesta a los planteamientos de REFORMA Y
CONTRARREFORMA
El desprestigio creciente de la iglesia de occidente, más atenta a su propio enriquecimiento material que a la
dirección espiritual de sus fieles, a lo largo de los siglos XIV y XV; la progresiva secularización de la vida social
impuesta por el humanismo renacentista; y la ignorancia y relajación de costumbres del bajo clero, fueron los
factores principales que desencadenaron la Reforma y la contrarreforma.
Se conoce como Reforma al movimiento radical producido en la iglesia occidental durante el siglo XVI que,
sobrepasando cuestiones disciplinares, planteó problemas doctrinales de enorme trascendencia para el
cristianismo, los cuales llevaron a la separación de algunas iglesias, denominadas globalmente con el nombre
de protestantes. La contrarreforma fue tanto la reacción de la iglesia que permaneció fiel a la tradición del
papado romano en oposición al emergente protestantismo, como el movimiento de reforma producido dentro
de la Iglesia Católica romana durante los siglos XVI y XVII.
COLONIZACIÓN DE AMÉRICA
La colonización europea de América comenzó a finales
del siglo XV después de que Cristóbal Colón llegara en
1492 con el apoyo de la Corona de Castilla. A partir de
ahí, el Imperio español, el Imperio portugués, y desde
comienzos del siglo XVII el Imperio Británico (1608),
Francia (1607) y los Países Bajos (1625), conquistaron y
colonizaron una gran parte del territorio americano,
sometiendo a sus pobladores nativos.
El Imperio español y el Imperio portugués fueron los
primeros en realizar la conquista, y se asentaron
principalmente en el sur de Norteamérica, Centroamérica y en el área andina de Sudamérica (imperios Azteca
e Inca, respectivamente). España fue la potencia que mayor presencia colonial impuso en América. En el Caribe,
dominó sobre todo Cuba, La Española, Puerto Rico, Jamaica, incluyendo a la península de Florida dentro de sus
posesiones caribeñas. Desde los asentamientos antillanos, tomó posesión por la fuerza de los grandes estados
existentes en América en ese momento: en América del Norte llegó a apropiarse del Imperio azteca, en el actual
México, estableciéndose en sus ciudades, además de dominar a tlaxcaltecas, tarascos, mixtecas y zapotecas. A
partir de ahí controló una gran parte de América Central, dominando a las poblaciones de lengua maya, a los
pipiles, los niquiranos y los pueblos de habla ngäbe de Veragua (Panamá). Desde Panamá se emprendió la
conquista de la zona andina de América del Sur hasta la zona central del actual Chile. Al mismo tiempo, en busca
de la Sierra de la Plata y las tierras del Rey Blanco, se fundaron ciudades en el estuario del Plata y sobre las
márgenes de los ríos Paraná y Paraguay, siendo Asunción la más importante de ellas.
Portugal se apropió de la mayor parte de la franja costera atlántica de la parte norte de América del Sur, que
más tarde originaría el Estado de Brasil. Inglaterra estableció trece colonias en la franja costera atlántica
norteamericana, además de en algunas islas caribeñas.
Francia ocupó la actual Guayana Francesa en Sudamérica (aún bajo su dominio), Luisiana en el Golfo de México,
algunas islas del Caribe, y la región canadiense de Quebec.
Holanda estableció colonias en Norteamérica (Nueva Ámsterdam que luego sería Nueva York), norte de América
del Sur (Guyana holandesa hoy Surinam) y algunos asentamientos en islas caribeñas (Antillas Neerlandesas y
Aruba).
La expedición de Colón llegó el 12 de octubre de 1492 a las Antillas. El 5 de diciembre de 1492 Colón llegó a la
isla de La Española, actualmente dividida en dos países, Haití y República Dominicana, y estableció allí la primera
colonia europea en el nuevo mundo.
Posteriormente en diversos viajes, los españoles fueron explorando y estableciendo pequeñas colonias, primero
en el archipiélago de las Antillas, después en Tierra Firme, es decir, el continente americano.
Muy pronto surgió la polémica con Portugal, la otra potencia
expansionista del período, sobre el derecho de cada Corona a
expandirse hacia el occidente. Los Reyes Católicos proclamaron
sus derechos sobre las nuevas tierras, pero tras la intervención
arbitral del Papa (Bula Inter Caetera en 1493), ambas Coronas
llegaron finalmente a un acuerdo. Por el Tratado de Tordesillas
(1494), España y Portugal se dividían el mundo. Todas las tierras
situadas trescientas leguas al oeste del archipiélago de Cabo
Verdeserían conquistadas por Castilla, mientras que los
territorios al este de esa línea podrían ser colonizados por
Portugal. Este acuerdo legitimó la colonización portuguesa en Brasil.
Los dos momentos más importantes en el proceso de conquista fueron la invasión del imperio azteca o mexica,
en el actual México, por Hernán Cortes entre 1519 y 1521, y la del imperio incaico del Perú por Francisco
Pizarro en 1532-1533.
El objetivo de los colonizadores españoles fue desde un principio la explotación económica del territorio
conquistado y la cristianización de los indios. Las violencias del proceso de conquista dieron lugar a un vivo
debate en España. Fray Bartolomé de las Casas, monje dominico, se convirtió en la voz crítica contra los
desmanes producidos durante la conquista y la colonización.
El sistema de colonización utilizado en los primeros momentos del Imperio español fue la encomienda. La
encomienda fue establecida como un derecho otorgado por el Rey (desde 1523) en favor de los españoles
colonizadores (encomenderos). El español cobraba los tributos que los indígenas, como súbditos del Rey, debían
pagar a la corona y, a cambio, debía cuidar del bienestar de los indígenas en lo espiritual y en lo terrenal,
asegurando su mantenimiento y su protección, así como su adoctrinamiento cristiano.
Sin embargo, en la realidad se produjeron múltiples abusos y el sistema derivó en formas de trabajo forzoso o
no libre, al reemplazarse, en muchos casos, el pago en especie del tributo por trabajo en favor del encomendero.
Estos abusos dieron lugar a múltiples protestas que llevaron a la aprobación de las Leyes Nuevas (1542). Estas
leyes recordaron solemnemente la prohibición de esclavizar a los indios y abolieron las encomiendas, que
dejaron de ser hereditarias y debían desaparecer a la muerte de los encomenderos actuales.
La colonización española se caracterizó, a diferencia de otras, desde un principio por el mestizaje. La población
europea se mezcló con los indígenas americanos (mestizos) y la población esclava traída de África (mulatos). El
mestizaje no impidió que la sociedad colonial tuviera una estructura claramente racial con la población blanca
en la cúspide social.
EL MERCANTILISMO
Se denomina mercantilismo a un conjunto de ideas políticas o ideas económicas de gran pragmatismo que se
desarrollaron durante los siglos XVI, XVII y la primera mitad del siglo XVIII en Europa. Se caracterizó por una
fuerte intervención del Estado en la economía, coincidente con el desarrollo del absolutismo monárquico.
Consistió en una serie de medidas que se centraron en tres ámbitos: las relaciones entre el poder político y la
actividad económica; la intervención del Estado en esta última; y el control de la moneda. Así, tendieron a la
regulación estatal de la economía, la unificación del mercado interno, el crecimiento de población, el aumento
de la producción propia —controlando recursos naturales y mercados exteriores e interiores, protegiendo la
producción local de la competencia extranjera, subsidiando empresas privadas y creando monopolios
privilegiados—, la imposición de aranceles a los productos extranjeros y el incremento de la oferta monetaria
—mediante la prohibición de exportar metales preciosos y la acuñación inflacionaria—, siempre con vistas a la
multiplicación de los ingresos fiscales. Estas actuaciones tuvieron como finalidad última la formación de Estado-
nación lo más fuerte posible.
El mercantilismo entró en crisis a finales del siglo XVIII y
prácticamente desapareció para mediados del XIX, ante la
aparición de las nuevas teorías fisiócratas y liberales, las cuales
ayudaron a Europa a recuperarse de la profunda crisis del siglo
XVII y las Guerras Revolucionarias Francesas.
Se denomina neomercantilismo a la periódica resurrección de
estas prácticas e ideas.
ARTE BARROCO
Arte barroco.
Estilo artístico que se desarrolla durante el siglo XVII y los primeros decenios del XVIII, su difusión alcanza a toda
Europa y América Latina, y su disolución acontece en diversos momentos en cada país. Con este nombre
también se conocen todas las manifestaciones culturales de ese momento. En el surgimiento de este nuevo
estilo dos hechos son decisivos, la afirmación de los estados nacionales y la consagración de la monarquía
absoluta de derecho divino, como forma de gobierno en ellos. Durante
esta época en Europa se asiste a hechos y procesos tan diversos como el
enfrentamiento de los distintos países que buscan la hegemonía, la
decadencia de los grandes Estados, ya con identidad nacional, como
Francia y España, y el inicio de la pugna por el dominio comercial, entre
los países del Norte e Inglaterra, con el ascenso de nuevas grupos sociales
de poder. Mientras que en la Europa central se desarrolla la guerra de los
Treinta Años, producto de las tensiones religiosas entre protestantes y
católicos.
Arquitectura barroca
Las características básicas son: el rechazo de la simplicidad y la búsqueda de lo complejo; el papel del
movimiento y la luz, como elementos determinantes de la misma; la creación de espacios dinámicos; la creación
de nuevas tipologías para edificios concretos; el gusto por lo infinito, por lo teatral, y lo efectista; la
subordinación del resto de todas las artes al todo arquitectónico. La génesis de la arquitectura barroca se inicia
en Italia, con figuras tan determinantes como Bernini y Borromini. En Francia el barroco adquiere caracteres
más sobrios que en Italia, con plantas menos complicadas, fachadas más severas, mayor respeto por las
proporciones y renuncia a los efectos violentos, es un arte fundamentalmente al servicio de la monarquía
absoluta, y su gran realización será el Palacio de Versalles. En España, la arquitectura barroca va a estar presidida
por el gusto por la desornamentación y la sobriedad que había introducido el estilo herreriano, con importantes
edificios en los que impera un estilo mesurado y casi clásico. En Alemania y en Austria la inspiración italiana
combinada con la francesa creará edificios de gran exuberancia decorativa, sobre todo en los interiores, de
luminosidad brusca, que darán paso al estilo Rococó. En Inglaterra predomina el equilibrio y la austeridad.
Un estilo que se utilizó en templos representativos de Guatemala, decora es la base decorativa en numerosas
fachadas, démosle un vistazo.
ANARQUISMO
Es el nombre dado a toda filosofía política o social que llama a la oposición y la abolición del Estado entendido
como monopolio de la fuerza, y por extensión también puede llamarse así al rechazo de todo gobierno político
o de toda autoridad social impuestos sobre el individuo, por considerarlos innecesarios o nocivos.12 Sébastien
Faure (1858-1942), filósofo anarquista francés, dijo: «Cualquiera que niegue la autoridad y luche contra ella es
un anarquista». Bajo una formulación tan simple, pocas doctrinas o movimientos han manifestado una variedad
tan grande de interpretaciones y acciones, que no siempre fueron bien entendidos por la opinión pública.
Históricamente hablando, el anarquismo generalmente es crítico de la relación de los individuos con la sociedad
presente con el objetivo de promover el cambio social hacia una futura sociedad, en palabras de Pierre-Joseph
Proudhon (1809-1865), «sin amo ni soberano».
No existe acuerdo académico en cuanto a una taxonomía de las
corrientes anarquistas; algunos hacen una distinción entre dos
líneas básicas de pensamiento, individualistas y socialistas;4
también es común señalar como las corrientes históricas más
importantes: anarquismo individualista, mutualismo,
anarquismo comunista y anarcosindicalismo, y según algunas
fuentes, también el colectivismo.5
SOCIALISMO
El socialismo es un sistema social y económico caracterizado por el control por parte de la sociedad, organizada
con todos sus integrantes, tanto de los medios de producción como de las diferentes fuerzas de trabajo
aplicadas en los mismos. La RAE define así el término socialismo: Sistema de organización social y económica
basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los
bienes. El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva consciente de la vida
social y económica.
Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración
económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja, frente a
la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías
autogestionarias como de mercado, así como mediante el empleo de pequeñas unidades económicas socialistas
aisladas y autosuficientes.
Existen también discrepancias sobre la forma de organización política
bajo el socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la
sociedad socialista a clases sociales o poblaciones, frente a la posibilidad
de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.
Las formas históricas de la organización social de tipo socialista pueden
dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas
civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas
establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan,
respectivamente, el Imperio inca y la Unión Soviética.
COMUNISMO
El comunismo es un modo de organización socioeconómica caracterizada por la propiedad en común de los
medios de producción, la ausencia de propiedad privada en los medios de producción y la inexistencia de clases
sociales y de un Estado.123
El comunismo como proyecto de socialización de los medios de producción surgió en el siglo XVI bajo la forma
de diversas utopías basadas en el colectivismo agrario. Las más conocidas fueron la obra Utopía de Tomás Moro
y la ideología revolucionaria babuvina que derivó del movimiento jacobino de la Revolución francesa. El ideario
comunista se convirtió a comienzos del siglo XIX en un complejo proyecto económico industrial gracias a las
diferentes corrientes del llamado socialismo utópico, del anarcocomunismo y las ramas obreras del comunismo
cristiano. El actualmente más conocido de estos movimientos fue el que adoptó la escuela del denominado
socialismo científico de los pensadores alemanes Karl Marx y Friedrich Engels, bajo la cual sería rebautizado
como Liga de los comunistas. Por la influencia de su obra, el movimiento comunista adoptó una interpretación
revolucionaria de la historia y la forma de partido político, convirtiéndose luego en una organización
internacional unificada bajo la doctrina marxista.
Según el marxismo, la historia es entendida como un permanente conflicto por el excedente material, cuyo
inicio se debe a la aparición de la propiedad. Las diferentes formas de propiedad ponen fin al comunismo
primitivo y estratifican a la sociedad en clases de acuerdo a sus relaciones de producción. Las diferentes
relaciones de producción que vinculan a los hombres y mujeres requieren de la explotación, y estas relaciones
generan con el tiempo las condiciones para ser
reemplazadas por otras formas de explotación
superiores, en una secuencia revolucionaria de modos de
producción. En cada uno de estos modos se desarrolla
una lucha de clases interna entre los diferentes tipos de
trabajadores y explotadores que los integran, y que se
resuelve con el surgimiento de nuevas clases domnantes.
PRINCIPIOS DE ARQUÍMEDES
El principio de Arquímedes
El principio de Arquímedes afirma que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y
hacia arriba igual al peso de fluido desalojado.
La explicación del principio de Arquímedes consta de dos partes como se indica en la figuras:
1. El estudio de las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio con el resto del fluido.
2. La sustitución de dicha porción de fluido por un cuerpo sólido de la misma forma y dimensiones.
Porción de fluido en equilibrio con el resto del fluido.
Consideremos, en primer lugar, las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio con el resto de fluido. La
fuerza que ejerce la presión del fluido sobre la superficie de separación es igual a p·dS, donde p solamente
depende de la profundidad y dS es un elemento de superficie.
Puesto que la porción de fluido se encuentra en equilibrio, la resultante de las fuerzas debidas a la presión se
debe anular con el peso de dicha porción de fluido. A esta resultante la denominamos empuje y su punto de
aplicación es el centro de masa de la porción de fluido, denominado centro de empuje.
De este modo, para una porción de fluido en equilibrio con el resto, se cumple
Empuje=peso=ρf·gV
El peso de la porción de fluido es igual al producto de la densidad del fluido ρf por la aceleración de la
gravedad g y por el volumen de dicha porción V.
Se sustituye la porción de fluido por un cuerpo sólido de la misma forma y dimensiones.
Si sustituimos la porción de fluido por un cuerpo sólido de la misma forma y dimensiones. Las fuerzas debidas a
la presión no cambian, por tanto, su resultante que hemos denominado empuje es la misma y actúa en el mismo
punto, denominado centro de empuje.
Lo que cambia es el peso del cuerpo sólido y su punto de aplicación que es el centro de masa, que puede o no
coincidir con el centro de empuje.
Por tanto, sobre el cuerpo actúan dos fuerzas: el empuje y el peso del cuerpo, que no tienen en principio el
mismo valor ni están aplicadas en el mismo punto.
En los casos más simples, supondremos que el sólido y el fluido son homogéneos y por tanto, coinciden el centro
de masa del cuerpo con el centro de empuje.
Ejemplo
Supongamos un cuerpo sumergido de densidad ρ rodeado por un fluido de densidad ρf. El área de la base del
cuerpo es A y su altura h.
La presión debida al fluido sobre la base superior es p1=ρfgx, y la presión debida al fluido en la base inferior
es p2=ρfg(x+h). La presión sobre la superficie lateral es variable y depende de la altura, está comprendida
entre p1 y p2.
Las fuerzas debidas a la presión del fluido sobre la superficie lateral se anulan. Las otras fuerzas sobre el cuerpo
son las siguientes:
Peso del cuerpo, mg
Fuerza debida a la presión sobre la base superior, p1·A
Fuerza debida a la presión sobre la base inferior, p2·A
En el equilibrio tendremos que
mg+p1·A= p2·A
mg+ρfgx·A= ρfg(x+h)·A
o bien,
mg=ρfh·Ag
Como la presión en la cara inferior del cuerpo p2 es mayor que la presión en la cara superior p1, la diferencia
es ρfgh. El resultado es una fuerza hacia arriba ρfgh·A sobre el cuerpo debida al fluido que le rodea.
Como vemos, la fuerza de empuje tiene su origen en la diferencia de presión entre la parte superior y la parte
inferior del cuerpo sumergido en el fluido.
Con esta explicación surge un problema interesante y debatido. Supongamos que un cuerpo de base plana
(cilíndrico o en forma de paralepípedo) cuya densidad es mayor que la del fluido, descansa en el fondo del
recipiente.
Si no hay fluido entre el cuerpo y el fondo del recipiente ¿desaparece la fuerza de empuje?, tal como se muestra
en la figura
Si se llena un recipiente con agua y se coloca un cuerpo en el fondo, el cuerpo quedaría en reposo sujeto por su
propio peso mg y la fuerza p1A que ejerce la columna de fluido situada por encima del cuerpo, incluso si la
densidad del cuerpo fuese menor que la del fluido. La experiencia demuestra que el cuerpo flota y llega a la
superficie.
El principio de Arquímedes sigue siendo aplicable en todos los casos y se enuncia en muchos textos de Física del
siguiente modo:
Cuando un cuerpo está parcialmente o totalmente sumergido en el fluido que le rodea, una fuerza de empuje
actúa sobre el cuerpo. Dicha fuerza tiene dirección hacia arriba y su magnitud es igual al peso del fluido que ha
sido desalojado por el cuerpo.
Flotación entre dos líquidos no miscibles
Un cuerpo sólido está sumergido en dos líquidos inmiscibles: agua y aceite. Determinaremos la densidad de
dicho cuerpo por dos métodos distintos:
El principio de Arquímedes
La ecuación fundamental de la estática de fluidos
El aceite que tiene una densidad 0.8 g/cm3 se sitúa en la parte superior y el agua que es más densa 1.0 g/cm3 se
sitúa en la parte inferior del recipiente.
La densidad del bloque es un número comprendido entre la densidad del aceite 0.8, y la del agua 1.0. Un cuerpo
de esta densidad flota entre los dos líquidos.
Principio de Arquímedes
Conociendo que parte del sólido está sumergido en aceite (fluido 1) o en agua (fluido 2), se determinará la
densidad de dicho cuerpo.
El principio de Arquímedes nos dice que si el bloque está en equilibrio, el peso del bloque debe ser igual al
empuje proporcionado por ambos líquidos.
Peso del bloque =empuje del agua + empuje del aceite
ρShg=ρ2Sxg+ρ1S(h-x)g
x=ρ−ρ1ρ2−ρ1hx=ρ−ρ1ρ2−ρ1h
S es el área de la base del bloque, h su altura, y x es la parte del bloque sumergida en agua.
En general, un cuerpo que flota en la superficie del agua, está sumergido en dos fluidos, uno es el agua ρ2=1000
kg/m3 y el otro es el aire ρ1=1.29 kg/m3. Habitualmente, se desprecia la densidad del aire frente a la del
sólido ρ y la del fluido ρ2, aplicándose la fórmula aproximada
x≈ρρ2hx≈ρρ2h
Ejemplo
Supongamos un bloque de h=20 cm de altura, observamos que el bloque está sumergido 13 cm en aceite y 7
cm en agua.
ρ·20=0.8·13+1.0·7
Despejando en la fórmula la densidad del sólido, obtenemos el valor de 0.87 g/cm 3.
LA PRESIÓN ATMOSFÉRICA
Es la fuerza por unidad de superficie que ejerce el aire que forma la atmósfera sobre la superficie terrestre.
La presión atmosférica en un punto coincide numéricamente con el peso de una columna estática de aire de
sección recta unitaria que se extiende desde ese punto hasta el límite superior de la atmósfera. Como
la densidad del aire disminuye conforme aumenta la altura, no se puede calcular ese peso a menos que pudiera
expresarse la variación de la densidad del aire en función de la altitud o de la presión, por lo que no resulta fácil
hacer un cálculo exacto de la presión atmosférica sobre un lugar de la superficie
terrestre. Además tanto la temperatura como la presión del aire varian
continuamente, en una escala temporal como espacial, dificultando el cálculo.
Se puede obtener una medida de la presión atmosférica en un lugar
determinado pero de ella no se pueden sacar muchas conclusiones; sin
embargo, la variación de dicha presión a lo largo del tiempo permite obtener
una información útil que, unida a otros datos meteorológicos (temperatura
atmosférica, humedad y vientos), puede dar una imagen bastante acertada del
tiempo atmosférico, en dicho lugar e incluso un pronóstico a corto plazo del
mismo.
La Ley de Charles es una ley de los gases que relaciona el volumen y la temperatura de una cierta cantidad de
gas a presión constante.
En 1787 Charles descubrió que el volumen del gas a presión constante es directamente proporcional a su
temperatura absoluta (en Kelvin): V = k · T (k es una constante).
Por lo tanto: V1 / T1 = V2 / T2
Nota: también se le llama Ley de Charles y Gay-Lussac por un trabajo publicado por este último en 1803.
Ley de Dalton:
La Ley de Dalton (o Ley de Proporciones Múltiples) es una ley de los gases que relaciona las presiones parciales
de los gases de una mezcla.
Ejercicio: calcular la presión de una mezcla de los siguientes gases contenidos en un recipiente de 2 litros a
100ºC:
20 gramos de O2
20 gramos de H2
20 gramos de CO2
Solución: para resolver este ejercicio vamos a combinar la Ley de Dalton y la Ley de los gases ideales (P·V=n·R·T):
PTotal = p1+p2+...+pn = n1·R·T/V + n2·R·T/V + ... + n3·R·T/V = (R·T/V) · (n1+n2+...+nn)
Entonces calculamos los moles de cada uno de los gases:
o 20 gramos de O2 = 20 / 32 = 0,625 moles
o 20 gramos de H2 = 20 / 2 = 10 moles
o 20 gramos de CO2 = 20 / 44 = 0,454 moles
La suma de los moles de gases es:
o n= 0,625 +10 + 0,454 = 11,08 moles
PTotal = (R·T/V) · (n1+n2+n3) = (0,0821 · 373 / 2) · 11,08 = 169 atmósferas
DENSIDAD
El significado de densidad se refiere a la relación entre el peso y el volumen de un cuerpo, o la cantidad de
materia que tiene un cuerpo y se puede medir en una unidad de volumen, como en el sistema internacional de
medidas que mide la densidad en la medida de kilogramo por metro cubico.
En el campo de las ciencias, es un concepto de la física y la química que establece la relación entre la masa de
un cuerpo y el espacio que ocupa, pudiendo referirse a la densidad relativa y la densidad absoluta, la densidad
media y la densidad puntual o la densidad aparente de una cosa o sustancia.
En el área de la demografía, la densidad se refiere a la cantidad de personas o individuos que habitan en un
determinado espacio. Como dijimos es la cualidad de lo denso, es decir de la acumulación de cosas o personas
en una superficie determinada. En lenguajes coloquiales decimos que una persona es densa cuando su
comportamiento es “pesado”.