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NO RESPONDER AL LLAMADO DE DIOS TRAE TRISTES RESULTADOS

Resistir el modelo de Dios endurece el corazón, Romanos 11:7-10.

Israel buscaba justicia por sus propios medios y desechó el modelo de Dios por su gracia, por
tanto no se sometieron a la justicia del Señor, de manera que sus corazones se endurecieron.
No seguir el camino de Dios, es emprender el nuestro y éste camino siempre dejará
insatisfacción, decepción y dolor.

Cuando alguien decide seguir su propio razonamiento, desechando el consejo y diseño de


Dios, el resultado es dureza de corazón, ceguera, aturdimiento y confusión. Se pierden las
bendiciones de la mesa, hay caídas frecuentes en el camino y fatiga ante el trabajo estéril.

Por la transgresión de Israel la salvación vino a los gentiles, Romanos 11:11-15.

La transgresión de Israel a la que se refiere Pablo es su incredulidad. En su soberanía y


conocimiento Dios sabía la actuación de Israel sin impulsar semejantes acciones; pero eso lo
usaría el Señor para enviar la salvación a los gentiles. Con esto se espera provocar a celos a
Israel y lograr la salvación de algunos.

Vemos una vez más la soberanía y poder de Dios para transformar una dificultad en una gran
victoria. Una adversidad en las manos divinas es transformada en una herramienta para el
logro de los planes del Señor.

Los gentiles deben cuidarse del orgullo, Romanos 11:16-21.

Pablo usa palabras como “las primicias… y la raíz” para referirse a Abraham, Isaac y Jacob.
La masa y las ramas hacen referencia al pueblo de Israel que salió de los lomos de los
patriarcas. Son santos, esto es escogidos, separados para Dios.

Los gentiles han sido injertados en el olivo genuino y participan de la rica savia del olivo. Pero
esto no debe producir orgullo y jactancia ante las otras ramas, pues es la raíz la que sostiene
a las ramas, no seas orgulloso, ya que así como Dios no perdonó a las ramas originales,
tampoco te perdonara a ti.

Bondad y severidad de Dios, Romanos 11:22-24.

El apóstol Pablo anima al gentil a permanecer en la bondad de Dios, esto es mantener la fe y


un corazón obediente, pues el Señor cuida de aquellos que en él confían. Lo contrario hará
que Dios corte la rama orgullosa y autosuficiente. Poderoso es Dios ante la fe de los israelitas
para volver a injertarlos en el buen olivo pues son las ramas naturales. Dios es bueno y siempre
está dispuesto para restaurar.

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