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Revista Latina de Pensamiento y Lenguaje Diciembre 1992, Vol. 1, No. 1 Pags. 58-73 Quiza el lenguaje no es un proceso o tipo especial de comportamiento: algunas reflexiones basadas en Wittgenstein: EMILIO RIBES*? AssoL CORTES? Y PATRICIA ROMERO’, Universidad Nacional Autonoma de México igo las voces que yo pienso, las voces que me piensan al pensarlas. Soy la sombra que arrojan mis palabras. "* "No veo con los ojos: lar palabras son mis ojos. Vivimas entre nombres; lo que no tiene nombre todavia no existe: Addn de lodo, ‘no un muneco de barro, una metéfora.* Octavio Paz (Pasado en claro, 1975) RESUMEN ‘Se plantea que el término de lenguaje no tiene un caracter téenico, sino que es un concepto multf- ‘Yoeo. Se propone para superar las dificultades intrinsecas a la definicién del lenguaje, considerar_ Jo, @ la manera de Wittgenstein como un juego que constituye una forma de vida consistente en. el conjunto de actividades significativas reales de los individuos que comparten un conjunto de ‘convenciones sociales. Se hace ver que el lenguaje no sigue las reglas de una gramética entendida como una disci- pina formal y prescriptiva. La gramatica es una abstraccién ‘‘a posteriori” de los productos y vestigios de la conducta real de hablar y escribir. Tiene sentido hablar de gramética s6lo si se le considera como una descripcin de los usos del lenguaje. El lenguaje, como se habla y escribe en. Ja vida disria, no se rige o ajusta a una gramética ideal supraordenada al lenguaje, El lenguaje © aprende como un proceso de entrenamiento y no con base a prescripciones o reglas. Por lo tan. fivos. ¢) Un dispositive social para construir nuevos sistemas contingenciales, Para estudiar dicha concepcidn del lenguaje se hicieron registros de Ins interacciones de diadas ‘madre-hijo, en las que los nifios tenfan 19, 24 y 34 meses de edad. Se encontré que en la diada de 19 ‘meses las interacciones tenian el lenguaje como medio, es decir el lenguaje como reacciones a los estimulos que implican su reconocimiento diferencial o permiten su reproduccin. En las otras {dos diadas disminufa el lenguaje como medio y se daba de manera irregular el lenguaje como ‘nstrumento, en el que las palabras sirven par cambiar la conducta de los demnds. El lenguaje {Una Primera versin de este trabajo fue leida en el Quinto Congreso Internacional sobre Lenguaje del Nino, Selebrado en Budapest (Hungria), del 15 al 20 de julio de 1990. 2 Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias * Escuela Nacional de Estudios Profesionales Iztacala 58 QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO 0 TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO 59 ABSTRACT ©) A social system used for the construction of new contingential systems We studied dyadic interactions between three mothers and hers children with the purpose of obtain Ta psicologia, en su intento por comprender el comportamiento humano, se ha di- rigido hacia el andlisis del lenguaje como la caracteristica crucial para distinguis ala con. ducta humana de la sub-humana (Mowrer, 1980; Piaget, 1952; Skinner, 1957; Slobin 1971; Watson, 1924). Esta Preocupacién ha sido abordada desde Posturas muy diversas res- Pecto a los supuestos sobre la naturaleza del lenguaje. Sin embargo, a pesar de ello, la mayorfa de los andlisis, sino es que todos, comparten una creencia comiin: el lenguaje es un fenémeno psicoldgico, y su morfologia es central para comprenderlo. La concep- cién del lenguaje como un fenémeno psicolégico tiene que ver con dos diferentes con. juntos de supuestos: a) El lenguaje es contemplado como conducta (cubierta o manifiesta) o como una clase especial de eventos en el ambiente (los estimulos verbales); 0 b) El lenguaje es visto como un indicador externo de Ia estructura misma de los Procesos cognoscitivos que tienen que ver con funciones tales como comunicar, recor. dar, imaginar, aprender, percibir, y asi por el estilo. Nos proponemos argumentar en contra de la concepcién del lenguaje como un fe- némeno pscicolégico, y con este fin. expondremos una alternativa conceptual basada ea la nocion de juego de lenguaje (Wittgenstein, 1953), as{ como algunos datos iniciales que ilustran la viabilidad empirica de esta perspectiva acerca del Jenguaje y de su relacién con el comportamiento*, La ular ls siguientes abreviaiones para citar el texto de donde fusron transcritas las notas de Witigenstein: LF. —Inv iones Filos6ficas S.L.C. —Sobre la Certeza O.S.LF.P. —Observaciones sobre la Filosofia de la Psicologia 60 EMILIO RIBES, A. CORTES ¥ P. ROMERO El lenguaje como juegos de lenguaje El lenguaje no es un término técnico. Es un término 0 concepto multivoco, con amplio rango de significados. El lenguaje es lo que la gente escribe y dice, pero es también a través y por medio de lo cual esto es hecho. El lenguaje tiene que ver con los sonidos que se pronun- cian as{ como con los signos que se leen y escriben, pero también se relaciona con los signift- cados transmitidos o representados por dichos signos. El lenguaje consiste en la manera global en que la gente habla, pero también tiene que ver con las palabras que se emplean (léxico), y con las reglas mediante las cuales se describen las maneras de hablar. El lenguaje es todo esto, mas sin embargo, no puede identificarse con ninguno de-estos aspectos. El lenguaje constituye un caso sumamente especial en el concierto de los términos ordinarios empleados en el habla, la estructura y la lectura cotidianas. El lenguaje es el tinico término que se “‘refiere”” a s{ mismo. Lenguaje es un término inclufdo en y usado en el lenguaje. Esto puede explicar la elusividad particular del término y su amplia multi- vocidad. Con el objeto de superar las dificultades intrinsecas a cualquier intento por de- finir al lenguaje, o siquiera para sefialar inequivocamente que aspectos comprende, recurriremos a la nocién de Wittgenstein acerca de los ‘‘juegos de lenguaje’”. Wittgenstein, en sus Investigaciones Filosdficas (1953) identifica al lenguaje y sus juegos con la red total de relaciones de la préctica social en la forma de convenciones. Wittgenstein piensa en el lenguaje como una forma de vida: “«,..E imaginar un lenguaje significa imaginar una forma de vida”’ (LF., p. 8, 19) En la medida en que el lenguaje articula y est presente en toda clase de actividad social imaginable, el lenguaje debe concebirse como una amplia diversidad de juegos, en los que los significados estén ligados a y constituyen una o mds formas de vida. A pesar de sus invarianzas morfolégicas y estilisticas, el lenguaje consiste en una multiplici- dad de juegos de lenguaje, todos ellos enmarcados en una forma de vida determinada: “‘Permanecemos inconcientes de la prodigiosa diversidad de todos los juegos de len- guaje cotidianos debido a que el ropaje de nuestro lenguaje hace que todo sea parecido” (LF,, p. 224, Tixi) “Debes tener presente que el juego de lenguaje es, para decirlo de algiin modo, al- go imprevisible. Quiero decir: no esté fundamentado. No es razonable (ni irracional). Esté alli como nuestra vida.”” (S.L.C., 559) EI mundo —o la realidad— como una colecién de cosas, acontecimientos y activi- dades, no es independiente del lenguaje como una forma de vid: “Bstamos acostumbrados a una clasificacién particular de las cosas, con el lengua- je, 0 los lenguajes, se han convertido en una segunda naturaleza para nosotros.”” (OS.L.F.P., I, p. 115, 678) Pero esto ¢ debido a que el lenguaje como una forma de vida consiste en las activi- dades significativas reales de los individuos que comparten convenciones sociales como précticas apropiadas y efectiv: “«__el término ‘juego de lenguaje’ intenta destacar el hecho de que hablar un len- guaje es parte de una actividad, o de una forma de vida.”” (LF., p. 12, 23) Un juego de lenguaje incluye palabras, frases y oraciones, pero no sigue, en ningin sentido, las “‘regias”” de la gramatica, si entendemos a esta ultima como una disciplina formal y prescriptiva. Cuando la gente habla, su discurso no constituye la manifestacién ‘de una gramatica abstracta que rige y regula lo que puede ser 0 no dicho, o como decir las cosas. Como uno de los autores lo ha subrayado previamente (Ribes, 1990) el lengua- je, como conducta real, no tiene gramatica. La gramatica, tal como se le concibe usual- mente, es una abstraccién a-posteriori de los productos y vestigios de la conducta real de hablar y escribir. Es una descripcién genérica de las practicas de lenguaje: QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO © TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO “‘La gramatica no nos dice como debe construirse el lenguaje con el fin de cumplir su propésito, con el objeto de tener tal-y-tal efecto en los seres humanos. Solamen- te describe y de ninguna manera explica el uso de los signos.”” (I.F., p. 138, 496) De hecho, la gramatica es una invencién de los juegos de lenguaje de los individuos. que los ejercitan de acuerdo a sus convenciones prdcticas. Si puede tener algtin sentido hablar de la gramatica respecto del lenguaje, es considerando a la gramatica como la des- cripcién —algunas veces imprecisa y demorada— de los usos del lenguaje como activida- des articuladas dentro de una forma de vida: “Las reglas de la gramética pueden ser llamadas arbitrarias, si eso significa que la aspira- cién de la gramatica no es otra cosa mds que la del lenguaje. Si alguien dice ‘Si nuestro lenguaje no tuviera esta gramatica, no podria expresar estos hechos’ —debiera preguntarse que significa aqui ‘podria’‘‘. (IF. p. 138, 497) La gramitica no constituye la condicién que hace adecuado o efectivo al lenguaje. Por el contrario, la gramética es la consecuencia del lenguaje como una prdctica social significa tiva. Las prdcticas mismas le imprimen su significado a la gramatica. Esto se debe a qu “‘...el significado de una palabra es una forma de usarla. Porque es lo que aprende- mos cuando la palabra se incorpora a nuestro lenguaje por vez primera.” (S.L.C., 61) “Cuando cambian los juegos de lenguaje cambian los conceptos y con ellos, los significados de las palabras.”” (S.L.C., 65) Con base en ésto, se propone un supuesto basico: el lenguaje, tal como se habla y escribe en la vida diaria, es un instrumento o herramienta ordenada. Su significado, sentido y estructura proviene de la prdctica convencional, y, por consiguiente, el lenguaje no necesita ser regido por o ajustarse a una gramatica ideal, abstracta, supraordenada al lenguaje mismo tal como éste tiene lugar en la forma de y en actividades desempefiadas nor- malmente por los individuos en sociedad. Debido a ésto: “*...estd claro que cada oracién en nuestro lenguaje ‘esté en orden tal como es’. Es decir, no estamos luchando por un ideal, como si nuestras oraciones ordinarias vagas no tuvieran todavia un sentido bastante fuera de excepcién, y se esperara de nosotros la construccién de un lenguaje perfecto.- Por otra parte, parece claro que donde hay sentido debe de haber orden perfecto.- De manera que debe de haber orden perfecto incluso en la oracién mAs vaga.”’ (I.F., p. 45, 98) Parecen haber tres maneras en las que Wittgenstein juega con el enguaje. Si plan- teamos tales usos del término /enguaje es con propésitos analiticos, pero es evidente que todos ellos estén estrechamente entrelazados, tanto en la concepcién de Wittgenstein co- mo en el fenémeno del lenguaje como una practica social cotidiana. Nos referiremos a estos usos del término como las dimensiones del lenguaje concebido como una forma de vida. Estas dimensiones tienen que ver con: 1) El lenguaje como el medio donde tiene lugar cualquier practica social y donde es po- sible dicha practica. Atin cuando el concepto del lenguaje como medio puede traer a colacién Ta analogia con los medios fisicos tales como la luz, el aire, el agua y otros més, en este caso, el medio —como en la teoria de campo de Kantor— representa donde puede tener lugar el fenémeno de la practica social significativa. El medio, en este sentido, es la condicién fun- cional que hace posible el fenémeno. La practica social es posible solamente en un medio concebide como convencién, inventada o creada a través de la practica misma: “zDe manera que estds diciendo que el acuerdo humano decide lo que es verdad y lo que es falso? —Es lo que los seres humanos dicen lo que es verdad y falso; y ellos concuerdan en el lenguaje que usan. No es un acuerdo de opiniones sino en la forma de vida.” (I.F., p. 88, 241) “Y este lenguaje como cualquier otro est fundado en la convencién.”"(LF., p. 113, 355) 61 a a 62 EMILIO RIBES, A. CORTES Y P. ROMERO El lenguaje como medio comprende la red total de significados de la prdctica social y los productos en los que una actividad particular puede tener sentido. El lenguaje es tanto el contexto como los elementos que permiten las més variadas actividades de los individuos dentro de un ambiente social y cultural. El lenguaje, como una forma de vida, representa la “‘segunda naturaleza”’ en la que la conducta humana, mediante la incorpo- racién de los elementos de esta realidad convencional, se vuelve significativa para y a través de los otros. El lenguaje como un medio se vuelve aparente en la forma de palabras (pronuncia- das y escritas) a través de las cuales opera la practica convencional. Atin cuando el len- guaje estd construido como palabras, el lenguaje se origina en la prdctica. Y es por m de la prdctica social que el lenguaje, como el resultado e instrumento de la convencién, se ve Tepresentado en la forma de elementos y reglas: ««...Bs primeramente el aparato de nuestro lenguaje ordinario, nuestro lenguaje de palabras, alo que llamamos lenguaje; y luego otras cosas, por analogia o compara- bilidad con ésto.” (.F., p. 138, 494) Estamos hablando acerca del fenémeno temporal y espacial del lenguaje, no acerca de algtin fantasma no espacial, no temporal... Pero hablamos de é! tal como lo ha- cemos respecto de las piezas en el ajedrez cuando estamos estableciendo las reglas del juego, no describiendo sus propiedades fisicas. La pregunta‘ {Qué es en realidad una palabra?” es andloga a ‘,Qué es una pieza en el ajedrez?’. "°(F., p. 47, 108) El aprendizaje del lenguaje como un medio comprende tres aspectos (Wittgenstein, S.L.C., 472, 476, 480): a) aprender acciones; b) aprender palabras y su uso; y c) aprender acerca de las cosas y las palabras, es decir, entender las acciones y los objetos a través del lenguaje. Estos son los fundamentos implicados en el aprendizaje de cualquier juego de Ienguaje, y muy especialmente, los juegos de lenguaje primitivos que tienen lugar en lo que nosotros, los psicdlogos, denominamos la ‘‘adquisicién del lenguaje””. Comprender y usar (como equivalentes a aprender) las palabras son la clase de actividades comprendi- das en el proceso en el que el Ienguaje se vuelve un medio para cualquier individu “Entender una oracién significa entender un lenguaje. Entender un lenguaje signi- fica dominar una técnica. °(LF., p. 81, 199) “Para una gran clase de casos —aunque no para todos— en los que utilizamos la palabra ‘significado’ puede definirse asi: el significado de una palabra es su uso en el lenguaje. ¥ el significado de un nombre se explica a veces sefialando a su porta- dor.” (LF., p. 21, 43) 2) EI lenguaje es el instrumento mediante el cual afectamos la conducta de otros, ¢ indirectamente, los objetos y acontecimientos en el mundo y a nosotros mismos —por su accién reciproca. Usar el lenguaje “significa dominar una técnica’. El lenguaje es como un conjunto de herramientas cuyo uso apropiado produce efectos y cambios a tra vés de y en otros. El lenguaje, como un instrumento, significa uso efectivo en relacién ala conducta de otros —y a los objetos y acontecimientos funcionales. Debido a ésto, aprender el Ienguaje como un medio est4 profundamente entrelazado con su uso como el instrumento de la prdctica convencional: “Uno no puede conjeturar como funciona una palabra. Uno tiene que mirar su uso y aprender de él.”” (ILF., p. 109, 340) Pensar en el lenguaje como un instrumento es pensar acerca de sus funciones. El Jenguaje esta altamente diversificado en los servicios que presta a la vida social: es usado para nombrar, para describir, para preguntar, para comunicar, para enseflar, para apren- der, para hacer, para rechazar, para buscar e indagar, para inventar, y muchas otras co- sas mas. Es imposible pensar en una actividad humana que se realice ‘sin el lenguaje”’. QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO © TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO 63 Pero el lenguaje, como cualquier juego, tiene un mimero limitado de “‘fichas”” 0 “‘pie- zas’’, en este caso, las palabras. Ser efectivo en el uso del lenguaje significa ser efectivo en el uso de las palabras y frases como instrumentos que producen resultados diferentes. El lenguaje como instrumento implica dominar las palabras mediante operaciones y cAlculos. Significa ser afectado por y afectar mediante el uso apropiado de frases y pala- bras en situaciones multiples y diversas. Al aprender el lenguaje como un instrumento (muchas veces como una empresa conjunta a su aprendizaje como medio), el individuo tiene que tratar con usos: “Ahora {Qué significan las palabras de este lenguaje? —;Qué se supone que mues- tra lo que significa si no el tipo de uso que tienen?. ” (.F., p. 6, 10) El lenguaje se convierte en un instrumento cuando el individuo aprende los signifi- cados de sus propias acciones cémo y mediante palabras. Las palabras en las acciones ‘© como las acciones (Austin, 1962) producen diferentes resultados en relacién a otras Personas y dependiendo de la situacién en la que se ejercitan. Las palabras y frases se tienen que aprender como componentes de diversas herramientas de acuerdo con el con- texto en el que se deben de usar: “Piénsese en las herramientas en una caja de herramientas: hay un martillo, una sierra, un destornillador, una regla, un frasco de pegamento, clavos y tornillos.- Las fun- ciones de las palabras son tan diversas como las funciones de estos objetos. (Y en ambos casos hay similitudes.). ”” (LF., p. 6, 11) “Es interesante comparar la multiplicidad de las herramientas en el lenguaje y de las maneras en que pueden ser empleadas, la multiplicidad de las clases de palabras y oraciones, con lo que los légicos han dicho acerca de la estructura del lenguaje (incluyen- do al autor del Tractatus Logico-Philosophicus).” (.F., p. 12, 23) La efectividad del Ienguaje como un instrumento se refleja y depende de su multi- vocidad. No obstante, los significados no constituyen retratos, descripciones o imagenes de las acciones y los objetos, que procuren 0 doten de sentido a las palabras. Los signifi- cados son el resultado del uso de las palabras en contextos sociales. Los significados son as palabras siendo usadas. La representacién es un paso posterior al significado efectivo, y el pensar tiene lugar solamente a través de la accién significativa comprendida en el uso adecuado de las palabras: “‘...——No podemos apartarnos de la idea de que usar una oracién involucra imagi- nar algo para cada palabra. No nos percatamos de que calculamos, operamos, con las palabras, y en el curso del tiempo las traducimos algunas veces a un retrato, algunas veces a otro.— Es como si uno tuviera que creer que una orden escrita pidiéndome una vaca se me debiera entre- gar siempre acompafiada de una imagen de la vaca, para que la orden no perdiera su significado.”* (LF., pp. 131-132, 449) “Cuando pienso en Ja forma de lenguaje, no hay ‘significados’ fluyendo por mi mente en adicién a las expresiones verbales: el lenguaje es él mismo el vehiculo del pensa- miento.”’ (I.F., p. 107, 329) Como se mencioné previamente, la naturaleza instrumental del lenguaje tiene que ver con los usos multiples de las palabras, pero también tiene que ver con la adecuacién de las herramientas a los resultados que se buscan. Atin cuando las palabras son limitadas en mimero, sus funciones son casi infinitas. Los conceptos son las funciones de las pala- bras (Ryle, 1979). ¥ los conceptos se originan en la diversidad de usos de las palabras de acuerdo a sus distintos propésitos. Por ello el aprendizaje del lenguaje como un instru- mento tiene que ver primariamente con el aprendizaje de los conceptos. Los conceptos No constituyen significados separados vinculados a las palabras, sino las funciones com- Prendidas en el uso técnico de las palabras de acuerdo a las situaciones y propésitos. Se 64 EMILIO RIBES, A. CORTES Y P. ROMERO pueden inventar palabras especiales como conceptos particulares, aunque la mayor parte del tiempo en el lenguaje ordinario las palabras comunes en uso se est4n reinventando constante- mente como herramientas funcionales. Los conceptos son el uso adecuado de las palabras: “Bl lenguaje es un instrumento. Sus conceptos son instrumentos. Ahora quizA uno piense que no hay gran diferencia respecto a cuales conceptos empleamos. Como, ssi después de todo, es posible hacer fisica en pies y pulgadas tan bien como en metros S y centimetros; la diferencia es meramente un asunto de conveniencia. Pero atin esto no es verdad si, por ejemplo, los célculos con algiin sistema de medicién exigen mas tiempo y problemas que el que es posible darles.”” (LF., p. 131, 569) El lenguaje es el instrumento mediante el cual la gente se relaciona una con la otra. No obstante, estas relaciones no deben explicarse por la comunicacién entre las personas debido al lenguaje. La comunicacién es un fenémeno que tiene lugar como una funcién especial del Ienguaje y no como equivalente al lenguaje: “No: ‘sin lenguaje no nos podriamos comunicar el uno con el otro” pero de seguro: sin lenguaje no podrfamos influir a otras personas de tal-y-tal manera; no podriamos construir caminos y méquinas, etc. Y también: sin el uso del discurso y Ia escritura Ia gente no se podria comunicar.”” (I.F., p. 137, 491) El cardcter instrumental del lenguaje permite el ajuste continuo de las palabras a nuevos propésitos. Cada vez que se le da una nueva funcién a las palabras bajo nuevas reglas —las prdcticas convencionales y sus criterios— se crea un juego de lenguaje. Debido a és- #6, su uso para crear o inventar nuevos juegos de lenguaje es inherente a la naturaleza instrumental del lenguaje, y en consecuencia, la creacién de nuevos instrumentos y herra- mientas que hacen posible una forma de vida: “fnventar un lenguaje podria significar inventar un instrumento para un propésito particular con base en las leyes de la naturaleza (0 en consistencia con ellas); pero también tiene el otro sentido, andlogo a aquél en el que hablamos de la invencién de un juego. Aquf estoy enunciado algo acerca de la gramatica de la palabra ‘lengua- je’ conectandola con la gramética de la palabra ‘inventar’.”” (LF., p. 137, 492) 3) El lenguaje como forma de vida constituye la circunstancia misma que da sentido a la prdctica, a la vez que implica los criterios que permiten identificar, también en forma de comportamiento, el cumplimiento de un determinado juego de lenguaje. El lenguaje, de este modo, se convierte, por decirlo de alguna manera, en la dimensién que da sentido a una préctica como cincunstancia o contexto funcional de si misma. La practica se dé como lenguaje dentro del lenguaje. Por ello, en un tercer nivel, el lenguaje como una for- ma de vida consiste en una diversidad de juegos de lenguaje que no sdlo constituyen el significado de las palabras, sino el significado de la vida misma: “Las palabras tienen sentido solamente en la corriente de la vida.”” (O.S.L.F-P., II, p. 116, 687) “© _S6lo hasta que hay un juego de lenguaje hay razones. ‘* (O.S.L-F-P., II, p. 116, 689) ‘Alin cuando los juegos de lenguaje pueden describirse con base en reglas que espe- cifican las funciones de las palabras y frases en relacién con su uso y resultados, son siempre el producto de una practica social previa. Los juegos de lenguaje, como activi- dades consistentes en una forma de vida, descansan en las consideraciones y creencias —originadas en las prdcticas sociales previas— que son los fundamentos de las reglas y criterios que describen su ‘‘significado”’. Los juegos de lenguaje siempre implican su- Puestos tdcitos que hacen posible que su préctica tenga sentido. Estos supuestos son in- herentes o intrinsecos a la practica misma de los juegos de lenguaje y constituyen, para decirlo en términos de Wittgenstein, la gramdtica profunda de ese lenguaje: _..Por lo tanto lo que hacemos en nuestro juego de lenguaje siempre descansa en una presuposicién técita.”’ (L.F., IV, p. 170) QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO © TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO 65 “*,..La consideracién es una parte de un juego de lenguaje. ¥ es por ello que un concepto estd en sus elementos dentro del juego de lenguaje.” (O.S.L-F.P., I, p. 109, 632) Y por este motivo: *« un juego de lenguaje sélo es posible si confias en algo (no he dicho ‘si puedes confiar en algo’).”” (S.L.C., 509) Una vez que un individuo domina un juego de lenguaje’y es capaz de despla- zarse de un juego de lenguaje a otro, el lenguaje no se restringe a funcionar como un mero instrumento para afectar al mundo a través de los otros, sino que se vuelve el instrumento que procura significado al mundo. Esto quiere decir que no sélo nos re- lacionamos con el mundo mediante el lenguaje, sino que relacionamos al mundo con nosotros en términos de los significados comprendidos en la practica de un juego o un conjunto de juegos de lenguaje particulares. Podrfamos enunciar de manera radi- cal que el mundo en que vivimos depende de o consiste en el juego de lenguaje que jugamos. Un juego de lenguaje define —tcita o explicitamente—: a) el dominio prctico del individuo en relacién a la efectividad de su conducta —incluyendo las herramientas de Jenguaje en un medio linguistico— en relacién a los objetos y acontecimientos, atin aquellos de naturaleza simbélica, asi como, b) los criterios por medio de los cuales se cumplen los resultados de un juego, y por consiguiente, como son efectivas las actividades com- prendidas en el juego de lenguaje. Resumiendo, la nocién de juego de lenguaje, tal como la desarrollé Wittgenstein, contiene los fundamentos para un andlisis psicolégico del lenguaje en el que el lenguaje no se considere per se un fendmeno 0 acontecimiento psicolégico. Los supuestos funda- mentales de este punto de vista son los siguientes: 1) EI lenguaje se aprende como en un proceso de entrenamiento, y no con base en prescripciones por reglas; 2) El lenguaje se aprende con base en supuestos y creencias, y los supuestos y creen- cias se aprenden con el lenguaje; 3) El lenguaje consiste primeramente en las palabras y frases que pueden ser dichas en ciertos contextos; 4) Bl lenguaje es usado en actividades en las que tienen sentido las palabras y las frases; 5) La gramitica del lenguaje se deriva del uso de las palabras en contexto; 6) El lenguaje es el vehiculo de las actividades humanas en relacién con otros; 7) El lenguaje es instrumental para afectar a otros y para ser efectivo con respecto a las cosas y las personas; 8) El lenguaje comunica mediante el habla y la es 9) El lenguaje es una forma de vida: abarca los significados de las actividades de! individuo respecto a su.mundo; 10) El lenguaje consiste en una diversidad de juegos auténomos en los que las pala- bras, las oraciones y la prdctica real tienen significados diferentes; 11) Las experiencias y actos individuales tienen sentido de acuerdo con y por medio del lenguaje, pero no son idénticas al lenguaje; 12) El lenguaje no constituye la expresién de ideas o la manifestacion de la influen- cia o el seguimiento de reglas cuando se habla y se escribe; 13) Aunque los nombres y las descripciones se emplean en el lenguaje, el lenguaje no consiste en nombrar y describir; y 14) Los juegos de lenguaje pueden aprenderse de manera prctica, sin reglas expli- citas ni criterios manifiestos. El aprendizaje de las reglas y criterios acerca de un juego de lenguaje no es lo mismo que aprender su practica. on EMILIO RIBES, A. CORTES ¥ P. ROMERO Lenguaje y conducta ZEs posible aceptar la nocién de Wittgenstein sobre el juego de lenguaje y a la vez concebir al lenguaje como un fenémeno psicolégico —del mismo modo que lo hacemos con el aprender, el pensar y términos similares? La respuesta a esta pregunta es negativa. La concepcién de Wittgenstein contempla el lenguaje estando siempre inmerso en la accién prdctica. El lenguaje, atin cuando se habla y escribe en la forma de palabras y Oraciones, no tiene lugar como palabras y oraciones. Las palabras y oraciones consti- tuyen componentes parciales integrados en una accién mas compleja que involucra mo- vimientos y sentires respecto de otras personas y las cosas. Aunque el lenguaje tiene una morfologia definida se torna funcional debido a su entremezclamiento con pautas de ac- cién simples o complejas. Las palabras y las oraciones nunca ocurren solas 0 por si solas. ‘Siempre forman parte de una accién o comportamiento, atin cuando por si mismas nun- ca son acciones 0 comportamiento. Una analogia entre el lenguaje y un sistema muscular estriado puede ayudar a com- prender las relaciones entre el lenguaje y el comportamiento. Un sistema muscular es significativo biolégicamente en un medio mecénico en don- de el movimiento es posible y funcional. Los musculos estén construidos, para decirlo en términos propositivos, con el fin de moverse y producir movimientos (desplazamien- tos). Los mtisculos, como sistemas biolégicos, comparten propiedades mecénicas con el resto de las entidades no biolégicas que se mueven en el espacio. El movimiento y Ia me- cdnica son el medio definitorio de la naturaleza de cualquier sistema muscular. A la vez, el movimiento, como cambio de locacién auto-iniciado 0 “espontdneo”’, no es posible sin misculos. Los misculos son las herramientas mediante las cuales ciertos cuerpos bio- l6gicos se desplazan. Los misculos son los instrumentos del movimiento, y mediante los miisculos ciertos organismos cambian de locacién y cambian la locacién de los objetos y de otros organismos. No obstante, parecen haber, cuando menos en el ser humano, circunstancias especiales en las que los efectos funcionales de sobre los miisculos no es- tan regulados por cambios externos, tales como cambiar de locacién o desplazar a otro objeto. Los efectos funcionales, en estos casos, se ven restringidos a ciertas formas de movimientos especiales en tanto movimientos, como ocurre en la danza, en la mimica, en el culturismo fisico y actividades semejantes. Los movimientos se vuelven significati- ‘vos per se, de acuerdo con condiciones y demandas particulares. 4Cémo abordaria un psicdlogo este tipo de problema? ;Estudiar{a las propiedades biomecdnicas de los miisculos y las relacionaria con las propiedades generales mecdnicas del ambiente como un sistema fisico? Obviamente no. ;Estudiarfa cada movimiento par- ticular 0 cada clase de movimiento y sus efectos especiales como desplazamiento en el espacio o como cambios mecdnicos sobre otros objetos y organismos? Seguramente no. zEstudiarfa el patrén morfoldgico de las danzas, la mimica, o las exhibiciones posturales de los muisculos? {Desde luego que no! Ninguno de estos aspectos tendria relevancia pa- ra el andlisis psicolégico de la danza, la mimica y el fisico-culturismo. ;Por qué entonces los psicélogos han hecho este tipo de cosas cuando se enfrentan al lenguaje? De manera sorprendente, los psicélogos han examinado sistematicamente las ca- racteristicas morfoldgicas del lenguaje (hablado y escrito), y han medido cuidadosamen- te como “‘crece”” en la forma de fonemas, sintagmas, palabras y oraciones, que se ajustan a un medio convencional concebido como gramdtica. También han buscado relaciones instrumentales especiales entre ciertas clases de palabras y oraciones y sus efectos sobre otros y sus acciones (locucién), asi como la relacién inversa concebida como compren- sion. Y, finalmente, se han dedicado al andlisis de la estructuracién y contenido de lo que se dice y escribe como Jos hechos significativos del lenguaje como conducta. Lo que QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO © TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO 67, se hace se ha vuelto secundario e incluso soslayable en comparacién con el andlisis for- mal de lo que se dice se escribe mientras se comportan los individuos. La psicologia ha sido incapaz de reconocer que aunque el lenguaje es omnipresente en cualquier comportamiento humano y su ambiente circundante, no constituye un fe~ némeno psicolégico. Inherente a tal fallo, es la opinién persistente acerca del lenguaje: a) como una clase de conducta; b) como un indicador que informa acerca de los fenémenos © acontecimientos psicolégicos “no observables”’; y, c) conto una actividad que compar- te ciertas propiedades morfolégicas, y por ende, funcionales con procesos psicolégicos no observables. ‘Atin cuando el lenguaje ocurre siempre en una acci6n (escribir, leer, hablar, gesti- cular, etc.), es algo mAs que acciones con una morfologfa especial. Es ‘*...la totalidad, constituida por el lenguaje y las acciones con las.que est enlazado”” (Wittgenstein, I.F., p. 5, 7). El lenguaje abarca el ambiente, las costumbres y practicas, las palabras y su estructuracién como discurso y estructura, y la conducta global que tiene lugar de tal manera. Toda la conducta humana es lingiltstica, incluso cuando las acciones comprendi- das no abarcan morfologias “‘lingiiisticas”’. Lo mismo puede decirse acerca de los objetos y acontecimientos en el ambiente. Todos ellos son lingiiisticos atin cuando no constitu- yuetas verbales, textos, sonidos verbales o materiales por el estilo. Wittgenstein da algunos ejemplos de lo que son juegos de lenguaje: “Dar érdenes y obedecerlas- Describir la apariencia de un objeto, o dar sus medidas- Construir un objeto a partir de una descripcién (un dibujo)- Informar acerca de un acontecimiento- Especular acerca de un suceso- Formar y probar una hipétesis- Presentar los resultados de un experimento en tablas y diagramas- Escribir una historia y leerla- Actuar una obra- Cantar a coro- Jugar a las adivinanzas- Hacer un chiste; contarlo- Resolver un problema de aritmética practica- Traducir de un lenguaje a otro- Pedir, agraceder, maldecir, saludar, rezar-". (L.F., p. 11, 23) El lenguaje siempre ocurre en acciones pero el lenguaje no es equivalente a ta- les acciones. De la misma manera, las acciones pueden no parecer lingiifsticas en cuan- to a su morfologia se refiere, pero son lingiiisticas. Al ver una mesa, ver constituye un episodio lingiifstico atin cuando no veamos “‘a través”” de palabras ni la mesa tenga una etiqueta nombrdndola. No vemos colores, formas, tamafios y otras caracterfsti- cas y posteriormente nos percatamos, mediante una reconstruccién verbal explicita —conciente o inconciente— de que estamos viendo una mesa. Vemos solamente una mesa, puesto que hemos aprendido mediante el lenguaje (escuchando a las acciones de otros) que una mesa es una mesa. Estamos seguros 0 confiados de que cuando ve- mos una “mesa” estamos de hecho viendo una mesa. Esto ocurre atin cuando no sepa- mos porqué es una mesa. Pero ver y conocer son diferentes, puesto que implican diferentes juegos de lenguaje: “Cuando el nifio aprende el lenguaje, aprende al mismo tiempo que se requiere in- vestigar y no investigar. Cuando aprende que hay un armario en la habitacién, no se le ensefia a dudar acerca de que si lo que ve posteriormente es todavia un arma- rio 0 slo un tipo de decorado.”* (S.L.C., 472) 68 EMILIO RIBES, A. CORTES ¥ P. ROMERO “‘Deberia decirse que el nifio aprende a reaccionar de tal y tal manera; y, al hacer ésto, todavia no sabe nada. El conocimiento empieza solamente en un nivel poste- rior.”” (S.L.C., 538) Ver, sentir, aprender y pensar, para nombrar solamente algunos de los fenémenos psicolégicos fundamentales descritos en y por el lenguaje ordinario, son fendmenos lin- gulisticos. Esto no significa que tiene lugar algiin tipo de hablar, escuchar, leer o escribir internos mientras la gente ve, piensa o siente. Lo que intentamos decir es que cualquier actividad humana como comportamiento esté impregnada de lenguaje, porque tiene lu- gar en un ambiente que esta construido a través de y como lenguaje, y debido a ello siem- pre ocurre dentro de las rutas fijadas por el lenguaje, sea o no la conducta en cuestion morfolégicamente lingiiistica. Vemos, sentimos y actuamos el mundo de acuerdo con una forma de vida s6lo posible como lenguaje. Debido a ésto, incluso reacciones tan simples como reconocer cuando se vé son lingiiisticas. Ver, sentir, pensar y muchas otras relacio- nes conductuales tienen lugar siempre dentro de los limites de multiples juegos de lengua- Je. No es lo mismo ver cuando un nifio ve un diamante que cuando lo hace un comerciante en joyas. El objeto es el mismo pero los distintos “‘verlo”’ son cualitativamente diferen- tes, y el conocimiento posterior acerca de ello también diferir4. Con base en el andlisis de los diversos niveles conceptuales cubiertos por la nocién de juego de lenguaje, propondremos una concepcién psicolégica acerca de como visuali: zar a la conducta como parte integral de los juegos de lenguaje. Obviamente, como un primer paso en esta direccién, no se estableceré ninguna distincién entre el comporta- miento verbal y el no verbal, o entre conducta lingiiistica y no lingilistica. Estas distincio- nes tienden a aislar conductas en términos de sus morfologia, segregando los patrones interactivos, cuyos componentes, por s{ mismos, carecen de significacién funcional. Debido a ésto, las palabras, los movimientos y las reacciones ante acontecimientos nunca tienen lugar por separado. Aunque un anilisis psicolégico del lenguaje puede to- mar en cuenta las palabras y las expresiones, éstas deben considerarse solamente parte de un episodio en el que se vuelven funcionales de acuerdo con la accin en la que estén integradas y a la situaci6n en la que tienen lugar. Volviendo a nuestra analogia previa, buscar la significacién de las palabras y las expresiones en y por si mismas 0, atin peor, suponer que las palabras y expresiones procuran el significado de las acciones, seria equi- valente a pensar que los movimientos especiales de miisculos particulares de las patas y cabeza de una rata son los datos bisicos y procuran el significado respecto de una clase de conducta operante de oprimir una palanca bajo cualquier programa de reforzamiento. En la propuesta por hacerse, concebimos el lenguaje de tres maneras: 1) Como una coleccién de variados sistemas contingenciales, que procuran el me- dio donde la conducta es significativa; 2) Como un sistema reactivo adquirido que permite al individuo interactuar con otros individuos y con los objetos y acontecimientos sociales significativos; y 3) Como el dispositivo social mediante el cual los individuos pueden construir nue- vos sistemas contigenciales que afectan la funcionalidad de los objetos, los acontecimientos y las conductas de otros y la propia. Estas caracteristicas del lenguaje no constituyen procesos o factores psicoldgicos. No obstante, son la cubierta o contenedor dentro de los cuales tiene lugar y se torna sig- nificativa la conducta del individuo como fenémeno psicolégico. Las caracteristicas 0 propiedades del lenguaje previamente delineadas constituyen las dimensiones que enmarcan y nutren las funciones de cada conducta humana. El lenguaje es a la conducta lo que la geometria es a la fisica. La tarea de la psicologia tiene que ver con el anilisis de la organizacién funcional de la conducta —como interaccién— con base en las dimensio- nes lingiifsticas de la situacién que la ambienta. Atin cuando pueden ser relevantes algunos QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO 0 TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO. aspectos morfolégicos del discurso y la escritura en tanto acciones, su papel ¢ importancia debe considerarse con base en el tipo de episodio situacional en el que tienen lugar. Por ello, el énfasis observacional y analitico debe reorientarse hacia la naturaleza del juego de len- guaje en el que ocurre la conducta y hacia las propiedades funcionales de la conducta misma en correspondencia con las ‘‘reglas’” situacionales que regulan ese juego de lenguaje. En un trabajo previo, Ribes (1986) ha descrito cinco clases generales de interaccio- nes en las que puede estar comprendida la conducta en relacién con el lenguaje. Intenta- remos ubicarlas como interacciones funcionales de acuerdo con las dimensiones del lenguaje en que tienen lugar. Estas dimensiones, como se describieron anteriormente, corresponden a los papeles del lenguaje como un medio, como un instrumento, y como circunstancia y criterio de una forma de vida. El lenguaje puede concebirse sdlo como un medio cuando se examina la adquisicién del lenguaje y el aprendizaje de un nuevo ambiente y sus practicas relacionadas. El lenguaje se torna significativo para la psicologia en relacién con la adquisicién de un sistema reactivo convencional (el problema tradicional de la ‘‘adquisicién del lenguaje”’) cuando se analiza el desarrollo de nuevas acciones que se ajustan a un ambiente particular (decir cosas y hacer co- sas de acuerdo con las demandas situacionales), y el desarrollo de una reactividad diferencial alas acciones de otras personas y de los objetos y acontecimientos (comprender y reconocer la integraci6n de los pardmetros fisicos y lingiiisticos de los estimulos y su relacién con las acciones). Estas caracterfsticas del lenguaje en su vinculacién con la conducta son perti- nentes a las interacciones contextuales y selectoras de acuerdo con Ribes (1986). El lenguaje como un instrumento es pertinente a las interacciones en las que ha- blar, leer y decir, mientras se actiia, son efectivas en la produccién de cambios en la con- ducta de los otros y en los objetos y acontecimientos en el ambiente. En esta dimensién de 1a aptitud lingilistica, el individuo es efectivo mediante el lenguaje ya sea cambiando la conducta de los demas en relaci6n a él, 0 cambiando la conducta de los demAs respecto de los efectos de los objetos y acontecimiento del ambiente que le afectan. El lenguaje se vuelve significativo para la psicologia en términos de su naturaleza actuativa (para utilizar el término de Austin, 1962), que abarca la efectividad situacional de las palabras y expresiones como parte de las acciones. El lenguaje como un instrumento se relaciona con las interacciones suplementarias, selectoras, y, parcialmente, con algunos aspectos de las substitutivas referenciales, de acuerdo con Ribes (1986). El Ienguaje como una forma de vida incluye, obviamente, al lenguaje como medio y como instrumento. No obstante, referirse a una forma de vida no se restringe a las prdcticas reales, sino, principalmente, a los criterios que enmarcan las dimensiones fun- cionales que le otorgan su significacién contextual en cada circunstancia. Los criterios y dimensiones funcionales de las practicas son el micleo que define a un juego de lengua- je. En este sentido, el lenguaje se convierte, empleando Ia metafora de Wittgenstein, en “Jos anteojos conceptuales”’ a través de los cuales los individuos ‘“‘miran’’ su mundo y su propia prdctica. La ciencia, la religién y el arte, son ejemplos prominentes de esta tercera propiedad del lenguaje respecto al comportamiento, por lo que, én consecuencia, la psicologia debiera interesarse por su estudio en la medida en que el lenguaje no sélo representa un ambiente global de la prdctica individual, sino también el producto y crea- cién resultante de ciertas clases y circunstancias especiales de practicas individuales. El lenguaje como dimensiones y cr'terios funcionales tiene que ver con la modulacién de las contingencias ‘‘para’’ otros mediante la accién convencional, y con la construccién © creacién de contingencias. El lenguaje practicado por los individuos modula y crea las condiciones en las cuales otros individuos pueden ser efectivos en sus interacciones con ciertas situaciones. Se relaciona con las interacciones substitutivas referenciales y no re- ferenciales de acuerdo a Ribes (1986). 69 70 EMILIO RIBES, A. CORTES ¥ P. ROMERO El lenguaje como medio es equivalente a las funciones que adquirieron los objetos y acciones como sefiales convencionales. Comprende las reacciones inducidas por los ¢s- timulos, las reacciones diferenciales o el reconocimiento diferencial de los estimulos, y la reproduccién de los estimulos. El lenguaje como instrumento se convierte en practica efectiva dentro de situaciones convencionales, y abarca las acciones mecdnicas integra- das con gestos, discurso, lectura y escritura, cuyo resultado lo constituyen consecuencias mecénicas, convencionales y conductuales. El lenguaje como dimensién o criterio, 0 co- mo cinrcunstancia, equivale a una concepcién del mundo, ya sea técita 0 expresa: modula Jo que vemos y como lo vemos, lo que sentimos y como lo sentimos; de qué y como hablamos nos comportamos, y ast por el estilo. El lenguaje constituye una forma de'vida y las reglas y criterios que la definen. Comprende acciones locutivas y escritas en que: a) son afectadas las interacciones de otros en relacién a las personas, objetos y acontecimientos, b) es afecta~ da la conducta misma del propio individuo que acta lingtttsticamente, y c) el lenguaje mismo como un objeto sufre cambios y es objeto de influencia. “ Algunas observaciones conductuales preliminares acerca del lenguaje A pesar de que nos hemos sentido insatisfechos con los anélisis tradicionales de la adqui- sicién y funciones del lenguaje basados en categorias provenientes de la gramatica y la linguistica (incluyendo a la pragmatica) de manera sorprendente, los enfoques conductistas del lenguaje y su adquisicién también han recurrido a los andlisis con base en palabras, oraciones y particulas gramaticales consideradas como conducta verbal (Skinner, 1957: Staats, 1968; Whitehurst y Zimmerman, 1979). Atin cuando las tendencias recientes sobre el andlisis de diadas (Moerk, 1980; Rondal, 1980) destacan la naturaleza interactiva del Jenguaje, y particularmente de su adquisicién, el énfasis en dimensiones morfolégicas del discurso y su aislamiento analitico de la practica situacional efectiva, han perpetuado las limitaciones tradicionales caracteristicas de este campo. Por ese motivo hemos revisado algunas filmaciones de video sobre interacciones madre- hijo(a) con el fin de explorar la viabilidad de observar la adquisicién del lenguaje desde una perspectiva distinta, en la que 10 se identifica al lenguaje con un tipo especial de acciones, y de manera muy especial, con expresiones y vocalizaciones. Los datos que se presentan consisten en registros de las interacciones de tres pare- jas o diadas de madre-hijo(a), con nifios de distintas edades: 19, 24 y 34 meses de edad. Los registros incluyen solamente una sesién de 30 minutos para cada pareja observada. Las diadas observadas pertenecian a la clase media socioeconémica, y las tres madres traba- Jaban en una actividad productiva, teniendo estudios universitarios. De los miembros de Jas tres diadas el menor siempre era una nifia. Se les observé en su propio hogar, dandoles instrucciones a las madres para que interactuaran normalmente con sus hijas durante la hora de la comida, la hora del bafio, o la hora de juego. Las tres madres de las diadas aqui reportadas escogieron interactuar durante la hora de juego. Los datos codificados que aquf se presentan incluyen solamente los 15 minutos intermedios de la sesién. Las figuras 1 y 2 describen la duracién acumulada por sesién de conductas que in- yolucran al lenguaje bajo dos clases de contingencias: contingencias abiertas y cerradas. Las contingencias cerradas comprenden aquellas situaciones en las que se identifica o establece un criterio de efectividad para la conducta, en este caso ya sea por la madre, ya sea por la hija. Por el contrario, en las contingencias abiertas, no se identifica ningtin cri. terio de efectividad. Los episodios se registraron tomando en cuenta tanto a la madre como la nifia como centro de la contingencia interactiva, de modo que se grafican por separado. QUIZA EL LENGUAJE NO ES UN PROCESO 0 TIPO ESPECIAL DE COMPORTAMIENTO 71 Como puede observarse en la figura 1, en la diada de 19 meses de edad Ia mayor Parte de las interacciones bajo contingencias abiertas consisten en formas de lenguaje como medio, tanto en Ia madre como en la nifia. El énfasis en vincularse a conducta tipo-medio desaparece virtualmente en las madres de las otras dos diadas, las de 24 y 34 meses. Las nifias muestran también un decremento significativo. La conducta tipo- instrumento es baja e irregular, y la conducta tipo-circunstancia o criterio es virtualmen- te inexistente. EPISODIOS DE CONTINGENCIA ABIERTA BMMeDio GEBINsTRUMENTO [I cIRCUNSTANCIA ame 2434 fae: aaeewe outro EDAD EN MESES iwrawre EPISODIOS DE CONTINGENCIA ABIERTA | Bm MEDIO — circunstancia ia ravines oma povtre EDAD EN MESES. Fig. 1y 2 Muestran la duracién acumulada por sesién de conducta como medio, instrumento y circunstancia. cen episodios de contingencia abierta y cerrada para ambos miembros de Ias diadas. 72 EMILIO RIBES, A. CORTES Y P. ROMERO. En la figura 2 pueden observarse las interacciones bajo contingencias cerradas. Ain cuando la conducta-medio es todavia la conducta més probable, también se dedica una porcién de tiempo significativo a la conducta tipo-instrumento. Es interesante hacer no- tar que en las nifias, bajo contingencias cerradas, se da un incremento en la ocurrencia de la conducta tipo-medio aparejada con la edad, y un decremento en la conducta-instrumento, que en el caso particular de las diadas examinadas, parece constituir una funcién inverti- da respecto del tiempo dedicado por las madres a este tiltimo tipo de comportamiento. Las contingencias cerradas en edades tempranas no parecen favorecer o estimular la ocu- rrencia de conducta tipo-circunstancia 0 criterio. La figura 3 muestra la longitud media de produccién verbal (LMPV) en ambos miem- bros de las diadas. Puede observarse que no hay diferencias notorias entre las nifias de distintas edades, y que pueden identificarse algunas diferencias muy reducidas entre las madres. En la figura 4 se muestra el indice de diversidad lexical (IDL) para ambos miem- bros de las diadas. Parece existir una relacién opuesta entre la diversidad lexical en la madre y en la nifia, observandose la reduccién en la diversidad lexical de la nifia de 24 meses en comparacién a las otras dos nifias, y el aumento en la diversidad lexical de su madre en comparacién con las otras dos madres. Estas medidas morfolégico-formales, el LMPV y el IDL, no parecen arrojar evidencia que refleje cambios en la conducta de las madres y de las nifias, a diferencia de lo que ocurre con los datos de las figuras 1 y 2. Obviamen- te, es importante sefialar que es peligroso interpretar los datos comparativos de edades en diadas distintas como si fueran datos longitudinales de una misma diada. No obstan- te, no es nuestro propésito extraer conclusiones sobre la adquisicién del lenguaje con base en los datos mostrados. Se trata solamente de destacar Ia factibilidad de una aproxi- maci6n interactiva que examine la conducta dentro del lenguaje y no como equivalente al lenguaje, a la vez que se contrasta la gran significacién funcional de este tipo de evi- dencia respecto de las medidas tradicionales formales abstraidas a partir de la observa- cién de interacciones diddicas. No es suficiente observar interacciones en diadas. Es indispensable disponer de un sistema.categorial que permita captar las dimensiones fun- cionales de las interacciones reales. El conteo de ocurrencias de tipos de morfologia o unidades formales anula, de hecho, cualquier andlisis interactivo y funcional. LONGITUD MEDIA DE PRODUCCION VERBAL SPapurro | ZA nantes

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