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emir sader el nuevo topo Uno de los grandes temss de iz poitica es reconocer cudndo, hay un cambio de épcca, cuéndo irumps lo nuevo, au8 pracesos preparan ese movimiento. Marx pensé en estas ‘ovestones usands la imagen dal topo: ese bi 58, ‘enfermo y rag, pero dotado de ura gran saciencia y ‘bstinacién, que cava tuneles bajo la terra y, cuando menos se lo espera, abre una brecha y subs aie superficie, emir sader el nuevo topo Emir Sader retorna esta metéfora para datnir el pronésito mismo de eu loro: ET nusvc tose exclora os recientes oroosses ce trensformacion social en América Latina y rasta les formas cconeretas que asume hoy la lucha anticaptelsta. Para alle analze los gobiemnas de a regién y ios escenario polticos act. ‘oaséndoles por un tamiz crtice y esciarecedor. Ds preguntas urgentee: Jan qué macida esos gobieros trebajan nia cresctén de un orden oosneciiberal?, zoémo se articuan los frentes oposiiores de derecha y ce izqulerda?, .sémo disefiar una esirategie ce coder en sentido prograsista yun proyecto regional s6ide? Sobre EI nuevo topo, Alvaro Garcia Linera, socibiogo betviens, ha escrito: "Sacer, evaluando a! largo recorico ds las astratezias 8 poder dl Ultimo sigio, nos carvace a sbenconer le comprensién el presente desde los deseos 0 las ausencias, que den ugar & los voluntarismos venquardisies © @ ios pasimismos peralzantes, y os reta a sumergimos en le comorensién miltante del ‘movimiento 10] que Se desenvusive ante nuestros ojos’. Movimento de luchas, porque es 2h! y sdlo shi donde ae esconds 6) topo’, e8 decir, el suleto de la actual potencia emancipadore anticeptaiste. Comprensién miltante, porque ésa es ia inice fuerza intelectual productive ue puede impuisa ls ariculeciones yy organizaciones necesaras para ous Js cotencia devenga en hecho, en astrategia de poder SRK] sisloveintiune erores EL NUEVO TOPO los caminos de la izquierda latinoamericana emir sacer cLacso. KI sere ‘Traduccién: Laura Granero RevisiGn de la waducci6n: Teresa Arijén EL NUEVO TOPO los caminos de la izquierda latinoamericana emir sader SK] sigloveiatiuno Ceo cLacso Indice ‘Gantemala 4824 (c1gegnUT), Buenos Aires, Argentina Sie verte odor, w= a= ox. Gerd aap nb Deleuio Coonsn (ogc), D2, México Til vena ao epata aor 9 SetorForenan ithe Canto 67 Met tae Presentacion, Alvaro Garcia Linera 9 Asdi CLACSO enna co el poy den Agencies de Demos —— 4 Sinan ASB srSouth nec de prevent volmen concn el apeo del Soule 1. El nuevo topo ea Exchange Programme for Research on History of Development ( eee ee oo vworclacsoorg / wneaidiorg / wivsephiscom 1Los ciclos latinoamericanos del to 39 8. pO Los ciclos de lucha 52 Los ciclos neoliberales 55 resent El posneoliberalismo en América Latina 59 $08 pj 2ixls en. (Socologay polities. Pensa dene el su Traducdo por: Laura Grenero 2. La crisis hegeménica en América Latina 65 ISBN Ofs0b7 6200004 El modelo desarrollista 65 1, Teoras polices. 1. Laura Granero, td Il Titulo La hegemoni 67 eopss La crisis hegeménica a a Los nuevos caminos de América Latina B 3. Blenigma Lula 7% Criticas de la derecha y a izqnierda al gobierno de Lula 80 Diseio de eubiera Pees Tebbes a base eee 83 jento del PT y de Lula en el escenario ISBN 9759875200044 , Inmpreso ens Artes Grins Dele // Amirance Soler 2450, Avellaneda Ele 1 Lula que realmente existe 94 fon el mes de septembre de 20 Hecho el depésito que marca Impreso en Argentina // Madi # - El desafio te6rico de la izquierda latinoamericana La orfandad de la estrategia Reforma y/o revolucién 6 EL NUEVO TOPO La légica ultraizquierdista io La logica reformista ie Las tres estrategias de la izquierda latincamericana 5, El futuro de América Latina Etapas de la lucha antineoliberal (Hacia una América Latina posneoliberal? 199 Glosario de los principales nombres y siglas citados Los caminos Los caminos, los caminos no se hicieron solos cuando el hombre, cuando el hombre dejé de arrastrarse, Los caminos, Jos caminos fueron a encontrarse cuando el hombre, cuando el hombre, ya no estuvo solo. Los caminos, los caminos que encontramos hechos son desechos, son desechos de viejos vecinos. No crucemos, no crucemos or esos caminos porque sélo, porque sélo son caminos muertos, PABLO MILANES Sofiar es necesario, ero con la condicién de examinar con atencién la vida real, de confrortar nuestra observaciones con muestro suet, de realizar escrupulosamente nuestra fantasia, ‘VLADIRAR LENIN Presentacién. Alvaro Garcia Linera* Lauchas, poder, victorias demociticas, hgemonias lees, son com cepios que resumen las endencias de la vida politica del continente la- tinoamericano durante la iiltima década. Pese a las marchas y contramarchas, no habiamos vivido una experiencia politica con esas, caracteristica, ycon tna extensién territorial como la de este periodo. fios, la izquierda esperaba grandes insurrecciones arma- das que llevaran al pueblo al socialismo, pero lo que tenemos ahora son grandes sublevaciones que reconquistan la democracia, ‘aragua, Paraguay y Ar~ gentina dieron lugar a gobiernos progresistas y, en algunos casos, revolucionarios, En fincién de la presencia movilizada del ineoliberal, cada pais avanz6 con mayor © menor id en el desmantelamiento de los monopolios Ia economia y la politica neoliberales, aunque ain e consolidacién de este avance po] Emir Sader, amigo y profesor nuestro, académico y nos convoca a vivir este particular momento politico contin. esto es: a conocerto y transformarlo, a partir de sus antecedentes historicos, de las conquistas populares aleanzacias, de los grandes fracasos soportados, de las antiguas estrategias le poder fallcias y de las potencias y limites contenidos en las actuales fuerzas socia- Jes en movimiento de emancipacién, + Socidlogo boiviana, 10 ELNUEVO TOPO inoamérica hoy lidera los cambios politicos y econé- en el desmontaje del neoliberalismo planetario, como bien muestra Emir, no existe na estrategia de poder de la iz- quierda para apuntalar un proyecto regional conjunto mas rte capaz de dar cuenta de lo obrado En contraste con las pasadas reformas democraticas y las guerras de guerrillas, hoy en dia estamos ante una lucha hegeménica, que toma la forma de una guerra de posiciones —en el sentido grams contra la mercantilizacién de todos los ambitos de la vida y como el ugar de consolidacién de procesos redistributivos de la riqueza so- cial, Sin embargo, este proceso atin se presenta como iniciativas lo- cales fragmentadas que, por lo general, son mas bien una respuesta Jmientos que una conduc La consolidacién de un orden posneoliberal, actual horizonte de Jos movimientes populares nacionales, no podré producirse sino en. que es precisamente la gran su construcci6n continental y mun diferencia territ respect a los anteriores del siglo XX. Ahora bien, que ese posneo- lberalismo sea, 2 la vez, el inicio de un largo proceso emancipador poscapitalista dependers de sila fuerza dirigente de este proceso es la sociedad movilizada o la iniciativa de los gobiernos. juando el largo recorrido de las estrategias de poder lo, nos convoca 2 abandonar la comprensién del huntarismos vanguardistas o a los pesimismos paralizantes, y nos reta a sumergirnos en la comprensin militante de! “movimiento real que se desenvuelve ante nuestros ojos” (Marx). Movi real de luchas, porque es ahi y s6lo ahi donde se esconde el “Viejo ante, porque ésa es la tinica fuerza productiva intclectiva que puede impulsar las articulaciones y or ganizaciones necesarias para que la potencia devenga en hecho, n estrategia de poder. Introducci6n MEDIO sIGLO de un periddico que anunciaba ese acontecimiento hist6rico, mi tarde conocido en todo el mundo. in y el proceso histérico que la sucedié marcaron liltimo medio siglo que una parte importante de iversas generaciones ya no podra comprenderse sin 0, la Guerra Fria se encargé de multiplicar el efecto de la revolucién cuando transformé a Cuba, dida, en una de las dos esquinas donde indo polarizado ~el capitalista y el soci jsta~ se enfrentaron. Basté que un pequefio pais, una isla del Caribe a 140 km de los Estados Unidos y con una economia primario-exportadora del de! dia en América Latina yel hemisferio occidental para que los rumbos de la historia con- tempornea y de la vida de millones de personas experime: ran Hasta entonces, para nosotros, en Brasil yen América socialismo era algo remoto, asiitico, habitado por pers legendarios, casi sobrenaturales, como Lenin y Mao Tsé-Tung. I, pero casi no hablébamos de la revoluci 1952, El significado de una revolucién segui muy vago. boliviana de endo impreciso y unque su validez continuaba restringida al periodo 12 EL NUEVO TOPO es raices nacionales y concretas. y Del Socialismo utépico al socialismo nncia heroica, pero derrotada, de INTRODUGCION 13, ional, la que a Hablabamos de las has a clai Comuna de Paris, através de Los diez dias que estremecienon aban en La historia dela Revotucén Rusa de Trot nnistas, pero éstos no nos ponian en el camino de has concretas por el socia- 10 y el comunismo, A lo sumo se limitaban a participar en lianzas politicas que defendfan reformas progresis Jadas que no paises. No aleanzaban a insertarse en la realida: representaban de afirmacién de nues La verdad es que los grandes episodios politicos -como los de Geuilio Vargas tuvieron igentes y a sus fuerzas nacio- nalistas, mientras la izquierda se limitaba a discutir si deberia ono apoyarlos. En sintesis, la iqquierda no tenfa fuerza decisiva o pola rizadora en los escenarios p de Anarces, is que eremecieron al mundo, Barcelona, Akal, la Rvaucién Rus, Barcelona, Ry R, 2007 adie I prof arma, El prof ds ‘mado, Santiago de Chile, Lom, 2007, todos dictadores aliados de los Estados Unidos y pi en el poder por ese pais En realidad era apenas aquella fr Sabiamos del Aconcagua y del Ti geogratia, Lefamos la literatura europea y enter lade Europa, para nosotros no ¢: red tango, al bolero y, a veces, a alguna presentada por las peliculas lacrimosas de Pemex. Adem, el cine Iatinoamericano se limitaba a las peli o argentinas, Las guerras de independencia nos eran totalmente ajenas porque estaban ausentes de los programas escolares, que prefe- los casamientos de los emperadores europeos. Ni con la misma guerra de independencia que 7 Arnis de ese golpe comensb a usar el término “gorla” para deno- ‘minaralos militares golpistn, 14 ELNUEVO TOPO colonizador. Tampoco, ni siquiera hoy, existe para nosotros la Batalla de Ayacucho, aunque se haya tratado de un aconteci- miento determinante en la historia de nuestro continente, pues representé la derrota definitiva de las tropas espafolas obligadas a enfrentar la unién de los ejércitos latinoamericanos, Contébamos con una visién folciérica, cinematogréfica, de Pancho Villa y Zapata, pero no teniamos la més minima idea del sentido profundo de la Revolucién Mexicana. Perén no era mas que un Gettlio argentino. No sabfamos nada de la historia de Uruguay, de Chile, de Per, entre tantos otros vecinos nuestros. Artigas, Battle, Yrigoyen, Recabarren, Pedro Aguirre Cerda, Mariategui eran nombres totalmente sin sentido para nosotros. La victoria de Allende en Chile nos tomé completamente despre- venidos y no podiamos entender cémo -mientras por aqui reinaba Ia dictadura militar- una coalicién socialista-comunista osaba poner en prictica transformaciones socialistas y, ademés, por la via electoral La lucha por el socialismo estaba més asociada a la imagen de Ja insurrecci6n de la Revolucion de Octubre y a la toma del Pal Gio de Invierno que a las experiencias del movimiento guerrillero 10 y vietnamita ~que para nosotros comenz6 a existir en los aiios sesenta~. Desconociamos la batalla que se habfa librado en Dien Bien-Phu, y también a las guerrillas yugoslava, albanesa y coreana. En 1959, cuando era estudiante de primer afio hacia la otien- tacién elésica y no la cientifica, las dos opciones de aquella época~ del curso nocturno del Colegio Estatal y Escuela Normal Brasilio Machado, en Vila Mariana, barrio de clase media pau- lista, lefa autores marxistas y participaba del movimiento cestudiantil; més tarde fui presidente de la Union Paulista de Estur diantes Secundarios (UPES). En aquel momento las grandes movilizaciones eran las de las escuelas piblicas, que reclamaban ‘mas recursos para la educacién y luchaban por la aprobacién de la Ley de Directrices y Bases de la Educacién Nacional -lucha en la que se comprometicron muchos intelectuales universitarios, como por ejemplo Florestan Fernandes, soci6logo de la Universi- dad de San Pablo (USP), amigo y colega de trabajo de mi INTRODUGCION 15 Simio, también sociélogo de la USP, a quien conoci en aquella Epocan, Fue por entonces cuando mi hermano Eder, dos aftos mayor, cstudiante del curso de ingreso en la carrera de Ciencias Sociales de la Facultad de Filosofia, Letras y Ciencias Humanas de la USP (Facultad de Filosofia, Ciencias y Letras, como se llamaba enton- es), un amigo suyo, Renato Pompeu, mis tarde periodista, y yo conocimos 2 Michael Lowy, ya formado en ciencias sociales por la USP y profesor en una facultad puiblica del interior de San Pablo, Fue él quien nos invité a una reunién de un grupo socialista, Liga Socialista Independiente (LSI), marxista, leninista y luxem- burguista, cuyo dirigente era Herminio Sacchetta, que habia sido expulsado del Partido Comunista. La liga tenia una sede minis: cula, en un callején de Ia zona antigua de San Pablo que era conocido por ser la ttima parada de una linea de autobuses: la Asdribal do Nascimento. En un espacio de no mas de diez metros cuadrados cabfan sélo dos bancos laterales y una pequeiia mesa en el fondo, contra una ventana, donde Sacchetta se sentaba. Lo recuerdo con su pequeiio lépiz rojo, garabateando en un papel mientras hablaba, La primera tarea que recibimos los tres nuevos miembros de la LSI fue divulgar el periédico de Ia organizacién. Se llamaba Ago Socialista [Accién socialista]. En la primera pagina aparecia la foto ileros barbudos, posando como si fueran un equipo de fiitbol, reunidos para festejar la caida del dictador de tun lugar que todavia era llamado genéricamente “América Cen- wal”, Bra la primera vez. que ofamos hablar de Cuba asociada a la revolucién. Sélo mas tarde pasaria a ser la “Revolucién Cubana”, ese acontecimiento que se convertirfa en un hito crucial en nues- tras vidas. En el medio siglo previo a la Revolucién Cubana, la humanidad habia vivido dos guerras mundiales, la Revolucién Soviética, la ctisis de 1929, el ascenso del fascismo y del nazismo, Ia Guerra Civil Espafiola, la Guerra de Corea, las revoluciones mexicana y boliviana (esta titima en 1952), la Revolucién China, el comienzo del fin del colonialismo curopeo y la bomba de Hiroshima, entre tantos otros acontecimientos. Nada que pudiera compararse al 16 ELNUEVO TOPO impacto que la revolucién socialista cubana tuvo sobre nuestra generacién, A pesar de Ia Revolucién Sovi entre 1909 y 1 ica, el peri se puede caracterizar como el contrarre Europa occidental, dado que fue la co: rrevolucién la que defi de la Segunda y ndo por la India-, y Ja victoria de la Revolucién China configuraron una nueva etapa, la del desarrollo del movimiento de masas. La Revolucién Cubana incia politica de las nuevas generaciones, ahora et a, son hijas de ese nuevo perfodo dominado ras destacadas, Casi se podria dec 1es posteriores se definieron por su posic En. Les rendewuous manqué# (Los Debray cuestiona el destino de una parte de su propia que estaba en busca de la revoluci6n. Una revolucién que Europa les habia negado y que ellos habian venido a buscar a América na, Como parte de ese encuentro signado por la revol Debray relata las desventuras de Pierre Goldman, un compafiero menos afort zucla mind asesinado en Paris por un comando de -n en una carta le habia anticipado que algiin fa “estaremos agradecidos de haber cumplido veinte aiios en la década de 1960 De hecho, de 1920 y de 1960 fueron momentos en Tos que los “asal lo” que concretarian los suefios utépicos wn estar al aleance de nuestras manos. En la década de 1920, las dramdticas consecuencias de Ja Primera Guerra Mundial 8 Régis Debray Ls rende-vous mangu pour Pi Goldsan, Pats, evil 1975, INTRODUCCION 17 y los efectos del triunfo bolchevique inauguraron un periodo de avance de la izquierda, que enseguida fue reftenado por la derrota de los intentos revolucionarios en Alemania y por los sinatos de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, Rapidamente, las alternativas de extrema derecha consiguieron organizarse para responder a la crisis de la hegemonfa burguesa: la derrota del ensayo revolucionario de los consejos obreros de T ‘cuales Gramsci particip6, abrié un camino para la solucidn c trarrevolucionaria de la crisis italiana y el ascenso de Muss. algo semejante ocurrirfa en Alemania, con la legada de poder. La derrota de los republicanos en la Guerra fiola, por otra parte, abrié paso al franquismo, que junto con el salazarismo dominarfa la politica ibérica durante décadas. El aislamiento de la Revolucién Soviética -responsable, en a instancia, de su fracaso posterior, deter! pacidad para propagarse por la Europa avanzada y en particular por su eslabn més frig, Alemania, derrotada en la guetra- con- dend al socialismo del siglo XX a desplazarse hacia Asi atrasada y periférica, y asi se aparté todavia mas de aquel circuito de negacién y superacién del capitalismo previsto por Marx para el socialismo. _Jévenes radicales, marcados por la Revolucién Cubana, consi- derabamos a la Uni6n Soviética, el estalinismo, las bibliografias cesqueméticas de la Academia de Ciencias y los partidos comt tas en general como hijos de un tinieo fendmeno, globalmente desviado, de la revolucién socialista “traicionada” por la burocra- cia, segiin la explicacién de Trotski. De cualquier forma, la referencia cubana también nos salvé del sec le las corrientes trotskistas, que en Bra wvagantes: el posadismo, Es ites a algunos intelectuales que, en su mayoria, fueron captados por la derecha, En sintesis, ser de izquierda era ser anticapitalista, socialista, is formas més ‘marxista, guevarista. “Revolucién socialista o caricatura de la revo- luci ése era el lema que daba sentido a m srxismo, que asumimos desde temprano, co nuestros estulios: “Lo que hicieron los filésofos tar el mundo de diferentes maneras; sin embargo, lo que importa 18 EL.NUEVO TOPO es transformarlo? sobre todo porque “Ia teoria se convierte en fuerza material cuando penetra en las masas"? Hablando de la primera generacién de revolucionarios cuba- nos, Fernando Martinez Heredia reconoce que serfa “un error creer que todo ocurrié porque nos convertimos en marxistas, cuando la verdad es que nos convertimos en marxistas a causa de todo lo que ocurrié"."' Para nosotros, aqui en Brasil, parecia haber una coincidencia entre el hecho de ser marxista y el movi miento histérico que ponfa a la revolucién a la orden del di la realidad convergieran hegelianamente. como si la teoria Todo ocurrié poraue nos convertimos en marxistas, pero todo lo que ocurrié nos empujé también a convertirnos en marxistas La lectura de Le ideologia alemana fue uno de los acontecimien- tos mas determinantes de mi vida, pues me hizo comprender cémo, coneretamente, la produccién de las condiciones materi s formas de conciencia y de les de existencia da origen a alienacién en el hombre; cémo la objetividad y la subjetividad son dos expresiones proyectadas de ese hombre que, al transformar el mundo, se transforma a si mismo. Algo parecido sucedia con una parte de mi generacién, que encontraba en el marxismo las claves de una lectura de la realidad y el germen de un proyecto para stu transformacién. De cierto modo, todo lo que aprendi luego, con Lukacs, Gramsci, Sartre y tantos otros, no fue sino un desdobla- miento de esa lectura primordial. Los acontecimientos de la década de 1960 venian a convencer- nos de que la izquierda estaba destinada a salir victoriosa. Que dejaria de estar asociada a aquellos raros padres comunistas de algiin amigo nuestro, dignos y honrados, pero aislados, que rema- {9 Karl Marx y Friedrich Engels, “Teses sobre Feuerbach" en A ideo lena (tral: Ranens Enderie, Nélio Schneider y Luciano Cavin Mar- ‘2007, p. 589 fed, cast: La idea alonana, Buenos Aires, Loss, 20 10 Kari Marx, “Critica da Mlosfia do direito Ine ‘San Pablo, Boitempo, 2005, p, 251 SPaiabras al recibir el Premio Nacional de Glencias Sociales”, Pea, Buenos Ares, fo 11, INTRODUCCION 19 ban contra la corriente, El consenso avanzaba en la direccién de Jos que eran de izquierda, de izquierda radical, revolucionarios. Lavida de revolucionatio, la vida dedicada a la militancia por la revolucién, se fue tornando la tinica vida plena de sentido, De nuestro lado tenfamos fo mejor que la humanidad habia producido: Marx, Engels, Lenin, Trotski, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Mao Tsé-Tung y Ho Chi Minh; y a ellos se sumaban ‘ahora Fidel Castro y el Che Guevara. Como si fuera poco, tent mos también a Sartre, Marcuse, los Beatles, Jane Fonda, Godard, Chico Buarque, Glauber Rocha, Vinicius de Morais, Oscar Nieme- yer, Cortézar, Garcia Marquez, entre tantos otros, Cuba, Args Vietnam, las guerrillas en Venezuela, Peri, Guatemala, el Che, Tricontinental, fa Organizacién Latinoamericana de Solidaridad (OLAS) indicaban el futuro, mientras que el capitalismo latinoa- ‘mericano, comenzando por Brasil, se va obligado a recurrir a las dictaduras militares. El cielo, tomado por asalto, apuntaba al futuro de la humanidad. La muerte del Che, por més triste que haya sido, parecia un accidente del trayecto recorrido. Muchos de nosotros no conse- guimos aceptar su real dimensién, Recuerdo la imagen del cuerpo del Che en la television, registrada por brasilevios, una imagen que confirmaba que la noticia era, en palabras de Fidel, “dolorosamente real”, A pesar de todo me obligué a subirme al fusca para presenciar una clase més de Foucault, que en aquel momento hacia un primer esbozo de lo que sevia Las palabras y ls cosas: Me sentia el més miserable de los seres al pensar en cl Che, tan solo pasando por una soledad peor que la que vivian los vietnamitas-, en manos de los enemigos, muerto, derrotado, aunque con los ojos abiertos. Entonces, desde el fondo del pozo, saqué fuerzas para reaccionar y salir reafirmando, con mis fuerza todavia, el compromiso militante y revolucionatio de “jerear dos, tres, muchos Vietnams!”* 12 Miche Foucault, La palabra las cas, Buenos Aires, Siglo XX1 Ea cores, 2008, 18 Emesto “Che” Guevara, “Mensagem aos povos do mundo através da Trcontinenta, Revista Tiotnenal, La Habana, 1967 20 BL NUEVO TOPO Pasaron cuarenta afios desde aquel momento, desde la muerte del Che y el lanzamiento de Gien aiis de soledad, cuando yo com- pletaba los diez afios de militancia, y uno de los principales cambios que tuvieron Iugar entre tantos que ocurririan desde entonces en las sociedades, en el mundo y en la mentalidad de las personas- fire cl que afecté la concepeién de militancia p Ser militamte era una opcién de vida, porque definia el sentido de Ja vida de aquellos que adherfan a esa alternativa. Representaba identificarse con el movimiento real de la historia, clegir el valor de la generosidad, pues no luchabamos por el mundo de mafiana sino por wn futuro que habia de legar, aunque no supiéramos cuando. Luchébamos por un mundo mejor para todos, especial mente para los explotados, los oprimidos, los humillados, los ofendidos, los discriminados. Ser militante representaba la entrega de una vida, no porque ofreciéramos nuestra muerte, sino porque donabamos lo mejor que tenfamos: nuestra capacidad teérica y nuestro compromiso, marcado por una ética personal y colectiva Hoy, después de tantos golpes y triunfos, tantas victorias y derrotas, marchas y contramarchas, conquistas y reveses, revolt jones, zqué sentido tienen todavia la la izquierda, la revolucion? «Qué signi idel, Gramsci, Lenin, la teorfa revolucionaria, clones y conuarrevol militancia, el social can el Che, Marx, el marxismo? Este libro no pretende ser una respuesta a todas esas pregun- tas. Alo sumo, puede ayudar a comprender algunas dimensiones de las transformaciones que sultié el mundo desde que el Che y ‘Camilo Cienfuegos entraron en La Habana aquel 1° de enero de 1959. Un mundo que fue movilizado por multiples razones, comenzando por el sentido mismo de convocatoria, que tantos de nosotros aceptamos, a participar de un proyecto que aspiraba a transformario desde la revolucién. El capitalismo no era suce+ dido por el socialismo sino que mas bien se retrocedia, desde sus primeras versiones, a capitalismos salvajes. La historia estaba mucho mas abierta de lo que nosotros, que aceptabamos una cierta teleologia hist6rica, sospechabamos. Tendriamos que luchar haciendo frente a esas posibilidades, a desafios mucho mayores que los que habfamos imaginado en décadas pasadas, INTRODUGCION 21 EI milicante profesional no es un profesional remunerado; es quien busca entregar lo mas importante que ha ido acumulando para la construceién de un mundo mejor, de un mundo sin explotacién, opresién, discriminaciéi quiere morir por la revolucién, desea luchando por ella, Ser milicante de i2quierda en los sesenta era luchar por ideales fundiendo la teorfa y la practica, Ia é vida cotidiana, el amor y la revolucié Hace mas de una década, refiriéndome a la Hamada “literatura del exilio’, afirmé que “toda literatura de ese tipo se realiza, nece- sariamente, posfstum. ¥ cuandl la fiesta acabs ‘otras’ lo que vuelve muy di ienaciOn. El militante no las miradas ya son ir el clima que inspiré los 1 dificultad era mucho mayor dado que “entre lo que somos y lo que fuimos se antepone la derrota que, en ese caso, alcanz6 a espesura del ex’ Asi pues, la literatura del exilio es construida por la “6ptica re- trospectiva” y contleva todo el peso de la trayectoria recorrida. En 0, una trayectoria que comienza con la adhesin a la mi tancia, atraviesa el pasaje por la clandestinidad, continéia a veces con la prisién, termina en el exil reconstr actos, los dichos y los gestos. Pero adem: yy se prolonga hasta el retorno. nado @ no acabar nunca, por eso es mejor llamarlo “desexi todos modos, como la mirada retrospectiva est necesariamente situada al final del itinerario, privilegia el desenlace. Muy dife- rente serfa el caso si un balance de esa misma generacién pudiera sorprenderia en la mitad de su trayecto, por ejemplo, en 1984, En aquel momento, 2 mediados de los afios ochenta, con el mundo todavia polarizado y a pesar de los resultados que la con- traofensiva estadounidense del gobierno Reagan ya venia obteniendo ~como la derrota del gobierno de Granada y el retro- ceso del gobierno de Surinam-, la Revolucién Sandinista se sumé a las ofensivas guerrilleras en El Salvador y Guatemala, y también a las victorias populares en Irn, Angola y Mozambique. El 14 Ea Sader, °Nox que amivamos tanto O capita’ en O poder cade 0 oer? -ensoios para wna nova esqurda, Sa Pablo, Boiterpo, 1996, p. 87 22 ELNUEVO TOPO modelo neoliberal comenzaba @ implantarse y generalizarse, y ba la gran conversiGn de la socialdemo- mente los rumbos de su gobierno ya Francois Mitterrand i cracia cambiando 1 desde el segundo afo de su mandato. Pero aun asi, todavia no podiamos captar el verdadero alcance de las transformaciones que iban tomando cuerpo. Sélo mas tarde percibirfamos los enormes acomodamicntos geolégicos que hhabfan ocurrido en las capas que componen la historia: el pasaje del mundo bipolar al mundo unipolar, bajo el dominio de los Esta- os Unidos, y el cambio del modelo hegeménico keynesiano al ‘modelo neoliberal. En efecto, la combinacién de esos dos cambios produjo las transformaciones més profundas ~précticamente todas en sentido regresivo- que ha conocido la historia contemporiinea. Sin embargo, para hacer just iniciada en 1960, es necesario reconstruir algunos hitos sociales, politicos ideol6gicos que empujaron 2 la militancia revolucionaria a una parte minoritaria, aunque representativa, de aquella generacién, Cito aqui algunos pasajes del articulo “Nosotros, que queriamos tanto a Bl Capita”, que escribt en 1996: ia a la crayect Cuando en la historia brasilefia emergia un nuevo prota- gonista -el campesino, para quien el sistema no tenia nada que decir era necesario partir del desprestigio ‘econémico y social del capitalismo ~"Alianza para el Pro- .greso” incluida- como instrumento de resolucién de los problemas de la miseria, la injusticia y la desigualdad so- Gial en el pais. El golpe del 64 contribuyé a desmitificar la democracia liberal en nombre de la cual se liquidaban las conquistas democriticas existentes en su seno. [...] Por todo eso, aquella opci6n [por la militancia revolu- cionaria] nos parecfa “natural” por mas que toda “op- cién” implicara rupturas-. La politica sintetizaba los caminos de las preocupaciones en los diferentes planos del mundo, Nos integraba a Brasil, a América Latina y al mundo, Todo hacia pensar que estaba surgiendo la pri- ‘mera generacién que no serfa “incendiaria" a los 20 y “pombero” a los 40; el fendmeno de adhesi6n a la mili- irxopuG tancia parecia trascender esa predisposicién juvenil a confundirse con el destino. Cuba representaba la “actua- lidad de la revolucién’, de la que hablaba Lukécs en su Lenin, Era como si estuviéramos condenados a la revol- clon: a hacerla o a ser victimas de su derrota; o bien a vitarla, abandonarla, pero evando sobre las espaldas la pesada carga de quien se distancié del movimiento hist6- rico fundamental de su tiempo, Sentiamos que moriria- mos “de susto, de un balazo o de debilidad”, A.eso dedicamos lo mejor que tenfamos, con la dispo- nibilidad y el desprendimiento del que sélo los jévenes seguidores de las ideas humanistas son capaces. Hoy, cuando una parte de esa generacién reniega del pasado, pretende silenciar el momento probablemente mas gene- oso de su existencia. Muchos continiian el resto de sus vidas intentando demostrar que “ya no son Io que fue- ron”, pasan rpidamente del ex al antien él trayecto que Deutscher caracteriz6 como del *hereje al renegado”. La derrota caeria con todo su peso sobre nuestra iden- tidad para desembocar en el exilio, dentro 0 fuera del pafs. La adhesi6n a las organizaciones politicas ilegales, Por parte de jévenes en general provenientes de la clase media urbana, ya implicaba una crisis de identidad: abundonar la clase de origen para incorporarse a movi mientos de ideologia “proletaria”, La escasa experiencia historica y de masas de esas organizaciones y el reflujo del movimiento popular impedian Ilenar ese espacio va- cfo de transicién entre la situacién de clase y la posicién de clase mediante la incorporacién social a una masa om ganizada y movilizada, El pasaje ala clandestinidad imp! los sociales, el aislamiento, muchas veces el cambio de regién, sector social, lugar de residencia; todo sumaba tun escalén mas en la crisis de identidad. Cuando lega- ron la prisi6n y la tortura, esa crisis asumié la forma del individuo desnudo ante el torturador, sin clase, sin com- pafieros, sin familia. N23 24 EL NUEVO TOPO a etapa del exilio fue de transicién. La col fa se encontraba casi toda reunida en Chi aun pais geogréficamente cercano- y la mayoria vivia en el mismo barrio de Santiago: Macul. Participaba de una experiencia politica pasible de identificacion; la lengua y Ja cultura no se interponian como una dificultad entre quiencs habfan perdido la patria y el universo que los re- cibfa, Hasta que el golpe de Pinochet por todo el mundo ~de Canada a Bélgica, de Mozambi- que a Alemania, de Guba a Francia-, paralelamente a la crisis de las organizaciones politicas brasilefias ya la con- solidacién del “milagro” durante el gobierno de Méd Estabamos desnudos: sin patria, Si los otros exiliados latinoamericanos tenian conciencia de tener una “pa- tria” desde antes, nosotros la descubrimos cuando la perdimos. Para tuvieron guerras de indepen- dencia, la pérdida tenia un fuerte contenido histérico, presente en la densidad de sus identidades politicas; para nosotros, la pérdida era absolutamente contempo- ranea -playas, mésica, fithol, mujeres, comida-, sin re- volucién; colonia brasilefia sin organizaciones, con pocas relaciones de pareja sobrevivientes, en el final de tun proceso de reduccién a la individualidad como un desgarramiento sin fin y no como una gran “aventura de libertad”, tal como deja entrever parte de la literatura del exilio, Libertad sin duda, pero carente de determina- cién; desnudez sin identidad. Ya no éramos tan jévenes, sin patria ni documento, con nuestras referencias ideol6- gicas perdidas, esperando la amnistia.!® Ademas del triunfo de la Revolucién Cubana (1959), la muerte del Che (1967), el golpe en Chile (1973), la victoria sandinista (1979) ysu derrota (1990), otros momentos determinantes de ese medio ‘siglo fueron: los triunfos de Lula (2002) y de Evo Morales (2005), la 15 Tider, pp. 90-98, INTRODUCCION 25, victoria de Rafael Correa (2007) y la derrota del golpe militar contra Hugo Chavez (2002). Pero también lo fueron el fin de Unién Soviética y la entrada de Cuba en su *periodo especial coincidi6 con et proceso in we Jado contra los dirigentes cubanos, Para mi generacién, la victoria de la Revolucién Cubana alcanzé toda su potencia primero en 1961, cuando los Estados Unidos intemtaron invadir Cuba y Fidel defini el cardcter socia- lista de la revolucién, y luego en 1962, durante la “crisis de los risiles’. Para nosotros, la crisis politica de 1961 -con la renuncia de Janio, el intento de golpe militar y Ia resistencia dirigida por Leonel Brizola~ fue el primer gran acontecimiento politico brasi- lefio; el segundo serfa el golpe militar de 1964, que, por sus consecuencias, nos mares dura y profundament Luego comenzé el calendario ocupado por la lucha armada, por la represién, el exilio. El secuestro del embajador de Tos Esta- Gos Unidos, la muerte de Marighella, las huelgas del ABC y Ia amnistia fueron puntos de inflexién decisivos. En general se puede decir que nuestra generacién estuvo acompafiada por la sensacién de avances irreversible y luego de derrota, aunque de formas diferentes y dando origen a las mas variaclas trayectorias personales. Parte de esta generacién asumié el golpe de 1964 como to que efectivamente fue, es decir, como una gran derrota politica de la inquierda, Esa derrota comenz6 cuando el proyecto de reformas de Jodo Goulart fue derrocado y prosiguié con el golpe militar, fracaso de la resistencia clandestina, la consolidacién del nuevo ciclo de expansién econémica y la hegemonia de la oposicién liberal. Aunque los sectores més criticos al gobierno de Goulart creyeran que se trataba de una derrota del reformismo y de su proyecto histérico, en realidad se trat6 de una derrota de toda la inquierda, en la que la reversién de la correlacién de fuerzas recayé duramente, sin hacer diferencias, sobre todos los sectores que la componian. Para otra parte de mi generacién, sin embargo, el golpe de 1964 y todo lo que vino después parece haber adquitido, por asi decir, una dimensién de verdadera derrota existencial, de fracaso del proyecto de vida, de los su 105 y las utopfas de la juventud. 26 EL NuEvo TOPO Mediada y potenciada por la cércel, la tortura, las muertes, las, pérdidas y el exilio, la derrota politica se transformé en derrota de vida ocasioné y exacerbé distanciamientos, disidencias, renun- cias y abandonos. Ademis, la critica respecto de las distintas experiencias de izquierda ~primero, del socialismo soviético; después, del marxismo, ¥, por tiltimo, de los gobiernos de izquierda (de Mitte- rrand a Felipe Gonzalez, de los sandinistas a Lula)~ agrav6 esa derrota existencial y lev6 a desistir de cualquier proyecto politico de transformacién social. Bs posible que esa experiencia haya sido similar a la de la generacién que vivi6 la consolidacién del estali- nismo en la Unién Soviética, la ascensin del fascismo y del nazismo en Europa y la derrota en la Guerra Civil Espafiola. Més tarde, una gran combinacién de acontecimientos, que incluy6 el colapso del campo socialista, el wiunfo de la hegemo- nia imperial de los Estados Unidos y los retrocesos estratégicos de la izquierda en general (socialismos, Estados, sindicatos, partidos de izquierda), generé una situacién nueva de adversidad y un indescifrable sentimiento de derrota, desilusién e impotencia. dejado el escenario histérico, cuando el Foro Soci proclamé su esperanza de que “otro mundo es posible”. ;Como sila lucha politica hubiese sido reducida a la mera afirmacién de que la historia no se habia aca- bado, el horizonte no se habia cerrado y todavia quedaban alternativ eCémo se nos presenta todo aquello si lo miramos retrospecti- vamente cincuenta aftos después? Est4 claro que la vision retrospectiva da un color diferente a lo que ocurri6, y més todavia, a aquello que llegé a su fin, como la Unién Soviética, el campo socialist, a China revolucionaria, el Viemam de la resistencia, el sandi ismo rebelde. Queda la sensaciGn de que una misma gene- yn nunca vivid cambios tan profundos, en tantas y diferentes direcciones, en un espacio de tiempo relativamente tan corto. Con esto no estoy diciendo que en décadas anteriores no hayan ocurrido grandes acontecimientos, entres ellos, las dos guerras mundiales, 12 Revolucién Rusa, el ascenso del fascism y el 3uerra Civil Espaiiola, las bombas atémicas, narismo, INTRODUCCION 27 miento del campo socialista, Ia Revolucién China, la Guerra de Corea, la revoluci6n boliviana, Tampoco estoy negando que otras generaciones hayan vivide ctapas de ofensiva revolucionaria, desde Ia Revolucién de 1917 hasta los intentos revolucionarios frustrados en Alemania, Italia y Hungrfa. Sin embargo, esos peri- ‘odas fueron cortos y se vieron interrumpidos por rapidas y fulminantes reacciones contrarrevolucionatias. En fin, gexiste realmente algo que diferencic ese medio siglo que tuvimos el privilegio de vivir y de protagonizar? Salgo del timel de esos cincuenta aitos respirando aire fresco y encuentro a América Latina atravesando por enormes y profun- das transformaciones. {Sera ésta una experiencia similar a la que vivieron millones de hombres y mujeres al final de la Segunda Guerra Mundial, ante la derrota impuesta por el ejército sovitico ala Alemania nazi, o durante la formacién del campo socialista, © ante la victoria de Ia Revolucién China? De todos modes, hoy, como en aquella época, el fortalecimiento del anticapitalismo es concomitante con el fortalecimiento del imperialismo. La dife- rencia esti en la proporcién de fuerzas de cada campo, sustancialmente distinta a la de la etapa anterior, El mayor cambio mental y cultural fue la ruptura con cierta concepcién evolucionista de Ia historia. Incluso los que no acep- taban concepciones deterministas y economicistas ~que daban por cierto y seguro que la historia avanza, inexorablemente, desde un modo de produccién hacia otro, cada uno superior al anterior, desde el comunismo ivo, pasando por el escla- vismo, el feudalismo y el capitalismo hasta llegar al socialismo~ no concebian Ia posibilidad ce que Ia Uni6n Soviétca y ef campo socialista desaparecieran ni tampoco la de retornar al mundo capitalista, En cierto modo, la tesis de que “la rneda de la historia no gira hacia atrés” fue adoptada por todos aquellos que asumieron el mar xismo o alguna de sus variaciones, Todos estibamos influidos por la tesis de que la “etapa superior del capitalismo”, representada por el imperialismo, era su ttima etapa y lo condenaba a la desapari ‘en un plazo relativamente corto. Como recuerda Giovanni Arrighi, cel gran debate en la década de 1970 ~hace mas de treinta afios- no 28 EL NUEVO TOPO era descuibrir sil capitalismo estaba 0 no condenado a la desapari- cién sino cémo y cuando desapareceria con la historia fue el shock ideol6gico y psicolégico mas fuerte que suftié laizquierda, Ante el desamparo de la historia, fueron muchos los cabjjos que se encontraron: el nal, puro; el cambio del socialismo por la democracia como obj Ja renuneia a cualquier aspira- cion a transformar el mundo colectivo; Ia retraccién a la vida privada, casi siempre con la coartada del fracaso de los suefios del socialismo, De hecho, jes un golpe muy durot Es como si tla iequierda fuera transportada del futuro al pasado, de Ia anticips cién del porvenir al testimonio de un pretérito. Es como si el capitalismo ~en su version estadounidense- nos arrebatara el faturo y nos arrojase sobre el mundo de la tecnologéa, del con- sumo, de la publicidad, para condenarnos a la prisién del pasado "pasado de una ilusién “anticomunismo’ Para los comunistas fue peor afin, Nacieron identificados con la Unién Soviética, con la “patria del socialismo”, aferrados a la idea de que “un tercio de la humanidad ya vive bajo el socialismo”, de que “la rueda de la historia no gira hacia atrés”. La pérdida de ‘esas referencias, mis que una crisis politica e ideol6gica, provocd una crisis de identidad, del sentido mismo de la vida. Ser comu- nisia era identificarse con un mundo que, de repente increiblemente, habfa desaparecido. Un mundo de contigiidades “Marx, Ia Unién Soviética, el campo socialista, os partidos comu- nistas, el movimiento comunista internacional- que fue barrido por los nuevos y sorprendentes vientos de la historia No es casual que una de las reacciones de algunos comunistas fuera renegar de todo: su vida entera habria sido una gran equi+ ocacién y era preciso rechazar todo lo que se habia vivido y todo aquello en lo que se habia creido. Una gran cantidad de miem- bros del actual Partido Democritico Italiano, que antes habian pertenecido al Partido Comunista Italiano, alegaron que, en fan al partido y afirmaron segiin la version renacida de un nuevo verdad, nunca habjan sido conmunistas, que adh de Enrico Berlinguer sin ninguna otra connotaci que su modelo era: el Partido Demécrata de los Estados Unidos! INTRODUCCION 2g Para la gran mayorfa de los comunistas, que tenfan a la Unién Soviética como referente, hacer el balance politico del fin de su mundo se convirtié en una carga dificil y pesada. Mas atin porque la desapaticién de la Unién Soviética fue vivida de manera brucal, como una mera renuncia; como pura falta de resistencia, y sin que se realizara un reciclaje que permitiera vivir en aquella socie- dad que estaba sustituyendo al socialismo. En esas condiciones, al individuo despojado de las referencias que rodearon su na miento y determinaron su adhesin a la politica y a la le resultaba casi imposible arreglar cuentas con el pasado, seguir siendo de izquierda, anticapitalista. La experiencia de regres fue profunda y dolorosa, y el rescate de la opcién de la izquierda, como alternativa a la amargura y al pesi abajo de Sisifo que sélo podria real nes y de cardcter. ‘smo, se convirtié en un use a fuerza de conviecio- Aun quienes criticaban profundamente a la Unin Soviética fados a aceptar que, al contrario de lo que promulgaban y esperaban los sectores mis radicales de la izquierda, el modelo soviético no habia sido su salvaje. Hasta los socialdemécratas, que ere‘an en el triunfo de st modelo, se sintieron decepcionados. el conjunto de la izquierda sufrié el impacto de la mayor transformacién en la relacién de fuerzas vivida en el siglo XX, desde que la Revolucién Bolchevique impuso al mundo el socialismo como proyecto politico contemporanco. Por consi- guiente, la Unidn Soviética fue el escenario donde se presentaron Jos dos momentos de més fuerte ruptura de la correlacién de fuerzas; la diferencia es que el nuevo cambio fue de cardcter regresivo y de dimensiones todavia mas vastas. La pregunta que muchos de nosotros nos hacemos es: gc6mo retomar la militancia de un modo que nos permita recuperar el hilo de la historia? Hasta la disolucién del mundo comunista, sabfamos que no estabamos condenadlos al capitalismo, que desde 1917 una parte de la humanidad habia escogido el socialismo. Ahora, sin embargo, muchos eligen retornar al capitalismo o pro 0 EL. NUEVO TOPO ir sus vidas conforme a las leyes de mercado del capital. ¢Eran suficientes los andlisis criticos que hacfamos sobre el socialismo soviético para dar cuenta, no sélo del derrocamiento de la Unién al capitalismo y de la disolucién de los derechos conquistados con el socialismo? ¢En qué direccién cami naba la historia? De qué se trat6 el periodo histérico que Soviética, sino del retorn comenz6 en 1917 y concluy6 con la retirada de la bandera roja del Kremlin, aquel 31 de diciembre de 1991? malentendido? 2Un aviso? {Una equivocacién? paréntesis? Un Todos estos cuestionamientos se plantean exactamente en el ‘momento en que el capitalismo se revela més injusto que nunca. ‘Cuando més liberal, mas cruel se torna, porque puede expropiar derechos elementales como el derecho al trabajo formal. Hoy, el capital subordina y mercantiliza todo, desde la educacién hasta el agua, pasando por la salud, Justamente cuando concentra mas renta y propiedad, cuando subordina la produccién a a especula- cién, cuando margina o diserimina a la mayor parte de la poblacién del globo, cuando promueve guerras y destruccién ecol6gica, el capitalismo asume su cara mas tiunfante, pues tras Ja desaparicién del socialismo de la agenda hist6rica contemporé- rea encuentra menos resistencia y reina casi soberano. Sin embargo, es el propio capitalismo el que se encarga de listar los temas de la Jucha anticapitalista: por lo tanto, socialista, Es como si dijera que, mientras haya capitalismo, el socialismo permaneceré en el horizonte histGrico como alternativa, poten cial o real, porque en iltima instancia el anticapitalismo es su negacién y su superacién dialéctica todavia podemos esperar al topo? Este libro quiere investir de voz al topo. En cl comienzo de este siglo XXI, s6lo él puede retomar el hilo de a historia a partir de las formas concretas asumidas por la lucha anticapitalista contem- poranea. La revolucién nunca se repite de la misma manera y siempre tiene cara de hereje. Perseguir los itinerarios del topo, recuperar el papel de “descubridor de seftales", como hacia Marx, s reencontrar los hilos que articulan, contradictoriamente, lo real y nuestro futuro, INTRODUCCION $1 Dos sigios después de las guerras de independencia, un siglo después de la Revolucién Mexicana, medio siglo después de Ia Revolucién Cubana, el nuevo topo irrumpe de nuevo espectacu- larmente en el continente de José Marti, de Bolivar, de Sandino, de Farabundo Marti, de Mariitegui, de Fidel, del Che, de Allende, y adopta nuevas fisonomias para dar continuidad a las, luchas seculares por la emancipaci6n de los pueblos latinoamer ccanos y car Captar sus itinerarios, las nuevas formas que asume, sus nuevas dindmicas, es la condicién esencial para ser contemporaneos de nuestro presente. Sila historia avanza enmascarada, el papel de la teoria es descifrar las nuevas expresiones de las contra que articulan Jos sistemas de explotacién, dominacién y cién, para indicar las formas de acumul construccién de una fuerza econdmica, soci , politica e ideol6- gica que permita actualizar los procesos de transformacién revolucionaria de nuestra realidad. 1. El nuevo topo Una vez mas, un comienzo de siglo sorprendente en ina. Bl inicio del siglo XIX estuvo signado por ef € ciclo de revoluciones de independencia -de 1810 ‘6lo no participaron Brasil, Cuba y Puerto Rico, Estos dos iltimos paises tendri contrapuestos del continente: el lista; el segundo, casi otra estrella de la bandera de los Estados Unidos. Las gucrras de independencia proyectaron toda una generacion de populares que dirigieron dores, Ia fundacién de los Estados nacionales y la abolicién de la tud: de Bolivar a Sucre, de San Martin a O'Higgins, de Hidalgo a Sucre, de Toussaint Louverture a Francia, Cabe decir que a pesar de la importancia que esas transforma: ciones tuvieron para el continente y para cada uno de nuestros paises, América Latina no llegé a conseguir un lugat destacado en 'a historia mundial. Continudbamos cumpliendo funciones esen. ciales para el desarrollo del capitalismo europeo, como Proveedores de materias primas y de productos agricolas, como mereados de consumo y de mano de obra bara famos desempefiar un papel relevante cn la escala internacional. El siglo XX irrumpié de una manera explosiva con la rebelién Fa masacre dc los mineros en ta Escuela ce Santa Maria de lqui- que en 1907, en el norte de Chile; la Revolucién Mexicana en 1910, y cl movimiento por la reforma universicaria en Crdoba en 1818, Estos acontecimientos introdajeron en nuestra agenda p ica las cuestiones laborales, agrarias y educativas. Surgia en la historia del continente una nueva generacién de lideres popula. 34 HL NUEVO TOPO ev Tapata, Pancho Vie, Tass Emilio Recabarren, Sandino, Fare undo Marti, Julio Antonio Mella, José Carlos Maridtegui y Luis cate ond cnr oto Se anunciaba un glo de reoluciones y contrarreoltones para América Le ” "Este escenario perduré en el transcurso del siglo XX, cuando esa copa we tao en andes expesencas pols. El cont cae esos un conunta de pares primarioexporadores area for oiarguas poltias waicionales, Se consclidaron varios Estados nacionales, con la implantacién de modelos orienta deers interno y an proce de cecente conciencia social seats, Fue un ago maven por gobicrnos nacional + atarce, proyecto colisas~por primera vezen fir aoe América Latnm- gobiemos neoliberal aarnscronte one continente donde nacié el neolibera ie ee en Bolin donde ese més s© Propag® Y sa sa wenttono prilegiado; pero © poco emo ese sacar munente se conrad ene expacio de mayor ressencia aa ccccion de lternatvas al neolberalxno. Son ds cars de nina none arent or aber ao Ameri ati aos de in experiencia neotberale, el continents vo aa periencnn yc conan el elabon ma OE] Ge acadena neoliberal ss Stcsdes de 1990 y 2000 fveronraicalmentecontrapuesas. sev mens en eal to Tos pases del comtinente “on excep- aaa cl modelo neoliberal se impuso en distintos aan oe confemas ef Consenso de Washington y el pen- Cis no La caries en agnon de es pas ry eas pftco, como os del Cono Su habia preparado oo ieee m impatcén de la hegemon‘a neoteral de eee ec gobierne (19921986), Bill Clinton ni sguiera cue crunar Slo Grande para fear el Tratad de Libre cae art te Amerien del Norte (NAFTA, por sa sila en inglés), sarnsnt eso participa. Tampoco se desplaré para conceder el ene eu bra a primers ti del neoeralsne ere eea et México en el preciso momento en que el evant ode de Chiapas presuncaba el corto aieno del modelo EL NUEVO TOPO 35 Clinton no tuvo que visitar ningiin otro pats del continente: la regiOn se comportaba segiin los designios de Washington, del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organizacién Mundial del Comercio (OMC). Para tratar de con- solidar esa amplia hegemonia, los Estados Unidos propusieron la extensién a todo el continente del tratado de libre comercio ~el [ALCA- como consécuencia natural de la imposicién de esas poli- ticas. Y Ilegamos al siglo XI, En un discurso pronunciado en noviembre de 2007 en la Asamblea Legislativa de Rio de Janeiro, el presidente venezolano Hugo Chavez cont6 cémo fue su partici pacién en Ia reunién de la Ciipula de las Américas (2000) en Canada, cuando los Estados Unidos presentaron la propuesta del ALCA ante decenas de mandatatios del continente. Después de muchos discursos, el presidente estadounidense sometié Ia pro- puesta a votacién y pidid, para facilitar el procedimiento, que quien estuviera en contra levantara Ia mano. Hugo Chavez levanté su mano, solo, miré a su alrededor y vio a todos los demas, entre ellos Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimo Carlos Menem y Carlos Andrés Pérez. Después, en su primera ‘Cumbre Iberoamericana, Chavez recibié una nota de Fidel en la que le decia: “Finalmente ya no soy el imico demonio por aq) Fue asi, con alivio, que Chaver, clecto en 1998, estuvo presente ia en 2003 y en la de Néstor no aito; mis tarde estuvo en la de Tabaré Vazquez en Montevideo (2004), en la de Evo Morales en La Paz (2006), en la de Daniel Ortega en Managua (2007), en la de Rafael Correa en Quito (2007) y en la de Fernando Lugo en Asuncién (2008). En el interin, la propuesta estadounidense de un tratado de libre comereio para las Américas, aprobada casi unénimemente en el aio 2000, fue rechazada y enterrada en 2005. Desde entonces, el propio Chavez fue reelegido, a que Lula, y Kirchner fue sucedido por su espost. 2A qué se debe un cambio tan radical en la historia del conti nente, como nunca antes se habia vivido, en un plazo tan corto, en. toda su historia, y con tantos gobiernos que pueden caracterizarse como progresistas (de izquierda o de centroizquierda, segtin los er Kirchner en Buenos Aires, ese mi sual | 36 £L Nuevo TOPO terios que desarrollaremos més adelante)? :Cudl es la fisonomia de conn send hegeménico oa nr em elo a? En ee eno, en 0a crfamos denominas posecvera? B aut evlogue Ester Toe nuts gobiernos latnoamercanos 20on qué fry catia cha aesibraly cen x pres sStdelon qe enftenta? Qué proyeccione deo hacer sobre {afar de connenc en ea primer ita siglo XXL Sn pose ei gio ms ato de dei ‘limunde y por lo ant, de Injaticia, Exa suai se curante la decade neoliberal, pro nada hacia sospechar cambio tan repeninoyprofundo, ni siguera los dros golpes stiidon pr el campo popula tant cn la eta oro con Is poten hens nttaremos compres i condi hiceron poubieun cambio tn radial rasformavon el El continente ame dad ace! ado por el modelo neoliberal, asi como el potencial y Jos, nites de ese cambio en el contexto continental y mundial EL TOPO LATINOAMERICANO é 8 jontinente? :Cual es esa izquierda que se ¢Qué ocurti6 con el continente? gu: : a constituyé como fuerza hegeménica alrernativa? :Por qué ocu na? Qué sujeto se construye 0 se transforma en. ha antineoliberal? mat a este libro El nuevo topo. La imagen de Marx ‘un animalito con problemas de visién, que cir- jerra sin que nos demos cuenta de su alhite de Decicimnos tala por debajo det Sxinenciny que, de repent trumpe donde menos so per I topo hace su trabajo soido sin cesar incoxo evando en la superficie etna el orien y naa parece indicar que se aecina tna Curbutencin Ena imagen sos remit a ns incesatescontadicio- nes innsecas del captalismo, que no dejan de operat inlaso Sant a “pa Sct” la dela bayonets, a de Tos cementerios macién~ parece imponett. oladela ELNUEVO TOPO 37 es. Lenin supo hacerio al identificar el “eslabon mis débil de la cadena imper a comienzos del siglo «¢ conclensaban las contradicciones del sistema imper percibié las condiciones de ruptura de las estruct de poder en la Rusia atrasada, sin abandonar la idea central de Marx de que el socialismo serfa construido como la superacién ~y !a negacién— de las contradicciones generadas por el desarroll combinado al articular las condiciones explosivas de la periferia con el perfeccionamiento de las condi subjetivas en el centro del capitalismo. Le mando que era fécil tomar el poder en la periferia pero mucho ims dificil construir el sociatismo, De ah la perspectiva de que la Alemania avanzada rescatarfa a la Rusia atrasada. Porque Iuego de 1917 el eslabén mis débil de la cadena se des. plazé hacia Alemania, dervotada en la guerra y cuya reconstruccién fue bloqueada por los leoninos acuerdios de guerra que impidie- ron su desarrollo. El fracaso de la revoluci ana (1918-1923) condicioné fuertemente no sdlo el proceso de construccién del socialismo en la Unién Soviética, sino también el itinerario com pleto del soci del siglo XX, La Unién Soviet nes objetivas y lo expres6 ati jones a lo largo ida y el viejo topo ~que ia~ se fue desplazando cada impir en la, Europa occidental desarrollada, encontré suelo fértil en el Asia atrasada, en China, luego en Vietnam, para finalmente llegar a un pais primario-exportador de otro continente periférico: Cuba, en América Latina, Siempre donde era m imperial ~incluso por el efecto sorpresa-, pero donde =por el atraso en el desarrollo de las fuerzas productivas-. Los itinerarios del topo se volvieron cada vez menos previsibles, de modo que las revoluciones tomaban forma y brotaban en esce. narios cada vez mis inesperados. Sartre escribié, a propésito de la explosién de Mayo de 1968 en Paris, acerca del “miedo a la revor lucién” de os comunistas, cuyos ojos estaban ditigidos siempre a 38 ELNUEVO TOPO de Invierno, como sintomas de la explo- vos ataques a Pal dela lon de ng procera sevoluionaro, Sarre no hizo més que retomar la expresién de Gramsci, quien ya habia hablado eo Revolucién Rusa como de “una revolucién contra el eapital", fcarla o quitarle su caracter anticapitalista, sino para ae caetaee jos siempre surgen de en ver de confirmar, las destacar cémo los procesos revolucion wns Reerodonayparecen dese Tren ners pregaas po los twiricos del socasmo -aunque bajo la “culata del embargo, contintia: ‘Todavia esta transitando icamente su tarea [ ero la revoluion e rade el purgatri. Eject " ido hays conclido es segunda mitad des n levantaré de un salto y excla- bajo preliminar, Europa sare ya se habia referido al animalito en Antes de Marx, Shakespeare ya se tee ‘Hamlet “Bien dicho, viejo topo. {Trabajas tan de prisa en el seno ones, evide las grandes revol das primero de una revolt le para todos". . 3 “Ensayo de topologia general" a s Viejo Tope, 2006. EL NUEVO TOPO 39 sombra y la luz, entre las profundidades y la super miope, después de tanto tiempo en las Cuando se retira a las profundidades de la tierra, no es para hibernar, sino para excavar més y mis hondo, No retorna al higar 10 de otra manera, siempre. Cuando no se deja ver, no es porque haya desaparecido, simple- ‘mente se torna invisible, Pero siempre esta cavando, LOS CICLOS LATINOAMERICANOS DEL TOPO La historia de América Latina, para quien no logra comprend: movimiento real y particular, se caracteriza por las sorpresas. guerras de independencia suelen ser consideradas un desdobl iento de la Revolucién de Independencia en los Estados Unidos. embargo, ese enfog icacién de las fuerzas de independencia, su ideologia anticolo- nial -con las contribuciones de Bolivar, Marti, Artigas, Toussaint Louverture, entre tantos otros~, cuyos elementos comunes son 'a abolicién de la esclavitud, la fundacién de reptiblicas y el comienzo de la construccién de los Estados nacionales Rebeliones populares, como las dirigidas por Tiipac Amaru y ‘Tipac Catari en Perd,y la rev saint Louverture, movimientos guersilleros, como los de Manuel Rodriguez y los de los le, entre otros movimientos populares protagonizados por los pueblos origina. ros y por los negros, ya habfan revelado el poderoso caudal de sasas que impregnaba la historia del continente. Mientras en los sla esclavitud sobrevivia y convivia con dencia (cuando tos estado lepen- idenses invadieron y anexaron ron a introducir Ia esclavitud en ‘Texas)-, en América Latina la superacién d periodo colonial 40 ELNUEVO TOPO Cuba, que no siglo XIX, fueron Ia excepcién. Ese pocleroso movimiento nacional ya apuntaba, en sus sectores mas conscientes, hacia un horizonte de enfrentamientos con Ios Estados Unidos. Simén Bolivar y José Marti fueron las expresiones mis agudas de esa conciencia entre los lideres independentistas. Bolivar ya habia criticado esa supervivencia de la esclavitud en la revolucién estadounidense, cuando afirmé en 1820: "Me parece una locura que en una revolucién de libertad se pretenda mante- Ja esclavitud”,!” Con una capacidad precoz para captar lo que “Los Estados Unidos fa a inundar nuestra alli see parecen estar destinades por la provi América de miserias” En 1895, pocas décadas después, basindose en su propia expe- Hiencia politica y de vida en los Estados Unidos, Marti sentenciaba: ‘Todos los dias estoy a un paso de dar mi vida por mi pafs y por mi deber [...] de dencia de las y caigan, con esa fuerza excesiva, sobre nues- tras tierras de América, Todo lo que hice hasta hoy, y a impedir que en Cuba se abra, istas de allf y de los espa- haré, es para eso por [a anexién de fioles, el camino que segat mos segando, la anexién de los América al norte, revuelto y bre v monstruo, conozco sus entrarias; y mi honda es a de David y con nuestra sangre esta- leblos de nuestra | que los desprecia. ELNUEVO TOPO 41 La coneiencia precoz que Bolivar y Marti tenian sobre la cra de dominacién imperialista que estaba comenzando prenunciaba como el pafs que, a principios de! siglo XIX, no habia conseguido independizarse de Espaiia enfrentaria, a fines de ese mismo siglo, al imperialismo emergente para obtener su independencia, La condensacién de la problematica nacional con la social propicié que Cuba -una isla situada a 140 kilémetros de la mayor pote! fa de la historia de la humanidad~ rompiera la cadena imperial por uno de sus eslabones mas inesperados. Al ser un pais con una economia primario-exportadora, cen- trada en la produccién de azticar y dirigida practicamente en su totalidad al mercado de los Estados Unidos, la Revolucién hizo que Cuba cobrara un protagonismo inédito a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. capital”, una nueva yb a nueva “revolucién conua el a itrupcidn del viejo topo, que confir- maba que la revolucién s6lo es posible si viola las leyes estratégicas establecidas hasta entonces como obligatorias ~hasta que dejan de serlo por la légica concreta de la realidad con- creta-, La fuerza del sentimiento nacional en Cuba fue la ponsable de que el p: incipal res- se sumara a la ola de rupturas que se propagé por el continente a comienzos del siglo XIX, aprove- chando el debilitamiento de la dominacién espaiola, debido a las invasiones napolednicas a la peninsula, ¢ influida por la Revolu- Gién de Independencia en los Estados Unidos. A pesar de ello, ese sentimiento no consiguié wriunfar, pues las elites temfan perder el control sobre el movimiento, raiz de su radicalismo, En la década de 1870, después de un primer intento de desatar una guerra de \dependencia, Guba reunié fuerzas suficientes para derrotar al colonialismo espaiiol. Sin embargo, ese proceso fue abortado en 1895, en su segundo intento, y ya bajo la direcci6n de Marti, por la intervencién de la emergente fuerza imperial estadounidense. Asi pagé Cuba el precio por no haherse librado de la domi espaiiola en las décadas anteriores, teniendo que enfrentarse a los Estados Unidos, por entonces un poder imperialista. Lo que se instalé en Ia isla fue lo que los historiadores cubanos llamaron una “protorrepiiblica” tutelada por los Estados Unidos, 42 ELNUEVO TOPO La imposibilidad de realizacién de la cuestién nacional hizo que esa bandera se acoplara, con la revolucién de 1959, a las transformaciones antiimperialistas, anticapitalistas y socialistas. De ahi que el movimiento cubano tenga improntas nacionalis- tas y socialistas profundamente imbricadas, fruto del enorme peso que la dominacién estadounidense tuvo en la historia de Cuba. La victoria de Ia Revolucién Cubana fue la mayor sorpresa his térica que haya vivido América Latina. En la segunda mitad de la ‘década de 1950, 1os movimientos nacionalistas clasicos estaban en pleno proceso de agotamiento con las caidas de Gettlio Vargas y Juan Domingo Perén, asi como con la descaracterizacién de las revoluciones mexicana y boliviana. Al mismo tiempo, las inversio- nes estadounidenses retornaban fortalecidas Iuego del largo paréntesis provocado por la crisis de 1929, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea, Los partidos de izquierda en los distintos paises del continente carecian de perspectivas, ya sea porque estaban aislados por el clima de la Guerra Fria, como fue el caso de Cuba, ya sea porque cran seguidores de movimientos nacionalistas que llegaban a su fin El asalto al Guartel Moncada en 1953 y el posterior desembar- © Granma en 1957 fueron considerados “desvios ", acontecimientos que se “apartaban” de un guién preestablecido de la historia, que tendria no slo un script sino también directores y actores predefinidos. Se olvidaron de la cua- lidad imprevisible del topo, que puede, como hemos visto, contar con el factor sonpresa a su favor. Asi pues, lo mas sorprendente fue la répida dindmica que asumi6 Ja revolucién victoriosa, que en pocos afios transité de la fase demo- critica ala fase antiimperialista y anticapitalista, acelerada por la dupla revolucién-contrarrevolucién que afecta a todo proceso real- mente revolucionario, Fue un enfrentamiento desigual del que Cuba salié afrosa, Hasta ese momento, todos los gobiernos del con- tinente que habfan tenido que vérselas con los intereses de los Estados Unidos habian sido derrotados, sea por golpes militares, sea por capitulaciones. Ningiin pais habia enfrentado con éxito a los Estados Unidos, ni siquiera los relativamente més poderosos, ELNUEVO TOPO 43 Ja Argentina y Brasil, No se podfa esperar que aquel pequetio pafs saliera victorioso del enfrentamiento. Sin embargo, operé lo que Trotski llamaba el “privilegio del atraso” y Lenin, “el eslab6n nis débil de la cadena”, dos expresio- nes de la ley del desarrollo desigual y combinado. Dado que México, Brasil y Ia Argentina eran los paises que, desde Ia pers- pectiva de los Estados Unidos, corrian mis riesgo de escapar de su esfera de influencia y desequilibrar la relaci6n de fuerzas en el continente, Washington concentraba en ellos lo esencial de su cestrategia de contencién para lo que consideraba como la accion comunista en América Latina. Los mecanismos tradicionales de la Guerra Fria, que habfan llevado al aislamiento al partido comu- nista cubano, el Partido Socialista Popular, aseguraban que la situacién estaba controlada, Ningiin movimiento antidictatorial en el continente, incluso los que se enfrentaban a Ios aliados de Jos Estados Unidos, habfa escapado a su control La ausencia del factor sorpresa influyé para que no ocurrieran otras victorias en América Latina durante las dos décadas siguien- tes, aun cuando proliferaran los movimientos guerrilleros desde México hasta Uruguay, desde Guatemala hasta Argentina y Brasil. iencia pasé a ser catalogada, en el esquema de Ja Guerra Fria y la Doctrina de Seguridad Nacional, como "sub- versiva", “infiltrada”, y se determiné que deberia ser extirpada como un virus externo al cuerpo social nacional. Esa accién fue complementada por la llamada Alianza para el Progreso, propuesta por los Estados Unidos con el objetivo de incentivar reformas en el campo y promover la pequefia y mediana propiedad para conciliar las contradic Jas movilizaciones campesinas. Una accién similar a la que los mismos estadounidenses ya habfan impuesto durante la ocupa- cién militar en Japén y Corea del Sur con el fin de intentar impedir la proliferaci6n de procesos revolucionarios de base agra- ria, como los que ya habfan ocurrido en China. Durante el gobierno democristiano de Eduardo Frei, Cl el pats privilegiado por la Alianza para el Progreso a la hora de implantar lo que se llamé la “revolucién en libertad”, en un intento de diferenciarla del proyecto revolucionario cubano. Pero fue 44 FLNUEVO TOPO lar agraria de Fr fracas6 y el topo pudo, ita de Salvador Allende. ao consiguié prosperar, su gobierno onces, emerger con el gobierno socia- ido en Pert, en 1969, y el de Allende en Chile, en 1970. Dos de los nes del poder conservador en el cont leas progresistas: las andose a Jo que ocurtiria en Fuerzas Armadas en Pert, a ‘Venezuela tres décadas més tarde, y la Iglesia Catdlica, con el Con- cilio Vaticano 11 y la Teologia de la Liberacién, que se diseminé por gran parte de los paises de América Latina. poder y de la contradiccién entre democracia y La cuestién capitalismo estuvo efecto, en el pais coi j6n y continuidad institur cional del continente, la alianza entre comunistas y socialistas (Unidad Popular) gané las elecciones presidenciales de 1970, después del fracaso de los gobiernos del conservador Jorge Ales- sandri (1958-1964) y de Eduardo Frei (1964-1970). La Unidad Popular habfa hecho cuatro intentos previos y la victoria lleg6 con tan s6lo el 36,3% de los votos. Hasta ese momento en América Latina habjan triunfado gobiernos progresisias, particularmente los de cardcter naciona- a como los de Getiilio Vargas en 1950, Perén en 1945 y Cardenas en 1936. Sin embargo, en 1938 Chile habia elegido uno de los tres gobiernos de Frente Popular en el mundo -los otros dos fueron en Francia y en Espaia~, presidido por Pedro Aguirre Cerda; en este gobierno el joven médico Salvador Allende habia ocupado el puesto de ministro de Salud. Ysi bien en Chile habia existido un gobierno que se proclamé socialista y que duré sto doce dias, a comienzos de los afios treinta, Allende fue el primero sta de transformaciones antica- en ganar con un programa soci pitalistas No es casual que esa situacién se diera en Chife, que fue una espe cie de “laboratorio de experiencias politicas” latinoamericanas, como Engels calificaba a Francia en el continente europeo. Las races de esas caracteristicas chilenas se remontaban lejos en el ELNUEVO TOPO 45 tiempo y remitian a la tradicién instimicional del sistema politico yal surgimiento relativamente precoz del movimiento obrero en el pais. Al unificarse estrechamente ya en 1830 bajo la égida de Porta- Jes ~mientras otros paises se debatfan en grandes conflictos internos-, Chile comenz6 a elegir a todos sus presidentes hasta el golpe militar de 1973, con la excepcién de 1891 y del periodo mmprendido entre 1924 y 1931. El pafs organiz6 un Congreso antes que los pafses europeos, excepto Inglaterra y Noruega. A mediados del siglo XIX la participacién electoral en Chile era equivalente a la de Holanda en esa misma época,a la que Inglate- rra habia alcanzado apenas veinte afios antes y a la que Italia s6lo llegaria veinte aos después. Chile implants el voto secreto en 1874, antes que Bélgica, Dinamarca, Noruega y Francia. Asimismo, el pais conté con un movimiento obrero relativa- mente precoz en relacién con otros paises de la regidn. Si todos tenian economia pri ario-exportadoras, Chile exportaba pro- uctos minerales ~estafio y, en segundo lugar, cobre-. En ver. de un numeroso campesinado, desarrol una concentrada clase wera minera. Asi surgié, ya a fines del siglo XIX, un proleta- riado minero y, a partir de anterior a la burguesia industrial En 1920 el comunista Luis Emilio Recabarren, fundador de los partidos comunistas chileno y argentino, se presenté como candi- idencia. En 1938 el gobierno quedé en manos del wt. La gestion de Eduardo Frei fue la experiencia piloto de la Alianza para el Progreso en América Latina, y la de Allende representé la Gnica experiencia de transicién institucio- 1 golpe de 1973 llew6 al poder al nis representativo de dictadura militar de aquel periodo histérico, época en que comenz6 a implantarse el neoliberalismo en América Latina y en el mundo. La crisis del petréleo, oc: un fuerte movimiento obrero mod {da el mismo aiio de los golpes en Chile y Uruguay, puso fin al largo ciclo expansivo del capitalismo cn la segunda posguerra, en cuyo seno los Estados Unidos conso- lidaron su posicién hegeménica en el bloque occidental. Dadas las circunstancias, los Estados Unidos se valieron de la transicién, aun nuevo modelo para reactualizar esa posici 46 ELNUEVO TOPO de la ofensiva internacional de los Estados Unidos luego de la derrota de Vietnam, cl escéndalo del Watergate y la renuncia de Richard Nixon. El breve paréntesis representado por el gobierno 1y6 répidamente en el marco de las nuevas derro- tas estadounidenses en 1979 -Ias revoluciones en Irén, Nicaragua y Granada-. En esa nueva correlacién mundial de fuerzas, la segunda Guerra Fria, derivada de la ofensiva internacional del gobierno de Reaga 20 los sandinistas pudieron contar con de gobiernos como los de México (Partido Revolucionario Institucional (PRI]) y Venezuela (durante cl gobierno de Carlos Andrés . también de Ia socialdemocracia europea, més tarde esta situacion se revirtié y comenz6 a favorecer el bloqueo de los Estados Unidos a Nicaragua y la militarizacién de Honduras para servir de retaguardia a los contras y a ellos mismos, tal como habian funcio- nado Laos y Camboya en Indochina durante el cerco de Vietnam. En un primer momento la socialdemocracia europea tomé a 1a como una especie de contrapunto pluralista de lo que seria el modelo cerrado de Cuba. Sin embargo, la polarizacion | de Ia segunda Guerra Fria, con el clima fuerte- soviético impuesto en Europa por los estadounidenses, hizo que se distanciara y, finalmente, se opusiera al gobierno san- init. En la década de 1980 predominaba un ambiente no sélo antisovié tico, sino también anticubano, antivietn wv6 a Garcia Marquez a comentar que rnuestras derrotas, pero no pueden soportar las totalitarismo. Se estaba preparando el al también en los planos p La ofensiva estadounidense en Europa, avivada por las supues- tas amenazas del ELNUEVO TOPO 47 seno mismo de la izquierda. La socialdemocracia, escudada en la reactualizacién de la teorfa del totalitarismo ~que identificaba narismo con estalinismo-, reafirmé su elecci intista con la alianza subordinada a los Estados Unidos. La unidad de la inquierda se debilitaba y Europa occidental se distanciaba de América Latina y de toda la periferia capitalista, ‘Un momento determinante en ese giro de la socialdemocracia europea fue el cambio de posicién de Francois Mitterrand, apenas comenzado el segundo aio de su primer manda cuando su gobierno abandoné el adic siano de fa izquierda francesa y adhirié ~por primera vez en un gobierno socialdemécrata~ al modelo neoliberal. De esta manera refor76 la alianza con el bloque anglosajén y se distanci6 de los. globalizados. Al mismo tiempo, se producia la ruptura interna de la alianza con el Partido Comunista, La influencia de la socialde- mocracia en Alemania, Holanda, Francia, Espafia e Italia fue especialmente determinante para ese cambi caso chileno, wal programa keyne- los resultados se vieron directamente: el Partido Socialista rompié la janza con los comunistas y pact6 otra ~que se mantiene hasta de hoy- con la Democracia Cristiana, 1a politica econémica neoliberal de Pinochet. En 1989, el mismo afio de la caida del Muro de Ber logue que conser v6 inesperados cambios politicos e ideol6gicos en el peronismo y la Accién Democratica representaban la adhesion de las corrientes ocurrido con el PRI mexicano- y socialdemécratas al nuevo modelo. De esta manera quedaba con- formado un cuadro de cohesién continental neoliberal. La Accién Democratica eligié a Carlos Andrés Pérez por segunda vez, Pérez habia prometido un programa de reactivacién a, pero de inmediato adopt6 un paquete de duro ajuste fiscal de carécter neoliberal. Hubo una idinaria reacci6n popular, conocida como el “Caracazo”, que provocé la muerte de cientos de personas. 48 ELNUEVO TOPO Menem tam ciado una *revolucién productiva’, pero inmediatamente después de las elecciones nombré como ministro de Economia a Miguel Roig (que murié antes de y luego a Néstor Rapanell, ambos altos ejecutivos del cy Born y representantes de un sector del empresa Fado hist6ricamente hos al peronismo. Esa fue la prueba de su adhesién al liberalismo econémico. Uno de los ragos ms desta cados de la identidad argentina, el peronismo y si ideotogia derrot6 a Lula en la segunda vuelta y neoliberal, que més tarde continué con la adhesién de Ia socialdemocracia ~representada por Fernando Henrique Cardoso- al modelo. En Bolivia, el Movimiento Na- cionalista Revolucionario (MNR) ~que habia encabezado la revolucién de 1952 con su dirigente 0, soro- comenzé a aplicar el neoliberalismo como respuesta a la iperinflacién. En México, el modelo ya estaba en pleno proceso de implementacién desde el gobierno de Carlos Salinas de Gor tari “iniciado en 1986- y continué con el gobierno de su sucesor, Emesto Zedillo, también del PRI, partido de origen nacionalista. Las sucesivas derrotas politicas e ideol6gicas de la izquierda, con sus consecuencias en el plano social, provocaron reflujos pro- longados en el continente. De hecho, luego de la adhesin de partidos del campo progresista al neoliberalismo, el campo de la resistencia se vio restringido casi exclusivamente a los movimien- tos sociales. bargo, ningtin caso fue tan dramético como el argentino, El peronismo, que habia ocupado un amplio espacio en el espectro politico, incluso en gran parte del movimiento obrero, puso en practica el modelo neoliberal en uno de los desplaza- mientos ideologicos mas impresionantes de la regién, porque formas organizaclas mas contundentes del movimiento r esa trayectoria. De esta manera, el espacio de dio comienzo al or Paz Estens- \dical a compat resistencia qued6 debilitado, ircunstancias hicieron posible el proceso més radical de privatizaciones que haya conocido América Latina, Después de dos crisis de hiperinflaci6n, las priva- tizaciones llegaron como tel6n de fondo ~pero reflejado en el dia a EL NUEVO TOPO 49 acién monetaria que, a su vez, estuvo acompafiado con la paridad del délar. Esta elev artficialmente el poder adquisitivo de la moneda argentina y pre- paré asi una bomba de tiempo que explotaria en la década siguiente, al final del segundo mandato de Menem. La sumatoria de esos factores hizo que la Argentina fuera vie- tima de uno de los procesos mas brutales de dilapidacién del que hasta entonces habia sido un poderoso sector estatal de la econo- mia, Un caso emblemético fue el de la empresa Yacimientos Petroliferos Fiscales (YPF), que habia propiciado que el pais se autoabasteciera de petréleo. El gobierno la privati26 con una simple votacién en el Congreso. Asi qued desarticulado uno de los més avanzados sistemas eco- ‘cos y sociales de desarrollo ¢ integracién social, que unia la =. Un plan ahora puesto en prictica por una de las fuerzas, mis tradicionales del nacionalismo latinoamericano. Bajo diferentes fisonomias y desplazando a la izquierda tradi- ional, el peronismo ocupé el centro de la historia argentina a lo largo de las dltimas seis décadas, Al derrotar a los partidos socia- lista y comunista, limité y corté las bases populares de esas jencia, dejé alternativas muy dificiles para la izquierda no peronista. Una primera posibilidad era la alianza con la derecha liberal, argumentando criticamente la falta de democracia del peronismo. La segunda era sumarse al peronismo ~que lleg6 a tener una tendencia trotskista, la de Jonge Abelardo Ramos- y desaparecer en su seno. Yla tercera, perma necer en la izquierda del peronismo, aislada socialmente, reafirmando los prin El peronisino asumié posturas contradictorias a Io largo del tiempo, desde su nacionalismo original, pasando por la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) de Lopez Rega durante el gobierno de Maria Estela Martinez de Perén, hasta el neolibera- lismo de Menem y el gobierno de los Kirchner, La Argentina, como resultado de la confluencia del papel det peronismo, de la dictadura y de las crisis de hiperinflacién ~que 50 ELNUEVO TOPO tuvieron lugar en el itimo perfodo del gobierno de Rati Alfon- sin y al comienzo de la presidencia de Menem-, es uno de los paises del continente donde cl eampo de la izquierda tiene mas dificultades para afirmar su perfil y ocupar un espacio importante en la arena politica, La turbulenta convivencia entre una izquierda kirchnerista y un gran espectro de pequetios grupos, de fuerte connotacién doctrinaria pero sin una importante expre- io politico, no lesen la construc- sign de masas y con poco peso en el escen: favorece la proyeccién de los movimientos soc ci6n de proyectos hegeménicos alternatives. ; ‘Asi pues, le toc6 al movimiento piquetero y de recuperacién de fabricas ser el protagonista principal de Ia resistencia al neolibera- lismo un escenario que se repiti6 en casi toda América Latina, Los movimientos sociales, viejos y nuevos, se destacaron en la resistencia contra los gobiernos neoliberales y sus programas de privatizaciones, de retraccién del Estado en los planos econémico y social, de apertura acelerada de la economia, de dinamizacién del desarrollo centrado en la exportacién y en el consumo de bienes de lujo, y de precarizacién estructural de las relaciones de trabajo. Asi como los piqueteros, también se destacaron por su resistencia los zapatistas en México, los sin tierra en Brasil, los ‘movimientos indigenas en Bolivia y en Ecuador. Las organizacio- nes sindicales, debilitadas por el aumento exponencial del ddesempleo y de la precarizacién laboral, partciparon de esa con- frontaci6n, pero perdicron el lugar central que habian tenido en Jas décadas anteriores en el campo popular. En la década de 1990, el campo politico estuvo signado sobre todo por la ofensiva de las politicas neoliberales y la resistencia de los movimientos sociales. El neoliberalismo consiguié crear consenso en torno a sus politicas contando con una fuerte propa: ganda internacional, pero jugando también con el fantasma de Ia inflacién, el punto de apoyo fundamental en América Latina para jon del Estado y la introduccién de duras politicas de ajuste fiscal. Los efectos inmediatos de la estabilizacién mone- taria ~y la ilusion de que esa medida, por sf sola, elevaria sustancialmente la capacidad de consumo de la poblacién y pro- moverfa la recuperacién del desarrollo econémico- posibilitaron, ELNUEVO TOPO 51 la reeleccién de los principales presidentes promotores d beralismo: Menem, Fernando Henrique Cardoso y Fujimori, fenémenos que abarcaron politicamente la década de 1990, La polarizacién de los enfrentamientos encontré un centro de sistencia en los movimientos sociales, y sobre todo en su cohe- sidn interna, Estos funcionaban como catalizadores del creciente descontento popular: Pero su dificultad provenia de su incapaci- dad de constituir una fuerza politica que propusiera modelos alternativos y un bloque politico que pudiera triunfar electoral- mente y poner esos modelos en practica, Los Foros Sociales Mundiales (FSM) expresaron ese momento de resistencia en el plano internacional consolidando una vision que reducia la exclusividad de la lucha a los movimientos sociales ya las ONG, oponiéndose a las fuerzas politicas ‘movilizaciones contra las reuniones de la OMG, iniciadas en Seatt contra la guerra en Iraq e incluso contra la realizacién de los FSM fueron los acontecimientos representativos de esa modalidad de ha frente‘al neoliberalismo. Pero ese primer periodo se agotd. Y¥ dos instancias fueron determinantes para coneluirlo. La pri- mera fue Ja lucha contra la guerra en Ira, Los FSM nunca incluyeron el tema de la lucha contra las guerras y por la paz Porque eso implicaba meterse directamente en asuntos politicos y cestratégicos, relaciones de poder, politicas imperiales. Las activi- dades relacionadas con esta problematica eran siempre paralelas, agregadas, quedaban fuera del programa oficial; por este motivo Jos FSM desaparecieron de la escena politica mundial, en la cu: predominaba justamente el tema de las guerras, impuesto por los Estados Unidos. Las movilizaciones contra Ia guerra se agotaron fen aquel momento y la cuestién de Ia lucha por la paz no fue sucedida por otras formas de lucha. El éxito de la realizacion de las mayores manifestaciones ocurridas en el mundo ni siquiera fue objeto de debate, La segunda instancia esencial fue el pasaje de la fase de resis. tencia a Ia fase de construccién de alternativas, cuyo principal escenario fue América Latina y los principales protagonistas, sus gobiernos. Todas las propuestas superadoras del neoliberalismo 52 ELNUEVO TOPO ‘estin supeditadas a politicas estatales, ya sea que trabajen por la y la extensién de derechos, por la reglamentacién del “Eel financier oporla constuction de allanme alterna nen um espacio que le FSM se nega encarst [Ar rehusarie a hace, petmanecenen Tn ede esienin 9 tmuesvan incapaces de enfocar In opiones gue, en a pret, reign de ovo mundo poste dieron comienzo a la cor LOS CICLOS DE LUCHA En medio siglo, desde ta victoria de la Revol tinente vivi6 varios ciclos de ascenso y caida de las luchas pol de triunfos y reveses, en plazos muy cortos si se comparan con los de Ia izquierda europea, por ejemplo, con las correspondientes transformaciones radicales en la correlacién de fuerzas entre las clases y los campos sociales, politicos € ideolégicos, Ello refleja también la prolongada crisis de hegemonfa que afect6 a la region del agotamiento del modelo de sustitucién de importacio- nes ~que habfa estado vigente desde la crisis de 1929-. Podemos identificar distintos ciclos en las cinco décadas trans- curridas desde el triunfo cubano: 1, De 1959 a 1967: victoria de la Revolucién Cubana; extension de las guerril Guatemala y Peri, que se sumaron 2 mnasas en varios pales, entre Erendente,infuido dzectamente pork rrumpido en 1967 por la muerte del 1c, en Bolivia, los movimientos guerrilleros rurales; ascenso de nttevos movimientos guerrilleros urbanos en Uru- guay Argentina y Brain electoral de Sahador Allende en de los gobiernos nacionalistas de Velasco Alvarado en Peré (1968), Omar Torrjos en Panama (1968) y Juan José Torres en Bolivia (1971). Fue un perfodo FL NUEVO TOPO 53 mixto, de transicién a un periodo de descenso marcado por los golpes y las dictaduras militares que advendrian en Bolivia, Chi Uruguay y Argentina, que se sumaron ala que regia en Bras 8. De 1973 a 1979: consolidacién de las dictaduras militares en el Cono Sur ~a la de Brasil (1964) siguieron las de Bolivia (1971), Chile (1973), Uruguay (1973) y Argentina (1976)~; éxito del modelo econémico de la dictadura brasiletia; caida de Velasco Alvarado en Perti (1975); inicio de la implantacién del modelo neoliberal por parte de la dictadura de Pinechet en Chile. Un periodo de reflujo. 4. De 1979 a 1990: victoria de los sandinistas en Nicaragua (1979); revolucién en Granada (1979); gobierno progresista en Suri- nam; eleccién de Fidel Castro para presidir el Movimiento de los Paises No Alineados (1979); expansién de las guerr El Salvador y Guatemala, Periodo de recuper Sur. uba (1989); expansion de la hegemonia eral en el continente, con los gobiernos del PRI en México, Paz Estenssoro en Bolivia (1985), Carlos Menem en la Argentina (1989), Carlos Andrés Pérez en Venezuela (1989), Alberto Fujimori en Perit (1990) y Fernando Henrique Car doso en Brasil (1994); continuidad del modelo neoliberal heredado de Pinochet durante los gobiernos democristiano y socialista en Chile (1990). Perfodo de claro reflujo y regresién En ese medio siglo, la sucesidn de ciclos cortos de ascenso y des. eenso configura una tendencia ascendente, que puede caracterizarse como un largo ciclo de expansién de las Iuchas populares. La sucesién de plazos cortos pone de manifiesto la ines- tabilidad del contineme y Ia incapacidad para consolidar alternativas, lo que a su vez revela uma profunda crisis hegeménica y también una enorme capacidad de recuperacién de la izquierda frente a los reveses, algunos de ellos muy criticos ~como la muerte del Che, el golpe en Chile, la derrota sandinista, las dictaduras Fes, los gobiernos neoliberales-. Como un topo, el movie 54 ELNUEVO TOPO miento popular buscaba lineas de menor resistencia desplazin- 1s espacios sociales cuando se vela bloqueado: del sur al norte del continente, del campo ala ciudad, de la izquierda tradicional a los nuevos sectores sociales ¥ as orga 9s a los movimientos sociales y de éstos @ nuevas fuerzas politicas e ideoldgicas, Derro- tas de la dimensién de las sufridas por Ia izquierda del cont suelen llevar, en otras regiones del mundo, a reflujos mucho més largos y prolongados, como los que ocurrieron a raiz de las derro- la Primera Guerra Mundial (1914-1918) spafiola (1936). yde la derrota repul La brevedad de los * Dela muerte del Che yel agotamiento del primer ciclo gu ro (1967) al gobierno de a wes aiios © Del fin del “campo socialista”, la caida del gobierno de Granada, del gobierno de Surinam, el comienzo del “periodo es, del régimen san- Ginista (1990) a la eleccién de Hugo Chévez (1998) pasaron de ‘ocho anueve afios resistencia popul La sucesién de los ciclos revela un continente de revol ién de los trabajadores Te (1906), sImente la Revol con el cambio de siglo inauguré una ve ciclo de revoluciones de independencia de clo expansivo de las luchas. sn Mexicana (1910), que is-tlespués del intenso iglo anterior un ci- EL NUEVO TOPO 55 En el medio siglo analizado, los tres ciclos ascendentes suman veintinueve afios ~incluyendo las victorias revolucionarias en Cuba y Nicaragua, y los gobiernos de Salvador Allende, Hugo Chavez, Evo Morales y Rafael Correa-, mientras que los ciclos de reflujo suman catorce afios ~incluyendo la muerte del Che, el golpe en Chile y la derrota sandinista-, LOS CICLOS NEOLIBERALES ¢Por qué América Latina se convirti6 en laboratorio de experien- cias neoliberales y, en un plazo relativamente corto, en el eslabén uo que conformaron un largo Jo expansivo desde los afios ‘reinta, cuando se pusieron en prictica distintas formas de reaccién ala crisis de 1929, hasta el agotamiento del modelo primario-expor- y Brasil, pero también mas aisiadamente en Colombia, Pert y le-. Esos procesos vinieron acompaiiados de proyectos px os de cardcter nacional, que fortalecian a la trabajadora, nal, y también de ideologias e identidades nacionalistas, Al mismo tiempo, se constituyeron nuevos bloques sociales en el poder. En la década de 1960, ese pot radical cuando el lan los derechos conquistados, Jas democracias liberales exi cubano apuntaba a alternativas que superaban los limites del capi- talismo y la dominacién imperial estadounidense. La explosiva y nacién de esos elementos desembocé en los golpes militares del ono Sur pero también en la victoria de la Revolucién Cubana y los movimientos guerrilleros posteriores. Dos procesos combinados produjeron la mas radical y concen- trada transformacién regresiva de las correlaciones de fuerza 56 EL NEVO TOPO centre las clases: Jas dictaduras militares y la implantaci6n de los neoliberales, ambos estrechamente vinculados entre si, La promocién de los profundos y concentrados procesos de priva- tizacién -con la brutal transferencia de renta y patrimonio piiblico correspondiente- como se dieron en Chile, Uruguay y la Argentina ~para mencionar Ios ejemplos més extremos-, cra impensable sin antes romper la capacidad de defensa de los inte- reses del movimiento popular mediante Ia represi6n. Esos tres pafses tenian algunos de los mis avanzados sistemas de proteccién social, Estados con capacidad reguladora, procesos de expansién del mercado interno, de fomento al desarrollo eco- némico, de garantias de los derechos sociales de la poblacién y de prestacién de servicios. La represi6n mas brutal que conocieron ‘en sus historias abrié camino a los modelos neoliberales, los cuales produjeron modalidades de Estados minimos privatizando model en el caso argentino pricticamente todo yaboliendo derechos sociales que habian sido conquistados a lo largo de muchas décadas de lucha, Tres de los mas avanzados Estados del continente fueron desarticulados. En la décadla de 1990 el neoliberalismo se habia propagado por el continente como en ninguna otra regién del mundo. Nacido en fa extrema derecha del Chile de Pinochet, encontré otros adeptos de derecha como Alberto Fujimori en Pert, pero tam- bién conquisté fuerzas hist6ricamente identificadas con el nacionalismo, como el PRI mexicano, el peronismo argentino durante las dos presidencias de Carlos Menem- y el MNR en Bolivia, A partir de entonces alcanz6 a la socialdemocracia, con el Partido Socialista de Chile, la Accién Democratica de Venezuela y ‘el Partido de Ia Social Democracia Brasileia (PSDB). Ocupé pricticamente todo el espectro politico dei continente, de dere- cha a izquierda, y se convirti6 en un modelo hegeménico en toda América Latina, ‘Sin embargo, por sus propias caracteristicas intrinsecas, el modelo neoliberal no consiguié crear las bases sociales necesarias para su reproduccién y legitimacién. La desregulacion, cuyo resorte propulsor era destrabar todos los obstéculos para la libre circulacién del capital, llevé ~como hoy es bien sabido- a canali- ELNUEVO TOPO 57 zar abultados recursos no para el sector prod financiero, en el cual el a mucl 0, sino para el tl obtuvo lucros mas elevados, con mayor liquidez y casi siempre sin pagar impuestos. Esto, sumado a la apertura acclerada de las economias, ocasioné no s6lo un intenso proceso de concentraciés del ingreso, exch de derechos formales de los trabajadores y desempleo, sino tam- bién un proceso de desindustrializacién de las economias del los gobiernos neoliberales no consiguie- ron consolidar en el poder un bloque de clases que les diera sustentabilidad. Fracturaron radicalmente a las capas medias, cap- tando al sector superior para los procesos de modernizacién de la economia pero empujando al empobrecimiento al contingente mayoritario de esas capas, y, a la vez, newt ron relativamente Jas reacciones de las masas con la fragmentaci informaliza- cidn y el desempleo en ef mundo del trabajo. El modelo pas6 asi tempranamente, de la eufoi los gobiernos qu -s economias més importantes del continente la mexi- a la depresién y al aislamiento de lo sostuvieron, via y la argentina fueron justamente las que suftieron las tres grandes crisis del modelo, en 1994, 1999 y 2002, respect modelo agots stt potencial hegeménico sin haber podido cumplir sus principales promesas. Si bien es cierto {que Ia inflacién fue controlada, el precio fue muy alto: frené la iad de recuperar el desarrollo econémico, produjo el mis intenso proceso de concentracién del ingreso que el continente ha conocido, gener enormes déficits publicos, expropié dere- chos fundamentales de la mayorfa de la poblacién -en primer lugar, el derecho al empleo formal-, elev6 exponencialmente el endeudamiento pitblico y, ademas, fragilizé las economias de regiOn, que pasaron a ser victimas indefensas de ataques especula- co ~tle los cuales los tres casos mencionados son ejemplos clocuentes. Las conquistas mas importantes del \coliberalismo no ocurrie- ron en el plano econémico, en el que canalizaba sus mayores promesas, sino en los planos social ¢ ideolégico. La combinacién 58 ELNUEVO TOPO centre politicas de “flexibilizacién laboral” ~que en realidad son de precarizacién laboral, de expropiaci6n del derecho al contrato formal de trabajo-, el desempleo resultante de ajustes fiscales en el ambito gubernamental y los despidos masivos en el sector privado debilité profundamente los sindicatos y la capacidad negociadora de los trabajadores, fragment6 y atomiz6 la fuerza de trabajo y desplaz6 los temas del trabajo y las relaciones de trabajo del debate piblico, La mayoria de los latinoamericanos no pueden organizarse, no pueden apelar a ia justicia, no tienen identidad pitblica, no son ciudadanos en el sentido de que no son sujetos de derecho, sino vietimas de los peores mecanismos de superexplotacién del trabajo. Se los llama “excluidos”, no por ser marginados de los procesos sociales constituidos, sino por estar excluidos de las relaciones de derecho, por no ser reconocidos por el mercado de trabajo, por haberles sido expropiados sus derechos sociales fundamentales. ‘Acesa fragmentacién social, que dificulta al maximo la organiza- cién de las luchas de resistencia contra el neoliberalismo, se suman los cambios radicales en el campo ideolégico de las socie- dades latinoamericanas. La derrota del campo socialista en todo ‘el mundo fue seguida de un proyecto ideol6gico que sustituyé el Estado por la empresa y por el mercado, el ciudadano por el con- sumidor, la regulacién econémica por el libre comercio, los cespacios piiblicos por los shopping centers, cl trabajador por el indi viduo, la ideologia por el marketing, la palabra por la imagen, la escritura por los medios visuales y el libro por el video, las concen- traciones callejeras por las campafias politicas televisivas, los derechos por la competencia, la novela escrita por la telenovela, los periédicos por el informativo de televisiOn. En sintesis, un giro hacia la consolidacién de valores que venian imponiéndose a lo largo del tiempo y que encontraron en el ambiente ideolégico de Ja hegemonia neoliberal su campo de afirmacién por excelencia. Dela mano de esa afirmacién vino la descalificacién de valores, fenémenos, espacios, partidos, politica, soluciones colectivas, pl nificacién estatal, derechos, teorfas, ideologta, raz6n, concie: social, desalicnacién, organizaciones y movimientos sociales, esfera puiblica y esfera estatal. EL NUEVO TOPO 59 Los valores ideolégicos neoliberales, sumados a las campatias del pensamiento tinico y del Consenso de Washington, termina- ron configurando un campo intelectual dominante absolutamente precapitalista en su era neotiberal. Este precapitalismo, conjugado con el factor mencionado antes, es decir, Ia fragmentacién social, son los elementos de fterza del neoliberalismo, que responden principalmente por su mantenimiento como modelo hegeménico todavia dominante en América Latina, a pesar de su agotamiento econémico precoz y de las derrotas de los gobiemnos que lo perso- nificaron ~Alberto Fujimori en Peri, Ferando Hentique Cardoso en Brasil, Carlos Menem en la Argentina, Carlos Andrés Pérez en Venezuela, Sinchiez de Lozada en los ilimos gobiernos del PRI en México, los gobiernos de los dos partidos tradicionzles en Uruguay y el Partido Colorado en Paraguay-. Pero también la de- rota de los que intentaron perpetuarlo més alli de su agotarniento ‘yeayeron, como fue el caso de Fernando de la Rita en la Argentina, Lucio Gutiérrez en Ecuador, Sanchez de Lozada en Bolivia y otros. Mis de diez gobiernos de la regién cayeron, esta vez, no como re- sultado de golpes militares, sino por pérdida de legitimidad. EL POSNEOLIRERALISMO EN AMERICA LATINA Dos grandes transformaciones introdujeron el perfodo histérico contemporanco a escala mundial: el pasaje de un mundo bipolar aun mundo unipolar, bajo el dominio imperial estadounidense y el pasaje de un modelo hegeménico regulador a uno neoliberal Esa combinacién provocé un inmenso retraceso hist6rico y mo- dificaciones fuertemente regresivas en la correlacién de fuerzas entre los campos fundamentales de enfrentamiento politico en los ambitos local y mundial. Después del choque entre el campo socialistay el capitalista, la victoria de este diltimo signiticé el comienzo de un nuevo perfodo histérico, bajo la hegemonfa nica de la potencia-lider del cam- pocapitalista. Fue un triunfo econémico y politico, pero también ideo! «Jos dos bandos se dispu- taron Ia interpretacién de Ia historia contempordnea. Para el 60 ELNUEVO TOPO nazi de este timo, sién comunista. in del campo soci mbién Ia victoria de wiunfo de sus adversarios represen- arom cerpretacién del campo cay acerca de los enfrentamientos del mundo contemporaneo. La visién cexpresada por Francis Fukuyama se volvié dominante: el horizonte ral ~que pasé a identificarse con la democracia~ y a la economia capitalista de mercado ~identificada con la economia. Se trata de xa ideol6gica que consolidé, en la esfera de las ideas, as ransformaciones ocurtidas en otros nveles. se ese plano donde se revela la fuerza principal dela hegemo- modo de vida norteamericano”, mente hasta en las capas més pobres de Ia de fa misma forma en que también ha legado ts habfa tendo influencis externas impor China, que nunca antes, Sin embargo, las de! de los Estados Unidos afect lades econémicas, politicas y militares su potencial hegemé politicamente son incapaces de desarrollar dos guerras al mismo tiempo, lo que bloquea su capacidad de consolidarse como la ‘imica superpotencia, como el gran lider mundial en la era de la sglobalizacién neoliberal. La recesién de la economia estadou dense confirma igualmente sus fragilidades, que se reflejan en la devainacién del délar y en los tres déficits que comenzaron a determinar estructuralmente su economfa, Pero la nueva hegemonia unipolar imper periodo ascendente del capitalismo, como ocurrié en la segunda osguerra, puesto que los Estados Unidos son incapaces de impulsar un nuevo ciclo expansivo de la economia. EI predor nio del capital financiero convierte Ia esfera especulativa en el elemento central del proceso de acumulacién, que se constituye les excedentes, no se da en un como un espacio de atraccién masiva de cap EL NUEVO TOPO 61 expresin de la contradiccién estructural entre la expansién pro- ductiva y la incapacidad del sistema de crear Ias condiciones de su realizacién en el plano del consumo. El declive de Ia hegemonia econémica de los Estados Unidos y la ascension de las economias asiaticas ~y princi 1a~ reflejan esa tendencia. Por los factores ideol6gicos que hemos seitalado, algunas inter- pretaciones que afirman que puede haber dominacién sin hegemonfa son inadmisibles®! La influencia ideoldgica de los Estados Unidos encarna, por el contrario, un caso tipico de hege- monia en el sentido gramsciano del concepto, que se refleja en la capacidad de conviecién, de persuasién, de fascinacién, de adop- én de los valores del modo de vida norteamericano. de las poblaciones pobres, los sintomas de la induccién de los, valores estadounidenses son la atraccién por el consumo de marcas, McDonald’, Internet y, ademds, en el caso de China, el uso de la tecnologia y de automéviles. No hay otra forma de vida o de sociabilidad que compita con la estadounidense en los corazones y en la imaginacién de gran parte de la poblacién mundial, Ni el islamismo, ni el evangelismo, {cualquier otra forma, occidental o no, tiene de lejos 0 de cerca la capacidad de competir con el estilo de vida, los valores y las propuestas de consumo estadounidenses Otro argumento consistente a favor de la continnidad de la hegemonfa estadounidense, aunque esté debilitada, reside inexistencia de otra potencia o de un conjunto de fuerzas a que pueda combinar fuerza politica, militar, econémica ¢ ideol6- giica para disputarle el ia hegeménica. Concomitantemente, iberal revela sus limites. Como era de prever, el pais que sacaba ventajas esenciales de la desregulacién financiera pasé a ser victima de ese fenémeno, como ocurre hoy con los Estados Unidos, que se ven obligados a socorrer a empresas financieras en crisis. Distintas formas de intervenci6n estatal y de proteccionismo —las que consiguieron rente ch ni Arrighi Se waa, sin embargo, ce una lizada, adoptada por otros excelentes analsts, januel Wallerstein y Samir Amin 62 ELNUEVO TOPO sobrevivir~ se fortalecieron, pero eso no cuestiona el predominio de las tesis del libre comercio, que siguen vigentes en el mundo. ‘Tanto desde el punto de vista de la hegemonfa militar como de Ja vigencia de la hegemonia del modelo neoliberal ~que vive su decadencia-, no hay en el horizonte ninguna nueva potencia con vocacién hegeménica ni tampoco un modelo alternativo al neoli- mos, y seguiremos viviendo todavia por bastante beral. tiempo, un perfodo histérico marcado por turbulencias, incerti- dumbres y nuevas disputas hegemsnicas en todo el mundo, tanto en el orden econémico como en el politico y Ese hiato se abre porque el mayor drama hist6rico contempori= neo radica en Ia descompaginacién entre la revelacién, cada vez mas clara, de los limites del capitalismo ~por la financiarizacién de Ia economia, 10s, el dafio ambiental, Ia concentraci6n del ingreso y del poder en cada pais yen el mbito mundial~ y el retroceso en los factores que podrian militarizacién de los con! llevar a la construccién de una alternativa de superacién del capi- talismo, Este retroceso no sélo se debe a la derrota y a la desaparicién de la Unién Soviética y del campo socialista, sino también a los cambios en las formaciones soc como el dcbilitamiento de la clase obrera -tanto en su situ objetiva como en el menoseabo del trabajo-, de las distintas formas de politicas piblicas y de las regulaciones estatales, de las alternativas colectivas, de la politica como instrumento de trans- Formacién consciente de la sociedad, de la ideologia y de la militancia politica, entre otros. En el nuevo periodo histérico, las aternativas contrahegeméni- cas se enfrentan con los dos pilares centrales del sistema dominante: el modelo neoliberal y la hegemonia imperial esta dounidense, En la confrontacién con ellos habré de evaluarse el proceso de construccién de “otro mundo posible” para an: sus avances, contratiempos, obsticulos y perspectivas. De cierta manera, los ejes que articulan el poder actual en el mundo se pueden resumir tomando como base los tres grandes monopolios: las armas, el dinero y la palabra. El primero refleja la politica de militarizacién de los conflictos, como consecuencia del Area en la que los Estados Unidos creen tener una superiori- ELNUEVO TOPO 63 dad incuestionable. El segundo retrata la politica neoliberal de mercantilizacién de todas las relaciones sociales y los recursos naturales, que busca producir un mundo en el que todo tiene precio, todo se vende, todo se compra y cuya utopia son los shop- ping centers. El tercero es el monopolio de los medios de comunicacién privada mediante el proceso ~profundamente sclectivo y antidemocratico- de formacién de Ia opinién piiblica, América Latina refleja de manera particular esas contradicciones del nuevo periodo histérico. Ast como fue el primer escenario de implantacién de! modelo neoliberal y su victima privilegiada, la regi6n atraviesa por una especie de marejada, con gobiernos que rompen con el modelo y otros que buscan reacomodarse para no sucumbir con él. Desde ef punto de vista politico, se mostré, refractaria a la politica de “guerra infinita” de Washington: los Estados Unidos no consiguieron apoyo de ningtin gobierno para invadir Iraq. Colombia, como epicentro regional de la politica estadounidense, permanece aislada internamente, En su con- junto, la regién produjo espacios de autonomfa relativa en relacién con la hegemonfa econémica y politica de los Estados Unidos, lo que la convierte en el eslabén mas frégil de la cadena neoliberal en los albores del nuevo siglo. in ese marco general queda delimitado el nuevo perfodo hist6- rico en América Latina, como producto y como reaccién a las condiciones imperantes a escala mundial. El agotamiento del modelo cconémico ha sido un factor determinante para la derrota de los gobiernos que lo introdujeron e implementaron en el continente, asf como también para cl debilitamiento de quienes lo mantienen ~Felipe Calderén en México, Alan Garcia en Peri y Michelle Bachelet en Chile, pues todos padecen una clara pérdida de popularidad~. En Colombia, el propio Uribe, que cuenta con un alto indice de popularidad por haber promo- vido cl tema de la “seguridad democratica” -el problema central en el pais-, perdié las elecciones municipales: en octubre de 2007 la oposicién reeligi6 al gobernador de Bogota y eligié a los gober- nadores de Cali y Medellin, Cada vez hay mas presidentes clegidos ~algunos reelectos~ como reaccién al agotamiento del modelo econémico. A ese factor se sumé el Jamiento de la poli- 64 EL NUEVO TOPO tica del gobierno de Bush cuando la propueste del ALCA fue rechazada y se 2 ni alternativa, a los tratados bilaterales de libre comercio. Unidos a la fuerza acumulada por los movi+ esisiencia 2 los gobiernos neoliberales, «308 gobiernos se constituyeron como factores responsables por el cdo que vive América Latina mientos sociales en 2. La crisis hegeménica en América Latina América Latina vivi6 perfodos hist6ricos claramente dife- renciados en las Glkimas décadas, y sus transiciones provocaron Procesos de profunda y constante inestabilidad social y politica que vivimos. ‘que earacterizaron la historia de la época en EL MODELO DESARROLLISTA Como reaccién a la crisis de 1929 se promovieron, de diferentes maneras y en diversas escalas, el desarrolk iento de los mereados internos y la construccién de proyectos nacionales. Ese periodo sc inicié en Ia década de 1930 y se pro- Iongé con el largo ciclo expansivo del capit: nternaciona de la segunda posguerra. Fue una gran novedad histories, La teorfa del comercio internacional se ocupé de teorizar y justificar In aceptacién de esa mod: nal heredada de la era color Es posible identificar tres grupos de paises segiin el modo en que hayan reaccionado a la Gran Dep! los que lograron implantar proyectos de industrializacién para sustivuir las importaciones y de ese modo transformaron su estructura pro- Guctiva (Argentina, México y Brasil); los que dieron pasos en esa direccién (Pera, Chile, Uruguay y Colombia); y los que no cons! guicron salir de la estructura primario-exportadora. por més que operara el “privilegio del atraso” propiciado por la ley del desarrollo desigual y combinado, lai sada encontré un mereado mundi que ajustar cuentas para pode: lustrializacién atrae constituido, con el eu tegrarse, 66 EL. NUEVO TOPO Las modalidades dependientes de industrializacién periférica fueron debidamente analizadas por Ruy Mauro Marini,?* quien destacé a acumulacién dirigida a la exportacién y a las altas esfe- ras del consumo, sustentada en procesos de superexplotacién del se inscribjeron profunda- s-2l continente mas trabajo, y las consecuencias sociales 4 mente en las estructuras de nuestros desigual y, por lo tanto, el mas injusto del mundo-. ‘América Latina transformé su fisonomia como nunca antes en hhabia hecho, ya sea desde el punto de vista del des- arrollo de las fuerzas productivas, la constitucién de las clases sociales fundamentales (expansin de la capacidad de regulacién, realizacién de politicas sociales y fomento del Estado a la produc- cién) 0 la elaboracién de proyectos nacionales (organizacion de fuerzas sociales y politcas y formacién de identidades culturales) Los procesos de movilidad social tenian cardcter ascendente, zsaje del sector primario al secundario o cl ter- 6 la adquisicién del contrato formal de | Fue asi como, a su historia sobre todo en el ciario, io que imy trabajo y la promocién 2 la ciudadania soci pesar de la profunda desigualdad social, se constituyé un gran proletariado urbano, se expandieron los sindicatos, se fortalecie- ron los partidos de cardcter popular y se desarro!l6 una cultura ciudadana, de derechos y de democracia politica y social. 'Al concluir el largo ciclo expansivo latinoamericano, este periodo desembocé en grandes revucltas sociales y politicas, dic- guerrilleros y triunfos revolucionarios. Gomo telén de fondo term lista, de capacidad reguladora del Estado, de expansién del mercado interno de consumo de masas, de movimientos naciona- listas y alianzas entre sectores de la burguesia industrial y fuerzas representativas de los trabajadores y cl campo de la izquierda, “Terminaba una etapa hegemonizada por un bloque de clases que habia adquirido cierto grado de estabilidad. Ese dominio se fandaba en un proyecto de acumulacién de capital que incorpe- 1), Dialtice da dependincins uma antologia da obra polis, Vanes, 2000. 22 Véase Emir Sader de uy Monro Masi LA CRISIS HEGEMONICA EN AMERICA LATINA. 67 taba intereses comunes en torno a la expansién del consumo interno, la integracién del creciente contingente de trabajadores @ la economia formal, el fortalecimiento del papel del Estado y, en cierta medida, la promocién del desarrollo econémico y la defensa del mercado interno, LA HEGEMONIA NEOLIRERAL, Agotado ese proyecto y concluido el periodo, después de un tenso proceso de transici6n, se instalé un modelo neoliberal en un mundo dominado por la hegemonia imperial estadouni- dense. La desregulacién ~tema estratégico de esta nueva etapa— no propicis un nuevo ciclo expansive, sino una bi masiva transferencia de capitales del sector productivo al especulativo. Liberado de sus trabas, el capital migré fuertemente hacia el sector financiero a través de la compra de papeles de la deuda de los Estados y la circulacién en las bolsas de valores. Simultineamente hubo un debilitamiento de la capacidad reguladora de los Estados y una retraccién de las politicas sociales como consecuencia de la generalizacién de los endeudamientos yde las cartas de compromiso impuestas por cl FMI-, y se concre- taron los procesos de privatizacién del patrimonio publico y la apertura e internacionalizacién de las econot Un nuevo bloque en el poder se instalaba, hegemonizado por l capital financiero, que ahora era aliado de los grandes grupos exportadores y otorgaba un nuevo protagonismo a los agronego- ios, sobre todo al de la soja, El punto mas fragil de las alianzas era su poca capacidad de creacién y reproduccién de bases popullares de apoyo. El nuevo bloque consiguié incorporar secto- res de la clase media alta reciclados a los procesos de globalizacién de la economia, lo que provocé una profunda frac. tra en las capas medias, cuyos sectores tradicionales tendian a la proletarizacion. El nuevo modelo tuvo un comienzo estridente: conté con el apoyo internacional y el respaldo practicamente undnime de los medios de comunicacién del ambito privado; fue aclamado como | | LA CRISIS HEGEMONICA EN AMERICA LATINA 69 talén de Aquiles. La reproduccién del capital ficticio no distribuye el ingreso; al contrario, agudiza un fuerte proceso de concentracién Porque gira en falso, no produce valor, tampoco empleos. No es casual que, después de un comienzo exférico, los gobier- nos que adoptaron mas directamente el modelo neoliberal hayan sido derrotacios en las urnas, ni las furerzas que tos reemplazaron { hayan encontrado en las p& | -lo que les da legitimidad y | derecha, aunque éstas dispongan del monopolio de los medios de comunicacién y tengan, en consecuencia, la posibilidad de forjar y nanipul a opositora. Las relaciones de poder fueron brutalmente transformadas y com zaron a concentrarse .dos con la terra ahora destinada a las exportaciones del agronegocio-, los bancos, los medios de communi. caciéa y las grandes corporaciones industiales y comerciales. antes de poder | Ts unidad de toda esa gan ocasionaron esas de sectores del gran capital, bajo la hegemonia del capital financiero, no consiguié establecer amplia base social de apoy on los nuevos sectores globalizados de las clases medias —que, de cualquier manera, eran minoritarios en esa capa social A pesar del papel q Por qué se I iderazgo incues jeva derecha latinoamericana, su capacidad de ‘movilizar y consolidar apoyos en el plano politico es limitads, incluso con Ta inmensa in La victoria ideol6gica nueva derec liberal se produjo gracias a esa influencia mediitica, art con las campaiias publicitarias de las grandes matcas y el | consumo de los shopping centers -y | ble es ta propia tele las Fuerzas del espectro politico ¢ ideolégico? EI motivo principal fue que la critica al papel regulador de! Estacl a restricciones a la libre realizacién del caps | \cién, siguiendo una creencia mejor asignador de recursos”. En la sferenein masiva de capital del sector sie, como expresin del fenémeno tes de capitales, no sélo blo- nuevo largo ciclo expansivo de Ia ignifica la hegemonia del capital iyo complemento indispensa- nueva industria de la mas contribuy6 a la hegemonia neoliberal fae la inconmensurable fragmentaciGn social y cultural que el nuevo modelo produjo y reprodujo en Ia inmensa masa de la poblacién. La promocién del trabajo precario, la forma preponderante de reproduecién de Ia vida de centenas de m in embargo, lo qi periodo de exced qnea la posibilidad de nomia sino que tamb financiero, bajo I proceso de acumulacién forma especulativa, nes de personas, fue 'a principal responsable de esa heterogeneidad en las relaciones de trabajo, de ese panorama econémico y social en el ct iad a su reprodueci parte, no crea bases yéseessn | sociales de apoyo que den es 70 ELNUEVO TOPO tantos -hombres y mujeres, negros, blancos, mestizos ¢ indios, ancianos y nifios- vivieron del trabajo, sin que ese inmenso caudal pudiera transformarse en fuerza y capacidad organizativa para defender los derechos bisicos de esos millones de trabajadores. Esa fragmentacién dificulta la capacidad de manifestacién, nego- ciacién, recurso a la Justicia, construcci6n de fuerza politica, como asimismo debilita la identificacién con el mundo del trabajo y su cultura, Dado que las identidades no permiten el vacio, acaban por otras -nacionales, étnicas, de género, rel siendo ocupa ‘sas, deportivas- que no se articulan ni dialogan con las identidades el mundo det abajo, aunque continden ocupando gran parte Ge ta energia, el tiempo y la vida de las personas para, simple- mente, reproducir sus condiciones de existencia, ‘Otro componente de la hegemonia neoliberal ~al cual quere- mos dar especial énfasis debido a su importancia~ es la alienacién, Se trata de una categoria que cayé en desuso, tal vex por olvide o sublimaci6n, pero que hoy, més que en cualquier otro momento histérico, tiene un papel preponderante. La pér- dida de identidad del wabgjo bloquea la capacidad de comprender el papel de hilo conductor de la mayor de las aliena- ciones: las personas producen el mundo, pero no deciden sus rrambos ni tienen conciencia de que lo estén produciendo; al con- trario, lo perciben como un mundo ancho y ajena* Esto facilta la entrega indefensa de las personas a la deol de la globalizacién, que exalta la tecnologia, la aptitud profesio- nal, el dinero y la destreza empresarial como los grandes agentes de construccién de la riqueza y del mundo. se espacio vacio ~promovido por las ideologias de la globaliza- ines lenado por la ideologia del consumo, del mercado, de la competencia, que alimenta el espfritu e incentiva la demanda. El “modo de vida norteamericano” nunca se desarrollé tanto, ni tuvo tanta influencia, ni concreté tan ampliamente su capacidad hegeménica. ‘Como resultado de esa convergencia, nunca la humanidad acu- mulé tanta capacidad tecnolégica para construir “otro mundo” a riginal [N. dela LA ORISIS HEGEMONICA EN AMERICA LATINA. 72 imagen y semejanza de sus suefios, su desco y su imaginaciény sin ‘embargo, jamas se sinti6 tan impotente frente a ese mundo que aparece como una realidad que se impone, inevitable, inabarca- ble, ajena a lo que hombres y mujeres son en su vida diaria, © chuso en sus asociaciones y luchas cotidianas. \coliberalismo obtuvo otros logros: introdujo el tema de la Jucha contra Ia inflacion como una cuestién que debia ser consen- suada. Incluso muchos gobiernos elegidos en un acto de rechazo al modelo (México, Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Perd, Ur guay y otros) mantuvieron varios de sus elementos, como la independencia del Banco Central, el pago del superévit Taacumulacién de gran cantidad de divisas altas tasas de La entrada del capitalismo internacional en un largo ciclo rece- sivo represents, para América Latina, un cambio mucho més radical que una simple inversion del punto de vista econémico, A partir de la década de 1970, el continente transité hacia un ‘odo hist6rico sobredeterminado por el pasaje del mundo de la bipolaridad a la hegemonia unipolar imperialista y del modelo regulador al neoliberal. Su combinacién profundizé la fractura cenire el centro y la periferia, ahora denominada relacién entre globalizadores y giobalizados. LA CRISIS HEGEMONICA América Latina fue el laboratorio de las experiencias neolibera- les: el modelo nacié aqui, y aqui se propagé y asumié sus formas mis radicales. Por esa razén, el continente sufrié los efectos més adversos del neoliberalismo y pasé a ser el eslabén mas débil de la cadena, en el que protiferaron una gran cantidad de gobiernos clegidos con espiritu de rechazo al neoliberalismo, a contramano de las tendencias mundiales. En otros momentos de la historia, en diferentes periodos, cris sociales menos graves y prolongadias que la actual provocaron res- puestas de movimientos sociales de masas que terminaron siendo ‘casos de excepcién en el marco de la fragmentacién social cons- truida por el neoliberalismo. En esas etapas, el descontento social festaci6n: expresiones ica, entre otras, como sila ener ticamente, sino que, por el foal que asstimos se caracteriza por la pérdida de legit: .nos y de los modelos neoliberales, pero también. 1s para construir proyectos alternativos, ya sea por wre comercio en el mundo, 0, en raigado en las opi- flacién— sino ee verse en ¢] miedo a nese pt ee et ro ceasonados por el cas de dsb del ingresn sven de alterna cre hecho de Piiernos eatin compromeddosen una extatgia de di- fut negemenien contin tl poder prio dea van Dasgucsa was grandes empress prvaas, nacionales ¥ ae ranjern, fos bances, los grandes exporadores del agronego- Sm priedow 5 bien aa lle temo, cues ot impo potenciado por las (Owra barrera para la ee eee ee era ee eeree emcicmeey apeeral a ee ice clangmenta que bbls eee los bats de leesar scala ae ae te oes fi sar ompern snioo ee oes eee a eco peta inuntn deo soa las dltimas décadas, una fondo la concentracién occidental ante LA CRISIS HEGEMONICA EN AMERICA LATINA 73, Desde ef punto de vista social, los sindicatos se debilitaban pasando del pleno empleo a niveles muy altos de desempleo. Cuando los igrantes empezaron a ocupar funciones no ¢alifi- cadas en el mercado laboral, la derecha us6 a los trabajadores desempleados para obtener grandes porcentajes con frecuencia Ja mayor totalidad del espectro politico, de nuevas y igreso y la Iegalizaci6n de los inmigrantes. Mientras tanto, la economia de esos paises entraba en rece las jomadas de trabajo volvian a haccrse més largas, incluso a las setenta horas semanales, Lo que si es cierto es que nunca el sur del mundo estuvo tan aislado del norte. Bajo la direccién estadounidense, el norte acti de forma mancomunada en la estricta defensa de sus intereses y suma a toda Europa occidental, gran parte de Europa orie Jap6n y, por supuesto, a los Estados Unidos, El sur volvié a cons truir organizaciones propias, como el Grupo de los 20, a sella acuerdos ¢ intercambios, a batallar por sus derechos cn la Ronda de Doha, a resistr ala apertura indiscriminada de sus mercados a las potencias del norte; pero lo hace como sur, sin contar con alia- que continiia cohesionado como bloque dominante para la defensa de sus intereses. El futuro de América Latina en la primera mitad del siglo XXI depende del destino de los gobiernos que actualmente protagoni- zan procesos de integraci6n regional, resisten las politicas de libre comercio de los Estados Unidos, avanzan rumbo a la construc- duras restricciones, Hlegando izan, desarrollando politicas sociales contrapuestas a su debilitamiento. 1L08 NUEVOS CAMINOS DE AMERICA LATINA La configuracién hist6rica de América Latina en este momento ¢s, entonces, la de una crisis hegeménica, en la que el modelo neolibe- ral el bloque de ferzas que son sus protagonistas se desgastan, se 74 ELNUEVO TOPO consiguen sobrevivir sison aplicados de forma miti- gada -como en los casos de Brasil, a Argentina y Uruguay-. Pero hhay que seftalar que ello ocurre en un marco en el que la construc- cién de un modelo superador y un nuevo bloque de fucrzas encuentra muchas dificultades para imponerse. Lo que llamamos posneoliberalismo es una categoria descriptiva que designa diferen- tes grados de negacién del modelo, pero todavia no un nuevo modelo; es, a la vez, un conjunto hibrido de fuerzas que componen alianzas sobre las cu nuevos proyectos. De ahi la inestabilidad de esos gobiernos que, con la retirada de las fuerzas protagénicas de la aplicacién ortodoxa del modelo, de menor resistencia de la cadena nec es el mejor contexto al para el fortaleci- || expansién de esos gobiernos? ¢En qué to y su desarrollo cuentan © pueden contar mnales favorables? plano intert irgimiento, consol la corriente predominante en los surgimiento estuvo marcado por el nes ideolégicas més fuertes y restauradoras en el continente; eral Jeflrey Sachs en la econo! puesto a transgredir para impor La segunda etapa correspondis a los gobiernos de Ia llamada “tercera via”, personificad por del primer par en el eje anglosaj6n. Clinton y Blair aplicaron una be i! y LA GRISIS HEGEMONICA EN AMERICA LATINA 75 en esa etapa que la hegemonia neoliberal revelé la amp poder en los capitalismos centrales, con la adhesion de los gobier~ nnos socialdemécratas. Gonzalen mas importantes gobiernos de la regi mécrata retornaba, al n. La mayoria 1a, como portavoz de la globalizacién. na siguieron los gobiernos de Fernando Henrique Cardoso en. de Carlos Andrés Pérez imori y Alejandro Toledo en Per fue mas que propic .eoliberales, en (corto) expansivo de la economia de los Estados Unidos con " y los gobiernos que pretendian ser de Perry Anderson para la proliferacién ‘dida en que combinaba un Aparentemente, esa dispe firmaba el Consenso de Was 28 Perry Anderson, “El pensamientotibior una mirada erica sobre la cultura Cnteny nancpacin. Revita Latinoamericana de Ciencias Sociales, Buenos dices, Claeso, n° 1, junio de 2008. que en aquel momento eran condu .s muy dispares como Pinochet, do Henrique Cardoso. El justificativo de la ter valia come coartida para que los gobiernos, hasta -ados como modelos de gobiernos de bienestar a modelos rigidos de neoliberalismo. que no habjan ado por la quella por la que pasaron los igidos por la batuta de Reagan useaba 1 modelo que, teéricamente, econdmica estadounidense ~que en la década de 1990 todavia pesaba insereién internacional de las economias latinoamericanas, con excepcién de Cuba y los gobiernos de La tercera etapa, ya hacia fines de la década de 1990, corres ponde al desvanecimiento de la economfa” harfa posible un crecimiento continuo y sin sobresal- tos. La crisis del capitalismo globalizado, el fin d expansivo ascensién al poder de George W. Bush en los Estados Unidos “que impuso un tono mas duro en la conduccién del bloque sta, y que cont6 para ello con el apoyo de aquel mismo ‘Tony Blair, ademis del clima generado por los atentados del 11 de septiembre de 2001, produjeron una reaccién conservadora, Las scales volvieron a invertirse: Washington adopts politicas y 6, A.eso hay que sumar ia moder- cin y el crecimiento exponencial de la economia china lazos que ésta tejié de inmediato con varios paises de América ibuyé decisivamente a dis nnuir el peso del intercambio con los Estados Unidos. En este contexto, los gobiernos favorables a los procesos de ntegracién regional se multiplicaron de manera sorprendente y derrotaron a los que habian dominado la escena del continente en la tiltima década del siglo XX. El reemplazo de Clinton por Bush en los Estados Unidos fue acompaiiado por la sustitucién de .ertemente en jusién de que una “nueva 1A CRISIS HIEGEMONICA EN AM IGA LATINA 77 lez por José Maria Aznar en Espaita. Andrés Pérez y Rafael Caldera Chavez en Venezuela, Fe Brasil, los gobiernos ¢ n el continente, Carlos os por Hugo Uruguay, Sénchez de Lozada por Evo Morales en Bolivia, Lucio rea en Ee1 Colorado por Fer! ws nuevas condi- le el camino al Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y poner en practica politicasalternat En el momento en q nos de la region Jifieutiades para cont escogieron, en pay los de Venezuela, Bolivia y Argentina, el panorama general snuestra indicios de cambio. Por tn lado, la recesion estacdounidense hace sentir sus efectos sobre hasta ahora muy favorable vios de ra obstac || panorama econémico i la exportaci6n de los productos p regi6n ~sobre todo del agronegocio, aunque ya no cot peso de antes-. Asimismo, esa recesién, asociada con el alza det precio de los productos agricolas y del petréleo, promueve presiow nes inflacionarias y dlisminuye Ia demanda de productos de varias continente. Por otto lado, la elecci6n de Barack ‘Obama, que lleva nuevamente a los demécratas al gobierno de los Estados Unidos, desencaciena una nueva combinacién de factores econémicos y politicos en ef plano internacional, con probables efectos sobre los gobiernos de la regién Alla inversa de Io que ocurrié en Ia década de 1990, los demd- cratas no se moverin en una economia euféricamente en expansién; y, al contrario de la década siguiente, Washington debera cambiar su discurso si quiere romper el aislamiento en tuna regin donde siempre tuvo un dominio privilegiado y que hoy representa un elemento de debilidad como nunca antes ‘08 cambios, junto a los problemas que atraviesan los 78 EL NUEVO TORO gobiernos de la regién, representan un nuevo desafio para los, procesos de integracién regional y la construccién de modelos posneoliberales. De esa nueva coyuntura pueden surgir los escenarios diferen- tes: 0 los Estados Unidos, apoyadios en sus tradicionales aliados Colombia y México, eje al que se suma abiertamente el Perii de que firmé recientemente un tratado de libre comer- cio con el gobierno estadounidense-, retoman su capacidad de cooptacién y, mediante un discurso més flexibilizado, intentan atraer a los paises més moderados de! bloque de integracién regional Brasil, Argentina y el ya predispuesto Uruguay-, al tiempo que tratan de aislar a Venezuela, Bolivia, Ecuador y Cu © los proyectos de integracién en curso Mercosur, Alternativa variana de las Américas (ALBA), Unién de las Naciones Lati noamericanas (UNASUL), Banco del Sur, gasoducto continental y otros~ avanzan, a medida que la recesién estadounidense ace- lera la diversificacién del comercio regional con paises como ‘China y fortalece las condiciones de consolidacién de esos gobier- nos y de sus proyectos de integracién, Todavia es una incégnita lo que resultard de la combinacién entre la recesién econémica y el gobierno demécrata, que esta vez no tendréia su favor una proliferaci6n de gobiernos que abra- ‘cen sus politicas neoliberales. El nuevo gobierno estadounidense podré contar con el relativo debilitamiento de gobiernos funda- mentales en el bloque de integracién, como los de Venezuela y Bolivia. Por eso, la evolucién de la disputa interna en esos dos paises ¢s una variable fundamental para el futuro det marco poll- tico de la regién, que podré contar con Ecuador en velocidad de erucero para construir la nueva institucionalidad constitucional y con la adhesin del nuevo gobierno paraguayo. Como variables del nuevo escenario que proyectard a América Latina en la segunda década del milenio se suman la capacidad de recupera- cin y Ja superacién de la crisis del gobierno argentino, como asimismo la posibilidad de Lula de clegir a su sucesor en 2010 para impedir el retorno del bloque de derecita al gobierno brasi- lefio y apuntar a una segunda década de gobiernos del nuevo logue de fuerzas latinoamericano. 3. El enigma Lula El nuevo ciclo de la izquierda brasileia, iniciado con las hnuelgas obreras de fines de los aiios setenta, alcanzé su desenlace con la eleccién de Lula para la presidencia de la Repiblica en 2002. A su manera, la izquierda brasilefia recorrié los dos prime- 10s ciclos de estrategia politica de los otros Antes de Lula y del PT, y con el golpe militar de 1964, el modelo reformista cldsico ~cuyos ejemplos mis significativos fueron los gobiernos de Gettilio Vargas (de 1930 a 1945 y de 1950 a 1954) y Jodo Goulart (de 1961 a 1964) habia quedado agotado. A ese periodo le sigui6 un breve ciclo (de 1966 a 1971) de resistencia rlitara la dictadura que Hleg6 a su fin cuando la represion desar- Liculé los movimientos populares y, consecuentemente, ocasion6 el aistamiento de la izquierda. La agudizacién de los enfrenta- mientos armados acentué ese aislamiento, lo que levé a una derrota relativamente rapida de la resistencia. La eleccién de Lula ces resultado, en primer lugar, de la fuerza acumulada a lo largo de la resistencia a fa dictadura y, en segundo lugar, de la oposicién al neoliberalismo en la etapa de redemocratizacién, en la década de 1990. inauguré el tercer capitulo en a trayectoria de la izquierda brasilefia, un momento cargado de contradicciones. El gobierno de Lula ya ha recibido las calificaciones mas dispa- res: mejor administrador del modelo neoliberal, segin una criti de izquierda; populista estadista, segtin la principal campafia que la derecha y los medios oligopélicos, valiéndose de denuncias, han Hlevado a cabo en ese pais, Aunque ha implementado una politica social que recibi6 mayor apoyo popular que ningtin otro gobierno (80% de apoyo y slo 8% de rechazo en el sexto aiio de su mandato, mientras que su antecesor s6lo poseia el 18% de NuEvo ToPO sectores; de otros, la ofensiva principal. Par expresién moderada de la izquierda; para los segi dor que debe ser combatido como su principal enemigo. los, un tra GRITICAS DE LA DERECHA ¥ LA IZQUIERDA AL GOBIERNO DE LULA El actu >no provoca Ia defensa exacerbada de qu nismo la impresi6 cado laboral, ni en la politica de comunicaciones, ni en Ia circulaci6n de capitales. ¥ ademas se propicia Ia vuelta del inter- cambio comercial con el norte, radicionalmente sometido, en latinoamericana y con el sur. Es una utopia ido realizada durante el gobierno de Fer n ellos se identificaban plenamente. ¥ por eso prefieren a c r candidato que pueda derrotar a Lula, 0 hacer que pierda votos su candidato més fuerte, antes que dar continuidad a su gobierno. que deberia haber rardoso, con q) ; L PI ENIOMA LULA 81 Es fundamental situar ess posiciones para que no se confundan con las criticas de la izqu absolutamente contradictorias en caso de confi el debate acerca de iero (CPME). sion entre ambas y que favorece a la Contribucién Provisoria sobre Movimiento, La versién final de la propuesta era Io que la izquierda deberia predicar, es decir, un impuesto dificil de evadir, pagado por quie- nes disponten de més recursos y destinado por completo a la salud a. Era todo lo propuesta y cometié una gran equivocac derecha para el cuadro de pol: entre derecha e igqut La irquierda brasiteda toma el gobierno de Lila como un ene- igo fundamental, Poco le sea la derecha o aceptar mn. Tiene en comiin con tar al gobierno, sea como sea, pues sabe iré ninguna posibilidad mientras el Partido de los Trax lugar de actwar como un ne el gobierno tiene de pro- ica _@ mansalva y desperdicia la oportunidad de construir una alternativa a la izquierda del PT, de modo que final- mente se autorrelega politica, Las ambigitedades del gobierno son innumerables y ¢] mismo Lula afirma que nunca los ricos ganaron tanto ni los pobres mejo- arom tanto sus vidas. Condenable la primera afirmacién, elogiable la segundla. Yésta es la primera gran critica que el gobierno merece le la igquierda: no haber roto con la hegemonia del cero en su modalidad especulativa, sino, por el contrario, dado continuidad y haber consolidado la independ Central, expresién politica ¢ institucional de esa hegemonia, Man tener las tasas de intereses mas altas del mundo y tipo de capital, no cobrar impuestos sobre la cit externa de ese capital, dar autonon n directa de éste defina en el ‘raer asi el peor acién interna y con el fin de que la represen ici 82 ELNUEVO TOPO recursos destinadios a las politicas sociales, son errores que deben ser eriticados una y otra ver por la izquierda. El segundo aspecto que merece ser criticado es la alianza con el gran capital exportador, en especial el del agronegocio, ya sea por su modo de explotar la tierra, por su carécter monopélico, por la utilizaci6n de transg el predominio de la exporiacién 0 de un producto como la soja, con todas sus consecuencias negativas. Ademés, es inequivoco que esa alianza determina la no promocién de la economia familiar y la seguridad alimentaria, como asimismo el avance totalmente insuficiente de la reforma agraria ~objetivos que deberfan ser prioritarios en un gobierno de izquierda~. Eltercer aspecto del gobierno que deberia ser criticado por la izquierda es no caracterizar a los Estados Unidos como cabeza del imperialismo mundial, a pesar de todos los dafios que causan ala manidad, comenzando por su politica de “guerras infinitas”. Brasil no puede relacionarse con los Estados Unidos como si éstos fueran s6lo un pais rico; es preciso tener en cuenta el hecho de que se trata del lider del bloque imperialista y que, desde todos los puntos de vista (econémico, financiero, tecnolégico, politico, representan lo peor que existe hoy en el mundo, Ellos son los responsables de la concen- tracién del ingreso, las politicas de libre comercio, la miseria, la ios de los medios masivos de comunicacién, la propa- ganda del estilo de vida mercantilista, etc., etc., ete. No tomar al imperialismo como referencia central en el mundo de hoy nos Heva a cometer graves errores y a correr el riesgo de dejarnos dominar por las politicas del imperio. Sin embargo, Lula también puede ser considerado una expre- sién de Ia izquierda por sus politicas sociales, por el bloqueo al ALCA y por la prioridad dada a los procesos de integracién regio- nal e integracién sursur, por haber frenado las privatizaciones, los procesos de debilitamiento de la capacidad de intervencién del Estado y de precarizacin de las relaciones laborales, asi como por haber aumentadio sistemdticamente el empleo formal, disminuido cl desempleo y elevado el poder adquisitivo del salario minim. ~Pero cual es la naturaleza de ese gobierno? No descifrar el EL ENIGMA LULA 83 enigma de su significado ha conducido a la derecha a reiteradas derrotas, asi como a Ia izquierda ~desde la mas radical hasta la més moderada— a ser incapaz de desarrollarse, frenar el proceso de despolitizacion en curso y posicionarse de manera correcta ante la polarizacién politica y social que vive Brasil 2Cémo llegamos al perfodo histérieo profundamente contr. dictorio que vivimos, cuya expresién més concentrada es el gobierno de Lula?

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