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INTRODUCCIÓN
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3 Considero que hay un movimiento feminista que cobija a las militantes, quienes a su
vez se adhieren a grupos a partir de diversas corrientes: feminismo liberal, socialista, radi-
cal, ecologista, de la igualdad, de la diferencia.
4 Se conoce también como Movimiento de Liberación de la Mujer que lucha por cons-
truir una nueva sociedad donde desaparezca la opresión de que son víctimas las mujeres.
Véase Miguel (1995: 239).
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5 Lau (1987); Serret (2000); González (2001); Gutiérrez (2002); Sánchez Olvera (2002);
Riquer (2005).
6 Florinda Riquer afi rma que el esencialismo está en el carácter de movimiento identita-
que debía ser liberado […] para ello, en lugar de dar la batalla en la polis lo hicieron a través
del pequeño grupo” Por tanto, considera que el feminismo contemporáneo no nace como
actor de la sociedad civil. Véase Riquer (2005: 21-22).
7 Entre los análisis que tratan estos temas se encuentran: de Barbieri (1986); Espinosa
miento. Del mismo modo dicen que fueron 6 o 7 mujeres las que decidían; no obstante,
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miento” influyó para que algunas mujeres repensaran su papel dentro del
hogar, la calle y la universidad; su escasa preparación para hablar en públi-
co y para hacer política las empujó a reunirse para convertirse en protago-
nistas. Las diferencias de género en el uso de los espacios público y privado
impulsó a algunas a apropiarse de ellos en sus movilizaciones y sobre todo a
darse cuenta de que su rol en el espacio privado no trascendía al público, no
se reconocía ni se le daba la importancia que tenía. Además, las relaciones
interpersonales provocaron cambios en las relaciones de género, que in-
cluían un amplio espectro de percepciones y prácticas sexuales diferentes.
Este despertar sexual a la larga se pudo enlazar con la política y permitió
que algunas constataran las implicaciones de lo que significaba ser mujer.
L A NUEVA OLA
Lessie Jo Frazier y Deborah Cohen sostienen que las jóvenes estudiantes de diversas escue-
las y facultades llevaron a cabo multitud de tareas fundamentales para la sobrevivencia del
movimiento y su trabajo no ha sido reconocido. Los protagonistas fueron hombres y de ellos
da cuenta la memoria (Frazier y Cohen, 2003: 617-660).
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América Latina, A.C.), asociación civil sin fines de lucro, fundada por Bet-
sie Hollants para que las mujeres contaran con espacios de investigación,
documentación y crecimiento.9
La coyuntura política, aunada a la recomposición de fuerzas llevada a
cabo por el gobierno de Luis Echeverría Álvarez a partir de 1970, propició
un clima de apertura basado en cambios en las orientaciones políticas y
económicas, en donde se proponía una mayor liberalización. Para des-
marcarse de su antecesor recurrió a lo que se conoció como “apertura
democrática”, la cual buscaba abrir canales de expresión en sectores que
el sistema usualmente no integraba, de tal manera que se pudieran ma-
nifestar en corrientes de opinión. En la práctica, esta apertura se tradujo
en una mayor libertad de expresión de la prensa, en una crítica social
incipiente y en la integración de sectores sociales que pugnaban por ex-
presar sus demandas. Se estimuló una importante participación sindical
—siempre que no hubiera oposición frontal con el Estado— y se puso
énfasis en la autonomía universitaria. En este contexto aparecieron los
primeros grupos que constituyeron lo que se ha dado en llamar la “nueva
ola del movimiento feminista mexicano” y que adquirieron su razón de ser
en respuesta a la pretendida apertura del sistema, el cual, supuestamente,
privilegiaría a los grupos contestatarios.
L A CREACIÓN DE UN MOVIMIENTO
10 Años después se deslindarán de estas aseveraciones afirmando que no todas las mu-
jeres son iguales y que se deben de reconocer las diferencias entre ellas. La unidad natural
de las mujeres ha hecho daño al feminismo y el lema “lo personal es político” si bien concre-
ta la legítima división entre ámbito público y privado, su uso no debe ser arbitrario. Véase
“Del amor a la necesidad”, en Memoria del IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe,
Taxco, México, octubre de 1987, pp. 55-60.
11 Centra su análisis alrededor de conceptos tales como capitalismo, patriarcado, divi-
sión sexual del trabajo y las relaciones de reproducción para ubicar las bases materiales de
la opresión de las mujeres.
12 Sostiene que las mujeres están excluidas del ámbito público y pugnan por su inclusión
15 Las conferencias fueron recopiladas por Elena Urrutia en un libro que llevó el mismo
título: Imagen y realidad de la mujer, México, Sep/Diana, 1975.
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16 El mujerismo esencializa el hecho de ser mujer y al mismo tiempo idealiza y mistifica las
condiciones “naturales” de las mujeres. Pensar que las mujeres somos iguales y que tenemos
una posición igual en la sociedad implica uniformidad y no es la realidad (Lamas, 2000).
17 El grupo se constituyó formalmente ante Notario Público el 19 de agosto de 1973.
18 Entrevista a Anilú Elías, 29 de julio de 1981.
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tar. Su labor, al igual que la de todos los grupos que ya estaban y los que
surgirían después, se concentró en la impartición de conferencias a lo largo
del país a fin de apoyar la formación de grupos, los cuales desaparecieron
al poco tiempo.
Durante 1973 el MAS llevó a cabo varios intentos de promoción e in-
tegración a través de reuniones, convivencias amplias con otras mujeres y
publicación de documentos, lo que condujo a la confrontación entre las dis-
tintas posturas prevalecientes.19 Como ya se mencionó, no hubo consenso
para definir la vinculación entre el pequeño grupo y el trabajo hacia fuera,
y sobrevino el primer rompimiento. Carlos Monsiváis define muy bien lo
que pasaba: “Los grupos se multiplican y dan lugar a comunas ‘integradas’,
seminarios de concientización, manifestaciones artísticas que incluyen poe-
sía, pintura y canciones” (Monsiváis, 1987: 13).
De la escisión surgió el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM), que
trabajó mediante el esquema del pequeño grupo. Por su parte, el MAS publi-
có algunos artículos en Punto Crítico y Siempre! y desapareció poco después.
Las militantes del MLM continuaron dictando conferencias sobre feminismo
para quienes se integraban y para el público interesado. En el grupo anali-
zaban la opresión y marginación que sufrían y la relacionaban con la situa-
ción de la mujer en general. Con estas actividades se consiguió revitalizar al
grupo, que adquirió una configuración más o menos estable.
DE ESCISIONES Y ROMPIMIENTOS
19 Unas deseaban reivindicar el salario al trabajo doméstico, otras mantenían que había
que relacionarse con las mujeres trabajadoras, y había quienes urgían a buscar las raíces de
la opresión para unir a todas las mujeres.
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20 Kate Millet, Gisele Halimi, Dacia Maraini y las Tres Marías (María Isabel Barreno,
María Teresa Horta y María Velho da Costa).
21 El intercambio de experiencias apareció publicado en la revista Los Universitarios de
julio de 1974.
22 En la actualidad el artículo cuarto dice: El varón y la mujer son iguales ante la ley.
1980 tuvo un programa en Radio Universidad llamado Foro de la Mujer. Fundadora además
de la primera cátedra de Sociología de la Mujer en la Facultad de Ciencias Políticas y Socia-
les de la UNAM. En 1980 sería secuestrada, torturada y asesinada en Guatemala.
30 Precursora del voto de las mujeres, priísta que fue regidora, diputada y senadora.
31 A instancias de las feministas han habido varias reformas al artículo 265 del Código
Penal incrementando la pena a los violadores.
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El Colectivo Cine Mujer funcionó, con altibajos, entre 1975 y 1984. Es-
taba conformado por cineastas —la mayoría egresadas del Centro Universi-
tario de Estudios Cinematográficos de la UNAM— dedicadas a la realización
de documentales con temáticas claramente feministas. Abordaron temas
tabú para esos momentos: el aborto (Cosas de mujeres, 1975-1978, de Rosa
Martha Fernández), el trabajo doméstico (Vicios en la cocina, 1977, de Beatriz
Mira y Vida de Ángel, 1982, de Ángeles Necoechea), la violación (Rompiendo
el silencio, 1979, de Rosa Martha Fernández) y la prostitución (No es por gusto,
1980, de Mari Carmen de Lara y María Eugenia Tamés). En 1981 Sonia Fritz
presentó Es primera vez, documento fílmico sobre el Primer Encuentro Na-
cional de Mujeres.35 Durante varias décadas estas películas tuvieron escasa
difusión fuera de los circuitos universitarios y políticos, pero apoyaron la
causa feminista en los espacios donde se pudieron presentar.
Un grupo que desde 1974 estudiaba la teoría feminista desde la psico-
logía y que se reunía de manera informal como círculo de estudio para
tratar de entender la problemática social y su relación con la mujer, se au-
tonombró, en 1978, Lucha Feminista. Tenían contacto con algunos grupos
feministas, pero no participaba en ninguno. En vista del carácter de su
trabajo, la realidad de la opresión de la mujer les resultaba más obvia, ya
que a los consultorios llegaban mujeres con problemas comunes para los
cuales la psicología no siempre tenía respuestas. Se juntaban para estudiar
e intercambiar opiniones acerca de la problemática feminista que les pre-
ocupaba y buscaban cómo solucionarla mediante el análisis. Como grupo,
cuestionaban las formas verticales de trabajo —de la misma manera que lo
hacían el MAS, el MLM y La Revuelta— y la falta de organización. Decían que
el desgaste de los otros grupos feministas se debía a la falta de estructura y
al hecho de que no podían sobrellevar los problemas cotidianos.36 De ahí
que el grupo se abocó a crear círculos de estudio e investigación. No fue
hasta 1978 cuando decidieron integrarse al Fnalidm y buscaron un nombre
que hiciera sentir que había mujeres con una visión feminista y marxista que
pugnaban por un cambio social.
35 Este encuentro tuvo lugar en la Ciudad de México en 1981 y las participantes desco-
nocían el trabajo y las luchas de las feministas.
36 Lucha Feminista, Principios y objetivos, 1979, pp. 2-3.
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ESTANCAMIENTO Y… DESPEGUE
diversos sectores, se conoce como “movimiento amplio de mujeres”; es decir, “núcleos femeni-
nos muy diversos, tanto por sus orígenes socioeconómicos, como por las opciones políticas a
las que eventualmente se sumaban”. Tuñón identifica a tres grupos diferenciados de mujeres
que conformaron el MAM: “feministas, de los sectores populares y militantes de partidos polí-
ticos” (Tuñón, 1997: 61).
42 Entre las convocantes se encontraban, además de CIDHAL , Mujeres Para el Diálogo y
Red de Educación Popular. En esta etapa aparecieron varios grupos feministas que trabaja-
ron con mujeres de los sectores populares: Acción Popular de Integración Social (APIS), Co-
lectivo Revolucionario Integral, Madres Libertarias, Colectivo de Lucha contra la Violencia
Hacia las Mujeres (Covac) y Cuarto Creciente.
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res de los sectores populares insertas en distintos movimientos de corte sindical y urbano,
mujeres con militancia en los partidos que conformaron el Frente Democrático Nacional
y muchas mujeres feministas que desplegaban su actividad en diversos campos sociales y
políticos”, en Tuñón, 1997: 76.
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H ACIA LA INSTITUCIONALIZACIÓN
La tercera década, la de los años noventa, encuentra a las sujetos del femi-
nismo transformándose y uniéndose a los movimientos por la democratiza-
ción del país, al tiempo que se da una reorganización de los grupos y de las
corrientes feministas. El campo de acción de las feministas se ensancha, su
influencia simbólica permea conciencias y acciones de innumerables per-
sonas y por fin sus propuestas se conocen, aunque también se las despoja de
contenido. La plataforma de acción de Beijing (1995) permitiría que las
45 Vale la pena subrayar que a partir de esta movilización en las elecciones legislativas
que tuvieron lugar en 1988, el porcentaje de mujeres diputadas y senadoras que accedieron
a las Cámaras fue alto. De 500 diputados hubo 61 mujeres (12.2) y de 64 senadoras se eligie-
ron a 12 mujeres (18.8). Véase Alicia Inés Martínez, 1993, p. 99.
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46 Podría pensarse que Chiapas sirvió como laboratorio para calibrar la respuesta de la
opinión pública acerca de la conveniencia de despenalizar el aborto. Las voces en favor no
fueron suficientes para apoyar esta iniciativa.
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Universidad Autónoma de Chapingo en 1989. Allí se acordó crear una Coordinadora que
fuera representativa de las distintas corrientes del feminismo.
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líneas estratégicas que tienen el cometido de trabajar sobre los factores que
mantienen a las mujeres en una posición de desventaja: la violencia hacia las
mujeres; la falta de salud integral; la falta de organización para reivindicar los
intereses de género; la falta de recursos económicos propios; la falta de apoyo
para la atención y cuidado de las hijas e hijos, debido al rol de madre y ama de
casa (Pontigo, 2003: 60).
49 En 1998 se elige por vez primera al Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Resulta
electo un representante de la izquierda.
50 Inmujeres, Primer Informe de Labores 2000-2001, México, Inmujeres, marzo de 2002, p.
40.
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de los partidos una agenda feminista capaz de negociar leyes y políticas pú-
blicas que garantizasen igualdad de trato y oportunidades para las mujeres.
De esta organización se derivó en el 2000 “México Posible”, primer partido
con orientación feminista, avalado por personalidades de la sociedad civil
y con una feminista como candidata a la presidencia.51
Otras agrupaciones feministas han buscado fortalecer la ciudadanía
femenina a través de la equidad en la participación y en la representativi-
dad. Las comisiones de Equidad y Género del Congreso de la Unión y de
la Asamblea de Representantes son logros con clara influencia feminista. A
partir de 1998 se conformó el Parlamento de Mujeres de México, compuesto
por legisladoras de los diferentes partidos y como una instancia legislativa
de vinculación con la sociedad civil con el fin de “elaborar propuestas le-
gislativas que contribuyan a eliminar todas las formas de discriminación
de género y promover políticas y acciones gubernamentales que garanticen
la aplicación de leyes y programas hacia las mujeres en rubros como salud,
educación, trabajo, cultura, alimentación y política”.52
51 Como en las elecciones del año 2000 no alcanzó el porcentaje requerido, perdió su
registro como partido político. Se reorganizó y en 2005 volvió a aparecer con distinta deno-
minación: Alternativa Social Demócrata y Campesina.
52 La Jornada, 8 de marzo de 1998.
53 En el país se dio una alternancia en el gobierno, Vicente Fox resultó electo presidente.
Provenía del Partido Acción Nacional. Esta presidencia se caracterizó por tener una clara
influencia de las organizaciones de la Iglesia y de la ultraderecha. Su administración llevó
a cabo acciones en contra de las conquistas logradas por los movimientos sociales. Felipe
Calderón también del PAN, gobierna desde 2006.
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54 Los asesinatos contra las mujeres y las desapariciones aparecen con mas frecuencia
en todos los estados de la República. El caso de Ciudad Juárez y del Estado de México son
emblemáticos de la nula actuación e interés de las autoridades.
55 Son aquellas que no pertenecen a partidos políticos pero que coyunturalmente hacen
BIBLIOGRAFÍA