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OJOS DE DIOS DE LOS HUICHOL O NAJARIT (MÉJICO)

Cuenta la leyenda que Kauyumali, uno de los dioses que dio forma al mundo,
que pudo verlo todo lo que estaba dentro de la tierra y todo lo que estaba por
encima de la tierra cuando miró a través de un Si´kuti.
Hace referencia a los cinco puntos cardinales, cinco rumbos del Universo: Norte-
sur-este y oeste y el centro, punto de partida del todo.
Los colores se eligen y se ordenan de acuerdo con la petición específica que
quiere hacerse.
En su sentido ceremonial es una ofrenda que se hace a los dioses para pedir por
el buen crecimiento de los niños.
Los padres son los encargados de elaborar el Ojo de Dios, que sus hijos llevarán
a la fiesta del tambor cuando han cumplido 5 años.
En esa fiesta los niños/as son presentados a los dioses y son iniciados en la vida.
Son colocados sobre la cabeza de los menores (el ojo de Dios) lo que permite a
los dioses ver y observar a cada niño o niña de manera personal.
Hay que poner una intención en forma de mantra.
Simbología de los colores:
NEGRO
Hace alusión al océano Pacífico y a la deidad Tatei Aramara que significa
Nuestra madre, el Mar.
AZUL
Agua, lluvia, hace alusión a la deidad Rapawiyene y la laguna de Chapala que
es sagrada para ellos.
ROJO
Alude a la esencia de la vida y Dios, es el lugar donde reside el Peyote.
BLANCO
Se asocia con el aire, las nubes y la muerte.
MORADO
La vida del hombre. Es el reflejo de la espiritualidad porque representa la unión
del ser humano con el mundo natural y las energías que lo conforman.
El ojo de Dios es un portal, escudo protector para que el peregrino se concentre
en el ahora.

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