CICLO II/2018
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………………. iii
OBJETIVOS…………………………………………………………………………………. iv
TÍTULO EJECUTIVO……………………………………………………………………….. 5
Generalidades. Definición de título en sentido jurídico…………………………. 5
Definición de título ejecutivo……………………………………………………….. 6
Requisitos de existencia del título ejecutivo……………………………………… 7
LOS TÍTULOS EJECUTIVOS EN LA LEGISLACIÓN SALVADOREÑA……………… 8
Los instrumentos públicos………………………………………………………….. 9
Los instrumentos privados fehacientes………………………………………….. 11
Los títulos valores; y sus cupones, en su caso………………………………… 16
Las constancias, libretas o recibos extendidos por las instituciones legalmente
autorizadas, cuando reciban depósitos de ahorro o de cualquier
clase……………………………………………….........................................................19
TÍTULOS DE EJECUCIÓN………………………………………………………………. 22
Diferencia sustancial entre títulos de ejecución y títulos ejecutivos…………. 24
CONCLUSIONES……………………………………………………………………….. xxvii
BIBLIOGRAFÍA……….………………………………………………………………… xxviii
ANEXOS……..…………………………………………………………………………... xxix
INTRODUCCION
iii
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
iv
TÍTULO EJECUTIVO
Concretando criterios, se puede decir que el término “título” tiene dos acepciones
usuales en el campo jurídico:
1. Puede servir para significar una calidad como cuando se dice: posee a título de
propietario, habita a título de arrendatario, le corresponde a título de legatario, etc., y
1
Escriche, J. (1874). Diccionario Razonado de Legislación. Madrid, Imprenta de Eduardo Cuesta.
2
Pallares, E. (1966). Diccionario de Derecho Procesal Civil. México, Editorial Porrúa.
3
Tomasino, H. (1998). El Juicio Ejecutivo en la Legislación Salvadoreña (Tesis doctoral). Universidad de El Salvador, San
Salvador, El Salvador. Pág. 14
5
2. Se toma como el documento en que consta dicha calidad, como cuando se afirma:
presento mi título de dominio, exhibo mi título de crédito.
Resulta, pues, que se tiene título cuando se goza del respaldo jurídico para hacer
efectiva una calidad, y también se tiene título cuando se posee el documento que
acredita esa calidad.
La confusión aparente viene de que puede tenerse calidad jurídica sin documento e
inversamente, se puede tener documento sin calidad jurídica. El acreedor que ha
perdido la escritura mutuaria tiene el crédito y no el documento, y a quien se pagó
oportunamente pero retuvo la escritura mutuaria, tiene el documento, más no la
calidad de acreedor.
4
Chiovenda, J. (1925) Principios de Derecho Procesal Civil, Tomo II. Madrid, Editorial Reus S. A. pág. 512
6
PALLARES: Es el que trae aparejada la ejecución judicial o sea, el que obliga al juez
a pronunciar un auto de ejecución si así lo pide la persona legitimada en el título o su
representante legal.5
5
Pallares, E. Obra citada.
6
Veloso Chávez, R. (2001) Manual del Juicio Ejecutivo. Chile, Editorial Nascimiento. Pág. 12
7
Fernández, J. (2005). La letra de cambio y el cheque como títulos ejecutivos (Tesis de pregrado). Universidad de El Salvador,
El Salvador. Pág. 5
8
Chiovenda, J. Obra citada. Pág. 520
7
diferentes de una cantidad de dinero, la c) Su expedición debe serlo en forma
liquidación consiste en la precisa ejecutiva.
determinación si se trata de prestaciones
de hacer o no hacer, o de cosas no
fungibles; y en la designación por
número, calidad, peso, medida si se trata
de cosas fungibles;
c) Incondicionada: Cuando no está
sometida a limitaciones de ninguna
clase, ni a término ni a condición para su
ejecución.
5°. Las acciones que tengan derecho a ser amortizadas, total o parcialmente,
por las sumas que hayan de amortizarse a cuenta del capital que incorporen;
8
6°. Las pólizas de seguro y de reaseguro, siempre que se acompañe la
documentación que demuestre que el reclamante está al día en sus pagos y
que el evento asegurado se ha realizado, así como la cuantía de los daños. Las
pólizas de fianza y reafianzamiento, siempre que se acompañe de la
documentación que demuestre que la obligación principal se ha vuelto
exigible;
8°. Los demás documentos que, por disposición de ley, tengan reconocido este
carácter”
Para Salvat Raymundo es el otorgado con las formalidades que la ley establece, en
presencia de un oficial público a quien la ley le confiere la facultad de autorizarlo.9
Para Spota Alberto, tiene por principal nota característica que ha sido otorgado ante
un órgano estatal (agente administrativo o funcionario) que posee atribución por la
ley para darle autenticidad, es decir, para conferirle los efectos propios de la fe
pública en lo que atañe a las circunstancias de haberse formulado la declaración de
voluntad y realizado los hechos jurídicos cumplidos por el mismo, o que ante él
sucedieron.10
Frente a la posición adoptada por el maestro Alberto G. Spota, aparece la crítica que
le hace Luis María Boffi Boggero, quien señala que esta definición no es correcta
9
Salvat, Raymundo (1954). Tratado de Derecho Civil Argentino. Parte General. 10ª Edición, Editorial TEA, Buenos Aires,
Argentina. Pág. 38
10
Spota, Alberto (1964). Derecho Civil, tomo III. Segunda edición, Editorial Depalma, Buenos Aires, Argentina. Pág. 33
9
cuando dice que la principal nota característica es haber sido otorgado ante un
órgano estatal (agente administrativo o funcionario) porque en los casos de dichos
incisos no hay tal intervención, sin embargo, Spota reconoce tales excepciones y
reconoce que la ley los asimila a esos efectos a los funcionarios públicos. 11
De lo anterior, se puede decir que el Instrumento Público es: Es el autorizado con las
solemnidades exigidas por la ley, por un funcionario competente tanto en razón de la
materia como en razón del territorio, y firmado por todos los intervinientes, tal y como
lo establece el Art. 1570 del CC: “Instrumento público o auténtico es el autorizado
con las solemnidades legales por el competente funcionario.
En cuanto a su valor probatorio el Art. 341 en su Inc. 1° del CPrCM nos manifiesta:
“Los Instrumentos Públicos constituirán prueba fehaciente de los hechos, actos o
estado de cosas que documenten; de la fecha y personas que intervienen en el
mismo, así como del fedatario o funcionario que lo expide”
11
Boffi Boggero, Luis (1962). Instrumento Público. Editorial Abeledo-Perrot, Buenos Aires, Argentina. Pág. 122
12
Cañón Ramírez, Pedro Alejo. Práctica de la prueba judicial, Medios de Prueba, Pág. 245.
10
LOS INSTRUMENTOS PRIVADOS FEHACIENTES:
Es todo escrito que deja constancia de un hecho, otorgado por particulares sin la
intervención de algún funcionario público, donde solo bastará la firma de las partes y
la justificación de una o varias obligaciones o su extinción. El Art. 332 del CPrCM lo
define de la siguiente manera: “Instrumentos Privados son aquellos cuya autoría es
atribuida a los particulares.
Algunos ejemplos sencillos podrían ser: cien kilos de trigo, quinientas yardas de tela.
Tratándose de obligaciones genéricas éstas no se extinguen por perecimiento del
objeto, el deudor continúa obligado, es decir que la obligación genérica versará
generalmente sobre cosas fungibles, y por ello, es posible pedir el cumplimiento de la
obligación en vía de ejecución a expensas del deudor.
Art. 1573 del CC: “El Instrumento Privado, reconocido judicialmente por la parte a
quien se opone, o que se ha mandado tener por reconocido en los casos y con los
11
requisitos prevenidos por ley, tiene el valor de Escritura Pública respecto de los que
aparecen o se reputan haberlo suscrito, y de las personas a quienes se han
transferido las obligaciones y derechos de éstos”
Art. 1574 del CC: “La fecha de un instrumento privado no se cuenta respecto de
terceros sino desde el fallecimiento de alguno de los que lo han firmado, o desde el
día en que ha sido copiado en un registro público, o en que conste haberse
presentado en juicio, o en que haya tomado razón de él o le haya inventariado un
funcionario competente, en el carácter de tal”
Art. 1575 del CC: “Los asientos, registros y papeles domésticos únicamente hacen fe
contra el que los ha escrito o firmado, pero sólo en aquello que aparezca con toda
claridad, y con tal que el que quiera aprovecharse de ellos no los rechace en la parte
que le fuere desfavorable”
Art. 1576 del CC: “La nota escrita o firmada por el acreedor a continuación, al
margen o al dorso de una escritura que siempre ha estado en su poder, hace fe en
todo lo favorable al deudor.
12
con expresión de las cláusulas esenciales del mismo, tales como las que
tratan de cantidades, plazos e intereses y en la que dará fe de que la firma
puesta al pie del mismo es de la persona que lo suscribió a su presencia o que
la reconoce ante él, si hubiese sido puesta antes, o de que reconoce la
obligación o contenido de dicho documento, si éste estuviere suscrito por otra
persona a ruego del compareciente.
Los documentos privados reconocidos de conformidad con este Art., harán fe,
pero su fecha no se contará respecto de terceros sino desde que se otorgó el
acta de conformidad con el Art. 1574 CC y cuando fueren documentos de
obligación, tendrán fuerza ejecutiva”
En relación al Art. Art. 1574 del CC: “La fecha de un instrumento privado no
se cuenta respecto de terceros sino desde el fallecimiento de alguno de los
que lo han firmado, o desde el día en que ha sido copiado en un registro
público, o en que conste haberse presentado en juicio, o en que haya tomado
razón de él o le haya inventariado un funcionario competente, en el carácter
de tal”
Cuando el Art. 52 de la Ley de Notariado, hace mención de “Acta”, debemos
entender que se refiere a lo que dice el Art. 50 del mismo: “El notario levantará
actas de los hechos que presencie o que personalmente ejecute o compruebe,
cuando interponga sus oficios por disposición de la ley o a requerimiento de
los interesados.
Las actas notariales se referirán exclusivamente a hechos que por su índole
no puedan calificarse como contratos; no se asentarán en el protocolo y
cuando se refieran a actuaciones que la ley encomienda al notario, tendrán el
valor de instrumento público. En los demás casos, tendrán el valor que las
leyes determinen.
Se extenderá acta notarial cuando la ley lo exija o permita, por ejemplo: del
protesto de cheques y letras de cambio, de la sustitución de poderes y de las
cancelaciones de hipotecas.
13
En relación al Art. 51 del mismo: “El acta notarial se otorgará con las
formalidades establecidas para los instrumentos públicos, en lo que fueren
aplicables. Además, se hará en ella relación circunstanciada de su objeto, de
lo que los interesados expongan y, en caso de que el acta se escribiese en
varias hojas, del número de hojas de que se compone, cada una de las cuales
llevará la firma y sello del Notario. Si alguno interviniere en representación de
otra persona, se aplicará lo dispuesto en el Art. 35”
En cuanto al valor probatorio del Instrumento Privado, el Art. 341 Inc. 2° del CPrCM
nos manifiesta: “Los Instrumentos Privados hacen prueba plena de su contenido y
otorgantes, si no ha sido impugnada su autenticidad o ésta ha quedado demostrada.
14
Si no quedó demostrada tras la impugnación, los instrumentos se valorarán conforme
a las reglas de la sana crítica”
También cabe mencionar que en todo contrato bilateral hay una condición resolutoria
y que esta se realiza cuando una de las partes incumple sus obligaciones; en cuyo
caso el interesado puede pedir la resolución del contrato o reclamar su ejecución por
lo que en este orden de ideas el arrendante, podría ante el incumplimiento del pago
de la renta, acudir al Órgano Jurisdiccional y solicitar la ejecución de esa parte del
contrato.
Por otro lado podemos mencionar que, el Art. 1954 del Código Civil Salvadoreño que
nos dice: “El mutuo o préstamo de consumo es un contrato en que una de las partes
entrega a la otra cierta cantidad de cosas fungibles con cargo de restituir otras tantas
del mismo género y calidad”
13
Cervantes Ahumada, Raúl, Títulos y Operaciones de Crédito, Tomo I, 4º Edición, Editorial Herrero, S.A., México, D.F., 1964,
pág. 1.
15
LOS TÍTULOS VALORES; Y SUS CUPONES, EN SU CASO:
Las diferencias esenciales del proceso ejecutivo cambiario (o mercantil) respecto del
ejecutivo común, se concretan en la preparación o características del título y en las
defensas admisibles. Los caracteres distintivos de estos títulos, son la literalidad,
autonomía y abstracción, y se proyectan en el plano procesal determinando la
limitación de las defensas o motivos de oposición.
La teoría respecto a lo establecido por el ordinal 3° del Art. antes mencionado, dice:
En la historia moderna de la vida jurídica comercial, uno de los fenómenos de mayor
importancia es el nacimiento y desarrollo de esta categoría de cosas mercantiles que
son los títulos valores; puede decirse que en la actualidad un gran porcentaje de la
riqueza comercial se representa y maneja por medio de tales títulos.
Sin embargo se debe saber que el surgimiento de estos no fue meditado por los
juristas, sino que su desarrollo se ha venido desenvolviendo en la práctica comercial
que ha producido las diversas especies de títulos (letras de cambio, cheque, pagaré,
certificado de depósito, etc.), para llenar una necesidad comercial típica.14
De acuerdo con lo previsto en el El Art. 623 del Código de Comercio nos da una
pequeña definición de lo que es “Título Valor” y nos dice: “Son títulos valores los
documentos necesarios para hacer valer el derecho literal y autónomo que en ellos
se consigna” es decir; el Derecho que deriva del Título Valor se encuentra adherido
al título, sin el cual este derecho no puede circular, por eso la incorporación del
derecho al documento hace más fácil y segura la circulación de los derechos.
14
Código de Comercio, Decreto número 671 Editorial jurídica salvadoreña, 5º edición, 1995, Pág. 125.
16
corresponderá distinguir según se trate de un cheque, letra de cambio o pagaré,
siguiéndose las reglas previstas en el Código de Comercio, que pueden hacer
necesario el protesto para conservar las acciones cambiarias respectivas.
B. Por el sujeto que los crea, los títulos son públicos o privados: Los públicos
son los suscritos por autoridades judiciales o administrativos, como bonos del Estado
y los privados corresponden a los suscritos entre personas naturales o jurídicas, los
más comunes son la letra de cambio, el pagaré, el cheque, hay otros no comunes
como los certificados de depósitos de participación
C. Por el objeto del derecho incorporado, los títulos valores son personales,
reales y obligacionales: Los personales también llamados corporativos, son
aquellos cuyo objeto principal no es un derecho de crédito, sino la facultad de atribuir
a su tenedor una calidad personal de miembros de una corporación. El titulo típico de
esta clase es la acción de la sociedad anónima, cuya función principal consiste en
atribuir a su titular la calidad de socio o miembro de la entidad colectiva.
Los reales son los que confieren al poseedor legítimo un derecho real sobre una
cosa. Estos títulos también reciben el nombre de títulos representativos de
mercancías, para indicar que las cosas a las cuales se refieren se encuentran
15
Cervantes Ahumada, Raúl, Ob. Cit. Pág. 5.
17
incorporadas en los títulos. Estos no representan moneda sino mercancías, para
documentar la circulación y el transporte de las mismas, permiten la negociación de
las mercancías y su circulación sin que sea necesario el desplazamiento material de
ellas, pues la posesión del título equivale a la posición de las mercancías. Ejemplo de
este tipo de título valor es el certificado de depósito que expiden los almacenes
generales de depósito por las mercancías a ellos confiadas.
Y los obligacionales o títulos valores propiamente dichos son aquellos cuyo objeto
principal es un derecho de crédito y en consecuencia, atribuyen a su titular acción
para exigir el pago de las obligaciones a cargo de los suscriptores, el titulo clásico
obligacional es la letra de cambio.
E. Por los efectos de la causa en la vida de los títulos, estos pueden agruparse
en causales y abstractos: En los causales, la causa está deliberadamente
expresada en el documento y no se separa de él para ningún propósito, y en los
abstractos, la causa es desvinculada del título, aunque esté indicada en él, no tiene
ninguna relevancia ulterior en la vida de éste.
En los de orden, son los que señalan como beneficiario a una persona determinada o
cualquier otra que ésta indique. La trasmisión de los títulos a la orden se verifica por
medio del endoso y por la entrega del documento. Este puede ser objeto de
18
negociación por medio distinto al endoso. Este circula cambiariamente solo por
endoso simple, siempre son expedidos a persona determinada.
En los de portador, son aquellos que designan como titular al portador o aquellos en
que la falta de designación implica atribución al portador. El que no indica titular
alguno, por lo que su simple posesión permite a su tenedor el ejercicio del derecho
incorporado al título. Este tipo de títulos puede transmitirse por la simple tradición del
documento ya que no se indica nombre de un poseedor determinado.
“El depósito en cuenta de ahorro se comprobará con las anotaciones que el banco
haga en la libreta que deberá proporcionar gratuitamente a los ahorrantes.
La libreta deberá ser autorizada con la firma de un oficial del banco y con el sello de
la institución; llevará impreso un extracto de las disposiciones legales pertinentes y
de las condiciones especiales del contrato. Además, contendrá la firma del ahorrante
o su impresión digital.
19
Los Art. 55 y 56 literal “e” de la Ley de Bancos y Financieras establecen
sucesivamente que cada banco deberá elaborar normas que regulen lo relacionado a
los depósitos a la vista, a plazo, en cuentas de ahorro, etc.
El tipo de interés será fijado y publicado por la institución de que se trate y que podrá
elevarse en cualquier tiempo de acuerdo con esta Ley, pero que no podrá
disminuirse sino es mediante aviso publicado con un mínimo de ocho días de
anticipación a su vigencia.
En este último caso, los ahorrantes podrán retirar sus depósitos sin previo aviso; las
publicaciones a que se refiere este literal deberán realizarse por una sola vez en dos
diarios de circulación nacional.
En este proceso la ley no exige que el juez compruebe por medio de inspección
personal si los documentos presentados confrontan con los del Banco.
Las acciones que tengan derecho a ser amortizadas, total o parcialmente, por las
sumas que hayan de amortizarse a cuenta del capital que incorporen. El Art. 50 Inc.
5º de la citada Ley de Procedimientos Mercantiles regulaba las condiciones en las
cuales las acciones con derecho a ser amortizadas tendrían fuerza ejecutiva, sin
embargo esos requisitos no se reiteraron en la nueva regulación procesal. De
conformidad con lo anterior, el ordinal en estudio se refiere a las acciones que tengan
derecho de ser amortizadas; pues tal situación guarda relación estrecha con lo que
se llama Disminución de Capital en las sociedades de capital. Un ejemplo sería si
20
una sociedad de capital nota que una parte del capital no representa más que un
patrimonio inactivo por carecer de posibilidades de invertirlo, dicha sociedad puede
acordar una disminución de capital a fin de adaptarlo al valor real del patrimonio,
haciendo así posible el reparto de beneficios.
16
Mesquita, Mario Ernesto (1974). El Juicio Ejecutivo en materia Mercantil (Tesis de grado), Universidad de El Salvador, San
Salvador, El Salvador, 1974. Pág. 122
21
TITULOS DE EJECUCION
Por otra parte el ejercicio de los derechos se realiza con procedimientos judiciales
complejos, dificultosos y lentos. Estos inconvenientes son los que dan lugar a la
aparición de los títulos ejecutivos. La clave de su operatividad descansa en la
incorporación de los derechos a un soporte documental que delimita sus
características y permite trasmitir, el derecho incorporado mediante la simple
circulación del documento. De esta forma se produce una relación entre el titulo
(cosa corporal) y el derecho que refleja (cosa incorporal). El poseedor del documento
está legitimado para ejercitar el derecho incorporado. Además como el titulo refleja el
contenido del derecho documental, la actividad probatoria necesaria para su ejercicio
se simplifica bastante, reduciéndose a la presentación del título. Los procedimientos
declarativos ordinarios se sustituyen por los procesos ejecutivos por ser más rápidos.
Se denomina como Titulo Ejecutivo, el documento que por sí solo, basta para
obtener en el juicio correspondiente la ejecución de una obligación. En términos
forenses se los denomina títulos que traen aparejada ejecución y que son
sustancialmente conocidos en doctrina, tales como los instrumentos públicos
presentados en forma; los instrumentos privados suscritos por el obligado,
reconocidos judicialmente o cuya firma esté certificada por Notario con intervención
del obligado y registrada la certificación en el protocolo; la confesión de deuda líquida
y exigible prestada ante el juez competente para conocer en la ejecución; la cuenta
aprobada o reconocida como consecuencia de una diligencia preparatoria de la vía
22
ejecutiva; la letra de cambio, factura conformada, vale o pagaré, el cheque y la
constancia del saldo deudor de cuenta corriente bancaria, siempre que se hayan
cumplido determinados requisitos, principalmente el protesto, etc.
Las sentencias firmes son de ejecución, así como las transacciones hechas entre las
partes de un litigio, después que hayan sido debidamente homologadas, las multas
procesales y el cobro de honorarios en concepto de costas. De acuerdo a esta
definición se hace referencia a los títulos ejecutivos extrajudiciales, que son aquellos
a los que la ley asigna efectos equivalentes a los de una sentencia de condena,
regulando a su respecto un procedimiento autónomo, aunque sustancialmente
análogo al que rige en materia de ejecución de sentencias. Lo anterior es en cuanto
a que existen dos clases de títulos ejecutivos a saber, los judiciales y los
extrajudiciales, en cuanto extrajudiciales encontramos: los convencionales y los
administrativos. A nivel doctrinario, en la primera categoría se incluye a determinados
documentos que comprueban el reconocimiento, por parte del deudor, de una
obligación cierta y exigible y que, en razón de las formalidades de que se hallan
rodeados, cuentan con una presunción favorable respecto de la legitimidad del
derecho del acreedor (instrumentos públicos o privados reconocidos, letras de
cambio, pagarés, cheques, etc.). En cambio constituyen títulos ejecutivos
administrativos ciertas constancias y certificaciones expedidas por la administración,
de las cuales surge la existencia de una deuda exigible y cuyo cobro por la vía
ejecutiva obedece a la necesidad de simplificar los procedimientos tendientes a la
más expedita recaudación de la renta pública.
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hallan a cubierto de toda discusión como consecuencia de la cosa juzgada, en el
proceso de conocimiento posterior al juicio ejecutivo el deudor puede invocar,
cualquier hecho que acredite la inexistencia o la extinción del derecho del acreedor
de un título que traiga aparejada ejecución se demande, en ese sentido se debe
entender lo siguiente: "por obligación exigible de dar cantidades líquidas de dinero o
fácilmente liquidables". Por consiguiente, la condición inexcusable de este tipo de
proceso la existencia de un título ejecutivo, los requisitos intrínsecos de admisibilidad
de la pretensión que en él se hacen valer, deben determinarse con arreglo a las
constancias del título respectivo y a los presupuestos que condicionan su fuerza
ejecutiva.
Es en virtud del precepto nulla executio sine titulo (sin título no puede promoverse la
ejecución), que el título constituye un presupuesto de la ejecución forzosa, y en
consecuencia sólo la ley puede determinar qué documentos tienen esa calidad y que
el núcleo conceptual constituye la obligación, misma que debe estar contenida en los
documentos previstos en la ley para tal efecto. El Art. 554 CPrCM, nos dice: “Para
que la ejecución forzosa tenga lugar, a fin de garantizar el resultado de un proceso,
dar efectividad a la protección jurisdiccional otorgada en el proceso declarativo, se
necesita un título que la lleve aparejada.
24
1º. Las sentencias judiciales firmes.
5º. Las planillas de costas judiciales, visadas por el juez respectivo, contra la parte
que las ha causado, y también contra la contraria, si se presentaren en unión de la
sentencia ejecutoriada que la condena al pago.
6º. Cualesquiera otras resoluciones judiciales que conforme al Código u otras leyes,
lleven aparejada ejecución”
Sentencia Como Título de Ejecución, debe tratarse de una sentencia firme, es decir,
que haya pasado en autoridad de cosa juzgada, puesto que no admiten ejecución las
sentencias declarativas y constitutivas (Art. 559 C.P.C.M.), ya que en esos casos la
eficacia de la tutela jurisdiccional se obtiene con la sentencia, sin necesidad de
ulterior actividad coactiva sobre la parte vencida. Se entiende por sentencia a aquel
“Acto judicial que resuelve heterocompositivamente el litigio ya procesado, mediante
la aceptación que el juez hace de alguna de las encontradas posiciones mantenidas
por los antagonistas luego de evaluar los medios confirmatorios de las afirmaciones
efectuadas por el actor y de la aplicación particularizada al caso de una norma
jurídica que preexiste en abstracto, con carácter general”; ahora bien, debe hacerse
notar la diferencia que existe entre el cumplimiento de la sentencia y la acción
ejecutiva basada en ejecutoria, puesto que esta estriba en que con la ejecutoria se
puede entablar la ejecución forzosa ante cualquier juez, reclamando lo que está en la
ejecutoria. Es en la medida que la ejecución de sentencias se realiza mediante el
proceso de ejecución forzosa, que se comprende la ejecución de títulos judiciales
(sentencias y actos equiparados). El Art. 554 ord. 1º C.P.C.M. se refiere a las
sentencias judiciales firmes, en concreto a las dictadas en cualquier proceso
declarativo, al igual que en un proceso especial, siempre que se encuentren firmes.
25
Desde una perspectiva técnica, la interpretación de la norma puede plantear dudas
en relación con algunas resoluciones judiciales, a fin de establecer si constituyen
títulos de ejecución comprendidos en el ord. 1º del Art. 554. En ese sentido se hace
referencia a las resoluciones dictadas en el proceso ejecutivo y en los procesos
monitorios, no existiendo ningún inconveniente para ejecutar la sentencia dictada en
el proceso ejecutivo, ya sea por falta de oposición del demandado (Art. 465
C.P.C.M.) o la que desestime la oposición (Art. 468 C.P.C.M.)
26
CONCLUSIONES
xxvii
BIBLIOGRAFÍA
xxviii
ANEXOS
xxix