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Drogodependencias y prisión: influencia del consumo de drogas y abordaje de su

tratamiento en el ámbito penitenciario


En la U.T.E. (…) Se desarrolla una acción educativa intensa, para que los internos puedan alcanzar
autocontrol, autoestima, confianza, responsabilidad, motivación y la utilización del tiempo libre
para encontrar satisfacciones personales y el abandono de conductas adictivas. Se considera
fundamental el desarrollo de las áreas dirigidas a la motivación hacia el cambio, el aprendizaje
social, enfatizando principalmente la prevención de recaídas, el aprendizaje de habilidades
sociales, la educación para la salud y la formación y orientación sociolaboral. Se considera básica,
dentro de las posibilidades individuales penales y penitenciarias, la orientación y derivación del
interno hacia intervenciones extrapenitenciarias, de carácter terapéutico, formativo-laboral o de
inserción sociolaboral. ” (Secretaría General de Instituciones Penitenciarias). P21

(…) realizar actuaciones con personas con problemas de drogodependencias en materia de


seguimientos individuales, terapias individuales y grupales, de conexión con el exterior y de
abordaje de los ámbitos socio-familiar, laboral, etc., para la futura reinserción social de los internos.

(..) hay que tratar este aspecto teniendo en cuenta todos los aspectos de la persona y realizar un
plan personalizado, conforme a lo prescrito en la Ley Orgánica General Penitenciaria, teniendo en
cuenta los aspectos físicos, psicológicos, formativos, laborales, sociales, familiares, etc. P29

http://www.pensamientopenal.com.ar/system/files/2015/09/doctrina41996.pdf

El tratamiento de la drogodependencia en reclusos del centro penitenciario de


Burgos
Lara Ortega, Fernando; Ramos Barbero, Victoria

(…) debiendo tener el interno con dependencia de sustancias psicoactivas la posibilidad de seguir
programas de tratamiento y de atención especializada (Ministerio del Interior, 2005) P565

En este conjunto de intervenciones es muy importante motivar al recluso para que se adhiera al
tratamiento. P566

Según el Modelo Transteórico de Prochaska y Diclemente (Prochaska y Prochaska, 1993; Tejero y


Trujols, 1998) situaríamos a estos sujetos en un estadio de cambio de precontemplación antes de
su primer ingreso en prisión, es decir los individuos no pueden ver el problema, al ser los aspectos
gratificantes que obtienen de la adicción superior a los aversivos. O en el estadio de cambio de
contemplación, estadio en que los adictos son conscientes de que existe un problema y consideran
seriamente la Posibilidad de abandonar la conducta adictiva, pero no han desarrollado todavía un
compromiso firme de cambio, aún no se han comprometido a pasar a la acción. P572-573

Para Sanz, Comerón, García Murga, Longoria y Tarrazo, (2001) los precontempladores son aquellos
internos que niegan tener problemas con las drogas, o que afirman que pueden dejar el consumo
cuando quieren. No aceptan tener un problema de drogodependencia.
Siguiendo a Prochaska, DiClemente y Norcross (1992), durante el estadio de contemplación el
individuo toma conciencia progresivamente de la existencia de toda una problemática engendrada
por su conducta adictiva, y empieza a plantearse la posibilidad de abandonarla ya que los aspectos
gratificantes que obtiene de ella empiezan a equilibrarse respecto a los aversivos que van,
progresivamente, aumentando. Los contempladores se esfuerzan en comprender su adicción, sus
causas, sus consecuencias y su posible tratamiento, y manifiestan una necesidad importante de
hablar sobre ello. (…) En palabras de Prochaska y Prochaska (1993) sustituyen la actuación por la
acción de pensar.

(…) uno de los objetivos del tratamiento de la drogodependencia dentro de prisión es trabajar con
el preso para que modifique su motivación hacia un compromiso serio con el tratamiento. P573

http://www.redalyc.org/pdf/3498/349832320061.pdf

Detección de drogas y tratamiento de adicciones en dos centros


penitenciarios de la Ciudad México
Gloria Estela Castellanos López
Subsecretaría de Sistema Penitenciario. Ciudad de México, México
Integración Académica en Psicología
Volumen 3. Número 7. 2015. ISSN: 2007-5588

La situación del consumo de drogas se agrava cuando ocurre dentro de los centros penitenciarios
ya que no solo producen daños a los reclusos, sino que afectan al sistema penitenciario debido a
que incrementan la violencia y la corrupción.

El consumo de drogas en los centros penitenciarios mexicanos, está presente como una práctica
habitual con patrones de consumo que van de moderado a excesivo, favorecida por condiciones
ambientales y sociales como lo son la disponibilidad de tiempo libre, fácil acceso a ellas,
hacinamiento, sobrepoblación, tolerancia hacia el consumo, etc. (Castellanos, 2008). Las sustancias
que se consumen al interior de estos lugares son: marihuana, crack (cocaína en piedra), inhalantes,
cocaína en polvo y benzodiacepinas (Castellanos, 2009; Instituto para la Atención y Prevención de
Adicciones, 2012).

No son pocas las personas no consumidoras que se han iniciado en el abuso de sustancias
precisamente durante su permanencia en prisión (…) En un estudio realizado por Castellanos
(2007), en dos centros penitenciarios del Distrito Federal, el 17% de los entrevistados reportaron
haber iniciado el consumo de drogas cuando ingresaron a prisión. P94

Los programas de tratamiento que se llevan a cabo en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente
(RPVO) y el Reclusorio Preventivo Varonil Norte (RPVN) operan bajo la modalidad de Comunidad
Terapéutica (CT), que de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-028-SSA2-2009, es un contexto
y un método de tratamiento que busca la rehabilitación de adictos a través de la modificación en el
estilo de vida y del cambio de identidad personal. Se sustenta en la ayuda mutua y en la interacción
comunitaria. Puede ser operada por personal de adictos en recuperación, por profesionales o por
personal mixto. Para el NIDA (2003), las CT son ambientes residenciales libres de droga que usan un
modelo jerárquico con etapas de tratamiento que reflejan niveles cada vez mayores de
responsabilidad personal y social. Parte del principio del uso de la comunidad, compuesta por el
personal de tratamiento y aquellos en recuperación, como agentes claves del cambio. Los miembros
de la comunidad terapéutica interactúan en maneras estructuradas y no estructuradas para
influenciar las actitudes, percepciones y comportamientos asociados con el uso de drogas. P95

En la comunidad terapéutica, la adicción se ve dentro del contexto de las deficiencias sociales y


psicológicas del individuo y el tratamiento se concentra en desarrollar la responsabilidad personal y
una vida que sea socialmente productiva. Como señala Volkow (2010), el tratamiento (…)hay
actividades diseñadas para ayudar a los residentes a examinar creencias malsanas, conceptos sobre
sí mismos y patrones de comportamientos destructivos, para poder así adoptar nuevas maneras
más armoniosas y constructivas de interactuar con los demás.

Los elementos contemplados en el tratamiento de adicciones que se brinda en los centros


penitenciarios de la Ciudad de México son: terapia grupal (se imparte una o dos sesiones
semanales), psicoterapia individual (cuando lo requiere el interno), grupos de ayuda mutua (todos
los días se realiza una sesión coordinada por Alcohólicos Anónimos), espiritualidad (una sesión
semanal impartida por diferentes instituciones), conferencias (diariamente el personal lleva a cabo
una), talleres (hay dos o tres sesiones diarias de diferentes temáticas) y cine debate (una vez por
semana). También se realizan talleres/pláticas con sus familiares, se organizan dependiendo de la
disposición de estos en cualquier momento durante las semanas que se encuentran en la fase de
internamiento. Una vez que concluyen su período de internamiento los internos continúan
acudiendo a las actividades que se realizan tanto dentro del espacio de tratamiento como la terapia
grupal de post-tratamiento, talleres, meditación, espiritualidad y además se incorporan
paulatinamente a las actividades ofrecidas por la institución (cursos de superación personal,
actividades educativas y deportivas, grupos de autoayuda, talleres, capacitación para el trabajo,
etc.) convirtiéndose en fundamental el seguimiento por el tiempo que aún les falta para cumplir su
sentencia. P98

Los internos suelen referir una situación emocional cambiante, con una percepción de frustración
mantenida, desánimo, desinterés y una actitud pasiva de espera. Sin embargo, a pesar de las
adversidades cotidianas experimentadas, en la prisión también se pueden aprovechar algunas
características como aliados terapéuticos: la contención externa del propio centro, el aislamiento
de su medio habitual y de su entorno personal, la organización en torno a una rutina diaria y
adquisición de normas, aislamiento y alejamiento de su entorno personal y hábitos patológicos, el
respeto hacia los límites, la recuperación y estabilización de hábitos sanos, el compromiso con
responsabilidades, el apoyo de profesionales e institucional, la asunción progresiva de autonomía.

Considerando que la cárcel se torna un escenario complejo debido a las condiciones de vida en las
que se encuentran los internos, caracterizadas por: hacinamiento, sobrepoblación, déficit para
atención de la salud, corrupción, falta de oportunidades educativas y laborales, violencia, etc.; es
difícil concebir que pueda construirse como un espacio donde se puede brindar tratamiento para
dejar de consumir drogas. Sin embargo, el 94% de los internos que fueron evaluados dieron un
resultado negativo. P101
La recuperación de la adicción es un proceso a largo plazo y en ocasiones requiere varios ciclos de
tratamiento. En este sentido, sería importante que los centros penitenciarios pudieran generar
oportunidades que les permitan a los internos experimentar vivencias positivas y gratificantes una
vez que han dejado de consumir. 102

http://integracion-academica.org/attachments/article/88/08%20Drogas%20Adicciones%20-
%20GE%20Castellanos.pdf

Intervención sobre Drogas en Centros Penitenciarios


• El Equipo sanitario. Sus funciones no son sólo ocuparse de la atención a la enfermedad en
consultas ordinarias, urgentes o programadas, sino promover hábitos saludables de vida, lo que
incluye la prevención de enfermedades y la mejora de las condiciones y prácticas de higiene. Es por
lo tanto imprescindible contar con su colaboración para desarrollar programas que exigen control
médico, controles analíticos y en general los de prevención y mejora de la salud.

• Maestros y monitores ocupaciones. Intervención educativa y ocupacional. El área educativa y


ocupacional permite el desarrollo de competencias personales que son clave para que el interno
logre una incorporación social plena. Sirve de lugar de ensayo para poner a prueba lo aprendido en
la terapia, pero además permite adquirir conocimientos, desde la educación reglada en las escuelas
hasta la preparación profesional en los talleres ocupacionales. Maestros, terapeutas ocupacionales,
monitores de talleres, etc. supervisan la puesta en práctica de las habilidades de los internos, por lo
que tienen un rol como motivadores. P48

Aunque falta evaluar muchos de los programas e intervenciones realizados en prisiones, los
expertos y técnicos que trabajan en los mismos consideran que en algunos aspectos (mejora de la
salud y de la autoestima de los internos, aprendizaje de conocimientos u oficios, relaciones nuevas,
etc.) sus resultados son notables, sobre todo si se realiza la comparación no con la población
general, sino con el punto de partida de los propios usuarios. P55

Como se ha observado en el Capítulo III, la Comisión GAD, los equipos sanitarios y los Equipos
Técnicos GAD son los encargados de coordinar y desarrollar los diferentes programas en prisiones.
Los Equipos Técnicos-GAD son los encargados de recoger la solicitud, valorar la situación del interno,
proponer y evaluar el tratamiento adecuado para cualquier interno que solicite la intervención. (…)
entendiendo que al igual que las personas no son departamentos estancos, tampoco han de serlo
los instrumentos que se ponen a su alcance para la consecución de objetivos terapéuticos. De ahí el
diseño de un itinerario terapéutico donde un mismo interno puede pasar según el momento de su
evolución por diferentes programas de intervención con distintos objetivos y diferentes niveles de
exigencia. P56

* Los programas culturales, lúdicos y recreativos, así como los programas de prevención y educación
para la salud, son intervenciones transversales y gran parte de sus actuaciones no están específicamente
dirigidas a drogodependientes sino que van dirigidas a toda la población penitenciaria. P57
LAS ACCIONES1

Una vez analizado el marco de las actuaciones y el esquema racional de intervención en forma de
itinerario terapéutico, es necesario presentar en forma resumida los programas e intervenciones
más importantes que se están llevando a cabo en los centros penitenciarios españoles.

• Programas de prevención y educación en salud.

– Mediación en salud.

• Programas orientados a la abstinencia

• Programas de reducción de daños y riesgos.

– Programas de mantenimiento con metadona

– Programas de intercambio de jeringuillas

Otros programas:

– Programas de acogida y motivación al tratamiento

– Programas de carácter lúdico o recreativo

– Programas de preparación para la vida en libertad.

Fuente: La memoria de los Programas de Intervención con drogodependientes en centros


penitenciarios, publicado por el Servicio de Drogodependencias de Instituciones Penitenciarias
(IIPP) en el 2004.

1 La memoria de 2004 de los Programas de Intervención con drogodependientes en centros


penitenciarios, publicado por el Servicio de Drogodependencias de IIPP describe en forma de fichas
todas las intervenciones que se llevan a cabo en las diferentes prisiones, con el número de usuarios
y las entidades corresponsables. También la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre
Drogas publica todos los años una memoria donde reseña esta información más los datos que
suministran los Planes Autonómicos sobre Drogas. P58

• Deshabituación: se trata de un proceso psicológico, cuyo objetivo es que el interno/ a supere la


dependencia psicológica y social. La intervención en esta fase está centrada en el área psicológica,
social y educativa-ocupacional. Como complemento y apoyo en esta fase puede estar indicado
seguir bajo supervisión médica el tratamiento con naltrexona (antagonista opiáceo que ocupa los
receptores de los opiáceos pero no los activa, de manera que el consumo no resulta gratificante y
se facilita la extinción de dicho comportamiento). El análisis funcional de la conducta, el desarrollo
de estrategias de solución de problemas, mejorar la capacidad de autocontrol y habilidades sociales,
etc., son estrategias encaminadas a dotar al interno/a de los recursos que le facilitan mantenerse al
margen del consumo y del estilo de vida asociado. Se trabaja sobre la base del modelo de prevención
de recaídas.

En el área social, la intervención con familias supone un apoyo a lo largo de este proceso y permite
establecer un vínculo para la preparación de la salida y reincorporación social. P64

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