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TANQUE DE ALMACENAMIENTO DE AGUA POTABLE (TANQUES DOMICILIARIOS)

Estos depósitos elevados – también llamados tanques domiciliarios, tanques cisterna o tinacos

Muchas instalaciones domiciliarias necesitan tener un tanque elevado de almacenamiento de agua.


La función principal que cumplen estos depósitos es la de aportar altura para generar una presión
adecuada dentro de la vivienda.

En muchas ciudades la propia red de distribución de agua llega a los hogares con una presión
adecuada y suficiente para tener un confort adecuado en los diferentes aparatos de uso: duchas,
lavabos, bidets, grifos en cocina, etc.

Pero cuando la presión de la red no es suficiente, necesitaremos conseguir aumentar la presión en


la instalación interior del inmueble.

Para conseguir ese extra de presión, la solución tradicional ha sido la de instalar un depósito elevado
por encima del punto de consumo más elevado que tengamos (normalmente en lo alto de tejados,
azoteas y terrazas).

En ciudades donde las redes de agua potable presentan presiones estables y están bien operadas,
están desapareciendo los tanques elevados porque suponen más problemas que ventajas.

La única ventaja sería que podrían aportar un almacenamiento extra de agua ante un corte de
suministro general. Una situación poco frecuente y que normalmente las empresas que operan las
redes de agua solucionan con gran agilidad.

Por tanto, en los casos en los que la presión de red es suficiente y estable, no tiene sentido instalar
un tanque elevado.

Pero cuando no tenemos esa presión de confort en la casa – únicamente sale un hilillo de agua por
nuestros grifos- como ya hemos dicho, la solución habitual en muchas partes del mundo suele ser
la de instalar tanques elevados.

Existen soluciones más caras, como instalar un equipo de presurización. El tanque elevado es una
solución válida para obtener la presión deseada, pero que presenta un grave problema que todo
usuario debe conocer:

La proliferación de bacterias y patógenos puede deteriorar la calidad del agua y generar graves
riesgos para nuestra salud.

PARTES:

Tanque, depósito, cisterna o tinaco: es donde se almacena el agua. Existen diferentes materiales y
volúmenes en el mercado. Antiguamente se construían de cemento. La tendencia actual es la utilizar
materiales plásticos (polietileno de alta densidad tricapa) y acero inoxidable.

Tubería de alimentación (caño de red): Entrada de agua limpia al tanque.

Llave de corte (entrada): Cortará el flujo de agua de entrada al tanque procedente de la tubería de
alimentación.
Caño de ventilación: Sirve para evacuar las burbujas de aire que se puedan colar en las tuberías de
distribución. Deberá estar protegido y bien diseñado para evitar el ingreso de agua de lluvia e
insectos. A veces se instala en la tubería de salida.

Tapa de inspección: Es la tapa que cierra el tanque. Deberá estar perfectamente cerrada.

Flotante o boya: Es un dispositivo que sirve para que se llene el tanque. Una boya flota sobre el nivel
del agua. La boya está unida mediante una varilla a una válvula por la que entra agua limpia al
tanque. La válvula se cerrará cuando la boya llegue a su máximo nivel. Es idéntico al mecanismo de
llenado de la cisterna del inodoro de un baño.

Tubería de salida: Es la salida de agua del tanque. Habrá 2 caminos posibles: Uno hacia el colector
de distribución que repartirá el agua a todos los puntos de consumo del hogar. Y otro hacia la tubería
de vaciado o limpieza (a través de la llave de limpieza)

Llave de corte (salida): Cortará el flujo de agua de salida del tanque hacia el colector de distribución.

Rebosadero: Si falla la válvula de cierre del Flotante o Boya, el tanque se desbordaría. Para evitarlo
se instala un rebosadero en el punto más alto que recoge el agua antes de que se desborde y la
canaliza al desagüe.
¿Qué capacidad necesito?

Los tanques de agua se pueden encontrar en distintas capacidades: desde los 500 a los 25 mil litros.
Si buscas un tanque de agua para un establecimiento concurrido por muchas personas, como por
ejemplo una escuela, seguramente vas a necesitar un tanque de gran capacidad.

Para saber qué capacidad en tu tanque es la ideal, según el lugar en donde será instalado, debes
multiplicar el número de integrantes por la cantidad de consumo por persona (que es de 150 litros
por día) por dos días de consumo. En ese sentido, un tanque de 2 mil litros puede ser suficiente para
una familia de cuatro integrantes.

La capacidad varía dependiendo de la cantidad de personas en la vivienda. Para zonas donde es


común que se interrumpa el servicio de agua, lo conveniente es tener un tanque con una capacidad
equivalente al consumo diario de la vivienda. Como promedio una persona gasta 150 litros de agua
potable al día en zona rural y 250 litros de agua potable al día en zona urbana. Multiplique esa
cantidad por el número de personas que viven en la vivienda y busque un tanque con una capacidad
equivalente.

¿Cuál es la altura sugerida para colocar un tanque elevado en una vivienda?

Se recomienda colocar el tanque 2 metros por encima del accesorio sanitario de salida más alto de
la vivienda (la ducha por ejemplo)

MANTENIMIENTO DE TANQUES ELEVADOS

Como ya hemos visto, un tanque domiciliario no presenta gran complejidad técnica en los
elementos que lo componen. Con lo cual cualquier persona podrá hacer unas labores de revisión y
mantenimiento básicas:

Asegurarse de que la tapa cierra herméticamente y de que ningún insecto o animal pueda entrar.
También asegurarse de que no haya ningún resquicio por donde pueda ingresar el agua de lluvia.

Revisar los flotadores (boyas de nivel), las válvulas (llaves de paso) y las juntas de tuberías, y
comprobar que todo funciona correctamente.

Observar si hay fisuras o pérdidas de agua en el tanque, válvulas y tuberías.

Si el tanque de tu vivienda es viejo y te está dando problemas, mi recomendación es que hagas un


pequeño esfuerzo y lo cambies por uno nuevo.

Los tanques de plástico o acero inoxidable (algo más caros) son los que menos mantenimiento
requieren ya que al ser sus paredes muy lisas, acumulan menos suciedad.

Sigue los siguientes pasos para realizar la limpieza de tu tanque:

Cierra la llave de ingreso de agua al tanque (entrada). Luego cierra la válvula del colector (cañería
de distribución interna – salida). Abre la tapa superior. Abre la válvula de limpieza (vaciado) hasta
quedar un fondo con agua de 15 cm aproximadamente (un palmo de agua). NO AGITAR ese resto
ni la suciedad que contiene.
Limpia las paredes, la tapa y el fondo con la ayuda de un cepillo o escoba de plástico. NUNCA usar
un cepillo de metal ni ningún elemento como detergente, jabón, polvo limpiador, etc…

Vacía el depósito completamente y enjuaga varias veces. Elimina los residuos por la válvula de
desagüe (tubería de limpieza), NO por la cañería de distribución.

Llena el tanque hasta la mitad con agua. Agrega por cada 1000 litros, 2 litros de lejía (lavandina)
concentrada (ojo, ¡sin perfume!) o 1 litro de hipoclorito de sodio, a medida que se llena el resto
del tanque.

Una vez lleno todo el tanque, dejar actuar como mínimo durante 3 horas. Elimina el agua por la
válvula del colector (cañería de distribución interna) y vuelve nuevamente a llenar y vaciar el
depósito hasta eliminar el exceso de cloro, de manera que se efectúe el lavado y desinfección del
mismo. En este paso puedes aprovechar para desinfectar también las tuberías de la vivienda,
haciendo pasar esta agua con exceso de cloro por todos los puntos de consumo de la casa.

A tener en cuenta:

En viviendas que cuenten con fosas sépticas para recoger el agua sucia, evitar mandar a dicha fosa
el agua con lejía concentrada o hipoclorito de sodio. El exceso de cloro puede matar a las bacterias
presentes en la fosa séptica encargadas de la depuración del agua residual.

Realizar esta limpieza cada 6 meses. Los tanques de plástico y acero inoxidable se ensucian menos
que los de fibrocemento y hormigón

Programar una limpieza siempre justo antes del verano (meses más calurosos), que es donde más
proliferación de patógenos tendremos.

Si para elevar el agua al tanque utilizas una bomba eléctrica, ten la precaución de desconectarla de
la red eléctrica antes de hacer cualquier tarea de inspección o limpieza.

Si el agua de red no tiene suficiente presión para alimentar al tanque elevado, lo más seguro que
tengas otro depósito en la planta baja desde donde bombees el agua al tanque elevado. Este
tanque necesitará también limpieza y desinfección periódica. Puedes realizar los mismos pasos
que hemos explicado para limpiar este tanque de bombeo.

Si después del lavado del tanque, persiste el olor a lejía en los puntos de consumo (grifos del baño,
cocina, etc.) deberemos dejar los grifos abiertos y enjuagar hasta que desaparezca el olor.

Después de haber hecho el enjuague del tanque y de las tuberías de distribución existe la
posibilidad de medir la concentración de cloro en los puntos de consumo. Si se cuenta con un
comparador para la determinación de cloro residual, el valor del mismo, estará según normas
vigentes, en el orden de 0,1 a 0,3 miligramo por litro; verificando este valor, el agua será apta para
beber.

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