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Artículos Especiales

¿El ocaso de la adicción a internet? Reflexiones


sobre el origen, desarrollo y declive de un trastorno
Fernando Pérez del Río
Proyecto Hombre Burgos

Recibido: 10/09/2013· Aceptado: 31/01/2014

Resumen
El objetivo de este trabajo es exponer el origen de la denominada “adicción a Internet”
aproximadamente en el año 1995, su desarrollo y su declive hacía el año 2010.
Para la realización de este trabajo se revisan 15 investigaciones sobre las consecuencias
de abusar de Internet.
Se concluye que, tras un periodo de alarma social, hoy en día, se ha encuadrado a esta
problemática como un abuso o uso inadecuado y no como adicción.
En la actualidad, por un lado, los Centros están tratando los pocos casos aislados que
llegan, y por otra parte, se están desarrollando interesantes programas de prevención y
guías para padres y educadores.

Palabras Clave
Adicción, Abuso, Internet, Uso, Nuevas tecnologías.

Abstract
The objective of this study is to present the origin of so-called “Internet addiction”, in
approximately 1995, together with its development and decline around 2010.
To carry out this study 15 pieces of research about the impact of Internet abuse were
reviewed. It draws the conclusion that, after a period of social unrest, today, this problem
is defined as a case of abuse or inappropriate use rather than addiction.
On one hand, centres are treating the few isolated cases that come in and, on the other, in-
teresting prevention programmes and guides for parents and teachers are being developed.

Key Words
Addiction, Abuse, Internet, Use, New technologies.

Correspondencia a:
Fernando Pérez del Río
Email: fernandoperezdelrio@gmail.com

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INTRODUCCIÓN descritos están fraguados con límites difusos


y trastabillan unos con otros. Podemos decir
Antes de llegar a los albores del siglo XXI que las diferencias son una cuestión de grado,
podíamos decir que cada tres o cuatro años de matices, y seguimos y buscando mejores in-
aproximadamente, nos encontrábamos con dicadores qué nos muestran en qué momento
una nueva adicción de moda, aunque en el comienza a ser un trastorno.
fondo y bien mirado siempre habláramos de
Sin duda vivimos en un periodo de prolife-
lo mismo. En los años ochenta apareció ofi-
ración de trastornos, con el paso de los años
cialmente la ludopatía, y el poder tomar este
vemos como han aumentado vertiginosa-
modelo como referencia facilitó entre otras
mente, de 106 categorías de trastornos que
cosas, que en la posterior década de los 90 se
podíamos encontrar en el Manual Estadístico
diera un boom de adicciones sin sustancia: las
de los Trastornos Mentales DSM-I, (1952)
líneas 906, a continuación las compras, el sexo,
hemos pasado a 357 en el DSM-IV (1994),
incluso se habló de la cultura del tamagochi
también asistimos a la proliferación de nuevos
(Pérez y Martín, 2007). En la siguiente década
síndromes que husmean entre los trastornos
de 2000, se popularizó todo lo que tuviera
subumbrales.
relación con Internet, los móviles y general de
las TIC (Tecnologías de la Información y de la En 1969 el profesor Weizembaum ya habló
Comunicación) y es el tema que abordaremos de los adictos a la informática como “bohemios
en esta ocasión de manera sintética. de las computadoras” o “programadores
compulsivos” […]. A lo largo de los años 70
METODOLOGÍA se desarrollaron una serie de estudios orien-
tados a definir un perfil de los informáticos de
Se pretende realizar una aproximación a los la época (Miller, 1970; Cross, 1972 y Barnes,
problemas y consecuencias de abusar de las 1984), donde se concluían algunas peculiari-
nuevas tecnologías. El objetivo es conocer el dades de estas personas como puntuar, en
estado actual de la llamada adición a Internet, baja empatía, distanciamiento de los demás,
para ello se revisan 15 investigaciones sobre las etc., (Estalló, 2001). Pero no fue hasta el año
consecuencias de abusar de las TIC. 1995 cuando Griffiths usó el término Internet
Addiction Disorder. Al año siguiente (1996)
Breve historia de la Adicción a Internet Young, presentó un caso de una mujer que sin
antecedente psiquiátrico alguno fue conside-
Los primeros titulares en prensa sobre “la
rada una “adicta a Internet”, este caso fue el
adicción a Internet”, llegaron a España a finales
paciente cero, no es de extrañar que poco
de los 90, aunque siendo lo cierto que no había
después nos encontráramos con más estudios
criterios claros para diagnosticar el trastorno,
(Kaunt, et ál, 1998), este trabajo tuvo mucha
ni consenso alguno en llamarlo de tal forma.
repercusión, pues afirmaron que Internet
Definir una conducta anormal nunca ha reduce la participación social, el bienestar y
sido tarea fácil. Muchos de los trastornos facilita la depresión. No deja de ser singular que

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se sostuviera que Internet aumenta soledad, se organizan encuentros, congresos, foros y


lo que denominaron como: la paradoja de por último, dado el material acumulado se
Internet (Internet Paradox). empiezan a publicar los primeros libros sobre
Poco después llega a España la inquietud esta temática con el objetivo de poner cierto
orden en relación a las interminables listas
sobre si Internet puede generar problemas,
de posibles adicciones: Adès, J., Lejoyeux, M.
en el año 2001 se publica uno de los primeros
(2001). Las nuevas adicciones. Internet, sexo,
artículos en la Revista del Colegio Oficial de
juego, deporte, compras, trabajo, dinero. Barce-
Psicólogos (COP) bajo el título “Adicciones a
lona: Kairós. Fernández, A. (2003). Las nuevas
Internet” (Pérez, 2001). Durante toda la pri-
adicciones. Madrid: Tea. Pérez, F. y Martín, I.
mera década del s. XXI podemos encontrar (2007). Nuevas Adicciones ¿Adicciones Nuevas?
titulares en prensa de este tipo: Diario El Mun- Guadalajara. Intermedio ediciones. Y libros
do (2000) “200.000 internautas son adictos colectivos como Echeburúa, Labrador, Be-
al sexo cibernético en USA”. Diario Palentino coña (2009). Adicción a las nuevas tecnologías
(2002), “Los videojuegos causan problemas a casi en adolescentes y jóvenes. Madrid: Pirámide.
la mitad de sus usuarios jóvenes”. ABC (sábado A modo de apunte, y dando una puntada al
14 de 2006), “Sanidad trata como una droga la desgarrón, decir que tan solo uno de estos
adicción de los menores al móvil y a las nuevas libros Nuevas Adicciones ¿Adicciones Nuevas?
tecnologías”. La vanguardia (lunes 15 de enero (2007) sostenía en sus páginas que Internet y
de 2007) “Enganchados a la tecnología”. El País, las Nuevas Tecnologías no cumplía con todos
(20 de julio 2006), “Un estudio alemán compara los requisitos para “provoca adicción” y que
los videojuegos con el alcohol y el cannabis”, este habría que encuadrarlo en los abusos.
último artículo explicaba que: las reacciones Llegados a este punto, sabemos que un
cerebrales de las personas que juegan con trastorno es una construcción social, se ve más
video-juegos en exceso son similares a las de claro en el caso de los Hikikomori, un trastorno
los alcohólicos o los adictos al cannabis. El jugar que está relacionado con las TIC y que única-
abusivamente libera cantidades importantes mente se detecta en Japón. En nuestro país, la
del neurotransmisor llamado dopamina. No preocupación por Internet coincide con varios
podemos decir que fueran titulares cautos ni hechos: en primer lugar, con un periodo de
prudentes en sus dictámenes. En su gran mayo- expansión económica y en segundo lugar con
ría eran las opiniones y estudios de psicólogos, la masiva implantación del uso de Internet a
psiquiatras y profesores. partir del año 1998 “aproximadamente”.
De forma paralela a estos inquietantes titu- Dadas las evidencias que se iban acumu-
lares se inician importantes investigaciones, y lando, el nuevo trastorno posiblemente era
asimismo se comienzan a publicar diferentes merecedor de un diagnóstico y entraría en
guías, un ejemplo reciente: guía para padres y el DSM-V, esto conllevaría a la necesaria for-
educadores sobre el uso seguro de Internet, mación teórica universitaria y que las muchas
videojuegos y móviles, (Labrador, Requesens,
personas en principio afectadas necesitarían
Helguera, 2010). Merced a todo lo anterior
atención especializada.

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Bajo la égida de la certeza, los estudios emocional cuando no se realiza la actividad y,


estadísticos mostraban altos porcentajes de por último, persistencia de la conducta” (Gos-
afectados. Un estudio noruego realizó un análi- sop, 1984). Es un problema cuando la vida gira
sis de adolescentes, con edades comprendidas en torno a ese tema (Cortina, 2007).
entre los 12 y los 18 años, con una muestra Todo lo dicho lo puede cumplir fácilmente
de 3237 en el cual diferenciaron por un lado una persona que “abusa de Internet”, enton-
las personas que abusan de la red, es decir la ces, ¿dónde está el problema?, ¿Por qué no
población de riesgo, un 8,66% y los “adictos” llegan los pacientes? La respuesta parece estar
que resultaron ser un 1,98% (Johansson y en el potencial de generar dependencia del
Götestam, 2004). objeto. Pero antes de nada y llegados a este
De todo esto se deriva que la situación punto, debemos explicar que en una adicción,
estaba configurada para abordar una nueva entran en juego tres variables: a) el potencial
adicción, estábamos ante un campo abonado adictivo o la capacidad de reforzar del objeto
para acoger a la nueva patología que había (refuerzo que con el tiempo pasa de ser
tocado nuestra realidad, salvo por un pequeño un refuerzo positivo a uno negativo); b) la
detalle: los pacientes no llegaban… ¿Si era un frecuencia de la interacción objeto-persona
problema tan alarmante y los porcentajes de (donde también entra en juego el contexto);
afectados eran tan elevados? ¿Dónde estaban c) y en tercer lugar los problemas previos de
los pacientes? En principio se justificó soste- la persona (por este último motivo decirnos
niendo que podría ocurrir algo semejante a la que la adicción es funcional), por ejemplo
ludopatía; un ludópata puede tardar diez años estudios posteriores mostraron que (Muñoz-
de media en pedir ayuda. Pero pasó toda una Rivas et ál, 2010) una conexión abusiva a
década y los pacientes seguían sin llegar, salvo Internet reduce la tensión emocional, en este
excepciones puntuales y, salvo algún Centro sentido el abuso de Internet puede cumplir
que tenía el umbral muy bajo en sus criterios una función para la persona.
de admisión, es decir utilizaba criterios casi Con estas tres premisas, si tuviéramos que
mínimos a la hora de considerar a una persona decir si ¿hay adictos a Internet?, tendríamos que
“adicta a Internet”. decir “en general” sí, como sabemos existen
casos aislados en muchos países del mundo,
¿Existe la adicción a Internet?
pero esto no nos debe dejar complacientes
El abuso de las TIC guarda paralelismos puesto que debemos apuntar que hay un
con el abuso de sustancias, están hechos de la tercer elemento que no se llega a cumplir
misma pasta y podemos decir que su fenome- del todo, y no es otro que la capacidad de
nología es similar aunque con matices. “enganchar, que es más leve”, o dicho de otra
forma, el potencial de reforzar es menor,
En este orden de cosas, sabemos que “una
por ejemplo buscar información en Internet
adicción tiene cuatro elementos: fuerte deseo,
puede generar cierta tensión y sobre todo,
incapacidad para detener la conducta, angustia
determinados juegos de ordenador sí pueden

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ofrecer refuerzos y generar bastante tensión como “abuso”, dedicarle demasiado tiempo,
emocional, pero en la gran mayoría de los casos liarse, enredarse. En ocasiones, ese periodo
no la suficiente. Con estas mimbres podemos de “intensa” adaptación se ha confundido con
decir, que lo más frecuente es que se pueda el abuso y con tener problemas, por último,
abusar o hacer un uso inadecuado, o incluso siguiendo el razonamiento existiría una última
“problemático”. fase que sería la adaptación adecuada a lo que
Para trenzar una respuesta cabal, como realmente se necesita.
suele ocurrir en estos casos, podemos llegar a Una tercera importante crítica, a mi juicio
posiciones intermedias y calificar a estas perso- la más sobresaliente, es que se trataría de
nas de pseudoadictos, una especie de “adicción” una “construcción social”, es decir, asistimos
mucho más leve, de baja intensidad, y esto a un periodo donde cualquier molestia es un
nos aleja de las posiciones alarmistas, pero no trastorno; y la tendencia social es encuadrar
por ello debemos bajar la guardia puesto que, cualquier problema o trastorno de salud como
como veremos más adelante las personas que una enfermedad. “Usted debe dominar su
abusan de Internet pueden llegar a padecer vida y vigilar de paso la de los demás. Debe
diferentes consecuencias y problemáticas. controlar las horas que pasa su hijo frente al
ordenador, no por criterios educativos sino
Críticas a la existencia de la adicción a patológicos. Tenga una vida armoniosa, no
Internet por una cuestión de valores o de ética sino
Una de las primeras críticas fue que, era de enfermedad, con riesgo de estigmatizar
confuso hablar de adicción a Internet; po- cualquier exceso” (Pérez y Martín, 2007).
demos encontrar la persona que abusa del Esta tendencia es congruente con el hecho
cibersexo, a un ludópata o al que abusa de las de habernos encontrado durante más de una
compras, en los inicios de la década de 2000 década con noticias “sensacionalistas” sobre
se decía que Internet era un medio para otras la Adicción a Internet y asimismo, también
adicciones pero no un fin. Decir que las inves- es coherente con habernos encontrado
tigaciones de esta última década han intentado con psicólogos, psiquiatras y profesores de
subsanar este problema matizando el objeto universidad con “posiblemente” necesidades
de estudio. de reconocimiento y prestigio social que han
forzado los criterios y han impregnado a este
Otra interesante crítica consistió en admitir “trastorno” de un plus de peligrosidad, puesto
que existe una adaptación a las nuevas tec- que el dramatismo es un titular que se vende
nologías y ésta nos requiere emplear mucho mejor, y puestos a crear, un síndrome o un
tiempo, una especie de fase de “fascinación” nuevo trastorno da mucho más prestigio social
por Internet, un periodo donde las personas se que hablar sobre una variación de un trastorno
bajan multitud de programas, un periodo que ya existente, o simplemente decir que todavía
incluye aprender, probarlo todo, y que encaja- no hay consenso ni claras conclusiones. Según
ría con lo que en ocasiones se ha determinado (Ortiz-Lobo, 2009), muchos profesionales

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están participando en la creación de pseu- Por otro lado, a causa de los escasos
dotrastornos (mobbing, bullying, ortorexia, usuarios atendidos, no se ha llegado a poder
etc.), y además amplían los márgenes de la establecer un perfil con claridad del “adicto a
enfermedad. Internet”, cierto es que, los profesionales que
Todo esto a su vez acarrea consecuencias han atendido algún caso de este tipo llegaron
varias, en primer lugar se da el efecto Charcot, a consensuar (opinión a la que me sumo), que
el sanitario o el profesor encuentra lo que él los que abusaban de Internet, eran personas
mismo propaga, y en segundo lugar algunas que habían tenido una educación rígida y había
personas se reconocen como enfermas cuan- padecido o estaban padeciendo desajustes
do antes no lo eran. Y en no pocos casos de familiares. Aunque esta conclusión necesite
da la profecía auto-cumplida. de más investigación.
Uno de los primeros trabajos en España
¿Cuál son las consecuencias? evidenció que, un 4,9% de los encuestados
afirmaba padecer problemas frecuentes con la
Como suele ocurrir poco a poco llegaron
Internet, sentimientos de culpa, deseo intenso
estudios que relacionaron el abuso de la In-
de estar conectados, pérdida de control, ma-
ternet con variables personales, impulsividad,
yor ansiedad y disfunción social, (Gracia et ál,
autoestima baja, intolerancia a los estímulos dis-
2002), este estudio que sostenía una de las
placenteros, estilo de afrontamiento inadecuado
claves era la ansiedad e irritabilidad que surgía
(Introversión y narcisismo). También se estudió su
cuando no se podían conectar. Posteriormente
relación con el aislamiento social, con la intro-
varios estudios por ejemplo (Viñas et ál, 2002;
versión, con la fobia social y así hasta un largo
Jenaro et ál, 2007) encontraron que los usua-
etcétera, una de las variables que cobró más
rios que abusaban de Internet puntuaban más
fuerza fue la búsqueda de sensaciones, (Adès
en insomnio, ansiedad y depresión. El tema del
y Lejoyeux, 2001). Investigaciones posteriores
insomnio se llegó a denominar Techsomnia (no
también subrayaron que las personas afectadas
puedes dormir hasta que no cierras todas las
eran las que puntuaban más alto en la búsqueda
tareas abiertas relacionadas con las NN.TT.).
de novedades y más bajo en autodirección y
cooperación (Estévez, et ál 2009). También la preocupación derivó en si ¿las
nuevas tecnologías nos harían pensar de otra
A medida que pasaban los años el perfil
manera? Por ejemplo son personas que están
también fue cambiando, en un principio eran
varones de clase media con medio alto nivel menos sujetas a un control cognitivo sobre
adquisitivo, después se habló de los jóvenes- el acierto o el error de la decisión y tienen
adultos que procuraban contactos sociales, más en cuenta el efecto a corto plazo. Según
videojuegos y chats, y por último aquellos que (Pastor, 2003) “la percepción audiovisual y las
apostaban en los casinos virtuales, o procura- destrezas motoras que los videojuegos exigen
ban pornografía. Últimamente ya no se habla a los adolescentes se limitan a activar en el
de perfiles puesto que la incorporación a la cerebro humano el sistema límbico, área sub-
red es masiva. cortical que procesa la presentación de objetos

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concretos en relación directa con sentimientos señalaba que aproximadamente un 8,4% de


y emociones manejados por la amígdala. […] los habitantes del espacio virtual Second Life
la cultura mediática fomenta un pensamiento dedica entre 36 y 50 horas a la semana a SL.
muy ligado a lo singular, concreto y perceptual, Finalmente la pregunta de ¿cuánto tiempo? no
una mentalidad de corte más sensorial que tuvo respuesta clara, ya que es más relevante
proposicional, menor habituación a la lectura, el grado de descontrol que el tiempo que se
insuficientes pormenores en el análisis, apresu- pasa frente a un ordenador.
ramiento en la reflexión crítica, un exagerado Otras preocupaciones a las cuales se dedicó
empleo de cogniciones social simplificadoras”. instigación es si la exposición a la ondas emi-
Estudios posteriores verificaron por ejemplo tidas desde el móvil afecta negativamente a la
que “los adictos a Internet tienden más a los función neuronal (Muñoz-Rivas, 2005) o si la
acontecimientos negativos y a los resultados tecnología afectaba a la agresividad (Santieste-
inmediatos, no son capaces de realizar atribu- ban, 2005; Judith Lazar, 1995). Por último otras
ciones internas precisas y tienen bajas tasas de consecuencias que se han controlado en los
autorrefuerzo y altas tasas de autocastigo en la estudios han sido la disminución del rendimien-
vida real (Young, 2005). Posteriormente otros to académico, por ejemplo (Sánchez-Martínez
trabajos subrayaron la relación entre abusar de y Otero, 2009), el uso abusivo del móvil se
Internet y tener más pensamientos negativos asoció a fumar tabaco consumir más alcohol,
(García et ál, 2008). depresión y fracaso escolar.
Otro debate importante fue: ¿a cuánto
tiempo se considera una adicción? Según Del aislamiento a los espacios virtuales
(Young, 2005), los adictos generalmente y a redes sociales
muestran un exceso en el uso de Internet Y llegaron los espacios virtuales tales como
pasando desde cuatro horas hasta ochenta EverQuest y Second Life, a través de los cuales
horas a la semana, con sesiones que podrían se podía aprender idiomas e incluso organizar
durar hasta veinte horas. Extensos estudios reuniones y evitar así un largo viaje. Espacios
en España como el de (Lara et ál, 2009) con virtuales donde uno se podía poner cons-
una muestra de 2000 adolescentes pusieron tantemente a prueba con otras personas o
de manifiesto que una de los mayores pro- “muñecos”, reinventarse, aunque la mayoría
blemas era precisamente la gran cantidad de de las veces fuera de forma efímera. Incluso
tiempo que las algunas personas hacen de las se habló de hacer terapia On-line aunque la
NNTT, un 8,8% estaban más de 25 horas a idea, salvo raras excepciones no llegó a cuajar
la semana con juegos electrónicos y ordena- (Pérez, 2008).
dores, y esto era paralelo a una pérdida de A partir del año 2005 se empezaron a
interés por otras actividades. Una encuesta popularizar las redes sociales, esto supuso
realizada por la empresa alemana Demandi un cambio importante. Una de las mayores
sobre Second Life (SL) y publicada en la Web consecuencias había sido el “aislamiento” que
de SL (Massively multiplayes on-line game), podrían provocar los juegos de ordenador

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e Internet. En el estudio de (Sobrino et ál, diagnóstico, considero que, la mejor forma


2006) se encontró que hay un fracaso en la de clasificarlo sería llamarlo trastorno adictivo;
socialización: deficiente adquisición de habili- viéndolo como un todo, desde una visión
dades relacionales, y desarrollo y conductas global, un trastorno primario con tolerancia y
competitivas en lugar de colaboradoras. abstinencia tanto psicológica como física.
Pero ¿qué ocurre cuando esa persona Otra de las preguntas que quedan en el
supuestamente asilada no hace más que co- tintero es ¿qué ocurre con las personas que
municarse con otras por medio de las nuevas abusan de Internet al cabo de los años? La
redes sociales? Comunicarse es algo sano, en respuesta nos la ofrece el meta análisis Media
principio. El niño bunker empieza a no servir Chil and adolescent Health: A Systematic review.
como un ejemplo negativo y muy rápidamente 2008. Los niños que abusan de las TIC con-
se empieza a cuestionar lo que ciertamente se sumen antes tabaco y alcohol, padecen más
había calificado como estimulación individualista obesidad infantil, tienen menor rendimiento
y en soledad. Estos espacios virtuales fueron un académico escolar, y una actividad sexual pre-
rápido preludio de las redes sociales, y es de to- coz, es decir el abuso de las TIC es un factor
dos sabido que hoy las redes son incluyentes. La precursor de trastornos psicológicos como las
radio necesitó 38 años para alcanzar 50 millones adicciones. De esta manera después de una
de usuarios. La televisión trece años. Internet, década, podemos concluir que las mayores
solo cuatro. El IPOD, tres años. Y Facebook consi- y mejores aportaciones se han hecho en el
guió 100 millones en seis meses (Del Val, 2010). campo de la prevención, la prevención en el
Desde el 2007 aproximadamente dejamos de uso de las nuevas tecnologías se ha visto como
tener miedo a ese gran hermano. una oportunidad para trabajar con jóvenes y
adolescentes, por ejemplo las normas, razonar
CONCLUSIONES los límites, desarrollar el espíritu crítico, etc. Se
considera una oportunidad puesto que lo que
Lo primero es recordar que debemos se trabajan con las Nuevas Tecnologías estará
alejarnos de posturas maniqueas, en este en juego posteriormente con las drogas, es
sentido Internet depende del uso que se le de, decir la educación en las TIC es un ideal campo
según (Escohotado, 2001) phármakon es una de entrenamiento para los jóvenes.
sustancia que comprende a la vez el remedio
En la pasada década se han publicado guías
y el veneno; no una cosa u otra, sino ambas a
de uso para padres y educadores, en estas guías
la vez. Como dijo Paracelso, ‘Solo la dosis hace
ha sido fácil encontrarse con recomendaciones
de algo un veneno’.
de este tipo, por ejemplo: No disponer de
“Aunque no sea tarea nada fácil, sería útil y ordenadores, consolas, en lugares de casa de
moderno diseñar un diagnóstico común que
difícil control. No dejar de forma indefinida y
aglutinara estos problemas y así, dar la espalda
no pactada los horarios para utilizar Internet
al furor glamuroso por poner de moda tras-
y demás tecnologías de la comunicación. No
tornos adictivos cada poco tiempo, cuando
utilizar las nuevas tecnologías sin objetivo
realmente y salvo matices, siempre hablamos
previo. No utilizar las nuevas tecnologías
de lo mismo” (Pérez, 2011). En cuanto al

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solamente como una forma de ocio o entre- DSM-IV. (1998). Manual diagnóstico y esta-
tenimiento, etc. dístico de los trastornos mentales. Barcelona:
En cuanto al tratamiento los casos encontra- Masson.
dos suelen ser en su mayoría de usos problemá- El País, (2006). Un estudio alemán compara
ticos y abusos, en general suele ser un problema los video-juegos con el alcohol y el cannabis. En
más transitorio y de menor gravedad. EL Ciber-país, Extraído de la dirección de Inter-
Otra de las mejoras a la hora del tratamien- net 20 de Julio 2006: http://www.drogomedia.
to ha sido, sin duda alguna, entender con más com/hemeroteka/archivos/200607207.pdf
precisión a las personas que abusan de varias Escohotado, A. (2001). Historia General de
cosas, drogas, y juegos de ordenador. Durante las Drogas. 4ª ed. Madrid: Editorial Espasa Calpe.
estos años se ha dado más importancia de Estévez, L.; Bayón, C.; de la Cruz, J. y Fernán-
tratar estos casos mixtos y era necesario dez-Líria, A (2009). Uso y abuso de Internet
comprender las TIC para optimizar los trata- en adolescentes (pp.101-130). En Echeburúa,
mientos mixtos, y así se ha hecho. F.; Labrador, F.; Becoña, E. (eds.), Adicción a las
Tratamientos que por ejemplo requieren nuevas tecnologías. En Jóvenes y adolescentes.
algunas variaciones puesto que la eliminación Madrid: Pirámide.
del objeto no es posible (sexo, Internet, etc…), Estalló, J. (2001). Usos y abusos de Internet.
el objetivo no es conseguir la abstinencia total, Anuario de Psicología 32(2), pp. 95-108. Facultad
no es eliminar el deseo sino controlarlo. de psicología, Universidad de Barcelona.
Por último, a modo de apunte, otro debate Cortina, A. (2007). Ética y drogodependen-
sobre la mesa que ha surgido en esta década cias. Revista Proyecto, nº 63.
en relación a las TIC, es si los planes sobre
García, J.; Perol, M.; Nieto, M.; Lledó, A.;
drogas debieran ser planes sobre adicciones,
Sánchez, S.; Martín-Aragón, M. y Sitges, E.
incluyendo en ellos a las adicciones sin sustancia
(2008). Uso y abuso de Internet en jóvenes
(compras, sexo, Internet, etc.), aunque cierto
Universitarios. Adicciones 20(2), pp. 131-142.
es que muchas regiones ya han realizado esta
integración en sus planes. Griffiths, M. (1995). Technological addic-
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