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Como referenciar este capítulo:

Soro-Camats, E. (1998). El proceso de evaluar y tomar decisiones. En C. Basil, E. Soro-Camats y C. Rosell.


Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura (pp. 63-76).
Barcelona: Masson. Disponible en la colección OMADO del Dispòsit Digital de la UB.

EL PROCESO DE EVALUAR
YTOMAR DECISIONES
E. Soro-Camats

INTRODUCCiÓN le, 1988), la evaluación debe estar dirigida a bus-


car soluciones prácticas para la vida, es decir,
La evaluación e intervención logopédica basa- debe responder a preguntas tales como ¿qué pue-
da en los enfoques de rehabilitación y habilita- de hacer la persona?, ¿con qué soportes o ayudas
ción ha de tener en cuenta, además de la comuni- puede mejorar su capacidad? y ¿en qué situacio-
cación y el lenguaje, la situación general en que nes de la vida diaria necesita comunicarse? Una
la persona vive. La gran mayoría de los niños, jó- de las preocupaciones principales de algunos
venes y adultos que necesitan usar sistemas au- profesionales de la comunicación y el lenguaje es
mentativos y alternativos de comunicación tienen el diagnóstico, y éste se toma como referente del
también necesidades en otros aspectos de sus vi- conocimiento necesario para la intervención. Sin
das, como puede ser el rendimiento escolar, el en- duda, el conocimiento de las causas clínicas de
torno social, la ocupación, el desplazamiento y la la deficiencia puede ser IJtil para acceder a un
manipulación. Estos aspectos se han de tomar en determinado tipo de servicios médicos, así como
consideración en el proceso de evaluación por- para obtener ayudas económicas, orientar a la fa-
que pueden estar en la base de los procesos de milia hacia asociaciones específicas donde com-
adquisición y/o uso de la comunicación y el len- partir experiencias con otros padres y, en cierta
guaje (Beukelman y Mirenda, 1994). Ello requiere medida, para establecer un pronóstico, ya que
que los logopedas tengan que coordinar sus acti- permite una estimación de lo que razonablemen-
vidades de evaluación con otros profesionales, te puede suceder, en función de los datos acumu-
con el objetivo final de elaborar un plan conjunto lados de otras personas con el mismo diagnósti-
de intervención educativa yen el lenguaje que pro- co. Pero, como muy bien dicen von Tetzchner y
porcione a la persona y a su familia una oferta Martinsen (1993, pág. 131), «raramente se deci-
global de servicios y de atención. Sin olvidar lo cen las medidas de habilitación y educación
anterior, en este capítulo sólo se hará referencia a como consecuencia directa del diagnóstico».
los principales aspectos de la evaluación que es- Las preguntas generales que han de orientar el
tén directamente relacionados con el área de la proceso de la evaluación serán las siguientes:
comunicación yel lenguaje asistido. ¿qué necesito saber para intervenir? y ¿para qué
De acuerdo con los modelos de evaluación se van a usar los resultados que obtenga? Los pro-
funcional (Baumgart y cols., 1996; Culp y Carlis- cedimientos de evaluación serán semejantes a los

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64 Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura

utilizados comúnmente, pero se habrá de prever El proceso de evaluación se desarrolla en tres


que, cuando se uti Iicen pruebas, éstas deberán etapas: a) la recogida inicial de datos; b) la valo-
«pasarse» sin requerir una respuesta oral. Ade- ración de estos datos con el fin de tomar decisio-
más, para las personas con discapacidad mo- nes sobre la intervención, y e) la propia interven-
triz grave tampoco se podrán exigir respuestas ción, que permitirá una nueva recogida de datos,
motoras elaboradas. a partir de los cuales se irán ajustando o modifi-
cando las decisiones que se tomaron. Para todo
ello los profesionales disponen de diversos procedi-
INSTRUMENTOS mientos e instrumentos como las pruebas estan-
Y PROCEDIMIENTOS darizadas, los listados observacionales y pruebas
PARA LA EVALUACIÓN no estandarizadas, la entrevista, la observación
sistemática y la intervención/evaluación. En este
En el ámbito de la comunicación aumentativa, capítulo nos limitaremos a dar algunas ideas para
podemos definir la evaluación como el proceso la adaptación de las pruebas, estandarizadas o no
de recogida de la información relevante para dar estandarizadas, a las personas con discapacidad
respuesta a las necesidades especiales de las per- motora y/o de habla. El lector o lectora puede
sonas con discapacidad para comunicarse y/o ac- recabar información sobre los demás aspectos
ceder al ordenador. Dado que en esta área las en Browder (1991), Soro-Camats (1994), von
tecnologías tienen un papel importante, los profe- Tetzchner (1993b). También en los capítulos so-
sionales deberán conocer la aplicación de algu- bre relatos de casos de este libro se pueden en-
nos instrumentos basados en la tecnología de contrar ejemplos de actividades de evaluación y
computación (Rosell y cols., 1997; McGregor y del proceso de tomar decisiones.
cols., 1994). Por otra parte, las necesidades de las
personas no son estáticas, y por lo tanto el proce-
Pruebas estandarizadas
so de evaluación suele ser cambiante en función
del tiempo. Casi siempre, el proceso de evalua- Existen pocas pruebas estandarizadas que pue-
ción se ha de prolongar de por vida, ya que las dan ser uti Iizadas si'n problemas en personas
personas cambian sus condiciones físicas y sus con discapacidad. La mayoría de instrumentos
necesidades comunicativas, que pueden mejorar estandarizados, como los tests o las escalas evolu-
de acuerdo con la intervención y las innovacio- tivas, están diseñados para obtener información
nes tecnológicas, o pueden empeorar en el caso diferencial entre personas que pertenecen a la
de que exista un trastorno degenerativo. Este pro- población general, y en su elaboración no se ha
ceso se conoce como «seguimiento de los casos», incluido a personas que no pueden moverse o
y resulta imprescindible para asegurar una atención hablar (Huer, 1983). Estas pruebas se caracteri-
eficaz y de calidad (Browder, 1991; Beukelman, zan por la unificación de las normas de pasación
1986). La figura 5-1 ilustra la secuencia conti- y de los criterios de corrección, de modo que sus
nuada que requiere el proceso de evaluación resulta~os solamente resultan válidos si se siguen
para el uso de sistemas aumentativos de comuni- dichas normas, lo cual resulta muy difícil en el
cación y de acceso al ordenador. caso de las personas con discapacidad. No obs-
tante, se pueden adaptar las normas y la forma de
Valoración pasación de algunas pruebas, lo cual permitirá
TOMA comparar el rendimiento de estas personas con el
DE DECISIONES
nivel estándar en relación a otras de la misma
edad sin discapacidad. Ello resulta muy val ioso
Fig.5-1, Proceso básico de la evaluación continuada. en algunos casos, pero siempre habrán de consi-
El proceso de evaluar y tomar decisiones 65

derarse los resultados obtenidos a título puramen- están divididas en series que presentan un orden
te orientativo (von Tetzchner y Martinsen, 1993). de dificultad creciente. Las series más simples re-
Las pruebas estandarizadas tienen, además, quieren discriminación precisa de formas, las
una serie de limitaciones que se agravan al tratar- más complejas requieren relaciones lógicas. La
se de personas con discapacidad, quienes por sus persona debe indicar uno de los dibujos señalan-
características suelen disponer de experiencias do en las láminas, lo cual requiere una precisión
atípicas y a menudo limitadas. Por ejemplo, las suficiente para indicar en un radio de unos 2 cm,
pruebas estandarizadas no son sensibles a una y no se requiere el uso del habla. Cuando la per-
determinada experiencia particular de un niño, sona evaluada no señala con tanta precisión,
de forma que éste puede contestar correctamente el evaluador puede buscar formas alternativas
a una pregunta, en función de su historia anterior, a la indicación directa con el dedo. Por ejem-
y esta respuesta ser considerada incorrecta de plo, puede usar la exploración dependiente, que
acuerdo con la normativa de corrección estable- consistirá en ir señalando las diversas alternativas
cida. En esta misma línea, la mayor parte de las hasta que la persona haga una señal cuando se
pruebas no permiten obtener una evidencia del indique el dibujo que cree que corresponde con
rendimiento óptimo que puede llegar a alcanzar la matriz. La persona puede también señalar los
una determinada persona, 8i ofrecen la posibili- dibujos con el pie o con la mirada, lo cual reque-
dad de profundizar, caso que interese, en una de- rirá recortarlos y disponerlos de la forma más
terminada área o aspecto para poder valorar cuál adecuada, con mayor separación entre uno y
sería el mejor tratamiento que debe seguirse. Ge- otros, o en un tablero de metacrilato transparente
neralmente, a partir de la puntuación obtenida en para la indicación con la mirada (v. cap. 3).
unos pocos ítems se decide si la persona presenta Igualmente, se puede proporcionar a la persona
o no aquella habilidad sin analizar qué conse- un indicador luminoso o un cabezal-licornio para
cuencias o significaciones se pueden obtener a indicar las alternativas directamente en la lámina
partir del tipo de error que se ha registrado. Pese o de otra forma, recortadas tal como se ha co-
a estas limitaciones, si se usan como complemen- mentado antes. Otra posibilidad será situar las
to a otros procedimientos de evaluación, las opciones que deben señalarse en un indicador de
pruebas estandarizadas resultan útiles en muchos reloj (v. también cap. 3). Actualmente algunas de
casos. Por ello, a continuación se describirán dos estas pruebas pueden escanearse e introducirse
ejemplos de pruebas estandarizadas que requie- en el ordenador y, una vez presentadas en panta-
ren adaptaciones mínimas y que se pueden usar lla, las opciones pueden ser seleccionadas con
con relativa facilidad en personas con graves dis- un sistema de barrido activado con un conmuta-
capacidades motrices y de habla. dor (fig. 5-2).
Las matrices progresivas de Raven (1983) es un Otro instrumento que se usa con facilidad
test para medir la inteligencia general de niños para las personas con dificultades de movili-
hasta los 11 años (escala infantil) y jóvenes y dad y habla es el test de vocabulario en imágenes
adultos a partir de los 11 (escala superior). Ofrece Peabody (Dunn, 1985), que está diseñado para
un baremo del cociente intelectual y una orienta- evaluar la comprensión de vocabulario. Consta de
ción sobre el nivel de desarrollo. Su pasación es láminas que contienen cuatro dibujos realistas, de
breve, entre los 30 y 45 min, aunque las personas entre los cuales la persona debe señalar el que es
con discapacidad motriz pueden necesitar más nombrado por el evaluador. El orden de las lámi-
tiempo. La escala consta de 36 matrices (diseños nas es de dificultad creciente y el vocabulario
gráficos), a cada uno de los cuales le falta una hace referencia a nombres, verbos y adjetivos. Po-
parte. El sujeto debe elegir la parte que le falta demos usarlo en personas de 3 a 16 años. Su pa-
entre seis u ocho posibles opciones . Las matrices sación es rápida, unos 15-30 min, aunque como
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~ ~ [!] DI
DI
~, ~ DI
DI
@] ~ [g
~

Fig. 5-2. Diversas formas de acceso para responder a las pruebas estandarizadas.

en el caso anterior algunas personas con discapa- sa usar el habla y sólo debe indicar qué dibujo de
cidad requieren más tiempo. Podemos conver- un grupo de cuatro es el nombrado por el exami-
tir las puntuaciones en edad mental o en pun- nador. En este caso, la indicación de los dibujos
tuaciones estándar. La persona evaluada no preci- requiere menos precisión que en el caso anterior
El proceso de evaluar y tomar decisiones 67

y, cuando existen dificultades para indicar con la la máxima información sobre cuál es el repertorio
mano, el evaluador observa la orientación de la de competencias de la persona evaluada en algu-
mirada pidiendo a la persona evaluada que mire a nos ámbitos concretos y, a partir de ello, desarro-
cada uno de los vértices exteriores del cuadro llar estrategias de intervención encaminadas a
donde están los dibujos, situados dos en la parte que la persona aprenda nuevas competencias y
de arriba y dos en la de abajo. Igualmente, se pue- habilidades. Precisamente por no estar estandari-
den usar todas las estrategias de adaptación des- zados, los resultados han de ser analizados de
critas en el apartado anterior (fig . 5-2). forma cual itativa y muy detallada, para garantizar
Cuando se usan estos instrumentos en condi- que la información obtenida resulte significativa
ciones que se apartan de las estandarizadas, es y funcional. Esta valoración y análisis cualitativo
imprescindible no tomar el coeficiente o edad encierra cierta dificultad y consume bastante
mental obtenidos al pie de la letra, sino como tiempo, pero resulta imprescindible para no caer
una mera estimación del nivel intelectual o de en el error de dejarse guiar selectivamente por los
comprensión. Resulta muy ilustrativo en estos ca- datos que mejor confirman las ideas previas y las
sos describir los detalles de la pasación y del pro- falsas expectativas que pueda tenerse sobre la
ceso seguido por la persona para llegar a las res- persona evaluada. Por esta razón, se hace muy
puestas. Por ejemplo, deberemos fijarnos en la recomendable consensuar y compartir los datos
aparición de cansancio, dudas y rectificaciones, obten idos a través de estos resu Itados con la fa-
así como en el ritmo de respuesta en los ítems milia y, si es posible, con otros profesionales,
más sencillos en comparación con los más difíci- para interpretar correctamente y sacar el máximo
les. Estos datos, junto con otras observaciones provecho de la información disponible. Con ello
contextuales pueden constituir una buena base obtendremos además una idea más realista de las
para el programa de intervención en el ámbito habilidades y necesidades de la persona en dife-
de la comunicación y el lenguaje. Por último, rentes contextos.
destacar que este tipo de pruebas, desde nues- Veamos algunos ejemplos de protocolos o lis-
tro punto de vista, únicamente tienen sentido tados de observación sistematizados. Wetherby y
cuando se utilizan con personas de las cuales Prizant (1990) elaboraron un cuestionario dirigido
hemos hecho una hipótesis favorable de su ni- a las personas que están al cuidado de los niños.
vel de competencia. En este caso, los tests con- Consta de 25 preguntas a partir de las cuales los
firmarán o matizarán esta hipótesis. No tendrá familiares y educadores hacen un repaso de los
en cambio ningún sentido utilizar pruebas es- aspectos más críticos de la comunicación de los
tandarizadas de este tipo en personas con una niños en sus primeros años de vida. Los datos re-
discapacidad intelectual muy grave con pluri- cogidos sitúan de manera muy clara en qué as-
deficiencia profunda, o con alteraciones cogn i- pectos la relación comunicativa no funciona o
tivas graves causadas por traumatismos craneo- está en riesgo de no funcionar. A la vez, el cues-
encefál icos. En estos casos, los procedimientos tionario sirve para que muchas personas cuestio-
de entrevista, observación sistemática y, sobre nen y autoevalúen sus pautas de interacción con
todo, la intervención/evaluación resultarán los los niños, de modo que la propia utilización de
más apropiados . la prueba conlleva ya un componente de inter-
vención importante. En esta misma línea, Raack
(1989) elaboró un procedimiento de evaluación
Listados observacionales
diseñado para indicar si la relación madre-hijo
y pruebas no estandarizadas
puede estar amenazada por el riesgo de un desor-
Las pruebas de evaluación no estandarizadas, den en la interacción. Éste es un protocolo pensa-
a diferencia de las anteriores, sirven para obtener do para los profesionales especialistas y permite
68 Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura

recoger de forma exhaustiva datos que después se Tabla 5-1. Esquema de registro observacional sobre habili-
analizan y sistematizan en diferentes categorías de dades para el uso de signos manuales

interacción. Otro protocolo de recogida de datos, Manos


esta vez específicamente pensado para medir las Co ntrol motor fino, control voluntario, velocidad de movi-
habilidades de interacción cuando se usan siste- mientos manuales e imitación motora
mas aumentativos de comunicación, es el elabo- Mano que utiliza más frecuentemente

rado por Bolton y Dashiell (1984). La pasación de Brazos


los ítems es senci IIa y el anál isis de los resu Itados Control voluntario y extensión del movimiento
permite formular objetivos de intervención sobre
Musculatura {acial
los procesos de comunicación con usuarios de
Expres ión de emociones mediante la mímica facial
comunicación aumentativa. El protocolo se puede
utilizar en niños, jóvenes y adultos con mínimas Comprensión de gestos
adaptaciones. Identificación de gestos de indicación sobre objetos, accio-
nes, gestos naturales de uso común, etc., producidos por
Muchas de las pruebas no estandarizadas y
los demás
protocolos para la observación incluyen, como
en el caso de los tests, listados de habi Iidades que Habilidades preexpresivas
implican respuestas vocales o actividades moto- Utilización funcion al de los objetos, ya sea de forma real o si-
mulada; habilidad es para demostrar el uso funcional de los
ras y, por lo tanto, deben ser adaptados en el caso
objetos
de las personas con discapacidades motoras y/o Imitación de signos y señales
de habla . Aparte de la adaptación de los mate-
riales existentes, los profesionales que evalúan a Expresión gestual
Gestos naturales : hab ilid ad para producir gestos naturales de
estas personas pueden elaborar sus propios 1ista-
forma significativa
dos observacionales de ítems. Por ejemplo, en la Signos y señales: hab ilidad para producir signos y señales sig-
tabla 5-1 se muestra un esquema de registro para nificativamente
concretar la habi 1idades manuales de algunos
alumnos que supuestamente pueden usar signos
manuales, elaborado en una escuela para alum- sobre las competencias y las necesidades de la
nos con retraso mental. Este registro lo utiliza la persona se ven complementadas con imágenes.
profesional responsable de la evaluación y los
datos obtenidos son contrastados con la maestra
y la familia. ASPECTOS PRINCIPALES
Como procedimiento de recogida de datos, QUE SE DEBEN EVALUAR
aparte de la observación directa, debemos desta- PARA TOMAR DECISIONES
car la importancia del uso de una cámara de ví- SOBRE LA UTILIZACIÓN
deo para el registro de situaciones críticas que DE COMUNICACIÓN AUMENTATIVA
después se quieren analizar o transcribir con de- Y ALTERNATIVA
talle . Éste es un trabajo laborioso pero sin duda
de gran valor ecológico, que además permite la Sin olvidar que la evaluación de una persona
comparación a lo largo del tiempo de las compe- con discapacidad se enmarca en la global idad de
tencias del niño, e incluso de las actuaciones del sus necesidades yen la búsqueda de respuestas a
terapeuta, porque se pueden comparar filmacio- las mismas (Reichle, 1991), aquí centramos nues-
nes realizadas en diferentes momentos del proce- tra atención en la exposición de los principales
so de intervención. La discusión y el consenso en- factores que se han de tomar en consideración
tre la familia y los diversos profesionales implica- para el uso de los sistemas aumentativos y alter-
dos se ve muy facilitada cuando las descripciones nativos de comunicación. En este caso, el proce-
El proceso de evaluar y tomar decisiones 69

so de evaluación nos ha de permitir, principal- A menudo, deberemos seleccionar un sistema


mente, determinar el o los sistemas de signos más principal de comunicación, pero sin olvidar que
apropiados, las formas de indicación y acceso a las personas necesitan utilizar todos sus recursos
las ayudas técnicas, la selección del vocabulario, de comunicación de forma combinada y que,
y el proceso de interacción con los i nterlocuto- además, una misma persona puede requerir mo-
res. En este capítulo nos centraremos en los si- dalidades de comunicación diferentes en distin-
gu ientes aspectos: tos contextos. Por ejemplo, después de evaluar
las necesidades de un joven con parálisis cere-
1. Definir si la persona requiere un sistema bral se vio que podía usar un extenso número de
de comunicación con ayuda, sin ayuda o ambos. signos gráficos sobre un tablero de comunicación
2. Concretar las características funcionales y también unos pocos signos manuales que arti-
que deben tener los sistemas de signos seleccio- culaba sin demasiada precisión. Analizadas las
nados. características y las necesidades comunicativas
3. Establecer las posibles formas de indica- del joven se puso de manifiesto un carácter muy
ción y de acceso a los signos. sociable y jovial, unido a una buena capacidad
de conversación. Por ello, se decidió el uso de un
tablero de comunicación pictográfico en el que
Decisiones sobre los sistemas
pronto dispuso de un amplio vocabulario para
de signos para la comunicación
poder conversar en profundidad, y también el
Un aspecto importante de la intervención en uso de los signos manuales para la comunicación
comunicación aumentativa consiste en determi- rápida con personas habituales conocedoras de
nar el tipo de sistema o sistemas de signos más la configuración de sus signos. La enseñanza de
adecuado a las posibilidades y a las necesidades más de un sistema tiene el objetivo de reducir po-
de cada persona. En primer lugar habrá que deci- sibles limitaciones que se pueden presentar entre
dir la conveniencia de usar un sistema sin ayuda el usuario y el interlocutor en diferentes contex-
(gestos, signos manuales), con ayuda (signos tan- tos. En un contexto social donde la mayoría de
gibles, imágenes, pictogramas, ortografía tradi- interlocutores están familiarizados sólo con un
cional) o ambos (v. cap. 2). En algunos casos, la sistema de comunicación, el oral o el lenguaje de
decisión entre un sistema con o sin ayuda resulta signos para algunas personas sordas, puede ser
clara. Por ejemplo, las personas con trastornos muy indicado que las personas que no pueden
motores graves, que no pueden real izar gestos o usar el habla conozcan el uso de varios mecanis-
signos manuales, con toda seguridad necesitarán mos de expresión para mantener una interacción
un sistema con ayuda. Por el contrario, no será lo más extensa posible. En este sentido, el proce-
preciso en un joven con deficiencia mental e hiper- so de selección del sistema no debería limitarse a
actividad, que puede mover las manos con nor- escoger y ensef'íar uno solo, sino que debería
malidad pero que, en cambio, no reúne condicio- conducir a la identificación de un conjunto com-
nes para hacer un buen uso de una ayuda técni- plejo de formas de comunicación y lenguaje
ca. Sin embargo, con frecuencia la realidad de mu- apropiadas para diferentes usos y en diferentes
chas personas ofrece más posibilidades o necesi- contextos. También deben tenerse en cuenta, al
dades y, a menudo, requiere la combinación de elegir un sistema de signos, las posibilidades de
ambos grupos de sistemas en una misma persona futuro que éste ofrece al usuario, es decir, deberá
(Romski y Sevcik, 1988). Otras veces, la decisión considerarse el pronóstico de desarrollo o progre-
no es tan clara y existen dudas que no se aclaran so de la persona y cómo un sistema determinado
satisfactoriamente hasta ya avanzado el proceso podrá contribuir a fomentar este desarrollo. En
de intervención (v. cap. 11). definitiva, para tomar decisiones sobre este tema
70 Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura

se deberán tener en cuenta las variables evoluti- familiares), junto con 80 signos pictográficos, 15
vas, la experiencia comunicativa de la persona, signos Bliss y 10 palabras escritas con ortografía
las necesidades contextua les y el pronóstico de tradicional. Lo importante será ofrecerle los signos
su desarrollo lingüístico (tabla 5-2). Para una in- más apropiados para la expresión de sus ideas.
formación más detallada sobre este importante Cuando se usan signos gráficos distintos a la escri-
tema se puede consultar Soro-Camats y Marco tura tradicional, debe tenerse en cuenta que cada
(1990), von Tetzchner y Martinsen (1993) y York- sistema tiene ventajas e inconvenientes que se
son y Karlan (1986). pueden minimizar combinando varios de ellos.
Sea cual sea la decisión a la que se haya llega- Por ejemplo, una fotografía puede ser muy útil
do, no debemos olvidar, como dicen Vanderhei- para representar a una persona en concreto, pero
den y Yoder (1986) que la persona presenta la ma- muy inadecuada para representar un concepto ge-
yoría de las veces recursos comunicacionales idio- nérico, como «pelota» (la fotografía de una pelota
sincrásicos como gestos comunes, expresiones fa- de color rojo puede ser poco adecuada para signi-
ciales, estrategias de señalización, sonidos, etc, ficar una pelota de color verde). Los signos picto-
que configuran todo un sistema de comunicación gráficos, como el SPC (v. cap. 2) resultan en cam-
que se ha de incluir y conservar junto con los nue- bio muy útiles para los conceptos genéricos de
vos sistemas de signos que se hayan considerado tipo concreto como el anterior, pero menos apro-
adecuados. Éstas son técnicas de comunicación piados para los conceptos abstractos, tales como
que se han de tener en cuenta en todo el proceso «divertido» o «sí» y «no». Para estos conceptos re-
de evaluación y que, a menudo, configuran la base sultan más indicados los signos logográficos, como
de posteriores mecanismos de expresión más sofis- el Bliss, o la escritura tradicional. Igualmente, a
ticados. También debe tenerse en cuenta que una medida que un usuario progresa y queremos cam-
persona puede uti Iizar diferentes sistemas de sig- biar su sistema de signos por otro más avanzado,
nos en una misma o en diferentes ayudas técnicas. en lugar de realizar dicho cambio de golpe será
Por ejemplo, un niño puede usar un tablero de co- mejor ir introduciendo el nuevo sistema paulatina-
municación con 6 fotografías (tal vez de personas mente, lo cual implicará también la coexistencia
de diferentes sistemas' al mismo tiempo.
Tabla 5-2. Esquema general para la selección del sistema
de signos
Decisiones sobre características
Tema funcionales de los signos
Selección del sistema (¿debería usar un sistema sin ayuda,
uno con ayuda, o ambos?) Aparte de los aspectos descritos en el apartado
anterior, al seleccionar un sistema o sistemas de
Factores signos para un usuario debe tenerse en cuenta un
Habilidades cognitivas
conjunto de características funcionales, impres-
Nivel de lenguaje
Inteligibilidad del habla cindibles para garantizar el uso práctico del siste-
Discriminación visual ma de comunicación aumentativo en los contex-
Habilidades motrices tos naturales (Vanderheiden y Lloyd, 1986). Se
Interlocutores y entorno
trata de las siguientes:
Evaluación
Pruebas estandarizadas 1. Aceptación por parte del usuario, sus com-
Observación natural pañeros y la familia. Es imprescindible que la per-
Filmación en vídeo
sona que va a usar los signos, sean manuales o
Entrevistas con la familia y otros profesionales
gráficos, y los interlocutores habituales estén de
De Soro-Camats y Marco, 1990. acuerdo en usarlos.
El proceso de evaluar y tomar decisiones 7]

2. Inteligibilidad. El sistema, o al menos al- deberá considerar el peso, el tamaño, y la posibi-


guno de los sistemas seleccionados, debe ser in- lidad de transporte de la misma para el usuario. El
teligible para compañeros no habituales y para la problema del transporte y accesibilidad de la
comunidad en general. Se ha de valorar la difi- ayuda técnica puede ser una razón para elegir un
cultad de comprensión del sistema o sistemas de sistema sin ayuda. En cualquier caso, siempre se
signos para las personas que están en el entorno ha de tener en cuenta, ya que de lo contrario al-
de la persona que los usa, tanto para las personas gunas personas sólo tendrán opción a comunicar-
allegadas como para los extraños. se en un contexto determinado.
3. Correspondencia idiomática. Se refiere a 8. Claridad diferencial perceptiva. En el caso
la correspondencia con el idioma de la comuni- de que existan dificultades de percepción o de vi-
dad (castellano, catalán, etc.) escrito o hablado. sión, deberán tenerse en consideración las carac-
Debe considerarse hasta qué punto esta corres- terísticas de presentación de los diseños gráficos
pondencia es posible y necesaria para la persona de cada sistema de signos gráficos. Las dificulta-
que aprende. Como ejemplo de sistemas con una des perceptivas pueden ser una razón para elegir
alta correspondencia con el idioma hablado o es- los sistemas de signos manuales.
nito se pueden citar los lenguajes signados (bi- 9. Exigencia física. Es necesario valorar el
modales), o los códigos Braille o Morse. grado de fatiga que ocasiona la producción de los
4. Contexto de uso. Se refiere a la medida en signos manuales o la indicación de los signos grá-
que el sistema de signos facilita la participación ficos. En el caso de los signos gráficos esto reper-
activa en varios contextos de interacción cara a cutirá en el tamaño o extensión en las ayudas téc-
cara y permite también la comunicación a distan- nicas con indicación directa, o implicará optar
cia. Significa valorar en qué condiciones se van a por un sistema de exploración o barrido. En el
utilizar los sistemas de signos (en un entorno es- caso de los signos manuales se valorará el grado
colar con ruido, en situaciones tranquilas del ho- de dificultad de éstos en función de las habilida-
gar, en entornos laborales o en contextos abiertos des físicas y cognitivas de la persona para reali-
como en una playa o viajando, etc.). zarlos.
5. Amplitud representacional. Implica valo- 10. Requisitos cognitivos, de memoria y lin-
rar hasta qué punto el sistema es expandible y güísticos. En función de las competencias de
compatible progresivamente con otros sistemas, cada persona, habrá que valorar la exigencia que
si limita mucho o poco los temas o posibilidades plantean los diferentes sistemas disponibles. Al-
de comunicación, si tiene un vocabulario am- gunos sistemas de signos tienen un alto nivel de
plio y abierto, y si dispone de posibilidades para iconicidad, lo cual puede facilitar el uso de los
que el propio usuario pueda ampl iar su vocabu- signos a las personas con déficit cognitivos. Por
lario. otra parte, el uso de signos con ayuda garantiza
6. Posibilidad de acceso rápido a los signos. la permanencia del símbolo, lo cual reduce las
Estará en función de las características de movilidad exigencias de representación en comparación
de la persona o del sistema de exploración o bús- con el lenguaje oral o los signos manuales. Habrá
queda de que disponga, en su caso, la ayuda elec- que valorar, en cambio, los efectos positivos so-
trónica. También se puede considerar su accesibili- bre el recuerdo y la disponibilidad de léxico que
dad mediante ordenadores, pues en el caso de que puede suponer el uso de signos manuales en
la persona pueda usar una ayuda de alta tecnología comparación con el uso de signos gráficos.
se considerará que el sistema de signos esté infor- 11. Desarrollo. Se considerará hasta qué
matizado como ya ocurre con el SPC o el Bliss. punto cada sistema de signos puede promover el
7. Facilidad de transporte. En el caso de que desarrollo del lenguaje a nivel de forma, conteni-
el sistema elegido requiera una ayuda técnica, se do y uso. Todo sistema de comunicación, ade-
72 Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura

más de ofrecer un medio de comunicación, tam- bre las formas de indicación de dichos signos en
bién ha de ser un instrumento para aprender len- una o varias ayudas técnicas, que podrán ser no
guaje y adquirir conocimientos. electrónicas o electrónicas de baja o alta tecnolo-
12. Enseñanza y aprendizaje razonablemen- gía. Para decidir la forma de indicación de los
te sencillo del sistema por parte del usuario y de signos deberemos tener en cuenta tanto las carac-
los interlocutores. Es necesario valorar el esfuerzo terísticas de movilidad de la persona como el tipo
de aprendizaje que requiere el sistema o sistemas de instrumento o instrumentos de que va a dispo-
propuestos en relación a las prestaciones que ner (Sotillo, 1993). Será necesario elegir entre las
ofrece al usuario, es decir, la relación entre el tres formas principales de indicación de los sig-
coste y el beneficio. También se han de conside- nos gráficos (directa, codificada o por barrido), o
rar las posibles dificultades de aprendizaje que determinar algún tipo de combinación entre ellas
puedan plantear a los interlocutores, especial- (tabla 5-3).
mente en contextos de marginación social, de
personas mayores, etc. INDICACiÓN DIRECTA
13. Amplitud de funciones comunicativas.
La manera más habitual de indicar los signos
Habrá que valorar, en función de las necesidades
gráficos es con las manos, concretamente con un
de la persona y de sus interlocutores, las posibili-
dedo, el índice. Pero esto no siempre es posible
dades que ofrece el sistema para un nivel de co-
cuando la persona tiene una discapacidad motriz
municación más o menos amplio, desde la expre-
grave. En estos casos es muy importante que los
sión de necesidades básicas, hasta la conversa-
profesionales que participan en la evaluación ob-
ción, la escritura, la comunicación a través del te-
léfono o el correo electrónico, etc.
Tabla 5-3. Formas de indicación de los signos
14. Posición empleada. Se deberá considerar
la posición empleada por la persona que ha de Directa
usar los sistemas, si los usará siempre en condi- Puede efectuarse con un dedo de la mano, con la mano cerra-
ciones de sedestación o si puede deambular de da, el pie, el antebrazo, la mirada, etc.

forma autónoma, si se halla en posición horizon-


Directa con ayudas
tal en una cama, etc.
La persona usa un instrumento, como el cabezal-licornio, un
Coste de adquisición y coste o seguridad
15. indicador luminoso, un puntero sostenido con la boca o en
en el mantenimiento. Los costes de las ayudas la mano, etc.
técnicas, cuando se seleccionan sistemas de sig-
nos gráficos, pueden ser un problema para algu- Codificada
La indicación se real iza a través de un código ele una o dos
nas personas, de forma que es importante valorar
entradas (con colores, números, letras, etc.)
sus posibilidades y orientar en consecuencia;
también se deben valorar las posibilidades realis- Barrido o exploración dependiente
tas de obtener ayudas económicas. En el caso de El interlocutor indica los signos y la persona va afirmando o
negando hasta seleccionar el signo deseado
seleccionar un sistema de signos manuales, el
coste estriba en la necesidad de que las personas
Barrido o exploración independiente
del entorno aprendan el sistema, lo cual puede El usuario activará un conmutador en el momento en que
requerir la asistencia a cursos especializados. el sistema automatizado presente el signo que quiere ex-
presar

Decisiones sobre las formas de indicación Mixta


Implica el uso combinado de formas de indicación anterio·
Las personas que han de usar sistemas de sig- res
nos con ayuda precisarán de una evaluación so-
El proceso de evaluar y tomar decisiones 73

serven las habilidades de diferentes partes del Un recurso interesante en muchos casos es el
cuerpo, pues los brazos y las manos no siempre uso de ayudas para la indicación. Algunas perso-
son el segmento corporal más funcional. Es im- nas pueden utilizar la cabeza con movimientos
portante no obcecarse con las manos y los dedos, precisos laterales o en vertical, lo cual permitirá
pues en algunos casos la mirada o un pie resultan el uso de un cabezal-licornio para indicar signos
mucho más eficaces, y es la forma normal de esta o teclear. En esta misma línea de posibilidades se
persona para indicar, aunque sea de una manera valorará, cuando resulte oportuno, el uso de un
diferente de lo que resulta habitual. Por ejemplo, indicador luminoso para señalar los signos en un
Javi, un niño con parálisis cerebral tipo tetrapare- tablero o de un indicador óptico para acceder a
sia espástica, utiliza su pie izquierdo, y sólo pue- una ayuda técnica (cap. 4).
de usar este segmento de su cuerpo para coger un Sea cual sea el segmento del cuerpo seleccio-
lápiz y dibujar, o incluso escribir con letras gran- nado para la indicación directa, con o sin ayudas,
des, y para teclear con precisión a un ritmo lento se tendrán en cuenta el grado de precisión de los
pero eficiente. Hasta los 9 años no se le permitió movimientos, la agilidad y rapidez en el despla-
usar el pie para realizar actividades escolares, y zamiento, la fuerza y la topografía. En función de
su retraso académico a esta edad era enorme, estas características, entre otras, se seleccionarán
hasta el punto que se planteó su ubicación en las ayudas técnicas y se diseñará la distribución
una escuela especial. Cuando empezó a escribir de los signos sobre las mismas.
con el pie en el ordenador, progresó rápidamente
hasta llegar a ponerse al día y alcanzar el ritmo
INDICACIÓI'l CODIFICADA
de sus compañeros en la escuela ordinaria.
Sin embargo, hay personas que a pesar de sus Cuando la indicación directa no es posible, o
importantes déficit motrices son capaces de seña- la persona necesita un vocabulario más extenso
lar con la mano, si las imágenes que deben selec- del que puede indicar de esta forma, se pueden
cionar son lo suficientemente grandes y están se- organizar los signos de forma codificada. Para co-
paradas entre sí. Se considerará que la persona dificar se requiere un nivel cognitivo de 4-5 años
indica con la mano si lo hace con tres o cuatro de edad mental, así como interlocutores suficien-
dedos, con toda la mano, con el dorso de la temente hábiles e interesados para seguir la codi-
mano, con el puño o con la muñeca. Otra forma ficación y descodificación de los signos. Aun-
de indicación plausible es la mirada, y en algu- que es una forma de indicación poco habitual,
nos casos éste va a ser el único y el más potente en algunos casos y en ciertos contextos, gene-
recurso disponible. Se considerará que el sujeto ralmente educativos, ha tenido un gran éxito y
indica con la mirada si mueve el globo ocular y ha resultado una excelente manera de iniciar en
fija la pupila voluntariamente sobre un objeto de- el uso de signos gráficos a personas intel igentes
terminado. El uso de la mirada implica que los in- que no disponían de recursos tecnológicos so-
terlocutores han de estar atentos a la direccionali- fisticados. Este sistema consiste en asignar a
dad de la mirada de la otra persona. Además, la cada signo un código que puede ser, por ejem-
indicación con la mirada determina la ubicación plo, numérico. En este caso, el usuario indicará
de los signos gráficos, que han de situarse con la secuencia de cifras, en el mismo tablero o en
mucha separación (p. ej., entre 10 y 15 cm) y en otro, y el interlocutor la traducirá en la palabra
una superficie vertical, generalmente de metacri- correspondiente. Existen muchas variantes de
lato transparente (v. cap. 3). Cuando el usuario ha codificación a partir de esta idea central, que se
de señalar un gran número de signos con la mira- tendrán que valorar según las posibi I idades de
da, habrá de recurrirse a formas de indicación co- cada caso. Por ejemplo, cuando se utiliza un
dificadas. ETRAN (v. cap. 3) para la indicación con la mi-
74 Sistemas de signos y ayudas técnicas para la comunicación aumentativa y la escritura

rada, en él se pueden colocar las letras del abece- dirigidos al control de ayudas técnicas electró-
dario agrupadas en bloques de cinco, la agrupa- nicas.
ción se hará de manera que una letra quede en el Para concluir este apartado comentaremos al-
centro y las otras a su alrededor, lo cual facilita gunos factores de procedimiento. Si el sujeto
que el usuario indique primero uno de los grupos debe utilizar un comunicador, nos aseguraremos
mirándolo directamente; en el segundo golpe de de antemano de que conoce el manejo de este
mirada señalará la letra concreta mirando el cen- instrumento y de que es preciso y hábil en el uso
tro o uno de los ángulos del ETRAN. Así, el inter- del conmutador. No es aconsejable usar esta for-
locutor ya sabe cuál es la letra seleccionada para ma de indicación para la evaluación, por ejem-
ir confeccionando el mensaje. po, de habilidades de conversación si no se cum-
plen estos requisitos, ya que podría enmascarar
las respuestas adecuadas que la persona no pro-
BARRIDO O EXPLORACIÓN DEPENDIENTE
duciría por estar concentrado o aprendiendo a
Cuando se utiliza con ayudas técnicas no elec- usar el sistema de barrido automatizado. Esto obli-
trónicas, el barrido es una forma de indicación ga a programar la valoración en secuencias de en-
que exige la colaboración directa del interlocu- treno espaciado, y proseguir con la valoración de
tor. Éste debe señalar por orden y uno a uno to- componentes específicos de comunicación y len-
dos los signos o letras, mientras el niño va res- guaje cuando la persona es hábil en el uso de los
pondiendo «sí» o «no». Este método es muy útil instrumentos. Esta misma observación se hace ex-
en situaciones que exigen la discriminación de tensible al uso de los sistemas de indicación direc-
signos situados muy juntos entre sí y que no pue- ta, y muy especialmente la codificada.
den ser señalados de forma directa, bien sea por
imposibilidad física de la persona o por la impo-
sibilidad del interlocutor de leer la indicación di- DISCUSIÓN FINAL
recta de la mirada. Caso que se opte por esta for-
ma de indicación debe saberse con seguridad Siendo éste el estado de la cuestión, pensamos
que el sujeto sea capaz de responder a preguntas que el tema requier:e una atención especial. Se
con un «sí», «no», «no lo sé», aunque sea con trata de cubrir una parte fundamental en la aten-
gestos muy idiosincrásicos. Si no es así, se debe ción de la población que presenta una discapaci-
evitar el uso de esta forma de indicación. dad general o específica de la comunicación yel
lenguaje, y que no puede utilizar mecanismos
motrices para la expresión. Actualmente existe un
BARRIDO O EXPLORACiÓN INDEPENDIENTE
amplio acuerdo en que el instrumento más útil y
La mayoría de las ayudas electrónicas utili- fiable para valorar estas habilidades se encuentra
zan sistemas de barrido automatizado que se en aquel profesional con un buen conocimiento
pone en funcionamiento cuando el usuario ac- de las características comunicacionales y lingüís-
tiva un conmutador, el cual se acciona con un ticas en sus dimensiones básicas, y con la creati-
movimiento del cuerpo. Este movimiento puede vidad e iniciativa suficientes para idear nuevas
ser dar un golpe con el pie, ladear levemente el vías en su evaluación (Siegel y Broen, 1977).
cuerpo para apoyar un hombro, desplazar late- Estas habilidades profesionales son imprescin-
ralmente una rodilla, inclinar o ladear la cabe- dibles y nunca serán suplantadas por un manual,
za, tensar un plexo muscular, emitir un sonido por pruebas o por materiales específicos, aunque
o soplo, o parpadear con precisión. Éstos serían los profesionales experimentados necesitan con-
ejemplos habituales de los aspectos que deben tar con instrumentos lo más adecuados posible.
ser valorados en la utilización de movimientos Estos instrumentos les facilitarán la tarea y servi-
El proceso de evaluar y tomar decisiones 75

rán para: a) guiar y organizar impresiones subjeti- cuencia extraídos de la información de los fami-
vas y datos objetivos referidos al funcionamiento liares o de observaciones concretas del ma.estro,
general y comunicacional del usuario; b) ofrecer presentan un alto grado de heterogeneidad e
un mejor servicio, y e) garantizar el entendimien- inestabilidad.
to entre profesionales. Esperamos que los comen- Como ya se ha comentado, estas condiciones
tarios, sugeren.cias e instrumentos que aquí se dificultan en gran manera la utilización de los
han apuntado puedan ser de utilidad en muchas materiales habituales de la forma acostumbrada.
situaciones. En estos casos se requieren nuevas soluciones y
En algunos casos, las personas discapacitadas, una buena dosis de imaginación, y no siempre es
además de las dificultades de comunicación y fácil seguir un proceso de evaluación consistente
lenguaje, pueden presentar trastornos asociados que nos permita conocer las habilidades y com-
de comportamiento, falta de habilidades de tra- petencias intelectuales del alumno o usuario en
bajo, de atención, condiciones de marginación cuestión. En consecuencia, será difícil facilitar
social, carencias de alimentación, limitadas opor- una información y orientación de trabajo sobre el
tunidades de estimulación y realización de expe- aprendizaje de la comunicación, lenguaje o ta-
riencias, dificultades de carácter cognitivo o sen- reas escolares. En estas situaciones puede ser de
sorial, dificultades asociadas de discriminación utilidad la aplicación de la idea del aprendiza-
visual, limitaciones en el uso del campo visual, je experimental o intervención/evaluación, que
hipersensibilidad a sonidos, pérdidas de audi- consistirá en iniciar la intervención a partir de
ción, etc. Por otra parte, algunas de estas perso- una hipótesis inicial, aunque no esté suficiente-
nas pueden presentar indicadores que hacen pre- mente fundada, e ir ajustando los procedimientos
sumible un determinado nivel intelectual supe- a medida que avanza el proceso educativo o tera-
rior al estimado. Este tipo de indicadores, con fre- péutico.

Referencias:
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/19162/6/Sistemas_de_signos_y_ayudas_p249-254_DEF.pdf

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