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Los niños deben limpiarse los dientes, por lo menos, dos veces al día.

Conviene tomar
como rutina el hábito de cepillar los dientes justo antes de ir a dormir y después del
desayuno. Los padres deben enseñar a sus hijos a cepillarse los dientes como si fuera un
juego, sobre todo, a partir de los dos años, que es cuando la mayoría de los dientes del niño
han salido. Bajo supervisión de un adulto, pueden empezar a usar una pequeña cantidad de
pasta dental con flúor. Usa una cantidad pequeña de pasta dental.

Al principio, conviene explicar a los niños la necesidad de llevar a cabo este hábito
diariamente y predicar con el ejemplo. Conviene iniciar esta rutina como si fuera un juego,
enseñándole la técnica manualmente para que comprenda que es importante limpiar bien
los dientes por todas sus caras, porque las bacterias son muy listas pueden formar caries
en los dientes si no las eliminamos todas. Evita que tu hijo sienta que la higiene dental es
una forma de castigo y procura que forme parte de una expresión más de amor que se funda
con el ritual nocturno. Este método es mucho menos traumático que llevar al niño al
dentistapara resolver problemas que se hubieran podido evitar.

Limita el consumo de azúcar

El exceso de azúcar en la infancia puede producir dependencia en el adulto. "Los hábitos de


nutrición del adulto se forman al terminar la lactancia; por eso, es tan importante que el
bebé desarrolle hábitos orientados a una buena salud dental", señala Heidi Hausauer,
dentista y portavoz de la Academia de Odontología General. "Se sabe que el azúcar causa
caries durante toda la vida. Cuanto antes se acostumbre el bebé al azúcar, más probable será
que, al llegar a adulto, se sienta atraído por alimentos con exceso de azúcar".

Cepillarse todos los días

Una persona debe cepillarse los dientes por los menos dos veces al día. Si se puede más,
mejor. Recuerda usar una pasta dental con flúor.

Limpia bien tu cepillo de dientes

Luego de usar tu cepillo, enjuágalo suavemente con agua de la llave y colócalo en posición
vertical con las cerdas hacia arriba. Los cepillos no pueden tener contacto entre sí.

Cambia tu cepillo de dientes

Al tener las cerdas de tu cepillo dobladas o muy gastadas la limpieza de tus dientes no será
efectiva. Por eso se recomienda cambiar tu cepillo cada 3 o 4 meses.

Usar hilos dentales

El uso del hilo dental es muy importante, ya que las cerdas de los cepillos no llegan a
algunas zonas donde se almacenan las caries.

No compartas tu cepillo de dientes


Podrías contraer algún tipo de contagio, sobre todo si sufres una enfermedad en tu sistema
inmunológico.

Visita a tu dentista

Siempre es bueno hacer una visita al dentista por lo menos una vez al mes, para saber cómo
se encuentra nuestra salud bucal y también para realizarnos una adecuada limpieza.

Limpieza de encías

Si usas dentadura postiza, no olvides limpiar tus encías con un cepillo muy suave y
enjuagar la boca con agua tibia y una cucharada de sal.

Diferenciar bien el cepillo de los niños

Si hay niños en casa, es importante diferenciar su cepillo del resto. Antes de untar la pasta
dental, lo recomendable es limpiarlo un poco para evitar cualquier tipo de contagio
bacteriano.

No uses desinfectantes para limpiar tu cepillo

Nunca enjuagues tu cepillo de dientes con soluciones desinfectantes, enjuagues bucales,


lava vajillas, dispositivos de microondas para desinfectar, etc.

Evitar chatarras, golosinas y refrigerios

Para ayudar a sus hijos a proteger sus dientes y encías y reducir el riesgo de formación de
caries, enséñeles a seguir estos simples pasos:

 Cepíllese los dientes por lo menos dos veces al día con una pasta de dientes con
flúor aprobada por la Asociación Dental Mexicana, lo cual le eliminará la placa
bacteriana (una película pegajosa que se adhiere a los dientes y es la causa principal
de las caries).
 Utilice hilo dental diariamente para eliminar la placa que se deposita entre los
dientes y debajo de la encía, evitando que se endurezca y se convierta en sarro, pues
una vez que se ha formado, sólo puede ser eliminado con una limpieza profesional.
 Use enjuague bucal antes o después de cepillarse los dientes
 Elija una dieta balanceada evitando el consumo de almidones y azúcares. Cuando
ingiera estos alimentos, trate de hacerlo con la comida y no entre comidas. La saliva
adicional que se produce durante una comida ayuda a enjuagar los alimentos de la
boca.
 Utilice productos dentales que contengan flúor, incluída la pasta de dientes.
 Asegúrese de que su niño consuma sal adicionada con fluoruro en caso de vivir en
zonas que no contengan grandes cantidades de fluoruro de manera natural en el
agua de consumo.
 Lleve a sus hijos al dentista para realizarles revisiones periódicas.
Es importante supervisar el cepillado de sus niños hasta que dominen estos simples pasos:

 Utilice una pequeña cantidad de pasta de dientes (del tamaño de un chícharo) con
cantidades adecuadas de flúor, aprobada por la Asociación Dental Mexicana.
Verifique que sus hijos no se traguen la pasta de dientes.
 Con un cepillo dental suave, cepille primero la superficie interior de cada diente,
que es donde más se acumula la placa. Cepille suavemente de posterior a anterior.
 Limpie las superficies exteriores de cada diente. Coloque el cepillo en ángulo
respecto de la encía exterior. Cepille suavemente de posterior a anterior.
 Cepille la superficie de masticación de cada diente. Cepille suavemente de posterior
a anterior.
 Utilice la punta del cepillo para limpiar la parte posterior de los dientes anteriores,
tanto superiores como inferiores.
 ¡Siempre es divertido cepillarse la lengua!

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