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Romero, José Luis, Sitiaciones e ideologias en América Latina, Medellin, Universidad de Antioquia, La Editorial Universidad de An- tioquia ha iniciado recientemente la publicacién de la coleccién Clasi- cos del Pensamiento Hispano- americano, dirigida por el profe- sor Juan Guillermo Gémez Garcia, filésofo e historiador. Esta propuesta s¢ inaugurd hace dos afios con el texto Latinoamérica: las ciudades yp las ideas del notable historiador argentino José Luis Romero.! Y para que los lectores logremos un perfil: mas amplio dela obra deRo- mero, la segunda entrega de dicha coleccién nos presenta una compi- iacién de una serie ensayos suyos recogidos bajo el titulo general de 1. José Luis Romero naci6 en Buenos Ai- res en 1909. En 1937 se doctord en His- toria y Filosofia en la Universidad de la Pla- ta, Docenie universitario en Montevideo y Buenos Aires. En 1955 fuerector de la Uni- versidad de Buenos Aires. Murié en 1977 en Tokio, cuando se desemperiaba como organizador y miembro del Consejo de la Universidad de las Naciones Uni: 2001, 448 pp. Situaciones e ideologias en Amé- rica Latina. En esta resefia se trata de pre- sentar, amanera de sintesis, el con- tenido de esta obra que recoge es- critos de Romero de diferentes ép0- cas, lo que le da un caracter de an- tologia. También nos interesa indi- car las ejes explicativos de las ela- boraciones que Romero hace so- bre la historia social de las ideas en América Latina. El texto esté organizado en cua- tro grandes secciones, cada una de las cuales se divide en varios temas dispuestos organicamente segim li- neas tematicas particulares y perio- dos de la historia latinoamericana, Todos estos ensayos estan conce- bidos desde el campo de la historia social de las ideas y sus relaciones con la historia politica. Tales rela- ciones constituyen el hilo conduc- tor de los analisis de Romero en su 288 preocupacidn por construir una imagen de conjunto sobre /a vida histérica latinoamericana y su es- fuerzo por offecer una mirada com- parativa del subcontinente. Trata entonces de contextualizar las con- diciones sociales y culturales en las que circularon las ideas europeas —incluso norteamericanas— en América Latina; y define el carac- ter elifista, intelectual y urbano de los grupos sociales receptores de estas diversas ideologias desde la segunda mitad del siglo XVII has- taelsiglo XX. En este andlisis del contexto, los aspectos economicos son escasamente desarrollados, podria decirse que se refiere a ellos através de algunos enunciados que intentan caracterizar el control delas elites sobre la tierra, la mano de obra y las actividades mercantiles, asi como la naturaleza dependiente 0 periférica de las economias loca- les con relaciona los centros indus- triales. La mirada de Romero sobre los procesos sociales, culturales y po- liticos de los diferentes paises de América Latina se caracteriza por una visién amplia y universal, quele permite articularlos de manera di- namica con los procesos de la his- toria occidental, principalmente la europea. A pesar de considerar estas relaciones como un producto de un largo proceso de acultura- cidn 0 europeizacién, Romero Historia y Sociedad 8 insiste a.lo largo de toda esta obra enel caracter auténomo y particu- lar del comportamiento social y po- litico latinoamericano en los diferen- tes perfodos y etapas de su histo- tia. En particular, se refiere a esa constante actitud conservadora de los grupos sociales dirigentes de los diferentes paises, a los cuales no les impacté de manera suficiente el contacto con las corrientes de pen- samiento moderno, de tal manera que suscitara en ellos una mentali- dad mas abierta; por el contrario, se reafirmé en estas elites la obse- sién por mantener el orden social que asegurara sus privilegias eco- némicos y el monopolio del poder. Habla entonces de como, desde el siglo XTX, las ideas politicas mo- demas quedaron formuladas de manera abstracta, como principios generales, pero en la realidad se impuso el autoritarismo y la fuerza para resolver cualquier conflicto social. Este comportamiento auto- Titario y ala vez patemalista de las elites no surgié con los procesos de independencia colonial, sino que fue el resultado de la manera como se disefié la estructura de la sociedad y el poder desde la conquista y la colonizacién hispano-tusitana. La primera parte, relativa a “Si- tuaciones e ideologias”, nombre dado al conjunto del texto, abarca una serie de ensayos cortos, escri- Resefias tos entre 1965 y 1967. Un primer ensayo contempla los enunciados de Romero sobre la estrecha co- nexién de la historia social con la historia de las ideas y la politica. Considera que estas relaciones son mis estrechas y evidentes en Amé- rica Latina donde los procesos de mestizaje y aculturacién son proble- mas vivos que han originade actos de poder, razon por Ia cual los es- tudios sobre la sociedad no deben separarse de la politica, Segiin Ro- mero, la historia social debe afron- tar algunos problemas latinoameri- canos como los efectos que tuvo la Conquista y colonizacién en el en- frentamiento entre los grupos blan- cos, indigenas y mestizos; para el periodo de fa emancipacién consi- dera que hay que relacionar las in- fluencias ideolégicas con el analisis social y econémico de los grupos sociales que promovieron el cam- bio o se opusieron a él; y un tercer problema es el relacionado con las transformaciones que produjo la vineulacién del area latinoamerica- na a las demandas de los paises industrializados. Otro de los ensayos expone so- bre las diferentes miradas que so- bre Europa han tenido los grupos dominantes en Latinoamérica en diferentes momentos de su historia; también aludea miradas de Europa sobre América durante el periodo 289 dela Colonia. En general, Europa ha sido un referente cultural, mas que geografico, y desde esta signi ficacién se han construido image- nes de valoracion positiva. Para las primeras décadas del siglo XX se dio, segtin Romero, una revalora- cién de Europa en el sentido de que yano era el tmico ejemplo valioso a seguir; sin embargo, a partir de 1950, seretoma Ja idea del “matiz europeo” para referirse a la espe- cial manera como Europa realizaba sus valores. Otro aparte subtitulado “Situa- ciones e ideologias en el siglo XIX", se inicia con la consideracion de que no puede olvidarse la historia del subcontinente antes del siglo XV, en tanto que algunas caracteristicas de estas sociedades indias perduraron en creencias, costumbres y actitu- des a pesar de la imposicién del modelo sociocultural de los coloni- zadores. En América Latina no se dio sdlo la aculturacion cristiana, sino que llegaron otras comientes de ideas como Ia Ilustracidn, el positi- vismo liberal y el socialismo. Con- cibe que tanto las ideas ilustradas como las positivistas circularon en- tre los grupos urbanos sin mucha conexién con larealidad social. Las primeras condujeron principalmente a cuestionar el monopolio comer- cial espafiol y a elaborar un progra- ma de cambio basado en el autori- 290 tarismo propio del despotismo ilus- trado; las segundas se vincularon a las voces de progreso y orden que favorecieron la propiedad y rique- za controlada por las oligarquias Con relacidnal socialismo, dice que sus ideas tuvieron escasa difusiona finales del siglo XIX y que en ei medio latinoamericano no se daban las situaciones sociales y econémi- cas que habian originado a estas doctrinas; por ejemplo, no habia un proletariado industrial. En“Situaciones ¢ ideologias en el siglo XX”, plantea Romero que el cuadro de referencias europeas no sirve como modelo para expli- car a América Latina porque en Europa occidental las corrientes ideoldgicas han sido coherentes con su desarrollo socio-cultural, econd- mico y politico, mientras que aqui no se dio tal situacion. A este res- pecto enfatiza sobre una de sus hi- pdtesis centrales, que se refiere a cémo el estudio de los contenidos ideoldgicos externos recibidos en nuestro 4mbito no posibilita el en- tendimiento de nuestros problemas. Por el contrario, ha cxistido una serie de ideas de escasa formula- cién sistemética, que no constituyen un cuerpo ideolégico coherente, pero que estan profundamente arrai- gadas en la sociedad y han sido construidas con base en la experien- cia y como respuestas a situacio- Histe y Sociedad 8 nes reales y concretas de la socie- dad y la cultura. Fueron ideas de caracter operativo, vinculadas a la accién esponténea y, por esto, es dificil precisarlas y exponerlas. Muchas de ellas progresaron y fue- ron adquiriendo contenidos ideolé- gicos mas precisos. Se refiere ala revolucién mexicana de 1910, ala lucha sandinista en Nicaragua, ala revolucién cubana, al Apra en el Peni, al peronismo en Argentina. La segunda parte del texto se concentra en las elaboraciones de Romero sobre un haz de modelos ideolégicos que se incorporaron en la mentalidad de las elites decimo- nénicas. También se incluyen los postulados que animaron el pensa- miento reformista universitario de 1918, asi como las reflexiones so- bre dos temas medulares del deba- tepolitico del siglo XX, como fue- ron la democracia y las dictaduras. Seinicia entonces esta seccién con el tema del pensamiento politico de la Emancipacién, en el cual habla sobre el caudal de ideas que alimen- taron el proceso de independencia de Espafia y los primeros intentos de organizacién de los Estados na- cionales surgidos de la independen- cia. Se refiere entonces a las ideas 2. Este escrito constituye el “Prélogo” de laantologia Pensamiento politico de la Emancipacién, Caracas, Biblioteca Aya- eucho, 1977 Resctias de Ja Hustracion, a las de la neoes- colastica predicada por los jesuitas, al liberalismo inglés, al modelo nor- teamericano y a sus principales ex- ponentes criollos. De acuerdo con las apreciaciones del autor, esas ideas modemas fueron acogidas selectivamente de acuerdo a los in- tereses de los grupos de la aristo- cracia criolla, quienes las conden- saron en un cuerpo constitucional que legitimaba su acci6n politica. Pero fa realidad social se impuso a tales formulaciones del constitucio- nalismo, y entonces, el nuevo siste- ma republicano albergé las dispu- tas heredadas del pasado colomial: el enfrentamiento entre las viejas capitales coloniales y las regiones 0 provincias subordinadas a su poder. Centralismo y federalismo constitu- yeron dos posiciones politicas anti- téticas, Se configuré entonces una mentalidad politica pragmatica que se expresé en los gobiernos autori- tarios —y hasta dictatoriales— de los caudillos. Con relacion a este mismo tema de los modelos politi- cos considerados por la elite criolla para adaptarlos a su propia reali- dad, Romero acerca su lente a Norteamérica para contarnos su- cintamente cémo Ilegé a construir- se dicho modelo y cules fueron sus alcances y seguidores en América Latina, asi como cuales fueron los argumentos de los opositores a su aplicacién en el régimen politico de 291 los noveles Estados. Concluye que fue la propuesta federalista norte- americana la que convocé el espi- Titu de aquellas provincias que veian en esta férmula de gobierno la oportunidad de acceder al prota- gonismo politico que les habia sido negado por los centros urbanos tra- dicionales. En este sentido destaca la controversia Ilevada a cabo en Venezuela, pais que desde 1811 ‘adopté” casi textualmente esta ex- periencia; también refiere el desa- srollo de esta opcién en la Nueva Granada y Uruguay. Para continuar con las corrientes ideoldgicas que asistieron los pro- yectos de organizacion de los Es- tados nacionales en el siglo XIX, esta segunda parte contiene los en- sayos de Romero relativos al pen- samiento conservador y al libera- lismo latinoamericanos. Sobre el pensamiento conservador® explica su origen social y principales repre- sentantes en cada pais, una serie de nociones que le son propias; asi como sus reacciones antiliberales frente a lahegemonia liberal y como respuesta a diversos acontecimien- tos curopeos como Ja restauracion. 3. Este ensayo constituye el “Prologo” a a antologia que sobre ef pensamiento conservador (1815-1898) hizo el autor en 1986 en compafia de su hijo, el historiador Luis Alberto Romero. Esta obra fue publi- cada en Caracas por la Editorial Ayacucho, con el titulo El pensamiento conservador. 292 del absolutismo, la revolucion so- cial de 1848 o las declaraciones del papa Pio IX en la enciclica Quanta Cura y el Syllabus. Entre las ca- racteristicas del conservatismo ex- pone las siguientes: una concepcién. autoritaria de la vida y la politica, la resistencia a los cambios abruptos, la defensa del orden asociada a una teoria centralista del poder y a la formacin de un Estado catélico que apoyara y defendiera a la Igle- sia-como garante de ese orden, ne- gacion del proceso de seculariza- cin de la sociedad civil, defensa del origen divino 0 sobrenatural del poder y la sociedad, monopolio eclesiastico de la educacién e into- lerancia religiosa, promocién de un desarrollo econdmico y téenico que garantizara el progreso material de lasociedad, Elautor advierte sobre el carac- ter pragmatico del conservaduris- mo y sobre una serie de tendencias y matices del mismo. Lo mismo pasaba en el liberalismo, de tal ma- nera que las realidades sociales y econdémicas llevaron poco a poco alos seguidores de una u otra co- triente a una serie de coincidencias, hasta el punto que se hace dificil distinguir un conservador fiberal de un liberal conservador. Sobre el liberalismo, Romero dice quemas que una doctrina politica o Historia y Sociedad 8 filoséfica, es una filosofia dela vida enel siglo XIX, en la que la palabra libertad constituy6 el término cla- ve; igualmente la idea de progreso también fue una de sus banderas. La ideologia liberal triunfé con la emancipacion colonial, pues en tor- no aella se construyeron los prin- cipios de organizacién estatal y desde sus pensadores se planted la preocupacién por la identidad nacional. La aplicabilidad de los dos principios basicos del libera- lismo, libertad e igualdad, fue ob- jeto de debates y criticas durante el siglo XIX, e incluso en el siglo XX cuando se le reproché su con- cepcién elitista y antinacional. Des- pués de la segunda posguerra, el populismo y sus planteamientos de Justicia social parecieron ser la al- temativa politica al liberalismo. Pero lacritica ala ideologfa liberal lati- noamericana no ceso ahi: en la dé- cada del sesenta la hicieron los mo- vimientos revolucionarios filiados a JaRevolucién Cubana y de inspira- ciénmarxista. Romero concluye es- te texto diciendo que al parecer el liberalismo culminé su ciclo histori- co y se ha quedado como baluarte de los sectores sociales tradiciona- les. No le tocé vivir a este historia- dor argentino larenovacién del dis- curso y estrategias globales del li- beralismo econémico y politico ini- ciada aproximadamente desde 1980 y conocida como neoliberalismo. Resefias Sobre el movimiento universita- rio originado en Argentina en 1918, particularmente en Ja tradicional Universidad de Cordoba, Romero lo describe como un ensayo refor- mista de los jovenes de las elites, algunos, y de clases medias, lama- yoria. Sus motivaciones se rela- cionaron con el cuestionamiento al autoritarismo en Jas aulas, al tradi- cionalismo de los métodos de en- sefianza y al aislamiento de Ja uni- versidad de la realidad social Habla de cémo este movimiento al- canzé resonancia en otros paises la- tinoamericanos y lo concibe como una lucha generacional que permi- tid la participacion estudiantil en el gobiemo universitario, asi como el acceso a la politica a muchos de sus dirigentes, los cuales fueron una fuerza renovadora en los diferentes partidos o movimientos en los que se ubicaron. Sobre la relacién entre democra- cias y dictaduras, Romero sustenta Ja tesis que una democracia inesta- ble tiene en su seno la posibilidad. de una dictadura. La inestabilidad de la democracia en América latina la explica por el desajuste entre ef orden politico y el social, pues el modelo democratico fue una “re- cepcién” que hicieron las elites del siglo XIX que buscaban adoptar un sistema institucional elaborado en otras realidades sociales diferentes 293 alas que aqui existian, y no advir- tieron que dicho sistema estaba va- cio de contenido social. Romero explica que por estos motivos la democracia latinoamericana no ha sido verdaderamente representati- vay esta situacién compromete su estabilidad. La tercera parte del texto expo- ne una serie de reflexiones sobre la ciudad como campo de relaciones sociales, politicas, econémicas y culturales. Para Romero el estudio de las ciudades es una opciény una estrategia metodoldgica para dar cuenta de la historia latinoamerica- na. Segin él, en la ciudad se con- densan los procesos sociales y cul- turales de la historia de un pais y se jevan a cabo los mas importantes intereambios comerciales; en ella tiene sede el poder central y se to- man decisiones economicas; en ella. circulan las corrientes del pensa- miento y se expresan las diversas culturas. Explica el autor que este protagonismo histérico dela ciudad latinoamericana es una proyeccién. ocontinuidad del modelo coloniza- dor europeo que establecié lo ur- bano como una estrategia de do- minacién polftica y territorial. Este modelo colonial suscité, en épocas posteriores, una tension estructural en las sociedades latinoamericanas: la dualidad entre una sociedad ru- ral y una urbana, la dicotomia entre 294 campo y ciudad. A través del tiem- po, cada una de estas sociedades construy6 su propia ideologia, las cuales se han enfrentado desde las guerras de independencia cuando se ruralizaron las ciudades durante la primera mitad del siglo XLX. Pero el autor reitera que han sido las cin- dades el escenario privilegiado de expresién de las tensiones politicas; tanto en el siglo XTX con sus inevi- tables guerras civiles, como en el siglo XX cuando emergen los mo- vimientos politicos de las clases medias y las de los sectores popu- lares. Por ultimo, la cuarta parte del texto corresponde al titulo “El Pen- samiento politico de la derecha”.* Sobre este tema Romero dice que “la idea de derecha aparece nece- sariamente unida a la idea de resis- tencia al cambio” y que al hacer una caracterizacion de su pensamiento politico se debe matizar debido a la diversidad de situaciones de cam- bio y sus diferentes impactos en el conjunto latinoamericano. Sin embargo, plantea como lici- to considerar esta corriente de pen- 4, EstaTV parte fue publicada con el titulo de El pensamiento politica de la derecha latinoamericana, Buenos Aires, Paidés, 1970, en su coleccién Biblioteca América Latina dirigicia por Roberto Cortés Conde, Tulio Halperin Donghi y Nicolas Sanchez. Albornez. Historia y Sociedad & samiento en su conjunto por cuan- to contempla una serie de ideas arraigadas en situaciones reales, es decir, en la pervivencia de situacio- nes socioecondmicas y culturales tradicionales, la cual constituye uno de los factores de unidad del sub- continente, Consecuente con su apreciacién metodolégica de que no es posible comprender lo ideo- logico sin las referencias a lareali- dad social en que éste surge y se desarrolla, sugiere que antes de ex- poner sobre el pensamiento de la derecha se debe indagar sobre los grupos sociales que sustentan estas ideas y cudles tradiciones suscriben. Para dar cuenta de este fendémeno hace un recorrido por diversas épo- cas de nuestra historia, desde fines del siglo XVII hasta mediados del siglo XX, caracterizando en cada una de ellas el tipo de cambio que se planteaba y las resistencias so- ciales a dichos cambios que ame- nazaban la conservacion de un de- terminado orden. Con este tipo de andlisis, Romero ilustra cOmo las fuerzas politicas de derecha cam- bian a través del tiempo. Elabora su reflexion sobre tres periodos considerados por él como épocas de trasfonmaciones significativas. El primero lo constituye el de los ori- genes de la derecha durante el pe- tiodo colonial, en las postrimerias del siglo XVIIL, cuando los grupos sefioriales —aristocratas podero- Resefias sos— defienden la legitimidad de los privilegios ante las nuevas ideas de libertad ¢ igualdad que hicieron parte del discurso liberal de les pro- hombres de la Independencia, ade- mis incluye la existencia de los li- berales de derecha del sigho XTX. Un segundo periodo es el de fi- nales del siglo XIX cuando, apartir del modelo exportador-importador, Jas economias de América Latina se vinculan a los centros industrializa- dos de Europa. Para esta época, Romero habla de un pensamiento politico de las oligarquias liberalbur- guesas Vinculadas a la idea de pro- greso y de la continuidad de los gru- pos sefioriales. Unos y otros se alian para mantener el monopolio del poder econdmico y politico, des- conociendo la emergencia de nue- vos grupos sociales en ascenso y de los cambios sociales y culturales que se suscitaron a raiz del creci- miento econémico. ‘Un tercer momento del desarro- llo histérico de la derecha latino- americana es ubicado en el perio- do de entreguerras, de 1918 hasta 1950, cuando grupos, generalmen- te de las generaciones jévenes, comenzaron a denunciar la falacia de la ideologia liberal y la demo- cracia formal. Esta critica al libera- lismo tuvo varios matices, a veces aristocratizante, otras populista. Pe- ro en. conjunto halld surespaldo en. 295 amplios sectores sociales desde los que se justificaron diversas postu- ras como lasnacionalistas —derei- vindicacién hispanica—o se admi- tieron los principios de la justicia social. A esta reaccion antiliberal Romero la define como una nueva derecha que busca el apoyo popu- lar y soluciones nacionales, con una cierta vocacién de cambio para que los sectores populares la conside- raran una opcién valida. Desde esta Optica sitiia al populismo como “una derecha paraddéjicamente volcada hacia la izquierda” suscribiendo un cambio que en esencia pretende el reordenamiento de las masas urba- nas del siglo XX, caracterizado por Jas ciudades masificadas y por una economia industrial y dependiente. El autor, desde lo politico, iden- tifica a la derecha actual como un 0 en el que seTeco- grupo ideo! nocen ciertos grupos sociales que no corresponden generalmente alas clases dominantes, razon por la cual es multiforme y contradictoria. Es decir, eJ origen y posicién social de sus seguidores no és un criterio su- ficiente para caracterizar a las fuer- zas politicas de la derecha. Dice que suscriben este ideario —dificil de ubicar en textos—, aquellos de tem- ‘peramento religioso 0 metafisico, los sicolégicamente autoritarios y par- tidarios de la accion violenta, los grupos conformistas de clase me- 296 dia y grupos populares de mentali- dad paternalista. Para concluir esta presentacién del texto Situaciones e ideologias en América Latina se precisa advertir sobre la necesidad e im- portancia de su lectura para enri- quecer la mirada sobre la historia nacional. Desde los estudios com- parativos y desde estos andlisis panorémicos se abren nuevas pers- pectivas para pensar en las parti- Historia y Sociedad 8 cularidades de nuestros procesos histéricos ¢ identificar los aspectos estructurales compartidos con los demas naciones del subcontinente latinoamericano. Leer la obra de José Luis Romero es una manera de trascender nuestros particula- tismos locales y regionales. Amparo Murillo Posada. Profesora Departamento de His- toria, Universidad de Antioquia.

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