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DE BARCELONA
ISSN: 0210-0754
Depósito Legal: B.
9.348-1976
Año I. Número: 4
Julio de 1976
David Harvey
Nota introductoria
Unos años más tarde, y precisamente en la introducción al número del que procede
el artículo que aqui se publica, estos mismos propósitos volvian a ser reafirmados
por el director de la revista, Richard Peet:
"A través de "Antipode" deseábamos desarrollar paradigmas alternativos para
estudiar el presente, investigar formas de cambio radical de las sociedades
existentes y desarrollar modelos de sociedades futuras más justas. La segunda
frustración que generó Antipode radica en la aparente falta de preocupación de
nuestra disciplina por las cuestiones sociales. una década de cambio en ios métodos
de la investigación geográfica no había sido seguida paralelamente, según parecia,
de un cambio fundamental en la dirección de las preocuraciones qeoqráficas".
El autor del artículo, David Harvey, es uno de los más prestigiosos y renovadores
geógrafos británicos, actualmente de la John Hopkins University en Estados
Unidos. Entre sus publicaciones destacan las siguientes: Explanation in
Geography (Londres, E. Arnold, 1969); Social Justice and the city (Londres, E.
Arnold, 1973); y A question of method for a matter of survival ("Geographical
Papers'', Department of Geography, Universitv of Readina, diciembre 1973).
La critica central a Kuhn a la que estos dos ejemplos apuntan, es su abstracción del
cónocimiento científico de su base materialista. Kuhn ofrece una interpretación
idealista del avance científico cuando está claro que el pensamiento científico está
fundamentalmente engranado a actividades materiales. Esta base materialista para
el avance del conocimiento científico ha sido explorada por J. D. Bernal(2).
Con mucho, la circunstancia más útil para la rápida propagación de una nueva y
revolucionaria teoría es la existencia de una ortodoxia establecida claramente
incompatible con los hechos más destacados de la realidad, y que sin embargo está
lo suficientemente convencida de su poder intelectual como para intentar explicar
estos hechos, Y que en sus esfuerzos para hacerlo pone al descubierto su
incompetencia de un modo ridiculo''(5) .
De este modo, las realidades sociales objetivas del momento dejaron atrás a la
sapiencia convencional y sirvieron para poner sus fallos al descubierto:
Hasta aquí la similaridad con Kuhn es notable. Pero Johnson añade entonces ciertas
consideraciones nuevas, algunas de las cuales proceden realmente de la propia
sociología de la ciencia. Indica así que para ser aceptada, una teoría precisa de
cinco características principales:
La historia del pensamiento geográfico de los últimos diez años está reflejada
exactamente en este análisis La proposición central de la vieja geografía consistía
en lo cualitativo y en lo singular, y estaba claro que no podría resistir la evolución
del conjunto de las ciencias sociales en lo que se refería los instrumentos de
manipulación y control social que requerían una comprensión de lo cuantitativo y
lo general. No puede caber duda tampoco sobre el hecho de que durante el proceso
de transición se les dieron nuevos y desorientadores nombres a los antiguos
conceptos y que supuestos totalmente triviales fueron sometidos a una rigurosa
investigación analítica. Tampoco puede negarse que la llamada revolución
cuantitativa brindó la oportunidad de exponer al ridículo a los más viejos jerarcas
de la disciplina, especialmente cuando se aventuraron en puntos relacionados con
la recién creada ortodoxia.Ciertamente, el movimiento cuantitativo propor cionó
un desalío de apropiada dificultad y oireció una perspectiva para nuevas
metodolologías, muchas de las cuales resultaron ser bastante provechosas en lo que
respecta a los enfoques analíticos que generaron. Por último, abundaron nuevas
cosas que medir y en la función de la distancia, el umbral y el alcance de un bien,
y la medición de una pauta espacial, encontramos tres nuevos tópicos empíricos
aparentemente decisivos con los que podíamos gastar un considerable tiempo extra
en su investigación. El movimiento cuantitativo, por lo tanto, puede interpretarse,
en parte, en términos de una desafiante nueva serie de ideas cuya respuesta debe
ser hallada, en parte como una lucha bastante mezquina por el poder y la jerarquía
dentro de una marco académico, y en parte también como una repuesta a presiones
exteriores que pugnan por poner a punto sistemas de manipulación y control en lo
que puede definirse a grandes rasgos como "el campo del planeamiento". En el
caso de que alguien interprete mal mis observaciones, como si señalasen a un grupo
en particular, me permito decir que todos nosotros quedamos involucrados en este
proceso y que no existió ni existe modo alguno de poder escapar a tal situación.
¿Cómo podriamos llevar a cabo una revolución de este tipo? Hay cierto número de
caminos a seguir. Podriamos, como algunos parecen sugerir, abandonar la base
positivista del movimiento cuantitativo por un idealismo abstracto y esperar que
las condiciones sociales objetivas mejorarán espontáneamente o que los conceptos
forjados mediante formas idealistas del pensamiento alcanzarán finalmente un
contenido capaz de facilitar el cambio creativo de las condiciones sociales
objetivas. Sin embargo, constituye una caracteristica del idealismo el estar
condenado eternamente a buscar sin éxito un contenido real. Podemos asimismo
desechar la base positivista de la década de 1960 por una base fenomenológica
Esto parece más atractivo en la medida en que, por lo menos, nos mantiene en
contacto con el concepto del hombre como un ser en constante interacción
sensitiva con las realidades sociales y naturales que le rodean. No obstante, los
enfoques fenomenológicos pueden conducimos a un idealismo o, de nuevo, a un
ingenuo empirismo positivista con la misma facilidad que a una forma socialmente
consciente de materia lismo. La llamada revolución del comportamiento en
Geografia apunta precisamente en todas esas direcciones. La estrategia más
provechosa en esta coyuntura consiste, por lo tanto, en explorar esta zona de
conocimiento en la que ciertos aspectos del positivismo, del materialismo y de la
fenomenologia coinciden en parte, para proporcionar adecuadas interpretaciones
de la realidad social en la que nosotros mismos nos encontramos Este punto de
confluencia está estudiado con mayor claridad por el pensamiento marxista. Marx,
en los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844 y en La Ideología
a/emana(11),da a su sistema una poderosa y atrayente base fenomenológica.
Asimismo, existen ciertos puntos comunes entre el marxismo y el positivismo.
Ambos poseen una base materialista y ambos recurren a un método analítico.
Como está claro, la diferencia esencial es que el positivismo sólo intenta
comprender el mundo, mientras el marxismo intenta cambiarlo. Dicho de otro
modo, el positivismo traza sus categorías y conceptos a partir de una realidad
existente, con todos sus defectos, mientras que los conceptos y las categorías
marxistas están formulados a través de la aplicación del método dialéctico a la
historia, tal como está escrita aquí y ahora a través de acontecimientos y acciones.
El método positivista incluye, por ejemplo, la aplicación de la lógica aristotélica
bivalente, tradicional, para comprobar las hipótesis (la hipótesis nula de la
inferencia estadística es propiamente un recurso aristotélico). Según ésto las
hipótesis son verdaderas o falsas y una vez clasificadas lo son ya para siempre. La
dialéctica propone en cambio un proceso de comprensión que permite la
interpretación de contrarios, incorpora contradicciones y paradojas y apunta a los
procesos de resolución. En ello es del todo improcedente hablar de verdad y
falsedad, ya que la verdad está ligada al proceso dialéctico más que a los juicios
derivados del proceso, que pueden ser considerados como "verdaderos" sólo en un
punto dado en el tiempo y que, en cualquier caso, son contradichos por otros juicios
"verdaderos". Este método nos permite si es necesario invertir los análisis,
considerar las soluciones como problemas y las cuestiones como soluciones(12)
La descripción ofrecida por Engels puede aplicarse sin casi necesidad de cambio,
a la ciudad norteamericana contemporánea, lo que indica que las ciudades
capitalistas tienden a una similaridad estructural debido a que las fuerzas básicas
que las modifican son las mismas. Ciertos pasajes escritos por Engels, por ejemplo,
son comparables a los que se encuentran normalmente en los informes
gubefnamentales contemporáneos sobre problemas urbanos (tales como el Informe
de la Comisión Kemer(15)). Al parecer es, pues, una pena que sigamos mirando a
Park y Burgess como inspiradores (tal como lo hacen los geógrafos de Chicago)
en lugar de seguir el planteamiento adoptado por Engels. De hecho, la tradición
que más estrechamente entronca con la de Engels procede del análisis de von
Thunen que ha sido aplicado por Alonso y Muth (16) al mercado del suelo urbano.
En estos modelos el uso del suelo urbano está determinado por un proceso de
competencia por el suelo. Diferentes grupos de la población poseen diferentes
recursos que ofrecer y puede surgir toda una variedad de estructuras de la ciudad
según las preferencias de los grupos adinerados que pueden utilizar siempre sus
recursos para dominar las preferencias de los grupos pobres. Este es el resultado
natural de los modelos construídos según los principios marginalísticos
neoclásicos -modelos considerados generalmente como el óptimo de Pareto-.
Las desviaciones a partir del modelo normativo pueden considerarse como una
indicación de desequilibrio Se admite generalmente que existe un considerable
desequilibrio en la ciudad norteamericana en la actualidad, al haberse
suburbanizado el empleo pero haber sido excluidas de las ubicaciones suburbanas
las poblaciones pobres por una variedad de acciones (tales como el zoníng). Es
interesante anotar que gran parte de las políticas propuestas por grupos liberales
(planificadores, grupos pro derechos civiles, etc.) equivalen a abogar por un
retorno al equilibrio del tipo identificado en la formulación Alonso-Muth. Ello es
favorecido por importantes corporaciones que en algunos casos están sufriendo por
la escasez de mano de obra en las áreas suburbanas.Todas estas propuestas indican
una vuelta a un equilibrio en el que los pobres todavia viven alli donde pueden
"necesitar menos para vivir" - en otras palabras, se aboga por una vuelta al status
quo del tipo descrito por Engels. ¿Cómo poder identificar soluciones más
revolucionarias?
Muth intentaba demostrar que el modelo normativo que proponia tenia una
pertinencia empirica. Hizo la prueba y encontró que era muy correcto como
modelo del uso residencia del suelo en Chicago. Aceptemos que la teoria es cierta,
en el sentido empleado por los positivistas lógicos. Esta verdad puede ser utilizada
para ayudamos a identificar cuál es el problema. Lo que Muth consideraba como
una prueba con éxito de una teoria vamos a considerarlo nosotros como un
indicador de cuál es el problema. La teoria predice que los grupos pobres vivirán
allí donde pueden necesitar menos para vivir. Por lo tanto, la única política válida
es eliminar las condiciones que dan pie a la verdad de la teoría. En otras palabras,
queremos que el modelo del mercado del suelo de von Thunen no sea verdad. El
modo más sencillo de llegar a ello es eliminando el mecanismo que da pie a la
verdad de la teoria. El mecanismo en este caso es la competencia para la utilización
del suelo. Si eliminamos este mecanismo eliminaremos probablemente el
resultado. La competencia deberá ser reemplazada, por lo tanto, por un mercado
del suelo urbano socialmente controlado y por un control socializado del sector de
la vivienda. Convertiremos asi la teoria de von Thunen en no pertinente para
nuestra comprensión de la estructura espacial de las ciudades. Este proceso se ha
iniciado en Cuba y en La Habana, donde la competencia ha sido completamente
eliminada así como los pagos de alquiler de numerosas viviendas.(17)
''En realidad la burguesia no conoce más que un método para resolver a su manera
la cuestión de la vivienda, es decir, para resolverla de tal suerte que la solución
cree siempre de nuevo el problema. Este método se llama "Haussmann"... Por
"Haussmann" me refiero a la práctica generalizada de abrir brechas en barrios
obreros, particularmente los situados en el centro de nuestras grandes ciudades, va
responda esto a una atención de salud pública o de embellecimiento, ya a una
demanda de grandes locales comerciales en el centro, o bien a unas necesidades de
comun¡caciones, como ferrocarriles, calles, etc. (que algunas veces llevan el
estratégico propósito de hacer más difícil la lucha de barri cadas)... El resultado es
en todas partes el mismo, cualquiera que sea el motivo invocado: las callejuelas y
los callejones sin salida más escandalosos desaparecen y la burguesía se glorifica
con un resultado tan grandioso, pero,.. callejuelas y callejones reaparecen
prontamente en otra parte, y muy a menudo en lugares muy próximos! .., Todos
los focos de epidemia, esos agujeros y sótanos inmundos, en los cuales el modo de
producción capitalista encierra a nuestros obreros noche tras noche, no son
liquidados, sino solamente... trasladados a otro lugar La misma necesidad
económica que los había hecho nacer en un lugar los reproduce más allá; y mientras
exista el modo de producción capitalista, será absurdo querer resolver aisladamente
la cuestión de la vivienda o cualquier otra cuestión social que afecte la suerte del
obrero. La solución reside únicamente en la abolición del modo de producción
capitalista, en la apropiación por la clase obrera misma de todos los medios de
subsistencia y de trabajo"(18).
Resulta dificil dejar de concluir a partir de las pruebas evidentes acumuladas por
Engels que éste se hallaba probablemente en lo cierto. Existen buenas razones para
creer que el mecanismo del mercado es el culpable de un sórdido drama. Y, sin
embargo, es curioso que aunque todos los analistas honestos manifiestan la
importancia de algunos de nuestros problemas urbanos contemporáneos, pocos
ponen en tela de juicio las fuerzas que gobieman en el mismo fondo de nuestro
sistema económico. Asi nosotros discutimos de todo excepto de las caracteristicas
básicas de la economia capitalista. Inventamos todo tipo de soluciones excepto
aquellas que pueden desafiar la continuación de esta economía. Esas discusiones y
soluciones que evitan la solución central sólo sirven para hacemos parecer locos,
porque nos llevan finalmente a descubrir, bastante tardiamente, lo que Engels sabía
perfectamente -en 1872- que las soluciones capitalistas no proporcionan una base
para luchar contra las deterioradas condiciones sociales, estructuralmente
necesarias para la perpetuación del capitalismo. Tales soluciones no son más que
"aire desflogistizado". Podemos, si queremos, descubrir oxígeno y todo lo que le
acompaña sometiendo a la propia base de nuestra sociedad capitalista (con todas
sus escaseces institucionalizadas) a un riguroso examen crítico. Es a esta labor a la
que debe dedicarse una teoria revolucionaria. ¿Qué supone esta labor?
NOTAS
3. BERNAL, J. D.: Op. cit., ROSE, H. y ROSE, S.: Science and Society,
Harmondsworth, Middx., Penguin Books, 1969.
4. KUHN, T. s. Op. cit., pág. 37; NAGEL, E.: The Structure of Science, Nueva
vork, The Eree Press, 1961.
5. JOHNSON, H. G.: The Keynesian Revolution and the Monetarist Counter-
revolution, "American Economic Review", vol. 61, n. 2, págs.1 14. Deseo dar las
gracias a Gene Mumy por haberme llamado ia atención hacia esta referencia.
10. Marx consideró claramente esta forma de resolución del conflicto entre las
ciencias naturales y sociales. véase MARX, Karl The Economic and Philosophic
Manuscripts of 1844, Nueva Vork, Intemational Publishers, ed, de 1964 (trad.
cast. Manuscritos: Economía y Filosofía, Madrid, Aiianza Editoriai, I ibro de
Bolsillo n. 119,1968).
11. MARX Karl The Germon Ideology, Nueva York, Intemational Publishers, ed.
de 1971.MARX Karl: The Economic and Philosophic Manuscripts of 1844, op.
cit. Marx demó su posición fenomenológica de la obra de
HEGEL Phänomenologie des Geistes, Jena,1807 ~trad. cast.: La Fenomenología
del Espíritu, Madrid,1935).
12. Marx derivó también este método dialéctico de Hegel. véanse The Economic
c7nd Phi/osophic Manuscripts, op. cit., pág 170-193.
13. PARK, R. E.: The Urban Community as a Spatial Pattern and c Moral Order,
incluido en BURGESS, F. W.: The Urban Community, Chicago University Press.
1926.
14. ENGELS, F.: The Condítion of the Working Class in England in 7844,
Londres, Allen and Unwin, ed. de 1962, págs. 46-47 (trad. cast. La situación de la
clase obrera en Inglaterra, Buenos Aires, Editorial Futuro, 1965, págs. 64-65).
17. VALDES, N. P. Heolth ond Revolution in Cuba, "Science and Society", 35,
1971, págs. 311-335.
18. ENGELS, F.: The Housing Question, Nueva York, Intemational Publishers, ed.
de 1935 (trad. cast.: La cuestión de la vivienda, Barcelona, Gustavo Gili, 1975).
20. MARX, Karl El Capital, vol. 3 (op cit., págs. 876-886). Es por ello que yo
rechazo ahora el intento que realicé en un anterior trabajo de examinar las
cuestiones de distribución de manera distinta a los problemas de producción. Véase
HARVEY, D.: Social Justice and Spatial Systems, incluido en PEET, R.
(Ed.): Geographical Perspectives on American Poverty, Antipode Monographs in
Social Geography, n. 1, 1972, págs. 87-106.