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Los gatos y satanás

Hace tiempo una feliz pareja de casados decidió adoptar a un pequeño gato, ese pequeño animal
era muy cariñoso y afectuoso, trajo mayor felicidad a la pareja por un tiempo, hasta que un día
el marido encontró pelos en su cena, y se armó todo una pelea por este suceso, y no solo por
este suceso sino por muchos otros accidentes que ocurrían de manera inexplicable, el marido
empezó a creer que todo era culpa de su esposa, la cual lo tildaba de ociosa, descuidada, y otras
cosas que le llegaban al marido por rumores de los vecinos empeoraba la situación.

Cada día los problemas de esta familia empeoraban, el gato desaparecía cada cierto tiempo,
habían un poco de paz, la esposa empezó a sospechar que el gato tenía la culpa de todos sus
problemas, así que decidió seguir al gato y ver que hacía, un día vio como el gato subía a un
cerro, en el camino vio como el número de gatos aumentaba conforme avanzaban, finalmente
una cantidad enorme de gatos se reunieron, apareció envuelto en llamas satanás, este les daba
órdenes a los gatos para que lleven el caos a cada hogar en que vivían.

La esposa al ver esto decidió libarse del gato, lo atrapo en un saco, y lo arrojo al rio, con el tiempo
los problemas de la pareja desapareció.

Fin

Existía un curandero, a los que asistían mucha gente entre locales y visitantes, muchos creían
que sus habilidades provenían del poder que le daban algún cerro, pero a pocas personas les
importaba esto, un joven de unos 23 años decidió averiguar sobre el origen del poder de este
curandero, este lo acepto como su aprendiz, el joven creyó que el curandero había decidido
brindarle sus conocimientos, pero no era así, paso el tiempo el curandero solo le enseñaba cosas
sobre plantas y cosas así, pero no le enseñaban nada del poder que el curandero es decir cómo
hacer brujería y cosas parecidas, el joven ya no tenía paciencia, un día le reclamo y le exigió que
le enseñara el origen de su poder, el curandero acepto enseñarle.

El joven estaba emocionado con la idea de aprender sobre la brujería, el curandero lo llevo a
una caverna que al inicio era muy pequeña pero poco a poco se volvía mas grande, en al final de
la caverna había una especia de mesa de piedra, el curandero saco muchas cosas e hizo un ritual,
el joven no entendía el propósito de este ritual, pero confió en la palabra del curandero.

Al pasar el tiempo el joven empezó a enflacar, perdió el tiempo vitalidad, y murió. El curandero
lo había entregado la vida del joven en ese ritual, al cual lo llevo con engaños, y así conversaba
su poder, pero en uno de sus rituales la caverna se destruyó junto con el curandero.

Fin

Hace algún tiempo cuando la cuidad de Cajamarca no era tan poblada como ahora, existían
muchos puquios en ellos vivían duendes, estos duendes eran muy territoriales y no quería que
nadie se acercarán a los puquios, ya que la gente desaparecía si estos recogían el agua por la
noche, una joven recién llegada se le olvido recoger agua, el esposo de esta mujer no podía
soportar la sed y decidió ir por un poco de agua, la mujer intento impedírselo, pero este no
escucho estas advertencias.

El esposo se acercó a un puquio, observo a una bella mujer de unos veinte años en el puquio, el
esposo le pregunto qué hacía ahí, pero ella lo ignoro se quitó la ropa, y se metió al puquio el
esposo se quedó sin aliento al ver tanta belleza en su desnudez, hipnotizado por su belleza
ingreso al puquio siguiendo a esta bella mujer pero cuando más se metía no se percató de la
profundidad, no pudo nadar y murió, al día siguiente se encontró su cadáver, y con el tiempo los
puquios desaparecieron y los duendes también, o eso se cree.

Fin

Se dice que las almas recogen sus pasos antes de morir, este el caso de una señora un tanto
mayor. Hace algún tiempo en otoño cuando los vientos soplaban fuertemente, vivía una anciana
con mucha vitalidad, las personas más cercanas a ella decían que vivirá para siempre, una noche
la hija menor de esta anciana salió a recoger una encomienda que había enviado un familiar
desde la capital, en esa época aún no había un servicio de transporte estable así que la hija de
esta anciana se le hizo de noche, cuando estaba cerca de llegar a su casa, vio a su madre con un
chale blanco y brillante, cuando se acercó a ella desapareció de su vista, no lo tomo importancia
pensó que su madre salió por alguna cosa y ya regresara, cuando llegó a su casa la anciana estaba
dormida. La hija se quedó perpleja y supuso que confundió a la madre con alguien más.

A la mañana siguiente la hija salió temprano a ordeñar a las vacas cuando acabo oyó a su madre
llamarla, pero al buscarla con la mirada no la vio, llego a su casa, la anciana cocinaba el desayuno,
la hija le conto el hecho, la anciana solo sonrió y dijo que eran alucinaciones suyas.

Poco tiempo después la anciana cayó enferma y murió, se realizó su sepelio y entierro, a los
cinco días como era costumbre se hizo el cinco, dejando ofrendas en la casa, y ceniza para
observar si el espíritu de la anciana llegaba a la casa, al terminar con el cinco, la hija observo que
había dos tipos de huellas, una grande y una más pequeña, dijeron que la anciana llevaría a uno
de sus nietos, y un mes más tarde murió su nieta favorita de la anciana en un accidente.

Fin

En tradición en Cajamarca cuando alguien muere se debe lavar todo lo usado por el difunto para
así este descanse en paz, Ricardo era un abuelo muy querido por sus nietos e hijos, Ricardo cayó
enfermo y murió, tras el sepelio y muerte, se hizo el cinco, la familia cogió todas sus cosas para
poder lavarlas y hacer que su espíritu de Ricardo descanse en paz, pero su hijo Ernesto no creía
en esta costumbre y cuando le enviaron a verificar que nada se quedara, se topó con una camisa
del difunto, este escondió la camisa para ahorrarse el trabajo de lavarla, la escondió en un baúl
vacío, se encendieron unas velas sobre tejas para proteger que no se incendiara rodo, también
se dejó ceniza.

Se terminó el cinco cuando regresaron a la casa y verificaron las cenizas, se dieron con la
sorpresa que las velas ya no estaban ni la cera, ni rastro, Ricardo al ver esta situación, fue a sacar
la camisa del baúl y para su sorpresa ahí estaban las velas.

Fin

Yo era un recién llegado, no tenía trabajo, ni casa, ya estaba 3 meses en Cajamarca y mis ahorros
se estaban acabando, estaba desesperado y se lo comenté a un amigo este me dijo que me podía
conseguir un trabajo como vigilante de una casa de campo, pero me advirtió que nadie soporto
más de una semana cuidando esa casa, era tanta la desesperación que no tome en consideración
la advertencia, fui y hable con los dueños de la casa, ellos me contrataron, el primer día en la
casa que por cierto era bastante grande solo me pasee por los alrededores, vi un pequeño lago,
una señora que pasteaba sus ovejas me dijo que no fuera a ese lago solo, ya que parecía una
mujer desnuda que mataba a los hombres, pensé que eran creencias de la zona o una manera
de asustarme.
En la noche oí unos ruidos baja a ver de qué se trataban y me di con la sorpresa de una mujer
cantando en el lago desnuda por completo, me dio curiosidad, y fui a ver cuándo de la nada
alguien me cogió del hombro y me dijo que me calle, era una joven, al ver más detenidamente,
vi a varios cadáveres de hombres en el lago, la joven me llevo devuelta la casa, me fui a mi cama,
no pude dormir, ya en la mañana fui a ver al lago estaba tan claro, que me quede helado, y nadie
me dio razón de la joven que me detuvo, no volví a esa casa, le conté a varias personas esto
nadie me creyó, excepto un chico universitario que paso por lo mismo que yo, él me dijo que los
pobladores le dijeron que en ese lago murieron dos hermanas, una coqueta que embaucaba a
los hombres, y otra que cuidaba a los viajeros, ambas vivían en la casa que yo cuide que antes
era un hotel famoso.

Fin

Había una vez un señor llamado Teófilo que vivía en una cueva, pero tenía grandes lotes de
terrenos con sembríos de papas, hubo una época en la que se dio una gran sequía, pero esta no
afecto a los sembríos de Teófilo, Francisco otro agricultor tenía dos hijas una mayor llamada
María y la menor Rosa, Francisco ofreció la mano de Rosa a Teófilo a cambio de una porción de
la cosecha de este, Teófilo acepto y Rosa fue a vivir con este, paso el tiempo Rosa no soportaba
a Teófilo el cual no tomaba importancia su aseo personal, cansada de esta situación Rosa decide
bañarlo a la fuerza, y le tira un balde con agua fría, y con esta acto Teófilo se evaporo, Rosa
quedo en consternación, pero nadie le creyó su historia, los grandes lotes agrícolas se secaron
por la ausencia de Teófilo, y Rosa se suicidó al no poder vivir con el Recuerdo de Teófilo.

Fin

Yo sufría mucho de dolores a la cabeza, con el tiempo este dolor empeoro, no sabía qué hacer,
fui a médicos reconocidos, pero fue en vano no eran consistentes con lo que tenía, me daba
largas recetas que no me ayudaba, ya había gastado mucho dinero, perdí mi trabajo, mi mujer
me dejo, mi familia me dio la espalda. Tanta fue mi frustración que fui a una cantina de mala
muerte por aguardiente, era para lo único que me alcanzaba, ahí conocí a un curandero llamado
Sebastián, este después de varias copas conmigo me dijo me fuera a su casa, y me ayudaría.

No tenía que perder y fui a su casa, me leyó las cartas, y me dijo que me habían hecho
daño(referencia a brujería) un amigo celoso de mi éxito en la empresa en que trabajaba, me dijo
que el sabia donde estaba enterrado este maleficio, le pidió a su esposa un cuy grande, lo metió
en una bolsa y me llevo a un cerro, cogió al cuy, me hizo una limpia con este animalito, abrió el
cuy, me dijo casa síntoma que yo tenía, saco algo del cuy y lo arrojo, lejos, luego quito una rocas,
me dijo que viera lo que había ahí, eran cosas mías que se me habían perdido, como un reloj,
fotos mías, etc. Quería cogerlas pero Sebastián me pido que no lo hiciera, luego enterró el cuy,
me dio unas hierbas, en menos de una semana mis dolores desparecieron me llamaron de una
empresa para volver a trabajar, e incluso ganaba más dinero que antes, mi esposa regreso
conmigo, volví a mi antigua vida. Sebastián y yo nos volvimos buenos amigos.

Fin

Ya hace algún tiempo, un curandero falleció, este curandero poseía una mesa de limpia, que
consistía en espadas, copas, esferas, pequeñas figuras de diferentes tipos, piedras con variadas
formas, y una calavera de algún desdichado cadáver, está llamada mesa de limpia solo podía ser
usada por un curandero y si no era usada esta mesa haría el mal a las personas cercanas a esta
mesa, el hijo de este curandero decidió quedarse a vivir junto a la mesa sino un incrédulo no le
importaba la mesa de limpia, siempre vivaz este joven empezó a decaer y enfermo, la familia
dijo que debían deshacerse de mesa de limpia, sin que quede la maldición fueron a un curandero
para que se la venda este quería la mesa y la compro, pero sin la calavera, la familia pidió una
recomendación para deshacerse de esta, les dijo que la metieran en una bolsa negra con mucha
azúcar y lo arrojarán lejos, para así deje en paz al hijo del curandero, y lo hicieron así, con el
tiempo el hijo recupero la vitalidad, que le había quitado esa mesa de limpia.

Fin

En la época pre inca existía una pequeña ciudadela, que adoraba el espíritu de un cerro cuya
altura llegabas más allá de los cielos, esta comunidad vivía en paz, el sacerdote de este lugar
ofrecía cada cierto tiempo en un sacrificio de algún animal para que este les proteja, era paz y
tranquilidad. Hasta que el ejército inca llego a esta ciudadela, este pueblo fue conquistado.

Los nuevos sacerdotes del lugar dejaron de rendir tributos al espíritu del cerro, este les dio una
advertencia haciendo temblar la tierra, cayeron rocas gigantescas de este cerro, pero los
sacerdotes no hicieron caso, el espíritu de este cerro se enfadó aún más cuando, los sacerdotes
empezaron a rendir más tributos a otras deidades.

El espíritu del cerro, decidió acabar con esta ciudadela, hizo temblar la tierra se desmorono por
completo cubriendo y enterrado por completo la ciudadela, el espíritu con esto también
desapareció.

Fin

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