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Élder Joseph el Hesychast sobre Paciencia y resistencia

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Cuarenta carta
Dios siempre ayuda. Él siempre llega a tiempo, pero la paciencia es necesaria.

Ven, mi buena y querida hermana. Ven y consolaré tu dolor una vez más. Ven y
bendeciremos a Dios con la dulce voz de nuestro corazón, entonada por nuestra boca, y
resonando en nuestro nous , diciendo: "Bendito sea el Señor, alma mía, y que todo lo que
está dentro de mí bendiga Su santo nombre". [1]

¿Ves cuánto nos ama el Señor? ¿Ves cuán afortunados somos los ingratos por todo lo que
Su bondad nos da todos los días? Pero el tiempo de la verdadera cosecha todavía nos
espera: ese bendito momento en el que dejaremos todo aquí y nos iremos a la otra patria,
el verdadero, la vida bendita, la alegría cierta, para que cada uno de nosotros reciba la
porción que el munificente y dulce Jesús se lo dará.

¡Oh, alegría! ¡Oh gratitud! ¡Oh amor del Padre celestial! ¡Él nos limpia de toda impureza,
nos honra, nos enriquece, otorga Sus riquezas! Allí, mi hermana de oro, no hay personas
astutas que nos maltraten. La envidia y los celos habrán desaparecido. No hay pasiones
allí en absoluto; aquellos que los tienen se han quedado del otro lado del puente. Porque
un gran abismo se arregla aquí y allá. [2]

Pero, oh dulce amor de Cristo, ¿qué bien has visto en nosotros que nos has guiado por Tu
camino divino?

Así que regocíjate y exulta, mi querida hermana. Gracias y glorificar a Dios, y he aquí, el
tiempo se acerca. Pronto llegará el momento de que escuchemos la bendita voz: "Ven a
mí". [3] Y tan pronto como estos ojos corporales se cierren, se abrirán los ojos noéticos del
alma. Entonces, como si estuviéramos dormidos, despertaríamos a la otra vida. Entonces
verás a padres, hermanos, parientes. Entonces verán ángeles, santos y la bendita Madre
de todos, la Virgen Virgen Theotokos, a quienes todos invocamos en todo momento y a
quienes, después de Dios, le debemos todo. Entonces, ¿con quién hablaremos primero,

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quién nos besará primero, a quién debemos besar? Con toda pureza, con toda modestia,
con toda santidad. Entonces, ¿quién, esperando tales bendiciones, no soportaría todas las
penas aquí de esta vida presente?

Por lo tanto, mi buena hermana amada, haz una revisión de tu vida. Examina de qué
manera has pasado tu vida. Recuerda los innumerables beneficios de nuestro Salvador
Jesucristo y su Madre más dulce, y ten paciencia con las tentaciones que vienen.

Dios siempre ayuda. Él siempre llega a tiempo, pero la paciencia es necesaria. Él nos
escucha de inmediato cuando clamamos a Él, pero no de acuerdo con nuestra propia
forma de pensar.

Piensas que tu voz no llegó inmediatamente a los santos, a nuestro Panagia y a Cristo. Por
el contrario, incluso antes de gritar, los santos corrieron en tu ayuda, sabiendo que los
visitarías y buscarías la protección que Dios les había dado. Sin embargo, dado que no ves
más allá de lo que es aparente y no sabes cómo gobierna Dios el mundo, quieres que tu
pedido se cumpla como un rayo. Pero así no son las cosas. El Señor quiere paciencia. Él
quiere que demuestres tu fe. No puedes simplemente orar como un loro. También es
necesario trabajar para lo que uno reza, y luego aprender a esperar. Ves que finalmente
sucedió lo que anhelaste en el pasado. Sin embargo, fuiste herido porque no tuviste
paciencia para esperar, en cuyo caso hubieras ganado tanto el uno como el otro: tanto el
temporal como el eterno.

Ahora te enojas, te duele el corazón y te afliges, pensando que el Padre celestial tarda en
responder. Pero te digo que esto también sucederá como lo desees, definitivamente
sucederá, pero primero se requiere oración con toda tu alma, y ​entonces debes esperar. Y
cuando haya olvidado su pedido y haya dejado de pedirlo, le llegará como recompensa por
su paciencia y resistencia. Cuando llega al borde de la desesperación mientras ora y
busca, entonces el cumplimiento de su pedido está cerca. Cristo quiere sanar alguna
pasión oculta dentro de ti, y es por eso que Él se demora en dar tu pedido. Si lo obtienes
antes, cuando lo exiges, tu pasión permanece sin curar dentro de ti. Si espera, obtiene su
solicitud y la cura de la pasión.

Entonces, no tiene sentido perder el corazón, enojarse, quejarse. Debes cerrar la boca.
Que nadie perciba que estás perturbado. No hierva con ira, como si fuera a sacarlo de su
sistema, sino más bien manténgase en calma. Quema al diablo a través de la paciencia y
la paciencia.

El Señor, que destruye a todos los que hablan mentiras, es mi testigo de que me he
beneficiado enormemente con el consejo que te doy. Las tentaciones que tuve fueron lo
suficientemente fuertes como para hacerte pensar que tu alma se iría debido al dolor,
como si se tratara de un horno en llamas. Sin embargo, una vez que termina el juicio, llega
tanto consuelo que te sientes como si estuvieras en el paraíso sin un cuerpo. Entonces
Cristo te ama, nuestra Panagia te ama, los santos te alaban y los ángeles te admiran.

¿Ves cuántas cosas buenas causan las tentaciones y las aflicciones? Entonces, si también
quieres ver, probar el amor de Cristo, soportar lo que sea que te sobrevenga, no lo que
quieras, sino lo que sea que el Señor quiera ponerte a prueba. Lo que protegemos
voluntariamente no es absolutamente nada en comparación con las pruebas que el Señor
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nos envía contra nuestra voluntad. El diablo hostil nos pelea hueso contra hueso y sangre
contra sangre, todo lo que Dios permite. Él pelea tanto, que se derrite y fluye como la cera
ante el fuego. [4] Pero cuando la prueba pasa, estás totalmente lleno de alegría. Estás
rodeado de una luz extraordinaria y ves misterios que la lengua humana no puede
pronunciar. Y de ahora en adelante tienes sed de más tentaciones, cuando volverán, ya
que ya has aprendido cuán saludables son.

Este es verdaderamente el camino, mi hermana, y el que te escribe es testigo de la verdad


a partir de su propia experiencia. Así que sé valiente y fuerte en el Señor, soportando lo
que sea que venga a ti, esperando, junto con el dolor, la paz y la gracia de Dios. Sé fuerte
y da coraje a tu alma, teniendo en cuenta que los cojos y los mutilados no entran en estas
cosas buenas. Cristo permite las tentaciones para que podamos ser purificados de
nuestras predisposiciones. Las tentaciones son como el jabón y un mazo que nos golpea y
blanquea. Todas las ropas que son firmes son útiles para el Novio. Pero aquellos que no
soportan el mazo son rasgados y arrojados a la basura.

Por lo tanto, permítannos ejercer un poco aquí, porque el tiempo se acerca. Guarda las
cartas que te envío, para que las tengas cuando las aflicciones te molesten, porque me
parece que pronto te dejaré. Cuanto más pasa el tiempo, más grave me vuelvo. Soy como
un paralítico ahora.

Posdata: No tengo tiempo para escribirle sobre el milagro que el Señor me mostró para
corregir un error que estaba cometiendo por ignorancia, como usted sabe. Entonces, ¿ves
la gran bondad de nuestro Señor? ¿Ves que incluso hace milagros cuando su divina
providencia lo considera adecuado? Muchas veces una persona es engañada por
ignorancia o porque otros lo engañan. Pero cuando tiene un alma recta y buenas
intenciones, el Señor no lo abandona, sino que le traerá la iluminación de varias maneras.
Esto me hace sentir como suciedad, cenizas y un gusano de la tierra.

De verdad, grande es la misericordia del Señor. El salmista tiene razón al decir: "No según
nuestros pecados nos ha tratado, ni según nuestras iniquidades nos ha recompensado".
[5]

Entonces, ¿por qué no deberías agradecer a Dios? ¿Por qué deberías refunfuñar? Si
tuviera que escribirle las tentaciones que sufro, no podría soportarlo. Sin embargo, la
gracia de Cristo y nuestra Panagia los disipa a todos. Ten paciencia, porque Theotokos, la
Reina y la Dama de todos, no nos abandonan. Ella ora por nosotros

Notas al final
1. Ps. 102:1
2. cf. Lk. 16:26
3. monte 11:28
4. Ps. 67:2
5. Ps. 102:9

Quincuagésima carta

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¿Quién sabe, hijo mío, los juicios de Dios?

¿Quién sabe, hijo mío, los juicios de Dios? Todo le es conocido. Él ve todo y nada escapa
a su aviso, pero nadie conoce su voluntad. Las obras de Satanás no son nada junto al
poder de Dios. Entonces, cuando el Señor nos prueba como Él sabe mejor, debemos
mostrar nuestra paciencia y agradecimiento.

Ahora bien, hija mía, si su voluntad divina está de acuerdo con nuestro deseo, ciertamente
te recuperarás. Pero si Él prevé algo que nosotros no sabemos, ya que como Dios Él ve y
juzga de manera diferente desde arriba, entonces no te pondrás bien. Sin embargo, no
perdemos nuestra recompensa: está almacenada en Su reino. Así que sé paciente y
lucha.

Hace poco, en la víspera de Santa Catalina, tuve una gran lucha con Satanás por causa
tuya. Una pelea visible. Me preguntaba si tal vez te habías puesto bien. Estaba furioso,
gritando. Estuve toda la noche rezando por usted y todo el día, para que Dios pudiera
mostrar misericordia. Finalmente se fue y no regresó. Entonces dime cómo estás, cómo te
llevas bien. ¿Satanás te está molestando? Tener paciencia.

Es de esta manera que debes orar: "Yo, mi querido Dios, quiero que me hagas sentir bien
para que pueda bendecirte y glorificarte. Pero, por otro lado, si sabes de manera diferente
lo que es rentable para la salvación de mi alma, hágase tu voluntad ".

El Dios bueno, mi buen hijo, no hace nada que no sea en beneficio de nuestra alma. Ya
sea una enfermedad o una tentación, lo que sea que Él nos de a nosotros, lo hace para
nuestro beneficio. Muchas veces nos quejamos, nos indignamos y hacemos muchas cosas
malas. Mientras que Él, por Su gran amor, solo tiene en mente el mejor interés de nuestra
alma. Porque Él sabe que estamos aquí temporalmente y que todo pronto pasará. Cuando
este exilio nuestro finalice y se abran los ojos verdaderos de nuestra alma, le
agradeceremos agradecidamente por todo.

Entonces, mi buen hijo, siempre ten paciencia. Se me informó que Dios te dio este juicio
por tu bondad. Pero cuando quiera, puede quitárselo.

Cuando vi a tus padres, les dije que fueran con su padre espiritual; confesar todo lo que
nunca han confesado, decir todo claramente, recordar cualquier cosa pecaminosa que
hayan olvidado desde la infancia. Porque sin una confesión franca, tampoco se les ayuda,
ni van al paraíso. En la confesión, su padre debe contar sobre el juramento, su madre debe
hablar sobre la carga que carga desde los primeros años de su matrimonio, y del mismo
modo, todos sus hermanos deben confesar todo. Todos en la casa deben hacer una
confesión general para ser purificados, sin carga, y para convertirse en hijos de la vida
eterna.

Y tú, hija mía, escríbeme sobre lo que te suceda y no tengas miedo del tentador. Solo di la
oración sin cesar. Él, mi querido hijo, ¿es el tentador? ¿El diablo? Y solo la oración lo
quema, y ​el ayuno le destroza los nervios; lo pone nervioso.

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Entonces, ten paciencia infinita y agradecimiento; reza y ayuna intensamente, y que Dios
lo destruya. Estoy rezando por su salud, por su felicidad, así como por sus padres y
hermanos. Déjelos tener cuidado; deja que se esfuercen; deja que ellos cuiden de su
salvación.

Carta quincuagésima cuarta


Vivir en el desierto tiene sus propias luchas, mientras que vivir en el mundo tiene muchos
otros tipos diferentes de luchas.

Usted mismo sabe por experiencia que donde quiera que estemos, hijo mío, necesitamos
mucha paciencia. Vivir en el desierto tiene sus propias luchas, mientras que vivir en el
mundo tiene muchos otros tipos diferentes de luchas. Entonces sé valiente Y ya que has
elegido esta carga, soporta con temor a Dios.

Y créeme, hija mía, reuniré por la fuerza mi fortaleza, debilitada y abatida, para suplicar a
Dios que no sufras ningún daño por las estúpidas conspiraciones de los enemigos de
nuestra fe. Sin embargo, si está escrito desde arriba, sufrirás un poco de prueba en
beneficio de tu alma; rogaré a Dios que te conceda paciencia y valentía de alma.

No temas. Los masones están diseñando muchos planes y desean muchas cosas, pero
solo si el Señor de todos se lo permite. Sin Su voluntad, como Él dijo, ni un pelo ni una
hoja se caen. [1] Él dispersará sus consejos. [2] Por el momento, esto es suficiente para
nosotros. En cuanto a más tarde, deja que Dios, quien nos mantiene con vida, se ocupe de
ello.

Sus esfuerzos deben comenzar con Dios y terminar con Dios, y no teman las tentaciones
que vienen. Porque, por la gracia de Cristo, se disipan como el humo.

En cuanto a esa tentación tuya que mencionaste, creo que esta es la verdad: para que ese
demonio te moleste, parece que algo bueno está sucediendo que le molesta. Pero también
ganas mucho cuando te tienten. Además de la recompensa por la paciencia, te practicas y
aprendes sobre las personas. Si una piedra no golpea contra otra piedra, no se produce
chispa. Un hombre no probado es completamente inútil.

Aprendiste mucho cuando estuviste aquí, y ahora estás aprendiendo mucho allí. Pero sé
prudente a partir de ahora y camina con cuidado "entendiendo cuál es la voluntad del
Señor, porque los días son malos". [3] Aprende a redimir el tiempo [4] y las circunstancias.

La tentación que tienes ahora pasará, pero vendrá otra, porque el enemigo nunca
descansa. ¿No viste lo que le dijo a Dios cuando le preguntó por Job? [5] Es lo mismo para
todos nosotros. La tentación viene de acuerdo con la estatura de uno. Y debes aguantar
para salir victorioso. Cristo, que establece el concurso, permite las tentaciones por esta
razón: para que podamos obtener victorias contra el enemigo, ser purgados de las
pasiones y perfeccionados.

Entonces, lucha y sé paciente. No te fatigues No vuelvas atrás. Cuando vea que está
agotado, haga un viaje hasta aquí y descanse. Recuperarás tu fuerza y ​luego regresarás
nuevamente para luchar. La lucha dura toda la vida, y el tentador, donde sea que estés,
donde sea que vayas, está a tu lado.
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Pensaste que al partir de aquí la presión de la guerra espiritual cesaría. Pero ahora te das
cuenta completamente de que no hay tal cosa como un lugar sin tentación. Una persona
necesita ganar en el lugar donde se está luchando, como traer tristeza y vergüenza al
diablo, y gozo y gloria a Dios.

Notas al final
1. cf. Mt. 10: 29-30
2. cf. PD. 32:10
3. Eph. 5: 16-17
4. cf. Eph. 5:16
5. a. Job 1: 6-12

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En cuanto a su condición nerviosa, ¿la ira que usted mencionó? Diga la oración
constantemente. De esta manera, la gracia calmará tus nervios. Y no te aflijas, porque el
mundo entero sufre de tales cosas ...

Cuando dices: "Todos los demás están felices. ¿Por qué somos nosotros los tristes?", Esto
muestra que tu vida es agradable a Dios. Porque el Señor envía aflicciones solo cuando
una persona hace la voluntad de Dios. Porque las aflicciones son una gracia y un regalo
del Señor. Entonces estás inadvertidamente confesando que eres un hijo elegido de Dios.
"Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo". * Así que
ten valor, o más bien regocíjate, porque el Señor te ama mucho. No estés triste nunca
más.

* Heb. 12: 6.

De la Sabiduría monástica: Las cartas del élder José el Hesychast (Florencia, AZ:
Monasterio ortodoxo griego de San Antonio , 1998), pp. 213-216, 246-248, 257-259, 298-
299. Publicado el 21/8/2005.

+++

Nota para webmasters : consulte también los siguientes pasajes de las Escrituras, así
como las citas de dos santos padres de los tiempos modernos:

"Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones: sabiendo que la
tribulación produce paciencia, y paciencia, experiencia y experiencia, esperanza".
(Romanos 5: 3-4)
"Mis hermanos, cuenten todo el gozo cuando caigan en diversas tentaciones,
sabiendo esto, que el probar su fe produce paciencia. Pero dejen que la paciencia
tenga su trabajo perfecto, para que sean perfectos y completos, sin desear nada".
(Santiago 1: 2-4)
"No tengas cuidado en nada, sino en todo, en oración y súplica con acción de
gracias, haced conocer tus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo
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Jesús". (Filipenses 4: 6-7)
"Orad sin cesar. Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios en Cristo
Jesús para con vosotros". (1 Tesalonicenses 5: 17-18)
"Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo Si
soportáis (experiencia) la disciplina, Dios os trata como a hijos;. Porque ¿qué hijo es
aquel a quien el padre no disciplina?" (Hebreos 12: 7)
"¡Esfuérzate por la resistencia del paciente! No te debilites. Cada hora agradece a
Dios por todos. Y cuidará de que lo bueno venga de tu actitud correcta". (San
Macario de Optina)
"¡Sé paciente! ¡Todos pasarán! ¡Que el Buen Señor te conceda paciencia! Recuerda
que la paciencia se hornea a la medianoche (oración) y se come durante el día. Si
no rezaste a la medianoche, no serás paciente durante el día Los Santos Apóstoles
no pudieron mantener una vigilia junto con el Salvador Jesucristo en el Jardín de
Getsemaní, y es por eso que no tenían el poder Divino para resistir las tentaciones
del día siguiente. ¡Un poco de paciencia! almas (Lucas 21:19) ... Siendo de mente
humilde, orando y teniendo discernimiento, un hombre se acerca a Dios con alegría
espiritual. Por lo tanto, tendrá muchas tentaciones, especialmente para ser humillado
". (Elder Dionysios de Kolitsou Skete, de The Orthodox Word [Vol. 41, No. 1 (240),
pp. 14-15])

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