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ARTÍCULOS Y NOTAS

Clasificaciones de la OMS sobre discapacidad


Carlos Egea García y Alicia Sarabia Sánchez (*)

«Puesto que la experiencia de la discapaci- El universalismo no significa necesariamente


dad es única para cada individuo, no sólo por- que las deficiencias siempre y en cualquier socie-
que la manifestación concreta de la enferme- dad conducirán a una limitación de la actividad o
dad, desorden o lesión es única, sino porque restricción de la participación. Puede no ser posi-
esa condición de salud estará influida por una ble, antropológicamente, generalizar desde una
compleja combinación de factores (desde las deficiencia física a una única identidad social.
diferencias personales de experiencias, antece- La ciencia, la burocracia y la religión han
dentes y bases emocionales, construcciones psi- jugado un importante papel en la construcción
cológicas e intelectuales, hasta el contexto físi- de la discapacidad: como un yo roto, imperfec-
co, social y cultural en el que la persona vive), to o incompleto, como un caso en el que es pre-
ello da pie para sugerir la imposibilidad de cre- ciso intervenir y como objeto de lástima y cari-
ar un lenguaje transcultural común para las tres dad. Ello ha conducido a reclamar un concepto
dimensiones de la discapacidad. Y ello también del yo más integrado, basado no sólo en una
porque no sólo las experiencias individuales de visión del mundo empírica, mecanizada y buro-
discapacidad son únicas, sino porque las per- crática, sino sobre una visión del yo y de la
cepciones y actitudes hacia la discapacidad son sociedad integrada, interpretable y holística. De
muy relativas, ya que están sujetas a interpreta- esta forma, puede ser posible una compresión
ciones culturales que dependen de valores, más universal de la discapacidad. Al mismo
contexto, lugar y tiempo sociohistórico, así tiempo, cuando vemos el aspecto de las actitu-
como de la perspectiva del estatus social del des sociales hacia la discapacidad y las perso-
observador. La discapacidad y su construcción nas con discapacidad, incluyendo el modo en
social varían de una sociedad a otra y de una a que la gente informa sobre la discapacidad y su
otra época, y van evolucionando con el tiempo. severidad, nos encontramos con lo que parece
Las Clasificaciones de la OMS se basan en el ser una enorme variación según las culturas.
principio de que la discapacidad es un rango de Algunos estudios parecen estar en contra de
aplicación universal de los seres humanos y no la posibilidad de una clasificación de la disca-
un identificador único de un grupo social. El pacidad universal y transcultural, tal y como
principio del universalismo implica que los seres pretenden ser las Clasificaciones de la OMS.
humanos tienen de hecho o en potencia alguna Algunos autores argumentan que la suposición
limitación en su funcionamiento corporal, per- de que son posibles definiciones y clasificacio-
sonal o social asociado a una condición de nes universales de la discapacidad es en sí mis-
ma un punto de vista cultural determinado, aso-
salud. De hecho, hay un continuo de niveles y
ciado con las sociedades norteamericana y
grados de funcionalidad. La discapacidad, en
europea, con una fuerte vinculación a las cien-
todas sus dimensiones, es siempre relativa a las
cias biomédicas universalistas, por un lado, y a
expectativas colocadas sobre el funcionamiento
las concepciones individualistas de la personali-
de las personas (qué se espera o no que hagan).
dad, por otro. Hay evidencias antropológicas y
Una clara consecuencia del universalismo es
de la sociología médica de que las creencias
que, subyaciendo a la diversidad de manifesta- culturales afectan a cómo los profesionales de
ciones de la discapacidad, tiene que haber un la salud y las personas con discapacidad inter-
conjunto de estados funcionales que son sus- pretan la salud, la enfermedad y la discapaci-
ceptibles de identificar científicamente. Este dad. Las creencias culturales hacen a la gente
grupo conjunto, subyacente, es el que trata de aprender caminos aceptados de estar enfermo,
mostrar la OMS en estas Clasificaciones. influyen en la atribución de etiologías a la enfer-
medad o la discapacidad y determinan las
(*) Carlos Egea García, Pedagogo. Alicia Sarabia Sán- expectativas respecto al tratamiento y los profe-
chez, Trabajadora Social (carlosyalicia@ono.com) sionales de la salud. Por lo tanto, los profesio-

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nales de la salud necesitan ser conscientes de Etiología → Patología → Manifestación


las diferencias culturales que pueden afectar a
los resultados del tratamiento.
La pregunta es ¿cómo identificar los aspectos Así, la OMS propone con la CIDDM un
comunes sin perder de vista las diferencias cul- esquema nuevo:
turales y lingüísticas, integrándolas en el desa-
rrollo de los instrumentos?» (1). Enfermedad → Deficiciencia → Discapacidad → Minusvalía
Sirva el párrafo anterior para introducir el dile-
ma de la necesidad de una clasificación interna-
cional que nos sirva a todos y en todos los luga-
res para compartir y comparar la información Conceptos y terminología de la CIDDM
sobre la discapacidad. Esta pretensión se encuen-
tra detrás de cada estudio epidemiológico, socio- En este nuevo esquema ha de entenderse
lógico o estadístico que sobre la discapacidad se que:
realiza. A ello ha tratado de dar respuesta la
Organización Mundial de la Salud (OMS) con sus • La enfermedad es una situación intrínseca
Clasificaciones, que analizamos en este artículo. que abarca cualquier tipo de enfermedad,
La Organización Mundial de la Salud cuenta trastorno o accidente. La enfermedad está
entre sus grupos de trabajo con uno dedicado a la clasificada por la OMS en su Clasificación
«Clasificación, evaluación, encuestas y terminolo- Internacional de Enfermedades y Proble-
gía» aplicables al campo de la salud. En el marco mas de Salud Relacionados (CIE).
de las actividades de este grupo se ha gestado la • La deficiencia es la exteriorización directa
revisión de la Clasificación Internacional de Defi- de las consecuencias de la enfermedad y
ciencias, Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) se manifiesta tanto en los órganos del
publicada por la OMS, para ensayo, en 1980. cuerpo como en sus funciones (incluidas
Para encuadrar la perspectiva actual que sobre las psicológicas).
el campo de la discapacidad y su relación con la • La discapacidad es la objetivación de la
salud tiene este Organismo internacional, vamos a deficiencia en el sujeto y con una reper-
hacer un breve repaso a los conceptos y termino- cusión directa en su capacidad de realizar
logía empleados en la primera versión de la citada actividades en los términos considerados
Clasificación. Además, haremos un somero relato normales para cualquier sujeto de sus
de los acontecimientos acaecidos durante su perio- características (edad, género,...).
do de implantación y revisión. Mostraremos un • La minusvalía es la socialización de la
particular interés en los relacionados con España. problemática causada en un sujeto por las
consecuencias de una enfermedad, mani-
festada a través de la deficiencia y/o la
La CIDDM de 1980 discapacidad, y que afecta al desempeño
del rol social que le es propio.
El objetivo planteado en la versión de 1980
de la CIDDM (2) se centra en traspasar las barre- Cada uno de los tres ámbitos de las conse-
ras de la enfermedad, entendida en su concep- cuencias de la enfermedad, que antes hemos
ción clásica. Se trata de ir más allá del proceso descrito, fue definido de forma operativa
mismo de la enfermedad y clasificar las conse- por parte de la OMS en la CIDDM. Así pues,
cuencias que ésta deja en el individuo tanto en siempre dentro de la «experiencia de la
su propio cuerpo, como en su persona y en su salud»:
relación con la sociedad. De este modo, se va
más allá del esquema de la enfermedad como: • Una deficiencia es toda pérdida o anor-
malidad de una estructura o función psi-
1
Todo el párrafo entrecomillado y en letra cursiva está cológica, fisiológica o anatómica.
extraído, traducido y adaptado por los autores, de las pági- • Una discapacidad es toda restricción o
nas 8 y siguientes del libro editado por Üstün, T.B. et alt., ausencia (debida a una deficiencia) de la
Disability and Culture: Universalism and Diversity, publi- capacidad de realizar una actividad en la
cado por la Organización Mundial de la Salud y Hogrefe forma o dentro del margen que se consi-
& Huber Publishers. 2001.
2
Utilizamos, como texto de referencia, la edición de dera normal para un ser humano.
1997 del libro Clasificación Internacional de Deficiencias • Una minusvalía es una situación desven-
Discapacidades y Minusvalías editado por el IMSERSO. tajosa para un individuo determinado,

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consecuencia de una deficiencia o una En esa trayectoria han ido quedando obsole-
discapacidad, que limita o impide el des- tos términos que surgieron desde el mundo de
empeño de un rol que es normal en su la ciencia (idiota, imbécil, cretino, subnormal,
caso (en función de su edad, sexo o facto- etc.). La incorrecta utilización de los mismos, su
res sociales y culturales). vulgarización y el desencuentro conceptual
entre las personas que los manejaban, han obli-
La relación causal entre dichos niveles de las gado a ir cambiando cíclicamente la terminolo-
consecuencias de la enfermedad es evidente en gía aplicada a quienes padecían menoscabo.
las propias definiciones de los mismos. Una A esta realidad no fue ajena la propia
deficiencia puede producir una discapacidad y CIDDM, que tuvo que consensuar, en los años
la minusvalía puede ser causada por cualquiera 1975-76, como paso previo a la elaboración de
de las dos anteriores. Dicha causalidad y linea- la Clasificación, un marco de referencia concep-
lidad en el planteamiento de la CIDDM ha sido tual. Así mismo, durante los años subsiguientes a
uno de los extremos más criticados de la mis- la aprobación de la Clasificación, la OMS tuvo
ma. Así, se ha planteado la posibilidad de que que llegar a un acuerdo sobre la utilización de
existieran minusvalías derivadas directamente los términos más importantes con una serie de
de una enfermedad, que no causando deficien- organizaciones internacionales. Pese a todo ello,
cia (pérdida o anomalía), ni produciendo una no se ha podido evitar el uso de términos y con-
discapacidad (restricción o ausencia de capaci- ceptos promulgados por la OMS como sinóni-
dad), pudiera producir una minusvalía (un niño mos, no sólo en la lengua común sino, incluso,
portador de VIH que se encuentra en situación en mucha de la literatura especializada.
desventajosa en actos sociales donde no puede Podríamos decir que dos eran las pretensio-
participar en igualdad de condiciones). En sen- nes básicas en el campo de la terminología
tido inverso, también se puede plantear la aplicada a la discapacidad:
situación de que determinadas minusvalías (por
ejemplo, la situación de desventaja social que 1. La intención de evitar la sustantivación de
tiene una persona con ciertos trastornos menta- situaciones adjetivas. Se trataba de mos-
les) puedan llegar a causar discapacidades trar al individuo antes como persona que
(como sería el caso de la limitación en su capa- como sujeto de una determinada situa-
cidad para desarrollar un trabajo remunerado ción limitante. La manera de lograrlo era
motivado por la prolongada situación de ostra- anteponer siempre el «persona con...»,
cismo a la que se ha sometido al individuo). haciendo de esta manera más relevante la
integridad individual que la situación
adjetiva (por descriptiva) de una circuns-
Términos en positivo tancia personal concreta.
2. Por otro lado, se trataba de evitar la dis-
Desde las visiones animistas de la discapa- tinta interpretación que sobre los diferen-
cidad (la discapacidad era un castigo divino o tes marcos de las consecuencias de la
la persona con discapacidad estaba endemo- enfermedad tenga cada persona, según la
niada) hasta la actual perspectiva que se vive perspectiva que uno tenga de las mismas.
en los países de nuestro entorno de considerar- Así, a las cualidades de la deficiencia se
la dentro de los conceptos de salud, han pasa- les asigna un adjetivo derivado de un sus-
do años y un duro devenir con continuas tantivo (en el texto de la traducción del
reconducciones hacia lo que debería ser una IMSERSO aparece como ejemplo: defi-
visión «neutra» o, mejor aún, «positiva» de los ciencia del órgano de la visión), mientras
conceptos utilizados en el campo de la disca- que para las discapacidades se recomien-
pacidad (3). da la utilización de una palabra de origen
verbal (como ejemplo en el texto citado
aparece: discapacidad para ver). En el
3
Para ampliar información sobre los paradigmas de caso de las minusvalías, la cualidad vuel-
la discapacidad, recomendamos la lectura de las prime- ve a ser designada por un adjetivo deriva-
ras páginas del libro de Ramón Puig de la Bellacasa La do de un sustantivo (el ejemplo en el tex-
discapacidad y la rehabilitación en Juan Luis Vives.
Homo homini par, editado por el Real Patronato de Pre-
to editado por el IMSERSO es: minusvalía
vención y de Atención a Personas con Minusvalía dentro para la orientación), pero en este caso el
de su Colección Documentos con el número 37/93. sustantivo hace referencia a un rol de
Madrid, 1993. supervivencia y nunca a un órgano o su

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función (4). Aunque no se consiguió una 1986. El Instituto Nacional de Estadística (INE)
coherencia total en este sentido, sí quedó de España realiza una encuesta de ámbito
clara la voluntad de lograrlo. nacional sobre Discapacidades, Deficiencias
y Minusvalías, tomando como base los con-
Pese al indudable empeño puesto por la ceptos y terminología empleados por la OMS
OMS en la CIDDM para que los términos de la en la CIDDM. Se trata del trabajo de campo
misma fueran positivos, han sido muchas las de más amplio espectro realizado en todo el
voces que se han alzado en contra de una Cla- mundo hasta este momento.
sificación (5) que enumeraba las situaciones 1987. Se establece la red de centros colabora-
limitantes, restrictivas y de desventaja. Esta dores de la OMS en materia de aplicación y
perspectiva condujo a una nueva revisión de la desarrollo de la CIDDM (ninguno de estos
terminología empleada. centros se ubica en un país de habla hispa-
na). También este año, el Consejo de Europa
crea un Comité de Expertos para la aplica-
El proceso de revisión ción de la CIDDM.
1989. El Consejo de Europa publica un docu-
Sin tratar de ser exhaustivos, exponemos a mento sobre la utilización de la CIDDM.
continuación los hitos principales del largo 1991. La Dra. Jesusa Pertejo, al frente del equi-
proceso de revisión que han conducido a la po RACIM (Revisión y Actualización de la
aparición de una nueva Clasificación dentro de Clasificación Internacional de Minusvalías),
la familia de clasificaciones de la OMS (6). por encargo del Real Patronato, realiza un
estudio sobre la aplicación de la CIDDM en
1976. La Organización Mundial de la Salud España y los países de habla hispana.
aprueba, para ensayo, la Clasificación Inter- 1992. En la reunión anual sobre CIDDM cele-
nacional de Deficiencias, Discapacidades y brada en Zoetermeer (Holanda), se revisan
Minusvalías, como «manual de las conse- algunos ítem de la Clasificación y se redacta
cuencias de la enfermedad». una nueva introducción. Se acuerda impul-
1980. Se publica la versión oficial, en inglés, de sar el proceso de revisión, asignando respon-
la CIDDM. sabilidades a los distintos centros colabora-
1983. El, entonces, Instituto Nacional de Servi- dores. En España, este año, el Real Patronato
cios Sociales (INSERSO) publica la versión redacta y hace llegar a los órganos pertinen-
en castellano de la CIDDM, que merece la tes de la OMS una «nota de situación y pro-
aprobación por la OMS como versión oficial puesta sobre la CIDDM», elaborada por un
en nuestro idioma. Este mismo año, Nacio- grupo de expertos de habla hispana.
nes Unidas publica su Programa de Acción 1993. En la reunión anual sobre CIDDM cele-
Mundial para Personas con Discapacidad, brada Washington, se programa el proceso
cuya terminología en la versión en castella- de revisión y se distribuyen tareas y respon-
no no coincide con la propuesta por el sabilidades entre los centros colaboradores.
INSERSO en la traducción de la CIDDM (en La OMS publica una reimpresión de la
1988 el, entonces, Real Patronato de Pre- CIDDM donde desaparece la mención «para
vención y de Atención a Personas con ensayo» y añade un nuevo prólogo, donde se
Minusvalía publicará una traducción armo- reconocen las aportaciones realizadas desde
nizada). España por el Real Patronato. Este mismo
año, las Naciones Unidas publican las Nor-
mas Uniformes sobre la Igualdad de Oportu-
4
OMS. Clasificación Internacional de Deficiencias, nidades de las Personas con Discapacidad,
Discapacidades y Minusvalías. IMSERSO. Madrid, 1997, en las que vuelve a apreciarse un incorrecto
pág. 71.
5
Una referencia a las críticas más destacadas se pue-
uso del término aplicado en lengua hispana
de encontrar en Üstün, T.B. et alt., Op. cit., pp. 6 y ss. para la «deficiencia», según la versión en
6
Un relato más exhaustivo de los hitos y hechos fun- castellano de la CIDDM.
damentales de este proceso de revisión se puede encon- 1996. Aparece el borrador «alfa» de la nueva
trar en la publicación de Egea García, C. y Sarabia Sán- versión de la CIDDM, que utilizará, de
chez, A. Experiencias de aplicación en España de la momento, las siglas CIDDM-2, por razones
Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacida-
des y Minusvalías, publicado por el Real Patronato sobre históricas (no se conoce traducción al caste-
Discapacidad dentro de su Colección Documentos con llano de este documento). El Consejo de
el número 58/2001. Madrid, 2001. Europa lleva a cabo un Taller Internacional

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sobre «El uso y la utilidad de la CIDDM», IMSERSO y se presenta el 15 de noviembre


cuyos materiales no serán publicados hasta en Madrid (7).
marzo del año 1999.
1997. Aparece el segundo borrador, «beta 1»,
de la CIDDM-2, con el nombre de «Clasifi- La CIF de 2001
cación Internacional de las Deficiencias,
Actividades y Participación» (con versión en Como hemos podido ver en el apartado
castellano). anterior, el periodo de aplicación de la CIDDM
1998. Se constituye la Red de Habla/Cultura supera de largo los veinte años y su periodo de
Hispana en Discapacidad (RHHD) como revisión se ha prolongado por casi una década.
interlocutora de la OMS para la versión en Como ya habíamos dicho, ha sido un largo pro-
castellano de la revisión. ceso, con una amplia participación internacio-
1999. Aparece un nuevo borrador, «beta 2», de nal (todos los centros colaboradores, grupos de
la CIDDM-2, con el nombre de «Clasifica- trabajo específicos para algunos apartados, ins-
ción Internacional del Funcionamiento y la tituciones internacionales representativas del
Discapacidad» (con versión en castellano). colectivo y redes internacionales como la de
Este mismo año se constituye la REVEDIC habla hispana), con el uso de las nuevas tecno-
(Red Española de Verificación y Difusión de logías de la información y la comunicación (la
la CIDDM-2), que se encarga de llevar a OMS, dentro de su sitio en la Web, viene man-
cabo en nuestro país los trabajos de campo teniendo un apartado dedicado a la revisión de
diseñados por la OMS para el proceso de la CIDDM) y no carente de giros sorprendentes
revisión de la CIDDM y como representa- en su elaboración (términos que aparecen y
ción oficial de España en el marco de la desaparecen, incluso del propio nombre; des-
RHHD. doblamiento o agrupación de las distintas esca-
2000. Aparecen dos borradores «pre-finales» las que componen la Clasificación; y hasta un
(en octubre y diciembre, respectivamente) de cambio final en las siglas que van a regir desde
la CIDDM-2, con el nombre de «Clasifica- el momento de su aprobación por la Asamblea
ción Internacional del Funcionamiento, la Mundial de la Salud del 2001).
Discapacidad y la Salud» (ambos contaron
con traducción al castellano). En noviembre
(en el periodo comprendido entre ambas Objetivo y la finalidad
publicaciones) se celebra en Madrid la Reu-
nión anual de la CIDDM, donde se decide En el propio título de la nueva Clasificación
elevar al Comité Ejecutivo de la OMS un encontramos una declaración de intenciones.
borrador de la nueva Clasificación para que Ya no se enuncian tres niveles de consecuen-
pueda ser aprobado en la siguiente Asam- cias de la enfermedad, sino que se habla de
blea Mundial. funcionamiento (como término genérico para
2001. En enero, el Comité Ejecutivo de la designar todas las funciones y estructuras cor-
OMS acuerda elevar, para su aprobación en porales, la capacidad de desarrollar actividades
la 54.ª Asamblea Mundial de la Salud, el y la posibilidad de participación social del ser
borrador pre-final de diciembre de la humano), discapacidad (de igual manera, como
CIDDM-2. En abril aparece el borrador término genérico que recoge las deficiencias en
«final» de la CIDDM-2 (con su correspon- las funciones y estructuras corporales, las limi-
diente versión en castellano). El 22 de mayo taciones en la capacidad de llevar a cabo acti-
se aprueba la nueva versión de esta Clasifi- vidades y las restricciones en la participación
cación con el nombre definitivo de «Clasifi- social del ser humano) y salud (como el ele-
cación Internacional del Funcionamiento, mento clave que relaciona a los dos anteriores).
de la Discapacidad y de la Salud», con las En sus primeras líneas, la CIF enuncia su
siglas CIF. En el mes de junio, aparece una objetivo principal: «proporcionar un lenguaje
nueva traducción al castellano de esta Cla- unificado y estandarizado que sirva como pun-
sificación, que recoge las nuevas siglas to de referencia para la descripción de la salud
(CIF) y en la que se rectifican algunos erro- y los estados relacionados con la salud». La
res de la traducción de abril. En octubre se
da noticia a través de Internet de la publi- 7
Organización Mundial de la Salud. Clasificación
cación oficial de la nueva Clasificación, Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y
cuya versión en castellano es editada por el de la Salud. IMSERSO. Madrid, 2001.

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OMS abandona el enfoque primitivo de «con- 1. Un acercamiento con la que se considera


secuencias de la enfermedad» para enfocar el una Clasificación «hermana» y comple-
objetivo hacia «la salud y los estados relaciona- mentaria: la CIE, Clasificación Internacio-
dos con la salud». Trata, por lo tanto, de poner nal de Enfermedades. Las siglas CIF (en
en positivo su terminología desde el primer inglés ICF, International Classification of
momento (el término «enfermedad» ya no es Functioning) recuerdan y se asemejan
empleado y a cambio aparece el nuevo término bastante a CIE (en inglés ICD, Internatio-
«estado de salud»). nal Classification of Diseases).
También describe su finalidad en las prime- 2. Una intencionalidad de dejar claro que
ras líneas del documento que manejamos: «La se trata de una «nueva Clasificación»,
clasificación revisada define los componentes rompiendo con las siglas CIDDM que se
de la salud y algunos componentes del bienes- venían manteniendo en los distintos
tar relacionados con la salud (como educación, borradores «por razones históricas». Si
trabajo, etc.) para su descripción y valoración». bien se hace una mención expresa en el
Bajo esta perspectiva, se trata de ir más allá del documento manejado a que se trata de
campo «médico-sanitario» e incluir, de forma un «texto que representa una revisión de
expresa, ámbitos sociales más amplios. la CIDDM», en la práctica poco queda
La CIF, desde los comienzos de su elabora- de la misma ni en los conceptos, ni en la
ción, se pronuncia por un enfoque bio-psico- terminología empleada. Sólo parece
social y ecológico, superando la perspectiva guardar relación con su antecesora en
bio-médica imperante hasta el momento. Parti- los campos para su posible aplicación
cularmente, este dato queda evidente con la (herramienta estadística, de investiga-
inclusión de un apartado (segunda parte) dedi- ción, clínica, de política social y educa-
cado a los factores contextuales (si bien no tiva).
podemos considerar que hayan alcanzado
todos sus objetivos ya que una de las escalas
previstas, la de factores personales, no ha llega- El nuevo esquema
do a desarrollarse y la otra, la de factores
ambientales, habrá de ser sometida a un proce- Al esquema causal y lineal de la CIDDM de
so de verificación que puede derivar en modifi- 1980, la CIF responde con un esquema de múl-
caciones sustanciales). tiples interacciones entre sus dimensiones y
Como aportación personal de los autores de áreas. Aunque, según se declara en el texto de
este artículo, opinamos que el cambio de últi- esta Clasificación, la CIF «no establece un “pro-
ma hora en las siglas por las que se conocerá ceso” del funcionamiento y la discapacidad», se
esta Clasificación puede responder, básicamen- intentan aclarar dichas interacciones mediante
te, a dos premisas: el siguiente esquema:

Estado de Salud
(trastorno o enfermedad)

Funciones y Estructuras Actividad Participación


Corporales

Factores Ambientales Factores Personales

20
De este nuevo esquema (clarificador de las
interacciones entre las dimensiones y áreas)
podemos hacer las siguientes lecturas:

• Los estados de salud tienen consecuen-


cias en todos los componentes del funcio-
namiento (corporal, actividad y participa-
ción). A su vez, los componentes del
funcionamiento tienen directa repercu-
sión sobre los estados de salud, en tanto
que condicionan la posible aparición de
nuevas alteraciones (trastornos o enferme-
dades).
• Los componentes del funcionamiento se
relacionan, por pares, todos entre sí (cuerpo
y actividad; cuerpo y participación; activi-
dad y participación) y en ambos sentidos.
• Los componentes del funcionamiento
(todos y cada uno de ellos) se ven influi-
dos por los factores contextuales, tanto
ambientales como personales. Al mismo
tiempo, los factores contextuales pueden
ser determinados por las circunstancias
que acontezcan en los tres componentes
del funcionamiento.

Hacemos notar que en el nuevo esquema


(clarificador) se emplea la terminología positiva
que trata de impregnar esta nueva Clasifica-
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d. La CIDDM separaba los ámbitos personal escalas de la primera parte de la CIF (fun-
y social de las consecuencias de la enfer- ciones y estructuras corporales y actividad
medad en las escalas de discapacidad y y participación) con la escala de factores
minusvalía, respectivamente. La CIF venía ambientales de la segunda parte, tampoco
manteniendo separados estos dos ámbitos se ofrece una única forma de codifica-
(en una escala para las actividades y otra ción. En el apartado 3 del apéndice 2 de
para la participación) hasta el borrador la CIF, se proporciona la posibilidad de
pre-final de diciembre de 2000, cuando, utilizar la escala de factores ambientales
no sin cierta sorpresa para los que venía- de forma independiente, de forma con-
mos siguiendo el proceso de revisión, junta con cada una de las otras tres esca-
aparecieron fundidos en una sola escala las o utilizarla conjuntamente con los
de «actividad y participación». Es cierto calificadores de «desempeño/realización»
que podían detectarse ciertos solapamien- y «capacidad» de la escala de actividad y
tos entre ambas escalas, pero, a nuestro participación. Volvemos a encontrar el
entender, esto no era más que un reflejo mismo problema de estandarización que
de una realidad objetiva: ciertas activida- apuntábamos en los dos puntos anterio-
des suponen participación y viceversa. res, con vistas a compartir o comparar
Pero el enfoque e interpretación que se información.
diera a un mismo ítem según estuviera en
una u otra escala era completamente dife- Resumiendo todo lo anterior, podemos decir
rente. Ahora nos encontramos con un lis- que, para la codificación con la nueva Clasifi-
tado único para actividades y participa- cación, nos encontramos que:
ción, que puede ser codificado con una
letra neutra (d) o puede ser codificado con a. Se trata de una clasificación más comple-
una letra definitoria («a» si queremos des- ja que requiere, por parte del codificador,
cribir el ítem como actividad, «p» si que- un mayor trabajo. Los propios redactores
remos significar una participación). Cua- de la CIF «recomiendan» que los posibles
tro son las opciones que nos da el usuarios (codificadores) reciban entrena-
borrador final de la CIF en su apéndice 3 miento. También recomiendan que esta
para usar la codificación de esta escala. El Clasificación se utilice de forma conjunta
problema estriba en qué sucederá cuando con la CIE-10 (clasificación de enferme-
lo que queramos sea compartir o compa- dades de uso casi exclusivo por personal
rar información extraída por dos codifica- sanitario).
dores que se hayan decantado por distinta b. La codificación de las escalas (o compo-
opción. nentes) de las funciones y estructuras
e. La CIDDM proporcionaba la posibilidad corporales resulta relativamente sencilla
de aplicar calificadores a su escala de dis- y práctica. No sucede lo mismo con las
capacidades, en cuanto al «diagnóstico» y escalas de actividades y participación y
el «pronóstico» que se hacía de las mis- de factores contextuales, donde no se
mas en función del mayor o menor grado dan unas normas estandarizadas de apli-
de dependencia que podía producir en el cación, quedando a criterio del codifica-
individuo. En la CIF la aplicación de cali- dor elegir entre una serie de posibles
ficadores de independencia se da en dos usos de los constructos y calificadores en
posibles entornos o contextos: el real o su aplicación. Por lo tanto, encontramos,
actual y el uniforme o normalizado. Sin de nuevo, que la información «clínica»
entrar en la valoración de cómo se puede sí tendrá una fácil aplicabilidad, mien-
llegar a establecer para algunos ítems ese tras que no sucede lo mismo con la
«entorno uniforme», sí reseñamos la posi- social (ambiental, educativa, etc.), que
bilidad que ofrece la CIF de que el codifi- deberá esperar a futuros trabajos de
cador aplique estos calificadores con o sin campo para ir delimitando su forma de
ayudas o apoyos. Este hecho vuelve a uso con vistas a poder compartir y com-
suponer un problema a la hora de com- parar, de forma adecuada, la informa-
partir o comparar la información. ción que suministra.
f. Por último, deseamos reseñar que, con
respecto a la utilización conjunta de las Murcia, noviembre de 2001

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d. La CIDDM separaba los ámbitos personal escalas de la primera parte de la CIF (fun-
y social de las consecuencias de la enfer- ciones y estructuras corporales y actividad
medad en las escalas de discapacidad y y participación) con la escala de factores
minusvalía, respectivamente. La CIF venía ambientales de la segunda parte, tampoco
manteniendo separados estos dos ámbitos se ofrece una única forma de codifica-
(en una escala para las actividades y otra ción. En el apartado 3 del apéndice 2 de
para la participación) hasta el borrador la CIF, se proporciona la posibilidad de
pre-final de diciembre de 2000, cuando, utilizar la escala de factores ambientales
no sin cierta sorpresa para los que venía- de forma independiente, de forma con-
mos siguiendo el proceso de revisión, junta con cada una de las otras tres esca-
aparecieron fundidos en una sola escala las o utilizarla conjuntamente con los
de «actividad y participación». Es cierto calificadores de «desempeño/realización»
que podían detectarse ciertos solapamien- y «capacidad» de la escala de actividad y
tos entre ambas escalas, pero, a nuestro participación. Volvemos a encontrar el
entender, esto no era más que un reflejo mismo problema de estandarización que
de una realidad objetiva: ciertas activida- apuntábamos en los dos puntos anterio-
des suponen participación y viceversa. res, con vistas a compartir o comparar
Pero el enfoque e interpretación que se información.
diera a un mismo ítem según estuviera en
una u otra escala era completamente dife- Resumiendo todo lo anterior, podemos decir
rente. Ahora nos encontramos con un lis- que, para la codificación con la nueva Clasifi-
tado único para actividades y participa- cación, nos encontramos que:
ción, que puede ser codificado con una
letra neutra (d) o puede ser codificado con a. Se trata de una clasificación más comple-
una letra definitoria («a» si queremos des- ja que requiere, por parte del codificador,
cribir el ítem como actividad, «p» si que- un mayor trabajo. Los propios redactores
remos significar una participación). Cua- de la CIF «recomiendan» que los posibles
tro son las opciones que nos da el usuarios (codificadores) reciban entrena-
borrador final de la CIF en su apéndice 3 miento. También recomiendan que esta
para usar la codificación de esta escala. El Clasificación se utilice de forma conjunta
problema estriba en qué sucederá cuando con la CIE-10 (clasificación de enferme-
lo que queramos sea compartir o compa- dades de uso casi exclusivo por personal
rar información extraída por dos codifica- sanitario).
dores que se hayan decantado por distinta b. La codificación de las escalas (o compo-
opción. nentes) de las funciones y estructuras
e. La CIDDM proporcionaba la posibilidad corporales resulta relativamente sencilla
de aplicar calificadores a su escala de dis- y práctica. No sucede lo mismo con las
capacidades, en cuanto al «diagnóstico» y escalas de actividades y participación y
el «pronóstico» que se hacía de las mis- de factores contextuales, donde no se
mas en función del mayor o menor grado dan unas normas estandarizadas de apli-
de dependencia que podía producir en el cación, quedando a criterio del codifica-
individuo. En la CIF la aplicación de cali- dor elegir entre una serie de posibles
ficadores de independencia se da en dos usos de los constructos y calificadores en
posibles entornos o contextos: el real o su aplicación. Por lo tanto, encontramos,
actual y el uniforme o normalizado. Sin de nuevo, que la información «clínica»
entrar en la valoración de cómo se puede sí tendrá una fácil aplicabilidad, mien-
llegar a establecer para algunos ítems ese tras que no sucede lo mismo con la
«entorno uniforme», sí reseñamos la posi- social (ambiental, educativa, etc.), que
bilidad que ofrece la CIF de que el codifi- deberá esperar a futuros trabajos de
cador aplique estos calificadores con o sin campo para ir delimitando su forma de
ayudas o apoyos. Este hecho vuelve a uso con vistas a poder compartir y com-
suponer un problema a la hora de com- parar, de forma adecuada, la informa-
partir o comparar la información. ción que suministra.
f. Por último, deseamos reseñar que, con
respecto a la utilización conjunta de las Murcia, noviembre de 2001

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