Estamos convocados para celebrar un día muy importante, el día de la
educación rural chilena, es muy probable que, para cada uno de los presentes, esta fecha tenga significados diferentes. Desde mi perspectiva, Como Coordinador de microcentro y profesor rural, esta fecha tiene significados muy especiales: En primer lugar, celebramos a la gran poetisa de nuestro país que fue ante todo una profesora rural, que supo inspirarse, desde la realidad de los niños y niñas de Vicuña. Además, tenemos la oportunidad de impregnarnos del espíritu que anima a la educación rural chilena en donde aún existe el respeto por el prójimo, y tradiciones que unen a toda una comunidad, es por eso que hoy Celebramos que los niños y niñas de nuestro país tengan la legítima oportunidad de asistir a cada una de las casi 4000 escuelas rurales existentes a los largo y angosto del país, y recibir las enseñanzas y la formación necesaria para tener mejores oportunidades en sus vidas. Y es ocasión para celebrar también a los profesores rurales que, con mucha, mucha vocación y entrega generosa, acompañan a estas y tantas generaciones de niños y niñas por el camino del desarrollo y de la formación de buenos ciudadanos, plasmando en ellos aprendizajes, pero sobre todo valores que los guían a ser mejores personas. Lo que no podemos perder de vista, es el foco principal en nuestro quehacer. Pero estamos preocupados, al constatar que surgen de pronto algunas voces que piensan que la ruralidad va desapareciendo pues los niños y jóvenes emigran a las ciudades en busca de supuestos “mejores niveles de vida”, por aquello Las escuelas rurales están enfrentando un gran desafío, a mi juicio, el desafío de proporcionar al niño y niña rural las mejores condiciones de desarrollo, debe la Escuela rural ser capaz de darle un sentido, una resignificación a la cultura e idiosincrasia local, para que los niños se nutran de lo propio y logren descubrir y valorar sus raíces, ya que próximamente serán el futuro de nuestra patria. MUCHAS GRACIAS. -