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Alumno: Matías Arévalo

Didáctica III
Prof.: Adriana Rubio

Ficha de didáctica III

Referencia bibliográfica del texto a leer:

Noemí Allidiére. (2004). El vínculo profesor-alumno Capítulo VI Perfil de los estudiantes en la


actualidad. Argentina. Editorial biblos.

Contexto del autor:

Es licencia en psicología de la universidad Nacional de Buenos aires y doctora en psicología


clínica de la universidad de Belgrano.

Algunas obras:

Observaciones sobre la infancia ¿Una categoría psicosociológica problemática? (1995) Buenos


Aires. Cuadernos de trabajo social.

El vínculo adulto-niño una asimetría en crisis o Zapping a la infancia (2002) Buenos Aires.
Editorial Novedades educativas.

Ideas Relevantes del texto:

Los adolescentes y el televisor como nuevo agente social

“(…) Los jóvenes han crecido en una cultura icónica con indudable predominio de la imagen y
del uso de códigos visuales /…/ Esos jóvenes y adolescentes contemporáneos han crecido
mirando pasivamente más que viendo activamente, y viendo más que escuchando o leyendo.
Han crecido en medios familiares donde la pantalla del televisor encendido se constituyó
frecuentemente en fondo y, en ocasiones también en figura /…/ como sustituto mediático de
maternajes muchas veces deficientes y ante la emergencia de las precoces angustias infantiles
que no siempre encontraron (ni encuentran) un adulto disponible para ser acompañadas y
calmadas pero que siempre hallaron (y hallan) una pantalla de televisión encendida /…/ una
pantalla que, como señala Yanke-levich, devuelve a los chicos y adolescentes “imágenes
fragmentadas en zapping que fragmenta, a su vez, al yo en formación y lo vuelve confuso (…)”
(Pág. 2)

“(…) Una pantalla que condicionó desde la cuna la estructuración perceptiva del mundo /…/ esa
lectura precoz de iconos condicionó su posterior aprendizaje de la lectoescritura. La palabra
escrita pasó, de este modo, a ser percibida desde el vamos como si fuese una figura, un dibujo
con escaso o nulo contenido simbólico /…/ Según, Giovanni Sartori, el niño que creció frente al
televisor lo ha hecho como “video-niño” y al convertirse en adolescente y también en adulto se
convirtió en un adolescente o adulto “sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber
transmitidos por la cultura escrita. Los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son
casi exclusivamente audiovisuales (…)” (Pág. 3)

¿Qué efectos tiene los medios audiovisuales en los adolescentes de hoy?

“(…) Es la televisión la que modifica primero y fundamentalmente la naturaleza misma de la


comunicación, pues traslada del contexto de la palabra (impresa o radiotransmitida) al contexto
de la imagen /…/ En fin, nos dibujan una identidad desde la pantalla chica. En este sentido, los
“conductores televisivos” y los “comunica-dores sociales” han pasado a ser los líderes de opinión
privilegiados y han sustituido a la familia y a la escuela en su función de referentes significativos
de los niños y adolescentes (…)” (Pág. 5)
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“(…) A la inteligibilidad de los libros y de la palabra escrita en general se asienta en el


pensamiento abstracto. Un tipo de pensamiento del que los niños, adolescentes y jóvenes están,
cada vez más distantes en la actualidad /…/ La cultura de la imagen es, por su parte, una cultura
show. Una cultura que está organizada a partir de estimulaciones que tienden a ser captadas
pasiva y placenteramente sin realizar grandes esfuerzos perceptivos ni cognitivos.
Estimulaciones que entretienen, que divierten, y que pueden, además, ser instantáneamente
cambiadas por el “zapping atencional” (…)” (Pág. 6)

“(…) En el caso de los alumnos de la escuela media y del ciclo introductorio a la universidad
extensible en oportunidades a algunos estudiantes de los primeros años de las carreras de grado
la intensa problemática emocional, propia de la adolescencia, suele influir frecuentemente en el
aprendizaje y en el rendimiento en los estudios y marca, en este sentido, una diferencia con los
estudiantes universitarios de los años superiores /…/ Ser joven implica, como lo señaláramos en
el capítulo 5, poseer –tanto subjetivamente como para el imaginario social- un baluarte narcisista
poderoso. Baluarte que los estudiantes hacen valer con sus no tan jóvenes profesores en
particular y con los adultos y ancianos en general. Sin embargo desde la realidad concreta,
advertimos que ser joven no resulta tarea fácil en la sociedad posmoderna /…/ la crisis
generalizada del rol adulto que ha dejado sin referentes a los niños y a los jóvenes del presente
/…/ Admitir la orfandad y el consecuente quiebre del narcisismo resulta hoy una tarea casi
intolerable, porque la pérdida de todos los referentes de autoridad que otrora cumplían la función
de sostenimiento de las personas conlleva, necesariamente, la admisión de una orfandad muy
extrema (…)” (Pág.8)

Los jóvenes y las problemáticas de su adaptación a las necesidades del mundo adulto

“(…) Los sentimientos producidos por esta extrema orfandad posmoderna resultan, entonces,
tan intolerables que las personas cronológicamente adultas tienden a perseverar defensivamente
en conductas propias de etapas evolutivas anteriores de la vida, y dejan a su vez solos y a la
deriva a los niños, adolescentes y jóvenes /…/ Pero el mundo de los adultos es, a su vez, un
mundo rechazante de las nuevas generaciones, dado que expulsa anticipadamente a los jóvenes
al señalarles que no hay lugar esperándolos. Que por más que estudien y se capaciten, la
posibilidad de conseguir un trabajo acorde a sus esfuerzos será incierta y que, en casa de
lograrlo, implicará siempre una situación laboral sumamente precaria y frágil /…/ en el mundo de
la economía globalizada contemporánea el trabajo está en crisis “terminal” (…)” (Pág. 9)

“(…) La incertidumbre de los jóvenes con relación a sus futuros laborales y a la posibilidad de
llegar a aplicar los conocimientos adquiridos durante sus estudios de grado se constituye,
asimismo, en una variable importante en la generación de numerosas “fragilidades vocacionales”
/…/ Los jóvenes que actualmente tienen que “acceder” a la adultez son, pues, pioneros. Pero
pioneros sin brújula en un mundo sin senderos. Pioneros que deben salir a cotejarse con los
otros y a enfrentarse con los avatares del mundo, pero de un mundo sin reglas definidas. De ahí
que muchos jóvenes “decidan” narcisista y defensivamente perpetuarse en la adolescencia,
afianzar sus vínculos endogámicos y evitar la confrontación intergeneracional particularmente en
el terreno de las ideas con sus padres y con todos los adultos, incluidos sus profesores (…)”
(Pág. 10)

“(…) Trasladando esta problemática al ámbito de los vínculos pedagógicos y a la incidencia sobre
el rendimiento intelectual de los estudiantes, observamos habitualmente alumnos excesivamente
dependientes de los profesores, con pobre desarrollo de su pensamiento crítico y escaso o nulo
interés en el cotejo de las ideas o, por el contrario, alumnos en rebeldía generalizada,
descalificadores sistemáticos de todos sus docentes, transgresores de las normas de la
institución educativa y del encuadre de la clase dado por el profesor y que, desde el punto de
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vista intelectual, están escasamente comprometidos con el saber y tienden a "zafar" en las
evaluaciones a las que deben exponerse (…)” (Pág. 11)

Aportes del autor en relación a la práctica docente:

Creo que la autora nos actualiza la situación de como se ve al adolescente hoy en día y los
efectos que tienen los distintos medios masivos de comunicación que moldean de diferente forma
a través de una imagen como el televisor que influye profundamente en nuestros alumnos y lo
observo en los míos, con el tema del celular y su necesidad constante de tener que estar
viéndolo, como también las dificultades que tienen al comprender un texto, por lo que me brinda
la necesidad de agregar en el trabajo con fichas una imagen o un video como recurso que puede
ayudar a la comprensión de una cita textual de un libro o manual.

La ayuda que me brinda la autora también es observar también la forma en como me ven los
alumnos, aunque es muy criticable esa posición que toma la autora de ser como un objeto de
conflicto, pero que ayuda a observar en los estudiantes problemas que ellos puedan tener en sus
casas que les afecte en el rendimiento debido a la crisis que tiene el rol adulto actualmente.

Preguntas que surgen a partir de la lectura:

Creo que la autora hace un crítica un poco excesiva en muchos casos sin plantear respuestas o
pautas para evitar los problemas que tenemos hoy en día en las aulas debido a la problemática
que generan los medios digitales con la TV o actualmente también el internet y los celulares. Me
resonaba mientras leía a la autora como poder introducir esa tecnología al aula como forma de
expandir los recursos a trabajar en ella. Mi pregunta sería ¿Cómo introduciría las Tics en el
trabajo del aula? Estaría bueno ver cómo solucionar la problemática a partir del trabajo de esas
herramientas digitales como los blogs, el prezi, entre otros.

También se me ocurrió está pregunta de si ella cree qué se beneficiarían los estudiantes si
pudiéramos conectar la tecnología con la lectura. Ya que no me dejo muy claro esa situación y
yo realmente, un poco rechazo que la tecnología sea totalmente negativa, sino que observando
está situación de conflicto que tienen los jóvenes actualmente, se es necesaria una búsqueda de
alternativas didácticas para introducir en la educación y vaya de la mano de la tecnología y la
lectura.

Me gustaría leer a una autora que hable sobre el trabajo de la tecnología en las aulas y como se
pueden introducir mejor las Tics, que son herramientas muy interesantes para trabajar desde los
celulares o la ceibal.

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