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La guerra fría Estados Unidos y la revolución bolchevique, 1917-1933 47

necesarios. Debido a ello, el comercio entre los dos países, que consistía prin- teamericanos, entre ellos Stimson, empezaron a darse cuenta de que el hecho
cipalmente en exportaciones norteamericanas a la Unión Soviética, se multi- de no reconocer a la Unión Soviética no sólo privaba a Estados Unidos del
plicó por veinte entre 1923 y 1930, año en que alcanzó 114.399.000 dólares. apoyo soviético para mantener la política de puertas abiertas en China, sino
En 1930 Estados Unidos ya se había convertido en el principal exportador a que, además, significaba la ausencia de un equilibrio de poder en Extremo
la Unión Soviética y proporcionaba el 25 por 100 de las compras que hacía Oriente, que cada vez se veía más amenazado por el renacimiento del milita-
ese país, que se había convertido en el octavo cliente extranjero de Estados rismo japonés. Tanto la Unión Soviética como Estados Unidos se opusieron
Unidos en orden de importancia y el principal comprador extranjero de ma- a la ocupación militar de Manchuria por Japón en 1931, pero, al no tener re-
quinaria agrícola e industrial norteamericana. laciones diplomáticas, no pudieron actuar de forma concertada para impedir-
No obstante, los soviéticos estaban disgustados porque los bancos nortea- la y obligar a los japoneses a retirarse.
mericanos no les concedían créditos a largo plazo. El gobierno norteamerica- Consciente de ello, Stimson se entrevistó en secreto con Karl Radek, uno
no no veía con buenos ojos que se concedieran créditos de esta clase, no sólo de los lugartenientes de Litvinov, en la Conferencia del Desarme celebrada en
porque la Unión Soviética se negaba a pagar la deuda zarista, sino también por- Ginebra, para hablar de la posibilidad de que Estados Unidos reconociera a la
que entre los dos países no había relaciones diplomáticas oficiales. Para pre- Unión Soviética. También ordenó a sus subordinados del departamento de
sionar a Washington con el fin de que cambiase de política, en 1931 el go- Estado que estudiasen qué efecto tendría el reconocimiento en lo que se refe-
bierno soviético empezó a hacer la mayoría de sus pedidos a otros países, en ría a frenar la agresividad japonesa. Pero la sección del departamento de Es-
particular Alemania. A causa de ello, el comercio sovieticonorteamericano tado que se ocupaba de la Europa del Este, la mayor parte de cuyo personal
descendió bruscamente durante el año siguiente. En 1932 la participación la integraban reliquias diplomáticas de los primeros años de la revolución bol-
norteamericana en las importaciones soviéticas había descendido del 25 por chevique, se opuso al reconocimiento porque, según argüyó, Japón lo inter-
100 a sólo el 4,5 por 100, lo cual representaba una disminución del 82 por 100 pretaría como un acto hostil.
respecto del año anterior. Las consideraciones ideológicas, sin embargo, contribuyeron más que la
El descenso del comercio sovieticonorteamericano durante 1932, el peor susceptibilidad japonesa a la oposición del departamento de Estado a que
año de la Gran Depresión, no hizo más que incrementar las presiones sobre Washington reconociera al gobierno soviético. Como dijo en un memorán-
Estados Unidos para que reconociese al gobierno soviético y normalizara con dum interno de abril de 1929 Robert F. Kelley, el influyente jefe de la citada
ello las relaciones económicas, así como políticas, entre los dos países. Un sección del departamento de Estado: «La dificultad esencial que impide el re-
sondeo entre cincuenta de las principales compañías que hacían negocios con conocimiento del gobierno-soviético no son ciertos actos del régimen bolche-
la Unión Soviética indicó que veintidós de ellas estaban a favor del reconoci- vique, tales como la repudiación de las deudas, la confiscación de propiedades
miento inmediato y otras once querían que el presidente Hoover enviase una y la propaganda que hace en Estados Unidos, sino el propósito bolchevique de
comisión comercial para que estudiara soluciones de los problemas económi- llevar a cabo la revolución mundial, del ciial tales actos son manifestaciones».60
cos y políticos que tenían los dos países. Sólo cuatro de las empresas consul- El presidente Hoover opinaba lo mismo que Kelley. Pese a estar dispues-
tadas se negaron rotundamente al reconocimiento. to a alimentar a la Rusia bolchevique e incluso a comerciar con ella, Hoover
Otro factor que favoreció la normalización de las relaciones entre los dos creía que el reconocimiento del gobierno soviético sería beneficioso para la
países fue que Estados Unidos fuese el único país importante que no tenía causa del comunismo, a la que se oponía enérgicamente. El resultado fue que
embajada en Moscú. Este estado de cosas creó situaciones embarazosas cuan- la normalización de las relaciones sovieticonorteamericanas tuvo que esperar
do los soviéticos empezaron a desempeñar un papel más activo en los asuntos hasta que un presidente menos doctrinario se sentó en la Casa Blanca. Ese
internacionales a finales del decenio de 1920. Cuando Henry Stimson, el se- presidente fue Franklin D. Roosevelt.
cretario de Estado del gobierno de Hoover, recordó tanto a China como a la
Unión Soviética que el Pacto Kellogg-Briand de 1928 obligaba a los dos paí-
ses a abstenerse de actos agresivos durante una disputa sobre Manchuria, el EVALUACIÓN
ministro de Exteriores soviético, Maksim Litvinov, respondió que Estados
Unidos difícilmente estaba en condiciones de dar «instrucciones» a la Unión Durante años los historiadores han debatido la importancia de los factores
Soviética, país cuya existencia se negaba a reconocer oficialmente.59 que motivaron la intervención norteamericana en la guerra civil rusa. La in-
Algo más que una situación embarazosa se produjo cuando algunos nor- terpretación que popularizaron John A. White y Betty Miller Unterberger

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