En la noticia se evidencia el comportamiento que adoptaron los colombianos frente

a una problemática clara que no solo se vive en Colombia sino a nivel mundial, el
robo es una situación que puede llegar hasta a atentar con la vida de una persona,
los colombianos tomaron la decisión de tomar la justicia en sus manos y atacar
golpear y perjudicar a las personas que los “atacan”, esta problemática va en
aumento ya que se está expandiendo a nivel de toda Colombia y ya las personas
están armándose para no permitir que les quiten sus pertenencias. En comunidad
han llegado a asesinar mutilar y dañar la integridad personal y física de los
ladrones.
Estas acciones traen consecuencias tanto como para el ladrón como para el que
ejerce su voluntad al atacar de forma propia, ya que por sentido común debe
hacerse lo posible antes de agredir a otra persona y dejarlo en manos de los
agentes capacitados para lidiar con ese problema, como ya se mencionó se puede
llegar a asesinar al ladrón o en el peor de los casos provocar la muerte propia
tratando de defenderse. Otra de las consecuencias puede ser definida como
problemas legales ya que al agredir a una persona sin ser agredido previamente
estaría siendo perjudicada una y cada una de las personas involucradas en el acto
de linchamiento en grupo.
Es evidente acá en Colombia el conservatismo predomina hasta tal punto de
tomar la justicia por las manos, la inseguridad y el deficiente actuar de las
entidades públicas encargadas de la seguridad han provocado el desarraigo casi
totalitario de la ética ciudadana y el sentido de vivir en comunidad.
Desde el ámbito profesional es complejo el hacer parte de dicho conservatismo,
pues la moral y ética profesional han construido un concepto de solidaridad y
ayuda en situaciones críticas. El tomar la justicia por las propias manos lo único
que hace es impulsar un odio mancomunado vigente en la sociedad razón por la
cual el objetivo de la tolerancia será nulo.