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Las náuseas y los vómitos durante el embarazo (náuseas del embarazo) o “enfermedad matutina” es una condición médica muy

común del embarazo. Afecta mujeres embarazadas de 50 – 90%. Los síntomas de náuseas del embarazo pueden calcularse de suave
a severo, y pueden ocurrir a cualquier hora del día o de la noche.
1. INCIDENCIA
Los síntomas incluyen náuseas, vómitos secos, vómitos sin nada que expulsar, o vómitos regulares. Las nauseas y vomitos del
embarazo por lo general comienzan entre 4 – 7 semanas del embarazo, y alcanza lo máximo entre 9 – 12 semanas. En la mayoría de
las mujeres, los síntomas desaparecen entre las 12- 20 semanas de embarazo. Hasta el 15% de mujeres continuarán teniendo
síntomas hasta las 22 semanas de embarazo o hasta el parto. Si los síntomas de náuseas del embarazo comienzan después de las 12
semanas de embarazo, puede haber otras causas y deben de ser evaluados.
La forma más severa de las náuseas del embarazo es conocida como hiperémesis gravídica, que afecta hasta un 2% de mujeres
embarazadas. La hiperémesis gravídica es cuando hay náuseas y vómitos constantemente que causa pérdida de peso y
deshidratación. Las mujeres con hiperémesis gravídica por lo general requieren hospitalización. Aunque los síntomas de náuseas del
embarazo son suaves, moderados o severos, puede tener un mayor impacto en la calidad de vida de una mujer.
2. DEFINICIONES
Náuseas: sensación desagradable en referencia a la urgencia de vomitar y que lo precede; viene acompañada de una contracción
involuntaria de los músculos abdominales y faríngeos, sudoración profusa, palidez cutánea, salivación.
Vómito: expulsión forzada de los contenidos del estómago hacia arriba a través del esófago y fuera de la boca. Se trata de un acto
reflejo generalmente precedido de náuseas, secreción abundante de saliva, eructos y modificaciones del ritmo respiratorio.
Sialorrea, Ptialismo o Hipersalivación: del griego sialon, “saliva” y rhoia, “flujo”. Se define como la presencia exagerada de saliva a
causa de un aumento en la secreción.
Arcada: Movimiento violento del estómago que se produce antes de vomitar o durante el vómito
La regurgitación: consiste en el retorno del contenido gastrointestinal hacia la boca, sin el esfuerzo y la participación de la
musculatura del abdomen y diafragma que caracterizan al vómito.
CÓMO SE PRODUCE EL VÓMITO.
El acto del vómito obedece a un mecanismo motor complejo y bien coordinado que incluye el descenso de los diafragmas,
acompañado de contracciones intensas y mantenidas de la musculatura abdominal.

Una contracción fásica y simultánea del píloro impide la propulsión caudal del contenido gástrico, forzando la apertura
del esfínter esofágico inferior, tras la relajación simultánea del cuerpo y fundus gástrico.

Todo ello permite la eyección anterógrada del contenido intragástrico que es expulsado por la boca. La elevación del
paladar blando por los pilares posteriores de las fauces impide que el material expulsado penetre en la rinofaringe, en
tanto que el cierre de la glotis impide la aspiración del contenido gástrico, a la vía respiratoria.

FISIOPATOLOGÍA DEL VÓMITO Los diferentes estímulos capaces de provocar vómitos responden, por lo general, a dos tipos
de mecanismos.

❱ Estímulos que influyen directamente sobre el centro del vómito (CV): Éste se localiza en la formación reticular del tronco
del encéfalo y recibe impulsos aferentes viscerales procedentes del tracto gastrointestinal (faringe, estómago, intestino,
conductos biliares, mesenterio y peritoneo).

La inflamación, isquemia, oclusión y perforación de estas estructuras genera impulsos que son conducidos por el vago y
el simpático activando el CV. En este proceso se hallan implicados algunos neurotransmisores como la dopamina,
histamina y serotonina que actúan a través de la interacción con sus respectivos receptores (D2, H1 y HT3 ,
respectivamente).

❱ Estímulos que influyen sobre la zona gatillo quimiorreceptora (ZGQ): Ésta se localiza en el área postrema, en el suelo
del cuarto ventrículo e integra diversos receptores (D2 , H1 , M1 y HT3 ) que responden a diversos estímulos químicos,
neurotransmisores endógenos y neuropéptidos. Entre ellos se incluyen, agentes quimioterápicos, diversas drogas y
toxinas y la hipoxia.

Se piensa que la ZGQ transmite la señal generada por estos estímulos directamente al centro del vómito. Una vez activado
el CV, éste transmite señales eferentes a través del vago, nervio frénico y nervios espinales hacia el estómago, intestino
delgado, diafragma y musculatura abdominal, responsables, en última instancia, de la secuencia final del vómito: el
aumento de la presión intragástrica y la expulsión del contenido gastroesófágico hacia la boca.

El conocimiento de los receptores que interaccionan con los estímulos descritos ha permitido el desarrollo de fármacos
que al ejercer un efecto antagonista sobre los mismos resultan eficaces para tratar el vómito. Tal es el caso de las drogas
antidopaminérgicas (p. ej.: metoclopramida y haloperidol), o de los fármacos antagonistas de los receptores HT3
(ondansetrón, granisetrón)

3. FACTORES DE RIESGO Entre ellos podemos mencionar adolescentes, multiparidad, estrato socioeconómico bajo,
nivel educativo bajo, amas de casa o desempleadas, no fumadoras o fumadoras pasivas, embarazo previo complicado
con náuseas y vómito, personalidad dependiente, índice de masa corporal elevado, trastornos alimentarios previos, alta
ingesta de grasa, antecedentes de migraña, infección por Helicobacter pylori, y género fetal femenino.

El riesgo puede aumentar hasta en un 50% si el feto es de sexo femenino. En cuanto al género fetal, varios estudios han
encontrado una asociación entre las NVE y el feto de sexo femenino.

FACTORES ETIOLÓGICOS

- Factores Metabólicos y Hormonales: Se piensa que la hormona gonadotropina coriónica, tiene una implicación
en las náuseas y vomito al coincidir temporalmente sus niveles más altos con la mayor expresión de los síntomas,
alrededor de las 12 a 14 semanas de gestación.

- El tamaño de la masa placentaria: sugiere que los productos placentarios pueden estar asociados con la
presencia y con la severidad de las náuseas y el vómito. Los factores placentarios especialmente la hCG son los
responsables y no el feto.

Se considera que la hCG puede estimular la producción de estrógenos desde el ovario, es conocido que el estrógeno
incrementa los síntomas de náuseas y vómito.

- Estrógenos: se sabe que estimulan al óxido nítrico por vía oxidasa sintetiza, relajando el músculo liso
disminuyendo el tránsito intestinal y el vaciamiento gástrico.

La progesterona tiene un efecto similar disminuyendo la contractilidad del musculo liso, disminuye el vaciamiento
gástrico, esto se demostró usando elastrogastrografía después de una comida estándar, documentando el ritmo lento de
la onda gástrica en mujeres no embarazadas a las cuales se administró la dosis equivalente a los niveles en el embarazo.
Las prostaglandinas E2 y la leptina son dos hormonas estimuladas por la hormona gonadotropina coriónica, a nivel
placentaria, provocando aversión a los alimentos o hiperoxia, causando náuseas y vómitos.

- Nutricional: déficit de vitamina B, ya que el uso de multivitamínicos que contienen vitamina B disminuye
significativamente la incidencia de las náuseas y vómito. la deficiencia de piridoxina vitamina B6) y cianocobalamina
(vitamina B12) se ha visto asociada a las NVE y la administración de las mismas en la dieta ha logrado mejorar el patrón
clínico.

- Dismotilidad Gastrointestinal: La enfermedad por reflujo gastroesofágico puede contribuir a síntomas como
náuseas y vómitos y se relacionan directamente con la alteración de la presión en reposo del esfínter esofágico inferior y
del peristaltismo esofágico.

- Helicobacter Pylori: es una bacteria gram negativa en forma de hélice micro-aerofílica, que puede causar
nauseas, distensión y dolor abdominal. Existe una alta incidencia, de más del 90%, de helicobacter pylori en las pacientes
con hiperemesis gravídica, parece ser que el mecanismo por el cual se presentan las náuseas y vómitos.

- Factores Psicosociales: La hipótesis inicial hace referencia a una enfermedad psicosomática, caracterizada por
conflictos psiquiátricos, rechazo al embarazo no deseado o no planificado, tendencias neuróticas, ambivalencia, histeria,
rechazo a la feminidad y depresión, conllevando a sufrir aversión por los alimentos.

1. CAMBIOS FISIOLÓGICOS GASTROINTESTINALES EN EMBARAZADAS

- Desplazamiento de su localización anatómica del estómago, intestino delgado y porciones móviles del colon
(incluido el apéndice), debido al agrandamiento del útero a medida que avanza la gestación, lo que altera determinados
hallazgos físicos en algunas enfermedades.

- Alteración de la motilidad intestinal: Encontramos un enlentecimiento del vaciamiento gástrico y el tránsito


intestinal como resultado de factores mecánicos y hormonales (acción de la progesterona y niveles más bajos de
motilina). La motilidad gástrica decrece por disminución de la hormona motilina que estimula el vaciamiento gástrico,
esto contribuye a que el esfínter esofagogástrico pierda su tono y facilite el paso del jugo gástrico o alimento hacia el
esófago, ocasionando síntomas de regurgitación.

Al inicio del embarazo la progesterona actúa como un discreto relajante muscular y disminuye la motilidad, después el
vaciamiento gástrico está retardado por el efecto mecánico del útero crecido.

- Alteración de la función del esfínter esofágico inferior: Esta disminución del tono del esfínter, junto con la
posición alterada del estómago y el enlentecimiento de las ondas del peristaltismo esofágico. El estómago cambia de una
posición original vertical a una horizontal, lo que ocasiona retención de alimento en este órgano y disminución en el tono
del esfínter esofagogástrico hasta en 110 por ciento
- Afectación de los mecanismos de absorción intestinal: El incremento en la absorción de agua y sodio en el colon,
junto a la disminución de la motilidad, lleva a la frecuente presencia de estreñimiento en las embarazadas.

EFINICIÓN DE HG La hiperémesis gravídica hace referencia a la forma más severa del espectro de presentación de las
náuseas y vómitos durante la gestación, incluyen la presencia de vómitos que sean persistentes y que desencadenen
pérdida de peso pregestacional mayor o igual al 5%.

En la mayoría de las ocasiones, la hiperémesis gravídica ocurre durante el primer embarazo de una mujer.
Lamentablemente, las mujeres que presentan esta afección en un embarazo son más proclives a volverla a presentar en
embarazos posteriores.

Causas No se conoce la causa exacta de la hiperémesis gravídica. Las investigaciones sugieren que esta afección podría
estar relacionada con los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo.

Factores de riesgo Hay ciertos factores que pueden aumentar las probabilidades de que una mujer presente hiperémesis
gravídica durante el embarazo. Aparte de presentar antecedentes personales o familiares de esta afección, los siguientes
factores pueden incrementar el riesgo de padecerla:
- Embarazo múltiple (gemelos o mellizos)
- Antecedentes de mareo por movimiento o cinetosis
- Dolores de cabeza tipo migraña acompañados de náuseas o vómitos

Efectos Las náuseas y vómitos propios de esta afección son tan intensos que pueden tener efectos nocivos tanto sobre la
madre como sobre el bebé. La incapacidad de retener los alimentos tras la ingesta dificulta que una mujer satisfaga sus
necesidades nutricionales. Consecuentemente, puede perder peso. Y la pérdida de líquidos, acompañada de la pérdida
de jugos gástricos durante los vómitos, también puede provocar deshidratación y desequilibrios electrolíticos.

DIAGNÓSTICO, CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS Y EXAMEN FÍSICO DE LAS NVE

La NVE se caracteriza por la presencia de nauseas, vomito, sialorrea, arcadas, alteraciones de la calidad de vida y cuadro
clínico muy específico secundario, intolerancia total o parcial a la ingesta de algunos alimentos.

Un 10% de pacientes siguen siendo sintomáticas más allá de las 22 semanas; la mayoría de las pacientes con NVE tiene
signos vitales normales y el examen físico en la mayoría de las pacientes es normal; se deben descartar elementos de
hipotensión especialmente ortostática, taquicardia, deshidratación, síntomas y signos de desequilibrio hidroelectrolítico
se debe examinar muy cuidadosamente el abdomen de la paciente para descartar procesos de alteración gástrica
(gastritis, reflujo gastro-esofágico)

Diagnóstico Diferencial: La gran mayoría de pacientes que consultan por náuseas y/o vómito en el primer trimestre, son
consideradas NVE. Sin embargo, si los cambios generales tales como fiebre, síntomas urinarios, digestivos especialmente
en los hábitos intestinales tales como dolor abdominal, vomito biliar, estreñimiento severo, síndrome diarreico; los
objetivos de la historia clínica tanto como el de la anamnesis (interrogatorio) así como el del examen físico, será
descartar otras causas o diagnóstico diferencia.

Exámenes solicitados habituales: si no tiene comprobación de la gestación, test de embarazo especialmente beta HCG
cuantitativa para confirmar gestación y posible edad gestacional; rutinariamente en las pacientes que consultan con
náuseas y vómito, adicionalmente se solicita hemograma, examen de orina y electrolitos; habitualmente no se solicitan
otros laboratorios; pero si existen dudas en el diagnóstico se deberán tomar otros exámenes según la sospecha de
diagnóstico diferencial.

El ultrasonido pélvico puede ser considerado para documentar la gestación y evaluar las condiciones que aumentan el
riesgo de emesis gravídica, como la gestación múltiple.

La ecografía abdominal que incluye la valoración del hígado, páncreas, riñones, también es un elemento adicional para
descartar elementos etiológicos de diagnóstico diferencial.

Se han diseñado diferentes escalas para la cualificación y cuantificación de NVE pero la propuesta en McGill es fácil de
entender y llenar tanto por pacientes como por los clínicos. En la actualidad una de las escalas validadas para determinar
la severidad de las NVE es la conocida como PUQE (Motherisk pregnancy-unique Quantification of Emesis and Nausea
índex), pero esta escala está diseñada para evaluar las últimas 12 horas, por lo que se realizó la validación de una
modificación para evaluar todo el primer trimestre.
MEEDIDAS PREVENTIVAS

Pueden usarse en mujeres que, sin presentar aún NVE, estarían en alto riesgo de presentarlo, esto es en mujeres que
tengan una o más de las siguientes características:
- Antecedente de NVE.
- Embarazo múltiple.
- Hipertiroidismo.
- Antecedente de náuseas o vómitos con el uso de anticonceptivos orales.
- Antecedente familiar de primer grado con hiperemésis gravídica (HG).
- Antecedente de presencia de H. Pylori no tratado o con tratamiento incompleto (en los últimos tres meses).
- Antecedente de enfermedad ácidopéptica diagnosticada en los últimos tres meses.

Estas medidas preventivas incluyen:

a. Ingesta de multivitamínicos pre-concepcionales que contengan vitamina B6 (3 meses preconcepción).

b. Medidas dietéticas como:


– Ingesta de comidas menos abundantes y más frecuentes (5 raciones al día).
– Evitar comidas grasas o picantes.
– Evitar tabletas que contengan hierro.
– Evitar olores fuertes a comida.
– Ingesta de bebidas frías de preferencia ácidas o agridulces.

c. Considerar la opción de usar Doxilamina 10 mg + Piridoxina 10 mg 2 tabletas vía oral al acostarse, hasta la
semana 12.

4. TRATAMIENTO

El tratamiento puede analizarse desde tres perspectivas:


1. Medidas no farmacológicas. 2. Medidas farmacológicas.

3. Manejo intrahospitalario.

Medidas no farmacológicas: Las medidas generales que acompañan cualquier tratamiento para NVE son muy
importantes e incluyen:

mantener una adecuada hidratación


– Tomar al menos 2 litros de agua por día.
– Evitar el estómago totalmente vacío o muy lleno
– Dieta fraccionada con ingestas cada 1 a 2 horas.
– Separar sólidos de líquidos.
– Consumir porciones pequeñas, no grasosas.
– Eliminar alimentos Fuertes en olor o sabor (muy condimentados).
– Eliminar bebidas alcohólicas y cigarrillo.
– Tomar meriendas entre comidas con frutos secos y alimentos ricos en proteínas.
– Descontinuar los multivitamínicos con hierro en el embarazo temprano.
– Incrementar consumo de alimentos y bebidas frías, lo cual ayuda a disminuir sabores metálicos.

-- Tomar jengibre. Muchas mujeres aseguran que el jengibre las ayuda a calmar el estómago, en bocadillos o galletas de
jengibre, o cápsulas de raíz de jengibre (250 mg no más de cuatro veces al día). También le pueden ayudar los tés con
jengibre (al igual que los tés de hierbas).

Medidas farmacológicas:

Primera línea de tratamiento. Doxilamina (Antihistamínico) 10 mg + Piridoxina (vitamina B6) 10 mg: combinación
aprobada por FDA y que tiene categoría A para su uso en el embarazo.

Dosis inicial: 2 tabletas en la noche al acostarse. Si el tercer día no se han logrado controlar los síntomas, se añade una
tableta adicional en la mañana al levantarse. Si al cuarto día persisten los síntomas se añade una tableta a media tarde.
Con esta terapia, puede lograrse éxito terapéutico en el 70% de los casos.

El evento adverso más común es la somnolencia leve (hasta en un 10% de pacientes). Si al quinto día no hay control de
los síntomas, se pasa a segunda línea de tratamiento. Si hay control del cuadro clínico, se continúa con la dosis con la que
se logró el control hasta la semana 13 de gestación.

Segunda línea de tratamiento. 1. Dimenhidrinato (Antihistamínico, antimuscarínico y anticolinérgico): Categoría B de


FDA. Efecto secundario más común: somnolencia (frecuente e importante) y letargia. Tener precaución al conducir
vehículos o trabajar con máquinas eventualmente peligrosas y en pacientes con epilepsia, ya que puede inducir crisis
convulsivas. Interacción con inhibidores de la monoaminooxidasa (MAO) y antidepresivos.

dosis: 50 mg cada 6-8 horas vía oral.

2. Metoclopramida (bloqueador de receptores dopaminérgicos sin actividad antipsicótica). Categoría B de FDA. La


metoclopramida incrementa la excreción de catecolaminas, por lo que se debe administrar con precaución a sujetos con
hipertensión. Si hay intolerancia a la vía oral, puede usarse la vía intramuscular, una ampolla de 10 mg cada 8 horas.

Dosis: 10 mg cada 8 horas vía oral (media hora antes de los alimentos).

Fármacos y dosis usadas en el tratamiento de las náuseas y vómitos. Se incluye la clasificación del fármaco según el
sistema Food and Drug Administration (FDA) americano:
• Piridoxina (vitamina B6): 10-50 mg/8 h (FDA: A).
• Tiamina: 100 m/24 h (i.v., i.m.) (FDA: A).
• Doxilamina + piridoxina: 1 cápsula/4-6-8 h (FDA: B).
• Metoclorpramida: 10 mg/6-8 h (FDA: B).
• Prometazina: 25 mg/4 h (FDA: C).
• Ondansetron: 10 mg/8 h (FDA: B).
• Metilprednisolona: 16 mg/8 h (FDA: B).
• Raíz de jengibre: 1 g/día durante 4 días.

MANEJO HOSPITALARIO

Está indicada la hospitalización cuando en un término de 24-48 horas no hay respuesta clínica. Criterios de
hospitalización:
Deshidratación moderada.
Anormalidades electrolíticas severas.
Malnutrición.
Pérdida de peso mayor al 5% en relación con estado pre-concepcional.
Pacientes que podrían requerir alimentación parenteral.

Manejo intrahospitalario:

a. Reposición hidroelectrolítica: Dextrosa 10 % 500 cc /8 horas alternado con Ringer Lactato o Suero Fisiológico 500
cc/8-12 horas hasta corregir el trastorno electrolítico.

n pacientes que requieren fluidoterapia y que presentan clínica de vómitos durante más de tres semanas se recomienda
añadir suplementos de tiamina (vitamina B1) intravenosa a dosis de 100 mg/d durante 2-3 días

b. No se recomienda suprimir totalmente la vía oral y, antes por el contrario, ofrecer líquidos orales con prudente
frecuencia

c. Metoclopramida 10 mg cada 8 horas IV


d. Si persiste el cuadro de HG, asociar Ondansetrón (Antagonista altamente selectivo de los receptores S3 de
Serotonina -5HT3-) 8 mg cada 8-12 horas diluidos en la solución IV (diluir en 50 cc y administrar en un tiempo de 15-30
minutos) o administrar 1 mg/hora en el líquido IV que se esté suministrando. Es categoría B de FDA

e. Si no hay respuesta, la paciente debe ser manejada en una Unidad de Cuidado Crítico

f. Pacientes que continúan con pérdida de peso corporal e intolerancia a vía oral, debe considerarse la
alimentación enteral con sonda nasogástrica

12. TIALISMO

Sialorrea (ptialismo) es la secreción exagerada de saliva, algunos autores dicen secreción patológica de saliva. Se dice que
obedece a cuadros psicológicos. Debe distinguirse de la pseudosialorrea que es simplemente la imposibilidad de tragar
un volumen normal de saliva. La formación de saliva es constante, aumentando durante los períodos alimentarios. La
secreción diaria normal es de aproximadamente 1 litro, pudiendo pasar de 10 litros en casos de sialorrea intensa. La
secreción está regida por la acción colinérgica de las fibras parasimpáticas. Está relacionada fundamentalmente con
sensaciones gustativas o con reflejos condicionados.

CAUSAS DE SIALORREA El embarazo, afecciones de la boca, del esófago (acalasia, cáncer, por mecanismo reflejo),
afecciones del SNC, lesión del centro Bulbar que rige el estímulo colinérgico. en el Parkinsonismo, en la miastenia grave
etc. Como consecuencia de lesiones periféricas puede verse en la parálisis facial bilateral, en la del hipogloso y en la
polineuritis diftérica. En algunas intoxicaciones por efecto directo del tóxico sobre la glándula (yoduros, bromuros,
mercurio etc.)

SIALORREA Y EMBARAZO

Es un cuadro que existe en las embarazadas y que desaparece espontáneamente a la semana 20 o disminuye
sustancialmente, aunque a veces permanece hasta el fin del embarazo.

La sialorrea una de las manifestaciones digestivas que se presentan en el embarazo es clásicamente una de las menos
estudiada (siempre se ha puesto más interés en las náuseas y los vómitos), es más frecuente en el primer trimestre y
aumenta proporcionalmente con los vómitos y pirosis.

La característica fundamental es que desaparece con el sueño, lo que se relaciona a problemas de vagotonismo.

La sialorrea durante el embarazo se observa con no mucha frecuencia y mucho menos si nos referimos a un grado muy
molesto. La bibilografía es bastante escasa sobre el tema. De acuerdo a las estadísticas de Tosal Herrero y colab refieren
su máxima prevalencia durante el primer trimestre, con un porcentaje del 9,8%, manteniéndose después en torno al 9 %
durante el resto de la gestación y disminuyendo hasta situarse en torno al 2 % durante el puerperio. Mandel en un
artículo sobre Sialorrea y reflujo gastroesofágico (RGE), dice que la estimulación del esófago por los ácidos gástricos
produce un reflejo esofagosalival y sobreviene un marcado aumento en el flujo salival, que tiende a neutralizar el
contenido ácido del esófago. En las embarazadas es bastante frecuente la presencia de RGE con o sin hernia hiatal. A esto
hay que sumarle la presencia de los vómitos que son más frecuentes en el primer trimestre del embarazo. Todo esto
aumentaría el número de pacientes con sialorrea en este período.

TRATAMIENTO La experiencia del consultorio me muestra 3 tipos de pacientes. Aquellas embarazadas con aumento leve
de la salivación fácilmente controlable con la expectoración o un pañuelo, (que muchas veces no es la causa de la
consulta) un segundo grupo con un flujo salival importante, entran al consultorio con una toalla y muy molestas. El tercer
grupo es el que motiva internación y reposición de líquidos.

REMEDIOS NATURALES CONTRA EL EXCESO DE SALIVACIÓN EN EMBARAZADAS

Existen muchos remedios caseros para poder controlar este trastorno o al menos para reducir lo molesto que es tener la
boca llena de saliva, entre alguno de los metodos se encuntran:
- Ingerir alimentos que no causen una gran atracción a la embarazada, en el sentido de que no potencia la
secreción salivar.
- Cepillado dental tan pronto como se empiecen a notar los primeros síntomas
- Masticar un chicle para que ayude a la deglución de la saliva excesiva acumulada.
- Enjuagues bucales.
- Comidas en pequeñas cantidades y frecuentes.

En los cuadros que se acompañan de vómitos y/o sindrome de RGE (SRGE), cualquiera sea el grado de sialorrea: leve,
moderada o severa, se impone en primer lugar el tratamiento de los vómitos y del SRGE, y en algunas formas moderadas
y en las severas el uso de sulfato de Atropina, en gotas, puede aliviar el proceso y tranquilizar a la paciente. Puede ser útil
la Psicoterapia, consejos, evitar la ingesta de alimentos irritantes, los cuales podrían estimular las glándulas salivales
aumentando la secreción de saliva. Siempre antes de llegar a administrar Atropina, agotar el tratamiento de los vómitos,
RGE, normas alimentarias y apoyo psicológico del paciente, muy efectivo cuando lo realiza el médico de cabecera (que a
pesar de no tener, muchas veces, la formación del psicoterapeuta, llega con gran efectividad al paciente).
En cuanto al uso de agentes farmacológicos, dentro de los más utilizados se encuentran los anticolinérgicos,
considerando que la salivación es producida por un estímulo parasimpático. Ensayos terapéuticos con atropina,
benztropina o escopolamina han mostrado eficacia, pero producen efectos adversos importantes como constipación,
retención urinaria, visión borrosa o glaucoma, entre otros
La atropina a dosis terapéuticas no posee efectos manifiestos sobre el sistema nervioso central. Dosis máxima por día 4
mg
Dosis límites: 0,2 a 1,2 mg tres veces por día. Dosis óptima: 0,3 a 0,5 mg tres a 4 veces por día.
Durante el embarazo, el cuerpo tiene que adaptarse para dar cabida al feto y, al mismo tiempo, prepararse para la
lactancia. Este proceso de adaptación física puede ocasionar algunas molestias. A continuación te citamos algunas de las
más frecuentes:
• Náuseas y vómitos: están provocados por el aumento de la hormona gonadotropina coriónica, producida al
comienzo del embarazo. Pueden aparecer alteraciones del gusto y del olfato, resultándo desagradables determinados
olores y sabores que antes no lo eran.
• Digestiones "pesadas" y "ardores" de estómago: debido al aumento de tamaño del útero, que desplaza el
estómago hacia arriba y al intestino hacia atrás, lo que hace más lenta la digestión.
• Estreñimiento y flatulencia ("gases"): causados por el enlentecimiento en el vaciado del estómago y en la
motilidad del intestino.
• Hemorroides: son más frecuentes al final del embarazo, debido a la presión que ejerce la cabeza del niño en los
vasos sanguíneos perianales. El estreñimiento favorece su aparición y agrava las molestias.
• Aumento del número de micciones: más frecuente en los primeros y últimos meses de embarazo, por la presión
que ejerce el útero sobre la vejiga.
 Aumento de la cantidad de flujo (secreción vaginal): debe evitarse la humedad en la zona, ya que facilita las infecciones por hongos (micosis).
Cambiar la ropa interior a menudo, manteniendo la zona lo más seca posible.
• Mareos y tensión baja: suelen producirse al colocarse boca arriba, al presionar el útero sobre la vena cava inferior. Se alivia rotando sobre el lado
izquierdo.

12. BRONCOASPIRACIÓN La broncoaspiración es la entrada anormal de fluidos, sustancias exógenas o secreciones endógenas
en las vías aéreas inferiores. Puede suponer la entrada de cantidades superiores a 100 millones de bacterias/ml dentro del árbol
bronquial2 dando lugar a enfermedades pulmonares y muerte en pacientes. No habrá repercusión patológica a menos que haya un
compromiso de las defensas habituales que protegen la vía aérea (cierre glótico, reflejo tusígeno, etc.) y/o que se produzca un daño
por el material aspirado, bien por efecto tóxico directo dando lugar a un proceso inflamatorio, si el inóculo es de gran volumen, o
bien por obstrucción de la vía aérea

También se puede producir aspiración de contenido gastroesofágico en pacientes con vómitos, regurgitación o reflujo gasoesofágico
(RGE) por alteraciones de la motilidad gastroesofágica.

Pueden ocurrir varios síndromes tras la aspiración dependiendo de la naturaleza y de la cantidad de material aspirado. Estos
síndromes son la neumonitis química o síndrome de Mendelson, la neumonía aspirativa y la obstrucción de la vía aérea

13. NEUMONITIS QUÍMICA O SÍNDROME DE MENDELSON Se define como el daño pulmonar después de la aspiración de
contenido gástrico regurgitado sin contenido alimentario, estéril en condiciones normales, pero que puede colonizarse por
gérmenes patógenos si el pH gástrico se eleva por la utilización de antiácidos, antagonistas de los receptores histamínicos H2
(antagonistas H2) e inhibidores de la bomba de protones, ante situaciones de nutrición enteral, gastroparesia y obstrucción del
intestino delgado. Se requiere un inóculo con pH menor o igual a 2,5 y de gran volumen (al menos 25ml). El comienzo de los
síntomas es brusco, dentro de las 2 primeras horas, presenciaremos contenido gástrico en orofaringe, disnea intensa, tos, cianosis,
fiebre de bajo grado, crepitantes difusos, hipoxemia severa e hipotensión, es decir, un cuadro de distress respiratorio. En algunos
casos, sólo tos o disnea o sólo desaturación.

En el 12% de los casos produce muerte por síndrome del distrés respiratorio del adulto (SDRA); en el 62%, mejoría clínica en 24–48h,
y en el 26%, mejoría inicial con reaparición de infiltrados sospechándose, en este caso, sobreinfección respiratoria.

NEUMONÍA ASPIRATIVA La neumonía aspirativa se define como la evidencia radiológica de una condensación pulmonar producida
por el paso al árbol traqueobronquial de una cantidad importante de secreciones contaminadas por bacterias patógenas
orofaríngeas o digestivas altas en pacientes con alteraciones de la motilidad orofaríngea o gastroesofágica
Para que se produzca la neumonía aspirativa deben coexistir dos grandes grupos de factores de riesgo: factores que alteren la
motilidad orofaríngea y/o gastroesofágica, ya comentados en apartados anteriores, y factores que favorezcan la colonización
bacteriana de las secreciones orofaríngeas o gastroesofágicas.

Los factores que favorecen la colonización bacteriana son la edad, el tabaquismo, la comorbilidad, la dependencia, la desnutrición
proteica, la disminución de la salivación, el tratamiento antibiótico previo, la inmunosupresión, el uso de inhaladores y aerosoles y la
mala higiene oral–dental, los pacientes portadores de sonda nasogástrica (SNG) y/o tubos endotraqueales (por formación de un
biofilm en la capa externa del material de la sonda que altera el ecosistema y favorece la colonización de la vía respiratoria alta) y
aquellos pacientes que tomen medicamentos o presenten situaciones que aumentan el pH gástrico.

TRATAMIENTO El tratamiento antibiótico deberá cubrir los gérmenes habituales de la flora orofaríngea y no se realizará tratamiento
empírico para los gérmenes anaerobios, a menos que haya una afectación periodontal severa, esputo pútrido y/o una imagen
radiológica de neumonía necrotizante, absceso de pulmón o empiema

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