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El primer trabajo científico fue realizado por Leeuwenhoek y Hooke en 1680, con el cual se
planteó la importancia de las células eucariotas y procariotas en el proceso de
fermentación y la aparición de infecciones; esto se logró inicialmente por las
observaciones de Leeuwenhoek en microscopios fabricados por él.
Posteriormente en el siglo XX se llevó a cabo uno de los hechos más importantes que
darían pie a los estudios en biotecnología, gracias al descubriendo de la penicilina por
Fleming; ya que con esto se comenzaron a desarrollar técnicas en áreas como la ingeniería
química, microbiología, y la bioquímica; lo cual permitió la fabricación de antibióticos,
esteroides, ácidos orgánicos, polisacáridos y algunas vacunas. Seguido de la producción de
aditivos de origen microbianos como Xantanos y Dextranos.
Por último, en la “época actual” se han venido desarrollando distintos estudios. En 1944
Oswald Avery, Colin MacLeod, y Maclyn McCarty, demostraron que la información
genética no se encuentra en las proteínas como era creído, sino en el ADN que causaba la
transformación bacteriana. El experimento inició después de que Frederick Griffith en
1928, descubriera el factor de transformación, transferido de los neumococos S (letales)
muertos a los neumococos R (poco virulentos); Avery, Macleod y McCarty decidieron
encontrar dicho factor de transformación experimentando con ratones, y un lisado
extraído de los neumococos muertos (proteína, capsula de polisacáridos, ARN y ADN), al
utilizar distintas enzimas y degradar la proteína, la capsula y el ARN obteniendo como
resultado la muertes de los ratones, con la contraparte de la degradación del ADN donde
el ratón vive, concluyeron que el factor de transferencia era este ácido nucleico.
Más tarde en 1953 Francis Crick y James D. Watson, publicaron un artículo donde
describían su descubrimiento sobre la estructura de doble hélice del ADN.
Otra forma de emplear la técnica del ADN recombinante consiste en crear animales de
granja que puedan producir productos farmacéuticos para uso humano; por ejemplo
algunos cerdos modificados tienen la capacidad de elaborar hemoglobina humana, siendo
esta un sustituto de la sangre humana. Así mismo la implementación de algunas especies
domesticas para la obtención de mayores cantidades de proteínas biológicas activas de
interés terapéutico encontradas en la leche.