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DERECHO PROCESAL II

(PROCESAL CIVIL)

Bolilla nº 1: El derecho procesal civil

1.1 El derecho procesal y el derecho procesal civil


1.1.1 Concepto y contenido
El derecho procesal es el conjunto de principios y normas jurídicas que regulan la actividad
judicial del Estado y de los particulares en la realización indirecta del derecho.
El estudio del derecho procesal significa:
a) El análisis de la legislación positiva contenida en los códigos formales, en las leyes orgánicas
y a veces también en los códigos de fondo
b) El estudio de principios, reglas y sistemas procesales
El principal objeto de estudio de la ciencia procesal es el análisis del proceso como estructura
técnico-jurídica y también sus diversas formas de manifestación en la actuación del derecho.

Los caracteres del derecho procesal son:


Carácter Consiste
Público El derecho procesal integra el derecho público interno de la nación Argentina,
porque es ejercido por un poder del Estado, el judicial. Asimismo, sus fines son
públicos y esto resulta inmutable aunque se esté resolviendo sobre derechos
disponibles o de interés exclusivo de las partes.
Realizador El derecho procesal está dirigido a la efectiva realización del derecho de fondo.
En tal sentido, toda norma del derecho procesal es realizadora. La norma
procesal lo es por su destino ya que a través del derecho procesal actúan por
individualización las normas constitutivas del orden jurídico.
Secundaria El derecho procesal es secundario porque el derecho sustancial preexiste
cronológicamente a éste. Pero ambos se sirven recíprocamente y no sería
posible la existencia de uno sin el otro.
Autónomo El derecho procesal es autónomo ya que su estudio no está subordinado a
ninguna otra disciplina jurídica

Derecho procesal civil: concepto y relación con la Teoría General del Proceso:
El derecho procesal es único, es decir uno solo, y regula la función jurisdiccional del Estado. Por
su parte la Teoría General del Proceso es la disciplina común a todas las ramas particulares del derecho
procesal. Contiene conceptos de vigencia universal, sistematizados en principios y reglas que explican los
poderes de acción, excepción y jurisdicción. La TGP comprende principios teóricos comunes
sistematizados en reglas que explican la realización indirecta del derecho.

El derecho procesal civil es una rama del derecho procesal que como disciplina estudia la
naturaleza, desenvolvimiento y eficacia del conjunto de relaciones jurídicas denominadas proceso civil.
El concepto de derecho procesal civil se halla ligado al fenómeno, de que los conflictos
intersubjetivos, pueden dirimirse por actos de las propias partes, mediante la realización espontánea
(directa) del derecho; pero a falta de ésta, sólo el proceso es el instrumento idóneo para dirimir por acto
de juicio, el conflicto surgido.
El derecho procesal civil establece reglas que se dirigen:
a) la organización de la justicia civil y determinación de las reglas de competencia;
b) la determinación de los procesos originados en pretensiones o en peticiones fundadas en el derecho
privado (civil o comercial);
c) las condiciones de lugar, tiempo y modo de actuar de los sujetos procesales.

Proceso civil:
El proceso civil prevé los mecanismos idóneos para dar solución a conflictos de intereses de
naturaleza privada, y en consecuencia disponibles por las partes.
El proceso civil en general y el vigente en nuestra provincia en particular adopta para su
realización un procedimiento de característica formal, escrito, dispositivo y de doble instancia.
El proceso civil se rige por las pautas de un sistema dispositivo. Este sistema implica la adopción
de algunos postulados básicos:
a) En primer lugar el impulso procesal inicial y de mantenimiento corresponde a las partes (actor
y demandado), quienes tienen la carga procesal de instar el procedimiento hasta su finalización.
b) La cuestión fáctica a decidir es fijada en forma definitiva por las partes en sus escritos de
postulaciones (demanda, contestación, reconvención y excepciones).
c) El juez al dictar sentencia debe hacerlo solamente respecto de las cuestiones propuestas por
las partes. En tal sentido se encuentra limitado por los hechos esgrimidos por las partes, y si se apartara
de ello la decisión podría ser impugnada por haber resultado ultra, extra o sipra petita (más allá de lo
pedido, fuera de lo pedido o menos de lo pedido), y ello afectaría el principio de congruencia.
d) Como consecuencia de los postulados precedentes solo se obtiene una verdad formal, ficticia,
por oposición a la verdad real material o histórica propia del proceso penal.

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1.2 El proceso de codificación Nacional y en la provincia de Córdoba


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1.3 Procedimiento
1.3.1 Concepto
El proceso, desde un punto de vista “descriptivo”, se define como una serie gradual
progresiva y concatenada de actos cumplidos por órganos públicos predispuestos o por particulares
interesados o compelidos a actuar que persigue determinados fines: su fin inmediato es la fijación de
hechos y la aplicación del derecho, y el mediato está dado en la obtención de la paz social o el
reestablecimiento del orden jurídico alterado.
Es necesario distinguir los conceptos de procesos y procedimiento:
a) Proceso: es el conjunto de actos necesarios para obtener la decisión de un caso concreto por parte de
determinados órganos.

PROFE: Método de debate pacífico y dialéctico llevado a cabo por sujetos (partes) procesales ante un
tercero (juez o árbitro) que como tal debe ostentar el carácter de imparcial, impartial e independiente.
Principios procesales:
1) Imparcialidad judicial
2) Igualdad de las partes
3) Eficacia de la serie Alvarado Velloso
4) Trnasitoriedad de la serie - Principio: Uniforme
5) Moralidad en el debate - Regla: Bifronte

6) Principio de congruencia  Incongruencia Subjetiva


Objetiva intra petita (-)
ultra petita (+)
extra petita (distinto)
cita petita (no se pronuncia)
non liguet integración
interpretar
Causal Hechos
Imputación o calificación jurídica

b) Procedimiento: son las diversas formas o caminos que toma e proceso en la realización jurisdiccional
del derecho. Así tenemos procedimientos declarativos, ejecutivos y cautelares, contenciosos y voluntarios,
etc.

1.3.2 Elementos
Conforme al concepto dado de proceso, pueden advertirse desde un punto de
vista externo, tres elementos esenciales a los que la doctrina denomina objetivo,
subjetivo y teleológico.
PUNTO DE VISTA EXTERNO DEL PROCESO
Elemento Consiste
Objetivo El elemento objetivo se manifiesta cuando se expresa “serie gradual progresiva y
concatenada de actos”
a) Gradual: porque los actos se realizan conforme a un orden determinado
previamente por la ley.
b) Progresivo: porque estos actos se van cumpliendo en forma paulatina ya que se
manifiestan por grado y tienden a un fin.
c) Concatenado: la culminación de un acto supone el comienzo de otro y además estos
actos están estructurados en etapas cuyo comienzo y fin están eslabonados.
Subjetivo El elemento subjetivo está representado por las personas que intervienen en el trámite
procesal. Ellos pueden ser sujetos esenciales o eventuales.
a) Esenciales: son aquellos que indefectiblemente deben estar en la relación jurídico-
procesal, y son los protagonistas e ella. Así actor, demandado y juez son sujetos
esenciales en el proceso civil por ser los titulares de los poderes de acción, excepción
y jurisdicción.
b) Eventuales: son los auxiliares del tribunal (secretarios, letrados, prosecretarios, etc.);
también los abogados patrocinantes, terceros, órganos de prueba, etc.
Teleológico Atiende a los intereses o expectativas colectivas, o en su caso a los individuales de las
partes. Hay dos fines, mediatos e inmediatos.
a) Mediatos: asegurar el valor justicia y la paz social.
b) Inmediatos: Fijación de los hechos y aplicación del derecho.

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1.3.3 Etapas
El juicio ordinario, por regla general y sin perjuicio de algunas excepciones, consta de cuatro
etapas esenciales.
También puede presentar etapas eventuales: medidas preparatorias, cautelares impugnativas y
de ejecución de sentencia.
Esenciales:
- Etapa introductoria: El acto procesal típico es la demanda, el actor afirmará hechos
jurídicamente relevante sobre la base de las cuales solicitará la tutela del derecho que invoca.
El demandado deberá contestar la demanda en el plazo de 10 días, ejerciendo de esta forma su
derecho de defensa, ya sea negando o reconociéndolos. Ello debe realizarse con claridad, ya que puede
constituir una presunción de reconocimiento de los hechos afirmados en la demanda. En esta
oportunidad, podrá oponer excepciones dilatorias en forma de previa y especial pronunciamiento.
Además, el accionado puede reconvenir, siendo ésta la única oportunidad para hacerlo.
- Etapa probatoria: Las partes deben presentar al tribunal los elementos probatorios.
Presupone la existencia de hechos controvertidos; se inicia con el decreto que ordena la apertura
de prueba de la causa y se desarrolla como un momento de plena actividad que se resume en recepción
de audiencias, notificaciones, peritajes, inspecciones oculares, diligenciamiento de oficios, etc. Participan
todos los sujetos procesales y los órganos de prueba (testigos, peritos). Esta fase se encuentra dominada
por plazos perentorios fatales.
- Etapa discusoria: Los actos procesales son los alegatos, cuya finalidad es proporcionar al juez
argumentaciones favorables al fundamento de las respectivas pretensiones. Es el momento en que las
partes incorporan al juicio, elementos doctrinarios y jurisdiccionales útiles para fundar la sentencia.
En el juicio ordinario los alegatos se realizan en forma de traslados de ley por su orden, se corre
traslado al actor y luego al demandado. Esta etapa es reservada, no pública, con el fin de garantizar la
igualdad de las partes. Así los alegatos se reservan en secretaría hasta que se ordene el llamamiento de
autos para definitiva.
- Etapa decisoria: Pronunciamiento de la sentencia definitiva. Se inicia con el llamamiento de
autos para definitiva (señala el comienzo del plazo que tiene el juez para dictar sentencia).
Asimismo, tiene el efecto de hacer cesar para las partes la carga de impulso del trámite, y cesa
también la carga de notificación.
La sentencia es el modo normal de conclusión del proceso. Constituye un acto estrictamente
formal, de características documentales, propio de la jurisdicción. La sentencia es el acto que pone fin al
proceso, decidiendo en forma definitiva sobre las pretensiones de las partes.

Eventuales:
- Medidas preparatorias: Está prevista con el fin de obtener datos que resultan de conocimiento
indispensable para que el actor en un futuro pueda plantear correctamente su demanda.
- Medidas de prueba anticipada: Permiten recepcionarlas con antelación a la interposición de la
demanda. Su finalidad es preservar elementos convictivos que puedan desaparecer con el transcurso del
tiempo, tales como la declaración de testigos de avanzada edad, gravemente enfermos, etc.
También en forma excepcional el código autoriza la posibilidad de ordenar medidas cautelares
antes de la promoción de la demanda.
- Ejecución de sentencia: Tiene lugar a solicitud de parte interesada y cuando el demandado no
se hubiere avenido a cumplirla voluntariamente.
- Etapa impugnativa: Tendrá lugar cuando alguna de las partes o ambas se sientan perjudicadas
por lo resuelto en sentencia, interponiendo recursos ordinarios o extraordinarios ante la instancia
pertinente.

1.3.4 Cargas y presupuestos procesales


Contenidos del proceso:
Claria Olmedo define como el contenido del proceso a las categorías procesales.
- Atribución facultativa: Mera facultad reconocida al actor. (La ley reconoce al perjudicado la
simple facultad de solicitar su reparación)
- Atribución impuesta: Poder-Deber del juez. (Dicho funcionario tiene obligación de pronunciarse
ante el simple requerimiento de la parte)
- Sujeción impuesta: Carga pública que tiene el testigo. (Se requiere la actuación del sujeto por
razones de interés público)
- Sujeción facultativa: Carga procesal que se impone al demandado. (Propia satisfacción de
prevenir un perjuicio futuro)
La diferencia entre la carga pública y carga procesal es que la primera implica la posibilidad de
ejercer coacción en el sujeto, en tanto que la segunda sólo se realiza una comunicación o advertencia de
que se puede perjudicar.

Presupuestos procesales:

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Los presupuestos procesales son aquellos requisitos necesarios para la constitución de una
relación jurídico-procesal válida.
Los presupuestos procesales se presentan como supuestos previos al proceso, sin los cuales no
pueden pensarse en su existencia.
Los presupuestos procesales son:
Presupuesto Consiste
Capacidad de las partes La capacidad procesal constituye una capacidad de hecho o de obrar.
Por tal motivo si el sujeto carece de capacidad (dementes, sordomudos,
interdictos, ausentes, etc.) debe concurrir al juicio con su representante.
Tribunal competente La competencia es la aptitud o capacidad que la ley le reconoce a los
órganos judiciales para administrar justicia en un caso dado, y
objetivamente es la órbita jurídica dentro de la cual el tribunal ejerce su
jurisdicción.
Requisitos de la demanda Conforme al art. 175 del CPC, la demanda se deducirá por escrito y
expresará:
1. Nombre, domicilio real, edad y estado civil del demandante; tipo y
número de documento de identidad.
2. El nombre y domicilio del demandado.
3. La cosa que se demande designada con exactitud. Si se reclamase el
pago de una suma de dinero, deberá establecerse el importe
pretendido, cuando ello fuese posible, inclusive respeto de aquellas
obligaciones cuyo monto depende del prudente arbitrio judicial.
4. Los hechos y el derecho en que se funde la acción.
5. La petición en términos claros y precisos.
La no concurrencia de los presupuestos procesales obsta al nacimiento del proceso. Por eso, a
los efectos de verificar la regularidad de la relación procesal, las leyes procesales contienen disposiciones
autorizando a los jueces a resolverlos de oficio. Tal sucede con lo dispuesto por el artículo 176 del CPC,
que otorga facultades expresas al órgano jurisdiccional para inadmitir la demanda u ordenar que se
subsanen los defectos que contenga. Ello configura una potestad judicial de saneamiento que se concede
a veces en forma específica y en otras en forma genérica. Sin perjuicio de lo antes dicho, también se
reconoce a las partes la posibilidad de denunciar la ausencia de un presupuesto procesal en caso de que
el tribunal no lo haya advertido a través del planteo de las excepciones dilatorias de incompetencia, falta
de personalidad o defecto legal en el modo de proponer la demanda.

1.4 Bases constitucionales del proceso civil


El art. 1 de la CN establece que la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma
representativa, republicana y federal. Ello permite inferir además de la forma jurídica que asume el
Estado, su organización y los denominados derechos fundamentales de los individuos.
Por su parte, el art. 5 impone a cada Provincia el deber de organizar su administración de justicia
respetando las reglas de la Constitución Nacional. En virtud de lo expuesto, coexisten en nuestro sistema
judicial dos órdenes que corresponden uno al nacional federal y otro al de cada provincia.
Consecuentemente, la Constitución Nacional es la fuente primaria de realización del derecho, ubicada en
la cúspide de la cual descienden todas las demás normas realizadoras. Las provincias están obligadas a
conformar sus constituciones locales y demás normas jurídicas que dictaren a esa ley suprema y a su
vez, la Constitución de cada provincia es la ley suprema frente a las otras normas que dictaren las
autoridades del gobierno provincial o de los distintos municipios o comunas. En tal sentido establece el
art. 28 de la CN: “las declaraciones, derechos y garantías proclamados por la Constitución no pueden ser
alterados por las leyes que reglamente su ejercicio”.
Atento lo expuesto, se observa que la construcción del modelo refleja un escalonamiento
jerárquico entre las diferentes normas que la integran y es allí donde detectamos las normas realizadoras
procesales que sirven a las sustanciales y permiten abrir las puertas de los tribunales para obtener el
respeto del derecho de fondo. De este modo se consagra el acceso a la justicia o derecho a la
jurisdicción.
La Constitución sienta principios de neto corte procesal a los cuales deben acomodarse las leyes
nacionales y provinciales y que los jueces tienen el deber de respetar aun cuando contraríen
disposiciones expresas de las leyes. Ello da origen a la facultad del juez para declarar la
inconstitucionalidad de una ley en un caso concreto. Esto es lo que se conoce como el control de
constitucionalidad de las leyes, que se fundamenta en el Art. 31 CN. Cualquier juez, ya sea de la Nación o
de las provincias, ejerce ese control ante la vulneración de un derecho individual o de incidencia colectiva.
De acuerdo al régimen republicano de gobierno, el Poder Judicial es independiente de los demás poderes
del estado.
Esa independencia es fundamental para asegurar la imparcialidad del tribunal en cumplimiento
de la función jurisdiccional y significa que los órganos de la justicia no pueden estar subordinados a
ninguna autoridad del Poder Ejecutivo o del Legislativo. Permanece ajeno a los vaivenes de la política,
con autonomía de criterio a la hora de resolver. La única sujeción admisible es la ley misma, no habiendo
ataduras de índole moral o material a ninguna autoridad.

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Juicio previo:
El art. 18 de la CN establece el principio básico de que ningún habitante de la Nación puede ser
penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso. El precepto abarca dos ideas: la del
juicio previo y la de la ley anterior; este último aspecto presenta diferente extensión en el ámbito civil.
Con el fin de que la garantía alcance el ámbito civil, los autores reformulan el principio: “ningún
habitante de la Nación podrá ser penado o ejecutado en sus bienes sin juicio previo fundado en ley”.
El precepto constitucional contiene diversos elementos que en su sucesión cronológica se
exponen con un orden lógico; en primer lugar, debe existir una ley anterior que prevea y sancione el
hecho; además, debe presentarse un hecho que resulte de la categoría de los captados por la ley y que
desencadene el proceso; el juicio debe levarse a cabo garantizando la posibilidad de audiencias y prueba,
y debe concluir con una sentencia en la que se fije el hecho y se aplique el derecho. Lo que garantiza la
fórmula constitucional es la imposibilidad de condenar válidamente a una persona sin que antes haya
precedido a la sentencia un proceso conforme a las exigencias constitucionales.

Juez natural:
El art. 18 de la CN también contiene el principio del juez natural al establecer que ningún
habitante de la Nación puede: “... ser juzgado por comisiones especiales o sacado de los jueces
designados por la ley antes del hecho de la causa...”.
Juez natural es el juez u órgano jurisdiccional designado por la ley anteriormente al hecho que
provoca el proceso.
No son jueces naturales y por lo tanto están prohibidos, los siguientes:
- Jueces ex post facto, creados con posterioridad al hecho. Para cada perseguido judicialmente
sólo deber haber un tribunal con competencia determinada de antemano, objetiva e imparcialmente.
- Jueces ad hoc, creados para juzgar determinados hecho o casos.
- Comisiones especiales: tribunales extraordinarios que sin ser competentes por no formar parte
del Poder Judicial del Estado, intervienen o deciden en un proceso dado. Son creados de manera
inconstitucional.
Lo que se impone es un tribunal permanente, en el que aunque se sustituyan los jueces que lo
personifican, sigue siendo juez natural (ej. jubilación del juez) y un tribunal competente, que al contrario
de la comisión especial, aplique el principio de generalidad. La función jurisdiccional debe ser ejercida por
magistrados instituidos previamente por la ley para juzgar una clase de asuntos o una categoría de
personas.

Inviolabilidad del derecho de defensa en juicio:


El art. 18 de la CN reconoce la inviolabilidad de la defensa en juicio al consagrar que “es
inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos”. Este principio supone asegurar a todo
particular que intervenga en un proceso, la posibilidad de ser escuchado, de contradecir y de ofrecer
prueba.
La inviolabilidad de la defensa en juicio es la más amplia y vigente de las garantías
constitucionales; comprende tanto la defensa material como la técnica. La material reconoce al justiciable
el derecho de participar en la invocación o defensa de sus intereses; la técnica se manifiesta en nuestro
sistema por la exigencia legal de actuar con patrocinio letrado obligatorio y asegurarlo por medio de
funcionarios de Estado para el carente de recursos.

La garantía de acceso a la justicia:


Este derecho se vincula con el derecho a la jurisdicción y significa que el Estado debe brindar el
servicio justicia a los particulares, y su vigencia importa que a todo sujeto debe garantizarse el acceso a la
justicia; que las disposiciones legales hagan posible que todo sujeto que tenga un conflicto pueda
comparecer ante los tribunales y contar con un instrumento técnico preestablecido para acceder a la
jurisdicción, ya sea postulando activamente un a pretensión o defendiéndose.
A tal efecto se reconoce a las partes el poder de defenderse y a elegir a un profesional que los
asesore, sin estar constreñidos por el costo del servicio ni ver malogrado el éxito de una petición en sí
justa por avatares de insuficiencia económica.
El acceso a la justicia opera, en primer lugar, garantizando a todo individuo la posibilidad de
requerir la realización de su derecho y la solución de sus conflictos a través de una administración
específica.
Este acceso, sin embargo, se muestra a veces limitado por obstáculos. Las dificultades más
notorias pueden ser resumidas en los siguientes ítems:
a) Desigualdad, que redunda en ventaja para una de las partes y desventaja para la otra: La
desigualdad, por lo general, toca a personas de clases sociales más desvalidas, quienes tienen una
sensación generalizada de desamparo y desconfianza en el sistema de justicia, ello no hace más que
promover la solución de los conflictos acudiendo a vías de hecho.
b) Prolongada duración de los juicios en el tiempo: Cuando un proceso excede los límites
razonables de duración, se convierte en un serio obstáculo para el acceso a la justicia porque se plasma
en una sentencia tardía, dejando paso al aforismo: “cuando la justicia llega tarde deja de ser justa”. El

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trámite excesivo, el aumento de la litigiosidad en todos los fueros, el congestionamiento, la mora y la


demora no hacen más que obstaculizar irremediablemente el acceso a la justicia por razones temporales.
c) Alto costo de los procedimientos: El inicio y desarrollo del pleito tiene un alto costo de
tramitación. Así, gastos y honorarios profesionales se transforman en un impedimento cuando el costo
supera los límites de lo razonable en orden al valor del asunto que se ventila.
Litigar supone solvencia económica porque el Estado grava las actuaciones judiciales con tasas
y aportes, a los que se debe sumar el costo de envío de cartas documentos, confección de actas
notariales, despacho de cédulas, etc., por lo que en causas de poco monto, litigar es antieconómico.

Igualdad:
La garantía de igualdad está contemplada en el Art. 16 de la CN y alude a la igualdad racial, de
rango social, laboral y principalmente, igualdad en el aspecto de la justicia.
Si bien la ley predica que todos los hombres son iguales ante la ley, no se desconoce que existen
diferencias de persona a persona, ya sea de orden físico o moral, por ello, es la propia ley que debe
garantizar no excluirse o prohibirse a unos lo que se concede o garantiza a otros en las mismas
condiciones.
Se trata de la igualdad de los iguales en iguales circunstancias. Procesalmente implica que debe
atribuirse a cada una de las partes idénticas posibilidades de actuación en el proceso.
Algunas instituciones que abrevan en este principio son el beneficio de litigar sin gastos, la
asistencia técnica para los carentes de recursos, etc.

1.4.1 El abuso en el proceso


El art. 1071 del CC regula el instituto del abuso del derecho, que también encuentra recepción en
los cuerpos normativos procesales a partir del principio de moralidad y sus derivados, el de lealtad y el de
buena fe procesal.
Las normas de derecho procesal delimitan y asignan los poderes de actuación de los sujetos
procesales con el objeto de realizar el derecho sustancial y hacer justicia. Los sujetos del proceso
deberían intervenir en el trámite observando la finalidad última del proceso, sin embargo, en muchas
ocasiones las estructuras procesales se utilizan para obtener ilegalmente más de lo que la ley concede o
de lo que la ley no concede, dando lugar al abuso procesal.
Para que este se configure deben reunirse ciertas condiciones, a saber:
a) que se ejercite una prerrogativa-facultad o potestad procesal;
b) que se observe una desviación del fin con que esa facultad, prerrogativa o potestad que fue
conferida por la ley;
c) que dicha conducta no se encuentre prohibida por ninguna norma procesal.
El acto abusivo puede provenir de cualquiera de las partes, incluso del propio juez, quien podría
incurrir en un exceso de formas que impidiera el acceso a la justicia. Asimismo, el acto además debe
generar un daño, graficado como una dilación o un retardo injustificado que produce el acto, durante el
curso del proceso o cuando se exige la aplicación a ultranza de una norma procesal en desmedro del
derecho de defensa incurriendo de este modo en un exceso ritual manifiesto.

1.5 Sistemas
Un sistema procesal está constituido por una estructura orgánica diseñada por la ley y que tiene
en cuenta principios o ideas rectoras que le imprimen caracteres o que lo definen. Se trata de formas
metódicas y estructurales aptas para el desarrollo de los presupuestos políticos-jurídicos del derecho
procesal.
Cada sistema implica la adopción por el legislador de un tipo determinado para la realización
jurisdiccional del Derecho; también cada tipo tiene su opuesto, que con su definición lo limita. Debe
precisarse que la elección de uno no excluye absolutamente el contrario, sino que prevalece sobre éste
sin perjuicio de que presente algún ingrediente contrario.
El régimen del proceso civil de nuestra provincia se establece sobre la base del sistema
dispositivo, escrito y de doble instancia.

1.5.1 Dispositivo. Reglas que lo informan


El sistema dispositivo es aquel que asigna a los particulares tanto la iniciativa del trámite judicial
como del impulso subsiguiente; les confiere a las partes la facultad de fijar la cuestión fáctica, y les otorga
el poder de disposición sobre el contenido sustancial o formal de un juicio.
Es característica fundamental de este sistema que sean las partes las que fijan los hechos a
discutir y quienes deben aportar los elementos de prueba corroborantes de sus pretensiones.
El principio dispositivo dice que el juez no puede resolver sino lo que las partes le han sometido a
decisión, y no puede valerse de otros elementos de juicio que los que resultan de las pruebas aportadas
por las partes.
Las características fundamentales de ese proceso civil dispositivo se plasman en una serie de
aforismos:
El primero expresa que “los jueces no pueden proceder de oficio” y sólo actúan a petición de
partes; es conocido que el juez no puede crear el asunto; tiene que resolver sobre un asunto que le han
traído las partes.

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El segundo, “no hay juicio sin actor”, la justicia no va en busca del asunto; éste debe ser traído
por los interesados al tribunal.
El actor al promover la acción pone en movimiento el aparato jurisdiccional; de allí que el impulso
inicial y de mantenimiento del trámite lo debe realizar un sujeto con carácter de parte.

Sistema escrito:
En el sistema escrito el tribunal sólo puede tener en cuenta el material procesal suministrado por
escrito o recogido en actas. Supone que toda la actividad procesal sea trasladada, sin excepción, a la
expresión gráfica por medio de la escritura.
Es difícil concebir un sistema puramente escrito, es decir que no admita en algún grado la
oralidad. Por ello debe afirmarse que no existen tipos puros.
Es claro entonces que sólo puede hablarse de predominio de la escritura, lo cual no excluye la
existencia de actos orales.
El sistema escrito es utilizado para la realización del procedimiento civil; así, el de Córdoba.
Sin embargo debe señalarse que el interés social reclama de la justicia soluciones más rápidas y
oportunas. Por ello se propone la sustitución total o parcial del sistema actual y la adopción de otro que
permita superar las falencias y defectos del actual.
Se propone entonces la adopción de un sistema distinto que permita asegurar principios
esenciales en la realización jurisdiccional del derecho. La propuesta se dirige al cambio hacia un sistema
de características mixtas, pero con instancias puntuales en las que se imponga la oralidad y el contacto
directo entre las partes y el juez, quien deberá asumir el rol de director activo del trámite del juicio. Se
alude a la posibilidad de un proceso por audiencias o una reforma parcial que injerte, dentro del
procedimiento escrito, como instancia oral con la imposición de la audiencia preliminar

1.5.2 Doble instancia


La doble instancia supone la existencia de dos órganos jurisdiccionales, que actúan con un orden
jerárquico en momentos diferentes del proceso. La doble instancia supone conferir a un órgano de
jerarquía superior el poder-deber de revisar, por vía de recursos ordinarios, la apreciación de los hechos y
la aplicación del derecho efectuada por un juez de primer grado en su resolución. El sistema de doble
instancia supone generalmente un juez unipersonal, inferior, de trámite y sentencia, y un órgano superior
generalmente colegiado, con competencia para revisar la resolución del inferior dentro de los límites
impuestos por el sistema de impugnaciones.

1.6 Principios procesales


Principio de publicidad:
El principio de publicidad implica que los actos que se cumplen en el proceso deben ser
conocidos en forma irrestricta tanto por los que intervienen en el proceso como por los integrantes de la
sociedad, con el fin de permitir un control adecuado de la actividad procesal y en definitiva de los actos de
los jueces.
Constituye una garantía indiscutida para el justiciable. Además favorece la transparencia en la
actividad de la administración de justicia.
La ley o los propios jueces pueden restringir la publicidad de las audiencias y aun de los fallos, si
con ellos se pudiera afectar la moral, el orden público u ocasionarse perjuicios materiales o morales a los
interesados. En definitiva, lo que fundamentalmente se procura es la protección del derecho de intimidad
de las personas.
Se establece que la publicidad en las audiencias son públicas y puede asistir al debate quien así
lo desee. La sentencia es conocida por las partes y frecuentemente pueden ser difundidas en diarios no
sólo técnicos, sino de divulgación general.

Inmediación:
La inmediación significa contacto directo entre juez, partes y órganos de prueba. Este principio
se manifiesta en plenitud en los procesos de trámite oral en el momento de la audiencia de debate o de
vista de causa.
En el trámite procesal civil cordobés la vigencia de la inmediación es nula. Excepcionalmente se
impone para la realización de la inspección judicial, medida que debe efectuar personalmente el juez y a
la que pueden asistir las partes.

Bilateralidad:
La contradicción o bilateralidad resume la idea de que toda decisión judicial debe ser tomada
previo a que se haya dado igual oportunidad a todas las partes de ser oídas; es decir, otorgar a las partes
la oportunidad de ejercer todas las defensas que tuviere de arrimar al proceso los elementos de juicio
conducentes a la demostración de sus alegaciones.
En el proceso civil rige en plenitud la regla de la bilateralidad; sin embargo, se admiten
excepciones que encuentran fundamento en garantizar la efectividad de algunas medidas como las
cautelares, que pueden ordenarse inaudita parte.

Autoridad:

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El principio de autoridad se define en torno a las jerarquías diferenciadas que impone el derecho
procesal en la organización judicial y en la relación de ésta con los litigantes.

Formalismo:
Las formas procesales se establecen como garantía para el justiciable y encuentran fundamento
principal en el principio de seguridad jurídica. Las formas constituyen sólo un medio para cumplir el acto y
lograr la realización del derecho subjetivo. Nuestro Código Procesal adopta el sistema de legalidad de
formas. Es así que se regula expresamente el modo de realización de la actividad procesal. Los
procedimiento son reglamentados, estableciéndose tipos para cada sistema; en lo ateniente al proceso
civil, el modelo tipo es el juicio ordinario o de conocimiento, que es establecido para resolver todo tipo de
controversia que no tenga una tramitación especial.

Economía:
Este principio importa la aplicación de un criterio utilitario en la realización del proceso, y se
resume en dos ideas fundamentales: economía de gastos y economía de esfuerzos o de actividad. Su
incorporación supone procedimientos menos onerosos y que no se extiendan en el tiempo.
La economía de gastos pone su acento en el aspecto financiero del proceso. Ello implica que el
costo del juicio no se presente como un obstáculo que impida a las partes el inicio o mantenimiento de
éste.
La regla de economía en el tiempo se entiende como celeridad en el trámite, concentración de
los actos y eventualidad en las afirmaciones.
La concentración implica reunir toda la actividad procesal en uno o pocos actos procesales; se
evita de esta manera la dispersión de actividad y la fragmentación del proceso.

Moralidad:
El principio de moralidad importa que toda la actividad que se realice dentro del proceso debe
apoyarse en reglas de contenido ético.
Está integrado por un conjunto de normas que imponen conductas que deben ser observadas
tanto por el juez como por las partes y participantes.
Comprende subprincipios que lo enriquecen: los de la lealtad y la buena fe procesal.
Su efectiva vigencia se vincula con la imposición de cargas y deberes procesales de las partes.
Se prevén consecuencias adversas o penalidades en forma genérica y específica para quien
litigue en infracción a estos principios u observe una conducta procesal impropia.

1.7 Reglas procesales


El derecho procesal se elabora en base a postulados y garantías constitucionales que a su vez
son expresadas en principios jurídicos-políticos. Los actos procesales y los procedimientos se diseñan
teniendo en cuenta reglas de carácter técnico-jurídicas que las ratifican. Estas reglas se manifiestan como
máximas que se imponen y limitan o condicionan al actuar de los sujetos procesales; así la regla de
impulsión, preclusión y adquisición procesal.

1.7.1 Impulsión y Adquisición


Impulsión:
El proceso debe avanzar hacia el logro de un fin, en su concepto se debe incluir el elemento
esencial: actividad. La actividad en el trámite procesal civil se realiza por medio de actos de impulso que
realizan las partes.
El proceso civil se desenvuelve conforme a dos reglas contrapuestas: la de preclusión procesal y
la de secuencia discrecional, que operan como intermedias.
La regla de preclusión impide que el proceso se retrotraiga a estadios o etapas superadas, y que
se reproduzcan actos procesales ya cumplidos; también impide que se cumplan fueran de la oportunidad
fijada por la ley al efecto.
La actividad procesal debe realizarse en el marco de la ley y dentro de los límites fijados por ella.
Por otra parte, cada acto procesal está destinado al logro de un fin específico y debe cumplirse
en un momento determinado.
La vigencia efectiva de la regla de preclusión se garantiza por medio de la nulidad y la
inadmisibilidad. Así se declara la inadmisibilidad cuando se intente producir un acto procesal después de
vencido el plazo perentorio fijado por la ley, o cuando se hubiere declarado la pérdida del derecho a
petición de parte.
La preclusión se manifiesta también como una limitación al poder de las partes para realizar
determinada actividad, ya que el sujeto pierde su facultad por extinción del plazo o por consumación de
ella.

Adquisición:
La adquisición procesal significa que el resultado de la actividad realizada durante el trámite se
adquiere para el proceso y no aprovecha o beneficia a ninguna de las partes.
Ello es así ya que la actividad procesal y el material de conocimiento se adquieren para el juicio y
pueden ser aprovechados por cualquiera de las partes con independencia de quién los aportó.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

La aplicación de la regla de la adquisición presenta numerosas manifestaciones en el trámite.

Bolilla nº 2: La competencia civil

2.1 Competencia
2.1.1 Concepto
Podemos intentar dar una definición desde un punto de vista objetivo y desde un punto de vista
subjetivo. Para hacerlo veamos el siguiente cuadro:
Punto de vista Definición
Objetivo Desde este punto de vista se tiene en cuenta el ámbito geográfico o el
ámbito material, señalándose que la competencia “es la órbita jurídica
dentro de la cual el tribunal ejerce su jurisdicción”.
Subjetivo Desde este punto de vista se tiene en cuenta la capacidad del órgano
jurisdiccional, diciéndose que la competencia es “la aptitud o capacidad
que la ley reconoce a cada órgano o conjunto de órganos judiciales para
ejercer sus funciones respecto de una determinada categoría de asuntos o
durante una determinada etapa del procedimiento”.

Los caracteres de la competencia son:


Carácter Consiste
Debe ser fijada El justiciable debe saber de antemano que existe un órgano jurisdiccional
previamente por la ley con competencia atribuida por la ley para conocer el asunto que le aqueja.
Es de orden público Ello significa que en principio los particulares no pueden modificarla
Es indelegable Esto importa que los actos atribuidos al juez deben ser cumplidos
indefectiblemente por el mismo
Es improrrogable La competencia por regla es improrrogable. Las partes no podrán conferir
otras competencias ya sea por razón de la materia, del grado y del valor a
un órgano jurisdiccional diferente al asignado por la ley

2.1.2 Criterios para la distribución. Prórroga


Existen distintos criterios para la distribución de la competencia. Entre ellos podemos mencionar
los siguientes:
a) La especialización: Está referido a las distintas ramas del derecho: civil, comercial, laboral,
penal, contencioso administrativo, etc., estableciendo en algunos casos subdivisiones dentro de algunas
de las ramas del derecho, por ejemplo, el fuero de familia o juzgados de ejecución fiscal que pertenecen
al derecho civil.
Art. 5 CPCC: “La competencia se determina por la naturaleza de las pretensiones deducidas en
la demanda y no por las defensas opuestas por el demandado”.
b) El orden jerárquico: Cuando se distribuye la competencia entre tribunales de distinto grado, el
juez de primera instancia no es un subalterno del tribunal de alzada (Cámara), ni éste es superior al
primero. Podrá serlo administrativamente, pero no cuando interviene en grado de apelación. El orden
jerárquico es establecido como una garantía para el justiciable.
(Impone una distribución de competencia entre diferentes órganos con respecto a un mismo
proceso teniendo en cuenta las distintas actividades que desarrollan los jueces en un juicio. Si se trata de
tribunales de doble instancia, la organización supone un juez inferior que resuelve sobre el fondo del
asunto y un tribunal de jerarquía superior que revisa lo resuelto por el inferior.)
c) Cuantía: La cuantía del juicio se determina en función del monto del litigio. Existen dos tipos
de procedimiento: juicio ordinario y abreviado (Art. 417 y 418 CPCC).
d) División del trabajo o turno: Esto es simplemente de carácter administrativo, de distribución de
tareas.
El sistema de nuestros tribunales en materia civil y comercial es la determinación del turno por el
número de asuntos. El criterio de fijación de turno es una facultad de superintendencia del Tribunal
Superior de Justicia. Para determinar el turno de las Cámaras de Apelación se tiene en cuenta la fecha de
concesión del recurso, y no la interposición de éste.
La distribución de causas por turnos está regulado por la Ley Orgánica del PJ, entre los
tribunales con idéntica competencia material y territorial. Existen dos métodos: la recepción de causas
dentro de un período limitado de tiempo (utilizado en materia penal, cada fiscalía de instrucción se
encuentra de turno una semana) y la recepción de un número determinado de causas (se utiliza en
materia civil).
En el Poder Judicial de la provincia de Córdoba, se ha implementado un sistema informático de
seguimiento de los expedientes (Sistema de Administración de Causas “S.A.C”)
e) La dimensión territorial: La extensión del territorio impone la necesidad de dividirlo en
circunscripciones judiciales, dentro de cuyos límites territoriales el órgano jurisdiccional es competente
ratione losi, atendiendo a criterios de economía o conveniencia, teniendo en cuenta algunos elementos de
la relación jurídico-sustancial: el domicilio de la persona, la situación de la cosa objeto del litigio, etc.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El criterio territorial se funda en un conjunto de postulados, a saber: Forum rei citae (lugar en el
que se ubica la cosa), forum domicili (lugar en el que se encuentra el demandado), forum contractus,
forum solutionis (sitio de cumplimiento de las obligaciones), etc.
En cuanto al territorio, la competencia se divide en circunscripciones judiciales, tanto en el orden
nacional como provincial.
En nuestra provincia, la Ley Orgánica el Poder Judicial, en su art. 115 divide territorialmente a la
provincia en 10 circunscripciones. El Tribunal Superior de Justicia tiene competencia en todo el territorio
de la provincia, y la Corte Suprema de Justicia de la Nación en todo el país.
En nuestra provincia, el CPC regula esta competencia en los artículos 6 al 8, revistiendo el
carácter de relativo, lo que significa que el tribunal no se puede declarar incompetente de oficio y que las
partes pueden prorrogarlas expresa o tácitamente.
Nuestro Código Procesal vigente (ley 8.465) sólo se ocupa de la competencia territorial y no
contiene normas relativas a la competencia material.
El artículo 1 del CPC dispone: “Toda gestión judicial deberá hacerse ante tribunal competente. La
competencia atribuida a los tribunales provinciales es improrrogable, con excepción de la territorial. Esta
última podrá ser prorrogada por las partes y la incompetencia del tribunal no puede ser declarada de
oficio.
Si la gestión no fuera de competencia prorrogable y de la exposición de los hechos resultare
evidente no ser de competencia del tribunal ante quien se dedujera, este deberá inhibirse de oficio, sin
más trámite. A pedido de parte remitirá la causa al tribunal tenido por competente, si pertenece a la
Provincia; en caso contrario ordenará su archivo.
Una vez que se hubiere dado tramite a demanda o petición, el tribunal no podrá declarar su
incompetencia de oficio”.
Por su parte, el artículo 6 del CPC reza: “La competencia se determinará por la naturaleza de las
pretensiones deducidas en la demanda y no por la defensa opuesta por el demandado”.
Finalmente, con relación a la competencia territorial, el artículo 6 del CPC establece: “Con
excepción de los casos de prorroga expresa o tácita, y de las reglas especiales contenidas en este
Código o en otras leyes, será competente en razón del territorio…” (Estudiar del código).

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

2.1.3 Competencia por conexidad. Fuero de atracción


Desplazamiento de la competencia:
La regla general es que la competencia es de orden público e improrrogable, por lo que no se puede cambiar a un tribunal que ha instituido la ley como
competente por, otro, ya sea en razón de la materia, el grado y el valor de la causa. Sin embargo, en ciertos supuestos la regla adquiere excepciones, como en los
casos de prórroga, competencia por conexión y fuero de atracción.
Casos Consiste Regulación en el código
Prórroga La competencia material es improrrogable ya que está Art. 2: “La competencia territorial es prorrogable por sumisión de las partes a tribunal que, por
fijada primordialmente en interés de los particulares. razón de la materia, de la cuantiadle derecho litigioso y de la jerarquía que tenga en el orden
Significa que ésta es relativa. judicial, pueda conocer el asunto que ante él se prorroga”.
La prórroga consiste en el desplazamiento de la Art. 3 (modos de prorroga): “La prórroga puede ser expresa o tácita. Será expresa cuando los
competencia hacia un juez que en principio resulta interesados manifiesten explícitamente y por escrito su decisión de someterse a la competencia
incompetente en razón de la materia. del tribunal a quien acuden. Será tácita cuando el actor inicie la demanda ante un tribunal distinto
Por regla general, la competencia territorial es prorrogable al que corresponde en razón de la competencia territorial, y el demandado la conteste, deje de
cuando se trata de intereses privados, entendiéndose por hacerlo, u oponga excepciones previas sin declinación de la competencia.
tales aquellas cuestiones que versen sobre derechos plena En todos los casos, la prórroga se operará sin necesidad del consentimiento del tribunal”.
y absolutamente disponibles por las partes, y en los cuales Art. 4 (extensión de la prórroga): “La sumisión expresa o tácita a un tribunal para la instancia inicial
no estén interesados el orden público o las propias leyes de se extiende a los superiores de éste para las posteriores”.
organización de la administración de justicia.
Fuero de El fuero de atracción es ejercido en los procesos
atracción universales, o sea aquellos en los que se encuentra en
juego un patrimonio: juicio universal de sucesión, concurso
o quiebra. En estos juicios corresponde al juez que entiende
en el juicio sucesorio o en el concurso o quiebra conocer,
también, de las acciones personales pasivas contra el
causante, concursado o fallido, respectivamente y no así las
acciones personales activas y reales.
En estos juicios universales se justifica el desplazamiento
en la necesidad de tratar en forma conjunta y simultánea
todas las pretensiones deducidas contra el caudal común
Comp. por Cuando se da la conexidad entre dos o más casos, las Art. 7: “A falta de otras disposiciones, será tribunal competente:
conexidad leyes procesales establecen que sea un mismo juez quien 1) El que lo sea en el principal para conocer de sus incidentes, trámites auxiliares, preparatorias y
lo resuelva. Esta causal de desplazamiento de la cautelares.
competencia está fundada en la necesidad de evitar el 2) El que conoció en un juicio, para entender en otro sobre el mismo objeto.
dictado de sentencias contradictorias entre asuntos que se 3) El que conoció en el primer juicio, en los demás derivados de una misma relación lucrativa.
relacionan entre si y además en razones de economía 4) El tribunal que intervino en la tramitación de medidas preventivas debe ser el mismo que
procesal. intervenga en el principal, salvo que se haya tramitado la medida cautelar con un juez pedáneo,
La conexidad entre juicios se presenta ante la existencia de en cuyo caso es competente el tribunal de primera instancia que corresponda de conformidad a
elementos comunes entre sus pretensiones. Ello puede las reglas del art. 6”.
suceder por coincidencia subjetiva, objetiva o causal.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

2.1.4 Cuestiones de competencia: Declinatoria de competencia e Inhibitoria


Existen cuestiones de competencia cuando se desconoce a un órgano jurisdiccional la facultad
de intervenir en un determinado proceso o cuando dos o más órganos jurisdiccionales declaran carecer
de dicha facultad. Las cuestiones de competencia se provocan por dos vías: la declinatoria y la inhibitoria.
En el sistema de córdoba y en la Nación se impone de manera excluyente la utilización de la declinatoria,
salvo que el cuestionamiento se suscite entre jueces de diferentes competencias territoriales. Únicamente
en este supuesto podrá el demandado elegir la vía de la inhibitoria para suscitar la cuestión de
competencia. En este sentido, el artículo 9 del CPC dispone: “Las cuestiones de competencia sólo podrán
promoverse por vía de declinatoria, con excepción de las que se susciten entre jueces de distinta
competencia territorial, en las que procederá también la inhibitoria. Elegida una vía, no podrá en lo
sucesivo usarse la otra”.
I) DECLINATORIA: la declinatoria de competencia es el acto o vía procesal mediante la cual el
demandado se presenta en legal forma y fundadamente ante el juez que está conociendo el juicio y le
solicita que se declare incompetente, apartándose de seguir haciéndolo. De acuerdo con el artículo 10 del
CPC la declinatoria se suscitará como las demás excepciones previas en el juicio ordinario y declarada
precedente, a pedido de parte, el tribunal remitirá la causa al tenido por competente, si pertenece a la
Provincia; en caso contrario se ordenará su archivo.
II) INHIBITORIA: es la vía procesal mediante la cual el demandado se presenta, en legal forma y
fundadamente, ante el juez que el considera competente pidiéndole se declare tal, y exhorte al juez que
está entendiendo en la otra causa para que se inhiba de seguir haciéndolo.
La inhibitoria se plantea ante el tribunal que la parte considera competente (art. 11); si el tribunal
se declara competente libra de oficio inhibitorio al otro tribunal con copia de escrito de parte, resolución y
toda otra documentación que estime necesaria para fundar su competencia (art. 11).
El trámite de la inhibitoria ante el tribunal requerido se encuentra regulado por el artículo 12 del
CPC. Si se produce un conflicto, elevan al tribunal superior –entiéndase el inmediato superior común a
ambos-, y este decide sin más sustanciación (art. 13), devolviendo las actuaciones para que continúe
entendiendo el tribunal que se declare competente.
Las cuestiones de competencia pueden crear conflictos positivos o negativos de competencia
entre los jueces.
a) Conflicto positivo: cuando el juez ante el cual se pide la inhibitoria se declara competente y el
requerido también lo hace, negándose a declinarla.
b) Conflicto negativo: cuando ambos jueces, sucesivamente, se rehúsan a entender en una
misma causa por considerarse incompetentes.
El planteo de una cuestión de competencia, como regla, produce la suspensión del
procedimiento principal, sin perjuicio de lo cual el juez podrá practicar, a petición de parte legitima,
cualquier actuación que a su juicio sea absolutamente necesaria y de cuya dilación pudiera resultar algún
perjuicio irreparable (art. 14 del CPC).

Inhibición y recusación:
El ordenamiento jurídico garantiza a través de sus normas la imparcialidad del juez al momento
de resolver. A tal efecto, el código contiene prescripciones tendientes a sustraer al juez del conocimiento
de una causa cuando pueda verse comprometida su objetividad. Así se prevé el apartamiento de los
tribunales cuando los magistrados tengan vínculos de afecto, de enemistad o de interés respecto de las
partes, imputados o sus letrados que puedan influir en su imparcialidad. A tal fin, la ley acuerda a los
litigantes el instituto de la recusación. Este instrumento permite eliminar de la relación procesal al juez
sospechado. Como contrapartida la ley les reconoce a los jueces de los distintos tribunales la posibilidad
de apartarse del conocimiento de la causa cuando se encuentren comprendidos en alguna causal de
recusación. Esto último se denomina inhibición.
Tradicionalmente la doctrina ha distinguido dos formas de efectuar la recusación. Con expresión
de causa y sin expresión de causa.
a) Recusación sin causa: El CPC, en su art. 19 establece una limitación para las partes que sólo
puede recusar sin expresión de causa en ciertas y determinadas oportunidades: 1) al entablar o contestar
la demanda; 2) al momento de oponer excepciones; 3) al finalizar la tramitación del pleito.
El límite también se impone al establecer la ley que esta posibilidad de recusar sin causa sea
utilizada en una única oportunidad en toda la tramitación del proceso. Por otra parte, objetivamente
también se limita este instituto estableciéndose que no podrá ser utilizado en cuestiones incidentales y en
los procesos concursales.
b) Recusación con causa: el artículo 17 del CPC enumera los causales de recusación. Me remito
al artículo (estudiar).

2.1.5 Competencia federal


Es la facultad conferida a los órganos jurisdiccionales que integran el Poder Judicial de la Nación
para administrar justicia, respecto de las personas y en los lugares que la Constitución Nacional
determina. Es una competencia de excepción.

Caracteres:
La competencia federal tiene por caracteres el ser improrrogable, limitada y privativa.

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DERECHO PROCESAL II
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La competencia federal en razón de la materia nunca es prorrogable, pero sí lo es en razón del


territorio o de las personas.
La competencia federal en materia civil y comercial es prorrogable a la justicia ordinaria
provincial (salvo lo dispuesto por los arts. 116 y 117 CN) o sea que al ser prorrogable nos encontramos
frente a una competencia “concurrente”. Por eso quien puede demandar y ser demandado ante dicho
fuero puede renunciar a este y someterse a la justicia ordinaria.
Es limitada, porque no puede ejercerse fuera de los casos expresados.
Es privativa, y por tanto excluyente de la competencia de los tribunales provinciales.

Causas federales:
Ésta se aplica en razón de: a) las personas, b) la materia y c) el lugar.
a.1) Es competencia exclusiva y originaria de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, las
causas en que sean parte embajadores, ministros y cónsules extranjeros; y en aquellas que una
provincia sea parte, entre dos o más provincias entre sí o contra un Estado extranjero -art. 116 y 117
C.Nac-
a.2) Es competencia de los tribunales federales inferiores cuando la Nación sea parte, en causas
de un extranjero contra un argentino y viceversa, vecino de una provincia con Estado extranjero, y cuando
es parte un diplomático en asunto particular.
b) Es competencia de los tribunales federales inferiores las causas que tratan asuntos regidos
por la CN, por leyes especiales del Congreso o por tratados con las naciones extranjeras, sobre
almirantazgo, jurisdicción marítima y aeronáutica.
c) Es competencia de los tribunales federales inferiores los casos que se susciten entre el vecino
de una provincia y el de otra -art. 116 C.Nac-

Competencia de la CSJN: Originaria y Derivada (ARTS. 116 Y 117 CN)


Competencia originaria y exclusiva
1) Causas civiles que versen entre una provincia y algún vecino de otra o ciudadanos o súbditos
extranjeros
2) Causas que versen entre dos o más provincias
3) Causas que versen entre una provincia y un Estado extranjero
4) Causas que versen sobre privilegios y exenciones de los cónsules extranjeros en su carácter público

Competencia derivada o por apelación


- Vía ordinaria: Recurso de apelación ordinaria
- Vía extraordinaria: Recurso extraordinario de inconstitucionalidad
- Vía auxiliar: Recurso directo por apelación o inconstitucionalidad denegada:
1) Ordinaria
2) Extraordinaria

Bolilla nº 3: Procedimientos

El proceso, desde un punto de vista “descriptivo”, se define como una serie gradual progresiva y
concatenada de actos cumplidos por órganos públicos predispuestos o por particulares interesados o
compelidos a actuar que persigue determinados fines: su fin inmediato es la fijación de hechos y la
aplicación del derecho, y el mediato está dado en la obtención de la paz social o el reestablecimiento del
orden jurídico alterado.
Muchas veces en el léxico jurídico los conceptos de “proceso” y “procedimiento” son empleados
como sinónimos; sin embargo, resulta necesario distinguirlos a fin de lograr claridad y precisión en el
lenguaje técnico. La palabra “proceso” hace referencia a una institución jurídica que utilizamos como
paradigma a los fines del estudio del derecho procesal. Es esa serie “gradual progresiva y concatenada
de actos jurídicos procesales”; en cambio los procedimientos son los trámites a seguir; es el conjunto de
actos y formalidades a los que debe someterse el tribunal, las partes y los demás intervinientes; es en
definitiva, una estructura técnica.

3.1 Procesos de conocimiento. Clases. 3.2 Procesos de ejecución. Clases


Proceso de conocimiento Proceso de ejecución
Definición El proceso de conocimiento es aquel que tiene por El proceso de ejecución es aquel en el cual
objeto una pretensión tendiente a conseguir que el preexistiendo un derecho cierto o presumiblemente
tribunal reciba la prueba y resuelva, mediante la cierto, se procura su efectivización para satisfacer
aplicación de las normas jurídicas pertinentes, a el interés del titular. El proceso de ejecución parte
los hechos alegados por las partes. de un título cierto o de una sentencia que goza de
Son aquellos que parten de una pretensión una presunción de autenticidad por parte de la ley
incierta, que debe ser acreditada durante su sustantiva, y en el que se pretende directamente
trámite, mediante el debate y la prueba rendida. su ejecución.
Se trata de un proceso en donde la prueba está
prácticamente preconstituida en el título que sirve

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de base de ejecución, por lo que directamente se


lo cita al deudor de comparendo y de remate.
Persigue A través del desarrollo y culminación de este En este tipo de proceso se solicita la efectivización
proceso se obtendrá una sentencia que contenga coactiva de un derecho reconocido en una
una declaración de certeza sobre la existencia o sentencia o en un título de ejecución.
inexistencia del derecho pretendido por el actor.
Cosa Juzgada La sentencia que se dicte en este tipo de procesos La sentencia que en este tipo de proceso se dicte
produce el efecto de cosa juzgada material. Esto produce el efecto de cosa juzgada formal; es decir
significa que la resolución una vez firme y que puede ser revisada en el juicio ordinario
ejecutoriada goza de inmutabilidad y, por lo tanto, posterior.
la ley no admite otra vía procesal autónoma que
posibilite su modificación.

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DERECHO PROCESAL II
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Clasificación de los procedimientos civiles:

Contenciosos: Son aquellos que


atienden a la obtención de un
pronunciamiento que dirima un Atendiendo al
Proceso judicial: es aquel conflicto u oposición de intereses fin perseguido
que se realiza ante un juez Por la existencia suscitados entre dos o más se dividen
investido por el Estado o no de conflicto personas que revisten la calidad de
de la potestad de administrar se dividen en parte.
justicia.

Actos de jurisdicción voluntaria: En


Por la naturaleza estos no hay conflictos. Dichos actos
del órgano tiene por finalidad integrar, construir
o dar eficacia a ciertos estados o
relaciones jurídicas privadas.

Proceso arbitral: Se configura esta modalidad cuando el proceso se desarrolla ante un juez denominado
arbitro, que recibe el mandato e las partes o de la ley, con el fin de dirimir la contienda, respetando las
garantías de imparcialidad y ecuanimidad. A diferencia del juez público, el árbitro carece de coertio y de
excecutio. Por consiguiente, su poder comprende el de conocer, llamar a las partes, y dictar sentencia. La
sentencia que dicta se llama laudo arbitral y debe ser protocolizada en los libros del juzgado.

Procesos singulares: El rasgo principal es la existencia de partes individuales en situación de conflicto.


estos sujetos, actor y demandado, se encuentran en una posición doble, igual y contradictoria. Doble xq
están muñidos del poder de acción y excepción recíprocamente; igual xq tiene mismas posibilidades de
Por la naturaleza prueba y defensa.
de la pretensión
Procesos universales: Son aquellos que tienden a la distribución del patrimonio de una persona por causa
De muerte o falencia. Estos procesos ejercen fuero de atracción y son: sucesiones, concurso y quiebra.

Declarativos: Tienen por objeto una Declarativos generales: Estas a su vez se dividen en ordinarios y abreviados
pretensión inicialmente incierta Ordinarios: son aquellos en los cuales e pueden plantear y deducir en
tendiente a lograr que el tribunal que forma definitiva la totalidad de las cuestiones jurídicas derivadas de un
conoce el problema reciba las pruebas conflicto entre partes. Por este tramite se ventila todo asunto cuya cuantía
y dicte una sentencia sobre el fondo exceda los 100 jus.
de la cuestión. Por su estructura Abreviados: se reserva para toda demanda que no exceda los 100 jus y
se dividen en también consignación de alquileres.
Ejecutivos: Es aquel en el cual Declarativos especiales: Son aquellos que la ley establece para determinada

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

preexistiendo un derecho cierto o relaciones de derecho. Debe computarse entre ellos el juicio de % de
presumiblemente cierto se procura condominio, el de mesura y deslinde, desalojo, etc.
su efectivización para satisfacer el
interés del titular. Ejecutivos generales: Este tipo de procesos pretenden asegurar 2 valores:
celeridad y seguridad. Es el juicio que permite obtener la realización del
Cautelares: son aquellos que tienden a crédito plasmado en un título que debe reunir los siguientes requisitos:
impedir que el derecho cuya actuación a)obligación de pagar suma de dinero; b) la cantidad debe ser liquida;
se pretende pierda virtualidad o eficacia c) debe resultar exigible.
durante el tiempo que transcurre entre Ejecutivos especiales: se trata de pretensiones de naturaleza ejecutiva las
demanda y sentencia. cuales deben estar contenidas en documentos a los que la ley asigne una
forma particular de sustanciación. Tales son la ejecución de prenda,
hipoteca, las ejecuciones fiscales y el cobro de multas y costas liquidadas.

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DERECHO PROCESAL II
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Clasificación del Código Procesal:


a) Art. 408.- Contenciosos y voluntarios: Son juicios contenciosos los que tiene por objeto la
declaración o ejecución de un derecho contra personas determinadas. Se llaman actos de jurisdicción
voluntaria aquéllos en que se ejercitan derechos que no son debidos por ninguna persona.
b) Art. 409.- Declarativos y ejecutivos: Los juicios contenciosos son declarativos o ejecutivos,
según tengan por objeto hacer declarar o hacer ejecutar el derecho de los litigantes.
c) Art. 410.- Generales y especiales: Los juicios declarativos y los ejecutivos son generales o
especiales, según constituyan una forma general para la declaración o ejecución de los derechos o
simplemente una forma especial para los casos determinados.
d) Art. 411.- Declarativos generales: Los declarativos generales son:
1- Ordinario.
2- Abreviado.
e) Art. 412.- Declarativos especiales: Los juicios declarativos especiales son los que la ley
establece para determinadas relaciones de derecho.
f) Art. 414.- Ejecutivos: El juicio ejecutivo general es el que establece la ley para toda clase de
obligaciones que traigan aparejada ejecución y, los especiales, el establecido para la ejecución de
sentencia y demás casos que expresamente se determinen.
g) Art. 417.- Ordinario: Se sustanciará por el trámite del juicio ordinario, todo asunto de la
competencia de los tribunales de primera instancia que no tuviere procedimiento especial.
h) Art. 418.- Abreviado: Se sustanciará por el trámite del abreviado:
1- Toda demanda cuya cuantía no exceda de 100 jus.
2- La consignación de alquileres.
3- La acción declarativa de certeza.
4. El pedido de alimentos y litis expensas.
5- Los incidentes.
6- Todos los casos para los cuales la ley sustantiva establece el juicio sumario u otra expresión
equivalente.
7- Los demás casos que la ley establezca.
h) Art. 419.- Juicio arbitral: Los juicios arbitrales son meramente declarativos aunque se trate en
ellos de la ejecución de sentencias, debiendo limitarse a la declaración de las bases para el cumplimiento
de aquéllas.

Reglas comunes y determinación del procedimiento:


Conforme a los artículos 415 y 416 del CPC, lo establecido para el juicio ordinario, incluso las
medidas preparatorias, será aplicable al abreviado y a los demás juicios especiales en cuanto sea
compatible. Por su parte, las disposiciones relativas al juicio ejecutivo serán aplicables, en cuanto sean
compatibles a la ejecución de sentencia.
En caso de duda sobre el procedimiento que deba adoptarse, los tribunales procederán por el
más amplio (art. 420). Cuando la cantidad objeto de la demanda forme parte de un crédito mayor que sea
contestado, se determinará por la importancia de éste el procedimiento a seguir (art. 421). Si las acciones,
los demandantes o demandados fueren varios, la cuantía del juicio se determinará por el importe total de
la demanda, cualquiera que sea la naturaleza de la obligación (art. 422).
Cuando la cuestión versare sobre derechos que no sean apreciables en dinero o cuando haya
dudas sobre el verdadero valor de la demanda, se aplicará el procedimiento ordinario (art. 423).

3.3 Acción meramente declarativa


Se denomina pretensión declarativa a aquella que tiende a obtener un pronunciamiento que
elimine la falta de certeza sobre la existencia, eficacia, modalidad o interpretación de una relación o
estado jurídico. De allí que la característica fundamental de este tipo de pretensiones consista en la
circunstancia de que la mera declaración de certeza resulta suficiente para satisfacer el interés de quien
la propone.
Existen diversas clases de pretensiones declarativas, ya que pueden ser positivas o negativas.
Las primeras se basan en la afirmación favorable al actor (Ej.: pretender liberarse del pago invocando la
prescripción de la obligación). Las segundas tratan, por ejemplo, de lograr la declaración de nulidad de un
acto jurídico.
El CPC en el artículo 413 dispone respecto de las acciones declarativas: “El que ostente un
interés legítimo puede entablar acción a fin de hacer cesar un estado d incertidumbre, que le causa
perjuicio sobre la existencia, alcance o modalidades de una relación jurídica, aún sin lesión actual”. Esta
acción se sustanciará por el trámite de juicio abreviado, siendo los requisitos:
a) Que quien los solicite tenga un interés legítimo.
b) Un estado de incertidumbre sobre la existencia, alcance o modalidades de una relación jurídica.

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3.4 La oralidad en el proceso civil: Audiencia preliminar – Funciones


La necesaria estructuración de los modelos procesales ha conducido a instrumentar una reforma
que implique un cambio total del Código Procesal con el fin de lograr un nuevo modelo tendiente a la
reestructuración del trámite actual, con el fin de agilizar su procedimiento y modernizar sus instituciones.
Se propone en líneas generales, la adopción de la oralidad en el proceso civil. Se instrumenta un
juicio común y también juicios especiales. El juicio común se manifiesta como un trámite por audiencias,
de características mixtas pero con procedimiento prevalentemente oral.
El tipo se estructura sobre la base de tres etapas esenciales: la de postulaciones, con trámite
escrito similar al previsto en nuestro CPCC, y se completa con dos instancias orales y concentradas a
realizarse en presencia del juez: la audiencia preliminar y la de vista de causa.
Se pretende con esta nueva modalidad superar las disfunciones del trámite actual y lograr la
simplificación y abreviación del objeto del proceso y de la prueba.
Se aspira, entonces, a un cambio total integral. Pero ante la imposibilidad manifiesta del cambio
total, el camino inicial podría emprenderse con reformas parciales que signifiquen una experiencia previa
con miras al cambio total. Este cambio parcial es posible.
El eje central para este cambio está dado por la incorporación de una audiencia preliminar en el
trámite escrito; tal como está previsto el Código Procesal, la audiencia preliminar es un acto de
trascendencia en el que rige efectivamente el principio de inmediación.

Audiencia preliminar:
Se ha atribuido a este instituto el mérito de ser un acelerador y saneador de los procedimientos y
permitir la resolución de los litigios con menos dispendio en el tiempo.
El juez debe dirigirla personalmente bajo pena de nulidad.
La personalidad implica que el actor y el demandado deben concurrir personalmente a ella, y no
pueden ser reemplazados por mandatarios, salvo que se trate de personas jurídicas o que por un motivo
razonable el juez autorice la representación.
La audiencia preliminar constituye una forma para resolver in limine el conflicto planteado, lo cual
redunda en la contradicción de los tiempos y costos que genera un proceso, a la vez que permite sanear
el trámite evitando la posibilidad de nulidades.
En nuestra ley procesal podría insertarse en el trámite luego de la traba de la Litis y antes de la
etapa de prueba.

Funciones:
La audiencia preliminar es un acto fundamental que para su instrumentación debe perseguir
objetivos claros y delimitados.
Así sus funciones deben circunscribirse a la conciliación, el saneamiento y la determinación del
objeto litigioso que sea objeto de prueba.
La función de conciliación, operada por el juez, actúa como una regla de acercamiento entre las
partes.
La segunda función es la de sanear los defectos que pudieran advertirse en el procedimiento.
De esta forma se salva la vida del proceso, al eliminar las circunstancias que lo debilitan (nulidades) o
simples defectos promocionales (ej., excepciones previas).

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Bolilla nº 4: Demanda y contestación

4.1 Demanda
4.1.1 Concepto. Contenido y forma de la demanda. Documentos que deben acompañarse.
Ampliación de la demanda
La demanda es conceptualizada por la mayoría de los autores como una “pretensión”. Otros (las
autoras del libros) sostienen que es un acto de “postulación”, pues no se agota en pedir, sino que tiene el
sentido de reclamación o queja con derecho a una respuesta concreta, respuesta que compete al Estado
a través de sus órganos jurisdiccionales.
La demanda judicial constituye la materialización del derecho de acción, que el Estado debe
satisfacer abriendo una instancia y obligándose a decidir sobre la pretensión que constituye el objeto
material o jurídico de la acción.
Por aplicación de lo prescripto en el art. 15 del Código Civil, los jueces no pueden dejar de
sentenciar bajo pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes.

Requisitos formales de la demanda: De acuerdo con el art. 175 del CPC, la demanda deberá
contener:
Inc. Establece Explicación
1 Nombre, domicilio real, edad El domicilio es el lugar que la ley fija como asiento o sede de la
y estado civil del demandante; persona, para la producción de determinados efectos jurídicos.
tipo y número de documento El art. 89 del Código Civil establece que el domicilio real de las
de identidad. personas es el lugar donde tiene establecido el asiento principal
de su residencia y de sus negocios. En lo que respecta al
domicilio legal, el art. 90 del Código Civil establece que es el
lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contrario, que
una persona reside de manera permanente para el ejercicio de
sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones, aunque de
hecho no este allí presente.
2 El nombre y domicilio del De un análisis integral del CPC advertimos que el art. 144 inc. 1
demandado. dispone que la citación en comparendo debe ser hecha al
domicilio real. Es por esto que concluimos que el domicilio al
que hace referencia el inc. 2 del art. 175 es el real y no el legal.

3 La cosa que se demande Para que el tribunal pueda dictar una sentencia sin violar el
designada con exactitud. Si principio de congruencia y para que el demandado pueda
se reclamase el pago de una preparar todas sus estrategias defensivas, es necesario que el
suma de dinero, deberá actor individualice todas sus pretensiones de manera clara y
establecerse el importe precisa. Y si lo que reclama es el pago de una suma de dinero,
pretendido, cuando ello fuese deberá establecerse el importe pretendido, inclusive respecto
posible, inclusive respeto de de aquellas obligaciones cuyo monto dependan del prudente
aquellas obligaciones cuyo arbitrio judicial.
monto depende del prudente La cosa demandada debe tener una relación directa con la
arbitrio judicial. acción que se ejercita a través de la pretensión deducida, pues
debe existir congruencia entre la acción ejercitada y la causa
determinante de ella.
4 Los hechos y el derecho en Respecto a la exposición de los hechos existen dos teorías: la
que se funde la acción. de la sustanciación, que es la seguida por nuestro código, y
según la cual deben exponerse circunstancialmente los hechos
que constituyen la relación jurídica. Por su parte, de acuerdo
con la teoría de la individualización (2º teoría) propiciada por la
doctrina germana, basta con que se indique la relación jurídica
que individualiza la acción.
5 La petición en términos claros Las peticiones pueden ser de dos clases: principales y
y precisos. accesorias. Peticiones principales y a la vez indispensables
para la demanda, son las que indican el objeto de éstas y en
ellas debe expresarse lo que se reclama al demandado.
Accesorias son las que el actor puede agregar a las principales,
siempre que exista conexidad, pero sobre las cuales no puede
pronunciarse el juez si no han sido formuladas expresamente
(daños y perjuicios, intereses, etc.). Es necesario aclara, no
obstante, que una petición accesoria como son las costas, no
necesita ser formulada por el actor ya que es imperativo para el
juez pronunciarse sobre ellas, hayan sido solicitadas o no.

Contenido y forma de la demanda:


Para que la demanda sea admitida, es necesario de que esté revestida de las formalidades del
art. 175, pues de lo contrario el tribunal puede rechazarlas de oficio, de conformidad con lo previsto en el

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

art. 176 de CPC, el cual reza: “Los tribunales deben rechazar de oficio las demandas que no se dedujeren
de acuerdo con las prescripciones establecidas, expresando el defecto que contengan, o podrán ordenar
que el actor aclare cualquier punto para poder hacer posible su admisión.
No subsanados los defectos o hechas las aclaraciones en el plazo de treinta días, se operará el
desistimiento de pleno derecho”.

Documentos que deben acompañarse con la demanda:


El art. 182 del CPCC prescribe que “el actor deberá acompañar a la demanda los documentos de
que haya de valerse”
Existen tres clases de documentos, a saber:
a) Documentos habilitantes de la instancia: Son aquellos en donde el derecho se manifiesta y sin
los cuales no puede requerirse su apertura.
b) Documentos fundantes de la pretensión: Son aquellos que comprueban todo lo relativo a la
causa de pedir y a las defensas opuestas
c) Documentos justificantes de la pretensión: Son aquellos generalmente emanados de terceros,
y por tanto no constituyen entonces prueba documenta sino testimonial escrita, y debería ofrecerse de
acuerdo al régimen de aquella prueba.

Efectos de la demanda:
Podemos hablar de efectos sustanciales y efectos procesales de la articulación de la demanda.
Los analizamos a cada uno de ellos.
1. Efectos sustanciales: Desde el momento en que se articula la demanda se producen, respecto
del derecho de fondo, los siguientes efectos:
a) Interrumpe el término de la prescripción, sea adquisitiva o liberatoria, aun articulada ante un
juez incompetente o conteniendo defectos de forma.
b) Obsta la posibilidad de iniciar el juicio petitorio si se ha ejercitado y aún no se ha agotado el
proceso posesorio.
c) Determina la opción en las obligaciones alternativas, cuando esta ha sido diferida al acreedor
(art. 641, CC), pues en caso contrario, a falta de acuerdo previo, la elección corresponde al deudor.
d) Genera inhibición para los letrados, para el tribunal, los administradores, etc., de adquirir la
cosa litigiosa por si o por interposición de persona.
2. Efectos procesales: La articulación de la demanda produce los siguientes efectos procesales:
a) Determina el sometimiento del actor a la competencia del juez ante el que se entabla la
demanda, en los casos de que ella fuere prorrogable y la lección del actor, como el caso del inc.7 del art.
6 del CPC.
b) Obliga al tribunal a admitir o rechazar la demanda, indicando los defectos que contiene, o
inhibirse si se considera incurso en alguna de las causales de excusación.
c) Crea un estado de litispendencia.
d) Cuando es notificada constituye en mora al demandado si no lo estaba con anterioridad, de
conformidad con el art. 508 del CC.
e) Extingue el derecho a cambiar de acción como consecuencia del aforismo “la acción se
extingue con su ejercicio”; ello sin perjuicio de la acumulación de pretensiones, siempre que no involucre,
precisamente, cambio de acción.

Ampliación de la demanda:
La pretensión puede ser ampliada o modificada en las siguientes oportunidades y con las
siguientes modalidades:
a) Antes de la contestación de la demanda, pero con tal que correspondan a la misma acción o
causa de pedir. Ej.: si han demandado daño emergente pueden ampliar por daño moral o lucro cesante,
pero no podrán acumular un desalojo o un proceso de rendición de cuentas.
b) Hasta el decreto de autos para definitiva, siempre que se trate de montos (ej: si se demando
daño moral estimándolo en $1000, antes del decreto de autos para definitiva, puede variar la cifra a
$10000). También puede en esta oportunidad, pedirse la ampliación de la demanda por hechos no
alegados en ella, pero sólo hasta tres días después de la apertura a prueba.
c) La demanda también puede ampliarse por la existencia de hechos nuevos. La oportunidad
para su introducción es hasta tres días después de la apertura a prueba. El art. 203 del CPC
conceptualiza al hecho nuevo como aquel que ha ocurrido con posterioridad a la demanda y su
contestación. Pero admite también el hecho ocurrido con anterioridad al escrito de las postulaciones pero
que ha llegado a conocimiento de las partes con posterioridad a dichos actos procesales y deben prestar
juramento de esa circunstancia.

Acumulación subjetiva y objetiva:


La acumulación subjetiva es el ejercicio sucesivo o simultáneo de las acciones que uno tenga
contra varios, varios contra uno y varios contra varios (hipótesis no prevista expresamente en la ley), pero
bajo la condición de que dichas acciones emanen de un mismo título o se funden en una misma causa de
pedir.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Como consecuencia de lo antedicho, los tribunales podrán imponer la unificación de


representación activa a solicitud de parte. Pero en el caso de unificación de representación pasiva, a
solicitud del demandante, podrá imponerse la unificación de representación de los demandados, siempre
que hubiera de valerse de las mismas excepciones.
Una especie dentro de la acumulación subjetiva es el denominado litis consorcio. Podemos
afirmar que existe litis consorcio cuando entre varios sujetos que ocupan una misma posición procesal se
presenta un vínculo de conexidad o de afinidad. El litis consorcio se verifica cuando en un mismo proceso
pueden ser demandados o demandar varias personar por existir:
a) Acciones conexas por el título (ej.: co-obligados, autor del hecho dañoso o titular del dominio del
vehículo).
b) Acciones conexas por el objeto (ej.: desalojo contra inquilinos y subinquilinos).
Hay dos tipos de litis consorcio: el facultativo y el necesario. El primero se verifica cuando se dan
alguna de las condiciones antes enunciadas, mientras que el forzoso o necesario cuando la sentencia que
haya de pronunciarse deba indefectiblemente producir efectos contra varios sujetos. Con respecto a la
regulación legal, el CPC ha previsto esta situación en el art. 181, sin distinguir entre facultativo y
necesario.
La acumulación objetiva de acciones se da en los casos de que la parte actora tuviese créditos o
derechos diversos contra el demandado, en cuyo caso podrá acumularlos antes de que éste conteste la
demanda, siempre que cumpla con los siguientes requisitos:
a) Que no se excluyan recíprocamente.
b) Que deban sustanciarse ante el mismo juez.
c) Que corresponda a un mismo trámite el proceso consecuente.

4.2 Contestación de la demanda


4.2.1 Actitudes que puede asumir el demandado:
En los juicios declarativos generales, interpuesta la demanda y admitida formalmente, se corre
traslado al accionado a fin de que se esgrima sus defensas. Según Palacios traslados son las
providencias mediante las cuales el juez o el tribunal disponen poner en conocimiento de una de las
partes alguna petición formulada por la otra. Es que la relación se suscita en el proceso civil entre los
sujetos esenciales se manifiesta en forma triangular; quiere decir que actor y demandado no encuentran
contacto directo entre sí en el proceso, sino que la comunicación se entabla siempre por intermedio del
juez.

Acción (se materializa en la demanda y su contenido se denomina pretensión)

La acción siempre se
dirige al tribunal y no
al demandado.

Jurisdicción Excepción
El demandado en oportunidad de contestar el traslado puede asumir distintas actitudes:

a) No contestar la demanda
Actitudes que
puede asumir * Niega los hechos y el derecho
el demandado *Se allana a la demanda
b) Contestar la demanda *Opone excepciones
*Reconviene

a) No contesta la demanda: Esta postura implica el incumplimiento de una carga procesal que no
debe interpretarse como una obligación en el sentido que el derecho civil le asigna a esta palabra. Ello
porque el actor y el tribunal carecen de medios para compelerlo a su cumplimiento. La carga procesal es
una situación jurídica instituida por la ley, consistente en el requerimiento de una conducta de realización
facultativa, normalmente establecida en interés del propio sujeto, y cuya omisión trae aparejada una
consecuencia gravosa para él.
Cuando el demandado incumple la carga procesal de contestar, a instancia del actor se le dará
por decaído el derecho dejado de usar al no evacuar el traslado. La pérdida del derecho genera una
presunción judicial en contra del demandado, la que será valorada por un juez en la sentencia
conjuntamente con los otros elementos probatorios. Esta presunción judicial significa que el juzgador
podrá estimar el silencio del demandado como reconocimiento de la verdad de los hechos afirmados en la
demanda.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

b) Contesta la demanda: La contestación de la demanda importa la negación de los hechos


afirmados por el actor en su escrito de demanda. Pero no basta una negativa genérica, sino que debe
negar hecho por hecho y además, dar su propia versión de los hechos.
También, puede suceder que conteste la demanda reconociendo los hechos y el derecho, es
decir allanándose. Esto es posible pues por vigencia del sistema dispositivo ende se torna innecesaria la
etapa probatoria, salvo que el allanamiento fuere parcial la pretensiones de las partes son renunciables en
tanto sean disponibles. Producido el allanamiento, trae como consecuencia la eliminación de la
controversia y por subjetivo.
También, esta es la oportunidad para oponer excepciones, salvo en el juicio ordinario, donde las
excepciones procesales deben ser articuladas antes de contestar la demanda y como de previo y especial
pronunciamiento.
Finalmente, el demandado además de contestar la demanda, puede deducir una demanda
reconvencional. En este caso introduce una nueva pretensión dirigida contra el actor que podría haber
motivado un juicio independiente. Por lo tanto, la reconvención importa una contra demanda.

Rebeldía:
El incumplimiento de la carga procesal de comparecer al proceso por parte del accionado trae
aparejada la declaración de rebeldía, continuando el juicio como si estuviera presente. También procede
la declaración de rebeldía cuando cualquiera de las partes, luego de su comparendo, abandona el
proceso. La declaración solo procede a pedido de parte interesada.
El artículo 110 del CPC establece los supuestos para la procedencia de la declaración en
rebeldía. Ellos son:
a) El demandado que no hubiere comparecido a estar en derecho en el plazo que se le hubiere acordado.
b) La parte que hubiere comparecido a juicio y no constituyera domicilio en el radio que corresponda.
c) La parte que actuando por apoderado o representante fuere emplazada de acuerdo con los art. 96 o
97, y no compareciere en el plazo otorgado.
d) La parte que revocando el poder que hubiere otorgado no compareciere por si o por apoderado.
La rebeldía será declarada por decreto, a petición de parte, salvo disposición en contrario.
*La rebeldía del demandado citado en su domicilio tendrá los siguientes efectos :
1) Sin perjuicio de lo dispuesto por el art. 144 inc. 2º, las demás resoluciones se tendrán por
notificadas en el día de su fecha.
2) El rebelde será admitido como parte en cualquier estado del juicio, cesando el procedimiento
en rebeldía.
*La rebeldía del demandado citado por edictos tendrá los siguientes efectos:
1) No será necesario la notificación de la rebeldía.
2) La sentencia se dictará con arreglo a l mérito de los autos y será notificada por edictos,
publicados por un día.
3) En juicios declarativos respecto de los cuales no pueda promoverse otro sobre el mismo
objeto:
a- Se designará como representante al asesor letrado, quien podrá responder sin admitir ni negar
los hechos expuestos.
b- Si el rebelde compareciera luego de vencido el plazo de ofrecimiento de pruebas, podrá pedir
la apertura en una segunda instancia.
Decretada la rebeldía, el proceso continúa, pero se alivia la carga de notificación que pesa sobre
el litigante apersonado. En efecto, firme la providencia que declara a la contraria rebelde, la ley –por regla
general- exime de cursar notificaciones al domicilio, salvo el caso de realización de actos personalísimos
y de la sentencia (art. 144).
Cabe señalar que la rebeldía no exime a la parte presente de acreditar los hechos fundados de la
pretensión esgrimida; en consecuencia, el juez dictará sentencia conforme a lo alegado y probado. Es
claro entonces, que a pesar de la contumacia, el accionante deberá aportar los elementos de prueba
corroborantes de su demanda.
Es importante señalar que la institución de la rebeldía es propia de la situación del demandado;
sin embargo, ella también puede generarse en relación al actor. Es así, que el actor puede incurrir en esta
actitud, lo cual le irroga una situación desventajosa, siendo una de ellas, la que permite al demandado
solicitar el despacho de cautelares sobre bienes del actor para asegurar el cobro de costas.

Contestación de la demanda: contenido, requisitos y efectos


La contestación de la demanda es el acto formal mediante el cual el demandado responde a las
pretensiones del actor, oponiéndose a éstas, invocando circunstancias obstativas, extintivas modificativas
o impeditivas de la pretensión del actor. La mera negativa genérica no es suficiente para tener por
contestada la demanda; es preciso que la refutación o la aceptación sean específicas, sobre cada uno de
los hechos en que se basa la acción, bajo apercibimiento de que, de no ser así, genere la presunción de
autenticidad a favor del accionante.
Deben observarse los mismos requisitos que para la articulación de la demanda, con excepción
del inc. 1º del artículo 175, pues todo lo relativo al domicilio y nombre de las partes ya ha sido cumplido en
el escrito de apertura.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

La contestación de la demanda produce los siguientes efectos:


a) Determina los hechos sobre los que deberá versar la prueba, o sea los hechos controvertidos.
b) Consolida la competencia del tribunal sino se oponen excepciones de incompetencia.
c) Contribuye a formar la plataforma fáctica y el límite material del pronunciamiento.
Ya hemos dicho de que el demandado al contestar la demanda debe reconocer o negar cada uno
de los hechos contenidos en ella. Pero además puede asumir otras actitudes a las cuales las podemos
sintetizar en:
1. Abstenerse: la abstención es aquella actitud por la cual el demandado guarda silencio, es decir
no reconoce ni niega los hechos contenidos en la demanda. En materia procesal, la regla es que el
silencio genera una presunción en contra de quien incurre en ello.
2. Allanarse: el demandado puede someterse a la pretensión del actor mediante la actitud de
sumisión. Pero ello de ninguna manera debe entenderse como una confesión calificada por su
espontaneidad, sino que simplemente lo único que se persigue es evitar el pleito.
3. Confesar: la confesión se verifica cuando el demandado reconoce los hechos, aunque niega el
derecho.
4. Reconvenir: en este caso el demandado contrademanda al actor en el mismo proceso.
Veremos este instituto a continuación.

4.2.2 Reconvención: Condiciones que debe asumir la demanda reconvencional


La contrademanda o reconvención está regulada en nuestro código en los artículos 194 a 197.
Se trata en realidad de una acumulación de autos anticipados. De lo que se trata es de oponer a la acción
ejercitada otra acción por parte del demandado, pero basada en el mismo hecho o causa de pedir.
La demanda reconvencional obedece fundamentalmente a un principio de economía procesal,
pues se tramitan ambas pretensiones en un mismo juicio, siempre que se den las condiciones
establecidas por la ley.
La facultad de contrademandar es admisible en cualquier proceso (menos en los ejecutivos y en
el desalojo), siempre que se cumplan ciertos requisitos. El CPC exige que en el mismo escrito de
contestación de la demanda deba deducirse la reconvención. El fundamento de esto último lo
encontramos en lo que se denomina consumo jurídico, pues habiendo la ley establecido la oportunidad
para contestar el traslado y facultado al demandado para que deduzca su contrademanda, si no se hace
uso de dicha facultad debe entenderse que ha renunciado a ella, ya que de otra manera nos
encontraríamos con que, habiéndose contestado la demanda antes del vencimiento del plazo, si el actor
pide la apertura a prueba se sostendría que el demandado aún tenía plazo para contestar el traslado, y en
el deducir la reconvención, con lo que se incidentaría gravemente el proceso.
La demanda reconvencional debe guardar respecto de la demanda de apertura del proceso una
convidad formal y material:
a) Conexidad formal: exigencia de un mismo tipo de proceso, en la misma forma que la acumulación
objetiva, o sea, competencia e identidad de trámite.
b) Conexidad material: principio de implicancia o compatibilidad de las acciones debatidas en el proceso.
Identidad de acciones (Ej: si reclamo sobre choque del auto, la contestación debe ser sobre el choque del
auto).
Merece nuestra atención la segunda parte del art. 194 del CPC. Dicho artículo reza: “Al
reconvenir, podrá dirigir también su pretensión contra terceros, juntamente con el actor, cuando se trate
de acciones acumulables… En tal caso deberá citarse a los terceros reconvenidos… y estos tendrán
derecho de reconvenir al contestar el traslado”.
Resulta un poco difícil entender que ha querido significar el legislador. En primer término dice
“juntamente con el actor”. Que quiere decir esta expresión. A caso si el actor no cita a terceros ¿no podrá
hacerlo el reconviniente? Por otra parte, si los terceros citados por el reconvieniente pueden a su vez
reconvenir, no nos cabe duda de que los juicios pueden hacerse eternos.
Se cree que se ha legislado para el caso concreto de accidentes múltiples de automotores,
criterio poco aconsejable, ya que la ley debe prever supuestos generales y abstractos, y no casos
concretos.

4.3 Excepciones dilatorias y perentorias


Se entiende por excepción a la defensa que el demandado opone a la pretensión del actor en la
forma y oportunidades señaladas por la ley, esgrimiendo hechos modificativos, impeditivos o extintivos.
Importa un hecho modificativo, cuando el demandado alega una circunstancia que transforma o
muta la situación jurídica inicial invocada. Ej.: el demandado podría oponer la excepción de quita, espera,
novación, pago parcial, etc.
Por su parte los hechos impeditivos, son los que funcionan como obstáculos invocados por el
demandado al hecho constitutivo inicial. Ej.: piénsese en el caso de que se exija el cumplimiento de un
contrato y que quien lo solicita no ha satisfecho las obligaciones a su cargo. En tal supuesto se configura
la exceptio non admipleti contractus.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Por último, los hechos extintivos son aquellos en los que se invoca un hecho que aniquile la
pretensión y que generalmente se fundamenta en instituciones sustanciales, tales como la prescripción
liberatoria, el pago, etc.

Podemos clasificar a las excepciones teniendo en cuenta los efectos que producen. Así
hablamos de excepciones perentorias y dilatorias.
Consisten Ejemplos
Perentoria Las excepciones perentorias son aquellas Participan de esta categoría las
que en el supuesto de prosperar excluyen excepciones de prescripción, pago, cosa
definitivamente el derecho del actor, de juzgada, etc.
manera tal que la pretensión pierde toda
posibilidad de volver a proponerse
eficazmente.
Dilatoria Son aquellas excepciones que en caso de Puede plantearse la excepción dilatoria de
prosperar desplazan temporariamente el falta de personería en el demandante,
pronunciamiento del juez sobre la cuando este actúa con un poder
pretensión del actor, pero no impiden que insuficiente o defectuoso; puede
ésta vuelva a proponerse una vez cuestionarse la aptitud del juez para
subsanados los defectos de que adolecía. resolver, a través de la deducción de la
En general, estas excepciones permiten excepción de incompetencia de
denunciar la inexistencia de algún jurisdicción; y por ultimo la defecto legal,
presupuesto procesal. cuando la demanda adolece de falencias
formales.

Regulación de nuestro código:


Art. 184: “Solo son admisibles como excepciones dilatorias:
1. Incompetencia.
2. Falta de personería en el demandante, demandado o sus representantes, por carecer de capacidad
civil para estar en juicio o de representación suficiente.
3. Litispendencia. (Según el libro: la excepción de litispendencia procede cuando se tramitan
simultáneamente dos procesos en los que se dan las tres identidades: sujeto, objeto y causa).
4. Defecto legal en el modo de presentar la demanda”. (Según el libro: la demanda debe deducirse
cumpliendo todos los requisitos exigidos por el art. 175 del CPC. Lo exigido es el cumplimiento de la
forma, no de las formalidades, pues no hay exigencias sacramentales o solemnidades; basta solo con
cumplir con las exigencias para su admisibilidad).
Art. 183: “Las excepciones mencionadas en el artículo siguiente (sería el artículo trascripto
arriba) se deducirán, en el juicio ordinario en un solo escrito y dentro del plazo para contestar la demanda,
en forma de artículo previo.
En los demás declarativos se interpondrán conjuntamente con la contestación de la demanda y
serán resueltas en la sentencia definitiva”.
Art. 186: “Las excepciones previas se sustanciarán como incidentes”. Tanto desde el punto de
vista de su trámite como de su objetivo, las excepciones denominadas dilatorias son un incidente, pero a
diferencia de éstos, que pueden plantearse en cualquier etapa del juicio y por disímiles motivos, las
excepciones dilatorias están expuestas por la ley como un número clausus y, además, fijada la única
oportunidad para articularlas, con el agregado de que el plazo en que debe hacerse es fatal.
Art. 188. –Efectos de la admisión-: “Firme la resolución que declare procedente las excepciones
dilatorias, se procederá:
1. A remitir el expediente, a pedido de parte, al tribunal considerado competente si perteneciere a la
jurisdicción provincial; en caso contrario se archivara.
2. A remitirlo al tribunal donde tramita el otro proceso si la litispendencia fuere por conexidad. Si ambos
juicios fueren idénticos, se ordenará el archivo del menos avanzado.
3. A fijar plazo no menor a 15 días dentro del cual deben subsanarse los defectos en los casos del artículo
184 incisos 2 y 4, o arraigar de acuerdo con el art. 185, estableciendo el monto de la caución.
Vencido el plazo sin que el actor cumpla con lo resuelto o lo hubiere cumplido indebida o
incompletamente, a pedido de contrario, se lo tendrá por desistido imponiéndosele costas”.

Diligencias preliminares
Con anterioridad a la interposición de la demanda y, excepcionalmente durante sus etapas
iniciales son admisibles las medidas preparatorias y también las d prueba anticipada.
La expresión “diligencias preliminares” agrupa una doble categoría de medidas procesales. Por
una parte, aquellas medidas destinadas a la preparación del proceso de conocimiento, y por otra aquellas
destinadas a la conservación de pruebas o a la producción anticipada de pruebas.

4.4 Medidas preparatorias


Las medidas preparatorias, en términos generales, son “aquellas que tienen por objeto asegurar
a las partes la idoneidad y precisión de sus alegaciones, permitiéndoles el acceso a elementos de juicio

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

susceptibles de delimitar, con la mayor exactitud posible, os elementos de su futura pretensión u


oposición, o la obtención de medidas que faciliten los procedimientos ulteriores.
El art. 485 del CPC establece cuales son las medidas preparatorias del “juicio ordinario”; sin
embargo, es aplicable esta disposición para todos los juicios declarativos (generales y especiales) en
función de lo dispuesto por el art. 415 del CPC.
El art. 485 dispone: “El juicio ordinario podrá prepararse por la persona que pretenda
iniciarlo, solicitando que:(…)”.(Los incisos de este artículo se explican en el siguiente cuadro).
Inc. Dispone Explicación
1 “Las personas contra quien Lo que se busca es la correcta individualización del futuro
se dirija la demanda, preste demandado, pidiéndole que declare bajo juramento sobre
declaración jurada sobre algún hecho relativo a su personalidad (ej.: si es mayor de
hechos relativos a su edad, soltero, casado, viudo, etc.). No es procedente que se le
personalidad y sin cuyo pida que declare sobre otros hechos que no sean los relativos
conocimiento no sea posible a su personalidad, pues no se trata de absolver posiciones
promover el juicio”. como una actividad jurisdiccional previa, tendiente a una
prueba preconstituida.
2 “Se exhiba la cosa mueble El art. 491 del CPC prevé el supuesto en que el requerido se
que fuere objeto del pleito y negare a exhibir la cosa mueble: “La orden de exhibición de
se deposite a la orden del documentos o de cosas muebles, se efectivizará por medio de
tribunal en poder del mismo apremio. Si esto no fuere posible por haber el requerido
tenedor o de un tercero”. ocultado, destruido o dejado de poseer intencionalmente, será
responsable de los daños y perjuicios que se originen al actor”.
3 “Se exhiba algún Todo aquel que se crea heredero, coheredero, legatario o
testamento, cuando el albacea del causante, tiene derecho a solicitar que se le exhiba
solicitante se crea heredero, el testamento para conocer su contenido, ya que de allí surgirá
coheredero, legatario o o no la calidad invocada al solicitar la medida.
albacea y aquel fuere Como bien lo señala la norma, basta la sola creencia del
necesario para entablar la peticionante de la medida de investir tal calidad y no es
demanda”. necesario justificarla.
4 El vendedor o el comprador, Aunque el art. menciona solo al vendedor y al comprador, es
en caso de evicción, exhiba evidente que se refiere a todo enajenante o adquirente, ya que
los títulos u otros no habría razón para suponer que el legislador ha querido
documentos relativos a la restringir esta facultad solamente al contrato de compraventa,
cosa vendida”. pues de acuerdo con el Código Civil, la responsabilidad por
evicción comprende a todo el que por título oneroso transmitió
derecho o dividió bienes con otro
5 “El socio comunero o quien
tenga en su poder los
documentos o cuentas de la
sociedad o comunidad, los
presente o exhiba”.
6 “El tutor, curador o La legitimación para solicitar esta medida corresponde al
administrador de bienes menor adulto o al nuevo curador (y en su caso al Ministerio
ajenos, presente las cuentas Público Pupilar), o al propietario de los bienes administrados.
de su administración”.
7 “Se nombre tutor o curador Se trata del supuesto en que las personas sometidas a patria
para el juicio que se trate”. potestad, tutela o curatela general deban demandar a sus
padres, tutores o curadores, o estos a aquellos.
8 “Se practique mensura del Es el caso típico de división de cosas comunes, también
inmueble objeto de la llamado “juicio de mensura”. También puede solicitarse esta
demanda”. medida en el juicio de deslinde, para determinar la parte del
inmueble que corresponde a cada uno e los litigantes o futuros
litigantes o en la reivindicación, e incluso en las acciones
posesorias.
9 “La persona que pueda ser
demandada por
reivindicación u otra acción
sobre cosa determinada que
exija conocer si la ocupa y el
carácter en que lo hace,
exprese si reconoce tenerla
en su poder y a que título lo
tiene”.
10 “Si el eventual demandado Se trata de una disposición eminentemente práctica que trata
tuviere que ausentarse del de evitar los inconvenientes que origina una notificación al
país constituya domicilio, extranjero. El peticionante de la medida debe acreditar
dentro del plazo que el sumariamente la posibilidad de ausencia del futuro

25
DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

tribunal fije, bajo demandado a fin de que el tribunal pueda proveer a dicha
apercibimiento de rebeldía”. medida.
11 “Se cite para el
reconocimiento de la
obligación de rendir cuenta”.

Medidas de prueba anticipada


Estas medidas tienen por objeto la producción anticipada de ciertas medidas probatorias frente al
riesgo de que resulte imposible o sumamente dificultoso hacerlo durante el periodo procesal
correspondiente.
Estas medidas no constituyen una especie de medidas cautelares; por el contrario es solo un
modo excepcional de producir la prueba pero que se rige por las normas generales de aquélla.
Las medidas de prueba anticipada, dado su naturaleza de medio de prueba, han de llevarse a
cabo con la debida intervención y control de la parte contraria, o en su caso, del asesor letrado, porque
sino sería ineficaz para fundar un pronunciamiento judicial. Es necesario que se individualice a la persona
que será la futura contraparte (art. 487 del CPC).
La posibilidad de solicitar prueba anticipada corresponde tanto al actor como al demandado, en
función de la previsión del art. 486 del CPC que reza: “El que pretenda demandar, o quien, con
fundamento prevea ser demandado”.
Las únicas medidas de prueba anticipada que pueden solicitarse, en función de la restricción
dispuesta por la norma del art. 488 del CPC son:
a) Declaración de testigos de muy avanzada edad, gravemente enfermos o próximos a ausentare del
país.
b) Reconocimiento judicial y dictamen pericial para hacer constatar la existencia de documentos, o el
estado, calidad o condición de personas, cosas o lugares.
c) Pedido de informes o copias a entes privados, reparticiones públicas o registros notariales.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Bolilla nº 5: Intervención de terceros

5.1 Intervención de terceros. Concepto y clases


Para poder realizar una definición de terceros, debemos necesariamente relacionarla con el
concepto de parte. La doctrina ha definido a la parte como aquel que reclama en nombre propio o en cuyo
nombre se reclama la satisfacción de una determinada pretensión (actor), y también aquel contra el que
se reclama (demandado).
Podemos decir ahora que, tercero es todo aquel que no es parte. Sin embargo, el tercero que
analizamos presenta la característica de tener un interés en el pleito y, por ello, peticiona al tribunal de
que se le permita el ingreso a éste.
Existen dos clases de intervención:

1) Simple o coadyuvante
Intervención
voluntaria 2) Adhesiva litisconsorcial

3) Principal o excluyente

1) Denuncia de litis
Intervención 2) Laudatio actoris
obligatoria 3) Tercero pretendiente
4) Citación en garantía
5) Integración de litis

5.1.1 Intervención voluntaria. Oportunidad de la citación. Requisitos


En cualquier etapa o instancia del juicio podrá intervenir, sin retrotraerse o suspenderse el
procedimiento, quien:
1. Invocare que la sentencia podría afectar un interés propio.
2. Sostuviere que habría podido demandar o ser demandado.
3. Pretendiere en todo o en parte, la cosa o el derecho objeto del juicio.
INTERVENCIÓN VOLUNTARIA
Casos Se denomina consiste Ejemplo
Invocare que la Intervención El tercero que interviene en ese carácter El interés del acreedor (tercero)
sentencia podría adhesiva simple accede o se incorpora a un proceso “en respecto de los pleitos de su deudor.
afectar un interés o coadyuvante nombre propio y por un interés suyo, pero en En este caso, el acreedor va a
propio función de un derecho ajeno”. Por esto pretender ingresar al juicio a fin de: a)
último, es que su legitimación es evitar la eventual negligencia del
dependiente o subordinada a la de la parte a deudor en su defensa b) impedir la
la cual adhiere. probable colusión del deudor y su
contraria en contra del tercero
acreedor.
Sostuviere que Intervención Se da cuando el tercero invoca cotitularidad
habría podido adhesiva con una de las partes solicitando su
demandar o ser litisconsorcial o intervención para ser partícipe de esa
demandado autónoma. comunidad de suerte. La intervención del
tercero es similar a la de la parte, pues tiene
una legitimación independiente. Goza de
autonomía en la actuación procesal
Pretendiere en Intervención La norma se refiere al supuesto de que el Hay un proceso tripular:
todo o en parte, principal o tercero se haga presente en el pleito A vs. B
la cosa o el excluyente invocando la titularidad de la relación C vs. A – B
derecho objeto material y reclamando la calidad de parte A y B son las partes que iniciaron el
del juicio. accionante a fin de enfrentar la pretensión de litigio, mientras que C es el tercero
los litigantes originales. En este tipo de que los enfrenta.
situaciones, el derecho del tercero es
incompatible con el que es esgrimido por las
partes que trabaron inicialmente el proceso.
La última parte del art. 432 dispone que: “El interviniente tendrá las mismas facultades y
derechos que las partes”. Más allá de lo que literalmente surja del texto legal, entendemos que la
prerrogativa otorgada en forma general, debiera corresponder únicamente a los incs. 2 y 3, es decir,
intervención adhesiva litisconsorcial e intervención principal excluyente. Ello es así, porque el tercero
adhesivo simple o coadyuvante debe estar limitado en su actividad procesal, de modo tal que sus
actuaciones no perjudiquen a la coadyuvada. No debe olvidarse que el actúa por un interés propio pero
en función de un derecho que no le corresponde.
El art. 434 señala que: “Con el pedido de intervención voluntaria se ofrecerá la prueba de los
hechos en que se funde y se le dará trámite de incidente con intervención del actor y demandado”. La
carga de ofrecer la prueba juntamente con el pedido, no debe interpretarse como un requisito de

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

admisibilidad de la solicitud, sino simplemente como la única oportunidad para ofrecer tempestivamente la
prueba que haga al derecho del peticionante de la intervención.

5.1.2 Intervención obligada. Efectos del pedido de citación coactiva


La intervención de tercero es obligada o coactiva cuando la peticiona el tribunal o alguna de las
partes del proceso. Es necesario aclarar, que el tercero no puede ser coaccionado a comparecer ni
mucho menos, traído a juicio mediante el uso de la fuerza pública. Simplemente, la denominación
“obligatoria” se refiere a que la participación no es el resultado de la libre iniciativa del tercero, sino que
responde a un requerimiento.
Prescribe el art. 433 que: “El actor en la demanda y el demandado dentro del plazo para
contestar, podrán solicitar la citación de aquel a cuyo respecto consideren que la controversia es común”.
La norma requiere que el tercero llamado sea común a la controversia que se plantea en el proceso
donde es citado. Palacio entiende que para que exista comunidad de controversia se requiere la
existencia de objeto y causa común entre el tercero llamado a juicio y uno de los litigantes originales. Sin
embargo, la mayoría de la doctrina sostiene un criterio más flexible que permite asimilar el concepto de
comunidad de controversia a los supuestos en los que solo uno de aquellos elementos, sea común entre
el tercero llamado a juicio y una de las partes originarias.
Respecto a la oportunidad de la citación, el art. 433 determina claramente cuáles son las
oportunidades procesales para peticionar la citación coactiva del tercero, prescribiendo que: “El actor en
la demanda y el demandado dentro del plazo para contestarla”. Fuera de estas oportunidades señaladas,
la citación del tercero deberá ser declarada “inadmisible” en función del instituto procesal de la preclusión.
Existen distintos tipos de intervenciones obligatorias.
INTERVENSIÓN OBLIGATOIA
Tipo de intervención Consiste Ejemplo
Denuncia de litis Tiene lugar cuando la parte, en el supuesto de ser vencida El patrón que indemniza el
podría tener una acción regresiva en contra del tercero. El perjuicio causado por su
tercero que ingresa al proceso, no ejerce una acción propia, sino dependiente.
que comparece al pleito para controlar la actividad de la parte
que lo hubiere citado y para evitar que una defensa ineficaz de
éste lo perjudique.
Laudatio o nominatio Se trata del supuesto en que el demandado (poseedor) por una
autoris acción real de reivindicación de dominio, señala que posee a
nombre de otro y denuncia el nombre de aquel por quien posee.
La finalidad de la denuncia de litis es para que el real poseedor
tome efectivo conocimiento del pleito y comparezca a ejercer
sus derechos, liberando al primer demandado, que en realidad,
solo poseía en nombre del tercero citado.
Llamamiento del tercero El demandado, por la entrega de una cosa o una deuda, llama al La consignación, cuando fuere
pretendiente tercero que también pretende ser propietario o acreedor. dudoso el derecho del
acreedor a recibir el pago. En
ese caso, el tercero es citado
por estimárselo titular de la
pretensión que se está
haciendo valer.
Citación en garantía El llamante se encuentra en el pleito por una obligación del Fiador respecto del deudor;
llamado. Este tipo de citación, tiene por finalidad de que el compañía de seguro respecto
tercero asuma la defensa del citante y eventualmente se haga del asegurado; etc.
cargo de de lo mandado a pagar en la sentencia. El tercero es
ajeno a la relación material que vincula a las partes, pero debe
asumir la defensa del demandado, en función de un contrato.
Integración de litis Este tipo de citación tiene lugar cuando nos encontramos con un
supuesto de litisconsorcio necesario y alguno de los
litisconsortes no integran la litis original. Por tanto, a petición de
parte o el tribunal de oficio, debe convocarlos a integrar la litis
correctamente, para evitar la nulidad de las actuaciones.
El art. 434 señala que: “…Del pedido de intervención obligada formulada por el demandado se
dará traslado al actor. La resolución será apelable.
El pedido de citación suspende el procedimiento hasta la comparencia del citado o hasta el
vencimiento del plazo del comparendo”.
La citación efectuada por el actor no requiere trámite alguno. El demandado no puede oponerse
al pedido de citación coactiva que realice el demandante en el proceso. En cambio, del pedido de citación
coactiva que haga el demandado, el tribunal deberá correr traslado al actor por tres días. Al contestar el
traslado, el actor podrá aceptar u oponerse a la citación del tercero. En el primer caso, el tribunal ordenará
sin más la citación del tercero, en caso de oposición, deberá resolver la cuestión a través de un auto. La
resolución es apelable.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

5.2 Tercerías. Concepto. Clases. Efectos


Se denomina tercería a la pretensión deducida por un tercero en un determinado proceso, en el
cual se ha afectado el dominio de un bien de su propiedad o hace valer un derecho privilegiado a los
fines de su cancelación mediante el producido de la venta de un determinado bien en subasta. El
tercerista es un tercero que no adquiere la calidad de parte.
Existen distintas clases de tercerías.
Nombre Consiste Efecto
Tercería de Se denomina tercería de dominio a la pretensión deducida en El efecto de la
dominio. proceso por un tercero que, en virtud de haberse afectado un interposición de la
bien de su propiedad por una medida cautelar dictada en el tercería de dominio,
proceso, solicita el levantamiento de dicha medida. una vez admitida
A los fines de la eficaz interposición es menester acreditar esta, es la de
bajo sanción de inadmisibilidad, el dominio del bien o la suspender el
posesión in continenti de estos, todo con medios fehacientes. remate.
Esta tercería puede incoarse en cualquier momento mientras
no haya sido otorgada la posesión de los bienes.
Tercería de La tercería de mejor derecho procede cuando un tercero hace El efecto no es la
mejor derecho. valer un privilegio o un derecho de preferencia sobre el bien o suspensión de la
patrimonio del ejecutado. subasta, sino la
La finalidad no es el levantamiento de la medida cautelar, sino suspensión del
que con el producido de la subasta se le pague pago.
preferentemente el crédito que aduce con privilegio.
La interposición de esta tercería debe realizarse con
anterioridad al pago de lo producido en la subasta, y ello es
obvio, pues de deducirse con posterioridad la pretensión se
transforma en abstracta.
Debe acreditarse con instrumentos fehacientes el privilegio o
la preferencia que se pretende valer.

Bolilla nº 6: Prueba

6.1 Prueba
6.1.1 Concepto. Objeto. Principios. Favor probationes. Preclusión y Negligencia
En sentido jurídico-procesal, la prueba es considerada como un método de averiguación y un
método de comprobación de la verdad.
En un concepto amplio y preciso se ha dicho que la prueba es la comprobación judicial por los
medios que la ley establece de la verdad de un hecho controvertido del cual depende el desarrollo que se
pretende.

Distinción entre objeto, medio, órgano y elemento de prueba:


En términos generales, objeto de prueba es aquello que “debe” probarse, esto es los hechos que
sirven de base a las pretensiones de los sujetos procesales. El objeto específico de la prueba en el
proceso civil son los hechos esgrimidos por las partes en sus pretensiones y que han sido controvertidos.
Elemento probatorio es el dato objetivo que se incorpora al proceso, capaz de producir un
conocimiento cierto o probable de los hechos invocados por las partes. Se trata de datos que están fuera
del proceso, es decir pueden provenir del mundo exterior, y no son un mero fruto del conocimiento privado
del juez.
Los medios de prueba son las vías o caminos legalmente regulados tendientes a lograr el
ingreso del elemento de prueba en el trámite judicial.
Por su parte, el órgano de prueba es el sujeto que proporciona el elemento probatorio y podrá
realizarlo a través de cualquier medio de prueba.

Principios que rigen la actividad probatoria:


Los principios procesales son aquellas reglas mínimas a las que debe sujetarse un proceso
judicial para constituir un debido proceso, de conformidad con las exigencias de nuestra CN cuyo art. 18
dispone: “Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de sus derechos”.
Principio Consiste
Libertad Es indispensable garantizar la libertad a fin de que las partes puedan producir todas
las pruebas que creyeran convenir a sus pretensiones.
El principio de la libertad de la prueba se formula de la siguiente manera: “Todo
objeto de prueba puede ser introducido al proceso y puede serlo por cualquier
medio”. De ello se infiere que el tema presenta dos perspectivas: libertad de medios
y libertad de objeto.
Libertad de objeto: En su mayor amplitud significa que las partes pueden producir
prueba sobre todo los hechos aunque no hayan sido alegados por ellas en sus
escritos de postulaciones. Es el régimen adoptado por el art. 200 del CPC que
expresa: “Los interesados podrán producir prueba sobre todos los hechos que

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

creyeran convenientes a su derecho, haya sido o no alegado”. Pero debe señalarse


que el art. 201 limita relativamente la extensión de este procedimiento diciendo: “La
prueba del actor o el demandado será ineficaz si versare la del primero, sobre
hechos que impliquen cambio de la acción entablada, y la del segundo sobre
excepciones no deducidas en la contestación”.
Libertad de medio: Originariamente los códigos procesales preveían los medios
de prueba nominándolos en forma taxativa. Modernamente, como consecuencia del
gran avance de la ciencia y la tecnología se abandona el sistema taxativo y se
autoriza el empleo de pruebas nuevas, diferentes y no previstas en la ley. Este
principio se encuentra en el art. 202 del CPC que prescribe: “Cuando se ofreciere
un medio de prueba idóneo y pertinente no previsto de modo expreso por la ley, el
tribunal establecerá la forma de diligenciarlo, utilizando a tal fin el procedimiento
determinado para otras pruebas que resulten por analogía”.
Igualdad y Esta regla encuentra su fundamento en la garantía constitucional de igualdad ante
contradicción la ley. La igualdad significa, por una parte, el derecho del actor y demandado de
alegar, esgrimir y formular argumentaciones en defensa de sus derechos en
idénticas condiciones, y por otra, la posibilidad de acreditar sus pretensiones. En tal
sentido deben garantizarse idénticas oportunidades al actor y al demandado para
ofrecer y diligenciar las pruebas.
Adquisición En virtud de este principio, cada medio de prueba en particular no solo beneficiará
a quien lo propuso y obtuvo su incorporación y perjudicará a la parte contraria, sino
que también podrá, esta última beneficiarse de ella en cuanto pueda perjudicar a su
oferente.
En su formulación significa que toda la prueba introducida en un proceso se
adquiere para éste con independencia de cual sea el sujeto que la aportó.
Inmediación La inmediación puede ser definida como el contacto directo entre juez partes y
órganos de prueba. La vigencia de este principio en nuestro régimen civil es
prácticamente nula ya que, conforme al sistema dispositivo formal y escrito
adoptado, toda la actividad se realiza en forma escrita.
El principio de inmediación es más propio del trámite oral que se utiliza en materia
penal, laboral o familiar en el que la ley prevé oportunidades procesales en las que
se impone el contacto directo entre los sujetos procesales.
Favor probationes Supone que en caso de objetivas dudas o dificultades probatorias deberá estarse a
favor de la admisibilidad, conducencia o eficacia de la prueba. Es así que si la
prueba que se intenta producir no es notoriamente improcedente, en caso de duda,
corresponderá recibirla, sin perjuicio de la valoración que se haga de los elementos
aportados al proceso, en oportunidad de dictarse sentencia.
Preclusión El CPC impone a la parte interesada la obligación de suministrar la prueba en la
etapa pertinente del proceso y dentro del plazo señalado al efecto.
La regla de la preclusión significa, para actor o demandado, la pérdida de la
oportunidad para ejecutar un acto probatorio, por haber caducado el plazo de
tiempo previsto en la ley procesal para realizarlo.

6.1.2 Carga de la prueba


La carga de la prueba en sentido estrictamente procesal es la conducta impuesta a uno o ambos
litigantes para que acrediten la verdad de los hechos enunciados por ellos.
La teoría de la carga de la prueba procura fijar las reglas que resulten adecuadas para la
distribución del esfuerzo probatorio entre las partes. Es decir, sus postulados establecen directrices que
pretenden indicar de antemano a quién corresponde el deber de probar según sea su posición dentro del
trámite procesal.
No existe un principio general y absoluto que permita resolver todas las cuestiones que se
presentan vinculadas al esfuerzo probatorio.
Como punto de partida se formula un primer postulado que expresa “a cada una de las partes le
corresponde producir las pruebas de sus respectivas afirmaciones”. Como única regla resulta insuficiente.
Así se acude a la distinción de los hechos constitutivos, impeditivos, modificativos y extintivos.
En principio incumbe al actor la prueba del hecho constitutivo de su derecho; en tanto que
corresponde al demandado acreditar los hechos impeditivos, modificativos y extintivos que invoque para
enervar la pretensión del actor. Sin embargo, estos principios no son absolutos.
Estos principios no incorporados en nuestro ordenamiento procesal son receptados, en forma
expresa, en el art. 377 del CPCCNac, que establece: “Incumbirá la carga de la prueba a la parte que
afirma la existencia de un hecho controvertido o de un precepto jurídico que el juez o tribunal no tenga el
deber de conocer. Cada parte deberá probar el presupuesto de hecho de la norma o normas que invocare
como fundamento de su pretensión, defensa o excepción”. (Regla general)
El tema de la carga de la prueba se presenta como preocupación para las partes y para el
tribunal pero en diferentes momentos y con un doble enfoque. En primer lugar, funciona como una regla
de conducta a priori para las partes, quienes tienen la carga de aportar las pruebas en que basan sus

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

pretensiones. Es decir, actor y demandado analizan cuál es su deber probatorio inmediatamente después
de abierta la causa a prueba.
En cambio, para el juez la carga de la prueba se plantea a posteriori; es decir, el órgano
jurisdiccional analizará a quién correspondía probar al momento de dictar sentencia y sólo ante ausencia
o insuficiencia de prueba.
Por otra parte, las leyes de fondo establecen lo que se denomina inversión de la carga
probatoria; esto significa que atendiendo a ciertas particularidades descriptas en una norma legal, se
adjudica determinadas consecuencias jurídicas si se acredita el hecho que es su antecedente.

6.4 Teoría de las cargas probatorias dinámicas


En la actualidad se reflexiona sobre la injusticia que, en ciertos casos, puede ocasionar la
aplicación lisa y llana de las reglas clásicas sobre carga de la prueba.
Por ello, se pretenden nuevas formulaciones que encuentran raíces en razones de estricta
justicia, y que atienden a los fines sociales del proceso y a la obtención de la verdad jurídica objetiva.
Esta nueva formulación conocida como la teoría de cargas probatorias dinámicas se basa en una
visión de la carga de la prueba.
La regla tradicional establece que el actor debe probar los hechos afirmados y, el demandado,
los que sirven de fundamento de su excepción. En consecuencia, frente a ciertas situaciones se deben
cambiar las reglas de distribución de la carga probatoria, y atribuirla atendiendo a la posición en que se
encuentran los sujetos, con relación a la posibilidad de suministrar el elementos probatorio; tiene
especialmente en cuenta la mayor facilidad para aportarlo. De allí su denominación de dinámica. Se trata
de una exigencia que deriva conjuntamente del deber de colaboración de las partes y de los poderes del
juez que se incrementan con la atribución de imponer a una de aquéllas la carga probatoria sobre hechos
que en el juego normal del principio tradicional no le hubiera correspondido afrontar.
Ello ocurre por especiales conocimientos de las circunstancias del hecho a probar por razones
de habitualidad o por el menor costo en la tarea de aportar la prueba. Así sucede, por ejemplo, en los
supuestos de mala praxis médica en que por las circunstancias del caso los documentos probatorios
(historia clínica) obran en poder del presunto responsable (instituto médico o facultativo que ha sido
demandado). Como se ve en estas situaciones sucede que aunque conforme a las reglas clásicas quien
debería realizar el esfuerzo probatorio es el actor, se ha entendido que debe hacerlo el demandado
porque se encuentra en mejores condiciones de hacerlo.

6.2 Procedimiento probatorio


El procedimiento probatorio comprende la totalidad de las actividades procesales relacionadas
con la prueba en sus diversas etapas y fases.
En tal sentido, la ley establece las vías a recorrer en el desarrollo de la actividad probatoria e
indica como los sujetos procesales deben proceder para introducir y diligenciar válidamente las pruebas
en el proceso.
La actividad probatoria puede ser definida como el esfuerzo que realizan todos los sujetos
procesales tendientes a incorporar al juicio elementos y medios probatorios con el fin de acreditar hechos
contenidos en las pretensiones opuestas esgrimidas en juicio.

Debe destacarse que la actividad de prueba se lleva a cabo durante todo el trámite del juicio. En
efecto, piénsese que en nuestro sistema procesal los escritos de postulación tienen valor convictivo,
afirmativo o negativo. También la ley, auque limitadamente, admite la producción de pruebas antes de
comenzar el juicio bajo la forma de “medidas de prueba anticipada”. Finalmente, después de clausurado
el periodo probatorio se puede seguir produciendo pruebas con las llamadas “medidas para mejor
proveer”.
Sin embargo, en la tarea de probar en sentido estricto se reconocen ciertos momentos; el de la
introducción y admisión, el de la recepción y diligenciamiento, y por último el de la valoración, que es
efectuada primero por las partes y luego por el juez.

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DERECHO PROCESAL II
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Introductoria Probatoria Discusoria Decisoria

Valoración de la prueba x
Etapa Consiste el tribunal
Introductoria La etapa probatoria se inicia con el decreto de apertura a prueba y actor y
demandado tienen la carga de ofrecer las que estimen necesarias para la
acreditación de sus pretensiones.
El ofrecimiento de prueba se presenta como un anuncio de carácter formal
realizado por las parte en un escrito; no existe a tal efecto formula estricta,
siendo suficiente que surja claramente lo que se pretende de los medios,
que se están proponiendo para acreditar o desacreditar los hechos que
ingresan al proceso.
El juez podrá admitirla o inadmitirla. Este análisis de admisibilidad que
realiza el órgano jurisdiccional es estrictamente formal; es decir, si las
pruebas fueron ofrecidas por quien estaba legitimado para ello, en tiempo
oportuno y con las formalidades que establece la ley.
La admisibilidad se refiere al juicio del juez en relación a la proposición de
los medios probatorios que formulan las partes y que se refiere
específicamente a la legitimación, oportunidad y condiciones de modo
impuestas por la ley en general o para cada medio en particular.
Vinculado al tema de la admisibilidad se distinguen dos conceptos:
a) Pertinencia: se refiere a la vinculación de la prueba ofrecida con los
hechos que con ella quieren acreditarse.
b) Relevancia: tiene en cuenta la utilidad del elemento probatorio, esto es,
la aptitud, la idoneidad o el medio probatorio para acreditar los hechos.
Diligenciamiento Una vez ofrecida la prueba y admitida por el tribunal, se inicia el segundo
momento: el diligenciamiento o recepción.
El diligenciamiento se concreta con los actos de recepción que se cumplen
conforme al procedimiento previsto en la oportunidad y con las modalidades
establecidas respecto de cada medio de prueba.
El diligenciamiento se objetiva a través de diversos actos que tienden a la
realización de audiencias para escuchar testigos, con el pedido de
informes, con la agregación de documentos, con la incorporación de
informes periciales, etc.
La recepción debe realizarse en las condiciones de tiempo y modo
impuestos por la ley procesal. El lugar es, por regla general, la sede del
tribunal; respecto de las circunstancias temporales deben producirse en
principio en días y horas hábiles. Sin embargo, excepcionalmente, el juez
puede disponer la realización de medidas probatorias fuere de la sede del
tribunal cuando, en circunstancias especiales, así lo impongan. Por
ejemplo, cuando se realiza una inspección ocular; cuando se dispone la
recepción del testimonio de una persona enferma o de edad avanzada se
efectúe en su domicilio.
Valoración La valoración de la prueba se proyecta como un análisis crítico e integral
del conjunto de elementos de convicción definitivamente introducidos en el
proceso con la actividad cumplida. Este análisis persigue la obtención de un
juicio final de certeza o probabilidad con respecto al fundamento de las
pretensiones que se hagan valer.
Las fases anteriores, es decir el momento introductivo y el diligenciamiento,
son eminentemente prácticas, en cambio la valoración se presenta como
una tarea de carácter intelectual.
La valoración sobre la eficacia de la prueba es efectuada por las partes y
por el tribunal. En efecto, actor y demandado lo realizan en la etapa
discusoria por medio de los alegatos; en tanto que el juez o el tribunal lo
hará en el momento del dictado de la sentencia.

6.3 Sistemas de valoración


En la doctrina clásica se destacan tres sistemas de valoración de la prueba: el de la tarifa legal; el de la
íntima convicción y el de la sana crítica racional.
Sistema Consiste
Sistema de tarifa legal También denominado sistema d prueba tasada, pruebas legales o apreciación tasada, consiste en que el
valor del elemento probatorio está adjudicado de antemano en la ley. Es asó, que la ley señala, por
anticipación, al juez el grado de eficacia que debe atribuirle a determinados medios probatorios; por lo tanto
el juzgador se encuentra obligado a valorar las pruebas de acuerdo a las pautas predeterminadas por el
legislador en la norma jurídica.
Este sistema ha sido abandonado por las legislaciones más modernas, aunque aún quedan algunos
resabios de él. Ej.: el Código Civil dispone que el instrumento público, argüido de falso, hace plena fe
respecto de las partes y de los terceros. También el CPC dispone en el art. 236 que “La confesión hace
plena prueba contra el absolvente”.
Sistema de la íntima Este sistema constituye la antítesis del anterior, en cuanto implica el otorgamiento de facultades
convicción discrecionales al juzgador para apreciar la prueba libremente, sin estar atado a criterios legalmente
preestablecidos.
Es propio de los jurados populares o se otorga en ciertas oportunidades para las decisiones de los jueces
de paz o campaña, quienes resuelven “como un buen padre de familia” fundando sus decisiones conforme a

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DERECHO PROCESAL II
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su leal saber y entender.


Varias son las críticas que se efectúan a este sistema; en especial la de afectar la forma republicana de
gobierno al permitir dictar pronunciamientos sin expresar su motivación, cercenando de esta manera las
facultades de contralor de las resoluciones jurisdiccionales.
Sistema de la sana Este sistema se basa en reglas de lógica y del buen razonamiento aplicadas a la valoración de la prueba.
crítica racional La sana crítica racional impone al juez la valoración de la prueba sin sujeción a criterios preestablecidos,
pero, a diferencia del sistema anterior, sin la interferencia de factores emocionales. El órgano jurisdiccional
debe fundamentar su decisión lógica y legalmente.
En cuanto a la lógica, juegan un papel trascendente los siguientes principios:
a) Principio de identidad: cuando en un juicio el concepto–sujeto es idéntico total o parcialmente al
concepto-predicado, el juicio es necesariamente verdadero.
b) Principio de contradicción: dos juicios opuestos entre si, contradictoriamente, no pueden ambos ser
verdaderos.
c) Principio de tercero excluido: dos juicios opuestos entre si, contradictoriamente, no pueden ser ambos
falsos.
d) Principio de razón suficiente: todo juicio para ser totalmente verdadero necesita tener una razón suficiente
que justifique lo que en el juicio se afirma o niega con pretensión de verdad.

La audiencia preliminar
La audiencia preliminar ha tenido favorable acogida en la doctrina y proyectos legislativos: sin
embargo, su práctica es poco frecuente.
La audiencia preliminar es una institución multifacético, pues comprende distintas actividades y
se verifica en ella la interacción de diversos principios procesales.
Podemos conceptualizarla como un instrumento mediante el cual se procura conciliar a las
partes, determinar lo que será objeto de prueba en relación a los hechos controvertidos y sanear la
apertura del proceso, esto es, depurar el contenido de la litis. Se trata de un instrumento oral, concentrado
con inmediación y rasgos inquisitivos.
Los objetivos principales de esta audiencia son: conciliación, saneamiento y determinación del
objeto litigioso.
a) Conciliación: Ha sido previsto en casi todos los ordenamientos procesales desde antiguo,
pero no es frecuente su utilización en los tribunales. La conciliación implica la actividad del tribunal dirigida
a lograr la autocomposición del litigio. Deben reunirse todos los sujetos procesales para lograr un
avenimiento, que puede ser total o parcial.
b) Saneamiento: La segunda función de las audiencias preliminares es la de saneamiento de los
defectos que pudieran advertirse en el procedimiento. De esta forma se salva la vida del proceso, al
eliminar las circunstancias que lo debilitan evitando nulidades o simples defectos promocionales.
c) Determinación del objeto litigioso: La tercera finalidad de la audiencia preliminar es fijar el
objeto o puntos litigiosos y posteriormente delimitar el objeto de prueba. Así, el juez deberá determinar los
hechos que considere conducentes a la solución de la controversia y excluir los inconducentes,
inadmisibles, superfluos o innecesarios aunque con el debido consenso de los justiciables, pues de otra
manera podría adelanta opinión.

Plazo de prueba
El plazo de prueba es el lapso durante el cual las partes deben ofrecerla y diligenciarla. Se trata
de un plazo caracterizado como común, es decir que corre para todas las partes a partir de la última
notificación del decreto de apertura a prueba. También es un plazo fatal de conformidad a lo que prescribe
el art. 49 inc. 4 del CPC ya que fenece por el mero transcurso del tiempo sin necesidad de acuse de
negligencia por la parte contraria.
Sin perjuicio de la fatalidad del plazo, podrá diligenciarse prueba fuera del periodo probatorio,
siempre que haya sido ofrecida e instada oportunamente por quien tenía la carga procesal de hacerlo.
La fijación de este plazo debe efectuarla el tribunal según el tipo de procedimiento de que se
trate, pudiendo disponer uno menor al establecido, cuando las circunstancias del caso hagan presumir
que la prueba puede diligenciarse.
El plazo para diligenciar la prueba puede ser ordinario o en circunstancias especiales, a solicitud
del interesado, puede determinarse un plazo extraordinario. El plazo ordinario es de 40 días; si la prueba
ha de rendirse fuera de la provincia, pero dentro de la república, el tribunal concederá el plazo
extraordinario de hasta 60 días. Si la prueba debe rendirse en el extranjero, el plazo puede extenderse
hasta los 100 días.
Para la procedencia del plazo extraordinario de prueba, se requiere, según el art. 500:
a) Que sea solicitado dentro de los primeros 10 días del periodo ordinario.
b) Que se exprese la diligencia probatoria para la cual se solicita.
c) Que, si hubiere de rendirse prueba testimonial, se exprese el nombre y residencia de los
testigos, y se acompañe el interrogatorio conforme lo dispuesto en el art. 293 (“Al ofrecer la testimonial la
parte acompañará el interrogatorio e indicará el nombre de las personas autorizadas para intervenir en el
trámite del oficio o exhorto. No se admitirá esta prueba si en el escrito no se cumpliere dichos requisitos”).
d) Que, si la prueba ofrecida fuere documental, se expresen los documentos que hayan testimoniarse con
indicación de los archivos o registros donde se encuentren.
Según el art. 504 el cómputo para el plazo extraordinario se hará desde el momento en que
empiece a correr el ordinario y este se considerará prorrogado hasta el vencimiento de aquel.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Bolilla nº 7: Medios de prueba - Prueba confesional y documental

7.1 Prueba confesional


7.1.1 Concepto. Caracteres. Elementos de la confesión. Capacidad. Objeto de la confesión.
Absolución de posiciones
La prueba confesional es la declaración extraída o formulada en juicio por alguna de las partes
intervinientes en el proceso, sea actor o demandado, sobre la verdad de un hecho que se le atribuye o es
de su conocimiento personal. Entraña la propia declaración del litigante, su expresión concreta y directa
sobre el derecho debatido y su situación jurídico-procesal en la litis.

Del concepto podemos extraer sus caracteres:


a) Es una declaración emanada de una de las partes del proceso: los terceros intervinientes
están equiparados a las partes en el proceso y por tanto pueden confesar.
b) Debe ser vertida en juicio: si la confesión la realiza la parte fuera del proceso, podrá servir
como conocimiento indirecto de un testigo.
c) Es una declaración extraída o expresada libremente: extraída por cuanto se puede exigir que
la parte preste declaración jurada sobre hechos que hacen a la litis (absolución de posiciones); esta solo
tiene lugar en la audiencia respectiva que se fija al efecto. El otro tipo de confesional es la libremente
expresada o “confesional espontánea”, según la cual la parte reconoce los hechos que sustentan el
derecho invocado por la otra parte en la litis pudiendo hacerse en cualquier oportunidad del pleito, en las
audiencias o escritos.

Lo que hemos expuesto podemos reducirlo en una serie de elementos concurrentes referentes a:
1. Capacidad del confesante (elemento psicológico subjetivo): La prueba debe ser prestada por
una parte en juicio, siempre que tenga capacidad para actuar personalmente; en caso contrario lo harán
sus representantes legales dentro de los límites de sus facultades.
2. Objeto de la confesión (elemento material y licito): El objeto son los hechos personales del
confesante controvertidos en el litigio, como así también los que puedan ser de su conocimiento personal,
expresados en sentido afirmativo, con claridad y precisión.
3. Voluntad del confesante (elemento intencional): Podemos advertir que en la confesión
espontánea la parte se siente orientada a expresarse y a decir la verdad en paz con su conciencia, lo que
se conoce como ánimus confitendi. Pero en la confesional provocada se advierte un retraimiento del
absolvente, pues la voluntad de declarar no existe, y el animus confitendi se desdibuja.

Clasificación de la prueba confesional:


La prueba confesional puede ofrecer distintos aspectos según se trate:
a) Por su origen puede ser espontánea o provocada.
b) Por el lugar o sitio donde se ha exteriorizado, es judicial o extrajudicial.
c) Por el modo es expresa o tácita. La confesional expresa es la prestada efectivamente por la
parte, sea voluntaria o provocada, en tanto que la tácita es la ficta, que resulta de la incomparecencia del
absolvente a la audiencia designada para absolver posiciones o cuando adopta posturas reticentes dando
respuestas evasivas o se niega a declarar.
d) Por la forma puede ser verbal o escrita. Verbal es la vertida en la audiencia que en nuestro
procedimiento es verbal y actuada significando esto que todo debe constar en el acta que se labra en la
audiencia. Escrita significa, en cualquier oportunidad y en cualquier escrito que presente el confesante en
el pleito.
e) Por su contenido, podemos distinguir la confesional en “simple” o “calificada compleja o
compuesta”. Es simple cuando se contesta la posición y nada se acora. Es compuesta compleja y
calificada porque no sólo se contesta con fundamentación a la posición, sino que se alega un hecho
extintivo de la pretensión que se reclama.
f) De acuerdo al alcance de la confesión es divisible o indivisible. Se dice que es divisible
cunado puede separarse en ella las circunstancias favorables y desfavorables para el confesante. Como
principio general la confesión es indivisible, salvo las excepciones establecidas en la ley, y en caso de
duda deberá interpretarse a favor de quien la hace.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El art. 237 dispone: “En general, la confesión es indivisible salvo:


1. Que comprenda hechos diversos, separados o independientes entre si.
2. Cuando comprendiendo hechos conexos entre si, o que se modifiquen los unos a los otros, el
absolvente produzca prueba contraria o exista una presunción de derecho contra el hecho que se alegue
desfavorablemente a él”.

Confesional provocada. Absolución de posiciones:


Se denomina absolución de posiciones a la confesión prestada en juicio, con arreglo a las
formalidades legales, y con motivo del requerimiento formulado por una de las partes (se llama exponente
a quien ofrece este medio de prueba, y absolvente a quien debe prestar la confesión). La absolución de
posiciones constituye una confesión judicial y provocada.
Conforme el art. 218: “Después de contestada la demanda y hasta la citación para sentencia,
cada parte podrá exigir que la contraria absuelva, bajo juramento o promesa de decir la verdad,
posiciones concernientes a la cuestión que se debate.
Podrán a si mismo, ser citados a absolver posiciones:
1. Los representantes de los incapaces, por hechos en los que hayan intervenido personalmente en ese
carácter.
2. Los apoderados por hechos realizados en nombre de sus mandantes, estando vigente el mandato; y
por hechos anteriores, cuando estuvieren sus representantes fuera del lugar en el que se sigue el juicio,
siempre que el apoderado tuviese facultades para ello y la parte contraria lo consienta.
3. Los representantes legales de las personas jurídicas, sociedades o entidades colectivas, que tuvieren
facultades para obligarlas”.
Los fallidos solo pueden absolver posiciones en las acciones personalísimas, pero un cuando
pueda perjudicar a la masa de acreedores. El cedente debe absolver posiciones si es parte.
Según el art. 220: “El litigante que pidiere la absolución de posiciones deberá presentarla por
escrito y podrá solicitar que se reserve la apertura del pliego hasta el momento en que deban ser
absueltas”.
El art. 221 reza: “-Contenido de las posiciones- Cada posición versará sobre un hecho personal
del absolvente o sobre el conocimiento de un hecho, expresada en sentido afirmativo, con claridad y
precisión”.
Dispone el art. 222: “-Citación del absolvente. Apercibimiento: El que hubiere de declarar deberá
ser notificado de la audiencia, bajo apercibimiento de que si dejare de comparecer sin justa causa, podrá
ser tenido por confeso en la sentencia. La culminación de esta sanción será transcripta en la cédula”.
El absolvente debe ser notificado con la debida antelación, que en la práctica se estima en tres
días, no obstante la disposición atinente del CPC, y en su domicilio real.
El art. 225 dispone: “-Incomparecencia o negativa a declarar- Si el citado no compareciere sin
justa causa a la audiencia, ni a la que nuevamente se determine cuando se haga valer impedimento, o si
compareciendo se negare a declarar o diere respuestas evasivas a pesar del apercibimiento que se le
haga, podrá ser tenido por confeso”.
Art. 228 “-Forma de responder- El absolvente responderá por si mismo y de palabra en el acto de
la interrogación y podrá consultar apuntes o notas cuando ajuicio del tribunal sea necesario para auxiliar
la memoria, pero de ningún modo podrá valerse de consejos ni de borrador alguno de respuesta.
Las contestaciones serán afirmativas o negativas, pudiendo el absolvente dar sobre ellas las
explicaciones que creyere necesarias”.
Art. 235: “De la absolución de posiciones se labrará un acta en la que se consignará la
respuesta, respetando, en lo posible, el leguaje del absolvente. El acta deberá ser suscripta previa lectura,
por los que hubieren intervenido, con constancia de las agregaciones o correcciones que se hicieran”.
Art. 236: “La confesión judicial hace plena prueba contra el absolvente, a no ser que acredite que
ha sido el resultado de un error. Igual valor tienen las posiciones respecto del que las propuso”.

Prueba confesional ordenada como medida de mejor proveer:


Las medidas de mejor proveer son aquellas por las que se faculta al juez a procurarse, por si
mismo, medios de información que contribuyan a formarle una convicción a cerca de los hechos
relacionados con el juicio.
El CPC establece en el art. 325 inc.2: “Una vez concluida la causa, los tribunales podrán, para
mejor proveer: interrogar a cualquiera de las partes sobre hechos que estimen de influencia sobre la
cuestión”.
La oportunidad para ejercitar esta facultad es cuando la causa está conclusa, es decir,
inmediatamente antes de dictar sentencia.
En esta situación, al estudiar el juez el expediente para preparar el fallo puede ocurrir que le
parezca indispensable alguna prueba complementaria que aclare los hechos cuestionados.

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El objeto fundamental de las medidas para mejor proveer es procurar el acopio de antecedentes
del tribunal, que le disipen las dudas e incertidumbres, aclaren los hechos controvertidos y faciliten la
labor resolutoria. Pero el peligro del ejercicio de estas medidas estriba en que el juez, movido por el afán
sincero de dictar una sentencia clara y justa, extralimite sus facultades, ordenando nuevas pruebas o
completando las ya producidas, lo que puede significar la pérdida de su posición de equilibrio ante los
intereses de las partes.
El argumento más sólido en contra de la confesional de oficio es: que una prueba de esta índole,
ordenada por el juez, aumenta la actividad probatoria a un litigante que no actuó con diligencia,
mejorando su situación procesal a costa de la posición de la parte contraria.

7.2 Prueba documental


7.2.1 Concepto. Documentos que deben acompañar en la demanda. Oportunidad. Valor
probatorio
La regulación legal considera la prueba documental como aquella atestación escrita, emanada
de una de las partes del juicio. Toda atestación escrita emanada de un tercero no constituye prueba
documental porque necesita para su validez que sea reconocida en el proceso por la persona que emitió
dicho material probatorio y por consiguiente su reconocimiento debe hacerse en una audiencia
testimonial; lo que la constituye en una prueba testimonial escrita.

Documentos que deben acompañar en la demanda:


El objeto de la prueba documental son los documentos los cuales pueden ser clasificados en tres
categorías:
1. Documentos habilitantes de la instancia: Son aquellos en donde el derecho se manifiesta y sin
los cuales no puede requerirse su apertura. Ej.: partida de defunción en una declaratoria de herederos.
2. Documentos fundantes de la pretensión: Son aquellos que comprueban todo lo relativo a la
causa de pedir y a las defensas opuestas. Ej.: contrato de locación en un cobro de alquileres.
3. Documentos justificantes de la pretensión: Son aquellos, generalmente emanados de terceros
y que por tanto no constituyen prueba documental sino testimonial escrita, y deberían ofrecerse de
acuerdo al régimen de aquella prueba.

Régimen en el CPC:
El art. 182 prescribe: “El actor deberá acompañar a la demanda los documentos de que haya de
valerse. Si no los tuviese los designará con la mayor precisión posible, expresando su contenido y el lugar
en que se encuentren, bajo pena de abonar, si los presentare después, las costas causadas por la
presentación tardía”.
Conforme al artículo anterior se exige además de los documentos habilitantes, acompañar la
demanda de los documentos fundantes, o sea material probatorio. Esta obligación también pesa sobre el
demandado al contestar el traslado, conforme al art. 192.
Según el art. 197: “Cuando en la contestación de la demanda, si no hubo reconvención, o en la
de ésta, si hubieren invocado o acompañado documentos, se correrá de ellos traslado por 6 días a la
parte contraria a fin de que reconozca o niegue categóricamente su autenticidad o su recepción, bajo
apercibimiento de tenerlos por recibidos o reconocidos”.
El artículo 241 se refiere al ofrecimiento de la prueba documental, y reza: “Luego de las
oportunidades previstas en los art. 182 y 192 podrá ofrecerse documentos de acuerdo con las siguientes
reglas:
1. En primera instancia mientras no se hubiere dictado sentencia, pero si lo fuesen luego de haberse
llamado los autos no serán admitidos, salvo que sean de fecha posterior o que llevando de fecha anterior
se exprese bajo juramento o, en su caso, afirmación de no haberlos conocido o podido obtener
oportunamente.
2. En segunda instancia hasta el llamamiento de autos, en las condiciones del inc. anterior”.
El TSJ manifiesta que la única documental admisible en función del régimen excepcional previsto
en el art. 241 consiste en:
a) Los instrumentos públicos, es decir los provenientes de las partes o de un tercero que cumplen los
requisitos de la ley civil.
b) Los instrumentos privados provenientes de las partes, sea del oferente de la prueba, sea del oponente
o de ambos conjuntamente.
Artículo 244 (redargución de falsedad): “La redargución de falsedad de un instrumento público
tramitará por incidente que deberá promoverse dentro de los 10 días de realizada la impugnación, bajo
apercibimiento de tenerla por desistida. Deberá fundarse y ofrecerse las pruebas tendientes a demostrar
la falsedad. Será parte el funcionario público que labró el documento. El incidente se resolverá en la
sentencia definitiva suspendiéndose esta mientras se encuentre en trámite la impugnación”.
En materia civil, la redargución de falsedad es el acto tendiente a obtener la declaración de
invalidez de un documento público o de un documento privado reconocido en razón de carecer de
autenticidad. Si se trata de un documento público la falsedad puede consistir:
1. En la adulteración material resultante de no haber sido otorgado por el funcionario que aparece
suscribiéndolo o de haberse suprimido, modificado o añadido alguna de sus enunciaciones.

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(PROCESAL CIVIL)

2. En la inexactitud de los hechos que el oficial público hubiese anunciado como cumplidos por el mismo o
que han pasado en su presencia.
Si se trata de un documento privado, la falsedad solo puede fundarse en su adulteración
material, en razón de haberse alterado su texto por vía de supresiones, modificaciones o agregados.
Según el art. 248 del CPC: “Para la eficacia de los documentos privados, se requiere que sean
reconocidos por la persona contra quien se presenten o que el tribunal los declare tales”.
Art. 253 (exhibición de documentos): “Las partes en cuyo poder se encuentren documentos
necesarios para la solución del litigio o para el cotejo pericial estarán obligados a exhibirlos o, si se tratare
de copias, a designar donde o en poder de quien se encuentran los originales.
La negativa de las partes o el incumplimiento de la obligación de exhibirlos dentro del plazo que
se les fije constituirá presunción en su contra, si de otros elementos de juicio resultares verosímil su
existencia y contenido”.

Valor probatorio:
Si se trata de un instrumento privado, requiere, para su validez, el reconocimiento expreso o
tácito, o la acreditación de su autenticidad mediante prueba pericial en caso de impugnación.
El reconocimiento expreso importan para el juzgador una especie de prueba legar o tasada de la
que no podrá apartarse.
En cambio, el reconocimiento ficto, o el realizado a través de la prueba pericial caligráfica,
deberá ser valorado por el juzgador conforme la sana crítica racional, teniendo en cuenta el resto de las
pruebas rendidas en autos.
En el caso de instrumentos públicos basta solamente que se cumplan las exigencias, o sea que
el mismo sea otorgado ante un oficial público que actúe en los límites de sus atribuciones y dentro del
territorio que se le haya asignado.
Tratándose de instrumentos públicos para hacer efecto respecto de terceros se requiere su
inscripción registral

Bolilla nº 8: Prueba testimonial y pericial

8.1 Prueba testimonial


8.1.1 Concepto. Objeto. Caracteres. Excepciones al deber de concurrir. La carga pública
del testigo, su alcance y excepciones
El vocablo testigo significa persona que da testimonio de una cosa o lo atestigua; persona que
presencia o adquiere directo y verdadero conocimiento de una cosa.
La testimonial como medio de prueba consiste en la declaración representativa que una persona,
que no es parte en el proceso, hace ante un juez, sobre lo que sabe respecto de un hecho de cualquier
naturaleza.
Se trata de una declaración de conocimiento en virtud de la cual se obtiene la representación o
reconstrucción de hechos que se efectúa por relato de terceros imparciales.
La testimonial constituye así un medio de prueba, y en tal sentido es la vía o trámite previsto en
la ley para introducir en el proceso el elemento probatorio; constituye por su contenido una declaración de
conocimiento, ya que el testigo declara ante el juez sobre hechos conocidos aprehendidos a través de sus
sentidos.
Por último, debe expresarse que la delimitación del concepto de testimonio se integra de tres
elementos: 1) es una declaración de un tercero, 2) que recae sobre datos no procesales, y 3) que
persigue la finalidad de influir en la convicción judicial.

Objeto:
El objeto de la prueba testimonial son los hechos sobre los cuales el testigo debe declarar,
incluyendo sus juicios o deducciones.
Así, el deber de testimoniar persigue incorporar al juicio el conocimiento sobre hechos que ha
conocido el testigo, en razón de sus percepciones, juicios y deducciones.
Es indiscutible entonces que objeto del testimonio son, en primer lugar, los hechos, humanos o
de la naturaleza, que el testigo aprecia y conocer a través de sus sentidos, pero también todo aquello que
ha percibido y comprendido; por tal motivo este sujeto se vale de su memoria, los registra y mantiene
dentro de sí para poder luego referirlos en los estrados judiciales.
Ocurre que en algunas oportunidades el testigo conoce los hechos no por sus sentidos sino a
través del relato de otras personas que sí lo apreciaron personalmente. Este fenómeno judicial se
denomina como “testigo de oídas”. En estos supuestos el objeto del testimonio no son los hechos que
interesan al proceso sino la relación, esto es, el relato que al testigo final se le ha hecho por un sujeto
presencial.
Esta fuente de conocimiento, generalmente poco apreciada por su lejanía e inseguridad, sólo
puede aceptarse cuando se trata de lograr el conocimiento de hechos antiguos, y restringidos al caso que
no existan otros medios más precisos y cercados de información.

Caracteres:

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(PROCESAL CIVIL)

La prueba testimonial se caracteriza por ser personal, indirecta, circunstancial, histórica y


representativa.
La personalidad de este medio de prueba significa que el individuo que suministra el elemento
probatorio debe hacerlo por sí mismo, sin intermediarios. Así, la prueba testimonial se realiza como una
declaración sobre hechos percibidos por el declarante, o declaración sobre hechos no percibidos, sea por
haberlos oídos narrar a otras personas o porque los suponga o deduzca. Entonces, para que el testimonio
logre su mayor eficacia debe tener por objeto hechos conocidos por el testigo en virtud de percepciones
sensoriales, pero no debe limitarse su objeto al hecho percibido por el testigo.
Constituye, además, un medio de prueba indirecto, ya que el dato llega al juez por intermedio de
quien declara. Se diferencia de esta manera de otros medios de prueba llamados directos, en los que el
dato probatorio se logra por contacto inmediato del juez con el objeto de prueba.
El proceso dispone de dos fuentes de prueba para la formación de la convicción del juez acerca
de los hechos; la percepción directa del juez o la convicción comunicada a él por otros, quienes a su vez
la obtienen mediante la percepción.
La testimonial se presenta también como una prueba de carácter histórico, en este aspecto debe
distinguirse de las denominadas pruebas críticas, donde no se narra sino que se conceptúa u opina en
función de conocimientos especiales.
Por otra parte, el testimonio cumple una función representativa. La representación se obtiene por
medio de la percepción de un hecho diverso del hecho representado: éste es el objeto y aquél el medio de
la representación.
Desde el punto de vista del medio existen dos tipos de representación: la representación real
(objetiva) y la representación personal (subjetiva). La primera se obtiene mediante la composición de un
objeto apto para despertar en quien lo perciba la idea que viene determinada por la percepción del hecho
representando. La segunda se obtiene mediante la composición de un acto capaz de obtener el mismo
resultado. A la primera forma de representación sirve de medio el documento; a la segunda, el testimonio.
El testigo, al declarar, reconstruye un acontecimiento y, sucedido a tal fin, se vale de su memoria;
esta narración tiende a formar la convicción del juez. En el trámite escrito, para garantizar su fidelidad, es
menester que el testigo, al efectuar la declaración, utilice su propio lenguaje. Esta registración implica una
desvirtuación de este medio de prueba, en efecto, se pierde la esencia de este medio probatorio ya que
se lo transforman en una prueba pseudocumental, y el juez no puede captar elementos importantes de la
declaración como gestos, dudas y otros signos relevantes.

Condiciones del testigo: Capacidad, imparcialidad, extraneidad:


El testigo deberá ser una persona física, gozar de capacidad y ser extraño respecto de las
partes, a fin de que se desempeñe en forma objetiva e imparcial.
Estas son las condiciones que debe reunir todo testigo:
Condición Desarrollo
Ser persona física El testigo debe haber percibido los hechos; por ello sólo pueden ser testigos las
personas físicas, ya que son las únicas capaces de percibir los hechos por medio
de los sentidos y reproducirlos utilizando la memoria.
Ser capaz Nuestro Código nada dice respecto de la capacidad para ser testigo. En cambio, el
Código de la Nación contiene una norma que establece que toda persona mayor de
14 años puede ser propuesta como testigo y tendrá el deber de concurrir. Por ello
se ha considerado, siguiendo los lineamientos de este ordenamiento, que esta
edad señala la capacidad especial para ser testigo
Ser extraño El testigo debe ser extraño a los sujetos que actúan en el polo activo y pasivo de la
respecto de las relación procesal, como condición de imparcialidad y veracidad. La extraneidad
partes significa que el testigo no debe encontrarse vinculado a las partes o al litigio por
circunstancias que comprometan en algún grado su imparcialidad. Así, el
parentesco, la amistad, enemistad, la dependencia o el interés en el resultado del
pleito son causas de fundada sospecha.
La imparcialidad Vinculado al requisito de extraneidad, significa que éste es un sujeto que no
del testigo participa en la relación procesal, ni se encuentra vinculado al juicio o a las partes
por razón alguna. En tal sentido se procura que se trate de una persona
desinteresada en el resultado del juicio.

El testigo excluido:
Se denominan testigos excluidos a aquellas personas que por imposición legal no pueden ser
propuestas ni admitidas en juicio como testigo.
El artículo 309 del CPC dispone: “No serán admitidos como testigos contra una de las partes: sus
consanguíneos, adoptivos o afines en línea recta, el cónyuge aunque esté separado legalmente, los
colaterales en segundo grado y los guardadores o sus representantes”. Esta exclusión encuentra
fundamento en la protección de la solidaridad familiar. Se procura evitar la violencia que podría ocasionar
al sujeto el tener que declarar en contra de una persona de su familia. La ley ha preferido cuidar estos
vínculos de solidaridad procurando que se utilicen otros medios de prueba. En caso de que fueran
ofrecidas como testigo algunas de las personas comprendidas en la norma, el juez deberá inadmitirlas.

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Sin embargo, la ley también prevé excepciones a la regla del art. 309. Así el artículo 310 dispone:
“Se exceptuará de lo dispuesto por el artículo anterior cuando:
1) Las personas hubieran sido agentes o testigos instrumentales de un acto jurídico y la declaración
versara sobre el hecho del que ha sido agente o testigo.
2) La declaración versara sobre nacimientos, defunciones o matrimonios de los miembros de la familia”.

Excepciones al deber de concurrir:


La obligación o carga pública de comparecer admite en ciertos casos excepciones.
En primer lugar, se exime de asistir personalmente a declarar ante el tribunal a personas que por
razones de jerarquía del cargo, por imposibilidad física o cuando el testigo residiera afuera de la provincia.
Así, nuestra ley formal establece toda persona propuesta como testigo está obligada a
comparecer ante el tribunal a prestar declaración. Sin embargo, el tribunal podrá autorizar o disponer la
declaración por escrito de ciertos funcionarios públicos por su jerarquía. Dicha excepción encuentra
fundamento en la lógica necesidad de no distraer la atención de estos sujetos.
Conforme lo prevé el art., estas personas deberán rendir su testimonio por escrito a través de
informes siempre bajo juramente.
La segunda excepción a la obligación de comparecer está fundada en la imposibilidad física,
edad avanzada u otras circunstancias tales como enfermedad que impida al testigo concurrir al tribunal.
Este hecho debe ser invocado ante el juez, y, en tal caso, el tribunal podrá constituirse en el
domicilio del testigo a fin de tomar la audiencia.
La última excepción a la obligación de comparecer se funda en razones de distancia. En efecto,
cuando el testigo vive fuera de la provincia podrá declarar ante el juez de su domicilio, para lo cual se
librará oficio o exhorto.

La carga pública del testigo, su alcance y excepciones:


Prestar declaración testimonial constituye un deber cívico de todo ciudadano; dicho de otra
manera, configura una carga pública que comprende la triple obligación de comparecer, de declarar y de
decir la verdad.

Carga Desarrollo Excepciones


Comparecer Respecto del testigo, el tribunal puede Esta carga procesal de comparecer reconoce excepciones:
ejercer la coertio, es decir, podrá utilizar a) El artículo 306 dispone: “El tribunal podrá relevar la
la fuerza sobre personas para obligación de comparecer personalmente y disponer la
obligarlas a concurrir al tribunal. En declaración por escrito del Presidente de la Nación, los
efecto, el testigo tiene una obligación y gobernadores de Provincia; los intendentes y demás
si no la cumple puede ser compelido a funcionarios residentes en el exterior”. Estas personas deberán
hacerlo por medio de la fuerza pública. rendir testimonio por escrito, a través de informes siempre bajo
En tal sentido, el art. 287 del CPC juramento. Por lo tanto la parte que ofrezca estos testigos en el
dispone: “El testigo que siendo citado acto deberá acompañar pliego abierto de preguntas.
en debida forma no compareciere a b) La segunda excepción a la obligación de comparecer está
declarar, sin acreditar justa causa, fundada en la imposibilidad física, edad avanzada u otras
podrá ser conducido por la fuerza circunstancias tales como enfermedad que impida al testigo
pública y mantenido en arresto hasta concurrir al tribunal.
tomársele declaración”. c) La última excepción a la obligación de comparecer se funda
en razones de distancia. En efecto, cuando el testigo vive fuera
de la provincia podrá declarar ante el juez de su domicilio, para
lo cual se libra oficio o exhorto.
Declarar El testigo además d comparecer tiene La obligación de declarar también reconoce límites legales.
que declarar, es decir contestar el Así, el art. 308 del CPC establece: “El testigo podrá rehusarse
interrogatorio que se le formule a contestar las preguntas: 1) Si la respuesta lo expusiere a
relatando todo lo que conozca sobre los enjuiciamiento penal o comprometiese su honor. 2) Si no
hechos preguntados, o en su caso, pudiere responder sin revelar un secreto profesional, militar,
manifestar su ignorancia sobre ellos. científico, de confesión, artístico o industrial”.
Decir la verdad El Código Penal sanciona el falso
testimonio con pena privativa de la
libertad para el testigo que afirmare una
falsedad, negare o callare la verdad. El
artículo 313 del CPC dispone: “Si las
declaraciones ofrecieren indicios graves
de falso testimonio, el tribunal podrá
decretar, acto continuo, la detención de
los presuntos culpables y remitirlos, con
los antecedentes del caso, a
disposición de la justicia penal”.

Procedimiento. Fases. Momentos:

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a) Etapa introductiva: En el juicio ordinario, la introducción de la prueba testimonial se realiza en


un escrito de ofrecimiento de prueba. Actor y demandado deben proponer en tiempo oportuno y con las
formalidades legales los testigos que han, de valerse para respaldar sus pretensiones. En ese sentido en
artículo 212 del CPC dispone: “Dentro de los diez primeros días de abierta la causa a prueba en el juicio
ordinario, y de los cinco en los demás casos, si correspondiere, las partes deberán ofrecer la prueba
testimonial de que se han de valer”. Hay un error en esta norma, fruto de un resabio del código anterior,
cuando dice “y de los cinco días en los demás casos”. Esta expresión debe considerarse no escrita, ya
que en los juicios abreviados y en los ejecutivos el ofrecimiento de prueba testimonial debe hacerla el
actor con la demanda o al contestar las excepciones, y el demandado, al contestar la demanda (en los
declarativos) o al oponer excepciones (en los ejecutivos).
Por su parte, el artículo 284 establece: “Cuando las partes pretendan producir prueba de testigos
deberán presentar una lista expresando nombre y domicilio. Si se ignora el domicilio se indicará el lugar
donde trabajan. Cuando por las circunstancias del caso fuere imposible conocer alguno de esos datos,
bastará que se indiquen los necesarios para que el testigo pueda ser individualizado sin dilaciones y sea
posible su citación. Sólo se podrán examinar los testigos que hayan sido propuestos en la forma prevista
por este artículo”.
b) Recepción: La recepción de la prueba se realizará en el día y hora previstos en una audiencia
fijada a tal efecto por el tribunal. En el procedimiento escrito se realiza con trámite verbal actuado, esto es,
sin respeto de la regla de la inmediación.
Si alguna de las partes interrumpiera al testigo o alterara el normal desarrollo de la declaración,
podrían aplicarse sanciones disciplinarias.
La actividad d recepción se realiza en una audiencia de la que se labra un acta que será
incorporada al expediente. En este documento se hará constar todo lo acontecido y deberán mantenerse
en lo posible las palabras utilizadas en las respuestas.
En el acta se deja constancia del día y hora de la declaración, número del tribunal y nombre del
juez y del secretario, carátula del expediente y constancia de las partes que asisten y de sus letrados.
Como garantía de la veracidad del testimonio se exige el juramento previo, que constituye un
requisito formal para el debido cumplimiento del acto de declaración; de tal manera, el testigo formula
promesa de decir la verdad de todo lo que sabe tal como cree que es la verdad.
El artículo 298 dispone: “-Generales de la ley- El interrogatorio comenzará con las siguientes
preguntas:
1. Nombre, tipo y número de documento de identidad, edad, estado, profesión y domicilio.
2. Si es cónyuge o pariente de alguno de los litigantes y en que grado.
3. Si es acreedor, deudor o tiene otra relación de interés o de dependencia con alguno de ellos.
4. Si tiene interés directo o indirecto en el pleito u otro semejante.
5. Si es amigo íntimo o enemigo manifiesto de los litigantes.
Aunque las circunstancias individuales declaradas por el testigo no coincidieran totalmente con
los datos que la parte hubiese indicado al proponerlo, se recibirá su declaración si fuere la misma persona
y por las circunstancias del caso, la contraria no hubiere podido ser inducida en error”. Se trata de un
cuestionario tendiente a identificar al testigo y a determinar las relaciones que pudieren vincularlo con
alguna de las partes. Se denominan “generales” porque son las mismas para todos los testigos, a
diferencia de las particulares o útiles que son las que se formulan en cada juicio sobre hechos diversos.
Luego se procede al interrogatorio propiamente dicho. Al respecto el artículo 288 establece: “Las
preguntas se formularán numeradas, serán claras, concretas y deberán contener un solo hecho. No
podrán hacer referencias de carácter técnico, salvo si fueran dirigidas a personas especializadas. En
ningún caso se formularán preguntas que estén concebidas en términos afirmativos, sugieran las
respuestas o sean ofensivas o vejatorias.
Cuando el interrogatorio se hiciere por escrito, éste podrán en sobre cerrado hasta el momento
en que comience la audiencia en que deba presentarse cada testigo”.
El artículo 304 por su parte establece: “-Forma de la respuesta- El testigo contestará sin poder
leer notas o apuntes, a menos que, por la índole de la pregunta, se le autorice. En este caso se dejará
constancia en el acto de las respuestas dadas mediante lectura y a pedido de parte se agregará copia
autenticada de los elementos utilizados. Deberá siempre dar razón de su dicho. Si no lo hiciere, el tribunal
lo exigirá”.
Concluido el interrogatorio, el actor y el demandado podrán realizar nuevas preguntas vinculadas
con los motivos por los que ha sido llamado a declarar. El juez podrá ordenar que se prescinda de
continuar con el interrogatorio si se manifestara como evidentemente ineficaz.
c) Valoración: La valoración de la prueba testimonial se realiza por medio de un examen crítico
de los dichos del testigo que formula el juez en oportunidad del dictado de la sentencia. Consiste en una
operación mental que tiene por fin resaltar el éxito probatorio, esto es, el mérito o valor de la declaración
como elemento de convicción.
El juzgador debe dejar de lado los testimonios inoficiosos, es decir los que no aportan ningún
elemento de convicción; lo mismo deberá hacer respecto de las impertinentes, es decir las que no tienen
relación mediata o inmediata con las pretensiones deducidas. Efectuada esta depuración, comienza la
tarea de valoración propiamente dicha, en la que el juez apreciará cada testimonio en particular,
desmenuzando los dichos de los testigos para desembocar en una conclusión que señalará un resultado
positivo, dubitativo o negativo respecto de la eficacia probatoria de los testimonios.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

La valoración, aunque tarea propia del órgano jurisdiccional, es también una actividad que
realizan las partes en oportunidad de la etapa discusoria por medio de alegatos o informes. En este
sentido dispone el art. 314: “-Idoneidad de los testigos- Hasta cinco días de recibida la declaración, las
partes podrán impugnar la idoneidad de los testigos, alegando y ofreciendo prueba por vía incidental
sobre los hechos relativos a la misma. El tribunal apreciará, según las reglas de la sana crítica racional y
en oportunidad de dictar sentencia definitiva, las circunstancias y los motivos que corroboren o disminuya
la fuerza de las declaraciones”.

8.2 Prueba pericial


8.2.1 Concepto y requisitos. Caracteres. Objeto. Naturaleza jurídica. El dictamen pericial.
Condiciones del perito. Perito de control y consultor técnico. Valoración
La prueba pericial se presenta como un aporte probatorio formulado por un experto designado de
común acuerdo por las partes o de oficio por el tribunal, para esclarecer una situación de hecho o el
reconocimiento de sus efectos, y que escapan al conocimiento medio o corriente de la gente, por lo que
para ser apreciados se requieren conocimientos técnicos, científicos o artísticos.
En artículo 259 del CPC establece: “Podrá emplearse la prueba pericial cuando para conocer o
apreciar un hecho sean necesarios o convenientes conocimientos científicos, técnicos, artísticos o
prácticos”.

Caracteres:
La pericia como medio probatorio presenta los siguientes caracteres:
1. Es un acto procesal o un conjunto de actos que se cumplen por encargo judicial.
2. La tarea encomendada debe ser realizada en forma personal por el perito designado.
3. Se trata de una prueba indirecta, ya que el juez tomará contacto con los hechos por su
intermedio.
4. Las conclusiones del perito se emiten por medio de un dictamen que se incorpora al
expediente.
5. El perito es un tercero, extraño a las partes y que reviste el carácter del órgano de prueba.
6. La peritación constituye una declaración de ciencia porque el perito emite su dictamen sobre la
base de lo que conoce por percepción, inducción o deducción respecto de los hechos.

Objeto, órgano y elemento:


a) Objeto: El objeto de esta prueba está constituido por los hechos controvertidos y sus causas o
consecuencias, que pueden ser de diversas especies y acusar diferentes calidades (técnicas, científicas o
artísticas).
Como regla general puede decirse que cualquier hecho puede ser objeto de examen pericial,
salvo aquellos que pudieren afectar a las reglas morales, las buenas costumbres o cuya indagación fuera
prohibida por la ley; en este sentido, está prohibido efectuar el denominado inspectio corporis, es decir la
investigación sobre el cuerpo humano sin consentimiento del sujeto.
Deberá tratarse de hechos que no puedan ser constatados directamente por el juez; es decir, de
aquellos para cuya apreciación se requiere de conocimientos especiales.
b) Órgano: El órgano de este medio de prueba es el perito, que es quien suministra el elemento
probatorio; se trata de un tercero ajeno al juicio y calificado por sus conocimientos o por su singular
idoneidad respecto de cuestiones de índole especial, diferentes al saber del juez.
c) Elemento: El elemento de prueba es el dato de la realidad que el perito incorpora al proceso y
que, en algunos casos, adquieren tal entidad que “sustituye” al juez en la decisión o lo obliga al momento
de decidir.

Naturaleza jurídica:
Los autores no concuerdan sobre la naturaleza jurídica.
Por nuestra parte, consideramos que la prueba pericial constituye un medio de prueba; así es
receptado en la mayoría de los cuerpos adjetivos.
Afirmamos que la pericial es un medio de prueba, que el perito es el órgano de prueba, ya que
cumple su función por encargo judicial, y que además presta auxilio al juzgador, al brindarle
conocimientos especiales para la mejor apreciación de los hechos.

El dictamen pericial:
El dictamen es el acto mediante el cual el perito responde a cada uno de los puntos propuestos
por las partes o incluidos por el juez, da cuenta de las operaciones realizadas y expone su opinión
fundada acerca de las conclusiones que, a su juicio, cabe extraer de aquéllas.
El perito al concluir su trabajo presentará en el tribunal un dictamen o informe escrito y firmado.
En él deberá exponer en forma motivada las conclusiones a las que ha arribado.
El dictamen contiene una declaración de ciencia, el perito expone lo que sabe por percepción,
pero por sobre todo lo que ha concluido por vía de deducción o inclusión acerca de los hechos sobre los
cuales versa la tarea.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Este documento deberá ser objetivo, es decir desprovisto de intencionalidad. Además, puede
tener connotaciones valorativas, pues no se trata de una simple narración, sino que contiene conceptos
técnicos, artísticos o científicos.
En síntesis, el dictamen deberá contener en forma clara y sencilla los antecedentes de orden
técnico que se tuvieron en cuenta para opinar; debe también identificar las cosas o personas que haya
examinado y la conclusión debe estar constituida por un informe que deberá ser fundado, convincente y
conciso. Cuando las conclusiones periciales se basen en informes suministrados por terceras personas, o
de cualquier otro tipo, el perito deberá indicar la fuente que utilizan y el lugar en que pueden ser
consultadas.
En algunos casos al dictamen, podrán incorporarse planos, croquis, o ir acompañado de
fotografías. Por eso se ha expresado que la prueba pericial no se limita simplemente a suministrar pautas
para la valoración de la existencia de un hecho y su exteriorización.
El contenido del dictamen debe responder estrictamente al encargo judicial, es decir debe ser
completo y no pecar en excesos o defectos.
En caso de que los puntos sean varios, el dictamen debe responder a cada uno en particular y a
todos los requeridos, además de los que se estimen que complementan a los anteriores o que constituyen
presupuestos necesarios para sus conclusiones.
El dictamen podrá ser ampliado a petición de parte o por requerimiento del tribunal, la ampliación
implica que el técnico deberá responder respecto de una cuestión omitida o aclarando algunas cuestión
que haya sido expuesta en forma poco clara.

Elemento subjetivo:
El elemento subjetivo de la prueba pericial está conformado por las personas que participan en el
acto pericial; en tal sentido las partes son los proponentes, el juez es el destinatario, y el perito es el
órgano de prueba.
El perito actúa como un intermediario en el reconocimiento judicial.

Condiciones del perito:


La ley considera que el perito debe ser una persona capaz. Debe poseer una capacidad
“calificada” para la percepción y correcta verificación de los hechos. Para poder actuar en calidad de
perito judicial debe acreditarse, además, determinadas condiciones:
a) Edad: Se exige del perito “madurez de juicio”, que se presume no alcanzada hasta la mayoría
de edad; también se requiere plenitud de aptitudes intelectuales, y por tal motivo se impide la intervención
de personas insanas o con algún grado de discapacidad.
b) Calidad habilitante: Los peritos oficiales deben tener títulos en la materia a que pertenezca el
punto sobre el que han de expedirse, siempre que la profesión, arte o técnica estén reglamentadas; la
reglamentación se refiere, por una parte, al título profesional otorgado generalmente por universidades u
otros institutos educativos, y la habilitación se refiere a disposiciones dictadas por los colegios
profesionales o tribunales superiores para la actuación de estos sujetos. Sin embargo, debe aclararse que
este requisito especial es sólo para quien ha sido designado como perito oficial, ya que para actuar en
juicio como perito de control no se requiere la acreditación de título en la especialidad.
En el sistema de la Provincia de Córdoba, el TSJ, en uso de sus facultades de superintendencia,
forma listas de peritos en diversas especialidades: ellas son confeccionadas sobre la base de una
solicitud que los profesionales interesados efectúan para ser incluidos en las denominadas “listas
oficiales” para actuar en distintas circunstancias.

Perito de control y consultor técnico:


El perito de control actúa colaborando en la defensa de los intereses técnicos de la parte que lo
propuso.
El CPCC establece que cada parte puede designar un perito de control dentro de los tres días
posteriores a la aceptación del cargo del perito oficial. Para actuar en calidad de perito de control no se
imponen condiciones especiales de idoneidad; en efecto, no se requiere título en la especialidad salvo
para el caso especial de diligencias que deban realizarse sobre el cuerpo de una persona.
Están autorizados para presenciar las operaciones técnicas que realice el perito oficial, a fin de
efectuar un control de la opinión que vaya a emitir en su dictamen. El perito de control puede adherir o
discrepar fundamento con las conclusiones arribadas por el perito oficial.
Para establecer la diferencia entre ambos tipos de peritos debe señalarse que el perito oficial es
un auxiliar del tribunal y debe realizar su tarea en forma objetiva; los peritos de control, en cambio, lo
harán en forma subjetiva, esto es, en defensa de los intereses de alguna de las partes.
En el CPCCNac se ha incorporado la figura del consultor técnico, que ha reemplazado al llamado
perito de parte.
El consultor técnico es una persona que, a solicitud de una de las partes, sobre la base de sus
conocimientos, presencia las operaciones técnicas que realice el perito, formula las observaciones que
considere pertinentes, y dentro del plazo fijado a aquél presenta por separado su respectivo informe,
cumpliendo, en lo que atañe a dicho informe, los mismos requisitos.
Su función es asistir a las operaciones que realiza el perito oficial y en su caso formular
observaciones.

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DERECHO PROCESAL II
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Procedimiento:
El dictamen pericial será decretado cuando cualquiera de las partes lo solicitase o el tribunal lo
creyere necesario. Cuando el dictamen fuese ordenado a solicitud de parte, ésta, en el acto de requerirlo
deberá determinar los hechos a que debe contraerse bajo pena de inadmisibilidad.
El tribunal nombrará un perito, salvo que considere indispensable que sean más. A esos efectos
citará a las partes a una audiencia, oportunidad en que éstas propondrán, de común acuerdo, la persona
a designar. Si no concurrieren todas las partes o no se lograse acuerdo, el tribunal hará el nombramiento
de oficio, por sorteo.
Los peritos aceptarán el cargo bajo juramento dentro del plazo fijado por el tribunal. En el mismo
acto, si fuere un solo perito, deberá indicar lugar, día y hora en que se iniciarán las diligencias, lo que se
notificará a las partes.
Si los peritos fueren varios, una vez aceptado el cargo, el tribunal los citará dentro del tercer día,
a una audiencia para que acuerden el lugar, día y hora en que se iniciarán las diligencias.
Dentro de los tres días posteriores a la finalización del plazo mencionado con anterioridad, las
partes podrán designar un perito de control cuya única función será la de evaluar y, en su caso, criticar el
dictamen pericial. No será necesario que tengan título en la especialidad, salvo cuando deban practicarse
diligencias periciales sobre una persona. En ningún caso será requisito que figuren en la lista para
nombramiento de oficio. Los peritos de control no podrán ser recusados.
Los peritos podrán ser recusados por causas posteriores a su nombramiento. La recusación
deberá interponerse antes del día señalado para dar comienzo a la operación pericial.
Los peritos designados de oficio podrán también ser recusados por causas anteriores a su
designación, debiendo interponerse la misma dentro de los tres días siguientes al del nombramiento o al
de la notificación, según corresponda.
El escrito de recusación expresará concretamente, la causa en que aquella se funde y los
medios de probarla.
Serán causales legales de recusación de los peritos, las mismas que la de los jueces, sin
perjuicio de que las partes puedan alegar otras causas que sean relevantes a criterio del tribunal.
En cuanto a la realización de la pericia, las partes y los peritos de control podrán asistir a las
diligencias periciales y formular las observaciones que se estimen necesarias, pero la deliberación deberá
hacerse únicamente entre los peritos, pudiendo asistir a ella los peritos de control.

Valoración:
Como todos los medios de prueba, también la pericial es meritada por las partes en la etapa
discusoria y por el juez en el momento del dictado de la sentencia.
Las leyes procesales han utilizado diferentes sistemas para la valoración de la prueba pericial.
El primero, asigna el valor de plena prueba al dictamen de peritos. Es decir, sigue el sistema de
la tarifa legal. Éste ha sido admitido por nuestro CPCC en el art. 283 sólo para el caso de que las partes
hubieran dado al perito el carácter de árbitros o arbitradores. En este caso el tribunal no puede apartarse
de lo concluido por el perito.
El segundo sistema propia la amplia libertad del juez para apreciar el dictamen conforme a las
reglas de la sana crítica racional. Es el adoptado por nuestro CPCC, que establece que el dictamen del
perito no es vinculante para el juez (no lo obliga).
Por último, debe analizarse el valor probatorio que tienen los informes técnicos requeridos a
instituciones especializadas que han sido incorporadas al juicio. Ellos constituyen un dictamen técnico sui
generis, ya que no implican pericia sino que se utiliza el conocimiento técnico de funcionarios que en
forma permanente desempeñan actividades en un organismo determinado. Este informe podrá constituir
un elemento de juicio más, diferente de la pericia.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Bolilla nº 9: Prueba informativa y de inspección

9.1 Prueba informativa


9.1.1 Concepto. Caracteres. Naturaleza jurídica. Elementos. Procedimiento. Valoración
La prueba informativa es el medio por el que se aportan al proceso datos concretos acerca de
actos o hechos resultantes de la documentación, archivos o registros del informante (oficinas públicas,
entidades privadas o personas físicas), para la incorporación de expedientes, testimonios o certificados
que obran o se extiende por oficinas públicas.

Caracteres:
La informativa es un medio de prueba con caracteres específicos; en tal sentido debe señalarse
que se configura como indirecto y escrito, y en su producción debe adecuarse a las formalidades legales
impuestas para su seguridad y eficacia.
Nuestra ley procesal establece las condiciones de procedencia de la prueba de informes en
sentido estricto, diciendo que “los informes que se soliciten a las oficinas públicas, escribanos con registro
y entidades privadas deberán versar sobre hechos concretos y claramente individualizados que resulten
de la documentación, archivos o registros contables del informante” (art. 317, primera parte, CPCC).
También admite la prueba de informes impropia cuando señala la posibilidad de requerir a
oficinas públicas la remisión de expedientes o copias autenticadas de ellos, o certificados relacionados
con el juicio (art. 317, segunda parte, CPCC).
Estas personas públicas o privadas informan sobre la base de datos previamente registrados
que constituyen el elemento de prueba y deberán ser aportados por escrito.
En caso de que se discutiera la autenticidad del informe, esto es si fuere impugnado por
falsedad, el tribunal podría requerir la exhibición de los asientos contables o de los documentos y
antecedentes en que se fundare la contestación.

Naturaleza jurídica:
La autonomía procesal de la prueba de informes, como medio de prueba, hoy resulta indiscutida.
Nuestro Código Procesal expresa que no será admisible el pedido de informes que
manifiestamente tienda a sustituir o ampliar otro medio de prueba que específicamente corresponda por
ley o por naturaleza de los hechos probar (art. 318, CPCC).
Por ello, se ha señalado que la prueba de informes tiene autonomía conceptual y legislativa por
sí, como medio probatorio, y no es un medio de prueba supletorio de otras.

Elementos:
- Elemento objetivo: El objeto de prueba de la prueba informativa se refiere a la materialidad
fáctica sobre la que puede recaer el informe y también a las circunstancias de modo, tiempo y lugar de su
producción. En este sentido, el artículo 317 del CPC establece: “Los informes que se soliciten a las
oficinas públicas, escribanos con registro y entidades privadas, deberán versar sobre hechos concretos y
claramente individualizados. Procederán únicamente respecto de actos o hechos que resulten de la
documentación, archivos o registros contables”.
- Elemento subjetivo: El elemento subjetivo se integra por el juez, que es el destinatario de la
prueba, las partes, que son las proponentes, y el informante, que es el órgano de prueba.
El juzgador es quien ordena el diligenciamiento y es a él a quien se le presentan la respuesta de
la prueba.
El órgano de prueba son los informantes, y en tal sentido pueden serlo oficinal públicas o
privadas, y excepcionalmente personas físicas.

Límite:
Este medio de prueba está limitado por el artículo 318 que dispone: “-Inadmisibilidad- No será
admisible el pedido de informes que manifiestamente tiende a sustituir o ampliar otro medio de prueba
que específicamente corresponda por ley o por la naturaleza de los hechos a probar”.
La regla es que si existe un medio de prueba idóneo para la obtención de determinado elemento
probatorio, ése es el que debe ser utilizado y en consecuencia no puede ser sustituido por otro.
Esto ha sido establecido expresamente en la ley con el fin de impedir una distorsión que es
frecuente en la actividad tribunalicia; ello sucede cuando las partes intentan la utilización de la prueba
informativa para introducir al proceso un elemento de juicio que debía ser aportado por otro medio

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

probatorio; este recurso se utiliza sobre todo en el caso en que se ha operado una caducidad respecto de
la oportunidad de su producción (por ejemplo, obtener la declaración de un testigo por vía de informes).

Procedimiento:
El ofrecimiento del medio probatorio los realizan las partes en un escrito en el cual se deberá
consignar en forma clara y precisa los datos o los hechos sobre los que se pide el informe. Si el escrito
reúne estas condiciones formales, debe ser admitido por el tribunal por un proveído o un decreto que
ordenará el libramiento de los oficios y se determinará el plazo que se concede al informante para que
responda.
Los oficios se librarán una vez que esté firme la resolución que admite la prueba. Podrán ser
firmados y sellados por la autoridad del tribunal o por el letrado patrocinante o apoderado y deberá incluir
en su texto la trascripción del decreto que los ordene y del apercibimiento del artículo 321 que dispone:
“Si el tribunal advierte que determinada repartición pública, sin causa justificada, no cumple el deber de
contestar oportunamente los informes, deberá poner el hecho en conocimiento del Ministro de Gobierno,
a los efectos que corresponda, sin perjuicios de medidas a que hubiere lugar.
A los escribanos y entidades privadas que sin causa justificada no contestaren oportunamente,
se les impondrá una multa a favor de la parte que ofreció la prueba, de hasta diez jus por cada día de
retardo…”.
El diligenciamiento, esto es el traslado del oficio hasta la sede del informante, debe ser realizado
por la parte proponente y entregado bajo recibo de recepción. La constancia de recepción puede
realizarse por medio de un sello fechador con las iniciales del empleado o subalterno que lo reciba, o en
su defecto con un sello aclaratorio de la entidad. A partir de ese momento nace el deber de responder.
Conforme al artículo 320: “Los informes deberán ser contestados dentro del plazo de 10 días,
salvo que el tribunal determine otro, conforme a la naturaleza del juicio o circunstancias especiales.
Si por razones atendibles el requerimiento no pudiere ser cumplido dentro del plazo fijado, se
deberá solicitar al tribunal su ampliación, antes del vencimiento, con indicación de las causas que la
motivan”.
Confeccionado el informe, éste debe ser remitido al tribunal a fin de que sea agregado al pleito;
la incorporación se realiza por un decreto que la ordena con noticia a las partes.
El informe se agrega al proceso y dentro del término legal las partes pueden pedir aclaraciones a
fin de que se aclare o complete el informe o impugnarlo por falsedad. La impugnación por falsedad debe
fundarse en la no coincidencia entre lo informado y los documentos, archivos o registros contables de los
que provienen; es decir en la inexactitud del dato registrado. En este caso debe distinguirse si el dato
probatorio proviene de un funcionario público o de una entidad privada. En el primer supuesto deberá
denunciarse por medio de querella de falsedad civil o criminal, pero si proviene de una persona del
derecho privado bastará con la simple prueba en contrario. A este efecto, asiste a las partes el derecho de
solicitar la exhibición de los antecedentes que se tuvieron en cuenta para realizar el informe.

Valoración:
Para efectuar una correcta valoración debe tenerse en cuenta la calidad del informante y su
fundamentación. También se apreciará la forma de documentación, archivo o registro de los que provenga
el informe y las solemnidades que han rodado el acto en el momento de su otorgamiento.
Cuando el informe proviene de un funcionario público que actúa dentro de los límites de su
competencia y lo hace como encargado del registro, archivo o protocolo, tiene la fuerza convictita de un
instrumento público y hace plena fe sobre la autenticidad de lo comunicado. En cambio si el informe es
otorgado por una entidad privada no tiene la misma fuerza convictiva que se le atribuye al informe de una
oficina pública. En este caso, el juez deberá meritarlo junto con otros elementos de juicio aportados al
proceso y a través de las reglas y principios que informan la sana crítica racional.

9.2 Inspección judicial


9.2.1 Concepto e importancia. Delimitación. Caracteres. Naturaleza jurídica. Valoración
La inspección judicial es el acto por el cual el juez en forma personal y directa examina un lugar o
una cosa vinculada con el objeto del pleito, con el fin de obtener elementos de convicción para un
proceso determinado.
La inspección judicial se obtiene por medio de la percepción sensorial del órgano jurisdiccional;
en efecto, por este medio probatorio el juez toma conocimiento respecto de los lugares o cosas objeto de
la controversia planteada entre las partes.
El reconocimiento judicial constituye un caso típico de prueba directa, pues el juez toma contacto
en forma inmediata con la cosa, persona o lugar que suministra el dato probatorio.

Delimitación:
Para que la inspección o reconocimiento judicial tenga el carácter de medio probatorio es
necesario que sea realizado en forma personal y directa por el juez en el marco de un proceso judicial;
esta actividad comprende la aprehensión sensorial del objeto de prueba a la que normalmente se agrega

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

un razonamiento inductivo del órgano jurisdiccional, que es lo que le permite identificar qué es lo que
percibe, y en su caso comparar lo percibido con lo que se trata de probar.
Es conveniente, a los fines de delimitar este medio de prueba, efectuar la distinción entre el
hecho o los hechos controvertidos que van a ser objeto de prueba en el juicio, de aquel que va a ser
objeto propio de la inspección en particular. El primero podrá ser comprobado con el auxilio de todos los
elementos de prueba ofrecidos y diligenciados por las partes, incluida la inspección. El objeto propio de la
inspección judicial puede coincidir con aquél o ser otro diferente.
El objeto de inspección está en la verificación de circunstancias que no coinciden con el objeto
del juicio, que es determinar quién fue el culpable en el evento y que será condenado en definitiva en la
sentencia.
La inspección judicial se presenta como el medio probatorio que mejor cumple con la regla de
inmediación. En efecto, esto es así porque en el acto o audiencia de inspección se da en plenitud el
contacto directo entre las partes y el juez, que es a su vez el órgano de prueba; además, si el tribunal lo
estima necesario podrán concurrir al acto otros órganos de prueba como testigos o peritos que también
participan en el acto. La actividad que en esta oportunidad se realice, sin embargo, deberá queda
registrada en un acta escrita que será suscripta por los participantes en el acto.

Caracteres:
Es un medio de prueba que se caracteriza por ser directo, personal, no representativo, formal y
lógico.
Es directo, el juzgador obtiene por sí la información reveladora del hecho mismo objeto de
prueba; a diferencia de la prueba testimonial que por su naturaleza es indirecta y representativa, es decir,
en este último caso el juez conoce los hechos por lo que el testigo relata.
Este medio probatorio se funda en la observación.
Constituye también una actividad lógica, ya que se manifiesta como una actividad física e
intelectual del juez tendiente a la verificación de hechos o cosas que son objeto de prueba.
Es un medio de prueba formal por antonomasia, porque se realiza en audiencia con la
concurrencia personal del juez y de las partes, que controlan la producción de la prueba y en su caso
podrán formular observaciones.

Naturaleza jurídica:
La inspección judicial constituye, por naturaleza, un medio de prueba; ello es así, ya que
presenta autonomía conceptual y legislativa, caracteres propios, y además ha sido regulado en nuestro
legislación procesal civil.

Valoración:
Algunas legislaciones han atribuido al reconocimiento judicial el valor de plena prueba
basándose en que su producción se concreta con intervención personal del juez.
Sin embargo, teniendo en cuenta, que el juez es un sujeto falible, ya que puede incurrir en
errores, es conveniente no apartarse de la regla general y establecer que deberá ser valorada libremente
por el tribunal juntamente con los demás elementos de juicio aportados por el sistema de la sana crítica
racional.
Por último, quienes sostienen que la prueba será valorada por el juez con sujeción a las reglas
de la sana crítica, pero además debe tenerse en cuenta la eficacia plena que tiene el acta judicial si ha
sido confeccionada con sujeción a las pautas legales y que deberán meritarse conforme a los principios
propios de cada medio de prueba en el caso de que se haya diligenciado en forma combinada.
Desde este punto de vista sólo tendrán eficacia plena las constancias que surgen en acta
labrada, ya que por ser suscripta por juez y secretario valen como instrumento público.

Procedimiento:
Dispone el artículo 255: “El tribunal, de oficio o a pedido de parte, podrá ordenar la inspección de
alguna persona, sitio o cosa cuando lo crea necesario. A si mismo, podrá disponer que lo acompañe un
perito de su elección”. Es importante aclarar que, las partes junto con sus representantes y abogados,
podrán asistir también a la diligencia y hacer al tribunal, de palabra, aquellas observaciones que crean
que son oportunas o convenientes.
Finalmente, de todo lo actuado se deberá labrar un acta que firmará el juez, el secretario y los
interesados que quieran hacerlo.

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DERECHO PROCESAL II
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Bolilla nº 10: Prueba de indicios y medios innominados

10.1 Prueba de indicios


10.1.1 Concepto del indicio. Naturaleza. Requisitos. Clases. Valor probatorio. Las
presunciones y el indicio. La conducta de las partes en el proceso
La palabra indicio proviene de la voz latina incidum, y significa “acción o señal que da a conocer
lo oculto, indicar, hacer conocer algo”.
Se entiende por indicio “un hecho conocido del cual se induce otro hecho desconocido, mediante
un argumento probatorio que de aquél se obtiene, en virtud de una operación lógica-crítica basada en
normas generales de la experiencia o en principios científicos o técnicos”.
El indicio se apoya, entonces, en un hecho conocido que sirve de base para llegar al
conocimiento de otro que es desconocido; el primero (hecho indicador) permite inferir el hecho
desconocido (hecho indicado), y ambos se vinculan por medio de una relación del pensamiento.
El indicio también puede constituir el hecho a partir del cual se parte para llegar a establecer una
presunción. De allí que es frecuente su confusión o identificación en doctrina y legislación.
El indicio es un medio de prueba autónomo que resulta útil en un proceso generalmente cuando
se manifiesta en forma múltiple y es corroborado y apoyado por otros medios probatorios. Ello no impide
que en circunstancias excepcionales un solo indicio pueda dar basamento para la decisión del juzgador.

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El indicio puede manifestarse en forma autónoma o provenir de otro medio de prueba; también
de actitudes del hombre, señas físicas, rastros o cualquier otra manifestación de la realidad que sea
aprehendida por el juez y analizada como tal.

Naturaleza:
Actualmente se reconoce la autonomía conceptual del indicio.
Los indicios constituyen un medio de prueba de carácter indirecto, crítico y lógico, y además
como prueba indirecta.
Es crítico porque el indicio suministra al juez una base para que pueda construir su
razonamiento; es lógico porque se apoya en reglas de la experiencia con el fin de inducir, en forma
mediata, un hecho desconocido; es indirecto, el juez no toma contacto personal con el motivo de prueba,
sino que éste llega a él por medio de inferencias que se basan en la ley o en reglas de la experiencia.

Requisitos:
Para que el indicio sea considerado como elemento probatorio de relevancia y tenga valor es
necesario que reúna determinadas condiciones.
En primer lugar es indispensable que el hecho que le sirve de base se encuentre acreditado; ya
que la construcción inductiva que realiza el juez debe partir de algo absolutamente cierto.
En segundo lugar debe tenerse en cuenta que el indicio no siempre lleva a la conclusión de tener
por acreditado el hecho que es objeto de investigación; puede ocurrir que un indicio por sí solo no
constituya prueba suficiente para otorgar certeza o probabilidad.
El medio por el que se acredita el indicio puede ser directo o a su vez indiciario.
Estos principios resultan válidos en tanto la ley no limite la conducencia del medio probatorio o se
imponga la utilización específica y necesaria de otro medio probatorio para acreditar la cuestión.
La prueba del indicio debe ser válida en el caso concreto; en tal sentido el procedimiento y los
medios utilizados para su acreditación deben ser idóneos y no estar viciados de nulidad; en efecto, si la
prueba utilizada adoleciera de algún vicio que afectara su valor, también carecería de él la prueba
indiciaria.
Un solo indicio puede, excepcionalmente, resultar suficiente para lograr el convencimiento del
juzgador; pero ello no es lo común y generalmente se requieren varios.
También deben presentarse en un número adecuado con el hecho a reconstruir; tienen que ser
graves, es decir que en su conjunto representan una probabilidad alta en cuanto a la posibilidad de que
un hecho o un conjunto de ellos se manifieste en determinado sentido conforme a las reglas de la ciencia
o la experiencia. También deben ser precisos, es decir exactos, ciertos y determinados, que es lo que en
muchos supuestos se llama indicios unívocos, por oposición a indicios vagos o ambiguos. Y, finalmente,
deben ser concordantes, lo que significa que tiene que estar enlazados en una secuencia por la cual cada
uno sea el antecedente necesario del siguiente y lo apoye en la evolución.
Por último, el número de indicios que puede utilizarse es un procedimiento es ilimitado.

Clases:
En las manifestaciones judiciales puede presentarse diferentes clases de indicios:
a) Teniendo en cuenta la oportunidad, se distinguen los indicios anteriores, concomitantes y
posteriores al hecho desconocido que se trata de verificar.
b) Respecto del objeto sobre el que recaen los indicios, pueden ser personales y subjetivos,
reales o materiales. Los subjetivos se refieren a las condiciones y al modo de ser de una persona; los
reales o materiales a cosas, huellas, rastros y otros elementos similares.
c) Respecto del grado de convicción que generan en el juez se distinguen en necesarios o
contingentes; se tiene en cuenta a este efecto su habilidad probatoria, y puede suceder que uno solo
baste para producir el convencimiento del juez en razón de que supone indispensablemente el hecho
indicado, o porque son deducidos de una ley física inmutable o en virtud de su calidad necesaria. Los
contingentes son aquellos que constituyen apenas un principio para la inferencia de probabilidad; estos
últimos pueden subdividirse en graves y leves, inmediatos, próximos o remotos.
Los graves implican un vínculo que debe ser firme y certero, y en los leves la relación de
causalidad con el hecho indicado no es tan clara ni precisa, y así consecuentemente.
d) Según el gado de información que proporcionan podrán distinguirse en positivos o negativos.
e) También pueden ser divididos de acuerdo al aspecto del hecho que demuestran; si son
demostrativos de la causa del hecho o si solamente acreditan un efecto determinado de él.
f) Por último, teniendo en cuenta la base de la información que brinda, pueden ser comunes o
especiales; los primeros son aquellos que pueden ser apreciados en virtud del conocimiento común del
juez, y los segundos son los que requieren auxilio de información técnica, artística o científica para su
apreciación.

Valor probatorio:
El valor probatorio del indicio tiene relación directa con la aptitud que presente a fin de que el
juez induzca de él el hecho desconocido que investiga.
La eficacia de este medio probatorio dependerá de diferentes factores: principalmente que el
hecho generador (hecho indicante) esté debidamente probado; además del grado de veracidad, de la

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

compatibilidad con otros elementos, de lo que señalan las normas de la experiencia con la cual se lo
relaciona, del grado de dependencia y conexión con otros indicios, etc.
En los indicios ordinarios se utilizan máximas o reglas generales de la experiencia, que señalan
la forma normal, constante u ordinaria en que suceden los hechos físicos o psíquicos, y sirven al juez de
guía segura para la valoración de toda clase de pruebas y, en especial, de la indiciaria.
Los indicios pueden llevar al juez a la certeza sobre el hecho o solamente a creer en su
probabilidad o verosimilitud; en el último caso no constituirán prueba plena del hecho investigado, pero sí
hacerlo verosímil, probable y corroborado por otros medios probatorios.
Este medio de prueba debe ser valorado de acuerdo a las reglas de la sana crítica racional.

Las presunciones y el indicio:


La presunción se realiza por un juicio lógico que efectúa el legislador o el juez a partir del cual se
considera como cierto o probable un hecho determinado; constituye una operación mental de inferencia
que encuentra apoyo en un hecho y sirve como un argumento probatorio sobre la base del cual se tiene
como cierto o probable la existencia o inexistencia de otro.
La presunción exhibe tres elementos: un hecho conocido (indicio), un hecho desconocido (que se
pretende probar) y una relación de casualidad; ellas se vinculan a través de una operación lógica por la
que se reconstruye el hecho desconocido de la forma en que se considera que probablemente ha
ocurrido.
La presunción, por lo tanto, se infiere como una consecuencia que se obtiene sobre la base de la
reiteración de caracteres comunes en determinados hechos; supone una doble operación mental de
carácter inductivo-deductivo.
Las presunciones pueden ser legales o del hombre. Las primeras son establecidas por la ley y
pueden subclasificarse en iure et de iure o iure tantum según admitan o no prueba en contrario. Las
presunciones del hombre se manifiestan por el razonamiento que efectúa el órgano jurisdiccional a partir
de cierto hecho para arribar a determinada conclusión.

Vinculación entre la presunción y el indicio:


El indicio y la presunción son instituciones jurídicas diferentes que además persiguen distintitos
fines; sin embargo, tienen un ámbito de acción común que hace que los códigos procesales las regulen, a
veces, en forma conjunta o diferenciada. Así, el CPCC de Córdoba no regula en forma expresa la prueba
de indicio, sino que lo inserta parcialmente en la sección dedicada a las presunciones.
El indicio está constituido por el hecho que se manifiesta y que es conocido; tiene la virtualidad
de servir de base para elaborar el razonamiento lógico de la presunción.
Las presunciones, en cambio, se manifiestan por un juicio lógico; esto es una forma del
razonamiento de la cual se puede inferir la certeza o la probabilidad del hecho.
En efecto, el indicio es el hecho antecedente necesario de que deriva la presunción
(razonamiento).
En la legislación procesal frecuentemente el indicio y la presunción se encuentran regulados en
forma no discriminada, esto es como si se tratara de un mismo medio de prueba.
El art. 315 CPCC establece: “Las presunciones legales tienen el valor probatorio que la ley de
fondo les reconoce”.
El art. 316 CPCC expresa: “Las presunciones judiciales hacen prueba solamente cuando por su
gravedad, número y conexión con el hecho que trata de averiguarse, sean capaces de producir
convencimiento sobre su existencia de acuerdo con las reglas de la sana crítica racional…” y por último
agrega: “…La conducta observada por las partes durante la sustanciación del proceso podrá constituir un
elemento de convicción corroborado en las pruebas, para juzgar la procedencia de las respectivas
pretensiones”.
La última parte del art. 316, hace referencia expresa, aunque sin nominarlo como tal, al indicio.
La presunción judicial y el indicio se diferencian en que el segundo constituye la fuente de la
primera, ya que a partir del indicio y por medio de la presunción se deduce el hecho a probar.
Así, debe decirse que se emparentan absolutamente y operan en forma semejante y
complementaria.

La conducta de las partes en el proceso


En el derecho procesal moderno se sostiene que es lícito para el juez extraer argumentos de
prueba de las respuestas que le otorgan las partes ante ciertas situaciones, y en general de todo
comportamiento de ellas durante el proceso. Estos argumentos implican la valoración de una conducta
que resulta contraria a reglas procesales y en especial al principio de solidaridad o colaboración con el
proceso.
La regla ha sido incorporada legislativamente al CPCC en el art. 316, que en su última parte
expresa: “La conducta observada por las partes durante la sustanciación del proceso podrá constituir un
elemento de convicción corroborado en las pruebas, para juzgar la procedencia de las respectivas
pretensiones”.
La conducta procesal puede asumir distintas manifestaciones con valor probatorio; así por
ejemplo, cuando un comportamiento es omisivo, oclusivo o contradictorio, también cuando implique
mendacidad.

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10.1.2 Prueba difícil. Nuevas tendencias


El principio del favor probationes permite al juez a preciar el material probatorio de manera más o
menos rígida. La problemática de la prueba difícil encuentra una solución adecuada a través de dos vías:
el favor probaciones, que opera cuando la dificultad probatoria es in re ipsa, y las pruebas leviores, que
funcionan cuando es necesario una actividad probatoria complementaria en miras de demostrar que se
está en un terreno de difícil prueba.

10.2 Pruebas innominadas


10.2.1 Medios de prueba innominados. Sistema legal
Históricamente se conocen dos sistemas de regulación de los medios de prueba; el primero de
ellos, conocido como taxatividad legal, se caracteriza porque el legislador enuncia y limita los medios de
prueba que pueden ser utilizados en el proceso. Para ello prevé un catálogo y veda en forma expresa la
utilización de otros que no estén expresamente previstos.
En cambio, el segundo es que prevén los Códigos procesales en la actualidad, son los sistemas
de prueba libre y autorizan al juzgador a admitir todos los medios de prueba que consideren idóneos a fin
de formar su convicción, aunque no estén expresamente regulados. Se enuncian los medios de pruebas
clásicos, pero además de modo expreso o tácito, permiten la producción de otros no previstos.
El sistema presenta a su vez dos modalidades: el que enumera los medios de prueba y en una
disposición abierta prevé la posibilidad del juzgador de admitir y ordenar otros no previstos cuando lo
estime conveniente. Así ocurre en el Art. 378 del CPCN y en el Art. 202 del CPCC que autorizan la
utilización de medios no previstos.
En el procedimiento cordobés estos nuevos medios deben ser introducidos al proceso utilizando
analógicamente algún procedimiento establecido para otro y que pueda ser idóneo; en cambio en el
sistema de la Nación la regulación es diferente, ya que otorga al tribunal la facultad discrecional de
establecer la forma del diligenciamiento sin imponer el uso de la analogía.

Sistema legal. Medios no enumerados:


Referidos a los medios no enumerados, la jurisprudencia actualmente los admite en algunos
casos como prueba documental y en otros como indicios, pero por regla general para darle eficacia se
requiere, además, de otra prueba complementaria (por ejemplo, la pericial o testimonial). Por ejemplo,
prueba corroborante de un video o de una grabación pueden ser testigos que participaron en él o que por
alguna circunstancia conocieron el conflicto.

10.2.2 Medios de prueba mixtos


Es frecuente en los trámites judiciales la utilización de medios de prueba mixtos o combinados.
Por sus características se trata de una cuestión de naturaleza eminentemente técnica.
Las partes, pueden solicitar que el tribunal, ordene la producción de medios de prueba mistos o
combinados. Por ejemplo, nuestra ley procesal dispone la realización simultánea de la inspección judicial
y la pericia, que toda prueba documental lleva implícita la pericial caligráfica subsidiaria y la posibilidad de
reconocimiento judicial y testimonial. Pero la realización simultánea de varios medios probatorios puede
ser ordenada por el juez, aunque no esté expresamente previsto, cuando las partes así lo soliciten y ello
resulte conveniente para el esclarecimiento de la verdad.

10.3 Medidas para mejor proveer


El CPC autoriza expresamente a que el tribunal, sobre la base de los medios ofrecidos e
incorporados, pueda ordenar medidas para mejor proveer, para el mejor dictado de la sentencia.
El artículo 325 del CPC establece que una vez concluida la causa, los tribunales podrán, para
mejor proveer:
1) Decretar que se traiga a la vista cualquier expediente o documento que crean conveniente
para esclarecer el derecho de los litigantes.
2) Interrogar a cualquiera de las partes sobre hechos que estimen de influencia en la cuestión.
3) Ordenar reconocimientos, avalúos u otras diligencias periciales que reputen necesarias
4) Disponer que se amplíen o expliquen las declaraciones de los testigos y, en general, cualquier
otra diligencia que estimen conducente y que no se halle prohibida por el derecho.
5) Agregadas las medidas para mejor proveer, deberá correrse traslado a cada una de las partes
por tres días para que meriten dicha prueba.
6) Ordenadas estas medidas para mejor proveer, se suspende el plazo para dictar sentencia
hasta que sean diligenciadas. El tribunal puede disponer de oficio todo lo conducente a que éstas se
diligencien lo más rápido posible. Luego del diligenciamiento debe correrse traslado a las partes para que
aleguen sobre su mérito.

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DERECHO PROCESAL II
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Bolilla nº 11: Discusión y sentencia

11.1 Discusión
11.1.1 Concepto. Contenido. Procedimiento. Llamamiento de autos para definitiva
El momento de discusión se manifiesta por las alegaciones de las partes. El alegato es el acto
mediante el cual cada una de las partes expone al juez, por escrito, las conclusiones que le sugieren las
pruebas producidas en el proceso.
En los alegatos, las partes analizan, por medio de escritos, la prueba rendida en relación a los
hechos que constituyen el sustento de su pretensión o defensa y exponen al juez los argumentos fácticos
y jurídicos tendientes a lograr la procedencia de la pretensión o excepción del que alega.
En el juicio ordinario el plazo para alegar es de seis días; se trata de un plazo no fatal, es decir
que, una vez vencido, hace falta el acuse de negligencia de la contraria para que se le dé por decaído el
derecho dejado de usar a la parte a la cual se le corrió traslado para alegar y no lo hizo.

Contenido:
El escrito de alegato no tiene una formalidad especial impuesta por la ley ritual; sin embargo se
acostumbra comenzar –luego de cumplir con todos los requisitos formales del artículo 37 del CPC- con
una relación sumaria de los hechos de la causa, en donde se anuncien las pretensiones, y luego se
prosigue con el análisis de la prueba rendida, la que es valorada positiva o negativamente.
Al analizar críticamente la prueba, deben ordenarse los elementos probatorios tal como luego
serán analizados, esto es, medio por medio.
Luego se procede a la valoración de la prueba, la cual es de carácter parcial subjetivo, pues no
se puede exigir imparcialidad. En esta oportunidad las partes podrán impugnar el informe de los peritos y
los dichos de los testigos.
Finalmente se realiza la exposición jurídica del caso, cuyo estudio se hace desde tres puntos de
vista: primer, desde la norma, luego se incorpora reseña doctrinaria y, por último de la jurisprudencia que
le es favorable a sus argumentaciones.

Procedimiento discusorio:
La etapa discusoria tiene lugar luego de clausurado el periodo probatorio.
La discusión puede realizarse por escrito o en forma verbal y actuada. Por escrito se realiza a
través de los alegatos, lo que está legislado en el CPC para los juicios ordinarios y ejecutivos.
En el juicio ordinario, el trámite lo dispone el artículo 505 que establece: “Vencido el periodo
probatorio y agregadas a los autos las pruebas que se hubieran producido, se correrá traslado por seis
días sucesivamente a cada litigante para que alegue de bien probado, reservándose los escritos en
secretaria hasta el decreto de autos”. La reserva del escrito en secretaria tiene como finalidad que el
adversario que alega en último término no pueda valerse de las razones dadas por su contrincante.
En el proceso ordinario, la etapa discusoria tiene lugar a pesar de que la discusión de las partes
verse sobre cuestiones de puro derecho. En esta circunstancia el tribunal, luego de la etapa de las
postulaciones, omite la apertura a prueba de la causa y ordena correr traslados para alegar.
En el juicio abreviado no está prevista esta etapa discusoria. El artículo 514 prescribe que:
“Recibida la prueba o vencido el plazo para su recepción, el tribunal llamará a autos para definitiva y
dictará sentencia”.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

En el juicio ejecutivo, si se hubieran opuesto excepciones y se hubiera producido prueba,


vencido el plazo respectivo (que no podrá exceder de 15 días), se correrá traslado por cinco días a cada
parte para que alegue, reservándose los escritos en secretaria hasta el decreto de autos.
En el juicio ejecutivo, a diferencia del ordinario, si no se ha producido prueba, es decir, si las
cuestiones son de puro derecho, no procede alegar, directamente queda la causa en estado de ser
resuelto.

Llamamiento de autos para definitiva:


El llamamiento de autos para definitiva es el momento del proceso en el cual se realiza la
apertura del decisorio; el juez hace saber a las partes que desde ese instante estudiará los autos para
resolver.
La significación procesal del decreto de autos para definitiva se puede dividir en dos partes: por
un lado, cesa la carga procesal de las partes de concurrir a la sede judicial los días martes y viernes para
notificarse de las resoluciones puestas a la oficina, y por el otro, comienza el plazo fatal para que el
tribunal dicte resolución sobre el fondo de la cuestión debatida.
En el juicio ordinario, el artículo 506 dispone: “Evacuados los traslados previstos en los artículos
497 y 505, según corresponda, el tribunal dictará el decreto de autos para definitiva y dictará sentencia”.
En el juicio abreviado la ley procesal establece que: “Recibida la prueba o vencido el plazo para
su recepción, el tribunal llamará a autos para sentencia”.
Cabe agregar que en el juicio ordinario y en los abreviados siempre corresponde que se dicte el
decreto de autos para definitiva, haya habido o no alegatos. En cambio, en el juicio ejecutivo, si no se han
opuestos excepciones, la causa pasa directamente para resolver.
El decreto debe notificarse al domicilio constituido y queda firme a los tres días luego de su
notificación. En ese lapso las partes pueden recusar al juez sin expresión de causa o incorporar prueba
documental de fecha anterior a dicho decreto.
Desde que queda firme el decreto de autos, se cierra la discusión y las partes no podrán ya
presentar nuevos escritos (salvo incidentes de nulidad), ni producirse más prueba (salvo documental que
representen hechos nuevos), con excepción de la que el tribunal ordene a través de una medida para
mejor proveer.

11.2 Sentencia
11.2.1 Concepto. Formalidades. Congruencia. Clases de sentencia. Efectos
La sentencia es la resolución del tribunal que pone fin al procedimiento, luego de su integral
tramitación. Como resolución es una especie de acto jurídico procesal, formal, que reviste los caracteres
de un instrumento público; ello es así ya que se trata de un acto otorgado por un funcionario público, en
ejercicio de sus atribuciones y en las formas que las leyes prescriben.
A través de la sentencia, la voluntad abstracta de la ley se hace real y operante en lo concreto.
Reconstruidos los hechos, el magistrado se ve en la necesidad de realizar un diagnóstico
concreto: ya no se trata de la mera descripción de los sucesos sino de su calificación jurídica.
Es de destacar, que el juez al momento de dictar sentencia se encuentra formalmente limitado:
así los hechos controvertidos fijados por las partes imponen una primera limitación; también lo restringen
las pautas que debe utilizar en su razonamiento y los presupuestos procesales que regulan su decisión.
Para la validez de la sentencia se exige el cumplimiento de determinados requisitos, de los
cuales depende su eficacia. En este sentido, es necesario distinguir entre las formalidades extrínsecas y
las formalidades intrínsecas.

Formalidades:
- Formalidades extrínsecas:
Formalidad Consiste
Lugar y fecha La sentencia debe contener mención del lugar y fecha en que se dicta. La
indicación de la fecha permite establecer si fue pronunciada en día hábil y si lo
fue dentro del plazo que la ley le fija para el efecto.
En los juicios abreviados, ejecutivos y especiales, el plazo para resolver es de 20
días hábiles; en los juicios ordinarios e plazo es de sesenta días hábiles. El
vencimiento del plazo es causal de recusación del juzgador; pero, si no ha sido
articulada la recusación, la resolución que se dicte luego de vencido el plazo es
plenamente válida.
La fecha debe ser completa, consignando mes y año, con claridad y exactitud,
expresada en letra y no en números, debiendo corresponder al día en que se
firmó la sentencia.
Idioma La sentencia es un instrumento público y, en consecuencia, sólo puede ser
redactada en idioma nacional; pero ello no obsta a que puedan hacerse citas o
transcripciones en idioma extranjero.
Escritura La sentencia debe ser escrita a máquina en tinta negra, en no más de 25
renglones, en papel oficial con el escudo de la Provincia de Córdoba.
Firma Es requisito formal de las sentencias, como todas las resoluciones judiciales, la
firma del juez o de los integrantes del tribunal.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El artículo 120 del CPC establece: “Las sentencias y autos serán suscriptos por
el juez o los miembros del tribunal, en doble ejemplar, incorporándose uno al
protocolo correspondiente y agregándose el otro al expediente. En el caso del
tribunal colegiado, si por impedimento ulterior a la deliberación, alguno de los
miembros no pudieran firmar, se hará constar por el secretario y la sentencia será
igualmente válida”.
Foliatura En el protocolo de sentencia se archiva el original y para su localización e
individualización se hace constar en el margen superior derecho el número de
folio en que fue archivada.
Doble ejemplar El original se archiva en el protocolo de sentencia y su copia se glosa en el
expediente respectivo.

- Formalidades intrínsecas: Los requisitos intrínsecos de la sentencia son los que se refieren a su
contenido. En este sentido, el artículo 329 del CPC dispone: “La sentencia deberá contener una relación
de la causa, que comprende el nombre de los litigantes, el objeto de ésta, los hechos alegados pudiendo
referirse a los escritos de las partes, el derecho aplicable y la resolución que sea su consecuencia”.
La sentencia se compone de tres partes: vistos, considerando, resolución o decisión.
1) Vistos: La primera parte de la sentencia es llamada “vistos”, porque se consigna en ella lo que
resulta de los autos. En ellos, el juez hace un resumen de la demanda y contestación, así como de los
trámites cumplidos en el expediente hasta el llamamiento de los autos. Los vistos deberán contener:
I) Indicación de las partes actuantes.
II) Descripción de los hechos: el juez hará un resumen de los hechos expuestos por el actor en la
demanda y por el demandado en su contestación.
III) Pretensión del actor: es indispensable establecer el objeto de la demanda porque constituye uno de
los elementos de la cosa juzgada y a él debe referirse expresamente la sentencia: la pretensión del actor
y la actitud asumida por el demandado.
IV) Descripción de las defensas opuestas.
2) Considerandos: En esta segunda parte de la sentencia el juez fija los hechos y efectúa
razonamientos lógicos y valorativos indispensables para poder aplicar la ley al caso concreto.
Los considerando son la exteriorización del razonamiento del juez y constituyen el fundamento
de la sentencia. Son la mejor garantía contra la arbitrariedad judicial pues permiten la verificación de la
legalidad y justicia del fallo.
La fundamentación lógica de la sentencia no se rige únicamente por las reglas de la lógica
formal, sino que incluye además la “teoría de la argumentación”, la cual consiste en realizar una serie
concatenada de razonamientos convenientemente expuestos.
El juez utiliza también reglas de la experiencia. Se trata de reglas comunes o generales, y no
aquellas que, por los particulares conocimientos del juzgador, pueden ser hechas valer en juicio.
Según Alsina, esta operación comprende tres partes: el examen de la prueba; la determinación
de la norma aplicable, y el examen de las condiciones de la acción. Veamos al respecto el siguiente
cuadro:
Parte Consiste
Examen de la prueba Para la reconstrucción de los hechos el juez examina los documentos, analiza
las declaraciones de los testigos, aprecia los informes, etc. Ello le permite
comprobar la existencia o inexistencia de los hechos alegados por el actor y el
demandado, y establece si ellos han sido alegados en tiempo oportuno, si son
conducentes a los efectos de la litis, etc.
Determinación de la Establecido los hechos, el juez procede a valorar su significación jurídica. Para
norma aplicable eso el juez comienza por ubicarlos dentro de los tipos que la ley considera al
formular las categorías de los actos jurídicos, lo que lo conduce a la calificación
de la acción y a la determinación de la norma aplicable. El juez, a ese efecto,
actúa con independencia del derecho invocado por las partes, en virtud del
principio “iura novit curia”.
Examen de las Establecidos los hechos y determinada la norma que rige la cuestión en el
condiciones de la litigio, el juez resolverá sobre la procedencia o improcedencia de la acción
acción deducida. El acogimiento de la demanda en la sentencia está supeditado a la
concurrencia de tres condiciones:
1) Derecho: es necesario que la situación concreta, que la demanda plantea,
esté amparada por una normal legal.
2) Calidad: la calidad es la conformidad entre el sujeto que deduce la
demanda y aquel a quien la norma ampara (legitimación activa); y la
conformidad entre el sujeto a quien se demanda y aquél contra el cual la
norma ampara (legitimación pasiva).
3) Interés: no basta justificar el derecho, sino que es necesario tener interés
en el pronunciamiento, pues, sin interés no hay acción.
3) Parte dispositiva: Es en esta parte en donde el juez pronuncia su fallo y es ella la que produce
los efectos de la cosa juzgada. Establece el artículo 327 del CPC: “La sentencia deberá contener la

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DERECHO PROCESAL II
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decisión expresa con arreglo a la acción deducida en el juicio, declarando el derecho de los litigantes,
dictando la condenación o absolución a que hubiere lugar y el pronunciamiento sobre costas y honorarios.
Salvo disposición legal en contrario, los tribunales formarán su convicción respecto e la prueba,
de conformidad con las reglas de la sana crítica racional. No tendrán el deber de expresar en la sentencia
la valoración de toadas las pruebas producidas, sino únicamente de las que fueren esenciales y decisivas
para el fallo de la causa”. Por lo tanto, la sentencia definitiva deberá contener los requisitos que se
enuncian a continuación:
Requisito Contenido
Una decisión expresa El juez no puede dejar de fallar por silencio, insuficiencia u oscuridad de la
ley.
La sentencia deberá contener una decisión expresa e acuerdo a la “acción”
deducida en juicio. Sin embargo, la acepción “acción” debe entenderse como
“pretensión”, esto es, el contenido concreto del poder de acción.
Una decisión positiva y
precisa
Principio de Conforme al sistema dispositivo, la plataforma fáctica del litigio es fijada por
congruencia las partes, a través de los escritos de postulación.
El artículo 330 del CPC, con relación al principio de congruencia, dispone:
“El tribunal deberá tomar por base en la sentencia la exposición de los
hechos contenidos en los escritos de demanda y contestación o de
ampliación, en su caso”.
Al momento de decidir, el juez debe respetar los tres elementos
configurativos de la pretensión: sujetos, objeto y causa.
En cuanto a los sujetos, la sentencia sólo puede contener pronunciamiento
con respecto a quienes hayan revestido en el proceso la calidad de partes.
En lo que concierne al objeto, el principio de congruencia requiere que el
juez emita pronunciamiento sobre “todas” las pretensiones y oposiciones
formuladas por las partes y “sólo” sobre ellas, respetando los límites
cualitativos y cuantitativos.
En lo que respecta a la causa, el fallo debe adecuarse a la concreta
situación de hecho invocada por ambas partes a fin de delimitar los términos
de su pretensión u oposición.
Separación de Cuando sean varios los puntos litigiosos, la sentencia contendrá
cuestiones diversas separadamente la resolución que corresponda a cada uno de ellos.
Reglas para las Cuando la sentencia contenga condenación al pago de frutos, intereses o
sentencias que daños y perjuicios, fijará su importe en cantidad líquida o establecerá, por lo
condenen al pago de menos, las bases sobre las que haya de hacerse la liquidación. Si no pudiera
frutos, intereses, daños o cumplirse con esta prescripción, por imposibilidad no imputable a la prueba,
perjuicios. el tribunal podrá fijar prudencialmente el monto, mediando las siguiente
circunstancias:
1) Que la existencia de la obligación y su exigibilidad hayan sido
demostradas.
2) Que la duda del tribunal recaiga sólo sobre el número, el valor de las
cosas o la cuantía de los daños y perjuicios que se reclamen.
3) Que no haya sido posible determinar los extremos a que se refiere el
punto anterior, pese a la diligencia puesta por aquel a quien incumbe la
carga. La determinación del monto de la condena deberá responder a lo que
es habitual en circunstancias análogas a las demostradas en autos, optando
por la más moderada.

Clases de sentencias:
Toda sentencia es declarativa en cuanto ella no tiene otro efecto que el de reconocer un derecho
que el actor ya tenía cuando inició la demanda. En algunos casos el interés del actor se satisface con la
declaración contenida en la sentencia, y, entonces, la sentencia es meramente declarativa. En otros
casos, es necesario imponer además una prestación al demandado (dar, hacer o no hacer) y en ese
supuesto la sentencia es condenatoria. Por último, la declaración puede importar la constitución de un
nuevo estado jurídico (divorcio, separación de bienes, etc.), encontrándonos, en consecuencia, ante una
sentencia constitutiva.

Efectos jurídicos de la sentencia:


Con la sentencia el juez pone fin al proceso y de esta circunstancia derivan los efectos jurídicos
con relación al juez, las partes y la cuestión litigiosa, como son: extinción de la jurisdicción, retroactividad
y cosa juzgada.
a) Extinción de la jurisdicción: Antes de notificada la sentencia a las partes, aún cuando estuviera
firmada, el juez puede modificarla sin restricción alguna, pues, hasta ese momento, sólo constituye una
expresión de su pensamiento.

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DERECHO PROCESAL II
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Pero una vez notificada la sentencia, concluye la jurisdicción del juez respecto del pleito y no
puede hacer en ella variación ni modificación alguna. Ello, sin embrago, no le impide continuar actuando
en el proceso para las diligencias ulteriores, pues la extinción de su jurisdicción se refiere sólo a la
cuestión decidida.
También está facultado el juez para aclarar, corregir o subsanar una omisión en la sentencia, a
pedido de cualquiera de las partes, para lo cual, éstas deben interponer la aclaratoria de la sentencia.
b) Retroactividad: Como consecuencia del carácter declarativo de la sentencia, sus efectos se
proyectan hacia el pasado, porque el transcurso del tiempo durante la tramitación del juicio no debe
perjudicar a quien tenía derecho, sino a quien obligó al litigio para reconocerlo.
Los efectos de la sentencia, en cuanto al tiempo, varían según la naturaleza de la pretensión. En
las meramente declarativas, se extiende hasta el momento de la constitución del derecho. En las
sentencias de condena, unas veces los efectos se remontan a la época de la interposición de la demanda
y otras al día en que la sentencia pasa autoridad de cosa juzgada. Finalmente, en las sentencias
constitutivas proyectan sus efectos para el futuro.
c) Cosa juzgada: En el proceso, las partes persiguen obtener del juez una declaración por la cual
se decida definitivamente la cuestión litigiosa, de manera que no sólo no pueda ser discutida de nuevo en
el mismo proceso, sino en ningún otro futuro (non bis in idem); y que, en el caso de contener una
condena, puede ser ejecutada sin nuevas revisiones. Este efecto de la sentencia, es el que se designa
con el nombre de cosa juzgada, que significa “juicio dado sobre la litis”, y puede ser opuesta como
excepción. Esto está condicionado por la exigencia de que la acción a la cual se oponga sea la misma
que motivó el procedimiento. Por lo tanto, la excepción de cosa juzgada procederá cuando en ella
coincidan: a) los sujetos; b) el objeto, y C) la causa.
La cosa juzgada se traduce en las siguientes consecuencias prácticas:
1) La parte condenada, o cuya demanda ha sido rechazada, no puede en una nueva instancia
discutir la cuestión ya decidida (efecto negativo).
2) La parte cuyo derecho ha sido reconocido por una sentencia, puede obrar en justicia sin que a
ningún juez le sea permitido rehusarse a tener en cuenta esa decisión (efecto positivo).
Es necesario distinguir entre cosa juzgada formal y cosa juzgada material:
I) Cosa juzgada formal: Se refiere a la imposibilidad de reabrir la discusión en el mismo proceso,
sea porque las partes han consentido el pronunciamiento de primera instancia, sea por haberse agotado
los recursos ordinarios y extraordinarios cuando ellos procedan; pero sin que obste a su revisión en un
juicio posterior.
II) Cosa juzgada material: Se produce cuando a la irrecurribilidad de la sentencia se agrega la
inmutabilidad de la decisión. Puede, así, haber cosa juzgada formal sin cosa juzgada material pero no a la
inversa, porque la cosa juzgada material tiene como presupuesto a la cosa juzgada formal.
La cosa juzgada material se refiere al contenido de la sentencia, y sus caracteres son la
inmutabilidad y la coercibilidad.

Bolilla nº 12: Modos no comunes de terminación del proceso

La terminación del proceso presenta una doble manifestación: normalmente finaliza con el
pronunciamiento definitivo, es decir, con la sentencia. Sin embargo, los códigos legislan otros modos de
extinción del proceso que no son comunes, y que se producen por:
a) La voluntad de actor o demandado;
b) La voluntad de ambas partes (allanamiento, desistimiento, conciliación y transacción);
c) por circunstancias distintas, fundadas generalmente en inactividad del actor (perención de
instancia).

12.1 Desistimiento
12.1.1 Concepto. Clases. Forma. Efectos
El desistimiento es una forma de renuncia es el acto por el cual el actor manifiesta en forma
inequívoca su propósito de no continuar el proceso.

Clases:
El desistimiento puede ser de dos clases:
a) Desistimiento del juicio: El desistimiento del juicio implica la extinción del trámite procesal,
dejando a salvo el derecho material del actor. Por ello mismo, se denomina también desistimiento de la
acción.
Puede tener su origen en el común acuerdo de las partes o en la voluntad unilateral del actor. En
el primer supuesto, el CPC en el artículo 349 dispone: “En cualquier estado de la causa anterior a la
sentencia, las partes, de común acuerdo, podrán desistir del juicio manifestándolo por escrito al tribunal
quien, sin más trámite, lo declarará extinguido y ordenará el archivo de las actuaciones”.
Cuando el desistimiento del juicio proviene de la voluntad unilateral del actor, se requiere la
conformidad del demandado, ya que este puede pretender que el proceso continúe y se extinga
liberándolo con el efecto de cosa juzgada material. En tal sentido, el CPC en el artículo 349 segundo
párrafo dispone: “Cuando el actor desistiere del juicio después de notificada la demanda deberá requerir

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(PROCESAL CIVIL)

la conformidad del demandado, a quien se le dará traslado notificándosele bajo apercibimiento de tenerlo
por confeso en caso de silencio. Si mediare oposición, el desistimiento carecerá de eficacia y proseguirá
el trámite de la causa”.
b) Desistimiento del derecho: El desistimiento del derecho constituye el acto por el cual el actor
manifiesta su voluntad de renunciar al derecho material invocado. Importa una renuncia de la pretensión
de fondo hecha valer en el proceso.

Forma:
El desistimiento debe manifestarse en forma expresa de forma tal que no deje lugar a dudas.
Respecto de las formalidades que se requieren para su validez, es necesario distinguir entre el
desistimiento del juicio y desistimiento de un solo acto del procedimiento; el primero importa la extinción
de la relación procesal, en tanto que el segundo sólo tiene consecuencia respecto del acto al cual se
refiere, y que según las circunstancias del juicio puede ser realizado por el actor o por el demandado.
Desde otro punto de vista, el desistimiento de la acción y el del derecho puede efectuarse en
forma expresa o tácita. El desistimiento tácito de la acción resulta del abandono del juicio durante el plazo
establecido por la ley para mantener la instancia.
El desistimiento expreso implica un acto positivo que deberá ser aceptado por el demandado,
quien podrá prestar o negar su conformidad.
El desistimiento debe ser efectuado por escrito, en términos claros y precisos.

Efectos:
En cuanto a los efectos, el desistimiento del derecho trae como consecuencia, además de la
extinción del juicio, que el actor no podrá promover otra vez un nuevo juicio fundado en la misma causa
de pedir y por el mismo objeto. Por eso este tipo de renuncia, como tiene efecto liberatorio, no requiere la
conformidad de la parte contraria, y en consecuencia concluye el juicio sin más trámite.
Sin embargo, debe advertirse que este acto puede ser no vinculante para el juez, quien tiene
facultades para desestimarlo; ello podría suceder, por ejemplo, si versa sobre derechos no disponibles o
que se encuentren involucrados con el orden público.
En cambio, en el desistimiento del juicio, al importar solamente la renuncia al trámite, podrá el
renunciante entablar otro juicio por el mismo y por la misma causa.

Finalmente corresponde decir que el desistimiento puede revocarse. En tal sentido el artículo 351
del CPC dispone: “El desistimiento no se presume y podrá revocarse hasta tanto el tribunal se pronuncie,
o surja del expediente la conformidad de la contraria”.

12.2 Conciliación
12.2.1 Concepto. Alcance y contenido
La conciliación significa “acuerdo o avenimiento de partes que, mediante renuncia, allanamiento
o transacción, hacen innecesario el litigio pendiente o evitan el litigio eventual”.

Alcance y contenido:
El principal objeto de la conciliación es la desactivación del litigio o la eliminación del conflicto;
también su misión se dirige al reajuste de las pretensiones de las partes por acuerdos parciales.
Así, por medio de la conciliación, puede acordarse la totalidad de lo discutido o sólo algún
aspecto del objeto litigioso. En este último caso, el acuerdo puede ser homologado por el tribunal y el
trámite continuará respecto de los puntos en que no hubo avenimiento.
Desde otro punto de vista, la conciliación puede abarcar la pretensión principal, las accesorias o
conexas.
El acuerdo tendrá efecto obligatorio o vinculante, sólo cuando los acuerdos alcancen a derechos
disponibles.

12.3 Transacción
En su acepción vulgar, el vocablo transacción se emplea para designar cualquier convenio o
acuerdo celebrado entre dos o más personas. Se habla entonces de transacciones financieras, bursátiles,
inmobiliarias, etc.
En su significación jurídica, la transacción constituye un acto jurídico bilateral, por el cual las
partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o dudosas.
Cuando la transacción versa sobre derechos litigiosos se requiere para su validez la
presentación del convenio ante el juez de la causa. El acuerdo así logrado puede producir efectos
procesales y sustanciales:
a) Su homologación implica la finalización anticipada del pleito.
b) Extingue los derechos y obligaciones a los que los litigantes hubieren renunciado.
c) Produce los efectos propios de la autoridad de cosa juzgada.
La transacción produce efectos entre las partes, sus herederos y sucesores; pero resulta
inoponible a terceros ya que en este sentido funciona la regla “res inter alios acta”.
El artículo 353 del CPC regula la transacción y establece las condiciones requeridas para que
produzca consecuencias procesales, estableciendo: “Las partes podrán hacer valer la transacción del

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derecho litigioso, con la presentación del convenio o suscripción de acta ante el tribunal. Este se limitará a
examinar la concurrencia de los requisitos exigidos por la ley para la validez de la transacción, y la
homologará o no. En este último caso, continuarán los procedimientos del juicio”.
En cuanto a la forma, la transacción puede hacerse por escritura pública o por documento
privado, pero, en cualquiera de los casos, no produce efectos sino desde el momento de su presentación
al juez de la causa, pudiendo las partes hasta entonces desistir de ella. Puede celebrarse también
verbalmente en presencia del juez, levantándose acta que firman las partes.

12.4 Perención de instancia. 12.5 Prescripción. 12.6 Caducidad y perención


Prescripción. Caducidad y perención:
Es necesario tener en cuenta que “las acciones prescriben, los derechos caducan y las
instancias perecen”.
1. “Las acciones prescriben”: El Código Civil establece que la prescripción liberatoria es una
excepción para repeler una acción por el sólo hecho de que quien la entable ha dejado durante un lapso
de tiempo de intentarla o de ejercer el derecho al cual ella se refiere. Transcurrido el plazo legal de
inactividad, prescribe la acción para reclamar, pero queda subsistente el derecho bajo la forma de
obligación natural.
2. “Los derechos caducan”: La caducidad es un modo de extinción de ciertos derechos en razón
de la omisión de su ejercicio durante el plazo prefijado por la ley o la voluntad de los particulares.
3. “Las instancias perecen”: La perención de la instancia es el aniquilamiento o muerte de ésta
por la inacción en el proceso durante el tiempo establecido por la ley, de la parte que tenía la carga
procesal de impulsarlo.
En función de estaos conceptos, debemos decir que es un error utilizar como sinónimos los
conceptos de perención y caducidad.

Perención de instancia:
1. Concepto de instancia: Se puede definir a la instancia como el periodo que se extiende desde
la demanda principal hasta la sentencia; o desde la interposición del recurso de apelación hasta la
sentencia que sobre él se dicte. Se habla entonces de primera o segunda instancia.
Dentro de esta acepción de instancia, la doctrina y jurisprudencia se encuentran divididas. Para
una parte, la instancia es “el conjunto de actos procesales que se realizan en un periodo de tiempo que se
extiende desde una petición procesal, hasta el dictado del pronunciamiento que la resuelve”. En cambio,
para otra parte de la doctrina, para que haya instancia es necesario que, además, exista un “derecho
controvertido”.
La importancia práctica de la diferencia consiste en que si la instancia presupone
necesariamente la existencia de una “controversia”, en aquellos procedimientos no contradictorios en los
cuales no hay partes en sentido procesal, ni controversia de intereses, no puede hablarse de caducidad
de instancia.

2. Concepto de perención de instancia: La perención de la instancia es el aniquilamiento o


muerte de ésta por la inacción en el proceso durante el tiempo establecido por la ley, de la parte que tenía
la carga procesal de impulsarlo.
Abierta la instancia (principal o accidental), son las partes las encargadas de hacer progresar el
proceso mediante peticiones, a las que el tribunal provee conforme a la ley. Sin embargo, sólo a una de
las partes, el legislador impone la carga procesal de instar el proceso: al actor.
El legislador quiere que una vez excitada la actividad jurisdiccional, quien realizó el impulso
inicial, deba sostenerlo hasta la consecución de la litis. Sin embargo, en función del principio dispositivo,
nada obsta a que la parte contraria instruya la litis, a fin de que la causa concluya naturalmente en la
sentencia y no por perención de instancia.
La doctrina es conteste en señalar que el fundamento de la perención reside en la presunción
iure et de iure de abandono de la instancia por parte de quien tenía la carga de impulsarla.
Es un instituto procesal impuesto por razones de orden público que opera cuando se ha
abandonado el procedimiento durante un determinado lapso a fin de no perturbar la administración de
justicia y dar certidumbre a las relaciones jurídicas cuya suerte está pendiente en el pleito.
El objeto de esta institución no es otro que el de liberar al demandado de las cargas de un
proceso que le ha sido impuesto por el actor, pues la demanda genera al demandado la carga de
comparecer al proceso, defenderse, incurrir en gastos, dedicar parte de su tiempo a las alternativas del
proceso, etc.

3. Forma de declaración de la perención: El sistema de perención de instancia adoptado por


nuestro CPC es el belga-francés, según el cual la perención no se opera de pleno derecho, ni puede
declararse de oficio.
Este régimen de perención implica que el tribunal únicamente puede declararla si media petición
de parte, y siempre que, luego de vencido el plazo establecido por la o ley para que tenga lugar la
perención, no se hubiera realizado ningún acto procesal idóneo para impulsar el procedimiento. En este
sistema cualquier acto de impulso idóneo cumplido con posterioridad al vencimiento de los plazos legales
“reactiva”, sin más la instancia e inhabilita a la parte interesada para acusar o denunciar la perención.

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(PROCESAL CIVIL)

En cuanto a los efectos de la resolución que declara la perención, esta posee efectos
declarativos y constitutivos:
a) Declarativo: porque dicha resolución no constituye un nuevo estado jurídico antes inexistente, sino que
tiene mero carácter declarativo, retroactivo a la fecha en que la extinción de la instancia se produjo.
b) Constitutivo: en tanto que la perención no se opera de pleno derecho ni se declara de oficio, sino que
sólo puede declararse por vía de “acción”, pues cualquier acto procesal de impulso la purga. Esta
circunstancia, a su vez, posibilita que se declare la perención del incidente de perención y “reviva” el
procedimiento principal, como si la perención nunca hubiera sido pedida.

4. Perención del incidente de perención: No existe ningún impedimento para que, deducida la
perención del principal, puede plantearse la del incidente, pues, desde que se admite la existencia de un
proceso principal y un proceso incidental, encaminados ambos al logro de una decisión judicial que
resuelva el planteo y aún cuando el objetivo o finalidad de cada uno de ellos sea disímil, aparece como
razonable que ambos puedan perecer de acuerdo a las instancias en que transcurran cada uno de estos
procesos.

5. Plazos y cómputos: Dispone el artículo 339: “La perención de instancia sólo puede ser
declarada a petición de parte, y se producirá cuando no se instare su curso dentro de los siguientes
plazos:
1) Un año en primera o única instancia.
2) Seis meses en los procedimientos incidentales y en segunda o ulterior instancia.
3) En el que se opere la prescripción del derecho si fuere menor a los indicados precedentes.
4) De un mes, en el incidente de perención de instancia.
La instancia se abre con la promoción de la demanda aunque no hubiere sido notificada la
resolución que la dispone”.
Respecto al cómputo del plazo, el artículo 340 del CPC dispone: “Los plazos se computarán
desde la última petición de parte o actuación del tribunal que tuviere por efecto impulsar el procedimiento.
Para el cómputo de los plazos no se contará el tiempo en que el procedimiento hubiere estado
suspendido por acuerdo de partes, por fuerza mayor o por disposición del tribunal salvo que, en este
último caso, la reanudación del trámite quedare supeditada a actos procesales que deba cumplir la parte
a quien incumbe impulsar el proceso.
Para los plazos de seis meses o menores, salvo los de prescripción, no se computará la feria del
mes de enero”.
El Código de la nación excluye los días que correspondan a las ferias judiciales del cómputo del
plazo de perención, en razón de que las partes no pueden, durante su transcurso, realizar actos de
impulso y porque la solución contraria ocasiona una manifiesta desigualdad.

6. Legitimación activa y pasiva: El artículo 343 del CPC dispone: “Pueden pedir la declaración de
perención:
1) En primera o única instancia: el demandado o reconvenido.
2) En los procedimientos incidentales: el contrario de quien los hubiera promovido.
3) En segunda o ulterior instancia: la parte recurrida”.
Por su parte, con relación al sujetos pasivo, el artículo 344 establece: “La perención opera contra
la contraparte, aunque esta sea el Estado, los institutos públicos, los incapaces o cualquiera otra persona
que no tenga libre administración de sus bines, sin perjuicio de la responsabilidad de sus representantes.
Esta disposición no se aplicará a los incapaces que carecieren de representación legal”.

7. Casos en que no opera la perención: La perención de instancia resulta ajena a los procesos
“voluntarios” o extracontenciosos, como son los sucesorios, la división de condominio, las mensuras, las
presentaciones conjuntas de separación personal o de divorcio, etc., salvo cuando se transformen total o
parcialmente en contenciosos, a raíz de pretensiones o reclamos deducidos por los peticionarios o por
terceros intervinientes en esas actuaciones.

8. Trámite: Solicitada la perención se correrá traslado a la contraria por cinco días. Si se abriere a
prueba el incidente, el plazo no excederá de 10 días. Contestado el traslado o vencido el periodo
probatorio, se dictará resolución sin más trámite.

9. Efectos: La perención produce los siguientes efectos:


1) Operada en primera o única instancia, no perjudica el derecho que en ella se hiciere valer, que la parte
podrá ejercitar en un nuevo juicio.
2) En los incidentes, impide la promoción de otro por la misma causa.
3) En las instancias recursivas, quedará firme y ejecutoriada la decisión recurrida.

12.7 Medios alternativos de solución de conflictos


Mediación

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Puede conceptualizarse a la mediación como un procedimiento no adversarial, aceptado


voluntariamente por las partes, en el que un tercero neutra ayuda a éstas a que en forma cooperativa
encuentren un acuerdo.

La mediación encuentra fundamento en la ineficacia del sistema judicial frente a una gran
acumulación de causas en su ámbito. La mediación se hace necesaria ante el aumento del número de
causas en los tribunales, los altos índices de adversarialidad de los litigantes y el abuso de instancias,
recursos e incidentes en tribunales de primera instancia.

La mediación presenta como caracteres la flexibilidad, informalidad, confidencialidad y agilidad.


Carácter Consiste
Informalidad Este carácter implica que su desarrollo no está sujeto a reglas rígidas
especiales, pero tampoco resulta totalmente ajeno a ellas.
Flexible Permite al mediador moverse dentro de un amplio sector con formalidades
mínimas.
Confidencial En su procedimiento se debe garantizar el mayor grado de reserva para el
tratamiento de los problemas que a ella se someten.
Ágil y expedito Por regla general, su desarrollo insume poco tiempo. Necesariamente es
menor que la duración de un proceso judicial.

El mediador es el tercero imparcial que posee un especial entrenamiento en las artes o técnicas
experimentales al efecto y que ingresa a la escena del conflicto, sin facultades dirimentes. Su intervención
se dirige a incidir en las partes a fin de que lleguen a un acuerdo.
El mediador debe tener además titulo de abogado, condiciones de idoneidad específicas; esta
aptitud se obtendrá del entrenamiento que hayan efectuado estos sujetos a fin de desempeñar la tarea
encomendada.
La tarea del mediador se sintetiza en la conducción de las partes para lograr un acuerdo. En tal
sentido inicialmente deberá identificar los puntos de controversia, acomodar sus diferencias y
experimentar con fórmulas transaccionales optativas a fin de superar el conflicto.

Regulación legal: La mediación puede ser pública o privada. Es pública cuando se la


institucionaliza como una alternativa regulada por el Estado, para que los particulares puedan acordar una
solución en virtud de un procedimiento libre. En cambio, la privada es impartida por personas que se
dedican a su práctica y que por sus condiciones de idoneidad cumplen la labor de acercamiento entre las
partes.
La mediación puede estar prevista en la ley como una instancia prejudicial o jurisdiccional: es
decir, puede realizarse antes de la iniciación del juicio o durante su sustanciación.
Las técnicas de mediación pueden manifestarse en diferentes momentos procesales, a saber:
1) Antes de la demanda, como etapa prejudicial. La ley nacional de medición estableció a la mediación
previa como obligatoria para la iniciación de los juicios en el fuero civil y comercial. En cambio, en la ley
provincial, la mediación previa es facultativa, salvo en los siguientes casos:
a- En los casos de juicio declarativo abreviado y ordinario cuyo monto no supere el equivalente a
cinco mil pesos.
b- En todas las causas donde se solicite el beneficio de litigar sin gastos.
c- Cuando el juez, por la naturaleza del asunto, su complejidad o los intereses en juego, estimare
conveniente intentar la solución del conflicto por vía de la mediación.
2) Durante el trámite del juicio, en cuyo caso deberá ser propuesta por el juez en ciertos estadios del
juicio. Ej.: antes de la apertura de la causa a prueba o de los alegatos.
3) En cualquier momento del juicio cuando el juez advierta sus circunstancias como propias para llegar a
un acuerdo.
4) En cualquier momento del juicio a pedido de ambas partes.

Procedimiento: La solicitud de mediación debe instrumentarse en forma simple; por eso se


acepta la utilización de instrumentos pro forma o preelaborados (formularios) en los que las partes puedan
aportar los datos necesarios para iniciar la instancia.
La tramitación de la mediación será diferente según se trate de extrajudicial o judicial. En la
primera hipótesis se realizará a solicitud de partes, quienes pueden acudir a un mediador privado o a un
centro privado de mediación. Si se trata de mediación judicial, puede ser solicitada en cualquier momento
del proceso y aún en la etapa de ejecución de la sentencia o en la impugnativa.
Recibido el reclamo, podrá designarse mediador de común acuerdo de las partes y en su defecto
se procederá por sorteo y se asignará el juzgado que intervendrá en la litis para el caso de que no haya
acuerdo.
Una vez recibida las actuaciones, el mediador deberá fijar la primera audiencia, a cuyo fin
cursará notificación a las partes, a sus domicilios reales, con la advertencia de que la asistencia es
personal.

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Las partes deben comprometerse a mantener la confidencialidad de todo lo que se diga en las
sesiones.
Si la mediación tiene éxito, las partes arribarán a un acuerdo que será elaborado por el mediador
con las partes asistidas técnicamente. A ese fin se labrará un acta en la que se deje constancia de los
términos en que han acordado. Desde el punto de vista formal, se requiere que sean instrumentados por
escrito en un acta.

Bolilla nº 13: Juicio ordinario – Juicio abreviado - Incidentes

13.1 Procesos de conocimiento


13.1.1 Juicio Ordinario. Régimen legal. Estructura
El proceso tipo por excelencia es el juicio declarativo ordinario, que se manifiesta como la vía de
mayor amplitud para esclarecer las contiendas o conflictos. Se caracteriza por estar estructurado con
plazos amplios para contestar la demanda, art. 493, CPCC; para ofrecer, decepcionar y merituar la
prueba, art. 498, CPCC y correlativamente también para dictar sentencia, art. 121 CPCC. Por último lo
que caracteriza el efecto de cosa juzgada material que suscita la resolución final.
El juicio ordinario por regla general se y sin perjuicio de algunas excepciones consta de cuatro
etapas esenciales: la introductoria, la probatoria, la discusoria y la decisoria.
También mencionamos las etapas eventuales, ya que pueden plantearse o no en cada tipo de
proceso y que están individualizadas: medidas preparatorias, cautelares, impugnativas y de ejecución de
sentencia.
 Etapa introductoria: Interpuesta la demanda, el demandado deberá contestar la
demanda en el plazo de diez días, Art. 493 CPCC. La ley ritual impone al demandado a
pronunciarse sobre cada uno de ellos ya sea negándolos o reconociéndolos. En esta
oportunidad, podrá poner excepciones dilatorias en forma de previo y especial
pronunciamiento, siendo ese tipo de trámite el único que admite esta forma particular de
articulación. Es también en esta ocasión, que el accionado puede reconvenir, siendo
esta la única oportunidad para hacerlo.
 Etapa probatoria: El plazo ordinario de prueba es de 40 días, conforme el art. 498
CPCC, pudiendo el juez designar otro menor, con posibilidad de extenderlo hasta
completar aquél la solicitud de parte. También está previsto el plazo extraordinario para
casos especiales. Tengamos presente que esta etapa puede presentarse
excepcionalmente como no esencial, por cuanto presupone la existencia de hechos
controvertidos.
 Etapa discusoria: En el juicio ordinario los alegatos se realizan en forma de traslados
de ley por su orden. Esto es primero se corre traslado al actor y luego al demandado art.
505 CPCC. Así por ejemplo, en el juicio ordinario se confiere un plazo de seis días
perentorios no fatal y su cómputo es individual. Esta etapa asume una características
especial, la de reservada, en el sentido de no pública, con el fin de garantizar la
igualdad de las partes. Al momento de la presentación sólo se deja constancia de ello
en el expediente mediante certificación puesta por el secretario.
 Etapa decisoria: es la última y esencial etapa del proceso de mérito, para el
pronunciamiento de la sentencia definitiva. Ella se inicia con el llamamiento de autos
para definitiva, art. 506 y 121 inc. 3 C.P.CC. Pero como se ha señalado, puede el
juzgador disponer de lo que se denomina medidas para mejor proveer.
Además de estas etapas esenciales, pueden presentarse las denominadas eventuales.
Las medidas preparatorias dispuestas en el art. 485 CPCC.
Emparentadas con las medidas preparatorias se encuentran las medidas de prueba anticipada
que permiten decepcionarlas con antelación a la interposición de la demanda.
Su finalidad es la de preservar elementos convictitos que pueden desaparecer con el transcurso
del tiempo, tales como el caso de declaración de testigos de avanzada edad, por citar un ejemplo.
Por otra parte, en forma excepcional, el Código autoriza la posibilidad de ordenar medidas
cautelares, antes de la promoción de la demanda, art. 466, CPCC y art. 231 C.C.
También constituye una etapa eventual del proceso civil la ejecución de la sentencia que tiene
lugar a solicitud de la parte interesada y cuando el demandado no la hubiere cumplido voluntariamente.
Por último mencionamos la etapa impugnativa, que tendrá lugar cuando algunas de las partes o
ambas se sientan perjudicadas por lo resuelto en la sentencia, interponiendo recursos ordinarios o
extraordinarios ante instancia de parte.

13.1.2 Juicio abreviado. Régimen legal. Estructura. Rebeldía


Régimen legal:
El artículo 418 del CPC establece que: “Se sustanciará por el trámite del abreviado:
1- Toda demanda cuya cuantía no exceda de 100 jus.

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(PROCESAL CIVIL)

2- La consignación de alquileres: Procede cuando el locatario pretende abonar los alquileres por
vía judicial por entender que concurren algunos de los supuestos del artículo 757 del CC, como por
ejemplo: acreedor que no quiera recibir el pago, fuese incapaz para ello, estuviese ausente, fuese dudoso
el derecho del acreedor o hubiere varios pretendientes, acreedor desconocido, et.
3- La acción declarativa de certeza: Se sustancia por el trámite del juicio abreviado la acción
declarativa de certeza del artículo 413, que prescribe: “El que ostente un interés legítimo puede entablar
acción a fin de hacer cesar un estado d incertidumbre, que le causa perjuicio sobre la existencia, alcance
o modalidades de una relación jurídica, aún sin lesión actual”. Se denomina pretensión declarativa a
aquella que tiende a obtener un pronunciamiento que elimine la falta de certeza sobre la existencia,
eficacia, modalidad o interpretación de una relación o estado jurídico. De allí que la característica
fundamental de este tipo de pretensiones consista en la circunstancia de que la mera declaración de
certeza resulta suficiente para satisfacer el interés de quien la propone.
4. El pedido de alimentos y litis expensas: En la Ciudad de Córdoba, donde existe un fuero de
familia, es competencia de este fuero el pedido de alimentos. En los lugares en donde no existe el fuero
de familia se tramitará por el procedimiento del juicio abreviado.
La pretensión de alimentos comprende no sólo lo necesario para la subsistencia, sino que
incluye también a la habitación, vestimenta, asistencia médica, recreación, necesidades culturales y
educación.
5- Los incidentes: Por supuesto que el inciso hace referencia a los incidentes que no tengan un
trámite determinado por el CPC
6- Todos los casos para los cuales la ley sustantiva establece el juicio sumario u otra expresión
equivalente.
7- Los demás casos que la ley establezca”.

Estructura:
Diferencias con el proceso ordinario
a) En el juicio abreviado, en la etapa de las postulaciones deben ofrecerse todas las pruebas que
las partes pretendan hacer valer, con excepción de la absolución de posiciones y de la prueba
documental.
En el juicio ordinario en cambio, la prueba deberá ser ofrecida e instada en la etapa probatoria,
que se inicia con el decreto de apertura a prueba. La excepción se da respecto a la prueba documental
que será ofrecida en los escritos de postulación, sin perjuicio de que también pueda hacerse en otros
momentos.
b) El plazo probatorio en el juicio abreviado es de 15 días, en tanto que en el juicio ordinario el
plazo es de 40 días, contemplando la ley la posibilidad de solicitar un plazo extraordinario de 60 o 100
días, según los casos.
c) El plazo para contestar la demanda es menor en el juicio abreviado.
d) No pueden plantearse excepciones en forma de artículo previo.
e) No existe apertura a prueba de la causa, sino que la notificación del decreto que provee toda
la prueba determinada la forma de computarse el periodo probatorio.
f) Todos los plazos son fatales.
g) En la etapa decisoria se reduce el plazo para dictar la sentencia definitiva contra la cual
proceden los mismos recursos que el proceso ordinario.

Diligencias preliminares
Con anterioridad a la interposición de la demanda, y excepcionalmente durante sus etapas
iniciales, son admisibles las medidas preparatorias y también las de prueba anticipada.
La expresión diligencias preliminares agrupa una doble categoría de medidas procesales. Por
una parte, aquellas medidas destinadas a la preparación del procedo de conocimientos y, por otra,
aquellas destinadas a la conservación de pruebas o a la producción anticipada de pruebas.
Las diligencias preliminares, son aquellas que tienen por objeto asegurar a las partes la
idoneidad y precisión de sus alegatos, permitiéndoles el acceso a elementos de juicio susceptibles de
delimitar con la mayor exactitud posible los elementos de su futura pretensión u oposición, o la obtención
de medidas que faciliten los procedimientos ulteriores.
Las medidas conservatorias de prueba, en cambio, tienen por objeto la producción anticipada de
ciertas medidas probatorias frente al riesgo de que resulte imposible o sumamente dificultoso hacerlo
durante el período procesal correspondiente.
El artículo 415 del CPCC establece que lo establecido para el juicio ordinario, incluso las
medidas preparatorias, será aplicable al abreviado. Por lo tanto, a tenor de este artículo, debe entenderse
procedente la posibilidad de solicitar medidas preparatorias en el proceso abreviado.

Rebeldía:
Establece el artículo 509 del CPC: “Si el demandado no compareciere en el plazo de citación, se
lo tendrá por rebelde sin declaración alguna”.

13.2 Incidentes

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13.2.1 Concepto. Trámite. Clases. Articulación simultánea


Conforme al artículo 426 del CPC: “Los incidentes son cuestiones que se suscitan durante la
tramitación de un pleito y que tienen alguna conexión con él”.
Durante el curso del proceso normalmente se pueden originarse conflictos que requieren ser
sustanciados y resueltos con independencia de la cuestión que constituye la materia principal; esto se
logra por medio de los incidentes.
Existe en ellos una demanda (demanda incidental) que contiene la pretensión que se encuentra
relacionada con la cuestión principal; una contestación de la demanda; una etapa probatoria
generalmente eventual y una etapa resolutoria que culmina con el dictado de un auto o resolución
interlocutoria.
Las pretensiones incidentales pueden consistir en un acuse de negligencia de la parte contraria,
el pedido de sustitución de una medida cautelar, la nulidad de un acto procesal por vicios de forma, el
planteo de perención de la instancia, etc.

Clases:
Criterio Se denominan Consisten
Según el Nominados e Incidentes nominados: su trámite está regulado
trámite por el innominados o específicamente en la legislación procesal y supletoriamente
cual se genéricos se aplican las normas del juicio abreviado.
sustancian Incidentes innominados o genéricos: se rigen por el
procedimiento del juicio abreviado.
Según el Suspensivos y no Suspensivos: Los incidentes que impidieren la prosecución
efecto suspensivos de la causa principal se sustanciarán en la misma pieza de
autos, quedando entre tanto en suspenso el curso de
aquélla.
No suspensivos: Los incidentes no suspensivos se tramitan
por cuerdas separadas, y no afectan el desarrollo del juicio
principal.
Como regla, los incidentes no suspenden el trámite del
proceso principal.

Articulación simultánea:
Por aplicación de los principios de eventualidad, concentración, celeridad y buena fe procesal,
todos los incidentes que pudieran plantearse deberán ser articulados simultáneamente en un mismo
escrito, siempre que sea posible su tramitación conjunta.

Bolilla nº 14: Procedimiento de ejecución

14.1 Proceso ejecutivo: Demanda, excepciones y sentencia


El procedimiento ejecutivo es el instrumento acordado por el legislador que permite, a través de
una sustanciación ágil, obtener la realización del crédito plasmado en un título que reúne características
especiales.
El objeto de estos procesos consiste en una pretensión tendiente a hacer efectivo el
cumplimiento de una obligación documentada en alguno de los títulos ejecutivos que en razón de su
forma o contenido autorizan a presumir la certeza del derecho del acreedor.
Los procesos ejecutivos presentan los siguientes caracteres:
1. No se discute la causa de la obligación.
2. Se restringe la posibilidad de apelar. En este sentido corresponde decir que sólo lo podrá
hacer el demandado que opuso excepciones.
3. Se restringe la defensa a las excepciones que el código permite.

Diferencias con el juicio ordinario


1. En el juicio ordinario, el trámite de conocimiento comienza en base a una pretensión
inicialmente incierta, por lo que debe ser alegada y probada.
En cambio, en el juicio ejecutivo se demanda en base a un título que goza de una presunción de
autenticidad sobre el crédito que el mismo contiene; el instrumento resulta indispensable en orden a la
existencia del proceso de ejecución.
2. La demanda en el juicio ordinario adhiere al principio de la sustentación, por ello debe ser
clara y completa en la relación de los hechos.
En cambio, en el juicio ejecutivo se prescinde de la etapa de información, respecto de los hechos
y el conocimiento se limita al análisis de un título que sirve de punto de partida para proceder en forma
más o menos inmediata a satisfacer la pretensión del actor.
3. Interpuesta y admitida la demanda en el juicio ordinario, el demandado puede asumir diversas
actitudes defensivas:

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

-Contestar la demanda en los términos del artículo 192.


-Reconocer los hechos y negar el derecho.
-Reconvenir.
-Oponer excepciones dilatorias o perentorias, procesales o sustanciales.
En cambio, en el juicio ejecutivo admitida la demanda y citado de remate el demandado, éste
sólo puede defenderse oponiendo las excepciones previstas taxativamente.
4. La etapa probatoria, en el juicio ordinario, se caracteriza por la amplitud de los plazos, en tanto
que en el juicio ejecutivo los plazos son más breves y no se admite el término extraordinario de prueba.
En el juicio ejecutivo se modifica el sistema de libertad probatoria consagrado en las
disposiciones generales de la prueba. Ello se manifiesta cuando se otorga al juez facultades para
desestimar la prueba manifiestamente inadmisible, meramente dilatoria o carente de utilidad.
5. La decisión en el juicio ordinario se concreta en una sentencia que resuelve conforma las
pretensiones esgrimidas por las partes y, firme y consentida, adquiere el efecto de cosa juzgada
sustancial.
En el juicio ejecutivo, en cambio, el juez sólo podrá resolver en la siguiente forma: a) llevar
adelante la ejecución; b) no hacer lugar a ella. La sentencia firme produce el efecto de cosa juzgada
formal.
6. En los procesos ordinarios, el demandado puede deducir apelación y nulidad siempre, aun en
el caso en que se hubiese encontrado rebelde durante el trámite del juicio.
En cambio, en el juicio ejecutivo, sólo se podrá apelar la sentencia si se opuso excepciones.

14.1.1 Título ejecutivo


El título ejecutivo es un documento que contiene una obligación exigible de dar una suma de
dinero líquida o liquidable por las mismas pautas que proporcione el instrumento. En este sentido,
podemos decir que son condiciones esenciales del título:
a) Una suma líquida.
b) La exigibilidad de esa suma.
c) La determinación del obligado.
El artículo 518 del CPC realiza una enumeración de los títulos a los que la ley acuerda fuerza
ejecutiva, sin perjuicio de la posibilidad de la existencia de otros dotados de fuerza ejecutiva por las leyes
particulares.
Conforme al artículo 518 del CPC, traen aparejada ejecución:
1. Los instrumentos públicos presentados en forma y los privados reconocidos judicialmente o
declarados tales.
2. Los créditos por alquileres o arrendamientos de inmuebles.
3. Los títulos de créditos, entre los que se puede mencionar a los cheques y pagares.
4. Las cuentas aprobadas judicialmente.
5. La confesión o reconocimiento de deuda líquida y exigible, hechos judicialmente.
6. Los certificados de créditos por expensas comunes de los consorcios o comunidades
similares.
7. Los créditos por tributos, retribución de servicios o multas, adeudados al Estado Provincial, las
municipalidades, y sus entes autárquicos, y a los concesionarios de obras y servicios públicos autorizados
para el cobro.
8. Los demás títulos a los que las leyes atribuyan expresamente fuerza ejecutiva y que no
tuvieren determinado un procedimiento especial.

14.1.2 Títulos fiscales y otros títulos ejecutivos


El Art. 518 del CPCC realiza una enumeración de los títulos a los que la ley acuerda fuerza
ejecutiva, sin perjuicio de la posibilidad de la existencia de otros dotados de fuerza ejecutiva por leyes
particulares.
- Instrumentos públicos o privados
- Créditos por alquileres
- Títulos de crédito
- Créditos por expensas
- Títulos fiscales
- Certificado de saldo deudor

Títulos fiscales:
La acción ejecutiva por la que se persigue el cobro judicial de un tributo municipal, se
fundamenta en las potestades que la provincia tiene constitucionalmente reservadas en materia
impositiva, y la Ley Orgánica Municipal 8102. Es que el Estado provincial o el municipio se encuentran
investidos de autoridad suficiente para establecer los recursos que le permitan afrontar los gastos
necesarios para el cumplimiento de sus funciones, pudiendo determinar los tributos, las tasas y las
contribuciones que ha de percibir fijándolos mediante leyes u ordenanzas sancionadas en el órbita de su
respectiva competencia. En este marco se emplaza al título ejecutivo fiscal que, además de los recaudos
de los títulos ejecutivos en general, deben observar en su texto la identificación de los sujetos activo y

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pasivo, el deber tributario, el tipo de contribución adecuada y la obligación pura y simple de abonar una
suma líquida y determinada en dinero.

Otros títulos ejecutivos:


El Art. 518, inc. 8 del CPCC, permite el ingreso al régimen ejecutivo de cualquier otro título al que
la ley le asigne tal carácter, siempre que no tenga especificado un procedimiento especial.
Establece el carácter enunciativo de los supuestos previstos en dicha norma por lo que los títulos
ejecutivos no se agotan con la enunciación contenida en el art.

14.1.3 Preparación de la vía ejecutiva. Trámite


Los títulos ejecutivos pueden ser completos o incompletos. Estos últimos son nominados de esta
manera porque su fuerza ejecutiva depende del cumplimiento previo de un trámite indispensable
denominado “preparación de la vía ejecutiva”.
Con respecto a este tema, el artículo 519 del CPC establece: “La vía ejecutiva podrá preparase
solicitando que:
1) El deudor reconozca su firma, cuando el documento no trajere directamente aparejada la
ejecución.
2) Para la ejecución por alquileres o arrendamientos, el demandado manifieste si es locatario o
arrendatario y, en caso afirmativo, exhiba el último recibo.
3) El tribunal señale el plazo dentro del cual deba hacerse el pago, si en el título se estableciere
un plazo incierto para que una obligación líquida o liquidable”.

Trámite:
El demandado será emplazado para el reconocimiento de firma, o la manifestación en caso de
locación, bajo apercibimiento de ser tenido por confeso si no compareciere sin causa justificada, o no
hiciere manifestación alguna.
Es decir que, luego de citado el demandado pueden darse diversas hipótesis:
a) Que no comparezca: en este caso se le dará por reconocida la firma y por acreditada la
calidad de deudor o de locatario y de este modo quedará preparada la vía ejecutiva.
b) Que comparezca: Si el demandado comparece y exhibe los recibos correspondientes a los
arrendamientos que se le reclaman, el accionante no podrá entablar la demanda ejecutiva; si el citado
acredita el pago de parte del crédito reclamado, queda preparada la vía por la diferencia y sólo por ello
podrá demandarse ejecutivamente.

Demanda en juicio ejecutivo. Excepciones


Presentada la demanda ejecutiva, el juez deberá realizar un análisis de los requisitos del título en
orden a su suficiencia e integración para habilitar la sede ejecutiva. Además, deberá ponderar la
legitimación activa y pasiva en base a los datos que suministre el propio título.
Si el examen previo es positivo, la primera orden del juez será la de ordenar el mandamiento de
ejecución y de embargo sobre bienes del demandado suficientes para cubrir el crédito que se reclama,
con más sus accesoria.
En esta oportunidad, el demandado podrá:
1. No defenderse: La inactividad del demandado frente a la citación de remate conduce, sin más,
al dictado de la sentencia. En esta oportunidad, se citará al demando de comparendo y remate.
2. Oponer excepciones: En el juicio ejecutivo, el demandado sólo puede oponer las excepciones
taxativamente enunciadas en el CPC. En este sentido, el artículo 547 dispone: “En juicio ejecutivo son
excepciones admisibles las de:
a) Incompetencia.
b) Falta de personería en el demandante, en el demandado o en sus representantes.
c) Falsedad o inhabilidad del título.
d) Litis pendencia o cosa juzgada.
e) Prescripción.
f) Pago, plus petición, quita, espera, remisión, novación, transacción o compromiso
documentado.
g) Compensación con crédito liquido y exigible que resulte de documento que traiga aparejada
ejecución”.
Corresponderá al demandado la prueba de los hechos en que se funden las excepciones. Al
oponerlas deberá ofrecer los medios de que haya de valerse, bajo pena de inadmisibilidad, y pedir la
apertura a prueba, si fuere necesario, para diligenciarla.
En los casos de pago, plus petición, quita, espera, remisión, novación, transacción o
compromiso documentado y compensación con crédito líquido y exigible que resulte de documento que
traiga aparejada ejecución, el escrito de excepción se rechazará sin más tramite cuando no se acompañe
la documentación respectiva.
Interpuesta la excepción y admitida formalmente, se ordenará traslado a la contraria para que
conteste y además ofrezca la prueba que utilizará. Dentro de los tres días de notificado de la contestación
de las excepciones, el demandado podrá ofrecer prueba en relación a hechos nuevos incorporados por el
actor

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El tribunal deberá, de oficio o a petición de parte, abrir a prueba la causa siempre que se
alegaren hechos acerca de los cuales no hubiere conformidad entre las partes. Abierta a prueba la causa,
el plazo no podrá ser mayor al de 15 días.
Finalmente, el artículo 553 establece tres hipótesis en las cuales el tribunal desestimará la
prueba. Ellas son:
1. Prueba manifiestamente inadmisible.
2. Prueba meramente dilatoria.
3. Prueba carente de utilidad.
Si se hubiera producido prueba, vencido el plazo respectivo, se correrá traslado por cinco días a
cada una de las partes para que alegue, reservándose los escritos en secretaría hasta el decreto de
autos.

Sentencia
La sentencia deberá resolver sobre la legitimidad de las excepciones opuesta y decidir llevar
adelante la ejecución o no hacer lugar a ella.
Cualquiera fuese la sentencia quedará siempre a salvo, al actor y al ejecutado, el derecho de
promover el juicio declarativo que corresponda, sin que puedan volver a discutirse en él las defensas
sobre las que ya recayó pronunciamiento, salvo que se fundaren en pruebas que no se pudieren ofrecer
en el ejecutivo.
La sentencia de remate, salvo que mediare consentimiento expreso del deudor, no podrá ser
ejecutada sin que el actor preste fianza u otras garantías de devolver lo que perciba con más los daños
que se causaren, si ella fuere revocada o se ordenare la devolución en juicio de repetición.

Recursos
La sentencia de remate será apelable, excepto por el demandado que no hubiere opuesto
excepciones. El recurso no tendrá efecto suspensivo.
Para las demás resoluciones regirán las siguientes reglas:
1) Durante la instancia únicamente la sentencia será apelable, salvo la resolución del incidente
de nulidad promovido por el demandado con fundamento en vicios de la citación inicial.
2) Durante la ejecución de la sentencia serán apelables las resoluciones que la ley declare tales
y las que recaigan en los incidentes de nulidad.
3) En ambas etapas se podrá apelar en los incidentes que no afecten el trámite del principal.
En todos los casos los recursos no tendrán efecto suspensivo.

14.2 Juicios ejecutivos especiales


14.2.1 Ejecución hipotecaria
La hipoteca ha sido definida como “una garantía real otorgada por el deudor o un tercero en
seguridad del cumplimiento de una obligación sobre un inmueble, sin entregarlo al acreedor, conservando
su uso y goce”.
Ante el incumplimiento del deudor, el acreedor tiene la vía ejecutiva para la ejecución de la
garantía real.
Conforme al artículo 528, en caso de ejecución hipotecaria regirán las siguientes reglas:
1. En la citación de remate se incluirá la intimación de pago del capital y los intereses en el plazo
de tres días, y se le requerirá que denuncie el nombre y domicilio de terceros poseedores del inmueble
hipotecado.
2. En la misma providencia se ordenará requerir del Registro General informe nombre y domicilio
de terceros poseedores y de otros acreedores hipotecarios, y proceda a una anotación preventiva de la
existencia de la ejecución.
3. Si resultare la existencia de terceros poseedores se ordenará su citación de comparendo y de
remate, para que en el plazo indicado pague la deuda, abone el inmueble u oponga excepciones.

14.2.2 Ejecución prendaria


Habrá constitución de prenda cuando el deudor, por una obligación cierta o condicional, presente
o futura, entregue una cosa mueble o un crédito en seguridad de la deuda.
El CPC no establece el trámite especial para la ejecución prendaria, por lo que debe acudirse a
las disposiciones de la legislación de fondo que contiene normas procesales, que resultan de aplicación.
En tal sentido, la legislación de fondo establece un procedimiento sumario, verbal y actuado,
donde el deudor tiene taxativamente limitadas las defensas que puede oponer, y como todo juicio
ejecutivo, no pueden oponerse aquellas defensas relacionadas con la causa de la obligación.
El certificado de prenda constituye el titulo base para intentar la acción ejecutiva para cobrar el
crédito y sus accesorias.
Presentada la demanda con el certificado prendario, el juez debe librar mandamiento de
ejecución y embargo.
Se citará de remate al deudor por el termino de tres días para que comparezca y oponga
excepciones; todo bajo apercibimiento de llevar adelante la ejecución y de la venta del bien prendado.
En la sentencia que ordene llevar adelante la ejecución, el tribunal debe ordenar la venta de los
bienes prendados.

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(PROCESAL CIVIL)

14.2.3 Ejecución extrajudicial


Cuando el acreedor prendario sea el Estado, sus reparticiones autárquicas, un banco, una
entidad financiera autorizada por el Banco Central de la República Argentina o una institución bancaria o
financiera de carácter internacional, la ley ha previsto un procedimiento especial de naturaleza
extrajudicial.
En este caso, ante la presentación del certificado de prenda, el juez ordenará el secuestro de los
bienes y su entrega al acreedor, sin que el deudor pueda promover recurso alguno. El acreedor procederá
a la venta de los objetos prendados en la forma prescripta, sin perjuicio de que el deudor pueda ejercitar,
en juicio ordinario, los derechos que tenga que reclamar el acreedor. El trámite de la venta extrajudicial no
se suspenderá ni por embargo de los bienes, ni por concurso, incapacidad o muerte del deudor.
Bolilla nº 15: Declarativos especiales – Juicio de desalojo – División de condominio y rendición de cuentas

15.1 Desalojo
15.1.1 Concepto. Procedimiento. Reclamaciones excluidas. Sentencia y Recursos
El juicio de desalojo es un procedimiento breve y sumario, para reintegrar en el uso de la cosa a
quien, con título, reclama su libre disposición, excluyendo a los que ningún título pueden invocar para la
ocupación de la cosa o contra quien, habiendo tenido título para su ocupación, ha concluido.
Hablamos de un procedimiento de carácter sumario porque el demandado no puede oponer
excepciones previas, todos los plazos son fatales, no se admite plazo extraordinario de prueba, existe
limitación en el número de testigos, no se admite la alegación del hecho nuevo, no existen los alegatos y
la inapelabilidad de las interlocutorias es la regla.
El juicio de desalojo es un proceso de conocimiento limitado, característica que lo diferencia del
juicio abreviado que, aunque sumario, es un juicio cognoscitivo pleno, pues no hay limitación en materia
probatoria (sólo el número de testigos y la cantidad de peritos), como si existe en el juicio de desalojo.

Procedencia:
El CPC no establece a quien le compete la acción de desalojo (legitimación activa) sino que
solamente prevé contra quien procede (legitimación pasiva).
La acción de desalojo procede contra el locatario o sublocatario de inmuebles urbanos o rurales
o contra cualquier ocupante de los enumerados en el artículo 2462 del Código Civil, entre los que se
pueden mencionar:
a) El que poseyere en nombre de otro aunque con derecho personal a tener la cosa, como el
locatario o el comodatario.
b) Los que poseyeren en nombre de otro sin derecho a tener la cosa, como el depositario, el
mandatario, etc.
c) El que transmitió la propiedad de la cosa y se constituyó en poseedor a nombre del
adquirente.
d) El que continuó poseyendo la cosa después de haber cesado el derecho a poseerla, como el
usufructuario, acabado el usufructo.
e) El que continúa poseyendo la cosa después de la sentencia que anulase su título.
Ahora bien, el ejercicio de la acción de desalojo le corresponde a todo aquel que tenga derecho
de usar y gozar de un inmueble; o, dicho de otro modo, a quien ostente algún título para pretender su libre
disponibilidad (legitimación activa).
El artículo 750 del CPC prevé la posibilidad de articular “anticipadamente” la demanda de
desalojo (antes de expirar el plazo legal o contractual de la locación). Esta hipótesis –entiende la
doctrina- no sólo rige para el caso “puntual” de la locación, sino también, por caso, para la hipótesis de
“comodato escrito”, con plazo expreso de devolución de la cosa.
Es decir, es perfectamente posible que quien tenga derecho a usar y gozar de la propiedad,
promueva el reclamo restitutorio antes de que la obligación –legal o contractual- de devolver, sea exigible;
pero, en ese caso, la ley determina que las costas del proceso sean a cargo del peticionante, siempre que
el demandado no resista la pretensión y cumpla con reintegrar en tiempo el inmueble desocupado; de lo
contrario, la distribución del pago de los gastos causídicos y honorarios debe regirse por las pautas
establecidas en los artículos 130 y concordantes del CPC.

Trámite:
Conforme al artículo 751 del CPC, trámite procesal para la demanda de desalojo es el del juicio
abreviado, con las modificaciones que el propio título de la norma establece.
Es decir, con la demanda debe ofrecerse toda la prueba de la que haya de valerse el actor, salvo
la confesional y documental; la misma carga rige para el accionado; no hay declaración de rebeldía; la
prueba debe diligenciarse en un plazo de quince días; los testigos no pueden exceder el número de cinco,
salvo para el reconocimiento de la documental; la designación de perito debe recaer en una sola persona;
y solamente la sentencia es apelable (salvo las resoluciones que pongan fin a los incidentes no
suspensivos).
La citación al demandado se hará por cédula en el domicilio contractual y en el del inmueble
objeto del juicio. La citación se hará bajo apercibimiento de que, ante la falta de comparendo, o de

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(PROCESAL CIVIL)

contestación de la demanda, el tribunal dictará sentencia, haciendo o no lugar al desalojo, a menos que
estimare necesario recepcionar prueba.
En el desalojo no hay reconvención, pudiendo el demandado hacer valer sus derechos en acción
independiente, que no interrumpirá los trámites ni suspenderá la ejecución de la sentencia de desalojo.
Ahora bien, pese a no haber reconvención”, el accionado puede plantear el derecho a retensión
por mejoras en la contestación de la demanda. Contestada la demanda, se corre traslado por seis días al
actor para que conteste y ofrezca pruebas. La cuestión se decide en la sentencia.
El pronunciamiento, en tal caso, resolverá sobre la procedencia de la acción de desalojo, y –en
caso de prosperar- respecto a la legitimidad del derecho a retensión. Si se acogiera este último, el
accionante podrá igualmente efectivizar el lanzamiento, pagando las mejoras que se trate, u ofreciendo
garantía por su monto.

Participación de los subinquilinos o terceros ocupantes:


Dispone el artículo 754 del CPC que “Cuando la notificación se cumpla en el inmueble
reclamado, el notificador deberá hacer saber de la existencia del juicio a cada uno de los sublocatarios u
ocupantes presentes en el acto aunque no hubieren sido denunciados, previniéndoles que la sentencia
que se pronuncie producirá efectos contra todos ellos y que dentro del plazo fijado para contestar la
demanda, podrán ejercer los derechos que estimen corresponderles”.

Alcance de la sentencia:
La sentencia se hará efectiva contra todos los que ocupen el inmueble, aunque no hayan sido
mencionados en la diligencia de la notificación o no se hubiesen presentado en el juicio.

Recurribilidad de la sentencia que ordena el desalojo:


El artículo 758 del CPC estipula como requisito de admisibilidad del recurso de apelación, en
contra de la sentencia que acoge el desalojo o de resolución posterior a ella, el pago –dentro del plazo
para recurrir- de los alquileres vencidos y los que, con arreglo al contrato, deba pagar por adelantado.
No puede el recurrente pretender la apertura de la instancia superior sin dar estricto e ineludible
cumplimiento al requisito legal.
Bastará al recurrente presentar el recibo otorgado por el locador o depositar a la orden del
tribunal el importe mensual que corresponda.
El incumplimiento de esta carga, en tiempo y forma, genera la consecuencia de tener por firme la
sentencia o resolución apelada, pudiéndosela ejecutar.
De igual modo, operará la deserción del recurso interpuesto por el demandado, cualquiera sea
su estado, si durante su sustanciación dejare de pagar los periodos que venzan o los que deba adelantar.

Reclamaciones excluidas:
El art. 765 estipula que ni el cobro de alquileres, ni las mejoras, ni los deterioros del inmueble
serán materia del juicio de desalojo.

Desalojo por abandono:


La norma del artículo 767 del CPC plantea el caso de desalojo por abandono del inmueble. El
desalojo es la desocupación material de la cosa unida a la falta de previsiones materiales tendientes a
evitar que pueda deteriorarse en perjuicio del dueño.
Postulado el abandono, el juez realizará una información sumaria, y ordenará la verificación del
estado del inmueble por medio del oficial de justicia, quien deberá inquirir a los vecinos acerca de la
existencia y paradero del locatario.
Si no obtuviere razón de su paradero se entregará provisoriamente el inmueble al locador, previo
inventario de los bienes que hubiere, los que quedarán depositados judicialmente a cargo del locatario.
Cuando en el contrato el locatario hubiere fijado un domicilio distinto al del inmueble, se lo citará
en él para que comparezca a estar a derecho y ejercite su defensa.
Transcurridos diez días desde la entrega provisoria o vencido, en su caso, el plazo de la citación
sin que el locatario hubiere comparecido o negado el abandono, el tribunal dictará sentencia dentro del
plazo de cinco días declarando, si correspondiere, disuelto el contrato, y disponiendo la entrega definitiva
del inmueble al locador.

15.2 División de cosas comunes. Procedimiento. Alcance


El juicio de división de condominio es un proceso de cognición plena, constitutivo, de trámite
especial, que tiende a obtener la división o reparto de una cosa común entre sus titulares o propietarios.
Lo que se pretende es la modificación del estado jurídico de indivisión que tiene la cosa común.
Conforme al artículo 725 del CPC, la demanda de división de cosas comunes se sustanciará y
resolverá por el procedimiento abreviado. La sentencia deberá contener, además de los requisitos
generales, la decisión expresa, cuando fuere posible, sobre la forma de la división, de acuerdo sobre la
naturaleza de la cosa.
Los presupuestos para la procedencia de la acción de división de cosas comunes son:
a) Preexistir o mediar una copropiedad debidamente reconocida.
b) No hallarse sometida la cosa a una indivisión forzosa.

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Concluimos entonces que sólo están legitimados para solicitar la división de condominio los que
posean la cosa común en virtud de un título que justifique la calidad de condominio en relación a ésta, y
aquellos a quienes se reconozca, sin contradicción alguna, el carácter de comuneros.
Sin embargo, está legitimado quien, aunque la calidad de comunero le sea negada, tenga la
posesión de la cosa y exhiba justo título que conste en instrumento público, y que este instrumento no sea
redargüido de falso.
Finalmente, ejecutoriada la sentencia, se citará a las partes a una audiencia para el
nombramiento de un perito partidor y tasador, o un martillero, según corresponda, y para que convengan
la forma de la división, si no se hubiere establecido en la sentencia. Para su designación y procedimientos
ulteriores, se aplicarán las disposiciones relativas a la división de herencia, en el primer caso, o las del
juicio ejecutivo, en el segundo.
División extrajudicial de bienes: Dispone el artículo 727 del CPC: “Si se pidiere la aprobación de
una división de bienes hecha extrajudicialmente, el tribunal, previas las ratificaciones que
correspondieren, y las citaciones necesarias en su caso, resolverá aprobándola o rechazándola”.
Se trata del supuesto en que los condóminos han procedido extrajudicialmente a realizar la
división, y procuran de esta forma su aprobación judicial y su homologación. Si fracasara la división
extrajudicial por cualquier motivo, podrá recurrirse a la división judicial de la cosa común.

15.3 Rendición de cuentas. Concepto. Casos. Procedimiento


La rendición de cuentas es la presentación clara, detallada, documentada y precisa que hace
toda persona que haya administrado bienes o gestionado negocios total o parcialmente ajenos,
informando todo lo concerniente a su desempeño y señalando el saldo resultante de manera justificada.
La obligación de rendir cuentas puede ser convencional o surgir de una disposición legal. Tanto
el Código Civil como el Código de Comercio hacen referencia a la obligación de rendir cuentas, como la
que pesa sobre el tutor, curador, administrador de sociedad, el mandatario, etc.
El artículo 169 del CPC establece que: “La demanda por rendición de cuentas seguirá el trámite
del juicio abreviado, a menos que integrase otras pretensiones que debieren sustanciarse en juicio
ordinario…”.
En el proceso de rendición de cuentas pueden darse tres hipótesis:
1. Cuando se discute la obligación misma de rendir cuentas. En este supuesto, si la resolución
declara la obligación de rendirlas, le otorgará un plazo al obligado para rendirlas.
2. Cuando la obligación de rendir cuentas surge directamente de la ley y el requerido las rinde
voluntariamente. De estas cuentas rendidas se le correrá traslado al actor por diez días, para que las
impugne. Si deja vencer el plazo de impugnación se consideran aprobadas.
3: Cuando el actor impugna las cuentas. Aquí se inicia propiamente el juicio de cuentas,
dándosele el trámite del juicio declarativo que corresponda.

Bolilla nº 16: Juicio sucesorio y juicio arbitral

16.1 Juicio sucesorio: Concepto. Competencia. Procedencia


De conformidad a lo que dispone el artículo 3262 del Código Civil: “Las personas a las cuales se
transmiten los derechos de otras personas, de tal manera que en adelante puedan ejercerlos en su propio
nombre, se llaman sucesores. Ellas tienen ese carácter, o por la ley, o por voluntad del individuo en cuyos
derechos suceden”.
Existen dos grandes categorías de sucesores:
1. El sucesor universal, que es aquel a quien pasa todo, o una parte alícuota del patrimonio de
otra persona. Esta sucesión puede producirse por ministerio de la ley (legítima), o por voluntad
exteriorizada en forma fehaciente y legal del causante (testamentaria).

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2. El sucesor singular, que es aquel al cual se transmite un objeto particular que sale de los
bienes de otra persona; es aquel a quien se le transmite un bien u objeto determinado, normalmente, a
través de un acuerdo de voluntades (por ejemplo: un contrato de compraventa).

Medidas preventivas:
Las medidas preventivas en el juicio sucesorio pueden conceptualizarse como resoluciones, de
naturaleza cautelar, tendientes a preservar y resguardar los bienes que integran la sucesión.
Son medidas meramente conservatorias que se adoptan aun cuando el vínculo invocado por el
peticionante no se haya acreditado en forma fehaciente, bastando al efecto acreditar el fallecimiento del
causante, la verosimilitud del derecho invocado y el peligro de la demora. Si el tribunal lo considera
necesario, dispondrá que se otorgue contracautela.
Dispone el artículo 649 del CPC que: “Los tribunales deberán adoptar medidas conservatorias
sobre los bienes de una sucesión:
a) Cuando lo solicite alguna persona invocando su calidad de heredero, legatario de parte
alícuota, acreedor o albacea.
b) De oficio, cuando no hubiere herederos conocidos o todos ellos estuvieren ausentes, cuando
fueren incapaces y no tuvieren representante legítimo.
c) Cuando lo solicite el asesor letrado en nombre de un incapaz”.
Por su parte, el artículo 650 del CPC realiza una enumeración descriptiva de las medidas de
carácter urgente que deberán adoptar los tribunales, a saber:
1. Providencias indispensables para la seguridad de los bienes, libros y papeles de la sucesión.
2. Inventariar los bienes y depositarlos en persona responsable, prefiriendo al cónyuge, si
hubiere convivido con el difunto, o a los parientes más próximos a éste.
3. Hacer conocer inmediatamente el fallecimiento del autor de la sucesión y las medidas
adoptadas a los interesados, si fueren ciertos y estuvieren en lugar conocido o, de lo contrario, hacer un
llamamiento por edictos en la forma ordinaria a todos los que se considere con derecho a la herencia,
para que comparezcan dentro de los veinte días siguientes al de la última publicación del edicto, con los
justificativos de su parentesco o su crédito.

16.1.1 Declaratoria de herederos. Fuero de atracción. El juicio sucesorio propiamente


dicho. Inventario. Administración de la herencia
Declaratoria de herederos:
Al juicio de sucesión deberá proceder la declaración de herederos, la cual confiere la posesión
de la herencia a favor de quienes no la hubieren adquirido por el solo ministerio de la ley a la muerte del
autor de la sucesión.
La declaratoria de herederos deberá solicitarse ante el tribunal de la sucesión. A tal fin, deberá
acreditarse el fallecimiento del causante y acompañarse los documentos relativos al titulo que se invoque,
pudiendo ser éste ampliado en la oportunidad correspondiente. Asimismo, denunciará los domicilios que
conozca de los otros herederos.
Son parte legitima para solicitar la declaratoria y para pedir la división de la herencia:
1) El heredero o sus sucesores.
2) El cesionario de la herencia o de una parte alícuota, a nombre del cedente.
3) Los legatarios.
4) Los acreedores del heredero, en defecto de este.
5) Los albaceas.
Presentada la solicitud se llamará por edictos a todos los que se creyeren con derecho a la
herencia, si no hubieren sido llamados anteriormente con motivo de las medidas preventivas, para que
comparezcan en el plazo de veinte días siguientes al de la última publicación del edicto, sin perjuicio de
que se hagan las citaciones directas a los que tuvieren residencia conocida.
Transcurrido el plazo de los edictos, el tribunal convocará a una audiencia a los que se hubieren
presentado, al Ministerio Público Fiscal y, si hubiere incapaces, al asesor letrado, para que discutan su
derecho a la sucesión.
Si hubiere conformidad entre los diversos pretendientes y el Ministerio Público Fiscal conviniere
en ello, o si la solicitud no fuere contradicha, el tribunal hará la declaratoria de herederos en la forma y
porciones en que se hubiese convenido o que resultare indicada de los títulos presentados, siendo
arreglados a derecho.
Si el Ministerio Público Fiscal se opusiere o no hubiere conformidad entre los interesados, la
controversia se sustanciará por el trámite del juicio abreviado.
Hecha la declaración de heredero, se mandará entregar los bienes de la herencia que no
estuvieren en posesión de terceros, cesando la intervención fiscal siempre que por otra causa, ni fuere
necesaria.

Tribunal competente. Fuero de atracción:


Es juez competente para entender sobre la sucesión, el del último domicilio del difunto.
El artículo 3284 del Código Civil dispone el desplazamiento de la competencia hacia el juez de la
sucesión, de:

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

a) Las demandas concernientes a los bienes hereditarios, hasta la partición inclusive, cuando
son interpuestas por alguno de los sucesores universales contra sus coherederos.
b) Las demandas relativas a las garantías de los lotes entre los copartícipes.
c) Las demandas relativas a la ejecución de las disposiciones del testador.
d) Las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la división de la herencia.
En este último supuesto el fuero de atracción se ejerce sobre las acciones personales
patrimoniales pasivas, es decir, sobre aquellos en que el causante o los herederos son demandados (no
en los que son actores).
El fuero de atracción cesa una vez que se han practicado y aprobado las operaciones de
partición de los bienes del acervo hereditario.

Juicio sucesorio propiamente dicho:


Firme la declaratoria de herederos y acreditada la legitimación del peticionante, el tribunal (a
pedido de parte) declarará abierto el juicio sucesorio.
Abierto el sucesorio, es necesario realizar la partición de los bienes que integran el acerbo
hereditario. Nuestro código procesal permite dos formas de realizar la partición de los bienes:
1. Presentando todos los herederos, al juez de la sucesión, un escrito donde consta la
manifestación escrita (descripción completa y detallada) de todos los bienes, y la forma en que han sido
adjudicados entre los distintos herederos. Dicho escrito debe ponerse a la oficina por el plazo de diez
días, y si luego de ese lapso no hay observaciones, de las partes o del tribunal, debe dictarse el
correspondiente auto aprobatorio de la adjudicación de bienes.
2. Por designación de un perito: en caso de haber menores de edad o por así considerarlo
conveniente los herederos, puede designarse un perito para que realice las operaciones de inventario,
avalúo y partición de bienes.
El CPC no exige que la persona del perito tenga título o condiciones especiales, recayendo el
nombramiento, generalmente, en el abogado patrocinante de los peticionantes de la sucesión.
El perito será nombrado de común acuerdo por las partes legitimadas que asistieren a la
audiencia, o por el tribunal, en caso de no existir acuerdo entre aquellas. El perito podrá ser recusado por
las causales previstas para la recusación de los jueces.
El perito deberá aceptar el cargo bajo juramento, dentro de los tres días de notificada su
designación y constituir domicilio. En el mismo acto de aceptación del cargo, o dentro de los diez días
siguientes, el perito deberá indicar el lugar, día y hora en que dará comienzo a las operaciones.
Debe notificarse a todas las partes interesadas, la fecha y lugar de iniciación de las operaciones,
las que se llevarán a cabo ante el actuario, oficial de justicia o juez de paz, según el caso.
Dijimos anteriormente que tres son las tareas que debe realizar el perito: inventario, avalúo y
partición de bienes:
a) Inventario: En el día, hora y lugar indicado, el perito dará comienzo a las operaciones
levantando un acta en la que se hará constar las circunstancias de lugar, fecha, hora y personas
intervinientes; inmediatamente se procederá a inventariar los bienes, es decir realizar una descripción de
los bienes dejados por el causante con el objeto de individualizarlos y establecer su existencia al
momento de su fallecimiento.
b) Avalúo: Avalúo es la operación por la cual el perito, luego del inventario, le asigna a cada bien
un valor monetario. El artículo 677 del CPC prescribe que dentro de los quince días de finalizado el
inventario, el perito deberá presentarlo junto con la tasación de los bienes, bajo apercibimiento de
remoción a pedido de cualquiera de las partes. El plazo podrá ser ampliado hasta por otros quince días
más, mediando razones fundadas.
Practicada las operaciones de inventario y avalúo, se mandarán a unir a los autos principales y
se pondrán de manifiesto en la secretaría del tribunal, por un plazo de cinco a diez días fatales, para que
puedan ser examinados.
Si transcurriere dicho plazo sin haberse deducido oposición, el tribunal aprobará las operaciones
sin más trámite y sin recurso alguno.
Si se dedujeren reclamaciones entre los herederos, o entre estos y terceras personas, sobre
inclusión o exclusión de bienes, se sustanciarán en piezas separadas y por el trámite del juicio abreviado
que corresponda.
3) Partición: La partición consiste en la adjudicación de los bienes, a cada heredero, que realiza
el perito partidor con arreglo a las cuotas alícuotas que legalmente le corresponden a cada uno o a las
que hubieren indicado el causante en su testamento, o las descriptas en el legado, en su caso.
En caso de que alguno de los interesados presente oposición, el tribunal los convocará, junto con
el perito partidor, a una audiencia en donde se procurará un acuerdo sobre la partición. El CPC establece
que si los impugnantes no concurrieren a dicha audiencia se los tendrá por desistidos de su impugnación,
y si el perito no asiste, perderá su derecho a cobrar honorarios.
Si en la audiencia los interesados no hubieren asistido o no llegaran a un acuerdo, la ley tiene en
cuenta la naturaleza de la cuestión discutida:
a) Si la cuestión versare sobre la legitimidad de la partición, es decir, sobre si la partición
estuviere o no hecha con arreglo a las disposiciones del Código Civil, se pasarán los autos por seis días a
los opositores, sustanciándose la oposición con los que estuvieren conforme, por el procedimiento del
juicio abreviado.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

b) Si la oposición versare sobre los lotes asignados, el tribunal procederá al sorteo de aquellos
que fueren objeto de cuestión entre los respectivos adjudicatarios, a menos que los interesados prefieran
la venta de los bienes en ellos comprendidos para que la partición se haga en dinero.

Inventario:
En el día, hora y lugar indicado el perito dará comienzo a las operaciones levantando un acta en
la que se hará constar las circunstancias de lugar, fecha, hora y personas intervinientes.
Llámese inventario la descripción que se hace de los bienes dejados por el causante con el
objeto de individualizarlos y establecer su existencia al momento de su fallecimiento. El art. 674 del CPCC
establece el siguiente orden para el inventario: 1) dinero; 2) efectos públicos; 3) alhajas; 4) semovientes;
5) muebles; 6) inmuebles y 7) derechos y acciones. Sin embargo aclaramos que este orden no es
absoluto, ni produce nulidad su inobservancia. Con la misma precisión, y en el mismo acto, el perito hará
un inventario especial de las escrituras, documentos y papeles de importancia que se encuentren.
El inventario contendrá también la declaración jurada del tenedor de los bienes, si lo hubiere, de
que no existen otros en su poder pertenecientes a la sucesión, y será firmado por el perito, el funcionario
interviniente y los interesados, si quisieren hacerlo.

Administración de la herencia:
En muchos casos, frente a la demora que implica la tramitación del juicio sucesorio, será
necesario realizar actos de administración de los bienes de la sucesión.
Para ello el CPCC ha previsto, la figura de la administración de la herencia (art. 695 y ss.). El
administrador judicial es un ejecutor de la voluntad de los herederos o del juez, en caso de falta de
acuerdo, y que sus facultades se limitan a realizar actos de simple conservación y administración dentro
del marco que determina la ley procesal y sustancial.
El momento para el nombramiento del administrador será en la justa prescripta para el
nombramiento de inventariador o en una audiencia especial, si no fuere posible en aquélla. El tribunal
propondrá a los interesados que designen de común acuerdo a un administrador, siempre que no haya
albaceas o, habiéndolo, no le corresponda la posesión de la herencia.
Si no hubiere acuerdo de las pates interesadas, el tribunal nombrará administrador al cónyuge
sobreviviente o al heredero que a su juicio sea más apto y ofrezca más garantías para el desempeño del
cargo.
El tribunal no podrá nombrar administrador a un extraño salvo que, por razones especiales, no
resulte conveniente la designación de un heredero (art. 698, CPCC). Es decir que el legislador ha previsto
la designación de un extraño como la última alternativa a la que debe acudir el tribunal.
La resolución que se dicte nombrando administrador judicial de la herencia será apelable. Sin
embargo, la ley dispone que en cualquier momento los interesados, de manera unánime, podrán convenir
en nombrar a otra persona para administrar la herencia, cesando en su cargo el designado por el tribunal
(art. 700, CPCC.).
El administrador nombrado deberá aceptar el cargo bajo juramento de desempeñarlo legalmente.
Si éste fuese un tercero deberá prestar fianza, salgo que sea relevado de ella unánimemente por los
interesados.

Finalización del juicio


Dispone el artículo 694 del CPC que: “Aprobada definitivamente la partición, se procederá a
ejecutarla, entregando a cada interesado las constancias correspondientes”. Una vez cumplido con el
precepto del artículo 694, podemos afirmar que el sucesorio ha concluido, cesando asimismo el fuero de
atracción.

16.2 Juicio arbitral: Naturaleza. Procedimiento. Sentencia. Recursos


16.2.1 Concepto. Regulación legal
Se ha caracterizado al juicio arbitral como aquel en que las partes, sea por propio designio o por
disposición legal, sustraen el conocimiento y decisión de la controversia a los órganos jurisdiccionales del
Estado para llevarla a terceros, por ellos elegidos, que reciben el nombre de árbitros.

Regulación legal:
a) Arbitraje voluntario: El artículo 601 del CPC prescribe que: “Toda controversia entre partes,
haya sido o no deducida en juicio, y cualquiera sea el estado de ésta, podrá de común acuerdo de
interesados, someterse a la decisión de tribunales arbitrales, si no hubiere disposición legal que lo
prohíba”.
En cuanto a la materia a someter a arbitraje, el artículo 602 del CPC nos dice que: “No podrán
ser sometidos a arbitraje los derechos que, según la legislación de fondo, no puedan ser objeto de
transacción”. Están excluidas del arbitraje todas aquellas cuestiones en donde está comprometido el
orden público y todas aquellas que, de conformidad con el CC y las leyes de fondo, no puedan ser objeto
de transacción, como por ejemplo: las cuestiones sobre el estado civil y capacidad de las personas, las
cosas que están fuera del comercio y los derechos que no son susceptibles de ser materia de una
convención, etc.
b) Arbitraje forzoso: Dispone el artículo 603 del CPC: “Deberán someterse a arbitraje:

71
DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

1. Los juicios declarativos generales entre ascendientes y descendientes o entre hermanos.


2. Todas las cuestiones que deban decidirse por árbitros conforme la legislación de fondo”.
De conformidad con el artículo 604 del CPC, las resoluciones del tribunal que ordene
sometimiento de la cuestión a arbitraje forzoso son apelables.

Naturaleza:
No podemos hablar de una jurisdicción arbitral porque la jurisdicción es una potestad que el
Estado delega en el Poder Judicial. Los árbitros carecen de imperium y de poder coercitivo,
características de los jueces ordinarios; sin embargo, algunos autores le atribuyen a los árbitros el
carácter de órgano jurisdiccional con sus facultades limitadas.
Por nuestra parte, consideramos al arbitraje como una institución propia, de raigambre privatista
en unos supuestos, y de origen legal en otros, tendiente a la tutela de intereses que el legislador
considera superiores.
Otra opinión señala que el proceso arbitral constituye una excepción al principio de juez natural.

16.2.2 Arbitraje voluntario. 16.2.3 Arbitraje forzoso


Clases:
El arbitraje puede ser de dos clases: voluntario o forzoso:
1. El arbitraje voluntario: es aquel que deriva exclusivamente e la voluntad de las partes. Dentro
de esta clase, encontramos dos subtipos:
a) Arbitraje voluntario en sentido estricto: la voluntad de someterse a arbitraje se manifiesta en el
momento en que surge la cuestión controvertida o litigiosa, sin que existiera anteriormente algún
compromiso previo.
b) Arbitraje de origen voluntario y de sometimiento obligatorio por contrato: las partes, antes del
surgimiento de la cuestión controvertida o litigiosa, se comprometen a someterse a arbitraje si ésta
apareciere en el futuro.
2. El arbitraje forzoso: es aquel que la ley impone obligatoriamente. Este arbitraje forzoso es, por
su naturaleza de amigable composición y los árbitros deben fallar las causas ex aequo et bono,
moderando, según las circunstancias, el regir de las leyes, dando a los elementos de prueba mayor o
menor eficacia de las que les corresponda por derecho.

16.2.4 Procedimiento
Los árbitros, inmediatamente aceptado el cargo, si fuesen tres, nombrarán su presidente quien
dirigirá el procedimiento y dictará por si sólo las providencias de mero trámite.
Careciendo los árbitros de imperio, no pueden trabar embargo, ordenar secuestro o medidas
precautorias, imponer multas, compeler a las partes, testigos u otras personas que intervengan en el
juicio, todo lo cual deberán hacerlo por intermedio del juez a quien correspondería conocer en el asunto y
a quien se dirigirán solicitando que mande a practicar la medida ordenada por le tribunal.
Las actuaciones se harán ante un actuario nombrado por las partes en la misma forma y
simultáneamente con la designación de los árbitros.
Cuando se ha constituido el tribunal arbitral, elegido su presidente y designado el actuario o
secretario, da comienzo el procedimiento arbitral.
Este procedimiento debe estar previsto en el compromiso arbitral; si el compromiso no contuviere
estipulación respecto a la forma en que los árbitros deban conocer y fallar el asunto, éstos lo harán según
el procedimiento del juicio declarativo que corresponda.
En el juicio, no podrán deducirse excepciones en forma de artículo previo, y podrá producirse
prueba desde la aceptación del cargo por parte de los árbitros hasta el llamado de autos para definitiva.
Cuando se dé la circunstancia de que el demandado haya sido citado por edictos y declarado rebelde, se
designará como representante al asesor letrado, quien podrá responder sin admitir ni negar los hechos
expuestos.

Sentencia:
El procedimiento arbitral termina por medio de la sentencia arbitrar o laudo. La estructura de esta
sentencia es similar a la de los jueces ordinarios, es decir, está dividida en tres partes: vistos,
considerando y resuelvo.
El artículo 630 del CPC establece: “Los árbitros pronunciarán su fallo sobre todos los puntos
sometidos a su decisión y dentro del plazo señalado en el compromiso, con las prórrogas que se les
hubiere acordado”.
La sentencia arbitral está sometida a distintas directivas en cuanto a su fundamentación, según
se trate de arbitraje forzoso o voluntario. En el primer caso, los árbitros deben fallar ex aequo et bono,
moderando, según las circunstancias, el rigor de las leyes, y dando a los elementos de prueba mayor o
menor eficacia de las que le corresponda por derecho. En el segundo es de estricto derecho, y los árbitros
deben fallar la causa como los tribunales ordinarios, es decir, con una doble fundamentación, lógica y
legal.
Si se trata de un tribunal, es decir formado por tres miembros, éstos resolverán por mayoría.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Si alguno de los miembros del tribunal se negara a dar su voto, se dejará constancia en la
sentencia, la que resolverá con el voto de los dos restantes. Si hubiera disidencia entre estos, se
nombrará a otro árbitro para que decida.
Redactada y firmada la sentencia arbitral, se someterá al tribunal competente de no haber
mediado arbitraje. El juez ordinario la firmará y ordenará su protocolización y dispondrá su notificación en
la forma ordinaria.

Recursos:
Dispone el artículo 640 del CPC: “Cuando el arbitraje fuese voluntario procederán contra la
sentencia arbitral los mismos recursos que contra las dictadas por los tribunales ordinarios, a menos que
hubieren sido expresamente renunciados”.
En los casos de arbitraje forzoso la sentencia es inapelable, salvo que contenga vicios de nulidad
que la invaliden. El recurso de apelación por vicios de nulidad de la resolución recurrida procederá en los
siguientes casos:
1. Por ser nulo el compromiso.
2. Por haberse pronunciado la sentencia, violando el derecho de defensa de los interesados.
3. Por haberse dictado la sentencia fuera del plazo.
4. Por versar la sentencia sobre cosas no comprendidas en el juicio.
Será tribunal competente para tramitar y resolver el recurso de apelación, el tribunal que hubiere
conocido de los recursos, si la causa se hubiere fallado por la justicia ordinaria, es decir, la Cámara de
Apelaciones.
Si se hubiere comprometido en árbitros un asunto en única instancia, la sentencia arbitral será
definitiva si hubiere sido dictada por árbitros de iure, sin perjuicio de los recursos extraordinarios.

Árbitros
Podemos conceptualizar a los árbitros como terceros imparciales elegidos por las partes para
solucionar el conflicto de intereses que éstas le traen a su conocimiento y resolución.
Entre los árbitros se distinguen los que se denominan árbitros de “iure” o de derecho, y los
amigables componedores. Los primeros resulten los conflictos con arreglo a las leyes y con sujeción a los
procedimientos establecidos por los cuerpos adjetivos. En cambio, los amigables componedores dirimen
la contienda de acuerdo a su lealtad saber y entender, y por regla general sin sujeción a las formas
legales.
Los árbitros reciben sus facultades de las partes y en los límites que éstas se lo conceden,
careciendo del poder de imperium y de algunos otros atributos de la jurisdicción.
La ley adjetiva no establece condiciones especiales para ser árbitro, señalando únicamente que
el nombramiento deberá recaer en persona mayor de edad, que sepa leer y escribir y que esté en pleno
ejercicio de su capacidad civil.
Pero cuando alguno de los obligados a hacer el nombramiento no compareciera o cuando no
pudiesen ponerse de acuerdo, la designación se realizará de oficio por el tribunal, debiendo recaer en
abogados de la matrícula de conformidad a la lista que haya confeccionado con anterioridad el TSJ.

Designación de los árbitros


Los árbitros son designados por las partes generalmente cuando se formaliza el compromiso
arbitral, pero si existe cláusula compromisoria previa, ella puede contener el nombre del o los árbitros que
laudarán en el futuro.
El número de árbitros previsto por el código es de uno o tres, nombrados de común acuerdo por
las partes. Si ni hubiere acuerdo en cuanto al número, en el arbitraje forzoso y en el de origen voluntario,
pero de cumplimiento obligatorio por contrato, el tribunal determinará si actuará uno o tres árbitros, de
acuerdo a la importancia del asunto a resolver, y la resolución que dicte será irecurrible.
Una vez efectuado el nombramiento, el tribunal ordenará que se notifique a los nombrados para
su aceptación jurada, sin cuyo requisito no podrán desempeñar su función.

Recusación
Dispone el artículo 619 del CPC que los árbitros son recusables por las mismas causales que los
jueces ordinarios.
Sin embargo, es necesario distinguir entre los árbitros designados de oficio, que pueden ser
recusados por causas anteriores a su nombramiento, y los nombrados de común acuerdo, los que sólo lo
serán por causas nacidas o conocidas después de la designación.
El incidente de recusación debe interponerse ante los mismos árbitros, dentro de los tres días en
que fuere conocida la causa, o ante el tribunal, si no hubieren aún aceptado el cargo.
En la demanda incidental de recusación debe expresarse la causal en que se funde y la prueba
que haya de valerse. De ella se correrá traslado al recusado, y si este no se inhibe, el incidente será
remitido para su decisión al tribunal, a quien correspondería el conocimiento del asunto si no se hubieren
nombrado árbitros.

Bolilla nº 17: Medios impugnativos – Incidentes – Recursos

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

17.1 Impugnaciones: Concepto. Procedimiento. Clases


Se ha definido a la impugnación procesal como el poder concedido a las partes y
excepcionalmente a terceros tendiente a lograr la modificación, revocación, anulación o sustitución de un
acto procesal que se considera ilegal o injusto.
El ejercicio del poder de impugnar está supeditado a la concurrencia de determinados
presupuestos:
1. Legitimación del sujeto que impugna;
2. Un acto procesal o un procedimiento irregularmente cumplido;
3. Que se invoquen vicios y se exhiban agravios.
Los motivos de impugnación son los denominados “vicios in procedendo y vicios in iudicando”.
Los errores in procedendo son los vicios en la actividad, en tanto que los errores in iudicando son los
vicios en el juicio o en el razonamiento.
El vicio in procedendo se configura por la desviación de los sujetos en los trámites o en los
procedimientos y dan lugar a la nulidad. En cambio los errores in iudicando ocurren por mala o
equivocada aplicación de la ley sustancial o por incorrecta reconstrucción de los hechos; son errores en el
fondo (en el contenido del fallo) y ocurren por la aplicación de una ley inaplicable o por la no aplicación de
la que fuere aplicable.
El objeto impugnativo es comprensivo de las resoluciones emanadas del tribunal y de los actos
de las partes, que no sean actos de postulación.
El acto impugnativo tiene dos elementos:
a) Agravio: Se trata de las razones que se expresan sobre el fundamento de la impugnación. Se debe
señalar el error que se imputa al acto procesal, en virtud del cual se sufre el “agravio”.
b) Instancia: Se trata de determinar en que “oportunidad” se va a resolver y “quien” será el encargado de
resolver.

Medios impugnativos:
El poder de impugnación puede ponerse en práctica a través de las denominadas “vías o medios
impugnativos”. Ellos son: a) el incidente; b) el recurso; c) la acción impugnativa; d) la excepción o
defensa.
a) El incidente impugnativo ataca actos procesales que no sean resoluciones judiciales, e implica
la no devolución a otro tribunal de superior jerarquía, procurándose, que el mismo tribunal donde se
realizó el acto procesal impugnado, resuelva el incidente.
b) El recurso procede solamente contra las resoluciones judiciales (sentencia, autos o decretos) 1
y persigue la revocación, sustitución o invalidación de la resolución impugnada. Los medios recursivos
son la reposición, la apelación, la casación, la inconstitucionalidad y el directo.
c) La acción impugnativa importa el ejercicio del poder de acción procesal cuyo contenido es una
pretensión invalidatoria contra la cosa juzgada írrita, fundada en los motivos previstos por la ley, que se
interpone y tramita ante el TSJ, sustanciándose por el trámite previsto para el juicio ordinario. La
competencia del TSJ no es funcional sino originaria.
d) Las excepciones procesales atacan la legitimación para obrar o del obrar en un proceso
determinado y tienen por objeto posibilitar una adecuada traba de la Litis. Es una de las formas de
plantear la nulidad en el proceso ya que cuando se articula una excepción procesal, se está denunciando
un vicio de forma, con la pretensión de que le acto viciado, no siga produciendo efectos en el proceso.
En cambio, no podemos llamar impugnaciones a las excepciones sustanciales o perentorias,
porque éstas constituyen nominaciones concretas de específicos medios de oposición, que
genéricamente se denominan defensas porque atacan al derecho sustancial de la relación jurídica.

17.2 Incidentes: Concepto. Clases


Conforme al artículo 426 del CPC: “Los incidentes son cuestiones que se suscitan
durante la tramitación de un pleito y que tienen alguna conexión con él”.
Durante el curso del proceso normalmente se pueden originarse conflictos que requieren ser
sustanciados y resueltos con independencia de la cuestión que constituye la materia principal; esto se
logra por medio de los incidentes.
Existe en ellos una demanda (demanda incidental) que contiene la pretensión que se encuentra
relacionada con la cuestión principal; una contestación de la demanda; una etapa probatoria
generalmente eventual y una etapa resolutoria que culmina con el dictado de un auto o resolución
interlocutoria.
Las pretensiones incidentales pueden consistir en un acuse de negligencia de la parte contraria,
el pedido de sustitución de una medida cautelar, la nulidad de un acto procesal por vicios de forma, el
planteo de perención de la instancia, etc.

Clases:
Criterio Se denominan Consisten
1
Las sentencias resuelven las pretensiones de las partes. Los autos resuelven un incidente. Los
decretos resuelven cuestiones de mero trámite.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Según el Nominados e Incidentes nominados: su trámite está regulado


trámite por el innominados o específicamente en la legislación procesal y supletoriamente
cual se genéricos se aplican las normas del juicio abreviado.
sustancian Incidentes innominados o genéricos: se rigen por el
procedimiento del juicio abreviado.
Según el Suspensivos y no Suspensivos: Los incidentes que impidieren la prosecución
efecto suspensivos de la causa principal se sustanciarán en la misma pieza de
autos, quedando entre tanto en suspenso el curso de
aquélla.
No suspensivos: Los incidentes no suspensivos se tramitan
por cuerdas separadas, y no afectan el desarrollo del juicio
principal.
Como regla, los incidentes no suspenden el trámite del
proceso principal.

17.2.1 El incidente de Nulidad


Los actos procesales cumplidos dentro del proceso deben hacerse de manera regular y legal; es
decir, sin vicios que los invaliden.
El vicio puede ser conceptualizado como la discordancia del acto con la norma que lo regula;
éste puede ser objetivo o subjetivo. Es objetivo cuando la irregularidad se encuentra en el acto mismo, y
subjetivo cuando quien lo cumple no estaba facultado para realizarlo o había prescripto o caducado el
poder o la facultad para hacerlo.
Cuando el acto se encuentra viciado, debemos acudir a las sanciones procesales, a las que
definimos como las conminaciones de invalidez previstas que se ciernen sobre los actos procesales
tendientes a resguardar la regularidad del trámite.
Dentro de las sanciones procesales encontramos a la nulidad, la cual se manifiesta cuando el
vicio ha ingresado al proceso y ha producido efectos; para hacerlo cesar deberá pedirse la invalidación
mediante la declaración de nulidad.
La nulidad procesal tiene los siguientes presupuestos:
1. Principio de especificidad: En virtud de este principio, no hay nulidad sin un texto legal que la
conmine o que la declare. Este requisito se encuentra en el artículo 76 del CPC que dispone: “Procederá
la nulidad de los actos procesales cuando la ley prevea expresamente esa sanción”. Sin embargo
debemos destacar, que la nulidad en materia procesal, no es sólo procedente cuando exista un texto
expreso de la ley que así la conmine, sino que este principio general reconoce excepciones; por ejemplo,
cuando la nulidad es la consecuencia de las omisiones de formalidades esenciales del acto, también
procedería en ese caso su declaración, aunque no esté expresamente conminada en un texto legal. Es lo
que la doctrina conoce como nulidades implícitas.
2. Principio de trascendencia: Este principio está plasmado en la máxima “las nulidades no
existen en el mero interés de la ley: no hay nulidad sin perjuicio. Se requiere que quien invoque el vicio
formal, alegue y demuestre que tal vicio le produjo un perjuicio cierto e irreparable que no puede
subsanarse sino con el acogimiento de la sanción de nulidad
Este principio está consagrado en el artículo 77 del CPC que nos dice que la nulidad se
declarará a petición de parte, quien al promover el incidente deberá expresar el perjuicio sufrido derivare
el interés en obtener la declaración.
3. Principio de convalidación: Se podría expresar de manera general que en función del carácter
excepcional y restrictivo de las nulidades de procedimiento, por el cual se admite que éstas pueden ser
saneadas por el consentimiento de las partes, manifestado de esta manera expresa o tácita.
El artículo 78 del CPC dispone: “El incidente debe ser promovido dentro de los cincos días de
conocido el acto viciado. Transcurrido dicho plazo se entenderá que ha sido consentido por la parte
interesada en la declaración de nulidad”.

17.2.2 Incidente de reposición


Constituye en paridad de conceptos un incidente, porque no tiene efecto devolutivo propio de los
recursos, toda vez que por su intermedio se pretende que el mismo tribunal que dictó la resolución
impugnada, utilizando su poder decisorio, la elimine, modifique o revoque por contrario imperio.
El recurso de reposición procede contra los decretos o autos dictados sin sustanciación, traigan o
no gravamen irreparable, a fin de que el tribunal que los haya dictado, los revoque por contrario imperio.
Lo decisorio por el que las resoluciones mencionadas puedan ser susceptibles de ser atacadas
por la reposición, es que hayan sido dictadas sin sustanciación.
Una vez interpuesta la reposición el tribunal corre traslado de la misma (Arts. 170 del CPCCba)
por tres días a la otra parte, y luego dicta el pronunciamiento resolviendo la misma.

17.3 Recursos ordinarios


17.3.1 Concepto. Clases
El recurso es un acto jurídico procesal que pertenece a las partes –o terceros equiparados a las
partes en el proceso-, que tiende a enmendar un error del tribunal producido en una resolución

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

jurisdiccional (decretos, autos o sentencias). Es una facultad o un derecho subjetivo del litigante, el cual
no puede ser renunciado in abstracto.
Podemos definir al recurso como el medio que la ley procesal le acuerda a los litigantes para
requerir la revocación o anulación de una resolución que le cause agravio, al mismo tribunal que lo dictó o
a otro de superior grado.
Respecto a la legitimación para recurrir, el artículo 354 dispone: “Sólo podrá recurrir la parte que
tuviere un interés directo.
Los terceros afectados por una resolución, o por su ejecución, podrán recurrir en las mismas
condiciones y plazos que las partes, contados desde que tomaron conocimiento del hecho”.
No sólo basta con revestir la calidad de parte legitimada, sino que el recurrente debe cumplir con
una serie de requisitos formales para poder interponer un recurso, que hacen a las circunstancias de
tiempo, modo e interés.
El artículo 355 del CPC dispone que el recurso será declarado inadmisible si la resolución fuere
irecurrible, se hubiere interpuesto fuera del plazo, sin las formalidades correspondientes, por quien no
tenga derecho o no se fundaren en los motivos que la ley prevé.
El plazo para interponer un recurso es fatal, por tanto fenece por el mero vencimiento, sin
necesidad de acuse de negligencia por parte de la contraria ni resolución alguna del tribunal.

Clases:
La clasificación de los recursos en nuestro Código Procesal es la siguiente:
* Recursos ordinarios:
- Apelación
- Nulidad (incluida dentro de la apelación)
- Reposición
* Recursos extraordinarios locales:
- Casación por errores de procedimiento
- Casación por errores de juzgamiento
- Casación constitucional provincial
* Recurso extraordinario federal:
- Casación constitucional nacional
* Recursos auxiliares:
- Directo
- Aclaratoria
- Pronto despacho y retardada justicia
* Acción impugnativa:
- Revisión

La doctrina predominantemente distingue entre:


- Recursos ordinarios: Son aquellos que la ley arbitra con el objeto de permitir al justiciable la
impugnación genérica de un resolución por errores “in procedendo” o “in iudicando” dentro de las
instancias regulares del proceso, previstas en la organización judicial.
- Recursos extraordinarios: Son aquellos en que las causales de procedencia están
taxativamente enumeradas en la ley adjetiva, y versan generalmente sobre cuestiones de derecho rara
vez de hecho.

Recurso de reposición
El recurso de reposición procederá contra los decretos o autos dictados sin sustanciación,
traigan o no gravamen irreparable, a fin que el tribunal que los haya dictado, cualesquiera fuere su grado,
los revoque por contrario imperio.
El recurso deberá interponerse dentro de los tres días siguientes al de la notificación de la
providencia y el tribunal dictará la resolución previo traslado por igual plazo. Cuando la procedencia o
improcedencia del recurso fuese manifiesta, el tribunal podrá resolverlo sin sustanciación mediante simple
providencia fundada.
Contra las resoluciones dictadas en el transcurso de una audiencia el recurso se interpondrá,
tramitará y resolverá en el mismo acto.
Cuando la resolución dependiera de hechos controvertidos, excepcionalmente el tribunal abrirá
previamente a prueba por un plazo que no excederá de diez días.
En cuanto a los efectos, el artículo 360 dispone: “El recurso de reposición suspende los efectos
de la resolución recurrida, salvo cuando el recurso de apelación subsidiario que fuere procedente no
tenga efecto suspensivo”.

17.3.2 Apelación y Anulación: Concepto. Naturaleza. Efectos. 17.3.3 Adhesión. Deserción


El recurso de apelación es el remedio procesal encaminado a lograr, que un órgano judicial
jerárquicamente superior (ad quem), con respecto al que dictó una resolución (a quo) que se estima
injusta, la revoque, modifique o sustituya, total o parcialmente, dentro de los límites establecidos por la
expresión de agravios.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El recurso de apelación, según el art. 361 del CPCC, procede contra:


a) Las sentencias definitivas, que son aquellas resoluciones que resuelven el proceso después
de su integral tramitación.
b) Los autos, que son las resoluciones judiciales que deciden una cuestión incidental relativa al
proceso y se dictan como consecuencia de discrepancias de partes surgidas en el curso del
procedimiento.
c) Las providencias simples que causen un gravamen que no pueda ser reparado en la
sentencia. Las providencias simples son aquellas resoluciones que se producen como respuestas a todas
las peticiones de partes, que procesalmente fundadas, impulsan el procedimiento hasta su terminación,
por ejemplo, el proveído que admite la demanda.
El artículo 362 del CPC dispone que el recurso de apelación comprende los vicios de nulidad de
las resoluciones por violación de las formas y solemnidades que prescriben las leyes. Declarada la
nulidad, la cámara resolverá sobre el fondo de la cuestión litigiosa.
Esta norma sigue la moderna doctrina procesal que aconseja eliminar el recurso de nulidad como
remedio autónomo y subordinado al recurso de apelación y establecer que este último configure la vía
apta para obtener la enmienda de errores “in procedendo” cometidos en la resolución impugnada.
Los vicios in procedendo contenidos en las sentencia que justifican su anulación mediante la
apelación son los que el artículo 362 del CPC define como “violación de las formas y solemnidades que
prescriben las leyes para el dictado de las resoluciones”.
La violación de las formas y solemnidades establecidas por la ley para el dictado de las
resoluciones, pueden agruparse en dos clases:
1. Errores externos a la resolución: Ejemplo: que ella no sea dictada por escrito, no esté firmada,
no contenga la fecha, no tenga las partes estructurales establecidas por la ley –vistos, considerando,
autos-
2. Errores internos de la resolución: ejemplo: ausencia de fundamentación, expresión oscura e
imprecisa, omisión de decidir cuestiones esenciales, etc.
El recurso de apelación debe interponerse, dentro del plazo de cinco días de notificada la
resolución atacada, por escrito o por diligencia, salvo que fuese juntamente deducido con el de reposición,
en cuyo caso deberá fundarse la apelación en el mismo acto de interposición.
En consecuencia, como regla general, el recurso de apelación se desdobla en dos actos:
A- El de interposición, ante el “a quo”, denominado como acto de voluntad, donde la parte
agraviada por la resolución, por escrito o por diligencia, manifiesta que viene a apelar.
B- El del fundamentación o “expresión de agravios”, ante el “ad quem”, denominado acto de
inteligencia, en el cual el apelante debe formular una crítica, concreta, precisa y razonada de la resolución
atacada.
Declarada la nulidad de la resolución judicial, el tribunal “ad quem” resolverá sobre el fondo de la
cuestión, sin revisar la causa del “a quo”.

Apelación subsidiaria:
Dispone el artículo 363 del CPC: “Si el decreto o autos de que se trate no hubiesen sido
sustanciados, el recurso de apelación podrá interponerse en subsidio del de reposición.
Quien plantea la reposición sólo podrá apelar la decisión sobre el recurso por los agravios
nacidos con motivos de la resolución”.

Efectos del recurso de apelación:


El Art. 365 del CPCC establece que el recurso será concedido con efecto suspensivo, a menos
que la ley disponga lo contrario.

Concesión del recurso:


El artículo 368 del CPC establece que el tribunal proveerá sobre el recurso, sin sustanciación. La
resolución en que se conceda el recurso no será recurrible pero podrá ser revocada por el superior a
solicitud de parte, o reformada en cuanto al efecto en que haya sido concedido (por ejemplo, si el recurso
fue concedido con efecto suspensivo cuando correspondía efecto no suspensivo).
Esta reclamación se hará dentro de los tres días de la notificación del primer proveído que dicte
el tribunal “ad quem”, quien resolverá, dentro del plazo de diez días, previo traslado a la contraria.

Adhesión:
La adhesión al recurso es una institución mediante la cual el justiciable que no apeló la
sentencia, frente a la apelación de su adversario, puede adherir a ese recurso.
La adhesión es deducible en la alzada (ante el tribunal “ad quem”, luego de haberse concedido el
recurso principal), por quien no recurrió en término, cuyo fundamento se encuentra en el principio de
igualdad procesal.
El CPC sólo contempla ese instituto cuando se trata de un recurso de apelación, así el art. 372
del CPC establece: “De la expresión de agravios se correrá traslado al apelado por diez días para que
conteste y, en su caso, adhiera al recurso, de la adhesión se correrá traslado al apelante por igual plazo”.

Prueba en la alzada:

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

La apertura a prueba en la alzada o en segunda instancia, reviste carácter excepcional. En este


sentido el inc. b del artículo 375 del CPC, modificando el régimen de libertad probatoria que rige para la
primera instancia, expresa que en segunda instancia la prueba no será admitida cuando los hechos o la
clase de prueba de que se trate fueran notoriamente impertinentes.
Es que, si se admitiera un criterio liberal para abrir a prueba la segunda instancia,
necesariamente la primera sería una etapa de tanteo y experimentación.

Oportunidad:
El Art. 375 del CPCC establece que las partes podrán, en los escritos de expresión de agravios,
ofrecer la prueba, sin perjuicio de lo dispuesto para las pruebas documental y confesional, las cuales
tienen un régimen distinto y por lo tanto pueden ofrecerse luego de esa oportunidad.
El CPC dispone que la absolución de posiciones será admitida hasta la oportunidad del artículo
377, es decir hasta el momento en que los autos pasan a estudio, y sólo podrá referirse a hechos o
circunstancias que no hubieren sido objeto de prueba con anterioridad.

Procedencia:
Según el Art 375, inc. 2, del CPCC, el ofrecimiento de prueba en segunda instancia será
procedente en los siguientes casos:
1. Si por motivos no imputables al oferente no se hubiese practicado en primera instancia la
prueba por él ofrecida, por ejemplo, si el testigo ofrecido viajo al extranjero.
2. Si se alegara algún hecho nuevo conducente al pleito, ignorado antes o posterior al plazo de
prueba en primera instancia.
3. Cuando en juicio abreviado o ejecutivo se hubiere denegado indebidamente la apertura a
prueba o alguna medida de prueba.

Procedimiento:
El Art. 375, inc. 3, apartado a, del CPCC, expresa que si el oferente de la prueba fuere el
apelante, el apelado podrá expedirse sobre el pleito y ofrecer prueba en la contestación de agravios. En el
caso inverso, esto es que ofrezca prueba el apelado, se correrá traslado por seis días al apelante a los
mismos fine.
Cumplidos los tramites anteriores, se admitirá o rechazará la prueba.

Plazo:
El Art. 375, inc. 3, apartado c, del CPCC, establece que si la prueba se admite, el plazo para su
producción será de veinte días, salvo el juicio abreviado y ejecutivo, donde el plazo será el
correspondiente a esa clase de juicio.

Prueba de primera instancia:


Finalmente, el artículo 376 del CPC establece que: “Las pruebas producidas en primera instancia
en tiempo oportuno, que se recibieran diligenciadas luego de la resolución recurrida, se agregarán a los
autos”.

Autos a estudio:
El Art. 377 del CPCC prescribe que evacuados los traslados o en su caso producida la prueba,
se pasarán los autos a estudio.

Alegatos:
El Art. 378 del CPCC establece que habiéndose diligenciado la prueba, dentro de los seis días de
haberse corrido traslado, las partes podrán presentar un escrito sobre el mérito de aquella. Con el escrito
de mérito de la causa, o sin él, y firmados el decretos de autos a estudio, la causa queda conclusa para
definitiva y entra a conocimiento del tribunal.

17.4 Recursos auxiliares


17.4.1 Pronto despacho y retardada justicia
Dispone el artículo 126: “Vencido el plazo en que debe dictarse cualquier proveído o resolución,
el interesado podrá pedir el pronto despacho, y si dentro de tres días posteriores a la fecha de su
presentación no lo obtuviere, procederá el recurso de retardo de justicia, por ante el superior inmediato,
en los términos, plazos y procedimiento dispuesto por los artículo 402 y 403.
Cuando corresponda, podrá ser condenado el juez o los miembros de la Cámara, a una multa
disciplinaria en la medida autorizada por la Ley Orgánica del Poder Judicial”.
Por su parte, el artículo 127 establece: “La decisión a que se refiere el último párrafo del artículo
anterior, puede ser impugnada por los jueces en vía directa ante el Tribunal Superior de Justicia y por los
magistrados de Cámara, mediante recurso de reconsideración ante la misma autoridad que impuso la
sanción”.

17.4.2 Aclaratoria. Interpretación de la sentencia

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

Aclaratoria de sentencia:
Según el artículo 336, pronunciada y notificada la sentencia, concluye la competencia del tribunal
respecto del pleito, pero podrá corregir cualquier error material, aclarar algún concepto oscuro o suplir
cualquier omisión, siempre que se solicite dentro de los tres días siguientes al de la notificación.
Solicitada la aclaratoria o corrección de la sentencia, el tribunal resolverá, sin sustanciación, en el
plazo de diez días.
El plazo para recurrir se computará desde la notificación a cada parte de la resolución aclaratoria
o que niegue la misma.

Interpretación de la sentencia:
Se rige de acuerdo con el artículo 338. Lo dispuesto sobre la conclusión de la competencia del
tribunal, no obsta para que pueda interpretar su propia sentencia en cualquier tiempo, a mérito de la
ejecución de ésta, o de juicio contradictorio sobre su inteligencia.

17.4.3 Recurso. Directo


El recurso directo, también llamado de “queja” o “de hecho”, constituye un remedio procesal
tendiente a obtener que el tribunal competente para entender en segunda o ulterior instancia, tras revisar
el juicio de admisibilidad efectuado por el órgano inferior, revoque la providencia denegatoria del recurso,
la declare admisible, y, eventualmente, disponga sustanciarla en la forma y efectos que corresponda.
El artículo 402 dispone: “Denegado un recurso de apelación, casación o inconstitucionalidad, el
interesado podrá interponer recurso directo ante el superior en el plazo de diez días”.
El recurso directo reconoce como límite el examen de la denegatoria del recurso, sin que
corresponda investigar la materia que constituye el contenido del pronunciamiento impugnado.
El recurso directo debe bastarse a si mismo, de manera tal que su resolución sea posible con los
recursos acompañados en su interposición. En este sentido, el artículo 402 del CPC exige que el
impugnante del recurso directo, bajo pena de inadmisibilidad, deberá:
1. Constituir domicilio.
2. Acompañar copia simple suscripta por el letrado del recurrente, de la resolución recurrida, de
la interposición del recurso y en su caso de la contestación, y de la denegación.
3. Indicar, las fechas en que quedó notificada la resolución recurrida, en que se interpuso el
recurso, y en que quedo notificada la resolución denegatoria.
Podrá también agregar copia, en la misma forma, de las constancias del expediente que estime
pertinentes.
El artículo 403 dispone, respecto del trámite: “Presentado el recurso en debida forma, el superior
resolverá en el plazo de diez días, previa orden al inferior para que informe los motivos de la denegación
si no estuvieren expresados en la resolución, o para que los amplíe, dentro del plazo de cinco”.
Por su parte, el artículo 405 establece: “Rechazado el recurso directo, se notificará la resolución
y se remitirán las actuaciones al inferior para ser agregadas al principal”.
Si se hiciere lugar al recurso directo y se tratare de apelación, el superior ordenará, la elevación
del expediente en la misma resolución. El inferior remitirá los autos previa notificación al apelado y
emplazamiento previsto en el artículo 367 del CPC.
Cuando se hiciere lugar al recurso y se tratare de casación o inconstitucionalidad, el superior,
resolverá sobre el fondo del asunto, a cuyo fin podrá requerir las actuaciones necesarias, para resolver la
cuestión sustancial o de fondo.
Cuando el inferior haya rechazado, sin tramitación previa, el recurso de casación por
considerarlo manifiestamente inadmisible; en caso de prosperar el recurso directo, y considerar el
superior que el recurso fue mal denegado, deberá remitir las actuaciones del recurso directo al inferior
para la correspondiente tramitación.

Bolilla nº 18: Recursos extraordinarios – Casación

18.1 Casación. Concepto. Naturaleza. Efectos


18.1.1 Resoluciones recurribles. Procedimiento. Plazo. Motivos. Trámite ante el Tribunal
Superior. Efectos
La casación es un recurso extraordinario establecido por la ley para atacar sentencias definitivas
o autos equiparables a tales, dictados por la Cámara de Apelaciones, cuando en tales resoluciones se
verifiquen los vicios que la ley establece como motivos de tal impugnación.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

La casación no puede ser ejercitada mediante la invocación de cualquier agravio, sino que
requiere para su procedencia, que el gravamen sea vehiculizado a través de los motivos que la ley prevé
a tal fin. En este sentido, el artículo 383 del CPC dispone: “El recurso de casación procederá por los
siguientes motivos:
1. Que la decisión se hubiere dictado violando los principios de congruencia o de
fundamentación lógica y legal, o que se hubiere dictado con violación de las formas y solemnidades
prescriptas para el procedimiento o para la sentencia. No procederá si el recurrente hubiere concurrido a
producirla, aceptado los actos nulos, o que éstos, no obstante la irregularidad, hubieren logrado la
finalidad a que estaban destinados; o no resultare afectada la defensa en juicio.
2. Que se hubiere violado la cosa juzgada.
3. Que el fallo se funde en una interpretación de la ley que sea contraria a la hecha, dentro de los
cinco años anteriores a la resolución recurrida, por el propio tribunal de la causa, por el TSJ, un tribunal
de apelación en lo civil y comercial, u otro tribunal de apelación o de instancia única, de esta provincia.
4. Que el fallo contraríe la última interpretación de la ley hecha por el TSJ en ocasión de un
recurso fundado en el inciso precedente”.

Resoluciones recurribles:
Dispone el artículo 384 del CPC: “El recurso de casación podrá interponerse contra las
sentencias definitivas, los autos que pongan fin al proceso, hagan imposible su continuación o causen un
gravamen irreparable, dictados por la Cámara.
También procederá, en los supuestos previstos en los incisos 3 y 4 del artículo 383, aunque la
resolución recurrida no fuere definitiva.
No se entenderá por sentencia definitiva la que se dicte en los juicios que, después de
terminados, no obsten a la promoción de otros sobre el mismo objeto”.
Resulta improcedente el recurso de casación planteado contra una resolución dictada por el juez
de primera instancia, por cuanto el decisorio que se impugna debe emanar de la Cámara de Apelaciones.
Los agravios que produzca la resolución de primera instancia pueden ser reparados mediante el recurso
de apelación.
La sentencia dictada por la Cámara, debe ser definitiva. El carácter de definitividad o no del
decisorio, se encuentra directamente vinculado con la posibilidad o no de subsanar el agravio que se
endilga al resolutorio atacado, por otra vía procesal.
Es decir que a fin de poder determinar si estamos o no frente a una sentencia definitiva a los
fines de casación, debemos indagar si al recurrente le queda o no otro canal jurídico para superar su
agravio, por ejemplo, otro juicio.
En consecuencia, son impugnables por la vía casatoria, aquellas resoluciones que tienen eficacia
suficiente para hacer cosa juzgada material sobre el derecho de los litigantes que es objeto del juicio.
El artículo 384 equipara a la sentencia definitiva a los “autos que pongan fin al proceso, hagan
imposible su continuación o causen un gravamen irreparable”, pudiendo contra tales resoluciones
interponerse recurso de casación.
Dentro de esta categoría de autos encontramos, por ejemplo: el auto que decide hacer lugar a
una excepción de cosa juzgada o el que declara la deserción de un recurso de apelación interpuesto
contra una sentencia de primera instancia, o que declara la perención de la segunda instancia, etc.

Interposición del recurso:


Dispone el artículo 385: “El recurso se interpondrá por escrito, dentro de los quince días de
notificada la sentencia, ante el tribunal que la hubiere dictado, y, bajo sanción de inadmisibilidad,
contendrá:
1. El motivo en que se basa y los argumentos sustentadores de cada motivo.
2. La aplicación e interpretación de derecho pretendida, en los casos de los inc. 3 y 4 del artículo
383.
3. la constitución de domicilio, dentro del radio de la Ciudad de Córdoba, si el tribunal tuviese su
asiento en otro lugar.
En los supuestos del art. 383 incs. 3 y 4, se deberá acompañar copia de la resolución de la que
surge la contradicción…”.

Admisibilidad y procedencia:
Para que el recurso de casación pueda cumplir con su objetivo de lograr la descalificación del
decisorio, deberá trasponer una doble línea de obstáculos, referida a la admisibilidad y procedencia del
recurso. Esto importa, en la practica, un doble control, que acaece en momentos cronológicamente
diversos, y se refiere a cuestiones también distintas.
El control de admisibilidad procura verificar que en el recurso se hayan cumplido los recaudos
previstos en el artículo 385 del CPC.
Por su parte, las condiciones de procedencia hacen al fundamento del recurso.
Una vez presentado el recurso de casación, el tribunal decretará traslado a la contraparte por el
plazo fatal del quince días para que lo conteste, quien deberá constituir domicilio dentro del radio de la
ciudad de Córdoba si el tribunal que dicto la resolución atacada tuviere su asiento en otro lugar, bajo
apercibimiento de efectuarse las notificaciones como si estuviere rebelde.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

En el supuesto de concesión, la Cámara debe remitir las actuaciones ante el Tribunal Superior de
Justicia. En este estadio procesal, el órgano casatorio efectuara de manera liminar un nuevo juicio de
admisibilidad del recurso de casación. Ello por cuanto, la resolución dictada por el tribunal a quo que
declaro admisible el recurso de casación interpuesto, es meramente interina y subordinada a la decisión
del tribunal ad quem, quien efectúa o puede efectuar un nuevo examen en dicho aspecto.
Recibido el expediente por el TSJ, puede admitir o rechazar el recurso de casación.
El rechazo del recurso, por improcedente o por inadmisible, produce como efecto la confirmación
del decisorio atacado, quedándole al vencido la alternativa de interponer, el recurso extraordinario federal.
Por el contrario, el resolutorio del tribunal que admitiendo el recurso de casación, produce como
efecto la revocación de la resolución recurrida, total o parcialmente, en la medida del acogimiento de la
impugnación deducida.
El CPC faculta al TSJ a que, luego de anular el fallo dictado en violación de la ley, disponer el
reenvío de la causa al tribunal que deba entender en la nuevo juzgamiento o, si lo estimare procedente,
decidir él mismo el punto discutido, con arreglo a derecho.
Pero, si se declararse nulo el procedimiento (me refiero al procedimiento que fue recurrido) se
remitirán los autos al tribunal que corresponda para que la causa sea nuevamente tramitada y juzgada. Es
decir, que en el supuesto de casación por nulidad en el procedimiento, luego de recibida la sentencia de la
Cámara, el TSJ no puede resolver sobre el fondo de la cuestión sino que tal decisión deberá ser realizada
por el tribunal de reenvío.
La decisión del TSJ siempre es vinculante para el tribunal de reenvío, en cuanto a este último no
le está permitido apartarse de la doctrina sentada por el Tribunal Superior.

Efectos:
Por regla, el recurso de casación tiene efecto suspensivo. Es decir que el recurrido encuentra la
imposibilidad de ejecutar la decisión impugnada, mientras el recurso no haya sido resuelto. Tal solución se
explica por cuanto la sentencia de la Cámara al estar recurrida en casación, no ha adquirido firmeza, y por
lo tanto, no es susceptible de ser ejecutada.
No obstante, este principio general tiene dos excepciones.
1. El legislador ha previsto que pueden ejecutarse las sentencias cuando el recurso de casación
interpuesto se tratare de los supuestos del art. 383 incs. 3 y 4, y el fallo impugnado no fuere definitivo.
2. La segunda excepción se da en aquellos supuestos en que la sentencia condene al pago de
una suma de dinero. En tal hipótesis, la posibilidad de ejecutar el fallo impugnado responde a un criterio
de oportunidad tenido en cuenta por el legislador, quien ha preferido autorizar una ejecución de la
resolución impugnada, aun a riesgo de una eventual revocación.
Ahora bien, para poder ejecutar la sentencia es necesario la concurrencia de tres condiciones: 1)
El recurrido debe ser un fallo que condene al pago de una suma de dinero; 2) Ofrecimiento de caución
que a juicio del Tribunal Superior sea bastante. Tal recaudo persigue asegurar el valor de lo litigado, las
costas, y los demás daños y perjuicios que pudieren causarse al ejecutado, en caso de revocarse la
sentencia recurrida; 3) De la caución ofrecida debe correrse traslado al recurrente.

18.2 Acciones impugnativas


La revisión, en sentido estricto, no constituye un recurso como lo denomina el artículo 395 del
CPC, sino una demanda (acción) de impugnación que contiene una pretensión de invalidación contra una
sentencia definitiva firme o pasada en autoridad de cosa juzgada.
En principio, contra la sentencia definitiva pasada en autoridad de cosa juzgada no procede
ningún recurso. Sin embargo, el ordenamiento procesal prevé ciertos supuestos extraordinarios en que es
posible la anulación de una sentencia definitiva, fundado en consideraciones de índole humanitarias, de
justicia y trascendencia social, que vienen a corregir la imperfección del proceso.
El artículo 395 del CPC afirma que “El recurso de revisión procederá por los siguientes motivos:
a) Cuando la sentencia haya recaído en virtud de documentos:
1. Que al tiempo de dictarse aquella, ignorase una de las partes que estuvieran reconocidos o
declarados falsos.
2. Que se reconocieran o declarasen falsos, después de la sentencia.
En ambos supuestos en fallo irrevocable.
b) Cuando la sentencia se hubiere obtenido en virtud de testimonios declarados falsos en fallo
irrevocable.
c) Cuando después de pronunciada la sentencia, se obtuviesen documentos decisivos ignorados
hasta entonces, extraviados o detenidos por fuerza mayor o por obra de la parte a cuyo favor se hubiere
dictado aquella.
d) Cuando la sentencia se hubiere obtenido n virtud de prevaricato, cohecho, violencia u otra
maquinación fraudulenta”.
Por este medio son recurribles la sentencias definitivas o autos que pongan fin al proceso o
hagan imposible su constitución, con la limitación establecida en el artículo 384 del CPC, cualquiera haya
sido la instancia en que haya quedado firmes.

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DERECHO PROCESAL II
(PROCESAL CIVIL)

El recurso se interpondrá no ante el tribunal que dictó la resolución impugnada, como sucede con
los otros recursos, sino ante el TSJ, dentro de los treinta días desde que se tuvo conocimiento del motivo
que justifica la revisión. En ningún caso se admitirá el recurso pasado cinc años desde la fecha de la
sentencia definitiva.
En el escrito, deberá acompañarse copia del fallo que se impugne y, cuando corresponda, copia
de la sentencia que se declaró la falsedad, el cohecho o la violación de las condiciones del artículo 385. Si
correspondiere se agregarán los documentos, o en su defecto, se indicará en forma precisa, donde se
encuentran.
Dentro de los diez días de interpuesto el recurso, el TSJ resolverá sobre su admisibilidad. En
caso de declararlo procedente, el proceso se sustanciara por el trámite del juicio ordinario.
Como regla el recurso de revisión no tiene efecto suspensivo, pero a petición del recurrente, a
modo de excepción, el TSJ podrá ordenar la suspensión de la ejecución, previa caución, que a juicio del
tribunal sea bastante para responder por las costas y por los daños y perjuicios que pudieren causarse al
ejecutante si el recurso fuere rechazado. Del ofrecimiento de caución se correrá traslado a la contraparte.
La suspensión de la ejecución solicitada por el recurrente tiene el carácter de una auténtica
medida cautelar, en la que el solicitante, debe acreditar:
1. La verosimilitud del derecho
2. El peligro en la demora.
3. La contracautela.

18.3 Inconstitucionalidad
El recurso de inconstitucionalidad constituye un remedio extraordinario de carácter procesal
instituido para impugnar la sentencia definitiva o resoluciones equiparables a tal dictada por la Cámara de
Apelaciones que decide un caso constitucional.
Mediante este recurso se atribuye al TSJ en pleno, el poder-deber de declarar la
inconstitucionalidad de las normas repugnante a la Constitución, contenidas en las resoluciones judiciales
a que hace referencia el artículo 392.
El recurso de inconstitucionalidad en rigor, es una verdadera “casación constitucional”, que debe
diferenciarse de la casación común por ser diverso su objeto. El objeto del recurso de
inconstitucionalidad es la ley misma, en cuanto a su validez constitucional: el examen que provoca se
refiere a la congruencia o discordancia de la ley con la Constitución. Por su parte, el objeto del recurso de
casación, es la sentencia, en cuanto en ella se interpreta y aplica la ley: el examen se refiere a la
adecuación de la sentencia a las normas legales.
Es decir que si el recurso de casación tiene procedencia es porque ha existido un error del juez;
en cambio, para que tenga cabida el recurso de inconstitucionalidad es preciso no sólo un déficit del
juzgador, sino también un error del legislador, consistente en dictar una norma inconstitucional.
a) Procedencia: El primer requisito para que el recurso pueda ser considerado, es que exista
planteada y resuelta una cuestión constitucional. Plantear una cuestión constitucional significa que haya
habido discusión o que la autoridad judicial haya no tenido en cuenta la cláusula constitucional en que se
funda el derecho invocado.
Es necesario que la cuestión haya sido propuesta previamente ante los jueces de la causa y que
la decisión de estos haya sido contraria a la pretensión del recurrente.
El CPC en el artículo 391 dispone que: “El recurso de inconstitucionalidad procederá por los
siguientes motivos:
1. Cuando en el proceso se haya cuestionado la validez de una ley, decreto, ordenanza o
reglamento, bajo la pretensión de ser contrarios a la Constitución.
2. Cuando en el proceso se haya puesto en cuestión la inteligencia de alguna cláusula de la
Constitución y la decisión haya sido contraria a la validez del título, derecho, garantía o exención que sea
materia del caso y que se funde en esa cláusula”.
En el supuesto del último inciso de este artículo, el vocablo “inteligencia” debe ser entendido
como primacía con respecto a otras normas provinciales. En este caso, la norma habilita el recurso
cuando se desconoce en el pleito un derecho, garantía, etc., a raíz del “alcance” que se ha asignado a la
norma constitucional que lo ampara.
b) Resoluciones recurribles: El recurso de casación podrá interponerse contra las sentencias
definitivas, los autos que pongan fin al proceso, hagan imposible su continuación o causen un gravamen
irreparable, dictados por la Cámara. No se entenderá por sentencia definitiva la que se dicte en los juicios
que, después de terminados, no obsten a la promoción de otros sobre el mismo objeto.
c) Trámite: El recurso se sustanciará por el trámite previsto para el de casación. Cuando fuese
concedido se elevará al TSJ quien resolverá, previa vista al fiscal general por el plazo de diez días.
En virtud de esta remisión genérica, se debe sostener que el plazo para interponer el recurso es
quince días a contar desde la notificación de la resolución de la Cámara de Apelaciones en que se haya
decidido la cuestión constitucional. El tribunal de segunda instancia examinará si se ha planteado y
resuelto una cuestión constitucional y si el recurso ha sido interpuesto oportunamente. Si el recurso
careciere de alguno de estos recaudos podrá ser rechazado; caso contrario, lo elevará al TSJ.

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DERECHO PROCESAL II
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Con relación a la motivación, el recurso deberá ser autosuficiente e indicar el modo en que la ley,
cuya aplicación se censura, es conculcatoria de determinadas garantías constitucionales.
Cuando el TSJ considere que no ha existido aplicación de una ley contraria a la Constitución, ni
infracción a alguna cláusula de ésta, así lo declarará y desestimará el recurso. Con esta declaración
concluye la discusión sobre el tema en el juicio. Sin embargo, tal declaración de constitucionalidad de la
ley, sólo tiene efecto entre las partes, por lo que no habrá ningún inconveniente para que en otro juicio
pueda ser tachada de inconstitucional.
Si en cambio, el TSJ hace lugar al recurso de inconstitucionalidad, declarará la ineficacia de la
ley en el caso. Esta declaración sólo tendrá efecto entre las partes, por lo que, si bien la ley no se aplicara
en ese proceso, subsistirá y podrá ser utilizada en otra oportunidad.

Recurso de inaplicabilidad de la ley


Es un recurso extraordinario no previsto en le CPC, que se otorga contra las sentencias dictadas
por una sala de Cámara de Apelación, que contradiga la doctrina establecida por otra sala de la misma
cámara, en los diez años anteriores a la fecha del fallo recurrido y por medio del cual el tribunal en pleno
establece la doctrina legal aplicable.
La característica de los fallos plenarios es que la doctrina establecida en ellos es obligatoria para
la cámara que los dicto y para los jueces de grado inferior, respecto de los cuales aquélla es tribunal de
alzada. Es decir que su aplicación no se restringe al caso concreto, sino que se extiende a todos los
supuestos análogos.
a) Trámite: El recurso debe interponerse, debidamente fundado, dentro de los diez días de
notificada la sentencia, ante la misma sala que la pronunció.
En la fundamentación se señalará la existencia de la contradicción en términos precisos, se
mencionará el escrito donde se invocó el precedente jurisprudencial y se expresará los argumentos que
demuestren la procedencia del recurso.
Del escrito de interposición se dará traslado a la contraria por el plazo de diez días para que lo
conteste.
El presidente de la sala remitirá el recurso al presidente de la sala que le sigue en orden para
que realice el análisis de admisibilidad formal del mismo. Si lo inadmite lo devolverá a la sala de origen; si
lo admite concederá el recurso con efecto suspensivo, remitiendo los autos al presidente del tribunal. En
ambos casos, la resolución es recurrible.
Recibido por el presidente el recurso admitido, se dicta decreto de autos y se redacta
cuestionario (tema del plenario). El presidente convocará al acuerdo dentro del plazo de cuarenta días,
para determinar si existe unanimidad de opiniones o, en su caso, como quedarán constituidas las
mayorías y las minorías.
b) Sentencia: Cuando la sentencia plenaria dejase sin efecto el fallo que motivó el recurso, se
pasarán las actuaciones a la sala que resulte sorteada para que pronuncie nueva sentencia, de acuerdo a
la doctrina plenaria establecida.

Bolilla nº 19: Medidas cautelares en el proceso civil

19.1 Medidas cautelares. Concepto. Naturaleza


Las medidas cautelares pueden conceptualizarse como los arbitrios o resoluciones judiciales que
tienen como fin garantizar el resultado del proceso o anticipar, durante la sustanciación de éste, la
probable resolución que pueda dictarse al resolverse la cuestión principal.
Podemos decir que las medidas cautelares tienen los siguientes caracteres:
a) Son instrumentales: por cuanto no tienen un fin en si mismas sino que constituyen un
accesorio de otro proceso principal del cual dependen, y a la vez aseguran el cumplimiento de la
sentencia que vaya a dictarse.
b) Son mutables o modificables: es decir que las medidas cautelares pueden ser ampliadas,
mejoradas o sustituidas toda vez que se justifique que las existentes no cumplan en forma adecuada la
función de garantía a la cual estaban destinadas.
c) Son provisionales: esto significa que la medida cautelar trabada se mantiene siempre que
continúe la situación de hecho que le dio origen y en base a la cual se ordenó.
Por otra parte, las medidas cautelares caducan y por lo tanto, podrá pedirse su levantamiento o
cancelación cuando ha recaído sentencia firme o ejecutoriada en el proceso principal que desestima la
pretensión.

19.1.1 Objeto. Requisitos de fundabilidad


La procedencia de la pretensión cautelar está sujeta a presupuestos específicos diferentes a los
requisitos de la pretensión principal a la cual accede. En este sentido, el artículo 456 del CPC establece:
“…El escrito debe expresar el derecho que se pretende asegurar, la medida que se pide, la disposición
legal en que se funda, y el cumplimiento de los requisitos que correspondan, en particular a la medida
requerida”.

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Atento a que el dictado de una medida cautelar puede ocasionar gravámenes en los derechos
del afectado, la ley exige una serie de requisitos sin los cuales no se admite su procedencia. Tales
presupuestos, denominados por la doctrina de “fundabilidad” son tres:
1. Verosimilitud: La verosimilitud del derecho significa la aparente existencia del derecho a
proteger. Se trata de la probabilidad de su existencia, de manera tal que justifique el aseguramiento de un
eventual progreso de la demanda instaurada.
La verosimilitud del derecho se obtiene analizando los hechos referidos por el peticionante, la
documentación acompañada y los demás elementos probatorios aportados.
2. Peligro de demora: Se trata del temor de un daño jurídico, es decir, la inminencia de un posible
daño a un derecho o a un posible derecho Esa inminencia debe ser actual, es decir, debe existir al
momento de la petición de la cautelar.
3. Contracautela: Consiste en la garantía que debe suministrar quien solicita una medida cautelar
a fin de asegurar la reparación de los daños que pueda ocasionar al afectado cuando hubiese sido
decretada indebidamente.
Existen distintas clases de contracautela:
a) Caución real: Constituye la afectación de un bien mueble o inmueble de propiedad del
solicitante de la medida, para responder por los daños que se pueda ocasionar con ella.
b) Caución juratoria: Es el juramento que presta el propio solicitante de la pretensión cautelar de
responder patrimonialmente por su adopción.
Actualmente se tiende a prescindir de la caución juratoria pues, la responsabilidad de quien
presta este tipo de caución existe aún cuando no la haya realizado.
c) Caución personal: Es la garantía procesal que presta un tercero de reconocida solvencia, de
responder por los daños que pudieren sobrevenir al afectado, y que puede ser demandado con
prescindencia del deudor principal, al carecer el “fiador” del beneficio de excusión.
Esta última forma de caución resulta ser la más utilizada en los tribunales, por la practicidad y
rapidez de su percepción, y es realizada generalmente por los letrados matriculados.
Atento al carácter de mutabilidad y provisionalidad propio de las medidas cautelares, la ley
autoriza a la parte afectada por la cautelar, en cualquier estado del proceso, a pedir una mejora de la
contracautela, probando sumariamente que ésta es insuficiente. Esta mejora podrá ser tanto en relación
al monto como al tipo de medida solicitada.

Clasificación de las medidas cautelares:


1. Atendiendo la materia sobre la cual se practican:
a) Medidas cautelares para asegurar los bienes: Tutelan la integridad o el valor económico de los
bienes o cosas, como por ejemplo: embargo preventivo, secuestro, intervención judicial, anotación en litis,
prohibición de innovar.
b) Medidas cautelares para asegurar personas: Tienen por objeto la protección de la integridad
física o moral de las personas y la satisfacción de sus necesidades urgentes. Dentro de estas medidas
encontramos la guarda de personas.
c) Medidas para asegurar elementos probatorios: Son aquellas que pueden ser solicitadas en
forma anticipada, en un proceso de conocimiento, cuando quien pretenda demandar, o quien con
fundamento prevea ser demandado, tuviere temor que la producción de ciertas pruebas pudieran resultar
imposibles o muy dificultosas en el periodo probatorio respectivo.
2. Atendiendo a la finalidad que persiguen:
a) Medidas cautelares de carácter asegurativo: Son aquellas que tienen como fin tratar de
garantizar el resultado del proceso declarativo o ejecutivo, a fin de que este no se torne de imposible
cumplimiento durante el largo periodo que puede llevar su desarrollo hasta el dictado de la sentencia.
Estas medidas tratan de evitar el posible desapoderamiento o insolvencia del deudor que pueda
sobrevenir durante el transcurso del juicio, afecte o frustre las expectativas del acreedor.
b) Medidas cautelares de carácter satisfactivo o anticipatorio: Son las que tratan de lograr,
durante la sustanciación en el proceso, una anticipación de la probable resolución a dictarse en él. Con
ellas se procura evitar el perjuicio que podría significar para el peticionante de la medida, la demora en la
satisfacción de la pretensión hasta el momento en que se dicte la resolución definitiva.
3. Atendiendo a la forma en que están reguladas normativamente:
a) Medidas cautelares nominadas: Son aquellas que están enunciadas, reguladas y
contempladas específicamente por la ley procesal, entre ellas: embargo preventivo, secuestro,
intervención judicial, anotación en litis, prohibición de innovar.
b) Medidas cautelares innominadas o genéricas: Se refiere a aquellas que no se ajustan a los
supuestos típicos enumerados en la ley procesal. En general, son aquellas medidas cautelares que puede
dictar el juez, conforme a las necesidades del caso.

Caducidad de las medidas cautelares:


Dispone el artículo 465 que si la medida cautelar se hubiere decretado antes de la demanda, el
peticionante deberá promover la demanda dentro de los diez días posteriores a aquel en que la medida se
trabó, o desde que la obligación fuere exigible. Vencido este plazo, el afectado podrá pedir la cancelación.

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Lo preceptuado por el artículo 465 alcanza su justificación por un lado en la presunción de


desinterés que cabe inferir de la falta de actividad procesal del beneficiario de la medida y por la otra, en
la necesidad de evitar los perjuicios que ésta pueda ocasionar a su destinatario.
Es importante advertir que la caducidad de la medida cautelar funciona en nuestra legislación
procesal, sólo a instancia del interesado, no pudiendo declararla el juez de oficio.
Limitándonos a las medidas cautelares reguladas por nuestro código, vemos que la única que
puede ser solicitada “antes de la demanda”, es el embargo preventivo, pues conforme lo establece el
artículo 456 del CPC: “…salvo el embargo preventivo y los supuestos contemplados en las leyes de
fondo, las medidas cautelares pueden ser solicitadas juntamente con la demanda o después”. Y siendo el
embargo la única medida cautelar que podemos solicitar antes de la demanda, sólo respecto de ésta es
que entra en juego la figura de la caducidad.

Medidas cautelares reguladas en el CPCC


19.2 Embargo preventivo. Concepto. Alcance. Clases
19.2.1 Bienes inembargables. El secuestro
El embargo preventivo es aquella medida cautelar que afecta un bien determinado de un
presunto deudor para garantizar la eventual ejecución futura, individualizándolo, limitando las facultades
de disposición y goce de éste hasta que se dicte la pertinente sentencia.
Lo que caracteriza al embargo es que no importa un desapropio del bien, pues la cosa continúa
siendo de propiedad del ejecutado mientras no se proceda a su secuestro o venta forzosa en remate
público, por orden de juez competente.
Su fin es asegurar la indisponibilidad del objeto embargado, reduciendo las potestades de su
propietario a partir de su traba. Ahora bien, esa indisponibilidad no es absoluta, ya que el CC permite la
enajenación de tales bienes, pero condicionado a que se declare la existencia del embargo. El comprador,
obviamente deberá responder por la suma embargada.
Debe diferenciarse el embargo preventivo del embargo ejecutivo, que es el que se ordena ante la
presunción de certeza emanada de un título que reúne los requisitos exigidos por la ley para ser
considerado “título ejecutivo”. También debe diferenciarse del embargo ejecutorio, que se dispone ante
una sentencia firme en vías de ejecución.
A pesar de esta distinción, es aplicable a los embargos preventivos, lo dispuesto respecto a los
embargos ejecutivos sobre todo lo relacionado al mandamiento de ejecución, el modo de cumplirse y las
ampliaciones a que hubiere lugar.
El artículo 466 del CPC dispone: “En cualquier estado de la causa y aún antes de entablar la
demanda, podrá el acreedor pedir el embargo preventivo de bienes del deudor, sin necesidad de acreditar
la deuda y con la sola condición de prestar fianza de conformidad con el artículo 1198 del CC o dar otra
caución equivalente por cantidad que, a juicio del tribunal, sea bastante para cubrir los daños y perjuicios,
si resultare que la deuda no existe”.
Por su parte, el artículo 467 establece: “Si en embargo se pidiere en virtud de una deuda sujeta a
condición o plazo, el que lo solicite deberá acreditar sumariamente que el deudor trata de enajenar,
ocultar o transportar sus bienes, o que ha disminuido notablemente su responsabilidad después de
contraída la obligación”.
El embargo generalmente se traba inaudita parte, esto es, sin darle audiencia a la parte
contraria, para no frustrar su finalidad, en el caso de que el deudor, decida enajenar, ocultar sus bienes, o
bien insolventarse. Pero una vez cumplida la medida, debe comunicarse al embargado, para que éste
pueda ejercer adecuadamente su derecho de defensa, o bien pedir su sustitución.
La providencia que admite o deniega el embargo preventivo es recurrible por reposición y
apelación subsidiaria, si la medida fue dictada sin sustanciación. Por el contrario, si fue sustanciada,
procederá la apelación directa
El demandado que se hubiera opuesto a la pretensión del actor también puede pedir embargo
sobre los bienes de éste, que asegure el importe de las costas del juicio y los daños y perjuicios, siempre
y cuando ofrezca una contracautela suficiente.
Siempre que el embargo recaiga sobre bienes muebles o inmuebles, el propietario podrá
continuar en posesión de éstos y seguir con el uso normal, salvo que, tratándose de bienes muebles se
hubiera designado como depositario a un tercero. El legislador a dado preferencia al propio embargado
para designarlo como depositario cuando los bienes muebles estuvieren en su casa, negocio o
establecimiento, y siempre que las circunstancias lo hicieren posible.
También, el CPC faculta a designar a un veedor que inspeccione y de cuenta al tribunal del
estado de los bienes, o a cambiar de depositario cuando exista temor fundado de que el deudor pueda
destruir o degradar los bienes embargados.
Si el embargo se traba sobre bienes registrables, se ordenará al registro respectivo anotarlo e
informar sobre dominio y gravámenes. Por el contrario, si se traba embargo sobre bienes muebles, el
acreedor podrá solicitar que se designe depositario judicial. Si el embargo se traba sobre créditos, se hará
saber el embargo al deudor de ellos, previniéndolo de que al vencimiento de la obligación deberá
depositar el importe a la orden del tribunal interviniente.
1) Modificaciones al embargo: Atento al carácter provisional que tienen las medidas cautelares,
el deudor puede requerir la sustitución de la medida cautelar por otra que le resulte menos perjudicial,

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siempre que ésta garantice suficientemente el derecho del acreedor. Podrá asimismo pedir la sustitución
de otro bien por el mismo valor.
También podrá el demandado solicitar la sustitución del bien embargado por fianza personal
equivalente, siempre que el embargo no recaiga sobre bienes objeto del juicio o en los que las leyes
acuerdan privilegios.
También las medidas cautelares pueden ser ampliadas. En este caso, el tribunal decretará, a
solicitud del actor y sin sustanciación, la ampliación del embargo, si estimase que los bienes embargados
serían de dudosa suficiencia para responder a la ejecución. También podrá decretar su ampliación cuando
su petición se funde en haberse deducido tercería o cuando se limite a bienes especialmente afectados a
la seguridad del crédito que se reclama.
2) Bienes susceptibles de embargo y bienes inembargables: En general, son susceptibles de
embargo la totalidad de los bienes materiales e inmateriales que siendo apreciables en dinero forman el
patrimonio de una persona, que como tal, es prenda común de los acreedores con las limitaciones que la
ley establece.
El artículo 542 del CPC establece que: “No se podrá trabar embargo sobre:
a) Ropas, enseres y muebles de uso del demandado y su familia.
b) Los muebles, herramientas, instrumentos y libros necesarios para el ejercicio personal de la
profesión, arte u oficio del demandado y su familia.
c) Las pensiones alimentarías y litis expensas.
d) El usufructo que tuvieren los padres sobre los bienes de sus hijos, en la medida en que fueren
indispensables para atender las cargas respectivas.
e) Los sepulcros, salvo que se reclamare su precio de venta, construcción o reparación.
f) Los bienes afectados a cualquier culto reconocido.
g) Los bienes que se hallen expresamente exceptuados por otras leyes (entre estos podemos
mencionar: indemnizaciones laborales, parte sustancial del salarios y haber provisional, la vivienda única,
el bien de familia, bienes del municipio y comunas afectados directamente a la prestación de un servicio
público, el sueldo de los empleados públicos, etc.)”.

19.3 Intervención judicial. Delimitación. Clases


Para Palacio, la intervención judicial es la medida cautelar en cuya virtud una persona designada
por el juez, en condición de auxiliar externo de éste, interfiere en la actividad económica de una persona
física o jurídica, sea para asegurar la ejecución forzada o para impedir que se produzcan alteraciones
perjudiciales en el estado de los bienes.
En nuestra ley procesal encontramos dos clases de intervención judicial:
1. La intervención con fines de recaudación, que es la cautelar que puede solicitar el acreedor a
falta de otra medida más eficaz o como complemento de la dispuesta, siempre que se disponga sobre
bienes productores de rentas o frutos. La función del interventor recaudador se limitará exclusivamente a
la recaudación de la parte embargada, sin ingerencia alguna en la administración. El juez es el que debe
determinar el monto de la recaudación, que, para nuestro derecho no podrá exceder del veinte por ciento
de las entradas brutas y su importe deberá ser depositado a la orden del tribunal, dentro del plazo que se
determine.
2. La intervención con fines de información, es aquella medida cautelar en la que el juez, de
oficio o a pedido de parte, designa a un interventor informante o veedor, para que de noticia acerca del
estado de los bienes objeto del juicio o las operaciones o actividades, con la periodicidad que la
providencia que lo designe establezca.
El artículo 478 del CPC enumera disposiciones comunes a toda clase de intervención.
Expresamente dispone el artículo: “Cualquiera fuese la fuente legal de la intervención y cuando fuese
compatible con la respectiva regulación:
1) El tribunal apreciará su procedencia con criterio restrictivo y resolución será dictada por auto.
2) La designación recaerá, en lo posible por sorteo, en persona que posea los conocimientos
necesarios para desempeñarse atendiendo a la naturaleza de los bienes o actividades en que
intervendrá; será, en su caso, persona ajena a la sociedad o persona intervenida.
3) La decisión que designe al interventor determinará la misión que deba cumplir y el plazo de
duración que sólo podrá prorrogarse por resolución fundada.
4) La contracautela se fijará teniendo en consideración la clase de intervención, los perjuicios
que pudiere irrogar y las costas.
5) Los gastos extraordinarios serán autorizados por el tribunal previo traslado a las partes, salvo
cuando la demora pudiere ocasionar perjuicios; en este caso, el interventor deberá informar al tribunal
dentro de los tres días de realizados. El nombramiento de auxiliares requiere siempre de autorización
previa”.

19.4 Inhibición general de bienes. Concepto. Caracteres


La inhibición general de bienes, constituye una medida cautelar que se traduce en la interdicción
de vender o gravar, genéricamente, cualquier cosa inmuebles o mueble registrable de que el deudor
pueda ser propietario en el momento de anotarse la medida, o que adquiera con posterioridad.
Es una medida sucedánea del embargo y se halla condicionada a la circunstancia de que no se
conocieran bienes del deudor. En este sentido, el artículo 481 del CPC dispone: “En todos los casos en

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que habiendo lugar a embargo éste no pudiese hacerse efectivo por no conocerse bienes del deudor, o
por no cubrir éste el importe del crédito reclamado, podrá solicitarse contra aquel la inhibición general de
disponer de sus bienes, la que se deberá dejar sin efecto siempre que presentase a embargo bienes
suficientes o diere caución bastante”.
La finalidad de la inhibición es impedir que el deudor venda o grave los bienes que puedan
ingresar a su patrimonio.
La inhibición también es viable en el juicio ejecutivo, aunque en tal caso, al igual que el embargo
preventivo, no se halla condicionada a la previa prestación de una contracautela.

Secuestro:
Se denomina secuestro a la medida judicial en cuya virtud se desapodera a una persona de una
cosa litigiosa o embargada o de un documento que tiene el deber de presentar o restituir.
Mediante el secuestro se sustrae al sujeto afectad por la medida del uso y disposición de una
cosa, generalmente mueble, sobre la cual se litiga o se va a litigar, poniéndola en manos de un custodio
judicial, mientras se decide la controversia.
La doctrina distingue tres clases de secuestro:
1. Secuestro sancionatorio: es aquel que aparece como consecuencia del incumplimiento de la
orden de exhibición o restitución de una cosa, documento o un expediente.
2. Secuestro autónomo: es aquel que tiene por finalidad, en forma inmediata y directa, la tutela
de la cosa o bien mueble que constituye el objeto de la litis, cuando el embargo no resulta ser una
garantía suficiente para asegurar el derecho invocado por el solicitante.
3. Secuestro complementario: es aquel que sigue a un embargo ya trabado, cuando sea
indispensable proveer a la guarda o conservación de la cosa para asegurar el resultado de la sentencia
definitiva.

19.5 Anotación de Litis. Alcance y efectos


Esta medida cautelar se dirige a asegurar la publicidad de los procesos relativos a bienes
inmuebles, para el supuesto de que la sentencia que en ellos se dicten hayan de ser opuesta a terceros
adquirentes del bien litigioso a cuyo favor se constituye un derecho real sobre éste.
El artículo 482 del CPC establece: “Procederá la anotación de litis cuando se dedujere una
pretensión que pudiera tener como consecuencia la modificación de una inscripción en el registro
correspondiente y el derecho fuere verosímil. Cuando la demanda hubiere sido desestimada, esta medida
se cancelará con la terminación del juicio”.
A diferencia de lo que sucede con el embargo preventivo, el dueño no se ve impedido de vender
o gravar el bien, pero configura (la anotación en litis) un modo de dar a publicidad la existencia de un
juicio sobre aquel, a los fines de impedir de que quien lo adquiera o constituya un derecho real sobre él se
ampare válidamente en la presunción de buena fe.

19.6 Prohibición de innovar


La prohibición de innovar es una medida cautelar que tiene por objeto el mantenimiento de la
situación de hecho existente al momento de ser decretada con relación a las cosas sobre las que versa el
litigio. Su finalidad consiste en impedir que la sentencia se haga de imposible cumplimiento mediante la
alteración por las partes de dicha situación de hecho durante el curso del litigio.
El artículo 483 del CPC establece que: “Podrá decretarse la prohibición de innovar en toda clase
de juicio, siempre que:
1. El derecho fuere verosímil.
2. Existiere peligro de que si mantuviera o alterara en su caso, la situación de hecho o derecho,
la modificación pudiera influir en la sentencia o convirtiera si ejecución en ineficaz o imposible.
3. La cautela no pudiera obtenerse por medio de otra medida precautoria”.

19.7 Medida cautelar genérica


Nuestro actual Código Procesal no sólo ha incorporado nuevas medidas cautelares (intervención
judicial, anotación de Litis, prohibición de innovar), sino que además, ha introducido una norma que
permite el otorgamiento de otras medidas precautorias, de seguridad o urgentes, no tipificadas
específicamente, siempre que según las circunstancias, fueran las más aptas para asegurar
provisionalmente el cumplimiento de la sentencia.
Esta medida cautelar genérica, llamada también innominada, es la que puede dictar el juez,
conforme las necesidades del caso cuando no existe en la ley una norma específica que satisfaga la
necesidad de aseguramiento. Sin embargo, debemos recordar, que aunque no estén tipificadas en la ley,
conservan su naturaleza cautelar, por lo que para procedencia se requerirá el cumplimiento de los
presupuestos de verosimilitud del derecho invocado, peligro en la demora y contracautela.

19.7.1 Procesos urgentes. La tutela anticipatoria. Medida autosatisfactiva


Actualmente se admite y se da estructura conceptual a los denominados procesos urgentes. El
proceso urgente comprende diferentes trámites judiciales. Se propone la admisión de estos tipos de
procesos cuando concurran determinadas situaciones que exigen una particular y rápida respuesta
jurisdiccional. En este sentido se incluyen dentro de ellos al amparo y al habeas data. La tutela de

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urgencia o procesos urgentes reconoce en la actualidad tres tipos principales de mecanismos


diferenciados entre sí: las medidas cautelares propiamente dichas, de la que ya hemos hecho referencia,
las medidas autosatisfactivas y la tutela anticipada, debe mencionarse además el proceso monitor.
La tutela de urgencia cautelar anticipatorio, es aquella que trata de obtener, durante la
sustanciación del proceso, una anticipación de la probable resolución a dictarse dentro de éste. Con ellas
se procura evita el perjuicio que podría significar para el peticionante de la medida, la demora en la
satisfacción de la pretensión hasta el momento en que se dicte la resolución definitiva. Esta tutela se
caracteriza por ser revocable o confirmable por la sentencia de mérito.
Por su parte, la tutela satisfactiva autónoma, se trata de un requerimiento de carácter urgente,
formulado al juez por un sujeto con carácter de parte que se agota, de allí satisfactiva, con su despacho
favorable, no siendo entonces necesaria la iniciación de una posterior acción principal para evitar su
decaimiento.
Por ultimo debemos mencionar el proceso monitorio. Esta categoría constituye un proceso en el
que la estructura contradictoria normal se invierte. En efecto, en el proceso monitorio el juez, luego de
escuchar al actor, dicta la sentencia acogiendo su demanda y sólo después oye al demandado,
abriéndose así el contradictorio.

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Cuadros anexos
a) Demanda: efectos de la interposición, traslado y contestación
Oportunidad Efecto sustancial Efecto procesal
Entablar la demanda 1) Interrumpe el plazo de la prescripción liberatoria o adquisitiva, 1) Determina el sometimiento del actor a la competencia del
incluso si la demanda tiene defectos o se articula ante un juez tribunal ante el cual se presenta la demanda, cuando la
incompetente. competencia fuere prorrogable y la elección corresponda al actor.
2) Determina la elección en las obligaciones alternativas cuando 2) Genera la obligación para el juez de admitir o rechazar la
corresponde al demandado. demanda.
3) Genera inhibición de los magistrados de adquirir el bien litigioso. 3) El actor no podrá cambiar la acción, a pesar de que pueda
ampliarla.
Traslado de la demanda 1) Constituye en mora al demandado, si no lo estaba con 1) El actor no puede desistir a la pretensión sin la conformidad
anterioridad. del demandado.
2) A partir de este momento, el poseedor de buena fe que sea 2) El demandado adquiere la carga procesal de defenderse.
condenado a la restitución de la cosa deberá los frutos percibidos 3) A partir de este momento, el demandado puede oponer
por ella o los que por su negligencia dejo de producir. excepciones de litis pendencia.
Contestación de la demanda 1) Determina los hechos sobre los que versará la prueba, es
decir, los hechos controvertidos.
2) Consolida la competencia del tribunal si el demandado no
opone excepciones de incompetencia.
3) Contribuye a formar la plataforma fáctica y el límite material
del pronunciamiento.

b) Recursos ordinarios y extraordinarios


Nombre Procede Motivos Interposición Prueba en el recurso Efecto
Reposición Autos y Que los autos y decretos se Debo interponerlo dentro del tercer Sólo cuando la resolución Suspensivo, salvo Que el tribunal que
decretos. hayan dictado sin día de notificada la providencia dependa de hechos que la apelación dictó la resolución,
sustanciación. atacada, ante el mismo tribunal que controvertidos. El plazo no subsidiaria que cualquiera fuese
la dicto, quien resuelve previo podrá exceder de 10 días. fuere procedente su grado, la
traslado a la parte contraria por igual no tuviera efecto revoque por
plazo. suspensivo. contrario imperio.
Apelación Sentencias, Vicios in procedendo o vicios Debo interponerlo, por escrito o Sólo cuando: Suspensivo, salvo Que un tribunal
autos y in iudicando. diligencia, dentro de los 5 días de 1. Por motivos no que la ley le jerárquicamente
providencias notificada la resolución, antes el imputables al oferente no se acuerde otro superior con
simples. tribunal de la causa. Resuelve la hubiera practicado la prueba efecto. relación al que
Cámara de Apelaciones. por el ofrecida en primera dictó la resolución
instancia. que se estima
2. Hechos nuevos. injusta, la
3. En abreviada o ejecutivo sustituya, revoque
se hubiese denegado o modifique total o

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indebidamente la apertura a parcialmente.


prueba.
Directo Las Ante el superior, quien deberá Que se deniegue
providencias resolver en el plazo de diez días la providencia
que previa orden al inferior para que de denegatoria y se lo
denieguen un los motivos (o los amplíe) de la declare admisible.
recurso. denegación, dentro del plazo de
cinco días.
Nombre Procede Motivos Interposición/ resolución Prueba en el recurso Efecto
Casación Sentencias 1. Que la decisión se hubiere a) Por escrito. Suspensivo, salvo: Revocación de la
definitivas y dictado violando los principios b) Dentro de los 15 días de notificada 1. Que el recurso sentencia o auto y
autos que de congruencia o de la resolución. se funde en los un nuevo
pongan fin al fundamentación lógica y legal, c) Ante la Cámara de Apelaciones. incisos 3 o 4 del juzgamiento. El
proceso, formas y solemnidades d) Con los recaudos del 385. artículo 383 y la TSJ puede
hagan prescriptas para el resolución reenviar la causa a
imposible su procedimiento o para la recurrida no fuese otro tribunal para
continuación o sentencia. definitiva. que se tramite la
causen un 2. Que se hubiere violado la 2. Que la causa o resolver
gravamen cosa juzgada. resolución por si, salvo en el
irreparable 3. Que el fallo se funde en una recurrida condene supuesto de
interpretación de la ley que al pago de una casación por
sea contraria a la hecha por el suma de dinero. nulidad, en cuyo
propio tribunal de la causa, por caso el reenvío es
el TSJ obligatorio.
4. Que el fallo contraríe la
última interpretación de la ley
hecha por el TSJ.

Revisión. Sentencias Están regulados taxativamente Dentro de los 30 días de conocido el No suspensivo. Revocar la
pasadas en en el artículo 395 motivo que permite interponerlo. Pero Pero el TSJ podrá sentencia y realizar
autoridad de será inadmisible si hubiesen pasado a pedido de parte, nuevo juicio x el
cosa juzgada. 5 años de la sentencia suspender la trámite ordinario
ejecución.

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