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Reconstrucción del concepto de pena:

En vista de que el concepto de pena es recortado artificialmente por distintas


teorías que tratan de legitimarla, se hace necesario reconstruirlo, desde su
deslegitimación, para establecer cuáles son los límites reales del discurso
jurídico penal.

Si el sistema penal es un mero hecho de poder, la pena no puede pretender


ninguna racionalidad, es decir, es una manifestación de ese poder, de ahí
que tolda sanción jurídica o infliccion de dolor a título de decisión de autoridad
que no encaja dentro de los modelos abstractos de solución de conflictos de
las otras ramas del derecho, es una pena.

El término pena por si indica sufrimiento, pero en todas las sanciones


jurídicas, la gente sufre, por ejemplo cuando le ejecutan un embargo, cuando
alguien es llevado por la fuerza a declarar como testigo, cuando una de las
partes solicita al juez la anulación de un proceso, etc.

Para Zaffaroni la pena ´´ es todo sufrimiento o privación a algún bien o


derecho que no resulte racionalmente adecuado a alguno de los modelos de
solución de conflictos de las restantes ramas del derecho.

Funciones de la pena:
A la pena se le han atribuido varias funciones, como la de vengar un mal,
hacer sufrir, retribuir el mal con el mal, satisfacer las reacciones que hacen
del delito, defender a la sociedad, regeneración y en fin el de utilizarla en bien
del delincuente y la sociedad.

La función de la pena debe ser fundamentalmente mantener el equilibrio


social y lograr la readaptación del condenado, de modo que pueda integrarse
a la sociedad como un miembro digno de ella, capaz de integrarse a la labor
productiva como cualquier persona.

Es importante destacar que la pena no ha surtido los efectos deseados, que


en vez de resolver el conflicto social que está llamado a resolver, crea uno
mayor, toda vez que el Estado encierra a un ciudadano con la finalidad de
reeducarlo para que obre bien en libertad, respetando las normas legales. Sin
embargo, ocurre todo lo contrario; es decir, que el individuo que va a la prisión
sale más temible y peligroso, con una mayor tendencia a delinquir, lo cual es
evidencia de la funcionalidad de la pena de prisión.

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