11- Recordando a po corre, y al poco rato el salón queda vacío.
Capablanca Acompaño a Capa hasta su apartamento, Por Y. Rojlin donde surge el siguiente diálogo: – ¿Usted juega mañana con Lasker? Moscú, año 1936. – Sí, tengo las negras. Usted debe com- Días ardientes del Tor- prender que será solamente tablas. neo Internacional de – ¡Es lástima! Creo que usted sin razón ajedrez… renuncia a la lucha. En el Torneo de Moscú Tarde por la noche, de 1935 Lasker le ganó. El Torneo actual será después del juego, en probablemente, para el viejo, el último de su el restaurante del hotel vida. No estaría bien que la historia del ajedrez Nacional se encuentran sentados grupos de quedara anotada que en el último encuentro participantes en el torneo, soviéticos y extran- entre los dos grandes ajedrecistas; Capablanca jeros. Maestros que han conquistado la gloria se tuvo que conformar con unas tablas. mundial en batallas ajedrecísticas, comentan Capa está callado. Entramos en el aparta- las novedades teóricas del día, cambian im- mento. En la mesa hay un tablero de ajedrez. presiones sobre el juego de los participantes, El excampeón del mundo de repente dice: discuten y bromean. – Pero ¿qué apertura jugar contra el vie- Me arrimo a la mesita donde solitario está jo doctor? e4 es imposible, para no repetir el sentado José Raúl Capablanca. Desde mis error de San Petersburgo de 1914. Y la defensa años juveniles conservaba yo sentimientos de francesa no la voy a jugar. simpatía ajedrecística hacia este genial maes- – ¿La siciliana, tal vez? Según recuerdo, tro, y siempre repasaba con placer sus parti- usted la jugaba admirablemente, y me parece das. Fue él – en aquel entonces campeón del que a Lasker no le gusta esa apertura con las mundo – uno de los primeros maestros ex- blancas, puesto que él mismo prefiere la sici- tranjeros que rompieron el “bloqueo ajedre- liana con las negras. cístico” de la URSS y vino a nuestro país para Capablanca ya está sentado a la mesa y tomar parte en el primer torneo Internacional hace unos cuantos movimientos iniciales. de Moscú en el año 1925. – Es divertido. Pero si he olvidado com- El cubano está melancólico. Lo espera pletamente la siciliana. mañana el encuentro con el doctor Emanuel Ponga en el tablero unas cuantas varian- Lasker, como se sabe, aunque Capa recibió el tes practicadas en los últimos torneos. Con título de campeón mundial de manos de Las- gran asombro veo que Capa no protesta. Por ker, no le gusta enfrentarse en el tablero con el el contrario, está serio y concentrado, se pone antiguo contrario. los anteojos, después hace preguntas, analiza, Sostengo con Capablanca una conversa- critica. ción abstracta, “no ajedrecística” … El tiem- Así pasan unos 20-30 minutos. De repente -39- 125 Artículos Instructivos de Ajedrez - Prof. José Luis Matamoros mezcla las piezas y dice: inalterable. –¡No, no! No voy a jugar una defensa si- Y solamente después de la novena jugada ciliana. de las negras, el cubano de lejos mira fijamen- Comprendo que Capa desea quedarse te, busca mi mirada e imperceptiblemente me solo, me despido y me voy. giña un ojo… Se hacen tres o cuatro jugadas Al día siguiente, el Salón de las Columnas más. Capablanca al ataque, juega con gran de la Casa de las Uniones, que admite 2000 fuerza e inspiración. Lasker, finísimo, psicó- espectadores, está repleto. logo, ajedrecístico, evidentemente no espera- Se encienden todas las lámparas del salón. ba tal actividad de parte de su contrario, cuyo Dentro de algún tiempo resuena el timbre que carácter él, en 25 años, parece que debía haber anuncia el comienzo del juego. El doctor Las- estudiado a la perfección. ker está sentado en la mesita, como siempre La lucha prosigue. Lasker complica el jue- cruzando una pierna sobre la otra. Sus ojos go, se defiende desesperadamente y obstina- vivos, profundamente penetrantes, miran damente, pero las consecuencias de la manio- atenta y cuidadosamente. Con un movimien- bra brillante de las negras empiezan a sentirse. to acostumbrado de la mano de Lasker mueve Capablanca logra una ventaja material aplas- el peón rey dos casillas adelante y, sin apurar- tante. se, echa a andar el reloj del contrario. Después Tarde por la noche. De nuevo estoy senta- procura un tabaco. do en el apartamento de Capa, y estoy repa- Pasan dos o tres minutos. El juego ya em- sando su partida de hoy para transmitirla, con pezó en otros tableros, pero Capa no ha llega- los comentarios del vencedor, a los periódicos do aún. ¿Será que realmente se está preparan- de Leningrado. do para la partida? ¡Pero si esto se parece tan Capablanca está embriagado con la vic- poco a él? toria, aunque lo está ocultando. Los comen- Pero he aquí que aparece Capablanca, tarios a la partida están terminados y ya los como siempre encantador y afable. Rápida- tengo anotados. Son las tres de la mañana, y mente hace la primera jugada. ¡Siciliana! Po- me preparo para volver a la casa. Capablanca niendo en marcha el reloj de su contrario. en la despedida me dice: Capa se deshace de excusas por su tardanza. – Amigo mío, esta partida se la dedico a Lasker mueve afirmativamente su cabeza: pa- usted. Pero tenga presente que usted cometió rece estar completamente satisfecho con la ex- un error imperdonable. plicación. Entonces Capablanca va y se excusa – ¿Qué error? –pregunto. con el juez principal del torneo. – Usted se permitió recomendar al cam- Con curiosidad y emoción que se me hace peón mundial variantes elementales que están difícil ocultar, observo el tablero de demostra- calculadas a lo sumo para jugadores de segun- ción sobre el cual hay un cartel que dice: “Las- da categoría. ker-Capablanca”. ¿Qué espera a esta partida: Y Capablanca ríe contagiosamente, apre- tormenta o unas tablas de grandes maestros? tando fuerte y amistosamente mi mano en la Rápidamente siguen las jugadas. De re- despedida. pente Capa se levanta, se acerca a mí, me sa- La partida a que se refiere la anécdota an- luda, pero no dice ni una palabra. Su rostro es terior es la siguiente: -40- 125 Artículos Instructivos de Ajedrez - Prof. José Luis Matamoros