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Tema 1: Orígenes del Judaísmo1

Esquema:

1.1. Orígenes del pueblo Judío

1.2. Esencia del Judaísmo

Bibliografía

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Tema 1: ORIGENES DEL JUDAISMO

Se dice que Federico II, rey de Prusia le comentaba a su medico "Decidme una
prueba de la existencia de Dios que no haya sido rebatida" y este le contesto "Los
Judíos, Majestad".

1.1. Orígenes del Pueblo Judío

A quien de alguna forma se interesa por el Pueblo Judío una de las primeras cosas
que le llama su atención es su pervivencia, ¿cómo este diminuto pueblo lleva tantos
años existiendo? ¿Cómo los judíos están ahí y otras civilizaciones que en su día
fueron poderosas y magnificas han desaparecido? ¿Que ha sucedido con el Egipto
Faraónico, con los asirios y persas, con los griegos y romanos? Como ese pueblo que
fue insignificante sigue existiendo y manteniendo su identidad mientras sus
contemporáneos de otrora han sido sepultados bajo el polvo de la Historia o han
evolucionado a realidades muy distintas. La existencia misma del Pueblo Judío es un
misterio, un pueblo con tantos años de historia, dispersado entre los países del
mundo y que mantienen tenazmente sus señas de identidad, como a través de tanto
sufrimiento y persecución han sobrevivido, no deja de llamar la atención al
Historiador. La historia del Pueblo Judío es una señal, un trazo en la Historia de la
Humanidad, una señal dejada por Alguien en la historia de las naciones, un signo que
te invita a mirar lejos. Por que siguen estando presentes ¿por su genio, por que son
más inteligentes, se ayudan mas entre sí, o bien hay una influencia oculta, un
designio secreto? ¿Es acaso el propio Dios el responsable de su azarosa existencia
y de su particularismo?

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Nuestro agradecimiento a los profesores de la Escuela de Religiones, Ecumenismo y
Sectas “San Vicente Ferrer” de la Facultad de Teología de Valencia que nos han permitido
hacer públicos estos contenidos. Para este bloque concretamente a D. Francisco Fontana.

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Vamos a iniciar un recorrido por el Pueblo Judío y el Judaísmo para tratar de

analizar las características que lo llevan a ser lo que es.

Para conocer la primitiva historia del Pueblo Judío no contamos con más
información que la que nos proporciona la Biblia, ese libro que en parte es común a
judíos y cristianos. Así pues, la mejor recomendación para iniciar este capitulo
seria la sugerencia de que el lector leyera los dos primeros libros de la Biblia:
Génesis y Éxodo y los leyera sin prejuicios de ningún tipo, como si de la primera vez
se tratara, como una lectura de una novela o una historieta, que se sumergiera en la
figura de Abraham, en sus andanzas y aventuras, en sus desgracias y en sus
ilusiones; en las historias de sus descendientes, de Isaac, de Jacob, de José y
después en la epopeya de la salida del pueblo de Israel de Egipto y la entrega de
los Diez Mandamientos en el Sinaí. Una lectura atenta y un buen disfrute de ella es
el mejor conocimiento de los orígenes del Pueblo Judío. Las líneas que siguen a
continuación son solo un breve extracto de las reflexiones que a algunos eruditos
judíos - y cristianos- les han sugerido esta apasionante lectura.

En el principio de la Historia del Pueblo Judío se yergue majestuosa la figura de

Abraham -"Abraham Abinu" nuestro padre Abraham"- En las tres religiones
monoteístas -Judaísmo, Cristianismo e Islam- Abraham es el Padre de la Fe, el
prototipo del hombre que se acerca y descubre a Dios - o mejor dicho, Dios le
llama y se le revela - cualquiera que haya pasado del escepticismo y la increencia al
convencimiento de que Dios verdaderamente existe y participa en los
acontecimientos humanos, se habrá visto reflejado en la figura de Abraham,
cualquiera que en su vida se haya envuelta en un acontecimiento que le haya
trastocado su existencia y se haya vuelto cara a Dios, no dejara de identificarse
con el Patriarca Abraham ( se sugiere leer vidas de conversos, biografías que
relaten el encuentro con Dios: Frossard, Morente, Teresa de Jesús….

En el Islam, Abraham es "el Jalil, el amigo de Dios" el hombre que conversaba con
Dios. En el Cristianismo, Abraham es el Padre de la Fe y el comienzo de la Historia
de Salvación que culmina en Jesucristo. En el Judaísmo, Abraham es el Padre del
Pueblo Judío, el Primer Judío que ya cumplió todos los preceptos de la Torah, el
prototipo del converso -cuando un gentil se convierte al Judaísmo toma el nombre
de Abraham hijo de Abraham.

¿Que nos dice la Biblia de Abraham? La historia bíblica comienza en el libro del
Génesis con la Creación del Mundo "En el principio" Beresit. Algún comentarista
judío ha dicho que el relato de la creación del mundo y del hombre es el prologo
obligado para indicar que Dios es el dueño de todo y Él da la tierra de Canaán al
Pueblo de Israel. Merece que nos detengamos en algunos detalles; tras el relato de
la Creación del Hombre y de la Caída (aunque relativamente breve, es una
exposición muy rica en sugerencias, que ha dado lugar a una extensa literatura de
comentarios judíos, Génesis Rabba) se continua con una serie de genealogías hasta
llegar a Noé, "Viendo Dios que la maldad del hombre cundía sobre la tierra…" Gen
6, 5 y sigue el relato del Diluvio Universal y del Arca de Noé. A la salida del Arca,

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se infiere que Dios dio siete preceptos a Noé, que según la tradición judía obligan a
todos los hombres; dichas siete leyes son: Prohibición de blasfemia, prohibición de
idolatría, prohibición de matar, prohibición de actos impuros, prohibición de robar,
establecer tribunales de justicia, no comer carne de un animal vivo. Según la
concepción judía, un gentil esta obligado a cumplir estos siete preceptos ( en un
relato bíblico más avanzado, el prototipo de gentil justo seria Job) y un judío esta
obligado a cumplir estos siete mandamientos mas todos los preceptos de la Ley de
Moisés, hasta sumar un total de seiscientos trece. Continua la historia bíblica con
la construcción de la torre de Babel y la separación de la Humanidad en Naciones,
cada una según su lengua y así hasta llegar al capitulo 12 en que se inicia la
bifurcación que dará lugar origen del Pueblo de Israel.

El capitulo se abre con unas majestuosas palabras de Dios dirigidas a Abram (pues
tal es su nombre primero) "Lej Leja" "Sal, sal de tu casa y ves a la tierra que yo te
mostrare" Algunos rabinos han dicho que estas son las palabras más importantes
de la Biblia, la traducción habitual es Vete, ponte a caminar…pero algunos incluso
pueden decir que en hebreo suena a Sal, sal de ti mismo… Con estas palabras
Abram, ya entrado en años, inicia un largo periplo, rompe con el pasado se fía de la
palabra de Dios y se dirige a lo desconocido; esa aventura, esa fidelidad a la
Palabra de Dios es lo que inicia la fe de Abram.

Es muy interesante saber lo que dice la tradición hebrea -el midrash-, referente a
la juventud de Abram, los años que no están relatados en la Biblia; se cuenta que
Abram de niño, observando la naturaleza, mirando las estrellas, llegó a la conclusión
de que había un Dios Creador y Rector de todo, que el Sol, la Luna y los fenómenos
de la naturaleza que sus contemporáneos adoraban como dioses, eran tan solo
manifestaciones de la obra creativa del Dios Único; el filosofo Maimónides dice que
Abram fue el primer hombre que racionalmente llego al conocimiento de Dios. Mas
tarde en su juventud, se opuso a su padre que era constructor de ídolos y destruyo
las imágenes que este fabricaba. Este acto le ocasionó la inquina de los poderosos
del lugar y la persecución del Rey Nimrod; con este acto de romper con la idolatría,
Abram pone las bases para la posterior llamada de Dios. Curiosa la sugerencia de
que el entorno familiar es la máxima fuente de nuestras idolatrías y que tiene un
paralelismo con "Quien no odia a su padre o a su madre…"

Abram sale con su mujer Sarai y su sobrino Lot y llega a Canaán, donde Dios le
promete la posesión de dicha tierra. Por la hambruna que allí había, Abram bajo a
Egipto y después de sucederle algunos contratiempos por causa de la belleza de su
mujer Sarai, volvió a Canaán, suceso que algunos comentaristas judíos entienden
como prefiguración de lo que después acontecerá al pueblo de Israel en el futuro,
la esclavitud en Egipto "maase abot siman lebanin" -lo que sucede a los padres es
una señal de lo que sucederá a los hijos.

Posteriormente y ya de vuelta en la tierra de Canaán, le fue dirigida la palabra de

Dios, "Mira el cielo y cuenta las estrellas, si puedes contarlas. Así será tu
descendencia" Gen 15, 5. Dado que Sarai y Abram no tenían hijos, su propia esposa
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le ofrece a su esclava Agar para que tenga un hijo con ella -al parecer, según el
código de Hamurabi, vigente en la época, ello era legitimo (algo como las madres de
alquiler de ahora) y de dicha unión nace Ismael. Mas tarde cuando Abran ya tenia
noventa y nueve años Dios le dice "Yo soy El Saddai. Anda en mi presencia y se
perfecto. No te llamaras mas Abran, sino que tu nombre será Abraham. Esta es mi
Alianza contigo y tu posteridad. Yo seré vuestro Dios y os daré la tierra en la que
andas como peregrino, la tierra de Canaán. Este es mi Pacto: Todos vuestros
varones serán circuncidados. A Sarai, tu mujer, no le llamaras mas Sarai, sino que
su nombre será Sara" Gen 17. Esta es la alianza Berit Mila que cumplen los varones
judíos hasta el día de hoy.

Siguen sucediendo sucesos, la Teofanía del encinar de Mambre, donde se le anuncia

a Abraham y Sara el nacimiento de Isaac, la bajada de Dios para destruir la maldad
de Sodoma y Gomorra y el famoso regateo de Abraham hasta llegar a diez justos
para permitir que las ciudades de Sodoma y Gomorra escapen de la destrucción;
como dichos diez justos no fueron encontrados, Dios saco de la ciudad a Lot y su
familia. Por ello, la tradición judía mantiene que el mundo subsiste hasta el día de
hoy, a pesar de la maldad, porque en cada generación hay diez justos ocultos que
rezan. También la costumbre del minian; es necesario la presencia de diez varones
israelitas para considerar que hay congregación y que el rezo se considere oficial,
comunitario; si el numero es menor, se considera que son personas que rezan
individualmente y la Oración no tiene el mismo valor.

Después viene el nacimiento de Isaac y ya este crecido, la prueba del Sacrificio de

Isaac, cuando Dios le pide que le entregue a su hijo, "Aqueda Isaac" -la atadura de
Isaac- Ante esta suprema prueba de fidelidad a Dios, el midras cuenta que cuando
Abraham se dirigía al monte Moría pensaba "poderoso es Dios para resucitarlo"
suponiendo que una vez degollado Isaac, Dios le cerraría la herida y le devolvería la
vida. Mucho se ha escrito sobre esta suprema prueba de fidelidad a Dios,
desconcertante a todos los ojos; Dios te pide lo mismo que te regaló… Se
recomienda leer "Temor y temblor" de Sorem Kierkegaad. También hay que
adecuar el acontecimiento en las costumbres de la época, los sacrificios de
primogénitos de fenicios y cartagineses. Desde entonces el Judaísmo rechaza
tajantemente los sacrificios de seres humanos. En la tradición judía el monte
Moría se identifica con Templo de Jerusalén pues en la roca que se postro Isaac se
estableció el Santa Santorum del Templo, hoy Cúpula de la Roca.

Tras el suceso del Monte Moria, Sara fallece y Abraham compra una cueva como
sepultura para su esposa -la cueva de Makpelá, hoy la Tumba de los Patriarcas en
Hebrón- Cap 23 de Génesis- Tras la muerte de su esposa y el casamiento de su hijo
Isaac, Abraham vuelve a tomar mujer, Quetura y tras un tiempo, Abraham falleció
en buena ancianidad, a los ciento setenta y cinco años, siendo sepultado junto a
Sara, por sus hijos Isaac e Ismael.

Es la historia de Abraham, la historia del hombre que busca a Dios, con

equivocaciones, a tientas, el mensaje de Dios esta ahí, presente, pero al hombre le

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cuesta discernirlo, a tientas intenta cumplir la voluntad de Dios o acomodarla a sus

deseos. ¿Hay interrogantes en la vida de Abraham o todo lo cumplió
perfectamente?. Según comentaristas, Abraham se equivoco bajando a Egipto
cuando el hambre en Canaán o bien debió de permanecer allí a pesar de las
dificultades, debió de aceptar a Agar o bien seguir como estaba con Sara. Desde la
percepción actual o la ética de hoy día, sus actitudes pueden parecernos equivocas,
aunque puede ser encajaran en las costumbres de la época… ¿Es la historia de
Abraham la de un hombre que lo hace todo perfecto a la primera o bien la de un
buscador de la voluntad de Dios, que aun sin perder el Norte, se va equivocando en
detalles y se sufren las consecuencias de dichas equivocaciones?

La historia de Abraham sigue con la de sus descendientes, que heredan la Alianza

de Dios; Isaac casado con Rebeca tiene dos hijos Esaú y Jacob. Los dos hijos son
de naturaleza muy distinta, Esaú es cazador y Jacob es hombre de tienda; desde el
mismo momento de su nacimiento, ambos hermanos se ven enfrentados. El relato
bíblico pone de manifiesto el poco apego que Esaú tenia a los dones espirituales ( la
venta de su primogenitura por un plato de lentejas) así como las trampas de Jacob
en contra de su hermano para alcanzar esa bendición divina, al final Jacob tiene
que exilarse a casa de unos parientes lejanos donde encontrara a su enamorada
Raquel. Allí a su vez, Jacob es engañado por su suegro Laban; de consecuencia de
todo ello, Jacob se encuentra casado con cuatro mujeres: las dos hermanas Lía y
Raquel y sus esclavas Zilpa y Bilha; sus numerosos hijos darán origen a las Doce
Tribus de Israel. A su vuelta a Canaán, Jacob lucha con un misterioso ángel que le
cambia el nombre "Ya no te llamaras Jacob, sino Israel será tu nombre, porque has
sido fuerte con Dios y con los hombres" Gen 32, 29. Después Jacob y Esaú se
reconcilian y Jacob se quedara a vivir en Canaán mientras que Esaú emigrara a
Seir; la historia de Esaú termina con una genealogía, los jeques de Edom mientras
que los descendientes de Jacob seguirán la Alianza Divina. El Patriarca Jacob es
para el Judaísmo el prototipo de Judío, con él verdaderamente empieza la historia
de Israel, pues la Nación llevara su nombre, Israel; Jacob es ya la tercera
generación pues Abraham en ultimo extremo, es un converso. Vemos que diversos
descendientes de Abraham quedan excluidos de alguna forma de la Alianza; Ismael
hijo de Abraham, tiene que marchar al desierto, es el Padre de la Nación Árabe y
Esaú el hermano de Jacob, dará origen a Edom, símbolo del pueblo con éxito en
este mundo, pero privado de significación espiritual, Edom es sinónimo de Roma y
Occidente. Será Jacob -al que se le cambia el nombre por Israel- quien dará origen
a los Doce Tribus.

Así pues la búsqueda espiritual de Abraham queda confirmada por la existencia de

un clan familiar, continuador de la Alianza y de la Bendición de Dios. La persona da
origen a la familia y la familia dará origen a la nación.

José hijo de Jacob y Raquel, tendrá desavenencias con sus hermanos y de resultas
terminara de esclavo en Egipto, donde manteniendo su integridad moral, llegara a
virrey. De allí llamara a su padre y hermanos para establecerse en el país del Nilo.

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El clan familiar de Jacob emigrara a Egipto y allí permanecerá por cuatrocientos

años.

Será con la salida de Egipto con Moisés con lo que se constituirá el pueblo de
Israel en Nación con estatutos y leyes en la recepción de la Ley en el Sinaí. Veamos
que dice la Biblia de esto.

El segundo libro de la Biblia es Éxodo- "Estos son los nombres"- Shemot- porque
empieza con los nombres de los israelitas que entraron con José en Egipto y sigue
"Se alzo en Egipto un nuevo rey que nada sabia de José…y redujeron a cruel
servidumbre a los israelitas" Ex 1, 8 - y sigue con el nacimiento de Moisés y su
crianza por la hija del faraón y su posterior huida al desierto ( se recomienda ver
la película "Los Diez Mandamientos" de Cecil B. de Mille, una magnifica película
sobre este tema) En el desierto de Madian, sucede el episodio de la Zarza
Ardiente, Moisés ve una zarza ardiendo que no se consume y Dios le habla desde
ella "Yo soy el Dios de tus Padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de
Jacob" Ex 3, 14. Los rabinos explican que se podría haber escrito mucho mas
fácilmente el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob y que si Dios se presento así,
es porque cada persona entiende a Dios de una forma particular y única, aun siendo
el mismo Dios. Al preguntarle Moisés por su nombre, Dios responde Eyhé asher
Eyhé, que aunque habitualmente traducido "Yo soy El que soy", en hebreo tiene un
sentido mas de temporalidad y de desarrollo en el futuro "Yo soy El que seré".

Después Moisés en compañía de su hermano Aaron, acude al Faraón y le dice "Así

dice Dios: deja marchar a mi pueblo" Ex 5,1. El texto bíblico dice que Dios
endureció el corazón de Faraón y este se opuso, hasta que por diez plagas Faraón,
dio permiso para que los israelitas salieran al desierto para adorar a su Dios. Es la
noche de Pascua, la noche de la Liberación de la Esclavitud, que el pueblo de Israel
conmemora todos los años en la celebración de Pascua -Pesaj-, con una cena-rito
especial, el Seder Haggada Pesaj, Ex l2-13. Se supone que la Cena del Jueves
Santo que Jesús celebraba con sus discípulos era una cena de Pesaj.

En la idiosincrasia del pueblo judío esta muy presente este hecho fundamental de
la liberación de la esclavitud material, de la opresión política; no hay que ser solo
libres espiritualmente sino también materialmente (se recomienda leer "Éxodo y
Revolución" de Michel Walzer)

Después de la salida de Egipto y ya en el desierto, el pueblo tiene hambre y

murmura contra Moisés, añorando la seguridad de Egipto y entonces "Dios dice a
Moisés Mira Yo haré llover sobre vosotros pan del cielo" Ex 16,4; el milagro del
Maná milagro extraordinario que queda grabado en la memoria de Israel, pues en el
desierto y durante cuarenta años, Israel sobrevivió gracias a la Protección Divina.

Camino del Sinaí, Israel es atacado por los amalecitas y solo gracias a la oración de
Moisés, se puede vencer, Ex 17, 8-15. Amalek es el símbolo de los enemigos de
Israel que de forma irracional e injustificada, le atacan de generación en

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generación; Aman en el libro de Ester, es descendiente de Amalek. "En cada

generación hay quien se levanta contra nosotros para destruirnos y aniquilarnos,
pero el Señor, bendito sea, nos libra de sus manos" como se reza en el Seder

Tras la salida de Egipto, Israel llega a los tres meses al Sinaí -Ex 19- donde Dios
se revelara a todo un pueblo para comunicarle sus leyes y mandatos y es a partir
del Sinaí -Fiesta de Shavuot o Pentecostés- donde el pueblo de Israel ya queda
constituido en Nación con leyes y estatutos propios.

"Yo soy Yahveh, tu Dios, que te ha sacado de la tierra de Egipto, de la casa de

esclavitud" Ex 20,1 - la presentación que hace Dios de Si Mismo es significativa, se
presenta como Libertador de Israel, el primer titulo para reconocer la absoluta
soberanía de Dios es que Este haga algo por ti, te libere de esclavitud. Sigue la
promulgación del Decálogo, los conocidos Diez Mandamientos. El midrash cuenta
que antes de promulgar la Ley, Dios se la ofreció a otros pueblos que la rechazaron;
se la ofreció a los Árabes, descendientes de Ismael, que preguntaron ¿Qué esta
escrito? "No robaras" respondió el Señor y le contestaron "Señor del mundo, no
podemos aceptarla pues vivimos del robo", se la ofreció después a los edomitas que
preguntaron ¿Qué esta escrito? "No mataras" y le contestaron "Señor del mundo,
no podemos aceptarla pues vivimos de la guerra". Fue después Dios a Israel y les
pregunto ¿Queréis aceptar la Ley? y estos contestaron "Haremos todo lo que el
Señor diga" Ex 19,13. A partir de la aceptación de la Tora en el Sinaí, Israel queda
ya constituido como Nación, un pueblo en marcha con sus leyes y estatutos, cuyo
único soberano es Dios. Por ello en las sinagogas, en el Aron HaQodesh, donde se
guardan los Rollos de la Ley, encima están las Dos Tablas de la Ley con una Corona
Real, símbolo de que el pueblo judío solo reconoce a Dios por Rey, de ahí la feroz
resistencia de los judíos a mantenerse bajo soberanía ajena e incluso la reluctancia
del profeta Samuel a dar un rey temporal al pueblo, I Samuel, 8, 4-9.

El filosofo Spinoza dice que el pueblo de Israel fue verdaderamente libre, solo los
tres meses comprendidos entre la salida de Egipto y la llegada al Sinaí.

Y que son los seiscientos trece preceptos Que es lo que sigue a la proclamación de
los Diez Mandamientos, Ex 20, ¿qué hay escrito después del "No codiciaras…"
siguen unos versículos sobre la construcción de el Altar y sigue el capitulo 21
"Estas son las normas que has de dar: cuando compres un esclavo hebreo…" Esto es
importante porque en la Biblia se supone que toda palabra tiene su importancia y su
exacto significado ¿qué sigue en importancia al décimo mandamiento, que palabras
tienen el honor de continuar al Decálogo? Así pues, se recomienda al lector, que lea
atentamente todo el capitulo 21 del Éxodo y a ver que conclusiones saca por sí
mismo.

Vera que son diversas normas -mistvot- en tema referente a luchas y heridas ¿los
relaciona con algo? y el final del capitulo 21 y lo que sigue al principio del capitulo
22 ¿tiene también relación con algo ya conocido? Bien, esto quizás es fácil de
deducir pero y los enigmáticos versículos del esclavo con la oreja perforada, antes

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de todo ello. Si Ud. lector, encuentra algún significado preciso a todo ello y no le
parece un galimatías absurdo, unas leyes primitivas sin ningún valor para hoy día, si
considera que estas normas tienen una sabiduría oculta pero deducible tras un
esfuerzo intelectual, habrá penetrado en el espíritu del Judaísmo.

Por cierto, en el Judaísmo se dice que la lectura de la Biblia tiene cuatro niveles: el
primero Peshat o interpretación literal de lo escrito ( la norma legal sobre
esclavos), el segundo Ramaz o simbólico que se puede deducir de lo leído ( seria el
comentario de Rashi al esclavo de la oreja perforada) el tercero Derash o místico,
solo accesible a espíritus muy selectos ( los comentarios del Zohar a la Torah
serian de este estilo) y el cuarto Sod o secreto, que solo es transmitido de
maestros a discípulos.

Si se sigue leyendo terminara el libro de Éxodo y continuara con Levítico, Números

y Deuteronomio, con ello habrá leído completamente Los Cinco Libros -la Tora-
Pentateuco, que en el Judaísmo son los libros más importantes, atribuidos como
autor a Moisés (la descripción de su muerte se supone escrita por Josué) En estos
cinco libros, en una forma dispersa junto con eventos históricos del viaje a la
tierra de Canaán, están escritos los mistvot, las normas y preceptos que Dios
entrego al Pueblo de Israel por medio de Moisés. Los Diez Mandamientos fueron
escritos con el dedo de la mano de Dios, Ex 31,18 y los preceptos fueron revelados
a Moisés y este los transmitió al pueblo.

¿Cuántas leyes hay? En el Pentateuco se descubren seiscientos trece preceptos,

según se cuenta en el Talmud, de los que trescientos sesenta y cinco son
prohibiciones -no harás- como los días del año solar y doscientas cuarenta y ocho
son mandatos -harás- como los miembros del cuerpo. ¿A que se refiere toda esta
legislación? los Diez Mandamientos son diez enunciados de elevado carácter ético,
pero abstractos, una norma, una guía general para el comportamiento humano,
mientras que la mayoría de la legislación mosaica es muy pormenorizada y su
primera lectura desconcertante; en algunas ocasiones parece tratarse de un código
primitivo, sin ningún fundamento racional. Algunos preceptos rápidamente se le
encuentra racionalidad pero otros permanecen obtusos a pesar de querer
encontrarles una base lógica. Encontrar el fundamento de estas normas -taamei
hamistvot- puede ser un empeño interesante, aunque para un judío observante no
sea demasiado prioritario, pues los mistvot se deben cumplir por haber sido
decretados por Dios. "Si me amas, cumplirás mis preceptos". La leyenda cuenta que
el Rey Salomón encontró el fundamento de todos los preceptos, excepto uno.

Esto, el cumplimiento de los seiscientos trece preceptos es la base de la religión

judaica. Su estudio y cumplimiento, la labor de un piadoso judío, un jasid. La
aplicación a todos los eventos que nos puede deparar nuestro quehacer diario, con
todas las posibles alternativas y disyuntivas, es el trabajo de discernimiento de los
rabinos. El grado exacto de cumplimiento de los numerosos mistvot, es lo que divide
a judíos en más o menos observantes, según su grado de compromiso.

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Maimónides recalca la grandiosidad del acontecimiento del Sinaí, en que Dios se

revelo a todo un pueblo, no como a Abraham en que Dios se revela a un solo
individuo, revelación particular que puede repetirse a otras personas, mientras que
la revelación del Sinaí fue un episodio único que no ha vuelto a repetirse, por ello
"No ha vuelto a surgir en Israel profeta semejante a Moisés, con quien cara a cara
tratase Dios" Dt 34,10.

Tras la Revelación se emprende la construcción del Arca de la Alianza y del

Tabernáculo, en dicha Arca se transportaban las Tablas de la Ley y una copa con
maná Durante la travesía del desierto, las Doce Tribus caminaban agrupadas
alrededor del Arca, precioso simbolismo de que el Pueblo se reconoció en función
del mayor evento que le hubiera sucedido, a saber que Dios hiciera alianza con
Israel; de ese hecho fundamental queda como recuerdo, como testimonio de que
efectivamente sucedió, el Arca de la Alianza.

Se llega a la frontera de Canaán y son enviados los exploradores: Números,

capítulos 13 y 14; el pueblo tiene miedo a los habitantes de la tierra y ello le trae
como consecuencia el castigo de ser privados de entrar en la tierra de Canaán.
Durante cuarenta años vagaran por el desierto hasta que una nueva generación,
bajo el mando de Josué acometa la conquista de Canaán.

El libro del Éxodo se ha utilizado muchas veces como símil de nuestro peregrinar
en esta vida, un camino en busca de la Tierra Prometida, pero un camino lleno de
equivocaciones y faltas, de tropiezos y miedos; las múltiples rebeliones del pueblo
contra Moisés, el episodio del becerro de oro, la rebelión de los notables, las
codornices, las aguas de Mara, la falta de confianza de los exploradores…si
hubieran ido recto como una flecha, sin desfallecer. Si se examina atentamente, se
ve que el pueblo de Israel que fue liberado de Egipto, llego malamente a la Tierra
Prometida (solo dos llegaron: Josué y Caleb) y tras cuarenta años. Su camino fue
lleno de desconfianza en el Señor, disensiones entre ellos y añoranza de Egipto y
aparte sufrir el ataque de Amalek, la agresión traicionera de los enemigos del
Pueblo de Dios ¡que si existen! El libro del Éxodo es un símil de como es la común
evolución espiritual de la mayoría de nosotros, un magnifico relato crucial y básico
del origen del Pueblo de Israel.

Ciertamente tras la promulgación de las leyes en el Sinaí, se puede ya considerar

cerrado el capitulo del origen del Pueblo de Israel, pues este acontecimiento
Liberación de Egipto-Revelación del Sinaí marca el comienzo real de la historia del
pueblo. Es el acontecimiento básico y transcendental en la Historia de Israel,
celebrado y rememorado en las Fiestas de Pesaj - Shavuot, lo mismo que la
travesía del desierto, bajo la Protección Divina es recordada en la Fiesta de los
Tabernáculos -Sukkot-, un hito permanente y constante en la conciencia de la
judeidad. Para un judío esta es la raíz de su fe y su credo, pues como se proclama
en el Seder

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"En Egipto fuimos esclavos del Faraón y Adonay, nuestro Dios, nos saco de allí, con
mano poderosa y brazo extendido. Y si el Santo, bendito sea, no hubiera sacado a
nuestros antepasados de Egipto, nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros
hijos seriamos, sin duda, esclavos del Faraón de Egipto. Incluso aunque todos
nosotros fuésemos sabios, todos inteligentes, todos ancianos, todos conociéramos
la Tora, seria nuestro deber contar la salida de Egipto…Generación tras
generación, el hombre debe reconocerse a sí mismo como si él hubiese salido de
Egipto…El Santo, bendito sea, no solo libero a nuestros antepasados, sino, junto
con ellos, también a nosotros.

Por tanto debemos agradecer, alabar, ensalzar, glorificar, exaltar, bendecir,

enaltecer y honrar a Quien hizo por nuestros antepasados y por nosotros, todos
estos milagros. Nos sacó de la servidumbre a la libertad, de la aflicción a la alegría,
del luto a la fiesta, de la oscuridad a la luz resplandeciente y de la esclavitud a la
Redención"

(Haggada de Pesaj)

Sin embargo de cara a los historiadores científicos, la historia probada de Israel

comienza con el asentamiento en la tierra de Canaán. Para los modernos
historiadores todos estos relatos, son escritos muy a posteriori, quizás basados en
antiguas tradiciones orales. Es decir, todo esto de Abraham y Moisés, aunque sea
la base de la creencia de la religión judía actual, bien puede tratarse de un mito,
una leyenda heroica e idealizada sobre los orígenes del Pueblo de Israel, similar a
otras leyendas antiguas, como por ejemplo, la fundación de Roma por
descendientes del huido Eneas. No hay ningún documento antiguo que nos confirme
todo ello, no hay ninguna mención en Egipto que nos corrobore una salida masiva de
los esclavos, ni hay recuerdo escrito de las Diez Plagas. Tampoco hay nada que
verifique la existencia histórica de los Patriarcas -aunque la tradición, su tumba
esta en Hebron.

Se supone quizás, que Abraham vivió alrededor de 1850 antes de Jesucristo y que
el Faraón del Éxodo seria Ramses II., hacia el 1250. Para la moderna historia
científica las primeras menciones extra-bíblicas de Israel se encuentran en la
estela del Faraón Menerpta o en la del rey Mesa de Moab y ya hay referencias más
numerosas y claras en la época de la dominación asiria... Por ello, para entender un
origen científico de la religión judía se tendría que empezar por el asentamiento de
las Doce Tribus en el territorio de Canaán; si es que emigraron de algún sitio o bien
ya se encontraban allí, este es el primer problema que se plantea. O quizás mejor
aun, seria empezar la historia en forma más exacta, por los reinados de David y
Salomón. Dado que este es un problema muy debatido por historiadores y
arqueólogos, se recomienda leer algún manual de historia de Israel.

La subsiguiente historia del pueblo de Israel, está reflejada en el resto de los

libros de la Biblia hebrea, los llamados libros históricos, desde el libro de Josué,
pasando por los dos libros de Samuel, los dos de Reyes, los dos de Crónicas, hasta

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los libros de Esdras y Nehemías. Todo el ambiente social y religioso esta reflejado
en los otros libros: Profetas, Salmos, etc.

Tras la entrada en la Tierra Prometida bajo la guía de Josué, las Doce Tribus se
asientan por todo el territorio de Canaán y Transjordania. Al parecer, el núcleo
mas fuerte, seria la tribu de Efraím, en el altiplano central de Canaán y en Silo se
depositaria el Arca. Las tribus no actúan como una nación unificada sino que cada
una actúa por su cuenta o en alianza con otras, como una especie de confederación
y desarrollan una política de infiltración o de conquista de los pueblos que allí
habitaban, e incluso de alianza con los habitantes del lugar o de guerra civil entre
ellas, véase el tratado de paz entre Israel y los gabaonitas, Josué cap 9 o la guerra
civil entre Benjamin y el resto de Israel - Jueces, capítulos 19,20 y 21. Es la época
de los Jueces, caudillos carismáticos que dirigían al pueblo -recordar Débora y
Barak, Sansón y otros, hasta llegar al profeta Samuel, donde el pueblo pide al
profeta el nombramiento de un rey, para tener un mando unificado y centralizado
de cara a los enemigos, en este caso los filisteos. Por sorteo es elegido Saúl, de la
tribu de Benjamin - I Sam Capítulo 10. Saúl tiene éxito al principio contra los
enemigos de Israel pero su monarquía no se asentara, pues las colinas de Gelboé,
Saúl y sus hijos caerán en combate frente a los filisteos. Será uno de sus
capitanes, David de la tribu de Judá, con quien había tenido diferencias por celos
personales, quien le sucederá a medio plazo.

David un pastor de Belén, fue famoso tras su hazaña de vencer a Goliat (I Sam 17)
David entró al servicio de Saúl como él más victorioso de sus generales y se casó
con su hija Micol, pero el mismo éxito de David le ocasionó la envidia de Saúl y su
enemistad. Con la ayuda del príncipe Jonatan, David huyó de la corte y se exiló al
desierto, donde se hizo jefe de banda. Tras la muerte de Saúl, David tomó el
control de Hebrón y la tribu de Judá se separó de la confederación. Mas tarde,
tras la extinción de la dinastía de Saúl, el resto de las tribus de Israel,
reconocerán como líder a David y este tras ser nombrado rey de un Israel
nuevamente unificado, conquistara la ciudad de Jerusalén, equidistante entre Judá
y las demás Tribus del Norte y la hará capital de su reino.

David es celebrado por antonomasia como el rey ideal de Israel. Durante su largo
reinado de cuarenta años, en una serie de victoriosas campañas, se impuso a todos
sus vecinos, haciéndoles tributarios (II Samuel 5, 17-25 y el capitulo 8 así como I
Crónicas, cpts 18 a 20) El éxito militar de David, su valentía personal y su apostura,
así como sus dotes literarias -se supone es el autor de la mayoría de los Salmos- y
más notablemente, su devoción a Dios, lo hacen prototipo del Rey Ideal de Israel.
Cuando el pueblo judío quería alabar a alguien como líder político, se dirigían a él
como "hijo de David" indicando así su condición de posible Rey de Israel.

A David le sucedió su hijo Salomón, rey que en un reinado mas pacifico, continuó la
gloria de su padre. El Rey Salomón es recordado sobre todo por su inteligencia y
sabiduría (I Reyes, capt 3 y 5,9-14) y se le atribuyen los Proverbios, el Eclesiastés
y el Cantar de los Cantares. Pero es sobre todo recordado por ser el constructor

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del Templo de Jerusalén (I Reyes, capts 5 al 9) donde el Arca de la Alianza queda

ya fija, emplazada en un edificio de piedra y madera de cedro. David al principio de
su reinado, había hecho traer el Arca a Jerusalén -que había estado itinerante por
diversas ciudades de Israel- y quiso construir ya un edificio para cobijar el Arca,
proyecto del que fue disuadido por el profeta Natán (II Sam, capt 6 y 7)
Correspondió a su hijo Salomón la gloria de la construcción del Templo, santuario
nacional donde acudirían todos los israelitas -y extranjeros- a presentar sus
ofrendas y oraciones.

Los historiadores interpretan el auge de Israel en aquella época por una

momentánea debilidad de Egipto, la tradicional potencia de aquella zona. Una vez
recuperada de la crisis, Egipto volvió a tomar las riendas y conquistó el país (I
Reyes, 14, 25). De hecho, durante su vida, Salomón mantuvo una alianza con Egipto,
por su boda con la hija del Faraón (I Reyes 3)

A la muerte de Salomón, el reino unificado volvió a dividirse en dos: Israel y Judá

(I Reyes, capt 12) el Reino del Sur, constituido por las tribus de Judá y Benjamín,
más débil, mantuvo la dinastía davídica y su capital en Jerusalén, mientras que el
Reino del Norte, más poderoso y extenso territorialmente, cambio repetidas veces
de dinastía y de capital, hasta que en el reinado de Omri, la capital fue trasladada
a Samaria. El reino del Norte, conocido por Israel o Samaria mantuvo un cierto
apogeo durante la época del rey Ajab, que fue contemporáneo del gran profeta
Elías, pero durante toda su existencia, la principal preocupación de Israel fue
defenderse de la amenaza del norte. Su poderoso vecino, Damasco la capital de
Aram, mantuvo una continua presión sobre Israel., sometiéndola en ocasiones a
vasallaje y cerciorándole territorio. El final llegó aproximadamente en el 722 con la
conquista de Samaria por la potencia emergente, Asiria, y la deportación de los
israelitas por Sargón II. En una política de cambio de población, la clase dirigente
israelita fue deportada a otras tierras del Imperio Asirio y otras gentes fueron
llevadas allí. Las Diez Tribus quedaron diluidas o asimiladas entre los pueblos de
Oriente y su rastro, en parte se pierde. (II Reyes, capt 17)

El reino del sur, Judá, siempre sometido la pinza entre Egipto y las potencias del
Norte, sobrevivió unos ciento cuarenta años más. Finalmente en el 586 Jerusalén
fue tomada por los babilonios y el Templo fue destruido. (II Reyes, capts 24 y 25;
II Crónicas capt 36; Libros de Jeremías y Baruc)

Toda esta época desde los Jueces, David, Salomón y los Dos Reinos, esta marcada
por fuertes tensiones entre el culto a Yahve, único Dios de Israel y el culto
simultáneo a otras deidades de los países vecinos. El gran reproche que los
profetas hicieron a Salomón fue que por su matrimonio con mujeres extranjeras,
permitió culto idolátrico en Jerusalén. También los profetas - y esa es la historia
de los dos reinos - lucharon constantemente por mantener el culto único a Yahwe,
en medio de las tendencias sincretistas de la época.

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Desterrada la clase dirigente a Babilonia, permanecerán en el exilio durante unos

setenta años. Por el edicto de Ciro en el año 538, se dio permiso para los que
quisieran, volvieran a su tierra. Estas son las palabras finales de la Biblia Hebrea
"Así habla Koresh, Rey de Persia: Yahve, el Dios de los Cielos, me ha dado todos los
reinos de la tierra. Él me ha encargado que le edifique una casa en Jerusalén, en
Judá. Quién de vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea Dios con él y suba! - II
Crónicas 36, 23.

Los desterrados volvieron en varios grupos, dirigidos al parecer por distintos

líderes -Zorobabel, Esdras, Nehemías-. Se reconstruyó el Templo, en forma más
modesta y también las murallas de Jerusalén pero es aquel momento donde tuvo
lugar el episodio de Ezra, que dio lugar al Judaísmo actual. Los habitantes del país
anteriores a la vuelta de los exilados e incluso algunos de los judíos que habían
vuelto, se habían casado con mujeres extranjeras. Asimismo hubo choques con los
restos de la comunidad israelita establecida en Samaria. La firme decisión de Ezra
de expulsar las mujeres extranjeras y mantener una endogamia religiosa, fue el
motivo de que muchos emigraran y se sumaran a un culto paralelo en Samaria. "Vi
también en aquellos días que algunos judíos se habían casado con mujeres
asdoditas, ammonitas, o moabitas. De sus hijos, la mitad hablaban asdodeo o la
lengua de uno u otro pueblo pero no sabían ya hablar judío. Yo les reprendí…"
Nehemías 13, 23-29; Esdras capts 4, 9 y 10. Con la expulsión de las mujeres
extranjeras y el cisma samaritano, dio lugar el Judaísmo actual, tal como lo
conocemos. Por otra parte, los samaritanos vivieron una historia paralela,
manteniendo el Pentateuco (no los Profetas ni otros escritos) y el culto en el monte
Garizim, donde siempre hubo una comunidad fija en dicho lugar geográfico, que
aunque muy reducida en número, ha llegado hasta nuestros días.

1.2. Esencia del Judaísmo

¿Quién es judío? ¿Cuál es la esencia del Judaísmo? En estas dos preguntas se abre
un largo e interesante debate sobre la esencia del Judaísmo, que particularmente
interesa y es debatido con pasión en el mismo seno del pueblo judío. El Judaísmo no
es por esencia, una religión de creencia, como puede serlo el cristianismo, en que
para ser cristiano hay que creer en una serie de verdades: creo en Dios, creo en
Jesucristo, creo en el Espíritu Santo, etc., el Cardenal Newman lo resumió
perfectamente en la formula "el Cristianismo son los Diez Mandamientos y el Credo
de Nicea". En este sentido el cristianismo es un recto decir, un recto creer, una
"ortodoxia". Por el contrario en el Judaísmo no se da tanta importancia a la
creencia, si mucho más a la práctica; por supuesto se da por sentada la existencia
de Dios Creador, etc., pero por esencia, Dios está mas allá del entendimiento
humano, por lo que importa mas el recto cumplimiento de su Voluntad que esta
expresada en la Ley de Moisés, que las especulaciones racionalistas sobre la
naturaleza de Dios, si es Uno y Trino, etc. Y mas por necesidad de oponerse al
credo cristiano, que por la propia exigencia religiosa, se codifico en la Edad Media
por Maimónides una serie de Principios doctrinales básicos -los Trece Principios-

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que se consideran la base ideológica del Judaísmo (ver el capitulo dedicado al

Pensamiento Judío)

Pero sobre todo en el Judaísmo lo necesario es la práctica de los 613 preceptos de

Moisés; es decir un recto hacer, una "ortopraxis", para un "buen judío" será más
importante la comida Casher que elucubrar sobre la existencia y esencia de Dios, (a
pesar de que en el Judaísmo hay una corriente mística, la Cabala, que es una
extensa especulación sobre la esencia de Dios y su interacción en el mundo). Pero
en esencia el Judaísmo es el cumplimiento lo más exacto posible de los preceptos
ordenados por Dios a Moisés. Se da por supuesto que se cumplen los preceptos por
amor a Dios (si me amáis guardareis mis preceptos). Por ello cada judío debe
valorar el propio grado de cumplimiento de dichos mistvot, se es más o menos
cumplidor, más o menos observante, según el exacto grado de cumplimiento. A un
judío observante le puede ser problemática la comida cuando va de viaje; si es que
desea cumplir con el mistvot de comer casher; la comida que solicito en un
restaurante gentil solo puede ser de la autorizada en la Biblia. Si es mas
observante todavía, quizás se plantee el llevarse su propia comida e incluso tendrá
que valorar si come con los cubiertos que le sirven o bien en platos y vasos de
plástico desechables. El grado de observancia puede llegar a ser muy meticuloso o
muy laxo, según el criterio a seguir. De ahí la división actual del Judaísmo en
liberal, conservador y ortodoxo e incluso ultra-ortodoxo, según se lleven al límite
las reglas.

Vista esta distinción fundamental entre ambas formas de enfocar la religión, el

Judaísmo se ve mas como una casuística, un estudio continuado de la Tora para
conocer cuales son los preceptos y poder cumplirlos mejor. El que se consideren
613 es una nemotecnia, un símbolo, pueden ser muchos mas, las que el cuerpo de
rabinos decidan a lo largo de los siglos, todo son normas basadas en la legislación
mosaica. El Judaísmo es una religión de estudio, que favorece la inteligencia y la
controversia; por ello se ha dicho que en el Judaísmo, se es más religioso, cuando
más erudito se es. Todo ello, ha dado como resultado a la larga, que el pueblo judío
sea una minoría disciplinada y ética, donde se es muy valorado el estudio y la
inteligencia, un pueblo con un alto índice de premios Nobel y de logros
intelectuales. El pueblo judío es un producto de la religión judía, un resultado de la
Tora.

Pero lo que está claro, a la vista de todo lo anteriormente expuesto, que el

Judaísmo no es un estado emotivo o de ideología, es una religión de "pertenencia",
se es judío por nacimiento, el cumplimiento de los preceptos de la Tora solo
incumbe a un judío, si un gentil le diera por cumplirlos, no tendría sentido, pues solo
obligan al pueblo judío. ¿Y quien es judío? ¿Él que se siente judío? No, en la Halaja
se considera judío al hijo de madre judía o bien a la persona que se convierte. El
hijo de padre judío y madre gentil no es reconocido como judío por la comunidad
israelita, dicha persona si quisiera ser judía, debería iniciar un proceso de
conversión. Se es judío por nacimiento, independientemente de que uno sea

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observante o no, se puede ser judío y no practicar nada en absoluto, se considera

eso queda ya a la voluntad de cada cual -allá él y su conciencia, ya se las entenderá
con Dios. Incluso se ha llegado a decir que se puede ser judío y ateo al mismo
tiempo, pues la condición de judío es por nacimiento. Incluso se puede ser ateo o
agnóstico y cumplir determinados preceptos, solo como una cosa cultural, de
identidad nacional.

El Judaísmo no es una religión proselitista, quien quiera convertirse a la religión

judía, deberá someterse a un examen en un tribunal rabínico. Una vez superado el
examen, se efectuaría el rito de conversión, si es hombre seria circuncidado y
después tomaría el baño ritual y si es mujer solo el baño ritual. Pero no se piense
que la religión judía es un conjunto de legalismos complicados y asfixiantes, su
fundamento es simple, recuérdese la famosa anécdota de Hillel y Sammai.

Hillel y Sammai eran dos rabinos de la época del Segundo Templo. Sammai tenía
fama de ser un rabino duro y exigente, que interpretaba las leyes en forma rígida.
Hillel por el contrario era más tolerante y dulce. Se cuenta que un gentil se acercó
a Sammai y le dijo "Me convertiré al Judaísmo, si me explicas toda la Ley mientras
me mantengo derecho, apoyado sobre un solo pie" Sammai lo despidió en forma
irritada. Al acercarse con la misma pretensión a Hillel, este le contestó "No hagas
a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. Esta es toda la Tora, el resto es
comentario. Ve y estudia"

BIBLIOGRAFÍA

Biblia de Jerusalén - Desclee de Brouwer, Bilbao

El Pentateuco - Comentario de Rashi - Editorial Yehuda - Buenos Aires
La Tora- Edición de Jacob Benzaquen - Caracas
El Pentateuco - Interlineal Hebreo-Español - Editorial Clie -Terrasa - Barcelona
Los Capítulos de Rabbi Eliezer - Versión de M. Pérez - Biblioteca Midrásica-
Valencia
Génesis Rabba - Versión de L. Vegas - Edt Verbo Divino - Estella - Navarra
Mekilta de R. Ismael - Versión de T. Martínez - Edt Verbo Divino - Estella -
Navarra
La Ley en la Leyenda - Elena Romero -C.S.I.C. - Madrid
El Midrash dice - R. Weissman - Editorial Bnei Sholem
El pequeño Midrash dice - R. Weissman - Edt. Bnei Sholem
El Midrash - J. Barylko - ABA Ediciones - Buenos Aires
El libro de Dios, la Tora - J. Barylko - Edt Kier, Buenos Aires
Moisés contado por los sabios - Edmond Fleg - Editorial Roma - Barcelona
Moisés y la vocación judía - Andre Neher - Aguilar Madrid
Moisés - Martín Buber - Lumen Hormé - Buenos Aires
Moisés - André Chouraqui - Herder - Barcelona
El Dialogo Eterno - Pynchas Brener Organización Sionista Mundial, Jerusalén
Judaísmo - N. de Lange - Edt. Riopiedras, Barcelona

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El Pueblo Judío - N. de Lange - Atlas Culturales del Mundo -Edt Folio, Barcelona
Valores del Judaísmo - Keter Publishing House, Jerusalén
El Judaísmo - Hans Küng - Editorial Trotta - Madrid
Este es mi Dios - Herman Wouk - Plaza y Janes - Barcelona
Abraham y su leyenda - W. Vogels - Desclée de Brouwer - Bilbao
Nuestro Padre Abraham - Joseph Lecuyer - Ediciones Rialp - Madrid
Temor y Temblor - Soren Kierkegaard - Editorial Labor - Barcelona
Éxodo y Revolución - Michel Walzer - Per Abbat Editora - Buenos Aires
La Salida de Egipto - Raphaël Draï - Editorial Planeta Venezolana
El Pueblo Judío - M. Wurmbrand y C. Roth - Aurora, Tel Aviv
Los Judíos, Dios y la Historia - Max I. Dimont - Editorial Menorah - México
Nínive y el Antiguo Testamento -André Parrot -Ediciones Garriga - Barcelona
Samaria, capital del Reino de Israel - André Parrot - Ediciones Garriga - Barcelona
Los Samaritanos - León Poliakov - Anaya & Mario Muchnik - Madrid
Arqueología del Pueblo de Israel - M. de Buit - Editorial Casal i Vall - Andorra
Atlas de la Biblia - Selección del Reader´s Digest - México
Historia política de Israel - H. Cazelles - Cristiandad - Madrid
Nueva Historia de Israel - J. Alberto Soggin - Desclée de Brouwer, Bilbao

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