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sauieR AUYERO CLIENTELISMO POLITICO LAS CARAS OCULTAS A CLIENTELISIVO: AYER Y HOY NOVIEMBRE DE 1996 le semana pasade. Juana Meciina inauguré una Unided Basics (UB) de! Partido Justicialista en ia arte delante ce su case en una villa del Gran Buenos Aires. Emilio Pedele corcejal de un distrito aleda so, esté intentendo lanzer su canpaia pars interndente o ciputado provincial pare ¢l afc que viene. Pera “hacer pie” en un nuevo terreno, Pedele decidié abrir ysolventar ls mayor cantided posi- ble de UB en barrios pobresy villas del distita. Juana -mecuente~ conoci6 a Pedeledurente ellarzamiento de Is campana de Carlos ‘Menem para su teeleccién lato 998) Hace.un per de meses, Juana percié sutrabajocomo empleade doméstice y su marido también & suyo coro obrero dela cons- truceién, Como tantos otros desempleados, intentaron ef cuen- tepropismo con un pequefio corrercio enla parte delantera dele casa. “Pero, cviste?... Abrimosia verduleria y as sosesnoesteban saliendo bien... entonces decid abvir una UB, y miré loque pes6..” Lo que pesdes que su decisiSnconcisié con k carreraascendente de Pedele. Ei page shora la luzy elgas que Juenay su farnilia usen en fe UBy, por extensién, en su asa, La UB de Juana distribuye leche en polv del Plan Nacional ‘Matemo Infantil entre los nit.os y sifes del barrio, pero notiene el ecceso directo ale comida clstribuida por el rmunicipio del que gozan otras UB de! distrite (aunque sf obtien e periddiicamente informacién reletive a los diss ée distribuciGn, a trevés de su articipecién en las reuniones cet partido). A pesarde que sv acceso 2 los recursos materiales es lirmitado, no se qusja. “Yo lo compensa con otres cosas “me dijo. Esas‘ouas cosas” cornprendenla orga- nizecidn de viajes para ios nities y nifias ae Levills, Peciele le consigue dos o tres colectivosdela municipalicéd, yellaobtione AMER AITERO 3 pany chorizoso carne del anexo municipal. Una vez al mes, Juane lleva 2 aproximadsmente azarents nifios a alguna playa (Punta Lara) oparque cereano. “Elos estén felices’ me dijo. “Seguro ~e contesté~..Pero, :n0 es mudio trabajo conseguir los colectivos, la comids y hacerse cargo delos chicos?” Elle, probablemente sin dorse cventa, me revelé uno de ios secretos de las précticas olien- lares enia villa: “No es tan dificil conseguir las cosas, hay que saber ticar def hilo correcta, golpear la puerta corrects. Lo més importante es conocer a lapersone indicada # Por el momento, JueneMfedina conoce a la “persona indicads (Pedele) y'si é! mejora su posicién en el campo politica local, ella seguremente tendré acaes» a mas recursos. Siellalogra “mover gente” para su patrén poltico {Pedele), previsiblemente tendré més bienes y més informacicn. Lo que acababa de suseder, pro bablemente no volveré a ccurrir: "2Viste?, me perdi el Plan Viea, 2 elPlen Materno” 7m spel verano de 196, fabie asso elonzamientodela cam- pefia de Menem en Mar del Plata, Era la primera vez que Juana [en ese entonces de 34 aos] veia oi mar. El partido pagé por el Viaje y se alojeron en ef hotel de la UniénTranviarios Automoto~ res, endende—Juana remarcs- “hasta habla agua caliente, nome. puedo quejer..” Fue gracias al Partido Justicialista que Juana vio 2l mar, en un hotel con agua caliente, 2A MAYO DE 2003 —~ ; En una ésquine de Vile Esperanza, en un panico lin- dante con's Capital Federal, adolescentes armedos cobran peije y rafican drogas, Parece una escene de la pelicda brastlefa Ciuded de Dios. Ms alld dei nombre de 1a villa, equi la esperanza elude a sts 10 (CUEMTELISMO ROUTED. LAS CARAS OCUITAS ‘Aabitantes. Pero Marta Belisin, punters peranista en{a vila, genera Un o8sis cle optimismo desde su casila, que hace las veces de casa particular y comedor comunal. El dia en que visité a Mana, tres camiones -que funcionan como el hospital mévil de Lentis- esta- fan estacionados frente a su casa. Una larga hilera de madies con sus hijos esperaban gars vers, Belisén es parte de la red! que, eoman- ede por ef intendents, reswelve problemas en los barries. Ella clsiribuye ayude @ los més desesperacos habitantes de Villa Espe- range, quienes si « cambio tienen que ir a un par de actos en 2p0¥0 al candidate presiclencial Néstor Kirefiner, lo hacen con entu- siesmo... En las comunidades pobres, son muchos los que no ven al clintelismo como alge penerso impuesto por gente de afuere o Por las elites politices sinocome una manera de sobrevivir una erisis econémiea que ha dejado a los habitantes de lo villa sin empleo formal. Estos habitentes padecen una cantidad innume- rable de problemas: necesitan encontrar comida para ellos y sus hijos, necesitan medicamenios y servicios finebres, necesitan che- P28 para reconstruir sus cestles cada vez que una estufa akero- sene explote, destrayendota vivienda en la que han trabajado <@fos.También son muchas gs otres coses que querrian tener; por ejemplo, cafios pare instalar una red cloacal (pera evitar que sus hijas contreigen infecciones parasitarias, que son endémicas en ‘a8 villas asentadas sobre Io que solian ser pantancs). £1 puntero de! bavtio escucha atentamente las demandas ¢ intenta satistacerlas.Tien enuna ventajaimportante sobre elresto en lo que hace a la resolusién de problemas: ei monopolio de los recursos estatales. Cuanto mayor apoyo politico tenga la pun- tera en a pitémide clientela, mayor seré la cantidad de recursos que ellay sus clientes podrin clisponer. Selisén niega catogoricamente cualquier conexién entre los servicios estatales que elladistribuye y las actividades pokticas JAMIER AUYERO delintendente, “Nosotrosno le pregunmmes 2 la gente si puede venir aun acto Lesdecimos, ¢quieren vnir?y asegura Belisin. “A intendente no le gusta mezclar fa politica ton la accién social! afitma, Sin embargo, coro explica Elsi Ramirez (encargeda de reolutara las clientes de Belisén cuanc/o hay un acto pertidaric), su tabsjo es sencili: “La gente ya nos conoce!"Todos en Ville Espe- rena conocen a Matta Belisén ya su circulo intima de seguidores porque Boliséin prepera comida en su comedor comuniterio, arre- 92 la visita del hospital mévil en el bario, dFstribuye comida y cupones de alimentos para madres y aranes, y reparte ovasio- nalmente juguetes a padres que no pueden comprar ninguno. La gente en el comedor no distingue entre Marta la orgenizadore eI comnedor y Martala militante peronisn. Como la mayoriade Ios punteros, Be/iténesté disponiblepare Jes habitentes de Villa Esperanza a cualquiertara del dia y de ls noche. Sus actividades van desde la obtencién de un docu- ‘Mento en la municipalidad hasva la orgarizadién de un curnples- 08 peraun anciano de 71 atios que no tiene frie... Muchas de estas actvidedes sonde buena fe, apolitices, pero los habitantes Gelavvilla saben el precio que implican... Unasefiore mayor que Por las tardes juega alas cartes en el cometor cormunitarioexplica Per qué'se sube alos colectivos de Belisci: “Eifa tiene planes de trabajo que se distrituyen desde equi. Ella tiene medicamentos. Erla tiene coses para acd (Exraido deCiien Priiiega de Jenatnan Goldberg, Ameieean Prospect, sr de200%,tradwecién mis) 2 CUETELSMOPRITIOR LAS CARAS OoULTAS INTRODUCCION HABLAMOS MUCHO, SABEMOS POCO DEL CLIENTELISMO POLITICO 1, Siete afios separan alas historias de Juana Medina y Marta Bel- ‘sin, siete afiosen los que, con creciente intensidad, los medios de ‘comunicacién y los analistas politicos han heblado de alientelismo politico, muchas vecespara sefalarsusostenida expansion, otres para marcar su indeclinable ocaso, pero siemore en un tono que combinaba y combina fuertes criticas con profundo desconoci miento acerca del funcionamiento del dientelismo realmente exis- tente. Se habla mucho dei clientelismo, de los punteros, de los Glientes, de lo que supuestamente hacen unos @ cambio delo que necen los otros. Se conoce, sin embargo, bastante poco sobre este fenémeno y sus actores, sobre su funcionamiento cetidiano, sobre IRNEA AYER a loquesienten y piensan sus protagonistas De tanto en tanto, encuestadoresy cientistas politicos deore. tan lamverte del clientelismo. Hagemos memoria. Cuando Gra- ia Fernandez Meijide derroté Hilde Gonaélez Chiche Duhalde en1$87, losexpenos aseguraban que “la ola” (tal como se des cribia entoncesal “fendmeno Graciela’) se habia llevado consigo “les resabies ¢e la vieja politica”. Elaparato duhaldista hebia Suirida, segin los expertos, une herida de muerte. En 1996, el triunfo de Fernando de fa Ria indicd, otra vez segin los analis- ‘aspoitticos y encuestadores de turmo, que las formas “tradicio. nales" de hacer politica habian quedado atrés. Enel aio 2001, obpeenedores localesy extranjeros nos informaban entusicsma dos que las cacerolasy los piquetes representaban, otre vez, la detacie, “le cisis” delas formas clienteares de conquista del voto ¥ 2 administracién piblica. Ei clientelismo, parecen sugerirnos losexpertos, siemprese esta muriends. Detanto entanto también, encuestadores y analistes decre- tanel regreso del cientelismo y su vitaldad, £1 caso més reciente fuels itime campafia por' eleccidn presidencial, Se arguments, 19 sin cieno sentido, que la dispute entre los tres canciidatos del Peronismo ers, en realidad,una lucha entre aparatos politicos con fuerescomponentes clentelares. A pocos se les pasé por alto que les tctos plblicos delactual presidente eran “genuinos” pro- du cios del aparato peronista. Quienes asistieron a as decenas de ‘actos org anizedos en el Gran Buenos Aires, nos expliceban otra vez isanalisias, fueron “llevados” ("atarreados" en los anilisis menos euferristicos) con la promess de un subsidio de desem- pleco wnaboisa decomida, AI cienteismo se le atribuyen capacidades diversas: lienar estatios durante un acto partidario, comprar votuntades y ganar slectiones; cada tanto, generar saquieos us otros actos de violan- is obledtiva, Se lo idenfica con corsuscién y, en més de una opor- cueN SYD POUTED. US CARAS OCULTAS tunidad, se lo utiliza como sinénino de la actién politica. 1 intercambio de “favores por votos’ captirala atencion de anal tas de diversas orientaciones politicoideolégicas en sus momen- tos de mayor espectacularidad: loscclectves tlevendo gente a los actos, las internas partidarias, unpuntero visible entre los soqueadores, unvuelco de padrones atulo ala. Pero estos momen- tos extraordinatios, sibien son cietanente expresionesdel cien- telismo politico, estén lejos de constiuirsu nticleo furdante: tos actos, las internas, algina actin colettiva son expresiones de un fendmeno social mas duradero, mspersistente, rmés cotidiano. Quiero decir, las formas episédicas ymediéticas declientelismo no nos tienen que hacer perder de vista sus formas més rutinarias y poco conocidas, formas que son Fundanentales para entender no sdlo cémo opera el clientelismo politico sino porqué peréura a pesar de las periédicas eriticas y denuncias. Este texto se propone presentar al lector nouns evaluecion moral del clientelismo ni una especuacién sobre sus efectos en nuestras instituciones democrétices.Parel contrazio, en el texto que sigue offeceré una descripcién é2 sus funciones cotidianas através de una suerte de peripte por dstintas microescenas cen tolares en ia Argentina contemporérea:desde los intentos mas obvios y destarados de manipulacién patitica hasta los més suti- les, desde los modos en que las recies cientelares operan antes y durante episosios de protesta hast les maneres en que éstas habrian funconado durante los titinos saqueos. Jtinto a este mapeo de universos cientelares indagiré en las visiones que sobre su funcionamiento tienen los propies centes factores que las representaciones habituales sobre exe srreglo social, oolitico y cultural ignoran persistentermente) Elviaje nos llevard alos enclaves de pobreza urberradel Gran Buenos Aires centro de gran parte dela atencién czancose habls #e dlientelismo, pero también a otraszonas menos conocidas, AVIER AUYERO : Santiago del Estero, 2 Salte, e Neuguién. No pretendo dar un mapa completo dev elientelismo sino ilustrar, en eada caso, un funcio namiento diferente de las redes clientelares. La distibucién de bienes materiales, planes sociales y se! tios (bolsones de comida, subsidios de desempleo, medicamen- tos, acceso comedores comunitarios, ete.) mediante redes Potitico-partidarias no es un secreto para nadie en el pais, Sabo mos que existe yque se execerbe peridcicamente durante 6pocas ¢e elecciones. Sesupone que la distrivucién personalizada de bie. hes genera apoyo politico: si “se dan cosasy vuelven votos" se entiende ae las primeres esterian generande tos segundos, Nacie hasta shor ha podido demostrer que la distibuci6n de recursos Produce par simisms un tigo de comportamiento electoral. Certo es. que “cossssvan, votos vienen” perola meneraen que los recur- S08 producim apoyo politica es bastante mascompleja que lo que rormaimentese piensa, En este texio analizaré cémo los feve- 28 persondizsdas son acompariados per uneonjunto de relacio. nes y de creencias cotidianas. Y precisamente es alli, ese con- Junto de relaciones y creencias, adonde debernos mirar si quere- mos entender un poco més sobre el dientelisme, 2 El clienteissmose nutre de la violencia estructural, Esto es, su Persistencize indisoutido crecimiento y vitalidad durante laditima -dicada hay/quie ubicarlos en el contexto de la explosién del desern- Pleoy de lapobreza, explosion qUe-arroja a millones de ciudade- os a concitionesde extrema vuinerabilidad.En este context, el cslientelisees, sin dude, una forme de control poittco. De allique tetrase “sehave poltica con ies necesidades de fe gente” tenga cierte pleusbilidad Etectivamente, en nuestropais, politicos y fun cionarios jusgan su juego en el campo de la politica accedienda, ‘como partedielos recursos disponibles pare jugar ese juego, 2 ‘recursos dé Estado pare construir un niicien de seguidores on 1% TELSMOFOUNCO. LAs CARAS OCULTAS base a fe distribucién personalizada de estos recursos. Pero tam: bién, como bien iustran las historias contadas en el prefacio de este texto, el clentelismo es uns de las meneras preciominantes por las que los destituidos resuelven sus problemas de sobrev- vencia diaria (desde obtener comida y medicina hasta un empleo S%blico 0 un suubsidio de desempleo}. En mas de une ocasién, para decirlo de manera simple, los destituidos “tienen que hacer pol tice para satisfacer sus necesidacies”. Cierto es que, en los ver- daderos teritorios de exclusiéndonde habiten la mayorla de tos tamados clientes, estos recursos significan, en muchos casos, la diferencia entrela vida yla muerte y que, porio tanto, el grado de libertad cone! que cuentanlos dientes disminuye considerable. mente, Pero éstos, los clientes, estén lejos deser actores pasivos en un drama que les viene dictado desde afuere, estén lejos de ser autématas que responden con su asistencia a un acto 0 un vote en una intema cada ver que seles hace un favor o se les com cede un bien. En muchos, incontables cases el puntero politico obtiene para el “cliente” acceso atalo oval plan de alimentos, informacion y acceso aital 0 cual programa de desempleo, ett. Esos favores per- sonales, al cabo del tiempo, generan una red de relaciones que es, al mismotiem po, una red de resolucién de problemas cotidianos, Esta red funciona gracias a los contactos personeies que los unterostienen con funcionariosmunicipales o provinciales y que permiten el acteso a recursos del Estado. Esa es la red que Periodistas y encuestadores no ven cuando hablan de los punte- ros (solamente) como manipuladores, compra-votes ylo peque- fos criminales, y de los clientes|principalmente] como ciegos y sordos sujetes que responden aun Plan Jefes y Jefes de Hogar © una cajadeleche con un voto. Nada mis lejos del real fun Gionamiento del aparato clientelar que esa imagen estereoti- pada quemezciaelitismo, moralisme y profundo dasconocimiento, JIMIER AERO ” Cierto es que en el universo dee politica ex

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