El equilibrio de Nash es el concepto central más frecuentemente utilizado en el
análisis de los juegos no cooperativos, se puede concebir como un requisito mínimo (esto, es condición necesaria) de estabilidad estratégica. Pues, en cierta medida; es posible argumentar que cualquier predicción (o acuerdo más o menos implícito entre los jugadores) que no sea equilibrio de Nash tenderá a ser refutado por alguno de ellos: que para que existe una desviación beneficiosa. Por otro lado, también se argumentó que hay algunos supuestos implícitos subyacentes en el equilibrio de Nash que, a pesar de lo antedicho, pueden llevar a juzgarlo como un concepto demasiado restrictivo (esto es, como una “condición necesaria” demasiado exigente). En particular, lo que tal contraargumento subraya es que el concepto propuesto por Nash supone implícitamente(al menos, en contextos donde hay multiplicidad de equilibrios) que los jugadores sean capaces de de coordinarse en uno determinado. Lo primero que hay que considerar es que aunque la teoría de juegos se hizo especialmente famosa y tuvo un boom en las facultades de economía con el equilibrio de Nash, el trabajo iniciado en 1950 por el matemático John Forbes Nash (1928-2015), es mucho más que eso. De hecho, el equilibrio de Nash es un juego de tipo no cooperativo, y la organización ha estado durante décadas en un juego cooperativo, “aquel en el que hay al menos tres jugadores (productores de petróleo) y se dan coaliciones entre ellos, de forma que el resultado o solución que se alcanza puede no ser el más óptimo para un jugador, pero sí para el colectivo”, El equilibrio de Nash proporciona una solución de un juego donde los jugadores interactúan bajo un esquema no cooperativo. Puede ser relacionado con los problemas de optimización multiobjetivo siempre y cuando el número de funcionales objetivo sea el mismo que la dimensión del vector de decisiones