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Filosofía y Humanidades
Seminario Husserl.
Nicolás Bohórquez Casella
“Los intelectuales no
resuelven las crisis, más bien
las crean.”
-Umberto Eco
El pensamiento Helénico también desarrolló una concepción nueva del hombre. Un hombre
con formas nuevas de relacionarse en comunidad, con una actitud hacia la infinitud, es decir,
una actitud hacia la filosofía misma, a la creación de ideas y a la producción de
normatividades. Pero todas estas ideas ( filosofía, teorías y normas) no tienen una aspiración
a la universalidad o a lo absoluto, sino que tienen un movimiento constante para así lograr la
búsqueda de la infinitud, escalando entre respuestas para llegar cada vez más arriba, pero sin
dejar de estructurar el conocimiento obtenido. Esta racionalidad Griega formó al espíritu
Europeo; no obstante el desvío de la misma racionalidad hacia el hombre y hacia la búsqueda
del conocimiento científico-natural de lo espiritual forma la llamada Crisis Europea.
Desde Descartes y la Edad Moderna comienza a haber un conocimiento del espíritu con base
en el punto de vista de un dualismo psicofísico, es decir que, desde el descubrimiento del
método cartesiano científico-natural, lo espiritual tiene una conexión física y real y por ende,
toda futura explicación espiritual si pretende ser única y tener un alcance universal filosófico,
debe dirigirse a lo físico. Husserl nota que ver la realidad del espíritu como un hilo de lo
físico es un contrasentido porque se pierde la idea de los Griegos de no haber un único
camino ni un absoluto para llegar a hacer esa ciencia universal, sino que desde Descartes sólo
hay un paso para que del discurso vulgar pásese al discurso científico: el método
Racionalista. Ese método racionalista poco a poco se fue alejando de la Filosofía y se pensó
que solo servía en las ciencias naturales. Se olvido la idea de la Filosofía como ciencia
universal y se arrimo para sacarla del racionalismo. Además, la Filosofía perdió todo respeto
como la más importante de las ciencias. Las anteriores afirmaciones muestran que la crisis de
Europa es una crisis de la razón y de la filosofía.
“La revolución de Einstein concierne a las fórmulas en las cuales es tratada la physis
idealizada e ingenuamente objetivada. Pero cómo las fórmulas en general, cómo la
objetivación matemática en general, cobra sentido sobre el fondo de la vida y del
mundo circundante intuido, de ello nada se nos dice, y así Einstein no reforma ni el
espacio ni el tiempo en los cuales se desarrolla nuestra vida real concreta.”(Husserl,
1992. pag. 25)
Husserl responde entonces a esta problemática con la creación de una nueva filosofía que
anteriores autores como Dilthey pudieron comprender y que, no obstante siguen unidos a un
objetivismo. Husserl afirma que hasta que no se ponga frente a todos esa ingenuidad del
objetivismo, que nace de una actitud natural con respecto al mundo circundante no podrá
haber un verdadero cambio dentro de esa crisis. Además Husserl muestra que al ignorar una
ciencia universal como lo es la Filosofía, las ciencias particulares como están hoy
estructuradas carecen de una racionalidad auténtica, posibilitada por una cosmovisión
universal (Husserl,1992. pág 28) Es debido precisar ahora que se debe volver al pensamiento
de la filosofía como ciencia universal, como tarea infinita. Él asume que la Fenomenología
Trascendental es la única salida de la crisis. La Fenomenología Trascendental es “un método
real para comprender en su intencionalidad la esencia fundamental del espíritu, y para
construir, a partir de ahí, una teoría analítica del espíritu que se desenvuelve hasta el infinito
de modo coherente” (Husserl, 1992. pág 28). Esa fenomenología supera cualquier
objetivismo puesto que parte desde la subjetividad del filósofo, parte de un yo; parte del
espectador mismo como teórico de lo que vive. El sujeto ya no es algo que carece de valor
sino que es ahora una relación íntima de “yoes” que son el uno con el otro y el uno para el
otro.
Esa preocupación se transforma en una fenomenología más clara que la ideal y también en
un método más fuerte que la primer epojé que ignoraba todo lo que no se nos devela en la
vivencia. En esta epojé se toma el mundo circundante, el mundo que rodea la vivencia. El
pasado, el presente y el futuro en el fenómeno y en la vivencia.