Está en la página 1de 2

Estrés en prisión:

Existen múltiples situaciones externas a los sujetos y demandas


internas, que pueden tener el potencial suficiente para provocar
estrés. En general, son potencialmente estresantes las situaciones que
pueden tener trascendencia en la vida de un sujeto y que impliquen
cambios significativos en su vida, o que les obliguen a sobrefuncionar
para adaptarse a ellas, sobre todo si son novedosas, conflictivas,
difíciles, y nada gratificantes como es el hecho de estar recluido en
una cárcel y privado de libertad. (Buceta, Bueno, y Más, 2001).
Los reclusos tienen que adaptarse a un ambiente que no se parece a
ningún otro ambiente en el exterior, nuevas reglas, compañeros
diferentes, un lugar diferente, escasa autonomía, privación de
libertad, hostilidad, inseguridad, pérdida de intimidad, convivencia
forzada, hacinamiento, aprendizaje de códigos de comunicación
(jergas carcelarias), violencia entre los internos (en forma agresiones
físicas, de extorsión económica…) etc., factores que, sin duda, son
potenciales estresores, fácilmente percibidos, muchos de ellos, como
amenazantes para la vida y la integridad de las personas. (Ruíz,1999)
Por otro lado, el alejamiento familiar y social, que produce estar en
una cárcel, está vinculado a un aumento de estresores vinculados a la
familia, como, estar ausente y con poca o ninguna información de la
situación familiar, el no poder presenciar el crecimiento de los hijos,
el no poder darles apoyo económico, etc., y como refleja Altamirano
Z. (2013), esto genera además, una restricción de los recursos
disponibles y en las redes de apoyo de la persona , que aumenta el
carácter estresante que la privación de la libertad, ya tiene en sí
misma.
Así, considero, que la prisión es una importante fuente de estrés;
desde el momento en el que una persona ingresa en una cárcel, debe
hacer frente a diversos estresores que pueden tener consecuencias en
su salud física y /o mental, y generar altos niveles de estrés, aunque
esto dependerá de si hay otras variables amortiguadoras , entre las
que estarían, la presencia de apoyo social percibido ( a partir de la
familia y la afiliación con otros internos, etc.) ; y de las diferencias
individuales como son la personalidad, características cognitivas,
estilos de afrontamiento, la percepción y valoración que hace de los
propios recursos el sujeto, la presencia de recursos, sus mecanismos
de defensa, etc., entre otros aspectos.
Finalmente, otra fuente importante de apoyo para ayudar a atenuar
el estrés en las cárceles son los equipos de psicólogos y psiquiatras,
pero como refleja Moreno, A. (2004), encontramos con frecuencia una
realidad en la que en numerosas cárceles del mundo como bellavista
Colombia, hay un equipo de 1 psiquiatra y 10 psicólogos para atender
a 5000 reclusos, haciendo que el problema del estrés sea desatendido
con serias consecuencias, como son trastornos de ansiedad, depresión
etc., una realidad que en mi opinión, reclama atención .

Fuentes de consulta:
Altamirano Z. (2013). El bienestar psicológico en prisión. España:
UAM.
Buceta, J.M., Bueno, A.M., & Más, B. (2001). Intervención Psicológica
y Salud: Control del estrés y conductas de riesgo. Editorial
DYKINSON, S.L.

Moreno, A. (2004). La otra condena. Sobre los factores estresores de


los internos de la cárcel Bellavista de Medellín. Colombia: POIÉSIS,
vol. 8, pp. 1-3.
Ruíz. J. (1999) Estrés en Prisión y Factores Psicosociales. Revista
Colombiana de Psicología, vol.8, pp.120-130.

También podría gustarte