Inocencia,
de William Blake
Javier Sáenz Obregón
Noihing ü good ñor bad, but thinking makes it so.
William Shakespeare
Para Santiago Samper
B lake, quien se inventó una
forma de grabado para im
primir sus propias obras
poéticas y pictóricas, murió tildado
de loco, sin haber logrado siquiera ven-
d e r suficientes de sus textos p a r a p a g a r el
mercado. Hoy en día sus libros originales son
exhibidos en los museos, su poesía y arte es
reconocida m u n d i a l m e n t e , y su pensamiento
es estudiado y citado por historiadores, psi-
cólogos y filósofos. Entre nosotros, los maes-
1
tros Alejandro Obregón y Alvaro C e p e d a lle-
varon como estandarte de su vida aquel afo-
rismo de los Proverbios del Infierno del viejo
Blake, el cual repetían con la misma devoción
que un monje hindú repite su mantram:
«El camino del exceso conduce al palacio de la
sabiduría».
Un poeta peligroso
C o m o estudiante de secundaria en Ingla-
terra, mi interés p o r Blake se encendió en u n a
lluviosa tarde en Canterbury hace ya más de
dos décadas. El profesor de literatura inglesa,
un h o m b r e pausado y circunspecto, e n t r a d o
en años, desvió su mirada por entre la venta-
na hacia la catedral cercana. Sus ojos se llena-
r o n s ú b i t a m e n t e d e u n a luz j u g u e t o n a y
volteándose hacia la clase exclamó con inusi-
tada fuerza:
"¡Si quienes los entonan en la catedral com-
prendieran el sentido de los versos de Blake que
acabamos de leer, nunca más los cantarían en ese
lugar, ya que van en contra de todo lo que ellos y
la religión institucional representan!".
El profesor se refería a los versos conoci-
dos como Jerusalém, del Prefacio de su p o e m a
"Milton".
Desde ese m o m e n t o sospeché que Blake era
mucho más peligroso de lo que había imagi-
nado. Aquí están los versos en cuestión, que
había escuchado muchas veces en la catedral,
y que los niños y profesores cantaban con más
entusiasmo que de costumbre:

Y será que aquellos pies, en tiempos remotos

Caminaron sobre las verdes montañas de In-
glaterra ?
Y fue visto el Cordero de Dios
En los agradables campos de Inglaterra"?
Y el Rostro Divino
Brilló sobre nuestras colinas nublosas?
 Y Jeriisalem fue construido aquí
1
Entre estos oscuros Molinos Satánicos ?
Traéalme mi Arco de oro ardiente;
Traédme mis Flechas de deseo;
Traédme mi Lanza; Apártense nubes!
Traédme mi Carroza de fuego!
No cesaré en la Lucha Mental,
Ni mi Espada descansará en mi mano,
Hasta que construyamos a Jerusalem
En la tierra verde y agradable de Inglaterra.
Atraído p o r la peligrosidad de nuestro poe-
ta y luego de muchos años de releer este pasaje
en el contexto de su obra completa, entendí
que el h i m n o que todavía se entona en las igle-
sias anglicanas tenía un sentido mucho menos
optimista que la dudosa esperanza de que J e -
sucristo hubiese visitado esa isla nublada, cuna
del empirismo, la racionalidad científica y la
Revolución Industrial. Entendí que más que
una reafirmación ilusoria de la validez históri-
ca de una religión nacional —el anglicanismo—
de orígenes poco espirituales, como es bien
conocido, el sentido del sim-bolismo de Blake
era c a p t a d o mejor si los dos primeros versos
se leen con un frío t o n o de ironía, y los últi-
mos dos en la voz a g u e r r i d a de un Blake pro-
fético, visionando u n a nación espiritualizada
p o r la Imaginación.
A partir de estos versos comencé a acercar-
me a la visión de nuestro poeta; a e n t e n d e r
que su poesía es simbólica, y p o r lo tanto,
polisémica y abierta a la psiquis del lector;
p e r o que a la vez, es posible intuir su sentido
general, dadas las regularidades de su lenguaje
simbólico. Es así c o m o las imágenes de nubes
y de Molinos Satánicos se relacionan con la
opresión sobre la psiquis h u m a n a de la unila-
teralidad de la razón, propia, según Blake, de
la cultura e u r o p e a de su época. Mientras que
las imágenes de los dos últimos versos aluden
a algunas de las d i m e n s i o n e s psíquicas que
espiritualizarían al individuo y a las socieda-
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20
des, haciéndolas más p l e n a m e n t e h u m a n a s :
la aceptación del fuego del deseo y las e m o -
c i o n e s , así c o m o la l u c h a p s í q u i c a c o n t r a
Urizen, el Dios vengativo y m a n i q u e o de la ley
m o r a l y la de la razón.
Un personaje peculiar
William Blake, poeta, impresor, pintor, pen-
sador y revolucionario, nació en 1757 y mu-
rió en 1827; fue un personaje peculiar, aún
p a r a Inglaterra, tierra tan fértil en excéntri-
cos a pesar de su e n g a ñ o s a apariencia como
centro del sentido c o m ú n y de la vida n o r m a l
de la cultura occidental m o d e r n a . Es más bien
poco, y bastante fragmentario, lo que se co-
noce de su vida. Pero lo q u e sabemos de él,
p r i n c i p a l m e n t e a través de sus cartas, revela
u n a vida e x t e r n a m e n t e o r d i n a r i a , d e u n a
asombrosa productividad poética y artística,
e i r r u m p i d a p o r episodios de u n a imagina-
ción visionaria.
Esta imaginación visionaria, que aparece en
su obra poética como la función h u m a n a que
trasciende el tiempo y el espacio cotidiano, le
p e r m i t i ó vivenciar el sentido de u n o de sus
versos más conocidos:
Ver el universo en un grano de arena
Y un cielo en una flor silvestre,
Llevar el infinito en la palma de la mano
Y la Eternidad en una hora.O
Blake nació en Londres de p a d r e calcetero
y n u n c a salió de Inglaterra. Sin t e n e r mayor
educación formal —dejó el colegio a los diez
a ñ o s — criticó a los principales científicos y
filósofos de su época: a Newton, Bacon, Locke
y Voltaire. Para sobrevivir tuvo que trabajar
como ilustrador de otros poetas mediocres,
más convencionales y por lo tanto más exitosos
que él. Las escasas copias de sus libros, que él
mismo escribía a m a n o , ilustraba e imprimía,
t e r m i n ó o b s e q u i á n d o s e l a s casi todas a sus
amigos, ya q u e muy pocos se las c o m p r a b a n .
 A los diez a ñ o s declaró su i n t e n c i ó n de
convertirse en artista y le fue p e r m i t i d o dejar
el colegio y e n t r a r a u n a escuela de dibujo
donde trabajó d u r a n t e cinco años. Sobre esta
decisión le c o m e n t ó más tarde a su a m i g o
George C u m b e r l a n d :
Recuerdo, cuando pensaba acerca de mis incli-
naciones artísticas, un sentimiento de disipación
criminal y de olvido de lo importante, y escondía
mi cara ante la imposibilidad de abandonar una
pasión que es prohibida por la ley y la religión.
Por falta de recursos no p u d o ingresar como
aprendiz a un estudio de pintura, p e r o logró
entrar al taller de un maestro de g r a b a d o ,
donde a p r e n d i ó d u r a n t e siete años las técni-
cas para grabar sobre planchas de cobre, con-
virtiéndose en u n o de los mejores artesanos
de su época, al desarrollar las técnicas tradi-
cionales e inventarse nuevas.
A pesar de h a b e r dejado el colegio a tan
temprana edad, o p r o b a b l e m e n t e p o r haberlo
hecho, se convirtió en un ávido lector de obras
de literatura y filosofía, las cuales escogía se-
gún su interés p e r s o n a l . Entre sus lecturas
preferidas estaba la obra espiritual de
Swedenborg y la de B o h e m e . Leyó también a
Milton, Shakespeare, Chaucer y a los poetas
ingleses de su t i e m p o . Entre los filósofos es-
tudió a Burke, Locke y Bacon, con desprecio y
abominación. No es legítimo hablar de las «in-
fluencias» de estas lecturas sobre Blake ya que
como toda acción h u m a n a , la lectura era p a r a
él un acto de imaginación, p o r m e d i o del cual
transformaba lo que leía, a p r o p i á n d o s e de los
elementos de los textos de forma original, al
inscribirlos en su propia reflexión vital. De otra
parte, como lo ha señalado el historiador in-
glés E. P. T h o m p s o n , Blake se apropió, inscri-
biéndolas d e n t r o de su visión original, de al-
gunas imágenes, términos y actitudes de los
movimientos espirituales y sociales disiden-
2
tes del Londres de su época.
En 1783 sus amigos costearon la impresión
de Poetical Sketches —Bosquejos Poéticos— es-
crito entre los 12 y los 20 años, obra con la
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cual c o m e n z ó a vivenciar su aforismo: «Los
tigres de la ira son más sabios que los caballos de la
instrucción». El libro fue u n o de los únicos dos
volúmenes de poesía impreso p a r a Blake en
tipografía convencional, un m é t o d o de edi-
3
ción que poco le atraía. Tan poco le gustaba
su p r i m e r a obra, que de la edición de unos 50
libros que él mismo distribuía, todavía le que-
d a b a n ejemplares en el m o m e n t o de su muer-
te, cuarenta años más tarde.
A los 22 años ingresó como estudiante de
la Royal Academy, p e r o p r o n t o rechazó la for-
mación i m p a r t i d a de copiar la naturaleza, al
considerar que disminuía la fuerza de la ima-
ginación. En 1782 se casó con Catherine, hija
analfabeta de un j a r d i n e r o , sin que el matri-
m o n i o tuviera hijos.
En 1800 ocurrieron u n a serie de eventos
reveladores de los esfuerzos heroicos, y a la
postre, i n t e n s a m e n t e cómicos, que tuvo que
realizar d u r a n t e su vida para sobrevivir eco-
n ó m i c a m e n t e . En ese año a b a n d o n ó Londres,
p o r p r i m e r a vez, instalándose en el poblado
de Felpham p a r a hacer los grabados de u n a
obra que estaba escribiendo el poeta Hayley.
La d e p e n d e n c i a económica y la estadía con
este p o e t a mediocre, tan opuesto a su sensibi-
lidad, fue p a r t i c u l a r m e n t e difícil para su es-
píritu i n d e p e n d i e n t e . Hayley, p o p u l a r en su
época, era un poeta que, en palabras de Yeats:
vertía ríos de versos, siempre lúcidos, siempre ra-
cionales, siempre faltos de inspiración.
El m e c e n a z g o d e l a m a b l e y m u n d a n o
Hayley p r o n t o se volvió insoportable p a r a el
poeta. Hayley, a d e m á s de d a r a nuestro visio-
n a r i o p o c o más q u e trabajos mecánicos de
ilustración, le presentaba excelentes señoras
que deseaban miniaturas y pantallas pintadas.
Hacia el último a ñ o de su estadía de tres, que
Blake describió como los años más oscuros pa-
decidos por algún mortal, ocurrió algo que des-
p e r t ó su a d o r m e c i d a gratitud. En palabras de
Yeats:
Una noche encontró un soldado en su jardín, y
no sabiendo que había sido puesto a cavar por or-
den del jardinero, respetuosamente le solicitó que
se marchara. El hombre rehusó con amenazas, y
Blake, enfurecido, lo cogió por los codos y, a pesar
de su forcejeo, lo puso en el camino que conducía
a su guarnición. El soldado se vengó, jurando que
Blake «había lanzado maldiciones al Rey y hecho
votos por Napoleón».
Blake fue arrestado y Hayley vino ensegui-
da y lo puso en libertad bajo fianza, luego se
p r e s e n t ó en el juicio y habló en su defensa, y
nuestro poeta fue e x o n e r a d o .
Más acá o más allá de estos sucesos, relati-
v a m e n t e ordinarios, son los relatos de sus epi-
sodios visionarios, los que p e r m i t e n recono-
cer al Blake artista y poeta, y vislumbrar que
su visión imaginativa marcó no sólo su obra,
sino también su vida.
C o m o señala Yeats, el a ñ o del nacimiento
de Blake era el mismo que el místico sueco,
S w e d e n b o r g , tan c e r c a n o a los afectos
t e m p r a n o s de nuestro poeta, había señalado
como el del fin del viejo m u n d o . Blake vivió
con la convicción de que en su vida se iban a
dar las señales de u n a Nueva Era, de ocaso de
la estrechez de las viejas teologías dualistas y
moralistas, y de construcción deJerusalem, ciu-
d a d espiritual que en su obra simboliza la en-
c a r n a c i ó n de la Imaginación.
Y si bien dichas señales no aparecieron tan
claramente en el m u n d o , sí lo hicieron en su
obra poética y profética, la cual anuncia la lle-
gada de un nuevo estado del alma, en el que,
p o r m e d i o de la Imaginación, se conciliarían
la Inocencia y la Experiencia, así c o m o todos
los dualismos de la racionalidad, de la m o r a l
convencional y de las religiones organizadas.
Según Yeats, d u r a n t e su vida, nuestro poeta
tuvo la experiencia de las inmensas posibili-
d a d e s de lo h u m a n o , y que Dios hablaba p o r
i n t e r m e d i o suyo, como, según Blake, lo había
h e c h o a través de los g r a n d e s h o m b r e s de to-
das las épocas y países.
Estas experiencias visionarias c o m e n z a r o n
bastante t e m p r a n o . En su diario, Crabb
R o b i n s o n , u n o d e sus a m i g o s , c u e n t a q u e
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22
Blake le relató cómo a los cuatro años, «Dios
acercó su frente a la ventana». Otro amigo suyo
describe que el poeta, ya mayor, al vagar p o r
el c a m p o en Peckham Rye, pasó frente a un
árbol lleno de ángeles, sus relucientes alas bri-
llando entre las ramas. Se tiene noticia tam-
bién de que e n c o n t r ó a Ezequiel sentado en
un día de verano en c a m p o abierto, y que fue
azotado p o r su m a d r e p o r llegar a casa con
ese absurdo cuento.
Su h e r m a n o Robert, con quien siempre
tuvo u n a relación espiritual muy cercana, se
e n f e r m ó y m u r i ó c u a n d o a p e n a s tenía 19
años. El p r i m e r biógrafo de Blake, Alexander
Gilchirst cuenta cómo William cuidó de Robert
d u r a n t e toda su e n f e r m e d a d y estuvo a su
lado sin interrupción d u r a n t e las últimas dos
semanas de su vida. Estaba exhausto, p e r o su
facultad imaginativa estaba alerta, y afirmó
cómo había visto el espíritu liberado de su
h e r m a n o a s c e n d i e n d o y «aplaudiendo lleno de
dicha». Muchos años después, le escribiría a
William Hayley: «Hace trece años perdí a un her-
mano, y converso con su espíritu cada día y cada
hora en el espíritu. (...) Escucho sus consejos y hasta
hoy escribo por su inspiración».
De su e s t a d í a en F e l p h a m , en casa de
Hayley, t e n e m o s otro relato de las visiones de
Blake. Un día, c u a n d o caminaba a orilla del
mar, se e n c o n t r ó con u n a multitud de reyes,
poetas y profetas; en sus palabras: «sombras
majestuosas, grises pero luminosas y superiores a
la altura común del hombre». En otra ocasión le
p r e g u n t ó a u n a señora q u e se sentó a su lado
en u n a reunión en casa de Hayley: «¿Has visto
alguna vez un funeral de hadas?». «Jamás, señor»,
fue su respuesta. «Yo sí», replicó Blake. «Pero
nunca antes de anoche. Me encontraba escribien-
do en el jardín; reinaba una absoluta calma en las
ramas y las flores, y una dulzura fuera de lo co-
mún en el aire. Oí un suavey agradable sonido sin
saber de dónde provenía. Al cabo, vi moverse la
amplia hoja de una flor, y bajo ella, una procesión
de criaturas de la talla y el color gris verdoso de los
grillos. Portaban un cuerpo tendido sobre la hoja
de un rosal, al que enterraron entre cánticos, desa-
pareciendo luego».
Luego de u n a vida visionaria, de p e n u r i a
económica y de inmensa productividad p o é -
tica y artística, m u r i ó dichoso, c a n t a n d o con
toda su fuerza.
En vida, Blake fue casi t o t a l m e n t e ignora-
do. En 1808, su p r i m e r comentarista lo tildó
de «genio errático y demente», criterio q u e pre-
valeció d u r a n t e t o d o el siglo 19 y hasta bien
entrado el actual. Esta valoración fue compar-
tida p o r el p r i m e r editor de los Cantos de Ino-
cencia y Experiencia, quien en 1838 comenta-
ba sobre "el toque de locura" q u e i m p r e g n a b a
su obra. C o n la publicación de su biografía
en 1863, c o m e n z ó a o b t e n e r algo de recono-
cimiento, a u n q u e siguió considerado como un
desquiciado que no era r e c o m e n d a b l e leer.
A partir de la s e g u n d a mitad del siglo su
obra se difundió más a m p l i a m e n t e y a reco-
nocerse su valor; d e s d e hace u n a s décadas ha
comenzado a otorgársele el lugar q u e le co-
r r e s p o n d e como u n o de los g r a n d e s poetas y
artistas de la h u m a n i d a d ; y sólo muy recien-
temente los críticos se a d e n t r a r o n en sus li-
bros proféticos posteriores, puesto que aún sus
admiradores los consideraban incomprensi-
4
bles. La corriente ha invertido su r u m b o , y
en los últimos años, m u c h o s h a n llegado a
considerarlo como el poeta q u e le habla de
manera más clara a nuestra generación sobre
el p o d e r espiritual y la libertad personal, so-
bre los peligros de la cultura racionalista y las
inmensas posibilidades de lo h u m a n o .
Los Libros: Arte y Poesía
Artesano, Impresor, Pintor y Poeta
La obra cumbre de Blake c o m o artista y
poeta son sus llamados Libros I l u m i n a d o s ,
d e n o m i n a d o s así p o r la técnica de g r a b a d o
utilizado. Estos son, en o r d e n cronológico: No
hay Religión Natural (1788); Todas las Religio-
nes Son Una (1788); El Libro de Thel (1789);
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23
Cantos de Inocencia y Experiencia (1789-1794);
Visiones de las Hijas de Albion (1793); Las Bodas
del Cielo y el Infierno (1793); América. Una Pro-
fecía (1793); Europa. Una Profecía (1794); El
Primer Libro de Urizen, (1794); El Libro de
Ahania (1795); El Libro de Los (1795); El Canto
de Los (1795); Milton. Un Poema (1804-1808);
y Jerusalem. La Emanación del Gigante Albion
5
(1804-1820).
Se trata de u n a inmensa obra, tanto poéti-
ca, como artesanal y pictórica, de e n o r m e in-
tensidad y belleza, y única en la historia del
arte. En estos libros, logró unir sus dos gran-
des d o n e s de p o e t a y artista, convirtiéndolo
en el único g r a n artista cuya poesía ha llega-
do a ser tan valorada como su arte.
Todavía se discute acerca de la técnica que
utilizó p a r a g r a b a r sus p r i m e r o s libros, en los
cuales se combina la poesía escrita a m a n o con
ilustraciones q u e se entremezclan con el tex-
to. La explicación más plausible es que escri-
bía y pintaba primero en papel y luego lo trans-
fería de alguna forma a la superficie de la pla-
ca de cobre, p r o b a b l e m e n t e p r e s i o n a n d o el
papel con un bolillo caliente sobre la superfi-
cie de la placa, o calentándola previamente.
Para 1793, Blake había desarrollado u n a mo-
dificación de este proceso, que d e n o m i n ó «gra-
b a d o en m a d e r a sobre cobre», del cual sobre-
(i
vive u n a descripción suya.
La simbología de la obra poética
C o m o lo señala Sir Geoffrey Keynes, es
evidente que el p e n s a m i e n t o de Blake y sus
formas de expresión estaban más de cien años
adelante de la c o m p r e n s i ó n de sus contem-
p o r á n e o s . Pero i g u a l m e n t e no hay n i n g u n a
d u d a de que su poesía representa un reto para
el lector. Sobre este reto Blake le escribió u n a
carta a un c o m p r a d o r insatisfecho de u n o de
sus libros, en la cual aparece el siguiente pa-
saje que debería ser leído p o r los p e d a g o g o s
sin imaginación q u e desconfían de la capaci-
d a d de c o m p r e n s i ó n de sus alumnos:
 «Dice que requiero de alguien que Ilustre
mis Ideas. Pero debe saber que Lo Grande es nece-
sariamente oscuro para hombres Débiles. Aquello
que puede ser hecho Explícito para el Idiota no
merece mi atención. Los más sabios de los Anti-
guos consideraban que lo que no es Explícito es lo
más adecuado para la Instrucción, porque despierta
las facultades para que actúen. Le menciono a Moi-
sés, Salomón, Esopo, Homero, Platón».
En b u e n a m e d i d a , la dificultad de la obra
reside en sus ambiciosos alcances; pues es a
la vez, el relato de su p r o p i o desarrollo espiri-
tual; la reconstrucción imaginativa de la his-
toria espiritual de Inglaterra y de la h u m a n i -
dad; el análisis del desarrollo y de las posibili-
dades integrativas y trascendentes de la psi-
quis h u m a n a ; y u n a crítica a las condiciones
epistemológicas, psicológicas, religiosas, socia-
les, políticas y económicas de su época.
De otra p a r t e , Blake n u n c a pasó p o r un
curso convencional de construcción de ver-
sos y p o r lo tanto su expresión poética no era
muy cultivada ni refinada. Sus lecturas no
fueron p r e s c r i t a s s i n o v o l u n t a r i a s , y los
estándares convencionales de «buen gusto»
nunca fueron impuestos sobre su m e n t e . En
algunos casos su ortografía es tan original
como su obra, especialmente en el uso de las
mayúsculas p a r a resaltar lo expresado y en la
utilización del signo & á cambio de la)).
La obra de Blake es claramente simbólica, en
la acepción junguiana de este concepto, como
el lenguaje propio de la psiquis y la mejor forma
de representar algo relativamente desconocido.
Blake sitúa todos sus espacios, tiempos, perso-
najes y situaciones dentro de la psiquis. Es así
como el p a n t e ó n mítico que creó, de dioses
masculinos y sus Emanaciones, o aspectos feme-
ninos, son representaciones de elementos psí-
quicos del ser h u m a n o , y su sentido profundo
sólo puede ser captado por el contexto simbóli-
co en que aparecen y por una actitud de intros-
pección por parte del lector. Este lenguaje sim-
bólico de la obra tiene una continuidad profun-
da desde los Cantos de Inocencia y Experiencia
Rev.is.ta UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
hasta el último de sus libros proféticos. Es así
como, a través de la obra, el estado de Inocencia
es simbolizado en los campos, las colinas, los
valles; y el de Experiencia, p o r los jardines cuida-
dos, la cultivada rosa con sus espinas, la oscuri-
dad misteriosa del bosque, las lejanas estrellas y
los mecánicos molinos. Mientras que la rebeldía
contra el estado de Experiencia, que anuncia la
llegada de la Imaginación, se simboliza con el
fuego intenso y por aquel
«Tigre, tigre, luz llameante,
En los bosques de la Noche».
O c u p a n d o un lugar central en el relato
mítico de la obra están las personificaciones
de la c u a t e r n i d a d del alma h u m a n a , del Hom-
bre Eterno: el aéreo Urizen —la Razón y Ley
Moral que todo lo odia y desprecia y que Blake
asoció con Satanás; el fogoso Luvah— símbo-
lo del Instinto o Deseo, también llamado Ore,
en su intenso m u n d o de rebeldía y libertad
espiritual, fuente del a m o r y del odio; la acuá-
tica Tharmas o Vola —símbolo de la Pasión, dio-
sa de la naturaleza con su velo de ilusión y
e n g a ñ o ; y la terrenal Urthona o Los— símbolo
de la Imaginación, c r e a n d o y d e s t r u y e n d o las
producciones del t i e m p o con su yunque vi-
sionario. Para Blake, la naturaleza y los actos
de estos personajes —arquetípicos, diríamos
hoy— son las causas internas de los eventos
7
externos de la historia individual y colectiva.
Una Sola Visión
Blake era un visionario, mucho más cercano
a algunas de las visiones de nuestra época que
ven con claridad las limitaciones del ethos mo-
d e r n o dominante —de fe en los datos de los
sentidos, la moralidad legalista y la razón - para
llegar a la libertad, la solidaridad y la verdad.
Su visión era u n a sola, y partía del acto
imaginativo de ver en las profundidades de la
psiquis —el alma, como la llamaba— de la
h u m a n i d a d . Para Blake, ver no con los senti-
dos — c o m o lo hace el científico— sino a tra-
vés de ellos — c o m o lo hace el artista— era la
vía regia del h o m b r e m o d e r n o para el desa-
rrollo de la espiritualidad, eso es, de la Imagi-
nación. Los órganos sensoriales, separados de
los p o d e r e s imaginativos del alma serían limi-
tados y fuente de error. La unilateralidad de
la razón y los datos crudos de los sentidos, el
f u n d a m e n t o mismo de la filosofía científica de
su época —el e m p i r i s m o y el sensualismo—
conduciría a u n a visión limitada y perversa
de lo h u m a n o y lo natural. R e p r e s e n t a r í a n
igualmente un estado del alma que obstaculi-
zaría el desarrollo espiritual. Para Blake:
«(...) para los Ojos del Hombre de Imagina-
ción, la Naturaleza es la Imaginación misma. Tal
como es el hombre, Así Ve».
La visión artística, más que el arte en sí, se-
ría la q u e posibilitaría el p r o c e s o de
espiritualización del ser h u m a n o . Considera-
ba que los apóstoles fueron todos artistas ya
que «el Cristianismo es arte» en tanto visión ima-
ginativa de las posibilidades de lo h u m a n o , y
p o r lo tanto declaraba q u e «la ocupación del
Hombre son las artes». Para Blake, la transforma-
ción de la visión artística es el fundamento del
desarrollo psíquico y espiritual del individuo y
la sociedad; el arte y no la religión organizada
sería la espiritualidad verdadera y el camino
hacia la sacralización del ser h u m a n o :
Un Poeta, un Pintor, un Músico, un Arquitecto:
el Hombre o Mujer
que no es uno de éstos no es un Cristiano.
Deben abandonar Padres & Madres & Casas
& Tierras si se interponen en el camino
del Arte.
La Oración es el Estudio del Arte.
IM Alabanza es la Práctica del Arte
El Ayuno &c, se relacionan todos con el Arte.
La Ceremonia externa es el Anticristo.
Es claro que aquí Blake no está h a b l a n d o
de oficios sino de la visión transformadora que
subyace a la capacidad creadora de todos los
individuos.
Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
A partir de esta visión de lo más profundo
de lo h u m a n o , elaboró un relato mítico y sim-
bólico sobre el pasado, el presente y las posi-
bilidades del individuo, la sociedad y la hu-
manidad. En este relato se entremezclan, como
rostros de un m i s m o fluir, las d i m e n s i o n e s
históricas, sociales, psíquicas y espirituales de
la especie. Aunque en Blake se trata de dimen-
siones indivisibles, h e m o s s e p a r a d o su análi-
sis p a r a tratar de captar en algo el inmenso
p o d e r de su visión.
La Historia como mito: Inocencia, Expe-
riencia e Imaginación
A través de su obra, Blake se e m p e ñ ó en
trazar el curso del alma h u m a n a desde su es-
tado psíquico original de perfecta u n i d a d y
felicidad, que d e n o m i n ó de Inocencia, su paso
p o r el sufrido estado de Experiencia, hasta su
destino en la Imaginación. A diferencia de las
religiones institucionalizadas, p a r a Blake el
destino final del alma h u m a n a no sería un
estado de perfección, sino u n o de plenitud,
de desarrollo completo de las posibilidades de
lo h u m a n o . El conflicto inicial entre Inocencia
y Experiencia, al ser vividos como dos estados
contrarios del alma, se resolvería p o r m e d i o de
la Imaginación.
La Inocencia c o r r e s p o n d e , en la vida del
individuo, a la niñez virgen y e s p o n t á n e a , sin
conciencia de sí misma; es un a m a n e c e r que
p e r m i t e al individuo percibir la gloria origi-
nal del alma. Se trata de un estado de u n i d a d
psíquica, de desinhibición y a r m o n í a con la
naturaleza, para el cual la m o r a l i d a d es irrele-
vante. En la Inocencia no hay conflicto; no hay
relaciones problemáticas y las divisiones del
t i e m p o no i m p o r t a n ya que se percibe un pre-
sente infinito.
En su recorrido espiritual, el alma tiene que
salir de la Inocencia y pasar necesariamente
p o r la dolorosa Experiencia; un estado de des-
ilusión, de d u d a y culpabilidad, fruto del con-
flicto i n t e r n o y con el m u n d o . En la Experien-
cia, el alma pierde para siempre su pureza y
felicidad original, y el individuo siente que la
corrupción está en la base de toda la existen-
cia h u m a n a , que la m e z q u i n d a d y la crueldad
son universales.
En el estado de Experiencia, los celos oscu-
recen el a m o r y la fe de la Inocencia aparece
como la patética negación del h o m b r e en acep-
tar los hechos de la vida social y natural. Co-
r r e s p o n d e en la vida individual al advenimien-
to de la adolescencia y la auto-conciencia. El
ser h u m a n o se convierte en u n a criatura dual
con dos principios contrarios: Instinto o Deseo
y Ley o Razón, lo «malo» y lo «bueno». El pro-
pósito de todo el transcurso de la h u m a n i d a d
y de la vida individual sería la unión, a través
de la Imaginación, de estos dos principios, la
Boda del Cielo y el Infierno de su célebre p o e m a ,
y la construcción en el m u n d o de El Hombre
Universal, o la Divina Humanidad.
Para lograrlo, Blake veía que no se p u e d e
negar el instinto, ni e n g a ñ a r s e a sí mismo tra-
tando de regresar al estado de Inocencia, sino
que es necesario espiritualizar el instinto, el
deseo y los sentidos, p o r m e d i o de la Imagina-
ción. Había vivenciado que c u a n d o esto se lo-
gra, los sentidos ya no son más un obstáculo
que constriñe la experiencia h u m a n a , sino que
llegan a convertirse en «las principales puertas
del alma en nuestra era». Y p a r a q u e no haya
d u d a de q u e sobre este tema Blake es nuestro
c o n t e m p o r á n e o , vale la p e n a citar algunos de
sus Proverbios del Infierno:
—Quien desea más no actúa, nutre la pestilencia.
—La lujuria del macho cabrío es un regalo de Dios.
—Aquellos que controlan el deseo, lo hacen por-
que el de ellos es suficientemente débil para ser
controlado; y el controlador o la razón, roba su
lugar & los gobierna contra su voluntad.
Y estando controlado, gradualmente se torna
pasivo, hasta que sólo es la sombra del deseo.
Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
27
Para Blake, la Imaginación, la facultad espi-
ritual, es infinita y eterna, y hace al individuo
p l e n a m e n t e h u m a n o . Es u n a facultad creativa
y apasionada q u e transforma al individuo y al
m u n d o a través de su visión de las posibilida-
des de lo h u m a n o ; el m u n d o se convierte en
«mundus imaginalis» en tanto lugar de even-
tos espirituales y no s i m p l e m e n t e escenario
de la b u r d a transmutación de la materia. Se
trata de u n a c o n c e p c i ó n de la Imaginación
contraria a la del m u n d o m o d e r n o , el cual,
d e s d e su estado de Experiencia, considera lo
imaginativo como lo irreal, lo fantasioso, lo no
existente. En palabras de Urizen, la d e i d a d de
este estado del alma:
El Espectro —(la Razón)— es el Hombre;
Lo demás es engaño y capricho.
La Imaginación es pues p a r a Blake lo que
p e r m i t e q u e lo percibido se relacione con la
experiencia del individuo, t r a n s f o r m a n d o su
psiquis y desarrollándolo, p o r lo tanto, espiri-
tualmente.
Concebía la Biblia como un relato simbóli-
co de la historia espiritual del h o m b r e y abo-
rrecía la interpretación literal que le daba la
religión organizada} Según él, p a r a la h u m a -
nidad, la Inocencia t e r m i n ó con la expulsión
del Paraíso, y en la vida individual, c u a n d o se
adquiere conciencia de lo sexual; m o m e n t o
en q u e el individuo se divide psíquicamente
entre instinto y razón, entre naturaleza y m o -
ral. Pensaba q u e la causa de la p é r d i d a del
paraíso t e r r e n a l no fue la sexualidad en sí
—el «fruto prohibido» del Génesis— , la cual
considera Un bello don de la Bondad Divina, sino
e l h e c h o d e concebirla c o m o e l e m e n t o d e
identidad espiritual, eso es, como e l e m e n t o
de unilateralidad psíquica. El Antiguo Testa-
m e n t o sería la historia del h o m b r e en el esta-
do de Experiencia, y la vida de Jesús, la llega-
da de la Imaginación al m u n d o , siendo Jesu-
cristo un símbolo arquetípico de la Imagina-
ción; el Juicio Final sería el último estado del
alma h u m a n a : el de su redención definitiva y
u n i ó n con lo divino.
Inocencia, Experiencia e Imaginación son
entonces, simultáneamente, imágenes simbó-
licas del transcurso psíquico de la especie, y
del desarrollo histórico y posible del indivi-
d u o y de las sociedades occidentales de su
época.
La Visión Social
Blake fue un republicano toda su vida y un
crítico implacable de la opresión de la m o n a r -
quía y el clero. No fue el aprendiz de los salo-
nes de m o d a de su época; como testigo de las
protestas de los londinenses pobres ante la
h a m b r u n a , así como de las rebeliones de los
marinos y los mineros del carbón, se convir-
tió en simpatizante de u n a oposición turbu-
lenta e i n d e p e n d i e n t e . Londres era el centro
de la revuelta p o p u l a r contra la Corona, q u e
inclusive llegó, p o r parte de algunos grupos,
al apoyo abierto a los Estados U n i d o s d u r a n -
te la g u e r r a de i n d e p e n d e n c i a .
A través de su obra poética atacó los males
sociales que habían creado, en sus palabras,
un «terrible desierto» en la ciudad de L o n d r e s
del siglo 18. Los lujosos salones de la socie-
d a d p u d i e n t e estaban sostenidos sobre pila-
res de u n a profunda pobreza y degradación.
En "Londres", poema magistral que hace parte
del libro Cantos de Experiencia, Blake deja en
claro que su denuncia no es u n a simple críti-
ca política, sino que se dirige hacia el conjun-
to de formas —psicológicas, sociales, religio-
sas— que p u e d e t o m a r la opresión h u m a n a :
Transito por cada calle del Reino,
Cerca a donde fluye el Támesis,
Y percibo en cada cara que encuentro
Marcas de debilidad, marcas de dolor:
En cada grito de cada Hombre,
En el grito de terror de cada Niño,
En cada voz; en cada prohibición,
Escucho las cadenas forjadas por la mente
Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
28
Cómo el llanto de los Deshollinadores
Consterna las Iglesias sombrías;
Y los suspiros de los Soldados desventurados
Corren como sangre sobre los muros de los Palacios
Pero escudio, sobre todo en las calles de meduinoclie
Cómo la maldición de la joven ramera
Destroza las lágrimas del Niño recién nacido,
E invade de miserias el fúnebre carruaje Nupcial.
Las instituciones caritativas que emergieron
en la época e r a n poco efectivas y se orienta-
ban p o r intereses privados más que p o r prin-
cipios democratizadores o p o r u n a actitud de
Compasión y Amor, que para Blake constituía
la Imaginación h u m a n a . Esta caridad partía del
convencimiento de q u e u n a masa trabajado-
ra sumisa era fundamental para la prosperi-
d a d comercial de la ciudad y la nación. Según
Stanley Morgan, Blake fue el único individuo
que cuestionó los f u n d a m e n t o s psicológicos
y políticos de las obras caritativas de su épo-
ca, pues percibía que los motivos detrás de las
obras caritativas de sus c o n t e m p o r á n e o s ha-
cían que ésta fuese más u n a e n f e r m e d a d del
alma, que u n a virtud. En su libro los Cuatro
Zoas, Blake d e n u n c i a claramente la hipocre-
sía y sutileza psicológica de esta caridad:
Obliga a los pobres a vivir de un pedazo de pan,
por medio de artes suaves y dulces.
Sonríe ciuindo ellos fruncen, frunce cuando ellos
sonríen; y cuando un hombre se ve pálido
Del trabajo y la abstinencia, di que se ve sano y
feliz.
Y cuando sus hijos se enferman, déjalos morir.
Hay suficientes
que nacen, demasiados, seguramente, y nuestra
tierra se verá inundada
Sin estas artes. Si quieres que los pobres vivan
con moderación,
Ceremoniosamente entrega cada pedazo de pan
que les das —con malicia graciosa.
Magnifica pequeños regalos. Reduce al hombre
a querer el regalo, y luego entrégalo con ceremonia.

bbr,
Pero Blake fue más allá de la crítica a la ca-
ridad; cuestionó el f u n d a m e n t o psíquico del
sentimiento de lástima, al verlo como u n a ac-
titud racional de enjuiciamiento que divide el
alma, la cual conduce a la tiranía, ya que im-
plica colocarse p o r encima de la p e r s o n a a la
que se le tiene lástima. Y como p a r a nuestro
poeta, la tiranía e n g e n d r a tiranía, la p e r s o n a
a quien se le tiene lástima r e s p o n d e , de ma-
nera defensiva, con un sentimiento de ven-
ganza, que es otra forma de juicio.
Blake atacó el d o g m a que consideraba que
dios había creado ricos y pobres, patrones y
sirvientes. Las iglesias y sus enseñanzas eran
para él molinos de opresión y de hipocresía, y
representaban la negación de la Imaginación
Humana. Hasta q u e no se lograra u n a trans-
formación p r o f u n d a del alma h u m a n a ,
Jerusalem, la ciudad de a m o r divino creada p o r
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29
la Imaginación, era u n a ilusión y no u n a visión
de lo posible, y Londres seguiría siendo un
lugar d o n d e :
(...) las almas de los hombres son compradas y
vendidas
Y la infancia lactante por oro;
Y la juventud dirigida hacia mataderos
Y la belleza por un pedazo de pan.
1788 fue el a ñ o del centenario de la revo-
lución inglesa, y en el verano de 1789 se le-
vantaron las barricadas en París y los revolu-
cionarios se t o m a r o n p o r asalto la Bastilla. En
el m i s m o a ñ o , en los Estados Unidos, Was-
h i n g t o n se había convertido en el p r i m e r pre-
sidente de la República. Las simpatías de Blake
estaban d e c i d i d a m e n t e con los republicanos.
I m a g i n a b a q u e los fuegos de la revuelta des-
truirían la antigua tiranía de sacerdote y rey, y
revelarían u n a h u m a n i d a d en libertad. Es cla-
ro que nuestro poeta también se hubiera re-
gocijado con un Londres a r d i e n d o p o r fue-
gos revolucionarios. A partir de estos eventos
históricos, escribió tres libros poéticos y visio-
narios: América, la Revolución Francesa y Un
Canto de Libertad.
Lo Humano: Arte y Libertad
U n o de los temas centrales de toda la obra
de Blake es la gran contienda entre la imagi-
nación y la razón, entre el arte y la ciencia. Al
igual que el psicólogo profundo Cari J u n g en
la p r i m e r a mitad de este siglo, Blake fue el
g r a n c o m p e n s a d o r de su época, s e ñ a l a n d o
c l a r a m e n t e las consecuencias nefastas de la
unilateralidad de la psiquis de la cultura en
q u e vivió. C o m o J u n g , vio el largo camino que
todavía t e n e m o s que recorrer para pasar de
seres racionales a seres psicológicos, p a r a pa-
sar de la vivencia que concibe la Inocencia y la
Experiencia como estados del alma m u t u a m e n -
te excluyentes; y llegar a vivenciarlos como
contrarios dinámicos en tensión. C a m i n o q u e
sólo c o m e n z a r e m o s a recorrer c u a n d o reco-
nozcamos q u e la racionalidad, la ciencia y la
tecnología, son sólo u n a p a r t e de la aventura
h u m a n a , y q u e t e n e m o s q u e e m p r e n d e r el
camino psíquico y espiritual de encarnación
de la Imaginación h u m a n a en el m u n d o natu-
ral y cultural. La liberación q u e i m a g i n a b a
Blake no era sólo social, sino fundamental-
m e n t e psíquica. En sus palabras del p o e m a
"Milton":

«Existe la Negación & existe lo que es Contrario.

La Negación debe ser destruida para redimir
los Contrarios.
La Negación es el Espectro, el Poder de Raciocinio
en el Hombre.
Este es un Cuerpo fabo, una Incrustación sobre
mi Espíritu
Inmortal, un Sí mismo que debe ser descartado
y aniquilado.
Para limpiar el rostro de mi espíritu por medio
del Auto-examen;
Para bañarme en las Aguas de la Vida, para
lavar lo No Humano;
Vengo en Auto-aniquilación & la grandeza de
la Inspiración; (...)
Para desechar los trapos podridos de la Memo-
ria por medio de la Inspiración;
Para desechar a Bacon, Loche & Newton del
ropaje de Albion;
Para quitarle sus sucias prendas & vestirlo con
Imaginación (...)».

Tanto su vida como su obra se caracterizan

p o r la búsqueda de la autonomía y la libertad
psicológica. Su obra es un canto a las posibili-
dades de la Imaginación, y de afirmación de la
independencia del ser h u m a n o y del artista;
en sus palabras, su tarea era la de « (...) crear un
sistema o ser esclavo del de otro. No razonaré ni
compararé, mi trabajo es crear».
La visión psicológica de Blake se constitu-
ye en u n a protesta contra la epistemología de
Locke, contra una concepción de lo h u m a n o

Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260

30
 como algo p u r a m e n t e material o fisiológico
que d e b e ser formado, p o r lo tanto, p o r el
m u n d o externo. A esta concepción le contra-
p o n e la visión del ser h u m a n o como formador,
eso es, imaginador, del m u n d o . Para Blake la
facultad imaginativa es la creadora de la reali-
d a d ; el deseo es parte de la imaginación, y el
m u n d o que deseamos es más real que el m u n -
do que aceptamos pasivamente.
En oposición a la psicología clásica y cris-
tiana que consideraba la e m o c i ó n , las pasio-
nes, y el deseo, c o m o el e n e m i g o a doblegar,
en t a n t o fuente del p e c a d o y de p e r t u r b a c i o -
n e s d e l a r a z ó n , p a r a Blake t o d o l o q u e
i n c r e m e n t e la vida creativa es lo v e r d a d e r a -
mente bueno.
Blake p i n t ó y escribió p a r a revelar la ver-
d a d psíquica, tal c o m o él la p e r c i b í a . Veía
q u e el a l m a , la Imaginación Humana, es el
p r i n c i p i o y el fin de t o d a s las cosas. No sólo
lo ve t o d o reflejado en ella, sino q u e p i e n -
sa q u e el a l m a es la vida d i n á m i c a del m u n -
d o , y el m u n d o en sí, un reflejo de la reali-
d a d q u e t i e n e s u v e r d a d e r a existencia e n e l
a l m a . S e g ú n Blake, lo q u e l l a m a m o s «reali-
d a d » , no es m á s q u e la i m p r e s i ó n parcial o
s e n s o r i a l de lo real. Para l l e g a r a la v e r d a -
d e r a p e r c e p c i ó n h u m a n a , e s n e c e s a r i o uti-
lizar la Imaginación, el p o d e r q u e p e r c i b e
m á s allá d e l intelecto y de los s e n t i d o s . Esta
s u p r e m a c í a de la Imaginación s o b r e cual-
q u i e r o t r a facultad h u m a n a , fue la inspira-
ción de su vida y la base de t o d a su o b r a y
pensamiento:

«Si las puertas de la percepción se abrieran,

todo aparecería ante el hombre tal como es:
Infinito».

Y en otro pasaje:

¿ Cómo sabes que todo pájaro que vuela,

No es un inmenso mundo de dicha
Cerrado por tus cinco sentidos?

Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260

31
 La Humanidad de lo Divino
C o m o h e m o s visto, Blake consideraba q u e
u n o de los principales obstáculos p a r a la ins-
tauración de la Imaginación en el m u n d o era
la religión institucionalizada de su t i e m p o ,
anclada en el estado de Experiencia, d e s d e el
cual se percibe la visión imaginativa c o m o el
mayor e n e m i g o . A la visión religiosa propia
del estado de Experiencia le recriminaba iró-
n i c a m e n t e su dualismo psíquico y espiritual,
—la codificación en sus libros sagrados de la
f r a g m e n t a c i ó n psíquica del h o m b r e con su
visión dualista de la moralidad—, p o r conce-
bir, c o m o lo hace el racionalista, lo sagrado y
lo divino c o m o algo externo y diferenciado de
lo h u m a n o :
No busques a tu padre celestial entonces, más
allá de los cielos
Allí reside el Caos y la Noche Antigua.
La concepción psicológica y espiritual de
u
B l a k e e r a r a d i c a l m e n t e m o n i s t a ; y los
monistas, al no aceptar la existencia separada
de lo h u m a n o y alguna esencia trascendente
que lo e m p e q u e ñ e c e , t a m p o c o reconocen la
espiritualización de Ley Moral alguna. Con-
sideraba los preceptos morales como u n a crea-
ción de Satán, q u e como u n a espada derrama-
ron la sangre del Señor de la compasión.
Para Blake todos los dioses habitan en el pecho
del hombre, lo divino habría q u e verlo en el
hombre mismo:
La adoración de Dios es: Honrando sus dones
en otros hombres, cada uno de acuerdo a su genio,
y amando más a los grandes hombres; aquellos que
envidian y calumnian a los grandes hombres odian
a Dios; pues no hay ningún otro Dios.
Al percibir la religión organizada como u n o
de los más formidables adversarios de la fa-
cultad imaginativa del ser h u m a n o , Blake eri-
gió al sacerdote en símbolo de la tiranía y opre-
sión psíquica y espiritual de la h u m a n i d a d .
La d e n u n c i a de esta tiranía sobre el estado de
Inocencia —simbolizado p o r la infancia—, está
Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
32
en la base de u n o de sus más bellos poemas
t e m p r a n o s —Jueves Santo de Cantos de Ino-
cencia y Experiencia—, en el cual atestigua la
opresión sobre la infancia de la caridad y el
ritual cristiano:
¿Es acaso algo sagrado ver
En una tierra rica y fecunda,
Bebés reducidos a la miseria
Alimentados por manos frías y mezquinas?
¿Es ese llanto trémulo un canto?
¿Puede ser un canto de alegría?
En otro p o e m a —"El J a r d í n del Amor"—
del mismo libro, en t o n o irónico c o n t r a p o n e
el j a r d í n cultivado p o r u n a religión sin Imagi-
nación con los campos silvestres del estado de
Inocencia:
Fui al Jardín del Amor
Y vi lo que nunca había visto:
Habían construido una capilla en su centro
En el campo donde solía jugar.
Y en otro pasaje del m i s m o p o e m a , en el
cual la Experiencia i r r u m p e en el m u n d o de la
Inocencia:
Y vi que estaba lleno de tumbas,
Y lápidas donde debería haber flores;
Y sacerdotes en negros trajes, hacían sus rondas
de vigilancia,
Y amarraban con zarzas mis alegrías y deseos.
Basándose en sus propias visiones, Blake
reafirmó lo que consideraba el auténtico cris-
tianismo. Pero rechazó a p a s i o n a d a m e n t e el
cristianismo institucional de su época,
asociándolo a lo que más aborrecía: la fría Ley
Moral de Urizen, símbolo de la racionalidad y
del dualismo moral del Viejo T e s t a m e n t o ; un
p a d r e vengativo y castigador, que d e n o m i n ó
10
con ironía Nobodaddy —el Padre de Nadie.
Para Blake la Ley Moral es la antítesis de la
Imaginación, p o r q u e limita al ser h u m a n o , al
concebir lo divino como algo abstracto, como
una perfección negativa. Es así c o m o Urizen,
la divinidad de este estado del alma, afirma
su ideal en estos términos:
He buscado una felicidad sin dolor,
Algo sólido sin fluctuaciones.
Esta moralidad, al negar, p o r pecaminosos,
el instinto y las e m o c i o n e s d e l i n d i v i d u o ,
—como sabemos, lo más fluctuante de lo hu-
mano— lo hace incapaz de salir del estado de
Experiencia. Blake consideraba q u e la Iglesia
Llama virginidad aquello que desea, más no ac-
túa, y p o r lo tanto, obligaba al individuo a vi-
vir en un estado de falsa h u m i l d a d , a p a r e n -
tando Inocencia. A Urizen, el dios de este cris-
tianismo, lo c o n d e n ó p o r ser Un poder abstracto
y restrictivo que obliga a los hombres a servirlo en
gratitud moral y sumisión.
Blake ve q u e la v e r d a d e r a importancia de
la enseñanza bíblica reside, no en las n o r m a s
morales del Decálogo, sino en las enseñanzas
sobre el a m o r incondicional y su correlato, el
perdón de los pecados; desechó las prohibi-
ciones morales, reconociendo un solo precepto
afirmativo: Amarás. El p r o p ó s i t o final de la
Imaginación es la creación en el h o m b r e de
«el espíritu de Jesús», q u e describe c o m o un
«continuo perdón del pecado». Para Blake esto no
es posible sin visión espiritual, sin Imagina-
ción. Sólo p o r m e d i o de la identificación del
individuo con «La Imagen Divina», es posible
perdonar, lo d e m á s es p a r a Blake, p u r a h i p o -
cresía. Entonces ya no i m p o r t a n el bien y el
mal, o el p e c a d o y la b u e n a obra, p o r q u e «so-
mos totalmente unos en Jesús, nuestro Señor».
Es sólo en la actualidad, con el advenimien-
to de la psicología profunda, el resurgimiento
espiritual, y la reacción contra el materialis-
mo y racionalismo del p a s a d o , que Blake p u e -
de ser aceptado como el más g r a n d e profeta
espiritual del m u n d o m o d e r n o , al afirmar que
todo lo que existe es sagrado, y rechazar los in-
tentos de i m p o n e r u n a n o r m a moral, psico-
lógica o espiritual sobre el individuo; en sus
Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260
33
palabras: «La misma ley para el buey y para el
león es opresión».
C o m b i n a n d o la h o n e s t i d a d intelectual de
un científico con el sentido de lo sagrado de
un místico, su o b r a yace c o m o un p u e n t e en-
tre las visiones espirituales del p a s a d o y la psi-
cología profunda c o n t e m p o r á n e a . Sus pala-
bras e n c u e n t r a n eco en la psiquis del h o m b r e
m o d e r n o , cansado ya de d o g m a s religiosos y
especulaciones racionalistas:
«Si te humillas, me humillas a mi también,
Tú también habitas en la Eternidad
Tú eres un Hombre, Dios ya no es más,
Aprende a adorar tu propia Humanidad». E
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London: 1967, Nonesuch Press.
Raine, Kathleen. William Blake. London: 1974, reprinted,
Thames and Hudson.
Raine, Kathleen. Golgonooza, City of Imagination. Last Studies
in William Blake. Ipswich: 1991, Golgonooza Press.
Ram Baba. «William Blake: Poeta y Místico», en Kriya Yoga
Magazine. No. 6, Bogotá: 1976, Kriya Yoga Ashram.
Shorer, Mark. William Blake: The Politics of Vision. New
York: 1959, Vintage Books.
 Thompson, E. E Witness against the beast. William. Blake and que es la única forma legítima de intuir y experimentar el
the Moral Law. New York: 1993, The New Press. sentido de los relatos simbólicos. Desconfiaba de la religión
William Blake: Antología Bilingüe. Madrid: 1996, Alianza institucionalizada de su época por múltiples razones: por sus
Editorial, segunda reimpresión. alianzas con el poder político, por su énfasis en la razón para
William Blake 's ílluminated Books. Jerusalem, Songs of interpretar la Biblia, y por su preferencia por la Ley Moral
Innocence and Experience, The Early ílluminated Books, The Conti- negativa del Viejo Testamento.
nental Prophecies, Milton, The Urizen Books. London: 1995, Tate 9. En una conversación con su amigo Crabb Robinson,
Gallery Publishing. reportada por éste, en que le preguntó sobre la Divinidad de
Yeats, W. B. William Blake, Medellín: 1984, Universidad de Jesucristo, Blake le respondió: El es el único Dios, y luego aña-
Antioquia, Departamento de Bibliotecas. dió —Y yo también lo soy, y como también lo eres tú.
10. Nobodaddy: Nobody's Daddy.
Notas
Javier Sáenz Obregón (Colombia)
1. Las traducciones son del autor. Cabe anotar que la Psicólogo y magister en educación. Miembro del Equi-
mayoría de las traducciones de la obra de Blake al castellano po de Historia de la Práctica Pedagógica en Colombia y
son de pésima calidad. Esto es especialmente cierto de la
de la Junta Directiva del Colegio Agustín Nieto Caballe-
traducción de William Blake: Poesía completa de la Colección
Jorge Luis Borges: Biblioteca Personal de Ediciones Orbis, ro. Tiene varias publicaciones sobre historia de la peda-
que además de ser incompleta, tergiversa en algunos pasajes gogía, lo irracional en los procesos de formación y las
el sentido del original. Para sólo dar un ejemplo, en "Los tradiciones de autoconocimiento de la India.
Proverbios del Infierno", del libro Las Bodas del Cielo y el
Infierno traduce el texto «The tygers of wrath are wiser than
the horses of instruction», como «Los tigres de la ira son más
razonables que los caballos de la instrucción». Confundir en
Blake ser sabio con ser razonable es llanamente no haber
entendido las primeras letras del lenguaje de nuestro poeta.
2. La originalidad de la obra de Blake y a la vez su relación
con las ideas de los movimientos sociales y espirituales disi-
dentes del Londres de su época ha sido tematizada de forma
brillante por el historiador inglés E. E Thompson en su libro
Witness Against the Beast. Este texto tardío de Thompson, ana-
liza la pluralidad de movimientos con los que probablemente
el poeta tuvo algún contacto: los Antinomians,Levellers,
Muggletonians, Behmenists, Diggers, Adamists y Seekers, entre otros.
3. El otro fue La Revolución Francesa (1791).
4. El primer libro de la obra de Blake que logró acepta-
ción y reconocimiento fueron sus Cantos de Inocencia y Expe-
riencia. Se trata de un texto con una forma más clásica y que
puede ser leído de manera ingenua ya que sus poemas son
engañosamente simples. Pero sólo la lectura de su obra poste-
rior, de los llamados «libros proféticos», permite acercarse al
complejo y profundo simbolismo de este libro temprano.
5. Además de estos libros, grabados por el propio Blake, y Los Hijos de la Gran Diosa
los dos que mandó imprimir en tipografía tradicional, dejó Marta Cecilia Vélez. 1999.
otros dos libros manuscritos que nunca grabó: Tiriel (1789) y 14 x 21.5 cm. Rústica. 419 p.
Vola o Los Cuatro Zoos (1795-1804). Colección Otraparte
6. Ninguna de las copias que sobreviven de los libros ori-
ginales de Blake son idénticas entre sí ya que retocaba de
manera distinta cada copia del mismo libro. La cultura occidental se ha erigi-
7. Es sorprendente la sincronicidad de la visión de Blake do sobre una falla: el rechazo y
del alma humana —o psiquis, diríamos hoy— con la que olvido de sus bases vitales —la
desarrolló en la primera mitad de este siglo el psicólogo suizo unidad, lo mistérico, el sentimien-
Cari Gustav Jung. La sorpresa es aún mayor al saber que Jung to, la intuición, la aceptación de
no conoció la obra de Blake. A partir de las dos obras, se la diferencia, lo materno—; en una
puede equiparar, sin mayor esfuerzo, la visión de estos dos palabra, lo femenino, represen-
individuos sobre la cuaternidad de la psiquis o el alma: Urizen
tado por excelencia en la Gran
—Pensamiento, Luvah —Sentimiento, Tharmas —Sensación,
Urthona —Intuición. Diosa primigenia. Y esta falla la
8. Nuestro poeta aborrecía la religión organizada, eso es, la ha conducido a ser una cultura
institucionalización de una experiencia espiritual originaria de la exclusión, la violencia y la
que es absolutamente personal. No perteneció a iglesia o secta muerte.
alguna y la lectura simbólica que hizo de la Biblia fue personal,

Revista UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA, 260

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