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ULTRAÍSMO

Para poder conocer el significado del término ultraísmo, lo primero que


vamos a hacer es determinar su origen etimológico. En este sentido,
podemos disponer que deriva del latín, ya que es fruto de la suma del
prefijo “ultra”, que es equivalente a “más allá”, y del sufijo “-ismo”, que
puede traducirse como “doctrina” o “movimiento”.

Ultraísmo es el nombre de una corriente de la literatura que surgió en


el territorio español en 1918en oposición al modernismo. El
movimiento reunió a escritores españoles y latinoamericanos que
compartían criterios de la estética y que apostaban por un cambio de las
técnicas y filosofías dominantes.
El ultraísmo comenzó a desarrollarse en tertulias que se realizaban en un
café madrileño bajo la dirección de Rafael Cansinos Assens. Autores
como Juan Larrea, Pedro Garfias, Lucía Sánchez
Saornil y Gerardo Diegose hicieron habitúes de dichas tertulias y
protagonistas del grupo. En América Latina, el argentino Jorge Luis
Borges fue uno de los principales exponentes del ultraísmo.
Revistas como “Horizonte”, “Ultra”, “Reflector” y “Alfar”, de esta
manera, se transformaron en espacios para la difusión de las obras
ultraístas. La utilización de metáforas, el uso de neologismos y de
términos técnicos, la omisión de los adjetivos superfluos y la indiferencia
hacia la rima son algunas de las principales características de estos
trabajos.
Además de todo lo expuesto, tenemos que subrayar otra serie de datos
relevantes acerca de esta corriente o movimiento literario, tales como
estos:
-Se considera que la poesía ultraísta se caracteriza por ser hermética, por
estar alejada de la objetividad y por centrarse en la subjetividad del artista
en cuestión.
-Tenía muchos aspectos y características coincidentes con el futurismo.
-Aunque, como hemos mencionado, Borges estuvo y está considerado un
fiel ejemplo del ultraísmo, hay que saber que hubo un momento en el que
se le llegó a calificar como desertor del mismo. En concreto, eso fue algo
que sucedió cuando llevó a cabo la publicación de la obra “Fervor de
Buenos Aires”, ya que este trabajo venía a ser un compendio de recuerdos,
añoranzas y emociones que le despertaban la mencionada ciudad
argentina.

Todos los principios del ultraísmo fueron recogidos en un manifiesto


publicado por primera vez a comienzos de 1919. Dicho texto fue suscrito
por varios autores que formaban parte del grupo, como el
mencionado Garfias y Pedro Iglesias Caballero.
Por supuesto, no hay que pasar por alto a otros escritores que también
están considerados perfectos ejemplos del ultraísmo. Nos estamos
refiriendo en concreto a Guillermo de la Torre, que está considerado el
padre del término que daba nombre a esta corriente o movimiento
literario. Entre sus trabajos más relevantes están “Manifiesto vertical”
(1920) o “El espejo y el camino” (1968).

Trazando comparaciones con otros movimientos, el ultraísmo resultaba


contrario al modernismo ya que los ultraístas rechazaban las
ornamentaciones y las pompas. En cambio, el movimiento era cercano
al creacionismo y a aquellos grupos vanguardistas que eran distantes
del sentimentalismo. El creacionista Vicente Huidobro, por ejemplo,
participó de muchas tertulias del ultraísmo.

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