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Energía Nuclear

La energía nuclear o atómica es la que se libera espontánea o artificialmente en las reacciones nucleares. Sin embargo,
este término engloba otro significado que es el aprovechamiento de dicha energía para otros fines, tales como la
obtención de energía eléctrica, energía térmica y energía mecánica a partir de reacciones atómicas.1 Así, es común
referirse a la energía nuclear no solo como el resultado de una reacción, sino como un concepto más amplio que incluye
los conocimientos y técnicas que permiten la utilización de esta energía por parte del ser humano.

Producción de electricidad

La energía nuclear sirve para producir electricidad de forma más económica y sostenible, siempre y cuando se haga un
buen uso de ella.

La electricidad es un recurso fundamental para la sociedad actual, por lo que el abaratamiento de los costes que se
produce con la energía nuclear, puede favorecer el acceso de más personas a los medios eléctricos.

Según los datos del año 2015 de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), América del Norte y el sur de Asia
lideran la producción mundial de electricidad a través de la energía nuclear. Ambos superan los 2000 teravatios por hora
(TWh).

2- Mejora de las cosechas y aumento de los recursos mundiales

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), afirma en su informe de 2015 que
hay “795 millones de personas subalimentadas en el mundo”.

El buen uso de la energía nuclear puede contribuir a este problema generando más recursos. De hecho, la FAO
desarrolla programas de colaboración con la IAEA para este propósito.

Según la Asociación Mundial Nuclear (World Nuclear Association), la energía atómica contribuye a aumentar los recursos
alimenticios a través de los fertilizantes y de las modificaciones genéticas en alimentos.
El uso de la energía nuclear permite un uso más eficiente de los fertilizantes, una sustancia bastante cara. Con algunos
isótopos como el nitrógeno-15 o el fósforo-32 se consigue que las plantas aprovechen la máxima cantidad de fertilizante
posible, sin que se desaproveche en el ambiente.

Por otro lado, los alimentos transgénicos, permiten una mayor producción de alimentos a través de la modificación o el
intercambio de información genética. Una de las formas de conseguir estas mutaciones es mediante la radiación de
iones.

Sin embargo, son muchas las organizaciones que se oponen a este tipo de prácticas por sus perjuicios para la salud y el
medio ambiente. Es el caso de Greenpeace, que defiende una agricultura ecológica.

3- Control de plagas

La energía nuclear permite el desarrollo de una técnica de esterilización en insectos, que sirve para evitar las plagas en
las cosechas.

Es la técnica de los insectos estériles (SIT). Según una noticia de la FAO del año 1998, fue el primer método de control de
plagas que se valía de la genética.

Este método consiste en la crianza de insectos de una especie concreta, que normalmente resulta perjudicial para las
cosechas, en un espacio controlado.

A los machos se les esteriliza a través de pequeñas radiaciones moleculares y se les deja en libertad en la zona plagada
para que se apareen con las hembras. Mientras más insectos macho estériles criados en cautividad haya, habrá menos
insectos silvestres y fértiles.

De esta forma, se consiguen evitar pérdidas económicas en el terreno de la agricultura. Estos programas de
esterilización han sido usados por diversos países. Por ejemplo, México, donde según la Asociación Mundial Nuclear, fue
todo un éxito.

4- Conservación de los alimentos

El control de las plagas a partir de radiaciones con energía nuclear, permite una mejor conservación de los alimentos.

Las técnicas por irradiación evitan el desperdicio masivo de comida, especialmente en aquellos países con un clima
cálido y húmedo.

Además, la energía atómica sirve para esterilizar las bacterias presentes en alimentos como la leche, la carne o los
vegetales. Asimismo, es una manera de alargar la vida de los alimentos perecederos, tales como las fresas o el pescado.

Según los defensores de la energía nuclear, esta práctica no afecta a los nutrientes de los productos ni tiene efectos
perjudiciales para la salud.
No opinan lo mismo la mayoría de organizaciones ecológicas, que siguen defendiendo el método tradicional de
cosechas.

5- Aumento de los recursos del agua potable

Los reactores nucleares producen calor, que se puede utilizar para la desalinización de las aguas. Este aspecto es
especialmente útil para aquellos países secos y con falta de recursos de agua potable.

Esta técnica de irradiación permite convertir el agua salada del mar, en agua limpia y apta para beber.

Además, según la Asociación Nuclear Mundial, las técnicas hidrológicas con isótopos permiten hacer un seguimiento
más exacto de los recursos de agua naturales.

La IAEA ha desarrollado programas de colaboración con países como Afganistán, para buscar nuevos recursos de agua
en este país.

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