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Los Viajes de Pizarro

Francisco Pizarro dirigió 3 viajes para conquistar el Tahuantinsuyo. Los organizó desde
1524 cuando fundó la “Empresa del Levante” con sus socios Diego de Almagro y
Hernando de Luque.
– El primer viaje de Francisco Pizarro (1524-1525).

– El segundo viaje de Francisco Pizarro (1526-1528).

– El tercer viaje de Francisco Pizarro (1531-1533).

El Primer Viaje de Pizarro

En 1524, con mucha ilusión por conquistar las ricas tierras del Perú, Francisco Pizarro,
Diego de Almagro y Hernando de Luque fundaron en Panamá la Compañía del
Levante. El fraile Luque representaba los intereses de Gaspar de Espinoza, principal
financiador de la empresa. El gobernador Pedrarias también se incorporó aportando
una apreciable cantidad de dinero.

A comienzos de setiembre del mismo año ya estaban listos dos barcos, el “Santiago” y
el “San Cristóbal”. El día 13 zarpó el “Santiago”, al mando de Francisco Pizarro, con
112 españoles y algunos indios nicaraguas de servicio.

De Panamá se dirigieron a las islas Perlas, luego desembarcaron en Puerto Piñas,


avanzaron por la costa colombiana hasta que llegaron a un punto que llamaron Puerto
de Hambre, porque se acabaron las provisiones, y el barco “San Cristóbal” no aparecía
para socorrerlos. Entonces Pizarro envío a Gil de Montenegro con el “Santiago” para
recoger alimentos en las islas Perlas. Durante 47 días esperó el capitán en Puerto de
Hambre. Cuando llegó Montenegro ya habían muerto más de 30 expedicionarios por la
falta de comida.

A comienzos de 1525 se reanudó el viaje y llegaron al Fortín del Cacique de las


Piedras, donde los españoles fueron recibidos con una lluvia de piedras y lanzas, que
dejaron varios heridos, entre ellos el mismo Francisco Pizarro. Dejando 5
desaparecidos, los sobrevivientes se reembarcaron y emprendieron el retorno hasta
Chochama, al sudeste de Panamá.

Mientras tanto, Almagro ya estaba en camino con 50 hombres a bordo del “San
Cristóbal”, y para su mala fortuna desembarcó en el Fortín de Cacique de las Piedras.
Los indígenas los atacaron con fiereza. En el combate una flecha le cayó en un ojo a
Diego de Almagro, quien por poco es capturado por los nativos. Un negro esclavo logró
rescatarlo, pero el manchego quedó tuerto para siempre. Almagro mandó incendiar el
fortín rebelde, que desde entonces es recordado como Pueblo Quemado.

Almagro buscó a Pizarro hasta el río San Juan, en los manglares colombianos. Al no
encontrarlo regresó hasta las islas Perlas. Aquí se enteró que su compañero estaba en
Chochama. Al reencontrarse se abrazaron y prometieron intentarlo de nuevo, pase lo
que pase.

El Segundo Viaje de Pizarro

En octubre de 1526, Pizarro y Almagro, con los dos barcos, partieron de Chochama
hacia el Sur y llegaron al rio de San Juan. Mientras Almagro volvía por refuerzos a
Panamá, el piloto Bartolomé Ruiz, exploró la costa sudamericana occidental hasta
Coaque, en cuyo viaje capturó una balsa de indios tumbesinos con los cuales confirmó
la existencia del Tawantinsuyo. Luego Pizarro avanzó con su expedición hacia la bahía
de San Mateo y al río Santiago, a fines de julio de 1527, y luego llevó a sus hombres
que se hallaban descontentos a la isla del Gallo, mientras enviaba los dos barcos a
Panamá, con Almagro y el veedor Juan Carballo.

En una de las naves, los soldados descontentos, enviaron a la esposa del gobernador
de Panamá un ovillo grande de algodón en cuyo seno iba una denuncia escrita, que
terminaba con un texto que decía:

“A Señor Gobernador
miradlo bien por entero
allá va el recogedor
y aquí queda el carnicero”

Enterado del documento el gobernador de Panamá, Pedro de los Ríos, envió dos
barcos a recoger a la fuerza a los expedicionarios, los mismos que llegaron a la Isla del
Gallo a fines de setiembre de 1527. Al mando de ellos venía el capitán Juan Tafur, a
recoger a todos los hombres. Entonces Pizarro, viendo a punto de fracasar su
empresa, asumió un gesto heroico, desenvainó su espada, trazó una raya en la arena
de la playa y les dijo a sus hombres: “Por este lado se va a Panamá a ser pobres, por
éste al Perú a ser ricos, escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le
estuviere”. Sólo trece hombres atravesaron la raya siguiendo a Pizarro, los célebres
“Trece del Gallo”. Los demás soldados se embarcaron con Tafur rumbo a Panamá, y
éste trasladó a Pizarro y a su pequeñísima hueste a la Isla Gorgona.

Luego de estar en ella, solos, seis meses, en marzo de 1528, volvió el piloto Ruiz a la
isla para recoger a Pizarro. Pizarro convenció a Ruiz para explorar el Sur y llegaron a la
isla Santa Clara y a continuación a Tumbes, donde los españoles por primera vez
encontraron una ciudad importante y civilizada con fortalezas, templos y murallas.
Varios españoles descendieron a tierra y comprobaron la importancia de la ciudad y su
elevada cultura y por lo que es más, confirmaron visualmente la existencia del Imperio
del Tawantinsuyo.

Pizarro llamó a Tumbes, Nueva Valencia y luego navegó hacia el Sur por las costas del
reino vasallo de Chimor, hasta llegar a la desembocadura del río Santa. El
Tawantinsuyo había dejado de ser un sueño y un mito, había sido descubierto y Pizarro
volvió en triunfo a Panamá.
El Tercer Viaje de Pizarro

De Panamá a Piura

Partieron de Panamá en enero de 1531, tocando como primer punto la bahía de San
Mateo, de donde continuarán su viaje por tierras a través de la región de Coaque. En
esta zona fueron atacados por el mal de las verrugas y aún se encontraban en este
camino cuando el cacique Tumbalá los invitó a visitar su isla Puná, isla en la cual
Pizarro terminará cerciorándose de que el Imperio de los Incas se debatía en guerra
civil.

Llegaron a Tumbes en enero de 1532. Al llegar a esta ciudad, Pizarro le ordenó a


Hernando de Soto que tomara preso al cacique Chilimasa en represalia porque los
tumbesinos lo habían atacado. De Tumbes se trasladaron a Poechos donde su cacique
Maizavilca le obsequió a don Francisco Pizarro a uno de sus sobrinos, al que le
llamaron Martinillo.

Estando ya en el valle de Chira, en el lugar llamado por los indios Tangarara, Pizarro
funda la primera ciudad española en nuestro país, con el nombre de San Miguel (15 de
mayo o julio de 1532). También en este lugar construyeron un fuerte donde se
quedaron 60 hombres a las órdenes de Sebastián de Benalcázar.

Marcha de Piura a Cajamarca

Partieron en setiembre de 1532. Acompañaban a Pizarro 110 hombres de infantería y


67 de caballería. Después de avanzar por la costa hacia el sur y por Saña levantar a
Cajamarca, entrarán a esta ciudad el 15 de noviembre de 1532 e inmediatamente
Pizarro le ordenó a Hernando de Soto y luego a su hermano Hernando Pizarro que
fuesen a los baños del Inca (Pultamarca) a invitar a Atahualpa a cenar esa noche en
Cajamarca, pues Pizarro tenía pensado tomar preso al Inca en plena ceremonia.

Atahualpa no aceptó la invitación para esa noche, sino para el día siguiente, Atahualpa
ya estaba en la plaza de Cajamarca y los únicos que se le presentaron por parte de los
españoles fueron: Hernando de Aldana, el traductor Martinillo y el dominico Valverde.

Bibliografía:
– HAMPE Martínez, Teodoro. La conquista y la temprana colonización.

– DEL BUSTO, Antonio. La conquista del Perú.

– VARÓN, Rafael. La ilusión del poder: apogeo y decadencia de los Pizarro.

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