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‘én para al Avance de las Ciencias Sociales en ‘Una publicacién de la Asoc Guatemala -AVANCSO- Directora: Clara Arenas Edicisn al cuidado de: Gustavo Palma Diagramacién: Sorgio Wolford Titulo original en inglés: The Last Colonial Massacre. Latin America in the Cold War ‘Traduccién del inglés: Alejandro Arriaza Serio Autores lavitados No. 16. Guatemala, noviembre de 2007 Primera improsién: 1,000 ojemplares Impreso en los talleres de Editores Siglo Veintiuno Se autoriza la roproduccién del contenido de esta publicacién siompre que se cite adecuadamonte la fuente ISBN 978-99922-68-51-3, Instituto AVANGSO 6a, av, 2-30 zona 1, Giudad de Guatemala ‘Teléfonos 2232-5651 y 2232-4947, Fax 2292-5841 vwww.avancso.org.gt | | | ' Para MG . Una victoria descrita en detalle resulta indistinguible de una derrota Jean-Paul Sartre Presenta adder? 1129 de mayo de 1978 se registré en la cabecera municipal de Panzé un terrible hecho sangriento: la masacre de un importante nimoro é campesines y campesinos q' eqchi's por parte de fuerzas regulares di Bjército guatemalteco. Laraz6n do su desplazamiento desde apartad: aldeas de ese municipio ere la de presionar a las autoridades munic pales paraque los reclamos relacionados con la posesién de sus tierre faeran atendidos debidamonte. Esta masacre, como lo sugiere ol auto ciorra un ciclo de represién, una forma de administrar la violenci politica, luego de la cul el Bjército pondré en préctica nuevas y atte ‘ces modalidades contrainsurgentes. — Con lapublicactén de Panzés: la tiltima masacre colonial. Latino. meérica en la Guerra Fria, do Greg Grandin, la Asociacién para + Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala -AVANCSO- quiei contribuira llenar un importante vacfo en el conocimiento de 1a cot vulsionada historia reciente de Guatemala. Se trata, en tal sentido, ¢ un importante aporte que ofrece nuevas perspectivas analiticas qu pormiten vbicar tal hecho dentro de un entremnado mayor: por un lade el clima de guerra fria que se impuso a nivel mundial luego del fini dela segunda conflagracién mundial y, por otro, una serie de procesc sociales y politicos que se fueron gestando en el pais -poro sobre tod en las Verapaces~ a partir del perfodo histérico conocido como 1 “Revoluctén de Octubre de 1944” Este trabajo permite conocer el ir y venir de diversos actore dentro de esos procesos, evidenciando el papel que cada uno de elle desempenaron en los mismos. De tal manera que esa gama va desd lol que jugé en ellos la polttica exterior estadounidense, enmarcad dentro de los pardmetros de la llamada “Guerra Fria”, pasando por Ie del Ejército, Ios finqueros, la Iglesia Catdlica y los partidos politicos e tuna gama que va desde el Movimiento de Liberacién Nacional hast el Partido Guatemalteco del Trabajo. En el otro extremo de esta narrativa so pueden escuchr las voces y perspectivas de hombres ¥ mujeres campesinas que vivieron esa experiencia de manera directa, En esa polifonia de voces destacan las de dos indigenas maya qeqchi’s que, desde los momentos hist6ricos especificos en los que se hiciron escuchar, dan cuerpo y sentido 4 la totelidad do Ja narracién: Adelina Caal Maquin (luego conocida como Mamé Maquin) y José ‘Angel Ic6. Si bien sus vidas, aunque simultdneas, no se entrecruzaron fisicamente, si se articularon de manera directa en torno a las huchas sociales sobre las que da cuenta este tiabajo. Son vooes subalternas que nos relatan no s6lo sus experiencias de vida personel, sino también en cuanto a sus perspectivas sobre la vida y ol futuro que soaban, Se trata, en tal sentido, de un aporte que contribuye a recrear y enriquecer los ambitos de la memoria y la historie nacional, en tanto reforentes indispensables para la construccién de una sociedad que sea capaz de der cuenta de la complejidad de los procesos sociales por los que ha transitado a lo largo del tiempo. Instituto AVANCSO. Diciembre de 2007 Listado de Hlusiraciones Prefacio Nota sobre Entvevistas y Archivos Introduecién La Ultima Masacre Colonial Capitulo Uno Una Vida Sediciosa Capitulo Dos Una Vida Incorrupta Capitulo Tres Vidas Inconclusas Capitulo Cuatro Vidas Clandestinas Capitulo Cinco Une Vide Inguieta Conclusion Hijos de Abol: La Guerra Fria como Revolucién y Contrarrevolucion ‘Agradecimientos Apéndice Lista de muertos de la Operaci6n Limpieza y le Masacro de Panzés Glosario Abreviaturas Bibliografta Contenido vill xvii 29 73, uz 179 227 287 341 343 345 349 351 Iustraciones Mapas Guatemela Vallo del Polochic raciones ssn Pedro Casché, principios del siglo XX ManifestaciOn en apoyo a la Revolucién de Octubre Exencién de vagancia Alfredo Cucul Comunidad Agraria de Carché Bosquejo de crimen, 1954: raportado como suicidio Bosquejo de Crimen, 1954: ahogamiento “Un éxito considerable” Bjecucién de Victor Manuel Gutiérrez Victor Manuel Gutiérrez Leonardo Castillo Flores Efrain Reyes Maaz : Adeline Gaal, 0 Mama Maquin Penz6s, ca. 1860 Ocupacién militar de Panzés ‘Transporte de los cadveres Sitio de entierro Exhumacién de los restos Protesta luego de la masacre de Panz6s, 1 Protesta luego de la masacre de Panzés, Il Minuta del consejo municipal 39 67 68 90 94 10 12 170 172 178 176 182 234 240 252 264 266, 267 269 270 282, Prefacio Poco después del 11 de septiembre de 2001 ol novelista Ariel Dorfman escribi6 un brave ensayo en el que comparaba ese dfa con el del derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende, ocurrido el 11 de septiembre de 1973, también un dia martes. Doriman, que trabajé para el gobierno de Allende, hizo llegar su mensaje con suavi- dad. Aunque Estados Unidos financié la fuerza militar que puso fin a Ja democracia més establo de Latinoamérica y maté a miles do chi nos, a Dorfman no le causaba placer una retribucién orquestada, segiin sus palabras, por los “malignos dioses de los azares de la hisio- ria”.'/ En vez de ollo insistia en que las tragedias gemelas ofrecian una posibilidad inigualable de resarcimfento. Dorfman, que ha escrito {trabajos que tratan de los casi cien mil latinoamericanos “desapareci- dos” por el terror de Ta guerra fria, reconocié de inmediato el dolor y Ja incertidumbre reflejados en los rostros de los parientes que deam- bulaban por las calles de Nueva York on busca do sus seres queridos, Hevando sus fotografias y sin saber si estaban vivos o muertos. Ese dolor, transmitido via satélite a toda la nacién, obligé a todo Estados Unidos a “mirar hacia el abismo de lo que significa ser un desaparaci- do, sin Ja posibilidad de un funeral o una certeza para los hombres y mujeres cuyo paradero se desconoce.” En esa confusidn, ascribis Dorfinan, radicaba la oportunidad de poner fin al “famoso excepciona- lismo” que ha amparado a Estados Unidos de las tormentas y el sufrimiento que afligen a buena parte del planeta, de nutrir un nuevo internacionalismo basado en la empatia, curar muchas heridas como las abiertas por aquel primer 11 de septiembre que todavia sangran entre los escombros de la Guerra Fria. £l escritor queria creer que en la catdstrofe yacta la esperanza de un futuro que pudiera escapar ala “Ups Americanos deben sentir ahora lo que el esto de nosotros hemos sentido," Tho Independent, 3 de acture de 2001, repeticién del pasado que ha convertido al presonte on algo tan agitado y tomible, La visién.de Dorfman era una respuesta que, al reconocer un destino compartido, una angustia universal, humaniza- fa nuestro mundo en vez de militerizarlo, Sin embargo, ol excepcionalismo de Estados Unidos 6s un hueso duro de roer. En la década siguiente al fin de la Guerra Fria y tras la implosién y repudio al totalitarismo soviético, la idea de que Estados Unidos tiene una misin tnica en el mundo ha brillado mas que nunca. Se creyé que la democracia liberal habla triunfado por comple- to, y que ese triunfo estaba intimamente ligado ala historia y destino de ese pais. Gon toda seguridad no han faltado criticas @ la politica exterior de Estados Unidos y muchas de ellas, como las investigaciones de las acciones levadas a cabo en Indonesia y el Sudeste Asiético, han calado hondo en la conciencia popular. Latinoamérica, en particular, ha sido por mucho tiempo el talén de Aquiles en la dura coraza de la virtud estadounidense, y hasta los estudiosos de la Guerra Fria més triunfalistas so han visto obligados a realizar tremendos melabares morales para explicar ciertas acciones de Estados Unidos que conti buyeron a la tortura y asesinaio de cientos de miles de individuos./ ‘Ademés de realizar intervenciones visiblemente desastrosas y morla- les en Guatemala en 1954, Repblica Dominicana on 1965, Chile en 1973, y El Salvador y Nicaragua durante la década de los ‘80, Estados Unidos ha brindado ayuda material y apoyo moral silenciosos y constantes a homicidas estados contrainsurgentes, lo que ha dado como resultado directo la clase de sufrimiento que Dorfman reconoce tan facilmente. Pero la dimensién de los crfmenes de Stalin garantiza 4), Para unos euantas ejemplos ver Americas Watch, With Rriends Like These: The Americas Watch Report on Humon Rights and U.S Polley in Latin Ameriea (Nueva York: Pantheon Books, 1988): John Gorassl, Tho Great Fear: The Reconquest of Laut ‘America (Nueva York: Macmillan, 1968); Martha K. Huggins, Political Policing: The United States and Latin America (Durham: Duke University Press, 1998), Lars ‘Schoultz, National Security and United States Policy toward Latin America (Princeton: Princeton Universlty Press, 1987); John Dingos, The Condor Years: How Pinochet and is Alles Brought Terrorism to Three Continents (Nueva York: New York Press, 2003}; ‘Mark Danner, The Massacre at E] Mozote: A Parable of tho Cold War (Nueva York: Vintage, 1904}, ue estas s6rdisdas historias, por impactantes que scan, no porturbarén Jos cimientos de un mundo comprometido en visualizar el papol de Estados Unidos en Ja defensa de lo que hoy en dia conocomos como dimmocracia como algo ejemplar.’/ La definicion de la democracia después de la Guerra Fria ha reforzado esta fe fundamental. En los afios que siguieron a la Segun- da Guorra Mundial, toda la gama de corrientes politicas entondié arapliamente cue la democracia entraftaba tanto la libertad indivi- ual como cierto grado de igualdad.*/ Esta definicién dio énimo a los frentes populares y al New Deal. Hasta Ho Chi Minh en 1945 y Fidel Castro en 1963 extrejeron pablicamente fregmentos de la Declaracién de Independencia de Estados Unidos para armar sus alegatos on pro db Ja libertad y a justicia.*/ No cbstants, hoy en dia muchos politicos tedricos, historiadores y analistas hacen a un lado como un error filoséfico basico la nocién de que la democracia Jeffersoniana condu- cixfa al socialismo y se veria consumada por éste.") Para ellos, los “|B prominent Metorador dl Gur a fbn Lewis Ga, n Wo Naw iow: Ranking Cold Wor iso (ew York, Oxand Unvente Pres toe) tafeds ls exer do policy etdounee onal ees seas Pacey (ei ona porn elven nino estuary ls intone y pode de ln sovlsca:“Aboa eal womans rage EsadosUaids ys ade mune favicon macho degue ecco cee Mind" exctbe Cad Peo el code qu os temas no oe maton a estaba su inmetalda-Las pes sompre yoo odes tate metas “tins elas dal acount nag” {Ver po oma, 77. Marshal Cizenshin ond Sail Cle (Conn, Mats to rss 100) al Pay. The Gra fomaton: he aleslond Beane gan of Gur Tne (ono: Beacon, 2004 [104 oon Rela Ao cs (Chap: Harvard Unies ras tr 41 | Ho Chi Minh, Selected Works, vol. 3 (Hanoi: Fe ish vol. $ (Hanoi: Foreign Languages Publishing Helase, 1900-62), pp. 17-21; Fidel Castro, La historia me absolver Baitorial de Clencias Sociales, 1975) a 4 Uno de los ataques més importantes al de importantes ala rma gue tera inv Sotialismo se reforzaban inutuamente es, por supuesto, el influyente trabajo de Fre- i Yon Hayek. Th oad Sef (Lore Rouge, 1985) er tomios sy yeni (Con Rowe Peden, Copan and Beet (Chae: Union hese Bree 10823 extn aspecta dessa a ial el Socio eon sul acho de los ms teint tribe soe el ean 9a tatacoe xi horrores de la Unién Soviética, sin mencionar Vietnam 0 Cuba, eran Ja prueba de que el liberalismo politico con énfasis en la igualdad legal, las garantias de procedimiento y la libertad individual, y ol socialismo con sus regulaciones de mercado y sus criticas a las desigualdades econémicas no se reforzaban mutuamente, como muchos habian argumentado, Segin esta nueva perspectiva, aunque Jos socialistas y los demécratas liberales han defendido muchas causas similares, el siglo XX demostré con sangre que el deseo de alcanzar la igualdad inclusiva, le unidad ausente y el significado histérico en un mundo moderna sin sentido conduciré inevitable- mente a los defensores de le idea socialista a anteponer los fines a los medios, rochazar ol pluralismo y saltarse los limites legeles propor- cionados por las garantias constitucionales y los derechos individus- Jes, on especial el derecho a la propiedad privada. Hoy en dia, ol socielismo no es visto como une variante sincera y mejorada de la democracia sino mas bien como un véstago ideoldgico potencialmen- te traicionero, que necesita ser vigilado y contenido.’/ La Guerra Fria sustituy6 la nocién de que para que hubiera libertad individual debfa haber algéin tipo de igualdad y seguridad econémica, cambiéndola por una definicién més vigilante de la democracia -encarnada y defendida bajo juramento por Estados Unidos. Como lo indica la frase quo abre su Estrategia de Segurided Nacional 2002, las “grandes Inchas del siglo XX entre la libertad y el totalitarismo concluyeron con la victoria decisiva de las fuerzas de la libertad -y produjeron un autoritaria del Partido Comunista, U.S.A. Ver por ejemplo Harvey Klehr, John Bar Haynes y Fridrkh Igorovich Firsov, ede, The Secret World of American Communism (ew Haven: Yale University Press, 1995) Harvey Kle, John Earl Haynes, y Kyril, ‘Mikhailovich Anderson, eds, The Soviet World of Amerioan Communism (New Haven: ‘Yale University Press, 1998); y John Haven: Yale University Press, 1998), y Jon Haynes y Harvey Klehr, Venona: Decoding Soviet Espionage in America (New Haven? ‘Yale University Press, 1090). Ver también el mas reciente alaqueSormlado por Ronald Radosh, Grigory Sevostianov y Mary Flabeck, eds, Spain Betrayed: The Soviet Union in the Spanish Civi! War (New Haven: Yale University Press, 2001), sobre el timo grant Dastin de la mitologia del frente popular la Guerra Civil Espanola "| Para ejemplos ver Frangots Furet, The Passing of an Illusion: The Idea of Commu- nism in the Twentieth Century, tad. Deborah Furet (Chicago: University of Chicago Press, 1999), y Mark Lilla, The Reckless Mind: Intellectuals in Polis (Nueva Yark New York Review Books, 2001), xii Unico modelo sostenible para el éxito nacional: libertad, democracia y libre emprese”,"/ La nocién de que para que haya democracia debe haber firmeza conduce a la rehabilitacién del imperio. En la década subsiguiente al fin de la Guera Frfa, Washington predicé con afin ovangélico la creencia de que la combinacién de mercados libres y gobiemos constitucionales producirian un mundo pacifico y préspero. Sin embargo, luego del 11 de septiembre de 2001 esa fe ha dado paso a un idealismo més napolednico, que entiende que las democracias de libre mercado no son necesariamente parte del “orden social de la naturale- za” y requieren de fuertes resiricciones institucionales -legales en la medida de lo posible y de ser nocesario, militares.'/ Esta opinién no es, sostenida solamente por la dereche politica, aunque fue ésta la que la gests. A menudo, su defensa més apasionada proviene de la izquierda liberal. Ia luz de los actos de gonocidio, la podredumbre social, el 1 http:twww.whitehouse gow/nsc/nssintro,html, el énfasis es mo, *1 ‘ta citaes de Martin Malia, The Sovit Traged: A history of Socialism in Russia, 41817-1901 (Nueva York: Froo Press, 1094), p. 518, Porn breve momento, la caida del ‘matxisio sovitico fe tomada como praoba de que la democracia liberal capitalista se conespondia mas de cerca con la naturaleza y deseos humanos que otas formas de ) VerPatico Sika, "Modorazation, Consumerism and Politics in hil," en: Noo- rien tha Hon Fc Te Pir and Boris of th hile Medel bomen (Liverpool 198): Jot Joaquin Brunner, El spe tad Seng: ‘A omean (ver sy Joe Jong spejo trizado (Sentingo: NACLA Repor on the Americas 82 (sepliembrelactubre de 1998): 20, Ver tambien ‘nsime nie consume de Movlian, Santiage: LOM, 1998, 23 constitucional de la mayoria de pafses latinoamericanos durante los "80 y ‘90, los lfderes y asestres politicos disuadieron a los partidos de que movilizaran a sus seguidores, alenténdolos a adoptar un estilo politico més “moderno”, basado en la representaci6n pasiva y las negociaciones con las elites."/ Después del fracaso de las revoluciones y del perfodo de la & inimaginable represién gubernamental, algunos académicos lamen- | tan ahora la aparicion de esta izquierda latinoamericana impulsada por Cuba, visualizéndola como una interrupcién de la democracia social que evolucionaba. Su contribucién se confirma en la corrup- | cién del grupo peruano Sendero Luminoso, que abrazé vengativa- mente la “voluntad de accién” de la Nueva Izquierda, olvidéndose de su humanismo, y en la cada voz mas insensata ¢ ideoldgicamente vacia guerra de guerrillas de Colombia. La militancia en la politica latinoamericana de los arios posteriores a 1960 a menudo se prosenta como poco més que una mala decisién tomada por un pufiado de revolucionarios roménticos ~que provocé que los militares latinoa- mericanos desateran su represién.™/ Ahora que la Guerra Fria he terminado y quo las lamas que Cuba prendié se han extinguido, le izquierda puede volver “al camino correcto” como parte de una %) Sidney Almond y Gabriel Verba, The Civic Culture: Political Attimdes and Democracy in Kive Nations (Prinoeton: Princeton University Press, 1903), p. 343, ¥ Samuel Huntington, Michael Crozier y Joji Watanuki, The Crisis of Democracy: | Report on the Gavernabilityof Democracies othe Tilateral Commission (New York: New York University Press, 1975), son visiones tempranas de lo que una transicién Homocrética exitosa necesita para crear una ciudadania “relativamente pasiva, desapegada” y “deferente”. Para una prescripciéa més reciente, ver Grotchen Casper y Michelle Taylor, Negotiating Democracy: Transitions from Authoritarian Houle (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1986). Guillermo O'Donnel), Philippe Schmittery Laurence Whitehead, 1988), hicieron una serie ce recomend clones similares para ayudar a gui democraci. 4 (Nneva York: Vintage Books, 1998), es el ejemplo angumentado més influyente y comprehensivo de esta posicién. Una versiGn mds valgar de este argumento motivé 1 David Stoll a exponor Ia historia de vida de Rigoberta Monch; especialmente ver _§ las declaraciones contrafécticas hechas en la conclusion de Rigoberta Menchd ond the Story ofall Poor Guatemalans (Boulder: Westview, 1993), 2 ‘a las elites politicas en sus transiciones ala Jorge Castafeda, Utopia Unarmed: The Lotin American Left after the Cold War | renovacién derocrética gonoral.”/ Esta interpretacién tiene ecos de Ja tendencia dominante a retirarse de los extremos de los ‘60, incluso por aquellos que siguen pidiendo alguna forma de redistribucién de le rigueza, Richard Rorty, por ejemplo, cree que luego de las atrocidades det siglo XX la izquierda debe purgar el lenguaje y visi6n incondiarios de suléxico, eliminando palabras como“ capitalismo”, “cultura burgue- _ 4a" y-*socialismo”./ Haciendo caso omiso de las provocaciones de la violencia social, los crfticos condenan el radicalismo de la Nuova Izcuierda como el engendro absurdo de una politica que se salié de control debido c su arrogencia o absolutism. ‘Aquellos qua tratan de aislar a la democracia del conflicto o echar Ja Culpa de la violencia revolucionaria a las visiones utdpicas de la izquierda sueler subestimar la naturaleza intransigente de las fuerzas {que se unen pars evitar una distribucién més equitativa de los recur- ‘0s el poder. La descripcién de Geoff Eley de los logros democréticos ode Ia Europa del siglo XX es tal vez més real para Latinoamérica, ~ Gislderando que la situacién econémica de las Américas era mucho | menos propicia: Que nadie se engane: la democracia no es “concedida” u “otongeda’. ‘Requiere conflicto, espectficaments desafios valientes a la autoridad, ejamplares actos arriesgados y audaces, testigos éticos, confrontacién Wiolonta y crisis generales quo resquabrajon el orden saciopolitico ‘establocido, En Europa, la democracia no fue resultado de una evolucion natural ni de la prosporided econémica. Ciertamente no surgié como subproducto inevitable dol individualismo ni del mercado, Se desarrllS ‘Porque las masas se organizaron colectivamente para exigirla.”/ Castaieda, Utopia Unarmed, p. 476. |) "Richard Rosty, “Tho End of Leninism: Havel and Social Hope," en: Truth ond Prosi, vol. 9: Philosophical Papers (Cambridge: Cambridge University Press, 1998) le posicion de Rorty hace considerablo eco de Ia de Daniel Bell en The Fad of docldgy2 On the Exhaustion of Political Ideas in the 19506 (Nueva York: Freo Press, Publicado en la vispera de los disturbios poltions de los "60, e libro de Bel oem liberelismo seco y de procedimientos que se pensaba haba apagado los 28 ideo) dgicos ce los alos ‘30 y 40. 25 En Latinoamérica, los obstéculos para lograr incluso la aproxime: cin més minima a una reforma democritica porsistioron no sélo en las instituciones visibles de las burocracias gubernamentales, tribuna- les, milicias, tenoncia de tierra y relaciones laborales, sino en los ‘espacios certados de la familia, el sexo y Ja comunidad. Lo que hoy se ontiende como democracia fue alcanzado por individuos que se emburcaron en una mirfada de luchas pequetias pero intensas que pusioron dichas tolaciones jerérquicas, privadas y resueltamento obstinadas de dominio y control bajo presidn. Las ideologias seculares del nacionalismo, el socialismo, el marxismo y el comunismo ~peli- ‘g70808 vstagos del liberalismo~ motivaron y solazaron las vidas de la_| zente. Pero oste rogalo hizo més que sélo satisfacer un deseo abstracto o innato de signilicado en un mundo cada ver, més incierto, como dicen algunos teéricos para descartar ol atractivo del socialismo y el | comunismo, Mas bien combiné la supervivencia mundana con los avances més sublimes de la democracia al darles el combustible y las décadas que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, la izquierda perdié en casi todos los paises su apuesta por apoderarse del Estado yyreestructurar la economia, pero si obligé a une transformacion de las relaciones de poder que permitié una participacién més amplia en la | politica, la cultura y la sociedad. Panzis no fue una masacre “colo nial” en el sentido iécnico de la palabra ya que sucedié bien entrado cl segundo siglo de vida independiente del pafs. Sin embargo, fue parte de un asalto épico mayor a los foudos privados de control social | que fueron sitiados y envalentonados simulténeamente por la expan- sign de las relaciones sociales mercantilizadas y la expansion del poder ostatal por toda Latinoamérica. Lo quo sigue a continuacién os un intento por comprender eémo los activistas maya-q'eqchfes cultivaron su sentido de comprensién de si mismos en una lucha por un mundo més justo y cémo la frustra- cién y posterior destruccién de sus ideales afecté no s6lo a quienes sobrevivieron sino a una historia més amplia, posterior @ la Segunda Guerra Mundial. Mientras los sucésivos capttulos van construyendo tuna narrativa que principia a finales del siglo XIX y culmina con la masacre de Panzés en 1978, cada uno explora a fondo dimensiones 26 fntimas y a menudo fisicas de transformaciones sociales. Aunque en. Cietto nivel la Guerra Fria fup una lucha por utopias de masas ~visio- nes ideolégicas sobre cémo organizar a la sociedad y sus implemen- tos- lo que dio a esa lucha su fuerza trascendental fe la politizacion ¢ internacionalizacién de la vida diaria y los encuentros familiares." Ta politica adopts una inmanencia sorprendente, manifestindose = coro veremos, en los reinos interioras do la sexualidad, la fe, la ética | yeloxilio. Todas las vidas que veremos aqui, adlemés de brindar una gama de _ experiencias, subrayan el poder formativo de la politica para moldear las txpectativas humanes, Creo que este debe ser un elemento central ie (ualquier definicion de la Guerra Fria, No fue sélo un evento (lo quélos historiadores diplomaticos suelen llamar rivalidad de superpo- ) Kalman Slvert, A Study in Government: Guatemala (Nueva Orleans: Tulane | University, Middle American Research Institute, 1954), pp. 63-68. Para Carché, vet AGCA JP-AV, 11 de diciombre de 1924 [pero se encuentra en el paquete marcado § 1925), %) AGCAJP-AY, "estadisticas agricolas.” mayo de 1878, M) MoCrwery leglslaciém liberal de tierras, Para Alta Vorapaz. ver Guillermo Naitez Falosn, “Erwia Paul Dieseldoril: Guatemala Entrepreneur in the Alta Verepaz of Guatemala, 1089, 1927" isertacién doctoral, Tulane University, 1970), pp. 102-5, ‘ "/ Hasta la década iy) 23 Rural Guatemela, pp. 195-257, discute la forma en que actusbs i | Otra de las diferencias de Alta Verapaz.con la zona cafotalera de ai pendientes del pacffico era que la primera era dominada por Hfanjeros, principalmente alemanes. Para 1900, los ciudadanos y iporaciones alemanas producfan dos tercios de todo el café que ja Verapaz comercializaba, mientras quo una cuarta parte de firmas mahas contrelaban el 80% do las exportaciones del departamen- to]"/ Cobén, que unas pocas décadas atrés tenfa pocos habitantes Jinos 0 extranjeros, habia sido convertida en una floreciente ‘Wade Kit, “Costumbre, Conflict and Consensus: Kekcht-Fiaguero Discourse in the Alta Verapaz, Guatemala, 1860-1930 (fisertacid doctoral, Tulane University, js), p. 81; ver también Néiez Felo6n, “Erwin Paul Diosseldorf,” capitulos 2y 8 Llamados en espatiol caserfos y en qfeqcht calebales, discutidos en Antonio | Goll camera, Jn do ioe Rosiesy Sal Tax, Roctandlenanee of Nothosa etiala, 1944," on: Coleccién en Microfilm ce Manuscrites sabe Antropclogia ifiral Mesoomericana, no. 17, Universidad de Chicago, 1947. p. 124 Kil: "Costumbre, Conflict ancl Consens atamento de Ala Verapas-tonia el mayor 84. Hasta bien entradas los 60, ol mero de peones residentes; [Direccién, at etalide Estadistisa, 1969) p. 246. Karl Sapper, el etadgrafo ¢ historladoralemén, {ciona dos eventos que profundizaron Ia préctica del prone por deus: Primero, Hopcién en Guatemala del papel moneda y esténdar del oro on 1897 llev6 a nna isda cafda en el precio dela plata y empobrocié a muchas familias del érea rural | rgueza se enomtraba en sus collares de plata; lego, una erupcién voledniea fs en 1902 loscultivos de mate, empujondo a muchos eeqchies@ las fincas para pvivin; en King, Cabén and the Vergpaz, pp. $1, 35. AGCA JP-AV, “Comision, Hf iadora en las cucstiones que surgen ente jomnaleros y patrones,” 3 de lulio de LY colecin dl Winsterc de Gobe:nacion en alta Wraps dal AGCA 20084 Jen aelantecitedo como MC-AV seco por el nimere delay) deser los {amlonosabomles adits pre tad ants de 1971 Kat! Sapper, Di» Alta Verapaz (Hamburg: Fiederichsen, 1902), p. 183. finales XTX: en Latinoamérica slo el sur de Brasil tenia tanto dominio alemén como | Nerapaz; Nanos Faleén, “Erwin Paul Dieseldorfl.” a7 “ciudad imperial”. Sus calles eran iluminadas por lamparas do gas de Nueva Orleans, mientras orquostas de cémara amenizaban valses sema- nales en su plaza central. Para los afos '20, las tiendas exhibfan lujos impensables en un rea tan remota: “automéviles, gasolina, petréleo, 4 plantas eléctricas, de hecho, casi todo lo que uno pudiera comprar podia adquirirse en los almacenes alemnanes.” Los inmigrantes alemanes se saltaban la Ciudad de Guatemala yllegaban a Alta Verapazdirectaments. | desde el Caribe, donde buscaban el consulado aleman de Coban antes | que a las autoridades guatemaltecas.”Y Estos inmi Inego del fin de la Primera Guerra Mundial, més ni nes quo sus predecesores, llegaron a dominar les elcaldfas, importando 4 = ‘un nuevo tipo de politica. Luago de 1933, ol Orisgruppe sostenta reunio- nes semanalos, colebraba dias de fiesta Nazis y organizaba desfiles y" marchas “con impunidad” */ Las esvésticas colgaban do los edificios municipales y ondeaban en las fincas alemanas; el marco era una moneda tan comin como ol quetzal guatemalteco y los cines locales § proyectaban peliculas alemanas ~Un Viaje a la Hermosa Alemania y | Lajos de la Tierra de Nuestros Ancestros— filmadas para reconfortar los corazones do los expatriados.”/ 9) Ver King, Cobjn and the Verapaz,p. 98, y Regina Wagner, Las Alemanes an Cuats- ‘mala, 1828-1044 (Guatemala: Afanes, 1996) p. 174. La primera lade finquerosalemanes estaba més dispuesta que sus eontrapartus ladinas a interactuar con la cultura Indigona, ‘scribiendo extensamente sobre historia, lenguale, arqueologia y cultura qoqehi. lo que produjo algunos de los estudios més detalados atin disponibles. La adquisicion de ‘conocimisnto local por lo alemanes no fues6loacadémica, yaque oscolonosacadémices§ usaban andlisis de suelo y estudios geogréficos para respaldar sus reclamos de Uesra Dros, como Erwin Diesoldor, que al final de su vida gozaba del sobrenomibre dee! vei. | ‘maya, veaba sus conacimnlentos del idioma y cultura qeqehies para administrar 2 sus 4 peones;en Kit, "Costuribre, Conflict and Consensus,” capttulo 5, Para otros ejemplos, ve, David Sapper, “Costurabres y exeoucias rliglasas de los indios Queckahi.” en: Anales de | 1a Sociedad de Geograffae Historia 2, no. 2 (diciembre de 1923}, 180-97, y la “Colecisn: | Dieseldorf, Tulano University Library. Divisién de Coloeciones Especales, que guarda, smachos de ios documentos académicos no publicados de Erwin Paul Dieseldocte. | King, Cobén and the Verapaz, p.98 AGCA B 99342 6806, King, Gobdn and the Verapac, p38 AGCA MG-AV 31402 1938, “que lés daban los finqueros les ayudaban a subsi Eigra't! San Pedro Carché, principios dol siglo XX (cortesia de Foloteca _ | Guatemala, Crma [Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamerica) "Sin ombargo, de manera significativa, la expansién del café fue jenos abrupta de lo que esta descripcién sugiere, La nueva legislacién 16a algunos, como el padre de 1c6, obtener ttulos sobre la tierra ie desde hacia mucho tiempo ocupaban./ ¥ con sus capillas, sus Jetcados scmanales, sus casitas dispersas y sus flestas anuales; a sudo habfa poca diferencia entre una comunidad de finca y una ea libre. Apenas alrededor del 15% de las fincas estaba sembrado con ifetalés, el resto era usado para bosques, tiorras de pastareo, fuentes de Hid "para las percolas de sus trabajadores residentes, que podian | upatée libremente de sus milpas ontre las exigoncias estacionarias del La Tesidencia en fincas libereba a los qeqchfos de impuestos y icripeién militar, y el dinero que ganaban de los adelantos en efecti- Ja vida familiar ‘omtnitaria en una nueva economia monetizada. hs Groot on ural Guatemala, p. 243, indica que en 1870 los lider comunite- chfes de Coban ttolaron sus posesiones con ito bajo las nueva eyes, Ver InbieM GCA ST-AV 4 2y 861, 10,4 19 10. 39 Pero las cosas eran distintas. El apego de los q'eqchfos a su tierra ya no se regia por los vineulos de le vida cotidiane y la necosidad de ‘sobrevivir sino por las vicisitudes del mercado global, los caprichos fe del Estado depredador y las obligaciones que imponta la ley. Se invertfa mucho tiempo y dinero en obtener titalos que podian perderse répidamente por la corrupcién de funcionarios de gobierno © en subastas piblicas. En 1890, luego de pagar por la revision y | valuacién de 580 acres, 123 q'eqchies perdieron sus tierras a manos | de Erwin Dieseldorff, que se las gané en subasta piblica. No s6lo no. obtuvieron su propiedad sino que en el proceso terminaron converti- dos en peones de Dieseldorff./ Finalmente, atin cuando los q{eqchfes recibieran sus titulos con éxito, la necesidad de efectivo en | tuna economia de mercado cada vez més brutal, a monudo los obliga- ba a vender o hipotecar para después perder sus tierras recién rogistradas.”/ En 1888, 97 mayas de Alta Verapaz posefan tierras lo | salvaje do soberenta privada.*? Les plantaciones tenfan sus propias “‘cér‘eles, cepos y postes para azoles, y los finquezos se oponfan a ‘eunlquier intento del Estado por intervonir en sus relacionos laborales ‘© bsaE 9 suis peones para proyectos pablicos Lgjds de crear wna ficcién jurfdica de individualismo u obscurecer os invisfbles” que ataben al obrero a sus patronos, el liberalismo #0 institucionaliz6 la naturaleza colectiva delaexplotacién.*) ad Tedticr el pepeleo, los finqueros a menudo hacian contratos labora- {_ 166 colectivos. El consentimiento, que ere La premisa fundacionel del ser 4 nome, s2 convirtié en algo colectivo: en 1898 mAs de 2500 hombres ea ‘se reunieron frente al casco de la finca Chijolém en Carché y tunrrte ero mins de conta, lego do cua a es a de que “es bien sabido que estos contratos se realizan... sin la ia de los obligados. Ni siquiora hablamos espatiol... nos obligan | a fitmar estos libros que s6lo sirven para encarcelamos por fraud. {iben alli 1o quo los place y firman por nosotros”.®"/ Los contratos Jan tina durecién de cuatro arios y estipulaban salarios y expactati- Jabotales. Los trabajadores no odin one Ja fince sin pormiso u 1930, su mtimero se habfa reducido a nueve, Pera 1949 no quedabe ninguno.”/ El crecimiento del Estado, ocurrido simulténeamente con le | expansi6n del capitalismo cafetalero, atrap6 a los q’eqchies en un | expansi6n puso a todas sus expresiones locales ~autoridades departs, mentales, policia, Ejército, carceles, teléfonos, telégrafos, carreteras,, jueces y alcaldes- en la tarea de garantizarle fuerza laboral a los cafetaleros. Los q’eqchfes eran empujados a las finces por los impue: tos, la conscripcién militar, la obligacidn de efectuar trabajos gratuit 4 West Cambie: MIT Pres, 2000), psa el termina “nana savaje™ de mal pagados en obras piiblicas, y la ley de la vagancia ~que inchita} ‘pata subrayar la permeabilidad entre las coustrucclones de la violencia ef iy a ‘legitima, un “punto clego, una zona en la que el poder esté por encima 1. ley por o tanto, al menos en potencls, es terreno de tern." Para mil props i subrayo la distincién, aunque sea en términos de nociones, entze la violen- yy piblice para captar las consecuencias histéricas de las demandas 9) id, pp. 87-97, ©) King, Cobdin and the Verapaz, p. 299, 40 para cubrir los gastos en que incurriera para lograr su captura. Los | trabajadores problematices podian ser echados; a los peones que n6 | sus padres, con lo que tna generacién tras otra quedaba atrapada en, servidumbre. Tierras, vidas y trabajo eran literal y legalmente insepa: rables, como lo muestra este anuncio de un periédico de Alta Ver paz, publicado en 1922: “iMozos! iMozos! iMozos! Vendo mi Finca Sacsaminf. Tiene 5,000 acres y muchos mozos colonos que viajarén ppara trabajar en otras fincas”.*!/ En 1920 al presidente Manuel Estrada Cabrera, viejo, senil y § Gespreciado, se le escaps el poder de las manos, dejando al Estado | cafetalero que habfa gobernade por mucho tiempo frente a su primet | Gesafio sostenido. Estrada Cabrera, turbio heredero de los peores | aspectos autoritarios del liberalismo Latinoamericano y que dotenté el poder por 22 aftos, es recordado hoy como el presidente que entregé los ferrocerriles, compaiita eléctrica, puertos y vastas extensiones de! tierras de Guatemala a la United Fruit Company. Para 1920 todos incluso aquellos que se beneficiaron de su mano pesada y generos: sabian que le habia llegado la hora de irse."Y El 8 de abril, el Congreso: que el mismo dictador habfa escogido le declaré mentalmente incapaz_ 161, descrite la compra de una finca con todos sus habltantes por Erwin Patl Dieseldorft. ‘/ Ver Joseph A, Pitti, “Jorge Ubico and Guatemalan Politics in the 1920s" (diserta- 4 cldn doctoral, Universidad de Nuevo México, 1975), pp. 20-28, sobre la oposicién: Estrada Cabrera. McCreery, en Rural Guatemala, pp.222-23, documenta la insatisfac | tiga de los finquoros hacia Estrada Cabrera, Sobre el papel central fugado por los artesanos y la creclente clase obrera, ver la Asociacion de Investigacion y Estudiog Sociales, ed, Mésdo 100 anas al mavimionto abrere urbane en Guatomala: Atesanea § ¥ obreros en ol periedo liberal, 1877-1944, vol (Guatemala: Asociacion de investiga | ‘eién y studios Sociales, 1991), pp. 64-118, y Carlos Figueroa Ibarra, “Contenido da clase y participacién obrera en el movimienta antidictaterial de 1920," Politica y | Sociedad 4, no. § (1974), a Pifalelismos entre la “maldad” de la “tiranta’ Gl ater te 'scogi6'e Carlos Herrera, uno de los més acaudalados cafetaleros y licareros de Guatemala como presidente interino. ‘Durante la signiente década y hastael susto rojo centroamericano de al potencial progresista del liberalismo guatemalteco se desarroll6. {i antes de la caida de Estrada Cabrera Guatemala fue uno de los Jmezos paises en unirse a la Liga de las Naciones en enero de 1920, fundizando un internacionalismo que ya habia sido influenciado por jolucién Mexicana, la Primera Guerra Mundial y la creacién de la lion SovisticaY/ Roformadores de todas las corrientes democréticas a}naban como base los eventos mundiales para impulsar reformas, nésticas. El exzobispo de Guatemala, por ejemplo, planteaba en 1919 fa” slemana ya dictadura de (propio pafs.**/ Los clubes politicos y sindicatos operaban con relativa- poco control del gobierno. Los trabajadores dirigieron un néimero ia vez mayor de huelgas, demandando mejores salarios y condiciones jus empleadores y exigiendo al gobiomo la croacién de un nuevo ‘dipartamento de trabajo, aunque sélo se le permitiera intervenir “ami- Me mate” en conflictos laboreles. Los partidos politicos optaben al ston elecciones rolativamento libros, los periédicos publicaban i ae femeninos cabildeaban buscando el derecho de voto, Radicales "México y Fl Salvador cruzaban la frontera de Guatemala y empeza- lh labores organizativas en el campo y la ciudad, y en la capital lie | Bs 1017 un tenemoto que devasté la Ciudad de Guotemala subrayé la agitecin {tics de a Revolucidn Rusa y la nueva Constitucién Mexicana ocurridas ese ao, {garéotizaban bienestar social, derechos laborales y tierra pare todos los Aldidanos 1221. Tos delepads o la reanién se fundacion dal Congoso do |Fetos Centroamericanos hicieron un llamado a sus paises a seguir el ejemplo de |xico, mientras el zeportero Federico Alvasado, del periédico comunista de vincalaba la agitacion politica en Rusia con ol reciente desastze natural {izido on su. propio pais: “la cafda del monarca ruso fue como un terremoto fversal que sscwtis cimientos y desperts 2 quiones dormian...ahora estamos en lacto no sélo con nuestros hermanos en Latinoamérica sino con los de todo el ido En Federici6n Obrera de Guatemala para Ia Proteccin Logal del Trabno, ias del Congreso del Trabajo Centroamericano, celebrado on fa ciudad de Elena on soptembre do 1921 (Guatemala: imprenta Nocona, 1922) 1.77 “Gllado en Wade Kit, “Precursor of Change: Faled Reform and the Guatemalan Heeite, 1918-1926" (tesis de mnostria, Universidad do Saskatchewan, 1987) 43 comunistas y anarquistas formaban partidos poqueiios pero influyentes. | Una joven generacién dewliteratos modornistas, incluyondo al futuro | premio Nobel Miguel Ange! Asturias, aproveché la nueva libertad de prensa para pronunciarse sobre temas sociales y desarrollar un confiado nacionalismo."/E Partido Unionista, que reunia a una diversa coalicién queincluia aartesanos, obreros, campesinos, intelectuales, profesionales de clase media y de provincia y pequefos finqueros, era el que mejor Toprosentaba el impulso democratico de los afios '20. No hubo ningin Zapata guatemalteco que cabalgara por el érea rural maya ondeando la * \dera de la revolucién agraria, pero el altiplano estaba en ebulli- 6dicos y funcionarios de gobierno informaban de les protes- tas de los peones en finces de la mayorfa de departamentos."/ Los finqueros acusaban a los unionistas de hacer promesas faciles y peligro sas de reforma agraria y de dar fin al trabajo forzado de indigenas ¥ 4 campesinos, y la prensa estadounidense acusaba al partido de querét “exportar” su revolucién a Honduras.”/ ; %) MeCroery, Rural Guatemala, pp, 296-97; Arturo Taracena Axiola, “La Confode racién Obrera Centroamericana (COCA): 1921-1026," en: Anuario de Estudios Centroomericanos 10 1984): 81-98; y Arturo Taracena Arriola “Presencia anarquists en Guatemala,” en: Mesoumérica 8, no. 15 (1988). Et decreto de 1925 que establects | el Departamento de Trabajo fue reimpreso en la Revista de Trabajo, enero de 1928, 4 ‘pp. 145-145. Durante esta dcada, Guatemala ratifi el llamado de la convencién la Organizacién Internacional del Trabajo para establocor una semana laboral de 48 horas, establecer un banco do préstamnos y ahorzo para trabajadores y una jomada | laboral de ocho horas; ver Ralph Lee Woodward, "Communist Infiltration of the | Guatemalan Urban Labor Movement. 1920-1954" (esis de maestrfa, Tulane Univer. sity, 1956), p.9, Parala “Genenacién de 1920," ver Epaminondas Quintana, Historia di) Ta goneracién de 1920 (Guatemala: Tipografia Nacional, 1971). Para john Stuart Mil ver EI Imparcial, 24 de junio dy 1921. Bl Unvonista del 17 y 18 de junio de 1920, ublicé azticulos en los que se debatia el sufragio de la mujer. a 2%) Para finales de 1920, e] Partido Unionista habta organizado ramas en la mayor ‘de cabeceras departamentales y municipalidades grandes. Su afiliad laboral, la igs ‘Obrere, de igual forma estableci6 oficinas en Huehnetenango, Quetzaltenango, Solo, yon la costa sus; vor BI Unionista, 2, 22 y 14 de junto de 1920, y 26 de febrero def 1921, 6 de mayo de 1921, 20 de julio de 1921, 4,20 y 23 de agosto de 1921. %) McCreory, Rural Guatemala, pp. 296-300 ©) New Yook Herald, 15 de enero de 1920. BI Excelsior, 1 da septiembre do 19214) I Unfonista, 4 de marzo de 1920. EI Excelsior, 17 de agosto de 1821, culpaba dy Partido Unioniste de un mortal conflcto de tiers. EI Excelsior, 2 de soptionibrey “4 “Tocamos a la puerta de nuestra emancipacién politica,” escribie- Ton José Angel Ic6 y 122 q'eqchies més del Club Unionista de Cobén ~ “luvLibertad del Indio” al Congreso Nacional en las visperas de este florecimiento democratico, una semana antes de la caida de Estrada Calirera. Pecfan un decreto que reconociera los “derechos indisputa- | bles del indio.” “Por toda la reptblica”, prosoguia el documento: (..) los petisaicos recogen las quejas constantes de los abusos que "> as autoridades comoten a diario contra nosotros, pero nada se haco, Por Jo tanto, somos nosotros los que debomos exigit al augusto congreso ‘icional los darechos que nos pertenocon... Si Guatemala quiere ocupar Su lugar entre las naciones civilizadas del mundo a fin de celobrar con | Gignidad 1 centenario de su indepencencia, debe dar a los indios completa libertad. ‘Darante sus noventa afios de independencia, las AUTORIDADES se | Ran nogado a reconocer la ciudadanta y libertad del indio, Por lo tanto 'soté Justo, mey justo, conceder hoy los derechos que le corresponden [para que los articulos 16 y 17 de la Constitucién no sean tan solo un _| Imlto: Bs deber de las autoridades de la reptiblica asegurarse de que sus © habitontes disfruten de sus derechos, los cuales son: libertad, igualdad y | Seguridad de persona, honor y propiedad. Todas los poderes residen en ‘la nteién. Los functonarios no son amos, sino 2 depostaros de a autor a a ‘mpi muchos per‘odos de servicio militar; que compen- el trabajo piblico; que eliminara los impuestos ospocificos para los. | Tntlos, que los nifios menores de 16 atios fueran eximidos del servicio : cipal y que se abolieran los contratos de poonfa, “iiSustituyéndolo _ por el TRABAJO LIBRE!” Los solicitantes recordaban a los legisladores | qu’ ffodos los ojos” estaban puestos en ollos mientras deliberaban sobre { cuestion, que al finel era ni més ni menos que la monumental e slo ‘entre “libertad o osclavitud” para el futuro de Gentroamérica. ubre de'1821, publics reportes de més descontento rural, Ineluyendlo tn iiplot delos conservadores para provocaruna revolncién de indios” para fivales Iberales. Para la década de 1920, los elementos potencialmente liberadores yy en realidad roprosivos dat liberalismo guatemalteco se combinaron | para transformer la manera en que los representantes indfgenas interactuaban con el gobierno, cambio que se vio marcado por esta’ solicitud. La fortificacién de un Estado sumemente militarizado cuyas instituciones rurales estaban orientadas en su gran mayorfa a contro lar lo fuerza laboral, limité las posibilidades de escapar u oponer resistencia violenta, Las huidas eran cada vez més dificiles ante un Estado cada vez més capaz de rastrear a quicnes violaban sus contra- tos 0 a los deudores conforme los antiguos refugios como el Petén 0 las tierras bajas del Polochic se iban poblando. Los motines, que | durante la 6poca colonial y en los primeros afios de gobierno republi cano eran formes corrientes de enfrentar abusos locales, se fueron haciendo cada vez menos comunes, Luego de una sorie de violentas | pprotestas contra el café y los colonos en 1865, 1877 y 1886, la Gltima) | rebelién notable contra el futuro ocurrié en 1905 cuando un predica- dor indigena rondaba los bosques de Alta Verapaz lamando a los cleqchfes a hacer a un lado sus ropas, abrazar la pobreza y quemat todos los arbustos de café." | H aplastamiento represivo de estas ostrategias condujo a los) indfgenas a interactuar més directamente con el nacionalismo liberal, Los solicitantes indigenas, que se valian de ebogados, notarios J escribientes ladinos a quienes contreteban para redactar sus poticic: § nes, sostenfan cada vez més la esporanza de que la justicia no $4] alcanzaria volviendo al pasado colonial sino concrotando el desarrollo, ©) Sapper, “Costambres y Creencias” Ya desde 1889, las comunidades indigenis sobre el Ro Polochic protestaban conta los ladinos que les habian quitado sus temas To que conujo @ un levantamiento menor diigido por wa maya pogomcht lami Feliciano Marl; en el Archivo Felesistico el Arzobispado de Guatemala (de aque ‘adelante eitado como AEA), Viearia: Verapaz, 1644-1854, 15 de febrero de 19 Durante la década de los 1850s, un gmpo guertillero rondaba por Ia Sierr de Sanit Gro y acosaba a colonos extranjeros y funcionarios del gobiomo; AEA, Viculg ‘Verapaz, 1844-1854, 15 dejunia de 1052, Para los disturblos de Carchd, ver la discus cen la introduceiGn osi como El Demécruta 25 de julio y 7de noviembre de 1066, y Kal Sapper, Mitelamerikanische Reisen und Studien aus den Jahren, 1868 bis 1 (Braunschweig: Vieweg tnd Sohn, 1902), pp. 194-95. AGCA JP-AV, 1877, conten informacién sobte una violenta protesta ocuida en 1877 en Cahab6n, AGCA B 2854 160159 contiene tna de las peimeras quojas contra caetaleras en. 1869. 46 | , ingles del siglo XIX y principics del XX, quienes manifestaban a _majudo useban la diferencia entro esclavitud y libortad como medi lot|ret6rico de este progroso. “Desde que la Revolucién Francesa | aca)6 con los nobles y sus privilegios,” le recordaban al gobierno 40 ‘PoolieS inidigonas en 1934, probablomente con ayuda de un abogado ido, “la esclavitud fue abolida on otras regiones dol planeta... el __ ihdjo'no debo ser explotado hasta el punto de convertitlo en uno de | 16s jsclavos de antario... se nos obliga a trabajar gratis como se hacia Elbe Be isc [anti para los setiores feudalos”."/ En un pais en el que el trabajo | feraido no era para muchos el recuerdo vestigial de un pasado distan- te sino una condicion activa del presente, y en el que los as} _alafosales del iberalismo ~igualdad do dezechos atulicton de [promisos hereditarios— se afirmaban en la cara misma de su : ‘cién més absoluta, las yuxtaposiciones entre libertad y esclavitud. _pretentes on’ muchas solicitudes q’eqchios se tornaban vividamente Bintes, dando asus reclamos universales y abstractos de ciudadania ‘@igialdad la especanza de liberarse de la coezcién y violencia diarias. iden 1902 Tomas Pop, por ejemplo, exigié verse libre de su n|fato con Erwin Dieseldorff, lo hizo esgrimiendo la diferencia entre Hsclavitud” y “el derecho humano al trabajo libre”.*"/ Pero mas itd eh Michaela Schmal-tHabertein, “Continuity Pees ieee a i orn rept ctr ray mmte IE g oem bose te pe ety oman J fetlilios s quejaban 123 pogornchies de Tucurd en 1917, en AGCA JP-AV, 23 de earings here nea oa Ie ean ene cc nen 107 enoneado on SFCMA. 12d dcimbe do 007, y "Lacan, aati a compat ered ce todos los indvidaoe, soos y pobre, odinos © Bas a praca ana [ol tbo ford en Cacha cot clase nclse ar — innovador qué el clamor de que todos eran iguelos ante la ley era la esperanza de que semefinte clamor podiia concretarse no en algan’ horizonte brumoso sino on. el futuro cercano, que era algo tan. tangible’ que casi se podia tocar. Do igual forma, en la solicitud de 1920 archivada por el Congreso se, presenta una sofisticada nocién de soberanfa, Su ruego al poder centre: lizado del Estado para frener los abus0s de las elites locales es suficien- temente familiar y refleja la conocida practica de clamar al rey o al presidente para corregir entuertos locales. Sin embargo este llamado, quizé impulsado por la naturaloza particularmente explotadore del) Estado de Guatemala, iba un paso més alla. La nocién de que las demés) “naciones civilizadas del mundo” tenfan los ojos puestos en Guatemala presagiaha el cambio hacia una jurisdiccién universal de derechos que: no seria desarrollada por entero sino hasta Ja segunda mitad del siglo j XX." La circulacién cada vez mayor de periédicos y otros materiales, mprosos que se dio en la Guatemala de principios del siglo XX hac énfasis no sélo en el progreso nacional sino en dicho progreso visto en) ‘comparacién con el de otros pafses, lo que conduafa a una reconfigure: cién del lugar que correspondia @ cada cual en ta interseccién da historia y geografia. Debe notarse que la citada solicitud justifica sus) demandas haciendo roferencia a las quejas recogidas en los dierios, ‘probablemente por periodistas reformistas que lamentaban la condicién. de atraso de la sociedad guatemalteca. La comprensién de que conili tos y exporioncias similares habfan sucedido en el pasado 0 es sucediendo en otros lugares reforzaba la sensacién de que, tal com: Goorge Lukacs describe el inicio de las movilizaciones pblicas en ly Europa de finales del siglo XVII, “existe tal cosa como la historia” y q “tiene efectos directos sobre la vida de cada individuo’.”/ ¥ con es transmutacién del valor del tiempo y el espacio cotidianos lego wi ‘enorme cambio del sentido de la autoridad, “Todos los ojos” estaba ahora puestos sobre Guatemala. _ En los mesos siguientes a la solicitud de abril, Ic6, como preside te del grupo auxiliar indigena del Partido Unionista de Carché, bizg 9) Vee a discusién on ol capitulo 4 de Glendon, World Made Now ©) Lukées, Historical Novel, p20. _ climpafiaa favor do Carlos Herrera durante las elecciones presidencia- “Ils:de-agosto de 1920. La aparicién repentina do una competencia | j{ulipartideria abrié el camino para la participacién popular en la “da civica como nunca antes, y las ramas locales de los partidos piiticos,trabajeron para obtener votos. Desde 1879 los indigenas | alistemaltecos podian participar en las elecciones nacionales como | qudadanos. Suber leer y escribir determinaba que el voto fuera sblico o privado. Sin embargo durante la larga dictadura de Estrada | Ups mayas y ladinos que sabian leer y escribir emitian su voto secroto " qpr la nica opcién, mientras que los analfabetos -la mayorfa de Hayes-se reunfam el dia de las elecciones y daban su consentimiento ilicitado, a menudo colectivamente.“/ Luego de 1920, los requisites Ha votar no cambiaron —los ciudadanos analfabetos todavia emitfan tos péblicos- pero ahora la boleta sf contaba. Bajo estas nuevas Bpeisonts, ie, on su calidad de votante, era una amenaza para el © slktus'quo local, y semanas antes de las elecci ind un ee cy Semon is elecciones se le propiné una ||), Lasgo de la aplastante victoria de Herrera, 1e6, que ahora podia | ¢nter con el apoyo del prefecto departamental unionista, empez6 a a uizar a os peonos residentes."/ De acuerdo con los finqueros, su _ ijfltencia Tleguba on ol norte a Petén y en ol sur a Rabinal, Roberto | Hempstead so quojaba de la agitacién provocada por Icé en su finca ‘Alpes” en Panzés.""/ Acusaban al Ifder q’eqch{ de ser un “bocaflo- de decirle a los peones que el nuevo gobiomo iba a “dividir las fen parcelas, que los salarios iban a subir a 20 pesos al dia, que ar Por ejemplo: AGCA JP-AV, “Acta Lovantoda : “Acta Leventada por la municipal de Sen Joan _Gjptile meena come ov ni cantsio lapse do vent 1 al) Seton Liesacedo Manvel Btrada Cabrera.” 15 de junto de 1916 (pero hallado en peauste marcado 1025) ene 1B 20468, 15 do agosto de 1920. de cinco dias de votaciones, para permit . para permitir a quienes vivian en érens llegar las urnas, Herrera gané con 289,510 volos, mientras que sus dos Jeg piincipales obtuvieron un poco més de 13,000, BI Unianisto, 30 de agosto de 0, Sobre el jefe politico comprensivo, ver AGGA F-AV indice 104 22B 33. EAE. AGGA F-AV fadice 108 228 a2, Jos oxtranjeros iban a ser expulsados [del departamento] y irfan los ladinos”./ Segih Erwin Dieseldorff, los trabajadores de 1a | mayoria de fincas estaban incumpliondo sus contratos; en Senabtt “lat gran mayoria de mozos estan en huelge”.”, Insistfa en quo los indios | de Carché “son rebeldes, impenitentes y perezosos”."/ Por culpa de. c6, prosigul6 Diesoldorff, “los indios tienen una comprensién errénea. | de Io que es el ‘trabajo libre’, el cual creen que os ‘trabajamos solo peril} obtener lo que necesitemos para vivir, ol resto del tiempo podemos! hacer lo que queramos”."/ La agitacién en el agro atribuida a Ic6 en las regions q’eqch{es al este de Cobian persisti6 durante todo 1921. En | enero, Hugo Droege, duefo de le finca “San Vicente”, se quejaba del que debido a las “intrigas” de Ic6 los trabajadores ya no “respetabon & sus propiatarios”.*/ Cinco dias después, Dieseldorff volvia a reportat que sus peones “no quioren trabajar, y me han dicho en repetidas ocasiones que shora ya no hay patrones"."/ Laincapacidad de Herrera para controlar el agro llevé a su derroca: mionto en 1921 por un general del Ejército que, aungue no volvi6 alo niveles de represién que marcaron la dictadura de Estrada Cabrera, sofocé les protestas on el agro y el movimiento laboral urbano. Este cambio en el poder politico nacional provocé un cambio en las tacticasl de Icé, dando como resultado una postura més confrontativa. Junté con su cufado Santiago Cucul, se enfocé en las invasiones de tierrad, guiando a otros 45 qeqchies, muchos de ellos peones fugados, sembrar matz en tierras reclamadas por Diesseldorf, unos 10 kiléme:_ tros al norte do la aldea natal do 1c6. “Hipnotizados por las promesai de 1c6," se quejaba Dieseldorff, “estos mozos se rebusan a volver trabajo] y a pagarme lo que me deben; han dicho a mi representanté 4) AGCAB 29462, 9 de septiembre de 1920. Méximo Kring se queja en AGCA FAV indice 104 228 93, de la “boca descontrolada” de Ie. 4 >) AGCA B 29462, 9 do septiembre de 1920. /AGCA FAY, indice 104 22B 38, y id a ‘SPCMA, 10 de enero de 1921 4 %) SPCMA, 15 de enero do 1921 50 | qui’no-envie una comisién a arrestarlos porque les dispararén con _‘Bihs*.""/ Durante lo quo rost6 de esa década, [06 logré defenderse con “Alglin: éxito ante tribuneles locales y nacionales de una gama de jsaciones. En 1925, un juez absolvié a Icé de cargos criminales hedhos‘en su contra por un finquero que alegaba que dquel habia jadido su propiedad, y el asunto pasé a un tribunal civil." Icé y uaq seguidores también ganaron los titulos de propiedad de una parte lias tierras que tenfan en disputa con Dieseldorff."*/ Y en 1927 las ridades municipales lo arrestaron luego que se le acusara de ‘am)nazar a otro acaudalado finquero.™ Al salir de su celda luego de s1/liberado por no haber testigos que respaldaran la acusacién, Icé nté su licercia oficial para portar pistola y cuchillo y pidi6 que Ivieran sus armas, con lo que daba a entender que atin podia {tar un poco con el favor del gobierno. ‘A’priicipios de los arios ‘30 la fortuna Ie habfa dado la espelda. La fesion mundial habia acabado con la frégil apertura democratica lemalteca y con ella, ol espacio de maniobra politica de Ie6. En 1931 itfwzgado civil ordené que desalojara las tierras que habia invadido, y inquero quomé su casa."/ En 1932 Jorge Ubico, que iniciaba su fadura de 14 afios, acabé sangrientamento con sus oponentes politi- oi ata ver. Io6 enfrentaba cargos penales de fraude, asalto e invasion “ de|fiertas, Admiradores y dotractores por igual dicen que Ubico on soma ordend el arresto del Ifder qfeqchi y lo hizo recorrer a pie los b'kilometros quo separaban Cobéin de Carché atado a la cola de un all" objeto de esta humillacién fue, observaba un historiador loci que apoyaba le causa de 1c6, “burlarse” de la arrogante pretensién iste de “andar por ahi montado a cabello” y “recordarle que era un [ED Kt. “Costumbre, Conflict, and Consensus” p.210. Ver también AGCA JP-AV, | ihatzo We 1925, y AGCA J-AY, indice 104 268 2. Acca FAY, indice 104 268 29. |AGCA MG-AV 1050740; AGCA MC-AV 30782 12. | AGCA f-A¥, tndice 105 260 21 4] AGCA Mc-av 20506, «de csembre de 1031. IAGCA J-AV, indice 205 20C a de le'socledad ce Cobén, Hombres con nombres como Eduardo Maz "Sriegler y'Carlos Tot Winter trabejaban como administradores y _foiedores de libros en las fincas y Henaban les filas més bajas de una “@niciente -burocracia y Ejército. Algunos como Anastasio Chiquin “Bitd) trasuna vida de lealtad acumulada y con suerte tras horedar “aly, se convertian a su vez.on finqueros. indio.” En diciembre, un juez omits fallo sobre cuatro cargos criminat os pendientes, sentenciando a Ic6 a cinco affos en la penitenciarfa | nacional." En este punto, on 1944, termina el registro documontal: | Sus familiares cuentan hoy que Ie permanecié en prisién, que suiri6 ‘en Carcha todos los dias a las 6 a.m. “Yo lo vi tocando la puerta de la | licaciones locales sobre ovontos nacionales acostumbren expreset- iglesia,” decfa, “rogando que lo dejaran entrar.” Dae ‘pre ‘amenudo en términos de intimidad fisica y poder sexual."/ Detrds ‘cada historia oficial hay otras historias, secretos a voces de infideli- “pésiones furtivas o rencillas filiales. El mayor desaffo a este istome de intinided politica, le Reforma Agraria de 1952 promulgada Bok Arbenz; produce en los guatemaltecos una creativa especie de Guatemala es un pais pequefio y su politica es una cuestién | doméstica, La cultura de las fincas quo surgi6 dentro de los limites de. sus espacios cerrados se forjé a partir de vinculos familiares, y 34 menudo corporales. Las personas a las que los capataces y funciona: rios obligaban al trabajo forzado, acompafiado muchas veces por} leo hist6rico, que transforma las historias sociales de migraci6n, castigos corporales y encarcelamientos arbitrarios, no eran desconoci- clase y raza en fabulas familiares, historias s6rdidamente dos procedentes de continentes lejanos, sino sus vecinos indfgenas $4 abjesibles desde abajo. En las regiones que se vieron sacudidas por la que a menudo vivian apenas unas millas afuera de la finca o de la e sede municipal. La vida en Jas fincas descansabe tanto en las violacio: | nes y el sexo como en el trabajo forzado. Los primos bostonianos: Kensett y Walter Champney, por ejemplo, legaron a Alta Verapazia | finales del siglo XIX, y procrearon més de una docena de hijos cada uno con las mujeres q’eqchfes que cocineban y molian maiz para} ellos. “Se cogian todo lo que se movia” recuerda un finquero vecino. Kensett tomé a Catarina Choc como su espose-sirvienta de hecho sus primeras tierras se las compré al hermano de ésta en 1877. La. anuencia de los colonos extranjeros a reconocer, abierta, aunque no je siempre legalmente, a sus concubines e hijos qeqchfes cres una red) humana de vastos alcances y diversidad de alianzas, contactos recursos, de la que salieron muchos de los hombres y mujeres qué administraron las finanzas de las fincas. Las mujeres se convertfan cocineras, sirvientas, esposas, amantes, recolectoras y proveedoras Algunas incluso heredaron riqueza y posicién. Matilde Dieseldorff Cx, por ejemplo, hija extramarital de Erwin Dieseldorff y Luisa Cu, crecié 5 de los finqueros quienes organizaron a los campesinos pera | apderatse de las tierras de sus padres. Somojantes conilictos fueron ‘que supuestamente levaron a Emilio Caal Champney a usar la ora para roclamar parte de la finca do su padre, que no lo recono- Gi) El sexo también entra en la narrativa histérica en forma de “iilletes traicioneras o maridos ongaviados. Se ha dicho que la verda- a taz6n de la renuncia de Arbenz no fue el tamor de una rovuelta itar'6‘una invasion estadounidense, sino que su esposa, Maria Wi anowa y su buen amigo y asesor, José Manuel Fortuny, socretario geieral del Partido Comunista de Guatemala, tenfan una aventura. ss sxats de ns oes nari, a como elenguae imptesoads de Wf bo ave pera la relaciones de dominio eno alpen de Nicaragua, Roger pase describe is "itimidades del poder” enla Nicaragua bana en oo His Dina ont nino of ovr is Nera Banya Pr 102), état In 'reforma ograria ce Guatemala entro 1952 y 1964 de Alta Verapa? joe aquf eh adelante como AGCA DAN-AV, soguide pormimeros que indiean ite y expediente) 18 11 ")AGCA FAV, indice 105 918 13; AGCA MG-AV 30507 27. Es en el contexto de estos rumores prefiados de historia que encontramos la mayoria We anécdotas que se cuentan de Ic6 ~sus supuestas relaciones cercanas con varios presidentes, su excentti dad, sus bravatas. Todo digno de le vida de alguien casado con la politica. Pero {Qué decir do las historias de que era “homosexual”? § Icé no tuvo esposa ni hijos, ni parece haber tenido nunca sexo con una mujer. Sus sobrinos nietos confirman estos hechos, muy 4 poco comunes entre la cultura q'eqchf. “Era algo un poco Tato, Un | poco extzafio” dice su sobrino Alfredo Cucul, “pero asi fue como. | vivi6, nunca tuvo compafiera.” Pero cuando se les pregunta st opinién sobre las historias de que Te6 era ixgi wiing ~palabra com: puesta q'egchf que significa afeminado, o literalmente un hombro | amujerado- y que durante los tiltimos afios de su vida vivié con un | hombre més joven a quien “tenfa como si fuera su esposa”, rospon | den con un silencio incémodo, ignoréndolas por considerarlas rumores inventados por el rencor y los celos de “sus enemigos, los | ladinos.” Ciertamento, aunque la primera persona en proporcionar | esta informaci6n, sin que se le pidiera, fue Eliseo Ax Burmester, que se identificaba como q’eqcht, siguié a Icé en su juventud y describié el afio de 1954 con las palabras “cuando caimos”, toda confirmacién | subsiguiente al respecio fue brindada exclusivamento por ladinos; algunos de los cuales hablaban ansiosamente sobre la supuesta preferencia de Ie6 por los jovencitos."/ Ast como Ios rumores brindan sentido a los eventos histéricos, | vividos en persona, las habladurias sexuales no s6lo refuerzan la “/_ Los reportes sobre la sexualidad de Ie6 vienen de una serie de enteavistas con Eliseo Ax Burmester en julio de 2000 y agosto de 2001 en San Pedro Carchi. Axe lun hombre de 88 aflos que se considera ’eqcht (es hijo extramarital de tna miler eqehit y un alemén),y fue fundador del Fronte Popular Libertador de indigenas de. Jed, en 1944, El sobrino de éste, Alfredo Cucul, recuerda que una vex mientrae estaba en Cahabén alrededor de 1945, uno de los oponentes politicos de st tio aludi6 « su homosexvalidad, pero Cucul insste en que este era un insulta comin ‘contra los partidarios de Juan José Arévalo, ya que la mayoria de estos eran hombres. 4 jovenes. La mayor parte de la siguiente discusién sabre la importancis histrica de | Ja recordada semualidad de lob se debe en gran medida a la antsopéloga Sara Hil Junto quien alc, en gran medida ena pane dela nvestigacones de ach ¥¥ entrevistas relevantes. 3 54 “ jprequia social sino que expli mn su rupture."*/ Aunque no hay {senso sobre si la homofobia es un fenémeno reciente ontre los |chios 0 si he existido desde hace tiempo, casi toda le gente que sii familiarizada con la sociedad qeqchf reporta haber conocido 0 luchado habler de hombres que buscaban relaciones sexuales con jé:hombres. ¥ muchos, pese a la insistencia do la familia de Io6, Jdiden que las acusaciones de homosexualidad no suelen usarse como fodo de denigracién por ladinos contra los q'eqchfes, “Claro,” dice [antropdlogo qeqch{ de Cobén, “seria un cargo extraordinario lantado contra una persona extraordinaria.” Al convertizse la politica en parte no s6lo més democritica sino 's innanente de las vidas de las personas, ol sexo se hizo més |itizado yla politica més sexualizada, Cuandola gente describe a lc6 én dia, vinoula sin mucha sutileza o] imaginario poder de su ido con su fortuna politica. Aquellos que nunca oyeron los rumores {que 1c6 dorm{a con hombres no dejan de comentar el prodigioso: fiero de vstagos que procreé y la cantidad de mujeres que tuvo, Ino sila postbilidad de un politico sin descendencia fuera inimagi- ble. Otros que conociezon a Ie6 pero que se rehusaron a hablar do Ispteferencios sexuales 0 del por qué munca se cas6 ni tuvo hijos jcriben un eacanto personal que va en contra de las modestas pectativas del comportamiento y estilo q'egehf: “Era un sefiorén, vo,bigotén y alto, se portaba como un rey.” Otros describen un mbdelo casi armado de nativo cosmopolita acorde a las nociones ydernas de la auto presentacién, un ostilo que quizés adquizié en sus faciones con Jos extranjeros que vivian en las Verapaces. Sogin su rina nieto Alfredo Cucul, se vest{a “como un maya,” on referencia “King, en Cobsin and the Veropaz, cap 7, discute el impulso sexual. El antropélo- Antonio Goubeud Carrera, que esribié en la década de los 0, reporta elnidiculo igor eren someldos hombres y mojeres qeqebfes en "Notes sobse San Juan | srielco, Alla Veropaz,” Coleccién de Mamuscritos ex Microfilm sobre Antropologia (ital Mesoamericana, no. 23, Universidad de Chicago, 1949, p. 26. Las rmajeres fe hallaban en disputas sexuoles con hombres o majetos a menudo enfrentaban notes de prositcién, embarazoo aborto, Fue una rvalidad de celos, por ejemplo, fave aprrenternente hizo que Cristina Max hiciera cosrer en 1968 el rumor de que [icara Yat Coy visitaba al doctor no porque tuviera parasitos sino para que le lisarata'su bebs, y en 1999, Marta Maaz fue acusadia de abortar por “rumores “llleeros"; AGCA J-AV, indice 106 60D 356; AGCA MG-AV 92557 1959, 55 alos pantalones do lana azul, camisa blanca, saco oscuro y sombretd de orilla blanca que usaban los hombres de Carché hace mucha décadas, pero “siempre muy limpio y arreglado y con un paragt colgando del brazo.” Otros més retratan la naturaleza subversiva de cf a través de su habilidad para combinar rasgos contradictorios femenl | nos y masculinos, “Era alto, muy alto, andaba a caballo, bablaba c voz muy aguda y dominaba todo,” dice le esposa de Cucul, Manuél Caal, en tanto su esposo recuerda que a Ieé “le gustaba cocinar”. ret dé-blanco”, ‘a Virgen Marfa, a la cabeza de un bien equipado = dertacamento militer que repelié a los presuntos asesinos de Iced. En. s quijas de los finqueros de esa década, Ico a menudo es descrito 6 "el agitador bolchevique.” con un tono de indignacién existen- 0 si su sola presencia fuera una blasfemia contra el orden \cial. “Déjeme contarle qué clase de individuo es Icé” empezé a decir un finquero antes de hacer una lista de insultos contra aquel."/ Su ad de “hipnotizar”, como Ilamaba Erwin Dieseldorff en repeti- siones a la influencia de Ic6, conjura poderes sobrenaturales de palacién —poderes que, por lo visto, sélo podfan ser frustrados ervenci6n divina.””/ A los funcionarios de gobierno les frustraba_ la habilidad de Ie6 para usar divorsos apellidos, con lo que nunca j0dfari tener un dossier legal completo sobre él. A veces usaba los ~ apelliclds Ic6 Coc y otras, 1o6 Delgado, escogiendo “segin su gusto” “ sualquiera delos dos apellidos de su madre. Otras veces usaba Tc6 Xol: “Todo esto”, se que'aba el alcalde de Carché, “va en detrimento de la | _justicia; nunca podemos reunir todas las acusaciones contra él porque 16 Borlémos demosirar que son todos la misma persona’.”/ Para otros, Icé encarna siglos de conflictos de raza y clase. Cuandh se le progunté qué sabia do 166, un viejo politico ladino recordé dost eventos. El primero fue cuando, al enterarse que unos indigon Chisoc, al norte de Carché, habfan asesinadoa un sacerdote, Ic6 di cimiontos ¢ hizo marchar a cientos de sus residentes haste Carchél donde se les obligé @ construir una nueva iglesia. El sogundo fusg cuando Ie6 encabez6 un lovantamiento de Carché contra Cob sofocado sangrientamente por la mi en realidad describen hechos sucedidos antes que lcé naciore sataque a Chisec se dio en 1559 y fue ditigido por el ca de Chamelco. El evonto de Garch4, como se dijo en la introduc sucedi6 en 1865 y fue dirigido por Jorge Yat."”/ Y aunque la informa: ién de archivo sugiere que el activismo de Io6 durante los aiios "20 enfoc6 en los derechos laborales y de tierras, varias personas, en sit mayoria ladinos, dicen que Ic6 dirigié un “levantemniento” contra éstos, Seria sensato atribuir la mayoria de estos recuerdos a la tendenti ladina de interpretar las mas simples exigencias indigenas de un mejor ttato como potenciales vengarizas raciales. Sin embargo, una recopilé, cién oscrita do les memories de qeqchies “que vivieron durante esi época" describe una conspiracién dirigida por Ie6 en 1920 para que! mar Cahabén, una aldea indigene a 70 kilometros al este de Carché, yf matar a todos sus habitantos."/ Segin uno de los relatos, el pueblo sus residentes se salvaron por la intervencién espectral de una “mul La amenaza politica que Icé representaba se basaba precisamente | at lo dificil que ore situarlo. La sociedad de Alta Verapaz giraba bededor de maltiples jorarquies que definfan las relaciones entre ie y trabajadores, q'eqchies y ladinos, hombres y mujeres e sdigenas con ol Estado. En la préctica, sin embargo, todo ello era | mucho més flexible de lo que los convencionalismos socialos admi- 1a expansion de la cultura juridica, sumada al empuje del iduialismo liberel, transformaba el sentida de Idontidad, obligacio- | nes y derechos de los individuos. Las migraciones y demanda de | Bano ilo obra, junto con los cambios en el uso de la tierra, desenrai- \3GA MG-AV 208 Elataque sobre Chisec est en Karl Sapper, Alta Verapaz, p.24; sobre el motin de A xh 1865, ver la discosiéa en la introduceién, a 1) Municipalidad de Cahabén, “Datos Monogréticos del Municipio de Santa Nari ‘Cahabén," 1990, monografia no publicada en posesidn del autor extranjeros y qeqchfes producfan nuevas generaciones a medio _ detentimdo cargos de responsabilidad cada vez mayor hasta aleanzar camino entre categorias éinious agotadas. al rango de principai (la persona mayor), que participaba en el consejo 42] pjeblo. El Estado cafetaloro so acomodaba entee este sistema parjio de autoridad comuniltaria al irse extendiendo por el drea ira, (onvirtiondo «las autoridades del caserio en alcaldes auxiliares, ici(marios locales que ejecutaban asuntos municipales) los cuales, junqul! adn provenfan de las familias establecidas en la aldea, debian onsierarse como agentes de la policia", en palabras del decreto do = smo municipal de 1879." Al irse vinculando = Gada oz més a los municipios bajo control ladino, fueron teniondo sas|cada vez més ligadas a la extensién del control del Estado, (luyondo la administracién del trabajo forzado. Los finqueros a | tienibrar a los alcaldes auxiliares de sus fincas quienes, ade- ié ejecutar sts funcionas de gobierno, eran responsables do pian a le rtina labora de los poones residents.” jesar de la burocratizacién de la autoridad comuniteria, duran- as écada de los ‘20 los a’egchfes que eran miembros del felno, municipal, ahora subordinados de los Indinos, seguian i los mismos que habian aleanzado la condicion de principeles La cultura de finca de Alta Verapax funcionaba en ol precari espacio entre la jerarquia y st transgresi6n, Ic6, hombre pero no casado, lider pero sin hijos, q‘eqch{ pero que sabia leer y escribir y se movia dentro de la cultura legal y politica ladina, vivié en ese espaci y su activided politica le ayud6 a hacerlo atin més amplio. No 05 | Gificil considerar que Dieseldorff pensabe en Ic6 cuando le esoribié al | presidente en 1920 para quejarse de las Teyes que exigian @ las fincas | dar educacién a los hijos de sus peones residentes, “iDe qué le sitve alamano de obra de una finca saber leer y escribir, o saber de historia a y geografia?” preguntabe, identificendo ~como se ha discutido previe | mente- el poder de In comparacién histérica como una ameneza “LAcaso no es cierto que der a les clases indias una educacién mée alta de la que su posicién social amerita s6lo sirve para interrumpir trabajo? La experiencia nos ha enseviado que los indios que aprender aller y escribir ya no sirven como agricultores...necesitamos peones | contentos con su estatus social y no un mont6n de personas estudi das que vean el trabajo manual con arrogante desdén’ EL hecho de que Ieé no fuera casado ni tuviera hijos le daba una | -ventaja estratégica a la hora de lidiar con los finqueros y el Estado. La falta de fomilia no sélo le daba cierta libertad para realizar su activi ‘mo, sin mencionar et tiempo que pasaba en la cércel, sino que le evitaba tener que participar en las instituciones tradicionales do, politica comunitaria. Cuatro cultos de santos o cofradias, una en cada barrio del pueblo, administraban los caserios rurales circundantes @ través de una red de hombres de la localidad encargados de tareas como repartir ol correo, ayudar a recolectar y Hevar control de im: § puestos y tributos, citar a los individuos para que se presentaran ante Ios tribunalos locales o departamentales, y organizar turnos para les obras péblicas./ Los hombres casados ascendian por esta escal lie de compromisos que requerian mucho tiempo, ademés de @énsiderables, dado que los cofrades, nombsro que teciben los arnbiros de las cofradias, debfan pagar por la celebracién anual en. oe ‘santo patrén. En su condicién de hombre soltero y sin hijos, (disertacion doctoral, Universidad de California, Los Angeles, 1955). Los mifnitos que detain el motin de 1865, discutidos en le introduccidn, tembién | informacién sobre Ja red de autoridades mumicipales. AGCA P.AV, {gn conciliadoraen las cuestiones que surgen entre jornaleros y patrones," 23 ig de 1877, describe Ia responsabilidad de la coftadia en proporcionar mano de 4a primera época de producciéa de eal. %) Bn Natex Fale6n, “Erwin Paul Diéseldorf,” p. 344 %) Joaquin Noval, comp., "Socio-econ6mica de Ja regién kekchs,” manuscrto publicado compilado por o Instituto Indigenista Nacional, 1950-52, localizado en a si proporcionar mano de obra alas fincas; ACCA JP-AV, “Comisiénconeiliadora i Jes | ostlones que surgen entre jornaleros y patrones," 28 de julio de 1877. “thtrabajo en la carretera al Petén.”) Estos se nogaron, y en su lugar “Ahostraron al alzaldo unas “tarjetitas amarillas” las cuales, segin les \dbfan dicho, Ios eximfan del trabajo voluntario. Furioso, Chavarria p quejé ante el secretario privado del nuevo presidente de Guatemala itJe “conducta demente” de José Angel Ic6. Inmediatamente des- iés de la cafda de la dictadura, 106 habla organizado y se habla }ucho cargo de una secciGn auxiliar indigena local del Frente Popular i bertador, uno de los primeros partidos roformistas de la Revolucién ibre. Al parecer, a cambio de la cuota de inscripci6n al partido diez centavos, 1c6 decta a los q’eqch{es que estaban oxentos del ribajo puiblico gratuito el cual, insistfa, habia sido abolido por la Rolucion.""/"Usamos el dinero para contratar un abogado de Coban imprimir les tarjetas” dico Eliseo Ax, miembro fundadoz del Frente, | “y(bubiéramos seguido repartiéndolas, pero los contrarios se meticron “A Ib casa de Ic6y se las robaron.” comunitaria, 1o que al menos en parte explica el vigor con el que’ enfrentaba directamente al Estado ladino. los q’egchies y movilizarlos. En 1920, un finquoro se quejaba porauie debido a los “trucos” de Io6, sus alcaldes auxiliares se rehusaban a § obligar a trabajar a los qeqchies que habia contratado, lo quo habi paralizado su cosocha de café.”/ En 1931 Ic6 organizé a los alcaldes. auxiliares de las aldeas del municipio de San Lauis en el departamento de E] Petén, a siete dias a pié de Carché, para que recolectaran 5 quetzal “nombre que recibe la monede de Guatemala desde los afios "20- par cada habitante para poder enviar Io6 a la capital a pedirle al presidente que pusiera fin al trabajo forzado.”/ El hecho de que los alcaldes efectue ran la colecta en Tas capillas subraya la forma en. que el poder de I flufa por los circuitos comunitarios. Y aunque Icé nunca form6 parte una cofradia o gobierno municipal, muchos de sus eliados si. Eliseo. Burmester sirvi6 en cofradias y en el consejo del pu igual que Santiago Cucul, cuiado y confidente de 106, Revolucién de Octubre de 1944 sacudié los cimientos de la | seedad guatomalteca aunque no de inmetiato. Los efectos de les ‘efotinas politcas, laborales y agrarias del nuevo gobiemo legaron Alamente a la lejana Alta Vorapaz rural. El “despertar socioldgico” Ila Revolucién, como lo Hama el antropélogo Richard Adams, tuvo “problemas para agitar a una poblacién rural que vivia bajo condicio- | 815 temibles de control politico y econémico."/ Este control no | disminuyé con la cafde de Ubico. La expropiacién gubernamental de fincas alemanas, efectuada on 1944 por exigencia de Estados jaldos, rompié el poder econémico y politico que los alomanes ‘aban en la regidn. Pero en Cobén y Carché durante los primoros El poder de Io6 proventa de su hebilidad para moverse entre los mundos q'egchi y ladino, movi var huelgas ¢ invasiones de tierraall tiempo que ganaba el apoyo de los reformistas ladinos, presentandd demandas de propiedad y litigando en los tribunales locales. En log afios ‘20 primero y hiego en los '40, les elites provinciales vieron, coll raz6n, la creaci6n por parte de 1c6 de una red alternativa de pode: rural como una amonaza, la que se nutria de las mismas fuentes. autoridad comunitaria que el Estado, pero que se usaba para combat los privilegios de las elites ladinas y extranjeras, en vez do roforzarl ign concedia. Volvieron # recuperar la autoridad de olegir A principios de 1948 el alcalde de Carché, Leopoldo Chev ildes, la cual habfan perdido en 1936 cuando el Estado instituyé ordené a los hermanos Mariano y Domingo Cue prestar una semé SPOMA, 20 de enero de 1921, "| AGGA AV, fndico 105 290 8. ") SPCMA, "Santiago Gueul Til, mayorde edad, casado,agricultor sin tustrucch originario y vecine de Carché,” 15 de octubre de 1965. | AGOA Me-av 287037 (Sidon Nol Sits, ped) Root toCommurin Foreted Taf Cuntonala”HomenieDoaopmant nd Cua Change nek oe nny en 60 61 intendentes municipales, y aprovecharon el nuevo derecho de liba tad de reunién pare revivirda Asociacién Regional de Finqueros.d Alta Verapaz, con sede en Cobén."/ mayoria de revolucionarios, reformar las leyes laborale Guatemala era prioridad, Para la mayorfa de finqueros, conservat tucién de 1945 ea lahorrenda ley de vagancia de Ubico de 19 =la que estipulaba que todo hombre sin “profesién adecuada’’ posesién legal de tierra debia trabajer entre 100 y 180 jomnales en finca ~y la igualmente horrenda ley que obligaba a todos los hom que no pudieran pagar una conmutacién a trabajar dos semanas al construyendo y dando mantenimientoa las carreteras de Guatemala De igual manera, !a nueva Gonstitucién restringia el trabajo por das,"/La vagancla, sin embargo, siguié siendo punible, y los hom debian portar su certificado de empleo o su titulo de propiedad.” "y Ver El Libertador, 27 de agosto de 1947. Ver Kitchen, “Municipal Gover pp. 85-58 para la legisacién que concedi6 autonomfa municipal. Silver, en Sw Government, tome Cobén y Carché como estudios de caso. / Chtado.en im Handy, Revolution In the Countryside: Rural Conflict and, ‘Reform in Guatemala, 1944-1954 (Chapel Hill: University of North Caroling Ps 1994), p. 10. )_VerMoCreery, Aural Guatemala, pp. $16-22, para una discusi6n sobre a Le Vagancia de Ubico % a las leyes de vagancta: “cualquier Individuo que no tenga un recibo o tar! tabalo de aio anterior ode los primeros dos meses deeste ato agricola,” eu SM 26 de mayo de 1946, Vaor también el dacroto 118 del oongresa de 1945, que def los vagos @ impone una pena de 30 dias de prsion, En Recopilacidn de las loves Repablica de Guatemala (Ciudad de Guatemala: Tipografla Nacinal, 1947), 62 al alcalde, quo también fungfa como juez de paz, interpretaba jente Ia prohibicién continuada de la vagancia. Durante 1946 ipalidad arrest6 un promedio de 200 vagos al mes. :mbargo, la mayorfa de campesinos lo suficientemente afortu- Jara tener algo de tierra no tenfan titulos de propiedad sobre = vulnerebles de ser acusados de vegancia. Los comisiona- itares ola policfa a menudo detenfan a los comerciantes 's los dfas de mercado cuando abandonaban la plaza de pare revisar sus documentos. Si no portaban prueba de propie- trabajo o si no podfan probar que ya habfan servido en el an artestados 6 conscriptos. Dado que volvian a sus hogares dp vendor su mafz, azticar, verduras, frutas y café, algunos snqoan. a la autcridad para poder marcharse. Otros, como José fquejaban de que se les daba a escoger entre la carcol o dos ‘dé trabajo on la finca de algim funcionario municipal." ‘Guicul recuerda que el alcalde hacfa que los acusados de } pintaran su casa. Este acoso constente obligaba a los {5 a-escoger entre cultivar su propia parcela y vender sus or una miseria, Los que optaban por la segunda opcién fat} de la. Asociacién de Finqueros una tarjeta aceptada por la jalidad que los protegia de las leyes de vagancia. Como le sida15 c’egchfes de San Juan Chameléo al recién electo prosi- {imiocrético Juan José Arévalo en abril de 1947, | tietras y nos dedicamos al... cultivo intenso. Sin embargo, los i finqueros de Alta Verapaz nos obligan a dejar nuestras siem- fgéndonos tan solo con} una tarjeta de trabajo... a cambio de trabajo libre” (con énfasis en e! original).*/ Eso mismo mes, j6 ante el presidente porque los qeqchfes “abandonaban sus ly trabajaban para los finqueros sin recibir a cambio més V, Tnforine Monsual de Carché,” 1948; SPCMA, "Informedel juzgado de noviembre de 1947. | ecm Gel Ministerio de Trabajo del AGCA 48750, 11 de abril do 1947 fn adelante como ACC MT seguida por el nimero de lagajo y, cuando Ib a fecha) 63 los arresten, aunque leven sus guadaiias”.”") Los filtimos seis afios de su vida, Icé trabajé para que la garunt de igualdad de la nueva Constitucién se hiciera realidad para hombres q'eqchies, enfocindose casi exclusivamente en poner fin trabajo forzado. En algtin momento, on 1946, Ieé transformé su Fre Popular Libertador en la rama local del Pertido de Accién Revoludi natia, PAR, el més agresivo partido reformista durante la presidencia do Arévalo, de cuyas filas pronto sungiria el Partido Comuniste."/ mismo tiempo organiz6 una comunidad agraria, Estas comunidade epee tener pimp ease reg ieee legalizadas por lo edminlstaciin de Arévelo como forme do cont Bee ee ee Se ae na rrester los gobiernos municipales represivos, en especial en pueblos Jesticristo era socialista,” decian que Belice era de Guatemala y do mayors ingens, ncionaban como una oxpoci dobro ete BA Ratan hos eaerdoaecatclicos'a epover al gobiam, Victor oles con la sya, ale oc fxd fodoractonobors nacional ABU Gulérox, Cor de la Coneracén Gonetl de Trabaadores ue ee © de Guniemala'y futuro ditigento del Partido Comunista, tomé la snd nee < Breed palabre de primero. Situs ol fallido golpe dentzo del contexto globel db acuerdo a ur. diario, fue “masivo”, més allé de lo esperado."*/ lifestantes empezaron a llegar del interior del pafs dias antes a de la marcha, y lenaban buses, camiones y “trenes por id es tom6 dos horas y media a las decenas de miles de manifes- @ dsfiler frente a Arévalo, que los veia pasar desde el balcén del acio nacional. Letzeros y canciones se burlaban del fracaso de los a ] de las luchas sociales que se habian desatado luego de la ee eee eee ja Guerra Mundial, advirtiendo que la liberacién. politica %) SPCMA, 19 de diciembre de 1949, @ Tetinoamericana de posguerra se encontraba bajo el ataque de “los ) Como lo hilera el Partido Untonista antes quo ellot, la mayoria de part Effeievatioe” Tenfe razon. Duranto los siguientes dos afos, hasta revoluctonarios posteriores a 1944 tenfan secciones auxiliares indfgenas. Aung 48; los golpes y traiciones politicas truncerfan la apertura social ‘onganizacion de Ic6 a menudo era conocida como el Partido de Accién Revolucional -itica de posguerra del continento, dejando a Guatemala en un de nigena, era sola manifestacién del PAR on Garché, Si so lo podia consti gisami into cada vez mayor. Después hablé Arévalo: ‘auxiliar del PAR, lo era de la rama de éste en Cobén. tilego de 1944, crefamos que podiamos trabajar on paz, hacer lo que 2, andy, n Ravouton inthe Counts, pp 149-0, Arches C. Bush, on "OF “29 $2 pudo hacer en 125 afios de esclavitud. Pero estabamos equivoca- ‘Undendeveloped Country," Colgate University Area Studies Latin American Se ‘Los cangrejos que gobieman el pais desde las sombras... estén, Reports, no. 2 (Hamilton, N.Y:, 1950), parte 3, pp. 20-23, discuten sobre las comunidig » de derrocar nuestro gobierno electo por la voluntad popular. ddes, Bn una entrevista encontrada en la Robert Alexander Collection en Ia Rt a University y fechada el 11 de agosto de 1948, Miguel Mérmol,e] famoso comin salvadoreno que trba6 como asesor de la CTG, da una idea de la elacion de lam -UVocero, Muchas voces no hablan espafol y la gente de la oficina no conoce 0 tion indigenes, asiquo Marmol ha desarrollo la éentoa de haoetes bao Sarees 7 ae eee aie a seit-enten lo quo les quiere decir. Cuando el cacique entiende la idea, so vuelve Marmol report que los onganizadores de la “CTS salen de la Ciudad de Guateral ice | is compatieros [sc] y luego vuelve a la convursacién. Ya hay un creciente campo, muchos de ellos abandonanco précticamante a susfailias y saliendo areal eh Lene ae : 9.8 ideres entre os indigenas del rea roral, que hacen propagandn para ls leas {tabao engnizado, sin ymnar nada por su trabajo y casi vin saber dnd tomar BL oes ncarnas del ev rr qe ose popu paral eas siguionte comida, Poro todo ello empioza ahora a dar fraos, aunque la Confedolil : fs tomas gu nonce idiomas indige Confederacisn. Vienen en delegaciones, pr lo general drigiss por un ‘caciqu “Flo parcial, © do septiembre de 1946, 64 “Tenemos mucho qué hacer antes de alcanzar la iberacién econémice y humana de la gente, Ebsocialismo que nos guia es el mismo que guis 4 | todos los gobiernos que trabajan para el bien comin. Bs lo mismo qué | hizo Roosevelt, y los banqueros lo Namaron comunista,"/ Fue la primera y tinica manifestaci6n necional de Ic6. Este q'eqel nacido en ol siglo XIX en una aldea rural de una region distante' ‘oncontté de pronto entre Ja multitud que poblaba el corazdn de lt politica mundial: El New Deal, Franklin Delano Roosevelt, Franco, !& Segunda Guerra Mundial, la URSS, la Guerra Civil Esparola, @ significado de la cristianded y el progreso humano. La fotografia del marcha publicada por el diario, la borrosa e indistinguible mancha dy obreros y campesinos, muchos de los cuales posiblemente nunca) hhabfan estado on la capital, recuerda la observacién de Vivian Gomi sobre que el poder de la politica radical reside en su habilidad hacer a los hombres y les mujeres conscientes de su forma de ha: conexiones humanas, un sentido individual de s{ mismos dentro tun todo historico y social mayor."/ Més que conducir # un anonimai amorfo, en este caso la movilizacién masiva, al menos a juzgar por a, continua obstinacién de 1c6, sirvié para resaltar claramente silg ideales y actos polfticos. De vuelta en Carché, la Comunidad Agraria de Ic6 preocuy mayorfa ladinos pero también unos pocos q'eqch{es acaudalad exigieron que la municipalidad investigara sus “intenciones’. Di acuerdo con los quejosos, José Angel Ic6 habia estado “predicand contra los intereses de los finqueros y obligando a los peones indi a pagar un quetzal para unirse a la Comunidad.” Un testigo q’eq¢! declaré que “Icé nos dijo que con la tarjeta de membresfa, ya tendremos que trabajar para nuestros patrones y que si trabajamoty ganaremos entre 50 centavos y 1 quotzal por dia, También ha esta diciendo que no tenemos que venderle nuestro mafz o nuesti "Ibid, Vivian Gomick, The Romance of American Communisn (Nueva York: Basi Books, 1977}, p.8. : igacion de San Pedro Garcha a esta manifestacién en apoyo alla Revolucion 38 Octubre, organizada luego de un intento de golpe ce estado (E/ _| parca. 8 de septiembre do 1286), ae [alos ladinos... y quo las fincas alemanas van a set distributdas “Atte todos nosotros” y que “el gobierno va a darle e cada persona una “hiea'y un toro".®/ Una vez més Ic6 fue arrestado por extorsién. | Alsaliron ibortad en 1947, 166 lo oscribié a Arévato para qu ‘que el alcalde se habia negado a emitir titulos de propiedad, y le ia al presidente que ordenara a les autoridades locales emitir los. ficados."/ Aunque todos los miembros de la Comunidad tenfan (GOA J-AV, indice 106 476 17. Un testgo afirm que Tc6 amonestaba a los, sin6s, Instindolos a culdar bien su ganado par que no los acusatan de ies" (perezosos), sugiriendo ast que Ted cumplia un papel disciplinario con JRegidores campesinos, disominando ciottas pricticas y valores noroativos igs con el trabajo y Ie produccin, | fietra: Siembra para mantener a su familia y vendor en el mercado. Su | RiGmoro de registro civil es el 3559. Vélido hasta que se emita el “cettificado municipal.” Calzada por la firma insegura de Ic y sellada © con el.omblema del PAR, esta manera de asumir atribuciones del ido aparentemento fue demasiado para los aliados ladinos de Ic6. julio de 1947 el secretario de propaganda del PAR, José Manuel ortuny, que pronto dejaria este partido para encabezar el nuevo aitido Comunista de Guatemala le escribié al alcalde de Carché para nformarle que aunque el partido habfa expulsado a Ic6, éste se habfa sgado hasta el momento a dovolver el sollo."/ ‘Durante su vida politica, Ic6 impuls6 sucesives movimientos “Weiniocraticos hasta sus limites. Sus acciones provocaron tanta altera- " Gién que, de hecho, el futuro secretario general del Partido Comunista F lo-ech6 del PAR. Icé us6 una estrategia tripartita de accién directa, © allanzas con movimientos reformadores nacionales o interaccién con _ el stado mediante elecciones, peticiones y reclamos legales de tierras _ patadebilitar ol poder de los “sefiores” cafetaleros de Alta Verapaz. Su “fubilidad para conducir esta lucha de forma tan sostenida y conso- uente que perduré atin después de su muerte, residia en su poder de gar las abstracciones de derechos, igualdad y libertad alas especificl- ‘Hades de la vida q’eqchi, a sus luchas rutinarias por sobrevivir, ¥ esto "fue posible por la forma imica que tenfa de habitar dos mundos. Al Figura 3. Exencién de vagancia emitida por José Angel Ico y calzada ‘con el sello del PAR, acceso 2 Ja tierra, prosogufa Icé, sin titulos se veian sujetos a las leyes | de vagancia. En respuesta, el gobernador de Alta Verepaz insistia en. que aunque él habfa ordenado al alcalde de Carché emitir los certifi. cados cuando fuera el caso, los qeqchies de todas formas tenfan I obligacién “de demostrar su condicién de propietarios” y ademas tenjan suficiontes ticrras para subsistir. “Hay incontables indios que poseen propiedades” argumentaba e] gobernador, “pero no Henen § suficientes cultivos... para obtener el certificado.” Advortia que | tomando en cuenta la escasez de mano de obra en el departamento, | eximir a todos los campesinos de las leyes de vagancia causaria gran “datio a la produccién agricola”. : Je por su padre bajo las leyes agrarias liberales le dieron la seguridad “que necesitaba para ser politicamente activo, a pesar de estar excluido gui los caminos q'eqchiés de poder masculino le permitieron ser mas recepti- ‘vo alas posibilidades que ofrecta el auge del Estado liberal. A través de ‘su trabajo con lideres rurales civiles y religiosos, de su formacién de partidos politicos y de una Comunidad Agraria, y de sus solicitudes personales a lideres nacionales, incluyendo presidentes, Ieé construy6 ina red alternativa de poder politico rural que pudo enfrentarse a le dominacién ladina y extranjera. Y aunque no fue un patriarca en su ‘SPCMA, 23 de Julio de 1947, En vista de la apatfa nacional y los obstaculos locales, Ieé tomé asunto en sus manos y a principios de 1947 empez6 a emitin sus pro. | pios certificados. Por una pequefa suma, proporcionaba credenciales AGCA MT 48750, 11 de abril de 1927, vida personal, a menudo fungié como tal durante su vida politica. So 4 desconoce qué tipo de rélacién hubo entre Icé y los jornaleros qué trabajaban en sus tierras, pero su habilidad para conseguir eximirlog Gel servicio militar sin duda les hizo estar en deuda con él. De acuer: | do con sus familiares, los campesinos lo buscaban con peticiones ¥_ guejas 0 le pedian consejo sobre asuntos legales. Las mujeres se le acorcaban para que intercediera por ellas ante las autoridades d gobierno; como cuando Dolores Mucé lleg6 a su casa a pedirle qu ayudara a liberar a su hijo, preso por ebriedad.%*/ A cambio, le deja ‘ban pequerios regalos como gallinas, licor y maiz, Este sistema parale: | lo de autoridad raral, fuera del control de los finquetos y funcionaris municipales locales y que, al menos idealmente, respondia directs mente ante ol presidente, era en efecto la visién de Icé sobre com debfa funcionar el Estado y fue, como veremos, lo que la reform Agraria de Arbenz traté de construir. Ic6, aunque oxcepcional, no fue vinico. Las transformacionés | sociales inducidas por el Estado cafetalero fueron terreno fértil pais | Idores indigenas similares, prominentes y politicamente consecuei tes, como Tomas Tect, de quien se dice fue seguidor de Ie6 en Rabi: nal, un pueblo maya achi dominado por una minorfa de ladinds como Carcha. Al igual que Ic6, Tecti establecié una Comunidat, Agraria, se afilié a la federacién obrera nacional y organizé a] poblacién indigena de Rebinel en el Partido Comunista. ¥ al iguel qu Ic6, Tecti y sus seguidores trabajaron con las redes de poder existei tes. “En 1949 monopolizamos todo,” recuerda un participante ac Organizemos a los indios. Creamos la comunidad y la cofrada nds ayuds... Hicimos todo como arafias, empezando desde el centro hati fuera... el 1 de mayo de 1949 desfilamos con mil hombres bajo‘ bandera con la hoz y el martillo. ‘Viva Ja revolucién!’ gritsbame 08 “iArriba el 20 de octubre!’ ‘iTomés Tecti!’ Las autoridades municipal: se volvieron locas”.""/ a "}) AGCA F-AV, Sndioe 109 20¢ 8 4 Bu Gilda Liliana Ochaita do Bscaler, “Pervivenca de las Cofradias Indfgenes Rabinal, Guatemala” (tesis de licenciatura, Universidad Rafee! Landivar, Faculte ag Humanidades, 1974) p. 200. LC-GDG, rollo 2, marco $91 se encuentra un telegr de Tecti describiendo el desfile del 1 de mayo en Rebinal. El mporcial. 6, 11 y 205 70 | En 1950, a sus 74 atios de edad, Ie6 empex6 a padocer Jo que | probablemente fuo un céncer ostomacal. Acabado y débil, logré Negar "a lJobén en mayo, durante la nica visita de campavie de Arbonz a Alta Murapaz. £l discurso det futuro prosidente, traducido simulténcamente “al qeqchf, debe haberle sonado como una adecuada reivindicacién: Desdelaépoca en que los tinicos pobladores de Alta Verapaz.eran los 7 allentes de la raza q'eqcht hasta hoy... desde la explotacién del latigo de "fos conquistedores hasta la infame explotacién de los finquoros... les han. 'guftado sus propiedades, su libertad, sus derechos... os peones de Alta | © Verapaz son los més explotados de todo el pats. Los reaccionatios, estos “amigos del orden” que fruncen el cefto cuando nos ven por la calle, luchan por :mponer este régimen en toda la repdblica, En contraste, © | nosotros queremos destruir este sistema, La Reforma Agraria sola no | Yesolveré el problema. Debemos tratar a los indios con justica... con | stespeto, como sores humanos. Les prometemos mejores viviendas y un Pihiojor salario. Les prometemos wn poco més de justicie."*/ © Los finqueros hicieron lo que pudieron para evitar que los “iogehies votaran por Arbenz. Alfredo Cucul, sobrino nicto de 16, ‘da la meligna camparia propagandistica de la Asociacién de \queros Regionales, que decfa que si Arbenz ganaba, “las mujeres se [#b(erfan hastala posiciOn de los hombres y les quitarfan a sus hijos.” Dante los tros dfas de votacién, Jos buses y camiones, propiedad de | waas pocas familias ladines, no presiaron servicio, Les llevé dias alos -fnpesinos llegar de caserfos que quedaban hasta a 60 0 70 kiléme- #05 de los pueblos principales a las mesas de volacién, un lujo quo © hluchos no se 20dian dar, o que no les era pormitido por los finque- Js, Algunos recuerdan que los q'eqchfes fueron timados, acosados 0 borhados para votar por el principal rival conservador de Arbenz, | Moribundo, Ic6 trabajé para la elecci6n de Arbenz, Durante el afio shierior habia hecho campafa con fuerza por el PAR, y aunque yoy) de junto de 1045, describe uma protesta que dio como resultado ta ocupa- liter del pueblo para impedir un levantamiento quo se temfa. Ver también mt the Strange Case of ‘La Mancha Negra’: Mava-Slate Relations in Nineteenth ‘euluty Goatema a," en: Hispanic American Historical Reviw 77, n0.2 (1997): 211- § donde so dscntesobrw older de Cantel Antonio Colop Earada 91H Biase de Centroamérco, 22 de mayo de 1950. io n durante su vida el partido nunca logré quebrar el dominio que l lites localos mantenfar sobre la maquinaria electoral, lograron qué] votaran més qeqchies que munca. Ic6, que en 1920 rounié grupos de oqchfes para que dieran su voto piiblico colectivo a los candidat del Partido Unionista, parecfa guardar pocas ilusiones sobre la natura | leza democrética del proceso electoral de Guatemala. En 1947, pail ejemplo, 1o6 envi6 a Juan Choc Caal de vuelta a las urnas para volval| a emitir su voto luego de enterarse que éste no habia votado por candidato a alcalde del PAR."/ Cucul recuerda que su tio actual igual desde su lecho de muerte en 1950, ordenando a aquellos sobs Jos que tenfa influencia votar, si podian, por Atbenz: “les decta pa quign voter, y lo hacian.” Noviembre de 1950 debe habor sido un mes agridulce para los finqueros de Carch4. Conservaron el control de la alcaldia municipal Jas leyes contra la vagancia continuaban vigentes y su viejo adversat por fin ya no estaba.'"/ “Quemeron cohetillos cuando se entereron que} 1c6 habia muerto,” dice su sobrino, Cuando su sobrina fue al mercad a comprar velas, un ladino borracho que celebraba la muerte de Ic6 ls atacé, rompiéndole varias costillas. El parroco,de Carcha se rehusd= tocar la campana de la iglesia o dejar pasar por ésta el atatid de led) ccon el argumento de quo “Ios comunistas no meracfen campanas”.%} Un mes después de su muerte, dicen los parientes de Ted, los ladin profanaron su tumba, para que “nadie lo recordara” y ésta contintia si lapida hasta la focha. Pero Arbenz habia ganado las elecciones, y las problemas de los finqueros no habfan hecho mas que empezar. °° SPCMA, 25 de enero de 1047. “*) El boletin de la Federacién Nacional Obrera, Accién Campestna, del 1 de jis de 1951, informa que Gueul, esta vez como lider de la Comunidad Agraria de Ih intentaba acabar com la aplicacion de las leyes de la vagancia en Carch y ea trabajo piiblico gratuito. *) Las memorias familiares son reforzadas por una entrevista de 1951 con Ali CCneul, sobrino nito de fed, encontrada en "Datos sacados del diario de camps i Rosalio Saquic C." seccién K, p.4 del manuscrito inédito "Socio-econdmica d region kekcht” antes citado, a 7 Capitulo Dos Una Vida Incorruptible Somos socialistas porque vivimos en el siglo veinto Juan José Arévalo © Gada matiana” cuenta Alfredo Cucul recordando su etape escolar diltante'la dictadura de Ubico, “tonfamos que paramos firmes y el ___tillestto revisaba las ufias de los dedos de nuestras manos y pies para {Psi estaban cortas y limpias; luego miraba si teniamos piojos y si nY6 habfamos lavado los dientes”.'/ Su maestro era nacionalista y, sin tecuerda Cucul vagamento, silencioso critica de Ubico. Pero era "Gisciplinado, como un soldado,” y durante los seis afios do tela que curs6 el descalzo Cucul entre 1935 y 1941, los ejercicios iales eran tan importantes como la caligrafia, gramatica, geome- fy islonia, masa y clencias neturales, Cuoul ain ova improsos idl los s{mbolos de la regimentada educacién publica ubiquista, no 3 Gen su postura y caligraffa todavia mesurada y derecha a los 78 | ijos de edad— sino on su implacable rectitud moral. A Cucul, que hoy [eristiano evangélico y vive on la Ciudad de Guatemala, le disgusta al| mundo de los hombres. Habla sobre los sindicatos, camposinos, | difechos humenos y asuntos internacionales manteniendo una } djiancia hosca. EI filo en su voz logra atravesar la indiferencia de sus labras conforme trata de reconciliarse con la realidad de que las, sas no resultaron como se las habfan prometido. La politica, dice _ allbra:es un reino degenerado y corrupto del quehacer humano. Pero F ilgiampre fue asi. A hes | ida la informacion y citas sobre Alfredo Cacul y Manuela Cal de Cucul, a $368 a0e se ndiqe lo contario,proviena do una serio de entrevista roalizadas uo de 2000, junio y agosto del 2001 y noviembre de 2001 on la Ciudad de naa. ¥ les conicontraciones, Cucul daba discursos en ellas. Todo esto terminé i derrocamiento de Arbenz en junio de 1954. Entonces, Cucul sgolpeado, encarcelado y exiliado de Carché, “Hastala fecha,” dice, Spe ata como un apostate vida personal de su tio @buelo, José Angol Io6, Durante nuestra prime entrevista, Cucul habl6 abiertamente de su participacién en el Parti Guatomalteco del Trabajo (PGT). Me explicé cémo se unio y cui fueron sus actividades, pero evité hablar de lo que representaba pa 41 ser parte del mismo. Esta renuencia se hizo mayor en nuestra encuentros posteriores y Cucul evadia cada vex més las pregun! especificas sobre el partido. Sin embargo, esta reserva no era por faltes de voluntad para discutir los asuntos politicos de su tio 0 su propio papel como organizador campesino. De estos asuntos habla besten Cuando Gucul se enteré que en los archivos nacionales de Guatemal se guardaban documentos que describfan sus actividades poltticas j) Jas de Ie6, me insistié para que lo llevara y se los mostrara. Cuando vi un documento que mencionaba a un sindicato campesino sin refe su nombre, Cucul dijo, “Esos éramos nosotros. Les ensefiamos cémg hacer el papeleo para reclamar la tierra.” Al leer algunos de los c cados de propiedad que su tio les dio a los q'eqchies pera eludir leyes de vagancia, Cucul sefialé que la letra era de 1, Cucul no habla ba de su propia experiencia con el PGT, pero nogaba las premi: logitimizantes del anticomunismo. Al pregunterlo si Arbenz era comt nista, respondié, “Tal vez lo fue, pero vea lo que hizo por Guatemel al Cédigo do Trabajo, le Roforma Agreria, el Instituto do Sogurided informe él y sti esposa, Manuela Cael, hablan de la época puede: ibitse su sentimiento de que fueron traicionados. Manuela habla | espafiol can menos fluidez que su esposo, pero su indignacién la a a ignorar los intentos de éste por interrumpinla. “Recibieron , dinero para sembrar, hasta animales, pero trataron de matarlo,” dice, sefialando a Alfredo. “No ganamos nada, ni un centavo,” dice do, “pero ahora participan por interases personales. Por es0 no eh la politica.” "Luché muy duro para nada, nada,” prosigue dele; “Cuando Arbenz cay6, se robaron nuestro firijol, nuestro tet, ‘buestra vaca, hasta nuestras gellinas.” Cucul interpreta esta gicion on términos do fidelidad cristina: “Después de 1954, vi a ichds homabres que decian estar con la revolucién negar a Arbenz. f ps0 dejé la politica y ancontté a Dios. Sélo Dios es fiel.” Hace gor parleliomos onto Ja integidad dela politica durante la Bs ia de Guatemala luego de 1954 -Ia pobreza, violencia y delin- HInacabables- son castigo de Dios por la traicién a Arbenz, los campesinos.” Se rehusabaatacar @Arbenz a lustre el alcance del sobiemno de Guatemala, Durente los le gobierno de Ubico, el Estado declaré més que nunca su ranfa por encima de la vida personel y social de sus ciudadanos, ido incluso al territorio corporal de la piel y el cuero caholludo. nayorfa de historiadores describe el gobierno de Ubico como una daduira perfecta.’/ Su poder descansaba sobre una vasia rod do pionaje, el uso regular de la tortura, e] encarcelamiento arbitrario y suclores pablicas. Ubico expandié el Bjército y la burocracia planificé una campatia de alfabetizacién e hizo campafia politicéd favor de los candidatos revolucionarios. Mediante la ley de Refortig Agraria, ayudé a culminar los esfuerzos de Icé por construir una 14 altenativa de poder rural que pudiera socavar el control que finquezos mantenfan sobre los campesinos. Mientras su tfo asist{ 0 Gleljses, Shattored Hope: tho Guatemalan Revolution and the United 4 EL Gédigo de Trabajo y el jttet¢ (Pnceton: Princeton Univarity Pros, 1861), pp, 6:28; Cndy ‘mentados por Arevalo; ambos faeron enmendodos v ampliados durante el gobi 4 do Arbenz. ” 5 primera vez el Estado ofrecia una via de reparacién para agraviés) laborales que no deperttia del paternalismo del ejecutivo o de i funcionarios locales."/ En palabras de Edger Champney, nieto dali finquero de Alta Verapaz Kensett Champney (que muri6 en 1939), mi abuelo saliora de su tumba y viera el CAdigo de Trabajo, volver amorirse del susto"/ i Una avalancha de preguntas y quejas inundé el nuevo Minister de Trabajo tratando de definir los derechos de los trabejadoros y limita Ja intervencién del Estado en Jas relaciones laborales."/ La Compati Robert H. Hay, que realizaba exploraciones petroleras en la selva’ Potén, queria saber si tenfa que darle comida a sus trabajadores migr tes-/ Los consejos municipales preguntaban si a los alcaldes eux de las fincas debfa pagarles la municipalidad o ol duefio de Ja fincal Hl sindicato de la Comparifa Agricola de Guatemala solicitaba aclatt, Gién sobre varios puntos sobre el tiempo adicional: “iCual es el salar en domingo? $i un empleado se niega a trabajar domingos, Jse le pue despodir? iCuél es la diferencia legal entre faltar por enfermedad y s6l0] faltar?""/ Un finquero pregunt6 si podfa deducir los honorarios médico del medio jornal que pagaba a los peones enfermos.**/“Si lus y el trabajo dobe detenerso, tenemos que pagar la jornada completa preguntaba otro."/ Pueden organizar un sindicato los empleadé municipales? De ser asi, /Pueden organizarlo con otros emplead ©) Laley de trabajo forzado de 1877, por ejemplo, decia que las disputes on el de trabajo debian ser resueltas ya hiera por avtosidados departamentales (jh politicos) 0 munfeipales. y no por el sistema rogular de tribunales; ver McCres Rural Guatemala, p. 188. 1 Entrovista, Edgar Champney, noviesnbre de 2001 describe el funcionamiento J '/ Bishop, en “Guatemalan Labor Movement,” Ministerio de Trabajo y de los tribunales de trabajo. °F AGCA MT 48762 1048 a /AGCA Mr 45832 1953, 9) AGCA MT 48776, 8 do noviembre de 1950, AGCA MT 48769 1949, 7) AGCA Mr asaes 1989. - %)AGCA MT 48806 1951 4 © peones residentes sobre su produocién de subsistencia: Los finqueros 4 itaban si los mozos que iban a trabajar a otra finca perdfan el cho de cosechar su propio maiz (“ino! Escribié alguien del ministe- © 0 en el margen de una de estas cartas)."/ Ottos finqueros querfan | saber cudntos dfes temien que darlos a sus poones residentes para © sembrar, limpiar y cosechar sus cultivos,””/ _ | La meyorte de estudiasos sobre 61 movimiento laboral guatemalte- _ pp durante la Revolucion de Octubre se enfocan en los grandes sindi- " chtos egricolas, industriales y profesionales -trabajadoros de la United | Fruit Company, obreros ferroviarios y servidores civiles. Pero los | Mabajadores de los medias mas pequofios y econémicamente inconse- ites también usaban el cddigo para su beneficio.""/ Los letadores | > jchloleros dol Petén, las enfermeras de los hospitales para nisios, los | dxistas y choferes de buses, los trabajadores de las salinas, empleados “ch pequetios talleres artesanales, incluso operadores de barcos de ‘apor en. los lagos de Izabel y Atitlén, todos formaron sus sindica- 0.9) El trabajo marginal de estas asociaciones contrastaba con sus sInbiciosos esléganes: “Por la Liberacin Econémica y la Just | e¢iel de Guatemala’, rezaba el letrero del Sindicato de Dulceros.¥/ {. AGCA MT 4aa04 1950. {f AGCA Mr aseos 1851 | AGCA MT 43769, 2 de julio de 1948. oft. \turo Teracona Arriola, ¢n "Les origines du mouvement ouvrier au Guatemala, 41992" (Paris, 1982), describe el inicio dol movimionto obrero en Guatemala, Organized .aborin Guatemala," parle2, discute la expansién de lasasaciacio- oe fe obretos organizacns en casi cada rincén de la vida de Guatemala, Jf se er AGCA NT: len 4754, sam, 407.480, can ins ‘Yer AGGA MT 48754 1948 pars ol oslogan: Bush, “Organized Labor in Guatema pte sindicato de dulceros. Bn Alta Verapar, los obreros del calzado organiza: ‘biel primer sindicato no agricola dol dopartamonto, AGCA AV-MG 1944 51 y AGCA, IMP, documentos, 1944, describe un primer conflicto laboral en Calzado Cobsin, 7

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