El Conductismo es una teoría basada en la estímulo-respuesta, se puede
considerar como una manipulación y un factor detonador de la falta de libre
albedrío; ya que, si bien no lo hace tan directamente, la toma de una decisión basada en la premisa de recompensa-castigo, influye de manera considerable en nuestro pensar. Cuando se habla de conductismo, se asocia directamente a los estímulos que buscan generarse para poder predecir o hacer reaccionar de alguna manera a alguien. Uno de sus principales exponentes fue Ivan Pavlov, quien realizó estudios acerca del reflejo condicionado. Para concebir sus teorías, tuvo que realizar distintos experimentos. En 1898, realizó el experimento de hacer sonar una campana antes de dar de comer a un perro, para que en el momento que el escuchara el sonido, empezara a salivar y se preparara para comer. En base a esto se empezó a concluir que el proceso de aprendizaje era el resultado de los reflejos ante condicionamientos vividos a través de la vida. Las teorías conductistas, ignoran la parte inconsciente de las personas, al igual que las emociones, estados de humor y sentimientos. Lo generaliza, dejando sin personalidad a cada persona, evadiendo la parte individual o personal. Los estímulos solo se centran en las reacciones estudiadas de las personas o incluso por instintos, dejando la racionalidad de lado. Por lo tanto, les quita libertad a las personas en el raciocinio y también en la intención de las personas al tomar una decisión. Así como muchos aprueban estas teorías para enseñar o generar conocimiento, hay muchos que igual han dado su opinión en desacuerdo, resumiendo que le quitan libertad de pensamiento a los receptores, dándole el control al emisor, en este caso, los medios de comunicación masiva.