La película “Ciudad de Dios” se centra en la historia de la favela de Brasil que lleva
el mismo nombre desde sus primeros años de fundación, narrándose un conjunto de historias cruzadas que dan vida a un relato atrayente de principio a fin y que fácilmente puede ser analizado desde la Psicología Ambiental, considerando temas como la influencia del ambiente en el comportamiento, apropiación del espacio y el modelo dual de ésta, entre otros. Inicialmente, se observa como la constitución de la nueva favela permitió que las personas se relacionaran entre sí tras su llegada al lugar, ocurriendo una doble vinculación: entre ellos y con el sitio. Además, se protegía a quienes realizaban hechos vandálicos porque éstos beneficiaban a todos los pobladores y resguardaban el lugar de otros bandidos e incluso de la policía que en ocasiones robaba en la favela, involucraba a personas inocentes en hechos delictivos y/o los asesinaba sin causa alguna para tener a algún “culpable” de los delitos realizados por “El Trío Tierno” en los años 60. Con el paso de los años, los habitantes modificaron poco a poco el lugar y éste también los modificaba e influenciaba. La favela cambió su estructura y ésta facilitaba la comercialización de droga. Continuaron los hechos violentos y quienes los realizaban podían fácilmente escabullirse de la policía sin problemas tras la realización de tales actos porque conocían muy bien el lugar y lo habitaban hacía años. También se observa como desde niños, buscaban pertenecer a algún bando y trabajar para quien estuviera a cargo, representando su mundo la favela a la que, por alguna u otra razón volvían siempre. Respecto a la apropiación del espacio, se observa en la película como un conjunto de personas “sin hogar” debido a las inundaciones e incendios en otras favelas fueron designados a vivir allí, pero ese espacio no contaba con electricidad, tampoco había servicio de autobús, las calles eran de tierra, y aún se contaba con espacios naturales (un bosque y un río). Allí solo habían construidas un conjunto de casas pequeñas equitativamente distribuidas, quedando aun espacios libres de construcción. Específicamente, la acción-transformación propia del modelo dual de la apropiación del espacio, se observa en la medida en que la estructura de la favela va cambiando, pasando de ser un conjunto de casas equitativamente distribuidas a convertirse en un espacio superpoblado, donde las construcciones habían sido realizadas en todos los lugares posibles, transformando esas pequeñas casas en edificios de varios pisos que de alguna manera propiciaban el hacinamiento de personas, sin embargo, los habitantes de Ciudad de Dios se mantenían allí y marcaban el territorio con grafitis y pinturas en las paredes de la favela y señalando el territorio como suyo o como ajeno (en el caso de “Zanahoria” y “Zé Pequeño” y los aliados de cada uno) quienes fácilmente sabían diferenciar el espacio propio y del otro. Respecto a la identificación simbólica, “Cohete” a pesar de haber dejado la favela en varias ocasiones terminaba volviendo al lugar y se infiere un gran apego con éste. Ocurre lo mismo con “Daditos/Zé Pequeño”, quien debe abandonar la favela por actos criminalísticos realizados en su infancia, pero después, vuelve para adueñarse del negocio de drogas de “Negrito” y de otros traficantes, pudiéndose inferir que para él la favela significaba su inicio en el mundo criminal tras el asalto y los asesinatos del motel y además se sentía seguro allí, puesto que lo consideraba su territorio, cargándolo de significado y tratando se inculcar ese sentimiento de pertenencia a sus aliados. Ya en los 80, Zé Pequeño procuraba velar por la seguridad de la favela (por intereses personales; es decir, cuidar el negocio de tráfico de drogas) pero la gente de la Ciudad de Dios le hacía saber cuando alguien robaba o realizaba algún acto delictivo porque él reestablecía el orden y la favela volvía a estar segura para los habitantes. Pero además, la favela y lo que allí ocurría ejercía gran influencia en el comportamiento de sus habitantes. Los adultos resguardaban a los bandidos por los beneficios que éstos aportaban al lugar, los niños les admiraban y querían ser como ellos, iniciándose en este mundo desde pequeños (como el caso de “Zé Pequeño”, “Bené” y “Los Enanos”) y quien ejercía el poder (“El Trío Tierno”, “Negrito”, “Zé Pequeño”) protegía el lugar y beneficiaba de algún modo a todos sus habitantes de forma directa (como cuando “El Trío Tierno” les dan el gas del camión robado a los habitantes o “Zé pequeño” les hace pollo con zanahoria a todos) e indirecta (manteniendo el orden de la favela).
Validación Del Dispositivo Electrónico (Medidor de Biovoltaje) en El Análisis Del Estrés Psicológico en Alumnos de La Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ)