Está en la página 1de 4

Expte.

25902/L/18

LA LEGISLATURA DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA

RESUELVE

Artículo 1º - Dirigirse al Poder Ejecutivo en los términos del Art. 102 de la Constitución Provincial
para que, por intermedio del Ministerio de Trabajo de la de la Provincia, determine en base a
inspecciones, datos estadísticos y dictámenes médicos y/o científicos acerca del potencial nocivo
para la salud de los trabajadores y, de corresponder, declare como trabajo insalubre en los términos
del artículo 200 de la ley 20744 párrafos 2 y 3, a las tareas que desempeñan los expendedores de
combustibles líquidos (nafta, gasoil, kerosene, lubricantes y/o sucedáneos) que realizan ventas al
público en las estaciones de servicio.

Artículo 2° - Solicitar asimismo al Poder Ejecutivo de la Provincia que, por medio del Ministerio de
Trabajo de la Provincia (y aquellos ministerios que resulten competentes), que informe o responda
el requerimiento en un plazo de treinta días, y determine en base a dictámenes a peritos en materia
de seguridad si las tareas desempeñadas por los expendedores de combustibles líquidos (nafta,
gasoil, kerosene, lubricantes y/o sucedáneos) que realizan ventas al público en las estaciones de
servicio, constituyen trabajo riesgoso en los términos establecidos por el art. 200 ult. Párrafo,
atendiendo a la peligrosidad de las sustancias con las que desarrollan su trabajo diario.-

Artículo 3° - Comuníquese al Poder Ejecutivo.-

Fdo.: Benigno Rins

FUNDAMENTOS

El presente proyecto tiene como fundamento primordial y objetivo último intentar dotar de mayor
protección y derechos a un sector de los trabajadores que se encuentra muy postergado en lo que
respecta al reconocimiento del carácter riesgoso y potencialmente nocivo de sus tareas.
De larga data y no acotado a discusiones doctrinarias de carácter nacional resulta la calificación
técnico-jurídica de las tareas desempeñadas por los trabajadores de bocas de expendio de
combustibles líquidos y/o gaseosos.
La importancia que el otorgamiento de tal carácter para este sector de trabajadores sería
trascendental debido a que redundaría en el reconocimiento de derechos que –a priori- les
corresponden por lo riesgoso e insalubre de las tareas que desarrollan, las que como se explicitará
más adelante importan, por un lado, un peligro permanente e inminente por el manejo de sustancias
altamente inflamables y potencialmente explosivas y, por otro lado, también un riesgo para la salud
a largo plazo que se traducen en enfermedades crónicas de una amplia gama de gravedades
producida por el contacto con sustancias tóxicas para el cuerpo humano como lo son la mayoría –
sino todos- de los combustibles líquidos y/o gaseosos.
Mundialmente se viene sosteniendo que estas tareas traen aparejados problemas generales como
estrés, violencia por robos o asaltos, turnos rotativos, peligro por incendios o explosiones, atropellos
o golpes por los vehículos de los clientes, exposición a temperaturas y condiciones ambientales
cambiantes. Pero principalmente, la exposición a inhalaciones de gases de la combustión como
monóxido de carbono, óxidos de azufre y otros componentes de los hidrocarburos como el benceno,
que es cancerígeno.
Entrando de lleno al análisis de las causas que ameritan la ponderación respecto de la declaración de
insalubridad, con las correspondientes prerrogativas en términos de remuneración, jornada de
trabajo y beneficios jubilatorios que conlleva conforme lo establecido por el art. 200 de la ley N°
20.744, se aprecia con solo adentrarse en la temática, que el resguardo de la salud de los
trabajadores de estaciones de servicios, específicamente de aquellos que manipulan los
combustibles líquidos o gaseosos no resulta una problemática acotada al ámbito nacional, sino que
el cuestionamiento respecto del potencial nocivo de el contacto o inhalación de gases provenientes
de combustibles líquidos es mundial, en el mundo existen infinidad de informes respecto de los
potenciales insalubres a largo plazo que tal exposición a dichas sustancias puede acarrear.
En este sentido resulta innegable que los trabajadores de estaciones de servicios, desarrollan su
trabajo en un ámbito necesariamente riesgoso por el tipo de sustancias que manejan a diario, resulta
cierto que tales riesgos podrán verse disminuidos o acrecentados atendiendo a las medidas de
seguridad adoptadas por las empresas y/o personas propietarias o encargadas de la estación, sin
embargo, resulta razonable argüir que el riesgo inherente a los combustibles por su alto nivel de
inflamabilidad y potencial explosivo crea un riesgo que resulta muy dificil –sino imposible- de ser
eliminado por completo, más allá de las medidas de seguridad que se adopten al respecto. Tal
argumento cobra más fuerza cuando se pone de resalto que la regulación en materia de seguridad en
las estaciones de servicios no ha sido modificada sustancialmente desde hace mas de tres décadas,
en este sentido, el Decreto 2407/83 que dispuso las “normas de seguridad aplicables al suministro o
expendio de combustible por surtidor”, cumplirá 35 años sin cambios significativos.
Ello así, dado que el potencial del riesgo descripto en el párrafo que antecede tiene una gravedad
muy alta, entendiendo que cualquier incendio y/o explosión importaría potenciales lesiones graves
y/o fatales para los trabajadores de las estaciones de servicios; resulta absolutamente justificado el
estudio acabado a los fines de determinar si tales tareas merecen la declaración de riesgosas en los
términos establecidos por el art. 200 ult. Párrafo de la ley 20744.
Los riesgos derivados del manejo de sustancias altamente inflamables y potencialmente explosivas,
como así también la razonabilidad de las probabilidades de que ocurra algún siniestro y la gravedad
del mismo, independientemente de las medidas de seguridad que se adopten al respecto tornan a la
actividad en riesgosa y por lo tanto susceptible de ser declarada como tal en los términos
establecidos por el art. 200 último párrafo de la ley N° 20.744 (de Contratos de Trabajo).
Continuando con un análisis de el potencial insalubre a largo plazo que podrían sufrir los
trabajadores que manejen las bocas de expendio de combustibles, existen numerosos informes tanto
nacionales como internacionales que dan cuenta de los daños que el contacto con las sustancias
toxicas contenidas en los combustibles podrían provocar en casos de exposición prolongada.
Diferentes estudios señalan que los efectos más comunes a la exposición prolongada a la
gasolina/nafta son:
• EFECTOS EN LA PIEL: Contacto repetido o prolongado puede secar la piel (remueve la
grasa de la piel) y provoca agrietamiento, irritación y dermatitis. Reacciones alérgicas
(hipersensibilidad).
• EFECTOS EN LA SANGRE: Existen reportes de efectos en la sangre en tripulación de
tanques de gasolina y pintores que estuvieron expuestos a gasolina. Estos trabajadores estuvieron
probablemente expuestos a otros químicos y por lo tanto no es posible establecer una relación
causal. Sin embargo, se sabe que el benceno provoca efectos nocivos en la sangre y esta presente en
la gasolina.-
• EFECTOS EN EL SISTEMA NERVIOSO PERIFERICO: La gasolina está compuesta de
diferentes parafinas (alcanos) tales como n-hexano. Exposición repetida y/o prolongada al n-hexano
puede provocar daño irreversible al sistema nervioso periferal. Si la exposición a gasolina puede o
no provocar este efecto depende de la presencia del n-hexano y su concentración y del grado y
duración de la exposición.
• EFECTOS EN EL SISTEMA NEUROLIGICO: El abuso de la gasolina por inhalación de
los vapores subllamados "sniffers" (rastreadores) ha resultado en muchos efectos neurológicos.
Mareos, temblores, alucinaciones visuales y auditivas, efectos en la memoria, capacidad intelectual,
habilidad psicomotora y de aprendizaje se dieron en pacientes expuestos a vapores de gasolina en
gasolineras. Los efectos más significativos se dieron en personas expuestas por más de 5 años.
A su vez conforme informe emanado de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer
(IARC) se ha llegado a la conclusión de que la gasolina “es posiblemente un carcinógeno humano
(grupo 2B). La gasolina puede contener carcinógenos conocidos (ejemplo benceno, dibromuro de
etileno)”. En este sentido se expresa además la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de
Enfermedades del Gobierno Federal de Los Estados Unidos de América, quien en un informe
realizado por su División de Toxicología (Division of Toxicology and Human Health Sciences.)
expresa “Típicamente, la gasolina contiene más de 150 sustancias químicas incluyendo pequeñas
cantidades de benceno, tolueno, xileno y, en ocasiones, plomo. El método de manufactura de la
gasolina determina que sustancias se encuentran en la gasolina y sus concentraciones. La
composición actual de la gasolina varía con la fuente del petróleo, el método de manufactura, y la
temporada del año. Los efectos –de su exposición- leves incluyen mareos y dolor de cabeza
mientras que los efectos más serios incluyen estado de coma y la incapacidad para respirar. Se han
observado efectos adversos en el sistema nervioso en personas expuestas a vapores de gasolina por
períodos largos tanto en el trabajo o al inhalar gasolina intencionalmente con el propósito de sufrir
alucinaciones”.
Párrafo aparte merece el tratamiento de un componente de los combustibles líquidos que ha sido
reconocido por el estado argentino por su carácter cancerígeno, se trata del BENCENO cuyas
propiedades cancerígenas son reconocidas y admitidas, además, en todo el mundo.
El estado argentino ha reconocido el carácter cancerígeno del BENCENO –componente de la nafta-
y lo ha incluido en el Registro de Sustancias y Agentes Cancerígenos, creado por Resolución N°
415/2002 de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, encontrándose listado en el Anexo I de la
resolución detallada.
El artículo 4° de la Resolución N° 415/2002 establece “Los empleadores que produzcan, importen,
utilicen, obtengan en procesos intermedios, vendan y/o cedan a título gratuito las sustancias o
agentes que se enumeran en el ANEXO I de la presente, deberán estar inscriptos en el "Registro de
Sustancias y Agentes Cancerígenos" de esta SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL
TRABAJO, cuyo formulario se agrega como Anexo II de la presente Resolución”; mientras que el
artículo 5° dispone “La inscripción de los empleadores dispuesta en el artículo precedente, se
efectuará por medio de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, excepto en el caso de los
Empleadores Autoasegurados, quienes deberán inscribirse en forma directa ante esta
SUPERINTENDENCIA DE RIESGOS DEL TRABAJO”. (Se acompaña al presente en carácter de
anexo copia de Resolución N° 415/2002 y sus modificatorios, como así también copia del listado de
sustancias cancerígenas y del formulario referido en el art. 4°)
De la requisitoria de inscripción se colige más allá de toda duda la insalubridad de las tareas que
involucren contacto prolongado con la sustancia BENCENO y amerita –como mínimo- la
ponderación de la declaración de insalubridad de las mismas por parte de la Autoridad de
Aplicación Provincial de la materia (Ministerio de Trabajo de la Provincia).
Como corolario podría establecerse con meridiana certeza que las personas que trabajan en
estaciones de servicios están en permanente exposición a los combustibles, inhalan sus gases y el
contacto en forma permanente y prolongada trae aparejadas consecuencias para la salud. No en
vano, las aseguradoras de riesgos del trabajo exigen exámenes periódicos al personal de estos
establecimientos.
Por último, resulta importante poner de manifiesto otro reconocimiento respecto de la insalubridad
de las tareas desarrolladas por los trabajadores de las bocas de expendio de combustibles líquidos
y/o gaseosos, que establece a las claras que tales tareas resultan riesgosas e insalubres pero que aún
no ha determinado su declaración en sentido técnico-juridico (cfme. Art. 200 Ley 20.744) por parte
de la autoridad de aplicación provincial (Ministerio de Trabajo de la Provincia). En las recientes
inspecciones los funcionarios de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y del Ministerio de
Trabajo de la Nación realizadas en Estaciones de Servicio de todo el país han plasmado la exigencia
de “contar con un servicio de Medicina Laboral que asista al personal de modo regular”. Los
organismos mencionados fundan sus argumentos en las consideraciones de la Resolución 905/2015
y del Decreto 1338 del año 1996, que dispuso los alcances de los “Servicios de Medicina y de
Higiene y Seguridad en el Trabajo”. En su Artículo 7º establece que los empleadores deberán
disponer de la asignación de horas-médico semanales en el establecimiento, en función de un
número de “trabajadores equivalentes”.
Lo anterior resulta un claro e inequívoco reconocimiento del carácter insalubre de las tareas y de los
efectos nocivos que las mismas acarrean con el paso del tiempo.
Cabe aclarar respecto de todos los argumentos vertidos en la fundamentación de la presente
resolución que el solo hecho de estar expuesto a determinados riesgos no significa que una tarea
deba calificarse como insalubre, dado que es importante constatar en qué condiciones se trabaja y si
se adoptan medidas preventivas a fin de lograr que los riesgos de exposición sean tolerables y dejar
la calificación de insalubre a aquellos casos que a pesar de las medidas adoptadas afecten la salud
del trabajador. Sin embargo, en atención a la casuística y a las características de las tareas
desarrolladas por los trabajadores de las estaciones de servicios, puede argumentarse que el riesgo
así como el desmedro a la salud no pueden ser eliminados en forma total, lo que caracteriza a la
tarea en si misma considerada como riesgosa/insalubre.
Todas las motivaciones expuestas en los párrafos que anteceden ameritan –como mínimo- que se
resuelva ordenar a la autoridad de aplicación establecida por el art. 200 de la ley N° 20.744, en el
caso particular el Ministerio de Trabajo de la Provincia para que realice una exhaustiva inspección
de las condiciones de trabajo, teniendo en cuenta la casuística de enfermedades y accidentes
producidos, como así también de dictámenes de profesionales de la salud y determine/ declare (en
sentido técnico-jurídico) la insalubridad de las tareas desarrolladas por los trabajadores de las bocas
de expendio de combustibles líquidos y/o gaseosos por su potencialidad de riesgo de siniestros de
gravedad, como así también la virtualidad de la exposición a sustancias toxicas para el ser humano
de resultar nocivas para la salud de los trabajadores.
La Resolución del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación Nº 434/2002
(B.O. del 25-6-2002), modificada por la Resolución Nº 860/2002 (B.O. del 31-12-2002) establece
que la declaración de insalubridad del lugar, tarea o ambiente de trabajo es competencia exclusiva
de la Administración Laboral Provincial, es decir el Ministerio de Trabajo de la Provincia de
Córdoba. La calificación genérica de una actividad como insalubre debe ir acompañada de una
verificación y declaración concreta de la autoridad administrativa acerca de la no salubridad de los
lugares o condiciones en las cuales esa actividad se lleva a cabo, así lo exige el art. 200 de Ley
Contrato de Trabajo (N° 20.744).
ANEXO : Se Resolución N° 415/2002 de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo con sus
anexos I y II, donde se establece la obligatoriedad del registro de trabajadores que manejen
sustancias que contengan benceno y el listado de sustancias toxicas.

Fdo.: Benigno Rins

También podría gustarte