Las aventuras de
Romeo Palote,
detective
Pablo Noguera1
EL EXTRAMO CASO DE LOS
DURAZNOS PELADOS
Todo de nuevo
Momeo Palote no podia creer que
se hubiera dejado embarcar en esta
nueva aventura. Don Gregorio y el
comisionado de El Duraznero se habian
pasado toda la tarde de ese sdbado
convenciéndolo de que él era el mejor
candidato para resolver el caso de los
duraznos peludos.
La gente de El Duraznero, des-
esperada porque sus deliciosos
duraznos conserveros, amarillos y
peludos, quedaran reducidos a simples
2nectarines pelados (mucho mas fo-
mes, desabridos y no recomendados
para hacer conservas), ponia todas sus
‘esperanzas en su calidad de soluciona-
dorde problemas. Sin embargo, aunque
este caso parecia més una labor para
detectives que para alguien con su ex-
periencia con la magia de la naturaleza,
Romeo confiaba en que con su astucia
y su gran capacidad de deduccién, de
guna manera podria ayudarlos.
Pero Romeo era un héroe que no
queria serlo, Le costaba mucho la idea
de volver a alejarse de su casa, de su
reciente matrimonio y de sus futuros
hijos. Y, a pesar de todo, los habitantes
de El Duraznero recibirfan una ayuda
que jamés imaginaron.
Cuando el alcalde y el comisionado se
fueron por fin, Rosa, que habia escuchado
la conversacién mientras cocinaba, lo
abraz6 y lo apoyé con ternura:
-Miamor, yosé queno quieres dejarme
sola en este momento, pero creo que
es tu deber ayudar a los pobres habi-
tantes de El Duraznero. A ellos podria
pasarles lo mismo que estuvo a punto
de ocurrir aqui en La Higuera. ;Perder
tu casa y todo lo que has juntado por
tanto tiempo no tiene ninguna gracia!
Romeo, no podemos ser egoistas. Ade-
‘més, falta todavia algtin tiempo para que
nazcan los nifios y yo voy a estar muy
bien cuidada mientras ti representas
al pueblo.
Pero Rosita -contest6 Romeo-, yo
no soy un aventurero. La tinica razén
por la que me fue bien con La Higuera,
se debié a que conté con la ayuda de
buenos amigos. Ahora, si hago este
viaje, estaré solo porque tii no puedes
viajar y mi amigo Jorge tiene mucho
trabajo con su compaiiia de vuelos
Matapiojos Airlines; bien sabemos queperdis demasiado tiempo al permanecer
preso de las hormigas.
‘Asi siguié Romeo, tratando de
inventar toda clase de argumentos para
no hacer el viaje, pero sabia desde el
principio quella batalla estaba perdida.
Por un lado, su espiritu de servicio no
le permitiria dejar abandonado a un
pueblo en peligro y por otro, su mujer
ya habia decidido que él debia ir.
Por esto, en poco tiempo preparé
su maleta y partié de viaje hacia El
Duraznero.
Después de un viaje tranquilo a bordo
de uno de los aviones de Matapiojos
Airlines, Romeo llegé a la plaza de
El Duraznero. All lo recibieron el al-
calde don Julian Abejorro y Federico
6
Saltamontes; este tiltimo habia viajado
antes para organizar el encuentro con
Romeo Palote.
De inmediato, nuestro amigo fue
conducido a una reunién solemne del
Concejo Municipal, donde estaban
representadas todas las colonias de
insectos que vivian en el pueblo. Don
Julign, con la elocuencia propia de un
viejo politico, se dirigié a la asamblea:
~Conciudadanos aqui presentes,
ante nosotros se encuentra el famoso
aventurero don Romeo Palote. El hace
‘poco tiempo logré salvar al pueblo de
La Higuera de la destruccién. El comi-
sionado don Federico Saltamontes viaj6
especialmente a su pueblo para pedir
su ayuda en nuestro grave problema.
Fi ha ofrecido apoyarnos en el dificil
trance que nos aqueja y confio en que,
con su valory sabiduria, logre resolver el
rmisterio de nuestros duraznos peludos,Pe nogee
uf, pero ahora pelados, como vulgares
nectarines. Pido a todos ustedes que
le entreguen la maxima colaboracion,
ya que el destino de nuestro pueblo
depende de su actuar. He dicho.
Romeo queds tan impresionado con
las palabras del alcalde que decidié
reunirse inmediatamente con Federico
Saltamontes para que le contara todos
loss detalles del mal de los duraznos.
Se juntaron en una pequefia oficina
de la alealdia, desde donde se divisaba
el pueblo entero, en una panorémica
impresionante de vuelos de insectos y
recorridos de cuncunas.
En esa oficina habia dos escritorios
hechos de madera de champifiones
secos. Sobre sus cubiertas resaltaban los
montones de paginas con los escritos
del pueblo,
‘Don Romeo, esta seré nuestra ofici-
na mientras dure la investigaci6n —fue
Rete eee a ad beeal grano Federico-. En estas paginas
‘encontraré todos los testimonios que
se han recopilado respecto de nuestro
problema. Mi labor seré ayudarle a
obtener toda la informacién del caso y
presentarle a las personas que podrian
centregar nuevos antecedentes.
‘Asi, en la medida que Romeo comen-
126.4 leer los testimonios de la gente de
El Duraznero, le pidié a Federico que
le organizata entrevistas con algunos
testigos seleccionados.
La primera fue con una anciana abe-
jorro, prima del alcalde, quien le conté
lo siguiente:
“Mire, mijito, el sabado en ta noche,
‘muy tarde, escuché unos extrafios ruidos
afuera, cerca de la ventana de la cocina.
Yola habia dejado abierta para ver cémo
estaba madurando un exquisito durazno
que queria aprovechar para preparar
mermelada para el invierno, porque
usted sabré que la mermelada de jugo
de durazno es la més fresca y la que
tiene mejor sabor cuando hace frio. A
la fruta solo le habia hecho un agujerito
con milanceta, por donde cosechaba el
jugo. Me dio flojera levantarme a esa
hora, porque, desde que me empezaron
los dolores de mi tercera pata del lado
izquierdo, me demoro mucho en salir
de la cama. Al poco rato los ruidos se
acabaron y me volvi a dormir. Al dia
siguiente fui muy temprano ala cocina
a prepararme un té de tilo, que es muy
bueno para esa carraspera que me da
en la mafiana desde que el afio pasado
me quedé dormida con la puerta abierta
yy se me destaparon las alas.
“Bueno, cuando meacerquéa a ventana
dela cocina para mirar haciael jardin, me
encontré con que mi bello durazno estaba
completamente pelado, no le quedaba
rninguno de sus hermosos pelitos dorados,ysin ellos se Ie estaba escapando todo el
jugo porelhoyitohecho con milanceta”
Romeo, un poco mareado por el largo
cuento de la anciana, se atrevié a hacetle
tuna pregunta.
“Querida seftora, gcémo era el ruido
que escuch6?
“Mire, joven ~contest6-. Bra como el
ruido que hago cuando corto con mis
tijeras de bordar los hilitos de telaraiia
ccon los que fabrico las mafanitas que
tusan todos los bebés de mis nietas y
sobrinas.
“Gracias, sefiora —le respondis Ro-
meo-, su informacién seré muy stil
para aclarar este misterio.
“Ojala, mijito, que pueda detener a
‘esos vandalos que se dedican a hacer
estas barrabasadas con las frutas de
nuestro pueblo.
2Garreras de patas cortas?
‘Al poco rato después de que la anciana
abejorro se hubiera marchado, Romeo
recibi6 a un segundo testigo.
Este era un ciempiés muy malhumo-
rado, quien, después de sentarse en tres
sillas colocadas en hilera, dijo:
Asi que usted es el famoso Enviado
Especial de La Higuera! Nunca cref que
fuera bueno eso de andar metiendo
extrafios en nuestros problemas.
—Digame, sefior Ciempiés -comenz6
Romeo en tono conciliador-, usted
declaré que habia sentido un ruido
similar a como si muchos bichos pasaran
delante de su puerta. ;Podria decirme
«qué cosa le parecié extrafia de todo esto?
Lo raro es que el ruido sonaba como
a carreritas de patas cortas.
—{Carreritas de patas cortas? -pre-
gunté Romeo.-Mire, sefior Palote ~contest6, de
‘mala gana el ciempiés-, si hay algo que
conozco en este mundo es el ruido de
{as patas cortas... jComo que tengo cien!
‘Toda mi vida he vivido entre ciempi
y siempre han existido muchos nifios
insoportables corriendo por el vecindario
y metiendo bulla con sus patas cortas.
Romeo, asombrado por el mal humor
del ciempiés, le pregunté:
No serfan, entonces, algunos de
os los que usted escuch6?
iA esa hora? ~dijo el ciempiés-,
ilmposible! En esta ciudad somos muy
espetuosos con la educacién de nues-
tos hijos; nadie dejaria que los nifios
anden jugando por ahi a esas horas de
la noche.
Después de esta declaracién, el ciem-
piés decidi6 que la entrevista ya habia
terminado, y sin decir nada més se
Jevanté y salié de la sala refunfufiando.
Romeo siguié entrevistando insectos
durante un par de dias. En general, le
lo que ya sabfa: avanzada
lanoche, se escucharon cerca de la zona
conflictiva sonidos de tijeras cortando
y muchos pasos, al parecer, diminutos,
ue pasaban corriendo,
Decidido a aclarar lo mas pronto posi-
ble el misterio de los duraznos, Romeo
determiné que esa noche permaneceria
despierto para ver si descubria alguna
Pista nueva, Descansé en su alojamiento
y durmié una buena siesta para estar
Preparado para una noche en vela
Cuando anochecia, se puso un abrigo
yuna bufanda de tonos oscuros y salié
a recorrer las ramas cerca de donde
habfan duraznos que atin conservaban
sus pelitos.
Se encontraba escondido detras de
un trozo de corteza, cuando de pron-
to escuch6 unos murmullos bajitos yagudos. Sintié también el curioso ruido
de tijeras que le habia mencionado la
anciana abejorro. Decidido a intercep-
tara quienes anduvieran rondando, se
dirigié répida y silenciosamente a la
rama de donde venian los murmullos,
pero sus largas patas se enredaron en
tun nudo de la madera y al caer emiti6
tun fuerte ruido, Al segundo los chilli-
dos agudos acompaiiados del sonido
de pasitos se alejaron corriendo.Y cuando finalmente Romeo pudo
llegar al lugar de origen de la bulla,
descubrié un curioso durazno que pa-
cfa ser mitad pelado y mitad peluco,
Reunién en Ia cumbre
Con la informacién que habia obte-
nido de las entrevistas y de su propia
observacién, Romeo se reunié con
n Julidn, el alcalde, y con Federico,
4 quienes les expuso sus conclusiones
‘en un tono muy detectivesco:
Luego de un extenso anélisis de los
datos obtenidos, tanto por los testigos
«que ustedes me facilitaron como por mis
;propias observaciones de la noche pasada,
he llegado a las siguientes conclusiones:
|. Elfenémeno de la caida del pelo de los
duraznos no es por causas naturales;
algunos insectos estén involucrados
eneste problema.
Los culpables del hecho son insectos
de tamario pequefio y voces agudas.
‘Actiian en gran nimero.
' Deben contar con mandibulas pode-
rosas y set muy expertos en trabajar
con ellas, ya que a los duraznos perju-
dicados parece que, més que cortarles
el pelo, los hubieran afeitado.
“Con estos datos e investigando a los
habitantes del pueblo o de susalrededores,
‘ya deberfamos ser capaces de descubrir
quiénes estan detras del problema y cual
sla causa de este modo de actuar”.
Don Julian le pidis inmediatamente
a Federico que reuniera a todos los
miembros de la colonia para efectuar
una asamblea. En ella deberian ex-
ponerse estas pistas para que todo el
pueblo pensara a quién le cuadraban
las caracteristicas mencionadas.
Cuando todos los adultos estuvieron
juntos en el salén de actos que habia en
»‘4
Pong
la rama més lta de El Duraznero, Romeo
‘expuso sus conclusiones ala comunidad
Los bichos, muy indignados con que
alguien pudiera estar perjudicéndolos
de esa manera, pasaron mucho rato
discutiendo, conversando y tratando de
encontrar a los culpables. Sin embargo,
nadie era capaz de descubrir quién podia
reunir todas esas condiciones. Los grillos
de la madera tenian mandibulas pode-
rosas, pero eran grandes y de un intenso
color rojo. Los pulgones eran pequefios y
chillones, pero sus bocas estaban adap-
tadas para chupar los jugos de las hojasy
no eran cortantes. Las orugas de polilla
tenian las patas cortas, pero sus voces
‘eran graves y muy potentes; ademas,
siempre se movian muy despacio.
‘Cada vez que se proponia una es-
pecie, Federico miraba a Romeo con
cara esperanzada de que dieran por fin
con el insecto que andaban buscando.
»
Pero nuestro amigo permanecia im-
perturbable, convencido de que solo
encontrarian a los culpables cuando se
dieran todas las condiciones juntas. £1
estaba seguro de lo que habia escuchado
y ninguno de los candidatos se atenia
a sus conclusiones.
‘Cuando el grupo ya estaba cayendo
a desesperacién al no encontrar a qui
hacer responsable de los problemas, se
escuché una voz que trataba de llamar
la atencién de don Julian:
~iSefor alcalde! {Seftor alealde!
Don Julidn, haciendo callara la asam-
blea, dijo:
=; Quien es ese que insiste en llamarme?
-Sefior -contesté alguien desde el
fondo de la sala-, mi nombre es Va~
lentin Hormigén, soy un comerciante
{que junto a mis hermanos recorremos
todo El Huerto llevando mercancias de
un érbol a otro.Pa ger
= qué deseas, amigo comerciante?
~respondié don Julian.
~Sefiores, creo que puedo tener
informacién titil para aclarar este pro-
blema, Cuando nuestra caravana venia
legando a su pueblo, vimos muy cerca
aun termitero con mucha actividad.
He escuchado la descripcién del tipo
de insecto que estén buscando, y me
parece que las termitas se ajustan muy
bien a las caracteristicas descritas: son
pequefias, chillonas, de patas cortas y
todos sabemos que ellas son maestras
en el arte de cortar con sus bocas.
Inmediatamente y aunque no le
gustaba mucho este personaje que se
parecia tanto a las odiadas hormigas,
Romeo intervino y se dirigié a él, pre-
gunténdole:
~Sefior Hormigén, gpor casualidad
not si ese grupo de termitas estaba
muy inquieto?
~Si, detective, el grupo estaba efec-
tivamente muy alterado -respon
Valentin Hormigén-. De hecho, no
me pareci6 que estuvieran trabajando
en ningiin tronco 0 rama vieja cercana,
Se las veia agitadas y entraban y salian
de su colonia,
A Romeo, divertido con el titulo de
detective que le habian asignado, le
arecié que la informacién del hormi-
g6n era muy valiosa, porlo que decidi6
investigar al termitero a primera hora
de la mafiana.
La enfermedad de Ia reina
Cuando Romeo Palote lleg6 en la
‘majiana al termitero, comprobé que sus
habitantes estaban de verdad muy agi-
tados. Corrian hacia todas partes, tanto
asi que le cost6 un buen rato encontrar
a alguien con quien poder conversar.Pb ge
‘Cuando, finalmente, logré captar la aten-
ci6n de un anciano termita que parecia
estar tratando de organizar el desorden,
se dirigié cortésmente a ély le pregunté:
Seftor termita, noto que su colonia
esti en algiin tipo de problema. Un grupo
de alealdes de distintos pueblos-Arboles
me han encargado que investigue un
tema complicado en el vecino pueblo de
EI Duraznero. Aunque no esta dentro
de mis atribuciones, zhay algo en que
pueda ayudarlos a ustedes?
Sefior palote, efectivamente tene-
‘mos un problema muy grave en nuestra
‘comunidad —le contesté la termita--
Nuestra reina, que es la que pone todos
Jos huevos de los que nacen nuestros
habitantes, est gravemente enferma.
‘Aparentemente algo que comié le ha
producido fuertes dolores estomacales.
Estan fuerte el malestar, que lleva varios
dias sin poner huevos y esoes muy grave.
Para crecer, la colonia necesita tener mu-
chas obreras j6venes que vayan tomando
cel lugar de los que, como yo, ya estamos
viejos para poder mantener el ritmo de
trabajo.
Ante tamafio problema, Romeo decidis
investigar un poco sobre el origen de
la enfermedad y ver si asf podia ayudar
enalgo:
~Digame, sefiortermita,;saben ustedes
cémo se produjo la enfermedad de su
reina? ¢Hubo algin evento especial que
le provocara el malestar? Selo pregunto
porque, en mi calidad de Enviado Espe-
cial, tengo algunos contactos y podria
tratar de conseguir apoyo para ustedes.
-La enfermedad comenz6 poco des~
pués de que recibimos la visita de la
delegacién de El Hormiguero que esté
cercano a la Laguna de los Zancudos
“relaté el anciano termita~. Esta dele-
gacién nos visité con un encargo de su
asreina para tratar de que los ayudéramos
a quitarles frutas alos érboles para pasar
mejor el invierno. Nosotros somos un
pueblo honesto y a pesar de tratarlos
cortésmente, decidimos que no nos
gustaba la propuesta. jLas hormigas
no se fueron muy contentas!
Romeo, que detestaba a las hormigas
en general, pero més atin a esas, que
eran las que lo habian tomado prisionero,
empez6 a sospechar que ellas debian
estar involucradas en la rara enferme-
dad, porque eran muy vengativas con
Jos que no las ayudaban.
=&¥ qué han podido hacer para ayudar
a Su Majestad? ~pregunt6 tratando de
buscar una solucién.
~Nuestros curanderos encontraron un
remedio que, aunque no la ha sanado,
ha servido para que no siga empeoran-
do. Si ella toma varias veces al dia un
jarabe de pelos de durazno disueltos‘n pulpa de madera, los dolores se le
alivian por un rato. Pero aun asino tiene
la fortaleza para dedicarse a la crianza
-le respondié el viejo.
Romeo se sorprendié, ya que al tratar
de ayudar al termitero habia dado con
la razén del fendmeno que afectaba
a los duraznos. Si lograba, de alguna
manera, ayudara la Reina de las Termitas,
resolveria ademas otros dos problemas:
se acabarian los duraznos pelados y
‘desenmascararfa alas odiadas hormigas
y sus perversos planes.
Le pidié entonces a las termitas que
enviaran a un mensajeroa El Duraznero
para pedirle a Federico que se contactara
"urgente con Jorge Matapiojos o alguno
de sus parientes. Habia decidido viajar
rnuevamente donde la Vieja Arafia, que
era curandera aparte de bruja, para
cexplicarle el caso y pedirle un remedio
para la reina.
A.los pocos minutos Jorge Matapiojos
y su primo José aterrizaron en medio
de una gran polvareda
—Romeo, tu mensaje parecia muy
urgente, asi que decidimos venir los
dos por si necesitabas més capacidad
de carga.
~Gracias, Jorge y José ~dijo Romeo-.
Debemos llegar urgente a El Peral de
la Arata. La reina de esta colonia esta
muy enferma y tenemos que ayudarla
~Y como sabia que Jorge odiaba a las
hormigas tanto como él, continué~:De
acuerdo a lo que me dijeron, me temo
que haya sido envenenada por orden
de la reina de El Hormiguero que am-
bos, desgraciadamente, conocemos,
Creo que la vieja bruja serd capaz de
encontrar un antidoto para el veneno
ycon eso resolveremos el problema de
las termitas y, de paso, se terminaré el
corte de pelo de los duraznos. Ademés,si ella demuestra que las hormigas son
responsables de esta barbaridad, podria
mos conseguir la aprobacién de varios
rboles para expulsarlas de El Huerto.
‘Con Romeo montado en su lomo, Jorge
-volé rapidamente hacia el refugio de la
Arafia. Dieron un rodeo hacia el sur de
la laguna, para evitar cruzar el érea del
hormiguero, y ya en la tarde lograron
aterrizar en una de las ramas del peral,
‘ca de la cueva de la Arafia. Romeo
pidié que lo esperaran y por segunda
‘vez en su vida entré en ese lugar lleno
de extraiios olores y pociones. Golpe6
a la puerta y casi se muere del susto
cuando le contestaron:
“Adelante, mi querido muchacho,
‘estaba esperéndote para que me lleves
donde las termitas; los sintomas de la
reina me parecen conocidos y tengo
lista mi maleta de cola de lagartija, con
todas las pociones que podria necesitar.
Romeé estaba impactado. {La bruja
debia ser también adivina!