Alianza Ensayo
Daniel Balderston, David William Foster,
‘Tulio Halperin Donghi, Francine Masiello,
Marta Morello-Frosch, Beatriz Sarlo
Ficcién y politica.
La narrativa argentina
durante el proceso militar
Alianza Editorial / Institute for the Study
Buenos Aires of Ideologies & Literature
Madrid University of Minnesota108 Ficcién y polities, La narativa argentina durante el proceso militar
las variantes de este cinismo con un fuerte cono de joda, de carnavaliza-
ibn, que los hace pertinentes para este inventario, Los reventados, publi
‘ado originalmente en 1973, tenia mas resonancia en su versiin de 1976,
¥ la serie inaugurada con Carne picada (198 1) procuraba un extenso pano-
Tama de la época. También habrfa que mencionar el Cuaderno de Oberdin
Rocamora (1977), la no muy feliz actualizacion de la Optica de las agua
fuertes arltianas. Carezco de informacién sobre una versién totalmente
‘carnavalesea correspondiente al periodo del Proceso (aunque las hay antes
Guia de pecadores (1972) de Eduardo Gudino Kieffer— y después ~Ba-
zar de 0,95 (1984) y Kermese (1985) de Geno Dfaz)~ y-tas malogradas
tentativas de Asis, por supuesto, dicen mucho sobre las condiciones de ex-
presién entre 1976 y 1983.
mm,
Evito cerrar este informe con una lista de otros escritores cuyas obras
debiera 0 quisiera analizar, La critica sobre la literatura argentina siempre
‘oscila entee la desesperacién provocada por la enorme produccién editorial
del pais, aun en los peores momentos econdmicos y politicos, y una acti
tud que tiende a descartar casi todo como efimero y torpemente imitativo,
El simple hecho es que muchas obras maestras de ln novelistica argentina
son el fruto del exilio y hay que aceptarlo como uno de los datos singula
tes de la cultura nacional. Pero las novelas publicadas dentro de la Argenti-
nna durante el decurso del Proceso no pueden ser desdeniadas como textos
lncrados por la imposibilidad de una expresion adecuada de la vida nacio
nal, Si, indudablemente, muchos adolecen de una profunda ambigiiedad
proveniente de las circunstancias de Ia escritura y la edicion bajo la tirania,
‘pero hay mucho valor, en los dos sentidos de la palabra, en el mero hecho
de haber querido sostener la funcién social del novelista bajo el estado
terrorista
EL SIGNIFICADO LATENTE EN
RESPIRACION ARTIFICIAL DE RICARDO PIGLIA
YEN EL CORAZON DE JUNIO DE LUIS GUSMAN
Daniel Balderston*
Con respecto a su supuesta posiion provisions, fa nueva junta militar
argentina en 1976 se Iamé a si misma “Proceso de Reorganizacién Nacio-
nal", un nombre que la gente redujo con exquisito sentido de la ironiaalde
“Proceso”. Este nombre recordaba inevitablemente al munio literario
de Katka, en el eval aun cuando las normas nunea son explicias, todos
sufren sus consecuencias.
La literatura influida por el “Proceso” he sido bisicamente de dos
clases: la acusatoria, publicada fuera de la Argentina durante los anos de
Js dictadura militar (0 tatdfamente en visperas de las elecciones de fines
de 1983), y de otra clase, mis dificil de claificar y de leer, pubicada en
la Argentina durante los afos el “Proceso”. pero que escape a la atencién
de los censores debido a una serie de técnicas que intentaremos dilucidar
agus, Las dos figuras mas importantes de esta segunda eorriente son Ricar-
‘do Pigs y Luis Gusman, j6venes novelistascuyas respectivas novelas, Res
pirecion artificial (1980) y Bn el corazén de junio (1983), obtuviron
Sucesivamente el Premio Boris Vien, un premio para novelistas serios no
tomados en cuenta por los premios nacionales oficiales. Ambos textos son
obras de vanguardia de gran virtuosismo, escritas de un modo fragmentado
¥ alusivo tipico de cierta tradici6n narrativa dol siglo XX. La difieultad de
los textos constituye un desafio que vale la pena enfrentar, sin embargo,
‘debido a la intensidad de la meditacién de ambos novelistas sobre Ia histo-
ria y la sociedad argentins, y como parte de una larga tradicién de lo que
Univeridad de Tulane.no Ficcign y politics. La narrative avgentina durante el proceso militar
podria llamarse Ia literatura del silencio. Al principio de sus carreras Piglia
y Gusman estuvieron estrechamente asociados: Piglia escribié Ia introdue-
‘ion a la escandalosa (y durante mucho tiempo censurada) novela de Gus-
man £1 frasquito, En afios recientes, sin embargo, actuaron en diferentes
y exclusivas esferas de influencia. Gusman fue uno de los directores de
Sitio, una revista que se caracteriz6 por sus extravagantes ya que no impe-
netrables criticas de las obras de Piglia,! Borges y otros escritores. Sin em-
‘argo, sus diferencias recientes no ocultan una comunidad de esfuerz0s,
En el primer nimero de Sitio, dedicado al examen de la censura, el artfcu-
lo principal es una reimpresion parcial de un ensayo que aparecié por pri-
‘mera vez en inglés en 1941, “La persecucién y el arte de la escritura”” de
Leo Strauss.
La elfsica declaracién de Strauss sobre la dinémica de la escritura y la
lectura entre lineas es una introducci6n tit a las novelas de Piglia y Gus-
rman, Strauss escribe:
La persecucibn... da lugar a una téenica peculiar de escritura,
yy de esa manera a un tipo peculiar de literatura en fa cual la ver-
ded sobre todas las cosas cruciales es presentada exclusivamente
fentre lineas, Esa literatura no se dirige a todos los lectores sino
‘solamente 8 aquellos dignos de confianza e inteligentes(p. 25).
Las téenicas especificas mencionadas por Strauss como itiles a ese
“tipo peculiar de literatura” incluyen “oscuridad del plan, contradicciones.
(y) omision de nexos importantes del argumento” (p. 31). Si bien esta des-
ccripcion pareceria abarcar el conjunto de la eseritura experimental moder
na, Strauss aclara que se refiere especificamente a esos claros, esas contra-
Gicciones y oscuridades que tendrian un significado particular para un lec-
tor alerta y disidente del tiempo y el lugar en cuesti6n. Escribe:
Solamente es legitima Ja lectura entre Iineas que arranca. de
tuna consideracion exacta de las declaraciones explicitas del autor.
E] contexto en que ocurre una declaracion, y el cardcter literario
de toda la obra asi como su plan, debe ser perfectamente com-
prendido antes que una interpretacion de ta declaracién puede
pretender razonablemente ser adecuada o siquiera correcta (p. 30)
El desaffo, entonces, consiste en captar tan exactamente como sea
posible tanto el mensaje explicito como el implicito, para entender asi los
T Reseha de Jonge inkls de Respiacion orti/ile de Pgla en Sitio 2. Un examen
més serio de esta novela, desde un fngulo muy diferente del mio, esol de Roberto
Echaverten “La Wterariedad: Respbecion artifical de Ricardo Pils”. Véase también
ln entrevista con Pils en Encuesta al literatura argentina contempordner, en el que
‘Genorina ala iteratura “un arte de To npifcto™(p. 163),
El signiticado latente en Ricardo Pili y Lals Gustan um
instantes precisos en que ocurren Jo que podriamos llamar las “maniobras
el eédigo”.
Pierre Macherey también nos pone sobre aviso en lo que respecta a las
dificultades que entrafa “leer” el silencio de un texto, y en To que respecta
ala importancia de la tarea, Macherey escribe:
El discurso del libro proviene de cierto silencio, un asunto al
gue dota de forma, un terreno en que traza una figura. Asi el li-
bro no es autosuficiente; esti necesariamente acompanado por
cierta ausencia, sin la cual no existiria. Un conocimiento del libro
ddebera incluir una consideracion de su ausencia(p. 85).
Y aflade: “El silencio revela al discurso salvo que el discurso revele al silen
cio", y llama a e505 “dos métodos de explicacin en que se recurre alo
latente 0 lo oculto (que) no son equivalentes”:
cl segundo... concede menos valor a Jo latente, puesto que se
‘manifiesta una ausencia de discurso mediante el discurso ausent
La primera imagen es la més profunda, en cuanto nos permite
recuperar la forma de la segunda sin verse atrapada en una mec
nica problemética de transicion: al ser un medio necesario de ex-
Dresidn, este terreno de silencio no pierde su significacion, No et
el nico significado sino aquél que otorga significado al significa:
do... Lo latente es un recurso intermedio: esto no significa rele-
garlo a.un segundo plano; significa meramente que lo latente no
otro significado que finalmente y milagrosamente disipa el
significado primero (manifiesto). Asi podemos advertir que elsig-
nificado esti en la relaci6n entre lo implicito y lo explicito, no en
uuno 0 en otfo...(pp. 86-7).
Tanto Macherey como Strauss, pues, nos advertirin que leyésemos las
lineas, de un lado a otto entre lo explicit y lo implicit. Las metdforas
~explicito ¢ implicit, manifesto y latente~ aluden incesantemente a lo
exterior y lo interior del texto, y mientras reconocemos la naturaleca figu-
rativa de esos nombres con respécto al significado textual podemos admitir
Ja importancia de las ideas que denotan, puesto que ésta srven para ani
‘mat nada menos que el discurso humano en la historia.
La dedicatoria de RespiraciOn artificial dice: “A Elias y a Rubén, que
me ayudaron a conocer la verdad de la historia? En espaol contemporé-
neo esta frase ~"la verdad de la historia"— al comienzo de la novela pare
ceria como una renuncia del autor que reconoce que su historia proviene
de segunda o tercera mano gracias alas personas nombradas. Otralectura,
sin embargo, més compatible con la totalidad de la novela, interpretaria
2 Piglin me informé recientemente que el Elfas y el Rubén de la dedicatorla son
dos de los miles de desaparecidox.12 Flccién y politica, La narativaagentina durante el proceso militar
Iistoria en sentido literal en espaol, afirmando asi que hay una verdad en
1 ston, una ardad gus (ono pls sstn de congcer en verde
saber) puede ser conocida parcialmente en ver de cabalimente.” La dedicato
ta de iin ambien vet un derecho ace a veded de ik
oria universal 0 a una historia mas especfica (probablemente argentina]
so smbigteed stan els mvela, qu es Ta er una coerce
specifica de la Argentina y un examen abierto de la cultura historia,
flosofia y literatura del mundo occidental :
En Respiracin artificial el acceso a la verdad es siempre parcial y frus-
trate Las tes pinclplsperonales son todsinslectunles. qo nen
poco que mostrar de sus obras. Renzi, el narrador, es un joven escritor
frustrado, un novelista que no esta satisfecho con su primer libro y compo:
ne su segundo libro con un compendio de pensamientos, conversaciones,
, documentos fragmentados; la novela (su artefacto) es una conse-
nis bin osc Elo de Renz, Mages un istorador usta
‘una contrahistoria de los conflictos de In Argentina del si
x, centre no tn Rosso Suunto no enone Aur naga
atrapada en el medio, un agente doble y finalmente un suicida, Enrique
Ossorio, a quien Maggi considera como simbélico del pais en su totaidad,
ya sa como proyecto ut6pico (Alberdi, Sarmiento) o como ial naciona
Tita (Rosas). Tardewski, amigo de Maggi, un exiliado polaco basado ev
dentemente en Witold Gombrowicz, es un flbsofo cuyas ideas sobre D
cartes y Hier, Witgestln y Kafka son fasinantesmntas ls expone
fralmente, pero le resutan imposibles de desarrolar en forma impresa (la
vez que publi parte de su teor'a, poco después de su legada ala Argent
na, sitio lo absurdo de su situacion cuando vio que su apelido hal
mal esctito en la parte superior de la pigina pero no pudo leer el articulo
tnismo en su version espafiola. Renzi, Maggi y Tardewski comparten el
ddon de la improvisseién oral y una incapacidad para desarrollarplenamen-
te sus kdeas en forma impresael libro esté hecho de sus intentosorales por
expres a verdad pero aunes la verdad enteramente revelada. En realidad,
bos tes nombres presen es parversos ens ncliaclons inlets,
ido Io heterodoxo, el testimonio seereto suprimido que es excl
Se over fal y ue conta Verda eid, Sus nsw
ciones de que existe otra version de la histori, fa verde isto
Sirchton stesenun cone cone demplo aus dan como tes ines
tales fracasados: es decir, ol individuo puede no lograr decir su verdad
pero su fracaso nos permite vslumbrar parte de ela y los tres ejemplos
Particulaes, al permitirnos viskumbres de diversas parcelas de la verdad par-
3 -Sobee hiroriavéase et interesante atfeulo de Wardtopper so "
Lee lode Wardroppersobxe Cervantes: "Don
1 spifieado atnts en Ricardo Pg y Las Gasman u3
cial, pueden acharar la nocion de verdad histies,aportando une imagen
Gtenclalde la Argentina como idea metaffsicay realidad historia
Lae relatos de los tres protagonistas sobre la verdad secreta son oscur
cidos por otras visiones sobre qué secetos puede encerar la verdad. El pet
senaje mis vago de la novela es el censor del siglo XX, Arocen, que inter
Sepia cartas escritas a Ossorio a mediados del siglo pasado, y trata de
crest en ells verdades secretas y subyersivas. (Ossorio es consciente de
{Que Arocane le su correspondencia, y prapone uns oscura novela ut6pica
iedsdn en epistolas censuradas del futuro). Un ejemplo del método de Aro-
waste Osrorio recibe una carta ininteligible en la que se menciona escrtores
canes mericanos contemporaneos como Donald Barthelme y Grace Paley,
sein encvento fortuito en Nueva Yorks después de varias horas de trabajo,
J Miter reduce a carta a un mensaje criptico de “Raquel” en Nueva York,
ue amuncias ‘No hay novedades. Espero el contacto” (p. 124), Después
SR Sauir aplicando téenicas de desciframiento, la carta queda reducida 2
oe aa crbeién: "Raquel leg a Ezeiza el 10, vuelo 22.03” (p. 125), que,
ane ja posterior reduction de “Raquel” a “Aquel” aparentemente se ree
ser aegreso de Pers en 1973.* Sin embargo, el trabajo de Arocena, por
Tfeenteso que sea, no puede ser considerado sino e de un paranoicocvan-
se iho reflexions en el hecho de que esté leyendo cartas dirghdas a un
fomabee que murié en Chile en 1852. De igual manera, Maggi insste en la
itoportancia de Ossorio como figura historia simblica al menos parcial
sree debido a les deliantes visiones del futuro (nuestro presente) que
Thane Ossori, considerando la vida excéntrica de Ossorio on testimonio de
Toque lama el reverso de fa historia” (p. 35). Es deer la verdad como es
waite vslumbrada’” es lo que esta ausente, lo que est suprimido w ocul
ae io que no estéexpresado en un documento histico 0 fieticio, Esta
GReora, excéntrica opinion sobre Ia verdad hist6rica coexiste en Ia novela
Gan el ejemplo de los tres personajes principales, cada uno de fs cuales
Soo reedad de fa historia” (p. 77). Aqui Piglia se aparta de sus decla~
fale tmaestros en la literatura argentina, Borges y Ark, y se acerea® Bian-
‘que eserbi6 en Las rags: “Acaso la verdad sea ta rica, tan ambigua,
$ preside de tan Ios nuestra modestas indagacones humans, que todas
1 interpretaciones puedan canjearse y que, en honor ala verdad, lo mejor
wsbadames hacer es desir de inoewo propésito de leans, Pigs
sssP personajes no dessten del intento de determinar la verdad, peo sus
2 easier de alcanzarla atestiguan, segin Ia frase de Bianco, le nocion de
aris verdad preside nuestro mundo desde un lugar roto, quia finak
‘mente inalcanzable
ZDaT a Marta Morello-Frosch ta informackin de que “*Aquel” era na mancre
veda de referse a Porn en el periodo previo a su regreso del exio14 Ficcién y polftica, La natrativa argentina durant el proceso militar
La paranoica lectura que Arocena realiza de Ins carta ditigidas a Osto-
rio apunta dentro de la novela ala necesidad de una lecture mas suti entre
lineas, al hecho incuestionable de que Pigli ha escrito entre Iineas. La no-
‘ela de Piglia, por su tono elusivo, que se contradice a s{ mismo y por su
Aproximacion fragmentada de la verdad sugiere de una manera muy pode
rose ba presencia de la"persecucién o un estado mental inquisitorial en el
pais en que fue escrita, y muestra cimo un escritor ingenioso puede eludir
alos inquisidores.
En su primera carta a Renzi, Maggi escribe: “Hay que hacer la historia
de las dertotas” (p. 18). Pigla y sus personajes consideran su tarea como
ta de soportar un doloroso testimonio que contradice la gloriosa versién
‘convencional de ls historia argentina, una versi6n que no puede sino resul-
tar més dudosa que nunca después de los acontecimientos de los iltimos
‘aflos. En la misma carta Maggi se refiere a Joyce como un hombre preocu-
ppado por un problema dnico: c6mo narrar los hechos reales (p. 20). Junto
‘con Joyce, Piglia insistir‘a eit que la mejor manera de decir a verdad sobre
los hechos reales.no es necesariamente la mis directa. Al hacerlo se aparta
de otros escritores de:su genoracion como Jorge Asis y Osvaldo Soriano,
‘para quienes la narraciOn testimonial o picaresca del pasado reciente tiene
la virtud de dar una visién del pasado y de las realidades actuales aparente-
mente cruda, directa, si bien como tales sus versiones deben sufrir el incon-
veniente de ser visiones de la historia no mediatizadas, Piglia propone una
version mediatizada de la verdad historica, Su interés en la historia argen-
tina del siglo XIX es compartido por novelistas argentinos de los dltimos
aflos tan diversos como Enrique Molina en Una somibra donde suefa Carn-
a O'Gorman (1973), Marta Mercader en Juanamanela mucha mujer
(1980) y César Aira en ma, Ja cautiva (1981), Si bien dos de los novels
tas mencionados experimentan con lo que Borges denomina el anacro-
‘nismo deliberado, (p. 450), Mercader al insertar ideas feministas contem-
pporineas en su narracién de la historia de Juana Manuela Gorriti, y Aira
al hacer que los inidios pampas discutan las ideas marxistas de la plusvalia,
ninguno de ellos logra la riqueza del relato alusivo de Piglia del fracaso de
las ideas ut6picas y_ nacionalistas en la Argentina, tanto en el presente
‘como en el siglo pasado, o la fuerza de evocacién del doloroso pasado y de
las realidades aetuales. Su lectura 0 escritura salteada de la historia argen-
tina es una historia de derrotas y frustraciones, pero también, debido a su
misma lucidez, de alguna esperanza
Unas palabras sobre el titulo: a respiracién artificial nunca es mencio-
nada en la novela, de manera que el significado de Piglia debe ser lefdo en
tre ineas. La frase misma, respiracion artifical, sugiere un acr6stico apro-
ximado de Repiblica Argentina. La respiracién artificial es una técnica
El significado Intente on Ricardo Pigliay Luls Gusman ls
para salvar a aquellos que no pueden eespirar por su cuenta la vida s insur
flada en ellos por otro. Piglia pareceria considerar su misin como novels
ta Ia de insuflar vide 2 los muortos y los agonizantes en la Argentina: dar
voz a los desaparecidos,insuflar vida en el pasado. La metéfora es desespe-
raa pero apropiada.
Piglia, pues, utiliza una estructura abierta —inicialmente la de wun inter-
cambio de cartas, y més adelante la de un didlogo infinito~ para referise
2 una serie de t6picos que no son, que no pueden ser, tratados de manera
ris directa. La escala de referencias es vasta, pero la estructura narrativa
risa es mis bien compacta. El lector, al identificarse con Renz, espera
constantemente que Maggi se manifieste, y el suspenso producido por la
perpetua postergacion de este hecho da tension y coherencia a libro. Si
Maggi es, como se sugiete ticitamente, otra victima’mis de la violencia
policial, el intento de su sobrino de prestarle une vor en la narrecin es
entonces mucho mas urgente
La diferencia entre la novela de Pigla y la de Gusman es instructiva
or las diversas maneras de presenta e significado latente: En Piglia obser
‘amos una estructura narrativa bien definida (0 cerrada) que se abre exte
Tiormente por medio de la alusiOn, ya sea Iiterara,flosica, hisrica 0
politica, En cambio, la narracién de Gusman aparenta sec abierta en su
Estructura, pero‘¢s més bien limitada en su alusi6n, pues tanto el autor
‘como us eiticos se refieren a una mitologfa personal bien definida en su
‘obra.? Dentro de esa estructura mis svelte el autor proporciona ideas mis
claras sobre el eer entre lines.
Una novela anterior de Gusman, BI frasquito (con un prblogo de
alia) refiee el azesinato de un mellizo, enterrado secretamente en la tumba
de Gardel en el cementerio de la Chacarta en Buenos Aire. Prohibida por
inmoral, tambign refiere el regalo que un cantante de tango fracasado hace
a su amante de un tubo de ensayo que contiene su semen. Gusman cuenta
Ia historia de la prohibicin del libro en su prélogo ala reedicin del mis
rmo en 1984, en que refiere su encuentro con uno de los guardianes de la
moral nacional y dice de sf mismo: “me he convertido, y no por la fatal
dad, en el personsje de Stevenson, en ese Dr. Jekyll, ‘no por haber inge-
rido el contenido de BI fraxquito sino por haberlo escrito” (p. 11). Tam-
bign comenta: “Hoy, que desereo de una literatura maldita que encuentra
su razon de ser en la intencionalidad, pienso que la historia de este libro
ste que ver con el lugar en que sus propias palabras To han situado™
~F Wiase is contratapa de En ef coroz6n de junio: “El ator etoma cic
personales’ —espirtiemo, leonograffas sagradas y profana
fometas~ oon el modo de relato de su primer libro: £7 fraquifo". En una entrevista
Gusman admite: "Uno sempre eserioe el mismo libro" (Encuesta, p65).6 Fieein y politica, La narrativa argentina durante el proceso militar
(p. 14). Esta primera novela fue seguida por Brillos (1975), Cuerpo velado
(1978) y la novela que aqué nos concierne, En el corazén de junio (1983).
Ademas de sus actividades literarias con respecto a su escritura y la revista
Sitio, Gusman es un psicoanalista asociado con la revista lacaniana Conje
tural y la Escuela Freudiana de Buenos Aiees.
En el corazin de junio es un texto dificil de resumir, ya que un rest
‘men implicarfa que tiene una historia y un significado determinados, lo
‘que no pienso que sea el caso. La novela se compone de fragmentos con
Uitulos, catorce en total si incluimos en esta lista la repeticién de uno de
los fragmentos més breves. Esos fragmentos tienen diversos narradores y
personajes, si bien los personajes de los suelos, fantasias, trances y relatos
de algunas secuencias aparecen directamente como personajes en otros seg-
‘mentos. Los primeros dos segmentos son los mas extensos: “El hombre de
Jos gansos", de unas noventa piginas, esti contado por el Sr. Flores, que
vive gracias al corazén que le transplantaron de un funcionario piblico la-
‘mado Cigorraga. Es seguido por un segmento con el titulo en inglés “Dark-
ness”, de, unas cuarenta paginas, narrado por el Sr. Soler, que busea a una
dama espafiola y es perseguido por su enemigo, llamado simplemente “el
Rubio”. El resto de la novela (unas ciento cincuenta piginas) consiste en
segmentos mas breves que corresponden a dos grupos: cinco fragmentos.
con el titulo comin “En videncia”, el primero y el illimo de los cuales soit
idénticos, y siete fragmentos que refieren los incidentes de
ese famoso 16 de junio contado por Joyce en Ulises, tam-
bbign el dia de 1955 en que Stanislaus Joyce murié on Trieste, mientras la
Fuerza Aérea en Buenos Aires bombardeaba la Plaza de Mayo como prelu-
dio de la “Revolucién Libertadora” de setiembre de ese mismo afio, (Debi-
do a las bombas, Gusman escribe el término joyceano “Bloomsday"). Esos
fragmentos de “Bloomsday" son narrados por Juan Rodolfo Wileock, un
eseritor aigentino que dejé su pais debido a su oposicidn a Pern y que
‘murid en Italia en 1979 mientras terminaba la traduccion italiana de Fin-
nnegans Wake: murié de un ataque al coraz6n, y fue encontrado varios dias
después con un libro sobre el corazén humano abierto en su regazo. La no-
vela de Gusman termina con Wilcock que espera “el rayo que atraviesa el
pecho, el que fulmina. El rayo solitario y terrenal, el quedo santo” (pp.
295.6): termina, como comienza, con referencias al corazon.
{a novela de Gusman est construida en torn a una serie de juegos, i
palabras. El titulo de uno de los segmentos, “EI hombre de los gansos”,
'Goose-Man”, se refiere al apelido del autor. De igual manera, el capitulo
“El camino del 200” juega con efecto grotesco sobre la diversas expresio-
rnes en castellano que utilizan a los animales para comentar la conducta
humana: “ligrimas de cocodrilo”, “mosquitas muertas”, “pez gordo” y asi
PT SR EAN
El signiticado latenteen Ricardo Piglia y Luis Gusman ny
sucesivamente (p. 273). Los incidentes del 16 de junio de 1955, en torno
ala Plaza de Mayo son descritos de esta manera:
‘Recuerdo que en las vias los chanchos estabai alborotados y se
paseaban de un lado a otro de la estacion..
El tio no tardé en volver. Durante el viaje de regreso conté cb-
mo los corderos corrian por la plaza y se quebraban las patas con-
tra los bancos de mérmol, Mientras tanto desde el cielo se ofan los
aritos de los gorilas que atacaban.
En la estacion no todos eran chanchos y gorila, ya que tam
bién habia un carnero pelirrojo (p. 235).
Una serie similar de juegos de palabras con el verbo lati culminan en la fra
se: “Asf es en estos latifundios en que un dedo en cruz es la seftl del que-
do santo” (p. 171). La falsa etimologis que hace derivarlatiundio de lati
remite a una palabra que no esti mencionada porque apunta al impulso
que anima al texto,® una palabra importante tanto para el psicoanilisis
como para la literatura: lavente,
El centro del texto consiste en una serie de enigmas que aparentemen-
te nunca son resueltos: ol mal cometido por Cigorraga que lo llev6'a donar
su coraz6n, lo que ocurrié a la dama espafiola, qué actos malvadbs han de
sof cometidos por la mujer que se aproxima a una iglesia en las visiones de
un trance, el secreto sobre Tolstoi que Wileock éspera encontrar en Ulises
¥y en los manuscritos de Stanislaus Joyce, y la relacion que existe entre las
diversas series de personajes y relatos. El texto propone dos medios de
dilucidar esos enigmas: le interpretacion de las visiones y steflos¥ la Iectu-
ta de los textos. Flores en el primer sogmento, por ejemplo, cuando no
puede averiguar nada sobre Cigorraga, propone dilucidar el misterio del
corazon donado leyendo libros cuyos titulos comienzan ‘con Ia palabra
corazon: Un coeur simple de Flaubert, Coraz6n débil de Dostoievsky, El
corazén de las tinieblas de Conrad. La lectura que realiza de es0s textos
sugiere en abyme una manera de leer la novela de Gusman, Comentaré aqui
su lectura del cuento de Flaubert
La lectura que Flores haco de Flaubert std centrada en dos leitimo
tive: el del coraz6n de Félicité y ol de sus relaciones con los péjaros. Cuan
os entos de 1a obra de Gusman siempre han observado su preferencla or los
significadosalusvosy ltentes on ver de Jos manifistos. Juan Carlos De Braslesrbe
‘Cuando ae toman los textos de Luis Gusman EI fesquito, rilos y Del muerto
sina avalaneha de sugerencias y desarollos parclales so precipita sobre el lector". Con
‘menos simpatfa, Nora Catel se rfirs.2£n el corazén de unto como a “este reguero
de ssociaciones libres que unen, zutcon »hilan ensoBciones de costurerta (muy pr-
Zximas alas inertadas en Pubis angelical de Manuel Pug) y sordos aldabonsz0s en I
‘cra grande dels iteratura". Sobre Bel corazOn de junio véase también los ato
tos de Antonio Oviedo y lorge Monteleone, ctados més adelanteus FFocign y politic La narativa argentina durante el proveso militar
do parafrasea a Flaubert reeseribe el texto de manera de llamar Is atencién
seeks esos leitmotive. Por ejemplo, Flaubert escribe que Félicité, cuando
ea la joven Virginie hacer su primera comunion, “avee imagination que
omnent los vrais tendresses, i ui semble qu'elle état elle-méme cetteen-
(08). Flores roescribe est fragmento de la manera siguiente
bile hostia. Bn ese instante Felicidad crey6 que en su pecho
infantil” (p. 58). El desenlace del cuento, en el cual Fél
‘Std invierte todo su amor en un p§jaro embalsimado, sugiee que ella siem
fre sitio una especial afinidad con los pijaros; por consiguiente, una sere
Ue acontecimientos apenas mencionados en el original adquieren gran in
portancia en la versién de Flores (y de Gusman). Flores escribe: "Necesito
Bralizar los hechos eseapando de las imégenes que el autor propone para it
juatificando a santidad de esa vida simple. Si haste hubo un erimen qui;
Mie, el hecho, de que la victima haya sido un ave no le resta importancia”
(p54). El erimen en.el cuento de Flaubert.es poco mis que una fantasia
(P Pakicité, que trata de esa manera de explicar la muerte del loro; en la
ovela de Gusman adquiriré una importancia trascendental. Més tarde,
Mando Féliité colocd el loro embalsemado en su cuarto, Flores cree que
Gin duda ella habl6 con el mismo: “Hablar con Luld (el loro) era como be
bins con el espiritu santo... Entonces, como yo sospechaba, ella hablaba
fom el loro” (ps 62). Al buscar un orden oculto en el.cuento, la sospecha,
Soab su propis verdad, una verdad que reside sobre todo en los “hechos
Gecupando de las imigenes”. Es uns verdad que el autor propone, pera que
Solovun lector como Flores expone: una verdad oculta. Desde luego, no es
aro si el autor intent6 (conscientemente o no) expresar esas ideas, 0 scl
SGrden sospechado esté en el texto de Flaubert en algin sentido eal, 0
Flores lo impuso en ese texto debido a su obsesién con el corazon donedo.
Como sugitid Macherey, hay dos tipos de silencio en un texto: uno que es
tuna ausencia de significado, otro que implica la presencia de un significado
Iateate (pp. 8687). Lo que el texto no dice: fo que oculta(y dice « través
de ‘sa silencio), lo que no puede expresar y deja como un misterio (que ni
Siquiera ol silencio puede expresar), Llamaré a esas dos clases de silencio en
fl libro de Gusman lo que esti borrado y lo que es legible (o més suscints.
mente en espaftl, lo borrado y lo borvoso). Las porciones borradas del
texto pueden ser lienadas por el lector alert; las porcionesilegoles perma
necerin en el dominio del enigma, en el corazén de las tinieblas.
Tas borraduras en la novela de Gusman se-refieren al contexto ist6ri-
o y politico en que fue escrta: En el transcurso del texto hay referencias
Sbetetvas a erfmenes violentos. Una frase que se repite varias veces en las
Sscenas de trance es: “esta tierra esté lena de delitos de sangre” (pp. 161,
316) Algunos de los muertos.duermen un suefio drogado en el fondo det
nar, adonde fueron arrojados desde el cielo. En las escenas de trance hay
SRN TERETE TTT
Er sigiftcade latente en Ricardo Pala y Luts Gus ne
un aterrador coche negro que sc deliza silenciosamente en as calles dela
seeeg En el relato de Soler hay un hombre santo, el hermano Jost, 2
Goien mihas personas "van a preguntatpor los euerpos families. arese
aie el hombre repte siempre lo mismo: “Veo agua, mucha agus FE apus 0
sre todo’, Sin embargo los visitantes insisten: "Donde estén los ever
pos? Donde estén Tos cuerpos?”” (p. 124), Pero sel signiiad® oculto de
Pos daciones parecerfa obvio es porque yo lashe juntado aqut: en el tex-
‘ory pargen digpersa ao largo de una srie de relatos aparentements ico:
xe apart lector debe buscar una ilacion (precisamente como se nos init
Mo que hicitramos en la lectura en abyme que hace Fores de Jos tins
Je tienen que ver con el corazin y asf como Wileock lo haes on Uses).
Fe ueton en este caso —los erimenes sangrientos y las preguntas iniston-
ca isete victimas y vitimarios~ se refiere a circunstanchs extratextuvies,
te poet Falcon de los fuerzas de represiOn, los eaddveres arrojados al Rio
Pete Plata desde aviones y helicopteros, las gestiones de bens corpus
“Tamara Kamenszain escribe en su libro Bt texto silencioso:
fuerza mayor (en 108 Iiinites casi vergon-
Cuando Ge mpone la realizacion de un deseo) la antocensura se
ranetonna en esa circunstancia donde To hermético coincide son
repsicnitido, Circunstancia en-la que el'desco de “decir10 que
R.RicT tiene que pasar por los filtros tortuosos que impone
JP enlgontrar alli formas nuevas de burlaslo. Asi surgen textos
eit Vata enfrente del habla, all donde el silencio excite ge
ive Se go. que para la conversacion ~para la censura imperante—
no se entiende (p. 39).
Hasta aqui los elementos herméticos
ia variedad legible. Porque es un texto
censura (de todos modos muy atenuada a
cera (itdo 2 pocos lectores.El"silencio excito” en el texto de Gusman
habri ho mis hermético que el de la novela de Piglia, que a pesar de su
¢s rMlajeva fragmentari tiene la continuidad de un didlogo digresive ¥ =
ata terrumpido. Las borraduras en la novela de»Gusman son lepities
ee en un palimpsesto, a bien habri de requert considerable pacientia,
aor embargo, las zonas borrosas en el texto-de Gusman son de un
idad, Si las borraduras en El corazén de junio
er nivel de la palabra, lo borroso en él esté més bien
Cuando se escribe por
cen el texto de Gusman pertenecen 2
“dificil sin duda pas6 inadvertido ala
‘mediados de 1983) pero también
erie vel Gel capitulo y de la aticulacion entre segmentos. ;Cufles son
tra noxos entre los diversos segmentos?’ {Flores logra deseubs
final? {Qué le ocurre a Sol
el esto del texto? {Qué bus
ohtasen el texto hacen casi imposible lerto como una narracion, Y*
fector esté privado de la posibilidad
algo al
ler? ,commo se vinculan las escenas de trance con
ira Wilcock? Todas estas(y muchas otras)incég
que el
‘de encontrar un orden o un significado120 Ficeiny potitica La nerrativa argentina durante el proceso militar
en el mismo, Pero sospecho que ésa es precisamente Ia intencion de Gus-
shan: proponer un texto sin un significado determinado, que no encuentra
wu razon de set en la intencionalidad”. Un texto en el cual las borraduras
jndican que el sgnficado no esté en las palabras excita, en el cual lo bo-
rroso rugiere la imposbilidad de conocer Ia verdad. Flores sospecha que Ci
gormga un funcionario piblico, como ya he dicho- ha cometido un acto
wil y que el corazén donado oculta ese acto vil en tu propio pecho. Bien
puede oourrir que esa maldad esta relacionada con ln mujer en las escenas
Ge trance, con los asesinatos cometidos por el hombre jadeante, con todas
tas maldades que lenan ese lugar con hechos sangrientos, Culpa que nunca
ts enteramente entendida, que podefe ser mas que a culpa de algunos ind
Siduos, quiz4 esté mejor expresada en un texto borroso como éste, un tex-
to en que, como se-nos recuerda un par de veces en el transcurso de lan
fracion, "Todo esta velado" (pp. 278-295), En el corazdn de junio ¢8 un
fento que exaspera por su dificultad, pero el lector de Gusman no puede
fino percibir en el mismo To que un personaje llama "su desesperacion por
tserbir, por poner algo a salvo de la muerte" (p. 294.
Ea ambus novelas, pues, miltiples capes de significado son producto
dé un intento desesperado de expresar lo inexpresable. Pigla y Gusman
Son intensamente,consciontes de lo inadecuado del lenguaje (y de la ambi-
ffiedad del slencio), y eligieron una condensacién, una ambiguiedad y una
fragmentacién tortuosas para comunicar una verdad que no puede ser ex
presada directamente. Resulta interesante que ambos recurran @ métodos
para la prolongacion artificial de la vida humana ~trasplantes de corazén
J respiracion artificial~ como metéforas del acto de escribir.
Piglia-y Gusman, como otros escrtores en situaciones represivas de
tn historia humana; logran textos rcos, sugestivos mediante la atencién que
prestan alo multiplicidad de significados en el lengua y mediante téenicas.
fatrativas que interrumpen el mero acto de narrat. Si bien otras importan-
tes narraciones modernas como Ulises y Rayuela también wtilizanIa:fag-
imentacion y le ambigdedad, esos rasgos en fas novelas de Piglia y Gusman
‘oxigen une lectra espectficamente politica, ya que hay en elas indicacio-
net evidentes de que fos elementos reprimidos tienen que ver con la Argen-
tina del "Proceso".” Los rxgos que Strauss asociaba con la esritura codifi
Tr En unvavifcis sobre la poesta dela década del 70, Andrés Avellaneda firma
‘que-e. sane politic’ del perfodo tuvo por resultado una densidad creciente de expre-
‘cuenta que el fora del poema fuera o.no politico, Escribe: “La nue-
se tH do la palabra postica parece entonces derivar de un doble origen: por una
Tete ls Désqueda de otto nguse partir do las formas gartadas por el populism
rare ite, por otia part, la imposicign de [a realidad repzesivs, responsable aqui de
Bdobles det significado y del lengua segundo, del reflexion, ol cuidado y el etor-
ciniento” (0.4)
Sera
El significado ltenteen Ricardo Pgs y Lals Gasman 12
cada ~“oscuriad del plan, contradicciones, omision de importantes nexos
Get argumento'’~ estan presents, mientras quel necesidad de una lector
see desciara los mensajes latentesenté mostradn en abyme por el wo o>
ie de de personajes que estan ocupados en ler entre Leas. Bl igfiade
cucnte Ge Deno Io sgieren los juegos de palabras de Gusman— estéen el
ent imo. de esos textos; es su vida misma, Lectura y escritura deser
fan a la muerte y al silencio: Ia letra da vida.
Obras citadas
amirana, Cats y Suto, Bestia, Bnesta ai literatura arentng con
Altamiano, Cats gales, Centro Editor de América Latin, 1982,
eave, "bei, dotnet, Pos argentine] sees”, Teo
Avalineda, Ande pcs Nee Folge, 1 (1083), 1-12
Bianco, Jose, Los rates { Sombrassuele vestr. México, Siglo XX1, 1978
Borges, Jorge Luis, Obras completa Buenos Aires, Emect, 1974.
Cute, Nora, “Constur Ia novela”, Punto de vit, 6, 19 (1983), pp.46-47
De Bres, Jusn Carls,"“La mucrto compra sus méscaras en eI mercado" La
“Opinign Cultural, 10 de agosto de 1975, pS
Echavarron, Roberto, *La literaiedad: Regpirgton artifice! de Ricardo Pie
wnt Revista Iberoamericana, 49, 125 (1983), pp. 997-1008
Flaubert, Gustave, Oeurres completes, Paris, Club de I Honnéte homme,
1972
Gusinan, Luis, En ef corazon de junio, Buenos Ales, Sudamericana, 1963.
TE frasquit 9 otros relatos. Buenos Aires, Lepast, 1966.
sinkis, Jorge, reseha de Respiractén artificial. Sitio 2 (1982), pp. 25-26.
Kamenszain, Tamara, El texto silencioso. México, UNAM, 1983.
Macherey, Bie, A Theory of Literary Production. Traducsion de Geof
ey Wall. London, Routledge & Kegan Paul, 1978.
Oviedo, Antonio, rea de En el corazdn de unto, Brita 5(1983) pp. 71-
B.
alia, Ricardo, Respiecion artifical. Buenos Aires, Pomalre, 1980
Straus, Leo, Persecution and the Art of Writing, Glencoe, Iti, The
Free Press, 1952
Wardropper, Bruce, “Don Quixote: Story or History?” Modern Philology,
(63, 1 (1965), pp. 1-11