Allende El Mar Tenebroso

ALLENDE EL MAR
TENEBROSO
Contactos atlánticos entre el hemisferio
oriental y America antes de 1492
(Version corregida y aumentada)
Profesor Daniel Omar De Lucia
(Publicación interna de la catedra Historia Americana y Argentina I, de la

carrera de Historia del ISP Joaquin V. Gonzalez)
2012
Allende El Mar Tenebroso
“Siglos vendrán, en la tarda edad del mundo, en que el océano aflojará su

cerco y aparecerá la tierra en toda su grandeza; Tethis revelará nuevos
continentes y Thule ya no será el último término del mundo”
Séneca; Medea, acto II, verso 375.
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Hace mucho ya que la fecha de 1492 como la del “descubrimiento” de América por los
europeos ha perdido el carácter de hecho inédito que en pretéritos tiempos revistió en el
campo del saber oficial. Actualmente aquel primer viaje que condujo a Colon a las Antillas
sigue considerándose un importante punto de arribo de un largo proceso de adquisición y
circulación de saberes técnicos, científicos y geográficos que permitió a los países de Europa
occidental vincularse de forma permanente con el continente americano y comenzar su
colonización e incorporación a la economía-mundo. Pero si la empresa colombina sigue
marcando un importante punto de inflexión en el proceso de formación del mundo moderno,
hoy sabemos que esa centralidad radica en que marco la integración en la macro historia
mundial de un tipo de episodio que había sucedido varias veces antes sin adquirir la
trascendencia que tendría el viaje del marino genovés.
Amen de que han sido probados algunos contactos entre Europa y América en los siglos
precedentes a Colon, miles de teorías e hipótesis, serias y triviales, lógicas e ilógicas,
fundadas o arbitrarias giran alrededor de la posibilidad de arribos de hombres provenientes
del hemisferio oriental al continente americano desde la antigüedad clásica e incluso pre
clásica. En las siguientes paginas pasaremos revista a los debates y discusiones sobre viajes
a América a través del océano atlántico antes que Colon arribara a las Antillas en octubre de
1492. También nos proponemos analizar la forma en la cual las sociedades del viejo mundo
fueron creando distintas y sucesivas imágenes del océano infinito como un espacio
desconocido e inaprensible.
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América la isla más grande del mundo.
La masa continental americana se haya separada de resto de las tierras emergidas

continentales por dos grandes océanos: el Atlántico y el Pacifico.
Aunque en su extremo norte casi se toca con el continente asiático donde hace unos 35.000
a 40.000 años, según el actual estado de nuestros conocimientos, llegaron sus primeros
pobladores. Las distintas teorías sobre eventuales aportes
poblacionales por la vía transpacífica o trasatlántica se tocan con las hipótesis sobre contactos
Inter-oceánicos en tiempos proto-históricos e históricos. Y para comprender mejor este tema
tenemos que comenzar por diferenciar “migraciones” de “contactos”. Entendiendo a las
primeras como desplazamientos de grandes grupos humanos que se incorporaron de manera
definitiva a su tierra de adopción y entendiendo a los segundos como travesías que pusieron
en contacto a sociedades alejadas espacialmente produciendo un impacto de tipo cultural,
económico, artísticos, etc, pero sin cambiar de forma significativa la geografía humana de la
tierra que recibió a los visitantes.
América y las corrientes marínas de los océanos que la rodean
El tema de los contactos transoceánicos precolombinos se relaciona en muy pequeña

medida con el problema del poblamiento de América y, en mucho mayor medida, con el largo
y complejo proceso de desarrollo de las altas culturas americanas. Desde esa perspectiva
nuestro objeto de análisis es hijo directo del gran debate sobre las teorías del desarrollo
cultural que desde comienzo del siglo XX vienen agitando el campo de las ciencias sociales.
En ese entonces historiadores, arqueólogos, etnógrafos y geógrafos se dividían alrededor de
su adscripcion a las teorías “evolucionista” y “difusionista” sobre el origen de las culturas.
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Los evolucionistas partían de la base que existía una vía universal de desarrollo de la
civilización con etapas por la cual todas las sociedades humanas debían transitar. A hombres
iguales, problemas semejantes y respuestas semejantes a lo largo del planeta. Eso explicaría
algunos paralelismos notorios entre civilizaciones que surgieron en los puntos más distantes
del planeta sin tener que suponer contactos entre las distintas culturas. Por su parte los
difusionistas partían del principio que el camino hacia las altas culturas se había iniciado en
unos pocos centros desde donde se habían difundido los progresos culturales hacia otras
regiones. En su formulación extrema, el ultradifusionismo, se sostenía que existía un centro
único de donde nació la civilización en el mundo antiguo y de ahí se irradio al resto del
planeta. Es evidente que las hipótesis sobre contactos transoceánicos que se vendrían
produciendo desde hace milenios tienen una relación directa con la tradición teórica del
difusionismo y del ultra difusionismo. Concluyamos esta breve información sobre las teorías
del desarrollo de la cultura diciendo que la critica posterior ataco la excesiva rigidez de sus
formulaciones y tendió a calificar ambas escuelas como dos caras de la misma moneda de
una visión etnocentrista del desarrollo de la cultura. No obstante, la escuela difusionista, en
sus formulaciones mas moderadas, ha resultado mas agraciada que su contrincante por los
descubrimientos de la arqueología y la etnohistoria desde hace un siglo a esta parte.
Ceramica Jomon (Japon) Ceramica Valdivia (Ecuador)
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Una breve referencia a los contactos transpacíficos
Mientras las múltiples teorías sobre contactos trasatlánticos son objeto de fuertes
discusiones y controversias inagotables, existe un consenso bastante general alrededor de la
comprobación fehaciente de contactos transpacíficos entre Asia y América desde el primer
milenio antes de la era actual. Dejemos de lado las especulaciones sobre migraciones en
tiempos más remotos. El origen japonés de la primer cerámica americana en Valdivia
(Ecuador) en 3000. A.C.. parece definitivamente comprobado. Este vinculo entre el Japón
Neolítico y los Andes centrales puede calificarse como “migración” o como “contacto”?. La
mayoría de los estudiosos parecen inclinarse por la primera opción. En cambio debemos
encuadrar como contactos a las influencias de origen hindú, chino e indochino en la
arquitectura Olmeca en el primer milenio A.C, al descubrimientos de anclas de juncos chinos
del periodo Han (300 A.C.-200 D.C.) en California y de monedas chinas del siglo V D.C. en
la costa de Vancouver (Canadá). También las, un tanto más polémicas, menciones de los
anales chinos que hablan de la visita de monjes budistas a la costa de Fusang, como
denominaban al gran continente que se hallaba atravesando él pacifico. De la misma manera
parece demostrada la influencia de arte budista hindú, indochino e indonesio en las culturas
tolteca y maya del periodo medio (siglo VIII-XII D.C.). Mas controvertida es la hipótesis de
un viaje de circunnavegación del globo llevada adelante por un marino chino llamado Zheng
He en el año 1421. Se afirma que en esta trayectoria la flota de juncos comandada por este
almirante habría tocado tierra en varios puntos de la costa pacifica de América. No obstante,
según la opinión de muchos estudiosos, parece ser que los viajes de Zheng He fueron
travesias por el Indico y lo mas lejos que habrían llegado fue la costa de África Oriental.
En otro orden se acepta que en el proceso de la gran expansión sobre los archipiélagos
oceánicos distintos pueblos polinesios tocaron la costa americana a la que aluden en algunos
de sus mitos. Incluso toda una corriente de estudiosos defensores de distintas variadades de
la teoría de Paul Rivet del poblamiento americano se han dedicado a estudiar distintos
indicios de presencias polinesias en varios puntos de América (José Imbelloni, Canals Frau)
Hace varias décadas estos autores sostuvieron la teoría de que las huellas arqueologicas,
linguisticas, paleo botánicas y etnogeneticas de origen polineso debian relacionarse con una
poderosa oleada inmigratoria de origen transpacífico (Migracion malaya polinesia)
producida entre el cuarto y tercer milenio A.C. La variante propuesta por Canals Frau seria
la de una ola inmigratoria protagonizada por pueblos proto indonésicos, relacionados con la
población de Polinesia, entre 2000 y 1500 AC. Dichas migraciones habían sido impulsadas
por la corriente de Kuro Siwo que habría conducido a pueblos del Pacifico a la costa de
América del Norte y la corriente de Humboldt en dirección de América del sur. El actual
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estado de la cuestión tiende, mayormente, a no corrobar las hipótesis sobre migraciones

masivas. No obstante se acepta que si hubo presencias polinesias de distinta influencia y
entidad en la costa del Pacifico americano.
Clavas maories y clavas encontradas en la costa americana del Pacifico
Entre las pruebas arqueológicas mas clásicas se cuenta el hallazgo de hachas y clavas
polinesias en la costa de América del Norte (Vancouver, Nokta, California, Colorado) y aun
tierra mas cerca de los grandes lagos siguiendo los itinerarios de las migraciones de los
pueblos cazadores recolectores. Tambien en la costas peruanas y chilenas incluyendo el
descubrimiento de una clavas de factura polinesia en Malargue (Mendoza) estudiada por José
Imbelloni. Este estudioso, defensor de una teoria particular del poblamiento de América por
numerosas vias incluyendo la transpacifico, elaboro en las decadas de 1940 y 1950 una
hipotesis sobre contactos polinesicos con el Pacifico americano pensando particularmente en
arribos de navegantes maories provenientes de Nueva Zelanda y las islas Chatam, y de
algunos otros puntos de la Polinesia oriental. Imbelloni analizo, con particular enfasis, el uo
del termino mapuche Toki con que se designaba a los jefes guerreros con el termino
hononimo utilizado en Rapa Nui y entre los maori de Nueva Zelanda que significa Hacha. El
mismo termino designa dicho objeto entre la tribu yurumangui de la costa Pacifica de
Colombia. Autores mas recientes han insistido en la existencia de prestamos varios de
lenguas polinesias en el mapungdun de Arauco. Por su parte Salvador Canals Frau ha
sostenido la influencia de formas de monumentos de la isla de Tonga en varias construcciones
megalíticas andinas. Según estudios paleo botánicos serios la calabaza americana tendría un
origen asiático y habría llegado a nuestro continente por mediación polinesia. Mas
recientemente se ha afirmado que el Taro, variante de batata de Polinesia, tendría origen
americano mas específicamente andino. Según los expertos estaría demostrado que huesos
de gallinas del siglo XIV encontradas en el sur de Chile serian de origen polinesio. El tipo de
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canoas utilizadas por los extinguidos aborígenes Chonos de la isla de Chiloe tambien serian
productos de un préstamo cultural transpacífico. En 2010 se encontraron seis cráneos en la
isla Mocha (cerca de Chile) que según los paleontólogos son de nativos de Polinesia. Algunos
apresurados han vinculado este descubrimiento con posibles contactos maoríes con América
del sur. De la misma manera se ha afirmado que el sistema de escrituras de los indios Kuna
de Panama tendría origen en la escritura de las isla de Pascua. Tambien se ha procedido al
análisis críticos de los mitos polinesios para tratar de encontrar algun recuerdo semi
legendario de posibles contactos con América. En la isla de Tahiti existía un mito de la
creación al que se le ha dado una interpretación geográfica. El dios creador Ta-Roa-Teai
Etumu (“El gran tallo que engendra”) representante del principio masculino se habia unido
sexualmente a O-Te- Papad que representaba al principio femenino. Enojado Ta Roa con su
hembra la arrojo contra el mar y esta se dividió en fragmentos que formaron las islas del
Pacifico y un trozo mayor de su cuerpo formo un gran continente situado al este. Esta
mención a una masa continental situada al oriente del Pacifico seria una alusión al continente
americano. En su momento Rivet sostuvo que la saga del legendario viajero polinesio Anua
Matua reflejaba vagos recuerdos de posibles viajes a Galapàgos y la Costa de Perú y aun al
Estrecho de Magallanes. Se han señalado tambien numerosas similitudes entre estructuras
basicas del arte de las etnias de la costa oeste de América del norte, desde el sur de Canada
hasta Alaska con formas artísticas de Oceania y Asia sudoriental. Pero no todos los expertos
los consideran frutos de contactos transoceanicos sino como el reflejo de una raiz comun que
se remonta al remoto poblamiento de América, via el estrecho de Bering, por pueblos
provenientes de Asia. En general los esfuerzos de toda una corriente de americanistas (Elkon,
Heine Gelderen, Comas, Imbelloni, Canals Frau, etc) por demostrar los vínculos
transpacíficos con América no han contado con una tarea complementaria de partes de
expertos en la historia y arqueología de Oceania. La excepción principal a esta tendencia ha
sido el oceanista francés Jean Guiart que en su clásico libro Oceania presto atención a las
influencias polinesias sobre América.
Anclas Chinas encontradas en California
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Mapa de 1763 supuestamente copiado de un mapa chino del siglo XIV. En el aparecen América y Oceania
¿Si los contactos traspacíficos no son tema de grandes controversias, porque el tema de
los contactos transatlánticos sigue haciendo correr ríos de tinta y la continua aparición de
nuevas hipótesis? A nuestro juicio por lo menos una parte de la respuesta a este
interrogante se relaciona con que finalmente fue a través del atlántico, mas específicamente
Europa Occidental, desde donde se conquisto, colonizo e incorporo a América al sistema
económico mundial. El estudio de los contactos transatlánticos entre el hemisferio oriental
y el continente americano, así como de las infinitas teorías e hipótesis al respecto, implica
realizar un gran relevamiento de las sucesivas formas en las que el llamado “viejo mundo”
pensó, imagino y busco conectarse con el inaccesible mundo situado mas allá del mar
infinito.
Migraciones polinesias colonizando la cuenca del Pacifico
Teorías pre científicas, para científicas y pseudo científicas
Las discusiones sobre posibles viajes a América antes de Colon son tan antiguas como el
“descubrimiento” de nuestro continente por el marino genovés. El propio Colon en su
recopilación de relatos sobre antiguos viajes, en su estudio de la cartografía medieval y en
sus intentos de desciframiento de textos bíblicos y de los clásicos griegos y romanos, elaboro
distintas hipótesis sobre esa posibilidad. En particular Colon había prestado mucha atención
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a la información contenida en el Libro de los Reyes sobre los marinos fenicios del rey Hiram,
enviados por el rey Salomón al país de Ofir a traer maderas, sándalo y otros productos
exóticos. El Almirante estaba convencido que los fenicios habían llegado a extremo oriente
atravesando la mar océano tal cual él quería hacer. Como se sabe Colon descubrió un nuevo
continente que no estaba en sus planes. Pero a su muerte todavía no se había tomado
conciencia de ese hecho. El cronista jesuita José De Acosta escribiendo hacia 1590 cuando
los conocimientos geográficos habían progresado mucho en relación con los tiempos de
Colon escribió, a raíz de la identificación del Perú y otras parte de América con el bíblico
país de Ofir:
“La principal razón que me mueve a pensar que Ofir está en la India Oriental y
no en esta Occidental, es porque no podía venir acá la flota de Salomón, sin
pasar toda la India Oriental y toda la China, y otro infinito mar; y nó es
verosímil, que atravesasen todo el mundo para venir a buscar acá el oro,
mayormente siendo esta tierra tal que no se podía tener noticia de ella por
viaje de tierra, y mostraremos después que los antiguos no alcanzaron él
arte de navegar que agora se usa, sin el cual no podían engolfarse tanto.
Finalmente, en estas cosas, cuando no se traen indicios ciertos sino conjeturas
ligeras, no obligan a creerse más de lo que a cada uno le parece”(De Acosta,
José; Historia natural y moral de Indias; Cap XIII)
Como tendemos oportunidad de comprobar el clérigo indiano se caracterizaba por una

prudencia y moderación que no poseerían muchos modernos elaboradores de hipótesis
radicales. Los cronistas españoles de Indias tuvieron que lidiar desde pocos años después
del descubrimiento con la nueva realidad de este nuevo continente y de una humanidad que
no encajaba en los planes de la escolástica medieval. ¿Cómo incorporar a esta nueva
humanidad al esquema cristo céntrico con el que se pensaba la historia de Europa?
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Portada de la crónica del jesuita Acosta

Dejemos de lado la original teoría que el eminente cronista Fernández Oviedo expuso
en su Historia general y natural de Indias (1525) sobre que los antiguos iberos, de la
España pre romana, habían llegado a Indias en tiempos pre cristianos. Se trataba de un
obvio intento de legitimación, medio tirado de los pelos, de los derechos de la corona de
Castilla sobre el nuevo continente. Entrando a analizar tendencias mas generales
señalemos que buena parte de los cronistas-clérigos de la conquista adhirieron a la hipótesis
de una previa evangelización del continente en tiempos de los apóstoles. Basándose en
relatos tomados de evangelios apócrifos y en oscuras tradiciones orales elaboraron la teoría
que el apóstol Tomas, que se creia que fue el evangelizador de la India, había llegado al
continente americano y predicado el evangelio a los indios que siglos después habían
apostatado de su fe bajo la presión de gobernantes paganos. En ese plan los cronistas creían
descubrir huellas de la presencia de Santo Tomas en las leyendas de distintos héroes
culturales aborígenes (Quetzacoalt, Kukulkan, Bochica, Tunupa, Pay Zume, etc). Entre los
principales defensores de esta hipótesis se encontraron el Jesuita Acosta, López de Gomara,
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Sarmiento de Gamboa y otros. No faltaron también entre los cronistas de Indias quienes
revitalizaron el viejo mito platónico de la Atlántida, esa isla continente situada en el océano
Atlántico, sede de una antigua civilización que había sucumbido luego de un terremoto.
López de Gomara, Bartolomé de las Casas, Agustín de Zarate, Fernández de Oviedo,
Sarmiento de Gamboa y otros apelaron al recuerdo de la Atlántida, para imaginar un puente
que hubiera servido como corredor cultural entre ambos lados del Atlántico. Por oposicion
una generacion de cronistas de Indias mas tardios, formada por hombres que escribieron sus
libros entre fines del siglo XVI y principios del siglo XVII vieron con escepticismo
cualquier posible vinculo de la mitica Atlantida con el poblamiento de América: José
Acosta, Solorzano Pereira, Torres y Tordesillas, Juan de Torquemada, etc. Una de las
hipótesis que más partidarios contó entre los cronistas de Indias y muchos otros autores de
los siglos XVI y XVII fue la población del continente americano por las “tribus perdidas de
Israel”. Entre los sostenedores del origen hebreo de muchas de las etnias aborígenes
encontramos a Miguel Cabello Balboa, el cripto judío Aarón Levi Montezinos, el rabino
holandés Menashe Ben Israel, al soldado portugues Miguel Brandao, autor de una crónica
sobre el Brasil del siglo XVII y al obispo anglicano James Ussher, que fecho la emigración
de las tribus perdidas en 721 a.c. luego de la conquista de Palestina por el imperio asirio
Obispo Ussher
Otro de los defensores de la “hipótesis hebrea”, el teólogo andaluz Antonio Vázquez de

Espinosa, nos dejo, en su Compendio y descripción de las Indias occidentales, una muestra
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de la tenacidad con que se buscaba en la centuria posterior al descubrimiento comprender

los orígenes de la humanidad americana. A favor de su tesis sobre el origen hebreo de los
indios Vásquez de Espinosa despliega una gama bastante variada de argumentos: a) análisis
critico del antiguo testamento; b) información sobre el descubrimiento de objetos romanos
en America; c) similitudes entre vocablos de las lenguas indígenas y el idioma hebreo; d)
análisis comparados de las religiones americanas y la religión judia del periodo
veterotestamentario; e) similitud en las costumbres funerarias; f) datos tomados de la
toponimia americana; etc. Vásquez de Espinosa tambien pensaba en una migración a
América de grupos de hebreos que habían huido de la ocupación Asiría de Palestina en el
siglo VIII A.C.:
“En aquella ocasión muchos de los hebreos huyendo del peligro se fueron con
el Rey Tiraca a la Etiopía, otros por Egipto, pasaron al reino de Nubia que esta
en lo interior del África cerca del Nilo, donde nace el río Negro, llamado él
Grande, que corre de Oriente a Poniente por los reinos de Zafará, Gangará,
Saba, Mandinga y otros, y sale al Océano por el Reino de Cabo Verde por
muchas bocas, enfrente del Cabo San Agustín y Cabo Blanco. En estos
tiempos pudieron bajar por estos Reinos y en corta navegación buscando
nuevas tierras pasar a la parte del Brasil, Río Marañon, e ir poblando aquellas
tierras y habitándolas”(Vázquez de Espinosa, Antonio; Compendio y
descripción de las Indias Occidentales; Madrid, Historia 16, 1992; pgs. 80-81)
En este caso podemos señalar que estamos ante una hipótesis que no ha resistido el
análisis de la critica posterior pero que se presenta como bastante bien fundamentada dentro
del universo conceptual de su época.
En el siglo XVIII con el auge del pensamiento iluminista y los primitivos albores de las
modernas arqueología y antropología, la América prehispánica volvió a ser objeto de
distintas hipótesis sobre el origen de sus altas civilizaciones. Los naturalistas median los
esqueletos de indios americanos para buscar una filiación con tipos físicos del viejo mundo
y los filólogos estudiaban las lenguas de la América prehispánica para descubrir algún
tronco común con lenguas europeas y asiáticas. Entre ellos José María de la Condamine,
miembro de la expedición a Quito (Ecuador) integrada por científicos de la Academia
Francesa que intentaban medir el meridiano de la tierra (1735-1744). En 1746 Condamine,
en base a su experiencia americana, afirmo que el idioma quechua derivaba del hebreo.
Contemporáneamente sostuvieron hipótesis semejantes el jurisconsulto chileno Diego
Andrés de Rocha y el catedrático ingles Thomas Thorowgood. Aquí en la Argentina
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sostuvo la hipótesis de que los hebreos habían poblado América en la antigüedad, el

historiador y novelista Vicente Fidel López, quien también llego a sostener en un libro
publicado en 1871 que el griego era la base de la lengua quechua, el náhuatl y otras.
Charles María de la Condamine
No fueron estas las únicas teorías precientíficas sobre antiguos contactos trasatlánticos
En el siglo XIX aparecieron hipótesis al respecto ligadas a formulaciones de tipo religioso.
Principalmente grupos fundamentalistas protestantes de Estados Unidos que a través de
febriles lecturas de la Biblia intentaban demostrar que los anglosajones habían estado en
América antes de los indios y grupos teosóficos y espiritistas que intentaban explicar los
elementos comunes a las grandes religiones de todo el orbe por medio de contactos
desconocidos en los orígenes de la civilización. Tal vez la mas elaborada de estas teorías
sea la contenida en el Libro de Mormon que Joseph Smith, el fundador de la Iglesia de los
Santos de los ultimos dias, decía haber recibido del Ángel Moroni, una especie de profeta
amerindio ascendido a los cielos. El Libro del Mormon relata como en tiempos de la
confusión de las lenguas, durante la construcción de la Torre de Babel, distintas tribus
judías y semitas (Nefitas, Lamanitas, Jareditas) se embarcaron en el Mar Rojo y viajaron
hasta el continente americano donde se convirtieron en antepasados de algunas tribus pieles
rojas. Pese a que se trataba de semitas la piel de los Lamanitas, antepasados de los
amerindios, se había ido oscureciendo en “castigo a su maldad”. Mas allá de las
connotaciones racistas de estas teorías es obvio que nos encontramos con los ilustres
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antecesores de cierta literatura de seudo investigación moderna de la que hablaremos a

continuación.
Los Netufitas y lamanitas poblando América según el Libro del Mormon
Junto con las teorías pre científicas contamos con las teorías para científicas.
Denominaremos así a construcciones teóricas modernas que se sitúan fuera de las
categorías utilizadas en los paradigmas actualmente vigentes en las ciencias sociales. Se
trata de teorías que tienden a amalgamar elementos aislados del conocimiento científico,
junto con elementos mágicos o basados en tradiciones difusas como un intento de acceder a
saberes, técnicas y revelaciones que se habrían perdido por no entrar en los marcos
“estrechos del cientificismo moderno”.
Precursores de este tipo de análisis fueron los estudiosos de las antiguas civilizaciones que
adscribían a creencias teosóficas u otras vertientes ocultistas. A fines del siglo XIX y
comienzos del XX hombres como Dimitri Merejosky, W Scott-Elliot y Rudolf Steiner
revitalizaron el mito de la Atlántida enfocándolo a partir de datos tomados de la geología, la
zoología, la botánica, la arqueología y el estudio comparado de las mitologías del viejo y
nuevo mundo. La Atlántida era la clave de la explicación no solo de los paralelismos
culturales entre el hemisferio occidental y el Oriental sino también para explicar las
migraciones de especies animales en antiguas edades geológicas y algunas inexplicables
similitudes de la vegetación a ambos lados del Océano. Estos investigadores teosóficos
mezclaban datos científicos perfectamente comprobables con presupuestos esotéricos
tomados de distintas vertientes místicas (existencia de razas humanas pre adánicas, mitos
de una sucesión de continentes hundidos y pluralidad de planetas habitados por seres en
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distintas etapas de evolución espiritual en sucesivas encarnaciones, etc) para terminar

fundamentando esquemas de interpretación donde se mezclaba el cientificismo mas
militante con el irracionalismo mas subjetivista e ingenuo. Una clara muestra de lo que
llamamos teorías para científicas.
Jacques Bergier y Louis Pauvells
A partir de la segunda mitad del siglo XX la más influyente de las corrientes de este
tipo fue la llamada del “realismo fantástico” cuyos inspiradores fueron Jacques Bergier y
Louis Pauwels autores de El retorno de los brujos (1960) El “realismo fantástico”
constituía un intento de transcripción a un lenguaje racionalista de las viejas doctrinas
teosóficas y místicas sobre una trama oculta de la historia de la civilización. Junto con el
rescate de la alquimia, la existencia de civilizaciones extraterrestres y la interpretación de la
historia universal a partir de la acción de sociedades secretas, los teóricos del realismo
fantástico desarrollaron la hipótesis sobre la sucesión en el pasado del mundo de varias
civilizaciones que habían alcanzado altos niveles de desarrollo tecnológico para luego
desaparecer. Este proceso se habría producido varias veces en tiempos remotos de la
humanidad y aun antes de la hominización. La teoría de las “civilizaciones perdidas”
encuentra un punto de contacto con las más radicales teorías de contactos transoceánicos en
la antigüedad. Si se acepta que se encontraron testimonios arqueológicos de la existencia
hace miles de años de aviones, pilas eléctricas, computadoras y hasta complejas
operaciones quirúrgicas porque no iban a poder los egipcios, los sumeros y hasta los
Autrolopitecus navegar por el océano como quien cruza un charco?
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Supuesto modelo de un avión prehistorico
Mientras Bergier y Pauwels y el grupo de la revista Planeta, órgano oficioso de este

movimiento, fueron relativamente cautos, dedicándose a recopilar datos para fundamentar
el paradigma de conocimiento del que se consideraban adalides sus discípulos superaron
todos los limites. Estos epígonos de los maestros se lanzaron a la construcción de las teorías
más carentes de seriedad imaginables aunque, justo es decirlo, apoyadas en una inventiva
arrolladora. Y acá entramos en el terreno donde las teorías para científicas se deslizan por la
pendiente que conduce a las teorías pseudo científicas. O sea cuando ya no podemos hablar
de esquemas racionales sacados de contexto o amalgamados con afirmaciones subjetivas.
Cuando entramos en el terreno en el cual el “estudioso” como autócrata del conocimiento
inventa construcciones meramente subjetivas burlando, con un paso de contradanza, toda
evidencia seria en contrario. Centrándonos en el tema que nos ocupa, señalemos que por
este camino se llego a afirmar que el nacimiento de las primeras grandes civilizaciones,
tanto del viejo como del Nuevo Mundo, fue un producto de la intervención de inteligencias
extraterrestres. De esta manera las líneas de Nazca eran pistas para naves espaciales, la
puerta del Sol de Tiahuanaco contenían un calendario de Venus realizado por seres
provenientes de ese planeta, el fresco del rey sacerdote maya de Palenque representaba a
un alienígena dirigiendo un modulo espacial y las estatuas de la Isla de Pascua habían sido
construida por colonizadores extraterraqueos. En los años '70 el principal pope de esta
tendencia fue el suizo Eric Von Daniken, autor de la curiosa teoría que la especie humana
había evolucionado desde los simios superiores a causa de un experimento de manipulación
genética llevado a cabo por científicos extraterrestres. Por su parte las corrientes racistas de
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extrema derecha no se han privado de meter la cuchara en los debates sobre los contactos
trasatlánticos para arrimar agua a su molino y fundamentar la hipótesis de la superioridad
de la raza blanca. Actualmente distintos grupos neonazis defienden, desde sus sitios de
Internet, la hipótesis del origen “Ario” de culturas prehispánicas como Moche, Chavin, etc
y de las huellas de aportes demográficos nórdicos en la formación de ciertas etnias de
América del Norte. Proceso este ultimo en el cual los “Arios”, como era de suponer,
habrían integrado... las castas superiores de esas tribus.
Portada de uno de los libros de Von Daniken
Seria muy sencillo cerrar este balance de la cuestión riéndose de la moda de

charlatanes que se llenaron de plata escribiendo libros que compraban infelices para leerlos
en las tardes de lluvia cuando se aburrían de ver la televisión. En los años ‘70 aun
antropólogos y arqueólogos de trayectoria seria se dejaron seducir por la teoría del
“salvacionismo extraterrestre” Esta es una buena muestra de las limitaciones del
conocimiento cuando se trabaja sin la guía de un universo conceptual sólido que sirva de
ordenador del cúmulo de datos empíricos que maneja el investigador. Entonces el trabajo
del estudioso corre el riesgo de parecerse al de un costurero que toma al azar retazos de
distinto color, tamaño y forma guardados en un cajón de sastre para hilvanarlos sin orden y
terminar armando un mamarracho.
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Puerta del sol de Tiahuanaco con el supuesto calendario del planeta Venus
La hipótesis egipcia y el dogma hiperdifusionista
En orden cronológico la civilización más antigua del hemisferio oriental a la que se le

atribuyo haber hecho contacto con la América a través del Atlántico fue el Egipto
faraónico. Mas allá de la escasa solidez de sus argumentos es interesante analizar el
derrotero de la hipótesis egipcia ya que nos dice mucho de los esquemas teóricos y las
tensiones alrededor de la cual se fueron desarrollando las teorías de los contactos
trasatlánticos. En el siglo XIX uno de los principales defensores de esta hipotesis fue
Ignatus Donelli uno de los modernos revitalizadores de la teoría sobre la autenticidad del
mito de la Atlántida. En realidad Donelly no sostenía que los egipcios habían cruzado el
océano para transplantar su civilización a América. Donelly sostenía que el continente
perdido de la Atlántida había sido la cuna de todas las altas culturas de la humanidad.
Aquella isla mítica situada en el medio del océano había colonizado importantes regiones
del continente americano, la cuenca del mediterráneo, el valle del Nilo, la Mesopotamia y
hasta el valle del Indo. Esto explicaría los “notables” paralelismos que Donelly y muchos
otros después de el quisieron ver entre las antigua culturas del cercano oriente y las altas
culturas precolombinas. Pero de todas estas proyecciones de la Atlántida hacia los cuatro
vientos el Egipto faraónico seria, en la perspectiva de Donelly, su fruto mas acabado. La
religión solar común al Antiguo Egipto y a los imperios Inca y Azteca seria la expresión
más vigorosa de esta estrecha ligazón. Luego del hundimiento de la Atlántida hace una
decena de milenios y monedas, los últimos exponentes de aquella “brillante civilización”
habrían recalado en los distintos imperios solares de ambos lados del océano que quedaron
como testimonio de su grandeza. Mas allá de que esta hipótesis esta plagada de
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paralelismos artificiosos, de desfasajes cronológicos difíciles de explicar (disculpables en

tiempos de Donelly) y de que la geología no avala que haya existido un continente que se
hundió en el medio del Atlántico, la hipótesis de Donelly es una muestra exacerbada de la
teoría ultra difusionista del origen de las altas culturas. El eje Atlántida/Egipto
Faraónico/resto de las civilizaciones antiguas seria un intento de explicación de la historia
universal a partir de la irradiación de la cultura desde un solo centro.
Alegoria de la Atlantida como cuna de la civilizacion
Hasta el descubrimiento de la civilización sumeria en las primeras décadas del siglo

XX, el antiguo Egipto gozaba del status de ser la más longeva de las altas culturas del viejo
mundo. Eso la siguió convirtiendo en la carta comodín de los esquemas ultra difusionistas.
Uno de los casos más notorios es el de George Elliot Smith y la escuela de Manchester.
Este egiptólogo refloto la teoría del Egipto faraónico como cuna de la civilización mundial.
Dentro de este esquema el culto solar seria el elemento distintivo que permitía constatar la
irradiación de la cultura del Valle del Nilo hacia los cuatro rumbos. Por eso a la teoría de
Smith también se la conoce como teoría heliolitica. Junto con el culto solar Smith tomaba
en cuenta elementos como edificios con forma piramidal, momificación de cadáveres,
sistemas de riego, etc. Sobre estos ejes desarrollo la teoría de la difusión de la civilización
por una rama hacia el mediterráneo y otra hacia Mesopotamia, el valle del Indo, Indonesia
y Polinesia; y desde allí el gran salto hacia América influyendo en la cultura maya y azteca
y de manera mas diferida en las culturas andinas.
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Estatuillas mesoamericanas en las que se ha querido ver una representación de los dioses egipcios Osiris e
Isis
La hipótesis ultradifusionista de Smith tuvo muchos continuadores. En la década del

‘60 del siglo XX aparecieron varias hipótesis sobre el origen de las altas culturas
prehispánicas basadas en un criterio difusionista apenas un poco más atemperado que el de
la teoría heliolitica. El francés Pierre Honoré publico en 1965 un libro titulado La leyenda
de los dioses blancos. En esta obra se desarrolla la hipótesis de que los dioses civilizadores
de las culturas americanas prehispánicas (Quetzacoalt, Kukulkan, Bochica, Viracocha, etc)
eran personajes de existencia real. Reyes o sacerdotes egipcios, mesopotámicos o cretenses
que habían llegado a América para traernos la civilización con mayúsculas:
“A su llegada a México los olmecas transmitieron todos los elementos de una
cultura superior a los mayas. Probablemente uno de ellos se convirtió en él
dios blanco que los mayas llamaron Kukulkan. También el dios blanco
Quetzacóalt debió de ser olmeca, pues después de su regreso de Tollán sé
fue a los “pueblos de la costa”.(...) El dios de Tiahuanaco era todavía mas
antiguo que el dios blanco de los mayas. ¿Se llamaba ya entonces Viracocha?
Habida cuenta que llego a Tiahuanaco unos 300 años A.C., que Kukulkan
aparece entre los mayas a principios de nuestra era y que sabemos de
Quetzacoalt que hacia el año 900 estaba entre los olmecas, tenemos un
periodo de casi doce siglos, durante los cuales los dioses blancos guardaron
intactos los caracteres de raza caucásica , según prueban sus estatuas. O sea
que puede hablarse de una verdadera dinastía de los dioses blancos, la cual
se mantuvo durante más de mil años en el Nuevo Mundo”(Honore, 1965, p
305. Citado por Schobinger)
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Uno de los argumentos con que Honore apoyo sus teorías fue el desarrollo de la
Talasocracia cretense y su expansión sobre el Mar Egeo, entre los siglos XXV y XV A.C.,
como una prueba que desde la Edad de bronce era materialmente posible crear poderosas
redes de comercio ultramarino que comunicaban el viejo y el nuevo mundo. La hipótesis de
Honore esta inscripta en el universo de ideas del Evemerismo. Llamase a sí a una teoría
sobre la interpretación de los mitos y creencias de las antiguas civilizaciones basada en el
principio que los mitos son recuerdos legendarios de episodios reales y las divinidades
personajes históricos deidificados después de muertos. Con cierta difusión en los siglos
XVIII y XIX el evemerismo tendió a perder adeptos en tiempos más recientes cuando el
creciente cúmulo de datos revelados sobre las culturas primitivas pusieron en evidencia que
la existencia de un sustrato histórico en la mitología de las distintitas culturas del mundo
era mas la excepción que la regla.
Por su parte Ch Hapgood y el experto en lenguas semíticas Cyrus Gordón desarrollaron
hipótesis sobre contactos en la antigüedad preclásica con muchos elementos comunes con
la de Honore. Ambos sostuvieron la teoría de que existían grandes redes de navegación
transoceánica desde el segundo milenio A.C. , e incluso, antes. Apoyándose en testimonios
arqueológicos, lingüísticos y de mitología comparada, Gordón desarrollo una teoría
polidifusionista del origen de las culturas del preclásico mesoamericano. Estas reflejarían
influencias de múltiples contactos transoceánicos, traspacíficos y trasatlánticos, desde antes
del 1.000 A.C. La hipótesis de Gordón también contiene elementos Evemeristas. En un
estudio comparado de Quetzacoalt-Kukulcan con el Dios-pez Oanes de la antigua Siria,
afirmaba que ambos mitos derivaban de la deidificación de un navegante civilizador de la
edad de Bronce.
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El viaje de Tor Heyerdal en el Kon Tiki
En tiempos más recientes se refloto la teoría de la irradiación de la cultura egipcia hacia

América por el océano Atlántico. Esto fue obra del arqueólogo y aventurero noruego Thor
Heyerdal, defensor de una teoría que podríamos llamar “difusionismo épico”. Heyerdal se
avoco durante toda su vida a demostrar que en los orígenes de la civilización los océanos en
vez de alejar a la humanidad tendieron a unirla. En 1947 cobro notoriedad al navegar con el
Kon Tiki, un navío como el que se supone se usaban en los Andes hace dos mil años, desde
la costa del Perú hasta las Isla de Pascua, para demostrar el origen americano de la cultura
pascuense Rapa Nui. También realizo una travesía semejante para probar la existencia de
una red de navegación entre la Mesopotamia y la India en tiempos protohistóricos. A fines
de los años 60 Heyerdal se propuso una empresa más ambiciosa: cruzar el océano Atlántico
desde Marruecos hasta America para demostrar que los antiguos egipcios habian llegado a
nuevo mundo. En 1969 se hizo a la mar con el Ra, un barco construido con paja, madera y
silex pero luego de cincuenta días de travesía el barco se empezó a deshacer y tuvo que
suspender el intento. Al año siguiente volvió a emprender viaje y logro arribar a las Islas
Barbados en el Caribe sur. Que probaron los viajes del Ra y los del Kon Tiki? En esa misma
línea se inscribe la experiencia de Expedicion Atlantis en 1984. Esta fue impulsada por
Alfredo Barragan, un abogado bonaerense de la localidad de Dolores, alpinista y navegante
de kayak, gran lector de la obra de Heyerdal. Barragan junto con cinco compañeros
atravesó el océano Atlantico, desde las islas Canarias hasta La Guayra (Venezuela), en una
balsa con vela con la intención de demostrar que antiguos pueblos africanos habrían
migrado a America hace unos tres o cuatro milenios. La experiencia se plasmo en un
documental y en un libro escrito por Barragan.
Experiencias como las llevadas adelante por Heyerdal, en el mejor de los casos,
demostrarían la posibilidad de que los antiguos habitantes del Perú podrían haber llegado a
las islas de Pascua y que los antiguos egipcios hubieran podido atravesar el océano y llegar
a América. Pero en términos del análisis historico que una cosa haya podido suceder no
quiere decir que haya sucedido. Nunca se recalcara lo suficiente que este tipo de
experiencias no pueden sustituir a las pruebas de tipo arqueológico o al testimonio escrito.
Pero incluso el problema es mas profundo. Es opinable que, pese al tesón puesto por la
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gente que los llevan adelante, este tipo de emprendimientos puedan reproducir las
condiciones reales de una travesía a través de los mares por hombres de otros tiempos, otros
saberes técnicos y otro tipo de recursos. No podemos saber con una certeza total si las
condiciones climáticas fueran las mismas de ahora, ni tampoco si nuestro conocimiento
actual de vientos y mareas o de las prevenciones sanitarias y alimenticias para sobrevivir en
el mar guardaran una relación estrecha con el bagaje de conocimientos de los hombres de
hace milenios. Y eso, sin mencionar, que nuestro conocimiento de las embarcaciones
antiguas y sus formas de uso dista mucho de ser completo. La pasión puesta por Heyerdal y
algunos de sus epígonos en estas épicas travesías han tenido él merito de agitar las
discusiones sobre los contactos transoceánicos y el papel del mar en la macro historia de la
humanidad. Pero sus meritos no van mucho más allá de ahí.
Expedicion del Ra II
Mas allá de las columnas de Hércules
“Pero a ti al Campo Elisio y al confín de la tierra

te enviaran los Inmortales, donde el rubio Radamantis.
Muy fácil es la vida allí para los hombres:
ni nevada, ni crudo invierno, ni lluvia nunca,
sino que siempre Océano envía brisas de Céfiro
que soplan suaves para aliviar a los hombres”
(La Odisea; IV; 563-568)
Para los pueblos del mediterráneo de los primeros tiempos de la antigüedad clásica el
estrecho de Gibraltar representaba él limite virtual de la tierra conocida y el comienzo del
océano sin limites. Según los arqueólogos el estaño de las Islas Británicas era conocido en
mesopotamia en el tercer milenio A.C. e incluso se han encontrado restos de una
expedición acadia en las costas de Cornuales hacia el 2800 A.C.. Pero el recuerdo de estos
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contactos se perdió con el tiempo y no se volvería a tener noticias de las tierras atlánticas en
el mediterráneo hasta las exploraciones que realizarían fenicios, cartagineses y griegos a
partir del segundo tercio del ultimo milenio A.C.. Tradicionalmente mas allá del estrecho
estaba la mar indivisa poblada de islas donde habitaban dioses, titanes y ninfas desnudas.
Toda una geografía mitológica comenzaba en las tierras occidentales de Europa y África
del norte. El estrecho había sido abierto por el semi dios Hércules durante la realización de
sus doce trabajos; el monte Atlas, en el norte del Africa, era el Titan del mismo nombre que
sobre sus hombros sostenia el universo; la isla Oggigia (el islote del Perejil, entre España y
Marruecos), era el dominio de la ninfa Calipso que habia retenido prisionero a Ulises al
naufragar en sus costas. Cerca de Gibraltar, en la costa de Marruecos, la tradición situaba el
mítico reino de Gerion y sus rebaños. Mas al oeste comenzaban tierras más míticas aun.
Las Islas Afortunadas donde se encontraba el Jardín de las Hespérides y a donde había
llegado Hércules para llevarse las manzanas doradas que allí crecían; la Isla allende el mar,
descripta por Plutarco, donde dormia Cronos, el dios del tiempo y padre de los dioses.
También, en algún lugar del océano atlántico, estaban los campos Eliseos, una especie de
“mas allá VIP”, donde moraban los héroes y semi dioses luego de muertos. Y por ultimo la
Atlántida una isla allende el océano donde había existido una civilización brillante creadas
por descendientes de los dioses, que había sido la cabeza de un gran imperio milenario.
Campos Eliseos de Arnold Bocklin (1877)
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Ya hemos tenido oportunidad de mencionar el mito de la Atlántida al referirnos a su

centralidad en muchas hipótesis pre, para y pseudo científicas sobre los contactos
trasatlánticos precolombinos. Ahora volveremos sobre el mito para analizar su centralidad
en la concepción del Mar Océano como un espacio imaginario en la Antigüedad clásica.
Como se sabe fue Platón en sus diálogos Timeo y Critias el que sentó las bases de la
leyenda. En el primero de estos dos diálogos Platón reproduce un coloquio entre el
legislador ateniense Solon y sacerdotes egipcios de la ciudad de Sais. Estos le relatan al
estadista griego la historia de una antigua civilización en una inmensa isla situada en la Mar
Océano mas allá de las Columnas de Hércules:
“En aquel tiempo, en efecto, era posible atravesar este mar. Había una isla
delante de este lugar que llamáis vosotros las Columnas de Hércules. Esta isla
era mayor que la Libia y el Asia unidas. Y los viajeros de aquellos tiempos
podían pasar de esta isla a las demás islas y desde estas islas podían ganar
todo el continente, en la costa opuesta de este mar que merecía realmente su
nombre. Pues, en uno de los lados, dentro de este estrecho de que hablamos,
parece que no había más que un puerto de boca muy cerrada y que, del otro
lado, hacia fuera, existe un verdadero mar y la tierra que lo rodea, a la que sé
puede llamar realmente un continente, en el sentido propio del término. Ahora
bien: en esta isla Atlántida, unos reyes habían formado un imperio grande y
maravilloso. Este imperio era señor de la isla entera y también de otras
muchas islas y partes del continente. Por lo demás, en la parte vecina a
nosotros, poseía la Libia hasta Egipto y la Europa hasta Tirrenia.(...)”(Platón;
Timeo; XXIV-XXV)
En los últimos siglos del ultimo milenio A.C. y los primeros siglos de la era cristiana la
Atlántida seria una referencia continua en la constitución de la Mar Océano como un
espacio mítico. Krantor (siglo IV A.C), Teopompo (siglo IV A.C.), Diodoro Siculo (siglo I
A.C.), Timagenes (Siglo I A.C), Plutarco (46-120 D.C), Marcelino (330-395 A.C.) entre
otros mencionaban en sus escritos a la Atlántida o daban referencias de mitos semejantes.
En nuestra opinión el mito de la Atlántida sé diferencia de otras leyendas de tierras míticas
en la Mar Océano por la vocación más historicista del relato que permitió su adaptación y
reapropiación por distintos autores a la medida que el pensamiento científico y el
pensamiento mítico iban bifurcando sus caminos.
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Representacion ficticia de la Atlantida a mitad de camino entre América y el viejo mundo
Escribiendo trescientos años después de Platón, Diodoro Siculo nos brinda un relato
mas secularizado de la Atlántida. Dice que los descendientes de los dioses que gobernaban
la Atlántida fueron precursores de la ciencia astrológica y de la teoría de la esfericidad del
mundo: “...razon por la que se pensó que los cielos todos se apoyaban en la espalda de
Atlas...” Luego describe la Atlántida en estos terminos:
“Porque frente a Libia, muy lejos, hay una isla de gran tamaño, y como sé
encuentra en el océano, está a una distancia de varios días de navegación de
Libia, hacia Occidente. Su tierra es fértil, montañosa en gran parte y en otra no
Pequeña, llana y de gran belleza. A través de ella fluyen ríos navegables que
son utilizados para la irrigación y encierra muchos lugares plantados con
árboles de todas las variedades e innumerables jardines atravesados por
arroyos de agua dulce; hay en ella también villas privadas muy costosas y en
medio de los jardines, rodeadas de flores, se han construido casas de
banquetes en las que los habitantes pasan el tiempo de verano...Hay también
excelente caza, de toda clase de animales y bestias salvajes...
Y hablando en términos generales, el clima de la isla es tan suave que
produce en abundancia frutos de los árboles y otros propios de las distintas
estaciones del año, de manera que parecería que la isla, debido a su felicidad
excepcional, en residencia de dioses y no de hombres...(Diodoro Siculo citado
en Berlitz, Charles; El misterio...;)
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Reconstruccion de la Atlantida según las fuentes clásicas
Esta secularización del mito de la Atlántida fue paralela con la evolución de la imagen
de la Mar Océano a medida que los conocimientos geográficos de los pueblos
mediterráneos fueran haciéndose más precisos. Ciñéndonos a las fuentes clásicas más
conocidas podemos aislar tres imágenes sucesivos de la Mar Océano a través de los siglos:
la Mar Oceano de Homero (Siglos VIII-VII A.C.);la Mar Océano en Herodoto (Siglo V
A.C.) y la Mar Océano en Estrabón (Siglo I D.C:)
En los poemas homéricos, fundamentalmente en La Odisea, la Mar Océano es un
espacio mítico. Para Homero los confines del mundo están circunvalados por un gran Rió
Océano que volverá a aparecer mencionado en muchos mitos griegos y se prolongaria en la
vision mitica medioeval de los confines del mundo. De los distintos ciclos míticos que
tomaron como escenario el Mar mas allá de las columnas de Hércules, Homero busca
asociar al Mar Océano con los mitos ligados al Hades (inframundo en la mitologia griega )
y el mas allá. En La Odisea en el extremo del Mar occidental se encontraba la ciudad de los
Cimerios y la entrada al Hades:
“Entonces arribamos a los confines del Océano, de profunda corriente. Allí
están el pueblo y la ciudad de los Cimerios entre nieblas y nubes, sin que
jamás el sol resplandeciente los ilumine con sus rayos ni cuando sube al cielo
estrellado, ni cuando vuelve del cielo a la tierra pues una noche perniciosa sé
se extiende sobre los míseros mortales.”(Homero; La Odisea; IX)
Escribiendo a fines del siglo XIX el helenista Víctor Beraurd demostró como lugares
concretos de la geografía del mar Mediterráneo podian reconocerse en los escenarios de las
aventuras de Ulises y sus compañeros. Pero para Homero, mas allá de las columnas de
Hércules solo se hallaban tierras míticas. El panorama había cambiado sensiblemente para
cuando Herodoto escribió sus Nueve libros de la Historia en el siglo V A.C. Para ese
entonces el mediterráneo occidental habia sido colonizado por los griegos y toda la cuenca
del Mediterráneo sé habia convertido en una gran zona de comercio marítimo. En el siglo
VII A.C: los Samios y Foceos colonizaron el sur de la península ibérica. En 630 A.C.
Colaios de Samos dirigió una expedición que atravesó las Columnas de Hércules e hizo
contacto con la cultura tartesia, una vieja sociedad de la edad de bronce penisular:
“Era entonces Tartessos para los griegos un imperio virgen y reciente que
acababan de descubrir. Allí negociaron tan bien con sus géneros que ninguno
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los igualó jamás en la ganancia, al menos que aquellos de quienes puedo

hablar con fundamento exceptuando siempre a Sostrato, natural de Egina, hijo
de Laodamante, con quien nadie puede apostárselos en la ganancia.”
(Herodoto; Melpómene; CLII)
Esta expedición Samia, pronto seguida por los marinos foceos fue el comienzo de la
incorporación definitiva del mediterráneo occidental al espacio surcado por los marinos
helénicos, así como del trafico comercial con el sur de la península Ibérica:
“Para decir algo de Focea, conviene saber que los primeros griegos que
hicieron largos viajes por mar fueron estos focenses, los cuales descubrieron
el Mar Adriático, la Tyrrenia, la Iberia y Tarteso, no valiéndose de naves
redondas, sino solo de sus penteconteros o naves de cincuenta remos.
(Herodoto; Clio; CLXIII)
Hercules separando las columnas entre el Mediterraneo y el Oceano
En los dos siglos siguientes las costas atlánticas de Europa y África dejarían de
ser un espacio legendario y comenzarían a tomar visos reales. En su descripción del orbe
conocido Herodoto dice desconocer los limites septentrionales de Europa pero en el tercer
libro de su historia nos proporciona los siguientes datos:
“No puedo asentir a lo que se dice de cierto rió llamado por los bárbaros
Erídano,(Rin?) que desemboca en el mar hacia el viento Boreas, y del cual sé
dice que nos viene el Electro, ni menos saldrá fiador de que haya ciertas islas
llamadas Casitéridas (Islas Británicas) de donde procede el estaño;(...)
(Herodoto; Talia; CXV)
Agrega Herodoto que él cree que los yacimientos del oro y estaño que se comercializan
en el mediterráneo provienen de Europa y no de fuera de ella, de algún lugar del Mar
Océano. También descarta la existencia de una tierra septentrional poblada por grifos y por
hombres de un solo ojo, seres que estarían presentes dos mil años después en las referencias
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míticas las que aludía Colon en su primer viaje América. Escribiendo poco después que los
cartagineses comenzaran a explorar la costa africana Herodoto nos brinda la primera
imagen que los pueblos mediterráneos tuvieron de la costa atlántica del África
subsahariana:
“Por la parte de Poniente al retirarnos del Mediodía sigue la Etiopía, última
tierra habitada por aquel lado, que tiene asimismo la ventaja de producir
mucho oro, de criar elefantes de enormes dientes, de llevar en sus bosques
todo genero de árboles y el ébano mismo, y de formar hombres muy altos,
muy bellos y vividores.”(Herodoto, Talía, CXIV)
La imagen del Mar Océano de Herodoto es fruto de un proceso ligado a la evolución de

los principales ordenadores económico sociales de los pueblos de la antigüedad clásica. La
consolidación del modo de producción esclavista y la creciente integración comercial de la
cuenca del mediterráneo se proyectaba en los primeros pasos en los que la costa este del
Atlántico comenzaban a convertirse en una periferia económica del mar interior. En los
siglos siguientes la hegemonía cartaginesa sobre el mediterráneo occidental y el atlántico
pasaría a manos de Roma luego de la destrucción de Cartago en 149 A.C. Los romanos
heredarían el control de las rutas comerciales otrora en manos de cartagineses y gaditanos.
Entre mediados del siglo I A.C. y la mitad de la centuria siguiente Roma
ocuparía la costa de Marruecos, la costa atlántica de la península ibérica, la Galia hasta las
fuentes del Rin e Inglaterra hasta lo que serian los limites históricos con Escocia.
El Mar Océano que describirían Estabón, Plinio y Festa Avena se prolongaba en
circuitos comerciales que llegaban hasta el sur de la península escandinava por el norte y
hasta el África subsahariana por el sur donde los gaditanos comerciaban con los reinos
africanos de Ghana, Ife y aun llegando al golfo de Guinea. Estos marinos solian incluir a las
Islas Canarias en su travesía. Las costas conocidas incluían la costa de Africa hasta
Camerún, Madeira, Irlanda y tal vez las Azores y los archipiélagos al norte de Escocia. La
Mar Océano había dejado de ser aquel lejano territorio de tierras fantásticas y aquel otro
menos remoto de una geografía conjetural y se había convertido en un espacio geográfico
concreto y en una periferia comercial del mundo mediterráneo.
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Planisferio de Claudio Tolomeo (Siglo II)
La hipótesis fenicia. Posibles contactos en la Antigüedad pre clásica y clásica.

“¿No era ésta vuestra ciudad alegre con muchos
días de antigüedad? Sus pies la llevaron a morar lejos.
¿Quién decreto esto sobre Tiro la que repartía coronas,
cuyos negociantes eran príncipes, cuyos mercaderes
eran los nobles de la tierra?”(Isaías; 23, 7-8)
Como ya explicamos la hipótesis de que marinos fenicios llegaron a América tuvo entre
sus tempranos adalides al propio Colon. Lo interesante es que esta hipótesis contó con
muchos defensores en los años sesenta y setenta del siglo XX y que actualmente sigue
siendo sostenida tenazmente por una serie de investigadores desparramados por Estados
Unidos, Brasil, Argentina, Chile, etc. Esta falange de estudiosos, algunos de ellos con
trayectoria seria, viene defendiendo a capa y espada el estandarte de la temprana
colonización fenicia de América e intentado sumar argumentos de tipo arqueológico,
cartográfico y basados en análisis críticos de las fuentes para apoyar su causa. En estas
paginas nos proponemos analizar los pro y los contras de la hipótesis fenicia y utilizar
nuestras conclusiones como una piedra de toque sobre las posibilidades de
contactos de otros pueblos mediterráneos con el continente americano.
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Fenicia antigua
Luego de pertenecer al imperio babilónico y al imperio nuevo egipcio el territorio que

seria conocido como Fenicia (actual Líbano) paso a gozar de una relativa independencia
hacia 1200 A.C. Es el comienzo del esplendor de las ciudades-estado: Biblos, Sidon y Tiro
que se convertirían en potencias comerciales luego de la decadencia de la civilización
creto-micénica. Los fenicios ocuparon ese nicho vacante y Tiro se transformo hacia el año
1.100 A.C. en la metrópoli comercial del mediterráneo oriental hasta que el desarrollo de
las ciudades-estado griegas cambio el eje del desarrollo mercantil en el mar Egeo y el
mediterráneo oriental.(siglo VII A.C. ) Pero desde antes de perder su predominio en el
mediterráneo oriental los fenicios se habían lanzado a la colonización del mediterráneo
occidental. Hacia el año 1000 A.C. fundaron Gades (la actual Cádiz) en el sur de la
Península Ibérica y la ciudad de Linus en la costa atlántica de Marruecos. En apariencia los
fenicios vencieron al imperio protohistórico de Tartessos, la Tarsis de la Biblia, y pasaron a
ser la potencia dominante en el sudoeste de la península Ibérica hasta la desembocadura del
Tajo. En 814 A.C. marinos Tirios fundaron Cartago, en el norte de África, frente a Sicilia,
que terminaría convirtiéndose en la potencia hegemónica del mediterráneo occidental a
partir del siglo V A.C. Carácter que seguirá detentando hasta su derrota a mano de los
romanos en la segunda guerra punica en el siglo III A.C.
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Navio fenicio
Junto con su papel de fundadores de ciudades y puertos comerciales los fenicios

también serian famosos por ser los “carreteros del mar” de la antigüedad. O sea marinos
contratados por soberanos de distintos reinos e imperios (Egipto, Israel, Siria, Persia) que
no tenían flotas propias. Junto con sus viajes al país de Ofir, al servicio de Salomón, las
fuentes antiguas mencionan otras hazañas navieras de los marinos del Líbano. La más
importante es la relatada por Herodoto en el libro IV de su historia:
“La Libia (África) se presenta a los ojos en verdad como rodeada del mar,
menos por aquel trecho por donde linda con el Asia. Este descubrimiento sé
debe a Necao, rey de Egipto, que fue el primero, a que yo lo sepa, en mandar
hacer la averiguación, pues habiendo alzado mano de aquel canal que
empezó a abrir desde el Nilo hasta el seno arábigo, despachó en unas naves a
ciertos fenicios, dándoles orden que volviesen por las columnas de Hércules
al Mar Boreal o Mediterráneo, hasta llegar al Egipto. Saliendo, pues, los
fenicios del Mar Eritreo, iban navegando por el mar del Noto: durante el tiempo
de su navegación, así que venia el otoño salían a tierra en cualquier costa de
Libia que les cogiese, y allí hacían sus sementeras y esperaban hasta la siega.
Recogida su cosecha, navegaban otra vez; de suerte que, pasados así dos
años, al tercero, doblando por las columnas de Hércules, llegaron al Egipto, y
refería lo que a mi no se me hará creíble, aunque acaso lo sea para algún otro,
a saber, que navegando alrededor de la Libia tenían el sol a mano derecha.
Este fue el modo como la primera vez se hizo tal descubrimiento”(Herodoto;
Melpómene; C XLIV, LXII)
De esta manera describía Herodoto la primer travesía documentada de hombres del

hemisferio norte al sur del Ecuador hacia fines del siglo VII A.C. Así los hombres de
Fenicia descubrieron que en el hemisferio sur del planeta el efecto de la rotación de la tierra
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sobre su eje hacia que el sol pareciera girar en sentido contrario a como se ve en el
hemisferio norte.
Herodoto
Como podemos apreciar al promediar él ultimo milenio A.C. los fenicios eran
considerados los marinos más duchos para explorar tierras ignotas. Esto explica su
contratación por el faraón Necao cuya política naviera intentaba convertir al Egipto saitico
en el puente entre la floreciente economía mercantil del mediterráneo oriental con el Mar
rojo y el Indico oriental. Este mismo faraón que ordeno a los fenicios circunnavegar África
mando a abrir un canal que comunicara El Nilo como el Mar rojo al que Herodoto tuvo
oportunidad de ver funcionando. Referencia a tener en cuenta para analizar la evolución de
la importancia del comercio marítimo de la antigüedad. Si hasta acá en todos los casos de
los que tenemos información sobre las travesías fenicias se trata de exploraciones costeras
en los últimos siglos del ultimo milenio A.C. las fuentes nos informan de algunas travesías
fenicias que escapan a este patrón de navegaciones litoraleñas. Y es justamente el escenario
del mediterráneo occidental y el litoral atlántico europeo e islas adyacentes de donde
partieron estas exploraciones. Tanto los cartagineses como los fenicios de Gades afrontaron
la exploración de la costa atlántica de Europa y de África así como los archipiélagos
cercanos a sus costas.
A fines del siglo VI A.C el almirante cartaginés Hannon exploro la costa atlántica del
África dejando atrás el desierto del Sahara y atravesando tierras selváticas con anchos ríos
llenos de cocodrilos y pigmeos peludos que los hostilizaban. Este viaje fue recogido en un
documento llamado Periplo de Hannon grabado en el templo del Baal Hammon en
Cartago. Según algunos expertos este relato describe un viaje que habría llegado bastante
lejos por la costa de África. quizás hasta el actual rió Camerún. En su regreso Hannon
habría visitado Madeira y las Canarias donde se han encontrado muchos objetos
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cartagineses. También se han encontrado objetos fenicios en las Azores pero en este caso
tal vez se haya tratado de la presencia de marinos gaditanos o de Linux. En los últimos años
se ha cuestionado seriamente la autenticidad de esta fuente. No obstante se piensa que
aunque el viaje de Hannon no sea real, el Periplo estaría basado en noticias de algun viaje
autentico.
Periplo de Hannon
Por esos mismos años otro cartaginés realizo un viaje que haría conocer nuevas tierras
a los pueblos mediterráneos. El explorador Himilcon zarparía de Cartago haciendo escala
en Gades y luego se lanzo al mar océano en dirección al norte. El Periplo de Himilcon lo
llevaría hasta las islas Británicas y quizás hasta el archipiélago de las Feroe o la Hebridas.
El relato de Himilcon describe su paso por una parte del mar donde el océano tomaba color
rojo y estaba lleno de algas. Esto indujo a algunos estudiosos modernos a a afirmar que
Himilcon y sus hombres habían llegado hasta el mar de los Sargazos, al este de las Antillas,
mas cerca de América que de Europa. En apoyo al entusiasmo de los que defienden esta
ultima posibilidad señalemos que autores antiguos como Aristóteles y Teofrasto mencionan
un lugar de la Mar Océano donde las algas migraban masivamente cada año para desovar.
Estos Periplos cartagineses mas el viaje del masaliota Piteas por el Rodano y el Loira hasta
Normandia y desde allí por mar hasta Thule (la actual Noruega?), terminaron de conformar
una especie de “mediterráneo atlántico”. Ese Mar océano al que los romanos terminarían de
incorporar efectivamente a la periferia del mundo antiguo y al que Estrabon describiría en
su Geografía. Una sección del mar océano atravesada por dos grandes rutas comerciales.
Por el sur hasta las Canarias, Azores, la costa del África subsahariana y quizás los
archipiélagos de Madeira y Cabo Verde. Era la ruta de donde se traían colorantes y anilinas.
Por el norte la ruta del estaño hasta la Pretanica (Inglaterra) y Yerme (Irlanda) y la ruta del
ámbar hasta Escandinavia. . Escribiendo en el siglo I D.C. Estrabon relataba en estos
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términos el celo de los fenicios de Gades por preservar sus rutas hacia las tierras semi
ignotas del océano exterior:
“Antes eran los fenicios los únicos que explotaban este comercio desde
Gadira, ocultando a todos su ruta; y en una ocasión en que los romanos
siguieron a un navegante para conocer también ellos el emporio, el navegante,
por celo, encalló voluntariamente en un bajío, y después de arrastrar a su
misma perdición también a sus perseguidores, se salvó de entre los restos del
naufragio y recibió del erario público el precio de las mercancías que había
perdido. Pero los romanos lo intentaron muchas veces hasta que lograron
descubrir la ruta. Y una vez que Publio Craso hizo la travesía y supo que los
metales se extraían a poca profundidad y que los hombres eran pacíficos,
indicó detalladamente la ruta a los que deseaban surcar este mar, aunque era
mayor que el que los separaba de Britania.(Estrabon, Geografía; Libro III, XI)
Hasta donde fuera que los fenicios hubieran llegado esta claro que hacia los últimos
siglos del primer milenio A.C. eran los marinos que más se habían aventurado en la Mar
Océano. Diodoro Siculo afirmaba que durante los dramáticos tramos finales de la tercera
guerra punica la elite cartaginesa había planeado, en caso de no poder detener el asedio
romano, trasladarse junto con los tesoros de Cartago a una isla solo por ellos conocida en el
océano Atlántico. Ya en el siglo IV A.C. Aristóteles afirmaba que existía en algún lugar del
Atlántico una isla solo conocida por los cartagineses a la que llamaban Antilia, sumando un
nombre que poblaría los relatos sobre tierras míticas en los dos milenios siguientes. Por su
parte Estrabon deja constancia que en su tiempo los hombres de Gades:
“son los que envian una flota mas numerosa y de mayores barcos tanto al Mar
Nuestro (Mediterraneo) como al Exterior”(Estrabon; Geografia; Libro III, V)
Referencias semejantes sobre las actividades marítimas gaditanas encontramos en

Posidonio de Apamea (Siglos II y I A.C. aprox) que visito Gades y le sirvio de fuente a
Estrabon en los pasajes que hablan de los conocimientos de los gaditanos sobre las mareas,
y tambien en Plutarco (siglo II D.:C) que decia que los gaditanos le habian contado al
general romano Sertorio que visitaban anualmente tierras perdidas en la Mar océano. Este
legado de los cartagineses y gaditanos pasaria a formar parte del acervo geografico y
cultural de los pueblos grecolatinos luego de la incorporación al imperio romano de la
Europa atlántica. Hasta aca nuestra revisión de las fuentes antiguas. Pero cuales son las
hipotesis que se desarrollaron en tiempos modernos sobre los posibles contactos fenicios o
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de otros pueblos mediterráneos con el continente americano en la antigüedad clásica o pre

clasica?
La hipótesis fenicia entro en el campo de las teorias científicas en 1872 con el
descubrimiento, en Brasil, de la llamada Piedra de Paraiba. El Instituto Historico brasileño
fundado por Pedro II anuncio ese año el hallazgo por parte de un grupo de esclavos de una
piedra con signos del alfabeto fenicio. La piedra en cuestion se
quebro años después y no se conservaron los restos. Pero la inscripción fue copiada. Los
expertos decimonónicos coincidieron en su casi totalidad que se trataba de un fraude. Pero
en 1969 el orientalista aleman Lienhardt Delekat refloto la tesis de su origen cananeo. A
partir de entonces varios estudiosos han ensayado traducciones del texto. Entre ellas las de
Netto, Schlotmann, Cyrus Gordon y el propio Delekat. La traducion de este ultimo es la que
ha contado con mas divulgación: .
“Somos hijos de Cannan, de la ciudad de Sidon. El reino se dedica al
comercio. Estamos varados en la costa montañosa lejana y queremos
sacrificar ante los dioses y las diosas. En el año 19 del reinado de Irma,
hemos zarpado de Ezlom Geber por el Mar Rojo, con diez barcos. Hemos
navegado ya dos años y hemos circunnavegado esta tierra, tanto caliente
como lejana de las manos de Baal (i.e. fría) y hemos llegado aquí doce
hombres y tres mujeres, porque en esta costa diez de ellas han muerto,
porque habían pecado. Que los dioses y las diosas nos sean favorables”
Izquierda: Piedra de Paraiba

Derecha: estatuilla fenicia
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Según Delekat este relato aludía a hechos sucedidos en el siglo VI A.C.. A este
“descubrimiento” decimonónico se le habían ido sumando a lo largo del tiempo otros
muchos “testimonios” de la presencia fenicia y de otros pueblos mediterráneos de la
antigüedad en distintos puntos de América. Entre ellos las tablas de la ley mosaica
descubiertas en Ohio, las inscripciones y monedas judías del siglo II D.C. en él rió Tenesse,
un decálogo mosaico en Nuevo México y unas inscripciones supuestamente libias o iberas
encontradas en Iowa (Estados Unidos).
Durante los años 60 y 70 del siglo XX distintos “investigadores” para científicos han
pretendido encontrar carradas de inscripciones fenicias en el Amazonas y en la costa
Pacifica de Perú y Colombia. Todos hallazgos que no han resistido el análisis de los
expertos. Un poco mas de consideración ha merecido la Piedra Melcaft descubierta en 1966
en Georgia (Estados Unidos) y que según se pensó, en un principio, tenia inscripciones
creto micénicas y fenicias. El análisis meticuloso de tales signos descarto finalmente que se
tratara de alguna escritura de origen europeo o asiático. A comienzos de los años 70 el
principal defensor de la llegada de expediciones fenicias, libio fenicias y de pueblos celtas
de la península ibérica y España a América del norte fue el neozelandez Barry Fell, biólogo
marino y profesor de Harward. Este arqueólogo aficionado había ganado cierta notoriedad a
principios de la década del 60 luego de afirmar que se habían encontrado pruebas de
presencia de marinos libio-fenicios en Nueva Guinea y en algunas islas de Polinesia. Mas
tarde en un libro titulado América BC, Felll sostuvo que se habían encontrado restos de un
templo druídico solar en Maine (nordeste de Estados Unidos), asi como piedras con
inscripciones de navegantes cartagineses con invocaciones al Ball Moloch, dios de Cartago.
Aun mas, Fell sostenía que muchas tribus indígenas americanas (Algonquinos, Zuñi, Hopis,
etc) descendían de libios-fenicios y celtas-fenicios. Pese a que Fell no era un arqueólogo
profesional su hipótesis de una inmigración a América del norte de comunidades libio-
fenicias y celta-fenicias conto con mucha difusión y muchos adherentes en los años 70 y
80. Desestimadas actualmente en los medios academicos sus hipótesis siguen siendo
difundidas por grupos fundamentalistas protestantes que sostienen que pueblos celtas
arribaron a América en tiempos pre cristianos preanunciando el rol que tendría América del
norte en el plan divino: ser la tierra prometida de los descendientes de las tribus de Israel,
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los anglosajones que la ocupacion definitivamente con la colonización británica de

norteamerica en el siglo XVII.
Supuestas inscripciones iberoceltas halladas en Vermont (Estados Unidos)
Piedra Melcaft
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Migraciones libio fenicias y celto fenicias a América del Norte según Barry Fell
Finalmente tenemos que mencionar dos descubrimientos que, según todo parece
indicar, han sorteado las distintas objeciones que se han hecho a su autenticidad. Nos
referimos a una moneda romana del siglo I D.C. encontrada en la costa atlántica de
Venezuela, y la cabeza de una estatua de factura grecorromana hallada bajo una pirámide
en Calixtahuaca (Toluca. México)..
Cabeza grecorromana del siglo II d.c. hallada en Calixtahuaca (Toluca, Mexico)
La hipótesis fenicia ha sido, y lo sigue siendo, apoyada con análisis comparatistas que
buscan encontrar en la arquitectura y el arte prehispánicos influencias fenicias y de otros
pueblos mediterráneos desde el segundo milenio A.C. Estudiosos como el argentino Ibarra
Grasso y el Líbano-boliviano Amir Ibn Taufik han intentado demostrar la presencia de
elementos fenicios y semíticos en Tiahuanaco, en Cattigara (costa Pacifico de Perú), en
Moche, en Sechin, en Chan Chan, en las Islas de Pascuas y hasta en Yucatán. Pero los
argumentos que se vienen exhibiendo con mayor insistencia en los últimos años a favor de
la hipótesis fenicia son los basados en la reinterpretación de fuentes y documentos
cartográficos antiguos. No parecen muy serias algunas relecturas de las fuentes clásicas que
intentan demostrar que los fenicios llegaron hasta la Antartida. Pero un poco mas de
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atención se merecen los estudios sobre los conocimientos geográficos conservados en

mapas y cartas medioevales copiados de originales provenientes de la antigüedad clásica.
El geógrafo belga-argentino Paull Gallez, Dick Ibarra Grasso y otros han llamado la
atención sobre el Mapamundi de Claudio Tolomeo. Este científico alejandrino que vivió en
el siglo II D.C. fue autor de un compendio de los conocimientos geográficos de su época
llamado Almagesto. En este tratado incluyo un mapa del mundo conocido en su tiempo.
Este mapamundi solo lo conocemos por copias venecianas del siglo XIII y XV. Una de las
fuentes de los trabajos de Tolomeo habían sido los escritos y mapas de Marino de Tiro, un
autor fenicio del siglo I A.C. En la versión conservada de dicho planisferio se ve Europa, el
norte de África, el cercano oriente asiático y en el lugar de la península india una lengua
corta del tierra debajo de la cual se encuentran varias islas. Al este de la India se ve una
gran porción de agua que se denomina “sinus magnus” y que limita al este con una masa de
tierra que se une por el norte con Asia. Los modernos defensores de la hipótesis fenicia
sostienen que el “sinus magnus” no representa solamente al Océano Indico, como seria la
interpretación mas obvia, sino que también abarcaría el océano Pacifico. Siguiendo esta
lógica afirman también que la tierra desconocida situada al este seria América. Según esta
interpretación Tolomeo, preso de una concepción acotada del espacio geográfico
predominante entre los geógrafos antiguos, había tendido a representar comprimido el
espacio ocupado por ambas masas oceánicas. Esta interpretación intenta abonar la teoría de
contactos fenicios y de otros pueblos euroasiáticos con América pero por la vía Pacifica. Se
ha dicho incluso que algunas referencias del mapamundi de Tolomeo indicarían puertos de
arribo de naves chinas en la costa Pacifica de América. Desde ya que la reinterpretación
conjetural de mapas que solo conocemos por copias posteriores en un milenio al original no
parecen argumentos suficientes como para pretender reconstruir un supuesto legado de
conocimientos geográficos del mundo antiguo que se habían perdido con el naufragio de la
cultura clásica en la alta edad media. Pero se trata de una línea de análisis que no seria justo
desechar sin más. Señalemos también que en el tratado que acompañaba a su mapamundi
Tolomeo incluía datos sobre la costa atlántica de África hasta el golfo de Guinea.
Tomando en cuenta todos estos elementos nos propusimos realizar un balance
de conjunto y arriesgar una opinión sobre la posibilidad de contactos trasatlánticos en la
antigüedad preclásica y clásica. Sobre la base del relevamiento de toda la información
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proponemos agrupar las distintas hipótesis propuestas en dos grandes conjuntos. Al primero
de estos conjuntos lo denominaremos hipótesis antigua de máxima (HAMA) y al segundo
hipótesis antigua de mínima (HAMI)
HAMA: Desde el segundo o el tercer milenio antes de cristo marinos fenicios,
egipcios y de otros pueblos mediterráneos arribaron al continente
americano tanto por la vía Indico-Pacifico como por la vía atlántica. Estos
viajes se produjeron en el contexto de la expansión transoceánica de grandes
redes comerciales permanentes. Los hombres del hemisferio oriental que
arribaron a América fundaron colonias e incluso estados. El impacto de su
presencia en el desarrollo de las altas culturas prehispánicas fue determinante.
Pudiendo rastrearse su huella en distintos rasgos lingüísticos, étnicos,
religiosos, artísticos y tecnológicos de las civilizaciones mesoamericanas.
HAMI: Desde mediados del ultimo milenio A.C y hasta los primeros siglos de la
era cristiana se produjeron arribos de navegantes fenicios, asiáticos romanos y
de otros pueblos mediterráneos al continente americano, tanto por la vía
Indico-Pacifico como a través del Atlántico. Se trataba de arribos aislados o
con escasa continuidad. Difícilmente habrían derivado en la consolidación de
circuitos mercantiles permanentes, ni en el establecimientos de colonias de
hombres del viejo mundo en el hemisferio occidental. Su presencia puede
rastrearse en restos arqueológicos y algunos elementos culturales de la
América prehispánica, pero no puede afirmarse que hayan jugado una
influencia gravitante en la formación de las altas culturas prehispánicas.
A nuestro juicio son escasos los argumentos que se han expuesto a favor de la HAMA
que han logrado sortear los reparos de la critica. No sucede lo mismo con la HIMA que si
bien, a nuestro juicio, no puede, en el actual estado de nuestros conocimientos ser centro de
afirmaciones rotundas, es una hipótesis que se presenta como menos inverosímil si la
cruzamos con los ordenadores más estructurales de la evolución de las sociedades
mediterráneas y del cercano oriente en la antigüedad. Por sobre todas las cosas no debemos
perder de vista que los hiper difusionistas no se han conformado con afirmar la existencia
de contactos trasatlánticos y transpacíficos desde el segundo o tercer milenio A.C. sino que
han insistido que estos contactos fueron parte de procesos colonizadores, redes de
comercios permanentes y hasta de la formación de imperios transoceánicos. Y aca es donde
entra a tallar el análisis de los ordenadores económico sociales centrales de los estados
preclásicos y clásicos.
Perry Anderson caracteriza a las monarquías pre clásicas de Egipto y de Mesopotamia
como “estados fluviales” que explotaban la agricultura extensiva y de regadío llevándose el
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excedente de las comunidades campesinas que tributaban al estado despótico. En los

estados preclásicos el comercio a distancia era una estructura subordinada a la economía
tributaria general. Era una forma de adquirir objetos suntuarios o rituales que no se
producían en su territorio. Por eso las noticias sobre creación de flotas por soberanos
egipcios, babilónicos, etc hablan de navegaciones costeras (golfo pérsico, costa africana del
Indico) y las presentan como emprendimientos puntuales de determinados soberanos y no
como una practica permanente. Si este era el panorama en Egipto y Mesopotamia el mundo
egeo en el periodo creto micénico (2500 A.C.-1500 A.C) nos ofrece un panorama solo
parcialmente distinto. Era un mundo de costas e islas gobernado
por una clase-estado (Thalasocracia) que explotaba de forma regular el comercio a
distancia y poesía una flota permanente. Analizada desde sus ordenadores económicos y
sociales la sociedad creto micénica esta mas cerca de un estado despótico tributario que al
de una sociedad esclavista como la que surgiría en el mediterráneo oriental a partir del siglo
VII A.C. Todo lo que sabemos de la marina cretense apunta aun tipo de barcos adaptados a
la navegación en un mar interior como el mediterráneo.
Reconstruccion de un navio cretense
En el este del mediterráneo nacería un nuevo mundo social hacia el segundo cuarto del
primer milenio A.C.. El desarrollo del modo de producción esclavista en las ciudades
estados helénicos esta estrechamente ligado al carácter costero del mundo mediterráneo. La
agricultura de tierras de secano –trigo, vino, aceite,- exportadas por vía marítima por toda la
cuenca mediterráneo es la base sobre la que se construyo una sociedad basada en el trabajo
de prisioneros de guerras convertidos en mercancías humanas y fuerza de trabajo de los
fundos esclavistas. El comercio marítimo adquiría una centralidad económica que no había
poseído en las monarquías preclásicas. Un comercio que no será exclusivamente el
monopolio de los estados despóticos sino también de particulares que fletaban barcos para
vender sus producciones en todo el mediterráneo.
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En el mundo en el que se formaba el modo de producción esclavista y se expandían las

rutas comerciales los fenicios desarrollaron el rol de “carreteros del mar” al servicio de
distintos estados despóticos que hemos analizado mas arriba. Los fenicios habrían sido la
vanguardia de la navegación oceánica dejando un legado que seria reapropiado por otros
pueblos mediterráneos. Es en el curso de la expansión de las sociedades esclavistas clásicas
hacia la periferia Indica y Atlántica en el que se pudieran haber producido contactos
transatlánticos o por la vía Indico-Pacifico con el continente americano. Respecto a los
contactos por la
vía Indo-pacifica nos limitaremos a decir que entre la segunda mitad del ultimo milenio
A.C. y los primeros siglos de la era cristiana sé producieron en ese espacio geográfico
distintos procesos que pueden haber contribuido a que hombres
provenientes del mediterráneo alcanzaran las costas americanas. En el siglo I y II D.C. el
circuito heredado de los reinos helenísticos que unía al imperio romano con la India se
prolongo, por medio de intermediarios hindúes y arábigos, hasta Indonesia donde se han
encontrado numerosos objetos de procedencia mediterránea. En esos siglos se intensifican
las presencias comerciales, religiosas y culturales provenientes de la India y China en toda
el Asia sudoriental. Por ultimo podemos señalar que contemporáneamente a estos
movimientos el proceso de poblamiento de Polinesia y otros archipiélagos oceánicos
alcanzaba sus momentos culminantes. Todas estas referencias deben ser tenidas en cuenta a
la hora de evaluar la posibilidad de que enancados en las redes comerciales y migratorias
asiáticas y oceánicas hombres provenientes del mediterráneo hayan arribado a la costa
occidental del continente americano.
Respecto a la posibilidad de contactos trasatlánticos queremos resumir una serie de
elementos que a nuestro juicio hacen que la HAMI si bien no sea una hipótesis verificable
sea por lo menos plausible de atención. a) Es a partir de los últimos siglos A.C. que las
fuentes nos informan de avances de los pueblos mediterráneos sobre la periferia atlántica y
la exploración de este mar mas allá de sus costas; b) en el periodo antedicho es cuando las
fuentes y la arqueología nos permiten verificar cierta evolución en la construcción de naves
adaptadas a travesías no litoraleñas; c) los dos unicos objetos arqueológicos de origen
mediterráneo encontrados en el continente americano que, en apariencia, son autenticos
estan datados en los siglo I y II D.C.
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Sobre la base de estos elementos podemos hacernos algunas preguntas sobre si el acceso
de los pueblos mediterráneos a las costas atlánticas de Europa y África y los archipiélagos
respectivos pueden haber servido como punto de partida para atravesar el océano.
Analicemos las posibilidades de las dos grandes rutas comerciales de “mediterráneo
atlántico”. Es posible pensar que desde las Islas Británicas o algún punto del sur de la
península escandinava los cartagineses,
gaditanos o romanos pudieran haber avanzado por el atlántico norte de isla en isla y llegado
al continente americano como harían los vikingos mil años después? No parece que hubiera
muchos argumentos para apoyar tal hipótesis. Sin darle a los argumentos de tipo
tecnológico un carácter absoluto no parece posible que los tirremes y petenconteros
antiguos pudieran haber sorteado las tormentas y olas de veinte metros del Atlántico Norte.
Pero no sucede lo mismo cuando analizamos las exploraciones antiguas sobre la costa de
África sub sahariana y los archipiélagos al sur del paralelo de Gibraltar. No es imposible
que los cartagineses, gaditanos y romanos que comerciaban con los reinos africanos al sur
del Sahara y, quizás, llegando la línea del Ecuador y recalando en Madeira y Canarias se
hayan dejado arrastrar por los vientos alisios y la corriente del golfo cuando vuelve hacia el
oeste y así haber arribado a distintos puntos de la saliente brasileña, el Caribe sur, las
Antillas y tal vez hasta el Golfo de México. De esta manera mil quinientos años antes que
los portugueses y Colon podrían haber descubierto la importancia de los vientos y las
corrientes para desafiar al océano sin limites. No pensamos en travesías regulares
comerciales o de otro tipo, sino en naufragios, arribos forzosos producto de las tormentas e
intentos aislados de retornar a estas tierras descubiertas por accidente. Escribiendo sobre las
posibilidades de contactos trasatlánticos en la antigüedad el historiador argentino Enrique
de Gandia reflexionaba sobre que: “En la practica no hay ningun obstaculo en admitir la
llegada accidental de navios europeos a las costas americanas. La dificultad consiste en el
regreso.” (De Gandia, Enrique; Viajes....; pag. 305)
Pentecontero griego para navegar en el Atlantico
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Tal vez algún día se compruebe con argumentos ilevantables que marinos
mediterráneos o de la costa atlántica de Europa atravesaron el océano en distintas
oportunidades y llegaron a las misteriosas tierras situadas mas allá del mar indiviso. Lo
habrían hecho siguiendo una ruta difícil y peligrosa a la que pocos valientes se animaban a
buscar y de las que aun menos habrían vuelto para contarlo. Tal vez las noticias sobre tales
viajes formaron parte de una tradición solo difundida en círculos de marinos o elites de
ciudades portuarias y que por eso solo dejo oscuras trazas semi legendarias en las fuentes
clásicas. Un conocimiento borroso al cual la decadencia del comercio marítimo en la alta
Edad Media habría condenado, aun más, al olvido. Nada de esto es imposible pero, hoy por
hoy, no pasa por ser una hipótesis estimulante y provocativa pero no verificable.
Los Papae irlandeses peregrinando por la mar océano.

“La mas bella de las llanuras es la llanura de las dos
brumas, / A su alrededor corren ríos de sangre/Batalla
de guerreros divinos llenos de bravura,/No lejos de aquí,
sino aquí cerca”(Descripción del pais de Magmell en la
leyenda de Loegairé Liban)
Al finalizar la antigüedad clásica asistimos a una serie de cambios estructurales en

Europa occidental. Entre ellos la perdida de importancia del comercio a distancia y el
abandono de algunas rutas marítimas. Junto con la implosión del imperio romano de
occidente y el comienzo del lento proceso de establecimiento de los reinos barbaros la costa
atlántica europea fue convirtiendose en una zona de importancia mas periferica que la que
ya habia tenido en los ultimos siglos de la antigüedad clásica durante la Pax romana.
Estado que en terminos generales no abandonara hasta la proto revolucion comercial que se
iniciaria a mediados del siglo XII.
A comienzos del siglo V D.C. se empezo a dibujar lo que seria el perfil general del
atlántico europeo en los siglos siguientes. En 409 los godos se establecen en Hispania que
dejara de ser provincia romana, al año siguiente Britania dejo de tener contactos con la
capital del imperio, mas al norte, en la Galia, el poder romano esta en franca decadencia y
terminara de esfumarse a mediados del siglo. Pero hay un proceso en marcha esos años que
va a establecer otro tipo de ligazon entre el extremo occidente europeo y el centro de la
civilización mediterránea: la expansión del cristianismo. En las Islas Británicas la
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conversión al cristianismo comenzo por la barbara isla de Irlanda, Hibernia, como la habian
denominado los romanos que nunca la habian incorporado a sus dominios. Por obra de San
Patricio la isla poblada por montaraces clanes de pastores celtas se hizo cristiana a lo largo
del siglo V y de ahí saldrian los misioneros que en el siglo siguiente evangelizarian Britania
y Escocia. En la verde Erin, con epicentro en Armagh en el norte del pais, naceria una
cultura religiosa con un perfil étnico y cultural claramente delineado y basada en un modelo
propio de monaquismo. Seria el esplendor de la civilización catolica irlandesa alto
medieval hasta que el yugo vikingo la destruyera a comienzos del siglo IX. Y es en esta
Irlanda monacal de la Alta Edad Media donde asistimos a una nueva reedición del
imaginario del “Mar tenebroso” y de las islas perdidas allende los mares.
Con la excepcion de la rocosa Islandia, Irlanda es la tierra mas occidental de Europa. A
su oeste se extiende el mar inmenso e infinito. Desde su pasado prehistórico los irlandeses
creian en la existencia de tierras magicas cruzando el océano. Las viejas leyendas celticas
reunidas y puestas por escrito por los monjes medioevales asi lo dan cuenta. Entre ellas la
leyenda del bello Condal, un rey que se suponía que habia vivido en el siglo II A.C. y que
con ayuda de los Druidas habia viajado a occidente y visitado Magmell, el “Pais de los
vivos” o “colina de las hadas”, donde no se conocia la muerte. Magmel es tambien
mencionada en la leyenda del guerrero Cuchulainn que habia viajado al “Pais de los vivos”
en una barca, prendado de la diosa Fend, quien a cambio de sus favores, le exigio pelear por
su clan en las luchas intestinas de la tierra de los dioses. A Magmell llego tambien Loegaire
Liban quien reino en esta tierra luego de ayudar al rey de la isla vencer a sus enemigos y
casarse con su hija. Tambien se decia que el mitico bardo Ossian, el ultimo gran poeta
pagano de la verde Erin, habia emigrado a tierras allende los mares a la isla de Tirnanog
donde se encontraba la fuente de la eterna juventud. Ese mismo pais mitico que Ponce de
Leon y Juan Diaz de Solis, entre otros, buscarian en sus exploraciones americanas en el
siglo XVI.
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Monjes irlandeses peregrinando por el Atlántico norte
Y es interesante apreciar como la antigua literatura de los cenobios de Irlanda en la

edad media rescribio un ciclo mitico en donde se fundian a) viejas leyendas celtas; b)
elementos tomados de la mitología grecorromana (campos eliseos); c) del universo bíblico;
y d) ciclos de leyendas orientales que la expansión musulmana aproximaria a occidente.
Este ciclo de leyendas irlandesas sobre islas allende al mar donde viven los inmortales
pasaria a formar parte de un legado cultural comun de las Islas Británicas y otras tierras
celtas durante casi toda la edad media. Otra leyenda de mediados del primer milenio
contaba que un grupo de monjes provenientes de la peninsula Armoricana (Bretaña en el
occidente de Francia) habian zarpado en dirección al oeste en busca de una isla donde se
decia que habitaba el profeta Elias y el patriarca Enoch, personajes del Antiguo Testamento
que habian sido preservados de la muerte. Una apropiación de estos mitos de las tierras
perdidas por la literatura caballeresca culta lo encontramos en el ciclo artúrico que narra la
leyenda del legendario Arturo, rey celta de Camelot, que presidia la hermandad de la Tabla
Redonda y encabezo la resistencia a la invasión anglosajona del siglo VI. Las leyendas
arturianas, tal cual la conocemos ahora, fueron redactadas hacia el siglo XII por los monjes
de la abadía de Glanstombury. En el relato de los ultimos dias de Arturo se contaba que este
fue llevado a la mitica isla occidental de Avalon (Isla de las Manzanas) presidida por nueve
magas o hadas, en donde vivio eternamente en compañía del mago Merlín, Jose de
Arimatea, que habia llevado el Santo Grial a las Islas Británicas, y otros personajes miticos.
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Una versión de la epica de caballeria del mito celta del “Pais de los vivos” con algun eco de
la leyenda del “Jardín de las Hesperides”. Podemos citar otra leyenda de las tierras
perdidas, aunque en una versión menos fantastica. La leyenda del obispo godo que luego de
la invasión musulmana a España habia emigrado con un grupo de fieles a tierras allende el
océano. Lo que siglos después daria lugar a la leyenda de la isla de los siete obispos y
después a la de las siete ciudades de Cibola buscadas en el continente americano por los
conquistadores españoles del siglo XVI.
Si hasta aca estuvimos analizando leyendas ahora veremos como este imaginario
mitico se presenta, para el historiador, como íntimamente relacionado con episodios cuya
evaluación es menos sencilla. Por empezar el ciclo de leyendas sobre las islas allende el
mar fue un elemento clave de la ideología monaquista del clero irlandes en la alta edad
media. En los monasterios de Irlanda se elaboro entre los siglos V y VI una doctrina de la
Peregrinatio por Cristo. Esta puede resumirse de la siguiente manera. Un ideal de
ermitaños y anacoretas volcados al vida contemplativa en su versión mas radical, del
aislamiento cuasi total del mundo. Traducido al terreno de los hechos esta
Peregrinatio...consistía en la búsqueda de comarcas desérticas para realizar este ideal de
vida ermitaña y dedicado a la oración. Por este camino los Papae de Erin se lanzaron al mar
y fundaron monasterios en distintos archipiélagos atlánticos. De esa forma en sus viajes
estivales a bordo de currachs (canoas de pescadores) los monjes llegaron a las Orcadas
(579 D.C.), las Shetlands (620.D.C) y las desérticas Feroe.(670 D.C.) Mas al norte
alcanzaron Islandia donde se establecieron hacia el año 775 y de donde serian expulsados
por los vikingos a fines del siglo IX al comenzar la colonización nordica de la isla. Se
especula tambien con que en travesias en dirección al sur los Papaes habian visitados las
islas Canarias y las Azores.
Es en este contexto de monjes que peregrinan desafiando al mar, en busca de los confines
del mundo, en el que debemos evaluar un documento tan rico y polemico como la
Navegatio de San Brendan. Se trata de una crónica conservada en originales del siglo XI
pero escrita un centenar de años antes por lo menos. En ella se relata los viajes del Obispo
San Brendan, personaje historico que vivio en Irlanda entre 483 y 576 y que fundo una
serie de monasterios en las Islas británicas. En la Navegatio se describen, en medio de
elementos sobrenaturales, los viajes de San Brendan y un grupo de clerigos que habrian
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peregrinado siete años, en una currach, por el océano atlántico buscando la Isla de los
Santos. Desde hace mucho se especula con que algunas de las tierras ignotas mencionadas
en el relato puedan ser uno o varios puntos del continente americano. En el relato de ese
viaje Brendan y sus compañeros visitaron la Isla de las Ovejas, la Isla de las uvas, la isla de
los herreros, la isla de la montaña flameante (un volcan?), etc. Tambien atravesaron el Mar
coagulado donde las aguas se teñian de rojo (el Mar de los Sargazos?) Una vez los monjes
desembarcaron en una isla desierta, celebraron misa y prendieron fuego para calentarse.
Entonces la isla empezo a moverse. Se trataba del lomo de una ballena y esta al quemarse
comenzo a sacudirse. Brendan y los demás decidieron volver todos los años al lomo de la
ballena para celebrar la Pascua de Resurrección. Luego encontraron un monstruo que
hechaba agua por la nariz, pajaros que hablaban, a un ermitaño de cabellos blancos
parecido a las figuras del Apocalipsis y al apóstol Judas sentado en una piedra que
aprovecho la presencia de los monjes para hacer su mea culpa por haber entregado al hijo
del Dios padre. Tambien vieron montañas de cristal rodeadas de redes en medio del océano
(un tempano?) y una encarnizada batalla aérea entre un grifo y un dragón Como se ve el
relato esta lleno de elementos sobrenaturales que lo vinculan con otra tradición literaria
mitica medioeval ligada al océano. Nos referimos a los Bestiarios o libros ilustrados que
hablaban de animales fantásticos y seres mitad hombre y mitad bestia (unipedes,
cinocefalos, etc) en comarcas ignotas y siempre ligados a algun simbolismo teologico. Los
bestiarios anglosajones de la alta Edad Media, por ejemplo, asociaban a las ballenas como
una de las formas que adoptaba el demonio al presentarse frente a los hombres.
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Alegoria de la Navegatio de San Brandan
Es posible que la Navegatio refleje recuerdos de viajes reales por el atlántico que incluso
puedan incluir partes del continente americano? Existe una base para afirmar que la Isla de
las uvas pudiera ser, como algunos creen, una parte de la costa atlántica canadiense o del
noroeste de los Estados Unidos que los exploradores vikingos bautizarian Vinland por
haber hallado viñas silvestres? Antes de contestar estas preguntas debemos contestar otra
pregunta dificil de tipo mas conceptual. La inclusion de tantos elementos sobrenaturales
desacredita definitivamente a la Navigatio como un documento de valor historico? Nos
parece que seria muy apresurado liquidar de esa manera la cuestion. Que una obra este llena
de elementos legendarios no significa que no pueda tener un núcleo que se base en hechos
de naturaleza real. No existe una metodología univoca para proceder al análisis crítico de
un documento de esta naturaleza. Lo mas sólido que se puede decir al respecto es que el
investigador tuviera que intentar buscar una coherencia interna en el texto y luego medirla
con un análisis del contexto en que fue escrito. Y tal vez de esa manera se pueda llegar a
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conclusiones de cierta solidez. En ese sentido es bueno señalar que en el medioevo irlandes
los cronistas siempre mencionaron esta travesia como un hecho historico, que el dia 22 de
marzo el santoral de la Isla recordaba la partida de los monjes hacia lo desconocido y que
tambien se recordaba el acontecimiento en letanías liturgicas escritas en los siglos VII y
VIII. Donald Logan ha hecho notar que la Navegatio parece reflejar las experiencias de
navegación de los monjes peregrinos por los archipiélagos del atlántico norte que los
llevaron en sus fragiles embarcaciones hasta la remota islandia. Escribiendo en 825 el
geógrafo irlandes Ducuil nos da la siguiente noticia sobre los conocimientos del atlántico
norte en la verde Erin:
“Existen alrededor de nuestra propia isla Hibernia, algunas pequeñas y otras
muy pequeñas. Cerca de la isla Britania hay muchas islas, algunas grandes,
otras pequeñas, y algunas mas de tamaño mediano. Algunas se localizan en el
mar que esta hacia el sur de ella, otras en el mar hacia el occidente de la
misma, pero principalmente abundan hacia el noroeste y norte.”(Citado en
Logan; pag. 82)
Alegoria de San Brendam en el cielo americano

tomado de una crónica del siglo XVII
Uno de los argumentos mas a mano para restarle puntos a la posibilidad del arribo de
los Papae a America es que las embarcaciones irlandesas no tenian la solidez para afrontar
las olas del atlántico norte en un viaje largo. Se trataba de naves mucho mas fragiles que los
barcos vikingos de los que ya tendremos oportunidad de hablar. Pero en este caso, como en
otros, tal vez los argumentos de tipo técnico no sean tan absolutos como la logica pareciera
indicar. En 1976 y 1977 el irlandesTim Severin, emulando los viajes de Thor Heyerdal,
realizo en una currach primitiva un par de travesías estivales entre Irlanda y la costa este de
Estados Unidos para demostrar que sus compatriotas habian llegado a América. Pero en
este caso cabe la misma salvedad que en el caso de los viajes del Kon Tiki y el Ra: que se
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haya demostrado que la travesia era posible no quiere decir que la travesia haya sucedido
realmente.
Tim severin y su viaje trasatlántico (1977)
Pero la historia de los irlandeses explorando el mar tenebroso no concluye aquí. En el

siglo X Irlanda ya no era esa isla de pastores nomadas y monjes ermitaños refugiados en
sus monasterios. La verde Erin habia sido saqueada por los vikingos, comenzando un largo
periplo de tierra violentada por invasores del que todavía no ha podido escapar del todo. La
isla habia sido sometida al yugo de los hombres del norte del que luego poco a poco iria
librándose, pero quedando incorporada definitivamente al mundo de relaciones comerciales
y culturales de los estados vikingos del atlántico norte. Esto explica que las informaciones
que tenemos sobre presuntos viajes de irlandeses a America provenga de fuentes islandesas
tierra donde los vikingos habian formado un estado llamado a tener una gran importancia
en las exploraciones en el hemisferio occidental antes de Colon.
Asi tenemos que en el Landnámabók (Libro de los asientos), principal fuente sobre la
historia de la ocupación vikinga de Islandia cuenta que, hacia 983, Are Manson, natural de
Reykianes, fue arrastrado por vendavales que lo llevaron a una isla que bautizo
Huitramannaland, pero que era conocida por sus habitantes como Erland it Mikla (Gran
Irlanda). Se trataba de una isla poblada por irlandeses que lo retuvieron varios años contra
su voluntad aunque lo trataron con consideración:
“El (Ari Manson) perdió el rumbo y fue a parar a Hvitramannaland, que algunos
llaman Irlanda la grande. Se encuentra al oeste en el océano, cerca de
Vinlandia la buena. Se calcula que son seis días de navegación hacia el oeste
desde Irlanda. Ari no consiguió marcharse de allí y fue bautizado en aquel
país. El primero que hablo de esto fue Hrafn el viajero de Limerick, que habia
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pasado mucho tiempo en Limerick, Irlanda. Según Thorkel Gellisson, los

islandeses que habian obtenido su información de Thorffin, conde de Orcadas,
cuenta que se había reconocido a Ari en Hvitramannaland, pero no había
conseguido marcharse. Se le tenía en gran estima alli” (Landnámmabók, S
122)
Otra fuente islandesa posterior, la Eyrbygia saga habla tambien de una isla occidental
poblada por irlandeses que esclavizaban a los naufragos que llegaban a sus costas. Por
ultimo la Saga de Eric, fuente tardia que relata parte de los intentos de colonización vikinga
de Norteamérica, dice que unos nativos (esquimales?) capturados en el pais de Markland le
contaron a los vikingos que cerca de su tierra:
“..habia un país donde los hombres iban vestidos con ropas blancas y gritaban
fuertemente y llevaban palos e iban de un lado para otro con banderas.
Llegaron a la conclusión que se trataba de Hvtramannaland”(Saga de Eric )
La historia de Hutramannaland o Irlanda It Mikla tuvo tambien ecos en un relato de

viajes a occidente originado en el vecino pais de Gales. Se cuenta que en 1170, como
consecuencia de una disputa dinastica en un reino cantonal, el principe gales Madoc
organizo una expedición al oeste del océano. Luego de recalar en Irlanda zarpo a alta mar
en dirección de la isla occidental de donde nunca volvio. Es bueno señalar que no falto
quien se le ocurriera haber encontrado a las descendientes de Madoc y sus secuaces entre
los indios de America del Norte, mas específicamente entre la tribu Mandan que habitaba
en Missouri hasta que una peste los diezmo en 1838. A los primeros viajeros que visitaron a
los Mandan a fines del siglo XVIII les llamo la atención ver entre ellos varios individuos de
tez muy clara y con pelo color paja, lo cual podia deberse a alguna forma de albinismo.
Tambien estos observadores notaron que los rituales Mandan y su organización en
sociedades rituales se diferenciaba en muchos aspectos del de las tribu vecinas. Por ultimo
algunos testimonios dicen que algunas de las palabras de su idioma parecian deformaciones
de vocablos galeses. Si esta teoria era endeble antes de la extinción de los Mandan en 1838,
es bueno acotar que ciento cuarenta años después el “atlantologo” Charles Berlitz la volvio
a exponer sin beneficio de inventario.
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Indios Mandan
En 1998, cuando pocos historiadores serios consideraban posible la hipotesis irlandesa,

en la costa de Connecticutt (Estados Unidos) se descubrieron una serie de objetos de factura
europea datados un poco antes del año 1000 D.C., junto a inscripciones latinas y ogamicas
que, aparentemente, son de origen irlandes. Como en otros casos la arqueología dio una
sorpresa que nadie esperaba. En el actual estado de la cuestión no se puede afirmar de una
manera rotunda que marinos o monjes irlandeses hubieran llegado a la Isla de Terranova o
a la costa atlántica de America del norte como parte de un proceso de exploración
contemporáneo y tal vez relacionado con el proceso de exploración vikinga en el atlántico
occidental. Pero la hipotesis aparece ahora como mas seria que lo que era antes.
Pescadores de Bacalo en el Atlántico norte
Los dragones del Atlántico Norte.
Sin duda alguna la expansión de los vikingos por el atlántico norte y su llegada al
continente americano constituye uno de los episodios mas impresionantes de la
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historia de las exploraciones geográficas a lo largo del mundo. A fines del siglo VIII la
explosión demográfica en las peninsulas de Escandinava y Jutlandia marcaron el comienzo
de la expansión de los piratas normandos que se lanzaron a saquear los ricos reinos de la
cristiandad occidental; a expanderse, en dirección al este, por la costa del Baltico, y los rios
que desenvocan en el Mar Negro y; por el oeste hacia los archipiélagos atlánticos. Entre
fines del siglo VIII y fines del siglo XI los pueblos escandinavos dejarían huellas de su
presencia desde Ucrania a Norteamérica; saqueando, comerciando y formando estados por
medio de conquista y colonización.
Tierras históricas de los vikings

Al contrario de los monjes y pescadores irlandeses y sus fragiles currachs, los
vikingos (hombres de los fiordos) eran herederos de una larga tradición de desarrollo de la
tecnología naviera entre los pueblos germanos del norte que se remontaba muchos siglos
atras. Ya en tiempos del imperio romano, Tacito (siglo I D.C.) daba cuenta de la fama de
buenos navegantes de la que gozaban los sajones, pueblo germanico, medio emparentado
con los vikings, que vivia aledaños al limes norte del imperio. En los siglos siguientes los
vikingos crearon dos tipos de naves adaptadas a las duras condiciones climáticas del Mar
del Norte. Los Drakkars (dragones) de hasta 45 metros de largo y con capacidad para 200
tripulantes y los Snekkar (serpientes) de menos de 30 metros y con capacidad para llevar
entre 60 y 100 hombres. En la medida que se hiba acumulando experiencia en la
navegación en mar abierto estos tipos de barcos fueron perfeccionándose para resistir los
duros embates de las olas y las tormentas del Atlántico Norte. Se trataba de barcos con unos
pintorescos mascarones con cabezas de dragón para espantar a los demonios del mar. Naves
demasiado largas, de poca anchura, borda baja, y a los que una ola gigantesca podia partir
al medio. Para responder a este desafio nacio el Knor, una variante mas solida del Drakkar:
barco con borda alta, mas pesado, menos largo y mas ancho, capaz de resistir los embates
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mas rabiosos del mar. Con estos recursos materiales los vikingos desafiarian las rigurosas
condiciones de navegación en el océano abierto y se lanzarian a buscar tierras ignotas. Para
guiarse en el mar contaban con la leidarstein, un primitivo antecedente de la brujula. Se
trataba de una piedra imantada puesta en un recipiente con agua y que, con un poco de
suerte, indicaba donde estaba el norte. Tambien usaban el solarsteinn (piedra solar), una
especie de madera redonda con incisiones regulares en lo bordes y un orificio en el medio
donde se colocaba un eje. Se trataba de un primitivo astrolabio con el que se podia medir la
posición del barco en relación con el sol y las estrellas. Para ubicar nuevas tierras en el mar
ignoto utilizaban un recurso sencillo y efectivo. Llevaban en sus naves dos cuervos. Luego
de varios dias de navegación se soltaba a los pajaros en un momento de cielo despejado. Si
los pajaros volvían queria decir que se estaba lejos de la costa. Si no volvían el barco se
dirigia al punto del horizonte donde las aves se habian perdido.
Drakars vikings conservado en un museo
Mundo de valores guerreros la sociedad vikinga evoluciono en los primeros siglos de

la era cristiana desde su organización alrededor de clanes gentilicios que trabajaban la tierra
en comun y se reunian en una asamblea de guerreros, hacia una división en clases sociales
claramente diferenciadas. Para los vikingos, en tiempos de la gran expansión, la sociedad se
dividia en Trhaells (esclavos), Bondis
(campesinos) y Jarls (señores). Los esclavos eran prisioneros de guerras capturados en
correrias maritimas, principalmente entre los pueblos celtas. La afluencia de estos esclavos
provenientes del exterior y explotados en el trabajo agrícola retardo notablemente el
proceso de sumisión del campesinado escandinavo y danes hacia la dependencia feudal
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respecto a sus señores como estaba pasando contemporáneamente en el resto de Europa

Occidental. Si bien, en esos siglos, los Jarls fueron consolidandose como una aristocracia
militar y recibiendo prestaciones de parte del campesinado; la mayoria de los Bondi
escaparon al vasallaje y siguieron participando de los Things (asambleas comunitarias)
como guerreros libres. Recien en los siglos XII y XIII se consolidaria en Escandinavia y
Jutlandia el modo de producción feudal, con características diferenciales en relación al
resto de Europa Occidental, a la vez que se formaban los grandes reinos que constituirían su
super estructura política. Acompañando e,
incluso, antecediendo la consolidación del orden feudal y monárquico, se venia difundiendo
el cristianismo por misioneros provenientes de Alemania y las Islas británicas, a la vez que
se hiba extinguiendo gradualmente el paganismo escandinavo con su panteón de dioses
guerreros ligados al universo de ideas de la sociedad vikinga en tiempos de la grandes
correrias marítimas. La cultura vikinga encontraba su máxima expresión en la literatura de
Sagas. Poemas
escritos sobre piedras en el alfabeto runico, expresión escrita de las lenguas escandinavas.
Se trata de ciclos de leyendas que contaban en un tono epico las historias de los dioses del
Walhalla (el Olimpo nordico) y las hazañas de los grandes guerreros y navegantes. En el
campo de las artes figurativas, los artistas vikingos se destacaron en la pintura sobre tablas;
los filigranas en madera y para ornato de los barcos;, los tejidos y tapices y la orfebrería de
fibulas, broches y hebillas.
Luego de saquear a la Europa carolingia y las Islas Británicas los noruegos y daneses
comenzaron a colonizar los archipiélagos del atlántico norte a mediados del siglo IX.
Después de conquistar y colonizar las isla Orcadas, Shetland y Feroe los vikings llegaron a
Islandia a fines del siglo IX y expulsaron a los monjes irlandeses que vivian en ellas como
ermitaños. Los invasores normandos se repartieron la isla en parcelas para la agricultura y
reconocieron como organo de gobierno al Althing o asamblea gentilicia. Una vez
establecidos en Islandia los vikingos se encontraron casi a las puertas del continente
americano. Pero no fue, según todo parece indicar, un colono islandes el primero que visito
las tierras americanas. Sino un Sueco llamado Gunbjorn, que viajando desde Noruega a
Islandia fue arrastrado por una tormenta hacia el oeste y avisto una serie de pequeños
islotes volcánicos, actualmente sumergidos, y mas alla una tierra inhóspita y helada en la
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que no desembarco. Según todas las apariencias esta tierra seria la isla que actualmente
conocemos como Groenlandia. Ya en Islandia Gunbjorn difundio las noticias del
descubrimiento de estas feraces tierras occidentales que nadie mostro mayor interes en
visitar.
Seria finalmente un noruego deportado de su tierra y luego de Islandia a causa de unas
muertes por rencillas entre clanes, quien daria el paso final y llegaria al lado occidental del
Atlántico. Eric el Rojo, llego a Islandia cuando no quedaban muchas tierras fértiles para
explotar. Alla el y su gente volvieron a derramar sangre de adversarios y temiendo la
venganza de los deudos de sus victimas debieron volver a tomar el camino del mar. En el
verano de 986 Eric y su gente pusieron proa hacia el oeste y avistaron una gran isla, como
la que habia descripto Gunborn. Luego de navegar la costa en dirección noreste-sudoeste y
doblar su extremo sur (Cabo Farbel) en dirección sudeste-noreste, Eric noto que en el
verano boreal parte de las costas de la nueva tierra se destacaban por su verdor. Entonces la
bautizo Groenlandia (tierra verdeante)
Ruinas vikingas en Groenlandia
Los vikingos habia llegado a tierras isleñas americanas y comenzarian un proceso de

colonización que duraria casi quinientos años. Eran tierras desiertas. Asi todo los hombres
de Eric encontraron restos de antigua presencia humana. Hoy sabemos que se trataba de
esquimales de la cultura Dorset que habian emigrado hacia la peninsula del Labrador
(Canada). Mas al norte, llegando al circulo polar vivian los esquimales de la cultura Thule,
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cazadores de focas, que en los primeros doscientos años de la colonia no tendrían contactos
con los nórdicos. A la primera expedición de Eric, le siguio una flota de 25 barcos, con
colonos islandeses que trajeron consigo ganado (caballos, cerdos, cabras), semillas de trigo
y otras cosas necesarias para sobrevivir. Eric capitaneo la fundación de una colonia en la
vertiente Oeste de la costa que se llamo Osterbygd (colonia del oeste) y mas al sur
Vesterbygd (colonia del este). Mas adelante se levantaria, cerca de Vesterbygd, el poblado
de Gardar, que seria la capital religiosa de la Groenlandia vikinga. A principio del siglo XI
Groenlandia tenia unos 3000 habitantes. A Gardar llegaria en 1126 un Obispo enviado
desde el vaticano para impulsar la conversión final al cristianismo de los ultimos vikingos
paganos. De esta manera Gardar se convirtió en la primer diócesis catolica de America.
Tambien del siglo XII es la catedral de Gardar, construida con piedra arenisca y de la que
hoy se conservan solo ruinas. Según datos de viajeros islandeses y noruegos en su momento
de esplendor entre fines del siglo XII y comienzos del XIII, Gardar llego a contar con 18
iglesias y dos monasterios de monjes.
Ruinas vikingas en Havsley (Groenlandia)
. Era un mundo de pastores, cazadores de pieles y pescadores. Desde Groenlandia se

exportaba hacia Noruega y Dinamarca articulos exoticos como marfil tomado de los
colmillos de las morsas, cuernos de narvales, finas pieles de osos polares, sogas hechas con
la piel de estos animales y osos vivos como regalo para las cortes de los reyes. A la vez los
groenlandeses importaban de Europa el hierro, inexistente en las tierras polares, y madera,
mas que escaza en el lugar. Pero pronto los colonos de Groenlandia encontrarian algunos de
estos escazos articulos vitales mas cerca de su hogar, sin tener que cruzar el atlántico para
conseguirlos.
Las tierras de los salmones, los bosques y las viñas
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Hoy por hoy nadie discute que vikingos provenientes de Groenlandia llegaron a tierras
continentales americanas y visitaron la costa atlántica del Canada y, en apariencia, tambien
la costa noreste de los Estados Unidos. Sin embargo este hecho fue objeto de interminables
controversias durante casi un siglo. Las sagas vikingas escritas en Groenlandia e Islandia y
otras fuentes europeas hablaban de la exploración de tierras que eran descritas con rasgos
reconocibles en la geografia de comarcas de America del Norte. No obstante la moderna
crítica de fuentes se mostraba cauta y remisa a identificar definitivamente las tierras
descriptas en las sagas y crónicas con la porción norte de la masa continental americana. Y
a esto contribuyo cierta “vikingomania” que se desato en Canada, pero, aun con mayor
intensidad, en los Estados Unidos, a partir en las dos ultimas décadas del siglo XIX.
Aficionados a la arqueología, periodicos sensacionalistas, agrupaciones representativas de
inmigrantes escandinavos en USA y simples estafadores comenzaron a denunciar el
descubrimiento de restos arqueológicos y nuevas y mas “claras“ muestras de presencia
vikinga por todos lados. Es imposible enumerar el cúmulo de fraudes o errores en ese
sentido. Pero mencionaremos los mas representativos en función de su repercusión y la
confusión que ayudaron a crear: a) la piedra de Kensington. Un trozo de roca con supuestas
inscripciones runicas encontrado en 1898 por un colono sueco en Minesotta, a miles de
kilómetros de la costa atlántica. Esta inscripcion relataba como un grupo de nórdicos en
viaje a America se habian perdido y habian viajado hacia tierra adentro. Cuando los
expertos runologos la analizaron descubrieron que se trataba de un fraude.
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La piedra de Kensington
; b) La Torre de Newport. En dicha localidad del estado norteamericano de Rodhe Island

unos cimientos de una vieja torre pasaban, en la tradición popular, por ser ruinas de la
colonización vikinga. No falto quien creyera que se trataba de la tumba de una princesa
normanda e iniciara excavaciones para constatarlo. Luego de muchas especulaciones
historiadores locales constataron que se trataba de restos de un molino mandado a construir
en el siglo XVII por los primeros colonos ingleses que alli se asentaron; c) El Mapa de
Vinland . En 1957 un anticuario compro un viejo manuscrito que contenia un supuesto
mapa vikingo de la tierrra de Vinland descripta en las Sagas junto a un mapa del Asia
central recorrida por el misionero Plancarpino en el siglo XIII. En 1965 la universidad de
Yale compro el mapa y lo anuncio como el rescate de un documento historico
importantísimo. Luego de varios años de engaño se descubrio que se trataba de un fraude
hábilmente perpretado. Se habia utilizado un pergamino del siglo XV y tinta bastante
semejante a la de ese entonces. Pero al ser analizado, en 1972, por medio de rayos
infrarrojos se descubrio que habia sido trazado alrededor de 1920.
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El falso mapa de Vinland
Remontando toda el descredito que trajeron aparejados estos incidentes la arqueología

y el análisis de fuentes fueron demostrando a lo largo de la primera mitad del siglo XX que
la hipotesis sobre la llegada de los vikingos al continente americano era por lo menos una
hipotesis seria. Hacia comienzos de la decada del 60 la mayoria de los especialistas
acordaba que las tierras descriptas en las fuentes eran zonas de Canada y el norte de
Estados Unidos. Por otra parte se habian comenzado a encontrar testimonios
arqeologogicos de peso. Como por ejemplo flechas de indios algonquinos en yacimientos
groenlandenses e incluso una bolsa con tierra de Rodhe Island en la casa de uno de los
exploradores vikingos en Groenlandia, aun cuando la autenticidad este ultimo hallazgo ha
sido cuestionada. Pero la confirmación final llego en 1963 cuando Helge Ingstand
descubrio en la localidad de L’Anse aux Meadows, en la costa norte de la isla de
Terranova, los restos de lo que, sin lugar posible a dudas, era un asentamiento nordico que
debia servir de escala en el viaje entre Groenlandia y las fértiles tierras boscosas del sur. Se
trataba de un poblado formado por varias casas colectivas, un horno a leña y un taller de
herrero, que obviamente no podia pertenecer a una comunidad de aborígenes algonquinos o
de esquimales Dorsets, Los trabajos de Ingstand y su equipo siguieron hasta comienzos de
la decada del 70 y permitieron trazar una radiografía de esta comunidad vikinga de Vinland
fundada poco después del año 1000 y habitada durante varias decadas. Posteriormente se
descubrieron objetos vikingos en Bahia Ungava en la costa de Canada llegando a la Bahia
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de Hudson.Tambien se encontro una moneda vikinga, junto a objetos esquimales y

amerindios, en la costa de Maine (noroeste de Estados Unidos)
L’Anse aux Meadows
Una vez que la arqueología hizo lo suyo el contenido de las fuentes escritas cobro
verosimilitud. Que contaban aquellos viejos relatos escritos hace cientos de años?. La
fuente mas antigua que menciona la llegada de los vikingos a Vinland no es de origen
groenlandes, ni islandes como se hubiera podido suponer. Se trata de una crónica sobre los
arzobispos de Hamburgo escrita por el historiador aleman Adam de Bremen a mediados del
siglo XI. En esta obra Adam de Bremen cuenta como en la corte danesa recibio relatos
sobre una gran isla allende al mar en donde abundaban los salmones, los arboles frutales y
las viñas.
El rey hablo sobre otra isla más que había sido descubierta por muchos en
ese océano. Se llama Vinlandia porque allí en ese país crecen vides silvestres
que producen un vino excelente. Allí abundan las plantas que crecen solas.
He sabido esto no de relatos fantásticos sino de los informes fidedignos de los
daneses.(Bremen Adam de; Historia de los Arzobispos de Hamburgo. Citado
en Logan; pgs. 122-123)
La crónica de Adam de Bremen no es la unica fuente netamente europea que menciona

la existencia de Vinlandia. Los Anales islandeses, asi como otras crónicas de ese origen y
un tratado geográfico del siglo XII hablan de la existencia de Vinland descubierta por
groenlandeses alrededor del año 1000. Pero las principales fuentes sobre el descubrimiento
y colonización de Vinlandia son un poco posteriores. La Saga de los Groenlandeses y la
Saga de Eric, escritas entre los siglos XIII y XIV y que con variaciones cuentan la misma
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historia. La del descubrimiento y colonización de Vinlandia por las gentes de Groenlandia.

Pero como fueron los hechos?
Rutas vikingas del Atlántico norte
A fines del siglo X D.C. el islandes Bjarni Herjolfsson se dirigia en dirección a

Groenlandia y una conjunción de tormentas y bancos de neblina le hizo perderse en el mar
y termino encontrándose mas al occidente de lo que pensaba. Cuando se disipo la niebla
avisto una tierra desconocida llena de bosques y colinas bajas. Luego de llegar a la
conclusión de que no estaba en Groenlandia puso proa al norte donde avisto otra tierra
plana y boscosa y luego una tierra llena de glaciares. A la postre llego a la costa de
Groenlandia donde se establecio y conto el relato de la nuevas tierras avistadas. Años
después, Leif, hijo de Eric el Rojo, el colonizador de Groenlandia, le compro a Bjarni su
nave, tal vez en la creencia que el barco tenia algun poder mágico que le permitiera
recordar la ruta de su anterior viaje, y marcho a encontrar aquellas tierras misteriosas.
Según el calculo de Logan el viaje de Leif en busca de las islas del sur se produjo dentro de
un lapso de tiempo que tendría como fecha limite 1002 D.C. y 1015 D.C. En ese segmento
de tiempo zarpo la expedición recorriendo la misma travesia que Bjarni pero en sentido
inverso. De esa manera primero avisto la tierra llena de rocas y glaciares. Desembarco en
ella y la llamo Hellellandia (tierra pedregosa). Según todos los expertos esta primer escala
fue en la isla actualmente conocida como Tierra de Baffin, al norte del Canada y al oeste de
Groenlandia. Luego avisto la tierra llena de bosques, tambien desembarco en ella y la llamo
Marklandia (tierra boscosa). Indudablemente Leif y sus hombres desembarcaron en el norte
de la peninsula de Labrador, llena de bosques de coniferas. Luego de navegar mas al sur
llegaron a una tierra mas fértil y de clima mas benigno, como la descrita por Bjarni en
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primer termino. Alli desembarcaron. Era una tierra con hierba que no conocia la helada y
con un ancho rio donde abundaban los salmones. La duración del dia y la noche eran mas
simétricas que en las tierras polares. Unos dias después un esclavo
aleman llamado Tyrkir se adentro en un bosque y volvio medio ebrio. Habia descubierto
viñas silvestres. Entonces Leif bautizo la nueva tierra como Vinlandia (la tierra de las
viñas). Luego de pasar un año en la nueva tierra Leif y sus compañeros emprendieron el
regreso llevando un rico cargamento de uvas y madera para vender en Groenlandia.
Travesia de Brjani de Groenlandia a Vinland
Tiempo después otro hijo de Eric el Rojo, Thorvald, compro la misma nave y con una
tripulación de treinta hombres marcho a Vinlandia. Al llegar a la tierra de los salmones
encontraron los restos de la casa de Leif en el anterior viaje. Los hombres de Thorvald
exploraron el pais y encontraron una tierra llena de bosques. Luego de dos años
emprendieron viaje bordeando la costa. Y es entonces que la saga situa un incidente digno
de ser relatado:
Condujeron la nave en lugar donde podían echar amarras, pusieron una
pasarela hasta la playa y Thorvald desembarcó con todos sus compañeros a
bordo. “Este es un sitio ideal”, dijo”y aquí me gustaría levantar mi hogar”.
Luego se dirigieron a la nave y vieron tres gibas en la arena, promontorio
adentro. Se llegaron hasta ellos y vieron tres botes de piel y tres hombres bajo
de cada uno. De modo que se dividieron y se lanzaron sobre ellos; uno logro
escaparse con su canoa. Mataron a los otros ocho y después regresaron al
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promontorio, donde echaron un buen vistazo y vieron varias gibas fiordo arriba,
que pensaron serían viviendas humanas. Acto seguido les entró tal
somnolencia que no podían mantenerse despiertos y se durmieron. Les llegó
un grito, así que todos se pusieron en pie, y las palabras de la exhortación
fueras éstas: “¡Levantaos, vosotros, Thorvald, y todos sus compañeros, si
queréis vivir. Vuelve a la nave con todos tus hombres, y abandonad esta tiera
tan rápidamente como podáis!” Al mismo tiempo vieron que de dentro del
fiordo se acercaba una flota de innumerables botes de piel y que les atacaban.
“Debemos levantar defensas que nos protejan, ordenó Thorvald, “a cada lado
de la nave, y defendernos hasta el limite de nuestras fuerzas, pero
exponiéndole lo menos posible al ataque”. Así lo hicieron. Los skraelings
(hombres horribles) continuaron tirando sobre ellos, pero luego huyeron, cada
cual lo más de prisa posible.(Saga de los Groenlandeses, reproducida en
Jones; pag. 207)
Thorvald fue herido por una flecha india y moriria poco después. Asi, de esta manera,
con una riña sangrienta entre vikingos e indios algonquinos, America y Europa se
encontraron por primera vez cara a cara. Por lo menos hasta donde sabemos hasta ahora.
Luego de enterrar a Thorvald los vikingos regresaron a Groenlandia de donde saldrian
nuevas expediciones al pais de los skraelings
Reconstruccion de una aldea algonquina
Seria otro hijo de Eric Rojo, Thorstein, quien intentaria regresar a Vinland para recoger
el cadáver de su hermano. Para eso utilizo, una vez mas, la nave de Bjarni, que ya debia
estar bastante deteriorada con tanto ajetreo. Thorstein fue acompañado por 25 hombres y
por su esposa Gudrid. Zarparon de Gardar hacia el sur pero las tormentas azotaron la nave
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sin piedad y esta debio regresar y, ya comenzado el invierno, arribo al poblado del Oeste.
Poco después Thorstein murio victima de una peste. Su viuda, Gudrid, volvio a casarse con
Thorfinn Karlsefni, un acaudalado islandes. Lo convencio de juntar recursos para ir a
colonizar Vinlandia. Thorfinn y Gudrid reunieron una tripulación de 60 personas
incluyendo 5 mujeres. Tambien llevaban ganado de distinto tipo. Guiados por hombres que
habian participado en los otros viajes llegaron pronto a Vinland. Encontraron el viejo
refugio de Leif y se dedicaron a apacentar las vacas y a vivir de la recoleccion de frutos y
de la caza y la pesca. Luego que paso el invierno hicieron contacto con los nativos. Un
grupo de skraelings llego hasta el campamento de los vikings y luego de asustarse por el
bramido de un toro, se pusieron a comerciar con los nórdicos. Los indios le cambiaban sus
pieles por leche de las vacas. Ese verano nacio Snorri, el hijo de Gudrid y Thorfinn, el
primer hijo de europeos nacido en America, cuyo nombre se conoce. Al año siguiente
volvieron los skraelings a comerciar y en un incidente un nativo fue muerto. Vikingos e
indios se trenzaron en un violento combate en el que los nórdicos empujaron un toro por
delante para asustar a los skrealings..En este punto la mas pintoresca Saga de Erik
menciona un episodio que no aparece en la Saga de los Groenlandeses. En medio del
combate, Fredys, otra hija de Eric el rojo, tomo una espada y enfrento a los skraelings para
darle coraje a los apabullados vikings. Como una recia walkiria, a la que Wagner no canto,
la ruda Fredys, desnudo una teta y se comenzo a dar planazos en el pecho con la espada de
un guerrero muerto consiguiendo devolverle coraje a sus compañeros. Aunque vencedores
la situación de este puñado de vikings era precaria. Entonces Thorfinn decidio volver a
Groenlandia. Asi concluyo el esfuerzo mas tenaz de los groenlandeses por colonizar
Vinlandia. De vuelta en Groenlandia murio Thorfinn y Gudrid peregrino a Roma y se hizo
monja. Tres obispos de Islandia fueron sus descendientes. Pero la Saga menciona un cuarto
viaje. Tiempo despues la impetuosa Fredys se asocio con dos islandeses y monto una
expedición que llego al lugar de Leif. Alli estallaron divergencias y Fredys, con los marinos
que la apoyaban, paso a cuchillo a sus socios. Ella misma con su hacha decapito a las cinco
mujeres de sus enemigos. Pero, era obvio que la expedición ya no tenia destino.
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Representacion de un combate entre vikingos y skraelings
Asi terminaron los intentos vikingos de colonizar Vinland aunque no terminaron los
contactos de Groenlandia con las fértiles tierras del sur. Que conclusión podemos sacar de
la información que ofrecen las fuentes? Los intentos de colonización vikinga en estas
fértiles tierras fueron movidos por la necesidad de conseguir recursos que no abundaban en
las inhóspitas tierras de Groenlandia. Pero se trataron de intentos de colonización hechos
con recursos modestos. Contingentes formados por poco mas que medio centenar de
hombres no eran suficientes para afrontar la conquista de tierras pobladas por nativos
hostiles. Otro tema para reflexionar es hasta donde se extendia Vinland. El ecosistema
descripto en las Sagas se corresponde bastante bien con la isla de Terranova y el valle del
Rio San Lorenzo, lleno de salmones. En cuanto a las viñas que se mencionan estan ausente
de la geografia de la región. Pero se ha hecho notar que es una zona en donde abundan
bayas silvestres con las que se puede hacer vino. Se extendia Vinland hasta el territorio
norteamericano? El hallazgo, un tanto dudoso, de tierra de Rodhe Island en Groenlandia y
de una moneda vikinga en Maine, cerca de la frontera entre Estados Unidos y Canada, son
los indicios mas firmes en ese sentido. La moneda nordica fue encontrada en un yacimiento
lleno de objetos indios y de esquimales de la cultura Dorset. Esto ha dado pie para que se
especule con que se trataba de una especie de puesto de comercio de una larga red que iria
desde Terranova y Labrador hasta Rhode Island y tal vez mas al sur y en donde vikings,
esquimales y algonquinos comerciaban. Mas recientemente, en 2012, un equipo liderado
por la arqueóloga canadiense Patricia Shuterland, descubrió en la isla de Baffin, al oeste de
Groenlandia, restos de un asentamiento que incluye herramientas y un crisol para fundir
metales de, según todo parece indicarlo, de origen escandinavo. La isla de Baffin ha sido
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siempre identificada por la mayoría de los expertos con la Helulland (“tierra de las
piedras”) de las sagas vikingas. Que quedo de la frustrada colonización vikinga de America
del Norte? Luego de medio siglo o mas de colonización, como puede deducirse del
yacimiento de L Anse-Aux-.Medows , los vikingos no dejaron su huella en la demografía
del lugar, ni rasgos culturales incorporados por los pueblos aborígenes. En realidad, por lo
efímero y acotado de la experiencia, hubiera sido difícil que las cosas resultaran de otra
forma. Queden para los amantes de los episodios inexplicables los siguientes datos. En el
siglo XVI el explorador frances del Canada, Jean Cartier, hizo levantar una cruz en la isla
de Montreal y, ante el asombro de los franceses, uno de los indios hurones que asistio al
acontecimiento se persigno. Mas tarde Samuel Champlain al descubrir el lago que lleva su
nombre, en el noroeste de Estados Unidos, recogio entre los indios leyendas sobre una tribu
blanca que habia poblado el lugar. Pero, cabe recordar, que leyendas de ese tipo se han
encontrado a lo largo de todo el continente.
El ocaso de la Groenlandia vikinga
Si, como todo parece indicar, en la segunda mitad del siglo XI concluyeron los intentos
de asentamiento definitivo en Vinland esta siguió jugando un rol en la vida de las
poblaciones vikingas de Groenlandia. Ya que las tierras del sur siguieron siendo un lugar
donde se podian abastecer de recursos que escaseaban en su helada comarca. Los Anales
Islandeses informan parcamente que Eric, Obispo de Gardar, marcho en busca de Vinland
en 1121. Estos mismos Anales..tambien informan de un viaje a Markland, para buscar
madera y pieles en 1347. Pero mientras tanto la vida de las colonias de Groenlandia se
siguio desarrollando siguiendo un derrotero propio.
Como ya explicamos mas arriba los poblados de Groenlandia se integraron en un
circuito comercial que incluia a Islandia y otros archipiélagos del norte y llegaba hasta
Noruega y Dinamarca y con circuitos laterales con las Islas Británicas. Ya sea que la
escazes de recursos obligara a los groenlandeses a depender cada vez mas de los reinos
escandinavos, o que, como otros expertos sostienen, las colonias fueran autosuficientes, la
cuestion es que en 1261, Groenlandia y la vecina Islandia, aceptaron pasar a ser reinos
vasallos del rey de Noruega. Junto con la aceptación de la soberania noruega se acepto
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tambien el monopolio de los comerciantes noruegos sobre ciertos articulos. Pero las
condiciones naturales comenzarian a marcar el ocaso del comercio entre Groenlandia y la
lejana Europa. Sabemos por los estudios climatologicos que en el siglo XIII se produjo una
mini era glaciar en el artico. Los tempanos y los hielos avanzaron hacia el sur. Y las
travesias a Groenlandia comenzaron a hacerse mas difícil. Solo podria llegarse a los
poblados del sur de la isla en agosto, cuando los hielos se habian derretido. Pero el
enfriamiento de la región trajo otras novedades. Pronto llegarian al sur de Groenlandia las
manadas de focas que vivian en el artico. Y junto con las focas bajarian desde el circulo
polar los esquimales Thule que eran cazadores especializados en estos mamíferos anfibios.
Estos nativos, a los que los vikingos tambien denominaban skraelings, pronto chocarian
con los nórdicos. En 1370 los esquimales atacaron el Poblado del oeste matando gran
cantidad de hombres y mujeres y llevándose dos niños como cautivos. Poco después este
poblado dejo de existir. Una carta de un Obispo Islandes, reconstruida en una fuente del
siglo XVII, sugiere que sus habitantes se habian fusionado con sus vecinos esquimales y
emigrado a las tierras continentales americanas.
Esquimales Thule cazando ballenas
Son los tiempos de la decadencia de la Groenlandia nordica. En 1371 muere Alf, último
Obispo de Gardar que ya no sera relevado. Se sabe que llegaron viajeros al Poblado del
Este en 1385 y en 1406. En esta ultima ocasión se trataba de unos islandeses que vivieron
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cuatros años en Groenlandia y presenciaron una boda en la que se comio jamones y otros
productos locales y luego la muerte en la hoguera de un brujo que habia seducido con artes
diabólicas a una doncella. Estos islandeses habrian abandonado Gardar hacia 1411. Luego
se terminan las noticias sobre las poblaciones vikingas en Groenlandia. En algun momento,
durante la segunda mitad del siglo XV la colonia se extinguio sin que sepamos como.
Los vikingos en América según la historieta el Príncipe Valiente de Harold Foster
Que fue lo que sucedió? No es facil decirlo aunque se han ensayado algunas
interpretaciones. Ya mencionamos la información de segunda mano que afirma que los
habitantes del poblado del oeste se unieron tribalmente a sus vecinos esquimales y
marcharon a buscar las viejas tierras de Markland y Vinland. Luego la arqueología ha
venido a aportar datos que reforzarian una explicación emparentada con aquel oscuro dato.
Al finalizar la primera guerra mundial el arqueólogo danes Paul Nordllund desenterro las
ruinas de los poblados vikingos de Groenlandia. Del estudio de los camposantos aldeanos
llego a la conclusión de que con el tiempo se habia acentuado el desequilibrio poblacional
entre los sexos, el crecimiento de la mortalidad infantil y el acortamiento notorio de la
expectativa de vida en la región. Por otra parte los cadaveres dejaban entrever que el
raquitismo, la tuberculosis y la desnutrición provocaban estragos en esta comunidad
sometida a los rigores de una nueva y repentina era glacial y de los cambios en la fauna y
flora del lugar. Uniendo los vagos indicios de las fuentes con la información arqueología,
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Vhihjalmur Stefánsson, Helge Ingstad y otros han sostenido la teoria que los ultimos
nórdicos de Groenlandia habian seguido el camino de los habitantes del Poblado Oeste y se
habian unido tribalmente con los esquimales y luego emigrado a las tierras mas acogedoras
del sur. La escasez de hombres habría impulsado la fusión con los skraelings para
sobrevivir como grupo.
Ya hemos mencionado la leyenda que recogio Champlain de una tribu blanca en el valle de
San Lorenzo y explicamos las razones por el cual no es dato muy confiable. No obstante es
tambien bueno aclarar que la no presencia de huellas de
mestizaje entre los nativos que conocieron siglos después los exploradores franceses e
ingleses no es un argumento de peso en contra de la hipotesis de la migración de los
groenlandeses al sur. No habria razon para que un pequeño contingente de nórdicos
diezmados por mil enfermedades y emparentados con esquimales por falta de hombres,
hubieran dejado presencia de sus rasgos fenotipicos en sus descendientes biologicos
doscientos años después. Si eso fue lo que sucedió es probable que nunca lo podamos
confirmar del todo. No obstante, con la conjunción de datos que hemos señalado, no puede
decirse que sea una teoria alocada y arbitraria. Le toco al papa Alejandro VI, al escribir una
carta pastoral en 1492, cuando Colon navegaba hacia America y los datos sobre tierras
occidentales estaban prontos a revestir un inusitado interes, hacer el epitafio para aquella
colonia de nórdicos establecida 500 años antes en una isla del Atlántico Occidental:
La diócesis de Gardar se encuentra en los confines de la tierra en una región
llamada Groenlandia. La gente que vive allí no tiene pan, vino ni aceite; viven
de pescado seco y leche. Muy pocas travesías a Groenlandia han sido
posibles debido al hielo en los mares y éstas sólo en el mes de agosto, cuando
el hielo se ha derretido. Se cree que ningún barco ha navegado allí durante
ochenta años y que ningún obispo o sacerdote ha residido allí durante este
periodo. Por consiguiente, muchos habitantes han abandonado la fe de su
bautizo cristiano; una vez al año exhiben un lienzo sagrado utilizado por su
último sacerdote para celebrar la misa allí hace casi cien años.(Citado en
Logan, pag. 113)
El mito del imperio vikingo de Tiahuanaco

Los modernos estudios sobre la presencia vikinga en America han tenido una derivación
de lo mas peculiar. Nos referimos a la hipotesis del arqueólogo franco-argentino Jacques
Mahieu (1915-1990) que desde mediados de la decada del 70 vino afirmando haber
encontrado huellas vikingas en Paraguay, Nordeste de Argentina, Brasil, Bolivia etc.
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Mahieu fue un personaje con un frondoso curriculum político-ideologico. Se trataba de un

sociólogo y antropólogo nacido en Paris, que habia sido colaboracionista de la ocupación
alemana de Francia durante la segunda guerra mundial. Incluso había revistado en las filas
de un regimiento de la Brigada Carlomagno, nombre con el que se conocía a las secciones
francesas de la Wafen-SS. Como otros nazi-fascistas europeos Don Jacques busco refugio
en la Argentina luego de la derrota alemana en 1945. Afincado en estas pampas se convirtió
en un connotado ideólogo de la extrema derecha peronista y uno de los principales
mentores del Movimiento Nacionalista Tacuara, grupo terrorista famoso por sus
actividades de corte antisemita desplegadas en los primeros años de la década de 1960.
Mahieu no fue el primer autor que sostuvo que había existido cierta presencia nordica
en América del sur y, particularmente en la Argentina. En 1941, el geólogo frances
radicado en la Argentina, Raymond Chaulu, presento una ponencia en el Congreso de
Historia del Noroeste Argentino en donde aseveraba que los indios Comechingones, de las
sierras de Cordoba, descendían de grupos nórdicos que habian bajado desde America del
Norte. Chaulot se apoyaba en las particularidades fenotipicas de los indios serranos, que ya
los cronistas de la conquista habían juzgado distintos a las otras tribus, y en pictografias
halladas en Cerro Colorado en donde creia ver signos runicos. La hipotesis de Chaulot fue
rebatida en 1945 por el arqueólogo Antonio Serrano en un libro titulado Comechingones y
años después estudiosos europeos expertos en runas descartaron la posibilidad que las
pictografias de Cerro Colorado incluyeran símbolos runicos. Pero si la hipotesis de Chaulot
parece un tanto apresurada y fruto de un exceso de entusiasmo, ahora veremos que las
teorias de Mahieu, por comparación, la dejan tan chiquita que ni se ve.
Supuestas inscripciones rúnicas en Tucuman
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Alla por 1965 el geólogo paraguayo Pedro Gonzalez excavo, a las ordenes del
ministerio de Obras Publicas de su pais, unas cuevas cercanas a Cerro Cora, dramatico
escenario final de la guerra de la Triple Alianza. Alli encontro fragmentos de muros que
podian ser interpretados como restos de una avanzada incaica. Junto con las ruinas se
encontraron grabados en la piedra que incluso parecian una forma de alfabeto. Ante la
carencia de arqueólogos capacitados para evaluar un descubrimiento de este tipo en el
Paraguay, el gobierno los busco en los paises vecinos. En 1969, el ya mencionado Jacques
Mahieu, director de un centro de estudios privado en Buenos Aires, marcho con una
expedición al Paraguay con apoyo economico del gobierno dictatorial del Gral Ongania.
Mahieu trabajo en Cerro Cora y luego en Misiones. El eje de su trabajo consistio en cruzar
los datos arqueológicos con datos de tipo etnográfico. Luego de dictaminar que las
inscripciones de Cerro Cora eran runicas y de afirmar haber encontrado en cuevas
misioneras grabados que representaban a divinidades nordicas, Mahieu se dedico a realizar
estudios antropométricos sobre los indios guayaquies habitantes del oeste del Paraguay en
el limite con Bolivia. Al igual que los comechingones los guayaquies se caracterizaban por
un fenotipo racial un tanto atípico dentro del conjunto de los nativos de la región. Los
estudios del licenciado Jose Pedro Rivero, acompañante de Mahieu, dictaminaron que entre
los guayaquies existian rastros de algun preterito mestizaje con blancos europeos. Mahieu
recogio entre los Guayaquies la leyenda de Ipir, un rey blanco y barbudo, que habia
gobernado la region en el pasado. Luego siguió trabajando en excavaciones realizadas en
Brasil, Bolivia y Peru. En todos estos lugares Mahieu pretende haber descubierto huellas
claras de la presencia vikinga en la masa continental sudamericana. Incluso en el
emplazamiento de Sete Cidades (Brasil) el arqueólogo franco-argentino sostuvo haber
descubierto un centro de culto gemelo al del bosque de Teoburgo en Sajonia, donde los
antiguos germanos decían que un gran fresno sostenia el universo. En 1975 se publico en
Buenos Aires una nota sobre los descubrimientos de Mahieu en la revista Gente, semanario
frívolo, sensacionalista y apologista de la dictadura genocida. En esta nota se anunciaba que
se habia descubierto de forma incuestionable la presencia de vikingos en el centro de
Sudamérica. Mahieu siguió recibiendo atención de publicaciones faranduleras como
Radiolanda y de suplementos domingueros de algunos diarios porteños. Por oposición no
fueron muchas las reacciones en contrario en medio académicos serios. En un pais donde a
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sangre y fuego se hiba cerrando el campo del pensamiento critico las teorias mas faltas de
seriedad encontraban el terreno expedito.
Jacques Mahieu
A lo largo de una serie de libros aparecidos en la decada del 70 Mahieu expuso las
frondosas conclusiones de sus investigaciones a las que nos permitiremos bautizar “la Saga
de los Vikingos Sudacas”. Según este “estudioso” los vikingos luego de colonizar America
del Norte siguieron hacia el sur y desembarcaron en el Golfo de México a mediados del
siglo XI.. El jefe de esta expedición no seria otro que el mismisimo Quetzacoalt que en este
nuevo giro evemerista ya no seria un rey sacerdote egipcio o mesopotamio sino un rudo
Jarld nordico. La “serpiente emplumada y rubia” y sus laderos pasaron a gobernar el
imperio tolteca. En un rapto de agudeza Mahieu reparo entre el parecido del nombre de la
capital tolteca, Tula o Tollan, con Thule, el antiguo nombre de Islandia. Entonces dedujo
que la vieja ciudad hegemónica del centro de México a comienzos del post clasico habia
sido bautizada asi en homenaje a la rocosa isla situada en las cercanias del Artico.
Preocupado por la pureza racial de sus hombres el Jarld Quetzacoatl les impuso estrictas
prohibiciones de contacto sexual con las mujeres nativas. Pero como se sabe que de la
tentación al pecado hay solo un paso, a la vuelta de una travesia civilizadora el austero jefe
nordico descubrio que los rudos arios habian sucumbido ante las seducciones de las
demoniacas mujeres toltecas. Desilusionado por la falta de contención de sus guerreros, el
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Jarld Quetzacoalt y el nucleo duro de su gente emprendio rumbo al sur y desembarco en la

costa nordeste de Brasil. De ahí los vikingos se internaron en la selva y llegaron a la región
del lago Titicaca. Según Mahieu los nórdicos con el concurso de siervos indígenas fueron
los constructores de Tiahuanaco! Esta habría sido la capital de un vasto imperio que abarco
todos los Andes centrales y se extendio por el sur hasta el norte Argentino y el norte de
Chile, por el este hasta el Amazonas y por el norte hasta la costa caribeña de Colombia y
Venezuela. Incluso, siempre según Mahieu, los indios arawakos habian constituido la
guardia pretoriana de los emperadores vikingos de Tiahuanaco. Llegados a este punto cabe
hacer la siguiente reflexión. Los vikingos de Mahieu, por momentos, se parecen demasiado
a los “Arios” de Ias teorias racistas del filosofo nazi Alfred Rosemberg. A donde llegaban
traian con ellos la civilización a la que otras etnias, según parece, eran incapaces de acceder
pór si solas.
Izquierda: una estatuilla nordica de un guerrero - Derecha: el dios tlaxcalteca Camatxli (Codice Ramirez)
que se ha sugerido que representaría un guerrero vikingo según la mirada de los pueblos mesoamericanos
Según Mahieu en el siglo XIII la Tiahuanaco vikinga recibio la visita de un

evangelizador que convirtió parcialmente el pais al cristianismo. Esto explicaria ciertos
signos cruciformes en el arte andino prehispánico. El recuerdo de este misionero, que
Mahieu denomino Gnupa, podrian rastrearse en las figuras miticas del dios guarani Pay
Zume y en el dios civilizador aymara Tunupa, que por enésima vez servian de carta
comodin para las empedernidas tesis evemeristas. A continuación Mahieu, sin el concurso
de ninguna fuente escrita, situa con una precision admirable el fin del imperio vikingo de
Tiahuanaco en el año 1291 D:C.. Cual fue la causa de su crisis? Pues, aca viene una de las
afirmaciones mas curiosas de Mahieu. Según el arqueólogo franco-argentino el altiplano
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boliviano no fue invadido por los Aymaras en el siglos XIII, como cree el vulgo. Según este
vikingologo el imperio nordico de Tiahuanaco fue destruido por una invasión de araucanos
(mapuches) que se vinieron desde la Patagonia con el despropósito manifiesto de destruir la
obra civilizadora de los vikings. Asi la impresionante saga de los nórdicos en America
habia caido bajo los rusticos embates de los antepasados de Caupolican y Lautaro, a los que
canto Ercilla en La Araucana. Algunos sobrevivientes de los nórdicos del altiplano habrían
emigrado hacia el Paraguay donde se mestizaron con los indios guayaquies y otros tuvieron
un destino mas glorioso que mencionaremos mas adelante.
Estatua de Tiahuanaco que se ha querido hacer pasar

por la representación de un misionero cristiano precolombino
A esta altura de la reseña nos permitiremos hacer un alto para señalar algunos puntos
un tanto “oscuros” de la construcción de Maiheu. Por empezar las numerosas inscripciones
runicas y grabados con simbolismo nordico que Mahieu y sus epigonos dicen haber
descubierto en Brasil y Paraguay, no han sido evaluadas de la misma manera por el resto de
los arqueólogos. La cuenca del Amazonas, el Matto Grosso y el Chaco fueron corredores de
numerosas migraciones de pueblos que dejaron innumerables signos de su paso. Las
inscripciones y grabados que Mahieu y otros interpretaron como representaciones algo
rusticas de divinidades del panteón escandinavo pertenecen, según todo parece indicar, a
distintas tradiciones culturales de pueblos cazadores de las tierras bajas. Para fundamentar
su hipotesis de que los vikingos construyeron Tiahuanaco Mahieu se ve obligado a negar en
bloque la cronología de las sucesivas culturas del Altiplano que los arqueólogos
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especialistas han fijado luego de decadas de exhaustivo trabajo. Asi dice que las momias de
la cultura pretihuanacense de Paracas, donde habria individuos de aspecto caucasico, no
serian del 500 A.C., como la datación por Carbono 14 establecio, sino de alrededor del año
1000 D.C. cuando los nórdicos viajeros habrian llegado a estos pagos. Por otra parte
traslada la construcción de Tiahuanaco desde los ultimos siglos A.C. hasta el siglo XI D.C.,
poco antes de la fecha en que la arqueología establecio su crisis. Como sabemos
Tiahuanaco no fue conquistada por los mapuches. El altiplano sufrio una invasión para
fines del siglo XIII, cuando Mahieu fija la caida del imperio nordico, por la que los
aymaras, provenientes del Noroeste Argentino y de la zona de Coquimbo (Chile),
conquistaron a los pukinas, descendientes biológicos de los constructores de Tiahuanaco.
Muchas otras criticas mas se le han hecho a las tesis de Mahieu. Sus intentos de encontrar
raices nordicas detrás de cuantas muestras de la toponimia lo permitieran, sus aventuradas
etimologias de los nombres de dioses indígenas, tratando de encontrar un origen
escandinavo, el haber sacado de la galera la figura de un misionero nordico y luego querer
asociarlo con una divinidad guarani, que es claramente un heroe civilizador mitico que no
tuvo existencia historica, etc.
Supuestas inscripciones rúnicas en Cerro Cora (Paraguay)
Pero aca no termina la saga de estos vikingos que nunca asentaban el trasero en un
sitio por mucho tiempo. Como dijimos, luego de la destrucción del glorioso imperio
nordico de Tiahuanaco un grupo de la elite escandinava, se establecio en Paraguay donde el
rey blanco Ipir goberno a los guayaquies. Estos fueron fruto de una cruza de los nórdicos
con aborígenes a consecuencia de la cual los descendientes de los europeos fueron
“degenerando” (enanismo, rasgos mongoloides, etc) y perdiendo sus rasgos fenotipicos
originales, su idioma y su cultura. Siempre el maldito mestizaje! Es bueno aclarar que el
cacareado mestizaje de los guayaquies puede haberse producido en tiempos post-
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colombinos cuando esta etnia tuvo contactos con distintos grupos criollos del Paraguay
colonial. Para finalizar digamos que en los años siguientes se escribiria una ultima y
gloriosa pagina en la historia de los vikingos sudacas. Según Mahieu una segunda rama de
los descendientes de los señores vikingos de Tiahuanaco emigro hacia la sierra centro-sur
de Peru donde fundaron el imperio Inca (!!!!!!) Manco Capac, Mama Ocleo, los Ayar y
demas personajes del periodo mitico de la historia incaica serian descendientes de nórdicos
de pura cepa, llamados a crear el mas gran estado americano prehispánico- si exceptuamos
al imperio vikingo de Tiahuanaco, desde ya!!!. Según esta logica el sistema de quipus
incaico era de origen escandinavo y la lengua secreta que, según algunos cronistas hablaba
la elite del Tahuantisuyo, era un dialecto nordico, que los Orejones de Cuzco mantenian en
secreto para no revelar su origen a sus siervos indios. La teoria de Mahieu no solo es
arbitraria, racista y disparatada, sino que tambien es conspirativa!
Las hipotesis de Mahieu no han contado con muchos continuadores en los medios
académicos serios. Pero si con el apoyo de algunos defensores radicales de las hipotesis de
contactos en la Antigüedad, que de esa manera llevan agua para su molino. Tambien cuenta
con muchos admiradores entre los visitantes de paginas de internet neo nazis en donde se
elogia sus febriles elucubraciones en las cuales la civilización solo surge cuando llegan los
Arios.
Portada de uno de los libros de Mahieu
Andalusíes y marroquíes navegando Al-bahr al Mulhit
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Como ya explicamos durante los siglos de acenso y consolidación del feudalismo en

Europa Occidental el comercio marítimo y la navegación atlántica perdieron mucha
importancia y se desarticularon la mayoria de los circuitos comerciales en la periferia
atlántica en la antigüedad clásica. No seria hasta la revolucion comercial del siglo XIII que
comenzaria a revertirse este proceso y solo a partir del siglo XIV con el comienzo de la
expansion europea hacia las islas y Africa volveria a recuperarse el “mediterráneo
atlántico”
Diferente era la situación en los reinos y estados musulmanes de la peninsula Iberica y el
Africa noroccidental. Los estados andalusis y del Magrheb eran florecientes civilizaciónes
urbanas con un alto grado de desarrollo científico que se proyecto en avances en la
tecnología marítima y en los conocimientos geograficos. Los arabes elaboraron navios
solidos y ligeros, preferentemente para la navegación costera. Tambien inventaron la vela
latina mas adecuada para la navegación en mar abierto y utlizaron el timon de codaste
(popa) para maniobrar con viento en contra, estando en discusión si tomaron esta ultima
innovación de los vikingos o de los chinos por mediación de los marinos musulmanes del
Indico. Para orientarse utilizaron aplicaciones primitivas de la brujula y el astrolabio
previas a las ensayadas por los marinos europeos con la excepcion parcial de los nórdicos.
Marinos del Al Andalus en el Atlántico
Ya en el siglo IX D.C. los ricos reinos musulmanes del Al Andalus (la España
musulmana) mantenian relaciones comerciales con los reinos vikingos de Escandinavia y
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Jutlandia llegando hasta el Baltico en sus viajes. Los marinos musulmanes del norte del
Africa habian reconocido todo el Africa sub sahariana hasta mas al sur del Ecuador. Por
otra parte se tienen noticias de que visitaban Canarias, Madeira, Azores y Cabo Verde.
Pesqueros y balleneros musulmanes operaban en el litoral occidental irlandes y quizas mas
al norte. Estas exploraciones se tradujeron en un mayor conocimiento de la superficie del
mundo por parte de los geógrafos musulmanes en relacion con el saber oficial escolástico
de la cristiandad occidental en el medioevo. En el siglo IX los geógrafos de Toledo y
Cordoba conocían la teoria de la esfericidad de la tierra tomada de los antiguos científicos
griegos y que solo se divulgaria en el mundo cristiano a partir del siglo XIII. Gracias al
aporte de los traductores arabes y hebreos de la Toledo reconquistada (1085) se conoceria
en la Europa feudal el sistema metrico decimal, el ajedrez, las tablas del movimiento de los
planetas y la obra de Aristóteles y otros filosofos clásicos.
Es en este contexto que debemos evaluar las noticias de las fuentes arábigas que han
sido interpretadas como prueba del arribo de marinos musulmanes a America entre los
siglos IX y XIV. Las referencias mas antiguas se remontan al siglo X en la obra de
geógrafos andalusis como Al-Masudi y Abu Bark Ibm Umar Al- Qutiyya y en la obra del
marroquí Al-Idrisi (1100-1166). Este ultimo era un geógrafo educado en Cordoba y autor
de un estenso tratado de geografia llamado el Libro de Roger en homenaje al rey Roger de
Sicilia en cuya corte vivio este sabio musulman y por cuya orden confecciono este tratado.
En esta obra Al Idrisi recopila un monton de información recogida de los tratados de
geografia de la antigüedad clásica conservados en las bibliotecas de los sabios moriscos. La
obra de Al Idrisi llegaria a occidente por mediación de la escuela de geógrafos judios de
Mallorca y sirvio de fuente para los estudios de los geógrafos europeos como Martín
Behaim, Andriea Bianco y Pablo Toscanelli. Por otro lado el Libro de Roger estuvo entre
las obras de cabecera de Colon en los años previos al descubrimiento.
Al Idrisi
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La mencion mas antigua de un presunto viaje de marinos musulmanes a traves del Al

bahr al Mulhit (mar envolvente) la encontramos en los escritos de Al Masudi que relata
como a fines del siglo IX un caballero de Cordoba, Kashkash Ibn Saeed Ibn Aswad, reunio
un grupo de hombres jóvenes y se lanzo a la Mar Océano de donde volvio un año después
trayendo un tesoro fabuloso recogido en ignotas tierras trasmarinas. Por su parte Abu Bark
Ibm Umar Al Quitiyya relata la historia de Ibn Farrukh que viajo en 999 a Gando (nombre
arabe de las islas Canarias) y luego siguió rumbo al oeste visitando las islas Capraria y
Plutana para luego volver a la España musulmana luego de tres meses de travesía. Pero el
relato mas completo y sugerente es el que recoge Al Idrisi en el Libro de Roger. Según el
sabio marroquí un grupo de marinos musulmanes de Lisboa se lanzaron a un viaje a traves
del océano y luego de varios meses de navegar entre la niebla llegaron a unas islas donde
fueron capturados por los naturales. Al cuarto dia de su cautiverio llego un interprete que
hablaba arabe (¡) y los interrogo en nombre del rey del lugar. Luego fueron conducidos a la
costa y con los ojos vendados arrojados en una canoa a la deriva. Finalmente fueron
rescatados por naturales de otra isla que los ayudaron a regresar al Al Andalus. Las fuentes
norafricanas nos dan noticia de una ultima expedición de exploración del océano Atlántico
emprendida por un pueblo musulman de menor tradición marinera que los marroquíes y
andalusíes. Nos referimos al reino negro de Mali situado en el Sudan Occidental. Alrededor
de 1300 subio al trono de este pais de caravanas y yacimientos auríferos la dinastía Keita.
Uno de estos reyes, Abubakari II organizo entre 1310 y 1312 una expedición de 200
piraguas cargadas de provisiones que debian internarse en el mar en dirección al oeste y no
volver hasta llegar al otro lado del océano. Según los anales de esta expedición solo regreso
una piragua al cabo de un año. El rey Keita organizo una nueva flota para reconocer la ruta
a la nueva tierra y en esta ocasión no volvio nadie.
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Rey de Mali en el atlas del mallorqui Abraham Cresques
Las referencias a travesias trasatlánticas de marinos andalusíes y marroquíes fueron

evaluadas en el siglo XIX por un geógrafo de la talla de Alejandro Von Humboldt y por un
eminente arabista moderno como Claudio Sánchez Albornoz como recuerdos de viajes a los
archipiélagos atlánticos y no como crónicas de arribos al continente americano. En cuanto
al presunto viaje de los marinos de Mali no parece muy verosímil en relacion a lo que
sabemos de la navegación en esa region.
Recientemente se ha reflotado la hipotesis de un contacto real de los marinos
musulmanes con America. La principal defensora, en tiempos recientes, de esta hipótesis ha
sido la historiadora Luisa Alvarez Toledo, Duquesa de Medisonia, curadora del Archivo
histórico de su casa nobiliria que contienen importantes documentos sobre la historia del
oeste de Andalucia (desde donde partió la empresa colombina) desde la época de la
conquista castellana de la región arrebatada al reino musulman nazarí. Luisa Alvarez
Toledo publico en 1992, año del quinto centenario del descubrimiento, un libro titulado No
fuimos nosotros donde sostiene que en los archivos de sus antepasados hay pruebas de que
los moros habrían llegado a América por lo menos en el siglo XII. La Duquesa historiadora
va mas lejos y dice que navios desde el sur de la península, desde Marruecos y Mali
siguieron arribando a América hasta el siglo XV. Incluso sostiene que el viaje de Colon en
1492 fue un montaje de la corona para reclamar la primacia de las tierras americanas para
Castilla. Las pruebas que esgrime no han sido consideradas validas por la mayoría de
estudiosos del tema. Cabe acotar que se trata de una autora con alta exposición mediatica
que hasta su muerte en 2008 fue una habitue de la secciónes de escándalos de las revistas
sencionalistas españolas que se dedican a comentar la vida de la gente del jet set europeo.
Si bien lo antedicho no invalida a priori su obra, si quizás lo haga el hecho de que la
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presentación de su libro estuvo rodeada de algunas maniobras publicitarias propias de una

campaña de marketing comercial. Entre ellas una asociación oportunista de la edición del
libro con los “contrafestejos” del quinto centenario, entrevistas ditirambicas con el rey de
Marruecos para decirle que a sus antepasados les corresponde el honor de haber llegado a
América y otras cosas por el estilo.
Al igual que en otros casos que hemos mencionado solo una comprobación de tipo
arqueológico pueda aportar un argumento irrefutables para confirmar la llegada de marinos
musulmanes andalusíes o africanos a América. Finalmente cabe reflexionar que aun si se
descartara toda posibilidad de un contacto de marinos musulmanes con el continente
americano los hombres del Islam seguirían siendo actores de pleno derecho en la historia de
los esfuerzos que culminaron en la vinculacion del hemisferio oriental con America. Y esto
es asi por haber compartido con los vikingos y los pescadores atlánticos travesias de
navegación de altura, por haber frecuentado los archipielagos atlánticos antes que los
españoles y portugueses y por los aportes de conocimientos geograficos, astronomicos y de
tecnología naviera que legaron a la Europa Feudal.
Cinocefalos habitantes de las islas fantasticas
La historia perdida de la expansion europea en el Atlántico.
El frances Pierre Chaunu denomino Expansion Europea al proceso por el cual los reinos
ibericos tomaron contacto y luego colonizaron los archipielados atlánticos y la costa del
África subshariana hasta el arribo de Colon a las Antillas (1492) y de la expedición de
Vasco Da gama a la India (1497). Entre 1300 y 1500 se reunirían los distintos factores y
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elementos (geograficos, economicos, tecnológicos, políticos, etc) que posibilitarian a los

marinos españoles y portugueses la vinculacion directa con America y el océano Indico
respectivamente. Según Chaunu en la primera centuria y media del segmento de tiempo
señalado los factores determinantes de la expansion fueron la búsqueda de tierras
cultivables, mano de obra y metales que escaseaban en la Europa que asistia a la crisis del
orden feudal y sus consecuencias (Expansion en fase B). En la segunda mitad del siglo XV
la expansion incorporo entre sus moviles la creación de circuitos comerciales con distintas
periferias extra europeas y la vinculacion directa con los mercados asiaticos por la via
Atlántica o circunvalando Africa (Expansion en fase A)
Barcos genoveses siglo XIV
Contemporáneamente a las lineas principales del proceso de expansion europea se

conservan noticias de posibles viajes y contactos de marinos de distintos pueblos europeos
al margen de las lineas centrales del proceso de expansion. Fenómeno al que hubiera que
sumar una prolifica actividad de geógrafos, cartógrafos y marinos tratando de recoger en
planisferios y tratados el heteroclito cúmulos de informaciones sobre tierras desconocidas o
solo conocidas por datos indirectos. A estos dos fenómenos es a lo que denominamos una
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“trama marginal del proceso de expansion europea”. Intentaremos hacer un relevamiento

de la información disponible sobre mayoria de los presuntos viajes a tierras allende el
océano que pueden ser identificadas con tierras americanas asi como el reflejo de estos
presuntos viajes en mapas, tratados y crónicas de los siglos XIV y XV. Podemos tomar
como un punto de partida convencional de la gran expansion el viaje de los hermanos
genoveses Vivaldi en 1291. Estos miembros de una rica familia de armadores ligures
armaron una expedicion con dos galeras aptas para la navegación mediterránea pero no
para el océano atlántico y provisiones como para una larga travesia buscando islas en el
océano. Los Vivaldi cruzaron el estrecho de Gibraltar y pusieron proa al sudoeste rumbo a
las Canarias de las que se tenian vagas noticias. Luego de sobrepasar estas islas en
dirección al oeste se pierden sus rastros. Lo interesante es que varias expediciones
genovesas intentaron seguir sus pasos pero desistieron de la empresa al enfrentarse al
océano abierto. En los próximos ciento veinte años el comienzo de la ocupación de las
Canarias (1344) y las Azores (1417) terminarian de recuperar el “mediterráneo atlántico”
conocido por los antiguos.
Isla de Samborondon
En ese siglo XIV tenemos noticias de varios presuntos viajes a America. El primero en
orden cronológico de estos relatos de presuntos viajes a America en el siglo XIV seria el de
Sánchez Brandao, un marino portugues que según algunas crónicas habria llegado a una
isla que bautizo Brasil en 1343. El nombre, hononimo a la futura colonia lusitana y actual
republica de Brasil se debe a la planta del Palo Brasil, conocida en las islas del
Mediterrañeo y que Brandao habria encontrado en la isla por el descubierta. Se ha
especulado que este relato contuviera noticias fidedignas de algun arribo a las Antillas o a
la saliente brasileña. Pero la mayoria de los estudiosos actuales han desestimado tal
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posibilidad. Los otros relatos de posibles viajes a America en el siglo XIV apuntan hacia el
Atlántico norte. A las antiguas rutas de los nórdicos y a los ricos bancos icticolas de la
actual costa Atlántica de Canada o Estados Unidos. Entre ellas las referencias a un viaje
que el noruego Paul Knutsonn habria emprendido a la Groenlandia, cada vez mas aislada de
Europa, por orden del rey de Noruega en 1362. De este viaje, del que se sabe muy poco,
algunos afirman que habria concluido en America del Norte. Durante mucho tiempo se
afirmo que el capitan vasco Juan de Echayde habia arribado en 1392 a un gran banco de
bacalaos en la isla de Terranova y la costa de Canada pero la critica historica posterior
comprobo que se trataba de un error en el que se habia confundido una travesia del siglo
XVI con un viaje de tiempos precolombinos. En los ultimos años se ha prestado atencion a
noticias en el sentido que el principe escoces Saint Clair habia emprendido un viaje hacia el
oeste en 1398 y arribado a una isla que tal vez fuera Terranova.
Supuesta representación de mazorcas de maíz

en la capilla de Rosslyn (Escocia) (1446)
Tambien se ha especulado sobre la posibilidad que marinos de los puertos normandos

de Dieppe y Rouan huvieran conservado mapas y rutas de la Orden Templaria, suprimida a
principios del siglo XIV, y que le permitiron retomar el camino a America anteriormente
recorrido por los caballeros del Temple en busca de yacimientos auríferos y argentiferos.
Respecto a esta afirmación cabe aclarar que una parte de ella se merece una cierta atención.
A fines del siglo XIV los marinos de Dieppe y Rouan se adelantaron a los portugueses en la
colonización del Africa subsahariana y junto con marinos catalanes dejaron indicios de una
temprana presencia de marinos europeos en la costa Africana a la altura de Senegal y Sierra
Leona y tal vez mas al sur, hasta las islas de Cabo Verde. O sea que estamos hablando de
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circulos de navegantes con cierta experiencia de travesias en el Atlántico donde las

corrientes conducian a mar abierto. Pero la afirmación sobre viajes secretos a America de
los Templarios durante los siglos XII y XIII estan mas cerca de la literatura de “enigmas y
misterios” que de la investigacion seria.
Supuesta representación de orejones incas

en la iglesia templaria de Vecelay (Borgoña) (1150 d.c.)
En el siglo XV el panorama es un poco distinto. Se conservan relatos y noticias de viajes

bastante menos nebulosos. Para ese entonces el proceso de expansion habia fructificado en
una ampliación importante de las zonas del océano navegadas por los marinos europeos. Por
otra parte desde fines del siglo XIV se asiste a un notorio avance cartografico que incluye
informaciones un poco mas fidedignas sobre islas y tierras en el oeste del Atlántico. Una de
los primeras muestras de este nuevo panorama geografico es la aparicion del mapamundi de
Abrahan Cresques (1375), un judio integrante de la famosa escuela de geógrafos hebreos de
Mallorca. Este es un documento que permite saber cual era el grado de conocimiento de los
europeos sobre el Africa subsahariana antes de comenzar la exploración sistematica de sus
costas por los portugueses en el segundo cuarto del siglo XV. En 1436 o 1448 aparece el
portulano de Andrea Bianco, en 1456 del genoves Bartolomeo Pareto; en 1457 el de Fra
Mauro, en 1474 el de Toscanelli, en 1492 el de Martín Behaim. En estos mapas estan
representadas islas misteriosas en el atlántico occidental. La ya mencionada isla Brasil, la
isla Antilia, la isla Stokafixa, asociada a veces a la isla de los Bacalaos. Junto a estas islas de
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contornos un poco menos fantásticos aparecen mencionadas otras que tienen remembranzas
mas legendarias: islas de los hombres, islas de las mujeres, islas de Man Satanaxio, isla de
las Gorgonas, etc.
Copia decimonónica del mapamundi de Martin Beahin (1492)
Respecto a la persistencia del toponimio Antilia, mencionado por Aristoteles en el siglo

IV A.C., su aparicion insistente en varios mapas del siglo XV ha hecho suponer que
reflejaba algun vago conocimiento de las islas del caribe que luego del descubrimiento
heredarian este nombre tomado de la geografia conjetural pre colombina. En el mapa de
Andrea Bianco al lado de Antilia aparece una mencion al mar de los Sargazos que puede
estar tomada tanto de referencias de fuentes clásicas o de relatos de marinos que hubieran
llegado a esa parte del océano donde anualmente desovan las anguilas. La isla Antilia
aparece tambien en el mapamundi de Pablo Toscanelli. Aquel que Colon tomo como
referencia para asegurar que era posible llegar a Asia atravesando el océano Atlántico. De
hecho Toscanelli menciona a Antilia en su correspondencia como una isla equidistante de
Europa y Asia. En una carta a Cristóbal Colon Toscanelli vuelve a mencionar a Antilia y le
dice al genoves: “la isla Antilia cual es conocida por usted”. En la misma carta Toscanelli
la situa a 35 grados al oeste del meridiano de las islas Canarias. El otro mapamundi del
siglo XV que ha concitado el interes de los estudiosos de contactos trasatlánticos
precolombimos es el del aleman Martin Behaim aparecido en 1492, el mismo año que
Colon llego al Caribe. Behaim era un cosmografo aleman que habia participado de la
expedición del portugues Diego Cao hasta la costa del Congo (1482). En el mapa de
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Behaim tambien aparece la isla Antilia o de las siete ciudades junto a la siguiente leyenda:
“en 1414 el que mas se arrimo fue un navio español”.
Reproduccion del mapamundi de Martin Behaim
Existe otra isla que aparece representada en varios mapas del “quatrochento” y que se
ha identificado con la isla de Terranova. Es la Isla Stokafixa, aparente deformacion del
vocablo ingles Stock Fish (banco de peces), o isla de los Bacalaos. Esta isla esta
representada en el mapa de Andrea Bianco y Enrique de Gandia sostiene que se trata de la
misma isla que en el mapa de Behaim aparece como Antilia. El estudioso argentino basaba
esta afirmación en que en una carta con un mapa adjunto de origen catalan, fechada en
1414, se representa una escena de casa de ballenas en algun lugar al oeste de Islandia.
Según Gandia la escena de la carta de Mecia de Viladesles confirma que en la fecha que
Behaim situaba la aproximación de un barco español a Antilia balleneros europeos, vascos
según el historiador argentino, pescaban cetáceos en los bancos de la costa Atlántica de
America del Norte.
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Carta Atlántica de Mecia Viladestes (1414) En el recuadro del borde superior izquierdo, señalado, por la
fecha se ve la escena de caza de ballenas a la que alude Gandia.
Todos estos intentos precolombinos de reconstruir parcialmente la geografía del oeste

del océano Atlántico le confieren cierta crebilidad a las noticias sobre posibles travesias a
America en el siglo XV. Estos, igual que los relatos de la centuria anterior, se dividen en
viajes que habrian tenido como punto de arribo las Antillas o la saliente brasileña y
aquellos que habrian arribado a Terranova y la costa Atlántica de America del Norte. Uno
de los relatos de viajes del siglo XV mas revisitados por los modernosos estudiosos es el de
los hermanos Zeno que conocemos por un relato publicado en Venecia en 1588. Según este
relato Nicolas y Antonio Zeno emprendieron en 1405 un viaje por las islas del Atlántico
Norte y encontraron tierras donde vivian reyes belicosos en guerra con los soberanos de
Noruega e islas donde habia conventos con monjes que hablaban en latin. Las tierras
mencionadas en los relatos de los Zeno han sido identificadas con las islas Feroe
(Frislandia), con el archipiélago de las Shetlands (Estlandia o tierra del este), con la
Groenlandia vikinga (Engroneland) y con Terranova (Estotilandia o tierra del oeste). Se
trata de una travesia real, de una recopilación de noticias sobre los viajes de los vikingos
por el Atlántico norte o una mezcla de ambas cosas? No es imposible que a principios del
siglo XV los Zeno hubieran arribado a Gardar y hubieran encontrado los restos de la
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comunidad nordica con sus iglesias y monjes. Por otra parte el libro sobre el relato de los
Zeno esta acompañado por un mapa de las tierras descubiertas que puede considerarse
como una representación aproximada de las islas y costas del Atlántico Norte.
Mapa de Nicolo Zeno (1405)
Tambien se tiene noticias de una expedición danesa-portuguesa al Atlántico Norte en

1475 o 1476. Según un relato escrito por el burgomaestre del puerto de Kiel en 1551 el rey
Christian I de Dinamarca, tio del principe portugués Enrique el Navegante, habia decidido
organizar una expedición a las viejas factorias vikingas del Atlántico Norte. Para eso
organizo una expedición al mando de dos capitanes alemanes Dietrich Pyning y Hans
Poythorst y llevando como representante de la corona de Portugal a Joao Vaz Corte Real, el
futuro gobernador de la isla Tercera en el archipiélago de las Azores. Según los
historiadores que han trabajado el relato del borgomaestre de Kiel esta flota partio de
Islandia, reconocio toda la costa sur de Groenlandia y habria recorrido la vieja tierra de
Vinland hasta la desembocadura del rio San Lorenzo y la “Terra de los Bacallaos”
(Terranova). Tenemos noticias de un viaje semejante emprendido por un tal Juan Kolno, un
marino polaco o tal vez danes, que habria llegado a America del norte en 1476. Según el
historiador danes Sofus Larsen el viaje de Kolno seria el mismo que se menciona en el
relato del borgomaeste de Kiel y el tal Kolno uno de los marinos de la expedición
comandada por Puning y Poythorst.
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Joao Vaz Corte Real
En relacion a presuntos viajes hacia las Antillas o la saliente brasileña tenemos una
referencia muy importante en el mapa de Andrea Bianco . En este portulano se consigna
que los portugueses habian descubierto una isla a la que se denomina Otintichia
(Autentica?)que estaria situada a mil quinientas millas al oeste del archipielago de Cabo
Verde. Podia tratarse de la saliente brasileña? Eso es lo que sostuvo el navegante portugues
Esteban Froes en una carta de 1514. En la Primera Carta desde Brasil de Pero Vaz de
Caminha, cronista de la expedicion de Salvador Cabral que “descubrio” Brasil en 1500 se
alude a posibles viajes lusitanos a dichas tierras en años anteriores. En algunos casos se
trataria de travesias post colombinas, o seas posteriores a 1492, de tipo clandestino. Pero
tambien se piensa que la celebre expedicion de Bartolome Diaz que descubrio el Cabo de
las Tormentas (Cabo de Buena Esperanza) en 1486 habria tocado la saliente brasileña
cuando practicaba la clasica “volta” lusitana para aprovechar vientos favorables. Al
respecto de lo anterior no debe perderse de vista que en la saliente del nordeste brasileño es
el lugar donde las costas americanas y del continente africano estan a menor distancia.
Tambien tenemos referencias a una ´posible travesia del portugues Diego de Vaez en 1475
a Antilia y una oscura tradición recogida por Fernández de Oviedo y Lopez de Gomara
sobre un descubrimiento accidental de America por marinos de Huelva en 1483. Según esta
tradición un marino llamado Alonso Sanchez habria comunicado a Colon este fortuito
arribo a tierras americanas. Estas noticias sobre presuntos viajes al Atlántico occidental en
el siglo XV relacionan de manera íntima el tema de los contactos atlánticos precolombinos
con las líneas generales del proceso de expansión europea en el Atlántico. Especialmente
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con las experiencias de navegación atesoradas por los marinos ibéricos, en primer termino
los portugueses, en todo el siglo largo de navegaciones en el Atlántico que presidio al viaje
de Colon en 1492. Pensamos principalmente en una técnica de navegación a mar abierto
como la Volta aplicada por los portugueses para avanzar hacia el sur de la costa africana
más rapido que bordeando el litoral. Esta consistia en dejarse arrastrar hacia el mar abierto
cuando soplaban los vientos alisios (nordeste-suroeste) aguardando que cuando soplaran los
vientos contra alisios (noroeste-sudeste) los volvieran a acercar a la costa. No es
descabellado suponer que en operaciones de este tipo, especialmente al sur de las Canarias,
los vientos hayan arrastrado a los navíos hacia las corrientes que conducen al Caribe
haciéndolos llegar a la saliente brasileña o a las Antillas. En él ultimo cuarto del siglo XV
son muchas las noticias provenientes de los archivos lusitanos que hacen referencias a
proyectos de viajes al Atlántico Occidental. En 1475 el rey Alfonso V extendió una
autorización a Fernando Téllez para descubrir islas con habitantes y tierras cultivables fuera
de las cercanías de la costa africana. En 1476 Antonio Leme afirmo haber descubierto tres
islas al oeste de la isla Terceira (Azores). En 1484 un portugués solicito una carabela al rey
para llegar a una isla que había avistado en la Mar Océano. En 1486 se tiene noticia de dos
posibles travesias. Fernando de Ulmo y Juan A Estreito solicitaron permiso para ir a
descubrir islas en el Atlántico occidental. Ese mismo año Pedro Vázquez de la Frontera
habría acompañado a un infante portugués en una travesía hasta el mar de los Sargazos. En
los archivos lisboanos se suele denominar a islas o tierras situadas en el oeste como “África
del Poniente”.
Carabela portuguesa
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No son pocos los elementos que apoyan la tesis de Enrique De Gandia sobre la
autenticidad de arribos lusitanos o vascos a tierras isleñas o continentales americanas
durante el siglo XV. Este investigador incluso apoyaba su hipótesis en una interpretación
sui generis del Tratado de Tordesillas firmado por las coronas de Castilla y Portugal en
1494. Luego de la llegada de Colon a las Antillas el Papa Alejandro VI, con sólidos
vínculos con la corte castellana, dicto la bula Inter. Caetera (1493) que dividía las tierras
atlánticas concediéndole a la corona castellana todas las tierras a descubrirse al oeste de una
línea situada a cien millas al oeste de las islas Azores. Esta bula no conformo a los
portugueses que presionaron sobre la corte castellana y consiguieron la firma final del
Tratado de Tordesillas que corría la línea divisoria de las zonas de influencia castellana y
portuguesa a trescientos setenta millas al oeste de las Azores. Gandia sostenía que este
nuevo reparto obedecía a una estrategia portuguesa de preservar sus derechos en tierras
descubiertas en el Atlántico occidental y que no habían sido denunciadas públicamente.
Mapa del Tratado de Tordesillas (1494)
Colon y las tradiciones marineras de las tierras Atlánticas.
La trayectoria de Colon antes de su viaje a las Antillas en 1492, asi como los pasos en
que sus teorias y proyectos fueron tomando forma, son temas que exceden a los marcos de
este trabajo. No obstante nos vemos obligados a revisitar algunos aspectos de la vida, los
viajes y la formación del Almirante que se vinculan directamente con el tema de los
contactos trasatlánticos contemporáneos a la gran expansion en los siglos XIV y XV.
Fundamentalmente las estrechas vinculaciones del marino Colon con los escenarios
centrales de la navegación atlántica. Colon debuto en el mar en viajes de cabotaje a
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Córcega y luego conoceria el mediterráneo oriental. Pero ya desde adolescente navego

tambien por el océano Atlántico. A los 14 años viajo a Inglaterra y otros puntos del mar del
norte. Tambien participo de expediciones portuguesas a Madeira y Azores, donde el clan de
los Perestrello, la familia de su esposa; eran Adelantados reconocidos por la corona
portuguesa. Colon participo de otras travesias lusitanas quizas hasta el archipielago de
Cabo Verde. El genoves visito en varias ocasiones Islandia y el padre Las Casas ha
sostenido en su Historia de las Indias que habría viajado a Groenlandia tres lustros antes de
su viaje a las Antillas. El fraile dominico reproducia estas palabras atribuidas a Colon: ”Yo
navegué el año cuatrocientos setenta y siete en el mes de febrero, ultra tile, isla, cien
leguas...” Las discusiones de los colonologos sobre este presunto viaje de Colon a tierras
isleñas americanas en 1477 han sido largas y acaloradas. El principal opositor a esta
posibilidad ha sido Henry Vigneaud que polemizo fuertemente con el especialista peruano
Luis Ullua que aseguraba que Colon habia sido Juan Kolno, el marino que habia viajado a
America del Norte al servicio del rey Chistian I de Dinamarca. Tambien se ha pensado que
el tal viaje de Colon a Groenlandia pudiera haberse reducido a una participación del
genoves en la tripulación de la ya mencionada expedición luso-danesa de 1475. Estos
nebulosos acontecimientos explicarian la sugerente frase incluida en las Capitulaciones de
Santa Fe extendidas por la corona de Castilla al Almirante en 1492 en donde se dice que se
le reconoceria a Colon: “...en alguna satisfacción de lo que ha descubierto en las mares
oceanas...”
Isla Terceira (Azores)
Lo que nos interesa aca es resaltar que las actividades de Colon como marino antes de
1492 lo relacionan de forma directa con distintas tradiciones marineras que guardaban
saberes y memorias sobre las rutas que podian llevar a tierras trasatlánticas. Proponemos
enumerar estas tradiciones navieras en dos grandes grupos. a) tradiciones sobre las rutas
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comerciales de los nórdicos en el Atlántico norte; b) tradiciones sobre islas en el Atlántico

occidental.
En el primero de estos dos grupos podemos incluir al recuerdo del circuito medioeval
que comunicaba a las tierras vikingas europeas con Groenlandia y las tierras de Vinland y
Markland. Tradiciones conservadas por los marinos de Islandia y en el puerto de Bristol
(Inglaterra) como eco de la participación lateral de las islas Británicas en el comercio con
Islandia y Groenlandia. En relación a los años previos al viaje de Colon hay noticias de que
un mercader de Bristol llamado Richard Amerike, habia financiado algunos viajes en busca
de la isla de los bacalaos. Se menciona un posible arribo a esta isla de riqueza ictícola en
1476. En 1480 marinos de Bristol ayudaron a poner en pie los navios de la expedición de
John JayJ para marchar hacia la “isla o tierra de Brasil al oeste de Irlanda” (Terranova?).
Tal viaje no habría alcanzado su destino. Un año después una expedición de pesca al
mando de Thomas Croft partió de Bristol con el mismo destino. Como explicamos se trata
de un puerto al que Colon visito. Debieramos incluir tambien en este grupo a las tradiciones
sobre la “Tierra nueva” y la isla de los Bacalaos que se conservaban en los puertos vascos
de España y Francia? No se trata de saberes y memorias ligadas al recuerdo de las rutas
abiertas por los nórdicos. En los últimos años la hipótesis de que pescadores vascos
pescaban en las costas de Canada desde comienzos del siglo XV o fines del siglo XIV ha
ganado cierta credibilidad. Se ha llamado la atención sobre documentos que indican que
hacia 1342 marinos vascos vendían pieles de castor en puertos de las islas británicas en
tiempos en el cual el tradicional trafico de pieles desde el Baltico se habia hecho difícil. Los
archivos islandeses informan que en 1412 mas de veinte navios balleneros vascos pasaron
por el oeste de la isla en dirección a Groenlandia. Informacion que es tentador relacionar
con el Mapa de Mecia de Viladesles (1414) que Gandia señalaba como prueba de la
presencia de balleneros vascos en el oeste del Atlántico a comienzos del siglo XV. En 2012
se encontró en un asentamiento de indios hurones, cerca del lago Ontario, un hacha vasca
de hierro pero el objeto estaría datado de comienzos del siglo XVI cuando se habia
establecido la practica de pesquerías vascas anuales en la costa Atlántica de Canada y el
nordeste de Estados Unidos. No obstante el citado descubrimiento indicaría un cierto
contacto de los marinos comerciantes vascos con el interior canadiense en tiempos en que
se pensaba que solo tenían presencia en las islas y la costa Atlantica. En la península de
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Labrador los lingüistas atestiguan la existencia de un piding algonquino-vasco hablado por

los nativos del lugar. La interpretación mas tradicional seria que este fenómeno linguistico
seria fruto de los contactos de los pescadores vascos con los aborígenes desde comienzos
del siglo XVI. Pero no falta quien piensa que se trata de un contacto anterior. Se ha
sugerido, quizás de manera un poco apresurada, que el nombre de algunas tribus indígenas
seria de origen eusquera. Por ejemplo iroqueses que derivaría del vasco Hirikoa (los de la
ciudad. Ya que los iroqueses vivian en aldeas extensas) o Hurones que derivaría de Oronia
(Agua buena. En alusión al lago hononimo en cuyas orillas vivian estos aborigenes). Si los
pescadores vascos cantábricos, seguidos por bretones, irlandeses, etc, llegaron a Terranova
y tal vez al Labrador en el siglo XV y quizas antes lo hicieron siguiendo los cardúmenes de
Bacalao y las atravesando el Atlántico en dirección este-oeste durante el verano.
Sirena en un bestiario medieval
En cuanto al segundo grupo de tradiciones debieranos incluir en un primer plano: a)

tradiciones conservadas en las Azores; b) tradiciones Canarias; c) tradiciones de Madeira;
d) tradiciones conservadas en el oeste andalus; e) tradiciones de los marinos de Lisboa; e)
tradiciones de los geógrafos arabes conservadas en la peninsula. En los puertos andaluces,
prolongación de la zona naviera del Algarve portugués, de donde partio el viaje de 1492 se
conservaban recuerdos de viajes a Antilia y otras islas que luego recogerían los cronistas de
Indias ligándolos directamente a la figura de Colon, como ya hemos explicado. Obviamente
las tradiciones isleñas estan mas ligadas a noticias directas recogidas en el limite de las
tierras y aguas oficialmente conocidas. La bitácora reconstruida del primer viaje de Colon,
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en los dias correspondientes a la escala en las Canarias, el almirante sintetiza las diferentes
tradiciones isleñas de las que tenia noticias:
Dize el Almirante que juraban muchos hombres honrados españoles que en la
Gomera estaban con Doña Ines Peraca, madre de Guillén Peraca que
despues fue el primer conde de Gomera que eran vecinos de la isla de Hierro,
que cada año vían tierra al vueste de las Canarias, que es al Poniente, y otros
de la Gomera afirmavan otro tanto con juramento. Dize aquí el Almirante que
se acuerda que estando en Portogal el año 1484 vino uno de la isla de la
Madera al Rey a le pedir una carabela a ver esta tierra que vía, el cual jurava
que cada año la vía y siempre de una manera. Y tambien dice que se acuerda
que lo mismo dezían en la isla de las Acores y todos estos en una derrota y en
una manera de señal y en una grandeza (Diario de Colon; pgs. 30-31)
Lo interesante es como las noticias y memorias marineras de las tierras atlánticas son un
componente central de los proyectos colombinos y de las conjeturas del Almirante sobre la
geografia del Atlántico Occidental. Como se sabe el proyecto de Colon era llegar a Asia
atravesando el océano como Toscanelli y otros geógrafos habian sostenido que era posible.
Pero la posibilidad de descubrir islas o tierras que mediarian entre Europa y el oriente
relatado por Marco Polo tambien formaba parte de los objetivos de esta empresa. Y se ha
sostenido que la travesia de Colon desde Canarias al Caribe, siguiendo las corrientes y los
vientos, tuvo todo el sabor de un viaje hacia un destino de cuya ubicación se tenia una
cierta idea. El 12 de octubre de 1492 concluye la historia de los probables contactos
atlánticos precolombinos y se inicia la definitiva incorporación del continente americano a
la economia mundo y a distintos espacios coloniales.
John Caboto
Pero la historia de las teorías sobre los contactos trasatlánticos precolombinos no
estaria del todo completa si no mencionáramos a algunos episodios y referencias de los
años inmediatamente posteriores al viaje de Colon que parecen remitir a conocimientos y
saberes geográficos anteriores a 1492. Entre ellos un supuesto viaje del portugués
Fernández Labrador a la península canadiense que lleva su nombre y que fue prácticamente
contemporáneo al primer viaje de Colon a las Antillas. También mencionaremos viajes
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inmediatamente posteriores a Colon cuya datación con anterioridad ha sido sostenida

insistentemente. Entre ellos el viaje de Jhon Cabot, un italiano al servicio del rey de
Inglaterra, Enrique VII; que seria recordado como el descubridor oficial de Terranova en
1497. Se ha sostenido que Caboto habia estado con anterioridad en la celebérrima “Tierra
de los Bacalaos”.e incluso que seguia los pasos de los marinos de Bristol que la habian
alcanzado un par de decadas atrás.
Alegoria del viaje de Americo Vespucio
Otros viajes misteriosos contemporáneos apenas posteriores a la empresa colombina

fueron los del celebre marino y cronista Americo Vespucio (1497-1498, 1499, 1501-1502.
1503-1504, 1505 y 1507-1508) que habria bordeado las costas de America del Sur hasta la
Patagonia navegando al servicio del rey de Portugal. Como se sabe el relato de los viajes de
Vespucio publicados en 1507 por Martin Walssedmuller fueron los que difundieron por
primera vez en Europa la idea que las nuevas tierras descubiertas eran un continente
distinto al Asia a la que había querido llegar Colon. No son pocos los que piensan que en
estos viajes se siguió el recorrido de antiguos itinerarios clandestinos portugueses previos a
1492. Por ultimo se ha llamado la atención sobre el portulano del geógrafo turco Piris Reis
(1512) que representa algo que parece ser el extremo sur de América antes de su
descubrimiento por Magallanes en su celebre viaje de 1518 concluido por Elcano en 1521.
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Mapa de Piris Reis
Conclusiones
No es posible pensar una historia de los presuntos contactos trasatlánticos

precolombinos desligada de los debates alrededor de las distintas teorias sobre la evolución
cultural de la humanidad. Campo fecundo para la búsqueda de argumentos favorables a los
esquemas hiperdifusionistas el análisis crítico de las hipotesis sobre contactos en la
antigüedad preclásica y clásica nos sirven para establecer los posibles límites de estos
esquemas. Limites a los que nos propusimos aproximarnos a partir de una linea de
interpretación que combine los argumentos de tipo técnico y geografico con el rol que le
fueron asignando a la navegación y la exploración de las regiones lejanas los ordenadores
económicos y sociales centrales de las sociedades antiguas preclásicas y clásicas. Creemos
que esta línea de interpretación es la que nos permite diferenciar el terreno de lo
estrictamente POSIBLE de lo que puede considerarse PROBABLE. O, traducido al análisis
del objeto que aquí estudiamos, lo que hace que la HAMA sea una hipótesis apoyada en
argumentos poco solidos e insuficientes y la HAMI resulte mas verosímil. Esto último
porque los hipotéticos contactos en la antigüedad clásica tardía encuentran una apoyatura
en su posible inscripción como un episodio del proceso de las sociedades mediterráneas
hacia sus periferias oceánicas. Pensamos que todas las probabilidades estan a favor de que
la palabra inapelable sobre los contactos en la antigüedad, si es que alguna vez se llega a
pronunciar, este a cargo de la arqueología antes que de febriles re lecturas de las fuentes y
de los testimonios de la cartografia antigua.
La historia de los posibles contactos trasatlánticos conduce directamente a la historia
de la evolución de la imagen de la “Mar Océano” en las sociedades mediterráneas y del
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litoral Atlántico europeo. Esa imagen fue evolucionando desde el ultimo milenio A.C. hasta
los primeros siglos de la era cristiana en la medida que los marinos de los pueblos
mediterráneos fueron tendiendo los lazos entre el corazón del mundo clasico y su periferia
bárbara incorporada definitivamente al orden imperial romano. La imagen de la Mar
Océano durante la Pax Romana reapareceria transfigurada luego de la decadencia del
comercio a distancia en la alta edad media y nutriria el imaginario del “Mar tenebroso” con
islas fantasticas, bestiarios medioevales y reinos donde habitaban guerreros inmortales y
monjes fugitivos. Era una imagen del océano que se correspondia con una época en la que
la navegación a mar abierto había pasado a ser privilegio de audaces pescadores, monjes
ermitaños y barbaros piratas del norte. Esa imagen fue comun a dos pueblos tan distintos
como los irlandeses y los musulmanes del Al-Andalus y Marruecos que nos han legado
relatos de viajes en donde, en el actual estado de nuestros conocimientos, es muy difícil
diferenciar los posibles elementos reales de aquellos que reeditan una y otra vez los temores
a los peligros del Océano en la memoria de ambas sociedades. Como veremos este
imaginario fantastico de la Mar Océano iria transformandose y resignificando a traves de
los siglos.
El mar vikingo
Con la expansión de los vikings por el Atlántico Norte comienza a trazarse otra imagen
del océano. La colonización de los archipiélagos atlánticos y el establecimiento efímero de
los nórdicos en America del Norte es un episodio más periférico que marginal en la vida de
los paises europeos al sur de Dinamarca. Que los nordicos no hayan visto disputado su
monopolio de las rutas a las lejanas tierras occidentales no puede opacar el hecho que la
Groenlandia vikinga durante varios centenares de años constituyera un anexo lejano de
circuitos comerciales que llegaban a las tierras isleñas y continentales al sur de
- 103 -
Escandinavia y aun de la red eclesiástica que tenia en Gardar una remota avanzada del
cristianismo medioeval. Hasta las nebulosas noticias sobre presencias irlandesas en el
Atlántico Occidental alrededor del año 1000 provienen de fuentes islandesas y
groenlandesas. Nos parece muy pertinente la afirmación de Donald Logan en el sentido que
el mapa cultural de la Europa medieval debiera incluir los poblados vikingos de
Groenlandia. Se trato de una pertenencia que se prolongo hasta la extinción de la
colonización vikinga a mediados del siglo XV y más alla aun en la memoria de las rutas
que conducían a las aguas pobladas por morsas y cetáceos y a los ricos bancos icticolas
allende el mar. Es en este terreno y no en la presunta existencia de huellas culturales,
demográficas o lingüísticas nórdicas en América donde el proceso de la expansión vikinga
por el Atlántico Norte se presenta como un antecedente insoslayable del proceso de la
expansión europea de los siglos XIV y XV.
Puerto de Palos
En relacion a las imágenes ficticias y legendarias elaboradas en el medioevo europeo,

con anclaje en imaginarios miticos aun mas preteritos, sobre el Mar infinito. ¿Qué relacion
tienen con el analisis de los posibles contactos pre colombinos? La persistencia hasta
tiempos post colombinos de la imagen del océano poblado de tritones, serpientes marinas,
islas con hombres con cabeza de perro y reinos gobernados por el anima de personajes
folkloricos representa mucho mas que un fenomeno de literatura folklorica fantastica. A
nuestro juicio ese imaginario del Océano fantastico representa un componente subjetivo
que acompaño el proceso de la expansion europea y condiciono la forma de pensar la
exploracion geografica mas allá de los limites de los mundos conocidos. Fue un intento de
leer la geografia conjetural de las zonas desconocidas del mundo a partir de un cruce de
universos mentales con un determinado estado de saberes y conocimientos que comenzaron
- 104 -
a transformarse en visperas del proceso de expansion europea. Mientras tanto este

imaginario mitico fue tambien una acicate para la busqueda de tierras en las “islas del
poniente” contemporaneas a la mas previsible y factible exploracion de los archipielagos y
las costas de África. Creemos que el imaginario mitico del Mar tenebroso representa una
dimension subjetiva de eso que hemos llamado “trama marginal del proceso de la gran
expansion”. Justamente ese Imago Mundi (imagen del mundo) vigente, hasta comienzos del
siglo XV aproximadamente, empezaria a a ser superada como consecuencia de la
ampliacion de las tierras conocidas en los siglos de la expansion de Europa en el Atlantico.
Como se sabe muchas veces las concepciones superadas en el plano del analisis racional
subsisten en el plano subjetivo y estetico. Luego de 1492, esas imágenes miticas
desacreditadas por los nuevos saberes y conocimientos, persistira en el imaginario de la
exploracion de tierras aun ignotas como un sistema de creencias, simbolos y relatos, apenas
un poco menos legendaria, que serviria de poderoso espejismo para los rudos
conquistadores que llegarian a America. Las mujeres con cola de pescado dejaran lugar a
la leyendas de las guerreras amazonas que vivian en la selva al este de los Andes; las hadas
y ninfas que vivian en islas perdidas se transformarian en las bellas cautivas blancas de los
belicosos caciques indios y las isla de Avalon o el pais de los muertos seran sustituidas por
las aureas ciudades de los Cesares o de Cibola.
Sin duda el proceso de expansión europea de los siglos XIV y XV encuentra sus
vehículos principales en la exploración y ocupación de los archipiélagos atlánticos y la
costa africana. Es en esta perspectiva que el viaje de Colon en1492 sigue representando un
punto de arribo importantísimo en el proceso de la definitiva incorporación de América a la
economía-mundo. Y es en el análisis de las consecuencias colaterales del proceso de
expansión donde encontramos las claves para evaluar los olvidados contactos trasatlánticos
en los siglos XIV y XV. Queremos llamar la atención sobre el siguiente hecho. Hacia las
primeras decadas del siglo XV se termino de reconstituir el “Mediterráneo Atlántico”
conocido en la antigüedad clásica tardía. Se volvia a controlar la periferia Atlántica hacia el
oeste y el sur de Gibraltar y con ella el acceso a las aguas con vientos y corrientes que
podían conducir a los navios a la costa oeste del océano. Pero el contexto de esta
reconstitución era radicalmente distinto al que se habia producido en la antigüedad. En la
segunda edición del avance europeo sobre las islas y el litoral africano convergían recursos
- 105 -
tecnológicos, saberes geograficos, instrumentos de orientación y experiencias de

navegación sustancialmente superiores a las de la antigüedad clásica. Por eso creemos que
las lineas centrales de la expansión que precedieron a la empresa de Colon si bien no se
orientaban hacia el Atlántico Occidental creaban las condiciones para que distintos actores
sociales periféricos al proceso de expansión terminaran tomando contacto con las aguas
mas alla de las tierras conocidas e incluso que algunos buscaran llegar a esas regiones
reconditas.
Costa Atlántica de África

recorrida por los portugueses (primera mitad del siglo XV)
Esta centralidad de la recuperación del “Mediterráneo Atlántico” nos parece

confirmada por el mayor apoyo documental y cartografico que fundamentan los posibles
contactos del siglo XV en dirección a Antillas o a la saliente brasileña en relación con los
de la centuria anterior. Muy diferente debiera ser la evaluación de los relatos de los posibles
viajes a rutas del Atlántico Norte de la era vikinga. En el primer caso se trataba de la
ampliación del conocimiento de aguas y tierras, según parece, desconocidas y en el
segundo la recuperación de una antigua ruta comercial nunca completamente abandonada.
Por eso aun las formas que adquirieron las memorias conservadas en los puertos atlánticos
diferían en un caso y otro. En el caso de la memoría de los viajes a groenlandia o Vinland
se trataba de la revitalización de un pasado que distaba de ser remoto y en el caso de las
islas al oeste de los archipiélagos Atlánticos se trataba de insistentes y estimulantes
recuerdos del presente.
- 106 -
Americo Vespucio se encuentra con los indios americanos
Con todos estos elementos nos inclinamos a pensar que la hipotesis de Gandia y otros
autores sobre los contactos clandestinos de los lusitanos, los viajes de los pescadores vascos
y marinos británicos a Terranova y otros relatos de travesias en el siglo XV cuenta con
suficiente base documental en su apoyo. Información apoyada, en algunos casos, en relatos
tardios y dudosos pero tambien en los archivos contemporáneos y en los testimonios de la
evolución del conocimiento geografico en la centuria que precedió al viaje de Colon.
Incluso podríamos afirmar que en el actual estado de nuestro conocimiento resulta más
difícil sostener que no se produjo ningun contacto con el continente americano de hombres
provenientes del hemisferio oriental en los cien años anteriores a 1492 que a sostener que
efectivamente estos contactos existieron.
Cuando en agosto de 1492 la flota de Colon partio de Puerto de Palos el océano mas
alla de las Canarias y las Azores ya habia dejado de ser el “mar tenebroso e insondable”.
Igual que en muchas otras ocasiones en la historia de la humanidad se trataria de terminar
de darle concreción definita y continua a un proceso precedido de una larga serie de
intentos y ensayos. Colon siempre tuvo conciencia de ser el heredero de siglos de tenaces
esfuerzos por ampliar la superficie de las tierras conocidas. Y como un hombre colocado en
la transición entre el medioevo y la modernidad naciente sintetizo su resignificación del rol
que pensaba ocupar en la larguísima historia de los desafios al océano Atlántico buscando
- 107 -
hacer definitivamente realidad la profecía contenida en la cita de Séneca que precede este
estudio.
Cristobal Colon (retrato robot)
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Allende El Mar Tenebroso

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ALLENDE EL MAR

Profesor Daniel Omar De Lucia

(Publicación interna de la catedra Historia Americana y Argentina I, de la

“Siglos vendrán, en la tarda edad del mundo, en que el océano aflojará su

Séneca; Medea, acto II, verso 375.

América la isla más grande del mundo.

La masa continental americana se haya separada de resto de las tierras emergidas

América y las corrientes marínas de los océanos que la rodean

El tema de los contactos transoceánicos precolombinos se relaciona en muy pequeña

Ceramica Jomon (Japon) Ceramica Valdivia (Ecuador)

Una breve referencia a los contactos transpacíficos

estado de la cuestión tiende, mayormente, a no corrobar las hipótesis sobre migraciones

Clavas maories y clavas encontradas en la costa americana del Pacifico

Anclas Chinas encontradas en California

Migraciones polinesias colonizando la cuenca del Pacifico

Teorías pre científicas, para científicas y pseudo científicas

Como tendemos oportunidad de comprobar el clérigo indiano se caracterizaba por una

Portada de la crónica del jesuita Acosta

Otro de los defensores de la “hipótesis hebrea”, el teólogo andaluz Antonio Vázquez de

de la tenacidad con que se buscaba en la centuria posterior al descubrimiento comprender

sostuvo la hipótesis de que los hebreos habían poblado América en la antigüedad, el

Charles María de la Condamine

antecesores de cierta literatura de seudo investigación moderna de la que hablaremos a

Los Netufitas y lamanitas poblando América según el Libro del Mormon

distintas etapas de evolución espiritual en sucesivas encarnaciones, etc) para terminar

Jacques Bergier y Louis Pauvells

Supuesto modelo de un avión prehistorico

Mientras Bergier y Pauwels y el grupo de la revista Planeta, órgano oficioso de este

Portada de uno de los libros de Von Daniken

Seria muy sencillo cerrar este balance de la cuestión riéndose de la moda de

La hipótesis egipcia y el dogma hiperdifusionista

En orden cronológico la civilización más antigua del hemisferio oriental a la que se le

paralelismos artificiosos, de desfasajes cronológicos difíciles de explicar (disculpables en

Alegoria de la Atlantida como cuna de la civilizacion

Hasta el descubrimiento de la civilización sumeria en las primeras décadas del siglo

La hipótesis ultradifusionista de Smith tuvo muchos continuadores. En la década del

El viaje de Tor Heyerdal en el Kon Tiki

En tiempos más recientes se refloto la teoría de la irradiación de la cultura egipcia hacia

Mas allá de las columnas de Hércules

“Pero a ti al Campo Elisio y al confín de la tierra

Campos Eliseos de Arnold Bocklin (1877)

Ya hemos tenido oportunidad de mencionar el mito de la Atlántida al referirnos a su

Representacion ficticia de la Atlantida a mitad de camino entre América y el viejo mundo

Reconstruccion de la Atlantida según las fuentes clásicas

los igualó jamás en la ganancia, al menos que aquellos de quienes puedo

Hercules separando las columnas entre el Mediterraneo y el Oceano

La imagen del Mar Océano de Herodoto es fruto de un proceso ligado a la evolución de

Planisferio de Claudio Tolomeo (Siglo II)

La hipótesis fenicia. Posibles contactos en la Antigüedad pre clásica y clásica.

Luego de pertenecer al imperio babilónico y al imperio nuevo egipcio el territorio que

Junto con su papel de fundadores de ciudades y puertos comerciales los fenicios

De esta manera describía Herodoto la primer travesía documentada de hombres del

Referencias semejantes sobre las actividades marítimas gaditanas encontramos en

de otros pueblos mediterráneos con el continente americano en la antigüedad clásica o pre

Izquierda: Piedra de Paraiba

los anglosajones que la ocupacion definitivamente con la colonización británica de

Supuestas inscripciones iberoceltas halladas en Vermont (Estados Unidos)

Cabeza grecorromana del siglo II d.c. hallada en Calixtahuaca (Toluca, Mexico)

atención se merecen los estudios sobre los conocimientos geográficos conservados en

excedente de las comunidades campesinas que tributaban al estado despótico. En los

Reconstruccion de un navio cretense

En el mundo en el que se formaba el modo de producción esclavista y se expandían las

Pentecontero griego para navegar en el Atlantico