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INGENIERIA
Facultad de Ingeniería Geológica Minera y
Metalurgia
Curso : Comunicaciones
TUNEL DE LA CIENCIA
Motivado por el cariño que profesaba a su madre, vuelve a su tierra natal, donde es acusado
injustamente de incendiario y encarcelado durante 112 días. Gracias a la presión de los
intelectuales de la época, se consiguió su libertad pero esta experiencia tuvo una crítica y
permanente influencia en su vida y obra, y se refleja de modo muy directo en varios poemas de su
siguiente libro, Trilce (1922)
En 1923 viaja a París, donde intensifica su producción literaria y periodística. Colabora, desde allá,
con las revistas peruanas "Presente", "Variedades" y "Amauta". Edita en Francia la revista
"Favorables" y colabora en "Journal" de París. Por primera vez es incluido en el "Nuevo Índice de la
Poesía Latinoamérica". Conoce a Víctor Raúl Haya de la Torre y se afilia al APRA integrando la
primera célula aprista fundada en París.
Los años parisinos fueron de extrema pobreza y de intenso sufrimiento físico y moral para Vallejo.
En 1928 conoce y comienza a convivir con Georgette. Ese año viaja a la Unión Soviética y a su
regreso a París rompe con el APRA, declarándose comunista.
En 1929 regresa a la Unión Soviética y un año después viaja a España. Vuelve a París pero es
expulsado debido a su militancia comunista; entonces decide trasladarse a España nuevamente.
En 1931 publica su novela El Tugsteno. Viaja de nuevo a la Unión Soviética y se inscribe en el
Partido Comunista de España. En 1932 regresa a París y vive en la ilegalidad. En 1934 se casa con
Georgette. Poco tiempo después vuelve a España, donde estalla la guerra civil. Este hecho
conmueve al poeta y le inspira su hermoso tercer libro: España aparta de mí este cáliz. En 1937
asiste al Congreso de Escritores Antifascistas en Madrid. Escribe el libro "Poemas Humanos".
Algunos años después regresa a Paris, donde fallece un día lluvioso en viernes santo, el 15 de abril
de 1938. Sus restos descansan en el cementerio de Mount-Rouge, en Francia. En 1939 se editaron,
de manera póstuma, los Poemas humanos.
Masa
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Fue hijo de José Félix Chocano de Zela y María Aurora Gastañodi de la Vega. Era bisnieto de
Francisco de Zela, precursor de la independencia peruana. Decía ser descendiente de Gonzalo
Fernández de Córdoba, el famoso Gran Capitán.
Cursó sus estudios secundarios en el Instituto de Lima, dirigido por profesores alemanes, pero al
poco tiempo se trasladó al Colegio de Lima, que dirigía Pedro A. Labarthe, donde fue condiscípulo
de Clemente Palma. En 1891, a la edad de 14 años, ingresó a la Facultad de Letras de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, con la intención de formarse como abogado, pero no
concluyó su carrera.1
Pasó a ser secretario de Manuel Candamo, presidente de la flamante Junta de Gobierno, y de Elías
Malpartida, ministro de Hacienda, en 1895. Ese mismo año obtuvo la concesión de la imprenta del
Estado, donde editó simultáneamente sus dos primeros libros de versos: Iras santas y En la aldea.
Tenía entonces 20 años. Al año siguiente publicó Azahares, colección de poemas amatorios. Estas
primeras creaciones denotan la influencia del romanticismo tardío americano y europeo. De otro
lado, dirigió provisoriamente El Perú Ilustrado y editó La Neblina, La Gran Revista y El Siglo XX.
Contribuyó a constituir la sociedad literaria «Enrique Alvarado». Auspició las primeras
publicaciones de José Fianson, Clemente Palma, Enrique López Albújar, entre otros. Se dedicó a
colaborar en casi todas las revistas del continente. Organizó el homenaje público al poeta Luis
Benjamín Cisneros, ya anciano e invalido. Por entonces contrajo matrimonio con Consuelo
Bermúdez y Velázquez, la musa inspiradora de sus primeros poemas (2 de febrero de 1897). Con
ella tuvo tres hijos: Eduardo Adolfo (1897), José Alberto (1901) y José Santos (1903).
En Madrid conoció a la joven de alta sociedad, Dolores Gonzalez, con la cual tuvo una hija, Maria
Esperanza Chocano Gonzalez [(1907)]. Chocano permaneció tres años en España, hasta que tuvo
que salir de allí apresuradamente, al verse involucrado en una famosa estafa al Banco de España,
oscuro episodio en el que también estuvo enredado su compatriota, el escritor Felipe Sassone.
Debido al escándalo fue retirado del servicio diplomático.
Comprendiendo que su situación en el Perú era precaria, en octubre de 1928 partió hacia Chile y 5
se estableció en Santiago. Allí intentó subsistir con colaboraciones periodísticas y recitales; pero se
vio acosado por la pobreza y por conflictos sentimentales. A tal punto llegaron sus apremios
económicos, que incluso empeñó la corona de laurel de oro que la municipalidad de Lima le
otorgara en 1922.
En la tarde del 13 de diciembre de 1934, viajando en un tranvía de Santiago, fue apuñalado por la
espalda por un desconocido, que respondía al nombre de Martín Bruce Badilla. Herido de dos
puñaladas en el corazón y dos en la espalda, Chocano falleció casi en el acto.7 El asesino, en su
defensa, adujo haber sido socio de Chocano en una empresa de búsqueda de tesoros ocultos y
estaba seguro que el poeta había logrado algún beneficio, excluyéndolo a él de las ganancias. Un
examen psiquiátrico determinó que el homicida era un esquizofrénico paranoico, por lo que fue
recluido en un manicomio de la capital chilena, donde falleció años después.8
Chocano murió pobre. Su sepelio en Chile fue casi apoteósico.9 Sus restos fueron trasladados a
Lima el 15 de mayo de 1965, siendo enterrado de pie y en un metro cuadrado de superficie (tal
como lo había pedido en un poema) en el Cementerio Presbítero Maestro, en medio de
homenajes oficiales y la indiferencia literaria.
EL TÚNEL DE LA CIENCIA
Una gran oportunidad. El Túnel de la Ciencia es una experiencia única para conocer de cerca el origen del universo y los
avances científicos, señalan sus organizadores.
Un "viaje" colorido, sonoro e interactivo por los grandes descubrimientos científicos es lo que
miles de peruanos podrán experimentar desde el próximo lunes 8 de abril en el Túnel de la
Ciencia. Esta asombrosa exposición itinerante ha sido diseñada por el Instituto Max Planck, de
Alemania, y cuenta con 300 imágenes a gran escala, más de 160 videos de proyectos
científicos y 50 exposiciones.
Esta muestra ha sido vista por 9 millones de personas en más de 20 ciudades del mundo. Ahora, le
tocó a la capital limeña, tras la exposición por varias ciudades de América Latina, como Buenos
Aires, Valparaíso, Bogotá y Ciudad de México.
CUENTA REGRESIVA 7
A pocos días de su inauguración en nuestro país, La República recorrió las instalaciones del
Polideportivo de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), donde todo está casi listo para
inaugurar esta impresionante muestra científica, considerada una de las más importantes del
mundo.
Luego de 13 días de trabajo, un grupo de seis experimentados técnicos terminó de montar los 12
módulos que conforman el Túnel de la Ciencia. Cerca de 25 toneladas de equipos –entre
proyectores de video, monitores y sistemas de sonido– fueron descargadas de dos containers
provenientes de Alemania tras ocho semanas de viaje.
El resultado final de este arduo trabajo podrá ser visto desde este lunes 8 de abril hasta el
domingo 30 de junio. En estos casi tres meses el público peruano tendrá la oportunidad de
acercarse al conocimiento científico y tecnológico de manera fácil, didáctica y entretenida.
El Túnel de la Ciencia trae al Perú su versión 2.2, que desde el 2009 recorre varios países de la
región. En años anteriores, esta exposición interactiva ha gozado de singular éxito en el continente
europeo.
LAS 12 ESTACIONES
¿Cómo se creó el universo? ¿Cómo funciona nuestro cerebro? ¿Hay vida en otros planetas? La
respuesta a estas y muchas otras preguntas estarán en el Túnel de la Ciencia.
Como en un Vía Crucis, las 12 estaciones que recorrerán los visitantes de la muestra abarcan los
principales hallazgos e investigaciones científicas. Es un viaje por el micro y el macromundo, desde
los átomos hasta las macroestructuras del universo.
Todos los hitos científicos se despliegan ante los ojos y oídos del público a través de cientos de
imágenes, videos y llamativos recursos interactivos.
Los temas específicos de cada estación son: el camino desde el Big Bang; el nanocosmos; los
componentes de la vida; del gen al organismo; la arquitectura de la mente; el mundo de los
sentidos; tecnología para el futuro; de los datos al conocimiento; desafíos globales; nave
espacial Tierra; nuestro hogar en el cosmos y el universo.
En las instalaciones de la PUCP, los organizadores muestran gran entusiasmo por esta novedosa
exhibición. "La experiencia será fascinante", asegura el físico David Chávez, profesor del
Departamento de Ingeniería de dicha casa de estudios y uno de los miembros de la comisión
organizadora del evento aquí en el Perú. 8
"Lo que se busca es darle a al público el mensaje de que la ciencia es el soporte de la sociedad e
incentivar el gusto por ella y por la investigación en nuestro país", agrega.
Todos los asistentes serán guiados por estudiantes universitarios peruanos de diversas
especialidades. Ellos han asistido a arduas jornadas de capacitación con el fin de brindar
información clara y específica a los estudiantes, profesionales y público en general.
"La idea es que niños, jóvenes y adultos puedan conversar con los guías, consulten sus dudas y
aprendan lo más que puedan en la muestra", refiere el profesorChávez.
METEORITO Y SATÉLITES
Durante el recorrido por el Túnel de la Ciencia se podrán apreciar desde telescopios hasta réplicas
de tamaño real de diversos satélites, así como vehículos (rovers) que fueron a explorar Marte,
como el 'Opportunity' y el 'Endeavour''.
También será posible tocar la colección de meteoritos encontrados en distintas partes del mundo.
Uno de ellos fue hallado en Australia en 1911, con un peso total de 24 mil kilos. Pero la parte
exhibida solo llega a pesar 180 kilos. Otro de los meteoritos fue encontrado en EEUU en 1891 y
está intacto.
Pero si hay un aparato que llama la atención en la muestra es la 'bicicleta de Einstein', en la que el
usuario puede recorrer una ciudad medieval alemana a la velocidad de la luz mientras pedalea.
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Se espera que el Túnel de la Ciencia reciba en el Perú a 120 mil visitantes y, de esta manera,
superar los 104 mil que logró reunir en la ciudad de Valparaíso (Chile).
Todos los contenidos que se mostrarán en el túnel provienen de la Sociedad Max Planck, que
desde 1948 es la institución científica más importante de Alemania. Esta entidad engloba a más de
80 centros de investigación y ha sido la cuna de 17 premios Nobel.
El curador alemán de la exposición, Andreas Trepte, espera "que la gente en Perú se entusiasme
de la misma manera en que lo hicieron los visitantes de otros países" y que"más peruanos lleguen
a entender que vale la pena estudiar y dirigirse a una carrera científica".
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La guerra del fin del mundo es una de las novelas mayores de Latinoamérica; con ella Mario Vargas
Llosa nos sumerge en la vorágine de la creación. Leer esta novela es una experiencia diferente
porque requiere de un alto grado de concentración para comprender todas las situaciones que se
nos presentan.
La novela inicia la historia de Antonio el Consejero, un hombre muy flaco, y misterioso que
recorría el Sertón de Bahía, predicando la palabra del Buen Jesús y anunciando la llegada del fin
del mundo. Era seguido por un grupo de hombres; en cada pueblo que entraba restauraba iglesias
y cementerios. En su caminar se le unieron: Joâo Abade, un cruel cangaceiro que era buscado por
la policía. Joâo Grande, un negro errante que había matado a la mujer que lo crió; Antonio, el 11
Beatito, joven con vocación religiosa y un gran amor por el prójimo; Pajeú, cangaceiro con una
enorme cicatriz que le dibujaba la cara por completo; Antonio Vilanova, comerciante que había
caído tres veces en la ruina económica; el León de Natuba, un ser deforme y pequeño, que
caminaba como animal, tenía una hermosa letra y que posteriormente se convirtió en el escriba
de Canudos; María Quadrado, mujer que había peregrinado a Monte Santo por haber matado a su
pequeño hijo; y otros seres desposeídos.
El Consejero y toda su gente se asentó en Canudos, la tierra prometida, que era llamada Belo
Monte; construyendo un gigantesco templo de piedra para el Buen Jesús. Rechazaban el
matrimonio civil, la separación de la iglesia del Estado, el censo, el dinero, el sistema métrico
decimal. Pasaron así los primeros años y cuando se enteraron las autoridades de esta situación
enviaron una comitiva para buscar al dirigente de la rebelión. Los pobladores de Canudos – Se
hacían llamar yagunzos, por ser alzados- los corrieron, dándoles una buena paliza.
Esta escaramuza provocó el envío de un centenar de soldados para el exterminio de Canudos. Esta
primera expedición estuvo dirigida por el Teniente Pires Ferreira. Acamparon en Uauá y los
yagunzos salieron a su encuentro. Los soldados descansaban y cuando vieron a lo lejos una
procesión de gentes miserables, no se preocuparon por nada. Todos los yagunzos les caen encima
ganando, de esta manera, su primera gran batalla.
Por otro lado, en Salvador o Bahía andaba un hombre rubio, tocando cráneos, era Galileo Gall,
revolucionario y frenólogo escocés. A él le llega una orden de expulsión del país, por ser un
extranjero indeseable; así que antes de ser expulsado decide solidarizarse con Canudos, lugar en el
que veía como prosperaba una sociedad libre. Para esto va al diario “El Jornal de Noticias”, donde
conoce a su director y presidente del Partido Republicano Progresista, Epaminondas Gonçalves. El
anuncio que desea publicar no puede salir impreso. Tiempo después Gonçalves le propone llevar
armas a Canudos, le pagaría bien y lo ayudaría a salir del país. Gall acepta, pero por cuestiones
ideológicas.
Galileo Gall busca un pistero llamado Rufino, para que lo lleve a Canudos. Éste acepta, pero se va
con la gente del ferrocarril de Jacobina. El revolucionario guarda las armas, que estaban en una
carreta, en la casa del pistero. Pero se las roban e intentan matarlo, después de esta situación se
abraza fuertemente con Jurema, esposa de Rufino. Ella despierta sus deseos sexuales y la viola.
Pasados unos días es visitado por Caifás, hombre de Gonçalves que le confiesa que él había robado
las armas e intenta matarlo pues su jefe necesitaba un hombre muerto con sus características
físicas para hacerlo pasar como un inglés. Gracias a este muerto y las armas de marca inglesa, 12
armaría una tetra para acusar al Barón Cañabrava, Jefe del Partido Autonomista, de conspiración y
de querer restaurar la monarquía, ayudado por Inglaterra. Caifás estuvo a punto de matarlo, pero
Jurema lo salvó y cuando Gall intenta hacer lo mismo, Jurema se lo impide. Ambos huyen en una
mula; el revolucionario era casi ya un cadáver.
Por esos días había llegado a Queimadas la segunda expedición contra Canudos. Este nuevo
ejército lo dirigía el Mayor Febronio de Brito, que tenía a cargo a más de quinientos hombres, dos
cañones Krupp y dos ametralladoras. Al acampar en Mulungú, todos los guías, pisteros y
cargadores se escaparon y fueron a pedirle perdón al Consejero por haber servido al Can.
La lucha comenzó en las faldas de Cambaio, los yagunzos caían y perdían terreno. Tiempo después
huye rumbo a Canudos. Los soldados creyendo que habían ganado, se tiraron al suelo, abriéndose
sus ropas y zapatos. Mientras tanto en Belo Monte se reunieron hombres, mujeres, niños,
ancianos y fueron en búsqueda de los ateos. Los sorprendieron descansando y los mataron. Es la
segunda gran victoria yagunza.
Canudos había comenzado a crecer y todos los días llegaban miles de peregrinos. El Beatito los
recibía y veía si eran los elegidos; Antonio Vilanova repartía los lotes para que las familias
construyan sus casas; Joâo Grande se convirtió en el Jefe de La Guardia Católica, que tenía por
misión cuidar al Consejero; María Quadrado, La Madres de los Hombres, tenía a cargo el Coro
Sagrado, conformado por ocho beatas, que cocinaban, lavaban y cuidaban al Consejero.
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Por otro lado, Gall estuvo a punto de morir y el circo del Gitano lo acogió junto a Jurema; la
barbuda, el idiota y el enano -sobrevivientes del circo- organizaban sus funciones para sobrevivir.
En Ipupiará son alcanzados por Caifás, pero esta vez no intentó matarlo, sólo le cortó su cabellera.
Los hombres que acompañaban a Caifás desenterraron a un loco que se suicidó después de haber
matado a sus dos hijos para hacerlo pasar por Gall. La cabellera y el loco servirían para coartada de
Gonçalves.
Rufino había comenzado a buscar a su esposa y al revolucionario para cobrar venganza y limpiar su
honor. Antes de comenzar su empresa va a la hacienda del Barón de Cañabrava para romper una
promesa y poder matar a Jurema. En estas circunstancias el Barón se enterará del montaje de
Gonçalves; manda a buscar al revolucionario; era su mejor arma para echar por los suelos las
artimañas de su rival político.
El Partido Republicano Progresista presentó un cadáver carbonizado y una cabellera rubia, decían
que era un agente inglés, que había sido atrapado con armas de marca inglesa y que el Barón
apoyaba una conspiración en contra de la República. Gonçalves hizo creer a todos su versión;
logrando que el Séptimo Regimiento dirigido, por el Coronel Moreira César - llamado el
cortapescuezos por haber degollado a más de un centenar de personas en un levantamiento – se
convirtiera en la tercera expedición hacia Canudos.
El Periodista miope, hombre de aspecto caricaturesco, que fumaba opio y sufría de estornudos,
viajó con Moreira César, como corresponsal del Diario “El Jornal de Noticias”, donde trabajaba. En
el camino Moreira César sufre un taque de convulsiones. Él necesitaba un lugar cómodo para
descansar y reponerse y es llevado a Calumbí, hacienda del Barón de Cañabrava, a sabiendas que
el republicano Moreira se molestaría. En Calumbí, Moreira y el Barón de Cañabrava mantienen
una fuerte discusión sobre la conspiración, luego continúa la marcha y hace llegar su regimiento a
Canudos. Cuando ve que las cosas no van bien, toma su caballo para dirigir el ataque, pero cae
herido por un proyectil. Es operado urgentemente y antes de morir se entera que su regimiento
está perdiendo terreno; ordena un nuevo ataque, pero su Estado Mayor no obedece sus órdenes.
Con mucha cólera ordena al Periodista miope redactar un acta del hecho.
Los yagunzos comienzan a ganar y todo el regimiento huye. El Periodista miope en su huída se
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encuentra con el Padre Joaquim – cura que servía de informante a Canudos y proveía de medicina
e información sobre las expediciones-. Estaba amarrado, cuando lo desata lo sigue a Canudos,
donde conoce a Jurema, mujer que había visto morir a su esposo, Rufino y Galileo Gall, en una
sangrienta pelea.
Rufino había encontrado a su esposa, pero no a Gall que había sido llevado ante el Barón (éste lo
deja libre y le da a Ulpino, un pistero para llevarlo a un lugar seguro) Rufino, llevando a Jurema,
inicia nuevamente la búsqueda del revolucionario. Ulpino, su amigo, le dice el paradero dónde
dejó a Gall.
Pajeú y un grupo de yagunzos van a la hacienda de Calumbí, propiedad del Barón de Cañabrava y
le comunican que la van a quemar porque la tierra de tanto sudar merece descansar. Este hecho
provocará una honda tristeza en el Barón y la locura de Estela, su esposa, cuando ve que se quema
en Calumbí gran parte de su vida.
El Periodista miope conoce a Jurema en Canudos; Pajeú se enamora de la mujer con nombre de
flor, pero ella no siente amor por él. En una situación difícil, el miope y Jurema descubren el amor
con grandes dosis de erotismo. Cuando sucede esto Jurema se había convertido en los ojos del
Periodista miope, éste había roto sus gafas. También se convirtió en una especie de madre para El
Enano.
Canudos se había llenado de trincheras por todos lados. Los hombres luchaban y dormían en ellas
defendiendo Belo Monte. El templo del Buen Jesús servía de parapeto para los yagunzos que
desde sus torres disparaban sin cesar. Así esperan la última expedición del General Artur Oscar
que dirige, un ejército de cinco mil hombres armados hasta los dientes. Este ejército tenía un
enorme cañón que los yagunzos lo llamaron “La matadeira”. Este canón provocará gran
destrucción en la ciudad santa. Varias veces intentaron destruirlo pero fallaron.
Así comienza la guerra del fin del mundo, una guerra sin reglas; ganar un milímetro de terreno
significaba un gran triunfo. Ambos bandos tenían miles de bajas. El ejército pidió refuerzos;
mientras en Canudos, Joâo Abade, Pajeú, Joâo Grande, jefes máximos de la resistencia, luchaban
contra los enviados del Perro; Antonio Vilanova proveía de alimentos y municiones a los yagunzos.
Los niños eran utilizados como mensajeros, se les llamaba “párvulos”.
Llega un momento en que Belo Monte se convierte en unas cuantas calles, por el gran avance del
ejército. Éste logró apoderarse de la única laguna que abastecía de agua a Canudos. Todo faltaba
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en la tierra santa y los yagunzos sólo eran huesos; los párvulos se deslizaban en las noches a robar
agua, pocos regresaban, el resto moría a balazos. El agua era para los yagunzos de las trincheras,
así podían resistir y seguir luchando unos día más.
Los ataques no paraban y cada día eran más los muertos; los yagunzos los enterraban con un trozo
de madera –ésta se había acabado en Belo Monte- para que sean bien recibidos por El Padre. Del
otro lado, los soldados se desintegraban en plena tierra. Su hospital estaba lleno de cientos de
enfermos y heridos que eran engañados, prometiéndoles su pronta curación. Aquí muere Pires
Ferreira, por pedido suyo, de un tiro en la sien que le dio el joven médico Teotónio Leal Cavalcanti.
Días antes de la caída de Canudos muere el Consejero. Sus hombres más allegados acordaron
enterrarlo en el Santuario y decirle a los yagunzos que subió al cielo en cuerpo y alma, porque si
les decían la verdad no resistirían la noticia. El Consejero en sus últimas horas manda a llamar a
Antonio Vilanova y lo hace prometer que recorriera el mundo enseñando la palabra del Padre.
Vilanova escapa junto con su familia, el Periodista miope, Jurema y el Enano. Para esto Pajeú va a
lado contrario a entretener a los soldados para que Vilanova escape por el río. Antes de volver a
Canudos es herido y apresado por el Soldado Queluz.
El caboclo Pajeú es devuelto a las trincheras decapitadas. Días después el Beatito logra cruzar el
círculo yagunzo y va al lado de los soldados a rogar por la vida de las mujeres y niños de Canudos.
Los soldados acceden al pedido. Los yagunzos los acribillan cuando cruzan el cerco, llamando a
este hecho las muertes piadosas. Los matan para que no los humillen y corten el cuello, como lo
hicieron con Pajeú.
Luchan hasta el final, pero Canudos no pudo resistir más y el círculo fue roto por los soldados;
murieron más de tres mil soldados y veinticinco mil yagunzos. Cuando todo estaba destruido
obligaron al Beatito a llevarlos al lugar donde estaba enterrado el Consejero. El Beatito les indica el
lugar por temor que lo coloquen en medio de una jauría (los perros entraban a Canudos a devorar
muertos) y su cuerpo sea llevado por pedazos al infierno por los mensajeros del
Can. Profanaron la tumba del Consejero y lo decapitan. Su cabeza es llevada para estudios
posteriores, pero ésta acabará en el fondo del mar. El Beatito es degollado y enterrado junto al
cuerpo sin cabeza del Consejero.
Tiempo después de la caída de Canudos el Barón de Cañabrava recibe la visita del periodista
miope que acude a él, para pedirle trabajo en su diario. Ambos mantienen una larga conversación
sobre Canudos y su rebelión. El Periodista miope no quiere que la historia de la guerra de Belo
Monte se olvide; ahora él vive con Jurema y el Enano.
El Barón de Cañabrava se ha retirado de la política y vive sus últimos días en su casa junto con su
esposa Estela, que no recuperó la razón. Después que el Periodista miope se retira de su casa, se
dirige al cuarto de su esposa que duerme junto con la mucama negra, sebastiana; y viola a esta
última mujer en presencia de su esposa.
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