Está en la página 1de 5

LO DÉBIL DE DIOS ES MAS FUERTE QUE LOS HOMBRES

De las Homilías de san Juan Crisóstomo, obispo,


sobre la primera carta a los Corintios

(Homilía 4, 3. 4: PG 61, 34-36)

El mensaje de la cruz, anunciado por unos hombres sin cultura,


tuvo una virtud persuasiva que alcanzó a todo el orbe de la
tierra; y se trataba de un mensaje que no se refería a cosas sin
importancia, sino a Dios y a la verdadera religión, a una vida
conforme al Evangelio y al futuro juicio, un mensaje que
convirtió en sabios a unos hombres rudos e ignorantes. Ello
nos demuestra que lo necio de Dios es mas sabio que los
hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.

¿En qué sentido es más fuerte? En cuanto que invadió el orbe


entero y sometió a todos los hombres, produciendo un efecto
contrario al que pretendían todos aquellos que se esforzaban
en extinguir el nombre del Crucificado, ya que hizo, en efecto,
que este nombre obtuviera un mayor lustre y difusión. Ellos,
por el contrario, desaparecieron y, aun durante el tiempo en
que estuvieron vivos, nada pudieron contra un muerto. Por
esto, cuando un pagano dice de mí que estoy muerto, es
cuando muestra su gran necedad; cuando él me considera un
necio, es cuando mi sabiduría se muestra superior a la suya;
cuando me considera débil, es cuando él se muestra más débil
que yo. Porque ni los filósofos, ni los maestros, ni mente
humana alguna hubiera podido siquiera imaginar todo lo que
eran capaces de hacer unos simples publicanos y pescadores.

Pensando en esto, decía Pablo: Lo débil de Dios es más fuerte


que los hombres. Esta fuerza de la predicación divina la
demuestran los hechos siguientes. ¿De dónde les vino a
aquellos doce hombres, ignorantes, que vivían junto a lagos,
ríos y desiertos, el acometer una obra de tan grandes
proporciones y el enfrentarse con todo el mundo, ellos, que
seguramente no habían ido nunca a la ciudad ni se habían
presentado en público? Y más, si tenemos en cuenta que eran
miedosos y apocados, como sabemos por la descripción que
de ellos nos hace el Evangelista, que no quiso disimular sus
defectos, lo cual constituye la mayor garantía de su veracidad.
¿Qué nos dice de ellos? Que, cuando Cristo fue apresado, unos
huyeron y otro, el primero entre ellos, lo negó, a pesar de todos
los milagros que habían presenciado.

¿Cómo se explica, pues, que aquellos que, mientras Cristo


vivía, sucumbieron al ataque de los judíos, después, una vez
muerto y sepultado, se enfrentaran contra el mundo entero, si
no es por el hecho de su resurrección, que algunos niegan, y
porque les habló y les infundió ánimos? De lo contrario se
hubieran dicho: «¿Qué es esto? No pudo salvarse a sí mismo, y
¿nos va a proteger a nosotros? Cuando estaba vivo no se ayudó
a sí mismo, y ¿ahora, que está muerto, nos tenderá una mano?
Él, mientras vivía, no convenció a nadie, y ¿nosotros, con sólo
pronunciar su nombre, persuadiremos a todo el mundo? No
sólo hacer, sino pensar algo semejante sería una cosa
irracional.»
Todo lo cual es prueba evidente de que, si no lo hubieran visto
resucitado y no hubieran tenido pruebas bien claras de su
poder, no se hubieran lanzado a una aventura tan arriesgada.

RESPONSORIO Sal 30, 20; 35, 9

R. Nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los


judíos, necedad para los gentiles; pero para los llamados a
Cristo: * fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
V. Nos aprietan por todos lados; pero en todo esto vencemos
fácilmente por aquel que nos ha amado.
R. Que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.

Liturgia de las Horas - Agosto de 2018

TIEMPO ORDINARIO

VIERNES DE LA SEMANA XX

De la fiesta. Del Común de Apóstoles 24 de agosto

Oficio de Lectura

SEGUNDA LECTURA

www.liturgiadelashoras.com.ar
http://liturgiadelashoras.com.ar/sync/2018/ago/24/oficio.htm
San Juan Crisóstomo

También podría gustarte