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Joaquín V González
Trabajo practico N° 2
Edad Media: pobres, desarrollo y parentesco
Prof. Lic: Jorge Rigueiro García
JTP: Prof. Claudio Rafael Ávila.
Alumno: Carlos Francisco Nigro
Materia: Historia de la Edad Media y trabajos prácticos
Comisión: 3 ”D”
Año: 2018
Trabajo práctico domiciliario n°1
“Edad Media: pobres, desarrollo y parentesco”
LEER: El presente trabajo consta de cuatro (4) puntos que deben resolverse, de manera
obligatoria y con uso de fuentes eruditas tanto bibliográficas como documentales, para
ser entregado a más tardar, el día 21 de Agosto de 2017, por este medio o en formato físico.
La extensión del mismo es de seis (6) hojas con tolerancia máxima de seis (6) sin contar
carátula y apartado bibliográfico. Referencia: material de la clase n° 14.
PAUTAS DE ENTREGA: Texto justificado, tipo de letra Times New Roman, tamaño de
letra 12, interlineado 1.5 y márgenes 3 cm en ambos lados.
CONSIGNAS
1
MOLLAT, Michel; Pobres, humildes y miserables en la Edad Media; Bs. As; FCE; 1988; pág. 64
valores cristianos, que definirían la naturaleza del hombre de acuerdo al mandato de Dios.
La “naturaleza inmutable”, frente al status cambiante, funcionaba como un mecanismo de
legitimación en la jerarquización entre ricos y pobres dentro del orden social.
El desprecio a la pobreza por su indignidad y humillación, a su vez, plantearía una
relación compleja, tanto en el plano social como espiritual, por medio de los actos piadosos,
realizados por caballeros y párrocos, y por medio de la adopción misma de la pobreza como
forma de verdadera redención y salvación.
En el siguiente fragmento de la fuente de la Vida de Roberto el Piadoso puede
evidenciarse la práctica de la limosna realizada por los nobles hacia los pobres: “Pero no
queremos silenciar su costumbre de realizar limosnas en la residencia de su reina. En la
ciudad de parís, en Orleans, en auxerre, en cada una de sus residencias, se daba pan y vino
en abundancia a 300 o, lo que es más exacto, a mil pobres (…)2
No obstante debe señalarse que las acciones piadosas de los nobles, si bien
implicaban actos dentro de la “noción del deber”, no descartaban la actitud de desprecio
hacia la figura del pobre y su intención utilitaria al colocarlo en una condición de servicio
frente a su beneficiario noble. En términos de Mollat: “vela la intención utilitaria”3.
En relación al papel de los ermitaños debemos destacar que comprenderían
individuos instruidos; de origen aristocrático-eclesiásticos, como también pastores; que en
su pretensión de imitar a Cristo adoptaban la pobreza como medio para la verdadera
purificación espiritual y santidad, en detrimento de la riqueza y la jerarquización feudal.
Los ermitaños se rodeaban de comunidades desfavorecidas, adoptando un genero de vida
común caracterizado por la humildad y la subsistencia necesaria. Sus apariencias no se
distinguirían de los mendigos pero sus predicaciones populares y sus reivindicaciones a los
expulsados, darían lugar a su importante prestigio y a una restauración de la dignidad
humana de los pobres; motivo por el cual en ocasiones serían acusados de herejía.
De esta manera, se conformaría un movimiento singular y alternativo frente al orden
convencional, que pretendía anunciar la salvación mediante la pobreza, por los pobres y
para los pobres.4
Esto en la siguiente fuente de San Francisco de Asís podemos analizar los atributos
que distinguirían al grupo de ermitaños: “(…) Frecuentemente se ponía a meditar, sin
poder contener las lagrimas, en la pobreza de Cristo y de su madre santísima y después de
haberla estudiado en ellos, aseguraba ser la pobreza la reina de todas las virtudes, pues
2
HELGAUD DE FLEURY, Vida de Roberto el Piadoso, p 103. En: AVILA, Claudio y RIGUEIRO GARCIA Jorge: La
Edad Media. Material didáctico para su estudio; Bs. As, Proletario,2017; pág. 253
3
MOLLAT, Michel; Op. Cit; pág. 71
4
Ídem; pág. 78
tanto había resplandecido y tanto había sido amada por el Rey de los Reyes y por su
Madre, la reina de los cielos (…)“5
Finalmente en lo que refiere a los conceptos de la verdadera y falsa pobreza
debemos destacar que, en el caso del primero, comprendería la pobreza real referida a la
miseria y a la carencias ya descriptas, tanto en nobles como sectores “bajos”, caídos en
desgracia o adoptándola como forma de vida. Sin embargo, en el caso del segundo, debe
entendérsela en el plano del utilitarismo y la ausencia de una verdadera carencia, es decir,
una “pobreza simulada” (principalmente en las ciudades con sus pobres “reglamentados”,
que vivían de su mendicidad aparentando su condición) donde lo importante reside en la
presentación de los nobles y de su status como beneficiarios más que como garantes para la
subsistencia.
6
Annales Gurlferbytani, tomo I, p.43. en: AVILA, C. y RIGUEIRO GARCIA J, Ídem, pág. 123
7 AA VV; Historia de la Europa urbana. La ciudad medieval; Valencia; Universitat de Valencia; 2010; pág. 146
Asimismo, el amurallamiento de los espacios urbanos, y de tierras aun no
edificadas, implicaba la creación de una administración municipal interna que se encargase
de la fiscalidad y la dirección de las construcciones y mantenimiento de los muros. En esto
debe destacarse el peso de la seguridad de los ciudadanos sobre los lienzos y las puertas, las
cuales estas últimas se convertirían en peajes y en la base de los sellos de la ciudad.
Refiriéndonos ahora a las plazas de mercado debemos señalar que remitirían a los
grandes centros de comercio, manufacturas y circulación monetaria dentro de las ciudades.
El espacio ocupado por estos mercados sería el principal punto de reunión de la población y
del ordenamiento urbano, presentando variaciones en su diseño, tanto en “ciudades nuevas”
como antiguas, de acuerdo a las problemáticas, necesidades e intereses particulares de las
distintas comunidades urbanas; tales como las condiciones del relieve, las posibilidades de
demolición y apertura de espacios libres, la expansión de los emplazamientos del mercado
desde una “plaza central”, entre otras cuestiones. Por este motivo, podemos observar
múltiples diseños en sus planificaciones, tales como “plazas irregulares”, desarrolladas a
partir de las ampliaciones; y las plazas geométricas como las cuadrangulares y triangulares
que derivarían de las extensiones y cruces de las calles en las que se desarrolla el mercado.
Asimismo, debemos resaltar que dentro de los emplazamientos de las plazas de
mercado residirían diversas instituciones municipales-administrativas como también
compartirían cercanías con los espacios las catedrales. Los señores ciertamente tendrían
incidencia dentro de estas actividades comerciales por medio de concesión de derechos
como también reservándose espacios específicos para el mercado. Esto podemos
evidenciarlo en la siguiente fuente: “Jaime, rey de Aragón, establece que el mercado de
Huesca se sitúe junto a la muralla de piedra, y ordena que los mercaderes foráneos tengan
que hospedarse dentro del perímetro urbano para no eludir el pago del peaje.”8
8
LALIENA, Carlos; Documentos municipales de Huesca, 1100-1350, en: AVILA, C. y RIGUEIRO GARCIA J., Op.
Cit., pág. 236
BIBLIOGRAFÍA
AVILA, Claudio Rafael; RIGUEIRO GARCIA, Jorge, La Edad Media. Material didáctico
para su estudio, Bs. As, Proletrario, 2017 (123, 236, 252, 253)
DUBY, Georges: El amor en la Edad Media y otros ensayos; Bs. As., Alianza, 1991:
Estructuras familiares en la Edad Media occidental (113-120)
MOLLAT, Michel: Pobres, humildes y miserables en la Edad Media; Bs. As., FCE, 1988:
Caps. IV y V (59-82)