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DR.

ZAPORTA PACHECO JOSE

VALORACION DIAGNOSTICA DEL ADULTO

 LADINES CHALEN JOSTIN JOSE


 VILCA GENESIS

SEPTIMO SEMESTRE
GRUPO: 5
Valoración Diagnóstica DEL ADULTO MAYOR (LABORATORIOS
Clínicos Y AYUDA Diagnóstica)
Aunque para muchos investigadores puede haber pocas variaciones entre los valores de
laboratorio encontrado en personas viejas y los que se encuentran en adultos jóvenes, la
recopilación de pruebas normales puede verse complicada por la presencia de cambios
fisiológicos normales, enfermedad latente, morbilidad concomitante, efectos de la dieta y
desnutrición, además de otros factores que pueden influir. De igual manera, los fármacos,
sus reacciones adversas e interacciones pueden alterar en algún grado las pruebas. Así
cuando se encuentran anomalías de laboratorio no explicadas por otras causas, debe
tenerse en cuenta la posibilidad de un efecto farmacológico adverso o de una interferencia
con la prueba por parte de un fármaco; por ejemplo, pueden encontrarse resultados falsos
positivos de glucosa en orina tras la administración de isoniacida, levodopa, morfina y
penicilina G. la levodopa puede producir también elevaciones falsas de bilirrubina y ácido
úrico. Todo lo anterior limita que los ancianos “normales” puedan tomarse como
controles para referencia en laboratorio. De todas maneras, cualquier investigación
tecnológica que se haga en un paciente viejo o joven debe interpretarse en el contexto del
examen clínico y la anamnesis.
Los cambios fisiológicos graduales que se producen con el tiempo como parte del proceso
del envejecimiento afectan a varios analitos. Con la introducción de la automatización de
los laboratorios clínicos y los programas multifásicos de detección a gran escala durante
los años 60, fue posible recopilar una base de datos suficientes para documentar los
cambios que dependen de la edad y del sexo y los intervalos de referencia para la mayoría
de las pruebas bioquímicas de diagnóstico.
Tietz y 86 colaboradores, en un extenso libro sobre la química clínica geriátrica presento
datos sobre 134 analitos, determinando aproximadamente 15.000 valores de laboratorio.

Indicaciones de pruebas complementarias


Consentimiento informado: La realización de cualquier prueba diagnóstico, y muy
especialmente las de carácter agresivo o molestas, debe contar con la aceptación del
paciente a fin de preservar el principio de autonomía. Previamente deberá ser informado
objetivamente de los riesgos y beneficios de la técnica, de las alternativas disponibles y
de las posibles consecuencias de su realización. La información médica debe ser lo más
sencilla posible, sin olvidar que la negativa del paciente a un procedimiento determinado
muchas veces es fruto de un mal entendimiento del problema.
Los valores normales en el anciano: Es básica la referencia de los datos que son
normales para el anciano. Los valores del hemograma no varían con la edad mientras que
la velocidad de sedimentación globular tiende a elevarse, aunque esta elevación no es
sensible ni especifica de enfermedad en el anciano. El examen de la orina puede presentar
leves rastros de proteinuria, siendo negativa para cetonas, hematíes y glucosa.
La reabsorción renal de glucosa se deteriora con la edad y presenta variaciones
individuales al igual que el flujo plasmático renal, por lo que el control de tratamiento
hipoglucemiante basado en la presencia de glucosuria tiene menor fiabilidad en el
anciano; el aclaramiento de creatinina decae a un ritmo del 19% por década. Existe una
disminución de la tolerancia a la glucosa y de los niveles de albumina sérica. Las
principales pruebas de función hepática no varían con la edad, salvo la fosfatasa alcalina,
que tiende a estar ligeramente elevada. La intradermorreacción a la tuberculina es
negativa con mayor frecuencia que en el adulto por interferencia de numerosas
pedologías; tal resultado obliga a la repetición de la prueba. Con frecuencia se observan
anomalías en la radiografía de tórax, tales como frecuente presencia de lesiones fibróticas
y granulomatosas (sugerentes de enfermedad especifica previa), la calcificación de la
pared de los grandes vasos o el leve aumento del tamaño del corazón. En el
electrocardiograma pueden hallarse cambios en la onda T y en el segmento ST, así como
diferentes grados de bloque en pacientes totalmente asintomáticos. Por último, en la
tomografía axial computarizada suele aparecer cierto grado de atrofia cortical, sin que
ello sea indicativo de un cuadro de demencia.

Las indicaciones de pruebas complementarias: las indicaciones de las pruebas


complementarias vienen condiciones por la naturaleza de la patología a investigar, la
situación basal del paciente y, sobre todo, la intensión de tratar si se confirma el
diagnostico. El tema no puede cerrarse fácilmente ya que muchos ancianos, incluso
severamente incapacitados, presentan determinadas pedológicas como anemia, trastornos
hidroelectrolíticos o infecciones que una vez diagnosticadas, pueden ser tratados con la
consiguiente obtención de un claro beneficio. En una evaluación rutinaria es suficiente la
realización de un hemograma y un análisis de orina junto a la determinación de creatinina
sérica y de electrolitos. La función tiroides y de la glucemia deben ser determinada en
cualquier paciente con enfermedad cardiaca, neurológicas o trastorno cognitivo, aunque
es recomendable su realización también en pacientes asintomáticos.
Las pruebas de despistaje: la realización de pruebas tendentes a la detección precoz de
la enfermedad (despistaje o screening) debe estar presidida por una serie de principios; la
enfermedad motivo de la investigación debe presentar gran importancia en cuanto a
morbi-mortalidad e incapacidad que genera en el anciano, la historia natural de la misma
ha de ser bien conocida, con existencia de un periodo latente o presintomático que permita
algún tipo de actuación, las pruebas que se vayan a efectuar han de tener una precisión,
sensibilidad y especificidad reconocidas y su realización representa escaso riesgo y
molestias para el paciente ; en caso de que la prueba resulte positiva, es preciso saber si
el paciente estaría dispuesto a someterse a nuevas técnicas diagnósticas o a determinados
tratamientos; por último, es necesario que exista tratamiento eficaz para la enfermedad y
que su coste se vea compensado por el benéfica.
Debemos tener presente, como es obvio que habrán pruebas de laboratorio específicas y
especiales de acuerdo al cuadro clínico-patológico que estemos analizando, en virtud de
antecedentes patológicos familiares, personales, circunstancias de vida medioambientales
(factores ocupacionales) y patología secundaria.
En el ámbito de pruebas de gabinete siempre será fundamental, de hecho, nuestra
especialidad exige dentro de la valoración de atención primaria del auto mayor la
radiografía estándar de tórax, ya sea por su notable aportación en valoración
cardiovascular o por la detección de neoplasias primarias o referidas. La ecosonografía
moderna nos brinda extraordinarias aportaciones para valoración abdominopélvica pues
sus evolucionados transductores facilitan gran sensibilidad de detección diagnostica. Un
punto especial merece la ecocardiografía tri y tetradimensional, simple, Doppler, vascular
y contrastadas.
En materia de técnicas y procesos de neuroimagen podemos citar; las diferentes variantes
de microscopia, resonancia magnética nuclear, funcional, espectroscópica, por difusión,
tomografía por emisión de positrones, de fotón único, magnetoencefalografía,
electroencefalografía y potenciales evocados, estimulación eléctrica transcraneal,
cortical. Últimamente se realizan importantes avances en valoración de neuroimagen para
evaluar atención, procesos emocionales, funciones cognitivas, estudios de lenguaje,
funciones ejecutivas, plasticidad neuronal y trastornos psiquiátricos.
Análisis de las pruebas bioquímicas

 Se deben tomar en cuenta las variables pre y posanalíticas cuando se evalúan


los valores de referencia para la población geriátrica. La farmacoterapia,
múltiples enfermedades crónicas, deshidratación, reciente hospitalización y
reposo en cama prolongado son algunos de los principales factores que afectan
a los valores analíticos.
 Los analitos que muestran la mayor variación con la edad son: la albumina, la
fosfatasa alcalina, el colesterol, los triglicéridos, la insulina y la hormona
leutinizante. Se notifican intervalos de referencia del APE específicos de la
edad para mejorar la sensibilidad en lo hombres más jóvenes y la especificidad
en los hombres mayores.
 La proteína C-reactiva altamente sensible se puede añadir al valor de predicción
de otros marcadores, como: la homocisteína, la lipoproteína (a), el colesterol
LDL, el fibrinógeno y el antígeno t PA en mujeres posmenopáusicas, para
valorar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y vasculares periféricas.
 El B-amiloide se muestra como uno de los marcadores bioquímicos
prometedores para enfermedad de Alzheimer.
 El N-telopéptido entrecruzado en orina de colágeno de tipo 1 se considera el
factor de predicción más sensible a la perdida ósea en la osteoporosis.

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